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Lecciones de japonés
Clase 0 – Introducción
1. El japonés y el resto de las lenguas
El origen de la lengua japonesa es desconocido: aunque se pretende vincularla con otras lenguas asiáticas,
en realidad no guarda punto común sensible con ninguna de las lenguas conocidas. Cualquier intento de
englobar al japonés dentro de alguna familia esta basada en meras coincidencias y nunca en una base
sólida. Lo que sí está claro es que el japonés no tienen nada que ver con el chino, como comúnmente se
piensa en Occidente. Su relación se encuentra en gran parte de su vocabulario y en el sistema de escritura
kanji, adoptado por los japoneses oficialmente en el año 405. Es importante desterrar la idea de un origen
común.
Acostumbrados al estudio de lenguas como el inglés, el francés, el alemán, etc., en las que más o menos
siguen el mismo patrón debido a un origen común antiguo, nos choca el japonés por la carencia de
estructuras gramaticales más o menos estrictas, su extraño sistema de escritura o su sentido filosófico al
crear palabras compuestas. Debemos tener una mente más abierta a la hora de aprender el japonés: nos
enfrentamos con una cultura radicalmente distinta, y debemos "impregnarnos" un poco de su cultura y
mentalidad para asimilar y comprender esta no fácil pero sí interesante lengua.
Pero como españoles tenemos ventajas añadidas respecto del resto de los europeos: el español es con
diferencia una de las lenguas más complejas que existe, y es capaz de asimilar casi completamente al
japonés. Además, las dos lenguas son fonológicas (se pronuncian tal y como se escriben), y el japonés es
fonéticamente pobre (más aún que el castellano, que fonéticamente lo engloba casi por completo). En
resumen, a un español le resulta más fácil aprender japonés que a un inglés o a un francés.
2. La gramática japonesa
Como en otras lenguas, hay dos tipos de gramática: una culta, empleada sobre todo en las artes literarias y
en ceremonias de protocolo, que es el bungotai o lenguaje bungo. El bungotai engloba dos estilos de
expresión: el literario y el cortesano. Por otro lado, tenemos la gramática kôgotai, que es el lenguaje normal
y coloquial, el estándar que se emplea en los medios de comunicación y el que pretendemos aprender en
este curso. El lenguaje kôgo incluye otros dos estilos: el escrito y el hablado. Esto sucede igualmente en la
mayoría de las lenguas de uso actual: no se escribe de la misma forma que se habla por la calle. Son
registros diferentes.
Las estructuras gramaticales en el japonés son más flexibles que en las lenguas occidentales. También los
verbos carecen de una flexión tan compleja como en las lenguas latinas, ni es necesario especificar con
tanta concreción el genero o el número en los grupos nominales. Pero esto lo iremos viendo poco a poco,
por lo que simplemente con tiempo, constancia y una mente abierta podremos aprender esta lengua con más
comodidad que si intentamos reglarla o tomar como precedentes estructuras occidentales.
3. El léxico japonés
Este será uno de los puntos en los que más habrá que insistir, ya que hay que aprender gran cantidad de
palabras nuevas. En muchos casos será necesario conocer costumbres, cultura, historia... para asimilar la
semántica de tantos nuevos conceptos. Pero esto se convertirá en una ventaja añadida.
Es especialmente abundante el léxico relacionado con la naturaleza (comprensible si tenemos en cuenta el
carácter contemplativo de los orientales y lo adverso de la naturaleza de las islas), sobre todo climatología,
topónimos y flora. Resulta una excepción con los animales, pues el archipiélago japonés es de fauna pobre.
También hay mucho vocabulario relacionado con los sentimientos y emociones, además de términos
relacionados con la vida social (relaciones laborales, rangos, costumbres, etc.).
Hay que resaltar que, debido al aislacionismo en el que se mantuvo Japón y la brusca apertura al mundo
occidental, el japonés es la lengua con mayor cantidad de barbarismos, sobre todo palabras inglesas
(aunque también hay portuguesas, holandesas, alemanas, españolas...).
4. El sistema de escritura: kana y kanji
Los japoneses carecían de un sistema escrito cuando unos sabios coreanos introdujeron el sistema de
escritura chino, que fue adoptado poco después como el oficial: el sistema kanji. Sin embargo, debido a
que la lengua japonesa es aglutinante (es decir, forma los conceptos a partir de una raíz a la que se le añade
partículas), tuvo que completar este sistema con unos silabarios que se añadían a los kanji: los kana.
En el japonés las consonantes no pueden ir sueltas (con la excepción de la ‘n’) por lo que los alfabetos se
convierten en silabarios: combinaciones de vocales con consonantes. Hay dos silabarios (kana) diferentes:
el hiragana y el katakana, que se emplean en situaciones diferentes, pero son fonéticamente equivalentes.
El hiragana se emplea en las palabras japonesas (cuando no se usa kanji) y para las partículas que
complementan a las raices o kanji (lo que se conoce como okurigana). El katakana se emplea para palabras
de origen extranjero (que ya hemos dicho que en el japonés son muchas), onomatopeyas, o cualquier otra
palabra que se desee destacar dentro de un texto: es algo así como nuestra cursiva.
Los kanji (letra de Kan, dinastía que gobernaba China en el momento en el que Japón recibió la influencia
cultural del continente) son caracteres chinos, cada uno de los cuales (o combinados entre ellos)
representan un concepto. Como la correspondencia entre kanji y lengua es conceptual y no fonética se pudo
adoptar perfectamente al japonés (a pesar de la enorme diferencia con el chino). Hay alrededor de unos
45.000 kanji, pero el Gobierno japonés reconoce unos 1945 oficiales que todo japonés debe conocer y son
usados por la prensa escrita. Estos kanji están recopilados en una lista llamada Jôyô kanji. Pero el japonés
emplea más que los que hay en esa lista: ¿qué hacer si alguien no conoce ese kanji? Los medios facilitan
junto al kanji su pronunciación en silabario hiragana, en pequeño por encima o al lado: es lo que se conoce
como furigana.
Aparte de los kana y los kanji, los japoneses también conocen el sistema alfabético. Desde su apertura al
mundo occidental, se ha pretendido la conversión de kana y kanji al alfabeto latino: los europeos y
norteamericanos han visto el japonés como la "lengua del diablo" imposible de aprender y que había que
convertir al sistema lógico y funcional alfabético. De esta idea surgió el romanji: es básicamente una
conversión fonética (con una mínimas variaciones y consideraciones) en caracteres alfabéticos. Hay varios
convenios, pero destacan sobre todo dos: el sistema Hepburn (el que más se emplea) y el Nippon-Shiki (el
que emplea oficialmente el Gobierno nipón).
Cien Hyaku
Mil Sen
Diez mil Man
No hay un número mayor que diez mil (excepto oku, cien millones). El resto de los números son múltiplos
de diez mil (por ejemplo, un millón son cien "diezmiles").
Ejemplos:
27 = ni ju shichi
569 = go hyaku roku ju kyu
3751 = san sen nana hyaku go ju ichi
84265 = hachi man yon sen ni hyaku roku ju go
Existe una serie de irregularidades en el uso de hyaku y sen con algunos números, pero por el momento no los
vamos a tener en cuenta. Los veremos otro día.
FU
Y NO HAY NO HAY
KANA KANA
YA YU YO RA RI RU RE RO WA WO N
Aquí encontramos las primeras irregularidades fonéticas: nunca se pronunciará /si/, sino /shi/. De igual
forma, siempre se dice /chi/ y /tsu/, en lugar de /ti/ y /tu/. Esto es importante saberlo porque, aunque en el
sistema romaji-Helpburn se escribe tal y como se pronuncia, en el Nippon-Shiki (el sistema adoptado
oficialmente por el gobierno japonés) se escribe SI, TI y TU, aunque todo buen japonés sabe que se
pronuncia diferente. Aunque aquí hemos señalado que los kana wi,wu,we,yi,ye no existen, no es cierto.
Pero han caído en desuso y no merece la pena aprenderlos para luego no emplearlos nunca.
Pero todavía no se ha acabado todo. ¿Qué sucede con los fonemas /g/, /z/, /d/, /b/, /p/, /f/, etc? Hay muchos
sonidos que no están aquí representados. Pero sin embargo, ya no hay más kanas diferentes. ¿Cómo se las
arreglan los japoneses para escribir estos sonidos? Pues se recurre al concepto del sonido impuro.
Sonidos puros y sonidos impuros
Hay una serie de fonemas que están íntimamente relacionados. Por ejemplo, el fonema /s/ y el fonema /z/
son alveolares, pero se diferencian en que en el segundo vibran las cuerdas vocales y en el primero no. Lo
mismo sucede con las oclusivas /p/-/b/, /t/-/d/ o /k/-/g/. De hecho, el castellano ha modificado muchos de
estos fonemas desde su origen latino:
Amicus Amigo
Pater Padre
Tepidum Tibio
Pues bien, siguiendo este método, el japonés emplea los mismos kana para representar diferentes fonemas.
Es lo que se conoce como sonidos impuros, aunque personalmente yo llamaría sonidos suavizados.
Realmente lo que hacemos es suavizar (J.Ferrés dice "dulcificar") el sonido original (puro, seion) para
obtener otro diferente (impuro, dakuon). De esta forma obtenemos:
PURO (SEION) IMPURO (DAKUON)
K G
S Z
T D
H B
Pero, si empleamos los mismos kana, ¿cuándo se pronuncian de una forma o de otra? Para distinguirlos,
añadimos un par de comillas (nigori) al kana. El sonido /p/ también lo obtenemos de esta forma, pero no
partimos de un sonido puro, sino de uno impuro. Realizamos el proceso inverso: si antes hemos suavizado
la pronunciación, ahora "reendurecemos" el fonema /b/, con lo que conseguimos un sonido semi-impuro
(handakuon). Para distinguir el sonido /p/ del sonido /b/ empleamos un nigori diferente: se transforman las
dos comillas en un circulito hueco:
G Z D B P
JI JI
Z
U
Han aparecido tres nuevas irregularidades fonéticas: dos sonidos /ji/ (no suena como la j castellana, sino
como una doble l, para distinguirla del sonido /y/ ésta última se pronuncia como una doble i), y tsu deriva
en zu. Como es lógico, estos fonemas también se encuentran en hiragana.
Los diptongos o sonidos semidiptongales
Hay otra serie de fonemas que se obtienen mediante combinaciones de kana. Son los diptongos. Hay dos
tipos de diptongos: los diptongos oficiales (combinación de un kana del tipo I con alguno de los kana YA-
YU-YO) y los diptongos no oficiales (combinación de un kana consonántico con un kana vocal). Así
conseguimos sonidos que simplemente con un kana no son posibles o no están representados. Es segundo
kana debe ser significativamente más pequeño.
Los diptongos oficiales son comunes a hiragana y katakana. Son combinaciones de cualquier fila de kana
(excepto Y, W y D, y la N consonantica) con YA-YU-YO, y el primer kana ha de acabar en I. En algunos
casos obtenemos un sonido nuevo.
YA YU YO
SH
CH
N
(Ñ)
(NYA/ÑA) (NYU/ÑU) (NYO/ÑO)
R
(LL) (RYA/LLA (RYU/LLU) (RYO/LLO)
)
Algunos de estos fonemas son bastante difíciles de pronunciar o distinguir de otros. Es cuestión de
práctica.
Los diptongos no oficiales se construyen de forma diferente y se emplean básicamente para conseguir
aquellos sonidos en palabras no japonesas que no tienen representación fonética en ningún kana ni ningún
diptongo oficial. Sobre todo en los sonidos con /f/, /v/, /ti/ y /di/. El katakana permite estas combinaciones
porque requiere de más flexibilidad, pero en el hiragana no existen.
A I U E O
F
(FA) (FI) (FU) (FE) (FO)
V
(VA (VI) (VU (VE) (VO)
) )
El sonido /v/ es labiodental (no es /b/, que es bilabial). Para escribir el sonido /ti/ se escribe el kana TE
acompañado de una I pequeña. Para escribir /di/ hacemos lo mismo pero con DE.
Las vocales largas
Cuando una vocal se pronuncia a una longitud casi el doble de una normal se dice que es una vocal larga.
En romaji se escribe con una línea encima de la vocal alargada (como no existe este tipo de caracteres en
el código ASCII, se tiende a escribir mediante ‘^’ o ‘¨’, o duplicando la grafía). En katakana se representa
mediante una línea horizontal (si escribimos de izquierda a derecha) o una línea vertical (si escribimos de
arriba abajo). Por ejemplo:
=OKKUSUFUOODO (Oxford)
Este mismo ejemplo nos da pié para pensar lo siguiente: si todos los sonidos en japonés son silábicos (con
la excepción de la N que puede escribirse sola), ¿cómo hacen para escribir una palabra con consonantes
solas? La respuesta la podemos ver en la palabra anterior: la u es una vocal de pronunciación muy débil,
con lo que si se pronuncia muy rápido un kana con U parece una consonante suelta. Pero esto no se
cumple en todos los casos: con los kanas TSU y DU(ZU), como son fonéticamente irregulares, para
terminaciones en T o D se emplea los kanas TO/DO. Otro sonido que podemos ver es la ‘x’ /ks/, se
emplea KU-SU.
Algunos ejemplos: