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1.- NO FUIMOS LLAMADOS A UNA RELIGIÓN SINO AL REINO DE DIOS (COL. 1:12-14)
a. Jesús siempre predicó el Evangelio del Reino (Mateo 4:17)
b. El reino de Dios ha invadido el planeta para deshacer el reino de las tinieblas (1 Juan 3:8)
c. Al entrar a este Reino, debes arrepentirte, o sea, cambiar tus pensamientos. (Mateo 4:17)
La religión te hace loco e ignorante: “Dejen los desvaríos mentales, -Cristo les dijo a los fariseos-, la
religión a ustedes los ha vuelto ignorantes”. (Miren: Jeremías 7:22-26)
3.- JESÚS VINO A RESTAURAR LA RELACION PERDIDA CON DIOS y que EL HOMBRE
RECUPERE SU PROPÓSITO. (JUAN 1:9-13; JUAN 14:6; HECHOS 4:12) LEERLO.
a. EMBAJADOR: Significa que represento a Cristo en donde esté. Con mis palabras,
actitudes, y obras debo manifestarle a mi entorno los Principios y Valores del Reino.
b. REY y SACERDOTE: (Como REY) vivo y actúo entendiendo que no soy un “perdedor”,
no soy un “cualquiera”. Estoy para liderar la situación. Rey también tiene que ver con
“conquista”. Conquistar los sueños que Dios puso en tu corazón. Conquistar tu profesión,
tu emprendimiento propio. También conquistar el barrio, la ciudad, las almas para Cristo.
(Como SACERDOTE) vivo y actúo entendiendo que debo consagrar a Dios todo lo que
conquisto. Los sacerdotes ofrecen el sacrificio ante Dios, eso habla de una vida rendida en
adoración al Señor. Todo lo que soy y lo que tengo es para Él. Sacerdotes también
difundían La Palabra de Dios. En todo lugar debo hablar – compartir La Palabra de Dios.
d. MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO: Significa que todo lo que Cristo hacía en su
cuerpo físico cuando estuvo en la tierra, ahora lo sigue haciendo en su cuerpo espiritual que
somos nosotros. O sea, Cristo se acercaba a la gente, los ayudaba, los bendecía, entonces
ahora yo también. Cristo se acercaba a los pecadores y les hablaba del amor de Dios,
entonces yo también. Cristo se ocupaba de los necesitados, entonces yo también… Concepto
de cuerpo también nos enseña que “no estoy solo” no soy un “llanero solitario”. Somos un
cuerpo, estamos conectados unos con otros. Entender unidad.
e. HIJO DE DIOS: ¡Qué bendición enorme! ¡Qué glorioso! Entiende tu identidad. Vive y
actúa de este modo, como Hijo de Dios. Dios es mi Padre, y es un Padre de amor. Puedo
acercarme a Él y tener una relación muy especial. Entiendo que Él quiere lo mejor para mí.
Entiendo que soy “heredero”. Todas sus bendiciones son para mí!!! También comprendo
que siendo hijo no puedo andar en el chiquero del pecado (Ejemplo hijo pródigo).