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Asociación de Estudiantes de Japonés de Alicante

Lecciones de japonés

Clase 0 – Introducción
1. El japonés y el resto de las lenguas
El origen de la lengua japonesa es desconocido: aunque se pretende vincularla con otras lenguas asiáticas,
en realidad no guarda punto común sensible con ninguna de las lenguas conocidas. Cualquier intento de
englobar al japonés dentro de alguna familia esta basada en meras coincidencias y nunca en una base
sólida. Lo que sí está claro es que el japonés no tienen nada que ver con el chino, como comúnmente se
piensa en Occidente. Su relación se encuentra en gran parte de su vocabulario y en el sistema de escritura
kanji, adoptado por los japoneses oficialmente en el año 405. Es importante desterrar la idea de un origen
común.
Acostumbrados al estudio de lenguas como el inglés, el francés, el alemán, etc., en las que más o menos
siguen el mismo patrón debido a un origen común antiguo, nos choca el japonés por la carencia de
estructuras gramaticales más o menos estrictas, su extraño sistema de escritura o su sentido filosófico al
crear palabras compuestas. Debemos tener una mente más abierta a la hora de aprender el japonés: nos
enfrentamos con una cultura radicalmente distinta, y debemos "impregnarnos" un poco de su cultura y
mentalidad para asimilar y comprender esta no fácil pero sí interesante lengua.
Pero como españoles tenemos ventajas añadidas respecto del resto de los europeos: el español es con
diferencia una de las lenguas más complejas que existe, y es capaz de asimilar casi completamente al
japonés. Además, las dos lenguas son fonológicas (se pronuncian tal y como se escriben), y el japonés es
fonéticamente pobre (más aún que el castellano, que fonéticamente lo engloba casi por completo). En
resumen, a un español le resulta más fácil aprender japonés que a un inglés o a un francés.
2. La gramática japonesa
Como en otras lenguas, hay dos tipos de gramática: una culta, empleada sobre todo en las artes literarias y
en ceremonias de protocolo, que es el bungotai o lenguaje bungo. El bungotai engloba dos estilos de
expresión: el literario y el cortesano. Por otro lado, tenemos la gramática kôgotai, que es el lenguaje normal
y coloquial, el estándar que se emplea en los medios de comunicación y el que pretendemos aprender en
este curso. El lenguaje kôgo incluye otros dos estilos: el escrito y el hablado. Esto sucede igualmente en la
mayoría de las lenguas de uso actual: no se escribe de la misma forma que se habla por la calle. Son
registros diferentes.
Las estructuras gramaticales en el japonés son más flexibles que en las lenguas occidentales. También los
verbos carecen de una flexión tan compleja como en las lenguas latinas, ni es necesario especificar con
tanta concreción el genero o el número en los grupos nominales. Pero esto lo iremos viendo poco a poco,
por lo que simplemente con tiempo, constancia y una mente abierta podremos aprender esta lengua con más
comodidad que si intentamos reglarla o tomar como precedentes estructuras occidentales.
3. El léxico japonés
Este será uno de los puntos en los que más habrá que insistir, ya que hay que aprender gran cantidad de
palabras nuevas. En muchos casos será necesario conocer costumbres, cultura, historia... para asimilar la
semántica de tantos nuevos conceptos. Pero esto se convertirá en una ventaja añadida.
Es especialmente abundante el léxico relacionado con la naturaleza (comprensible si tenemos en cuenta el
carácter contemplativo de los orientales y lo adverso de la naturaleza de las islas), sobre todo climatología,
topónimos y flora. Resulta una excepción con los animales, pues el archipiélago japonés es de fauna pobre.
También hay mucho vocabulario relacionado con los sentimientos y emociones, además de términos
relacionados con la vida social (relaciones laborales, rangos, costumbres, etc.).
Hay que resaltar que, debido al aislacionismo en el que se mantuvo Japón y la brusca apertura al mundo
occidental, el japonés es la lengua con mayor cantidad de barbarismos, sobre todo palabras inglesas
(aunque también hay portuguesas, holandesas, alemanas, españolas...).
4. El sistema de escritura: kana y kanji
Los japoneses carecían de un sistema escrito cuando unos sabios coreanos introdujeron el sistema de
escritura chino, que fue adoptado poco después como el oficial: el sistema kanji. Sin embargo, debido a
que la lengua japonesa es aglutinante (es decir, forma los conceptos a partir de una raíz a la que se le añade
partículas), tuvo que completar este sistema con unos silabarios que se añadían a los kanji: los kana.
En el japonés las consonantes no pueden ir sueltas (con la excepción de la ‘n’) por lo que los alfabetos se
convierten en silabarios: combinaciones de vocales con consonantes. Hay dos silabarios (kana) diferentes:
el hiragana y el katakana, que se emplean en situaciones diferentes, pero son fonéticamente equivalentes.
El hiragana se emplea en las palabras japonesas (cuando no se usa kanji) y para las partículas que
complementan a las raices o kanji (lo que se conoce como okurigana). El katakana se emplea para palabras
de origen extranjero (que ya hemos dicho que en el japonés son muchas), onomatopeyas, o cualquier otra
palabra que se desee destacar dentro de un texto: es algo así como nuestra cursiva.
Los kanji (letra de Kan, dinastía que gobernaba China en el momento en el que Japón recibió la influencia
cultural del continente) son caracteres chinos, cada uno de los cuales (o combinados entre ellos)
representan un concepto. Como la correspondencia entre kanji y lengua es conceptual y no fonética se pudo
adoptar perfectamente al japonés (a pesar de la enorme diferencia con el chino). Hay alrededor de unos
45.000 kanji, pero el Gobierno japonés reconoce unos 1945 oficiales que todo japonés debe conocer y son
usados por la prensa escrita. Estos kanji están recopilados en una lista llamada Jôyô kanji. Pero el japonés
emplea más que los que hay en esa lista: ¿qué hacer si alguien no conoce ese kanji? Los medios facilitan
junto al kanji su pronunciación en silabario hiragana, en pequeño por encima o al lado: es lo que se conoce
como furigana.
Aparte de los kana y los kanji, los japoneses también conocen el sistema alfabético. Desde su apertura al
mundo occidental, se ha pretendido la conversión de kana y kanji al alfabeto latino: los europeos y
norteamericanos han visto el japonés como la "lengua del diablo" imposible de aprender y que había que
convertir al sistema lógico y funcional alfabético. De esta idea surgió el romanji: es básicamente una
conversión fonética (con una mínimas variaciones y consideraciones) en caracteres alfabéticos. Hay varios
convenios, pero destacan sobre todo dos: el sistema Hepburn (el que más se emplea) y el Nippon-Shiki (el
que emplea oficialmente el Gobierno nipón).

Clase 1 – Las expresiones básicas


Para saber escribir las primeras expresiones en japonés deberíamos conocer al menos el
hiragana, pero resulta muy pesado aprender todo un silabario de golpe: 46 combinaciones
diferentes de garabatos (con todo el respeto) nuevos! Los kana los iremos aprendiendo
poco a poco, pero mientras tanto haremos uso del romanji (aunque no seremos demasiado
puristas, prescindiremos por el momento de formalismos fonéticos, de los que ya
hablaremos más tarde, con el único objetivo de facilitar el aprendizaje con las
herramientas más sencillas). Como ya hemos visto, no caemos en ninguna barbaridad si
escribimos japonés en caracteres latinos.
Las expresiones básicas: los saludos
Lo primero que se aprende de una lengua es a ser educado. Nosotros no seremos una excepción y
aprenderemos a saludar. Para empezar, el saludo más común es el siguiente:
Konnichiwa!
Esto se puede traducir más o menos como nuestro "buenos días" (exactamente es "buen día") y se emplea
más o menos desde las 11:00 hasta aprox. las 18:00, pero se puede emplear sin miedo siempre que el día
sea claro. A continuación se emplea la siguiente fórmula, bastante similar:
Konbanwa!
Este saludo se usa cuando ya no se puede usar konnichiwa, es decir, cuando el día comienza a oscurecer (o
a partir de las 18:00 para ser más estrictos). Es como "buenas noches" o "buenas tardes" (pero tardes de
verdad). Si somos madrugadores, antes de utilizar el "buen día", hay otro saludo:
Ohayo!
Sin embargo, este saludo se emplea con los amigos, familiares, la/el novia/o, o cualquier otra persona a la
que consideremos de "rango" igual o inferior al nuestro. No se os ocurra saludar así a vuestro jefe o a
vuestro profesor, porque pensarán que os tomáis demasiadas confianzas. El saludo más formal (y el que
hay que emplear en esos casos) es:
Ohayo gozaimasu
Es un poco más complicado y más pedante, pero necesario en muchas situaciones si no os queréis llevar un
chasco.
Presentaciones
Ahora que ya sabemos saludar, si vemos a alguien de Japón por la calle, le podemos saludar. Y luego ¿qué
más? Lo más lógico es presentarnos. Para decir nuestro nombre, se usa la siguiente estructura:
Watashi no namae wa (nombre) desu.
Por ejemplo, si el que se presenta se llama Antonio, puede decir:
Watashi no namae wa Antonio desu.
Bueno, esta frase hay que analizarla poco a poco. Recordad que el japonés es una lengua que se basa en
partículas. Con esto quiero decir que mediante una partícula diremos qué es el sujeto, qué el complemento
directo, qué el indirecto, etc.
La traducción exacta de esta oración es Mi nombre es Antonio. ¿Cómo se corresponde cada elemento de la
frase? Primeramente busquemos el sujeto. El sujeto de la frase nos la facilita la partícula wa: lo que se
encuentra antes de la partícula es el sujeto de la oración. Eso quiere decir que Mi nombre se corresponde
con Watashi no namae wa.
Pero esta estructura también presenta otra partícula: la partícula no nos delata la presencia de un genitivo.
Pero vayamos poco a poco: la palabra watashi es el pronombre personal de la primera persona del singular,
o sea, yo. A muchas otras formas de decir yo (según el contexto de la frase), digamos que watashi es la más
común. Ya hemos dicho que no es una partícula, y namae... ¿no os recuerda al name inglés? Pues es
precisamente eso, nombre. La partícula no presenta a su izquierda al sujeto poseedor, y a su derecha al
objeto poseido (es como el genitivo sajón ‘s). Podemos traducir literalmente watashi no namae como "el
nombre de yo", esto es, mi nombre.
Después de la partícula wa viene el objeto (sin partículas que le designen, en este caso se trata tan solo de
un nombre propio) y por último el verbo. El verbo siempre va al final. El verbo "desu" lo emplearemos
como copulativo, ser. La ventaja de emplear partículas es que mientras las respetemos, podemos variar la
estructura de las oraciones tanto como queramos, con la excepción de que al final siempre debe ir el verbo.
NOTA: La acentuación de las palabras debe recaer sobre la segunda sílaba (salvo contadas excepciones,
que ya contaremos), y va decayendo ligeramente en las siguientes (aunque intentan mantener la misma
fuerza). Además, la vocal ‘u’ casi no suena, por lo que el verbo sonará /des/ y no /desu/.
Ya que hemos visto el pronombre personal yo, veamos el resto de los pronombres personales:
Singular Plural
1ª persona Watashi (yo) Watashitachi (nosotros)
2ª persona Anata (tú) Anatatachi (vosotros)
3ª persona Masculino Kare (él) Karetachi (ellos)
Femenino Kanojo (ella) Kanojotachi (ellas)
De la misma forma que sucede con el "yo", hay diferentes formas de decir cada uno de los pronombre
personales, pero por el momento aprenderemos los más normales. Fijaos que la forma de obtener el plural
es añadiendo "tachi" a la forma singular. Fácil, ¿verdad?
Por poner unos ejemplos:
Anata no namae wa Manuel desu  Tu nombre es Manuel
Kanojo no namae wa Sonia desu  Su nombre (de ella) es Sonia
Kare no namae wa Alberto desu  Su nombre (de él) es Alberto
Recordad que el verbo se pronuncia "des", y no "desu".
Cuando la persona a la que le hablamos ya no nos conoce, pero le queremos decir quienes somos (por
ejemplo, por teléfono o por el interfono), evidentemente no decimos "Mi nombre es Sonia" (por ejemplo)
sino que directamente diremos "Soy Sonia", por lo que la expresión se abrevia:
Watashi wa Sonia desu o (más breve) Sonia desu (el sujeto se sobreentiende).
Un poco más lejos: preguntas.
Ahora ya nos hemos presentado. Pero ¿cómo saber el nombre de nuestro interlocutor? Para hacer una
pregunta, empleamos otra partícula, que irá al final de la frase, la partícula ka. Por lo tanto, para saber el
nombre, decimos lo siguiente:
Anata no namae wa nan desu ka?
La oración sigue siendo copulativa, con la diferencia de que el objeto ahora lo hemos sustituido por un
pronombre interrogativo, nan, que quiere decir "qué" o "cuál". Literalmente la frase quiere decir "¿Tu
nombre cuál es?", esto es, "¿Cómo te llamas?". Basta con emplear la partícula ka para decir que la oración
es interrogativa.
Algunos ejemplos
Veamos unos cuantos ejemplos más, y así aprenderemos algo de vocabulario:
Watashi wa Supein-jin desu  Yo soy español
Anata wa Nihon-jin desu ka?  ¿Eres japones/a?
Para las nacionalidades, los japoneses emplean la palabra "jin" (persona) tras el nombre del país al que se
refieran. Algo similar sucede con los idiomas con la palabra "go" (de esta forma lengua japonesa se diría
como nihongo o lengua española como supeingo), aunque hay excepciones.
La forma Supein viene del inglés Spain (recordad que la ‘u’ casi no suena, por lo que Supein se pronuncia
como /Spein/ ). Para decir "extranjero" los japoneses dicen gaijin (gai quiere decir "fuera", "exterior").
Por el momento hemos visto la particula no como parte del sujeto, pero también puede intervenir en el
objeto (pensad que son frases copulativas, sujeto y objeto son intercambiables), como en el ejemplo
siguiente:
Luis-san wa watashi no tomodachi desu  Luis es mi amigo.
La palabra tomodachi o tomo quiere decir "amigo". La partícula san se pone tras el nombre de una persona
a la que le tenemos respeto.

Clase 2 – Preguntas y respuestas


Una vez hemos conseguido quitarnos el miedo de encima y hemos conocido
la estructura más básica (la oración copulativa), vamos a aumentar un poco
la complejidad introduciendo nuevo vocabulario y los pronombres
demostrativos, para "situar" objetos en el contexto de las frases. Además,
veremos formas negativas y comenzaremos el katakana, que iremos
continuándolo poco a poco en las sucesivas clases.
Los pronombres demostrativos: esto-eso-aquello
Uno de los primeros conceptos que se aprende en un idioma es el uso de los pronombres demostrativos, ya
que dan pie al conocimiento de nuevo vocabulario: Así haremos nosotros también, usando la estructura
copulativa que hemos aprendido en la clase anterior. Según la distancia del objeto relativa a hablante y
oyente, los pronombres demostrativos son:
Kore  Más cerca del hablante que del oyente (esto)
Sore  Más lejos del hablante que del oyente (eso)
Are  Tan lejos del hablante como del oyente (aquello)
Para ver unos ejemplos, tenemos que utilizar un poco de vocabulario nuevo, muy básico:
Libro Hon Puerta To
Mesa Teeburu Perro Inu
Silla Isu Gato Neko
Ventana Mado Pájaro Tori
Fijaos en la palabra teeburu: proviene del inglés table (por lo que esta mesa no son las típicas japonesas tan
bajas, sino las mesas al estilo occidental). Al contrario que teeburu, la puerta to es la típica puerta
deslizante japonesa.
Veamos ahora algunos ejemplos:
Kore wa hon desu  Esto es un libro
Sore wa inu desu  Eso es un perro
Are wa mado desu  Aquello es una ventana
Como también hemos aprendido a hacer preguntas, podemos complicar un poco las estructuras:
Sore wa nan desu ka? Kore wa watashi no inu desu.
¿Qué es eso? Esto es mi perro.
Fijaos que los pronombres están jugando el mismo papel que el que haría un sujeto normal (por eso van
acompañados de la partícula wa). El resto es exactamente igual. Recordad que el verbo se pronuncia /des/,
no /desu/.
Los pronombres demostrativos: preguntas y respuestas
Veamos más ejemplos, combinando pequeños diálogos, en los que responderemos con sí (hai) o con no
(iie):
Kore wa neko desu ka? Iie, sore wa inu desu
¿ Esto es un gato? No, eso es un perro
Are wa tori desu ka? Hai, sonotori
¿Aquello es un pájaro? Sí, exacto
Sore wa teeburu desu ka? Iie, kore wa mado desu
¿Eso es una mesa? No, esto es una silla
Are wa mado desu? Iie, are wa to desu
¿Aquello es una ventana? No, aquello es una puerta
Are wa mado desu? Hai, sou desu
¿Aquello es una ventana? Sí, así es
Podemos contestar a las preguntas afirmativas con sonotori (exacto!) o con sou desu (así es). En este
último, recordad que la ‘u’ casi no suena, en vez de eso lo que hacemos es alargar la ‘o’ (sonará así como
/soo des/).
Las oraciones copulativas negativas
Si lo que queremos es negar una oración copulativa, sin necesidad de que nos pregunten, la operación es
harto sencilla: sólo hay que sustituir el verbo desu por su forma negada, dewa arimasen, y la oración ya ha
cambiado a negativa. Volvamos a ver los ejemplos anteriores donde la respuesta era negativa:
Sore wa neko dewa arimasen. Sore wa inu desu.
Eso no es un gato. Eso es un perro.
Kore wa teeburu dewa arimasen. Kore wa isu desu.
Esto no es una mesa. Esto es una silla.
Are wa mado dewa arimasen. Are wa to desu.
Aquello no es una ventana. Aquello es una puerta.
Así de fácil. Ahora ya podemos hacer estructuras tan complejas como la siguiente:
Sore wa anata no tomo no inu dewa arimasen. Sore wa watashi no inu desu.
Eso no es el perro de tu amigo. Eso es mi perro.
Fijaos en cómo hemos enlazado dos genitivos dentro del mismo objeto.
Escritura: katakana (I)
Cuando en la clase de presentación hablamos del sistema de escritura japonés, comentamos los kanji y los
kana. Los kana son dos: el hiragana y el katakana. El katakana se emplea para escribir palabras
extranjeras, onomatopeyas y cualquier otra palabra que deseemos destacar del resto (algo así como nuestra
itálica o cursiva). Aprenderemos primero a escribir el katakana, y de esta forma dentro de poco podremos
escribir nuestro nombre en japonés, además de otras palabras que no sean japonesas. Aunque los niños
japoneses comienzan aprendiendo hiragana (que es el silabario para terminaciones y palabras japonesas), el
trazado de éste es más "artístico", y por tanto más difícil. Cuando aprendamos a escribir katakana y
pasemos a hiragana, nos resultará más sencillo.
Pero antes de comenzar a ver las primeras grafías, veamos algo sobre fonética. El japonés es una lengua de
fonética pobre, más aún que el castellano. Como éste, presenta cinco vocales, que se ordenan de forma
diferente: a i u e o. Respecto de las consonantes, debemos saber que, con la excepción de la ‘n’, ninguna
consonante puede ir suelta sin vocal (pensad que estamos escribiendo sílabas, no letras). Por otra parte,
tenemos las siguientes diferencias fonéticas respecto del español:
• La /r/ y la /l/ se confunden, suena como la ‘r’ de ‘cara’ (nunca como la ‘rr’ de ‘carro’).
• No existe el fonema z de ‘zapato’, pero sí la ‘z’ inglesa de ‘zero’ o ‘zebra’.
• La h es aspirada, como en ‘Harry’ o ‘Henry’.
Es importante que los kana se escriban respetando el orden de los trazos, que es el mismo que el orden en
kanji. Por el momento, saber que los trazos horizontales son anteriores a los verticales que los parten, y el
orden normal es de arriba abajo y de izquierda a derecha. Además, la esquina superior derecha se cuenta
como un solo trazo. Las dos primeras filas de katakana se corresponden con las vocales sueltas y con las
combinaciones de k (ka-ki-ku-ke-ko).
El orden de los trazos es el siguiente:

Clase 2 – Preguntas y respuestas


Una vez hemos conseguido quitarnos el miedo de encima y hemos conocido
la estructura más básica (la oración copulativa), vamos a aumentar un poco
la complejidad introduciendo nuevo vocabulario y los pronombres
demostrativos, para "situar" objetos en el contexto de las frases. Además,
veremos formas negativas y comenzaremos el katakana, que iremos
continuándolo poco a poco en las sucesivas clases.
Los pronombres demostrativos: esto-eso-aquello
Uno de los primeros conceptos que se aprende en un idioma es el uso de los pronombres demostrativos, ya
que dan pie al conocimiento de nuevo vocabulario: Así haremos nosotros también, usando la estructura
copulativa que hemos aprendido en la clase anterior. Según la distancia del objeto relativa a hablante y
oyente, los pronombres demostrativos son:
Kore  Más cerca del hablante que del oyente (esto)
Sore  Más lejos del hablante que del oyente (eso)
Are  Tan lejos del hablante como del oyente (aquello)
Para ver unos ejemplos, tenemos que utilizar un poco de vocabulario nuevo, muy básico:
Libro Hon Puerta To
Mesa Teeburu Perro Inu
Silla Isu Gato Neko
Ventana Mado Pájaro Tori
Fijaos en la palabra teeburu: proviene del inglés table (por lo que esta mesa no son las típicas japonesas tan
bajas, sino las mesas al estilo occidental). Al contrario que teeburu, la puerta to es la típica puerta
deslizante japonesa.
Veamos ahora algunos ejemplos:
Kore wa hon desu  Esto es un libro
Sore wa inu desu  Eso es un perro
Are wa mado desu  Aquello es una ventana
Como también hemos aprendido a hacer preguntas, podemos complicar un poco las estructuras:
Sore wa nan desu ka? Kore wa watashi no inu desu.
¿Qué es eso? Esto es mi perro.
Fijaos que los pronombres están jugando el mismo papel que el que haría un sujeto normal (por eso van
acompañados de la partícula wa). El resto es exactamente igual. Recordad que el verbo se pronuncia /des/,
no /desu/.
Los pronombres demostrativos: preguntas y respuestas
Veamos más ejemplos, combinando pequeños diálogos, en los que responderemos con sí (hai) o con no
(iie):
Kore wa neko desu ka? Iie, sore wa inu desu
¿ Esto es un gato? No, eso es un perro
Are wa tori desu ka? Hai, sonotori
¿Aquello es un pájaro? Sí, exacto
Sore wa teeburu desu ka? Iie, kore wa mado desu
¿Eso es una mesa? No, esto es una silla
Are wa mado desu? Iie, are wa to desu
¿Aquello es una ventana? No, aquello es una puerta
Are wa mado desu? Hai, sou desu
¿Aquello es una ventana? Sí, así es
Podemos contestar a las preguntas afirmativas con sonotori (exacto!) o con sou desu (así es). En este
último, recordad que la ‘u’ casi no suena, en vez de eso lo que hacemos es alargar la ‘o’ (sonará así como
/soo des/).
Las oraciones copulativas negativas
Si lo que queremos es negar una oración copulativa, sin necesidad de que nos pregunten, la operación es
harto sencilla: sólo hay que sustituir el verbo desu por su forma negada, dewa arimasen, y la oración ya ha
cambiado a negativa. Volvamos a ver los ejemplos anteriores donde la respuesta era negativa:
Sore wa neko dewa arimasen. Sore wa inu desu.
Eso no es un gato. Eso es un perro.
Kore wa teeburu dewa arimasen. Kore wa isu desu.
Esto no es una mesa. Esto es una silla.
Are wa mado dewa arimasen. Are wa to desu.
Aquello no es una ventana. Aquello es una puerta.
Así de fácil. Ahora ya podemos hacer estructuras tan complejas como la siguiente:
Sore wa anata no tomo no inu dewa arimasen. Sore wa watashi no inu desu.
Eso no es el perro de tu amigo. Eso es mi perro.
Fijaos en cómo hemos enlazado dos genitivos dentro del mismo objeto.
Escritura: katakana (I)
Cuando en la clase de presentación hablamos del sistema de escritura japonés, comentamos los kanji y los
kana. Los kana son dos: el hiragana y el katakana. El katakana se emplea para escribir palabras
extranjeras, onomatopeyas y cualquier otra palabra que deseemos destacar del resto (algo así como nuestra
itálica o cursiva). Aprenderemos primero a escribir el katakana, y de esta forma dentro de poco podremos
escribir nuestro nombre en japonés, además de otras palabras que no sean japonesas. Aunque los niños
japoneses comienzan aprendiendo hiragana (que es el silabario para terminaciones y palabras japonesas), el
trazado de éste es más "artístico", y por tanto más difícil. Cuando aprendamos a escribir katakana y
pasemos a hiragana, nos resultará más sencillo.
Pero antes de comenzar a ver las primeras grafías, veamos algo sobre fonética. El japonés es una lengua de
fonética pobre, más aún que el castellano. Como éste, presenta cinco vocales, que se ordenan de forma
diferente: a i u e o. Respecto de las consonantes, debemos saber que, con la excepción de la ‘n’, ninguna
consonante puede ir suelta sin vocal (pensad que estamos escribiendo sílabas, no letras). Por otra parte,
tenemos las siguientes diferencias fonéticas respecto del español:
• La /r/ y la /l/ se confunden, suena como la ‘r’ de ‘cara’ (nunca como la ‘rr’ de ‘carro’).
• No existe el fonema z de ‘zapato’, pero sí la ‘z’ inglesa de ‘zero’ o ‘zebra’.
• La h es aspirada, como en ‘Harry’ o ‘Henry’.
Es importante que los kana se escriban respetando el orden de los trazos, que es el mismo que el orden en
kanji. Por el momento, saber que los trazos horizontales son anteriores a los verticales que los parten, y el
orden normal es de arriba abajo y de izquierda a derecha. Además, la esquina superior derecha se cuenta
como un solo trazo. Las dos primeras filas de katakana se corresponden con las vocales sueltas y con las
combinaciones de k (ka-ki-ku-ke-ko).

Clase 3 – Los numeros y más vocabulario


Continuando la línea de la clase anterior, ampliaremos nuestro vocabulario
con más palabras, con las que podréis practicar en casa con las estructuras ya
conocidas. Aparte de esto, veremos cuáles son los números en japonés (que
no es lo mismo que los numerales) y aprenderemos unos cuantos kanas más
del katakana.
Un poco más de vocabulario
A las palabras ya aprendidas, añadimos las siguientes:
Casa Uchi / ie Banco (asiento) Benchi
Escalera Kaidou Persona Hito
Coche Kuruma Hombre (masc.) Otoko
Bicicleta Jitensha Mujer (femen.) Onna
Montaña Yama Telefono Denwa
Fuego Hi Agua Mizu
Árbol Ki Televisión Terebi
Niño (masc/fem) Kodomo / ko Bolígrafo Boorupen
Algunos detalles sobre el vocabulario:
• Algunas palabras tienen un claro origen inglés: benchi, terebi, boorupen. Debéis
pronunciarlas como se haría en inglés. La escritura es una idea aproximada de cómo la
pronunciaría un japonés. Tened en cuenta que la fonética inglesa y la japonesa son muy
diferentes.
• La palabra uchi se emplea para hablar de la casa de uno mismo. Ie es más genérico (no
confundirla con iie, que es la negación).
• Si queremos hablar en general de niños y niñas (chavales), se emplea kodomo. Si
queremos designar a un colectivo de un sexo en concreto, usaremos el genitivo como un
calificativo:
• Onna no ko = niña (o niñas)
• Otoko no ko = niño (o niños)
También podemos usar las palabras shounen (chico/s) o shoujo (chica/s), pero estos son
de más edad, adolescentes.
• Recordad que una ‘u’ antes de una ‘o’ significa un alargamiento de la vocal (shoonen,
kaidoo, etc.). Es lo que se conoce como vocales largas. También se representa con una
línea encima de la vocal que se alarga.
"Esto también...". La partícula "mo"
Vamos a aprender una nueva partícula: mo. Equivale a "también", por ejemplo cuando estamos hablando
de conceptos similares ("éste es un libro de japonés, ése también"):
Kore wa nihongono hon desu. Sore mo ninhongo hon desu.
Imaginad una conversación telefónica:
A: Watashi wa nihonjin desu. Anata wa?
(Yo soy japonés. Y usted?)
B: Aa! Watashi mo nihonjin.
(¡Ah! Yo también soy japonés)
Fijaos que cumple el mismo papel que wa.
El pasado del verbo copulativo: deshita
En la clase anterior vimos la forma negativa (formal) del verbo copulativo desu. Pues bien, su forma pasada
es deshita. La forma correcta es pronunciar vagamente la i: /deshta/ (delante de t y d, la i de shi no se
pronuncia). Veamos un ejemplo:
Sore wa watashi no uchi deshita.
Eso era mi casa
Los números
Aunque en el español y en otros idiomas los números derivan directamente hacia los numerales, en el
japonés no es así: hay una serie de clasificadores que se añaden al número en función de la naturaleza del
objeto que se contabilice. Ya lo veremos en otra ocasión.
Los números en el japonés presentan dos formas: la pronunciación china (más corriente y la que
generalmente se emplea en los numerales) y la pronunciación japonesa. Ahora veremos la versión china de
los números:
Cero Rei Cinco Go
Uno Ichi Seis Roku
Dos Ni Siete Sichi/ Nana
Tres San Ocho Hachi
Cuatro Shi/ Yon Nueve Kyu/ Ku

Diez Ju Once Ju-ichi


Doce Ju-ni Trece Ju-san
Veinte Ni-ju Treinta San-ju
Cuarenta Yon-ju Cincuenta Go-ju

Cien Hyaku
Mil Sen
Diez mil Man
No hay un número mayor que diez mil (excepto oku, cien millones). El resto de los números son múltiplos
de diez mil (por ejemplo, un millón son cien "diezmiles").
Ejemplos:
27 = ni ju shichi
569 = go hyaku roku ju kyu
3751 = san sen nana hyaku go ju ichi
84265 = hachi man yon sen ni hyaku roku ju go
Existe una serie de irregularidades en el uso de hyaku y sen con algunos números, pero por el momento no los
vamos a tener en cuenta. Los veremos otro día.

Clase 4 – Especial katakana


Como nos interesa acabar cuanto antes con el romaji para no acostumbrarnos
demasiado a él, y como todavía nos queda por aprender el hiragana (de
mucho mayor uso que el katakana), vamos a dedicar una sola clase a acabar
con todo el katakana. Esta clase será un poco pesada, pero es conveniente
dedicarle cuanto menos tiempo posible para dedicarnos más a gramática. La
escritura es algo sobre lo que, una vez explicado, no se va a insistir mucho
más: es responsabilidad vuestra conocerlos bien y practicar su caligrafía.
Las últimas filas: h – m – y – r – w:
A I U E O

FU

Y NO HAY NO HAY
KANA KANA

W NO HAY NO HAY NO HAY


KANA KANA KANA
O
Se presentan dos nuevas irregularidades: /fu/ y /o/, en lugar de hu y wo. Además, el sonido wa no debe
pronunciarse como gua, sino como ua (donde la u se pronuncia por un espacio muy corto de tiempo).
Recordad que en japonés la h sí suena. Es una hache aspirada, como si jadearamos. Nunca suena tan dura
como una jota.
La n es la única consonante que por sí sola forma un kana, sin necesidad de estar acompañada por una
vocal.

El orden de los trazos es el siguiente:


HA HI FU HE HO MA MI MU ME MO

YA YU YO RA RI RU RE RO WA WO N

Aquí encontramos las primeras irregularidades fonéticas: nunca se pronunciará /si/, sino /shi/. De igual
forma, siempre se dice /chi/ y /tsu/, en lugar de /ti/ y /tu/. Esto es importante saberlo porque, aunque en el
sistema romaji-Helpburn se escribe tal y como se pronuncia, en el Nippon-Shiki (el sistema adoptado
oficialmente por el gobierno japonés) se escribe SI, TI y TU, aunque todo buen japonés sabe que se
pronuncia diferente. Aunque aquí hemos señalado que los kana wi,wu,we,yi,ye no existen, no es cierto.
Pero han caído en desuso y no merece la pena aprenderlos para luego no emplearlos nunca.
Pero todavía no se ha acabado todo. ¿Qué sucede con los fonemas /g/, /z/, /d/, /b/, /p/, /f/, etc? Hay muchos
sonidos que no están aquí representados. Pero sin embargo, ya no hay más kanas diferentes. ¿Cómo se las
arreglan los japoneses para escribir estos sonidos? Pues se recurre al concepto del sonido impuro.
Sonidos puros y sonidos impuros
Hay una serie de fonemas que están íntimamente relacionados. Por ejemplo, el fonema /s/ y el fonema /z/
son alveolares, pero se diferencian en que en el segundo vibran las cuerdas vocales y en el primero no. Lo
mismo sucede con las oclusivas /p/-/b/, /t/-/d/ o /k/-/g/. De hecho, el castellano ha modificado muchos de
estos fonemas desde su origen latino:
Amicus Amigo
Pater Padre
Tepidum Tibio
Pues bien, siguiendo este método, el japonés emplea los mismos kana para representar diferentes fonemas.
Es lo que se conoce como sonidos impuros, aunque personalmente yo llamaría sonidos suavizados.
Realmente lo que hacemos es suavizar (J.Ferrés dice "dulcificar") el sonido original (puro, seion) para
obtener otro diferente (impuro, dakuon). De esta forma obtenemos:
PURO (SEION) IMPURO (DAKUON)

K G

S Z

T D

H B

Pero, si empleamos los mismos kana, ¿cuándo se pronuncian de una forma o de otra? Para distinguirlos,
añadimos un par de comillas (nigori) al kana. El sonido /p/ también lo obtenemos de esta forma, pero no
partimos de un sonido puro, sino de uno impuro. Realizamos el proceso inverso: si antes hemos suavizado
la pronunciación, ahora "reendurecemos" el fonema /b/, con lo que conseguimos un sonido semi-impuro
(handakuon). Para distinguir el sonido /p/ del sonido /b/ empleamos un nigori diferente: se transforman las
dos comillas en un circulito hueco:

G Z D B P

JI JI

Z
U

Han aparecido tres nuevas irregularidades fonéticas: dos sonidos /ji/ (no suena como la j castellana, sino
como una doble l, para distinguirla del sonido /y/ ésta última se pronuncia como una doble i), y tsu deriva
en zu. Como es lógico, estos fonemas también se encuentran en hiragana.
Los diptongos o sonidos semidiptongales
Hay otra serie de fonemas que se obtienen mediante combinaciones de kana. Son los diptongos. Hay dos
tipos de diptongos: los diptongos oficiales (combinación de un kana del tipo I con alguno de los kana YA-
YU-YO) y los diptongos no oficiales (combinación de un kana consonántico con un kana vocal). Así
conseguimos sonidos que simplemente con un kana no son posibles o no están representados. Es segundo
kana debe ser significativamente más pequeño.
Los diptongos oficiales son comunes a hiragana y katakana. Son combinaciones de cualquier fila de kana
(excepto Y, W y D, y la N consonantica) con YA-YU-YO, y el primer kana ha de acabar en I. En algunos
casos obtenemos un sonido nuevo.
YA YU YO

(KYA) (KYU) (KYO)

(GYA) (GYU) (GYO)

SH

(SHA) (SHU) (SHO)

(JA) (JU) (JO)

CH

(CHA) (CHU) (CHO)

N
(Ñ)
(NYA/ÑA) (NYU/ÑU) (NYO/ÑO)

(HYA) (HYU) (HYO)

(BYA) (BYU) (BYO)

(PYA) (PYU) (PYO)

(MYA) (MYU) (MYO)

R
(LL) (RYA/LLA (RYU/LLU) (RYO/LLO)
)
Algunos de estos fonemas son bastante difíciles de pronunciar o distinguir de otros. Es cuestión de
práctica.
Los diptongos no oficiales se construyen de forma diferente y se emplean básicamente para conseguir
aquellos sonidos en palabras no japonesas que no tienen representación fonética en ningún kana ni ningún
diptongo oficial. Sobre todo en los sonidos con /f/, /v/, /ti/ y /di/. El katakana permite estas combinaciones
porque requiere de más flexibilidad, pero en el hiragana no existen.

A I U E O

F
(FA) (FI) (FU) (FE) (FO)

V
(VA (VI) (VU (VE) (VO)
) )
El sonido /v/ es labiodental (no es /b/, que es bilabial). Para escribir el sonido /ti/ se escribe el kana TE
acompañado de una I pequeña. Para escribir /di/ hacemos lo mismo pero con DE.
Las vocales largas
Cuando una vocal se pronuncia a una longitud casi el doble de una normal se dice que es una vocal larga.
En romaji se escribe con una línea encima de la vocal alargada (como no existe este tipo de caracteres en
el código ASCII, se tiende a escribir mediante ‘^’ o ‘¨’, o duplicando la grafía). En katakana se representa
mediante una línea horizontal (si escribimos de izquierda a derecha) o una línea vertical (si escribimos de
arriba abajo). Por ejemplo:

= TEEBURU (del inglés TABLE, mesa)


En romaji siempre se alarga una vocal si se duplica, o si es una ‘u’ que sucede a una ‘o’ (como por
ejemplo, kaidou = /kaidoo/), o si es una ‘i’ que sucede a una ‘e’(sensei= /sensee/).
Las consonantes dobles
Hay ocasiones en los que una consonante se pronuncia de forma especial, como si dentro del kana
quisiéramos pronunciarla dos veces, o como si antes de pronunciarlo hiciéramos un pequeño corte del
aire, una interrupción. Para representar esto en katakana (y también en hiragana) utilizamos un pequeño
TSU antes del kana. En romaji se escribe dos veces la consonante para saber que se pronuncia doble. Por
ejemplo:

=OKKUSUFUOODO (Oxford)
Este mismo ejemplo nos da pié para pensar lo siguiente: si todos los sonidos en japonés son silábicos (con
la excepción de la N que puede escribirse sola), ¿cómo hacen para escribir una palabra con consonantes
solas? La respuesta la podemos ver en la palabra anterior: la u es una vocal de pronunciación muy débil,
con lo que si se pronuncia muy rápido un kana con U parece una consonante suelta. Pero esto no se
cumple en todos los casos: con los kanas TSU y DU(ZU), como son fonéticamente irregulares, para
terminaciones en T o D se emplea los kanas TO/DO. Otro sonido que podemos ver es la ‘x’ /ks/, se
emplea KU-SU.
Algunos ejemplos:

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