El Propósito del Matrimonio - Paul Washer Pero la conformidad a Cristo que crea en mi tendrá valor eterno, merece.
tendrá valor eterno, merece. Y amor incondicional es cuando aman a alguien que no
Bueno, es grato estar de vuelta. Vamos a estudiar acerca del
matrimonio. ¿Cuántos de ustedes están casados? ¡Wow! Tú eres
el único aquí que no está casado. Oh, y por cierto, si alguien está
interesada en el, está aquí en la primera fila. No es muy bonito,
pero no se ve como que comería mucho. Okey. Vamos al libro
de Romanos, capitulo 8, versículo 28. “Y sabemos que a los que
aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados”.
Aquí tenemos una de las declaraciones más importantes de confort
y fortaleza en la fe cristiana. Que Dios hace absolutamente todo
por el bien de Sus hijos. Pero debemos preguntarnos, ¿qué es lo
bueno? El movimiento carismático nos dice que Dios hace todo
para hacernos ricos, o que hace todo para darnos salud. El trabaja
todo el tiempo para que no tengamos que sufrir. Pero, ¿cuál es el
propósito principal de Dios para nuestra vida? Se encuentra en
el versículo 29. Dice, “Porque a los que antes conoció, también
los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen
de su Hijo”.
Entonces, el gran propósito de Dios en absolutamente cada
circunstancia de nuestras vidas es la de conformarnos a la imagen
de Su Hijo. Esa es la gran meta de lo que Dios está haciendo en
sus vidas, y es la gran meta de todo. Pero, la pregunta es, ¿Es
la meta de ustedes? ¿Es el deseo más grande de ustedes? ¿Es
la pasión más grande de sus vidas ser conformados a la imagen
de Cristo? Y, ¿están dispuestos a aceptar cualquier cosa de la
voluntad de Dios para hacerlos como Cristo? Déjenme darles un
ejemplo. Yo siento dolor en este momento. Vivo en dolor. Mis dos
caderas han sido reemplazadas. La muñeca de mi mano es en
su mayor parte metal. Cuando atravieso el detector de metal en
el aeropuerto y suena la alarma, la policía siempre me tienen que
revisar. Tengo cosas saliendo de mi hueso, entrando a mi médula
espinal y algunas veces solo quiero gritar. ¿Cuál es el propósito
de eso? ¿Cómo puedo ser feliz? El propósito de eso es que sea
conformado a la imagen de Cristo, y que pueda ser feliz con eso
porque sí me está conformando a la imagen de Cristo.
Verán, ustedes deben tener la misma meta que Dios tiene.
Santificado sea Tu nombre; venga Tu Reino; hágase Tu voluntad.
Eso funciona como algo así. Nuestra pasión más grande debe ser
la gloria de Dios y el avance de Su reino, y por lo tanto, nuestra
actitud debe ser esta: “Padre, si a través de la prosperidad
económica, Tu puedes ser glorificado, y puedes avanzar Tu reino,
entonces, prospérame económicamente. Pero Padre, si a través
de mi pobreza, me puedes hacer como Cristo y eso glorifica Tu
nombre y avanza Tu reino, entonces déjame ser pobre. Padre,
si Tú puedes obtener gloria para Ti mismo y conformarme a la
imagen de Cristo al sanar mi cuerpo, entonces por favor sana mi
cuerpo. Pero si a través de esta enfermedad, Tú puedes obtener
más gloria para Ti mismo y avanza Tu reino y me conforma a
la imagen de Cristo, entonces permítame quedarme con mi
enfermedad”. Dentro de mil años, este dolor no significará nada.
¿Están de acuerdo con eso? Espero que sí. Porque lo mismo
debe decirse de sus propias vidas. Si la meta más grande de
ustedes es conformarse a Cristo, entonces todo lo que pasa
en sus vidas tiene propósito y pueden aceptar cualquier cosa
en sus vidas con júbilo. Si yo no tuviera esto en mente, estaría
destrozado. Despertaría en la mañana diciendo: “¿Por qué, por
qué, por qué? ¿Qué valor hay en todo este sufrimiento? Quiero
escaparme. Quiero que esto se vaya.” Pero si sé que esto está
siendo utilizado por Dios para conformarme a la imagen de
Cristo, entonces me puedo regocijar. ¿Cuántos de ustedes están
entendiendo lo que estoy diciendo? Ustedes dicen, ¿qué tiene eso
que ver con el matrimonio? Absolutamente todo. Por qué, ¿cuál es
el propósito del matrimonio? Absolutamente todo. Porque, ¿cuál
es el propósito del matrimonio? La misma cosa. Conformarlos a la
imagen de Cristo. Ese es el propósito del matrimonio.
Algunos de ustedes están casados y batallan con su matrimonio.
Dices que tú y tu esposa no son compatibles. Que son
completamente diferentes. Ella no suple tus necesidades. Tú
no suples las de ella. Te preguntas si te casaste con la persona
correcta. Por que el matrimonio no es lo que creías que iba a
ser. El problema es que has tenido ideas equivocados acerca
del matrimonio. Tus ideas sobre el matrimonio provienen de
Hollywood y de la televisión y la fantasía. Y no provienen de la
Palabra de Dios.
Han visto, tienen estos servicios de citas en internet ahora en
los que solo llamas y encuentras a alguien que es igual que tú
para que puedas salir con esa persona. ¿Tienen de esos aquí? Y,
¿saben cuál es el enfoque principal de ellos?
Puedes encontrar a alguien que es compatible contigo. Puedes
encontrar a alguien como tú. Esa es una idea atemorizante.
Puedes encontrar a alguien que le guste todo lo que a ti te gusta.
Te gusta la pizza. A ella le gusta la pizza. Tú odias los gatos. Ella
odia los gatos. Puedes encontrar a alguien justo como tú. Esa
no es la voluntad de Dios. Rara vez te dará Dios una persona
que es compatible contigo. ¿Por qué es eso? ¿Es porque Dios te
odia y quiere hacer tu vida miserable? No, es porque El tiene un
propósito más grande. Muchas veces el Señor va a atraer a dos
personas que son verdaderamente incompatibles, e incluso no
deja que se den cuenta hasta después de que estén casados. Es
como si les pusiera una venda en los ojos. Entonces, después de
casados, les quita la venda de los ojos y dicen:”¡Que he hecho!”
Dios desea que sean como Jesucristo. Ahora, ¿qué es lo que
hace a Jesucristo tan especial? ¿Cuáles son las cosas sobre
las que cantamos? Cantamos sobre Su gracia, Su misericordia
y Su amor incondicional. Ahora, hay algo que es muy importante.
¿Quieren ser como Jesús? Entonces deben estar llenos de
gracia, deben estar llenos de misericordia y deben estar llenos de
amor incondicional. Ahora, aquí hay un problema con estas tres
características. La misericordia es cuando no le dan a alguien lo
que merece. Alguien los trata mal pero ustedes no actuaran de
la misma manera. Y gracia es cuando le dan a alguien lo que no
reúne todas las condiciones. Ahora, les hablaré a los hombres por
un momento, pero lo mismo se puede decir de las mujeres.
Ustedes tienen en su mente, antes de casarse, qué tipo de
esposa quieren. La mujer perfecta. En eso estás pensando, pero
solamente hay un problema. Si hubiera una mujer perfecta, no se
casaría contigo. Pero tenemos esta idea de cómo sería la esposa
perfecta, y hay ciertas características que realmente queremos,
pero usualmente terminamos casándonos con una mujer que
no reúne todas las condiciones. Y muchas veces no reúne las
condiciones que son más importantes para nosotros. ¿Qué es lo
que Dios está haciendo? Es la única manera en la que pueden
aprender a amar incondicionalmente. Y eso es, el casarse con
una persona que no reúne todas las condiciones. Podemos decir
lo mismo de sus esposos. De muchas maneras, él falla y no reúne
todas las condiciones. Aun las cosas que son más importantes
para ustedes, no las reúne. Pero Dios les está enseñando a amar
incondicionalmente.
La cosa más maravillosa de Dios es que El no nos da lo que
merecemos. Merecemos el infierno y no nos lo da. Otra cosa
maravillosa acerca de Dios es que nos da lo que no merecemos.
No lo merecemos a Él o el cielo, pero El nos lo da en Cristo.
Y Dios también nos ama aún y cuando no reunimos ninguna de
las condiciones. Ahora, ¿quieren ser como Dios? ¿Quieren ser
imitadores de Dios? ¿Quieren ser como Jesús? Entonces ustedes
y yo debemos aprender a hacer lo mismo. Somos llevados a un
matrimonio para amar a una persona que algunas veces no reúne
todas las condiciones, y se casan con nosotros, y nosotros no
reunimos todas las condiciones. Pero es para que ellas también
aprendan a ser como Cristo.
Muchas personas vienen conmigo con sus problemas
matrimoniales. “Ya no la amo.” “Ella no suple mis necesidades”. Y
yo solo veo al hombre y le digo:”Entonces arrepiéntete. Arrepiéntete
de tu egocentrismo. Arrepiéntete de tu egoísmo. Porque no
deberías amarla solo por que suple todas tus necesidades. No
deberías amarla solo porque tienes pensamientos románticos.
Debes amarla por qué hiciste un pacto con tú Dios y por que
deseas ser como Cristo.” Vamos a verlo de otra manera. Se
casaron con una persona muy difícil, y parece que los limita en
todo. (Parece que son una limitación para ti). A lo mejor no quiere
servir al Señor. A lo mejor hace tu vida casi miserable, y dices:
“Cometí un error. Quiero irme. Quiero el divorcio. No hay propósito
en lo que estoy sufriendo.” Estás equivocado. Todo eso está
diseñado para conformarlos a la imagen de Cristo. Lo que tienen
que decidir es, qué es lo más importante para ustedes. Vivir en un
matrimonio tipo cuento de hadas fantasioso, o ser conformados a
la imagen de Cristo.
Otra cosa en cuanto a la soberanía de Dios en el matrimonio
que quiero que entiendan es que, el matrimonio es un llamado.
Yo fui llamado a predicar. Creo que si dejo de predicar, sufriré la
disciplina de Dios. Es un llamado irrevocable; inalterable. También
lo es mi matrimonio. El fundamento de mi matrimonio es este: Dios
me ha llamado a dar mi vida por Su hija, ya sea que reciba algo a
cambio o no, ya sea que supla mis necesidades o no. Dios me ha
llamado. Estoy en obediencia a Dios. Y desde que El me llamó,
nunca tendré una excusa para no amarla, pero si mi matrimonio
está basado en ella, y ella me falla, entonces tengo excusas. Ella
no es la esposa que debería de ser, por lo tanto me voy. Ella no
suple mis necesidades, por lo tanto, tampoco supliré las de ella.
Ella no me trata con respeto, por lo tanto, yo no voy a tratarla
con respeto. Si mi matrimonio está basado en su comportamiento
hacia a mí, entonces nunca llegaré a ser como Cristo. Pero si mi
matrimonio está basado en un llamado irrevocable de Dios para
mi vida, entonces siempre se será necesario actuar como Cristo
actuaría.
Ahora, algunos de ustedes están pensando, “Wow, el matrimonio
es enfermizo y triste”. Y nuestro hermano aquí ya está
arrepintiéndose en polvo y cenizas. Ya no quiere casarse. Pero
yo no dije que esto es la plenitud del matrimonio. Dije que era el
fundamento de esto.
Yo amo a mi esposa. Tengo una hermosa esposa. Amo mi
matrimonio. Pero todo esto no es el fundamento de ello. Si mi
esposa sufre un terrible accidente mañana y queda terriblemente
deformada, no me iré, porque nuestra relación no está basada
en su apariencia. Está basada en el eterno orden de Dios y el
llamado para mi vida. Pero si ella sufre un accidente mañana y
queda terriblemente deformada y yo tengo que dejar la mayor
parte de mi ministerio solo para cuidarla, mi vida aun está llena
con propósito porque mi propósito entonces sería cuidarla porque
ella no puede cuidarse a sí misma. Ustedes dicen, “Bueno, ¿y
qué pasa con el ministerio?” El ministerio no es mi meta. Hacer
la voluntad de Dios es mi meta, y ser conformado a la imagen de
Cristo es mi meta, sin importar lo que eso signifique o conlleve.
Si mi esposa es una persona dulce y maravillosa, entonces,
¡aleluya! Pero si ella actúa como una mujer enojona y amargada,
yo no iré a ningún lado. No me iré ni voy a llorar porque no hay
propósito en mi vida. Voy a darme cuenta que Dios aún usa eso
para conformarme a la imagen de Cristo. Ese es el fundamento
de mi matrimonio.
Ahora, permítanme hablarles a los hombres por un momento. Yo
tengo una hija. Es la hija más hermosa del mundo, y si alguien
tratara de herirla, los mataría. Yo puedo ser muy al estilo ‘Antiguo
Testamento’ a veces. No, te atropellaría con mi camioneta y cantaría
“Aleluya” mientras lo esté haciendo, y después me arrepentiré; en
tu funeral. Amo a mi hija. Si quieres que sea tu amigo, entonces
trata bien a mi hija. Si quieres que sea tu pesadilla, entonces trata
mal a mi hija. Tanto así la amo. Queridos hermanos en Cristo, si
están casados con una mujer cristiana, están casados con una
de las hijas de Dios. La peor cosa que pueden hacer es herir a
esa mujer. Si fallan en el ministerio, Dios tendrá misericordia. Si
no estudias la Biblia todos los días, Dios tendrá misericordia. Si
hieres a Su hija, entonces deberías tener temor.
Voy a hablarle principalmente a los hombres por que el hombre
es el que dirige el matrimonio, y de muchas maneras, ellos
determinarán la calidad del matrimonio. Ahora vayamos al Libro
de Efesios, Capitulo 5, versículos del 22 al 23: “Las casadas estén
sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido
es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo, y él es su Salvador.”
La Biblia claramente enseña que el esposo es la cabeza de su
esposa. Ahora, algunas de las damas pueden están en desacuerdo
con eso. Realmente no me importa porque simplemente están
equivocadas. Eso es exactamente lo que la Biblia dice. El esposo
es la cabeza de la esposa. Ahora, algunos de los esposos
están sacando el pecho y golpeándosela como grandes gorilas.
“Escuchaste eso mujer. Yo soy la cabeza de la casa. Yo soy el
rey. El rey ha llegado.” Eso no es lo que significa. Nosotros no
somos la cabeza de nuestras esposas como Cesar fue la cabeza
de Roma. Nosotros somos la cabeza de nuestras familias así
como Cristo es la cabeza de Su iglesia, y antes de Su muerte, El
lavó los pies de Su iglesia. El sirvió a su iglesia, y después dio Su
vida por la iglesia. Así que cuando hablamos de ser la cabeza de
la esposa, y la cabeza de la familia, estamos hablando sobre algo
diferente de lo que la mayoría de la gente entiende. Por la Palabra
estoy obligado a dirigir a mi esposa, y ella está obligada a respetar
mi liderazgo. Pero, ¿cuál es el propósito para mí en dirigir a mi
esposa? Si una esposa ve a su esposo, y ve a un hombre egoísta,
que básicamente hace todo para sí mismo, y usa su liderazgo
para promover sus propios deseos, ella se va a convertir en una
mujer enojada y amargada. Pero si ve a su esposo, y ve que es un
hombre entregado en obediencia a la voluntad de Dios, y que todo
lo que hace, lo hace para la gloria de Dios y para el avance del
reino de Dios, y para el beneficio de su esposa, y para el beneficio
de sus hijos, va a ser mucho más fácil para esa mujer respetar y
someterse a su esposo.
Ahora, sólo quiero hablar brevemente sobre liderazgo y lo que
eso significa. No significa que yo soy el señor de mi esposa, o
un dictador. Pero sí significa que soy una autoridad bíblica.
Permítanme darles una ilustración. Vamos a decir que mi
esposa,… vamos a decir que yo tengo que tomar una decisión
muy importante acerca de que si nos mudamos o no a otro lugar
en el país, o cualquier otra decisión importante surge. Como
cabeza de la casa, yo simplemente tomo la decisión. No, oro
acerca de ello, lo discuto con mi esposa, oramos juntos acerca
de ello, y si estamos de acuerdo, tomamos una decisión. Pero
vamos a decir que yo hablo con mi esposa sobre ello y oramos
sobre eso, y no estamos de acuerdo, entonces como cabeza
de la casa, tomo la decisión. No. Cuando mi esposa no está de
acuerdo conmigo en algo, eso es para mí como una bandera roja
de advertencia. Entonces, ella y yo vamos a hablar sobre ello y
a orar sobre ello, hasta que estemos en unidad. Pero, ¿qué pasa
si llega un punto en el que no estamos unidos pero la decisión se
tiene que tomar? Entonces, es mi terrible responsabilidad tomar
la decisión y es su responsabilidad respetarla. Y si estoy en lo
correcto, yo no debería ir con ella y decirle “¿Ves?, te lo dije”. Pero
si después me doy cuenta que me equivoqué, ella tampoco debe
hacerlo. La decisión se tenía que tomar. Yo tenía que tomarla.
¿Se dan cuenta que terrible responsabilidad es eso? Si dirijo a mi
familia y estoy equivocado, voy a tener que rendir cuentas ante
el trono de Dios. Por eso, mi esposa, ora por mí y se compadece
de mí, porque ella sabe que voy a tener que presentarme ante
Dios para rendirle cuentas. Ella sabe que su esposo tiene una
responsabilidad terrible.
Otra cosa de la que me doy cuenta es esto: si tomo la decisión
equivocada, puedo herir a toda mi familia.
Un esposo que no es un hombre espiritual, y no está renovando
su mente en la Palabra de Dios, para conocer la voluntad de Dios,
es un peligro para su familia. Tenemos el Rio Amazonas en Perú
y es muy grande y muy peligroso. Esto es lo que las tribus, las
tribus cristianas, dicen sobre un hombre que no es espiritual.
Dicen que un hombre no espiritual es como un conductor borracho
conduciendo su lancha por el Rio Amazonas en la noche, con su
familia en el asiento trasero; podría matarlos a todos. Es por eso
que algunos de ustedes que están saliendo con alguien… no
tienen porque hacerlo. Lo que están haciendo es incorrecto.
Primero que nada, porque salir con alguien no es bíblico, y segundo,
porque aun no se han convertido en hombres espirituales, y
no pueden dirigir a esa mujer bíblicamente. Y debido a que no
eres un hombre espiritual, tú y tu novia ya han tenido muchos
problemas y han hecho muchas cosas que no debieron de haber
hecho. Esto es serio.
Entonces, sí, como esposo debo dirigir compasivamente, sin ser
egoísta. Vean lo que dice la Biblia en el versículo 25 del capítulo
5 de Efesios “Maridos, amad a vuestras mujeres”. Eso es un
mandato. Pero ahora vamos a aprender cómo debe de cumplirse
este mandato. “Así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a
sí mismo por ella”. ¿Cómo debo de dirigir a mi esposa? En amor.
¿Qué tipo de amor? El amor de Cristo. ¿Cómo se demuestra? El
murió por Su Iglesia.
Entonces, es mi obligación como esposo dar mi vida por mi esposa.
Noten que la Biblia nunca dice que dé mi vida por mi ministerio.
Pero la Biblia me dice que dé mi vida por mi esposa. Noten que
la Biblia nunca enseña que dé mi vida por mis hijos. Pero sí dice
que dé mi vida por mi esposa. Como esposo, la persona más
importante sobre la faz de la tierra debe ser mi esposa.
Ahora, escuchen esto. Aun por encima de mis hijos. Alguna vez
han escuchado,… � las mujeres siempre dicen esto; a ellas les
gusta esto � … ellas dicen: “no hay ningún amor como el amor
de una madre”. Eso no es bíblico. A lo mejor querrán poner eso
en una tarjeta del Día de la Madres pero no es bíblico. Ahora, voy
a decir algo y va a provocar que algunos de ustedes se enojen.
Y no lo digo para hacerlos enojar, pero se van a enojar. Ahora,
escuchen todo antes de que empiecen a aventarme cosas.
¿Saben por qué la mayoría de las mujeres, muchas mujeres,
dicen que no hay ningún amor como el de una madre?
Ahora, prepárense. Es porque ellas han vivido como parásitos
de sus hijos. Les dije que se iban a enojar. Ahora, escúchenme
para explicarlo. Muchos maridos no se dan a sí mismos a sus
esposas. Y no dan sus vidas por sus esposas. Y no les sirven a
sus esposas. Y no buscan suplir las necesidades de sus esposas,
por lo tanto, todo el amor, compasión, y apoyo que la mujer
necesita, lo toma de sus hijos. La ternura que no recibe de su
esposo, lo encuentra en sus hijos. El compañerismo íntimo que
debería de estar recibiendo de su esposo � y no lo recibe � lo
encuentra en sus hijos. Pero hay un solo problema. Los hijos no
son lo suficientemente fuertes para hacer eso.
Esposos, la persona más importante en sus vidas, de acuerdo con
la Palabra, debe de ser su esposa. Ahora, permítanme darles otra
ilustración que los va a realmente perturbar. Vamos a decir que
estoy en un barco con mi esposa y mis tres hijos. Digamos que
soy el único que sabe nadar
El barco comienza a hundirse y mi familia se está ahogando. Y sólo
puedo salvar a uno. Voy a salvar a mi esposa. Ahora piénsenlo.
Ustedes dicen:“No, yo salvaría a mis hijos”. No, yo digo que a mi
esposa. Y yo tengo los hijos más felices que jamás verán en sus
vidas. ¿Saben por qué? Porque ellos ven la manera en que su
papa ama a su mama, y que su papa no se va a ir a ningún lado.
Ellos ven el amor entre su padre y su madre y dicen: “Nuestra
casa es segura. No tenemos de qué preocuparnos.” Nuestros
hijos son básicamente victimizados en la calle ahora en día. Las
escuelas son peligrosas. Y si no están peligrosas, están llenas de
perversión. Los gobiernos alrededor del mundo están inestables.
No hay seguridad en ningún lado. Y muchas de las iglesias piensan
que ya no es importante ser bíblicos. Nuestros hijos necesitan un
lugar a dónde pueden ir, dónde saben que van a estar a salvo y
seguros. Y cuando ven a su madre y a su padre amándose el uno
al otro como la Biblia enseña, esos niños van a estar seguros y
felices. Y los hijos no tendrán que suplirle las necesidades a la
madre, o suplirle las necesidades al padre, porque el padre y la
madre están supliéndose las necesidades el uno al otro.
Se me está ordenado aquí [en la Biblia] el dar mi vida por mi
esposa. Ahora, el pecho de su esposo está sumido. Y como mujer
le están diciendo: ”Ves, te lo dije, te lo dije. No me has estado
tratando bien. Pero de ahora en adelante esposo, tu vas a hacer
todo lo que quiera porque el hermano Paul dice que así debe
ser”.
¿Qué les pasaría a mis hijos si les diera todo lo que ellos desean?
¿Qué me pasaría si Dios me diera todo lo que deseo? Doy la vida
por mi esposa no para que ella obtenga cada pequeña cosa que
desea. Doy mi vida por la misma razón por la que Jesús la dio.
Vean el versículo 26: “para santificarla, habiéndola purificado en
el lavamiento del agua por la palabra”.
Como esposos, fuimos llamados a imitar a Cristo y para ser
ejemplos para nuestras esposas. Y somos llamados a discipular
a nuestras esposas; a saturarlas con el agua de la Palabra de
Dios para que ellas también crezcan en conformidad a Cristo.
Permítanme hacerles una pregunta a todos los maridos.
¿Cuánto tiempo le dedican a discipular a sus esposas? Esa no
es la responsabilidad del pastor. Es suya. ¿Tiene su esposa la
seguridad de su salvación? ¿Es feliz en el Señor? ¿Está creciendo
en Cristo? ¿Está siendo más y más conformada a Su imagen?
Ahora, permítanme decir esto. Algunos de ustedes hombres
pudieran estar pensando lo siguiente: “Así es. Cuando nos vayamos
de esta conferencia y lleguemos a la casa, vamos a comenzar a
tener estudios bíblicos en la casa.” Y le predicarán a sus esposas
tres horas al día. Y siempre será sobre el mismo texto. “Sométete
a mí. Las mujeres deben someterse a sus esposos.” No es eso
de lo que estoy hablando. Estoy hablando, primero que nada, de
reflejar a Cristo en sus vidas. Y que el estudio que tengan juntos
sea un estudio de un hermano y una hermana en Cristo.
Mi querida Charo -ese es su nombre- es mi esposa, pero también
es algo mas para mí. Ella es mi hermana en Cristo, y con mi vida,
y con mi palabra, y los dos juntos, nos animamos el uno al otro
a crecer en las cosas de Dios. Ustedes dicen: “Esto es mucho
trabajo duro”. Sí, así es.
Pero a eso fueron llamados. Miren, tienen a toda esta gente
corriendo de un lado a otro, queriendo reformar la iglesia y arreglar
las cosas y ganar al mundo, pero muy pocas personas quieren
ser bíblicos en las cosas sencillas que Dios nos ha ordenado. La
vida cristiana comienza con la simple obediencia. Ahora, aquí hay
algo, maridos, que quiero que vean. Ahora, escúchenme. Si han
estado casados por varios años y tu esposa no te está siendo
agradable, probablemente sea tu culpa. Ahora, mujeres, no usen
esto como excusa. Cuando tu esposo la miras y dice: “No eres
una buena esposa”, no deberías de responderle: “Bueno, es
tu culpa”, porque tú también estas bajo el mandato de Dios de
amarlo y respetarlo, ya sea que lo merezca o no lo merezca. Pero
vean el versículo 27. ¿Por que trabaja Jesús en santificar a Su
iglesia? El trabaja “a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga”. Entonces Jesús está
trabajando con Su novia con el fin de hacerla hermosa para que
sea agradable para El. De la misma manera tú necesitas ser un
ejemplo para tu esposa, necesitas enseñarle a tu esposa, y amar
a tu esposa para que así ella pueda llegar a conformarse más a
la imagen de Cristo, y si tu eres un hombre piadoso, eso significa
que ella va a ser más agradable para ti.
Ahora, vamos a ver algunos otros puntos. Devolvámonos al
versículo 23. Al final de ese versículo, del 23, la última frase, es
que Cristo no es solamente la Cabeza de la Iglesia sino que es el
Salvador de Su cuerpo. [“Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es
su cuerpo, y él es su Salvador”]. Ahora, por supuesto que Jesús es
el único Salvador de tu esposa. Pero en otro sentido, tu como su
esposo debes de tener un ministerio de salvación también. Puedo
ver a tu esposa, y usualmente al observarla puedo determinar qué
tipo de esposo eres. ¿Alguna vez han visto mujeres que, después
de casadas, parecen ser más y más como una flor que solo se
va cerrando y se va marchitando? Cada año hay menos vida en
sus rostros, hay menos color en sus rostros, menos gozo, y todos
los sueños y gozos que tenían cuando eran niñas chiquitas antes
de que se casaran, se han dado cuenta que nada de eso se hará
realidad y que así es como es la vida.
Algunas veces la vida es difícil, pero eso no debe de ser el
patrón. Pueden contar con el hecho de que el esposo no se está
encargando de ella como debe. Pero a veces ven a una mujer
que cuando se casa, solo crece como una flor. Simplemente esta
resplandeciente. Parte de eso probablemente sea por el ministerio
de su esposo.
Quiero contarles acerca de una historia proveniente de África.
Realmente es fantástica. Había un señor que tenía una hija
que no era nada bonita. Y en esa tribu, cuando un joven quería
casarse con cierta muchacha, da una dote, o da una recompensa.
El regalo más grande que un joven podía dar por una esposa eran
ocho vacas. Digo, si eres una esposa de “ocho vacas”, de verdad
que eres muy especial. Bueno, este hombre tenía una hija que
no era nada bonita. El estaba esperanzado de que le diera una
gallina o una cabra u otra cosa. De verdad, eso fue lo que dijo el
señor. Un hámster o cualquier otra cosa. Y un día, este joven se
presenta en la puerta de su casa. Y le dijo: “Quiero casarme con
su hija”. Y el padre pensó, “No puedo creerlo.” El señor ni siquiera
quería preguntarle si le iba a dar algo. Solamente quería que se
la llevara.
Sin embargo, el señor le pregunto, “Bueno, ¿qué me darás?”. Y el
joven respondió: “Voy a darle ocho vacas.” Y todos en el pueblo
dijeron, ”Nunca se ha escuchado una cosa algo así. Nadie hace
eso. ¿Por qué estás dando 8 vacas por ella?” Y él respondió:
“Porque siempre he querido una esposa de ‘ocho vacas’”. Yo sé
que esto es gracioso, pero, ¿saben que es lo más hermoso de
esa historia? Eventualmente la mujer se convirtió en una esposa
de “ocho vacas”. Eventualmente ella se convirtió en la mujer
más hermosa del pueblo. ¿Pueden ver lo que esa historia nos
enseña?
Maridos, escúchenme. Sus esposas viven en un mundo horrible.
Ponen imágenes de mujeres en la televisión y en las revistas que
no son realistas. Y a veces sus esposas se comparan con esas
cosas y ellas simplemente no igualan eso. El mundo les dice
que tienen que ser una súper modelo para poder tener romance,
o para tener a alguien que se apasionen por ellas, y entonces
nosotros, como esposos, nos sentamos ahí y no las apreciamos,
y ellas se van secando más, y más, y más. ¿Pueden ver lo horrible
que es eso?
Saben, a veces la gente dice, “¿Por qué no hay un gran
avivamiento?” Pero vean nuestros pecados. Solo vean la manera
en como tratamos a nuestras esposas. Algunos hombres dicen:
“Bueno, yo soy un buen esposo. Proveo ropa y comida y la casa
para mi esposa.” Pues muchas gracias Sr. Cavernícola. ¿Ustedes
piensan que eso es todo? ¿Que ese es su trabajo? Permítanme
decirles algo. Permítanme decirles cómo debería ser un hombre.
Ahora, si no les gusta esto, pueden irse y ser otra cosa, pero no
hay muchas opciones allá afuera. Como hombre, te acuestas
temprano y trabajas duro y sigues trabajando duro, y después
llegas a tu casa, y tu trabajo comienza. Te encargas de suplirle
las necesidades a tu esposa. Y te encargas de suplirles las
necesidades a tus hijos, y luego te vas a la cama y te levantas
en la mañana, y lo haces una y otra vez. Eso es ser un esposo
bíblico. Tu familia no es una extensión de ti. Ellos no existen para
servirte. Tu existes para ser de bendición y cuando sepulten tu
cuerpo cansado y desgastado, tendrás una sonrisa puesta en tu
rostro.
Nosotros tenemos una regla en mi casa. Que durante el día,
cuando estoy en el trabajo, los hijos le pertenecen a mi esposa.
Yo me levanto muy temprano en la mañana para que pueda irme
a mi casa a las 5, y la regla es ésta: cuando llego a la casa, los
niños son míos por el resto del día. Entonces jugamos juntos,
estudiamos la Biblia juntos, los baño � bueno, cuando llego a
poder poner a mis dos hijos en la tina del baño � los acuesto
en sus camas, hago las oraciones junto con ellos, y entonces mi
trabajo terminó, con respecto a los hijos. Luego, esta mi esposa.
¿Saben que es lo necesita mucho una esposa? Solamente que
alguien la escuche. Solamente que alguien se siente a su lado;
platicar. Me he dado cuenta que una esposa básicamente habla
de cualquier cosa si tan solo su esposo platica con ella. Ella puede
llegar a sentirse muy sola por dentro. La Biblia también dice algo
aquí muy importante. Versículo 29. Dice: ”Porque nadie aborreció
jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia”. Así que nuestra responsabilidad como
esposos es sustentar y apreciar a nuestras esposas.
Ahora, ya hablamos sobre sustentar a nuestras esposas. Que ella
debe de ser una flor como resultado de nuestras vidas y nuestro
ministerio frente a ella. Pero también debemos de apreciarlas.
¿Recuerdas la primera vez que conociste a tu esposa? Ella
pasaba caminando y fue como si te atropellara una camioneta y tu
corazón hacia solo: [imita el latido rápido del corazón]. Empezaste
a sudar, y entonces la invitaste a salir; salir juntos en una cita.
Fuiste todo un caballero. Abrías las puertas. Si había un charco,
te colocabas sobre él para que ella cruzara por encima de tu
espalda. Hacías cualquier cosa por ella. Y después de que se
casaron, ella se para frente a la puerta del carro y tú la ves y le
preguntas: “¿Qué? Y ella te responde: “Ya sabes. La puerta.” Y
tú le respondes: “No, ya lo lleve con el mecánico y me dijo que la
puerta funcionaba bien.”
Ahora, sé que hay algunos jóvenes aquí, así es que quiero ser
cuidadoso. Ahora, voy a decir algo. Ya hice enojar a las mujeres.
Ahora, voy a hacer enojar a los hombres. Y luego, voy a tomar un
avión para irme de aquí.
La única ocasión en la que algunos hombres abrazan o besan a
su esposa es antes de tener intimidad. Esa es la única ocasión,
y eso hace que tu esposa se sienta muy barata. ¿Cuándo fue la
última vez que abrazaste a tu esposa solo por abrazarla? Solo
para mostrarle que la aprecias. Duele, ¿verdad hombres?
Miren, las mujeres realmente � yo sé que los científicos han
gastado mucho dinero para descifrar esto � pero las mujeres
realmente no son como los hombres; de ninguna manera. Y
personalmente, eso me alegra. Pero algunas veces no sabemos
cuánto las herimos. ¿Cuándo fue la última vez que le tomaste la
mano? O sólo, ¿miraste su mano? ¿Cuándo fue la última vez que
sólo observaste su rostro, y lo contemplaste? Y le hiciste saber
cuánto amas su rostro.
Miren, la vida cristiana puede ser absolutamente maravillosa.
¿Muestras tu afecto hacia ella delante de tus hijos? Ahora, no
estoy hablando de cosas íntimas, sino que estoy hablando sólo
de mostrar afecto. Maridos, sus hijos van a aprender cómo amar
a una mujer al verlos a ustedes. Pero padres, aquí hay algo más
aterrador. Sus hijas no se van a casar con alguien mejor que
ustedes. Si tu hija ve a un padre que simplemente esta allí, y que
no es afectuoso, y que no es amoroso, y que no cuida ni aprecia
a su esposa, entonces tu hija va a decir, “Bueno, así es como son
los hombres, y así es el matrimonio”. Y ella se va a conformar con
algo muy inferior de lo que la Biblia tiene para ella. Deseas vivir
con tal amor y pasión por tu esposa que tu hija verá eso. Y cuando
uno de esos chicos feos, buenos para nada se acerquen para
tratar de llevarse a tu hija, tu hija lo va a mirar � y estoy haciendo
esto porque mi esposa lo hace cuando se enoja � sus hijas van
a mirarlo y le va a decir, “Vete de mi vida. Eres un niño, y no
sabes nada sobre cómo ser un hombre, o amar un hombre como
debiera; porque mi papá ama a mi mamá. El aprecia a mi mamá.
Mi madre es un tesoro para mi papá. Mi papá todavía le abre la
puerta a mi mamá. Entonces, vienes aquí con tu cara fea y ¿me
dices que me amas?. Mejor sigue tu camino.” ¿Se dan cuenta?
Ahora, ya sé que se nos acabo el tiempo. Y ni siquiera pudimos
llegar a hablar acerca de la responsabilidad que tienen los padres
de enseñar a sus hijos. La mayoría de los que son padres aquí
están diciendo, “Bendito sea Dios. Ya estoy agotado.”
Miren, nosotros alegamos que somos bíblicos porque hacemos
unas cuantas cosas, pero Dios demanda que nuestra vida
entera esté sometida a Su llamado. Y no son reglas legalistas.
Es sabiduría que proviene de Dios para bendecir nuestras vidas.
Oremos.
Padre, oro para que tomes este tiempo y que utilices algunas de
estas cosas en la vida de Tu pueblo, y que nuestros matrimonios
sean un reflejo de la vida de Jesucristo y Su amor para Su iglesia.
En el nombre de Jesucristo, amén.