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Resumen
¿Cuál es nuestro cometido específico si son los propios científicos (naturales o so-
ciales) quienes aportan los datos empíricos, preveen las consecuencias de los mismos
y extraen sobre tal conocimiento las teorías morales? ¿Somos solo los que servimos
complacientemente el «dulce postre» que justifica y tranquiliza las conciencias?
Al contrario de lo que pueda parecer la labor del filósofo en la bioética es crucial
y relevante sobre todo en tres aspectos: Es tarea del filósofo especificar cuales son
los problemas de la bioética, encontrar en donde se encuentra el origen de los des-
acuerdos y detectar los problemas del lenguaje y sus contenidos. En segundo lugar,
discriminar qué argumentos son adecuados y veraces y cuales no lo son a la hora de
debatir los problemas de la bioética. Por último, aportar las soluciones teóricas, de
carácter ético y metafísico, a los problemas bioéticos.
Palabras clave: Bioética, filosofía moral, lenguaje, argumentos.
Abstract
What is our specific task if natural or social scientists provide empirical data,
anticipate their consequences, and derive with all this knowledge moral theories? We
are only who kindly serve the «sweet dessert» that justify and calm consciences?
Despite appearances, the task of philosopher in bioethics is crucial and relevant
specially in three trends: First, philosopher must specify which are the problems in
bioethics, finding origins of disagreements and detecting problems of language and its
contents. Second, philosopher must mark out suitable and truthful reasoning in order
to debate bioethical problems. Last, philosopher must provide theoretical solutions,
in the fields of ethics and metaphysics, to bioethical problems.
Key Words: Bioethics, moral philosophy, language, arguments.
proceso de alcanzar tal condición y, según propone: ¿Y tu hija? ¿Tu hija adolescente
interpretaciones, le dan unos plazos más también puede hacer con su cuerpo lo que
o menos largos para darle ese reconoci- quiera? ¿Te parece adecuado que lleve
miento personal. Paro otros no es más que una vida promiscua? Probablemente nos
un conjunto de células, algo así como un respondería: Mi hija es otra cosa.6
tumor a extirpar, sobre las que no es opor- El tercer problema, asociado a los
tuno hacerse mayores cuestionamientos anteriores, es que los conceptos morales
morales. Otros le reconocen valor persona tienen, a menudo, distintas acepciones
en tanto en cuanto la subjetividad de los y pueden ser equívocas según su origen
padres o de la comunidad se lo otorgue. histórico, es decir, dependiendo de es-
Así, desde esta base los debates sobre el cuelas filosóficas que se han dado en la
aborto o la manipulación de embriones historia. Por ejemplo: No es lo mismo la
se hacen insolubles. libertad para los antiguos griegos, que en
En un segundo nivel5 se da, además, el cristianismo, o en los kantianos, o los
el problema añadido de que por un lado marxista, etc. Así también están las dife-
hoy se plantean dilemas donde se exige rencias existentes en el amplio espectro de
una respuesta rápida y eficaz de «sí» o las culturas. Este aspecto dificulta más la
«no» sin mediar posibilidad de reflexión. situación expuesta en el primer problema
No existe una búsqueda de acuerdo para enunciado. A esta dificultad se suma el
partir de las mismas premisas y de una obstáculo interpretativo de un frecuente
significación, cuanto menos, aproximada tratamiento ahistórico de los filósofos
de lo que se debate. Además, en los mass y tradiciones anteriores. Como indica
media, si a uno le falta en ese momento Macintyre: «consideramos a los filósofos
una buena razón que invocar contra la morales del pasado como si hubieran con-
posición opuesta parece que es porque tribuido a un debate único cuyo asunto
no haya esa «buena razón» y que mi fuera relativamente invariable; tratamos a
postura obedece a decisiones dogmáticas Platón, Hume o Mill como si fuesen con-
o irracionales. temporáneos nuestros y entre ellos».7 Se
Otro problema añadido a este es que suprimen los contextos y las narraciones
se aducen normalmente criterios imper- en las que se han situado esos pensadores
sonales, por ejemplo: Ante una conducta y se parte, a nuestro juicio, de una pre-
promiscua se suele decir «cada uno haga sunción soberbia de que hoy nos hallamos
con su cuerpo lo que quiera». Si frente en la plenitud de los tiempos. Hay un
este argumente le dijésemos al que lo acriticismo no solo hacia el pasado histó-
5 A partir de aquí seguimos de cerca los 6 Personalizar las cuestiones también tiene
planteamientos de MacIntyre, A., Tras la virtud, sus problemas, como caer en cierto emotivismo
Crítica, Barcelona, 1987, en el capítulo: La natura- pero en conjunto creo que el ejemplo manifiesta
leza del desacuerdo moral actual y las pretensiones del claramente lo que queremos indicar.
emotivismo, pp. 19-39. 7 MacIntyre, A., op. cit. p. 25.
rico sino hacia el momento presente que autosuficiente en cuanto que es el centro de
elimina los contextos narrativos. su pequeño entorno, de su microcosmos,
Se presume también desde esta óptica y con su razón es capaz de fundamentar
que toda discusión moral está no solo su entorno real, y es capaz de dominarlo
inacabada sino que resulta inacabable. y mejorarlo.9
Nada hay inmutable, verdadero y apo- La consecuencia moral de este op-
díctico todo es mudable y revisable; todo timismo racionalista es que los seres
discurso valorativo es interminable en humanos, especificados por su raciona-
cualquier época o cultura. Esta situación lidad, comparten una misma y absoluta
argumentativa concluye en el éxito de dignidad que radica en el ideal de que
un tipo de criterio moral que en la cul- esta esencia, esta racionalidad de las
tura actual es el que impera y que con personas, es universal y puede propiciar,
MacIntyre8 denominamos emotivismo, con su dominio del orden natural, un
a saber, «la doctrina según la cual los mundo mejor y un proceso indefinido
juicios de valor, y más específicamente de progreso y bienestar. El mundo y el
los juicios morales, no son nada más que hombre pasan a ser valores absolutos y
expresiones de preferencias, de actitudes autosuficientes, son los nuevos bienes
o de sentimientos». Con lo cual no son ni e ideales de la modernidad. A partir
verdaderos ni falsos solo que provocan de 1970, y tras un largo proceso que se
un cierto efecto emocional, satisfactorio o inicia en el romanticismo alemán y en la
insatisfactorio. El juicio fáctico sí es verda- reacción irracionalista de finales del XIX,
dero o falso (por ejemplo: la Universidad la posmodernidad se presenta como la
Complutense está en Madrid), pero el quiebra y destrucción de este presupuesto
juicio moral no lo es (por ejemplo: decir en tres órdenes:
«mentir es malo» depende de cada uno y – En el orden del conocimiento: Si
sus circunstancias, en cada caso). hasta ahora el presupuesto básico que
Más allá de los problemas de conoci- comparte toda la filosofía anterior se
miento y de lenguaje existe otro problema basa más o menos en la creencia: existe
mucho mayor en el ámbito moral y es la una verdad ahí fuera que podemos conocer,
concepción del ser humano: El periodo premisa que han compartido a lo largo de
moderno instauró un antropocentrismo la historia tanto realistas como idealistas,
ético, es decir, la persona humana (ser ahora se piensa de la siguiente manera: en
racional) es el centro del conocimiento y el caso de que exista una verdad ahí fuera he-
la realidad. A partir de este momento el mos de renunciar a conocerla. Esto significa
ser humano es un «ser pensante que tiene que no existe una naturaleza intrínseca ni
un cuerpo». Este yo pensante pasa a ser yo
un orden de realidad cognoscible como ser describe la «contingencia del yo» del
proponían las metafísicas anteriores y, siguiente modo: «Sería estúpido convencer
en caso de existir, no interesa para nada al lector de que sus personajes están realmente
conocerla. Hemos de dejarlo estar por- vivos. No nacieron del cuerpo de sus madres,
que, por un lado, no sacaríamos nada en sino de una o dos frases sugerentes o de una
claro y, por otra parte, la vida es tan leve situación básica. Tomás nació de la frase «ein
y fugaz que el uso de la razón humana mal ist kein mal»12. «Teresa nació de una
conviene aplicarlo a cuestiones más pro- barriga que hacía ruido»13.
saicas, inmediatas y prácticas10. La contingencia del yo es equivalente
– En el orden del lenguaje: ya lo hemos a la insignificancia del yo. Si no cuento más
descrito antes pero, concretando, el len- que con una insignificante vida, un corto
guaje pasa de ser un contenido o significado espacio de tiempo no me queda más al-
a ser una herramienta o significante, no es ternativa, para darme un cierto conteni-
ya un medio de representación o expre- do, que concederme todos los caprichos
sión, que presupone esa adecuación entre posibles, cuanto menos aquellos que
el conocimiento y el objeto que conoce- considere más relevantes como puedan
mos, sino que es una mera herramienta ser: el tener un hijo biológico cuando mi
que depende del uso instrumental que cuerpo carece de esa posibilidad; cam-
hagamos de él11. biar de sexo si mis instintos y emociones
– En el orden antropológico: Fragmen- me inclinan en un sentido opuesto a mi
ta también el ideal de hombre. El proyecto morfología; tener asegurado el ser asis-
moderno de una significación intrínseca tido si deseo morir, ante la amenaza de
del mundo y de la persona humana en una enfermedad dolorosa o degradante,
orden a la potencia de la razón pierde etc. Para la consecución de este tipo de
consistencia. En el presente ya no se ve- objetivos, (tales son los problemas bioé-
nera a Dios como fundamento, ni a una ticos actuales), necesito que la ciencia, la
verdad que la ciencia ha desentrañado, ni comunidad política y la legislación me
a la racionalidad común de la humanidad faciliten los medios con el menor coste
que tiende indefinidamente hacia mejores personal posible.
estados de vida, ya no se venera nada y
todo es producto del tiempo y del azar. 3. Discriminar los argumentos
El «yo» es contingente es una partícula, un
átomo, situado por el azar y el tiempo. La segunda tarea del filósofo en el
Kundera en La insoportable levedad del campo de la bioética consiste en discernir
la validez formal de los argumentos que
10 Es básicamente el argumento de Richard
Rorty en Contingencia, ironía y solidaridad, Paidós, 12 Significa textualmente «una vez es ningu-
Barcelona, 1991. Renunciemos a que haya una cierta na vez», algo así como «uno es ninguno» o «uno es
adecuación, sea real o ideal, entre el mundo y la nada».
razón, ver pp. 27-28. 13 Kundera, M., La insoportable levedad del ser,
11 Rorty, op. cit., pp. 29-42. Tusquets, Barcelona, 1984.
17 Respecto a la explicación del ejemplo ver: 19 Dworkin, R., Jugar a ser Dios: genes, clones
Blazquez, N., Pastor, L.M., Bioética Fundamental, y suerte, en Virtud Soberana. La teoría y la práctica de
Editorial Católica, Madrid, 1996, (pp. 21 y ss.); la igualdad, Paidós, Barcelona, 2003, (ver pp. 471-
Ballesteros, J., El estatuto del embrión humano (pp. 481).
219-228) y López Barahona, El estatuto biológico del 20 En Rawls una visión comprehensiva del
embrión humano (pp. 210-212) en Tomás Garrido, G., bien es una concepción determinada del bien o de
Manual de Bioética, Ariel, barcelona, 2001. la vida buena y la sociedad liberal se define como
18 Citado en López Barahona, El estatuto aquella que desde la neutralidad crea un marco
biológico del embrión, en Tomás, G., op. cit., pp. 210- donde puedan convivir y desarrollarse una amplia
211. pluralidad de concepciones de vida buena.
oscuro prejuicio teológico que impide la venir dadas por la filosofía moral, pero en
libertad de acción de aquellos que son el momento presente, como se indicaba al
más fuertes. inicio del artículo, parece que la filosofía
A nuestro parecer son estas dos figu- tiene poco que aportar: Primero está el
ras las más frecuentes entre los razona- punto de vista científico, al que se le
mientos viciosos que encontramos en los concede el conocimiento canónicamente,
debates bioéticos, otras formas también luego viene el jurista para aportar su pun-
frecuentes son el paso ilegítimo de lo par- to de vista, necesario a nivel pragmático,
ticular a lo general, por ejemplo decir: los pero ¿el filósofo qué tiene que decir? Si
heterosexuales se unen por amor y se acaso, se le concede «poner la guinda» y
forman matrimonios y familias; luego los adornar el asunto con alguna objeción o
homosexuales cuando se aman también matización de última hora para «deco-
deberían poder formar matrimonios y rar el pastel» y, como mucho, acallar las
familias, de no ser así supondría una conciencias; es lo que Leon R. Kass llama
discriminación. Otro sofisma frecuente es bioética complaciente pues aunque da algún
el argumento ad hominen, es decir, desca- matiz acaba por justificar la práctica que
lificar un argumento no por razones del se debate en ese momento:
mismo sino por razón de la persona que «Como muchas de esas comisiones
lo expone. Hoy día como, además, existe (bioéticas) o bien han estado bajo el
una amplia aceptación en la opinión pú- patrocinio de los Institutos Nacionales
blica española de una visión peyorativa de la Salud, o del Ministerio de Sanidad
de lo católico, como algo caduco, oscu- y Servicios Sociales, o bien están domi-
rantista y ridículo, cuando en un debate nadas por voces poderosas a favor del
bioético se presenta un interlocutor que progreso científico, los éticos que formaron
representa posiciones católicas, como parte de ellas han tenido que contentarse,
pueda ser un sacerdote, con extraordi- –la mayoría de las veces, después de
naria frecuencia se le trata a priori como haber intentado clarificar valores y de
si respondiera personalmente a ese falso más de un disgusto–, con dar sus bendi-
estereotipo de anacrónico inquisidor y des- ciones a lo inevitable... Uno se pregunta
de ahí todo lo que pueda decir, por bien si pueden liberarse suficientemente del
argumentado que esté, cae en el ridículo. patrón acomodaticio de dar el nihil obstat a
Basten estos razonamientos para trazar toda innovación técnica, bajo la errónea
a grandes rasgos otra de la labores más creencia de que todos los bienes deben
importantes que tenemos los filósofos en doblegarse ante los ídolos de la salud
la investigación bioética. médica y el avance científico»23.
En este mismo sentido Robert Spae- Es muy posible que en poco tiempo
mann se niega a hacer una etica compla- se desvele este combate intelectual25 de
ciente. Hemos de tomar muy en serio los pensadores católicos como una de las
nuestro trabajo, como filósofos morales, mayores lucha de la razón humana contra
sin complejo alguno y defendiendo, las tendencias más ciegas e irracionales
con todo el saber posible y los mejores del dominio tecnológico, es por ello que
argumentes y explicacionas, la verdad no hemos de perder la decisión en hacer
y el bien. Hemos de ser «voces sabias y nuestras tareas.
valientes» como lo han sido Hans Jonas La defensa de la vida en sus inicios, la
o Paul Ramsey o lo son Robert Spae- manipulación de embriones, la clonación,
mann o Martin Rhonheimer y el mismo la eugenesia, la eutanasia son cuestiones
Magisterio de la Iglesia encabezado por a tomar muy en serio. Se están poniendo
Juan Pablo II, dando soluciones veraces en juego las vidas de miles o millones de
y claras, bien argumentadas y filosófica- seres humanos y el futuro de la humani-
mente consistentes, lo suficiente como dad y la única respuesta posible a estas
para movilizar a las gentes y no llegar a intenciones de dominio por parte de una
tener que lamentar, como hoy lamenta- ciencia ciega y una tecnología irreflexiva
mos, las injustas y atroces legislaciones la pueden aportar solamente la filosofía y,
permisivas con el aborto24. por qué no decirlo, la teología moral.
Recibido: 25-10-2004
Aceptado: 11-01-2005