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Poder Judicial de la Nación

Año del Bicentenario

///n Isidro, 21 de diciembre de 2010.

AUTOS Y VISTOS:
Para resolver en la presenta causa nro. 8829/10, “Barnes de Carlotto, Estela
en representación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo su denuncia”, del registro
de la Secretaría nro. 2 de este Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 1 de San
Isidro, respecto de las medidas solicitadas por la Sra. Fiscal Federal (fs. 8182/4 y 8316) y la
Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo (fs. 8167/8).

Y CONSIDERANDO:

I. Objeto del decisorio y reseña de los antecedentes más inmediatos


relacionados con la prueba pericial genética.
Conocidos que fueron el pasado 26 de noviembre los resultados de la medida
pericial preliminar ordenada en el auto fundado del 28 de septiembre obrante a fojas 7329/73 y
USO OFICIAL

del requerimiento ampliatorio dispuesto a fojas 7944 con fecha 17 de noviembre, me


encuentro en condiciones de evaluar las presentaciones posteriormente efectuadas por el
Ministerio Público Fiscal -3/12 y 16/12- y la Querella “Asociación Abuelas de Plaza de
Mayo” -2/12- con el objeto de solicitar distintas medidas que, en su opinión, debería adoptar el
Tribunal a fin de dar curso al peritaje de poliformismo de ADN ordenado en autos para ser
realizado en la sede del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand –en adelante
BNDG- con el objeto de determinar si Marcela y Felipe Noble Herrera guardan vínculo
biológico con los grupos familiares GARCIA-GUALDERO y MIRANDA LANUSCOU o, en
su defecto, con alguna o algunas de las familias de hijos de personas desaparecidas en forma
forzada en el período comprendido entre los años 1.976-1.983.
Así, en atención al estado por el que actualmente transita la instrucción del
sumario y la postura que, a la fecha, han fijado las distintas partes y terceros interesados –v.
presentaciones de fs. 8109/8111 y fs. 8171/8176- con relación al aludido peritaje genético
advierto que el punto neurálgico de este decisorio pasa por resolver si corresponde dar
inmediato curso al estudio comparativo con fines identificatorios de Marcela y Felipe Noble
Herrera mediante el uso de los perfiles genéticos obtenidos de las “muestras homogéneas” –
hemáticas y de hisopado bucal que voluntariamente habrían aportado los nombrados en la sede
del Cuerpo Médico Forense el 29/12/09- y/o de los que resultaron obtenidos de las “muestras
alternativas” -prendas de vestir y demás objetos de uso personal incautados en el marco de los
procedimientos judiciales de fechas 30/12/09 y 28/05/10- para ser confrontados con todos los
registros de familiares de desaparecidos que obran en el BNDG tal como, en soledad, lo
solicita la representante del Ministerio Público Fiscal, Dra. Rita Molina; o si, por el contrario,
atendiendo a la incertidumbre que ambas partes querellantes han manifestado albergar en
torno al carácter indubitado de las muestras de ADN peritadas deviene inoficioso realizar

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aquel entrecruzamiento de perfiles genéticos con fines identificatorios, como lo sostiene en su
presentación del pasado 2 de diciembre la querella Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Supuesto este último frente al que corresponde me pronuncie en torno a la
demanda efectuada por esa misma parte querellante a fin de que, en forma urgente, adopte las
diligencias necesarias para recabar material biológico indubitado de Marcela y Felipe Noble
Herrera disponiendo su cotejo con el Archivo Nacional de Datos Genéticos. En ello
contemplaré, asimismo, la postura que sobre el particular pusiera de manifiesto la querella
representada por los Dres. Alcira Ríos y Pablo Llanto en sus presentaciones de fs. 6624 y
7094/5. .

I.a) Los pronunciamientos jurisdiccionales dictados en la causa desde su


radicación por ante este Juzgado Federal nro. 1 de San Isidro.
Hechas las aclaraciones que anteceden diré que, previo avocarme al análisis
sustancial de la cuestión que aquí me ocupa y a los fines de dotar al presente resolutorio de
claridad expositiva y relativa autosuficiencia, realizaré una breve reseña de los
pronunciamientos que dicté en la causa y que guardan estricta vinculación con las diligencias
probatorias sobre las cuales debo, a esta altura, pronunciarme de conformidad con los
lineamientos trazados por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín al
conferirme intervención -28/4/10- y los pedidos pendientes de tratamiento introducidos por las
partes. Me refiero a los autos dictados con fecha 28/05/10 y 28/09/10 cuyos contenidos resulta,
en mi opinión, necesario repasar para una cabal comprensión de todo cuanto aquí resuelvo.
Ello no sin antes advertir que, en estricta observancia de las indicaciones dadas
por el superior, la cuestión a dilucidar en el presente pronunciamiento se centra en determinar
si es constitucional y legalmente posible dar curso al peritaje comparativo de poliformismo de
ADN con fines identificatorios ordenado en autos a partir de los perfiles genéticos obtenidos
de las muestras hemáticas voluntariamente aportadas por Marcela y Felipe Noble Herrera el
29/12/09 y/o a partir de aquellos perfiles obtenidos de las prendas de vestir secuestradas en los
procedimientos de registro domiciliario y requisa realizados los días 30/12/09 y 28/05/10 o si,
ante la inviabilidad de ambos supuestos, corresponde disponer una nueva toma de muestras de
ADN de los nombrados determinando, en tal caso, cuál es la modalidad que -dadas las
particularidades que presenta la instrucción de este sumario- se ajusta a los requisitos de
necesidad, razonabilidad, proporcionalidad y certeza en el resultado, a que alude el art. 218 bis
del CPPN.
Incluso, con respecto a las llamadas “muestras homogéneas” peritadas, viene al
recordar los condicionamientos bajo los que los nombrados habrían hecho entrega voluntaria,
a saber: a) que el estudio pericial se limite exclusivamente a las dos familias querellantes; b)
que sus muestras no sean almacenadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital
Durand debiendo realizarse el examen pertinente en el Cuerpo Médico Forense de la Justicia
Nacional; y, finalmente, c) que el estudio se efectúe de acuerdo a las previsiones de la Ley

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25.326, de modo tal que, una vez realizados los cotejos mediante el método de exclusión, su
información genética sea destruida y no conservada en archivo o base de datos alguna sin su
consentimiento.
Ahora bien, retomando la reseña de los antecedentes relacionados con la
obtención de los perfiles genéticos con que se cuenta debo recordar que en la precitada
resolución de fojas 7329/73 –dictada el 28/09/10- dispuse que a los fines de determinar
circunstancias de importancia para la investigación que, en este punto, resultaban
independientes y, en su caso, de evaluación previa a la identificación genética de las presuntas
víctimas —conforme lo autoriza el art. 218 bis del CPPN— debía establecerse, en primer
término, el estado de conservación, aptitud pericial e idoneidad de las muestras alternativas y
homogéneas colectadas mientras la instrucción estuvo a cargo del Dr. Conrado Bergesio
extrayendo, en caso de ser ello factible, los perfiles genéticos hallados. Asimismo dispuse que,
una vez ello, debía procederse al resguardo de los perfiles eventualmente extraídos de las
muestras homogéneas en tanto que respecto de los encontrados en las muestras alternativas
solicité, por un lado, su comparación con los perfiles quiméricos encontrados en las prendas
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requisadas el 28/05 a los efectos de determinar si había identidad con alguno o algunos de los
perfiles de los contribuyentes detectados en éstas últimas muestras. Por el otro, habilité el uso
de aquellos perfiles eventualmente extraídos de las muestras alternativas del 30/12 para que,
en caso de ser técnicamente posible y una vez constatada su correspondencia, se separara el
perfil femenino mayoritariamente encontrado en la prenda íntima secuestrada a Marcela Noble
Herrera en el procedimiento del 28/05 o, en su defecto, se descontara el perfil masculino
minoritariamente detectado en la misma.
La medida, en ese orden dispuesta, se orientó a despejar los múltiples y
variados interrogantes surgidos en torno a la totalidad de las muestras obtenidas –alternativas
y homogéneas- sobre la base de los que se receptaron los más disímiles planteos y
cuestionamientos de todas las partes y terceros interesados en el expediente. Planteos y
cuestionamientos que, por distintas vías, han venido sistemáticamente efectuando los actores
que confluyen en este proceso desde la toma misma de las sucesivas muestras hasta el
presente.
En prieta síntesis, con relación a las muestras alternativas –prendas de vestir y
demás objetos de uso personal- obtenidas en los registros domiciliarios llevados a cabo el 30
de diciembre de 2.009 debo recordar que, en aquel estado de la instrucción, se encontraba en
crisis su efectiva idoneidad y aptitud pericial dado el tiempo transcurrido desde su secuestro
sin peritación y las vicisitudes por las que habían transitado en su resguardo, traslado y cadena
de custodia; encontrándose, asimismo, seriamente cuestionada su efectiva pertenencia a las
presuntas víctimas en autos a raíz de las particularidades que rodearon los allanamientos en los
que se secuestraron.
Por su parte, en lo que concierne a las muestras homogéneas –hemáticas en el
caso de Felipe Noble Herrera y hemáticas y de hisopado bucal en el caso de Marcela Noble

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Herrera- entregadas el 29 de diciembre de 2.009 en la sede del Cuerpo Médico Forense del
Poder Judicial, al margen de los condicionamientos bajo los que habían sido voluntariamente
entregadas por aquellos, también se encontraba en duda su aptitud, idoneidad e inalterabilidad
dadas las divergencias surgidas entre los peritos respecto de una serie de cuestiones científicas
inherentes a las medidas adoptadas para su extracción, sembrado, conservación y cadena de
custodia, dado los soportes y ámbitos en que fueron resguardadas y la modalidad bajo la que
se procedió a sus sucesivos traslados. Paralelamente a ello se encontraba cuestionado también
por ambas partes querellantes: a) el intempestivo trámite que se imprimió a su toma en tanto
que con ello se imposibilitó el control científico en la producción de la prueba por parte de los
peritos que representan los intereses de los acusadores particulares; b) el ámbito en que se
procedió a tomarlas en flagrante inobservancia de lo normado por los arts. 1 de la Ley 23.511
y 2 de la Ley 26.548; y, finalmente, c) los traspasos que sufrieron en la cadena de custodia.
Así fue entonces que los extremos supra puntualizados son los que, en prieta síntesis,
provocaron la puesta en crisis también en torno al carácter indubitado de las muestras
homogéneas.
En ese orden viene al caso aclarar que fueron, de un lado, los planteos
realizados por las partes con más los reparos que, en los términos reseñados, oficiosamente
advertí en el pronunciamiento del 28/05 los que me determinaron a disponer en dicho
decisorio las diligencias de allanamiento y requisa a que autoriza el art. 218 bis del CPPN a fin
de procurar la obtención de nuevas muestras alternativas previendo para su instrumentación en
la faz operativa distintos recaudos tendientes a garantizar que el secuestro de prendas y demás
efectos de uso personal se hiciera con la inmediatez necesaria para garantizar que los
elementos secuestrados fueran los que efectivamente hubieran usado Marcela y Felipe Noble
Herrera durante un término de tiempo que prudencial y razonablemente autorizara a afirmar
que los perfiles obtenidos de las células del cuerpo ya desprendidas y depositadas en ellas
fueran de su efectiva pertenencia.
Con ello tuve fundamentalmente en mira conciliar el principio de menor
lesividad en la toma de muestras respecto de las presuntas víctimas con la necesidad de
obtener material genético que razonablemente pudiera considerarse de su pertenencia. Así
surge de los propios términos del pronunciamiento del 28/5/10, a cuyos fundamentos me
remito en un todo por razones de brevedad (ver considerando V del auto fundado del
28/05/10).
No obstante la remisión supra efectuada entiendo de relevancia traer a colación
algunas de las consideraciones expresamente realizadas por mí en aquella instancia a los
efectos de ilustrar que, desde la primer oportunidad que tuve de pronunciarme sobre las
muestras de referencia, advertí los serios reparos que emergían en torno a ellas avizorando,
asimismo, los riesgos que en mira a la consecución de los fines del proceso (búsqueda de la
verdad real y realización de la ley penal) se corrían en caso de avanzar mediante el uso de ese
material genético que, por distintas razones, resulta de base incierta en la realización de un

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peritaje comparativo con fines identificatorios en el BNDG encarado con el fin último y
primordial de despejar si Marcela y Felipe Noble Herrera guardan vínculo biológico o no con
personas desaparecidas durante el último gobierno de facto; siendo que éste es el extremo que
mayor expectativa genera en la pluralidad de actores que convergen en este expediente.
Así, recuerdo que con respecto a las muestras homogéneas -hemáticas y de
hisopado bucal- en el auto del 28/05/10, textualmente, dije que: “… a partir del confronte de
los citados testimonios [en referencia a los dichos de los peritos del BNDG y del Cuerpo
Médico Forense], sin desconocer que en el ámbito científico también coexisten criterios no
uniformes, se genera en mí una incertidumbre concreta, no sólo en lo que se refiere a la
correcta elección del soporte donde se plasmaron las muestras, sino además en punto a las
medidas de preservación que debieron adoptarse, tanto al momento del resguardo como al
tiempo de producirse los sucesivos traslados, ya que el tipo de material utilizado y los actos
que no necesariamente aparecen reflejados en el expediente con la claridad que el caso
amerita, así lo indican y sugieren. En abono de esta precaución, deviene ineludible mencionar
que mientras esta pesquisa tramitó bajo la dirección del Dr. Conrado C. Bergesio, no se
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garantizó ni se documentó adecuadamente el traslado, la custodia y el modo de conservación


de los elementos en cuestión. Ello así, al punto tal que al momento de recibirse las
actuaciones en estos estrados, no resultaba posible determinar, a partir de las constancias de
autos, el lugar de alojamiento de la totalidad de las muestras genéticas obtenidas de Marcela
y Felipe NOBLE HERRERA a lo largo del proceso. Lo dicho, pues, se trasluce claramente en
el hecho de que un juego de muestras extraídas de los nombrados fue habido recién el día 11
de mayo del año en curso (es decir, trece días posteriores a la recepción del sumario y sus
efectos en esta sede) nada menos que en la caja fuerte emplazada en la sala de audiencias del
Juzgado Federal nro. 2 de esta Ciudad, cuyas llaves permanecían en poder de su titular aún
haciendo uso de licencia (ver en tal sentido fs. 5795/99, 5800, y especialmente fs. 5882).
Desde ya que esto no implica de forma alguna que se deseche por completo el valor de las
muestras obtenidas bajo la actuación del Dr. Bergesio. Sin embargo, lo que advierto es que
existen distintas situaciones que relativizan su intangibilidad, en razón de existir la
posibilidad de que no se hayan extremado los recaudos pertinentes para garantizarla” (ver
considerando V.a), punto 1), del auto del 28/05/10).
Por su parte, con relación a las muestras alternativas de los allanamientos
realizados el 30/12/09, sostuve que: “A partir de todo lo expuesto, sin que esto implique abrir
juicio en torno a la regularidad de sendos procedimientos, quedan claras las vicisitudes que
rodearon la producción de las diligencias y, por ende, los extremos que me llevan a dudar
seriamente de la real pertenencia de los elementos finalmente incautados respecto de los
sujetos de los cuales se las procuró obtener. Así, cuanto menos puede aseverarse —como
dificultad— la falta de certeza sobre la efectiva pertenencia del material genético colectado a
las presuntas víctimas, careciendo el mismo, por ende, de carácter indubitado. Ello afecta
naturalmente la idoneidad de la experticia, ya que podría eventualmente avanzarse sobre

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muestras que presenten a la postre más de un patrón genético, o aún sin ser así, que
finalmente no pertenezcan a Marcela o Felipe Noble Herrera, o también que sea imposible
sostener o descartar tal hipótesis con la certeza que se impone en la tramitación de un
proceso penal para su efectiva conclusión; justamente, ante la ausencia de elementos de
confronte indubitados” (ver considerando V.a), punto 2), del auto del 28/05/10).
Finalmente recordaré que, con respecto a ambas clase de muestras homogéneas
y alternativas, concluí expresamente en el auto del 28/05/10 que: “Por todo lo expuesto y en
resumidas cuentas, es dable advertir que los reparos desarrollados ut supra en torno a ambos
conjuntos de muestras —1) hématicas e hisopado bucal y 2) producido de los allanamientos—
, determinan la innegable existencia de ciertas cuestiones que podrían incidir a futuro en la
aptitud, idoneidad y eficacia pericial del material genético allí contenido, todo lo cual impide,
en uno y otro caso, arribar a un marco de certeza en punto a la eventual utilidad de las
mismas. Ello, naturalmente tiene repercusión directa sobre la legítima necesidad de procurar,
ahora sí, por las vías legales correspondientes, la obtención de nuevas muestras que
contengan material genético indubitable de los nombrados, pues solo así podrá realizarse el
estudio pericial con expectativas ciertas de idoneidad probatoria. Ello, valga reiterarlo, en
aras de cumplimentar la manda de la Alzada que determinó mi intervención en estos obrados,
y garantizar la efectividad de la medida ponderada como la única con aptitud para despejar
el objeto procesal que concierne a estas actuaciones” (ver considerando V), in fine, del auto
del 28/05/10).
Ahora bien, se encuentra también debidamente documentado en estas
actuaciones, que pese a la adopción de múltiples recaudos por parte del Tribunal a los efectos
de garantizar con la realización de aquellas medidas dispuestas el 28/05/10 la obtención de
muestras de ADN que portaran aptitud e idoneidad pericial, por un lado, y certeza en punto a
su efectiva pertenencia a Marcela y Felipe Noble Herrera, por el otro; los incumplimientos
funcionales y desatenciones incurridos en la instrumentación de las mismas por parte de los
auxiliares de la justicia derivó en los resultados de quimerismo ya conocidos, lo que impidió
continuar con la realización del peritaje encomendado al BNDG de modo de avanzar con el
comparativo requerido por esta judicatura. Sobre los recaudos dispuestos por el Tribunal y la
actuación desplegada por los auxiliares de la justicia en el procedimiento llevado a cabo el
28/05/10 ya me pronuncié vastamente en el resolutorio del 28/09/10 a cuyos fundamentos me
remito en un todo -ver considerandos VI.1) y VI.2) del auto del 28/09/10-.
La imposibilidad de avanzar en el peritaje comparativo encomendado deriva de
las conclusiones periciales arribadas tras el análisis de las muestras alternativas requisadas el
28/05/10 las que, en prieta síntesis, dan cuenta de que tanto en el caso de las prendas vestidas
por Marcela como por Felipe Noble Herrera al momento del procedimiento “…no se ha
obtenido un perfil genético de STRs único, completo y reproducible para establecer la
identificación de un individuo a partir de las muestras …De acuerdo a las recomendaciones
de la ISFG (International Society for Forensic Genetics) los perfiles genéticos obtenidos en la

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presente pericia no son adecuados para definir la identidad de un individuo. Por tal motivo no
es posible proceder a la comparación de los resultados con la base de datos que obra en este
BNDG de acuerdo a lo solicitado en el oficio correspondiente” esto en referencia al ADN
nuclear y, luego, con relación al mitocondrial se concluyó que “a partir del ADN obtenido de
las prendas peritadas … no se logró obtener una secuencia única y reproducible de ADN
mitocondrial, según las recomendaciones de la ISFG … que permita continuar con la presente
pericia y realizar la comparación requerida” (ver constancias obrantes a fs. 6549/6574).
Ante ello y dada la necesidad de despejar las razones que pudieron haber
determinado tales resultados teniendo en cuenta la experiencia recogida no sólo por la
suscripta en la instrucción de otras causas vinculadas a la misma temática en la que se hubo de
disponer procedimientos semejantes, sino también los resultados a que arribaron otros colegas
en supuestos que guardan gran similitud –vgr. Información recabada sobre el peritaje realizado
en prendas requisadas en los autos “Vázquez Sarmiento, Juan Carlos y otros s/sustracción de
menores de 10 años” del registro del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal
nro. 6, cfme. constancias de fs. 7164/65-, resolví oír en declaración testimonial a la totalidad
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de los peritos intervinientes –oficiales y de parte- en el estudio de referencia por considerar


que dicho esclarecimiento resultaba de vital importancia para la prosecución de la causa.
A partir de los testimonios en ese orden recibidos y vastamente ponderados en
el auto del 28/09/10 a cuyos fundamentos me remito en un todo (ver considerando VII.- del
auto del 28/09/10) llegué a la conclusión, sistema de valoración probatoria de la sana crítica
racional mediante, que los resultados obtenidos que daban cuenta de la presencia de perfiles
quiméricos en la totalidad de las muestras analizadas –esto es presencia de más de un
contribuyente- no se compadecían con el uso continuo y exclusivo por un espacio de tiempo
acorde al que supuestamente la vistieron Marcela y Felipe Noble Herrera desde su
permanencia en el Juzgado hasta la efectiva incautación de las mismas, por lo que descartada
toda manipulación posterior al secuestro –de acuerdo con esos mismos testimonios- se
robustecía la hipótesis de una contaminación previa al mismo.
Fue así que, tal como lo dije en el pronunciamiento del 28/09/10, teniendo en
cuenta que a partir de aquellos elementos –me refiero a los secuestrados en el procedimiento
del 28/05- no fue posible la construcción de un perfil genético completo, único y reproducible
de las presuntas víctimas, a lo que cabe adicionar las causas a las cuales respondería dicho
resultado de acuerdo con lo testimoniado por los peritos, que se robustecieron los reparos
generados en torno tanto a las muestras hemáticas y de hisopado bucal existentes como en
cuanto a los objetos secuestrados en el allanamiento del 30/12/09, precisamente en lo que hace
a su eventual aptitud pericial e indubitabilidad.
En resumidas cuentas, y como también dije en aquel decisorio, más allá del
material biológico que pudieren proporcionar una y otras muestras homogéneas y hemáticas,
existen numerosas cuestiones que resultaban de interés despejar pues podrían incidir no sólo

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en la idoneidad pericial del material biológico allí contenido sino también en su valor
probatorio a los fines investigativos –ver considerando VIII del auto del 28/09/10-.
Así el cuadro de situación imperante, a esa altura de la instrucción, aconsejaba
examinar la aptitud e idoneidad pericial tanto de las muestras alternativas obtenidas en los
procedimientos realizados el 30 de diciembre de 2009 como de las muestras hemáticas
voluntariamente aportadas el 29 de diciembre del mismo año, a los efectos de “constatar
circunstancias de importancia para la investigación” (art. 218 bis CPPN).
En efecto, con relación a las muestras alternativas colectadas señalé
textualmente, lo siguiente: “sin perder de vista la celeridad exigida por el Superior y ante la
reducción de los cursos posibles de acción, considero que antes de analizar la viabilidad de la
propuesta en tal sentido efectuada por la Fiscalía –instada también por la querella de la
Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo-, referente a la eventual utilización de las
muestras aportadas voluntariamente por Marcela y Felipe Noble Herrera —especialmente, en
cuanto a los alcances de un confronte pericial genético— debo despejar los interrogantes que
ya advirtiera en la resolución del 28 de mayo (…) Esta medida previa a toda otra decisión
que implique avanzar en la ejecución del peritaje de poliformismo de ADN cuya concreción se
reclama se adopta en base a dos razones fundamentales: a) La primera de ellas está dada por
la necesidad existente a esta altura de la instrucción de constatar determinadas
circunstancias que resultan de vital importancia para la investigación, concretamente me
refiero a la exigencia de descartar cualquier tipo de anomalía compatible con los resultados
obtenidos en el peritaje de las muestras secuestradas el pasado 28 de mayo, puesto de allí
podrían derivar importantes conclusiones que hacen a la correcta selección de la modalidad
bajo la cual deberá encararse, en su caso, la efectiviza realización del peritaje de
poliformismo de ADN. En tal virtud, adviértase que el art. 218 bis del CPPN, en su primer
párrafo, faculta al juez a ordenar la obtención de ADN, del imputado o de otra persona,
cuando ello fuere necesario para la constatación de circunstancias de importancia para la
investigación. b) La segunda está dada por los serios reparos existentes en punto a las
particularísimas circunstancias que rodearon su obtención, conservación, traslado y custodia,
aspectos que en extenso desarrollaré en el acápite respectivo. De tal suerte, la verificación de
su aptitud pericial y consecuente determinación de la existencia o no de un perfil genético
extraíble constituye, en las actuales circunstancias, un extremo de particular interés para la
investigación, máxime cuando algunas de las partes han señalado múltiples irregularidades
en el procedimiento de adquisición y conservación probatoria de estos elementos, y se han
introducido, inclusive, sospechas de deliberada contaminación. Nótese también, que ante las
falencias que evidencian las medidas alternativas, y en un contexto donde difícilmente
pueda implementarse una diligencia con expectativa alguna de sorpresa, se ha planteado la
discusión sobre la constitucionalidad o no de una eventual extracción compulsiva de sangre
u otros tejidos. Ante este escenario, insisto, deviene necesario y razonable agotar todos los
mecanismos al alcance del juzgador, motivo por el cual utilizaré también en el examen que se

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dispondrá en la parte resolutiva los elementos incautados en las diligencias de allanamiento


del 30 de diciembre de 2.009. En este caso, y más allá del valor probatorio que
posteriormente asigne a la información allí alcanzada, será posible contar con datos de
interés para la causa que no sólo hacen a la identificación de personas” (ver considerando
VIII del auto del 28/09/10).
En esa inteligencia dispuse como puntos de pericia respecto de tales muestras
alternativas los siguientes: “-.Establecer la idoneidad y aptitud pericial de cada uno de los
efectos secuestrados en los allanamientos realizados el 30 de diciembre de 2.009 por
disposición del titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nro. 2 de esta
ciudad, para lo cual deberá, en cuanto sea posible, Determinar la existencia y proceder a la
obtención de los respectivos perfiles genéticos. En este último supuesto, deberá especificarse
si los perfiles extraídos son completos, únicos y reproducibles o quiméricos.
En caso de detectarse la presencia de perfiles quiméricos, y en tanto sea
posible, se deberá: a) verificar si es posible determinar la presencia de los mismos
contribuyentes en los elementos incautados como presumiblemente pertenecientes a Marcela y
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Felipe Noble Herrera, respectivamente; y b) en caso de participación de los mismos


contribuyentes en todas o en algunas de las muestras asignadas a los nombrados, establecer
un comparativo con los contribuyentes de las muestras obtenidas en el procedimiento del 28
de mayo, ya peritadas (art. 260 y cctes. CPPN).
A partir de lo dispuesto en el punto dispositivo precedente, para el supuesto de
obtener, mediante análisis de los objetos secuestrados el 30 de diciembre de 2.009 en el
domicilio de Marcela Noble Herrera, uno o varios perfiles genéticos que reúnan las
características de unicidad y completitud (aunque no sean reproducibles), se dispone Utilizar
dicha información —en cuanto sea técnicamente posible— sólo para separar el perfil
mayoritario femenino encontrado en la prenda íntima secuestrada en la diligencia del 28 de
Mayo de 2.010 o, en su defecto, descontar el perfil masculino (art. 260 y cctes. CPPN)” –
puntos resolutivos II. y III. del auto del 28/09/10-.
En cuanto a las muestras homogéneas extraídas en el Cuerpo Médico Forense
de la Justicia Nacional, luego de reseñar las irregularidades verificadas en las etapas pre-
analíticas —extracción, sembrado, reserva, custodia, traslado y conservación— dije que:
“…estimo conveniente aclarar que no habré de adentrarme en el debate propiciado, de una
parte, por el Ministerio Público Fiscal y la querella Asociación Civil Abuelas de Plaza de
Mayo, en cuanto sostienen la viabilidad de disponer de dichas muestras a fin de llevar a cabo
el peritaje de histocompatibilidad dispuesto en autos; y de la otra, por las presuntas víctimas
Marcela y Felipe Noble Herrera en tanto que en consonancia con la imputada Ernestina
Herrera de Noble alegan la imposibilidad de que las mismas que fueron voluntariamente
entregadas sean utilizadas con fines distintos a los que fueran consentidos por ellos. Esto así
pues, ya han quedado debidamente explicitadas las razones por las que habrá de verificarse
su aptitud pericial y contenido pudiendo incluso ocurrir que, según cual fuere el resultado

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de dicho examen, se torne totalmente estéril todo tratamiento y decisión que resuelva
anticipadamente aquella solicitud en uno u otro sentido, con el consecuente dispendio
jurisdiccional que, sin duda, acarrearía el abordaje de la cuestión y su eventual revisión en
instancias superiores. Una resolución distinta a la aquí propiciada, que desatienda la
incertidumbre que dichas muestras plantean, tornaría por las razones antedichas aún más
grave el dilatado trámite de la instrucción ya señalado con serio detrimento de la garantía
constitucional de plazo razonable. Lo que podría llegar incluso a términos sumamente
reprochables por todas las partes y terceros interesados si además, una vez agotada la
instancia de revisión, resulta la absoluta ineptitud de las muestras a los fines periciales que,
en su caso, se hubiere decidido darles” (ver considerando VIII, punto 3 del auto del 28/09/10).
Y así fue que con relación a dichas muestras homogéneas dispuse como puntos
de pericia, lo siguiente: “Establecer la idoneidad y aptitud pericial de la totalidad de las
muestras hemáticas y de hisopado bucal de Felipe y de Marcela Noble Herrera obtenidas el
29 de diciembre de 2.009 en la sede del Cuerpo Médico Forense, para lo cual se deberá
Determinar la existencia y proceder a la obtención de los respectivos perfiles genéticos.
En caso de obtenerse algún perfil genético, sólo deberá informarse al tribunal
dicha circunstancia, más no su decodificación, puesto que el objeto de la diligencia se halla
circunscrito a despejar la idoneidad y aptitud pericial de las citadas muestras homogéneas.
De esta manera, se deja en claro que el informe pericial debe limitarse a dar respuesta el
punto pericial ‘supra’ individualizado.
Si se comprueba la idoneidad y aptitud pericial de estos elementos y
consiguientemente se obtiene información genética, se deberá especificar si de cada una de
las muestras en cuestión se deriva la obtención de ADN correspondiente a un único perfil
completo, si existe identidad de las muestras hemáticas de Felipe Noble Herrera entre sí,
haciendo lo propio con las muestras hemáticas de Marcela Noble Herrera y entre éstas y la
de hisopado bucal que figura como perteneciente a la nombrada. Por último, deberá
determinarse si el perfil decodificado respecto de cada una de estas muestras guarda
correspondencia con el sexo de la persona asentada en el rótulo del sobre que contiene el
soporte en cuestión.
En caso de no determinarse dicha información genética en función de la
inidoneidad o ineptitud pericial de las muestras, se deberán informar al Tribunal las
irregularidades advertidas en las mismas, con la mayor especificidad posible” -punto
resolutivo IV. del auto del 28/09/10-.
Finalmente sólo me resta recordar en este punto que, tal como lo sostuve en el
auto del pasado 28/09/10, la necesidad de disponer dichos puntos de pericia a los efectos de
proceder a la “constatación de circunstancias de importancia para la investigación” se
explica si se atiende que, a los particulares resultados del peritaje de poliformismo de ADN
encomendado al BNDG respecto de las muestras alternativas obtenidas en el procedimiento
del 28/05/10 se suman las también particularísimas circunstancias bajo las que se procedió a la

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Año del Bicentenario

selección, toma, sembrado, conservación y cadena de custodia tanto de las muestras


homogéneas como de las alternativas obtenidas en los allanamientos del 30/12/09.
Tales circunstancias valoradas en función de la sostenida manifestación de
voluntad expresada por Marcela y Felipe Noble Herrera en virtud de la que se han negado
sistemáticamente a aportar su perfil genético para ser confrontado con los del total de familias
ingresadas en el BNDG que buscan familiares hijos de personas desaparecidas o mantenidas
en cautiverio durante el último gobierno militar, resultan por sí solas demostrativas de la
necesidad de disponer las tareas periciales encomendadas en el auto del 28/09/10, más allá de
su ulterior uso en un eventual peritaje comparativo con fines identificatorios. Aspecto este
último sobre el que volveré en el considerando III.

I. b) Conclusiones parciales de la pericia, suscriptas de conformidad por la


totalidad de peritos intervinientes.
Los días 1, 2, 3, 4, 5 y 9 de noviembre del corriente año, los peritos elaboraron
y arrimaron al expediente diversas conclusiones parciales del estudio que se les encomendó en
USO OFICIAL

el auto fundado del 28/09 pasado.


A modo de aclaración, cabe señalar que los perfiles genéticos obtenidos a partir
del análisis de las muestras alternativas que a continuación se mencionan, corresponden a
algunos de los elementos secuestrados cuya especificación se realiza, resultantes de los
allanamientos materializados el día 30 de diciembre de 2009; perfiles que luego fueron
comparados con los resultados obtenidos de las muestras recabadas en el procedimiento
realizado el 28 de mayo de 2010.
Es así que, con relación a los elementos recabados en el allanamiento del
30/12/09 realizado en la vivienda de la calle Pirovano 746 de Martinez domicilio
perteneciente, por ese entonces, a Marcela Noble Herrera, los peritos concluyeron que:
a) De la lectura de los electroferogramas de mitocondrial correspondiente a la
muestra “prenda íntima cintura delantera y cintura trasera”, se obtuvieron perfiles
reproducibles en ambas muestras con un claro patrón mayoritario (cfme. acta labrada el
01/11/10, obrante a fojas 7860).
b) De la comparación de ambas lecturas en la prenda íntima cintura delantera y
cintura trasera se obtuvo un perfil mayoritariamente idéntico y un perfil minoritario idéntico.
c) Respecto del cepillo de dientes, se obtuvo un multialelismo (contribuyentes
múltiples) lo que resultó no concluyente a los efectos de determinar un único perfil genético
(cfme. acta del 02/11/10, obrante a fojas 7863/4).
d) Con relación al pelo analizado, no se obtuvo perfil genético (cfme. acta
labrada el 02/11/10, obrante a fojas 7863/4).
e) Respecto del mango del cepillo de cabello, no se obtuvo perfil genético
(cfme. acta del 02/11/10).

11
f) De la comparación del perfil mayoritario y minoritario obtenido de los cortes
efectuados a la prenda íntima secuestrada el 30/12/09 con las muestras obtenidas de las
prendas de vestir incautadas en la diligencia del 28/05/10, se arribó a la siguiente conclusión
parcial: “el perfil genético mayoritario y minoritario obtenido de la prenda íntima analizada
del allanamiento del 30/12/09 es completo y reproducible, y el perfil genético se encuentran
contenidos en los cortes de la prenda íntima del allanamiento del 28/05/10, en algunos casos
completo y en otros parcialmente y es reproducible en todos los cortes” (fojas 7869). A su
vez, el 4/11/10 se aclaró que “el perfil mayoritario es de un individuo de sexo femenino y el
minoritario de un individuo de sexo masculino” (fojas 7877)..
g) En cuanto al análisis de ADN Mitocondrial, se precisó que “el haplotipo
único, completo y reproducible de ADN mitocondrial obtenidos de ambos cortes de la prenda
íntima analizada procedente del allanamiento del 30/12/09, resultan ser en un todo idénticos.
El mismo se encuentra contenido en el perfil mayoritario obtenido para el ADN mitocondrial
correspondiente a las prendas del allanamiento de mayo de 2010…” (fojas 7878).
h) Por último, con relación a las muestras homogéneas identificadas como
pertenecientes a Marcela Noble Herrera, se precisó que “para la persona identificada como
“MNH”… se obtuvo un único perfil completo de sexo femenino y se reproduce el mismo perfil
en los tres sobres que contiene la muestra hemática. Respecto de la muestra en hisopado (3H)
de la misma persona (MNH), se corresponden entre sí, es decir que se obtiene el mismo perfil
genético único, completo y femenino. De la comparación entre las muestras en papel e
hisopado bucal de la misma persona (MNH) se obtienen perfiles idénticos, completos y
femenino” (fojas 7920 y vuelta).
Por su parte, con relación a los elementos colectados en el allanamiento del
30/12/09 realizado en la vivienda sita en Madero 2558 de la localidad de Martinez, en que se
domiciliaría Felipe Noble Herrera, no obstante que a la postre se determinó que ya por aquella
fecha no se domiciliaba en el lugar, los expertos concluyeron que:
a) Con relación a los hisopados de la pantufla, se observa un perfil mayoritario
y se reproduce en ambas muestras (cfme. acta del 01/11/10, obrante a fojas 7860).
b) La comparación de la lectura respecto del “hisopado de la pantufla interna”
y del “hisopado de la pantufla” reproduce el mismo perfil mayoritario para el kit identifiler.
c) De la comparación de las lecturas para el haplotipo del Cr Y del “hisopado
de la pantufla interna” y del “hisopado de la pantufla” existe coincidencia entre ambos
haplotipos leídos.
d) Respecto de los cortes efectuados a la pantufla (1, 2 y 3) se obtuvo un perfil
incompleto pero contenido en el perfil mayoritario de ambos hisopados realizados a la
pantufla.
e) Respecto del pelo analizado no se obtuvo perfil genético.

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Año del Bicentenario

f) Respecto de las máquinas de afeitar 1, 2, 3, 4 y 5: de la 1 y 2 no se obtuvo


perfil genético y respecto de la 3, 4 y 5, se obtuvo un multialelismo (contribuyentes múltiples)
lo que resultó no concluyente a los efectos de determinar un único perfil genético.
g) A los efectos de realizar la comparación y tomando como referencia el perfil
completo y reproducible obtenido de los “hisopados pantufla” e “hisopado pantufla interno”
(muestra correspondiente al allanamiento del 30/12/09) se analizaron los resultados
almacenados en torno al procedimiento realizado el 28 de mayo de 2010. Veamos.
* Hecha la comparación con la camisa incautada el 28/5/10, los peritos
arribaron a las siguientes conclusiones parciales: “respecto del identifiler, se reproduce
parcialmente el perfil mayoritario en todos los cortes, salvo aquellos en los cuales no se
obtuvo perfil genético. El perfil minoritario se reproduce muy parcialmente en los cortes
mencionados. Respecto del haplotipo del Cromosoma Y, sobre todos los cortes de axila y
cuello se encuentra contenido parcialmente el perfil mayoritario, no pudiéndose evaluar el
minoritario pues este último sólo está constituido por 2 loci”; finalmente, concluyeron que
“…es reproducible parcialmente para los marcadores investigados el perfil mayoritario.
USO OFICIAL

Respecto de un tercer contribuyente aportante al perfil quimérico obtenido en la camisa,


concluyeron que se podría reconstruir parcialmente un tercer contribuyente para el marcador
Identifiler” (fojas 7877 vuelta).
* De la comparación efectuada con la muestra identificada como “Media 1”
concluyeron que “de la poca información que se obtuvo de la primera medida está contenido
el perfil mayoritario obtenido de la pantufla (medida del 30/12/09). Como síntesis de esta
prenda el perfil mayoritario se encuentra menos contenido que en la camisa; conclusión muy
parcialmente contenido no reproducible totalmente en los cortes e hisopado” (fojas 7877
vuelta).
* Efectuado igual procedimiento respecto de la muestra individualizada como
“M2”, los peritos sostuvieron que “el componente mayoritario para Identifiler se encontraría
contenido en la información tipificada para el corte elástico Media 2, salvo para el locus
D19S433, en el que se tipifica uno solo de los alelos. No resulta reproducible respecto de otro
corte de esta misma muestra M2. Respecto del haplotipo de Cromosoma Y para la misma
muestra, la información obtenida resulta muy escasa para realizar una comparación” (fojas
7877 vuelta).
* “En el caso del pantalón y en los cortes bragueta 1, 2 y 3, el perfil
mayoritario de los hisopados de la pantufla se encontraría totalmente contenido. En cuanto al
Cromosoma Y, no resultó informativo por no contar con información suficiente para una
comparación. Para los fragmentos de la entrepierna y parte trasera del pantalón para el
haplotipo del Cromosoma Y: para la información parcial obtenida, el perfil mayoritario de
los hisopados de las pantuflas se encuentra totalmente contenido. Para el Cromosoma Y del
hisopado de la costura derecha del pantalón, la información obtenida es muy parcial por lo
que no resulta su comparación. Respecto de la contribución de un tercer individuo, los alelos

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observados resultan no significativos para una conclusión. En cuanto al Identifiler del
fragmento de la entrepierna, el perfil mayoritario se encuentra totalmente contenido” (fojas
7878).
* “Para el saco, los perfiles obtenidos son muy parciales para todas las
muestras (hisopos) realizadas, por tanto, no resulta significativa su comparación” (fojas
7878).
* En cuanto al análisis de ADN Mitocondrial “respecto de los hisopados de la
pantufla (ambos), resultan ser únicos, completos y reproducibles. El mismo se encuentra
contenido en el perfil mayoritario obtenido para ADN mitocondrial en las prendas del
allanamiento del 28/05/10: media 1, media 2, camisa rayas (cortes 1, 2 y 3), y pantalón
bragueta (cortes 1, 2, 3 y 4). Del análisis se desprende que estaría presente por lo menos 1
contribuyente minoritario, salvo en el pantalón bragueta. En este último caso, el perfil
obtenido es incompleto y no se advierte la presencia de un contribuyente” (fojas 7878).
h) En lo atinente a las muestras homogéneas, se indicó que “respecto al sobre
de papel de “FNH”, de los marcadores STRs del Cromosoma Y, resulta ser el haplotipo
contenido idéntico para las tres muestras sobre el papel rotulado como “FNH” extraídas en
el Cuerpo Médico Forense (fojas 7920 vuelta).

I. c) Conclusiones finales de la pericia. Disparidad de criterios entre la


perito oficial y el perito de la querella respecto de los peritos de parte de una de las
imputadas y de los terceros interesados.
Fruto de la deliberación que establece el artículo 262 del digesto de forma, los
peritos elaboraron sus conclusiones. Así obran en autos, por un lado, los informes suscriptos
por la perito oficial, Directora del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand,
Dra. María Belén Rodríguez Cardozo –con su equipo de colaboradores- y el perito de la
querella Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, Dr. Julián Larriba –cfme. constancias de
fs. 7962/8019-, y por el otro, aquél perteneciente a la perito de la imputada Ernestina Herrera
de Noble, Dra. Primarosa Rinaldi de Chieri y el perito de los terceros interesados Marcela y
Felipe Noble Herrera, Lic. Alejandro Ruiz Trevisán –cfme. constancias obrantes a fs.
8020/8030-.
En lo sustancial y tras la “Investigación de poliformismo del ADN por métodos
de biología molecular”, –ADN nuclear- por un lado, y la “Investigación de secuencias de la
región D-LOOP segmentos HV1 y HV2 del ADN mitocondrial para la reconstrucción del
vínculo biológico materno” –esto es ADN mitocondrial- por el otro, corresponde destacar que
la totalidad de los peritos coincidieron en torno a las conclusiones vertidas respecto de las
muestras hemáticas rotuladas bajo las iniciales NH,F y NH,M y de hisopado bucal (NH,M)
extraídas en el Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional. Es decir, en cada caso, se
comprobó que las mismas poseen idoneidad y aptitud pericial, obteniéndose
consecuentemente un único e idéntico perfil genético completo, que se corresponde con el

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Año del Bicentenario

sexo femenino o masculino de la persona por cuyas iniciales rotuladas se alega pertenencia
(ver fojas 7986/93 y 8020/30).
Las discrepancias surgen a la hora de informar los hallazgos producidos en
relación a las muestras alternativas, también llamadas muestras forenses.
Respecto de estas muestras y en lo que a la situación de Marcela Noble Herrera
interesa, la perito oficial María Belén Rodríguez Cardozo –y equipo- conjuntamente con
el perito de la querella, Julián Larriba concluyeron que:
“Del análisis de la ‘prenda íntima de mujer marca Caro Cuore’ se informa un
perfil quimérico con un perfil mayoritario femenino completo y reproducible y uno
minoritario masculino parcialmente completo y reproducible para la totalidad de los cortes:
cintura delantera, cintura trasera y ambos cortes de entrepierna.”
“Para el hisopado de entrepierna de la ‘prenda íntima de mujer marca Caro
Cuore color blanca’ se obtuvo perfil quimérico con un contribuyente mayoritario femenino
y uno minoritario masculino que resulta en un todo reproducible con los cortes efectuados
sobre la prenda …”
USO OFICIAL

“Respecto del cepillo de dientes blanco y verde con cerdas blancas y verdes
marca ‘COLGATE’ se evidenció multialelismo (contribuyentes múltiples) lo que resulta no
concluyente a los efectos de determinar un único perfil genético.”
“Respecto de los pelos analizados correspondientes al ‘cepillo de cabello
marrón con pelos varios’ de los mismos no se obtuvo perfil genético para ninguno de los loci
investigados.”
“Respecto del hisopado realizado al mango del ‘cepillo de cabello marrón
con pelos varios’ no se obtuvo perfil genético para ninguno de los loci investigados.”
“De la comparación del contribuyente mayoritario femenino completo
reproducible para la totalidad de los cortes: cintura delantera, cintura trasera y ambos
cortes de entrepierna de la muestra rotulada como “ prenda intima de mujer marca Caro
Cuore” obtenido del allanamiento efectuado el pasado mes de diciembre de 2009 en el
domicilio de Marcela Noble Herrera con la F2: Prenda intima (bombacha cortes 1,2 y 3)
obtenida el día 28/05/2010 en el marco de las diligencias del allanamiento y requisas
ordenadas por el juzgado actuante se informa que: a ) para la primera extracción de ADN
efectuada sobre los cortes 1, 2 y 3 el perfil mayoritario femenino se encuentra totalmente
contenido en los tres cortes efectuados sobre la prensa mencionada b) respecto del perfil
minoritario masculino el mismo se encuentra parcialmente contenido con los tres cortes
efectuados para la primera extracción de F2: prenda intima (bombacha cortes 1, 2 y 3)
“De la comparación del contribuyente mayoritario femenino y reproducible
para la totalidad de los cortes: cintura delantera, cintura trasera y ambos cortes de
entrepierna de la prenda intima rotulada como “ prenda intima de mujer Caro Cuore” con
la F2: prenda intima (bombacha 3era. extracción) ( corte) el perfil mayoritario femenino se

15
encuentra totalmente contenido mientras que el perfil minoritario masculino se encuentra
parcialmente contenido”
“Se evidencio la presencia de alelos que no están presentes en el perfil
mayoritario femenino y minoritario masculino para la muestra F2: prenda intima (bombacha
3era. Extracción) (corte) en los loci D3S1358, D13S317, D19S433 Y vWa”
“ De la comparación del contribuyente mayoritario femenino y minoritario
masculino con la muestra F2: prenda intima (bombacha 3 era. Extracción) (hisopado) el
perfil mayoritario femenino y el perfil minoritario masculino obtenido de la prenda intima
rotulada como “ prenda intima mujer marca Caro Cuore” se encuentran contenidos en la
muestra F2: prenda intima ( bombacha 3era. Extracción) (hisopado)”
“Se evidenció la presencia de alelos que no están presentes en el perfil
mayoritario femenino y minoritario masculino para la muestra F2: prenda intima (bombacha
3era. Extracción ) (hisopado) en los loci D2S1338, D13S317 y FGA.”

Las conclusiones finales de la pericia resultan para los Dres. Rodriguez


Cardozo y Julián Larriba (v. fs. 7980/7981):
“Se obtuvo perfil quimérico con un contribuyente mayoritario femenino
completo y reproducible y uno minoritario masculino parcialmente completo y reproducible
para la totalidad de los cortes: cintura delantera, cintura trasera y ambos cortes de
entrepierna de la misma prenda intima rotulada como “ prenda intima de mujer marca Caro
Cuore” obtenido del allanamiento efectuado el pasado mes de diciembre de 2009 en el
domicilio de Marcela Noble Herrera.
De la comparación del contribuyente mayoritario femenino completo y
reproducible y el minoritario masculino parcialmente completo y reproducible con las
muestras F1, F2, F3 y F4 obtenidas el día 28/05/2010 en el marco de las diligencias de
allanamiento y requisas ordenadas por el juzgado actuantes, se concluye que salvo para la
muestra F3 que de acuerdo a lo descrito en el punto i de este informe, no se obtuvo resultados
que puedan incluirse en una comparación, en las otras muestras F1, F2 y F4 estarían
contenidos parcialmente o totalmente tanto el perfil mayoritario femenino como el perfil
minoritario masculino obtenido de la “ prenda intima de mujer Caro Cuore” obtenidos de la
medida ordenada por Juzgado Federal N 2 de San Isidro el 30 de diciembre de 2009 en el
domicilio de Marcela Noble Herrera,
Se informa que a los fines de una mejor evaluación se confecciono una planilla
para evaluar los alelos encontrados fuera del perfil mayoritario femenino y minoritario
masculino no encontrándose resultados significativos respecto de un tercer contribuyente en
las muestras F1, F2 y F4.”

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Año del Bicentenario

Para la investigación de secuencias de la región D-LOOP segmentos HV1 y


HV2 del ADN mitocondrial para la reconstrucción del vínculo biológico materno, los
Dres. Rodriguez Cardozo y Larriba concluyeron que (v. fs. 7985):
* “Para ambos cortes de la prenda íntima analizada procedente del
allanamiento del 30/12/09, se obtiene un haplotipo mayoritario, único, completo y
reproducible de ADN mitocondrial para los segmentos HV1 y HV2 que resultan ser en un
todo idénticos.”
* “Este haplotipo es idéntico al perfil mayoritario obtenido para el ADN
mitocondrial HV1 y HV2, correspondientes a las prendas obtenidas en el procedimiento del
28/05/2010: media marrón (cortes 1 y 2), remera (axila derecha e izquierda) y bombacha
(cortes 1, 2 y 3).”
* “Del análisis se desprende que estaría presente por lo menos 1 contribuyente
minoritario, coincidente en todas las muestras.”
Con respecto a las muestras alternativas presuntamente pertenecientes a Felipe
Noble Herrera, los Dres. Rodríguez Cardozo y Larriba concluyeron que del análisis de la
USO OFICIAL

muestra “Bolsa N° 9: una pantufla” se obtuvo un haplotipo único, completo y reproducible en


ambos hisopados para los STRs correspondiente al cromosoma Y, como así también, un
haplotipo mayoritario, único, completo y reproducible de ADN mitocondrial para los
segmentos HV1 y HV2, que resultan ser en un todo idénticos. Asimismo, que este haplotipo es
idéntico al perfil mayoritario obtenido para el ADN mitocondrial HV1 y HV2
correspondientes a las prendas —media 1, media 2 y camisa a rayas— obtenidas en el
procedimiento del 28/05/10 (fojas 8013 y 8019).
Por su parte, los peritos de parte de la imputada Herrera de Noble y de los
terceros interesados, Marcela y Felipe Noble Herrera, Dres. Primarosa Rinaldi de Chieri y
Ruiz Trevisán, respectivamente, en desacuerdo con sus colegas, informaron al Tribunal lo
siguiente que al haberse obtenido un perfil quimérico en uno de los elementos incautados
como presumiblemente perteneciente a Marcela Noble Herrera, al igual que en uno de los
elementos presumiblemente pertenecientes a Felipe Noble Herrera, no fue ni es posible
determinar la presencia de los mismos contribuyentes en los otros elementos incautados el 30
de diciembre de 2009. Sostuvieron entonces que no puede verificarse la participación de los
mismos contribuyentes en todas o algunas de las muestras, por lo cual no es posible establecer
un comparativo con los contribuyentes de las muestras obtenidas del procedimiento del 28 de
mayo de 2010, ya peritadas.
Finalmente, sobre la base de la opinión supra reseñada y con cita de textos de
la materia, sostuvieron que no es técnicamente posible separar un perfil mayoritario obtenido
de un vestigio biológico, si no se procede a realizar la valoración probabilística con un perfil
indubitado (fojas 8020/30).

17
I. d) El dictamen técnico complementario requerido por el Tribunal el
pasado 17 de noviembre. Los informes individualmente emitidos por los peritos.
En vista del tenor de las conclusiones parciales y finales reseñadas
precedentemente, dispuse adicionar los puntos de pericia que lucen a fojas 7944, a fin de
recabar la opinión de los expertos en punto a la indubitabilidad de los perfiles genéticos
obtenidos. Ello sin perjuicio, claro está, de la posterior valoración probatoria que, bajo el
prisma del sistema de la sana crítica racional consagrado en nuestro ordenamiento, habría de
realizar en mi condición de juez a cargo de la instrucción del sumario.
Así es que en la ampliación de los puntos de pericia oportunamente
encomendados, requerí textualmente que:
“a) Se informe si, teniendo en cuenta las circunstancias en que se produjo el
secuestro de la totalidad de las prendas de vestir materia de análisis … resulta técnicamente
posible afirmar que los perfiles mayoritarios de sexo femenino y masculino, completos y
reproducibles, extraídos de la prenda íntima de MNH y de la pantufla de FNH, pertenecen de
manera indubitada a Marcela y a Felipe Noble Herrera, respectivamente.
b) En caso de respuesta negativa, se requiere se informe si dichos perfiles
resultan aptos para realizar un cotejo con fines identificatorios, conforme la ‘ lex artis’ de su
especialidad y las recomendaciones de organizaciones científicas como la International
Society for Forensic Genetics (ISFG).
c) Se informe si los perfiles completos, únicos y reproducibles … extraídos a
partir de las muestras hemáticas y/o de hisopado bucal, obtenidas el 29 de diciembre pasado
en la sede del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, pertenecen a Marcela y Felipe
Noble Herrera en forma indubitada.”
Que el día 26 de noviembre pasado, conforme fuera requerido, los peritos
presentaron los informes correspondientes, a partir de los cuales, se extraen las siguientes
conclusiones.
La Dra. María Belén Rodríguez Cardozo, Directora del BNDG, dijo que:
a) “Los perfiles evidenciados en el peritaje son los marcadores genéticos
obtenidos para cada evidencia (prenda íntima y pantufla); su pertenencia a un determinado
individuo debe surgir de su constatación con una muestra indubitada (sangre o saliva) que
para el BNDG es aquella muestra extraída por él mismo, cumpliendo con todos los
resguardos de identificación expresados en la Ley 23.511 y sus decretos reglamentarios
700/89 y 511/09, realizando la toma de muestra por intermedio del personal de planta
permanente del organismo, y asumiendo la totalidad de la cadena de custodia hasta la
producción del informe final; tal como se realiza para todas las muestras extraídas por este
BNDG rutinariamente.”
b) “Respecto a si… `resultan aptos para realizar un cotejo con fines
identificatorios…´ …se cuenta con información suficiente para una comparación, teniendo en

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Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

cuenta que los marcadores genéticos evidenciados corresponden en un todo a material de


origen humano hallado en la prenda íntima marca Caro Cuore, y en la pantufla.”
c) “Ante la solicitud de Juez competente de cotejo con personas puntuales,
familias o bien con toda la base de datos de familias que integran este BNDG, informaríamos
los resultados obtenidos respecto de las prendas como tal (como se informó oportunamente) y
como se suele informar en todas aquellas causas en donde el Juez solicitó a este BNDG la
comparación con perfiles obtenidos de elementos de uso personal o prendas.”
Respecto de las muestras hemáticas y de hisopado bucal, la Dra. María Belén
Rodríguez Cardozo puso de manifiesto que “…el BNDG no estuvo presente ni fue citado a la
toma de muestras en la sede del C.M.F., por tanto, se considera a dichas muestras como
remitidas, por lo que se debe introducir en el informe la leyenda… muestras recibidas en este
BNDG provenientes del Cuerpo Médico Forense…informando en cada punto pericial que el
perfil o los perfiles genéticos obtenidos corresponden a las muestras remitidas e identificadas
por el centro que realizó la toma de muestras.” (Ver informe de fs. 8087/8).
Por su parte, el perito de la querella Asociación Abuelas de Plaza de Mayo,
USO OFICIAL

Dr. Juan Martín Larriba, dictaminó que:


-Con relación a lo solicitado en el punto a):
* “…solamente material biológico obtenido directamente del cuerpo humano
puede considerarse muestra indubitada de una persona determinada, y resulta imposible,
como perito, afirmar el carácter de indubitado de la titularidad de los perfiles genéticos
provenientes de muestras alternativas (prenda íntima en el caso de Marcela Noble Herrera, y
pantufla en el caso de Felipe Noble Herrera)”.
* “Si bien es razonable suponer que esos perfiles genéticos efectivamente
pertenecen a Marcela y Felipe Noble –en tanto los perfiles genéticos encontrados en prenda
íntima (MNH) del allanamiento del 30/12/2009 se hallan contenidos también en las muestras
provenientes del allanamiento del 28/05/2010 (remera, prenda íntima y media) y los perfiles
genéticos encontrados en la pantufla (FNH) proveniente del allanamiento del 30/12/2009 se
encuentran contenidos en el pantalón, correspondiente al allanamiento del 28/05/2010-, ello
no resulta suficiente para considerarlo una muestra indubitada de una persona determinada,
pues no se ajusta al estándar de la comunidad científica internacional en la materia, que
considera indubitables exclusivamente el perfil genético obtenido de material biológico
extraído directamente del cuerpo. Por lo demás, en la propia resolución del 28 de septiembre
pasado, V.S. remarcó que existió un intervalo de aproximadamente 10 minutos entre el
ingreso de Marcela y Felipe Noble Herrera y los funcionarios policiales a la vivienda donde
se realizó la requisa, por lo cual no hay constancia de que esa vestimenta haya sido utilizada
exclusivamente por ellos o no haya sido sometida a algún tipo de procedimiento intencional
para que se le impregne material genético de terceros .”
* “…de acuerdo a las circunstancias en las que se produjo el secuestro de las
prendas de vestir, NO ES TÉCNICAMENTE POSIBLE AFIRMAR que los perfiles

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mayoritarios de sexo femenino y masculino pertenecen de manera indubitada a Marcela y
Felipe Noble Herrera”.
-Con relación a lo solicitado en el punto b) sostuvo el perito de la querella que:
*Los perfiles genéticos mayoritarios obtenidos de las muestras “pantufla
FNH” y “prenda íntima MNH” resultan aptos para realizar un cotejo con fines
identificatorios, ya que “a pesar de no tratarse de muestras indubitadas (por provenir de
fuentes alternativas a la obtención directa del cuerpo de material biológico), son aptas para
su cotejo con otras muestras a fin de verificar una correspondencia”; “en el caso que nos
ocupa , el entrecruzamiento puede realizarse con una muestra indubitada de Marcela y Felipe
Noble Herrera (si las hubiera) o bien con el Banco Nacional de Datos Genéticos…”, en cuyo
caso, de darse este segundo supuesto —entrecruzamiento sin contar con un elemento
indubitado— el Dr. Larriba concluyó que no sería posible afirmar si el perfil analizado
corresponde, por ejemplo, a Felipe Noble Herrera.
-Finalmente, con relación a lo solicitado en el punto c), dictaminó el Dr.
Larriba que:
* “La sangre y el hisopado bucal son muestras habitualmente consideradas
indubitadas. Sin embargo, al momento de tomarse tales muestras no estuve presente, ni tuve
a mi cargo la custodia, ni acudí al acto de reconocimiento de las firmas y apertura de
sobres”. Por lo tanto, agregó que “no puedo afirmar que los perfiles genéticos pertenezcan a
Marcela y Felipe Noble Herrera, pues la evaluación de tales circunstancias (correspondencia
entre el acto de la toma de muestras y el acta que da cuenta de ello, inalterabilidad de los
sobres, etc.) excede mi tarea como experto en genética. Desde el punto de vista de mi
competencia solo puedo afirmar que las muestras de sangre e hisopos (MNH) y sangre (FNH)
no pudieron haber sufrido alteraciones (mutaciones, delecciones o inserciones) con el paso
del tiempo ni sufrieron un proceso degradativo (que, en caso de darse, habría impedido
obtener un perfil genético completo).” (Ver dictamen de fs. 8098/8101).
Por último, los peritos de la imputada Herrera de Noble y de los terceros
interesados, Marcela y Felipe Noble Herrera, Dra. Primarosa Rinaldi de Chieri y Lic.
Alejandro Ruiz Trevisan, respectivamente, informaron en un dictamen conjunto que:
a) “…no es técnicamente posible afirmar que se ha extraído un perfil
mayoritario de sexo femenino y masculino, completo y reproducible, obtenido a partir de los
vestigios biológicos de la prenda íntima asignada a Marcela Noble Herrera y de la pantufla
asignada a Felipe Noble Herrera, si no se procede a realizar una valoración probabilística
considerando los efectos estocásticos provocados por la técnica con un perfil indubitado que,
en este caso, no se posee”.
b) No es técnicamente posible afirmar que los perfiles obtenidos a partir de
esas prendas pertenecen de manera indubitada a Marcela y Felipe Noble Herrera,
respectivamente, resultando inaptos para realizar un cotejo con fines identificatorios, de

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Año del Bicentenario

acuerdo con los principios y práctica científica y las recomendaciones de organizaciones


científicas como la International Society for Forensic Genetics (ISFG).
c) Tampoco es posible afirmar técnicamente la pertenencia indubitada de los
perfiles genéticos extraídos de las muestras hemáticas y de hisopado bucal a Marcela y/o
Felipe Noble Herrera.
La Dra. Rinaldi de Chieri destacó que no participó de los procedimientos de
extracción de tales muestras; que las mismas no estuvieron desde el momento de su extracción
y hasta el momento de la obtención de los perfiles en forma continua e ininterrumpida a su
vista; y que la custodia y control de las mismas no han estado a su cargo y responsabilidad.
El Lic. Ruiz Trevisán señaló que, si bien participó del procedimiento de
extracción de las muestras, éstas no han estado desde aquel entonces y hasta el momento de la
obtención de los perfiles, en forma continua e ininterrumpida, a su vista, ni la custodia y
control de las mismas han estado a su cargo y responsabilidad.

II. Medidas de prueba solicitadas por los acusadores para dar curso al
USO OFICIAL

peritaje de poliformismo de ADN con fines identificatorios respecto de Marcela y Felipe


Noble Herrera.

II. a) La postura de la Sra. Agente Fiscal, Dra. Rita E. Molina.


A fojas 8052/3 y 8182/4 se presenta la representante de la vindicta pública y
requiere la realización del peritaje de histocompatibilidad genética pendiente de ejecución,
mediante la utilización de las muestras de sangre y saliva oportunamente aportadas por
Marcela y Felipe Noble Herrera en el Cuerpo Médico Forense.
En la primera de estas presentaciones, de fecha 23 de noviembre de 2010,
destacó que el día 29 de diciembre de 2009 presenció junto al Dr. Conrado Bergesio, por
entonces juez de la causa, la extracción de tales muestras, así como su depósito en soportes de
papel especial, identificación e inmediato resguardo en sobres sellados y firmados por todos
los intervinientes, los cuales “fueron reservados para mayor seguridad en distintos lugares”.
Agregó la Dra. Molina que el 4 de octubre del corriente año, al llevarse a cabo el acto de
apertura de aquellos sobres en la sede del BNDG, tanto ella como los restantes firmantes
comprobaron que en los sobres aparecían sus respectivas rúbricas, así como que éstos “se
encontraban en perfecto estado en cuanto a su envoltura externa, […] sin signos de haber
sido abiertos, y en su interior se observaba el material oportunamente puesto a resguardo en
las mismas condiciones que fuera depositado”.
Por consiguiente, al haberse determinado un único perfil completo de sexo
masculino y femenino ―respectivamente― que se reproduce en todas las muestras atribuidas
a cada una de las presuntas víctimas, la Sra. Agente Fiscal concluyó que “…a los fines de
establecer la verdad de los hechos que integran el objeto procesal de la causa, constatada la
intangibilidad y aptitud de las muestras de sangre y saliva de ambas víctimas, la Sra. Juez

21
debe ordenar la realización de la pericia de histocompatibilidad por parte del Banco
Nacional de Datos Genéticos conforme ya fuera ordenado en autos, comparando los perfiles
genéticos obtenidos con todos los registros de familiares desaparecidos que obran en esa
institución”.
Posteriormente, notificada que fuera la Fiscalía de la medida de prueba
propiciada por la querella Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo a partir de la
información suministrada por los peritos al responder los puntos periciales adicionados por el
Tribunal, con fecha 3 de diciembre del año en curso, se presenta nuevamente la Dra. Rita E.
Molina a fin de ratificar el escrito de fojas 8052/3.
En dicha oportunidad, la Sra. Fiscal manifestó que no existe motivo alguno para
prescindir de tales “valiosos elementos” a los que atribuye con seguridad el carácter de
indubitados, señalando que aunque sí resulta importante contar con la versión de cada una de
las personas que específicamente participaron en la obtención, resguardo y/o análisis de las
muestras, lo cierto es que la calidad de indubitables de éstas muestras homogéneas nunca
puede estar supeditada a la opinión de aquellos individuos, pues “sólo compete al juez de la
causa como director del proceso y al fiscal en su rol de contralor de la legalidad, evaluar
todas las circunstancias en su conjunto, para verificar la idoneidad e intangibilidad” de las
mismas.
En esa línea, señaló lo siguiente: “puedo afirmar enfáticamente, sin perjuicio de
carecer de conocimientos propios de una experta en cuestiones de estudios genéticos, en base
a las circunstancias que presencié, sana crítica y experiencia mediantes, que aquellas
muestras de sangre y saliva obtenidas en el Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional
obrantes en los sobres abiertos el día 4 de octubre de 2010 en el Banco Nacional de Datos
Genéticos, pertenecen respectivamente a Felipe y Marcela Noble Herrera”.
Por otro lado, aclaró que no se opone a la peritación de ninguna de las muestras
alternativas recogidas en los allanamientos practicados en autos, pues si bien el ADN obtenido
de esa manera en ningún caso puede ser considerado indubitable, en innumerables causas han
sido consideradas útiles para realizar comparativas con los registros del BNDG, habiendo sido
su utilización incluso avalada por la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo.
En definitiva, expresó que “no se ha verificado ningún argumento que
conduzca a sembrar una duda razonable en torno a las muestras de sangre y saliva de Felipe
y Marcela Noble Herrera recogidas en la sede del CMF. De tal manera que sobre la base de
aquellos elementos concretos antes evaluados de los que puedo dar fe como representante del
Ministerio Público Fiscal, es que considero que se trata de muestras indubitables”.
Finalmente en cuanto a los fundamentos jurídicos y fácticos que a juicio de la
Sra. Representante del Ministerio Público Fiscal avalarían la adopción de la medida
propiciada, en contraposición a los reparos y objeciones efectuadas al respecto por las
presuntas víctimas, nada se dice en estas presentaciones, debiendo estarse en consecuencia a

22
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Año del Bicentenario

las consideraciones vertidas en el punto III del dictamen del 16 de julio de 2010 (ver fs.
6839/44) en el que se propició la medida.
En dicho dictamen, la argumentación dada por la representante del Ministerio
Público Fiscal a los efectos de legitimar el uso de las muestras hemáticas y de hisopado bucal
aportadas por Marcela y Felipe Noble Herrera, con un alcance más amplio de aquel para el
cual voluntariamente las aportaron se limitó a las siguientes consideraciones, a saber: “… no
obsta a ello la oposición expresa de las víctimas de autos de que no se utilice ese material
aportado voluntariamente para ser peritado en el Banco Nacional de Datos Genéticos, pues
tal indicación no encuentra fundamento en normativa alguna … Por otro lado se evidencia
una contradicción en la postura de las presuntas víctimas, que por un lado se oponen a toda
medida de intromisión de su esfera de intimidad, forzando … al órgano jurisdiccional a
realizar acciones cada vez más invasivas para poder cumplir con el mandato legal; pero a la
vez se oponen a la utilización de aquel material ya obtenido, que en caso de resultar idóneo,
podría terminar con aquel embate coercitivo”.
USO OFICIAL

II. b) La postura de la querella “Asociación Civil Abuelas de Plaza de


Mayo.
El pasado 17 de noviembre del corriente, la Presidenta de la Asociación Civil
Abuelas de Plaza de Mayo, junto a sus letrados apoderados Alan Iud y Mariano Gaitán, en
conocimiento de las conclusiones del estudio pericial, así como de los puntos de pericia
adicionados a fojas 7944, solicitó al Tribunal que se ordene la extracción de mínimas
muestras de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas de Marcela y Felipe Noble
Herrera, conforme lo prevé el artículo 218 bis del CPPN.
En sostén de su pretensión, refirieron que “recibida la ampliación de los
puntos de pericia, se advierte que ninguno de los expertos afirmó poder asignar de modo
indubitable a Marcela y Felipe Noble Herrera los perfiles obtenidos de las muestras de
sangre y saliva, ni los perfiles obtenidos de la pantufla y la prenda íntima”.1 En dicho
contexto, afirmaron que deviene inoficioso realizar un entrecruzamiento entre los perfiles
genéticos obtenidos de la pantufla (FNH) y la prenda íntima (MHN) en cuestión, con aquellos
obtenidos de las muestras hemáticas y salivales remitidas al BNDG, tal como habían solicitado
a fojas 7097/7111.
Obsérverse que, en aquella oportunidad, dicha parte querellante había
solicitado: “1) Analizar todos los juegos de muestras de sangre y saliva y determinar si
existen perfiles genéticos únicos y reproducibles. 2) Analizar los objetos secuestrados en los
allanamientos practicados el 30 de diciembre de 2009 y determinar si existen perfiles
genéticos aptos para ser entrecruzados. 3) Entrecruzar los perfiles genéticos obtenidos a
partir de los pasos 1) y 2) y los obtenidos a partir del análisis de las prendas requisadas el 28
de mayo y verificar si existen perfiles coincidentes. 4) Finalmente, si existen perfiles

1
El destacada se corresponde con el original.

23
coincidentes que puedan ser razonablemente atribuidos a Marcela y Felipe Noble Herrera,
disponer su entrecruzamiento con el Archivo Nacional de Datos Genéticos.”
Ahora bien, en la última presentación del pasado 2 de diciembre esa misma
parte observó que si bien la directora del BNDG y el perito de esa parte afirmaron que los
perfiles obtenidos del material alternativo resultan aptos para un cotejo con fines
identificatorios, para que la identificación se concrete debe contarse con material genético
indubitado de Marcela y Felipe Noble Herrera, o bien, debe darse una correspondencia con
algún grupo familiar en el BNDG; destacando que en el segundo supuesto, no se informará
que Marcela o Felipe Noble Herrera resultan ser los titulares de aquellos perfiles, sino la
correspondencia entre aquel grupo y el perfil genético obtenido de la pantufla o la prenda
íntima. Por lo tanto, “de darse una exclusión, continuaría vigente el interrogante acerca de
la titularidad de los perfiles genéticos en cuestión”.2
En consecuencia, expresaron que “tal como fuera adelantado en el punto V. 4
del petitorio de aquel escrito de fs. 7097/7111, venimos a requerir se ordene la extracción de
mínimas muestras de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas de Marcela y
Felipe Noble Herrera…”, remitiendo en cuanto a la procedencia legal y constitucional de la
medida a los argumentos desarrollados en el punto III.2 de la referida presentación.
Finalmente, concluyeron que de este modo se podrá finalmente, cumplir lo
ordenado por la Cámara de Apelaciones el 22 de diciembre de 2009, en cuanto dispuso llevar
a cabo “la toma de muestras de ADN de las personas cuya identidad se cuestiona, en forma
inmediata y sin más dilaciones, para someterla a los cotejos necesarios…” e instaron a la
suscripta a que “en forma urgente adopte las diligencias necesarias para recabar material
biológico indubitado de Marcela y Felipe Noble Herrera y oportunamente disponga su cotejo
con el Archivo Nacional de Datos Genéticos”.

II. c) La postura de las querellas García-Gualdero y Miranda-Lanoscou,


representadas por los Dres. Alcira Ríos y Pablo Llonto.
Tal como reseñara el pasado 28 de septiembre del corriente, los Dres. Alcira
Ríos y Pablo Llonto, letrados de los querellantes Gualdero, Miranda y Lanuscou, expresaron
que el peritaje de histocompatibilidad genética resulta una medida necesaria e imprescindible a
los fines del objeto procesal de la causa, solicitando su realización en el BNDG, mediante el
entrecruzamiento de las muestras obtenidas con las familias reclamantes, y de no haber
inclusión, con el resto de las muestras “de otras familias en las cuales podrían ser incluidos
Marcela y Felipe”.
Dijeron también que el estudio “debe hacerse con discreción y sin victimizar a
las propias víctimas con la exposición pública a que han sido sometidos por quienes dicen
defenderlos”, rechazando su realización en el Cuerpo Médico Forense porque no es el
organismo designado por las normas vigentes y tienen “experiencias negativas en cuanto a

2
El destacado se corresponde con el original.

24
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realizaciones anteriores” en referencia al expediente caratulado “Siciliano, Susana


s/supresión de identidad de un menor de 10 años” del Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal Nro. 1, Secretaría Nro. 1.
Sostuvieron que el único organismo que les brinda seguridad en cuanto a la
extracción de muestras, el resguardo de las mismas y el principio de confidencialidad es el
BNDG y que entienden “…debe hacerse la pericia, previa citación de los jóvenes
involucrados a fin de que decidan si respetaran el ofrecimiento que han hecho en la causa de
que superados todos los inconvenientes, si no se había concretado la prueba principal ellos
concurrirían al Banco Nacional de Datos Genéticos y autorizarían el entrecruzamiento. Sería
lamentable que no recapaciten dado que, la aludida violación de la intimidad no existe, el
artículo 19 de la Constitución Nacional garantiza la intimidad siempre y cuando no estén
interesados el orden público y no se lesionen derechos de terceros, es innecesario aclarar que
en los delitos de lesa humanidad deben priorizarse los derechos de los terceros a obtener
justicia y verdad y es un deber del Estado de Derecho respetar el orden público, que sería
totalmente lesionado si se hicieren excepciones a las normas por cuestiones individuales”.
USO OFICIAL

Expresaron que “si no hay aceptación a la extracción de una muestra de ADN


hay que soportar otras medidas…”, concluyendo que “lo que la querella, que respeta la
igualdad ante la ley, quiere es que se haga conforme derecho y no como se le ocurre a la
defensa para seguir eludiendo la verdad y la justicia e imponiendo sus reglas” (fojas 70/94
vuelta).

III. Improcedencia de realizar un análisis comparativo de polimorfismo de


ADN con fines identificatorios mediante el uso de los perfiles genéticos obtenidos hasta el
presente.
En forma liminar, corresponde tener presentes las exigencias que entiendo se
derivan del nuevo artículo 218 bis del CPPN (según ley 26.549) en lo referente a la necesidad
de que las medidas dispuestas para la obtención del ADN de una persona respecto de la cual se
persigue su identificación biológica permitan “alcanzar igual certeza con el resultado” que la
inspección corporal consistente en mínimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras
muestras biológicas. Esta interpretación del texto legal se complementa con el objeto de la
instrucción penal previsto en el artículo 193, inciso 1) del código ritual, debiéndose considerar
también la directiva emanada de la Cámara del circuito en punto a la adopción por parte de
este Tribunal de las diligencias que resulten necesarias para la más pronta concreción del
cotejo pericial genético aún pendiente de ejecución.
En efecto, del análisis literal del quinto párrafo del citado art. 218 bis resulta
que cuando en un delito de acción pública se deba obtener ADN de la presunta víctima el juez
la deberá invitar, en primer término, a que se manifieste en punto a si consiente mínimas
extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas –inspección corporal-
de manera que sólo si la víctima se opone a la realización de tales medidas a las que alude el

25
segundo párrafo de la norma aludida, el juez procederá del modo indicado en el cuarto. En éste
párrafo se contempla la obtención de ADN por medios distintos a la inspección corporal,
como es el caso del secuestro de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo,
siempre y cuando el juez lo estimare conveniente y sea posible alcanzar igual certeza con el
resultado de la medida.
De lo expuesto deriva pues, entonces, que las muestras que prioritariamente el
juez debe procurar son aquellas obtenidas directamente del cuerpo –mediante extracciones de
sangre, saliva, piel, cabello- que son las mismas que se han dado en llamar “muestras
homogéneas” pues se trata de las únicas muestras que, científicamente hablando, pueden
considerarse “a priori” muestras indubitadas. Recuérdese lo declarado sobre el particular en la
causa por la perito oficial Dra. Rodríguez Cardozo con más lo que surge de la conclusión a) de
su informe de fs. 8087/8088 y lo señalado, asimismo, por el perito de la querella, Dr. Julián
Larriba, en cuanto que en su dictamen de fs. 8098/8101 sostuvo que teniendo en cuenta que
“indubitado” -según el diccionario de la Real Academia Española- es aquello “que no admite
duda”, sólo el material biológico obtenido directamente del cuerpo humano puede
considerarse muestra indubitada de una persona determinada resultando imposible, como
perito, afirmar el carácter indubitado de la titularidad de los perfiles genéticos provenientes de
muestras alternativas.
Las seguridades que en términos de efectiva pertenencia a la persona cuya
identificación se pretende y mayor idoneidad en el resultado por la portación de ADN derivan
de las muestras obtenidas a través de la inspección corporal explica la preeminencia que el
legislador le ha dado a dichas muestras por sobre aquellas individualizadas como alternativas.
Así es que entonces, retomando el análisis literal del texto del art. 218 bis, a
este último tipo de muestras sólo puede acudirse si la víctima se opone a la inspección
corporal y en la medida en que “el juez lo estimare conveniente, y siempre que sea posible
alcanzar igual certeza con el resultado de la medida”.
Este último extremo, me refiero al de la necesidad de “alcanzar igual certeza
con el resultado de la medida” denota, en primer término, el reconocimiento que de muestra
“indubitable” por excelencia el legislador le ha dado a las muestras obtenidas a través de la
inspección corporal asumiendo con ello en el plano del derecho las premisas sentadas en la
órbita de la biología molecular –de las que dieran cuenta la perito oficial y el Dr. Larriba-. En
segundo lugar y como lógica derivación de lo anterior, deriva la importancia que también en el
plano jurídico se asigna al carácter “indubitado” de tales muestras en la medida en que sólo se
autoriza a recurrir a las llamadas muestras alternativas siempre que sea posible alcanzar igual
certeza con el resultado.
De manera tal que cuando no sea ello posible y medie oposición de la presunta
víctima a la inspección corporal, se torna operativo el supuesto de hecho que contempla el
segundo párrafo de dicha norma –esto es inspección corporal sin consentimiento del sujeto
pasivo- de incuestionable aplicación a quien aparece como supuesta víctima del delito por

26
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

remisión de lo dispuesto en el primer párrafo. Sobre este análisis volveré mas adelante,
concretamente en el considerando IV.
La interpretación del art. 218 bis “ut supra” expuesta es la única que concilia
con el objeto de la instrucción derivado del art. 193, inc. 1, del CPPN en cuanto contempla
como el primer fin de aquella el de “comprobar si existe un hecho delictuoso mediante las
diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad”.
En el caso a examen está claro que el objeto de la instrucción se orienta
prioritariamente a comprobar si Marcela y Felipe Noble Herrera fueron sustraídos del legítimo
poder de sus progenitores mientras estos pudieren haber resultado víctimas del terrorismo de
Estado perpetrado entre los años 1976-1983, de manera tal que la medida de prueba por
excelencia que demanda el sumario para el descubrimiento de la verdad radica en el peritaje
genético con fines identificatorios de los nombrados capaz de desentrañar el interrogante que
sobre el particular se plantea.
En tal virtud y teniendo en cuenta el análisis hasta aquí efectuado, está claro
que las operaciones periciales que, a los fines identificatorios de Marcela y Felipe Noble
USO OFICIAL

Herrera y su eventual reconstrucción familiar, se encaren deben partir de una base certera o
cuanto menos altamente probable, pues sólo así se satisfacen los recaudos tendientes a
propiciar la certeza en el resultado a que alude el art. 218 bis del CPPN. Extremos que
atendiendo al objeto procesal de la causa resultan exigibles para dar por satisfecho uno de los
fines de la instrucción a los que primordialmente ésta se orienta: búsqueda de la verdad
material y no meramente formal.
Lo que quiero resaltar con todo lo que hasta aquí vengo exponiendo es el
carácter central que el legislador ha otorgado a la exigencia de “certeza con el resultado” en la
producción de este tipo de medidas de prueba, que interpreto irrenunciable cuando se trata de
despejar de manera directa el objeto procesal de la causa: la identificación genética de Marcela
y Felipe Noble Herrera que permita afirmar o descartar, sin mayores resquicios de duda, si los
nombrados guardan vínculo biológico con alguna de las familias cuyas muestras se encuentran
depositadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Ello así pues adelanto que, en mi opinión, no es posible avanzar en el peritaje
comparativo con el archivo del BNDG con fines identificatorios mediante el uso de los
perfiles genéticos obtenidos de las muestras homogéneas y/o de las muestras alternativas con
que se cuenta hasta el momento pues, por las razones que de seguido daré respecto de cada
una de ellas, considero que emergen una multiplicidad de elementos documentados en el
expediente a partir de los que no es posible sostener su efectiva pertenencia a las presuntas
víctimas cuya identidad es necesario despejar, aún cuando existen razones para suponer que
probablemente les pertenezcan.
Ahora bien, en esa inteligencia, he de dejar bien en claro que la decisión que
aquí se adopta en modo alguno implica desechar de plano la utilidad de los perfiles obtenidos
pues, a mi juicio, la exigencia antedicha —“alcanzar igual certeza con el resultado”— no

27
implica desconocer el potencial valor pericial que los mismos podrían llegar a tener “para la
constatación de circunstancias de importancia para la investigación” tal como destacara en el
auto del 28/09/10, razón por la cual no descartaré aquí su eventual utilización en el futuro,
claro está, con fines no identificatorios de los nombrados Marcela y Felipe Noble Herrera en
mérito a las razones antedichas.
En efecto, la indisponibilidad actual con fines identificatorios no implica
desconocer el potencial valor pericial que los perfiles genéticos obtenidos de aquellas muestras
pudieran llegar a tener “para la constatación de circunstancias de importancia para la
investigación” en caso que, del devenir de los actos de la instrucción que se dispongan en lo
sucesivo, surja la necesidad de volver a evaluar su utilidad. Ello al margen de otras medidas
que, en el legítimo ejercicio de las facultades investigativas, pudiera eventualmente disponer
en el futuro para la consecución de los fines del proceso.
Sin embargo, en este resolutorio frente a la necesidad de proveer las medidas
probatorias propuestas por las partes acusadoras y avanzar en la encuesta en la dirección
señalada por el Superior, debo pronunciarme respecto del temperamento que adoptaré para la
concreción del peritaje comparativo de polimorfismo de ADN con fines exclusivamente
identificatorios. En este sentido, no puedo soslayar que a través de las declaraciones
testimoniales prestadas en el expediente por los distintos expertos en la materia, ha quedado
expuesto que existen desde la disciplina científica en cuestión grandes diferencias en torno a
los requisitos exigidos para el empleo de muestras biológicas con fines forenses de aquellas
utilizadas con fines identificatorios conforme las recomendaciones publicadas por la
Internacional Society for Forensic Genetics (ISFG).
Recuérdese que la Dra. María Belén Rodríguez Cardozo ha informado
recientemente que “los perfiles evidenciados en el peritaje son los marcadores genéticos
obtenidos para cada evidencia (prenda íntima y pantufla); su pertenencia a un determinado
individuo debe surgir de su constatación con una muestra indubitada (sangre o saliva) que
para el BNDG es aquella muestra extraída por él mismo, cumpliendo con todos los
resguardos de identificación expresados en la Ley 23.511 y sus decretos reglamentarios
700/89 y 511/09, realizando la toma de muestra por intermedio del personal de planta
permanente del organismo, y asumiendo la totalidad de la cadena de custodia hasta la
producción del informe final”; y que “…el BNDG no estuvo presente ni fue citado a la toma
de muestras en la sede del Cuerpo Médico Forense, por tanto, se considera a dichas
muestras como remitidas, por lo que se debe introducir en el informe la leyenda… muestras
recibidas en este BNDG provenientes del Cuerpo Médico Forense…” (ver fs. 8087).
En sentido análogo, los peritos Primarosa Rinaldi de Chieri – Ruiz Trevisán y
Julián Larriba expresaron respectivamente que no es posible afirmar técnicamente la
pertenencia indubitada de los perfiles genéticos extraídos de las muestras hemáticas y de
hisopado bucal a Marcela y/o Felipe Noble Herrera, como así tampoco, de los perfiles
resultantes de las muestras alternativas, en este último caso, por cuanto “…solamente

28
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

material biológico obtenido directamente el cuerpo humano puede considerarse muestra


indubitada de una persona determinada”.
Es decir, que los perfiles genéticos obtenidos tanto de las muestras alternativas
provenientes de los procedimientos judiciales de fechas 30/12/09 y 28/05/10, como de las
homogéneas extraídas en el Cuerpo Médico Forense, carecen de valor indubitado
científicamente hablando; por ende, no sirven para establecer una relación de pertenencia
respecto de Marcela y/o Felipe Noble Herrera con el grado de probabilidad rayano con la
certeza que demanda el caso a los fines identificatorios. De esta manera, ninguno de estos
perfiles, si fuera empleado en cotejo pericial a tales fines, podría alcanzar la certeza en el
resultado a que alude el dispositivo legal antes analizado y que sí garantiza una muestra
indubitada extraída, sembrada, conservada y custodiada conforme lo establece la ley vigente
(artículo 218 bis CPPN, Leyes 23.511 y 26.548 y decretos reglamentarios 700/89 y 511/09).
Esta aseveración no encuentra sustento sólo en la opinión emitida por los
peritos respecto de la falta de carácter indubitado tanto de las muestras alternativas como de
las homogéneas analizadas en el marco del estudio pericial dispuesto el 28/09/10, sino
USO OFICIAL

principalmente en las conclusiones que emergen —sana crítica mediante— de las especiales
circunstancias que rodearon la obtención, resguardo y custodia de dichos elementos. El
análisis conglobado de todas estas circunstancias impide afirmar que los perfiles genéticos
extraídos de la pantufla (FNH) y la prenda íntima (MNH) secuestrados en el procedimiento del
30/12/09 y contenidos en algunas de las prendas requisadas el 28/05/10 o los extraídos de las
muestras homogéneas —hemáticas y de hisopado bucal— puedan utilizarse en autos con fines
identificatorios, más allá, de reiterar nuevamente que ello no implica descartar su eventual uso
“para la constatación de circunstancias de importancia para la investigación”.
Resulta entonces conveniente recordar aquí las observaciones enunciadas en los
autos fundados del 28/05/10 y del 28/09/10, obrantes a fs. 6113/44 y fs. 7329/73,
respectivamente tanto en lo que concierne a las muestras las muestras alternativas cuanto a
las muestras homogéneas. Veamos.
a) Procedimientos del 30 de diciembre de 2009.
En primer lugar, con relación a los elementos incautados en el domicilio sito en
la calle Pirovano 746 de la localidad de Martínez, Provincia de Buenos Aires, domicilio de
Marcela Noble Herrera, cabe traer a colación que:
* Los funcionarios policiales supeditaron el ingreso a la finca al arribo del
abogado de Marcela Noble Herrera. En función de ello, luego de anoticiarla de la orden de
allanamiento a través del portero eléctrico, permanecieron esperando en la puerta al menos una
hora hasta el efectivo ingreso a la vivienda. Por cierto, durante ese lapso habría ingresado
además un custodio personal de la nombrada no identificado en el acta.
* La técnica del BNDG, Yésica Maggiore, designada para la selección de los
elementos fue informada, ante su expreso y directo requerimiento de que Marcela Noble
Herrera no llevaba puesta ropa interior por el abogado de ésta, Dr. Jorge Anzorreguy siendo

29
que éste había ingresado al domicilio concomitantemente con la comitiva a cargo del
procedimiento de manera tal que mal podía conocer dicha circunstancia de tal intimidad. Sin
embargo, ello le bastó a la experta para descartar cualquier acto tendiente a confirmar la
veracidad de esa información.
* Fue así que recurrió al cesto de la ropa sucia e incautó una prenda íntima que
se hallaba en su interior, cuya presunta pertenencia a la víctima no pudo ser a la postre
ratificada por los testigos de actuación ni por la misma técnica. En cambio, sí se estableció que
en dicho canasto había más ropa, aunque no pudo especificarse de qué tipo de prendas se
trataba, ni el por qué no se procedió a su secuestro.
* Aunque en el lugar había cuanto menos dos cepillos de dientes, la funcionaria
del BNDG seleccionó aquel que conforme le fuera indicado, pertenecía a la presunta víctima
no existiendo otras constancias demostrativas de su supuesta pertenencia a Marcela Noble
Herrera.
* De importancia resulta consignar, asimismo, que en dicho allanamiento el
secuestro de elementos de interés para la investigación por la posible portación de material
biológico de Marcela Noble Herrera se limitó a la prenda interior antes referida, a un cepillo
de dientes y, por último, a un cepillo de cabello marrón con pelos varios.
* El traslado de los elementos secuestrados desde el domicilio en que fueron
habidos hasta la sede del Juzgado Federal nro. 2 de San Isidro se realizó en el auto particular
del letrado patrocinante de Marcela Noble Herrera, anteriormente, defensor de la imputada
Ernestina Herrera de Noble, Dr. Jorge Anzorreguy.
* La cadena de custodia de los elementos secuestrados sufrió interrupciones
desde que los mismos no permanecieron bajo la responsabilidad de un único y mismo
funcionario.
* Del peritaje de los tres elementos incautados y de los pelos habidos en el
cepillo de cabello color marrón, resultó que:
-De los tres cortes de la prenda íntima –cintura delantera, cintura trasera y
entrepierna- y del hisopado de la entrepierna se obtuvo un perfil quimérico con un
contribuyente mayoritario femenino y un minoritario masculino.
-Del cepillo de dientes derivó un multialelismo (contribuyentes múltiples) lo
que resultó no concluyente a los efectos de determinar un único perfil genético.
-Y, finalmente, del hisopado realizado al mango del cepillo de cabello y de los
pelos habidos en el mismo no se obtuvo perfil genético para ninguno de los loci investigados.
En segundo término, respecto de los objetos secuestrados en el domicilio sito en
la calle Madero 2558 de la localidad de Martínez, Provincia de Buenos Aires, vivienda
allanada por su presunta pertenencia a Felipe Noble Herrera, recordemos que:
* Transcurrió alrededor de una hora desde que los funcionarios policiales se
anunciaron en la puerta de la vivienda hasta que finalmente se ingresó y el experto del BNDG
pudo proceder a la selección de los elementos a secuestrar. Ello así pues la comitiva policial,

30
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Año del Bicentenario

testigos de actuación y técnico del BNDG esperaron, no obstante haberse anunciado, el


cambio de guardia privada de la vivienda para poder ingresar. Incluso una vez ello, medió un
impasse para dar inicio al secuestro de objetos pues se permaneció a la espera de los letrados.
* No se encontraba presente en el lugar Felipe Noble Herrera, lo cual significó
para el experto una dificultad en el desarrollo de su tarea de levantamiento de muestras. A la
postre se determinó que el nombrado, a la fecha del allanamiento, ya no vivía en la residencia.
* La diligencia se desarrolló en presencia de varias personas que se encontraban
en el interior del domicilio, sin que su participación en la misma quedara debidamente
documentada en el acta de procedimiento labrada al efecto.
* No fue posible la incautación de un cepillo de dientes, objeto que se pretende
secuestrar “primordialmente” a los fines periciales, conforme relatara el personal técnico del
BNDG que intervino en la diligencia.
* El secuestro de objetos de interés para la investigación por la posible
portación de material biológico de Felipe Noble Herrera se limitó a dos peines de cabello, tres
máquinas de afeitar y dos cabezales, una esponja vegetal con un pelo y una pantufla.
USO OFICIAL

* La cadena de custodia de los elementos secuestrados sufrió interrupciones


desde que los mismos no permanecieron bajo la responsabilidad de un único y mismo
funcionario.
* Del peritaje de los elementos incautados, resultó que:
-De los tres cortes de la pantufla –parte delantera, parte media y talón- y del
hisopado de la zona del talón externa y de la cavidad interna de la pantufla se obtuvo un perfil
quimérico integrado por un contribuyente mayoritario masculino y un minoritario femenino.
-De los cabezales de las máquinas de afeitar derivó un multialelismo
(contribuyentes múltiples) lo que resultó no concluyente a los efectos de determinar un único
perfil genético.
-Y, finalmente, del jabón con un folículo piloso no se obtuvo perfil genético
para ninguno de los marcadores autosómicos investigados.
-Los peines de cabello no fueron analizados como así tampoco la esponja
vegetal por encontrarse claramente contaminada con hongos, los cuales poseen la capacidad de
degradar el ADN.
b) Procedimiento del 28 de mayo de 2010.
Con relación al procedimiento realizado en el domicilio sito en la calle Madero
2558 de la localidad de Martínez, Provincia de Buenos Aires el pasado 28/05/10, expuse
importantes reparos a la actuación del personal policial, ceñidas a la defectuosa
implementación de las órdenes que había impartido el tribunal:
* En efecto, si bien se facultó a los preventores a interceptar en la vía pública a
los sujetos pasivos de la diligencia, a fin de posibilitar el ingreso conjunto a sus domicilios y
proceder allí a la requisa personal de los individuos con el objeto de secuestrar todas aquellas
prendas que vistieran y demás elementos de uso personal que a juicio de los expertos del

31
BNDG resultaran aptos y suficientes a los efectos periciales, los preventores incurrieron en
diversos errores que condicionaron de origen el resultado de la medida.
* Se interceptó en la vía pública el automóvil en el cual se trasladaban los
letrados asistentes de las presuntas víctimas, restando a partir de entonces cualquier
expectativa de sorpresa a la diligencia.
* Aunque el conductor del vehículo en que se trasladaban Marcela y Felipe
Noble Herrera ignoró la orden de alto emanada de la comitiva policial, los agentes no lograron
detener la marcha de ese rodado pese a la presencia de una importante cantidad de
funcionarios policiales apostados al efecto en el portón de acceso al inmueble.
* Dichos funcionarios tampoco ingresaron a la vivienda en forma conjunta con
aquel rodado, sino que lo hicieron alrededor de diez minutos después de que ingresaran los
sujetos pasivos de la medida.
* Ello implicó que éstos permanecieran por un lapso de tiempo por demás
suficiente como para deshacerse de las prendas que vestían, o al menos de aquellas que por su
contacto continuo y permanente con determinadas partes del cuerpo resultaban de amplio
valor pericial.
* Resultó sumamente sugestivo que en dicho procedimiento Felipe Noble
Herrera no vistiera ropa interior siendo que al solicitar una muda de reemplazo a las prendas
que vestía y debía entregar le fue proporcionado un calzoncillo, de lo que deriva que no hace a
sus usos y costumbres la ausencia de prenda íntima.
* Las prendas que vestían tanto Marcela como Felipe Noble Herrera eran de un
tamaño desproporcionado a su talla. Ello de conformidad con el testimonio vertido en tal
sentido por la perito oficial, Dra. Rodríguez Cardozo, a cuyo cargo estuvo la selección de las
prendas en cuanto refirió que el pantalón que vestía Marcela resultaba muy ceñido, como si se
tratara de un pantalón de algunos talles menos al correspondiente a su porte en tanto que
respecto de la ropa vestida por Felipe –pantalón, camisa y saco- refirió que parecía un par de
talles más grandes en función de su contextura.
* En el estudio pericial de la totalidad de los numerosos cortes e hisopados
realizados sobre todas las prendas requisadas a Marcela y Felipe Noble Herrera se detectó
perfiles quiméricos, con multialelismo en varios de ellos –contribuyentes múltiples- sin
posibilidad de escisión. En la única prenda en la que se detectó con mayor nitidez un
contribuyente femenino mayoritariamente contenido con un perfil masculino minoritario fue
en la ropa interior inferior que vestía Marcela, no obstante respecto del femenino no pudo
aseverarse su completitud ni reproducibilidad.
Amén, no puedo dejar de mencionar en este punto la relevancia que posee el
tenor de los resultados periciales obtenidos a partir del estudio de las prendas incautadas en el
procedimiento judicial del 28/05/10, extremo que motivó la realización por parte del Tribunal
de múltiples medidas de prueba –entre ellas testimonios recibidos a la totalidad de peritos
intervinientes, certificación de otros expedientes en los que se hubieren realizado

32
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

procedimientos similares al de autos, pedidos de informes a la CSJN, entre otras medidas-


todo lo cual llevó a la Sra. Agente Fiscal a introducir la hipótesis de “sospechas de sabotaje
deliberado” por parte de las presuntas víctimas (ver considerando VII del auto de fojas
7329/73).
Con respecto a las anomalías y reparos que me merecen los allanamientos del
30/12/09 y, consecuentemente, también el valor pericial que con fines identificatorios es
factible reconocerle aquí a los pérfiles genéticos obtenidos de la prenda íntima y de la pantufla
supuestamente de pertenencia de Marcela y Felipe Noble Herrera, respectivamente, me remito
en un todo a los argumentaciones vastamente desarrolladas en el considerando V.a) 2) del auto
del 28/05/10.
Por su parte con relación a los resultados periciales obtenidos respecto de las
prendas requisadas el 28/05/10 y las anomalías acaecidas en la instrumentación de las medidas
dispuestas por el juzgado que posibilitaron dichos resultados me remito a las consideraciones
que efectué en los considerandos VII y VI.2.a) y b) del auto fundado del 28/09/10.
Así es que teniendo presente todo lo allí dicho y valorando que:
USO OFICIAL

-No resulta esperable que el sujeto pasivo de medidas que conllevan cierta
compulsividad, como lo es el caso de un registro domiciliario y requisa personal, aporte y/o
colabore con el hallazgo de aquellos elementos que voluntariamente no está dispuesto a
entregar;
-Que, al presente, se encuentra claramente documentada la voluntad puesta de
manifiesto por Marcela y Felipe Noble Herrera en cuanto ambos se negaron a aportar muestras
idóneas de su ADN para cotejo en el BNDG con el Archivo Nacional de Datos Genéticos;
-Que surgieron en el marco de aquellos procedimientos episodios concretos que
razonablemente reafirman los extremos antedichos, tales como: las demoras acaecidas en los
ingresos domiciliarios suscitando la espera y participación activa de los abogados en las
diligencias, la circunstancia de que ambos refirieran y/o no vistieran ropa interior en distintas
diligencias y que vistieran ropa de talla distinta a aquella acorde a su contextura, hacer caso
omiso a la voz de alto policial en las especiales circunstancias que rodearon el procedimiento
del 28/05/10, entre otros ;
-Que de acuerdo al testimonio de la perito oficial no aparece lógico ni razonable
de acuerdo con su experiencia y saber científico el quimerismo encontrado en las prendas
requisadas el 28/05 teniendo en cuenta el tiempo y circunstancias bajo las que supuestamente
las vistieron;
En base a todo ello es que concluyo que no es lógicamente posible sostener que
el perfil femenino mayoritario encontrado en la prenda íntima secuestrada en el procedimiento
del 30/12/09 en el domicilio de la calle Pirovano y contenido en algunas de las prendas
requisadas a Marcela Noble Herrera en el marco de la diligencia llevada a cabo el 28/05/10, le
pertenezca en forma indubitada o con un grado de probabilidad aceptable para una eventual
reconstrucción familiar. Lo mismo en el caso de Felipe Noble Herrera respecto del perfil

33
masculino mayoritariamente encontrado en la pantufla secuestrada en el procedimiento del
30/12/09 en el domicilio de la calle Madero.
En mi opinión no empece tal conclusión la circunstancia apuntada por el perito
Larriba en cuanto sostuvo que “es razonable suponer que esos perfiles genéticos
efectivamente pertenecen a Marcela y Felipe Noble Herrera –en tanto los perfiles genéticos
encontrados en prenda íntima (MNH) del allanamiento del 30/12/2009 se hallan contenidos
también en las muestras provenientes del allanamiento del 28/05/2010 (remera, prenda íntima
y media) y los perfiles genéticos encontrados en la pantufla (FNH) proveniente del
allanamiento del 30/12/2009 se encuentran contenidos en el pantalón, correspondiente al
allanamiento del 28/05/2010”, pues a las vicisitudes que en el marco de este último
procedimiento impidieron el ingreso al domicilio y posterior secuestro de prendas con
inmediatez, se suma la detección de alelos aislados en las prendas que vestían al momento de
la requisa que no se corresponden con ninguno de los perfiles mayoritario y minoritario
detectados en las prendas del 30/12/09.
Así, valorando el conjunto de circunstancias reseñadas bajo las reglas de la
lógica, la experiencia y el sentido común que integran el sistema de valoración de la prueba de
la sana crítica racional considero que, frente a las particularidades del caso, no corresponde dar
curso al peritaje comparativo con fines identificatorios de Marcela y Felipe Noble Herrera por
ante el BNDG pues, más allá de que por su naturaleza las muestras alternativas no pueden
considerarse en el plano científico indubitadas tampoco resulta razonable afirmar que los
perfiles obtenidos de dichas muestras les pertenezcan a los nombrados con un grado de
probabilidad aceptable para una eventual reconstrucción familiar.
A su vez, respecto de las muestras hemáticas y de hisopado bucal obtenidas
en la sede del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, deben mencionarse las
siguientes irregularidades verificadas a lo largo de las distintas etapas que constituyen la fase
pre-analítica. Me refiero puntualmente a la forma en que se procedió a la extracción, sembrado
y custodia de estos elementos.
Cabe recordar que el día 29 de diciembre de 2009, en la sede del Laboratorio de
Análisis Clínicos de la Morgue Judicial perteneciente a la órbita del Cuerpo Médico Forense,
se extrajeron tres muestras hemáticas de Felipe y Marcela Noble Herrera, las cuales fueron
sembradas en papeles de filtro especiales marca “WHATMAN” (fojas 5283/84).
La extracción de Felipe se desarrolló sin inconveniente técnico alguno, mientras
que la de Marcela “presentó complicaciones, ya que sus venas eran muy finas y por lo tanto
con la introducción de la aguja en la vena, ésta puede colapsarse y no obtenerse material
sanguíneo”, razón por la cual “se decidió extraer sangre del lóbulo de la oreja”. Asimismo,
debido a la escasez de muestra hemática obtenida de Marcela Noble Herrera y “en atención a
los futuros estudios de ADN a practicar”, el perito Alejandro Ruiz Trevisán sugirió que le
fueran extraídas tres muestras adicionales de saliva mediante la técnica de hisopado bucal, lo
que así se materializó bajo el consentimiento de la nombrada.

34
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

Ahora bien, en los autos dictados los días 28/05/10 y 28/09/10 desarrollé
diversas cuestiones relativas a la idoneidad y aptitud pericial de tales muestras (ver puntos V
“a” y VIII 3, respectivamente).
Entre tanto, valga destacar que aquellos reparos vinculados con el estado de
conservación de las mismas devienen ahora abstractos, atento los resultados del estudio
pericial recientemente realizados. No obstante, como se verá, los restantes reparos se
mantienen actualmente incólumes.
En primer lugar, cabe destacar que no se encuentra garantizada la calidad
indubitable de las muestras en cuestión. Así lo han manifestado la totalidad de los peritos
intervinientes en este expediente.
En efecto, recordemos que mientras la instrucción estuvo a cargo del Dr.
Conrado Bergesio, no se garantizó ni se documentó adecuadamente el traslado, la custodia y el
modo en que los elementos en cuestión fueron preservados, al punto tal que cuando se
recibieron las actuaciones en este tribunal, no resultaba posible determinar a partir de las
constancias de la causa, el lugar de alojamiento de la totalidad de las muestras obtenidas de
USO OFICIAL

Marcela y Felipe Noble Herrera a lo largo del proceso. Lo dicho se trasluce claramente en el
hecho de que un juego de muestras extraídas de los nombrados fue habido recién el día 11 de
mayo del año en curso (es decir, trece días posteriores a la recepción del sumario y sus efectos
en esta sede), nada menos que en la caja fuerte emplazada en la sala de audiencias del Juzgado
Federal nro. 2 de esta ciudad, cuyas llaves permanecían en poder de su titular, quien estaba
haciendo uso de licencia (ver en tal sentido fojas 5795/99, 5800 y 5882).
En el punto cabe recordar que a esas particularidades se sumó, luego, la rotura
de la manija de la caja fuerte del Juzgado Federal nro. 2 en que dichas muestras se hallaban
preservadas en el Tribunal en el lapso de tiempo durante el que la suscripta había
encomendado al secretario de dicha sede, Dr. Fernando Goldaracena, la custodia de las
mismas por ser dicho funcionario aquel a quien el titular del Juzgado, Dr. Conrado Bergesio,
había confiado las llaves de la caja fuerte. Todo lo ocurrido a propósito de esta incidencia se
encuentra debidamente documentado en el proveido obrante a fs. 5952/5960.
En segundo lugar, cabe acotar, que la toma de muestras hemáticas ordenadas
por el Dr. Bergesio se llevó a cabo en una dependencia del Cuerpo Médico Forense de la
Justicia Nacional, lo cual se contrapone a las disposiciones legales que regulan la materia y
que prescriben que tanto la obtención de las muestras como la realización del consiguiente
examen pericial, deben ser materializados por intermedio del Banco Nacional de Datos
Genéticos (conf. artículo 1° de la ley 23.511 y artículo 2° de la ley 26.548).
Fue justamente en ese entendimiento que la decisión que ordenara la
comparecencia de Marcela y Felipe Noble Herrera ante el Cuerpo Médico Forense —de un día
para el otro— fue impugnada por la parte querellante Abuelas de Plaza de Mayo (ver fojas
5271 y 5280/82), argumentándose que “la medida ordenada por VS implica el incumplimiento
de la resolución dictada por la Cámara de Apelaciones de San Martín y el desconocimiento

35
de la ley recientemente sancionada por el Congreso de la Nación –ley 26.548- que ordena que
el BNDG es el único organismo oficial facultado y legitimado para obtener, almacenar y
analizar la información genética necesaria para la identificación de hijos de personas
desaparecidas durante la última dictadura militar…Resulta, por lo tanto, una afrenta al
debido proceso legal consagrado en nuestro bloque de constitucionalidad (art. 18 y 75.22 CN,
art. 8 CADH) el hecho que, de manera arbitraria e infundada, se haya incumplido con la
normativa vigente en materia de análisis genéticos en causas en que se investiga la
apropiación de niños durante la última dictadura militar. Desconocer la normativa que
regula la materia no hace otra cosa que construir un auténtico régimen de excepción en esta
causa”.
La parte se agravió también de la forma de notificación de la diligencia
dispuesta, puntualizando que “la notificación efectuada por V.S. también implica una afrenta
al derecho de defensa de las partes, por cuanto se realizó telefónicamente (a las 13:00 hs.) y
se pretende la ejecución del acto notificado a primera hora del día hábil posterior…Como si
esto fuera poco, esta expedita ejecución torna materialmente imposible la intervención del
perito de parte oportunamente ofrecido por esta querella, quien reside en la ciudad de
Córdoba (circunstancia conocida por V.S., véase fojas 4204)…no solo se crea un régimen de
excepción, manifiestamente ilegal, sino que también impide su control por medio del perito de
parte oportunamente ofrecido” (cfme. escrito incorporado a fojas 5280/82, presentado en la
sala de espera del Decanato del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, el 29 de
diciembre de 2009 a las 7:47 horas).
Además, el decisorio de mención fue objeto de oposición por la Dra. Alcira
Ríos, quien solicitó que el informe correspondiente fuera remitido al BNDG a fin de cotejar
los mismos con las familias que representa y, de resultar negativo, con el resto de las muestras
de familiares que buscan a los menores víctimas de desaparición forzada y que depositaron
oportunamente las mismas (fojas 5289, del 29 de diciembre de 2009, 8:20 horas).
Por su parte, también el día 29 de diciembre de 2009 pero a las 13:50 horas, se
presentó ante el entonces instructor del expediente la Dra. Rita Molina, destacando que
“…contando ahora con la resolución de la Alzada respecto de la validez constitucional del
Decreto 511/09, y con la sanción de la ley 26.548… si el Decreto 511/09 no afecta garantía
constitucional alguna, y si tampoco lo hace la ley 26.548 –dada la correspondencia entre
ambas normas– debe concluirse forzosamente que los exámenes comparativos de ADN no
podrán ser realizados en otro lugar que no sea el Banco Nacional de Datos Genéticos…”
(fojas 5290/vuelta).
A mayor abundamiento, es criterio de la suscripta que el único organismo
competente e idóneo para llevar a cabo estudios de esta índole y, por ende, para asegurar su
calidad, privacidad o transparencia, es el BNDG. Ello ha sido objeto de tratamiento en el
marco del Incidente de Impugnación del Banco Nacional de Datos Genéticos (ver resolución
dictada el día 18 de agosto de 2010, a cuyo contenido debo remitirme).

36
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

En suma, respecto de las muestras homogéneas –muestras indubitadas- no


puedo menos que recordar lo que uniformemente han dictaminado los peritos que hubieron de
expedirse sobre el particular:
Así la perito oficial Dra. Rodríguez Cardozo informó que “para el BNDG las
únicas muestras indubitadas son aquellas extraídas por el mismo cumpliendo con todos los
resguardos de identificación claramente expresados en la ley 23.511 y sus decretos
reglamentarios 700/89 y 511/09, realizando la toma de muestra por intermedio del personal
de planta permanente del BNDG, asumiendo la totalidad de la cadena de custodia hasta la
producción del informe final”, a lo que agregó que “Respecto de estas muestras ( hemáticas
y/o de hisopado bucal) extraídas en la sede del Cuerpo Médico Forense … el día 29 de
diciembre de 2009” dado que el “BNDG no estuvo presente ni fue citado a la toma de
muestras” las mismas se toman como muestras remitidas.
Por su parte, el Dr. Larriba dijo que “La sangre y el hisopado bucal son
muestras habitualmente consideradas indubitadas. Sin embargo, al momento de tomarse las
muestras hemáticas e hisopado bucal no estuve presente, ni tuve a mi cargo la custodia, ni
USO OFICIAL

acudí al acto de reconocimiento de las firmas y apertura de sobres” y en base a ello concluyó
el citado profesional que no puede afirmar que los perfiles genéticos obtenidos de las mismas
pertenezcan a Marcela y a Felipe Noble Herrera.
Finalmente los peritos Rinaldi de Chieri y Trevisán concluyeron lo mismo que
los anteriormente citados destacando éste último, incluso, que si bien él participó de la
extracción de dichas muestras en el Cuerpo Médico Forense el 29 de diciembre de 2009 no
puede afirmar que las que finalmente se peritaron fueran las de pertenencia de Marcela y
Felipe Noble Herrera dado que desde su extracción y hasta el momento de la obtención de los
perfiles las muestras no estuvieron en forma continua e ininterrumpida a su vista siendo que
tampoco le fue asignada su custodia y control.
Aclarado lo anterior, merece un párrafo aparte la posición asumida por la Sra.
Agente Fiscal, Dra. Rita E. Molina, en cuanto sostiene que “no se ha verificado ningún
argumento que conduzca a sembrar una duda razonable en torno a las muestras de sangre
y saliva de Felipe y Marcela Noble Herrera recogidas en la sede del CMF” y que “puedo
afirmar enfáticamente, sin perjuicio de carecer de conocimientos propios de una experta en
cuestiones de estudios genéticos, en base a las circunstancias que presencié, sana crítica y
experiencia mediantes, que aquellas muestras de sangre y saliva obtenidas en el Cuerpo
Médico Forense de la Justicia Nacional obrantes en los sobres abiertos el día 4 de octubre de
2010 en el Banco Nacional de Datos Genéticos, pertenecen respectivamente a Felipe y
Marcela Noble Herrera”.3
En relación a estas apreciaciones, considero que se hayan teñidas de un
evidente subjetivismo, pues conforme me ocupé de analizar en los párrafos precedentes
existen numerosos elementos en autos que refuerzan el escenario descrito por los peritos en

3
El destacado me pertenece.

37
torno a la inexistencia de muestras indubitadas. Amén, téngase en consideración que
justamente el contenido del informe pericial arrimado en respuesta a los puntos periciales
adicionados el pasado 17 de noviembre, motivó la solicitud de la querella Asociación Civil de
Abuelas de Plaza de Mayo donde se destacó lo inoficioso que resultaría utilizar tales muestras
con fines identificatorios, requiriendo en consecuencia “…la extracción de mínimas muestras
de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas de Marcela y Felipe Noble
Herrera…”, remitiendo en cuanto a la procedencia legal y constitucional de la medida a los
argumentos desarrollados en el punto III.2 del escrito de fojas 7097/7112.
En cuanto a las dudas y consecuentes reclamos que de las constancias de la
causa emergen –fundamentalmente de parte de las querellas- poniendo en crisis el carácter
indubitado de las muestras homogéneas no puede soslayarse el intempestivo trámite con el que
se procedió a su toma lo que imposibilitó el control de aquel acto por parte de los peritos
especialistas en la materia que representaban los intereses de las partes acusadoras.
A ello se suma que, paradójicamente, de todos los magistrados y funcionarios
intervinientes en el acto de toma de muestras homogéneas la única funcionaria que por
mandato legal debía cumplir las funciones de fedataria -es decir, debiendo dar fe del acto
cumplido en su presencia en cuanto fuere requerida de conformidad con la manda del art. 138
del CPPN-, manifestó en el acto de apertura de las muestras que no podía dar fe en punto a que
las tarjetas con manchas hemáticas e hisopos bucales fueran los mismos en los que se depositó
las muestras de Marcela y Felipe Noble Herrera. Dicha funcionaria afirmó también que no
había presenciado el cierre de los sobres en que se preservaron las muestras, por lo que
tampoco pudo reconocer su firma en el elemento de resguardo, ya que al no estar presente, no
los había rubricado. Ello no obstante constar su presencia en el acta. Todo esto quedó
debidamente documentado en el acto de apertura de las citadas muestras (ver acta de fs.
7497/7502 labrada en el ámbito del BNDG).
En efecto en el acta labrada el 4 de octubre del corriente año en la sede del
BNDG se dejó constancia de que al solicitarse a la Sra. Secretaria del Juzgado Federal nro. 2
de San Isidro, Dra. Mayorga, “que examine los sobres y manifieste si se trata de los mismos
en los que fueran preservados el pasado 29 de diciembre las muestras tomadas de Marcela y
Felipe Noble Herrera … expuso la Dra. Mayorga que no estuvo presente en el habitáculo en
donde se tomaron tales muestras, agregando que sí estuvieron presentes en la extracción: el
Dr. Bergesio, la Dra. Molina, el Dr. Trevisan, el Dr. Canónaco y el Dr. Gaitán”.
Tampoco pueden soslayarse en este punto las manifestaciones realizadas por el
letrado de la que querella Asociación Civil de Abuelas de Plaza de Mayo, Dr. Mariano Gaitán,
en cuanto que al momento de reconocer si su firma se encontraba impuesta en todos y cada
uno de los sobres en que aquellas muestras homogéneas fueron conservadas refirió que si bien
reconocía una de las firmas impuestas como propia, aclaró que al no ser un experto en la
materia no se encontraba en condiciones de afirmar que dicha firma circunstancia de manera
inequívoca.

38
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

A todo lo hasta aquí dicho se suman las alteraciones incurridas en la cadena de


custodia de dichas muestras lo que acarreó sucesivos traslados de las mismas sin que mediaran
mayores recaudos en su ejecución con el fin de garantizar su intangibilidad.
Cierto es que en el acto de apertura de los sobres que las contenían algunos de
los magistrados y funcionarios intervinientes, entre los que se encuentra la Dra Rita Molina
reconocieron su firma más considero que el cuadro de situación que plantea el resto de los
extremos aquí reseñados ha generado en algunas de las partes acusadoras un estado de
sospecha e incertidumbre tal que su uso con fines identificatorios resulta por completo
inoficioso en el caso, tal como lo postula la querella Asociación Abuelas de Plaza de Mayo,
pues sea cual fuere el resultado al que a través de ellas se arribe no garantizará la certeza a que
alude el art. 218 bis del CPPN y dable es suponer que incrementará el nivel de conflictividad
existente entre las partes.
Finalmente en lo que atañe a la fundamentación de la medida que propicia la
Sra. Agente Fiscal no puedo dejar de mencionar que la magistrada peca por defecto, pues sin
que ello implique desconocer ni dejar de respetar la autonomía del órgano extrapoder al que
USO OFICIAL

pertenece, viene al caso decir que en su actuación la Dra. Rita Molina ha pasado
absolutamente por alto el tratamiento de numerosos agravios y condicionamientos
introducidos por el resto de las partes y los terceros interesados a lo largo de la instrucción. De
tal suerte es que advierto que sin una clara postura del Ministerio Público Fiscal cuya
argumentación contemple las exigencias que le demanda el art. 69 del CPPN, difícil es la tarea
del Tribunal cuando le toca resolver una cuestión de la naturaleza que aquí se debate, teniendo
que responder a un posicionamiento inmotivado de parte de quien no sólo ejerce la acción
penal, sino que actúa como custodio de la legalidad.
En síntesis, a partir de los fundamentos expuestos en el presente considerando
advierto que los perfiles obtenidos a partir de las muestras homogéneas y alternativas para la
identificación de personas, resultarían de utilidad a tales efectos siempre que pueda afirmarse
su pertenencia con un grado de probabilidad aceptable en miras a una reconstrucción familiar.
El uso de las muestras en las actuales condiciones implicaría un riesgo
concreto, esto es, un riesgo de cotejar la información genética de personas distintas a Felipe y
Marcela Noble Herrera con fines identificatorios cuando lo que realmente interesa en autos es
determinar si estos y no otros guardan nexo biológico con el Archivo Nacional de Datos
Genéticos.
Así, atendiendo a que el concepto “identidad” en términos jurídicos, amén de
de presentar un plano análisis objetivo, entendido como la identidad biológica o genética,
ostenta también un aspecto subjetivo relacionado con la tutela del interés de cada sujeto a
preservar ciertos caracteres que conforman su personalidad e individualidad, y sin que ello
implique desconocer el interés público que trasciende la esfera individual en este tópico,
considero inadecuado avanzar en un estudio pericial genético con fines identificatorios ante la
ausencia de material idóneo al efecto.

39
IV. La extracción compulsiva de material biológico a la luz del
artículo 218 bis del código ritual (según ley 26.549) y los precedentes jurisprudenciales
del Máximo Tribunal.
Descartada entonces la utilización de los perfiles genéticos obtenidos en autos
para su cotejo pericial con fines identificatorios, corresponde ahora evaluar la procedencia de
la medida probatoria propuesta por la querella Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, es
decir, “…la extracción de mínimas muestras de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras
biológicas de Marcela y Felipe Noble Herrera…” en los términos del artículo 218 bis del
CPPN.
Ya he esbozado en autos las razones en virtud de las cuales entiendo que en la
actualidad la reedición de medidas tales como allanamientos, requisas personales y registros
domiciliarios carece de la eficacia requerida en el cuarto párrafo del artículo 218 bis del CPPN
por remisión expresa de lo establecido en el párrafo quinto “in fine” de la misma norma.
Principalmente, las experiencias obtenidas en el marco de las “medidas alternativas”
implementadas con fechas 30/12/09 y 28/05/10 y el extenso trámite de estos actuados,
demuestra que, a la fecha, no es posible obtener mediante esas diligencias el grado de certeza
con el resultado requerido por imperio legal.
A mayor recaudo, cabe remitir a las consideraciones vertidas en el auto del
28/09/10, reproduciendo aquí sucintamente lo siguiente: “…las circunstancias acaecidas a las
que en extenso previamente me referí siembran serias dudas en torno a la viabilidad actual de
medidas de esa naturaleza que, en el caso concreto y en el escenario presente, resulten
eficaces a los fines perseguidos, por lo que de momento descarto su eventual reedición. En
efecto, un nuevo intento por vía alternativa resultaría a todas luces infructuoso en las actuales
condiciones, puesto que las posibles diligencias que en tal sentido podrían disponerse carecen
de la espontaneidad y sorpresa necesarias como para evitar la reiteración de los resultados
obtenidos de las muestras secuestradas el pasado 28 de mayo. Claro está que no hay
probabilidad alguna de sostener, en las actuales condiciones, la existencia del “factor
sorpresa” de carácter primordial para la eficacia de ese tipo de diligencias de requisa
personal y registro domiciliario. Ello, sumado a los medios y recursos con que cuentan
quienes habrían de ser sujetos pasivos de las mismas para repeler la actividad operacional
que en el marco de dichas diligencias se necesita implementar para su eficaz ejecución
impone descartar, de momento, una nueva producción de medidas alternativas pues las
mismas carecerían de idoneidad a los fines propuestos, esto es, la obtención del ADN de
Marcela y Felipe Noble Herrera. Máxime cuando ello sea susceptible de generar la
alegación de un nuevo e indeseado efecto revictimizante en el ánimo de las presuntas
víctimas, sin que se tenga por las razones expuestas ni un mínimo atisbo de seguridad en
punto a su utilidad probatoria (…) Muestra de las notas de previsibilidad existentes a esta
altura es que, quienes serían sujetos pasivos se encuentran en perfecto conocimiento de las
características de las diligencias que podrían llegar a articularse a su respecto para la

40
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

obtención de las muestras de ADN que voluntariamente, está claro, no es su deseo aportar. En
efecto, si los nombrados no han tomado conocimiento a través de la difusión mediática que
las diligencias en tal sentido solicitadas por la Fiscalía han tenido, sí lo han hecho por el
acceso que seguramente a través de una de las partes imputadas les fue facilitado respecto del
contenido de aquella presentación y sus consecuentes, muestra de lo que resultan las
manifestaciones que espontáneamente hicieron en responde al pedido de la fiscalía, primero,
y a la presentación de una de las querellas, después (…) si en el contexto vigente al 28 de
mayo pasado, pese a los recaudos adoptados por el Tribunal, no fue posible llevar a cabo las
diligencias de requisa personal y registro domiciliario con la inmediatez que la eficacia de los
fines propuestos en ellas demanda, mucho menos se podría esperar en el escenario actual. Lo
contrario importaría pecar de extrema ingenuidad.”
Circunstanciado entonces el contexto en que debo pronunciarme sobre la
procedencia en el caso de la medida de prueba solicitada por la querella Asociación Civil
Abuelas de Plaza de Mayo, consistente en la extracción de sangre, saliva, cabello, piel u otros
elementos similares, con o sin el consentimiento de los sujetos pasivos, analizaré a
USO OFICIAL

continuación si concurren en el “sub lite” los presupuestos legales dentro del marco
constitucional y convencional vigente.

IV. 1.- Análisis del artículo 218 bis del código ritual.
El 27/11/09 se publicó en el Boletín Oficial la sanción del artículo 218 bis del
ritual, al cual me referí en este expediente en el auto del pasado 28 de mayo en relación a la
adopción de las medidas alternativas finalmente dispuestas de requisa personal y registro
domiciliario. Transcribí en dicha ocasión opiniones doctrinarias, donde se vertían comentarios
interpretativos sobre esta disposición legal, tales como: “el artículo 218 bis, CPPN, en
definitiva, reglamentó expresamente una práctica que los jueces ya realizaban. El modo en
que la ley trata los principales intereses en juego nos parece razonable, y si bien puede ser
objeto de críticas de acuerdo con la importancia relativa que demos a los distintos derechos
en juego, es difícil imaginar una solución alternativa que regule esta controvertida cuestión
de un modo incontestablemente mejor”4 y “la circunstancia que la víctima decida rehusarse al
examen de ADN, no obliga al magistrado a tomar decisión alguna, sino que lo libera de esa
difícil tarea, al indicarle que su única opción es proceder de acuerdo al cuarto párrafo del
artículo 218 bis. Y esto lejos de ser una interpretación antojadiza, se funda también en el
trámite parlamentario de la ley 26.549”5.
Demás esta decir que en la génesis de esta norma se tuvieron en cuenta a modo
de antecedentes numerosos precedentes jurisprudenciales en los cuales se fueron delineando
pautas directrices en la temática en procura de conciliar en forma armónica los intereses en

4
FILIPPINI, Leonardo – TCHRIAN, Karina: “ADN: el nuevo art. 218, CPPN”, Revista de
Derecho Pernal y Procesal Penal, Abeledo Perrot, Buenos Aires, Mayo 2010, p. 842/847.
5
BONGIOVANNI SERVERA, José G.: “La extracción compulsiva de ADN del cuerpo de la
víctima y el derecho de defensa del acusado”, La Ley 08/04/2010, p. 1.

41
juego de forma tal de asegurar la vigencia de todos los derechos según una reglamentación
razonable de sus alcances.
De seguido, toda vez que conforme pacífica y arraigada doctrina judicial en la
tarea hermenéutica ha de priorizarse el sentido literal del texto legal, analizaré a continuación
la redacción final del mismo.
En lo atinente al procedimiento a seguir cuando el eventual sujeto pasivo de la
diligencia resulte ser la presunta víctima del hecho investigado, resulta pertinente efectuar las
siguientes apreciaciones:
* En el quinto párrafo el artículo en cuestión se establece que “...cuando en un
delito de acción pública se deba obtener ácido desoxirribonucleico (ADN) de la presunta
víctima del delito, la medida ordenada se practicará teniendo en cuenta tal condición, a fin
de evitar su revictimización y resguardar los derechos específicos que tiene. A tal efecto, si la
víctima se opusiera a la realización de las medidas indicadas en el segundo párrafo, el juez
procederá del modo indicado en el cuarto párrafo”
* A su vez, los párrafos primero y segundo del dispositivo legal establecen —
respectivamente y en su parte pertinente— que: “El juez podrá ordenar la obtención de ácido
desoxirribonucleico (ADN), del imputado o de otra persona, cuando ello fuere necesario
para su identificación o para la constatación de circunstancias de importancia para la
investigación…”; y que “Para tales fines, serán admisibles mínimas extracciones de sangre,
saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas, a efectuarse según las reglas del saber
médico, cuando no fuere de temer perjuicio alguno para la integridad física de la persona
sobre la que deba efectuarse la medida, según la experiencia común y la opinión del experto a
cargo de la intervención.
* Singular importancia reviste el cuarto párrafo del artículo en cuestión en
cuanto indica que “Si el juez lo estimare conveniente, y siempre que sea posible alcanzar
igual certeza con el resultado de la medida, podrá ordenar la obtención de ácido
desoxirribonucleico (ADN) por medios distintos a la inspección corporal, como el secuestro
de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo, para lo cual podrán ordenarse
medidas como el registro domiciliario o la requisa personal”.
* Finalmente, el párrafo sexto consigna que “En ningún caso regirán las
prohibiciones del artículo 242 y la facultad de abstención del artículo 243” (6° párrafo).
En otras palabras, el juez instructor procederá solo en la forma descrita en el
cuarto párrafo —es decir, dispondrá medios distintos a la inspección corporal— cuando en el
caso concreto resulte conveniente y sea posible alcanzar igual certeza con el resultado a través
del secuestro de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo, instrumentado en
la forma de registros domiciliarios y/o requisas personales, tal como de modo enunciativo
establece la norma. A “contrario sensu”, surge de interpretación literal de la ley que de no
darse los supuestos de conveniencia y posibilidad de alcanzar igual certeza con el resultado de

42
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

la medida en miras a la obtención de material biológico de la presunta víctima, resultan


admisibles mínimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas.
A mi juicio, en la solución legislativa han primado los principios de
razonabilidad, proporcionalidad y menor ofensividad, pues se ha previsto una proyección
gradual y progresiva de las diligencias judiciales, dotando al órgano jurisdiccional de
herramientas eficaces para que la oposición de la presunta víctima a la inspección corporal no
se erija en un derecho absoluto (cfme. artículos 1, 28, 33 C.N.) armonizando los intereses en
conflicto.
En este punto, no ignoro que la defensa técnica de la justiciable Ernestina
Herrera de Noble y las presuntas víctimas con su asistencia letrada, interpretan que el texto del
recientemente incorporado artículo 218 bis del CPPN no prevé ni avala tal procedimiento.
Sin embargo, esta interpretación no encuentra asidero en una hermenéutica
literal, y como veremos, tampoco en la interpretación auténtica del dispositivo legal, lo cual se
evidencia con tan solo repasar los debates parlamentarios. En efecto, en la Cámara de
Diputados, puntualmente se dijo que: “…queda claro que la inclusión en el Código Procesal
USO OFICIAL

Penal de la Nación de la herramienta que se propone no sólo es posible sino que es debida en
pos de la averiguación de la verdad a través de una práctica que sea lo menos lesiva posible y
no afecte el pudor de las personas. Ya se trate de imputados o de presuntas víctimas, el
Estado puede avanzar incluso en forma compulsiva sobre los derechos de sus habitantes, que
por cierto no son absolutos. La regulación del allanamiento y del secuestro de
correspondencia y papeles privados son ejemplos de cuanto acabo de referir”6;
“Transcurridos todos estos años y aun pudiendo exhibir el éxito obtenido en la resolución de
una gran cantidad de casos, a partir de las herramientas existentes, es de lamentar que aún
quedan por hallar un número importante de niños y niñas, hoy adultos, que continúan
apropiados (…) En relación al proyecto de ley que estamos analizando… entendemos que la
extracción sin mediar consentimiento para la determinación del ADN se justifica sólo en los
casos en que se pretende esclarecer el delito de sustracción de menores perpetrado por el
terrorismo de Estado. Por estas razones no acompañamos el dictamen original presentado
por las comisiones (…) A nuestro entender, tales crímenes ingresan en la categoría de lesa
humanidad, lo que justifica que se requieran las medidas propuestas (…) Ante la existencia de
intereses contrapuestos en juego, pensamos que la búsqueda de la verdad en este particular
delito justifica la extracción de ADN sin consentimiento”7; “la intimidad, además de ser un
concepto jurídico, es una construcción subjetiva y no una entelequia. También debemos
pensar en que hay una intimidad que no fue, una intimidad perdida, una intimidad que
hubiera sido y no se le permitió ser (…) Hemos escuchado hablar mucho de revictimización.
Obviamente que hubo revictimización cuando los separaron de sus verdaderos padres y

6
Diputada por la provincia de Buenos Aires, Sra. César, H. Cámara de Diputados de la Nación,
Reunión 15°, 9° Sesión ordinaria, 4 de noviembre de 2009, Periodo 127°, O.D. Nro. 2113.
7
Diputado por la provincia de Santa Fe, Sr. Barrios, H. Cámara de Diputados de la Nación,
Reunión 15°, 9° Sesión ordinaria, 4 de noviembre de 2009, Periodo 127°, O.D. Nro. 2113.

43
falsearon su identidad. Seguramente que una situación de violencia ejercida sobre ellos para
obtener una muestra de sangre también es una revictimización; pero esto no es lo que dice el
proyecto. También es una revictimización tomar la proposición que afirma yo no quiero saber
quien soy, como si fuera una verdad absoluta. Esta claro que ahí hay una voluntad
absolutamente viciada (…) También es revictimizar ponerlos a decidir si están o no de
acuerdo para que avance un expediente que puede terminar con una condena, precisamente,
hacia esas personas que los criaron en la clandestinidad y la mentira. Entonces considero que
este proyecto es absolutamente equilibrado”8; “En oportunidad de haber preparado
proyectos similares, he conversado con algunas de las víctimas, quienes me expresaron que, a
pesar de haber tenido una discusión profunda sobre este tema, llegaron a la conclusión de
que esta herramienta les permitirá resolver una enorme contradicción y un enorme problema
de conciencia… lo que vamos a hacer con la futura norma es relevar a las víctima de
apropiación de tener que ser ellas las que tomen la decisión de que se averigüe la verdad
para que se diluciden los hechos y se haga justicia en la Argentina”9; “es correcto decir que
en función de la obtención de la verdad y del material genético se pueden propiciar medidas
tales como la requisa o el allanamiento. Pero desde mi punto de vista hay un obstáculo o valla
a ese accionar del Estado sobre la que éste Estado no puede avanzar. Me refiero a la
extracción compulsiva de sangre. Esta es mi interpretación, señor presidente, sabiendo que
hay otras diferentes pero absolutamente válidas (...) En este sentido, hago una propuesta a la
presidenta de la Comisión de Legislación Penal consistente en la supresión de una frase del
párrafo 4° del artículo que se propone, que dice: “…y siempre que sea posible alcanzar igual
certeza con el resultado de la medida…” (…) De aceptarse la modificación propuesta, estoy
dispuesto a acompañar el proyecto. En caso contrario, no me será posible hacerlo.10
Por su parte, en los recintos del Senado de la Nación, se expresó lo siguiente:
“Considero que el texto que estamos debatiendo hoy trata por todos los medios de que no se
vulneren garantías, de que no se violen los derechos del imputado, ni los de las víctimas. Para
tales fines, serán admisibles mínimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras
muestras biológicas a efectuarse según las reglas del saber médico…”11; “En cuanto al
agregado del artículo 218 bis, estoy de acuerdo con todo, menos respecto de un aspecto muy
importante… el damnificado sí puede ser obligado por un juez si se produce alguna de las
situaciones a las que también luego me referiré a la extracción de ADN (…) Dice que si la
víctima se opusiere a la realización de las medidas indicadas, el juez procederá del modo

8
Diputado por la provincia de Tierra del Fuego, Sr. Gorbacz, H. Cámara de Diputados de la
Nación, Reunión 15°, 9° Sesión ordinaria, 4 de noviembre de 2009, Periodo 127°, O.D. Nro.
2113.
9
Diputada por la provincia de Tucumán, Sra. Córdoba, H. Cámara de Diputados de la Nación,
Reunión 15° - 9° Sesión ordinaria, 4 de noviembre de 2009, Periodo 127°, O.D. Nro. 2113.
10
Diputado por la provincia de Buenos Aires, Sr. Peréz (A.), H. Cámara de Diputados de la
Nación, Reunión 15° - 9° Sesión ordinaria, 4 de noviembre de 2009, Periodo 127°, O.D. Nro.
2113.
11
Senador, Sr. Marín, Cámara de Senadores de la Nación, 17° Reunión, 13° Sesión Ordinaria, 18
de noviembre de 2009, O.D. 577/09.

44
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

indicado en el cuarto párrafo, que establece que si el juez lo estimare conveniente y siempre
que sea posible adquirir igual certeza con el resultado de la medida, podrá ordenar la
obtención de ADN. ¿Qué significa esto? …el juez tiene todo el derecho con esta norma a decir
que no lo estima conveniente o que no es posible alcanzar igual certeza. O sea que, como
decimos los abogados, en una interpretación a contrario sensu se diría que como no hay igual
certeza tengo o puedo ordenar la medida compulsiva”12; “creemos que la propuesta de
obtención de ADN es moderada, prudente y razonada, y que deja en manos del juez la
decisión final. El concepto “podrá” incorporado en la norma, indudablemente, marca toda
una línea y un espíritu determinado”.13
Los extractos recién reproducidos dan cuenta, que más allá de la posición de
cada legislador respecto del proyecto finalmente sancionado en ley, este instrumento legal ha
sido creado con la voluntad de uno de los poderes del Estado de avalar la obtención de
material biológico contenido en el cuerpo más allá de la voluntad de la víctima, es decir, con
o sin su consentimiento.
Para finalizar, debo mencionar también que el 1 de noviembre de 2010 la CIDH
USO OFICIAL

adoptó el Informe No. 160/10 por medio del cual aprobó el acuerdo de solución amistosa que
las partes habían suscrito el 11 de septiembre de 2009 en la petición 242-03, Inocencia Luca
de Pegoraro y otros, en cuyo ámbito, la Comisión destacó la promulgación por parte del
Estado Argentino de esta ley donde se establece el procedimiento para la obtención de
muestras de ADN. 14

IV. b) Examen de constitucionalidad de la extracción compulsiva de


sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas en el caso concreto a la luz de los
precedentes de la CSJN.
No ignoro que esta medida ha generado una ardua y prolongada controversia
jurídica sobre su constitucionalidad o no, sin que exista hasta el presente un criterio pacífico
en torno a la cuestión, máxime cuando se trata de presuntas víctimas adultas.
De una primera mirada del tema, a la luz de los últimos precedentes de la Corte
Suprema Justicia de la Nación —de “Vázquez Ferrá” (2003) hasta “Gualtieri Rugnone de
Prieto” (2009)— se desprende que la mayoría de los Ministros que integran aquél cuerpo
colegiado han asumido una postura reticente hacia la implementación de esta clase de
diligencias, inclinándose en cambio por la adopción de mecanismos alternativos —léase,
registros domiciliarios y requisas personales al efecto de secuestrar elementos de uso

12
Senador, Sr. Pérez Alsina, Cámara de Senadores de la Nación, 17° Reunión, 13° Sesión
Ordinaria, 18 de noviembre de 2009, O.D. 577/09.
13
Senador, Sr. Pichetto, Cámara de Senadores de la Nación, 17° Reunión, 13° Sesión Ordinaria,
18 de noviembre de 2009, O.D. 577/09.
14
ANEXO AL COMUNICADO DE PRENSA 109/10 SOBRE EL 140º PERIODO
ORDINARIO DE SESIONES DE LA CIDH. Puede consultarse en:
www.cidh.org/Comunicados/Spanish/2010/109a-10sp.htm

45
personal— siempre que éstos posean expectativas ciertas de cumplir con su finalidad,
posibilitando por ende la realización del estudio pericial genético.
Cabe entonces preguntarse qué sucede cuando los mentados mecanismos
alternativos para la obtención de ADN de una persona se presentan ciertamente inadecuados e
insuficientes para la consecución de los fines perseguidos, manteniéndose incólume en cabeza
del juez instructor los deberes impuestos en el artículo 193 del rito respecto la investigación de
un delito vinculado a crímenes de lesa humanidad, a cuya dilucidación se ha comprometido el
Estado Argentino en diversos instrumentos internacionales.
Amén, tal como fuera desarrollado en el punto a) de este considerando, debe
tenerse especialmente en cuenta la entrada en vigencia del artículo 218 bis del rito, cuya
interpretación literal y auténtica permite afirmar sin dudas que el legislador ha incluido esta
herramienta dentro del elenco de alternativas previstas en la norma antes citada.
Ahora bien, a fin de ilustrar sobre la extensión de este debate doctrinario y
jurisprudencial en el tiempo, basta señalar que éste se ha prolongado durante las últimas
décadas, sin solución de continuidad. Esta aseveración, no implica negar la producción de
avances en la materia, pues se han establecido valiosas pautas orientadoras del quehacer
judicial. Justamente, en función de la interpretación de la doctrina judicial emanada del
Máximo Tribunal, apliqué en el auto del 28/05/10 tales principios a fin de armonizar y
ponderar razonablemente los intereses y derechos de la pluralidad de víctimas y el “ius
puniendi” estatal.
Así, por ejemplo, dije en aquella resolución que: “no se intenta ponderar ni
practicar un cálculo aritmético de beneficios y perjuicios, sino que debe ser puesto en
balance, teniendo presente los intereses de terceros, la indiscutible legitimación activa de los
familiares en punto a investigar la realidad biológica y el verdadero interés subjetivo
familiar”; “…en el precedente Gualtieri Rugnone de Prieto, emanado de la Corte Suprema,
donde se discutió la legalidad de un registro domiciliario, el tribunal cimero se ocupó no sólo
de evaluar los presupuestos para llevar adelante una medida como la que se propiciará, sino
también de describir el contexto distintivo de este tipo de delitos. Puntualmente, hizo hincapié
en: 1) las obligaciones internacionales asumidas por el Estado en punto a investigar los
delitos vinculados con crímenes de lesa humanidad, 2) que en la especie no sólo aparecían
como víctimas los hijos cuya identidad se cuestiona, sino también, la familia biológica de las
personas desaparecidas y 3) que los intereses en pugna no eran otros que, por un lado, el
derecho de los presuntos hijos de desaparecidos de ser oídos por un tribunal competente e
imparcial, el de preservar, cuestionar o esclarecer su identidad, el de integridad física, el de
intimidad, el de propiedad, el de disponer del propio cuerpo y del patrimonio genético; y por
el otro, los de quienes serían la familia biológica, que pretenden conocer la verdad de los
hechos para determinar si, efectivamente, quien se opone a la realización de la prueba de
histocompatibilidad es su nieto —o sobrino— biológico y, paralelamente, avanzar además, en
la medida de lo posible, en la investigación sobre la desaparición forzada de la misma

46
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

(considerandos 7°, 9° y 10° del voto de la mayoría). Por su parte, en el voto de mención
claramente se señala que una medida de coerción en estos casos (verbigracia: un registro
domiciliario) es una diligencia razonable puesto que no ocasiona la afectación de derechos
fundamentales, tales como la vida, la salud, la integridad corporal o la intimidad. Las
muestras son tomadas sin invadir el cuerpo de la persona, sin contar siquiera con su
participación activa (es decir, con su colaboración voluntaria) y su utilización tiene por fin la
tutela del interés público que reclama la determinación de la verdad en el juicio
(considerandos 15º y 16º)”.
También me preocupé de distinguir el objeto de la resolución recién citada con
los que fueran materia de estudio por la C.S.J.N. in re “Müller”15, “Vázquez Ferrá”16 y
“Gualtieri Rugnone de Prieto 1”17, por cuanto no se dispuso en el auto de mención ninguna
extracción compulsiva de sangre u otro material biológico. De esta forma, entendí que
concurrían en el caso concreto los requisitos establecidos por la C.S.J.N. en el precedente
“Gualtieri Rugnone de Prieto 2”18; es decir: a) existían indicios suficientes que avalaban la
producción de la medida; b) la diligencia guardaba inmediata vinculación con el objeto
USO OFICIAL

procesal de la causa; c) resultaba propia del proceso de investigación penal; d) aparecía como
idónea para alcanzar la verdad material de los hechos investigados; y e) no involucraba acción
alguna de las presuntas víctimas en tanto las muestras a utilizarse en el examen serían tomadas
a partir de una recolección de rastros que si bien pertenecen al cuerpo, al momento de la
incautación se hallarían desprendidos de él.
Paralelamente, y siempre guiada por el principio de menor ofensividad, esgrimí
los motivos por los cuales entendí conforme a la línea jurisprudencial que he venido aplicando
en causas análogas, incluso con anterioridad al dictado del fallo “Gualtieri Rugnone de Prieto
2”, que no era adecuado en aquél entonces recurrir a la extracción compulsiva de sangre,
saliva u otros materiales biológicos.19
No obstante, descartada en las condiciones actuales la implementación de
nuevas medidas alternativas por cuanto en el estado actual de la pesquisa carecen de eficacia
para la obtención de ADN perteneciente en forma fehaciente a Marcela y Felipe Noble Herrera
—extremo sobre el que volveré más adelante— resulta necesario efectuar una lectura más
profunda de la jurisprudencia de la C.S.J.N. sobre la constitucionalidad o no de la extracción
compulsiva de sangre, saliva, piel u otros materiales biológicos.

15
CSJN Fallos 313:1113, La Ley 1991-B, 473.
16
CSJN Fallos 326:3758, La Ley 2003-F, 970.
17
CSJN “Gualtieri Rugnone de Prieto, Emma Elidia y otros s/ sustracción de menores de 10
años”, causa n° 46/85, S.C. G. 1015; L. XXXVIII, rta. 11/08/2009.
18
CSJN “Gualtieri Rugnone de Prieto, Emma Elidia y otros s/ sustracción de menores de 10
años”, S.C. G. 291, L. XLIII, rta. 11/08/2009.
19
En este sentido, ver: “Ricchiuti, Jose Luis y Hermann, Elida Renee”, causa N° 8552/07,
resolución del 16 de diciembre de 2008, punto 4; y “Torres Molina, Ramón Horacio s/ denuncia”,
causa N° 2937/09, resolución del 14 de septiembre de 2009, ambas del registro del este Juzgado
Federal en lo Criminal y Correccional Nro. 1 de San isidro.

47
Al emprender esta tarea ha de tenerse bien en cuenta que los derechos no son
absolutos (art. 28 C.N.) y mal podría entonces el intérprete ante un conflicto de normas de
igual jerarquía reconocer “in totum” una de ellas, en desmedro de la otra, privándola de toda
vigencia o aplicación al caso concreto. Justamente, por ello, es que la doctrina judicial ha sido
cautelosa y prudente a la hora de ponderar estos intereses, avanzando progresivamente en
búsqueda de una síntesis o solución justa que considere con amplitud y equilibrio las distintas
aristas que indudablemente presenta una medida de coerción respecto de la víctima en delitos
de esta índole.
Siguiendo un orden cronológico, resulta conveniente a los fines expositivos
abordar en primer término los votos de los Ministros de la C.S.J.N. en “Gualtieri Rugnone de
Prieto 1”, para luego referirme a anteriores precedentes, y en especial al caso “Vázquez Ferrá”,
al que expresamente se remitieron los Dres. Fayt, Petracchi, Argibay y Maqueda en el primero
de los pronunciamientos objeto de mención.
En aquel importante decisorio los jueces Zaffaroni y Lorenzetti dijeron que “la
pretensión punitiva del Estado —el llamado jus puniendi— no puede habilitar una coacción
que lesione a ninguna víctima en forma grave y contra su voluntad invocando un nebuloso y
abstracto interés social” (considerando 11) y que “…no es jurídicamente relevante plantear
un conflicto de derechos, invocando el de la presunta víctima secuestrada a preservar su
integridad física, porque es insignificante, tanto la extracción como la cantidad de torrente
sanguíneo a extraer. En cambio, no cabe duda alguna que sería prudente que el Estado
evitase el penoso espectáculo del ejercicio de coerción física sobre una persona adulta para
hacerle sufrir una lesión subcutánea que, en verdad, y cualesquiera sean los antecedentes de
la legislación comparada, no se haya previsto en la ley. Además resulta de dudosa
constitucionalidad en nuestro derecho positivo vigente, no sólo cuando se trata de testigos
muy particulares, como son las presuntas víctimas o sujetos pasivos del delito que se
investiga. Una decisión semejante se proyectaría en forma negativa sobre la consideración
pública de la justicia penal. De cualquier manera, esto puede obviarse, pues técnicamente
existen en la actualidad medios que permiten recoger muestras sin invadir físicamente a la
persona, de los que el Tribunal puede y debe echar mano antes de llegar al extremo de la
coerción física” (considerando 14).20
En función de lo expresado por los Sres. Ministros, cabe mencionar
nuevamente que el procedimiento en cuestión se encuentra ahora previsto en la ley, sin dejar
de anticipar además que en mi opinión dicha herramienta, empleada como “ultima ratio” es
absolutamente constitucional. Por otro lado, los antecedentes de derecho comparado, y
principalmente aquél citado por el Procurador General de la Nación —el parágrafo 81 c de la
Ordenanza Procesal Penal Alemana— ostenta importancia si se tiene en cuenta, por ejemplo,
que nuestro Código Penal reconoce como antecedente inmediato al Código Penal de Baviera
de Feuerbach, y que la ciencia jurídico penal argentina se ha inspirado frecuentemente en la

20
La bastardilla me pertenece.

48
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

legislación y las opiniones dogmáticas provenientes de aquel país, cuya tradición jurídica en la
materia es innegable y altamente reconocida a nivel internacional.
También se señaló en el citado voto que “el incalificable crimen contra la
humanidad que en uno de sus pasos se investiga en esta causa es de naturaleza
pluriofensiva y, por ende, reconoce una pluralidad de sujetos pasivos, uno de los cuales es
la víctima secuestrada, pero otros son los deudos de las personas eliminadas y parientes
biológicos de la víctima sobreviviente. Su condición de sujetos pasivos es incuestionable en
el plano jurídico nacional e internacional, pero más aún lo es en el de la realidad del
mundo (…) el más elemental sentido ético implícito en el principio republicano de gobierno,
impone al Estado el reconocimiento de esta condición y la satisfacción de su reclamo”
(considerando 16).21
A partir del reconocimiento de la existencia de pluralidad de víctimas —
extremo que como bien se destaca resulta innegable— entiendo se deriva la obligación del
Estado de garantizar a cada uno de los damnificados el derecho a una respuesta judicial
efectiva dentro de un plazo razonable, lo cual, a su vez, encuentra vinculación directa con el
USO OFICIAL

análisis de la constitucionalidad y procedencia de la medida en trato por vía de la influencia


que tales circunstancias ejercen sobre la prudente ponderación que demanda la solución de una
controversia jurídica de esta naturaleza.
Particular mención merecen los considerandos 22 a 24, en cuyo marco se
introduce una alternativa o “hipótesis menos lesivas de los derechos de todas las víctimas”,
donde incluso se prevé la posibilidad de que a instancias del Tribunal la presunta “víctima
secuestrada” preste un consentimiento condicionado al momento de aportar el material
biológico con valor pericial, consistente en que la prueba se disponga “…al solo efecto de
satisfacer el derecho a la verdad de la presunta familia biológica, quedando vedado bajo
pena de nulidad cualquier pretensión de otro efecto o eficacia jurídica”.22
Tampoco puedo soslayar que allí se dijo que se trata de un “…ofrecimiento que
debería siempre formular el tribunal como otro modo de evitar coerciones degradantes”.
Si bien ya he expresado en el auto del 28/05/10 mi respetuoso disenso con tal
criterio, creo oportuno reiterar que a mi juicio proceder de tal forma implicaría consagrar la
disponibilidad de la acción penal a favor de una de las presuntas víctimas, en desmedro de los
derechos en cabeza de los restantes damnificados, quienes seguramente no verían satisfecha su
pretensión con el mero esclarecimiento de la verdad biológica. Entiendo que si bien la
solución podría propiciarse de “lege ferenda”, su implementación requiere de una reforma
legislativa, salvo que, claro está, en el mismo pronunciamiento jurisdiccional se declare la
inconstitucionalidad del plexo normativo que instituye en nuestro ordenamiento jurídico,
sustancial y procesal, el principio de oficialidad de la acción penal pública. Nótese, que en el

21
La bastardilla me pertenece.
22
La bastardilla me pertenece.

49
ámbito local e internacional, se ha reconocido mayor participación al particular ofendido por
el delito, más la gradual aceptación de su autonomía procesal a la hora de impulsar la acción
penal, no ha ido acompañada de la consagración normativa del principio dispositivo —propio
del proceso civil— en el proceso penal.
Por otra parte, no creo que sea posible dejar de lado, el interés público que
subyace a este proceso penal, máxime cuando se trata de la investigación de presuntos delitos
de singular gravedad (crímenes de lesa humanidad) de carácter continuo o permanente. En el
mismo voto, ambos ministros, luego de enfatizar en la naturaleza de estos crímenes cuya
“perversa originalidad” le quita cualquier analogía con todos los conocidos, señalaron que la
obtención de material genético, por vía directa o indirecta, constituye el único medio para
hacer cesar la comisión del delito que se sigue perpetrando contra el sujeto pasivo, quien
paradójicamente, al negarse a aportar dichos elementos aduciendo su derecho a no ser
nuevamente victimizado, sigue sufriendo una victimización (considerando 9° de su voto).
A mi modo de ver, esta triste paradoja, agravada por la nota de permanencia
que caracteriza a estos delitos, que de comprobarse la hipótesis delictual se habría extendido
por más de treinta años, abarcando un curso vital en el cual la persona ha definido múltiples y
decisivos rasgos de naturaleza existencial y afectiva, constituye una razón más —y sin que
ello implique un postura paternalista— para dar paso a la medida, toda vez, que en forma
reiterada Marcela y Felipe Noble Herrera han señalado su deseo de terminar con la
incertidumbre que pesa sobre su origen e identidad. En otras palabras, la realización del
estudio pericial con todas las garantías legales y asegurándoles la posibilidad de un adecuado
control —para lo cual se requiere ahora la obtención directa de material biológico
indubitado— no sólo garantizará el derecho de las otras víctimas sino que también les dará a
los nombrados la seguridad, tranquilidad y certidumbre que, conforme han manifestado en
diversas oportunidades, anhelan.
Por último, a modo de conclusión, Zaffaroni y Lorenzetti afirman que en virtud
del criterio de menor ofensividad, previo a la intervención física sobre la víctima, deben
agotarse las posibilidades de obtener el material genético por medios menos lesivos
(considerando 27); extremo que —junto a la reciente sanción del citado art. 218 bis—
demuestra cabalmente que el supuesto de hecho de dicho precedente no guarda analogía con el
caso de autos.
Por su parte, los Dres. Fayt, Petracchi y Argibay se remitieron en lo sustancial
al criterio asumido en el conocido precedente “Vázquez Ferra”, el cual como es sabido originó
una presentación de la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo —querellante en estos
actuados— ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en cuyo ámbito, como ya
dijera, se arribó a un acuerdo de solución amistosa de fecha 11 de septiembre de 2009 que
derivó finalmente en una modificación del CPPN (ver Decreto P.E.N. 1800/09 e informe
Comisión IDH 160/10).

50
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

En lo sustancial, en aquél precedente se dijo que: “El Estado por respeto a la


intimidad y la reserva de quien se siente atado por sentimientos de una estrecha comunidad
de vida, aparece dispuesto a tolerar que ese individuo le niegue su testimonio a la justicia, y a
no castigarlo si limpia la sangre u oculta el botín, producto del crimen de aquéllos frente a
quienes se siente obligado. En este contexto, es insostenible que ese mismo Estado esté
legitimado a violentar el cuerpo del ´encubridor´ en busca de prueba incriminante”.
En este punto, creo inevitable señalar que la relación afectiva que en
estos casos se invoca como fundamento del derecho a no colaborar con la persecución penal,
omite considerar que esa relación es precisamente la que se encuentra cuestionada, y que en
caso de comprobarse la hipótesis investigada, sería una consecuencia directa del ilícito. De
esta forma, pareciera que mal podría esgrimirse en estos supuestos el interés tuitivo familiar
que informa dicha prerrogativa, máxime cuando el sujeto pasivo de la medida interviene en
carácter de objeto de prueba. Téngase en cuenta que la prohibición de autoincriminación del
artículo 18 CN y sus derivaciones quedan desplazadas en aquellos casos donde ante el carácter
material de la evidencia que se procura obtener, no se requieren expresiones que provengan de
USO OFICIAL

la propia voluntad del sujeto involucrado. Considero entonces que la inacción ante la barrera
que pudiera esgrimirse nos introduciría en una encrucijada, dado que la negativa de la presunta
víctima por su derecho a no saber o ignorar la verdad de lo ocurrido entendido en sentido lato
—o los tiempos que le insuma reflexionar al respecto, conspirando contra la inmediatez que
demanda el estado actual de autos— y sin admitir discusión alguna (nótese que esa búsqueda
de verdad es un objetivo propio de la instrucción penal desde el art. 193 adjetivo), bien puede
derivar y ser construida a partir del afecto o relación impuesta como efecto del delito
investigado. De modo que casi circularmente el efecto del delito impediría su elucidación.
Cabe asumir también que el digesto ritual admite medidas de coerción para el
testigo reticente, a menos que le esté prohibido manifestarse; lo que no se da en el caso si
atendemos a la fundada sospecha de que la relación filial (adopción plena), que impediría a las
presuntas víctimas declarar contra su madre, podría haber sido construida ilegalmente, siendo
ello justamente lo que compone el objeto procesal de autos. De razonar en contrario
ingresaríamos en otra circularidad lógica sin escape. Por otro lado, ha de estarse también a lo
dispuesto en el párrafo sexto del artículo 218 bis del CPPN en tanto dispone que: “en ningún
caso regirán las prohibiciones del artículo 242 y la facultad de abstención del artículo 243”.
El Ministro Petracchi señaló además que “…a ello cabe agregar que, en el caso
concreto, el ´sacrificio´ que implica respetar los derechos de la víctima es relativo, pues tal
como lo afirmara la cámara, se trata de una medida de prueba meramente
´complementaria´, que podría colaborar con la confirmación de la imputación y con un más
amplio esclarecimiento del hecho, pero cuya prescindencia, en principio, no tendría por qué
conducir a que V. y F. resultaran absueltos” (considerandos 30 y 31 del voto de Petracchi).23

23
La bastardilla me pertenece.

51
En igual sintonía se pronunció Fayt, adhiriendo a la opinión de los jueces Petracchi y Moliné
O´ Connor.
Nuevamente aquí, como puede apreciarse, la plataforma fáctica y el estado de la
encuesta de aquél precedente24, no encuentra analogía con el caso de marras, pues como
expusiera, con acierto, el Dr. Mansur en el considerando 9° de la resolución del 30 de
septiembre de 2004, en autos, el estudio de histocompatibilidad, “…a diferencia del caso
Vázquez Ferrá (v. 356. XXXVI) donde la Corte Suprema de Justicia consideró decisivo el
carácter complementario de la prueba pericial para así atender a la voluntad de la víctima (v.
consid. 31 del voto de los Dres. Petracchi y Moline O´Connor, al que adhiriera el Dr. Fayt, el
consid. 11 del voto de los Dres. Belluscio y López, el consid. 13 del voto del Dr. Boggiano y el
consid. 26 del voto del Dr. Vázquez)… es la vía capaz de destrabar el estancamiento
definitivo del proceso, en tanto se la considera la vía más idónea para verificar o descartar
las sustracciones denunciadas y la única conducente para individualizar a sus autores y
encubridores. Prescindir de esta prueba cuando no se advierte que su propósito es susceptible
de alcanzar por otro medio con un menor grado de afectación, sería consagrar una carta de
indemnidad a los autores de estos crímenes…”25.
Retomando el análisis del caso “Gualtieri Rugnone de Prieto 1”, la Dra. Carmen
Argibay, en su voto, recordó que el trámite de la causa en que le tocaba pronunciarse venía
“precedido de un trámite judicial por demás prolongado e intrincado” y señaló que en
“Vázquez Ferrá” se fijó “...un estándar según el cual es constitucionalmente inválido obligar
a una persona mayor de edad y presunta víctima de los mismos delitos que aquí se juzgan a
someterse a la extracción de sangre, pues ello implica una invasión a la esfera de intimidad
del individuo (artículo 19 de la Constitucional Nacional), dentro de la cual se encuentran los
sentimientos hacia las personas a las que se debe especial gratitud y a las que no se desea
perjudicar” (considerando IV.2); sin embargo, agregó que “el conflicto en estudio debe
ponderarse en su total magnitud, esto es, teniendo en cuenta que se está exigiendo a la
presunta víctima del delito que revele un dato contenido en su cuerpo, soportando las
consecuencias, cualesquiera que estas fuesen (por ejemplo, incriminar a sus seres queridos)”
(considerando IV.3).
Al mismo tiempo, la Ministra de la Corte encuadró el derecho de una persona
adulta a oponerse a la extracción de sangre en la cláusula constitucional del artículo 18; es
decir, la Dra. Argibay entiende que la protección emana no del derecho a la “intimidad” (art.
19 C.N.) sino del concepto más amplio de “vida privada”.26 Esta distinción, no es menor, pues

24
En ese caso los imputados habían confesado la materialidad del delito, pues admitieron la
recepción de la menor de manos de terceros cuando ésta ya había sido separada de sus padres por
extraños.
25
La bastardilla me pertenece.
26
Cuya protección también se encuentra prevista por diversas normas de pactos internacionales
con rango constitucional. A saber: artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos;
artículo 11.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; artículo 17 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

52
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

a partir de ella, extrae la siguiente conclusión: “La decisión de encuadrar


constitucionalmente el derecho de Prieto a oponerse a la extracción compulsiva de sangre
dentro de la protección del artículo 18 de la Constitución Nacional tiene una importante
consecuencia que debe ser ponderada, pues dicha garantía admite que en ciertos supuestos
el Estado pueda interferir en distintos aspectos de la vida privada de una persona. Esta
posibilidad está dada por la necesaria intervención de un juez que deberá estimar si la
medida es razonable, es decir, si tan grave interferencia en los derechos individuales esta
justificada en orden a obtener los elementos de juicio imprescindibles para fallar el caso”
(considerando IV.4).27
De seguido, Argibay aclaró que por cuestiones formales se veía impedida de
evaluar los fundamentos expuestos por el Sr. Procurador General a favor de la realización de
la medida, pues tales motivos no habían sido invocados ante los jueces de la causa y tampoco
los magistrados de primera y segunda instancia los habían incluido como fundamentos de sus
decisiones.
A modo de conclusión parcial, en lo que respecta exclusivamente al caso de
USO OFICIAL

marras, debo destacar que la medida que se dispondrá es proyectada en tanto “ultima ratio”
atento la ineficacia en las condiciones actuales de las diligencias de obtención de muestras
biológicas con fines de identificación distintas a la inspección corporal, y por ende, no se trata
de una prueba meramente complementaria, sino de la única y principal medida de prueba,
cuyo rechazo implicaría casi con seguridad la imposibilidad de despejar los hechos que
integran el objeto procesal de la causa. En consecuencia, mal podría afirmarse sobre la base de
los votos antes citados que la realización de la medida en este escenario se corresponda con la
plataforma fáctica del citado precedente “Gualtieri Rugnone de Priero 1”.
A ello, debe sumarse la disidencia de la Dra. Highton de Nolasco y el Dr.
Maqueda, quienes asumieron una postura más receptiva en torno a la eventual procedencia de
este tipo de medidas, en consonancia con el dictamen del Procurador General de la Nación.
Así, la primera de los nombrados dijo que: “…se hace necesario encontrar un punto de
equilibrio, esto es, determinar de qué manera puede materializarse el derecho a la verdad sin
lesionar los derechos de persona alguna o bien, en su caso, a costa de una mínima lesión de
las garantías de quienes en la especie son víctimas involuntarias de los hechos. Que en este
sentido, no se observa que la medida en cuestión ocasione la afectación de derechos
fundamentales, tales como la vida, la salud o la integridad corporal, puesto que la
extracción de unos pocos centímetros cúbicos de sangre, realizada por medios ordinarios
adoptados por la ciencia médica, ocasiona apenas una perturbación ínfima en comparación
con los intereses superiores de resguardo a la libertad de los demás, de la defensa de la
sociedad y la persecución del crimen…” (considerandos 14 y 15).28 Adunó que “…la medida
cuestionada resulta adecuada a los fines indicados en la resolución apelada, puesto que

27
La bastardilla me pertenece.
28
La bastardilla me pertenece.

53
favorece de un modo decisivo a la obtención del resultado pretendido, por cuanto aparece
como el medio dotado de mayor idoneidad para arribar a la verdad material, habida cuenta
del elevadísimo grado de certeza que brinda” (considerando 18).
Por su parte, para Maqueda “en la actualidad se puede extraer ADN de casi
cualquier tejido humano (…) En el caso de las filiaciones, por lo general los estudios se
limitan a las muestras de sangre venosa o hisopados bucales obtenidos en el momento del
examen, y cualquiera de ellos no aparecen como realmente intrusivos en el ámbito de la
privacidad y de la integridad corporal en el mundo actual. El carácter rutinario y usual de
este tipo de procedimientos es un aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de descartar
las defensas formuladas por el recurrente. Por consiguiente, el criterio de valoración no
puede ser aquí medido por el patrón de una reacción personal subjetiva o por una relación
con la personalidad del individuo más sensible, sino por el sentimiento de la comunidad
basado en los patrones de decencia y equidad para delimitar el concepto de la conducta
aceptable en este tipo de casos…” (considerando 21).29
Por último, el magistrado citado en último término, puso énfasis en las
obligaciones internacionales asumidas por el Estado Argentino y “el fuerte interés del Estado
en representación de los intereses generales de la sociedad”, el que entiende se ve reforzado
cuando el objeto procesal aparece en principio relacionado con un delito de lesa humanidad
(considerando 39).
No quedan dudas que en la disidencia de Higthon y Maqueda no se admite o
sugiere la pérdida de legitimidad estatal en el ejercicio del “ius puniendi”, de modo que a
criterio de ambos subsiste en el conflicto el interés público sobre la base del cual se ha
construido tradicionalmente nuestro sistema judicial en materia penal. Al mismo tiempo,
también cabe destacar que se relativiza, mediante la cita de antecedentes del derecho
comparado y la exposición del carácter rutinario y cotidiano que revisten en la actualidad
prácticas médicas como la extracción sanguínea, la lesividad o el grado de ofensividad que
tendría tal diligencia.
Tal como lo anticipara, estimo que se advierte con claridad que la C.S.J.N.
hasta la fecha no ha fijado un criterio mayoritario que resulte de aplicación a todos los casos, y
puede afirmarse también que el Tribunal cimero no se ha pronunciado en ningún caso donde el
rechazo de la potestad juridiccional a la hora de disponer una medida de esta naturaleza —
ahora prevista en una disposición legal— se traduzca en el estancamiento definitivo del
proceso, atento la ineficacia o falta de idoneidad de las medidas que conforme la doctrina
judicial y legal antes reseñada se consideran alternativas.
A igual conclusión arriba Piñol Sala: “…del análisis de ambos fallos queda abierta la
posibilidad de que una mínima extracción de sangre también pueda realizarse contra la
voluntad de la víctima, en ciertos casos, como ultima ratio, aunque es claro que la mayoría de
los ministros requiere que se agoten previamente las vías alternativas menos lesivas de

29
La bastardilla me pertenece.

54
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

obtención de ADN en caso de oposición de la víctima. Sólo los ministros Petracchi y Fayt
estarían en contra de la medida de extracción de sangre compulsiva, Highton y Maqueda
están decididamente a favor, mientras que el resto de los miembros de la corte lo deja
supeditado a la razonabilidad en el caso concreto”; “…no existe duda alguna de que hay
consenso actual en la Corte en cuanto a la utilización de las muestras de ADN obtenidas para
realizar el examen genético a fin de satisfacer el derecho a la verdad de la familia biológica
sobre la identidad de la víctima, incluso contra la voluntad de ella y, con ello, queda resuelto
el conflicto de intereses a favor de la obligación del Estado de restituir la identidad a las
víctimas de desaparición forzada”.30
Por todo lo expuesto, he de concluir hasta aquí, que la extracción compulsiva
de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas, merced la comprobada ineficacia
de medidas alternativas de obtención de material biológico, en el marco de la investigación de
un delito vinculado con crímenes de lesa humanidad que afecta a plurales víctimas, resulta
perfectamente constitucional. En el caso de marras, la ineficacia o imposibilidad de “alcanzar
igual certeza con el resultado” no responde a un juicio abstracto o meramente discrecional del
USO OFICIAL

Tribunal sino que encuentra su fundamento en las constancias de la causa donde ya se ha


procurado el secuestro de objetos que porten la información genética de las presuntas víctimas
por vías indirectas, tales como requisas personales y registros domiciliarios. Finalmente, debo
señalar que la medida se concretará sólo cuando no fuere de temer perjuicio alguno para la
integridad física de la persona sobre la que deba efectuarse la medida, según la experiencia
común y la opinión del experto a cargo de la intervención; así, no se observa que esta
diligencia ocasione la afectación de derechos fundamentales, tales como la vida, la salud o la
integridad corporal, desde que la extracción del material biológica será instrumentada por
medios ordinarios adoptados por la ciencia médica, susceptibles de causar acaso una ínfima
perturbación en comparación con los intereses en juego.

IV. c) La extracción compulsiva de sangre, saliva, piel, cabello u otras


muestras biológicas. Fundamentos en el caso concreto.
Las valoraciones efectuadas en los puntos a) y b) de este considerando, indican
a las claras que a mi juicio el procedimiento previsto en el artículo 218 bis del CPPN, no sólo
es constitucional, sino que constituye una herramienta razonable, acorde al principio de
proporcionalidad, brindando una solución integradora de los distintos intereses en juego.
Efectivamente, no solo contempla el interés público que informa la potestad punitiva del
Estado sino que también garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva de la pluralidad de
víctimas.

30
PIÑOL SALA, Nuria K., “La obligación del Estado de restituir la identidad a las víctimas de desaparición
forzada”, en “Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación” Nro. 8 (Director Leonardo G.
Pitlevnik), Hammurabi, Buenos Aires, 2010, p. 312.

55
En esta dirección, no puede soslayarse que han transcurrido más de 25 años
desde el retorno democrático y 34 años desde la presunta comisión de los hechos aquí
investigados, los cuales se insertarían en el período histórico 1976-1983 donde tuvieron lugar
masivas violaciones a los Derechos Humanos, según lo han entendido numerosos tribunales
del país de diferentes instancias en forma unánime. La trascendencia institucional de casos
como el presente y su relación con pronunciamientos de organismos internacionales de
Derechos Humanos se evidencia —a modo de ejemplo— con tan solo observar el contenido
del acuerdo de solución amistosa aprobado mediante decreto PEN 1800/2009, que influyó
directamente en la sanción del plexo normativo constituido por las leyes 25.648, 25.649 y
25.650. En dicho instrumento, el Estado Argentino reconoció el derecho de las peticionantes
y se comprometió a “adoptar medidas hábiles, que puedan contribuir en la obtención de
justicia, en aquellos casos donde sea necesaria la identificación de personas mediante
métodos científicos que requieran la obtención de muestras para su realización”. Amén, es de
reiterar que “el 1 de noviembre de 2010 la CIDH adoptó el Informe No. 160/10 por medio del
cual aprobó el acuerdo de solución amistosa que las partes habían suscrito el 11 de
septiembre de 2009 en la petición 242-03, Inocencia Luca de Pegoraro y otros. En dicho
acuerdo el Estado reconoció los hechos expuestos en la petición, la cual se refiere a las
consecuencias de la sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 30 de
setiembre de 2003, que dejó sin efecto la resolución que ordenó realizar compulsivamente
una prueba pericial hemática sobre la presunta nieta de las víctimas y que cerró las
posibilidades de investigación de los delitos por la desaparición de Susana Pegoraro y Raúl
Santiago Bauer. La Comisión destaca que en el marco del procedimiento de solución
amistosa, el Estado promulgó una serie de leyes que establecen el procedimiento para la
obtención de muestras de ADN, modernizan el marco normativo que regula el
funcionamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y garantizan la participación
judicial de las víctimas en las investigaciones y juzgamiento por la apropiación de niños
durante la dictadura militar; se creó una Unidad de Regularización documental para
víctimas de violaciones de Derechos Humanos; y se instaló un grupo de asistencia judicial”.31
Tal informe en tanto proviene del organismo internacional que constituye el paso previo
necesario para el análisis de un caso por la Corte Interamericana de Derecho Humanos, reviste
interés a la luz de lo resuelto por la CSJN in re “Esposito, Miguel Ángel” (2003), en cuanto se
sostuvo allí que una decisión de la Corte IDH “…resulta de cumplimiento obligatorio para el
Estado Argentino (art. 68.1, CADH), por lo cual también esta Corte, en principio, debe
subordinar el contenido de sus decisiones a las de dicho tribunal internacional”
(considerando 6º).

31
ANEXO AL COMUNICADO DE PRENSA 109/10 SOBRE EL 140º PERIODO
ORDINARIO DE SESIONES DE LA CIDH. Puede consultarse en:
www.cidh.org/Comunicados/Spanish/2010/109a-10sp.htm

56
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

En el mismo orden de ideas debe apreciarse a nivel local la constitución de una


Comisión Inter-poderes, con representantes de los poderes públicos del Estado, el Ministerio
Público Fiscal y el Consejo de la Magistratura, con el objeto de resolver conjuntamente las
dificultades que provocan demoras en la sustanciación de causas vinculadas a delitos de lesa
humanidad cometidos durante la período histórico 1976-1983 (ver acordada de la CSJN Nro.
42/08), como así también, que en el marco de estos actuados, una de las querellas ha
efectuado ante la Comisión IDH una petición en los términos del artículo 41 inciso d) de la
CADH a fin de que se efectúe un seguimiento de este expediente.
Por lo tanto, indudablemente concierne al Estado argentino —y a sus jueces,
como parte integrante de uno de los poderes del Estado— la obligación de investigar
exhaustivamente toda situación en la que verosímilmente pueda sospecharse que se han
violado derechos fundamentales de los ciudadanos, y en su caso, hacer cesar sus efectos,
poniendo fin a eventuales conductas punibles de carácter permanente; siendo por otra parte,
que dicho deber subsiste mientras se mantenga la incertidumbre acerca de la suerte final de las
personas desaparecidas, y aún cuando existieran circunstancias —incluso legítimas— del
USO OFICIAL

orden jurídico interno que no permitan llevar a cabo las investigaciones relacionadas con esta
temática y aplicar consecuentemente las sanciones que correspondan a quienes resulten sus
responsables.

Ha de señalarse que la Convención Interamericana Sobre Desaparición Forzada


de Personas, con jerarquía constitucional (Leyes 24.556 y 24.820, Art.75, Inc. 22 de la
Constitución Nacional), incentiva e impone la búsqueda, localización e identificación de
menores víctimas. Por otro lado, en relación a la víctimas de desaparición forzada la CIDH en
el caso “Velásquez Rodríguez vs. Honduras”, sentencia del 29 de junio de 1988, en el
parágrafo 181, sostuvo que “el derecho de los familiares de la víctima a conocer cuál fue el
destino de ésta y, en su caso, donde se encuentran sus restos, representa una justa expectativa
que el Estado debe satisfacer con los medios a su alcance”, afirmación que, sin mucho
esfuerzo interpretativo, puede trasladarse a la suerte que corrieron los hijos de aquellas
personas desaparecidas como consecuencia directa de tales delitos.
Sostiene Barcesat32 que “…cuando comenzó la búsqueda de la verdad, las
víctimas eran niños, ahora son mayores; mañana serán abuelos. La “paz familiar” no estará
satisfecha hasta que el sistema no dé adecuada solución a los familiares de desaparecidos
para que, al menos, puedan conocer esa verdad histórica, más allá del reproche penal a los
autores de tales delitos…”.-

En estos procesos se presentan conflictos normativos de naturaleza


constitucional, cobrando vigor e importancia en la tarea hermenéutica los principios de
proporcionalidad y razonabilidad, los que constituyen una guía para la decisión jurisdiccional.

32
BARCESAT, Eduardo S. “El problema de la verdad en el proceso judiciario”, LL 2003-D-
1331.-

57
Ello, frente al compromiso que trae aparejado la producción del estudio pericial que se
presenta como ineludible y absolutamente necesario, y para el cual resulta también
imprescindible contar con material genético apto e idóneo. Este Tribunal reconoce el derecho
legítimo de los familiares de las madres y/o los padres desaparecidos de aquellos niños
nacidos en cautiverio, en tanto familiares biológicos, en la búsqueda de recomponer los lazos
de parentesco que se vieron una y otra vez corrompidos, así como su derecho a conocer la
verdad sobre su hijo, nieto, hermano o sobrino.

Oportuno resulta citar lo sostenido por la Cámara Nacional de Casación Penal


33
en el precedente “Simón” , en cuanto a que “…existe expreso reconocimiento sobre la
inalienabilidad del derecho a la verdad, así como el derecho a conocer la identidad de los
niños nacidos en cautiverio, y la consecuente obligación del Estado argentino de investigar y
castigar a los responsables…”. Asimismo, el mismo Tribunal ha reconocido el derecho de la
sociedad a conocer la verdad sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas con
anterioridad al restablecimiento del orden institucional, y en particular el mentado derecho de
los familiares de las víctimas a conocer lo que aconteció con sus seres cercanos, como
presupuesto para la reconstrucción de sus vínculos familiares y, con ello, su identidad. 34
Resulta primordial entonces confirmar si la búsqueda que vienen acarreando
por décadas ha llegado a su fin, cuestión que amerita una pronta decisión; cobrando
preeminencia entonces, a la luz del enorme tiempo transcurrido desde cometidos los hechos,
aquellos derechos fundamentales.

Expuesto lo anterior, me ocuparé de analizar la procedencia en concreto de la


medida a partir de la concurrencia de los presupuestos legales (requisitos) previstos en el
artículo 218 bis del CPPN. Me refiero a su necesidad, razonabilidad y proporcionalidad.
A todo evento, y más allá que el artículo 218 bis no exige el requisito de grave
sospecha35 contemplado expresamente para la inspección corporal prevista en el artículo
inmediato anterior, entiendo que dicho presupuesto se encuentra presente en autos.
En efecto la hipótesis delimitada por la Sra. Agente Fiscal, sostenida
conjuntamente con las querellas, reconoce sustento en distintas constancias probatorias que le
otorgan entidad suficiente como para disponer la diligencia en cuestión, correspondiendo
mencionar, entre otras, las irregularidades advertidas en los trámites de guarda y adopción de
quienes fueron identificados como Marcela y Felipe Noble Herrera; siendo por demás

33
C. Nac. de Casación Penal, Sala I, Causa “Simón Julio Héctor S/ recurso de Casación”, rta. el
9/9/1991.-
34
En tal sentido, C. Nac. de Casación Penal, Sala I, causa Nro.30580 “Acosta”, Reg. 747, Causa
30514, “Masera” Reg. 742, entre otras.-
35
Al respecto se ha dicho que “la mera extracción de una muestra de sangre es considerada tan inofensiva, si
se la lleva a cabo por un médico, que según la doctrina y la praxis alemana, puede ser ordenada ya con que exista
la sospecha inicial que basta para la apertura de un sumario…” (Del dictamen del Procurador General de
la Nación en el precedente “Gualtieri Rugnone de Prieto 1”).

58
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

ilustrativo en tal sentido, el pronunciamiento dictado por el Superior con fecha 30 de


septiembre de 2004 (fojas 3782/3838).
Por cierto, recuérdese que en tal ocasión el Dr. Mansur expuso que no procede
abordar ningún conflicto de filiación ni atender siquiera cuestionamiento alguno de
emplazamiento familiar, hasta tanto se establezca que los progenitores de Marcela y Felipe son
personas desaparecidas por la dictadura militar (art. 146 del CP); único motivo por el cual se
mantiene viva la acción penal en este proceso, ya que la investigación de las referidas
falsedades documentales, sólo encuentra su justificación por la necesidad de establecer las
circunstancias en que se habría alterado la identidad de los dos menores para facilitar su
ocultación (arts. 139 inc. 2°, 292 y 293 del CP).
En tal contexto, se refirió además a la “aún no desmentida mención de Héctor
M. Timerman”, relativa al comentario que le habría efectuado su padre en el sentido de que en
aquellos años —1976 o 1977—, “encontrándose Herrera de Noble deprimida y resultando
necesario garantizar la herencia de la nombrada, Frigerio tomó a su cargo la decisión de
buscar descendencia y…, conseguir dos chicos que no se pueda rastrear su paradero; esto es
USO OFICIAL

no ubicables” (ver fojas 3795 vuelta).


Al respecto, no puede soslayarse el reciente testimonio de Reinaldo Gabriel
Bandini, en el cual éste se refiere también a aquellos extremos volcados precedentemente, los
que se vinculan estrictamente con la delimitación del objeto procesal de la pesquisa y con el
estado de sospecha vigente a la fecha.
Pues bien, al comparecer el pasado 30 de noviembre por ante estos estrados el
nombrado, pese a manifestar que “nunca dejé de ser un soldado de Clarín” (fojas 8138
vuelta) y que “sabía y sabe que no la voy a traicionar” —en referencia a Ernestina Herrera de
Noble— (fojas 8139), expuso que “antes de retirarme se planteó una situación muy grave, y
es que si fallecía la señora antes que terminara el juicio —en referencia al juicio sucesorio de
Roberto Noble— quién se quedaba con el diario. Ahí nació la idea, la necesidad, de que la
señora tuviera dos nietos. Entonces, nace el proyecto de scrito stablishment” (fojas 8139,
siendo que a fojas siguiente aclaró el testigo que quiso referirse a hijos, no a nietos). En cuanto
a esa “idea”, manifestó que “…se la dieron los dos grandes asesores que tuvo en el juicio,
siendo Rogelio Frigerio padre y Bernardo Sofovich; eran los que manejaban el tema del
juicio, pero además estaban entrando en el diario. Tiene que haber sido por ese lado. Ellos
buscaban la seguridad en la continuidad del diario. Más que asesorar, manejaban la defensa.
La influencia de Frigerio en Clarín, lo lleva a poner gente de él. Todo ello lo sé porque viví el
acontecimiento. Tengo la idea de que cuando ella me dio la noticia que había adoptado 2
chicos, una nena hermosa rubia y un negrito, algo así, por lo que estamos cubiertos contra
cualquier evento que me aleje a mí, si yo me muero. Ella confiaba mucho en mí, la directora
me trasladaba verbalmente estas cosas” (fojas 8141 vuelta/8142).
De igual manera, preguntado que fue en el marco de la audiencia para que diga
todo cuanto sepa del origen biológico de Marcela y Felipe Noble Herrera, dijo sustancialmente

59
que “ni se me ocurrió preguntarle. Era muy perentoria la cosa; me refiero al juicio. Al ser
viuda, tenía que tener herederos… Urgía normalizar la situación del diario y asegurar su
continuidad…” (fojas 8140/ vuelta); y posteriormente agregó que: “Yo la veía muy
preocupada, y me decía que iba a tener que adoptar para asegurar la continuidad del diario”
(fojas 8142); como así también que “anteriormente a la obtención de los chicos, la Sra. De
Noble me dijo ´voy a tener que tener hijos adoptivos lo más rápido posible, porque si me pasa
cualquier cosa a mí el diario queda acéfalo de dueño” (fojas 8143 vuelta/4). Luego, refirió
que “rápidamente vino Sofovich, que era un abogado muy rápido, vio la necesidad de que ella
tuviera herederos” (fojas 8144).
En cuanto al requisito de razonabilidad, como derivación lógica de la manda
contenido en el artículo 28 de nuestra Carta Magna, se ve cumplida dado que los derechos en
juego han sido debidamente sopesados y ponderados, por cuanto la exigencia constitucional de
respeto al sujeto individual, debe armonizarse con la obligación del Estado de perseguir delitos
de acción pública relacionados con crímenes de lesa humanidad, como así también, con el
derecho a la verdad en cabeza de quienes tienen expectativas fundadas de ser familiares
biológicos de Marcela y Felipe Noble Herrera, o de quienes detentan conforme su estatuto la
representación de un colectivo de personas unidas por la experiencia común de haber sufrido
la desaparición forzada de familiares. El Tribunal cimero ha dicho que “debe materializarse el
derecho a la verdad sin lesionar los derechos de la persona o bien, en su caso, a costa de una
mínima lesión de las garantías de quienes en la especie son víctimas involuntarias de los
hechos”.36 En esta línea, deben conjugarse de manera armoniosa aspectos propios de la esfera
de intimidad de las personas con otros que la trascienden, y acaban por interesar a la sociedad
toda.
Huelga reiterar que ningún derecho reviste carácter de absolutez.
Esta es una regla derivada fácilmente de la sana crítica y la vida misma en comunidad, pues
llevar a lo absoluto, irrenunciable e infranqueable un derecho individual haría fenecer todos
los demás derechos de otras personas o la sociedad en general, tornando inhabitable cualquier
espacio común. Y por su parte, llevar al extremo éste último valor transformaría al sujeto
individual en un mero integrante funcional del cuerpo social sin subjetividad sino simplemente
objetivado en tanto parte de un todo. Una postura ecléctica conciliadora de ambos pilares y
reductora del nivel de violencia sin resignar eficacia, parece lo más aconsejable y esa será mi
postura por creer que ello se logra y conjuga en la medida propuesta, entendida como de
injerencia en la esfera privada pero con el menor nivel de agresión, acorde al estado de cosas
descripto.
En cuanto a los requisitos de necesidad y proporcionalidad a los fines de
proceder a la extracción de material biológico del cuerpo de Marcela y Felipe Noble Herrera,
con o sin su consentimiento, resultan ilustrativos los resultados obtenidos en el “sub lite” a

36
CSJN “Gualtieri Rugnone de Prieto, Emma Elidia y otros s/ sustracción de menores de 10
años”, S.C. G. 291, L. XLIII, rta. 11/08/2009 (considerando 14 del voto de la mayoría).

60
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

partir de la implementación de distintas diligencias alternativas dirigidas hacia la obtención de


ADN de los nombrados. Puntualmente, respecto al requisito de proporcionalidad cabe repetir
que en la actualidad el único mecanismo idóneo a los fines de contar en forma certera con la
información genética de Marcela y Felipe Noble Herrera es la obtención directa del cuerpo de
material biológico.
En el auto del 28/09/10 me ocupé de analizar en forma circunstanciada el
conjunto de factores que inciden directamente en la falta de eficacia de las medidas
alternativas, cuanto menos mientras el cuadro de situación allí descrito se mantenga incólume.
Al respecto, me remito nuevamente a las consideraciones vertidas a fojas 7329/73 en relación
a la actividad de los auxiliares de la justicia —funcionarios policiales y personal técnico del
BNDG— y la conducta asumida por Marcela y Felipe Noble Herrera de cara a la realización
de estas diligencias (ver considerandos VI, VII y VIII); bastando aquí señalar que en dicha
ocasión concluí que “de momento, una nueva producción de medidas alternativas pues las
mismas carecerían de idoneidad a los fines propuestos, esto es, la obtención de ADN de
Marcela y Felipe Noble Herrera. Máxime cuando ello sea susceptible de generar la
USO OFICIAL

alegación de un nuevo e indeseado efecto revictimizante en el ánimo de las presuntas


víctimas, sin que se tenga por las razones expuestas ni un mínimo de seguridad en punto a su
utilidad probatoria”.
De esta manera, ninguna duda cabe que el estado actual del expediente difiere
sustancialmente de aquél valorado al disponer las diligencias requisa personal y registro
domiciliario en su subsidio en el auto del 28/05/10; resultando en las condiciones actualmente
imperantes inadecuados los cursos de acción alternativos a punto tal que su ineficacia se
patentiza “ab initio”. Así, la proyección gradual que he venido construyendo en los distintos
pronunciamientos dictados en la causa, reclama la necesidad de adoptar la única diligencia
que, a la fecha y en base a la plataforma fáctica vigente, luce eficaz para obtener por su
intermedio un resultado que permita afirmar con la certidumbre debida —“certeza con el
resultado”— la pertenencia del material biológico a las presuntas víctimas. He aquí entonces
presente el requisito de necesidad previsto en el artículo 218 bis del CPPN.
Así, cobran sentido los principios de menor ofensividad y “ultima ratio” en
tanto previamente se han intentado numerosas diligencias en pos obtener la información
genética de los terceros interesados, desde la instancia de diálogo hasta la adopción de
distintas diligencias alternativas de carácter compulsivo que en su momento ostentaban serias
expectativas de cumplir con su objeto. Sin embargo, transitado ese largo y sinuoso camino los
hechos han demostrado por diversos motivos que tales expectativas no sólo se han visto
truncadas en concreto, sino que en la actualidad la eventual reiteración de procedimientos
alternativos llevarían a resultados similares a los ya obtenidos.
En síntesis, el dilema actual se circunscribe a la realización de la medida última
y eficaz a los fines de cumplir con la finalidad establecida en el inciso 1º del artículo 193
CPPN, en pos de satisfacer el interés público que conlleva toda investigación penal y dar una

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respuesta definitiva a la pluralidad de víctimas; o en caso contrario, dejar fenecer la encuesta
corriendo el riesgo de dejar impunes conductas que podrían resultar reprochables desde el
punto de vista jurídico penal conforme valoraciones ético-sociales compartidas por la
comunidad internacional.
Por todo lo expuesto, en estos actuados, siendo que la única vía para procurar
arribar a la verdad real esta dada ineludiblemente por la obtención compulsiva mínimas
extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas, entiendo que es a
derecho y así:

RESUELVO:
I.- NO HACER LUGAR al pedido efectuado por la Sra. Fiscal Federal, Dra.
Rita Molina, a fin de se que ordene el peritaje comparativo de polimorfismo de ADN con
fines identificatorios de los perfiles genéticos obtenidos de las muestras hemáticas y de
hisopado bucal voluntariamente entregados por Marcela y Felipe Noble Herrera el 29 de
diciembre de 2009 ante el Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional con los registros de
familiares de personas desaparecidas que obran en el Banco Nacional de Datos Genéticos del
Hospital General de Agudos Carlos G. Durand. Ello así de conformidad con la postura
asumida por la querella Asociación Abuelas de Plaza de Mayo en su presentación del día 2 de
diciembre del corriente año (cfme. arts. 28 CN; 199 y 218 bis CPPN; Leyes 23.511 y 26.548).
II.- NO HACER LUGAR al peritaje comparativo de polimorfismo de ADN
con fines identificatorios de los perfiles genéticos obtenidos de las prendas de vestir
secuestradas en los procedimientos de registro domiciliario y requisa realizados
respectivamente los días 30 de diciembre de 2009 y 28 de mayo de 2010 con los registros de
familiares de personas desaparecidas que obran en el Banco Nacional de Datos Genéticos del
Hospital General de Agudos Carlos G. Durand; cotejo pericial al que hiciera también
referencia la Sra. Fiscal Federal, Dra. Rita Molina en su presentación del 3 de diciembre de
2010. Lo resuelto de conformidad con la postura propiciada por la querella Asociación
Abuelas de Plaza de Mayo (Cfme. arts. 28 CN; 199 y 218 bis CPPN).
III.-HACER LUGAR a la medida de prueba solicitada por la querella
Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, disponiendo así LA EXTRACCION DIRECTA,
CON O SIN CONSENTIMIENTO, DE MÍNIMAS MUESTRAS DE SANGRE, SALIVA,
PIEL, CABELLO U OTRAS MUESTRAS BIOLÓGICAS pertenecientes en forma
indubitada a MARCELA Y FELIPE NOBLE HERRERA, las que resultan necesarias para
dar curso al peritaje de polimorfismo de ADN con fines identificatorios ordenado en autos. La
diligencia deberá efectuarse según las reglas del saber médico, cuando no fuere de temer
perjuicio alguno para la integridad física de los nombrados, según la experiencia común y la
opinión del experto a quien habrá de encomendarse la toma de muestras (Cfme. arts. 1, 18,
19, 28, 33 C.N.; 218 bis CPPN).

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Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario

IV.- ENCOMENDAR a la Directora del Banco Nacional de Datos Genéticos


del Hospital General de Agudos Carlos G. Durand, DRA. MARÍA BELÉN RODRÍGUEZ
CARDOZO, la toma de muestras dispuesta en el punto dispositivo anterior, su selección,
obtención, preservación y custodia (Cfme. Leyes 23.511 y 26.548 y decretos PEN 700/89 y
511/09).
V.- CITAR a Marcela y Felipe Noble Herrera para el día jueves 23 de
diciembre de 2010 a las 09:00 horas a la sede del Banco Nacional de Datos Genéticos del
Hospital General de Agudos Carlos G. Durand, a fin de hacer efectivo lo dispuesto en los
puntos resolutivos III y IV, bajo apercibimiento en caso de ausencia injustificada de proceder
de conformidad con lo estipulado por el art. 154, primer párrafo, in fine, del CPPN. En dicho
marco, y previo a proceder a la extracción en la modalidad dispuesta en el punto resolutivo III,
se deberá proceder a la debida identificación de las presuntas víctimas y preguntarles en forma
separada, si en vista de las actuales circunstancias, han reconsiderado su postura en cuanto a la
dación de muestras biológicas, invitándolas a aportarlas en forma libre, voluntaria e
informada. Ello de conformidad con la solicitud efectuada a fs. 7094/7095 por la querella que
USO OFICIAL

actúa bajo el patrocinio letrado de los Dres. Alcira Ríos y Pablo Llonto.
VI. Notifíquese, regístrese, tómese razón, ofíciese y CÚMPLASE.-

Fdo: Sandra. Arroyo Salgado.-

Ante mi: Horacio Santiago Nager.-

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