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ANA AMAYA MOLINA, Nombre artístico de ANILLA LA DE RONDA. conocida también como ANIYA LA
GITANA, nacida en Ronda, (Málaga), 1.855-1.933. Cantaora y guitarrista, por lo que acostumbraba a cantar
acompañándose ella misma con su guitarra. En su tierra natal actuó en los cafés cantantes Fornos, La
Primera de Ronda, y El Pollo, donde se cuenta que conoció a D. Antonio Chacón, y a la cantaora rondeña
Paca Aguilera, con los que volvió a coincidir, en1.890, en el Café de Chinitas, de Málaga. Otras anécdotas
en su vida que dán razón a sus valores artísticos, son los siguientes: Pastora Imperio en su primera
actuación en el Teatro Español, de Ronda, solicitó insistentemente conocerla, regalándole una bata de cola;
la Reina Victoria Eugenia, con motivo de una fiesta íntima para la familia real, en la que cantó Anilla la de
Ronda, obsequió a la artista con un mantón de Manila; y Federico García Lorca la citó, entre otras figuras
del cante, en su conferencia "Importancia Histórica y artística del primitivo cante andaluz llamado Cante
Jondo", leída en Granada, en 1.922.
En 1.930, con setenta y cinco años, fue la figura más admirada de la semana Andaluza, en la Exposición de
Barcelona, que tuvo lugar en el Pueblo Español de la ciudad condal, acaparando la atención de la prensa y
del público, y cantando y bailando acompañada a la guitarra por Ramón Montoya. Entre los muchos
reportajes que con tal motivo le dedicaron, creyendo que contaba ochenta y ocho años, destaca el
aparecido en ESTAMPA –24-6-1.930-, firmado por D. José Benavides, en el que se narran algunos de sus
recuerdos, como su dedicación al contrabando en su mocedad, sus éxitos en los cafés cantantes
sevillanos, entre ellos El Burrero, y el Siete Revueltas de Málaga, así como con el torero Lagartijo y con el
general Contreras.

El periodista, que la denomina "la reina de los gitanos", reseña: "La casa donde vive ANITA AMAYA, en
Ronda, es un lugar de peregrinación. El Juez, el Alcalde, el Boticario, el registrador, Damas de alta y baja
alcunia, todos desfilan por su vivienda, archivo de sabiduría popular. Diariamente, desde Barcelona, se
telegrafía al secretario del Ayuntamiento de Ronda, diciendo que la anciana gitana come bien, duerme poco
y bebe mucho. También se telegrafía a los gitanos, que, impacientes ya, piden que regrese. Pero ella no
quiere marcharse. Núñez de Prado, en sum obra Cantaores Andaluces, le dedica un capítulo, en que glosa
su cante por –Soleares y su vida "Esclava del amor", del que transcribimos el siguiente párrafo: "Ella siente
el Arte como el corazón que más lo sienta, concibe la belleza como el cerebro constituido para concebirla
mejor, siente las grandiosidades de ese arte, como el alma que con más intensidad pueda sentirlas, pero su
corazón, su cerebro y su alma, absolutamente humanos, en toda la hermosa acepción de esta palabra, sólo
ven en su arte un vehículo para enviar desde sus entrañas al infinito toda la expresión de su exquisita
ternura, de sus ansias de goces, de sus sueños de amor, de su ambición de cariño, ambición que guarda la
primera y tal vez la sola finalidad de subida, ambición que mueve todos sus actos que impulsa los resortes
de su organismo. Eso es lo que la ha hecho más simpática aún mas que sus mismas cualidades para el
cante, y a eso se debe, en primer término, los triunfos artísticos que ha logrado y los aplausos que ha
obtenido. Otra importante glosa de su personalidad artística, la constituye el poema que le dedicó José
Carlos de Luna, en su libro El Cristo de los Gitanos

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