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Yo confío en el Tablero de Comando. ¿Y Ud.?

Con el paso de los años, y diferentes vivencias de colegas y propias, he podido percibir como detrás de una herramienta de excelencia, de
un concepto tan básico, que la mayoría de quienes trabajan en la implementación de proyectos de mejora mencionan como “sentido común
organizado”, se esconden faltas innatas generadas por nuestros instintos más básicos, no reconocer nuestros propios errores y mantenernos
“en reposo” como la primer ley de Newton estipula.
El uso del tablero de comando está muy difundido y difícilmente encontraremos a alguien que se oponga a su uso, pero en los principios de
su funcionamiento óptimo hay factores muy importantes a considerar.
A continuación, mencionaré cuales son aquellos puntos indispensables, pero que con una débil interpretación de la empresa sobre el mismo
hacen fracasar el uso del Balanced Scorecard o Tablero de Comando.

♦ Permite contar con un mayor conocimiento de la situación de la empresa…

Nunca un tablero de comando será percibido como útil, si los indicadores no conducen al cumplimiento de las metas estratégicas de la
compañía, y nunca lo hará si las mismas no se conocen, no hacen sentido o tienen direcciones contrapuestas.
¿La empresa tiene bien definidos sus objetivos? A veces la Visión, Misión, no reflejan el alma de la empresa, establecerlas es un proceso de:
-sinceramiento, porque ellas serán las directrices para el resto de los objetivos de la compañía, deben informar los objetivos a corto y largo
plazo de manera realista.
-tiempo, difícilmente se podrán establecer en unas pocas horas o días, sin haber existido antes tiempo de análisis enfocado en el largo plazo,
evaluando el entorno macroeconómico, tecnológico, de mercado, político, entre otros.

♦ Cada sector requiere medidas de sus propios parámetros, y definir quién y cómo va a monitorear esa información…

Hay muchas consideraciones detrás de esta frase. ¿Sus propios parámetros…? ¿Se definen los que son realmente representativos? Demos
por hecho que la Misión está bien definida y comprendida. Si se sabe por experiencia, que en algún proceso podemos recibir malos
resultados, tal vez no se incluya en los indicadores o bien se le asigne un método de medición “indulgente”, igualmente el responsable de
hacerlo, ¿tenemos la plena seguridad que los resultados no serán alterados? Y finalmente cómo… ¿el método de cálculo es el adecuado?
¿es consistente con el proceso? ¿fue desarrollado de manera imparcial? Todo esto nos da 2 enseñanzas fundamentales:
#1 De suma importancia, es trabajar en la “cultura” de la organización. Actualmente en nuestra región… ¿cuánto se dedica a fomentar en
nuestros colaboradores un compromiso genuino hacia la empresa y no hacia su propia “supervivencia”?, un tablero de comando sin este tipo
de soporte es inútil, solo un grupo de mediciones al nivel de la propia mediocridad de quienes los calculan… y los evalúan. ¿Cómo buscar un
compromiso genuino? Debe construirse, cada día, todos los días.
#2 Debe haber un equipo integrado por responsables de diferentes áreas para establecer los indicadores y su forma de cálculo de manera
que no queden vicios escondidos y pueda haber un control cruzado de los mismos.

♦ Los diferentes tipos de tableros de comando, son de aplicación directamente relacionada con los niveles jerárquicos de la
empresa…

Un grupos de medidores trabajará a nivel de detalle y operativo para Coordinadores o Supervisores, con procesos bien delimitados (Tablero
de control operativo), otro grupo enfocado a la gerencia media estará compuesto por indicadores de menor frecuencia de control que el
anterior, puede ser mensual y abarca procesos inter-departamentales (Tablero de control Directivo y Estratégico); finalmente para la alta
gerencia el tablero de comando integral, que muestra la situación, integral, de la empresa.
Es fácil entonces deducir el encadenamiento que debe haber entre los indicadores de todos los niveles, con retroalimentación hacia arriba y
hacia abajo, donde los niveles superiores indican las metas a obtener y los niveles inferiores brindan los datos por los cuales estamos más o
menos alejados de nuestros objetivos.

♦ El tablero de comando se usa para evaluar situaciones, no responsables...

El peor uso a darle a un tablero de comando, es la aplicación de castigos, desde ese momento, esta herramienta pierde su sentido de
generar valor a los procesos para ser manipulada y tergiversada para evitar represalias, más o menos graves, pero en cualquier caso
indeseadas. Esto forma parte de la cultura que debe fomentarse en la empresa, en todos sus niveles.

Finalmente…

Hoy en día, varios sistemas de gestión empresarial (ERP) integran en sus módulos diversos indicadores, delimitados por funciones y
puestos, de manera que ayudan a evitar muchas de las situaciones mencionadas, aquellas que un sistema puede evitar.
Concebir la idea de utilizar un tablero de comando, es concebir la idea de comprometernos con la mejora continua, aquel concepto tanto o
más antiguo que los años de vida que muchas empresas hoy en día tienen, y es espejo de nuestras vidas, en cuanto a que los “padres” de la
calidad total dejan a sus “hijos” una forma de mantenerse o llegar al buen camino, una herramienta que nos dice cuando nuestro estándar no
es apropiado, y con la aplicación de metas desafiantes, nos dan la alarma de que estamos en ese estado confortable pero de pasividad, de
acostumbramiento y debemos movernos, debemos enfrentar el cambio, y tomar la decisión de adoptarlo como forma de vida. De escuchar, lo
que a veces no queremos oír.

La competencia hoy día hace indispensable de una herramienta que nos deje saber dónde estamos, hacia dónde vamos, y cuánto nos falta
para llegar allí.
El siguiente mensaje, de autor anónimo, transmite la idea del uso y seriedad del tablero de comando para las empresas…

"Cada mañana, en África, una gacela se despierta; sabe que deberá correr más rápido que el león, o éste la matará.
Cada mañana en África, un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la gacela, o morirá de hambre.
Cada mañana, cuando sale el sol, y no importa si eres un león o una gacela, mejor será que te pongas a correr".

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