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ORDEN DE PREDICADORES

Y COMUNICACIÓN SOCIAL

Fray Julián García del Castillo, o.p.

Ud. puede adquirir una copia en papel en


Padres Dominicos. Universidad Santo Tomás
Bogotá. Colombia
Tabla de contenido

Presentación

0. Prólogo
0.1 Introducción
0.2 ¿Qué pretendemos lograr?
0.3 ¿Por qué son importantes estas metas?
0.4 ¿Cómo lograremos estas metas?
0.5 Cuestionario inicial
0.6 Lectura-respuestas

Primera unidad
NUESTRA LEGISLACION Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

1.1 Introducción
1.2 Objetivos
1.3 Cuestionario inicial
1.4 Contenidos
1.4.1 Reconocer la historia y la legislación de la Orden de los
Comunicadores
Historia
Nuestra legislación
1.4.2 Comprender el proceso de comunicación humana
- El proceso de comunicación
- Los elementos del proceso comunicación
La Fuente
El Emisor
El Código
El Mensaje
Canales-Medios
Descodificador
Perceptor
Ruido
- Modelos de comunicación
1.4.3 Opinión pública y Orden de Predicadores
- Aproximación al concepto
- Perspectiva del evangelio
- Opinión pública en la Iglesia
- Nuestra legislación
- Opinión pública en la Orden
1.4.4 Necesidad de analizar los MCS
- Introducción
- Necesidad de análisis
- Legislación de la Orden
1.4.5 Preparación y capacitación del dominico para utilizar los MCS
- Los documentos de la Iglesia
- Legislación de la Orden
- Los motivos
1.4.6 Estudiar la influencia de los MCS
- Persuasión
- Algunos hechos sociales-comunicacionales
- Perspectivas evangélicas
- Legislación de la Orden
1.4.7 Formación permanente y MCS
- Perspectivas de la Orden
El objetivo fundamental
Los objetivos específicos
Modos de realizarlos
- Posición actual de la Iglesia
1.4.8 Distinguir los diversos lenguajes de los MCS
- Nuestra legislación
- Qué es el lenguaje
- Manifestación del lenguaje
- Lenguaje y MCS
- El interés de nuestra legislación
1.5 Lecturas de apoyo
1.6 Actividades complementarias
1.7 Auto evaluación
- Respuestas
1.8 Bibliografía

Segunda unidad
MISION, COMUNICACION Y FORMACION

2.1 Introducción
2.2 Objetivos
2.3 Cuestionario inicial
2.4 Contenidos
2.4.1 Reconocer el concepto de misión en los MCS
- Recordamos nuestra legislación
- Tenemos presente nuestra tradición
- Los MCS son aptos para la predicación
- Acción evangelizadora sobre los MCS
- Cambio de mentalidad
- Interrogantes y perspectivas
2.4.2 Reconocer el “campo de misión” de los MCS en Latinoamérica
- Área tecnológica de los MCS
- Los dueños de los medios
- Los MCS crean necesidades
- Los contenidos
- Manipulación
- Dependencia
- Los receptores
- ¿Campo de Misión?
2.4.3 Diferenciar “comunicación” e “información”
- El concepto de información
- El concepto de comunicación
Etimología
Contenido
Características
Tipos o clases
- Relación entre comunicación e información
- Comunicación social
- Comunicación de masas
Cultura nacional
Cultura de masas
Características de la información para las masas
2.4.4 Señalar características de la incomunicación
- Hacia una definición
- Las comunicaciones parciales
- El intento de manipulación rompe la comunicación
- “Entendimiento” y “comunicación”
- El lenguaje
- Malentendidos
- La incomunicación se da en el propio ambiente
- Rechazo de la comunicación
- Lo cotidiano
- Aburrimiento
- Fetichismo
- Pérdida de espontaneidad
- Ideologías
- También los medios
2.4.5 Detectar hechos de incomunicación en América Latina
- Elegir los hechos
- Fuentes-Emisores y Dueños
- Los medios
- Los contenidos
- Señale causas
2.4.6 Examinar signos de comunicación en los MCS
2.4.7 Diferenciar niveles de formación en MCS
- Niveles
Personal
Comunitario
Provincial
Regional
Latinoamericano
- Períodos
Formación inicial
Formación permanente
Formación especializada
2.4.8 Establecer contenidos en la formación y capacitación sobre MCS en
la Orden
- Nivel personal
- Nivel comunitario
- Nivel provincial
- Nivel regional-latinoamericano
2.4.9 Realizar un proyecto de formación en MCS
- Necesidad de ofrecer a otros lo aprendido
- De qué se trata
- Factibilidad
- Para quiénes
- Tiempo
- Recursos
- Temario
- Quién promueve el curso
- Promoción del curso
- Realización
- Evaluación
- Consolidación
2.5 Lecturas de apoyo
2.6 Actividades complementarias
2.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
2.8 Bibliografía

Tercera unidad
COMUNICACION EN LA ORDEN
3.1 Introducción
3.2 Objetivos
3.3 Cuestionario inicial
3.4 Contenidos
3.4.1 Relacionar comunidad dominicana y comunicación
- Comunidad dominicana
- Comunicación
- Las relaciones prácticas
3.4.2 Conocer los elementos de la comunicación en la Orden
- Fuentes
- Emisores
- Mensajes
- Medios
- A nivel de Orden
Nivel Provincial
Nivel regional
- Perceptores
- Ruidos
3.4.3 Detectar signos de comunión-comunicación en la Orden
- A nivel legislativo
- Nuestra inserción
- Promoción del diálogo
- Signos de comunicación en la Orden
- Proyección a los MCS
- Interrogantes para la reflexión
- Incomunicación
3.4.4 Reconocer en los MCS propios de la Orden aspectos de
comunicación e incomunicación
- Visión panorámica
- Las actas de los Capítulos Generales
- El Capítulo Provincial
- I.D.I
- Revista Cidal
- Revistas, publicaciones, etc
- Los medios sonoros y audiovisuales
3.4.5 Relacionar “Carisma de la Orden” y “comunicación”
- Los datos de nuestra identidad-Carisma
- Características comunicacionales del carisma
- Los signos dominicanos
3.5 Lecturas de apoyo
3.6 Actividades complementarias
3.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
3.8 Bibliografía

Cuarta unidad
REFLEXIONAR, ANALIZAR, CONTEMPLAR
4.1 Introducción
4.2 Objetivos
4.3 Cuestionario inicial
4.4 Contenidos
4.4.1 Reflexionar desde la comunidad
- Marco teórico dominicano
- Las comunidades centros de comunicación
- Otros niveles comunitarios
4.4.2 Métodos para el análisis de los MCS
- El concepto de análisis
- Las técnicas
- El análisis de contenido
- El análisis estructuralista
- Análisis semiológico
4.4.3 Replantear la problemática de los MCS
- Planteamientos doctrinales de referencia
- Nueva recogida de datos
Aspectos sociales
Aspectos políticos
Aspectos culturales
Aspectos económicos
Sobre los MCS en sí
- El análisis de los hechos
- Llegar a una conclusión
4.4.4 Relacionar “Justicia y Paz” y MCS
- Legislación de la Orden
- Documentos del Papa sobre”Las comunicaciones sociales al
servicio de la Justicia y de la Paz”
4.4.5 Relacionar teología y MCS
- Perspectivas de la Orden
- Hacia una “teología de la comunicación en América Latina”
- Un reto a los dominicos
4.4.6 Relacionar “manipulación” y MCS
- El concepto de manipulación
- Áreas de la manipulación
- Algunos mecanismos
- Hacia una conclusión práctica
4.5 Lecturas de apoyo
4.6 Actividades complementarias
4.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
4.8 Bibliografía

Quinta unidad
APRENDER EL LENGUAJE DE LOS MEDIOS
5.1 Introducción
5.2 Objetivos
5.3 Cuestionario inicial
5.4 Contenidos
5.4.1 Aprender a leer la prensa
- Identificación
- Las unidades redaccionales
- La Página
- Funciones de la prensa
- El lenguaje
- Perspectivas para el análisis de la prensa
5.4.2 Aprender a leer una fotografía
- Clasificación
- Identificación
- Los elementos componentes
- Fotografía y texto
- El lenguaje fotográfico
- Perspectivas para el análisis
5.4.3 Aprender a escuchar radio
- El medio de reproducción es técnico
- El sentido del oído y la imaginación
- Registro de identificación
- Elementos componentes del lenguaje radiofónico
- Los géneros radiofónicos
- La programación
- El lenguaje radiofónico
- Perspectiva para el análisis
5.4.4 Aprender el lenguaje audiovisual
- Identificación del medio
- Códigos intervinientes
- Algunos aspectos técnicos del lenguaje audiovisual
- También los subcódigos audiovisuales
- Narración audiovisual
- Programación audiovisual
- Montaje audiovisual
- Géneros y bloques televisivos
- Perspectivas de análisis
5.5 Lecturas de apoyo
5.6 Actividades complementarias
5.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
5.8 Bibliografía

Sexta unidad
COMUNICAR LO CONTEMPLADO
6.1 Introducción
6.2 Objetivos
6.3 Cuestionario inicial
6.4 Contenidos
6.4.1 Predicación y medios de comunicación
- Las fuentes
- El emisor
- Los mensajes
- Los perceptores
- Medios de comunicación y medios de predicación
- No a la improvisación
- También a la familia dominicana
6.4.2 Utilizar los medios de comunicación
- Es necesario cambiar de actitud
- ¿Qué medios?
- Formación de dirigentes
- Los medios
- Medios técnicos en las iglesias
- Breve examen de eficiencia
6.4.3 Liturgia y comunicación
- Nuestra legislación
- La liturgia es comunicación
- Cuestionamientos personales y comunitarios
6.4.4 Relacionar “ministerio de la palabra” y “comunicación”
- Exigencias fundamentales
- Según las enseñanzas de la Iglesia
- Planificación
6.4.5 Seleccionar razones para la denuncia profética sobre los medios de
comunicación
- Bases doctrinales
- Es un carisma comunitario
- ¿Qué denunciamos?
- A dos niveles
- No olvidar al perceptor
6.4.6 Relacionar familia dominicana y MCS
- La familia dominicana
- ¿Qué pueden ofrecer los religiosos?
- ¿Qué pueden ofrecer los Laicos?
- ¿Qué pueden ofrecer las religiosas?
- ¿Qué podemos hacer juntos?
6.4.7 ¿Qué hacemos, en Latinoamérica, en medios de comunicación
social
- Introducción
- Boletines, publicaciones de la Orden, colaboraciones en los
medios de comunicación
- Los medios de comunicación
6.4.8 Centro dominicano para los medios de comunicación social
- Las funciones del Centro Dominicano para los MCS
- Posibilidad de centros dominicanos regionales para los MCS
- Los centros regionales en Latinoamérica
- Los objetivos iniciales
- La estructura
- Funciones por niveles
- Las personas en la estructura
- Los recursos en la estructura
6.5 Lecturas de apoyo
6.6 Actividades complementarias
6.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
6.8 Bibliografía

Bibliografía general
SIGLAS Y ABREVIATURAS EMPLEADAS

CELAM Consejo Episcopal Latinoamericano

C. Avila Capitulo General O.P., Avila, 1996

C, Q, C. Capitulo General O.P., Quezon City, 1971

C.R. Capitulo General O.P., Roma, 1986

C.W. Capitulo General O.P., Walberberg, 1981

IDI Informaciones Dominicanas Internacionales (Boletín)

LCO Libro de las Constituciones y Ordenaciones de la Orden de Frailes


Predicadores

MOP Maestro de la Orden de Predicadores

Puebla (DP) III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla,


1979: “La Evangelización en el presente y en el futuro de América
Latina”.

RFG Ratio Formationis Generalis O.P.


0 Prólogo
0.1 Introducción
Este módulo sobre COMUNICACIÓN Y LA ORDEN DE PREDICADORES no
pretende ser un manual de Medios de Comunicación Social.

Nuestro propósito general se ha centrado en relacionar el campo de la


Comunicación Humana, con la óptica del Carisma, de todo aquello que identifica, como
propio, a la Orden de Predicadores. No nos limitamos a los medios, propiamente dichos,
de Comunicación Social.

Cuando haya terminado el estudio de este Módulo, habrá podido comprobar la


cantidad de temas y subtemas que hemos debido dejar. No los olvide: anótelos. Y ese
será su reto personal para el estudio, la reflexión, el análisis y lograr conclusiones sobre
esos temas que para usted aparecerán como interesantes.

Desde este momento confiamos en su capacidad de estudio, su propia


responsabilidad, su decidida voluntad de aprender para cumplir, una vez más, esa
exigencia tan dominicana, tan característica de la Orden de Predicadores: aprenda,
reflexione, contemple y ofrézcalo, como apostolado, a los demás.

0.2 ¿Que pretendemos lograr?


Todo comunicador, como emisor, tiene unos objetivos, unos propósitos, cuando
proporciona mensajes al perceptor. Nuestros objetivos generales son:

1. Valorar los contenidos generales de nuestra legislación en relación a los


Medios de Comunicación Social.

2. Identificar las tres grandes prioridades para Latinoamérica, señaladas por el


Capítulo de Roma, en relación con los MCS.

3. Reconocer aspectos importantes de la Comunicación Humana dentro de la


Orden de Predicadores.

4. Analizar algunos ejemplos relacionados con MCS que pueden ser modelos
para analizar los MCS en comunidad.

5. Aprender el lenguaje de los MCS.

6. Comunicar a otros lo contemplado sobre MCS.

Somos conscientes de la amplitud de las metas que le presentamos, pero, a la


vez, no dejamos de pensar en los temas, por demás interesantes, que hemos debido
abandonar al tener que limitarnos a unos objetivos específicos.

No dudamos de que usted las ampliará y profundizará mediante su estudio y


reflexión permanente y sabrá aplicar todo esto a su misión apostólica y evangelizadora.
Gráficamente, vemos así la estructura general del Módulo:

COMUNICACIÓN APRENDER LOS


EN LA LENGUAJES DE
ORDEN LOS MEDIOS

PRIORIDADES
PARA COMUNICACIÓN ANÁLISIS DE LOS
LATINOAMERICA Y
Misión MEDIOS DE
Comunicación MCS
ORDEN DE PREDICADORES COMUNICACIÓN
Formación

TEMAS
GENERALES COMUNICAR LO
SOBRE MCS Y CONTEMPLADO
LEGISLACIÓN SOBRE MCS
O.P.

Cada una de las Unidades tiene la siguiente organización:

INTRODUCCIÓN

OBJETIVOS LECTURA DE
CUESTIONARIO APOYO
INICIAL
CONTENIDO DE OBJETIVOS

ACTIVIDADES
AUTOEVALUACIÓN COMPLEMENTARIAS

BIBLIOGRAFÍA
0.3 ¿Por que son importantes estas metas?
Nuestros legisladores, sobre todo en los últimos Capítulos generales, no se
cansan de recomendarnos:

— La importancia que tienen, hoy día, los Medios de Comunicación Social para la
predicación.

— Son un auténtico campo de misión apropiado para la Orden.

— Los destinatarios de nuestra predicación están acostumbrados a que se les


hable según los códigos de los MCS: Necesidad de aprender el lenguaje de los
Medios.

No conocemos la legislación de la Orden sobre Medios de Comunicación Social.


Como dominicos no podemos desconocer las recomendaciones que nosotros mismos nos
estamos proporcionando por medio de quienes nos representan en los Capítulos. No es
abundante la legislación, pero es suficiente y sugestiva.

Vivimos en una sociedad que está envuelta, como atmósfera, por los medios de
comunicación social. Tal vez estemos un tanto aislados. Es necesario ponernos al día si
deseamos estar en sintonía con nuestro tiempo.

Evidentemente no nos hemos limitado a los aspectos legislativos: Hemos


proyectado, por la necesidad de aprender a utilizar los Medios, por la necesidad de
analizar esos mismos Medios, la reflexión hacia áreas específicas, prácticas.

Para algunos serán metas asequibles, por los conocimientos anteriormente


adquiridos; posiblemente no serán tan fáciles para otros. Ante la diversidad de
destinatarios hemos optado por un nivel más bien inicial, posiblemente, bajo. Nos queda
una cierta satisfacción en pensar que, para los primeros, puede ser un refrescar ideas y
motivo para profundizar en los temas que presentamos.

0.4 ¿Cómo lograremos estas metas?


Mediante estos delineamientos METODOLOGICOS:

0.4.1 El título del Módulo le proporciona una primera oportunidad de reflexionar


sobre el objetivo final. Es un primer momento de fijar sus propias expectativas,
independientes de los objetivos que le presentamos. Ponga por escrito sus
preocupaciones, sus inquietudes. Tendrá tiempo para comparar.

0.4.2 Este mismo consejo se lo damos con ocasión del inicio de cada unidad, de
cada objetivo, de cada contenido que desarrollamos. Intente ir más allá de nuestras
propias limitaciones.

0.4.3 Le proponemos unos objetivos, como áreas de estudio. Usted sabe que hay
otros temas, otras áreas, sobre todo a su nivel local, a las que no hemos podido
descender; usted deberá tenerlas presente. Llega un momento en el cual usted debería
proponer sus propios objetivos y estudiarlos profundamente.

0.4.4 Hay un CUESTIONARIO INICIAL. No se trata de acertar. Deseamos que le


dedique un tiempo a pensar sobre cada una de las cuestiones que le planteamos. Escriba
sus respuestas personales, lo que en ese momento sabe. No le ofrecemos de inmediato
las respuestas, deberá responder ese mismo cuestionario al finalizar el estudio de los
contenidos. Y es ese el momento de comparar su respuesta inicial y la que, una vez
estudiada la Unidad, volvió a escribir. Podrá constatar si su estudio fue suficiente. No
dude en regresar a estudiar la Unidad si no queda satisfecho.

0.4.5 Las respuestas que le aportamos, a cualquier cuestionario, no son dogmas


de fe metodológica. En MCS. hay muchas respuestas válidas. Posiblemente las
respuestas que usted ofrece sean más válidas, al menos para usted, que las nuestras. No
obstante le pedimos:

— Razone sus respuestas en hechos, sucesos, datos, con teorías; no se


contente, puesto que no es ninguna razón, con “me parece”, “me gusta”, etc.

— Compare su respuesta razonada con la que le ofrecemos: No tenga ningún


reparo en hacer una crítica.

0.4.6 Le ofrecemos, de igual modo, el desarrollo de algunos contenidos referentes


a los objetivos de las diversas Unidades. Debe estudiarlos y buscar la forma de ampliar
los conceptos, las teorías que exponemos. No se quede con el mínimo que le
presentamos.

0.4.7 El aprendizaje es efectivo cuando se realizan prácticas. No se contente con


la adquisición de conceptos o con el recuerdo de las leyes: usted debería realizar otras
prácticas, además de las que le recomendamos. Su imaginación le puede ayudar.

0.4.8 Usted debe evaluarse. No espere calificaciones. Usted mismo, su propia


satisfacción personal, es el mejor árbitro de los conocimientos que adquiere y de las
destrezas que pone en práctica. Cuando esté convencido, satisfecho de lo aprendido, se
puede dar su visto bueno.

0.4.9 Le recomendamos unas lecturas complementarias. Busque usted, con la


bibliografía que le aportamos, nuevas lecturas en torno al tema que le proponemos.
Amplíe su área de conocimientos.

0.4.10 Busque personas que le puedan ayudar. Nuestra recomendación: anime a


otra persona para que realice el curso con usted. Se pueden ayudar mutuamente. La
discusión sobre puntos de vista diferentes, aunque sea de modo polémico, contribuye al
aprendizaje.

0.5 Cuestionario inicial


Instrucción: Antes de escribir su respuesta reflexione usted sobre el terna-
contenido que le proponemos.
1. ¿Qué es el proceso de conocimiento?

2. Señale usted un mecanismo del proceso de conocimiento.

3. De fina el concepto de imagen, en general, no limitada a lo visual.

4. La imagen, ¿es medio de expresión?

5. ¿Qué es el mensaje? Componentes del mensaje.

6. ¿Qué papel desempeña el signo en la comunicación humana?

7. De fina “leer’ de tal modo que se pueda aplicar a Radio, Cine, TV.

8. Defina el concepto de “significado” y “significante”.

9. ¿Qué se entiende por “denotativo” y “connotativo”.

10. Explique qué es el lenguaje.

11. ¿Cuál es el propósito, la finalidad de todo emisor?

12. ¿Cómo denominaría usted a la persona a quien se destina el mensaje? Debe


explicar por qué.

13. Para que se opere el proceso de comunicación hace falta experiencia común:
¿Por qué?

14. ¿Qué entiende por proceso tecnológico en Comunicación Humana?

15. ¿Qué es “lo subliminal”?

16. Diferencie “comunicación” y “medios de comunicación “.

17. Ofrezca una explicación breve sobre qué es Informática.

18. ¿Qué es un estereotipo, en MCS? Explique algunas características.

19. Relacione “comunicación” y “sociedad”.

20. ¿Por qué este Módulo es un medio de comunicación?

0.6 Lectura - respuestas


0.6.1 Proceso de conocimiento

Conocemos porque los objetos que están fuera (o lo que pueden decir esos
objetos), nos llega a los órganos de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto). Es el
inicio del proceso de percepción. Cuanto llega a nuestro entendimiento lo aprehende, lo
asimila y conoce el. objeto que viene de fuera. Todo conocimiento nos viene de fuera. Y el
camino, según la vieja teoría aristotélico-tomista, son los sentidos, porque “nada hay
dentro del entendimiento que no haya pasado, primero, por los sentidos”. Todo lo que
usted puede conocer le ha venido de fuera. No hay ideas innatas.

0.6.2 El mecanismo

Aristóteles hizo este experimento: En una habitación cerrada, sin luz, tenía un
objeto. No veía nada. Abrió la ventana y vio la silla, la mesa, etc. Dedujo que veíamos
porque los objetos tenían en sí una representación propia, una representación vicaria; por
medio de la luz, por el aire, llegaban los estímulos a la retina, al tímpano, a la nariz, etc.

Esa representación del objeto es la IMAGEN DEL OBJETO. Sto. Tomás acepta
esta doctrina y la expone en muchas ocasiones. “La imagen es representación del objeto”.
Sto. Tomás, con Aristóteles, mantenía la imposibilidad de conocer de modo directo.
Conocemos por representación. Es decir, conocemos por medio de la imagen del objeto.
Hoy lo vemos claro: Hay representaciones de los objetos, es decir, imágenes de los
objetos, visuales, sonoras, olfativas, gustativas, sensitivas.

Por lo tanto: el proceso comienza desde el objeto, por medio del aire o la luz, llega
la representación al sentido externo; pasa después a los sentidos internos (sentido
común, memoria, imaginación) y llega al entendimiento, éste lo procesa y entiende el
objeto que quedó fuera.

0.6.3 La imagen

“La representación de un objeto”. Se puede representar un objeto de muchas


maneras: por una fotografía, por medio de un escrito, por palabras dichas, por sonidos,
etc. Lo que llega a nuestros sentidos es algo físico: la imagen de un objeto la vemos
reflejada en la retina, el sonido estimula el tímpano, etc.

Por lo tanto: la imagen es la representación verdadera (lo que es) del objeto. Si la
representación que me presentan no es verdadera yo estoy conociendo otra cosa
diferente.

Por el proceso que se opera para conocer, la imagen, que en un inicio es sensible,
se va transformando en imagen inteligible. Imagen inteligible quiere decir que es apta para
que el entendimiento la aprehenda. Esta imagen inteligible es la que conservamos.
Porque no conservamos objetos físicos en nuestra memoria, ni en la imaginación, ni en el
entendimiento. Ocuparían mucho lugar.

0.6.4 Nos expresamos por medio de imágenes

Si lo único que tenemos en el depósito del armario de nuestra mente, según frase
de Sto. Tomás, son imágenes recibidas desde fuera, es lógico pensar que ese es el
material que utilizamos para expresar nuestros pensamientos.
Con ayuda de la Memoria y de la imaginación, el entendimiento, confecciona los
Mensajes que desea expresar. Pensamos en Imágenes y manifestamos los objetos
correspondientes a las imágenes que hemos utilizado.

Mentalmente yo pienso en mesa, mantel, vasos, comida, etc. después debo


manifestar (por fotografía, por dibujo, por palabras, con sonidos, etc.) lo pensado. Yo
escribo mesa y usted sabe que yo pienso en la mesa; le presento un dibujo o una
fotografía de vaso y usted sabe que pienso en vaso. Por decirlo así, yo pienso con la
imagen, recibida anteriormente, y busco el objeto correspondiente, que es lo único que
usted puede percibir: Pienso en imágenes y manifiesto objetos.

0.6.5 El mensaje

“Producto físico verdadero del emisor”. Así lo define David Berlo.

Si usted piensa en esta definición podrá comprobar que, en definitiva, estará


referido “a lo que desea expresar”, el emisor, previa elaboración del mensaje de modo
intelectual.

Todo Mensaje tiene tres partes importantes: El código, el contenido y el


tratamiento. Se entiende por código: el conjunto de signos-símbolos organizados de
manera que tengan una significación para el perceptor. Los idiomas son códigos
(compuestos por letras, palabras, frases, etc); el modo de comunicarse por la ordenación
de rayas y puntos (Morse) es un código.

Contenido: “lo que se desea expresar”, las ideas, las afirmaciones, la información
suministrada, los juicios que se emiten, etc. A veces se suele confundir el mensaje con el
contenido de la comunicación.

Tratamiento: la distribución que hago, la ordenación de un libro en capítulos, la


división que propongo para que sea más comprensible; la elección de un medio
determinado, por ejemplo, se prefiere la forma de libro a la forma de un guión para TV.
Por lo tanto: Todo emisor ofrece, por un medio, un mensaje a un receptor.

0.6.6 Nos expresamos por medio de signos

Es verdad que conocemos por medio de las imágenes, las representaciones


vicarias de los objetos. Pero a los objetos les puedo hacer que signifiquen algo más, los
puedo “signar”, les puedo hacer que “digan otra cosa diferente”. El objeto “es” una cosa y
puede “representar” otra. Los antiguos definían el signo diciendo “de lo conocido (objeto)
a lo desconocido (significado)”. El cirio Pascual es un cirio, es un objeto; todos los
cristianos saben que “representa” otra cosa diferente. Está en lugar de “otra cosa

Así nos entendemos, también, y así nos expresamos. El signo es importante en la


comunicación porque, como acabamos de ver, es un elemento del código que utilizamos
las personas. Es lógico pensar que tanto el emisor como el perceptor deben conocer “la
significación” que está depositada en ese objeto. Me enseñan la bandera de un país y yo
no leo “tela de colores”, leo el país a que se hace referencia.
Para conocer, por lo tanto, un mensaje: Necesito conocer el objeto por medio de
su representación sensible (imagen), necesito conocer el significado que el emisor
deposité en ese objeto (signo) y el conjunto de signos (código) me permite captar
plenamente el mensaje.

0.6.7 Aprender a leer

El autor de un mensaje, escrito, oral, grabado, en imágenes visuales o mediante


gestos, lo ha realizado para que el perceptor lo interprete. Aprender a leer es aprender a
interpretar, aprender a descifrar. Quienes son analfabetas ven las letras, pero no saben
obtener el significado que ellas contienen.

Hemos puesto esta pregunta para referirnos a la lectura de las imágenes. Porque
nos comunicamos por medio de las imágenes (sonoras, visuales, etc.) Si no sabemos leer
imágenes, en toda lógica, seremos analfabetos de la imagen.

Leer quiere decir descifrar el código utilizado por un emisor. ¿Usted sabe descifrar
todos los códigos utilizados en la TV, en Radio, en Fotografía? Es posible que una
persona sepa leer las letras de una escritura, pero si no es capaz de utilizar la escritura
para comunicarse seguirán considerándolo como analfabeta.

Ante un cuadro podrá decir: ¡Qué bonito! ¿Sabe decir por qué? ¿Sabe la clase de
iluminación que se ha utilizado, las luces y sombras, la profundidad o perspectiva, los
tonos de colores, la ubicación de los objetos, etc?

¿Usted sabe leer un dibujo? Para comprender un dibujo deberá descifrar los
elementos utilizados por el dibujante; el ha utilizado un código y usted deberá descifrarlo,
interpretar los signos que están puestos.

¿Usted sabe leer Radio? Sí. Se puede leer con los otros sentidos, ¿por qué
únicamente con la vista? Usted debe aprender a leer radio por medio de su oído.

Lo mismo que lee el periódico, indudablemente, puede leer en la pantalla de su


televisor. No puede olvidarse: Leer es saber interpretar, descifrar el código.

Ahora puede explicarse el por qué “los ciegos leen con las yemas de sus dedos”.

0.6.8 Significado - significante

Usted hace muchas relaciones cuando se expresa. Por ejemplo: “Con tal objeto”
(el que usted elige), “quiere decir tal cosa”. El “objeto es el significante” y “lo que desea
expresar es el significado “.
El significado lo hemos puesto las personas y lo depositamos en los objetos.
Signamos a los objetos: La manzana siempre es manzana, lo ha sido y lo será. En un
momento, una persona, decidió hacer la relación: “la manzana de Eva”. Y desde ese
instante, “esa manzana”, debo leerla “como Eva”. Cuando un Emisor me quiere decir
“manzana de Eva”, debe manifestarlo, precisamente, para que yo capte el significado
“manzana de Eva” y no la manzana simple.
El proceso de significar únicamente lo podemos hacer las personas humanas, los
animales no tienen capacidad para eso. Los seres humanos nos comunicamos en base a
los “significados“. Recordará que la comunicación humana exige dos personas (emisor y
perceptor).

El significado, por lo tanto, no está en los objetos, en las cosas que utiliza para
comunicarse, sino en la mente. Primero en la mente del Emisor y luego, cuando lo capta,
en la mente del Perceptor. El trabajo que debe realizar el Perceptor es descubrir, en el
objeto ofrecido, el significado puesto por el Emisor.

Usted ya descubrió que el significante es el objeto que lleva el significado. Es algo


parecido a la caja que lleva dentro chocolates. Hay diferencia entre el contenido y el
continente.

Conclusión fácil: La comunicación se dará, entre dos personas, si ambas conocen


la significación utilizada cuando se manejan los mismos códigos.

Es importante, por ejemplo cuando ve televisión, que aprenda a diferenciar


significantes y significados. A veces se nos presentan significantes y nos quedamos en su
contemplación y no apreciamos el significado real (por ejemplo acompañamiento a un
vehículo, una bebida, etc).

0.6.9 Denotativo - Connotativo

Referido al significado. Yo consulto con el diccionario para buscar el significado


que comúnmente se le da a esa palabra; del diccionario extraigo la información sobre el
uso normal que se hace de la palabra que busco. Todos estamos de acuerdo en que, tal
palabra, significa tal cosa. Acudimos al diccionario para saber el significado denotativo, el
significado referencial. La palabra que busco (referente) “la debo leer mentalmente” con
éste significado, aceptado comúnmente, y no con otro. Se le designa también, como
explicación, “significado objetivo “.

El significado denotativo hace la relación simple: objeto (referente) y el signo (lo


que se le imprimió, se le añadió, al objeto). Un perro es un perro. Y todos sabemos que se
refiere al animal; dice el diccionario, mamífero doméstico del orden de los carnívoros y
familia de los cánidos”.

La connotación es un segundo nivel, un segundo lenguaje, un segundo modo de


expresarnos. Al significado connotativo le añadimos “otro significado”. La persona que
habla, le añade “algo más”, precisamente, para significar otra cosa diferente. Por lo tanto,
la relación que ahora se hace es: Objeto-signo-persona. La connotación se debe a la
cultura, al ambiente, a las personas que lo utilizan, al contexto social, religioso, etc.

Copie la definición de perro del diccionario, pero “el cachorro” que vio Juana de
Aza, no es el del diccionario. Cuando usted ve un cachorro, con una tea en la boca, sabe
que “ese perro” significa otra cosa. Para una persona que vea a Sto. Domingo, con un
cachorro a sus pies, puede pensar que es S. Roque, que tiene otro perro y con otro
significado connotativo.
¿Cuántas veces ha pronunciado o ha escrito palabras y frases con doble
“intención”?. ¡Eso es connotación!

0.6.10 Lenguaje

Todos los seres humanos tenemos la capacidad de reflexionar, pensar y ofrecer a


otros lo pensado. Los contenidos que piensa un hindú, un griego y un latinoamericano
pueden ser iguales, mientras están en sus mentes. El problema radica en la
manifestación: se utilizan códigos diferentes. Los lenguajes se diferencian por la
diversidad de códigos utilizados. Hablamos del lenguaje castellano (hablado o escrito) y lo
diferenciamos del lenguaje de la fotografía: se utilizan dos códigos diferentes. Usted ve a
dos sordomudos expresarse, comunicarse, y usted no entiende nada: el lenguaje que
ellos utilizan es diferente al que usted conoce.

Cuando oiga hablar de lenguaje piense en diferentes códigos. Usted ya sabe qué
es un código.

0.6.11 Finalidad del emisor: influir en el perceptor

Desde el primer momento en que me senté frente a la máquina de escribir, para


ofrecerle contenidos sobre “Orden de Predicadores y Medios de Comunicación Social”, mi
propósito ha sido que aprehenda los contenidos que le ofrezco, los asimile y cambie su
actitud. No importa si esta a favor o en contra. Una vez realizado el curso, usted no va a
ser neutral. Ese es mi objetivo: Influir en usted y, si lo logro, analizará los Medios de
Comunicación, aprenderá códigos de los MCS y los utilizará. Aunque le parezca extraño:
Yo me comunico (comunicación intrapersonal), medito, reflexiono, etc. “para cambiarme”,
para modificar mis hábitos y mis costumbres, o también, para reforzar los hábitos que ya
tengo.

Usted entiende esto mejor así: “usted ve televisión y, los dueños de ese negocio,
intentan influir en usted para que compre los productos que anuncian”. El propósito de
todo emisor es influir. Ahí tiene usted la explicación de por qué se gasta tanto dinero en
conocer a los perceptores.

0.6.12 ¿Perceptor o receptor?

Cuando estudiemos la diferencia entre “información” y “comunicación” la vamos a


fijar en que, Información, se refiere a la simple recepción de datos, de información.
Mientras que, por “comunicación”, vamos a fijarla en el hecho de que exista diálogo.
Diálogo se da, de modo exclusivo, entre personas. Cuando el Emisor es una persona y el
receptor es otra persona, hay comunicación, o puede darse. Por esto preferimos el
término de perceptor cuando nos referimos a la comunicación humana. El receptor es
cualquier máquina, aparato, etc.
0.6.13 Experiencia común

Entre el Emisor y el Perceptor debe haber una zona común. Para que se pueda
operar el proceso de comunicación humana es necesario disponer de elementos
comunes. Usted debe entender el código escrito que yo estoy utilizando. Si se lo escribo
en griego, posiblemente, no nos entendemos. Tenemos en común: la Orden de
Predicadores; usted sabe qué es un Capítulo General, qué son las Constituciones de la
Orden. Los dos las hemos leído, sabemos de qué tratan: por eso yo las cito, y usted me
entiende. Por esta razón voy a evitar, en lo posible, utilizar “modismos” especiales de la
región donde vivo, por eso me limito a palabras que usted, en caso de dudas, puede
consultar con el diccionario. Siempre hace falta una zona, un terreno común, donde sea
factible el diálogo, la comunicación.

0.6.14 El proceso tecnológico

¿Cómo le explicaría usted a los primeros frailes dominicos, reunidos en la casa de


Pedro Seila, planificando la predicación de una cuaresma, las ventajas de utilizar un
micrófono? ¿Qué hubiera pasado si, en el Capítulo de Bolonia, donde N.P. Sto. Domingo,
de rodillas, renunció a ser el Maestro General de la Orden, yo me hubiera presentado con
un televisor?

Para usted y para mí es fácil: es parte de nuestra cultura. Ya no lo tomamos en


consideración, lo utilizamos y no reflexionamos sobre eso.

Y tiene su importancia: Los primeros frailes dominicos predicaban de viva voz,


veían la reacción del público, se emocionaban cuando el pueblo se emocionaba, sentían
que sus palabras surtían efecto. Cuando habla por teléfono aprecia la diferencia a cuando
habla directamente con su amigo. Los medios técnicos ponen mucha distancia. La voz
que está reproducida en un radio-casete no es, propiamente, la voz de la persona; la
imagen que ve por TV no es la verdadera imagen, la imagen que ve en la pantalla está
confeccionada con muchos puntitos, no es tridimensional, los colores no son reales, etc.

Los medios tecnológicos conllevan muchísimas ventajas, ofrecen muchas


posibilidades para la comunicación. También tienen grandes inconvenientes: se puede
imitar la voz para que usted crea que es la de su amigo, se puede desfigurar la imagen,
manipularla para engañar, se pueden juntar dos sucesos que no tienen nada que ver
entre sí para que usted los tome como concomitantes, usted puede ver volar a su amigo,
cuando él no puede volar; le enseñan una maqueta y usted la toma como si fuera la
realidad; usted; se aísla tanto, cuando ve televisión, que se figura que es únicamente para
usted.

0.6.15 Lo subliminal

Si le escribo “sub-límite” se entiende mejor. Y es eso: “por debajo del límite”, “por
debajo de la capacidad”. Dos ejemplos:

Primero: Los seres humanos oímos, por así decirlo, en un término medio: ni muy
alto, ni muy bajo. Si un emisor emite un sonido más arriba, o más abajo de esa onda, no
lo apreciamos, no nos damos cuenta; y ese es el problema: no nos damos cuenta, pero
de algún modo llega a nuestro tímpano y pasa, como camuflado, a nosotros. Ese sonido
es “subliminal”.

Segundo ejemplo: usted va al cine. Y ve su película. El ojo necesita un tiempo para


poder “leer” los cuadros. Si los pasan muy despacito usted los ve todos, uno por uno.
Pero si los pasan a la velocidad “normal del cine únicamente ve unos pocos, por eso
aprecia el movimiento: antes de haber terminado de leer un cuadro ya le han pasado
varios. Si en alguno de esos cuadros “que usted ve”, pero que no toma conciencia de él,
le ponen un anuncio publicitario, indudablemente que usted se queda con ese “mensaje”.
Esto ya está comprobado y experimentado. Ese “mensaje” recibido por usted es
“subliminal’.

Usted ve actuar a un mago. Se queda admirado de lo que hace. Cuando se ve en


cámara lenta usted descubre el truco. Y usted vio el truco, pero como lo hizo a mucha
velocidad, no captó todos los detalles. Lo engañaron.

Si a esto le añade usted la falta de juicio crítico de los perceptores que ven
televisión, escuchan radio o leen periódico, se puede figurar el campo propicio que tienen
“los manipuladores de cerebros”.

0.6.16 Comunicación y medios de comunicación

Usted no confunde la parte con el todo. Es muy corriente hablar de Medios de


Comunicación y referirse al proceso de comunicación. Los “Medios” de comunicación es
uno de los elementos del proceso de comunicación. Si yo le pregunto: ¿Dónde trabaja?, Y
usted me dice: En los MCS. Puedo preguntarle: ¿Cine?, ¿Radio?, ¿Televisión?,
¿Fotografía?, ¿Periódico?, ¿Una revista?, ¿Hace audiovisuales?, ¿Teatro?, ¿Confecciona
afiches, carteleras, vallas?

Lo mismo que se utiliza medios de comunicación puede utilizar canales de


comunicación para expresar el medio que utiliza para comunicarse con otra persona. Los
medios son vehículos de transporte de mensajes. La comunicación está referida a todo el
proceso: Un emisor ofrece un mensaje, por un medio, a un perceptor.

0.6.17 Informática

Como medio de información y comunicación utiliza su lenguaje propio, diferente al


que hablamos o escribimos. Es una ciencia. Copiamos de las Actas de Capítulo Provincial
de S. Luis Bertrán de Colombia la explicación. Y la aportamos porque no es usual
encontrar en las Actas de un Capítulo de la Orden, esta perspectiva técnica, como lo hace
resaltar el Maestro General. De todos modos ésta es la explicación:

194. La informática es el último ramo de los nuevos medios, uno de los frutos del
desarrollo acelerado de la microelectrónica. Etimológicamente el término
informática aparece por la fusión de otros dos: información y automatización.
La informática es a un tiempo la ciencia y la técnica de la utilización de
sistemas automatizados en la recolección, análisis y utilización de la
información. Tales sistemas automatizados son los computadores.
195. Los dos elementos fundamentales de la informática son la información y el
computador. La información son datos que han sido ordenados, evaluados,
analizados y colocados dentro de un contexto o perspectiva en el cual puedan
servir para una información significativa y útil. El computador es la máquina
electrónica diseñada para aceptar y almacenar datos por medio de una unidad
de entrada, procesarlos y producir información por una unidad de salida, bajo
la dirección de un programa de instrucciones detalladas paso a paso.

196. Se distingue el hardware (las máquinas, los equipos en sí, lo físico), el software
(los programas en sus diferentes niveles, lo lógico) y el firmware (combinación
de los dos anteriores para buscar mayor velocidad, eficiencia y operatividad en
los sistemas. La limitación principal para la difusión masiva de la informática se
encuentra en el software antes que en el hardware, que tiende aceleradamente
a hacerse más barato. El microcomputador ha hecho posible la difusión y
aplicación masiva de la informática. La tendencia es a disminuir de costo, a
hacerse más portátil, a estandarizarse y a miniaturizarse.

0.6.18 El estereotipo

Por lo general se refiere a la visión que ofrecen los MCS en torno a una persona, a
un grupo social determinado, a un fenómeno o situación “para que se acepte como la
cosa más normal”.

Los MCS. crean muchos estereotipos. Y ahí radica el problema por el cual hemos
querido hacerle esta llamada de atención. Son modelos que se presentan, de modo
continuo, sistemáticamente, para que el perceptor, tal vez de tanto repetirlo, los acepte y
se crea que, lo presentado, es la auténtica realidad. Los modelos que se presentan
corresponden a una determinada ideología (precisamente la misma de quienes son los
dueños de los medios). No se tiene presente la realidad del país, ni sus condiciones
generales económicas, políticas, sociales. Por lo cual usted ha pensado alguna vez: ¡Qué
diferencia de mi país, en la realidad, y el país que veo por TV, escucho por radio o leo en
los diarios!

La creación y difusión de estereotipos es la forma para desvincular a las personas


de su propia historia, de su propia cultura, de su identidad y atarlas a otros patrones o
modelos, extraños a la propia realidad.

En los MCS. apreciamos muchas clases: según edad, sexo, trabajo que realizan,
ideología que manifiestan, clases sociales, modos de adquirir dinero, etc. usted los puede
conocer: hacen gestos especiales, utilizan términos escogidos, lugar donde viven, objetos
que utilizan, etc. Una maestra para crear estereotipos: la publicidad. Se utiliza, son unos
ejemplos, para fines comerciales, pero también para inyectar ideología: La mujer como
objeto y para promover ventas; se utiliza el arte para “vender lo exquisito”; promoción del
sexo; las ventajas de tener dinero: vivir en lugares selectos; “en el extranjero se vive
mejor”, etc.
0.6.19 Comunicación y sociedad

Vivimos en sociedad. En este Módulo reflexionamos sobre “Comunicación y Orden


de Predicadores”. No por eso, de ahí nuestra advertencia, podemos perder la perspectiva
de la relación comunicación-sociedad. Cada concepto, cada contenido, cada mensaje que
usted reciba deberá relacionarlo al ambiente donde está viviendo. El hecho de la
comunicación es un hecho social y como hecho social lo deberá relacionar dirigido a su
propia situación. Si somos “sociales por naturaleza”, por la misma razón, somos
“comunicacionales por naturaleza”. La comunicación es totalmente necesaria para los
seres humanos. No importa quién fue primero, si la comunicación entre las personas o,
una vez reunidas, nació la comunicación.

Necesitamos de la comunicación para la convivencia humana. Por lo tanto,


necesitamos de los medios para podernos comunicar. El gran problema de nuestra
organización social radica en que, unos cuantos, se han adueñado de los medios
tecnológicos para la comunicación e información. El acceso a esos medios está vedado
para la mayoría.

0.6.20 Este Módulo es un medio de comunicación

Hemos pasado muchas horas elaborando los mensajes que le ofrecemos en este
Módulo. Unos mensajes que han tenido presente el código escrito en lenguaje castellano,
con múltiples contenidos en cada uno de los objetivos y le hemos dado el tratamiento de
libro (módulo). Pudimos utilizar el código de Radio y haber realizado unos guiones y
grabar-los, con diferentes voces, en una cinta para ser reproducida en un radio-cassette.
Se prefirió el código lingüístico escrito, así lo determinaron las Fuentes, quienes tuvieron
la idea magistral de ofrecer a la Familia Dominicana un Curso a distancia.

Hemos depositado nuestros mensajes en el medio que usted tiene en sus manos.
Esperamos que sea un medio eficaz, no sólo que le llegue, sino también que lo sepa
descifrar (descodificar), que comprenda los significados denotativos que utilizamos
(hemos intentado suprimir, lo más posible, los significados connotativos), es decir, deberá
leer con atención, aprehender los contenidos y, esa es nuestra finalidad, cambiar de
actitud sobre los MCS. en su relación a nuestra Orden.

Para que sea un medio auténtico de comunicación usted debe ofrecer, de algún
modo, sus respuestas. No se puede quedar en una simple información que nosotros le
enviamos, usted la recibe y ahí termina el proceso. Todo perceptor humano debe
responder, dar sus propias respuestas. Las esperamos.
Primera unidad
NUESTRA LEGISLACIÓN Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

1.1 Introducción
1.2 Objetivos
1.3 Cuestionario inicial
1.4 Contenidos
1.4.1 Reconocer la historia y la legislación de la Orden de los
Comunicadores
Historia
Nuestra legislación
1.4.2 Comprender el proceso de comunicación humana
- El proceso de comunicación
- Los elementos del proceso comunicación
La Fuente
El Emisor
El Código
El Mensaje
Canales-Medios
Descodificador
Perceptor
Ruido
- Modelos de comunicación
1.4.3 Opinión pública y Orden de Predicadores
- Aproximación al concepto
- Perspectiva del evangelio
- Opinión pública en la Iglesia
- Nuestra legislación
- Opinión pública en la Orden
1.4.4 Necesidad de analizar los MCS
- Introducción
- Necesidad de análisis
- Legislación de la Orden
1.4.5 Preparación y capacitación del dominico para utilizar los MCS
- Los documentos de la Iglesia
- Legislación de la Orden
- Los motivos
1.4.6 Estudiar la influencia de los MCS
- Persuasión
- Algunos hechos sociales-comunicacionales
- Perspectivas evangélicas
- Legislación de la Orden
1.4.7 Formación permanente y MCS
- Perspectivas de la Orden
El objetivo fundamental
Los objetivos específicos
Modos de realizarlos
- Posición actual de la Iglesia
1.4.8 Distinguir los diversos lenguajes de los MCS
- Nuestra legislación
- Qué es el lenguaje
- Manifestación del lenguaje
- Lenguaje y MCS
- El interés de nuestra legislación
1.5 Lecturas de apoyo
1.6 Actividades complementarias
1.7 Auto evaluación
- Respuestas
1.8 Bibliografía
1.1 Introducción
Aunque tratamos temas generales sobre Comunicación Social, por lo tanto sobre
los medios de comunicación social, nos limitamos ambientalmente dentro de la Orden.
Deseamos reflexionar sobre los contenidos que la Orden ha expresado en torno a los
MCS.

En un primer momento nos detenemos, muy rápidamente, como simple


recordatorio, en aspectos históricos y algunos documentos generales. Usted conoce
perfectamente nuestra historia. LA OBRA: “DOMINGO DE GUZMÁN, EVANGELIO
VIVIENTE”, del P. Felicísimo, le ayudó a refrescar ese período histórico inicial de nuestra
Orden.

Comprender el proceso de comunicación humana es fundamental. Sin el logro de


ese objetivo, le será difícil ubicar los conceptos que se manejan durante la reflexión sobre
los contenidos legislativos de la Orden, relacionados con los MCS.

De modo global apreciamos la necesidad de estudiar esta unidad por cuanto nos
abre al conocimiento de las directrices y estrategias que, sobre todo en los últimos
Capítulos Generales, mantiene actualmente la Orden.

El estudio de los MCS, ese es el enfoque general, tiene por finalidad el reflexionar
sobre la utilización que debemos hacer de ellos “para la predicación”. Pero no se puede
descuidar la vertiente de análisis sobre esos mismos medios. Son un campo de misión y,
para nosotros, una nueva frontera (hasta hoy desconocida) de evangelización.

Hemos elegido unos temas generales. Aquellos que estimamos han sido
recomendados por los últimos Capítulos Generales. Unos ejemplos. Hay más temas que
podrán ser estudiados. Esa es su tarea después de terminar el estudio de este Módulo.
Cada Congregación debe buscar más elementos en su propia legislación.

Esperamos que el aporte de esta documentación, información, referida a los MCS.


no genere fastidio, monotonía y pesadez. De todos modos es inevitable el estudio de la
legislación.

1.2 Objetivos específicos


1. Reconocer la historia y la legislación de la “Orden de los Comunicadores” en
relación a la utilización de los MCS.

2. Comprender el proceso de comunicación humana.

3. Examinar la “Opinión Pública” en relación a la Iglesia y Orden.

4. Establecer la necesidad de analizar los MCS.

5. Seleccionar los motivos que deban tener los dominicos para utilizar MCS.

6. Estudiar la influencia de los MCS.


7. Relacionar MCS. y Formación Permanente.

8. Distinguir los diversos lenguajes utilizados en MCS.

1.3 Cuestionario inicial


1. Escriba un esquema donde se reflejen los elementos importantes del proceso de
comunicación humana.

2. De fina ampliamente qué entiende por “Opinión Pública”.

3. Escriba dos razones donde se observe la necesidad de analizar MCS.

4. Explique, mediante dos razones, el por qué los Dominicos deben utilizar los
actuales medios de comunicación social.

5. Escriba qué entiende por ruido en el proceso de la comunicación.

6. Relacione, de algún modo, “medios de Comunicación” y “Formación Permanente”.

7. Explique por qué usted debe analizar los MCS, si eso ha sido ya realizado por
muchos técnicos y peritos en investigación.

8. Nombre tres detalles (episodios o acontecimientos), donde se aprecie que Sto.


Domingo utilizó los medios de comunicación de su época.

9. Nombre dos detalles por los cuales se aprecie la influencia de los MCS. sobre los
perceptores.

10. ¿Qué es el Mensaje, en los MCS?

1.4 Los contenidos


OBJETIVO No. 1. Reconocer la historia y legislación de la Orden de los
Comunicadores

1. Historia

La lectura de la historia de nuestra Orden, por maestra en la comunicación, nos


puede abrir los horizontes para la reflexión inicial.

La metodología utilizada por Sto. Domingo, para predicar, es un primer momento:


Se comunica, con el hereje de Tolosa, de modo directo, cara a cara. Sabe dialogar,
porque escucha y responde. Argumenta, insiste, ofrece el mensaje del Evangelio. Su
comunicación humana es eficaz: “al amanecer cedió a la luz”.
La predicación de Sto. Domingo es de viva voz. Predica a grupos pequeños y a
“grandes grupos de gentes durante todas las cuaresmas”. Predica en las calles y en las
iglesias. Tiene predilección por las discusiones en público (“según los requisitos legales
de la época”), con cataros y albigenses. En París utiliza las famosas “collationes" como el
medio eficaz de anunciar la Palabra de Dios. Sabe intervenir, con éxito, en varios eventos
apostólicos: En el inicio, por el eje Tolosa—Narbona; en el norte de Italia, acompañando
al cardenal Hugolino; alrededor de Prulla y, después, en Tolosa.

Domingo lucha denodadamente para obtener “iglesia y púlpito propios” para su


naciente Orden. Iglesia y púlpito para tener una plataforma y comunicar la doctrina del
Evangelio.

Nota característica de la predicación de Domingo: Su comunicación humana. Es


una predicación expositiva del Evangelio, “predica al modo apostólico”. Renuncia a la
pomposidad de los Legados Pontificios. Conversa. Ofrece sus mensajes. Dialoga.
Argumenta. No hay testimonios de la época en que se nos presente “al predicador
moralista” de aquellos días; no hay testimonios de “predicación (comunicación) impositiva
personal”. Cuando observa que sus palabras no surten efecto, se pone de rodillas, en
venia, con los brazos abiertos, en inclinación profunda, en la iglesia y reza para obtener,
así, el fruto que no tuvieron sus palabras.

Sabe utilizar admirablemente las cartas. Sabe manejar los documentos legales y
servirse de ellos. Serán muchos los documentos pontificios que obtendrá para allanar
obstáculos en la predicación. Y logrará uno, el más preciado por él, el más anhelado:
“Predicador oficial de la Iglesia”.

Domingo es el predicador que habla con gestos de vida, con signos elocuentes
que conmueven; si le ofrecen un pan de limosna, se pone de rodillas para agradecerlo; si
hay necesidad de obtener dinero para rescatar a un esclavo, vende sus libros; sus
lágrimas corren con frecuencia durante la celebración de la Misa; anima a sus religiosos
durante el cántico del Oficio Divino; es toda la persona de Domingo la que retransmite el
Mensaje: es un testigo viviente-comunicativo del Evangelio.

Su metodología se filtra a toda la Orden. Durante siglos, “los predicadores”


anunciarán la Palabra desde los púlpitos, desde las cátedras universitarias, de pueblo en
pueblo con la predicación itinerante, con los escritos, con las “summas”, con los
“tratados”. Frailes predicadores que se proyectan, como ejemplos, a nuestros días:
Jacinto de Polonia, Alberto Magno, Tomás de Aquino, Vicente Ferrer, el P. Las Casas,
Montesinos, Pedro de Córdoba...

Y si, para predicar, es nec6sario utilizar la pintura en lugar de la palabra, habrá


hábitos blancos y negros que van dejando, en frescos, el anuncio de la Palabra hecha
pintura, vitrales, esculturas, mosaicos.

Y luego un Mundo Nuevo. Y una nueva forma de predicar. Nuevas formas


comunicativas. De palabra y por escrito. Así nace el primer catecismo en tierras
americanas, así nacen nuevas denuncias proféticas, nuevos signos, nuevos gestos,
nuevas universidades.

Hay un secreto: el aprendizaje para comunicar. Un aprendizaje que viene desde el


inicio de la Orden: contemplar, reflexionar, orar, comunicarse interiormente con Dios (al
estilo de Domingo), para poder hablar a los hombres la Palabra de Dios. Es el carisma, lo
específico, lo característico de la comunicación dominicana.

Pero los tiempos han cambiado. El progreso tecnológico nos desborda. Seguimos
produciendo densos contenidos, pero los medios de difusión nos fallan. Constatamos
hechos. En plena época electrónica, es un ejemplo, el viejo púlpito pierde vigencia.
Cumplió su etapa gloriosa El púlpito, hoy, se transforma en micrófono; la pluma, en
cámara de cine o video; los densos tratados, en comentarios ágiles de canciones que se
imprimen en casetes; los sermones elocuentes, en breves guiones radiofónicos que se
escriben en cintas y se duplican por millares. Los pesados volúmenes de las
concordancias bíblicas se nos venden hoy en discos para computadoras. ¿Se nos van los
medios de comunicación humana de las manos? Porque son los medios los que cambian.
Es a los amplificadores de nuestra comunicación a los que no tenemos acceso.

Desde esta perspectiva, comprendemos el por qué de la preocupación de los


últimos Capítulos Generales: “Pero lo más urgente es ayudar a todos en la Orden a
aprender a usar el nuevo lenguaje de los medios de comunicación” (Ávila, No. 72,11).

2. Nuestra Legislación

Nuestra legislación, referida “a los Medios de Comunicación”, ha sido muy parca;


escrupulosamente cautelosa (al mismo ritmo de la Iglesia) y plenamente abierta en los
últimos Capítulos Generales.

Para reflexionar sobre los medios de comunicación es necesario, primero,


comprender perfectamente el proceso de la comunicación humana, donde los medios son
uno de los elementos componentes.

Sto. Domingo funda la Orden para predicar, es decir, para comunicar. Así lo
confirmará el documento de Puebla: “La evangelización, anuncio del Reino, es
comunicación (No. 1063). En comunicación-predicación la Orden es maestra. Nuestra
Legislación lo enfoca así:

“La Orden fue instituida específicamente, desde el inicio para la predicación y la


salvación de las almas” (LCO, I, III), “dedicándonos por entero a la evangelización íntegra
de la Palabra de Dios” (LCO, I, III), “nos hacemos partícipes de la misión de los Apóstoles”
(LCO, 1, IV).

— “La dedicación total de los predicadores a la proclamación del Evangelio por la


palabra y con las obras. . . se vincula sumamente y para siempre a la vida y a la misión de
Cristo” (LCO, 1, IV).

— “Los frailes deben ejercer la predicación bajo cualquier forma” (LCO, 106).
Interpretamos: por cualquier medio de comunicación humana.

— “A la vocación dominicana pertenece esencialmente enseñar con la palabra, los


escritos y los medios tecnológicos actuales (especificamos: cine, radio, televisión,
periódico, videos, cassettes, informática, etc.), la sagrada doctrina y las demás disciplinas
que sirven para la difusión y comprensión de la fe” (LCO, 102).
— Año 1946. El Capítulo General, celebrado en Roma, nos ofrece lo que
estimamos el primer documento dedicado a los medios de comunicación social: “Dada la
influencia de los medios actuales de difusión, como son la prensa, el cine, la radio y la
televisión, para bien o para daño de las almas, procuren los Provinciales que algún Padre,
con sólida formación doctrinal y buen sentido práctico, se consagre a esas actividades,
para llevar por esos medios el espíritu cristiano a la opinión pública” (No. 107).

— El Capítulo General de Bolonia (1961): Se pide que los jóvenes dedicados al


apostolado frecuenten cursos para perfeccionar la metodología de la predicación y la
utilización de las nuevas técnicas, principalmente “el uso de los nuevos medios técnicos
que hoy existen para la mejor expresión y difusión de las ideas” (No. 215).

— El Capítulo General, celebrado en Tolosa el año 1962: “Durante el período de


formación para el sagrado ministerio, los estudiantes, tengan prácticas y ejercicios, de
modo principal hacia la predicación y se cuiden mucho los aspectos técnicos y las
modulaciones de la voz, acomodado a los oyentes de nuestro tiempo” (No. 192).

— El Capítulo General celebrado en Bogotá (1965) recoge la recomendación de


Pablo VI sobre la importancia que “tiene el estudio en orden al apostolado extraordinario,
de modo principal, el ministerio de la palabra” (No. 303).

— El estudio de los medios de comunicación social se inserta en la Ratio


Studiorum (art. 103). Ya lo había pedido el Capítulo General celebrado en Caleruega
(1958) en el (No. 174, B. 1).

— El Capítulo General celebrado en Quezon City (1977) propone cuatro


prioridades para toda la Orden: Catequesis de quienes han abandonado la fe cristiana,
Política cultural de la Orden, Justicia y Paz, y Medios de comunicación social.

Es el primer Capítulo que le dedica atención especial a los MCS.

— Por su parte, el Capítulo General celebrado en Walberberg (1980) denuncia:


“Estamos todavía muy lejos de un uso eficaz de los medios de comunicación social, cuya
fuerza es grande, para que sirvan mejor a la evangelización. En la cultura y civilización de
la sociedad contemporánea, la imagen ocupa el primer lugar. Los frailes predicadores
deben, pues, considerar como instrumentos utilísimos todas las artes y técnicas
“audiovisuales” (No. 17, B, 4).

— También el Capítulo de Roma dedica especial atención a los MCS:


“Denunciamos que ya muchos frailes y hermanas han asumido la tarea de aplicar tales
medios a nuestro apostolado” (No. 256).

— El Capítulo General de Ávila, (1986) concreta: “Lo más urgente es ayudar a


todos en la Orden a aprender a usar el nuevo lenguaje de los medios de comunicación.

— Esta preocupación creciente de la legislación de la Orden es recogida por los


Capítulos Provinciales. Citamos dos ejemplos latinoamericanos:

Provincia de S. Juan Bautista del Perú: “Nuestros religiosos tengan presente que
hacer una sana política, por nuestras emisoras y demás medios de comunicación social,
es un deber de participación humana y cristiana, responsable y activa, y de compromiso
en pro de aquellas transformaciones culturales y sociales que contribuyan a la promoción
humana” (No. 62; año 1986).

Provincia de S. Luis Bertrán de Colombia (1986): “El saber dependerá cada vez
más del dominio de la información, el cual será inaccesible si quedamos al margen de las
posibilidades excepcionalmente potenciadas que brinda la informática. Que un dominico
resuelva desentenderse de este nuevo frente de los MCS, significará, casi, renegar de su
misión: predicar la verdad; al menos supondrá una auto mutilación apostólica” (No. 199).
Y a renglón seguido, en forma de ordenación: “...organice un Centro de Medios
Audiovisuales e Informática que sirva para la educación de los alumnos del colegio y para
la formación institucional y permanente de los religiosos de la Provincia” (No. 206).

A esto se le puede llamar ser pionero en la Orden de Predicadores, al menos, en


Latinoamérica.

N.B. Cada Congregación puede apelar a la legislación de sus capítulos generales y


provinciales para ver qué han dicho sobre estos temas.

OBJETIVO No. 2. Comprender el proceso de comunicación humana

Si nuestra finalidad es reflexionar sobre “Los Medios de Comunicación Social”, es


necesario ubicar, primero, esos medios dentro del proceso de la Comunicación humana.
Comunicación humana que, para nosotros, está dirigida a ofrecer un mensaje a las
personas. Expresamente: ofrecemos unos contenidos de carácter religioso para que se
reflexione sobre ellos y se pueda dar un cambio de conducta.

1. Proceso de comunicación

Todo proceso se especifica en una estructura física. El estudio de la Comunicación


humana ha proporcionado muchas maneras de explicar el proceso que ocurre cuando se
produce la comunicación entre dos personas, entre una persona y un grupo.

Desde el principio debemos separar el proceso de información mecánica,


tecnológica (entre máquinas) y la comunicación entre personas: cuando hay dos personas
en los extremos del proceso de comunicación. Para comprender la comunicación
humana: el Emisor y el Receptor deben ser personas.

Entre tantos modelos que se exponen para explicar la Comunicación hemos


elegido dos. Son suficientes para que tenga una visión precisa del proceso.

QUIEN dice QUE En qué CANAL A QUIEN Con qué EFECTO1

1
SCHRAM, W. “La ciencia de la comunicación humana”. Edit. CIESPAL, Quito. 1967.
El segundo esquema explicativo es similar:

FUENTE
CODIFICADOR MENSAJE CANAL DECODIFICADOR RECEPTOR2
EMISOR

Esta (u otra similar) puede ser la base estructural de todo proceso de


comunicación. No podemos olvidar que en esa estructura se operan interrelaciones y se
dan múltiples influencias.

2. Los elementos del proceso comunicación

Elegimos el segundo esquema. El análisis de cada uno de ellos nos permite


obtener una visión amplia de todo el proceso de comunicación
Veamos:

a. Fuente

Es el origen de la comunicación. Donde se ubica la información, el mensaje.


Puede ser una persona o grupo de personas. Se refiere al “suceso”, al acontecimiento.
Cuando se trata de una persona: “lo que piensa” está en “una fuente”, precisamente “en
esa persona”. Es el origen del mensaje que se debe transmitir. Muchas veces la fuente,
“de donde viene la noticia, el mensaje, etc. queda oculta. En este caso, aparece
únicamente el emisor. Evidentemente: emisor y fuente pueden ser la misma persona,
aunque no siempre ocurra eso.

b. Emisor

La persona. Quien dice. Todo emisor tiene unos motivos, unos objetivos. El emisor
pone en común, ofrece, da a conocer, a otra persona, el Mensaje.

En la comunicación humana hay muchas clases de emisores: La persona que


habla, locutor de Radio o TV, el predicador, el reportero de un diario, el escritor, quien
utiliza un gesto significativo, etc.

El emisor puede identificarse con la fuente: cuando ofrece su propio pensamiento.


Pero, a su vez, se puede diferenciar. Es posible que los “contenidos” los haya tomado de
“otra fuente”. Piense en el predicador: Ofrece un mensaje personalmente, pero su fuente
es la Sagrada Escritura, la Doctrina de la Iglesia, de algún Santo Padre.

c. Código

El emisor, para comunicar la información que posee, debe utilizar un código.


Código: el conjunto de signos y las reglas que los ordenan destinados a producir un
determinado mensaje. El idioma es un código: tiene letras, palabras (signos organizados)

2
(BERLO D.). “El proceso de la comunicación”. Edit. Ateneo, B. Aires, 1985.
y mediante ellas construimos frases que tienen significado. El emisor utiliza el código
apropiado, el que sabe que entiende el perceptor. El perceptor descifrará el código, es
decir, entiende el mensaje por medio del código utilizado.

Esa codificación la puede realizar el mismo emisor. La puede realizar otra persona:
El codificador. En la comunicación cara a cara, en el diálogo, el mismo emisor codifica su
propio mensaje.

d. Mensaje

“El producto físico verdadero del emisor” (Berlo). Lo que dice el emisor proviene de
la fuente. Si usted mismo es la fuente: ¿Qué dice cuando habla, escribe, hace un gesto
significativo? Eso es el mensaje.

David Berlo (oc. Págs. 43 y ss) propone tres elementos que componen todo
mensaje: El código mediante el cual se manifiesta, el contenido y el tratamiento que le
doy. El contenido está referido a todas las afirmaciones, negociaciones, las informaciones
que se ofrecen, los juicios que se emiten, etc. Por tratamiento se entienden las decisiones
que toma el Emisor para presentar el mensaje de una forma y no de otra: es el estilo que
uno utiliza, los géneros literarios elegidos, la elección de un código (por ejemplo se elige
el lingüístico y no el audiovisual), etc.

e. Canales - medios

Usted ha podido extraer de la fuente unos datos, puede ser un Emisor que tiene un
mensaje, puede tener codificado su mensaje, pero si no lo manifiesta nadie podrá conocer
su pensamiento. La manifestación del mensaje es imprescindible para la comunicación.
Debe manifestar su pensamiento por medio de las palabras, por escrito, con gestos. Debe
dar a conocer, mediante el código elegido, su mensaje.

Para lograrlo deberá depositarlo en un medio. Debe haber un canal de


comunicación entre usted y el destinatario. Cuando la comunicación se efectúa cara a
cara, de modo directo, usted deposita los sonidos producidos en el aire; el aire es el
medio por el cual le llegan los sonidos al oído del Receptor. Pero si la persona está lejos:
utiliza el medio telefónico. El teléfono es un medio, la televisión es un medio; el periódico
es un medio; la radio es un medio de comunicación. Siempre se necesita un camino, un
canal, un medio.

Berlo ofrece una explicación muy gráfica sobre los canales. Resumo de la obra
antes citada. Mediante la analogía explica: Una persona que está en esta orilla de un lago
desea comunicarse con otra persona que está en la orilla de enfrente. Se necesita una
embarcación para depositar un paquete; pero también necesita un embarcadero, un
muelle; se necesita agua. En la otra orilla debe haber otro muelle de llegada. “Los tres
principales significados de la palabra canal en la comunicación son, pues, los siguientes:
formas de en codificar y descodificar (los muelles); vehículos para los mensajes
(embarcaciones), y un medio de transporte (agua)”.

Los medios de transporte de mensajes pueden ser muy diversos, de ahí las
diferentes clases de medios de comunicación.
Clasificación de los medios de comunicación social:

Los manuales de comunicación ofrecen diversas formas clasificatorias de los


medios. La siguiente es tan válida como cualquiera3:

VISUALES AUDITIVOS AUDIOVISUALES

Relacionados con las artes plásticas, Relacionados con las Relacionados en general
gráficas, literarias y/o escénicas. artes musicales, oratorias todas las artes de manera
y en general con el combinada.
- MURALES lenguaje oral y/o sonoro.
- VALLAS - SONOVISOS
- PANCARTAS - DISCO
- CARTELES - CINTA Filminas, diapositivas
- IMPRESOS (“PRENSA”). MAGNETOFÓNICA. (slides), etc.

(A los medios usados con fines (abierta, cassette, - CINE


periodísticos, con uso eventual de cartucho, etc.).
tecnologías de teletransmisión como (Imagen y sonido)
la telegrafía y sus similares desde - RADIO
“agencias informativas” o - VIDEODISCO
“corresponsalías” suele incluírseles (Incluye el uso eventual
dentro del concepto de ”PRENSA”). de la TELEFONÍA con y/o - VIDEOCINTA
sin hilos)
Libros, folletos, fotonovelas, (= “Cinta fono-óptica”
historietas, “comics”, hojas volantes, Teléfono abierta, video-cassette)
periódicos, revistas, boletines, etc., Radioteléfono.
empaques o similares. Otros equipos de - TELEVISION
telecomunicación por vía
- FOTOGRAFIA sonora. TV. por aire
TV. por cable.
- CINEMATOGRAFÍA Radioafición.

(El cine empezó sin sonido). Radiodifusión

TECNOLOGÍAS DE TECNOLOGÍA DE TECNOLOGÍAS DEL


ESCENIFICACIÓN SONORIZACIÓN ESPECTÁCUL0

Luminotecnia, títeres, marionetas, Fonógrafo, equipos y Luz y sonidos, y en general


“sets”, vestuario, maquillaje, etc. sistemas de sonido, todo o que implica la
dispositivos acústicos, etc. combinación audiovisual en
eventos deportivos,
musicales, teatrales,
publicitarios, etc.

USO MULTIFORME DE TECNOLOGÍAS DE INFORMÁTICA Y TELEMÁTICA (COMPUTADOR Y


SATÉLITE)

3
Tomado de “Comunicación Misión y desafío”. DECOS-CELAM, Bogotá 1986, Pág. 37.
f. Descodificador

Quien descifra el código puesto por el Emisor-Codificador. Quien traduce e


interpreta los estímulos recibidos, en los órganos sensoriales, para aprehender los
contenidos de los mensajes. Su función: romper el código, descifrarlo.

Puede ser el mismo Receptor. El aparato de TV se puede considerar como


descodificador, la bocina del teléfono es un descodificador, nuestro aparato auditivo es un
descodificador.

g. Perceptor

Destinatario final del mensaje. La persona. Para la comunicación humana es


imprescindible que sea una persona, no una máquina, no un animal. Esta es la razón por
la cual preferimos el término Perceptor al de receptor. Receptor puede ser una máquina,
un aparato mecánico. En la comunicación humana debe ser una persona, capaz de dar
una respuesta personal al mensaje recibido. En la comunicación humana, el Perceptor
debe tener capacidad para interpretar los signos ofrecidos, signos que conllevan una
significación en relación al mensaje. Posteriormente estudiaremos que esta interpretación
de los signos, símbolos, no pueden hacerlo las máquinas.

Respuestas del Perceptor

Cuando una Fuente-Emisor ofrece un mensaje al Perceptor, lleva una


intencionalidad o un propósito: el perceptor debe modificar, en algo, su conducta al recibir
el mensaje. El perceptor humano, al recibir el mensaje no permanece neutro al contenido
puesto en común. Podrá estar de acuerdo o en contra; rechazarlo o aceptarlo. El Emisor
espera una reacción en relación al mensaje recibido.

Esta reacción se conoce con el nombre de “información de retorno”. Su nombre:


“Feed-back”. En la comunicación directa lo apreciamos cuando el Perceptor reacciona
mediante gestos, actitudes, aún antes de dar, propiamente, su respuesta. El Feed-back se
toma en un sentido mecánico, para diferenciarlo de las respuestas conscientes,
personales, del Perceptor, en lo que constituiría el nuevo mensaje ofrecido, ahora, por el
Perceptor al Emisor. Esto sería la comunicación dialógica.

El esquema del Feed-back lo vemos así:

EMISOR MEDIO RECEPTOR

PERCEPTOR MEDIO EMISOR

La comunicación humana (no podemos olvidar que toda comunicación humana se


da en un contexto social) busca, de una u otra forma la interacción entre Emisor y
Perceptor: “El concepto de interacción es primordial para la comprensión del concepto de
proceso de la comunicación”. “Cuando dos personas interactúan se colocan en el lugar de
otro, tratan de percibir el mundo en la misma forma en que lo hace e otro, procuran prever
de qué manera habrá de responder éste”. “El objeto de la interacción es obtener una
perfecta combinación de sí mismo y del otro, una capacidad total de saber anticipar,
predecir y conducirse de acuerdo con las mutuas necesidades de sí mismo y del otro”
(Berlo. oc. Págs. 99-100).

“Podríamos decir que la empatía consiste en ponerse en el lugar del otro, “en su
pellejo”, para poderse comunicar con él. Se trata, pues, de una actitud que bien puede
calificarse de “encarnatoria”. Nuestra primera actitud al intentar comunicarnos con otra
persona ha de ser una disposición empatica: ponernos en situación receptiva para ver,
escuchar y sentir las necesidades, expectativas, aspiraciones y valores de los demás,
situándonos en la perspectiva de su realidad, sus problemas, sus estados psicológicos y
sociales, su lenguaje, su cultura propia” (“Comunicación, misión y desafío”, oc, Pág. 29).

h. Ruido

No todo es perfecto en la comunicación humana. Debemos considerar las posibles


interferencias: todo aquello que, directa o indirectamente, afecta la comunicación entre
dos o más personas. De algún modo se modifica el mensaje. Lo que impide la fidelidad
del mensaje.

El ruido puede provenir de muchos factores: físicos, técnicos, socio-culturales,


circunstancias que se dan en determinado momento, de factores psicológicos, etc. No se
pueden limitar, de modo exclusivo, a los factores físicos, técnicos o mecánicos. El ruido,
por lo tanto, es un factor que interviene en la comunicación como perturbador y, por lo
tanto, puede neutralizarse su efecto mediante la actitud consciente del Perceptor, aunque
ello no sea fácil.

El ruido puede presentarse en cualquiera de los elementos intervinientes en el


proceso de la comunicación. De modo gráfico lo vemos así:

EMISOR MEDIO RECEPTOR

RUIDO

PERCEPTOR MEDIO EMISOR


I. MODELOS DE COMUNICACIÓN

Modelo físico-matemático:

FUENTE TRANSMISOR SEÑAL RECEPTOR DESTINATARIO

RUIDOS

Modelo mecanicista (Combinado)

Campo de Campo de
experiencia experiencia
1
6 M 6
C D
3 E P 4
C
Campo de 2 Campo de
experiencia experiencia
F
5

Los modelos de comunicación han ido evolucionando desde los modelos físico-
matemáticos de Shannon y LOS SOCIOLÓGICOS de Schramm, hasta los últimos
modelos mecanicistas APLICADOS EN PARTE a la comunicación humana, dialógica o de
masas.

Presentamos aquí dos modelos que, de alguna manera, sintetizan varios modelos
más.

El primero de Shannon y Weaver que han ido evolucionando posteriormente y el


segundo de carácter más bien mecanicista y que es una combinación de Schramm y del
modelo sociológico de Riley y Riley.

Estos modelos nos sirven para comprender el fenómeno de la comunicación y,


sobre todo el segundo, en el que intervienen varios elementos, son utilizados en la
comunicación humana de carácter interpersonal y de masas.

Explicación de los elementos del segundo modelo

1. Mensaje: que va de un lugar a otro


2. Canal: Vía por la cual circula el mensaje. Siempre es una forma de conexión entre
la fuente y el emisor. MEDIO.

3. El emisor: Es la fuente del mensaje.

4. Perceptor: Destinatario de la comunicación

5. Feed-Back: Es la retroalimentación; el camino de vuelta del mensaje. Esto


convierte al emisor en perceptor.

6. Codificación-Descodificación: Son los procesos de transformación del mensaje,


que hacen posible el paso por el canal.

Tanto el emisor como el perceptor deben tener el mismo código.

7. Ruido: Son las interferencias de la comunicación.

Campos de experiencia: Tanto el emisor como el perceptor tienen sus propios


campos de experiencia y tienen además una experiencia en común (intercepción de los
óvalos). Estas experiencias comunes son las que permiten la comunicación y que se
realice el proceso de descodificación y codificación.

Modelos socio-psicológicos: En esta categoría incluimos aquellos modelos en que


al mismo tiempo en que se toman en consideración factores personales de los
comunicantes, se tienen en cuenta las relaciones entre dos o más personas.

Modelo funcional de Ruescb y Bateson quien establece cuatro niveles de


comunicación, así:

1. lntrapersonal
2. Interpersonal
3. Grupal
4. Cultural

Este modelo es comprendido en un cuadro en que las redes de comunicación


posibles en cada uno de los niveles mencionados son analizados según los siguientes
criterios:

1. Origen del mensaje


2. Transmisor
3. Canales
4. Receptor
5. Destino del mensaje

A continuación se presentan los cuadros traídos por Bordenave Carvalho en su


libro de Planificación y Comunicación.
Especificación a Cuatro niveles de las redes de comunicación

NIVEL ORIGEN DEL MENSAJE TRANSMISOR


I. Intrapersonal, “dentro de Órganos sensorreceptores o centro de la comunicación
uno”.

II. lnterpersonal, “uno a Centro de la comunicación Órgano efector de la


uno”. de la persona que emite el persona que lo envía.
mensaje.

III. A. Grupo Centro de la comunicación Persona especializada


“De uno a muchos” del grupo: cabeza directiva en ser el portavoz o
(mensaje centrífugo). o comité. ejecutivo del centro
comunicativo.

B. Grupo Muchas personas que Vocero que expresa la voz


“De muchos a uno” pertenecen a un grupo. Su de la gente, familia o
(mensajes centrípetos) identidad no se especifica cualquier otro pequeño
por me dio del nombre, sino grupo de la periferia.
por el rol. Se enfatiza el
grupo.

IV. A. Cultural Muchos grupos no Grupos especializados en la


“Mensaje especialmente conocidos por el nombre de formulación de las normas
ligados” de “muchos hacia sus miembros sino por su de vida: legisladores.
muchos”. rol, y que expresan
opiniones morales,
estéticas, por Ej.: el clero,
los niños, etc.

B. Cultural Muchos grupos no La tradición,


Mensajes de específicos cuyos miembros frecuentemente figuras
“muchos hacia muchos” o bien son más viejos que históricas o míticas.
temporalmente ligados. los receptores o bien han
muerto.

Especificación a cuatro niveles de las redes de comunicación

CANALES RECEPTOR DESTINO DEL MENSAJE


Conductos neurales o
humorales y sendas Centro de la comunicación u órganos efectores
contiguas

Las vibraciones acústicas, Los órganos sensoriales de Centro de la comunicación


de la luz, el calor, el olor, la persona receptora. de la persona que recibe el
que viajan por el espacio; mensaje.
además, el contacto químico
o mecánico con materiales o
personas.
(Continuación)
CANALES RECEPTOR DESTINO DEL MENSAJE
Multiplicación de los Personas encargadas de Muchas personas que son
mensajes a través de la recibir e interpretar para el miembros de un grupo. No
prensa, la radio, sistemas de grupo los mensajes que se las conoce por el nombre,
altoparlantes, cine, llegan —lectores, oyentes, tan sólo por el rol. Se
circulares, etc. espectadores teatrales, enfatiza el grupo.
críticos.

Correspondencia, Especialistas profesionales Centro de comunicación del


transmisión oral u otras que se ocupan de recibir grupo —ejecutivo, comité o
acciones instrumentales de mensajes: analistas de persona que lo dirige.
la gente. noticias, servicios de
inteligencia. Secretarías de
Estado. Resumen e
interpretación de los
mensajes.

Escritos, leves y Grupos dedicados a la Varios grupos compuestos


reglamentaciones, escritas y recepción e interpretación por persones vivientes a
no escritas. Costumbres los mensajes culturales, quienes no se conoce por el
transmitidas por el contacto tales como jueces, nombre sino por el rol que
personal, frecuentemente abogados, científicos, desempeñan.
implícito en la acción. Las ministros.
personas se convierten en
canales de comunicación.

Escritos, cultura material tal Grupos especializados en la Muchos grupos no


como objetos, estructuras recepción e interpretación de específicos cuyos miembros
arquitectónicas, etc., y el los mensajes del pasado — son más jóvenes que
contacto personal de arqueólogos, historiadores, quienes emitieron el
generación, en generación, clérigos. mensaje.
frecuentemente implícito en
la acción.

3. Proceso de comunicación - vida comunitaria

En los dos puntos anteriores hemos estudiado el proceso y los elementos


componentes de la comunicación humana. Nos resta reflexionar, en este objetivo porque
volveremos a retomar el tema, sobre la proyección a nuestra vida social o comunitaria.

a. Usted ha oido hablar sobre “naturaleza social”, es decir, “tenemos capacidad


para comunicarnos”. Toda persona humana tiene capacidad para expresar lo que piensa,
lo que siente, sus deseos, etc. Al mismo tiempo: tiene capacidad para entender,
interpretar signos, comprender las acciones de los demás, sus palabras, sus gestos
significativos, etc. Estamos hechos con capacidad”.

b. Los seres humanos vivimos en sociedad o comunidad por esta capacidad de


comunicación e interacción simbólica. Aprendemos, dada esa capacidad natural, a ser
sociables, es decir, a comunicarnos. El proceso de socialización
-comprensión humana-, se logra por medio del aprendizaje. Aprendemos, por lo tanto, a
ser sociables, a comunicarnos.

c. Por estos mecanismos de que disponemos, para la comunicación, podemos vivir


en comunidad humana. La vida en sociedad o comunidad no sería factible sin la
posibilidad de intercambiar pensamientos, deseos, etc. Es, en definitiva, el único camino
para la convivencia humana. Por esto, ponemos en común nuestros mensajes, por esto
ponemos en común nuestros bienes, compartimos, vivimos, de una forma u otra, “en
común-unión”.

La comunicación humana, como en cualquier proceso de socialización, es el


fundamento real de nuestra vida de comunidad.

Aprendemos a ser comunitarios, lo mismo que debemos aprender a ser


“sociables”.

d. Hemos querido hacer esta relación por la importancia que puede tener, para
nosotros, el estudio y la práctica del proceso de comunicación, ubicado “en la comunidad”.
Porque, lo sabemos, la comunidad es el trampolín desde donde comunicamos la Palabra
de Dios.

OBJETIVO No. 3. Opinión pública y Orden de Predicadores

1. Aproximación al concepto

“Lo que es notorio para la comunidad”, los puntos de vista que manifiesta el
pueblo. La Opinión Pública se refiere al conjunto de expresiones manifiestas sobre ciertas
convergencias en temas, hechos, doctrinas, tendencias, etc. hacia una determinada
opinión generalizada que conlleva un consenso.

Para ubicar la Opinión Pública es necesario relacionar lo público y el concepto de


opinión. Veamos algunos aspectos:

a. Es un proceso. Un proceso de “formación de opinión pública”. No privada. Para


buscar sus orígenes es necesario estudiar la historia. La historia de la formación de la
democracia. La democracia es la base fundamental para crear Opinión Pública. El Bien
Común de la comunidad no puede estar ausente.

Todo consenso comunitario se ha realizado por el enfrentamiento de opiniones


particulares o de grupos. Es su característica específica: Para llegar a Opinión Pública se
ha debido dar un proceso, si se quiere, de enfrentamiento de opiniones; se ha debido
discutir públicamente; ha debido haber algún desacuerdo inicial. Un proceso de formación
de Opinión Pública no se da de la noche a la mañana.

b. Factores. La Opinión Pública se conforma por la confluencia de muchos


factores: No se forma igual en una democracia que en una dictadura. Factores
sicológicos, económicos, sociales, religiosos; la libertad de poder expresarse, el poder
manifestar la propia opinión; la estratificación actual de la sociedad, la movilidad social; la
formación intelectual, el momento histórico que se vive, las presiones de los grupos
sociales, las influencias de los dirigentes, etc. Evidentemente los MCS son factores
importantes en la creación de la Opinión Pública.

c. Formación. Se forma, como proceso, por la confluencia de las distintas facetas


que se discuten en público. Los intereses de grupos sociales, políticos, económicos o
religiosos, muchas veces, determinan la directriz de la formación de la Opinión Pública.

Para una correcta formación de Opinión Pública es necesario, de modo esencial,


el disponer de datos, de estar bien informados para poder tener elementos de juicio y,
naturalmente, poder emitir opinión.

Información veraz, oportuna, amplia, no manipulada, justa. Información que le


puede llegar al ciudadano por la comunicación formal o informal (por ejemplo, el rumor).

La formación de Opinión Pública se puede ver desde dos vertientes:

— Formación de Opinión Pública en base a informaciones veraces, oportunas,


justas, etc.

— Imposición de una opinión en el público.

La Opinión Pública no se impone. Se intenta imponer de muchas maneras:


aportando datos falsos, manipulando información, distorsionando hechos, por medios
sicológicos, influencia en actitudes, intimidando, etc.

d. Mecanismos para conocerla. Toda Opinión Pública es dinámica, cambia con


alguna frecuencia, se manifiesta por datos, por hechos comprobados. Toda Opinión
Pública se mueve entre dos polos motivos racionales (reflexivos, en base a conocimientos
objetivos, etc.) y emocionales. Se manifestará en un interés.

Todos esos aspectos pueden ser investigados. Hay técnicas e instrumentos para
conocer la Opinión Pública. La más evidente es el voto público, por ejemplo, en unas
elecciones. Las personas se manifiestan y el resultado es “una Opinión Pública”. Hay
procedimientos de encuestas que, realizadas con honestidad, pueden ofrecer la opinión
del público. La observación de las corrientes de las manifestaciones nos pueden mostrar
hacia dónde va la opinión del pueblo.

Una primera conclusión: la opinión pública se forma, debe formarse y no debe ser
impuesta. No siempre la opinión de la mayoría es Opinión Pública. La opinión de la
mayoría no quiere decir que sea la verdadera.

e. La influencia de los MCS. Los MCS. influyen determinadamente en la conducta


y en la formación de las actitudes de los perceptores.

Pero son los dueños o los que manejan los medios quienes ejercen una influencia
constante: modifican actitudes, cambian de rumbo opiniones, enfocan unos problemas y
olvidan otros. Como medios de información masiva se presentan como opinión de la
mayoría, se arrogan el ser portavoces del pueblo, etc.

f. Se utiliza como control. Principalmente como control social: Se presentan valores


comunitarios, como presión para que los demás actúen de la forma que se desea; se
ofrece un camino, única salida, a problemas regionales o nacionales; se realizan
campañas para que el público acepte las directrices que se proponen desde arriba; se
legitiman situaciones dadas o se justifican; para reforzar hechos consumados se utiliza él
siempre fue así; se pone en ridículo a quienes no piensan igual.

g. Fundamento: La libertad de expresión y el derecho a la información. El derecho


a estar informados implica la obligación de ofrecer esa información veraz, oportuna,
rápida. Derecho a poder expresarse libremente de cualquier tema, suceso o
acontecimiento de la vida pública.

2. Perspectiva del Evangelio

“¿Qué dice la gente sobre el Mesías?”

Todo un capítulo para reflexionar: ¿Qué dice la gente del Evangelio?

Porque la opinión pública que tengan las personas sobre el Evangelio es, en gran
parte, el fruto de las informaciones que nosotros les proporcionamos.

En líneas generales, para nuestro propio interrogatorio y para captar lo esencial


del concepto de opinión pública y sus repercusiones, podemos contestar las inquietudes
de Pablo VI: “¿Creen verdaderamente en lo que anuncian? ¿Viven lo que creen?
¿Predicamos verdaderamente lo que vivimos? ¿Hoy, más que nunca, el testimonio de
vida se ha convertido en una condición esencial con vistas a una eficacia real de la
predicación?. Sin andar con rodeos, podemos decir que en cierta medida nos hacemos
responsables del Evangelio que proclamamos” (Evangelii nuntiandi, No. 76).

3. Opinión Pública en la Iglesia

El tema no deja de ser interesante. Para evitarnos interpretaciones, recurrimos a


los mismos documentos de la Iglesia:

Pio XII: “Finalmente, querríamos todavía añadir una palabra referente a la opinión
pública en el seno de la Iglesia: no tienen por qué admirarse de esto sino aquellos que no
conocen la Iglesia o que la conocen mal. Porque ella, después de todo, es un cuerpo vivo,
y le faltaría algo a su vida si la opinión pública le faltase. Esta falta provocará censuras
sobre pastores y sobre los fieles” (II Congreso de la Prensa Católica).

Pablo VI es más explícito: “Es, pues, normal y saludable que una opinión pública
se forme y exprese libremente entre los fieles. Porque la Iglesia vive y se desarrolla en la
historia. Su participación en el destino del mundo le impone una doble dialéctica de
aceptación y de repulsa, de fidelidad y de aceptación tanto en su vida misma, en su
gobierno, en su magisterio y en su liturgia, como en la animación que ejerce en el orden
temporal”.

“La opinión pública en la Iglesia se presenta, por tanto, como una circulación de
pensamiento, de los que son promotores principales los responsables de la comunidad”
(53 Semana Social de Francia, 1966).
De Communio et progressio entresacamos los siguientes párrafos:

“Como la Iglesia es un Cuerpo vivo necesita de la opinión pública para mantener el


diálogo entre sus propios miembros” (No. 115).

“Es necesario, pues, que los católicos sean plenamente conscientes de que
poseen esa verdadera libertad de expresar su pensamiento, que se basa en la caridad y
en el “sentido de fe” (No. 116).

“Esta libertad de expresión en la Iglesia, lejos de dañar su coherencia y unidad,


pueden favorecer su concordia y coincidencia, por el libre intercambio de la opinión
pública” (No. 117).

“De la misma manera que se reconoce como sumamente necesario el desarrollo


de la opinión pública en la Iglesia, así, a su vez, cada fiel tiene el derecho a conocer
cuanto le es necesario para poder asumir un papel activo en la vida de la Iglesia. Esta
exige que el fiel pueda disponer de unos medios de comunicación no sólo variados y de
amplia tirada sino también católicos, si pareciera necesario, siempre que éstos sean
plenamente aptos para cumplir esa misión” (No. 119).

“Un adecuado desarrollo de la vida y las funciones en la Iglesia exige una habitual
corriente de información entre las autoridades eclesiásticas de todos los niveles, las
organizaciones católicas y los fieles, en ambos sentidos, y en todo el mundo” (No. 120).

4. Nuestra legislación

Dada la orientación que seguimos, apoyados en la doctrina de la Iglesia y la propia


legislación de la Orden, aportamos algunas citas sobresalientes de algunos Capítulos
generales:

— El Capítulo General de Roma, celebrado en el año 1946, cuando trata del


Sagrado Ministerio, nos advierte:

“Dada la influencia de los medios actuales de difusión, como son la prensa, el cine,
la radio y la televisión, para bien o para daño de las almas, procuren los Provinciales que
algún Padre, con sólida formación doctrinal y buen sentido práctico, se consagre a esas
actividades, para llevar por esos medios el espíritu cristiano a la opinión pública” (No.
107).

El mismo Capítulo General, en su número 116, dirigiéndose a los dominicos


seglares, pide que se “incorporen al apostolado, así dicho, de la opinión pública, siempre
y cuando defiendan e infundan (informen) la verdadera espiritualidad dominicana”.

El Capítulo General, celebrado en la ciudad de Bolonia, en el año 1961, en su


número 203: Ruega y advierte a los religiosos, de modo muy especial a los Superiores,
para que se preocupen de la formación en los diversos apostolados modernos; “religiosos
peritos que puedan difundir, por esos medios de comunicación, una opinión pública” y,
sobre todo, que puedan ayudar a conseguir la finalidad de la Orden.
— El Capítulo de Bogotá (1965) reconoce la labor de la Universidad Pro Deo,
fundada en Roma en el año 1945 por el P. Félix Morlion, O.P. y reconocida por la S.
Congregación de Seminarios y Universidades el día 25 de enero de 1965. En ella tenían
cabida los estudios institucionalizados sobre MCS. y, de modo especial, lo referido a
Propaganda— Publicidad— Opinión Pública.

— Los últimos capítulos generales y la Ratio Studiorum (Art. 8, n. 2) han insistido


constantemente sobre la preparación de los religiosos para saber llevar la noticia del
Evangelio y crear, así, “una opinión pública sobre el mensaje de Jesús.

—Es el eco de nuestras Constituciones: “Para difundir la verdad y formar


correctamente la opinión pública, los frailes dotados de una especial capacidad y
preparación utilicen con diligencia los diversos medios de comunicación social” (LCO,
104).

— Pero también tiene vigencia el interrogante del Evangelio: ¿Qué dice la gente
de la Orden de Predicadores? Porque, evidentemente, lo que diga la gente de nosotros es
el fruto de nuestras informaciones, de nuestra transparencia de vida, de nuestra
predicación, de nuestras actitudes. ¿Cómo nos damos a conocer? ¿Qué doctrina
predicamos? ¿Qué opinión tiene la gente de los dominicos, en la ciudad donde vivimos,
en la región donde estamos?

5. Opinión Pública en la Orden

Vamos a tener ocasión durante el curso para reflexionar sobre nuestras relaciones
de comunicación interna. Y este es un primer momento.

La doctrina que hemos reflejado puede ser motivo para trasladarla a nuestra
convivencia comunitaria, en el ambiente de la comunidad local, provincial o de Orden.

Los interrogantes son múltiples: ¿Qué clase de información se nos proporciona


para poder tener y expresar nuestra opinión, opinión de la comunidad para que, en
definitiva, se forme la Opinión Pública dentro de la Orden? ¿Informaciones rápidas,
oportunas, veraces? ¿Informaciones manipuladas? ¿Intentos de control, intento de influir
en las opiniones de los religiosos o de las comunidades? ¿Hay personas o grupos, con
acceso a la información de la Orden, que retrasan, modifican, cambian, desfiguran, etc. la
información? ¿Se intenta, se consiga o no, el influir determinantemente sobre los
religiosos para que acepten directrices que en cuanto opinables, se puede estar en
libertar de asumirlas o rechazarlas? ¿Hay tendencias en la Orden, que son locales o
ambientales, y se pueden presentar como oficiales?

Nuestra Orden, tan democrática, nos ofrece las bases fundamentales para poder
utilizar los mecanismos a nuestra disposición para crear una verdadera opinión pública,
dentro de la Orden.

Esta perspectiva de reflexión nos importa mucho, tanto a nivel de MCS en general
como dentro de la Orden. El Capítulo de Roma (1983) hace una recomendación
interesante en este sentido: “la Orden planifique con esmero su acción. . . para que con
mas acierto se difundan eficazmente las informaciones a toda la Orden” (No. 256). El
subrayado es nuestro.
OBJETIVO No. 4 Necesidad de analizar los MCS

1. Introducción

Preocupación constante de nuestros legisladores: Insistir sobre la necesidad de


adquirir una metodología científica como camino para obtener la verdad: “Si bien la
palabra de Dios trasciende a todo intelecto humano, sin embargo la predicación
evangélica sólo puede llevarse a cabo mediante el intelecto humano”.

“El estudio, como práctica de nuestra Orden, exige usar de instrumentos científicos
y culturales. Ello supone un trabajo duro para adquirir tales instrumentos” (C. Ávila, c. VIII,
No. 112).

Infinidad de veces se nos repite, sobre todo en los últimos Capítulos la necesidad
de analizar la realidad donde estamos viviendo, el ambiente que nos rodea, los hechos
que acontecen junto a nosotros. Es el paso seguro para evitar especulaciones inútiles que
nos pueden apartar de la realidad donde debemos actuar.

El análisis de los medios de comunicación, propiamente, lo estudiaremos


posteriormente. Ahora nos interesa fijar nuestra atención sobre dos puntos interesantes:

Necesidad de analizar los medios.

— Legislación propia de la orden sobre el mismo tema.

2. Necesidad de análisis

Hay diversas razones por las cuales llegamos a la conclusión. Entre otras:

— Para saber qué dicen los medios de comunicación. Qué conllevan. Porque, por
ejemplo, usted lee la prensa de hoy y estima que ha comprendido todo lo que ha leído. Ha
visto un programa de televisión y piensa haber captado todos los mensajes que le han
ofrecido. Si se detiene un momento podrá tomar conciencia sobre la cantidad de
mensajes que, de modo inconsciente, ha recibido. Cuando ha visto una película y vuelve
a verla por segunda vez toma conciencia de muchos detalles, a veces importantes, que
no vio la vez primera.

— Para conocer con qué intención le están diciendo lo que le dicen. Todo emisor
se propone un objetivo al depositar sus mensajes en los MCS. Las informaciones de
prensa, radio o TV. no son tan inocentes como usted puede pensar. Están puestas ahí por
algún motivo; y las han puesto en primera página, o en la última, por alguna razón. Las
primeras noticias en un Telediario han sido seleccionadas por un motivo, (política de la
emisora, por ejemplo). Las ofrecen para que usted se informe. Pero, también, por algo
más.

— Con la lectura reposada, analítica, con juicio crítico, se pueden obtener


mecanismos de aprendizaje de lectura rápida sobre la multitud de signos, imágenes,
códigos, etc. que el emisor utiliza para comunicar su mensaje. Si conoce los signos (la
base del lenguaje) podrá tener elementos de juicio para conocer, en profundidad, qué le
están diciendo.
— También para saber qué le han querido decir, además de lo que
manifiestamente se le dice.

— Las posibilidades que tienen los medios tecnológicos para utilizar técnicas de
manipulación son increíbles: si usted analiza esos medios y conoce las técnicas que han
podido utilizar, estará menos expuesto a dejarse llevar por emisores inescrupulosos.

— La falta de juicio crítico del perceptor es un campo abonado y propicio para


inyectar otros mensajes no manifiestos; la lectura de los códigos y subcódigos, de modo
atento, pueden ayudarle a descubrir esas informaciones ocultas.

— Para tener elementos técnicos, objetivos, etc., y no gritar por gritar contra los
medios de comunicación social, cuando desea realizar una denuncia profética. Usted
necesita elementos de juicio, hechos objetivos, conocimiento de las técnicas utilizadas,
etc. para poder hablar razonadamente cuando desee manifestar su crítica.

— Para enseñar a otros dónde radican los verdaderos problemas de los MCS,
dónde se ubica la manipulación, cómo se ofrecen mensajes subliminales, cómo se
engaña, en definitiva, a la gente que no lee con juicio critico los medios de comunicación.

3. Legislación de la Orden

Cada Congregación puede remitirse a su legislación particular. Nosotros


recogemos el pensamiento de la Orden en dos vertientes; Necesidad de análisis, en
general, y, a la vez, análisis de los medios de comunicación.

a. Constituciones

— “Por razón del progreso continuo de la cultura y por la complejidad de los


problemas, es necesario que algunos frailes, sobre todo profesores, sean dedicados de
manera especial a la alta investigación.
(LCO. 86, II).

— “Los frailes bien preparados esfuércense por cooperar con los peritos en
diversas ciencias, bien participando en sus investigaciones, bien estudiando la manera de
comunicarles la verdad del Evangelio, de tal modo que el desarrollo de la cultura
conduzca a un conocimiento más claro de la vocación humana, e impulse a las mentes a
una comprensión más elevada de la fe” (LCO, 103).

— “Establézcanse centros de investigación en los que tenga un exacto


conocimiento del patrimonio religioso y sociocultural de los pueblos, y sea integrado en la
unidad católica lo que con ella sea compatible. Con la colaboración de las diversas
Provincias sean promovidos intensamente estos centros como algo muy conforme con el
apostolado peculiar de la Orden” (LCO, 121).
b. Capítulos Generales

1. Quezon City (1971)

— “Todos los dominicos que trabajan en los medios de comunicación de masas,


desarrollen una actitud crítica hacia el contenido y la forma de los medios de
comunicación. Este acercamiento crítico hacia los medios debería evidenciarse
especialmente en los hermanos y hermanas que trabajan profesionalmente en este
campo... Los medios de comunicación social constituyen un poder, el cual, manejado por
manos equivocadas pueden ser usados como una fuerza para dominar y oprimir a la
persona humana” (No. 30).

— “Se debe comenzar cuanto antes un serio reflexionar sobre los métodos de
análisis de nuestra sociedad y que esos métodos de análisis sean inscritos en la
formación institucional y en la formación permanente y que sean dirigidos por
especialistas” (No. 20).

2. Walberberg (1981)

— Conocer “mejor los procesos de transformación de la sociedad y las diversas


culturas, provocados por los medios de comunicación social” (No. 17, B. 4).

— Que los “hombres adquieran sentido crítico, para juzgar rectamente tanto el
contenido de los medios de comunicación social, impregnados con frecuencia por
ideologías, como de sus formas” (Ídem).

— Para que pueda superarse cuanto antes la distancia peligrosa entre cultura
“audiovisual” y el anuncio del Evangelio” (Ídem).

“No es posible, pues, omitir el análisis serio de los signos de los tiempos, que
procede de principios sobrenaturales y es iluminado por la oración”.

“En otras épocas, siempre la Orden supo discernir estos signos de los tiempos en
el corazón de períodos conflictivos de la historia, nuestra predicación fue verdaderamente
eficaz” (No. 17, A, 1).

— “Por eso, la predicación no puede consistir en la mera conservación de algunos


elementos antiguos, sino que, por el contrario, debe proponer, con espíritu abierto nuevas
cuestiones propias de estos tiempos, y buscar, a la luz de la verdad eterna, las respuestas
que debemos ofrecer” (Ídem).

— “Debemos prestar especial atención... a la investigación sobre el modo de


introducir en la reflexión teológica el análisis de las estructuras de injusticia del mundo
actual, y el juicio sobre los medios adecuados para la transformación del mundo, teniendo
como criterio el Reino de Dios” (No. 23).

— “Ordenamos que en la Ratio Studiorum y de formación permanente se incluya


una adecuada iniciación en los métodos de análisis de la sociedad; y esta se haga por
medio de peritos idóneos” (No. 21).
3. El Capítulo General de Roma (1983) es más explícito

— Es necesario partir “desde un riguroso análisis crítico y profunda investigación,


realizando un esfuerzo especial muy serio para ver con claridad y ponderar los resultados,
las circunstancias y esfuerzos que llevan siempre los caminos nuevos, que
transformamos en medios de mayor penetración y anuncio del misterio cristiano” (No. 74).

— “Orientar la formación en los métodos de análisis de la realidad, a todos los


niveles, que permitan descubrir las causas y conocer el desarrollo de las estructuras
injustas de nuestra sociedad” (No. 242, c).

— Para descubrir “manipulaciones ideológicas a que se prestan tales medios” (No.


255, 1).

— Para descubrir “la estructura de dominio que manipulan esos medios” No. 255,
2).

— Para tomar conciencia sobre cómo los MCS pueden ser medios “que inspiran
en las mentes humanas ídolos siempre nuevos y proponen necesidades inauditas, con
degeneración de la naturaleza humana” (No. 255, 1, c).

— El análisis es necesario para descubrir, también, “la exaltación de la riqueza, el


poder, la violencia, licencia sexual, en tal grado que comienzan a aparecer como los
únicos bienes estimables y sólo con ellos se busca dar sentido a la vida humana (Ídem).

— Análisis necesario para descubrir el influjo de esos medios para “ejercer un


cierto colonialismo cultural, promoviendo una aculturación sólo participada por pocos”
(Ídem).

— El análisis de los medios de comunicación, en general, “puede servir al


Evangelio para atraer más amplia y eficazmente a todas las gentes hacia la libertad de los
hijos de Dios” (No. 255, 3).

“Exhortamos a que se promuevan investigaciones teológicas sobre los medios en


los centros dominicanos de estudios y en las universidades seculares, según la tradición
científica e intelectual de nuestra Orden. Entre otros temas que pueden proponerse para
tal investigación, indicamos, por vía de ejemplo, los siguientes: enunciación de la fe
promovida o impedida por los medios; valores éticos dentro de la cultura que los medios
pueden destacar; acción de los medios en las relaciones sociales; filosofía de los medios;
etc.” (No. 268). -

4. Ávila (1986)

Prefiere el término “métodos de análisis de la sociedad”, en lugar de “métodos


analíticos de la sociedad” (No. 127).

“La búsqueda de la verdad exige una actitud de profunda reflexión, ya que las
situaciones con las que nos encontramos deben conducirnos a la búsqueda, a la
interrogación, al aprendizaje, para poder responder y para poder cambiar. La decisión de
estudiar en profundidad las situaciones de fronteras antes señaladas y el compromiso de
trabajar para construcción de teologías locales a través del dialogo con el mundo entorno,
es una parte integral de nuestra respuesta a las preguntas con las que nos encontramos
en la realización de nuestra misión dominicana” (No. 22, II, 1). “No se piense que se da a
los medios de comunicación tanta importancia porque estén de moda. Es nuestra
vocación dominicana lo que está en la raíz de nuestra preocupación” (No. 72).

5. Bogotá (1986)

Nos referimos a las Actas del Capítulo Provincial de la Provincia de S. Luis


Bertrán. Nos ofrecen un material rico para nuestra reflexión, aunque no haya sido tratado
expresamente para los MCS. El P. Provincial, al presentar las Actas del capítulo dice:

“Trabajamos con la metodología inspirada en la filosofía de la realidad propuesta


por Sto. Tomás:

— Problematización de los hechos, del trabajo, de nuestras ideas, esquemas,


prejuicios, actitudes.

— Universalidad y objetividad de la información para aproximarnos a la realidad.

— Analizar la realidad en todos sus aspectos.

— Sintetizar para distinguir lo esencial de lo accidental, para ser fieles a nuestra


tradición.

— Criticar para buscar el sentido de fidelidad a nuestra tradición”.

6. Analizar, ¿para qué?

Al inicio aportamos unas razones generales. La Orden, en el Capítulo de Roma,


insiste:

— “Para que los hermanos y hermanas adquieran alguna experiencia directa y


práctica de los medios”.

— Para aprender “los modos y términos lingüísticos utilizados en dichos medios,


así como los criterios con los que se rigen sus actividades”.

— Para “discernir las oportunidades y los peligros latentes en ellos”.

— Para “instruir a otros adultos, adolescentes o niños, a servirse de los medios sin
dirigirlos a la alienación de los hombres” (R. No. 267).

OBJETIVO No. 5 Preparación y capacitación del Dominico para utilizar los


medios de comunicación social

Entre nosotros es notoria la preocupación de Sto. Domingo por el estudio y


preparación en diversas ciencias para lograr el objetivo principal de la predicación. Ya lo
había hecho él en Palencia y en Osma. En Tolosa se acerca al centro de estudios del
Cabildo. La decisión de enviar a París, el centro universitario más famoso de la época, a
los primeros frailes dominicos no nos deja dudas sobre el propósito de nuestro Padre. Es
una constante, desde entonces, en toda la Orden.

Cada Capítulo General, desde Bolonia, ha ido señalando pautas, abriendo


caminos para que los frailes estudien diversas ciencias, siempre, esa es la verdad, en
orden a la predicación. Y no un estudio teórico, nunca un estudio por la ciencia en sí; la
ciencia para el dominico es el camino para la comunicación del Mensaje del Evangelio.

1. Los documentos de la Iglesia

“Para hacer frente a las necesidades arriba indicadas, han de formarse sin demora
sacerdotes, religiosos y también seglares que posean la debida pericia en el manejo de
estos medios para los fines del apostolado” (Ínter mirífica, No. 15).

Después de presentar una perspectiva amplia para los seglares, el mismo


documento recomienda: “El recto uso de los medios de comunicación social... requieren
una formación y una experiencia adecuada y proporcionada a los mismos. Por ello deben
fomentarse, multiplicarse y encauzarse, según los principios de la moral cristiana, las
iniciativas aptas para conseguir este fin -sobre todo si se destinan a los jóvenes- en las
escuelas católicas de todo grado, en los seminarios y en las asociaciones del apostolado
seglar” (No. 16).

“Tanto los informadores como los usuarios han de estar suficientemente instruidos
y capacitados, de manera que puedan recibir todo el beneficio de estos medios”
(Communio et progressio, No. 63).

— Medellín recomienda: “A los estudiosos e intelectuales, y particularmente a las


secciones especializadas de las universidades e institutos de medios de comunicación
social, se les pide que profundicen en el fenómeno de la comunicación en sus diversos
aspectos, incluida la teología de la comunicación, a fin de especificar cada vez más las
dimensiones de esta nueva cultura y sus proyecciones futuras. De igual manera, se
solicita promover y utilizar todo tipo de investigación que enseñe a adaptar mejor el
trabajo de los medios de comunicación social a una más efectiva promoción de las
distintas comunidades” (16,17).

— Por su parte Puebla ofrece las siguientes recomendaciones: “Dentro de las


tareas para realizar en este campo, dar prioridad a la formación en la comunicación social,
tanto del público en general como de los agentes de pastoral a todos los niveles” (No.
1081).

— “La tarea de formación en el campo de la comunicación social es la tarea


prioritaria. Por tanto, urge formar en este campo a todos los agentes de evangelización”
(No. 1085).

— “Educar al público receptor para que tenga una actitud crítica ante el impacto de
los mensajes ideológicos, culturales y publicitarios que nos bombardean continuamente
con el fin de contrarrestar los efectos negativos de la manipulación y de la masificación”
(No. 1088).
2. Legislación de la Orden

Nuestras Constituciones se encargan de abrir el panorama amplísimo de los


diferentes campos de estudio y de reflexión; es constante en exigir a los religiosos una
preparación profunda: “adaptación entre la vida religiosa y las exigencias del mundo.. . los
frailes según su carácter y condición personal de cada uno, no solamente han de tener
una información conveniente de las costumbres vigentes de la vida social, de los motivos
de sentir y pensar que ella tenga, sino que también han de aprender a asimilarlas y a
juzgarlas bajo la luz de su vocación dominicana” (LCO, 216, II).

“Estos frailes tengan condiciones aptas para trabajar con peritos de su misma
disciplina y de disciplinas afines, y tengan legítima libertad para investigar, discutir y
comunicar, dentro de la fidelidad hacia la Orden y hacia la Iglesia” (LCO, 86, II).

Si nuestras Constituciones exigen que los “estudios han de sobresalir por su rigor
y método científico” (LCO, 228,1), no por eso dejan olvidada la vertiente práctica: “Ya
desde los primeros años del ciclo de estudios debe haber ejercicios convenientes en
diversas obras de apostolado metódicamente (ahora pensamos en MCS) y bajo la
dirección de peritos” (LCO, 225, 1).

Preparación intelectual y capacitación “para el ministerio de la palabra” (LCO, IV):


“A la vocación dominicana pertenece esencialmente enseñar con la palabra y los escritos
la sagrada doctrina y las demás disciplinas que sirven para la difusión y comprensión de
la fe” (LCO, 102).

“Los frailes bien preparados esfuércense por cooperar con los peritos en las
diversas ciencias, bien participando en sus investigaciones, bien estudiando la manera de
comunicar la verdad del Evangelio, de tal manera que el desarrollo de la cultura conduzca
a un conocimiento más claro de la vocación humana, e impulse a las mentes a una
comprensión más elevada de la fe” (LCO, 103, II).

Esta directriz es la que anima a la Ratio Studiorum a proyectar cursos sobre los
medios de comunicación social (Art. 8, 2; 14; 103).

Los Capítulos Generales no dejan de insistir; de modo apremiante lo hace el


Capítulo General de Roma (1983):

“Exhortamos encarecidamente a los Priores Provinciales y Vicarios Regionales


que cuiden con esmero la instrucción de los frailes en el uso de los medios de
comunicación y en los problemas que surgen de su utilización” (No. 263).

— Ordenamos que los moderadores de formación, tanto inicial como permanente,


en unión con el director del Centro Dominicano para los MCS, confeccionen programas de
formación según ordenación de Quezon City (No. 32), para mejor instrucción de los frailes
en los medios de comunicación” (No. 265).

— “Los moderadores de la formación, con la ayuda del Centro Dominicano para


los MCS. y sus promotores nacionales o internacionales, deben cuidar que los estudiantes
y otros hermanos adquieran alguna experiencia directa y práctica sobre los medios” (No.
267).
El Capítulo General de Ávila (1986): “Todos los Capítulos se decantan en favor de
la especialización en este campo en la medida que haya personas capacitadas para ello.
Pero lo que más urge es ayudar en la Orden a aprender a usar el nuevo lenguaje de los
medios de comunicación. Es decir:

— a familiarizarse con los llamados micro-medios para saber utilizarlos;


— a aplicar los medios de comunicación de masas con discreción crítica;
— a poner al día el lenguaje de nuestra predicación, capacitación para ser
verdaderos predicadores de nuestro tiempo” (No. 72,11).

3. Los motivos

Tendremos ocasión, más adelante, de reflexionar sobre los motivos específicos en


cada área de la comunicación humana. Mientras tanto, para tener una visión de síntesis:

a. Nos preparamos durante muchos años a llenar “nuestro armario mental” con
conceptos, teorías, definiciones; muchos contenidos: ¿qué tiempo se le dedica al
aprendizaje para conocer y aplicar los medios adecuados para “comunicar a otros” lo
aprendido? Estimamos que no es suficiente disponer de un arsenal de contenidos, es
necesario saberlo ofrecer y ofrecer por medios adecuados, eficientes.

b. Nuestra realidad de Orden: Nos han enseñado, casi de modo exclusivo a la


expresión verbal; muy poco a la expresión escrita. Para un tiempo en el cual eran los
medios aptos y eficaces “éramos los Predicadores”. Hoy día han aparecido otros medios,
mucho más eficaces, más rápidos, que llegan a un gran número de personas pero que, en
la práctica, desconocemos.

c. Nos lo advierte el Capítulo de Quezon City (No. 28, 2): La nueva generación
está formada en base a los MCS, en lugar de los libros. Y nosotros desconocemos esos
MCS. Evidentemente ello implica que no tenemos acceso a esa nueva generación.

d. Perdemos “sintonía” porque hablamos un lenguaje que comienza a estar en


desuso para la mayoría. La Orden se ha distinguido por su dedicación a dos campos muy
delimitados: a las élites intelectuales y a la predicación al pueblo fiel. Es posible que
sigamos utilizando el lenguaje intelectual con cierta agilidad, es posible que nos
comuniquemos con ese sector. Pero, ¿qué pasa con el lenguaje que entiende el pueblo?

e. Vemos el problema en profundidad: Nos vemos en un circuito propio, interno, y


nos desenvolvemos muy bien. En nuestras relaciones hacia afuera nos encontramos con
el fenómeno de los MCS. Los aceptamos, nos dejamos informar, etc. como cualquier
ciudadano. Leemos prensa, escuchamos radio, vemos televisión y vamos al teatro. Pero
si nuestra observación, con juicio crítico, no va más allá, quedamos envueltos por los
mismos artilugios que encantan a las demás personas. ¿Cómo podremos advertir del
riesgo que corren? ¿Cómo podemos denunciar las manipulaciones engañosas? ¿Cómo
les vamos a gritar, para advertir, el riesgo que les envuelve de quedar atados a un
mecanismo consumista?

Por lo tanto, no es únicamente la necesidad de prepararnos para utilizar los MCS


para la predicación, es la urgencia de conocer a fondo los mecanismos que son utilizados,
por emisores inescrupulosos, para engañar a los perceptores.
OBJETIVO No. 6 Estudiar la influencia de los MCS

Presentado así, el tema de la influencia de los MCS es un panorama muy amplio.


Se relaciona con diversas ciencias, principalmente con la Psicología y la Sociología.

La primera apreciación, también como limitante, se centra en el ámbito al que nos


deseamos referir: Influencia ejercida por los Medios, pero manejados por un Emisor, hacia
muchos Perceptores (comunicación masiva), mediante mensajes públicos, presentados
con mucha rapidez y que son transitorios.

Por nuestra parte exponemos unos criterios, unas razones, observación de


algunos hechos, unas perspectivas evangélicas y la proyección propia de la Orden. No es
suficiente. Las investigaciones que usted debe realizar, su estudio en profundidad,
deberán suplir nuestras propias limitaciones de espacio. Un tema tan interesante, tan
actual y decisivo para nosotros no se puede quedar en la lectura de unas páginas
indicadoras.

1. Persuasión

En toda comunicación humana el Emisor intenta persuadir, influir, directa o


indirectamente sobre el Perceptor. Ese es el propósito de todo comunicador. Pero
persuasión al modo humano, al modo racional, tal como corresponde a personas que
desean comunicarse, no domesticarse.

Pero cuando se trata de comunicaciones masivas, comunicaciones para la masa,


es necesario tener presente otros factores influyentes. Muchas veces esos factores son
determinantes. Por ejemplo: El sistema social dominante en el cual se produce la
comunicación, la capacidad efectiva (no potencial) de juicio crítico que ejercen los
perceptores, los medios tecnológicos utilizados para la comunicación, las manipulaciones
técnicas de las imágenes, de los subcódigos, etc. que los productores imprimen en los
medios.

Usted conoce que hay muchas técnicas actuales, en psicología y otras ciencias,
para persuadir al perceptor de mensajes masivos. Y no dudan en utilizarlas para
conseguir sus objetivos. Se fijan sus metas (vender un producto, decidir el voto a favor de
un candidato, fijar una tendencia para crear opinión pública, crear imagen de un personaje
determinado, etc.) y, mediante técnicas perfectamente estudiadas, lo logran en un
porcentaje muy elevado.

Junto a esas técnicas sicológicas: el estudio total del mensaje. Se analizan los
mensajes que debe aprehender, en un primer momento, el Perceptor; pero a la vez otros
mensajes escondidos que deberán pasar de incógnito, camuflados. Y son estos mensajes
los que conllevan la fuerza de persuasión.

Los medios de comunicación no son neutrales. Esa es la ilusión que han dejado
correr los manipuladores de cerebros; es un invento muy bien difundido. Los Medios de
comunicación no son neutrales: Los medios deslumbran, atraen la atención del perceptor,
estimulan la imaginación y ella se lanza a imaginar más de lo que le ofrecen, provocan
ilusión de realidad, influye la clase de pantalla, influye la clase de papel donde está
impreso el mensaje, influye el ambiente en el momento de recibir, la disposición de ánimo
del perceptor, etc. No hay medios inocentes. No hay medios inocentes en manos de
manipuladores profesionales.

2. Algunos hechos sociales-comunicacionales

De los estudios realizados se obtienen unas conclusiones generales. Pueden ser


las bases para iniciar la reflexión. Se impone la observación de la realidad, del propio
país, de la región. Hay detalles característicos que modifican los medios en diferentes
momentos.

— Vivimos en una realidad, como atmósfera, comunicacional. Al menos


informacional: “El mundo de la comunicación social se encuentra sometido a un desarrollo
tan vertiginoso cuanto complejo... Se trata de una revolución que, no sólo comporta un
cambio en los sistemas y las técnicas de comunicación, sino que afecta a todo el universo
cultural, social y espiritual de la persona humana (Juan Pablo II, Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales, año 1985).

— “La comunicación social surge como una dimensión amplia y profunda de las
relaciones humanas, mediante la cual el hombre, individual y colectivamente, al paso que
se interrelaciona con el mundo, se expone al influjo de la civilización audiovisual y a la
contaminación de la “polución vibrante” (Puebla, 1065).

— “Por la diversidad de medios existentes (radio, televisión, cine, prensa, teatro,


etc.), que actúan en forma simultánea y masiva, la comunicación social incide en toda la
vida del hombre y ejerce sobre él de manera consciente o subliminal, una influencia
decisiva” (Puebla, 1066).

— “La comunicación social se encuentra condicionada por la realidad socio-


cultural de nuestros países y a su vez ella constituye uno de los factores determinantes
que sostiene dicha realidad” (Puebla, 1067).

— En la Octogésima Adveniens: “Entre los cambios mayores de nuestro tiempo,


no queremos dejar de subrayar la función creciente que van asumiendo los medios de
comunicación social y su influencia en la transmisión de las mentalidades, de los
conocimientos, de las organizaciones y de la misma sociedad... Sin embargo estos
medios de comunicación social, debido a su misma acción, llegan a representar como un
nuevo poder. ¿Cómo no se va a preguntar uno entonces sobre los detentores reales de
este poder, sobre los fines que persiguen y los medios que ponen en práctica, sobre la
repercusión de su acción en cuanto al ejercicio de las libertades individuales, tanto en los
campos político e ideológico y cultural? (No. 20).

El mismo papa Pablo VI, en la Communio et progressio, ofrece una serie de


interrogantes que pueden servirnos de pista en esta reflexión:

“¿Cómo garantizar que las noticias, que tan abundante y constantemente se


difunden, y muchas veces de manera tan confusa a causa de su misma celeridad, se
valoren y se disciernan con exactitud? Los instrumentos de comunicación social al
dirigirse, por su misma naturaleza al mayor número posible de receptores, y al optar por
una neutralidad que no moleste a nadie, ¿cómo se conseguirá entonces que el pueblo, en
una sociedad pluralista discierna con seguridad lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo
malo? ¿Cómo podrá evitarse que, en el juego de la libre competencia, el deseo de
popularidad someta esos instrumentos o los empuje a despertar o exacerbar los impulsos
menos generosos y honestos del hombre? ¿Cómo se impedirá que el uso excesivo de los
mismos ahogue la conversación y el trato personal en nuestra sociedad? ¿Cómo se
utilizarán estos medios sin que resulten dañadas las relaciones entre las personas,
especialmente cuando la información se transmite por medio de imágenes? Y como
muchas veces invitan al hombre a la evasión, ¿cómo lograr que no lo aparten de las
realidades de la vida actual? ¿Cómo se evitará que los hombres caigan en la desidia, en
la pereza? Finalmente, ¿cómo hacer que una solicitación constante de los sentidos no
termine por imponerse al uso mismo de la razón?” (No.

— La creación de mitos se puede constatar con suma facilidad hoy día. Crean
mitos para influir, domesticar modos de pensar y de actuar y luego ejercen un dominio
total sobre las personas y sobre la cultura.

— También se crean estereotipos, evidentemente porque es una forma muy


subjetiva de introducirse hasta la intimidad del perceptor. Y se los presentan, de tal forma
elaborados, que el perceptor los inserta en su propia escala de valores personales de
modo inconsciente.

— El estudio de los “efectos de los medios” es otro campo interesantísimo.


Abundan investigaciones. De ellas se llega, con suma facilidad, a una conclusión muy
explícita: los medios influyen determinante-mente en el perceptor y modifican sus hábitos,
sus costumbres, sus comportamientos (Cfr. Stienberg, CH. “Los efectos de los Medios de
comunicación”, en “Los Medios de Comunicación Social”, Edit. Robles, México, 1969).

— La presentación de los medios, de todos los medios de comunicación masiva


principalmente, se hace ofreciendo una pantalla de maestros consumados en el arte de
educar de modo informal. Aparecen como medios aptos para aprender de la realidad, sin
esfuerzo, de modo eficiente. Ellos presentan —y cautivan la fantasía del perceptor—, los
modelos de socialización que deben aceptarse sin discusión porque son los verdaderos,
los auténticos, los únicos.

— La estructuración de las informaciones no siguen una escala de valoración


humana o de inmediatez del suceso. Todo lo contrario. Siguen un patrón prefabricado por
quienes tienen el poder de los medios, según sus propios intereses y no sobre los de una
comunidad.

— Con la presentación gráfica del suceso se insiste de modo descarado sobre la


realidad del suceso, cuando posiblemente es un montaje previamente realizado.

— El ámbito de la violencia ya es un lugar común. Hoy día nadie pone en duda esa
verdad, por lo evidente. ¿Influencias políticas, económicas, sociales, etc.?.

— Si nos detenemos en las técnicas utilizadas para persuadir al perceptor no


podremos menos de asombrarnos del equipo humano (sicólogos, sociólogos, publicistas,
etc.) que trabajan incesantemente para buscar nuevos, y más eficaces caminos, para
dominar la mente del perceptor. (Halloran, J. “Los efectos de la Televisión”, Edit. Nacional,
Madrid, 1970).
— Dado el estado de subdesarrollo educacional de muchos perceptores, al poder
constatar que los medios son sus amigos de todos los días, ponen en ellos su fe, de modo
pleno, sin cortapisas. Eso lo saben los dueños de medios, las agencias de difusión de
noticias. Es utilizada esa buena fe para vender y venden desde productos de consumo
diario hasta ideologías. Eso no es secreto para ningún observador.

— La cantidad de tiempo que los receptores pasan frente a esos medios,


principalmente frente a los medios audiovisuales, es sorprendente: se calcula que es el
doble del tiempo dedicado a la educación formal. De tal modo que el cálculo es fácil: si un
niño pasa en el colegio unas 10.000 horas, en su casa está sometido a la influencia de los
medios 20.000 horas. Esto únicamente ante los medios audiovisuales: añádase, ahora, el
tiempo dedicado a los comics, al disco o casete, a las revistas para niños, etc.

— No podemos dejar de lado la observación sobre los contenidos que transitan


por los medios. Un sólo interrogante para no insistir sobre el tema: ¿Qué valores humanos
se ofrecen con tanta rapidez y constancia?

En el análisis de esta realidad comunicacional envolvente, no podemos olvidar el


inmenso interrogante sobre la actitud crítica que posee el perceptor, cuando se pone en
contacto con cualquier medio de información.

3. Perspectivas evangélicas

Estamos plenamente convencidos de la influencia decisiva que ejercen los medios


de comunicación social sobre los perceptores. Es necesario relacionar ese medio, como
influjo, con las orientaciones proporcionadas hacia la predicación de la doctrina del
Evangelio.

“Cristo mandó a sus Apóstoles y a sus sucesores que enseñaran “a todas las
gentes”, que fuesen “Luz del mundo”, que proclamen el Evangelio, en todo tiempo y en
todo lugar. Y de la misma manera que Cristo, en su vida terrestre, presentó la forma y
figura más perfecta de Comunicador, y al igual que los Apóstoles mismos usaron los
medios de comunicación que tenían a mano, así también ahora debe llevarse a cabo la
misión apostólica por los más poderosos medios e instrumentos. Por lo que no podrían
considerarse fieles al mandato de Cristo quienes desaprovecharan las facilidades y
oportunidades que estos medios proporcionan para hacer llegar las verdades y preceptos
evangélicos a los más posibles. Por ello el Concilio Vaticano II exhorta a los católicos: “a
que utilicen sin dilación y con el máximo empeño los medios de comunicación social en
las distintas formas de apostolado” (Communio et progresio No. 126).

“Ni qué decir tiene, que la forma de realizarse todo esto ha de estar dictada por la
naturaleza misma del medio de la comunicación que se utiliza. Pues es distinto el
lenguaje del público y el de los medios de comunicación. Y nunca se insistirá bastante en
que la dignidad de las obras religiosas no sea inferior a la de las obras profanas”
(Communio et progressio, No. 128).

“Y como, además, estos medios son el camino de difusión de noticias que


descubren la mentalidad y el espíritu del hombre de hoy, pueden hacer que, al examinar
los sucesos y acontecimientos diarios se ofrezca, a la vez, ocasión favorable para guiar a
los cristianos en la consideración de los fundamentos de su propia fe, y en su aplicación a
las actuaciones de la vida concreta” (Ídem, No. 129).

“Hay insuficiente aprovechamiento de las ocasiones de comunicación que se dan


en la Iglesia en los medios ajenos y utilización incompleta de sus propios medios o de los
influenciados por ella; además, los medios propios no están integrados entre sí ni en la
pastoral de conjunto. (Puebla No. 1076).

“Salvo contadas excepciones, no existe todavía en la Iglesia de América Latina


una verdadera preocupación para formar al pueblo de Dios en la comunicación social;
capacitarlo para tener una actitud crítica ante el bombardeo de los “Mass Media” y para
contrarrestar el impacto de sus mensajes alienantes, ideológicos, culturales y publicitarios.
Situación que se agrava por el poco uso que se hace de los cursos organizados en esta
área, escaso presupuesto asignado a los Medios de Comunicación Social en función
evangelizadora y descuido de la atención que se debe a propietarios y técnicos de dichos
Medios” (Puebla, No. 1077).

4. Legislación de la Orden

En los últimos Capítulos Generales se evidencia una toma de conciencia que se


refleja en las orientaciones que nos proporcionan. El número 4 de las Actas de
Walberberg es brillante y elocuente: “Estamos todavía muy lejos de un uso eficaz de los
medios de comunicación social, cuya fuerza es grande, para que sirvan mejor a la
evangelización. En la cultura y civilización de la sociedad contemporánea, la imagen
ocupa el primer lugar. Los frailes predicadores deben, pues, considerar como
instrumentos utilísimos todas las artes y técnicas “audiovisuales”.

— El Capítulo de Roma: “Denunciamos que ya muchos frailes y hermanas han


asumido la tarea de aplicar tales medios a nuestro apostolado. Parece, no obstante,
conveniente que toda la Orden planifique con esmero su acción en este nivel:

1. para que los frailes más aptos para esta función, se dediquen a esas labores.

2. para que los hermanos ya dedicados, se formen profesionalmente para llevar


con maestría dichas tareas;

3. para que con más acierto se difundan eficazmente las informaciones en toda la
Orden” (No. 256)

4. Deseamos, también, que el IDI trabaje más para formar y expresar una
auténtica opinión pública en la Orden” (No. 259)

“Exhortamos a los frailes a que se sirvan de los medios según el carisma de la


Orden para acusar las injusticias, socorrer a los pobres y marginados, clamar en favor de
aquellos que sufren opresión en silencio y promover programas con que se construya una
nueva sociedad conforme al Evangelio” (No. 260, a).

“En su actividad apostólica denuncien las argucias de todo género, conque se


manipulan dichos medios y se abusa de ellos” (No. 260, c).
“Exhortamos a que procedan discretamente en la selección de medios que sirvan
a las distintas comunicaciones, eligiendo aquellos que son más aptos a su propia índole
personal y a la mentalidad de los destinatarios, los más convenientes a cada tiempo y
ambiente social, o que proporcionen mayor eficacia en el anuncio del Evangelio” (No. 260,
d).

— El Capítulo de Ávila: “La conexión entre los medios de comunicación y


predicación se ve cada día más clara. El trabajo en los medios de comunicación es una
de las prioridades de la Orden. No obstante, éstos no son un fin en sí mismos; son medios
para la predicación y ese es su propio objeto al ser utilizados por el dominico... Enlace
bien patente en el hecho de estar convencidos de que todo dominico ha de manejar los
medios de comunicación para aprender a poner al día el lenguaje necesario a una
predicación creíble” (Cap. V, II).

OBJETIVO No. 7 Formación permanente y medios de comunicación social

El tema es obligado y muy marcado por las recomendaciones insistentes en


nuestra legislación.

a. Perspectivas de la Orden

Es constante la preocupación de la Orden por la formación de los religiosos, las


hermanas y los dominicos seglares. Nuestra Orden se desenvuelve en un ambiente de
“necesidad de permanecer en pie de formación durante toda la vida” (RFG, 1, 1.1.).

Para la reflexión sobre este importante objetivo retomamos el mismo esquema del
Módulo introductorio, según las directrices generales del Capítulo General de Roma, y
proyectado a la comunicación social.

1. El objetivo fundamental

En dos vertientes: Para aquellos que no han estado en contacto con los medios
actuales de comunicación social, se deberá centrar en la necesidad de adquirir
conocimientos sobre dichos medios, su eficacia e importancia para la predicación
dominicana. Para otros: Renovar los conocimientos adquiridos sobre dichos medios, su
utilización para ponerlos al día. Porque los adelantos vertiginosos son evidentes;
necesitamos conocer nuevas posibilidades, nuevos enfoques; necesitamos estar al día
sobre nuevas técnicas que son utilizadas; necesitamos conocer, al menos para la
denuncia profética, las mil argucias que utilizan para manipular cerebros y conciencias;
conocer mejor ese campo, al menos también, para saber orientar y advertir de los peligros
que corre el perceptor que se enfrenta a esos medios sin juicio crítico. En definitiva,
nuestro objetivo fundamental radica en saber de esos medios para predicar.
2. Los objetivos específicos

a. Decidirnos por un cambio de actitudes: tomar conciencia de la importancia que


verdaderamente tienen los medios de comunicación social para que nuestra predicación
sea eficaz y legal al mayor número posible de personas.

b. Tomar conciencia de nuestra obligación de enseñar a otros a comprender esos


medios, a enseñarles a descifrar los códigos utilizados, enseñarles a descubrir los hilos de
la manipulación, etc.

c. Saber seleccionar campos o áreas para profundizar y lograr ser perito y


disponer de elementos científicos sobre el medio elegido. El campo o área que se nos
presenta es inmenso: cine, radio, televisión, prensa, revistas, libros, etc.

d. Adquirir adiestramiento y capacitación sobre el lenguaje de esos medios y


saberlos utilizar para proyectar mediante ellos la doctrina del Evangelio. Del mismo modo:
saber proyectar sobre esos medios las enseñanzas de la Iglesia.

e. Se trata de un saber reflexionar sobre la realidad de los medios de


comunicación en el propio ambiente, en nuestra determinada realidad, para tener una
base firme, realista, del influjo que ejercen.

f. Aportar las propias experiencias, en su contacto con los medios, a la comunidad


donde vive el religioso para enseñar y compartir.

g. Saber interpretar y aportar soluciones viables; hay muchas tendencias, hay


muchos signos que nos hablan del influjo de los medios sobre las personas, sobre las
instituciones, sobre la cultura, etc.

h. Aprender a escuchar las experiencias de religiosos o dominicos reglares, que


saben su oficio y pueden ayudarnos a comprender mejor el intrincado mundo de las
actuales comunicaciones sociales; saber tomar conciencia, dada esa experiencia de
otros, sobre nuevas perspectivas, nuevos descubrimientos, nuevos enfoques de
evangelización, nuevas técnicas, etc.

i. Dedicar un tiempo al estudio teórico-práctico: cursillos, cursos sobre algún medio


concreto, conferencias, etc.

j. Saber diferenciar entre la formación permanente, el estar atentos a los nuevos


valores, nuevas perspectivas, el detenerse en el análisis, etc., para saberlo aplicar para
nuestra predicación y el simple estudiar para adquirir conocimientos. Nuestro estudio, lo
sabemos, no es un medio en sí; tampoco lo es el estudio sobre los medios de
comunicación social. Hay una finalidad, mil veces repetida en nuestra legislación: para la
predicación y, ésta, para la salvación de las almas.

k. Aprender, en definitiva, a leer la imagen, las imágenes; saber leer entre líneas
de la prensa escrita; saber escuchar entre los códigos sonoros; saber cribar la
información, los mensajes, etc., que van ocultos entre los mismos medios que sirven para
la información o comunicación, disfrazados de verdaderos mensajes.
l. “Estar en pie de formación” no implica, como tampoco nos lo dice nuestra
legislación, el ser técnicos en todos los campos de la comunicación; ni todos los
dominicos serán peritos; se trata de estar al día, de no ser analfabetos de la imagen, del
sonido o de la interpretación de los mensajes ofrecidos. Las recomendaciones están muy
bien definidas los contenidos que nacen de nuestra propia contemplación, de nuestro
estudio, saber comunicarlos a los demás por medio de las técnicas comunicacionales a
nuestra disposición hoy día.

Porque corremos el peligro de adquirir diversos conocimientos, llegar a claras


conclusiones y no saber ser medios de comunicación.

3. Modos de realizarlos

Entre nosotros, gracias a nuestra Legislación en las Constituciones y de modo


específico en los últimos Capítulos Generales, se ha creado una conciencia de principios,
del debe ser, de la necesidad en general, sobre los medios de comunicación. El problema
es abrir los caminos prácticos para lograr la realización y puesta en marcha.

Estamos ubicados en “la formación permanente y los medios de comunicación”.


¿Posibilidades de formación teórico-práctica? Veamos algunas:

a. Reuniones comunitarias

Según la letra y el espíritu de las Constituciones de los frailes (LCO. 154-164; 213;
215; 218, 232), nos formamos en comunidad y en la comunidad encontramos las
condiciones aptas para la formación permanente (LOO, 163 y Ratio formationis).

Desde una visión global leemos e interpretamos así el No. 100 de las
Constituciones: “El ministerio de la predicación es una obra comunitaria e incumbe, en
primer lugar, a toda la comunidad. Por eso, en los comienzos de la Orden, al convento se
le llamaba “sagrada predicación”, es decir, “la sagrada comunicación “.

La Ratio Formationis Generalís vuelve a hacer hincapié en la formación de los


religiosos y se fija en la obligación de la comunidad de ser el factor importante en la
formación permanente de los religiosos.

Proponemos: Reuniones periódicas donde se reflexione sobre la importancia de


los medios de comunicación; sobre la influencia de los medios en la región o en el país
(reflexiones sobre la realidad de los medios de comunicación); sobre la proyección
apostólica; sobre la acción directa (escribir artículos, libros, ofrecer material a quienes
trabajan en esos medios, etc.).

Reuniones comunitarias a otros niveles: En la Provincia, o Vicarías; en las


regiones (por ejemplo a nivel de región bolivariana); reuniones a nivel latinoamericano.
Nos parece una utopía el esperar todo desde el Centro General de Roma. En estas
reuniones se pueden realizar cursillos más especializados, congresos sobre las actuales
formas de predicación; algunos temas sobre medios especializados; coordinar
realizaciones para ser distribuidas entre las Provincias o Vicarías.
b. Responsabilidad de los religiosos

Evidentemente formamos la familia dominicana, pero la dimensión personal no


queda olvidada en nuestras Constituciones. La Ratio Formationis Generalis interpreta así
el No. 253 de las Constituciones: El objeto formal de la formación permanente es el
asegurar la renovación y la madurez de los hermanos, en las diversas etapas de su vida,
porque así se sienten capacitados para anunciar la Palabra de Dios de una manera
adaptada a los hombres del mundo actual: “Cada religioso es el primer responsable de su
formación, la formación permanente es, ante todo, una obligación personal” (RFG, V. 2,
1).

Cada provincia o Vicaría dispone de algún religioso que ha incursionado ya por los
medios de comunicación social: ¿Por qué no utilizarlos? ¿No hay seglares dominicos que
trabajan en alguno de los medios? ¿Por qué no el intercambio de religiosos en la región?

“Exhortamos a los frailes a que en esta materia cultiven gustosos la colaboración


ecuménica, dadas las no pocas oportunidades de que los frailes cooperen juntos en las
diversas confesiones cristianas” (C. Roma, No. 260, e).

“Exhortamos a que se muestren preparados para ayudar con sus consejos a


quienes trabajan en dichos medios” (Ídem).

“Recomendamos una colaboración más amplia y frecuente entre los frailes y


hermanas de la Orden en las tareas apostólicas, sobre todo, en la labor de la predicación
y enseñanza de la teología y en el desarrollo de nuevas formas de predicación” (Ídem).

En este sentido encontramos la recomendación del capítulo provincial electivo de


la Provincia de Santiago de México (años 1977 y 1981): “La comunicación social es uno
de los principales logros de la humanidad, que abre una época nueva. Los medios de
comunicación social influyen en la persona, configuran al hombre y a la sociedad, llenan
su tiempo libre y forjan una cultura con aspectos positivos y negativos. Constituyen un
factor decisivo en la socialización de nuestra época. Su influjo sobre la formación de la
conciencia individual y social de las grandes masas es de un poder extraordinario, que
puede ser manipulado, tanto para fortalecer un estado de cosas ajeno a los valores
evangélicos, como para la difusión del Reino de Dios”.

“Nuestra Provincia es consciente de esto y reconoce la urgente obligación de


hacerse presente en tales medios, de capacitar a algunos religiosos para su recto uso
profesional, y propiciar en las etapas de formación inicial y permanente, un juicio crítico
sobre tales medios y un adecuado adiestramiento sobre su empleo para la
evangelización” (No. 106 y 179 respectivamente).

Por su parte, las Hermanas Dominicas de la Presentación (Provincia del Caribe)


proponían para el Capítulo General de 1984:

— acoger los medios de comunicación con actitud a la vez crítica y lúcida,


aprender su lenguaje para los condicionamientos que nos esclavizan,
— saber utilizarlos en la formación a todos los niveles y ver en ellos un camino
nuevo para el anuncio de la Palabra.
Seria bueno que algunas hermanas, después de la formación adecuada, pudieran
estar presentes en el mundo de los medios de comunicación social” (Bucaramanga, 20 de
agosto de 1984, Pág. m 17).

Queda evidenciada una trayectoria: la preocupación de la Orden, a todos los


niveles, es constante. Pero la disposición de los religiosos y religiosas es imprescindible
(LCO, No. 156). Sin una disposición manifiesta, sin una actitud positiva hacia la formación
y capacitación sobre los medios de comunicación social, no podemos dar los pasos
iniciales.

Este Curso a Distancia sobre dominicanismo puede ser un gran estímulo. Las
posibilidades, si las examinamos detenidamente, son muchas: En cualquier lugar donde
estemos podemos conseguir libros sobre comunicación social; en las capitales y ciudades
importantes, sobre todo en los Departamentos Diocesanos sobre Comunicación Social;
siempre hay charlas, conferencias, cursos breves. Entre nosotros, en Latinoamérica,
disponemos de religiosos peritos en MCS. que, coordinados convenientemente, pueden
proporcionarnos los conocimientos y destrezas necesarios en nuestra formación.

b. Posición actual de la Iglesia

Con fecha de 19 de marzo 1986 La Congregación para la Educación Católica


emite un documento sobre ORIENTACIONES SOBRE LA FORMACIÓN DE LOS
FUTUROS SACERDOTES PARA EL USO DE LOS INSTRUMENTOS DE LA
COMUNICACIÓN SOCIAL. Recomendamos su lectura porque en él se refleja el
pensamiento doctrinal de la Iglesia y porque aporta un programa práctico de formación.
Está destinado a la formación en los Seminarios pero sus orientaciones nos pueden
servir.

Después de una Introducción donde se proyectan los principios doctrinales, pasa a


ofrecer los tres niveles de formación: “De base” (los conocimientos generales que deben
impartirse a todos, como perceptores). Segundo nivel: “Pastoral” (referido a la futura
actividad sacerdotal, para formar a otros en la comprensión de los medios o para un
válido uso de ellos en el apostolado). El tercer nivel: “De especialización.

En una segunda parte, el Documento, expone las normas particulares a cada uno
de estos tres momentos contemplados en la formación.

El Documento ofrece un primer Apéndice donde se recogen los “documentos


oficiales de la Iglesia”, según orden cronológico, desde Pio XI (año 1935), hasta el
Mensaje de Juan Pablo II en la XIX Jornada Mundial de los MCS (15 de abril 1985).

En el Apéndice No. II propone unos temas. Resumimos, para tener una visión
global:

1. La comunicación intencional: nociones y terminologías. Semiótica. Signos y


códigos. Codificar-decodificar. Denotaciones-connotaciones.

2. Idoneidad comparada de comunicación de signos/códigos. feed back, etc.

3. Evolución en el tiempo. Parte histórica.


4. Investigaciones y estudios sobre instrumentos. Origen, teorías. etc.

5. Algunos “lugares clásicos”: Teorías de Lasswell, Berelson, Moles, Morín, “El


medio es el mensaje” de McLuhan, etc.

6. Fenómenos psico-sociales relacionados con los MCS, Socialización, movilidad


social, aculturación, etc.

7. Sobre los efectos culturales y morales de los instrumentos.

8. Los MCS en particular: Prensa, cine, radio- televisión.

9. El futuro ha comenzado: cibernética, electrónica, informática, etc.

10. Las funciones: diversión, información, propaganda, publicidad, opinión, etc.

SOBRE MEDIOS E INSTRUMENTOS DE COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA:

1. El hecho religioso como comunicación.


2. Postura de la Iglesia, historia.
3. Magisterio y MCS.
4. Hacia una teología de los instrumentos de los MCS.

SOBRE PASTORAL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL:

1. Deberes y derechos originarios de la Iglesia: de uso y doctrina.


2. Condiciones de eficacia.
3. Instituciones eclesiásticas y eclesiales.
4. MCS y predicación
5. Subsidios colindantes: teatro, artes figurativas, ediciones, etc.
6. MCS, liturgia y sacramentos.
7. Otros temas: información, opinión, publicidad, etc.
8. MCS y vida consagrada.
9. Adaptaciones pastorales (didáctica y pedagógica).

Varios temas sobre la Pastoral de cada medio de comunicación en particular.

OBJETIVO No. 8 Distinguir los diversos lenguajes de los MCS

1. Nuestra legislación

Es enfática: Estudiar, prepararse, adquirir destreza “para la predicación”. La


predicación debe ser eficaz, llegar a los oyentes.

Elegimos unas muestras de estas recomendaciones:

— Capítulo General, celebrado en Roma, 1955: Se advierte a los Provinciales y a


los Regentes de estudio para que cuiden que los religiosos se preparen “en el estudio de
la sagrada elocuencia”; esa preparación está referida “según las exigencias de los
tiempos y los medios tecnológicos” que cada día aparecen. (No. 39).

— Capítulo General en Bolonia, 1961: Se pide que, después de terminado el ciclo


de estudios formales se insista en la formación y adaptación metódica para el apostolado,
sobre todo en el uso de los “medios técnicos que hoy día se tienen para la expresión y
difusión de las ideas” (No. 215).

— En el Capítulo General celebrado en Tolosa, año 1962: Durante el tiempo de


formación los religiosos se preparen “al sagrado ministerio de la predicación, “mediante
ejercicios, principalmente en los aspectos técnicos (articulación y modulación fonética),
acomodado a los oyentes de nuestro tiempo” (No. 192).

— Capítulo General de Walberberg, 1980: Una de las cuatro prioridades para la


Orden se centra sobre los Medios de Comunicación Social, en un intento de “acomodar
nuestras actividades, nuestro trabajo apostólico, a las exigencias de nuestros días”. “La
imagen ocupa un lugar preferente en nuestra sociedad y civilización”, por lo tanto “los
frailes predicadores deben considerar el uso de las artes y técnicas “audiovisuales”, como
el instrumento utilísimo para la predicación” (C. II, B, No. 4).

— Donde se aprecia un enfoque directo sobre la necesidad de “aprender el


lenguaje utilizado hoy día por los medios”, es en el Capítulo General de Ávila (1986):

“Pero lo más urgente es ayudar a todos en la Orden a aprender a usar el nuevo


lenguaje de los medios de comunicación. Es decir:

— a familiarizarse con los llamados micro-medios para saber utilizarlos;

— a aplicar los medios de comunicación de masas con discreción crítica;

— a poner al día el lenguaje de nuestra predicación, capacitándonos para ser


verdaderos predicadores de nuestro tiempo.

— La formación en los medios es, sin duda, el factor más importante. Recordemos
lo que dice el Capítulo de QC 32, la recomendación de Roma 261c, 263 y las
Ordenaciones del mismo capítulo 265, 266, 267. Estando los medios de comunicación
estrechamente ligados a la predicación, síguese que la destreza en el uso de aquellos
debe ser, desde el principio, parte de la formación. No tiene por qué imitarse en todo el
lenguaje del cine, radio, televisión, posters, etc., pero la verdad es que son parte de
nuestro entorno e influyen prácticamente en todos.

“El predicador dominico se enfrenta a una audiencia acostumbrada a ese lenguaje


y si no está familiarizado con él se verá incapaz de ejercer influjo alguno sobre ella. Para
llegar a adquirir un lenguaje adecuado, el predicador habrá de comenzar, cuanto antes, a
manejar los medios de comunicación, y asimismo a predicar y organizar la liturgia, ya que
ésta por razón de sus símbolos y signos incluye los medios”.

“La metodología a seguir en la enseñanza del lenguaje y del arte de la


comunicación no ha de confundirse con la metodología de la filosofía o de la teología,
pues son diferentes. Esta formación especial requiere profesores bien preparados y, por
lo tanto, el primer paso ha de ser la formación de los mismos” (C. V, II).
En objetivos anteriores hemos reflexionado sobre la importancia de los medios,
sobre la necesidad de análisis, etc. todo ello nos lleva, como una primera conclusión, a
estudiar con detenimiento “el lenguaje de los medios”.

2. ¿Qué es el lenguaje?

Para mayor claridad: Se suele diferenciar entre “Lengua”, “Lenguaje” y “habla”. La


lengua: “Instrumento de comunicación con arreglo al cual la experiencia humana se
analiza, de modo diferente en cada comunidad, en unidades de contenido semántico y
una expresión fónica, los monemas. Esta expresión fónica se articula, a su vez, en
unidades distintivas y sucesivas, los fonemas, en un número determinado en cada lengua,
cuya naturaleza y relaciones mutuas difieren también de una lengua a otra” (André
Martinet, Elementos de lingüística general, Edit. Gredos, Madrid, (1965, Pág. 28). Es
decir: El conjunto de posibilidades de que disponemos para poder manifestar enunciados
significantes.

Lenguaje: Al tener el fundamento de la “lengua”, el lenguaje se manifiesta al


aprender, al expresar y al utilizar una lengua dada. El lenguaje forma un conjunto de
signos estructurados como un sistema. Lenguaje implica, por lo tanto, un conjunto de
signos en relación a un determinado código. La ciencia que estudia “la lengua y el
lenguaje” se llama lingüística.

Habla. La especificación del lenguaje; la expresión práctica de una persona, de un


grupo. Así decimos: “los modos de hablar de fulanito”, para referirnos a sus personales
características de utilizar el lenguaje.

El lenguaje, por lo tanto, está referido a la expresión de lo que pensamos por


medio de los signos estructurados, previamente elegidos, y manifestados por cualquier
medio de comunicación. En este sentido general aceptamos “lenguaje de la televisión y
del cine”, “lenguaje radiofónico”, etc.

3. Manifestación del lenguaje

Manifestamos nuestro pensamiento por medio de:

— Lo hablado: lo que pronunciamos, lo que se manifiesta por medio de los


órganos para emitir sonido.

— Por medio de imágenes visuales.

— Por escrito. De modo amplio: podemos escribir en papel, en piedra, en las


paredes. Los seres humanos nos podemos comunicar por medio del escrito.

— Nos comunicamos por medio de la mímica, de los gestos, por el movimiento.

— Por medio de reproducción de sonidos, palabras, efectos, música, etc.


Todo ello, como base de comunicación, requiere de signos (conjunto de elementos
ordenados). Nos expresamos en base a signos; los signos ordenados forman el código.
Código es igual a conjunto de signos ordenados.

4. Lenguaje y medios de comunicación

Todo lo que utilizamos para manifestar nuestro pensamiento “son medios de


expresión, o medios de comunicación”. Estamos acostumbrados a significar por medios
de comunicación los canales por donde nos llega el mensaje del Emisor. Así afirmamos
que el periódico es un medio de comunicación, y el libro, la revista, el comic. La televisión
es un medio por el cual nos llega la comunicación del Emisor; también la radio, el cine.

Cada medio utilizado tiene sus características propias, sus modos de hacernos
llegar el mensaje: porque los códigos que utiliza cada medio son diferentes.

El código que utilizamos para hablar es diferente al código de la fotografía.


Podemos decir lo mismo, pero el lenguaje utilizado es diferente. Si unimos dos códigos: el
sonoro (por ejemplo, radio) y el visual (por ejemplo, las imágenes figurativas-icónicas)
tenemos una nueva forma de expresar el pensamiento. (Lo llamamos lenguaje
audiovisual. Distinto al lenguaje sonoro. Diferente al lenguaje meramente visual-figurativo.

¿Cada medio de comunicación social tiene lenguaje diferente? Hay científicos que,
de modo propio, no aceptan esa denominación. Se discute mucho sobre si el cine, la
televisión tiene (constituye en sí), un lenguaje propio y diferente.

Para nuestro propósito, en este Módulo, tomamos el concepto de lenguaje de


modo amplio: la expresión del pensamiento por medio de diferentes códigos. Así
podemos reflexionar sobre el lenguaje del diario, el lenguaje de la televisión, el lenguaje
radiofónico, el lenguaje cinematográfico, etc.

5. EL INTERÉS DE NUESTRA LEGISLACIÓN

Varios Capítulos Generales han insistido en la necesidad de que los religiosos


aprendan el lenguaje de los medios para “aplicarlos a la predicación.

Cada día se plantea con más insistencia esta necesidad, porque aparecen nuevos
medios de comunicarnos, porque van cayendo en desuso los antiguos, porque los
perceptores están acostumbrándose a las formas modernas de recibir información.

En el año 1971, en el capítulo de Quezon City, los padres capitulares abordaron ya


este problema: “Los medios transmiten la nueva pluralidad de la vida social... El
predicador deberá reconocer que sus oyentes ya no están tan abiertos a recobrar o
reforzar sus creencias religiosas a través de los medios tradicionales de predicar y
enseñar”.

“Estos métodos tradicionales han tendido a ignorar la nueva realidad y han


reaccionado ante ellos de un modo polémico. Tendrán que reconocer que sus oyentes
son menos abiertos al lenguaje simbólico tradicional” (No. 28).
Evidentemente se impone hoy día la necesidad de aprender el lenguaje y las
técnicas de los medios de comunicación actual, si deseamos llegar a los perceptores.

PENSAMOS
UN MENSAJE 1. Escritura: ordenamos los signos, letras,
palabras, etc.
2. Hablado: pronunciamos las palabras.
ELEGIMOS EL 3. Fotografía: utilizamos luz, planos, cerca.
CÓDIGO PARA lejos, etc.
MANIFESTARLO 4. Radio: palabras, sonidos, música, efectos,
etc.
5. Televisión: palabras, sonidos, imágenes
CODIFICAMOS visuales, efectos, etc.
LOS MENSAJES 6. Mímica: realizamos los gestos
SEGÚN CÓDIGO correspondientes

DEPOSITAMOS
EL CÓDIGO EL PERCEPTOR ENTIENDE Y COMPRENDE
EN UN MEDIO PORQUE CONOCE EL LENGUAJE QUE HA
UTILIZADO EL EMISOR
LLEGA AL
PERCEPTOR

1.5 Lecturas de apoyo


1. Origen y desarrollo histórico de la prensa
En: Introducción a los medios de comunicación, Luis López Forero. Bogotá, USTA,
1983. Páginas 217 a 221.

2. Origen y desarrollo histórico del cine.


Del mismo libro, páginas 265 a 276.

3. Origen y desarrollo histórico de La radio.


Del mismo autor: Páginas 310 a 321.

4. Origen y desarrollo histórico de la televisión.


Del mismo autor: Páginas 351 a 354.

1.6 Actividades complementarias


1. Tome el cuestionario inicial que ha debido responder. No consulte con las
respuestas que usted dió. Vuelva a contestarlo ahora. Compare las dos respuestas. Si le
ha quedado alguna duda, deberá repasar los objetivos correspondientes. En ellos debe
encontrar la respuesta.
2. Confeccione usted una lista con razones que debe tener, ahora, sobre la
necesidad de analizar detenidamente los medios de comunicación social. Una vez que ya
la tenga busque una persona, un (a) religioso (a), un amigo o un grupo de personas y
exponga esas razones que usted aporta; promueva una discusión. Lleguen a
conclusiones.

3. Elija un día cualquiera. Compre algún diario de su ciudad o del país: a) Haga un
resumen de las noticias e informaciones que aparecen en sus páginas. b) Escuche ese
mismo día el Noticiero que ofrecen por Radio: vea qué dicen, cómo lo dicen, etc. y
compare esas noticias con las que usted tiene de los diarios. c) Haga lo mismo con el
Telediario. Anote diferencias, similitudes, enfoques, etc.

4. Con los temas que se han estudiado en esta Unidad, usted debe confeccionar
un curso breve, de tres días por ejemplo, dos horas en la noche; los destinatarios pueden
ser un grupo de la familia dominicana.

5. Escriba una página: Deberá expresar “la Opinión Pública” que usted conoce
sobre los dominicos y/o dominicas de su ciudad. Deberá aportar alguna razón de por qué
se tiene esa opinión de los dominicos, y/o dominicas, aspectos positivos, aspectos
negativos.

6. Estudie los respectivos documentos de su Congregación alusivos a los medios


de comunicación:

— Uso de los medios en la acción evangelizadora.


— Mecanismos de ana7isis crítico de los M. C. S.
— Formación en la Comunicación social.
— Otros aspectos importantes en este campo

1.7 Autoevaluación
1. ¿El perceptor se puede convertir en Emisor?.

2. En la comunicación humana: ¿El ruido se refiere, de modo exclusivo, a las


interferencias físicas?

3. ¿Cómo se forma la Opinión Pública en la Orden?

4. Enumere cuatro perspectivas prácticas referidas a la Formación y Capacitación de


la Familia Dominicana sobre MCS.

5. ¿Cómo se puede detectar objetivamente la influencia de los MCS?

6. Nombre tres campos o áreas de estudio que se puedan proponer para el periodo
de Formación Permanente en relación a los MCS.

7. ¿Quiénes con los responsables de la Formación Permanente, referida al estudio


de los MCS.?
8. ¿Cómo manifestamos el lenguaje?

9. Enumere los motivos que puede tener el dominico para analizar los MCS.

10. Describa la relación entre Orden de Predicadores y Comunicadores.

— Respuestas

1. Sí. Cuando ofrece sus respuestas como persona humana que ha comprendido el
mensaje. Feed-Back.

2. No. Hay otras mil maneras de producir ruido en la comunicación. En general se


refiere a cualquier interrupción o disminución producida en el perceptor.

3. Hay diversos medios: cartas personales entre los religiosos, por las revistas que
circulen entre nosotros, por el IDI, por las Actas de los Capítulos Generales o
Provinciales, por los resúmenes de las Actas de capítulo provinciales que
aparecen en la Analecta de la Orden, por los rumores que circulan, etc.

4. Aprender los términos lingüísticos utilizados por los MCS. Discerni, las
oportunidades y peligros latentes de los medios. Instruir a otros, servirse de los
medios sin dirigirlos a la alienación. Adaptar esos medios al ministerio apostólico.

5. Cuando se estudian los efectos que producen en el perceptor. Examinando las


técnicas utilizadas para manipular mensajes.

6. Analizar los MCS.


Estudiar los efectos que producen los MCS.
Aprender a utilizar los medios para la predicación.

7. En primer lugar la comunidad. Cada uno de los religiosos.

8. Por medio de los códigos específicos: Escritura, por el habla, por los sonidos
grabados o reproducidos, por imágenes visuales, por gestos, etc.

9. Son muy diversos. Para saber qué contienen los MCS, además de lo que se dice
de modo manifiesto. Para poder tener elementos de juicio en la denuncia que
puede realizarse sobre los MCS. Para tomar conciencia de cómo influyen en los
perceptores, etc.

10. Evangelizar es comunicar (Puebla). La predicación es comunión y participación. La


Palabra de Dios es comunicación a los hombres. Los Predicadores son los
comunicadores de la Palabra de Dios: son ellos los difusores del Evangelio.
Nuestra misión específica, última, es predicar (por el ejemplo, por escritos, por la
palabra, etc.). Por decreto somos predicadores oficiales, “en nombre de la Iglesia”.
1.8 Bibliografía
Actas de los capítulos generales.

BERLO, D. “El proceso de la comunicación”, Edit. Ateneo, 1984.

CEBRIAN HERREROS, M. “Introducción al lenguaje”, Edit. Pirámide, Madrid, 1978.

CEBRIAN HERREROS, M. “La información audiovisual”, Edit. Forja. Madrid, 1983.

CELAM-DECOS. “Comunicación Misión y desafío”, Bogotá, 1985. COMMUNIO ET


PROGRESSIO, Instrucción Pastoral.

DIMITRI, N y otros. “Las técnicas de la imagen”, Edit. Mitre, Barcelona, 1982.

EVANGELII NUNTIANDI, Exhortación Apostólica. Edit. Trípode, Caracas, 1976.

FORERO; L. “Introducción a los medios de comunicación”. USTA, Bogotá, 1983.

LIBRO DE LAS CONSTITUCIONES Y ORDENACIONES DE LOS FRAILES


PREDICADORES. Edit. OPE, Madrid, 1985.

OCTOGÉSIMA ADVENIENS’ Carta Apostólica. Adsum, Caracas, 1971.

PUEBLA, III Conferencia general del episcopado latinoamericano, Edit. Tripode, Caracas,
1979.
Segunda unidad
MISIÓN, COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN

2.1 Introducción
2.2 Objetivos
2.3 Cuestionario inicial
2.4 Contenidos
2.4.1 Reconocer el concepto de misión en los MCS
- Recordamos nuestra legislación
- Tenemos presente nuestra tradición
- Los MCS son aptos para la predicación
- Acción evangelizadora sobre los MCS
- Cambio de mentalidad
- Interrogantes y perspectivas
2.4.2 Reconocer el “campo de misión” de los MCS en Latinoamérica
- Área tecnológica de los MCS
- Los dueños de los medios
- Los MCS crean necesidades
- Los contenidos
- Manipulación
- Dependencia
- Los receptores
- ¿Campo de Misión?
2.4.3 Diferenciar “comunicación” e “información”
- El concepto de información
- El concepto de comunicación
Etimología
Contenido
Características
Tipos o clases
- Relación entre comunicación e información
- Comunicación social
- Comunicación de masas
Cultura nacional
Cultura de masas
Características de la información para las masas
2.4.4 Señalar características de la incomunicación
- Hacia una definición
- Las comunicaciones parciales
- El intento de manipulación rompe la comunicación
- “Entendimiento” y “comunicación”
- El lenguaje
- Malentendidos
- La incomunicación se da en el propio ambiente
- Rechazo de la comunicación
- Lo cotidiano
- Aburrimiento
- Fetichismo
- Pérdida de espontaneidad
- Ideologías
- También los medios
2.4.5 Detectar hechos de incomunicación en América Latina
- Elegir los hechos
- Fuentes-Emisores y Dueños
- Los medios
- Los contenidos
- Señale causas
2.4.6 Examinar signos de comunicación en los MCS
2.4.7 Diferenciar niveles de formación en MCS
- Niveles
Personal
Comunitario
Provincial
Regional
Latinoamericano
- Períodos
Formación inicial
Formación permanente
Formación especializada
2.4.8 Establecer contenidos en la formación y capacitación sobre MCS en
la Orden
- Nivel personal
- Nivel comunitario
- Nivel provincial
- Nivel regional-latinoamericano
2.4.9 Realizar un proyecto de formación en MCS
- Necesidad de ofrecer a otros lo aprendido
- De qué se trata
- Factibilidad
- Para quiénes
- Tiempo
- Recursos
- Temario
- Quién promueve el curso
- Promoción del curso
- Realización
- Evaluación
- Consolidación
2.5 Lecturas de apoyo
2.6 Actividades complementarias
2.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
2.8 Bibliografía
2.1 Introducción
Los últimos Capítulos generales de los frailes nos presentan “nuevos campos de
evangelización”, “nuevos ambientes”, “nuevas fronteras”, “nuevos medios eficaces para la
predicación”. Y se nos presenta como “retos y desafíos” que la Orden debe asumir y
afrontar para cumplir con fidelidad su propia misión de Orden.

El Capítulo General de Ávila, ubicado en el contexto latinoamericano propone,


como prioridades en nuestra Región tres áreas: MISIÓN COMUNICACIÓN Y
FORMACIÓN.

Hemos tomado para nuestra realidad, estas tres grandes perspectivas como
orientadoras para la reflexión de esta unidad.

Luces y sombras de los MCS en nuestro Continente, como campos de misión y


como instrumentos para la predicación.

Quedará manifiesta la limitación a que nos hemos reducido. Este será su trabajo:
Tome otros temas, estudie y analice, compare y obtenga conclusiones.

2.2 Objetivos
1. Reconocer el concepto de misión en los MCS.

2. Reconocer el “campo de misión” (MCS)en América Latina.

3. Diferenciar “comunicación” e “información”

4. Señalar características de la incomunicación.

5. Detectar hechos de incomunicación en América Latina.

6. Examinar signos de comunicación en los MCS.

7. Diferenciar niveles de formación en los MCS en la Orden.

8. Establecer contenidos en la formación y capacitación sobre los MCS en la Orden.

9. Realizar un proyecto de formación en MCS en orden a la evangelización.

2.3 Cuestionario inicial


1. ¿A qué se debe el título de esta segunda Unidad?

2. ¿Qué se desea expresar con “lugar de evangelización”?

3. Nombre los tres ámbitos, prioridades, que el C. de Roma señala para América
Latina.
4. Ofrezca una explicación donde diferencie “comunicación “ de información.

5. Nombre los tres niveles que, de ordinario, se expresan al tratar de la formación en


la Orden.

2.4 Contenido
OBJETIVO No. 1 Reconocer el concepto de misión en los MCS

1. Recordamos nuestra legislación

a. Constituciones: Participación en la misión de Cristo y los Apóstoles (LCO, 1, 1,


IV y VI); “queriendo asemejarse los tiempos actuales a los primitivos (LCO, 1, I; es misión
amplia: a todas las gentes (LCO, 1, I, VI, 98, 108); es “predicación de la Palabra de Dios”
(LCO, 1, 1, III); para la salvación de las almas (LCO, 1, 1, VI; donde debe estar presente
la cooperación de toda la familia dominicana (LCO, 141); pero sobre todo, es una misión
evangelizadora (LCO, 99, II, 105, II, 108, II, 119, II, 393, 1, 394).

b. C. Walberberg: Debemos responder a los problemas de nuestro tiempo con


nuestro propio carisma evangelizador (No. 17); predicación profética (17, A, 1); propone
los MCS como una de las cuatro prioridades de la Orden (17, B, 4); debe ser una
evangelización planificada (17, O); predicación evangélica (No. 49, 3); sin olvidarse de los
valores humanos de la persona, de los pueblos, de las comunidades (No. 49, 7); en
coordinación con la familia dominicana (Cap. VII).

c. Capítulo de Roma: Hay nuevos lugares de predicación que deben tomarse en


consideración para evangelizar (No. 29); planificación del apostolado según las
necesidades de cada región (No. 37); se propone la necesidad de una auténtica
comunicación para difundir el Evangelio (Cap. II, G, II, I). De modo expreso proponen
amplia reflexión sobre la Misión en América Latina y, luego, sobre los MCS.

d. Capítulo de Ávila: Se estudian amplios aspectos sobre la misión hoy: La misión


de la Orden es una misión sin fronteras; se recomienda el estudio sobre ideologías
dominantes, influencias, los medios por los cuales se difunde, etc. (No. 34). Esta misión
de la Orden debe realizarse en coordinación y cooperación con toda la familia dominicana
(No. 44). Y bajando a lo práctico, propone: “aprender el lenguaje de los medios de
comunicación social” (Cap. V, II).

2. Tenemos presente nuestra tradición

Los religiosos que forman la primera comunidad, en la casa de Pedro Seila, en


Tolosa, se preparan para la predicación mediante el estudio (acuden en grupo, con el
Fundador, al Cabildo); se preparan para el ejercicio de la predicación, “viven en contacto
directo con la predicación”; redactan los primeros documentos que Sto. Domingo lleva a
Roma. Aquellos primeros días de la Orden es imposible recordarlos sin figurarse a los
primeros religiosos dedicados a la preparación en la utilización de los medios que tenían a
su alcance.

Los primeros misioneros dominicos que llegan al Nuevo Mundo traen una
preparación sólida, producto de muchos años de estudio y meditación. Pero no tardan en
tornar conciencia de la nueva metodología que deben adoptar para ser eficaces en la
predicación evangélica. Posiblemente, hasta nuestros días, no se ha tomado en
consideración esa transformación que ellos mismos realizan: Se deben enfrentar a un
nuevo lenguaje, totalmente desconocido para ellos; se deben enfrentar a una nueva forma
de enseñar, de comunicar, de evangelizar. Y lo hacen.

Por su importancia, puesto que es una lección de historia para nosotros, nos
detenemos un instante en esas características (Cfr. Revista Cidal, No. 4 y 5).

— Exposición clara: “Breve y Llana”; adaptada a la capacidad de los oyentes. Han


dejado atrás “los sermones”, las “grandes exposiciones doctrinales”: ofrecen,
simplemente, el contenido del Evangelio.

— Estilo apropiado: “Y por el estilo y manera que lleva para los indios, será de
mucho fruto, que cuadrará más a su capacidad”.

“Traducido al lenguaje propio: Y mucho más si se traduce en su lengua india, pues


hay tantos de ellos que no saben leer”.

— Innovador: Dice el P. Boria (Pág. 35); “Al analizar su contenido, se advierten de


inmediato dos extrañas presencias: la del cuerpo de oraciones, comunes a las obras de
este tipo y que están siempre en las de sus contemporáneos y la de la demostración de la
existencia de Dios, la que se da por supuestamente aceptada y aprobada”.

— Es producto de un estudio y reflexión: Saben que no pueden ofrecerles tanta


cantidad de contenidos y se limitan a los esenciales; se adaptan a las necesidades, a “las
capacidades”.

— Son explicaciones adaptadas: para que puedan comprender las ceremonias,


signos y símbolos de la predicación evangélica; “se adaptan a la mentalidad de los
indígenas bautizados y exponen claramente las verdades de fe cristiana, en ordenada
síntesis y ejemplificadas con lo cotidiano de las vidas de esos nuevos cristianos” (Pág.
35).

— Utilizan un lenguaje directo, llano: “Más esto no es todo. La obra en su totalidad,


es un himno en honor a las dotes pedagógicas de fray Pedro, quien siendo a la vez
maestro en el rigor doctrinal, sin embargo se esfuerza continuamente para adaptarse a la
mentalidad simple de los indígenas, para quienes elige imágenes sensibles y ejemplos
clarificadores, que admiran aún, al catequista de hoy” (Pág. 36).

— Utilizan el estilo de “contar historia”; utilizan infinidad de ejemplos, como


grafismos mentales para que puedan retener, los oyentes, la doctrina. “Por manera de
historia”, podemos leer en la portada del Catecismo de Pedro de Córdoba.

— Utilizan la Sagrada Escritura, como fuente y autoridad del contenido que


manifiestan a los oyentes.
— Infinidad de signos físicos, tangibles. Se utilizan “imágenes”: “Y la Virgen María
le concebió en su vientre no como las otras mujeres, mas concibióle sin ayuntamiento de
varón... por virtud de Dios sin corrupción suya quedándose virgen como antes era: así
como son engendrados los huesos de la carne sin rompimiento ni abertura de la carne... y
como la cereza engendra el corozo sin abrir la cereza”. “Así como la estrella echa sus
rayos sin abertura o corrupción suya, así María” (Pág. 37).

¿Cuántos ejemplos podríamos recordar de “adaptación” de los misioneros a su


propio tiempo, a sus específicas circunstancias? Por nuestra parte damos por hecho que
nos entienden, que nos expresamos en el mismo lenguaje. ¿Será verdad?

3. Los MCS son aptos para la predicación

— En un aspecto cuantitativo: ¿Cuántas personas acuden a nuestra predicación?


¿Cuántos cumplen el precepto dominical, donde se expone “la doctrina cristiana? No hay
cifras aproximadas. No más de un 25, 30% contando todas las ocasiones en que se
puede poner uno en contacto con los fieles.

— Los MCS. son una plataforma que nos puede servir para, al menos, la difusión,
la información de la doctrina del Evangelio.

— Los MCS llegan a la gente; las personas están acostumbradas al lenguaje de


esos medios; los MCS están estructurados ya “para llegar a la gente”. ¿Por qué
“reaccionar contra ellos de modo polémico”? (Quezon City, No. 28).

— “Los más modernos inventos abren nuevos caminos y medios para que el
anuncio evangélico llegue a todos los hombres: permite a los cristianos intervenir, a pesar
de las distancias, en las solemnes ceremonias de la Iglesia y así la comunidad cristiana
entera se siente más estrechamente unida; por ellos, finalmente, todos son llamados a
una más íntima participación en la vida de la Iglesia” (Communio et Progressio, No. 128).

“Estos instrumentos, además, son muy útiles para hacer llegar más fácilmente a
todos la instrucción cristiana. . . Pueden utilizar también todos los alicientes de la técnica,
gracias a la cual se puede presentar atractivamente las cosas, según el arte más
moderno” (CP, No. 129).

“Para ganarse pues realmente la atención de los oyentes al ex-ponerles y


explicarles las enseñanzas de la fe, conviene utilizar todo lo posible los medios de
comunicación, y acomodar a ellos el lenguaje y estilo” (idem, 131).

“La Iglesia, para una mayor eficacia en la transmisión del Mensaje, debe utiliza! un
lenguaje actualizado, concreto, directo, claro y a la vez cuidadoso. Este lenguaje debe ser
cercano a la realidad que afronte el pueblo, a su mentalidad y a su religiosidad de modo
que pueda ser fácilmente captado, para lo cual es necesario tener en cuenta los sistemas
y recursos del lenguaje audiovisual propio del hombre de hoy” (Puebla, 1091).
4. Acción evangelizadora sobre los medios

— Los MCS se nos presentan “como frontera” que debe ser “misionada”.

— La Iglesia muestra su preocupación, en todos sus documentos, “por la


evangelización de los medios de comunicación”.

— La Orden, hasta los últimos capítulos generales, se ha preocupado por


recomendar la “utilización de los MCS para la predicación”, no como campo específico de
evangelizarlos.

— La influencia que los MCS ejercen sobre los Perceptores, la facilidad para
presentar mensajes, etc. nos hace pensar en la necesidad de bautizar esos MCS.

— Pero esa labor no consistirá en destruir, sino más bien en canalizar, hacerles
cumplir con su función de auténtica comunicación.

Para esa labor es necesario, en un primer momento, analizar minuciosamente qué


son, qué hacen, qué influjo tienen en el perceptor, qué efectos producen, qué mensajes
se ofrecen, etc.

5. Cambio de mentalidad

Para reconocer en los MCS el concepto moderno de misión hace falta un cambio
de mentalidad:

— Quezon City: “El predicador deberá reconocer que sus oyentes ya no están tan
abiertos para recobrar o reforzar sus creencias religiosas a través de los medios
tradicionales de predicar y enseñar” (No. 28).

— Walberberg: pide la “adaptación de nuestras actividades apostólicas a las


exigencias de nuestro tiempo” (Cap. II).

— Roma (año 1955): Recomienda que los religiosos “se modernicen en sagrada
elocuencia” (No. 37-39).

— Es la proyección de nuestras Constituciones: “Para descubrir las distintas


formas de la cultura humana, con las cuales se manifiesta de manera más perfecta la
naturaleza del mismo hombre y se abren nuevos caminos a la búsqueda de la verdad”
(LCO, No. 99, II. Cfr. No. 76, 81, 110, 133, 216, II).

— Walberberg: “Al examinar las notas específicas del carisma de nuestra


predicación a la luz de la vida de Santo Domingo y de la tradición de la Orden, y teniendo
presentes las reivindicaciones del mundo actual. . . es necesario que busquemos
solícitamente nuevos ámbitos y modos de predicar” (17, A).

“La misión de nuestra Orden, a saber, la predicación apostólica del Misterio de la


salvación, es universal; no tiene límites ni de lugar ni de tiempo. Esta misión la tenemos
que ejercer hoy en un mundo sometido a grandes cambios, debido principalmente a los
inventos modernos de la técnica” (No. 48).
— Roma (1983): “Hoy, en cambio, en muchas naciones, por la descristianización,
secularización y otras causas, se hace cada día más difícil llegar a las masas por la
predicación, y la acción apostólica individual de los frailes ya no es suficiente. Surge de
aquí el problema... de encontrar nuevos lugares de evangelización” (No. 29).

— Ávila: “Dos rasgos caracterizan la misión dominicana desde sus orígenes: 1)


Fue y debe seguir siendo una misión de fronteras. 2) Exigió y exige de la comunidad
dominicana la actitud y la práctica de la itinerancia, la movilidad, el continuo
desplazamiento hacia nuevas fronteras” (No. 22).

6. Interrogantes y perspectivas

— En toda la Orden se siguen publicando libros, revistas, impresos, como medio


de predicación (“mediante el escrito”): “La nueva generación en la sociedad industrializada
del Oeste ha tenido una formación basada íntegramente en la televisión en lugar de
libros” (Quezon City, No. 28).

— Nuestros Hermanos Predicadores (recordamos la predicación itinerante), iban a


la gente. Donde había un grupo significativo de personas, un fraile predicador se hacía
presente. Maestro de este sistema: Sto. Y Domingo, y después un sin fin de frailes
itinerantes. ¿Dónde está hoy la gente? En sus casas. Escuchan radio, ven televisión, leen
periódicos, ponen el radiocasete, escuchan discos.

Nosotros esperamos, cada domingo, a que nos lleguen unos contados fieles a los
reducidos espacios de nuestros-templos.

— ¿Adaptación de los contenidos que expresamos en las homilías al lenguaje


radiofónico?

— ¿Presentación de profundos contenidos teológicos, humanos, en forma de


telenovelas, donde la “evangelización de la cultura esté presente”?

— ¿Noticieros donde se ofrecen hechos, acontecimientos, sucesos, información


del acontecer espiritual, religioso?

— ¿Programas de opinión, acudir al campo del diálogo, acudir a refutar opiniones


emitidas, ofrecer una vertiente cristiana, en la prensa, en radio, en televisión, en teatro, en
cine, etc.?

El concepto presentado por la Orden sobre misión, bien merece el sentarnos a


realizar un examen de características y aplicarlo a los actuales MCS. Por que, de modo
manifiesto, los MCS son un amplio campo de misión.

OBJETIVO No. 2 Reconocer el “campo de misión” (MCS) en América Latina

Para realizar esta visión global, nos hemos servido de amplia información
bibliográfica, remitimos a ella al estudiante.
El reconocimiento del terreno es una primera apreciación. Será necesario
profundizar en otros aspectos. Lo intentaremos en otros objetivos posteriormente.

1. Área tecnológica de los MCS

El campo de la tecnología de los medios, para intentar reproducir la realidad, hoy


día, es insospechado; en cada momento nos encontramos con nuevos descubrimientos,
nuevas técnicas. En todos los medios de comunicación: prensa escrita, tecnología de la
radio, del cine, de la televisión, de la informática.

Ese es el hecho, aunque empañado por quienes lo acaparan para poner en el


mercado mundial un producto para la venta, y no un producto para la comunicación.
Artefactos que van a servir, a su vez, para vender nuevos productos, hasta cultura;
porque para ellos la cultura es un producto más.

— La competencia, entre los mismos medios, es algo evidente.

— Tal como están diseñados, por sus características mecánicas, impiden que el
destinatario de los mensajes pueda responder; porque no interesan las respuestas del
perceptor; les interesa la adhesión a la ideología inserta en toda clase de mensajes, les
interesa que el perceptor compre el producto anunciado, no más. ¿Para qué necesitan
ellos las expresiones del perceptor?

— En Latinoamérica no hay tecnología propia. No es ningún secreto la


dependencia tecnológica. Y en MCS más; la dependencia es total, hasta en el mínimo
repuesto.

— Pero no nos llega la alta tecnología. Nos llega la que ya ha pasado de moda en
los países industrializados. Nos venden chatarra. Tampoco esto es un secreto.

Hay que pagar, esa tecnología, de segunda mano, como nueva.

Se nos permite llegar a un cierto grado, el suficiente para escuchar la voz del amo
con eficacia.

— Si nos fijamos en la parte cualitativa de los MCS: Los medios tecnológicos no


reproducen la realidad tal cual es ella; la reproducen a su modo. Pero dejan la sensación
de que eso es la realidad. Nos engañan. De modo técnico nos engañan por medio de
informaciones subliminales. No nos dejan ver toda la verdad que nos ofrecen; siempre
hay algo escondido.

2. Los dueños de los medios

Los dueños y quienes tienen fácil acceso a ellos, han adquirido los medios “como
negocio”. Invierten capital y ese capital (ahora llamado MCS) debe producir. El interés
primordial es “la producción del capital invertido”.
— Un negocio que se multiplica. Porque los “medios” son para promocionar otros
negocios. Así, todo queda en casa. Por eso se aprecia la constante insinuación al
consumo de los productos que los dueños, por los medios, ofrecen.

— No se puede negar que entre publicidad y publicidad ofrecen unas migajas a la


información, a la recreación, a la educación. Siempre tocando áreas que no choquen con
los “intereses de la empresa”.

— Las formas de proponer ideología son infinitas: Crean estereotipos: “usted


deberá trabajar como ellos para llegar a donde ellos han llegado”. Por lo tanto: trabaje y
“consuma”. Proponen “ideales”, siempre inasequibles a la mayoría. Proponen
perspectivas económicas: “es fácil llegar a rico”. Sus intereses económicos quedan
tapados bajo el manto cultural, “lo nuestro”, lo “popular”.

— Los medios de comunicación social dependen del poder de venta que


manifiesten. Los productos son presentados por Agencias de Publicidad. Es decir: La
Publicidad aparece como quien mantiene los MCS. No será extraño que “ambos dueños”
se unifiquen, se “coordinen”, se “asocien”. De esta forma se tienen “los medios” y “la
publicidad”. Así se cierra el circuito: Mercancía-Mercado-Medios de publicidad-Consumo
por parte del perceptor.

— Los Medios de Comunicación Social requieren grandes capitales, que están en


manos de muy pocos. Es decir, los MCS están en manos de muy pocos.

— Esto a nivel nacional. A nivel internacional ocurre lo mismo. Así aparecen


grandes grupos internacionales, que apoyan a los nacionales. Se crean redes, agencias,
consorcios.

— Por esto no le debe extrañar, el día que se llegue a enterar, de que el dueño del
diario o de la revista, radio, o estación de televisión no es el que aparece.

— También los gobiernos de turno desean entrar en juego en este negocio de la


comunicación”: Intentan controlar mediante las concesiones; inventan que deben ser ellos
los guardianes de lo que se le dice a los perceptores; y controlan emisiones, controlan
fabricación de papel, tinta, repuestos importados (porque no hay otros). Es decir: ejercen
presión para, sin aparecer, entrar a tomar parte en la repartición de las ganancias.

3. Los MCS crean necesidades

Los mismos medios de comunicación se han vuelto imprescindibles. El día que no


hay TV, Radio o diarios quedamos aislados. Estamos atados al cordón eléctrico, a la red,
al medio.

— Los dueños de los MCS insisten (¿por qué insisten tanto en ello?) en que
ofrecen al pueblo lo que el pueblo desea. Es un modo de manipular la opinión pública.
Porque ellos ofrecen lo que quieren, en el momento que estiman oportuno y de la forma
que ellos mismos desean.

— Cuando lo estiman necesario, crean expectativas en los perceptores; no sólo de


productos y mercancías, sino también de formas de vida, sistemas de socialización,
orientan aspectos culturales, promueven cambios de gobierno, modifican políticas
seguidas hasta el presente, dejan pendiente para mañana lo que no les interesa hoy, para
lo mismo hacer mañana...

— Crean ambientes y, dadas las redes publicitarias, se puede observar en la


prensa, en radio, en TV o en las vallas publicitarias. Ofrecen la sensación de “ambiente
real”, “porque está en todas partes”. Esto para formas de vida, también para productos,
también para ideologías; imponen la moda, imponen sus gustos, los cuales coinciden con
sus negocios.

Creada la necesidad: el consumo, mediante la compra, está asegurado.

4. Los contenidos

Los medios son el continente; el contenido que llevan los medios, son los
mensajes. Analizando los mensajes que llevan los medios podremos conocer qué es lo
que se nos dice. Tendremos oportunidad de volver más detenidamente a este tema.

— Sobresalen los contenidos sobre violencia, la ley del más fuerte, sexo.

— Se ofrece cultura, “cultura para todos”, es decir, mercancía; mercancía que,


como todo lo bueno, es extranjera.

— Se nos ofrecen muchos detalles sobre problemas que están radicados fuera de
nuestra región; un gran porcentaje de noticias extranjeras, películas, reportajes, artículos,
programas grabados.

— Contenidos que, bien analizados, no afectan en nada a la verdadera


problemática que se vive en la mayoría de los países; contenidos que no tocan
situaciones de pobreza; de injusticias, de sobornos, de deudas, carestía de vida, trabajo,
nivel de vida real.

— Contenidos que se ubican en lo sensacionalista y no en lo formativo, en lo


orientador para la vida, en la formación de criterios.

— No tiene nada de extraño que se haya tomado conciencia en algunos sectores


sobre la analogía que hay entre las drogas y los medios de comunicación. Porque los
medios que nos ofrecen atontan, nos hacen perder las perspectivas de nuestra auténtica
situación, etc. para hacernos imaginar “mundos irreales”. Los medios dan de comer- a la
fantasía y le cierran las puertas a la razón.

— Haga la prueba: extraiga contenidos de la prensa, de una revista, de un día por


TV o Radio. Con ellos puede preguntarse: ¿qué dicen? ¿Esto es lo verdaderamente
interesante, en nuestra real situación?

5. Manipulación

Constatamos el hecho. Volveremos ampliamente sobre el tema. Mientras tanto


tenga la seguridad de que los perceptores son manipulados, engañados.
6. Dependencia

La dependencia tiene hoy un nuevo nombre muy explicativo: “dependencia de


información”. En tecnología está de manifiesto.

— En información: depende de las grandes agencias internacionales; las


informaciones “que interesan” llegan tarde y deformadas. Las que son anodinas llegan en
vivo y en directo. A veces las noticias de los propios países deben subir para luego ser
distribuidas.

— Detrás de cualquier agencia internacional está una voz orientadora,


fiscalizadora; hay censura y autocensura, porque los puestos internacionales están muy
solicitados.

— Observe la prensa diaria. Vea unos paréntesis, unas firmas: son las siglas y las
firmas internacionales que han preparado los artículos de prensa, las informaciones. Ya
vienen con el sello de calidad, selladas, enlatadas. Únicamente necesitan ser leídas,
transcritas. Y la desidia de quienes operan a nivel nacional, es tan grande que no se
toman la molestia de modificarlas, de darles una redacción más consonante con la
terminología nacional.

— La advertencia de Puebla, como testimonio de autoridad: “Es particularmente


grave el manejo de la información que sobre nuestros países o con destino a los mismos,
hacen empresas e intereses transnacionales” (No. 1071).

“La programación, en gran parte extranjera, produce transculturación no


participativa e incluso destructura de valores autóctonos..., su impacto masivo y
compulsivo puede llevar al aislamiento y hasta la desintegración de la comunidad familiar”
(No. 1072).

— Se depende de los medios: La posibilidad de cambiar de canal es una ilusión.


Cambie donde cambie, siempre serán los mismos contenidos, similares programas. “Nos
cuadran la mente”, por medio de la programación general. Hay un sólo carril, una sola
dirección, sin oportunidad de dejar oír la voz de protesta. Formamos “la masa silenciosa”.

7. Los perceptores

Usted es un perceptor privilegiado: las oportunidades que ha tenido en la vida de


estudiar, de relacionarse en un medio social culto, el aprendizaje para utilizar medios
técnicos. La formación y capacitación que hemos adquirido nos impide comprender, en
gran parte, al otro gran sector de perceptores de medios de comunicación que no poseen
las destrezas que nosotros tenemos.

En un porcentaje muy elevado el perceptor latinoamericano es “analfabeto icónico,


de la imagen”. Ve las imágenes, no sabe leer entre imágenes; no tiene destreza para leer
entre las líneas del diario, de la revista; no lo han educado para leer el lenguaje de los
medios actuales; comprende muchos de los contenidos por intuición. Se aceptan los
mensajes, de modo global, “porque viene de los medios que le son conocidos”. Nadie le
ha enseñado a cribar mensajes.
— Nos dejamos en manos de nuestra propia imaginación, estimulados por lo
bonito y por la música de fondo. Momento propicio para que nos inyecten mensajes
colaterales. Con esa disposición pasiva, no es nada difícil llevar a un perceptor al
mercado de los medios.

— No es difícil, “para quien está lleno de problemas”, introducirle en un “mundo


fascinante”. Sabe, por experiencia, que ese es un modo de olvidar los propios problemas,
de aislarse de su realidad: nos pueden narcotizar con comiquitas, con series televisadas,
con películas de vaqueros. No importa la vuelta a lo real, pronto comienza otro programa,
otra película, otra tira cómica.

— Los perceptores no tienen acceso a los MCS. Se les permite dar una respuesta
rápida en encuestas, ser llamados a concursos, espectadores en programas de opinión,
precisamente para reforzar la opinión de quienes hablan. El perceptor nunca llega a ser
protagonista. El perceptor, dada la situación de los MCS, no tiene nada que decir, el
perceptor es consumidor.

8. ¿Campos de misión?

Mientras estaba resumiendo esos datos sobre los MCS y seleccionando los
hechos a que nos estamos limitando, porque hay más que veremos posteriormente,
recordaba la figura de Domingo observando el panorama del eje Tolosa-Narbona, corno
un valle alargado, en el Mediodía de Francia. Debió estudiar bien su campo de misión. Y
no cayó en el pesimismo impotente. Aportó una luz brillante, como solución práctica:
Trabajar en el mismo terreno, utilizar los mismos medios, acudir a las citas de los grandes
eventos preparados por la herejía, defender su derecho a informar la Verdad, discutir
públicamente, en una palabra: llenó todo ese campo de misión de Evangelio, hasta la
saciedad.

Los MCS son hoy, para los dominicos, nuestro reto, nuestro campo de
evangelización. Es posible que la visión presentada, como campo a ser evangelizado, sea
muy negativa. Tiene también su vertiente positiva. Y esa será la tarea que usted deberá
completar.

Mientras tanto: “El término “lugar de evangelización” expresa la realidad de


diversos modos: primero, el lugar geográfico donde podemos encontrar auditorio;
segundo, las exigencia sociales y psicológicas de los hombres; tercero, los medios de
evangelización, v. gr. instrumentos audiovisuales; cuarto, la mentalidad con que
evangelizamos” (Capítulo de Roma, No. 29).

OBJETIVO No. 3 Diferenciar “comunicación” e “información”

Se están utilizando algunos términos como sinónimos, cuando no lo son. Y no se


trata de simples nombres. Las denominaciones conllevan en si contenidos que significan
cosas diferentes. Eso ocurre con los términos “Comunicación” e “Información”. De ahí
nuestro interés para detenernos a reflexionar sobre ellos: son dos realidades diferentes.
1. El concepto de información

— Para la filosofía escolástica el hecho simple de “informar” es ofrecer la propia


forma a otro para que, aprehendida, la posea como propia. “Recibir la forma de otro “es
conocer qué es el otro, es posesionarse del objeto entendido; el sujeto recibe la forma del
objeto. En este sentido: El sujeto que recibe “lo que es el objeto” entiende perfectamente
“lo informado”. Es el enterarse de qué es el objeto cuya forma se asume. Es recibir el dato
significativo para entender “la verdad del objeto”.

— En nuestro lenguaje ordinario, información es el recibir datos significativos, las


noticias, los hechos, etc., por medio de los cuales entendemos qué ha sucedido o qué es
lo que nos han dicho sobre el particular. Recibir datos. Y para que yo pueda recibir esos
datos me han debido informar, ofrecer, ponerlos ante mí para que, mediante mi proceso
de recibir y asimilar datos pueda entender de qué se trata.

— El proceso de la información: Los datos que posee una Fuente son codificados
por un Emisor, el cual los pone en un medio adecuado para que los reciba el Receptor.
De este proceso trata la Ciencia de la Información. En esta ciencia se inscribe la
Computación. La Informa’tica, es decir, la “información técnicamente automatizada” utiliza
un medio especial, el computador. Lo mismo que la Información periodística utiliza el
periódico; o la información radial utiliza el medio radio.

— La información, por lo tanto, se limita a un área: ofrece datos a un receptor.


Cuando éste los ha recibido, el proceso de información ha concluido. No importa que sea
entre dos máquinas, entre dos personas, entre una persona y una máquina. Lo
verdaderamente significativo es el ofrecimiento de datos al receptor.

— Pero también se pueden retransmitir opiniones, ideas, juicios, etc., como se


retransmiten datos. Es decir: las ideas, los juicios, las opiniones que tiene un Emisor se
pueden depositar en un medio técnico y ser ofrecidas a un receptor. Así, como veremos,
se entra en el camino de la comunicación humana.

— Lo importante, lo que específica el hecho de la Información, por lo tanto, son los


datos. Veamos un ejemplo:

La imagen, por la cual conocemos un objeto (una mesa, una silla, una página, un
sonido, una frase, etc.) estimula algún órgano de los sentidos (el ojo, la nariz, el oído,
etc.). Cuando la persona (en caso de la máquina el proceso es el mismo, aunque
mecánico) ha sido afectada en sus órganos receptores, comienza el proceso de
percepción hasta llegar a comprender intelectualmente qué es, o qué está diciendo el
objeto que se quedó fuera. Los objetos han informado a los órganos receptores de su
propia naturaleza, han informado qué están diciendo.

Usted lee el diario de hoy: ha recibido información; lo ha percibido por medio de su


vista, ha leído, ha tomado la información, los datos, que estaban impresos en las frases
del periódico. Lo mismo cuando ha escuchado la información por radio; igual cuando
alguien le dice algo.

“Entendemos por información todo proceso de envío unidireccional o bidireccional


de información-orden y receptores predispuestos para una descodificación excluyente y
para desencadenar respuestas programadas” (A. Pasquali, “Comprender la
Comunicación”, Monte Ávila, Caracas, 1980, Pág. 50).

— Los receptores pueden dar respuestas, pero éstas están programadas de


antemano, respuestas previstas por el programador: Cuando usted pide una respuesta al
computador, esa respuesta ha sido programada. Un computador no sabe dar respuestas,
no programadas, sobre contenidos connotativos, por ejemplo.

— Las clases de información: Hay muchas posibilidades. Sintetizamos:

a. Directa: presencia del emisor y receptor.


b. Indirecta: media alguna distancia considerable (también tiempo), entre
emisor y receptor. Es el caso del libro, del diario, noticias ofrecidas en la
noche, etc.
c. Unilateral: en una dirección nada más.
d. Bidireccional: hay respuesta del receptor, pero está programada. Es el
caso de las máquinas.
e. Privada: para un receptor o para muy pocos.
f. Pública: la información destinada a toda clase de receptores; cuando la
información “no es secreta”.
g. Masiva: dirigida a una colectividad; llega a muchos al mismo tiempo, puede
ser utilizada por muchos a la vez, en tiempo diferente, etc.

Se puede clasificar, del mismo modo, teniendo presente el medio técnico o el


código que se utiliza para la información: Información visual, electrónica, sonora,
audiovisual, etc.

2. Comunicación

a. Etimología

Proviene de communis, común, comunión, comunicación. Lo que se pone en


común para ser participado. Sto. Tomás de Aquino utiliza la palabra comunicatio en el
sentido de comunicar, comulgar, convenir, participar. Dada esta significación, podemos
comprender por qué se habla de comunión y participación cuando expresamos
“comunicación social”.

b. El contenido

— Referido a la acción de poner algo en común.

— Es el hecho de conversar, intercambiar ideas, conceptos, emitir juicios, etc.


entre dos personas (no máquinas).

— Ofrecer parte de lo que uno tiene para otro, pero sin renunciar a lo que se pone
en común. El hecho de que yo le comunique algo no implica que yo renuncie a ello.

— Como efecto: conocimiento entre dos personas; conocimiento mutuo que


resulta de haber puesto algo en común (conocimientos, sentimientos, etc.).
— De modo global: Ofrecer datos (información) para que otra persona cambie su
actitud, su pensamiento, etc. y ofrezca una respuesta razonada (nuevos datos en el
proceso de comunicación, nueva información), por los cuales el Emisor conoce la
reacción (el cambio esperado) del Perceptor.

“Es una relación real establecida, que consiste en el descubrimiento del “yo”, del
“otro” u “otros” y en la donación de un contenido, que implica una dualidad de términos —
emisor y receptor—, coexistente en el sustrato común que sirve de base a su
correspondiente proceso y que supone la presencia de un mensaje, y la necesidad de un
código, con la finalidad última de convertirse en un estímulo de conocimiento” (Pedro
Orive: “Estructura de La Información “, II, Edit. Pirámide, Madrid, 1978, Pág. 27).

— “Comunicación es la relación comunitaria humana consistente en la emisión-


recepción de mensajes entre interlocutores de total reciprocidad, siendo por ello un factor
esencial de convivencia y un elemento determinante de formas que asume la sociabilidad
del hombre” (Pasquali, oc. Pág. 51-52).

El mismo autor (Pág. 49) especifica: “Relación de comunicación sólo es aquella


que comporta el uso de canales naturales en la fase extrema de enviado-recibido, la
producción de efectos de convivencia, y una situación auténtica, acción recíproca entre
agente y paciente”.

— “Hay otro nivel, que es el que corresponde al “deber-ser”: el de la participación


dialógica (comunicación propiamente tal), a la luz de la cual es preciso enfatizar el
carácter de persona de los sujetos que intervienen en el proceso. Sujetos conscientes y
libres que intercambian mensajes, no reduciéndose a ser uno “emisor” y el otro “receptor”,
tampoco limitándose éste a dar respuestas como reacción a los estímulos generados o
promovidos por aquel, sino compartiendo ambos activa, autónoma, creativa y
críticamente, la develación y la construcción del sentido de la realidad a partir del
intercambio de información y de la expresión recíproca de ideas y sentimientos”
(“Comunicación, misión y desafío”, Celam-Decos, Bogotá 1986, Pág. 21-22).

c. Características

— Es comunicación humana la que se opera entre personas. En los dos extremos,


como afirma Pasquali, deben estar presentes dos personas. Dado el caso de que la
persona humana se pueda poner en contacto con otros seres no humanos, no sería
auténtica comunicación.

— Es una comunicación simbólica. La relación se realiza mediante símbolos. La


utilización de los símbolos es intencional y es compartida. Se utilizan esos signos y no
otros, porque se sabe de antemano que pueden provocar respuestas congruentes (Cfr.
Sanabria, F. “Estudios de comunicación”, Edit. Nacional, Madrid, 1975, Pág. 43).

— Lo que puede caracterizar definitivamente la comunicación humana es el


diálogo: “El diálogo consiste en una puesta en común y una confrontación de ideas y
sentimientos entre personas. Como puesta en común, el diálogo es factor originante del
estar-en-comunidad. En efecto, no sólo se pueden poner en común los bienes materiales,
sino también los espirituales; a éstos últimos corresponde la “comunicación social”
entendida y realizada en su deber-ser... los interlocutores buscan el descubrimiento de la
verdad a partir de un constante interrogante sobre el sentido de la realidad que les rodea
y de su propia existencia como seres en el mundo” (Comunicación, misión y desafío, oc.
Pág. 25).

d. Tipos o clases

Dos grandes demarcaciones:

— INTRAPERSONAL: es la autocomunicación. El proceso por medio del cual nos


entendemos a nosotros mismos; nos autorrelacionamos con todas las áreas de nuestro
propio ser de personas; “entendemos que nos entendemos”, es el dialogo interior,
mediante la contemplación, tan característica de nuestra Orden.

— HETEROCOMUNICACIÓN, comunicación interpersonal: la relación con otro. El


diálogo con otra persona. Pueden darse muchas clases, como en información. La
comunicación humana es directa o indirecta, siempre debe ser bidireccional, puede ser
privada, pública, social.

3. Relación entre comunicación e información

Una vez definidas las áreas de cada una de ellas, aportamos unas características
específicas:

— Para que se efectúe la comunicación, previamente o en el mismo proceso, debe


darse información. Para la comunicación es imprescindible que se le aporten datos al
perceptor humano.

— En la comunicación hacen falta respuestas humanas, congruentes, personales


del perceptor; no deben estar programadas. Se responde mediante el propio juicio
racional.

— Es decir: en los dos extremos debe haber “personas”, tanto en función de


emisor como de perceptor. Personas que se entienden porque ponen algo en común. La
autentica comunicación únicamente es factible entre personas.

— Caracteriza la comunicación el diálogo. En información no se da el diálogo.

— Los datos, en la comunicación, conllevan significación que deberá ser


interpretada por el perceptor. La máquina no interpreta. Los datos, en la comunicación,
conllevan intencionalidad, afectos, sentimientos, etc. En la información cuando se pide
respuestas, las manifestaciones son mecánicas.

— Por lo tanto, cuando nos referimos a información entre personas queda


entendido que se limita al ofrecimiento de datos de un Emisor a un receptor; por lo
general es unidireccional, el emisor no desea respuestas del perceptor.
4. Comunicación social

Somos sociables por naturaleza. Vivimos en sociedad. La más estricta


comunicación entre dos personas se opera dentro de un entorno, un contexto social.

— Son inseparables comunicación y vida social, vida comunitaria.

— Nuestras relaciones, en sociedad, son simbólicas. Nos comunicamos,


socialmente, por medio de signos: compartimos signos en comunidad.

— La “acción social”, descrita por Max Weber, es clásica: “Una acción es social en
cuanto que, en virtud del significado subjetivo que le confiere el individuo (o individuos que
actúan), tiene en cuenta el comportamiento de los demás y, de ese modo, queda
orientada en su transcurso” (“Economía y Sociedad’ FCE, México, 1983).

— La interacción social, necesaria para la vida en comunidad, se opera cuando yo


entiendo y comprendo los significados de los actos de la otra persona que los realiza; es
decir, cuando se ponen en común experiencias, hechos de vida, gestos, signos, horarios,
etc. y, por lo tanto, son comprendidos por los otros componentes de la misma comunidad.
“Somos animales simbólicos” (Saussirer, E. “Antropología filosófica, FCE. México, 1976,
Pág. 45).

— “Debemos entender la interacción simbólica como aquello que constituye el


verdadero material de la personalidad, el carácter, el ser y la identidad humana. Sólo a
través de la comunicación, en términos de símbolos compartidos, es posible que cada uno
de nosotros adquiramos el propio sentido de ser, carácter e identidad” (Nisbet, R.
“Introducción a la sociología’ Edit. Vicens-Universidad, Barcelona, 1982, Pág. 57).

— Por lo tanto, el concepto general de comunicación social, está determinado por


el hecho de vivir y compartir en comunidad. El hecho de poner en común, el modo
humano, cosas que compartimos. Por lo que, el hecho de la comunicación en sí, ya es un
hecho social-comunicacional.

— Apreciamos que la comunicación humana es el primer paso para lograr el


entendimiento entre las personas que componen una misma comunidad.

— Deberán ser medios que permitan el diálogo comunitario, el compartir en


comunidad, el poder expresarse libre, responsablemente.

— Por lo tanto: la comunidad deberá recibir la información necesaria para el inicio


de la comunicación, para poder compartir. Del mismo modo quedaría excluido de este
contexto en el que nos desenvolvemos, hecho de la simple información. Para la vida
social, comunitaria, debe la comunicación.

Se caracteriza por la comunicación libre (liberadora), donde no barreras para la


expresión, recepción y en las respuestas. Caminos ida y de vuelta.

— Aunque la comunicación sea social no por eso pierde sus características


esenciales de entre personas.
— No se trata de “mucha gente”, “muchas personas”: la comunicación social se
afianza “en cuanto a personas, no en cuanto al número. La comunicación social no es
“masiva “.

— “Se está en comunidad porque se pone algo en común a través de la


comunicación (. . .) Toda estructura social será el reflejo del sistema de comunicación en
ella existente, en sus cierres y aperturas, de su permisibilidad o controles, de su desarrollo
o subdesarrollo…” (Pasquali, oc. Pág. 44).

5. Comunicación de masas

Utilizamos este término porque está muy extendido. Lo rechazamos. La


comunicación es entre personas conscientes. La masa, en sentido peyorativo, es el signo
más evidente de la despersonalización. Se podría aceptar el término información a las
masas, información masiva, etc. Nunca comunicación de masas.

— El primer problema que encontramos es sobre la confusión que se da entre


medios utilizados para la información a las masas (cine, radio, televisión, periódicos,
revistas, etc) y lo que se informa por esos medios. Los medios, en cuanto medios para
transportar mensajes, ni son de masas ni son de comunicación humana y social. Son
medios. (Wright, C. 'Vomunicación de masas" Edit. Paidás 1972).

a. Cultura nacional

El concepto de cultura, en su sentido antropológico, se refiere a todo aquello que


realiza el ser humano. Compartirnos, como patrimonio humano, "nuestra cultura".

El grupo humano, constituido históricamente en nación, región, posee unas


características que le son propias y, por ellas, se diferencia de otras. Podemos pensar a
nivel de Orden.

"La cultura nacional no es la suma turística de las piedras, héroes, folklore y


modas que caracterizan groso modo el estereotipo nacional, sino la síntesis del
patrimonio espiritual de una comunidad nacional (Pasquali, oc. 166).

El diálogo entre culturas es, posible. Un diálogo donde se concurre como partes
iguales, donde se intenta compartir. Los medios de comunicación, así, juegan un papel de
importancia. Todo lo contrario ocurre cuando, por esos medios, se intenta destruir,
aniquilar o restar importancia a las culturas de una región, nación, para dar paso a otras
extrañas.
b. Cultura de masas

ORIGEN DE LA CULTURA DE MASAS

INDUSTRIALIZACIÓN Cambios en la vida moderna:


• Tecnología
• Concentración industrial
• Mayor producción de bienes
• Crecimiento económico

MODELOS DE SOCIEDAD:
• Sociedad mercantilista
• Sociedad comunista
• Sociedad utilitaria

CONCENTRACIÓN INDUSTRIAL

EXODO RURAL

SOCIEDAD DE MASAS:
• Desarraigada
• Masificada
• Manipulada
• Politizada

TRANSPORTE Y COMUNICACIONES:
• Sociedad en movimiento
• Sociedad planetaria
• Sociedad audiovisual

ESTAMOS SITUADOS EN ESTA SOCIEDAD

Por cultura de masas entendemos el fenómeno, reciente en la historia, unido a la


formación de la sociedad de masas, originada por la era de la industrialización. (Como se
expresa en el gráfico anterior). Es un producto netamente capitalista que se forma unido a
la división del trabajo, tal como se nos presenta desde el siglo XIX.

El fenómeno es el mismo: Concentración de una masa obrera junto a las fábricas.


Lugares de producción y concentración de una masa informe junto a los medios de
información “para la masa”.

La dependencia (en todos sus aspectos) que unos países tienen, afianza el viejo
esquema colonial, aunque tenga características modernas: las naciones son tratadas
como menores de edad (paternalismo-infantilismo); se crean controles diversos, donde no
están ausentes los ideológicos; se difunden, por los medios existentes, culturas propias
de los dominadores; se desprecian los valores nacionales, la propia cultura de los pueblos
se toma como folklore; aparecen los testaferros nacionales que le van a hacer el juego a
las compañías internacionales, ellos se pliegan a la nueva cultura y serán los agentes
más eficaces que pueden encontrar las transnacionales.

Por su parte, el colonizado, se estima inferior, ante tanta grandeza, tanto


desarrollo, tanta riqueza. Así nace, a la vez, el deseo de adquirir esos valores, esas
formas de vida; nace la admiración. Pero, esa es la realidad, el resultado será la
marginación, nacerá una cultura marginal.

“Cultura de masas” es el residuo de todos los mensajes ómnibus vehiculados por


agentes transmisores de información y sedimentación en el polo receptor, constituido por
una sociedad de masas... El rasgo más característico de la massculture es su esterilidad
a los fines de un auténtico con saber, por tratarse de una vehiculación sin canales de
retorno que reviertan dialécticamente al polo transmisor” (Pasquali, A. “Comunicación y
cultura de masas’; Monte Ávila, 1980, Pág. 86).

“La masa es todo lo que no se valora a sí mismo, ni en el bien ni en el mal,


mediante razones especiales, pero se siente “como todo el mundo”, y sin embargo no se
angustia, es más, se siente a sus anchas al reconocerse idéntico a los demás. .. La masa
arrasa todo lo que es diferente, singular, individual, cualificado y seleccionado... Es un
absurdo estado de ánimo: sólo está preocupado por su bienestar y, al mismo tiempo, no
se siente solidario con las causas de ese bienestar” (Ortega y Gasset, “La rebelión de las
masas”).

— Lo que se transmite, por unos medios, es “la cultura de masas” o “la información
para las masas”.

— Los “vehículos para una cultura de masas no son, finalmente, ni los de la


comunicación ni los de la difusión, sino escuetamente los de tipo ómnibus, por la universal
interpretabilidad de sus significados: la prensa y no la obra literaria o científica; la radio o
la TV en su puro empleo informativo y no el concierto, el teatro o conferencia (dirigida a
una masa presencial); el cine y los comics y no la exposición, la enseñanza o cualquier
otra forma de saber... “(Pasquali. A. oc. Pág. 88).

c. Características de la información para las masas

De la bibliografía que recomendamos extraemos algunos criterios:

— Utiliza un lenguaje especial para interpretar la realidad, para transformar la


realidad cultural, según unos patrones ideológicos preestablecidos.

— El vehículo o canal elegido siempre es un medio de comunicación conocido,


aceptado (Cine, Radio, TV. Periódico, etc.).

— Los codificadores (emisores inmediatos) presentan los mensajes o la


información, según patrones impuestos por dueños o intervinientes de los mismos
medios, los cuales han recibido desde más arriba las directrices.

— Los emisores, los verdaderos emisores, forman un grupo despersonalizado;


aparece el grupo responsable, no las personas.
— Queda implicada una cadena de valores, revestida de ideología, que orienta y
condiciona las informaciones ofrecidas; ellos orientan cómo deben ser leídas las
imágenes, los signos, etc.

— La información (conjunto de informaciones) se ofrece como un gigantesco


mecanismo, bien organizado, bien estructurado, por despertar la confianza, la seguridad
del perceptor.

— Se vende, porque es un producto, que concurre al mercado de las relaciones


impuesta por esos mismos modos de presentarse.

— Siempre está destinado al gran público. Lo mismo que en el mercado: cuanto


mayor sea el número de posibles compradores, mejor. Interesa la cantidad de los
asistentes.

— Se presenta bajo la formulación convincente, bien sea de modo rígido o flexible


(comunicación imperativa).

— Se ofrece en forma de mosaico, como unidades culturales que encajan


perfectamente unas con otras, muchas veces interdependientes entre sí, y dejan la puerta
abierta para hacer referencia a otras estructuras superiores que no aparecen
visiblemente.

— Se difunde como completa, suficiente en sí misma, no se tiene que buscar en


otra parte ningún complemento; todo se tiene a la mano, con ella se puede triunfar.

— Se apoya en una clara filosofía de la vida.

— Los valores tradicionales son reemplazados por valores modernos, que sirven,
que son efectivos, útiles, prácticos, etc.

— Siempre aparece alguna referencia a un determinado control social (dominio-


predominio de la sociedad sobre los individuos, de algún grupo sobre otro), lo cual se
presenta, a la vez, como beneficioso para todos.

— Manejada por monopolios nacionales y en conexión con otros internacionales.

— Los mensajes que se ofrecen son para consumo masivo: porque “nos
identifica”, “nos cuesta menos”; “debe ser así”: porque eso hace posible el adquirirlo,
“llevarlo a casa”, etc.

— Está prevista la recepción “de modo individual”. De ahí la ilusión de “para mí”:
no se tiene presente que esa misma emisión, ese mismo diario está llegando a millones
de personas.

— Los canales de retransmisión están siempre abiertos, pero en la única dirección


de ida, sin regreso. No se ofrece la posibilidad de diálogo. Usted podrá manifestar “su
rechazo”, pero lo tiene ya en casa. Es el caso de quien dice, tan inocentemente, que no
“hace caso de la publicidad que le dan por los canales”; algunos afirman “que cambian de
canal” (en los otros canales tienen la misma publicidad).
— Aunque se prefiere la cantidad a la calidad, hoy día se ofrecen mensajes
masivos con una calidad extraordinaria.

— La finalidad: Influir determinantemente, al mayor número posible, lo más


rápidamente, con el mayor grado de eficacia, al menor costo.

— Cuando interesan las posibles respuestas que el perceptor puede manifestar:


se abren otros canales adicionales (cartas, entrevistas en la calle o en el domicilio,
teléfono, etc.). Pero no se busca la respuesta humana, lo importante (y así lo dicen con
toda claridad) es la respuesta del consumidor.

Como corolario de la reflexión de este objetivo la recomendación que nos hace el


Capítulo General de Walberberg: “... Para que conozcan mejor los procesos de
transformación de la sociedad y de las diversas culturas, provocados por los medios de
comunicación social. Debemos promover esta labor principalmente para que pueda
superarse cuanto antes la distancia entre cultura “audiovisual” y el anuncio del evangelio”
(No. 17, B, 4).

OBJETIVO No. 4 Señalar las características de la incomunicación

Hemos intentado ubicar el proceso de la comunicación en torno a la persona; para


nosotros lo importante es la persona humana. Y, de modo principal, la persona del
perceptor. El perceptor, como sujeto de evangelización, está al final de nuestra
preocupación. A él se dirige nuestro estudio, nuestra predicación. Con él entablamos el
diálogo.

Pero no siempre se opera el proceso de comunicación de una manera eficaz. Hay


veces que “no nos entendemos”. Donde “el diálogo es imposible”, ocurre algo. La
incomunicación se hace presente en nuestra sociedad. Nos servimos del libro “La
incomunicación’ de Castilla del Pino, C. Edit. Península, Barcelona, 1985.

1. Hacia una definición

— Se trata, evidentemente, de una acción que intenta ser comunicativa y no se


logra: fracaso de la comunicación. Los mensajes emitidos por el emisor no llegan al
perceptor; el perceptor no entiende qué le dicen. Y silo entiende lo hace en el contexto de
una significación que no es la puesta por el emisor.

— Está referida al poner barreras, obstáculos, ruidos, etc. en el proceso de ofrecer


información. El perceptor u otra persona interviniente, de modo consciente o inconsciente,
obstaculiza la fidelidad de la emisión, transporte o recepción.

— Es un aislamiento entre quien habla y quien debería escuchar con atención.

— El origen o la causa de la incomunicación puede estar tanto en el Emisor, en los


Medios o en los Perceptores.

— Especificamos que se trata de una incomunicación humana-Cuando la ruptura


es técnica, mecánica o tecnológica, se corta totalmente la comunicación: el proceso no
sigue. En este caso se refiere a desperfectos en los emisores-medios, en los receptores
materiales; porque se va la luz, etc.

— La incomunicación es un extrañamiento: “se vive fuera de la propia realidad”, se


puede estar con el cuerpo en una comunidad mientras que su espíritu está fuera; es el
hecho de “ser extraño en la propia casa”, etc.

2. Las comunicaciones parciales

Se podría pensar en una “comunicación a medias”. No es posible. El nivel de


compartir que impone la vida de comunidad debe ser abierta, sin fronteras. Lo que
debemos poner en común, para participar, no puede ser “a medias”. Se pone o no se
pone. No podemos compartir una “luz medio encendida y medio apagada”.

— En la vida social, comunitaria, se puede producir el desajuste comunicacional:


cuando uno ha puesto su parte, lógicamente, espera que los demás hagan lo mismo. En
la comunicación de bienes lo vemos con claridad; en la comunicación personal ocurre lo
mismo; si es el caso de compartir informaciones: el proceso de comunicación no se va a
realizar, se queda con el hecho de ofrecer información “no compartida”. Por eso aparecen
los silencios, posibles enfrentamientos, reclamos, en una palabra: desajustes en la
comunicación.

3. El intento de manipulación rompe la comunicación

Cuando un miembro de la comunidad, de un grupo social descubre que ha sido


manipulado mediante informaciones, por un proceso que él estimaba era de
comunicación, se aísla, se cierra en su interior, se incomunica, desconfía. Se deberá
producir un nuevo proceso por el cual vuelva a la confianza perdida.

— Se manipula, se engaña en la comunicación, cuando se suministran datos


falsos o que no están de acuerdo con la realidad.

— Se pueden ofrecer datos amañados (mitad verdaderos, mitad falsos) para


intentar ofrecer, por esos datos, un ambiente, una realidad, unos hechos que, en si, no
existen, o son de otra forma. Se cambian documentos, se modifican hechos, se presentan
documentos no existentes, se muestran otros como verdaderos. Se puede afirmar, en
nuestro caso, “que toda la Orden piensa a sí”, cuando no es verdad; “que esa es la
dirección de toda la Orden”, etc.

4. “Entendimiento” y “comunicación”

“Puede haber “entendimiento” (comprensión) y no darse la comunicación. Así lo


entiende Castilla del Pino (oc. Pág. 17). Se refiere a entender el mensaje, comprender lo
que dice, etc. pero no compartir. No se comparte ni el contenido ni la autoridad de quien lo
dice. Hay información (se reciben los datos), pero no hay comunicación. No se dan
respuestas, no compartimos.
5. El lenguaje

El análisis del lenguaje utilizado nos puede llevar a descubrir en él la posible


incomunicación que conlleva. Se “habla en otro código” y, naturalmente, los miembros de
una determinada comunidad “no se entiende”. Hay un llamado expreso para analizar
nuestro lenguaje, porque en él se pueden esconder las causas que facilitan la
incomunicación. (Pág. 47).

6. Malentendidos

Por lo general proviene a expensas de las interpretaciones, que nos obligan a


sobre entender, cuando nos hablan. No es extraño que le echemos la culpa a que fue mal
interpretado; puede ser mal formulado, o se utilizó un medio no apto, una ocasión no
oportuna, etc. De la forma que sea: los malentendidos crean incomunicación, rompen la
comunicación. (Pág. 54).

7. La incomunicación se da en el propio ambiente

Tanto la comunicación como la incomunicación operan en el ambiente propio de la


vida de las personas. No se deben buscar, siempre, causas extrañas. El primer ámbito
que debemos analizar es nuestra propia realidad.

8. Rechazo de la comunicación

Con el rechazo de la información se rompe la comunicación. Puede ser un rechazo


justificado: se pueden tener razones para no aceptar el mensaje. También se puede
rechazar sin tener justificación alguna. Se puede rechazar al Emisor, al contenido (el
mensaje en sí) o al medio utilizado (Pág. 60 y ss).

9. Lo cotidiano

Se refiere a la rutina, lo sabido ya. Suponemos que “lo que va a decir, ya lo han
repetido infinidad de veces”. Es la rutina, en la cual nos ‘instalamos. La rutina es la barrera
de defensa “para no participar”, es decir, “para que no nos saquen de nuestro quehacer
cotidiano” (Pág. 69).

10. Aburrimiento

Nos acostumbramos a ver nuestra propia vida de modo estático. Puede haber un
sector del grupo que le interese aislarse: no desea aventurarse en nuevas perspectivas de
la vida. Se rechaza cualquier clase de comunicación (por lo tanto hay imposibilidad’ de
cambiar de parecer) que le comprometa a modificar, en algo, su modo ordinario de vivir.
Se “rechaza lo cambiante”. El escepticismo con el cual arrastran su vida de grupo le lleva
al nihilismo práctico, donde no es posible ni la comunión ni la participación. “Es un
aburrimiento existencial” (Pág. 73 y ss).
11. Fetichismo

Castilla del Pino lo examina desde la óptica de “poner nuestro corazón en la


posesión de un objeto que representa una realidad determinada”. La posesión del fetiche
ofrece una ilusión de tener lo que representa el fetiche. “El fetichismo del dinero emerge, y
se ansía la acumulación del dinero en sí mismo, ante la incapacidad de poder disponer de
lo que el dinero representa. El fetichismo se da como expresión de la incomunicación
entre las personas y la realidad” (Pág. 79).

12. Pérdida de la espontaneidad

“La pérdida de la espontaneidad supone, sin duda alguna, el fracaso más


descarado de la comunicación humana”. Para el autor no cabe duda de que para poder
convivir hace falta espontaneidad, sinceridad. Vivir sin recobecos supone una cierta
diafanidad, claridad en el obrar y en el decir. Cuando esas condiciones, esenciales para la
convivencia, no se ofrecen: se crean islas, cotos cerrados, “intocables”, donde las
pantallas son fachadas principales; hay miedo a pedir ayuda, reticencia para compartir,
etc.

13. Las ideologías

Ideologías cerradas en una dirección única, que intentan imponerse; que se


presentan como solución exclusiva; la sacralización de posiciones conceptuales extremas
ofrecen la barrera de “a mí no”; se exige reverencia y no hay correspondencia de hechos
anteriores, para que se vea uno obligado a reverenciar. Se ofrece la propia ideología para
el intercambio, pero con la ideología no hay posibilidad de intercambiar nada. El diálogo
no es posible.

14. También los medios

Los medios también influyen en la incomunicación. Marshall McLuhan (“La


comprensión de los Medios, Edit. Diana, México, 1975), afirma que los “medios son
extensión de los sentidos”. Los medios son amplificadores de nuestras capacidades.

Una y mil veces aboga y advierte que “el medio es el mensaje”. La fuerza de los
medios es tan potente que conlleva “otros mensajes”, no depositados por el emisor-
fuente: “Los efectos de la tecnología no se dan a nivel de opiniones o de conceptos sino
que cambian las proporciones de los sentidos o pautas de percepción, de modo continuo
y sin resistencia alguna” (Pág. 42).

“Una vez que hemos entregado nuestros sentidos y nuestro sistema nervioso a la
manipulación particular de los que intentan obtener algún beneficio tomando en arriendo
nuestros ojos, oídos y nervios, se nos deja realmente sin derechos “(Pág. 98).

No cabe duda: el desarrollo tecnológico de los medios facilita la comunicación,


también la dificulta. Los medios de comunicación son, a la vez, medios de
incomunicación. Pueden informar mucho y no comunicar nada.
Porque la tecnología fija en su lugar el Emisor y al Perceptor. Es un factor de ubicación,
de falta de oportunidad para intercambiar papeles.

OBJETIVO No. 5 Detectar hechos de incomunicación en América Latina

Para una visión global de la intervención de los MCS como factor de


incomunicación, o productor de incomunicaciones, en América Latina, no podemos perder
la perspectiva de que también ellos son factores de comunión y participación.

En un primer momento recomendamos las lecturas siguientes (Puebla):

— Aspectos de comunicación: No. 104-108; 212 ; 215-273; 326 y ss;


378;470;655;667

— Aspectos de incomunicación: No. 28-39; 44-53-57417; 431-436; 571;


1071-1072; 1264.

Repase las características del objetivo anterior.

1. Elegir los hechos

Se hace imprescindible la lectura de los hechos donde los MCS quedan


involucrados. Los hechos en sí, pero también en relación a la vida de comunidad, a la vida
del grupo donde esos MCS tienen importancia determinante.

Por nuestra parte, elegimos algunas áreas como ejemplos. A usted le


corresponderá el análisis de los aspectos que estima influyentes en su propio ambiente,
en su determinada situación’.

2. Fuentes, Emisores y Dueños

— Los MCS están en manos de muy pocos. Forman un círculo cerrado. La élite de
los medios de comunicación social es una evidencia, aunque no se conozcan por sus
nombres y apellidos auténticos. No faltan las pantallas.

— La publicidad, el alma económica de los MCS, no sólo está en las manos de


muy pocos y en círculos cerrados, sino también es el medio técnico de atar al perceptor al
sistema de vida que ellos, en unión de

Recomendamos la lectura del capítulo No. 2 de “Comunicación Misión y Desafío”,


Celam-Decos, Bogotá 1986. los dueños de los MCS, imponen. Son ellos quienes enfocan
la vida, las relaciones sociales, etc., hacia valores económicos, de modo marcado e
insistentemente. Presentan ideales ficticios, necesidades ficticias y falsas: ropas,
alimentos no necesarios, modos de vivir y comportarse en el hogar, tipos de mujer o de
hombre, etc. Los valores de comprensión mutua, de entendimiento, de convivencia
quedan relegados.
— Los MCS desenfocan la función que ellos deberían ejercer: Se manipula la
información, se desfiguran hechos; se presentan, exclusivamente, los hechos que
favorecen su propia ideología. En una palabra: informan lo que quieren. El concepto de
educación lo limitan a “buenos modales”, para lo cual hace falta comprar y utilizar los
productos que ellos anuncian.

Usan “la explotación de las pasiones, los sentimientos, la violación y el sexo, con
fines consumistas, constituyen una flagrante violación de los derechos individuales. Igual
violación se presenta con la indiscriminación de los mensajes, repetitivos o subliminales,
con poco respeto a la persona e igual a la familia” (Puebla, No. 1069).

3. Los medios

“El monopolio de la información, tanto de parte de los gobiernos como de parte de


los intereses privados, permite el uso arbitrario de los medios de información y da lugar a
la manipulación de mensajes de acuerdo con los intereses sectoriales. Es particularmente
grave el manejo de la información que sobre nuestros países o con destino a los mismos,
hacen empresas e intereses transnacionales” (Puebla, No. 1071).

“Los medios de comunicación social se han convertido muchas veces en vehículo


de propaganda del materialismo reinante pragmático y consumista y crean en nuestro
pueblo falsas expectativas, necesidades ficticias, graves frustraciones y un afán
competitivo malsano” (Puebla, No. 1073).

Abundan las investigaciones y estudios sobre la influencia de los MCS. Unos


ejemplos:

a. Periódicos, revistas, comics, etc.

En manos de “grupos editoriales” que, a su vez, coinciden con las “élites del
negocio de la comunicación”. Los contenidos generales, las orientaciones que se
imprimen, las formas de expresión, etc. son coincidentes.

El ejemplo más palpable en Latinoamérica lo constituye el “Bloque de Armas”.


Desde Miami se organiza el negocio de más de 20 millones de ejemplares, al mes, de
diversas revistas y publicaciones (Mecánica Popular, Buen Hogar, Cosmopolitan y un
largo etc.).

Las revistas “de historietas” ven la luz desde México. Por toda Latinoamérica se
distribuyen millones de ejemplares. En cada diario, revista o publicaciones semanales o
mensuales se podrá apreciar “el permiso de reproducción”, la “señal de origen”. Tome
usted el diario de hoy y constate.

b. Cine

Si examinamos únicamente el origen y su contenido general, podremos apreciar


que el medio-cine contribuye a un aislamiento, a un salirse de la propia realidad, a no
centrarse en los propios problemas.
Más del 80% de las películas proyectadas en Latinoamérica son hechas, fabricadas y
enlatadas en Estados Unidos. Últimamente se han abierto otros mercados, pero siguen
siendo extranjeros (Europa, Japón, URRS).

Es verdad que se producen películas en la región (Brasil, México, Argentina). El


bombardeo constante que reciben esas producciones, por parte de los grandes
distribuidores se hace así: desprestigian “por mala calidad”, por “mal sonido”, “porque
siempre son los mismos temas”, etc. De todos modos esas producciones se limitan a un
contenido localista. Hay sus buenas excepciones.

Por lo general, el contenido presentado es anodino, sin importancia para la región,


no crean ninguna problemática para el análisis, intentan, una vez más, distraer al
espectador latinoamericano.

c. Radio

Por la abundancia de estaciones de radio en Latinoamérica se podrá pensar que


este medio “está dejado de la mano de los grandes consorcios económicos

Constate usted mismo:

— Porcentaje de publicidad que usted escucha por cualquier estación comercial.

— Música nacional y música extranjera.

— De la información nacional: ¿cuánta tiene relación con algún aspecto


internacional? ¿Por qué se hace tanto énfasis en noticias internacionales y se relaciona,
de algún modo, con la problemática nacional? ¿De verdad es tan importante, siempre,
esa relación?

— Los programas, llamados de opinión: ¿De qué hablan, a qué inducen, qué
soluciones ofrecen? ¿Quiénes tienen acceso a esos programas?

— Con la potencia que tienen las emisoras: ¿Por qué se polarizan tanto donde
está la masa compradora? ¿Y el resto del país?

— Si usted se toma la molestia en averiguar “la organización” de las emisoras


podrá comprobar: Poco número de personas realizan, al menor gasto posible y con
detrimento de la calidad, toda la información de cada día; pocos, o ningún reportero
propio; se llenan espacios muertos. (es decir, cuando no hay posibilidad de vender), con
música, con radionovelas refritas, etc.

Ante ese panorama, usted se puede preguntar qué clase de auténtica


comunicación están dispuestos los dueños a promover mediante el Medio-Radio.
d. Televisión

La influencia de la televisión es decisiva. No es extraño que sobre ella se centren


todas las miradas. Decir que detrás de la TV están los grandes capitales nacionales y
extranjeros es no decir nada nuevo. Construyen una auténtica red de telaraña: Fuentes de
información, agencias, publicidad, etc. con sus respectivas conexiones sociales, políticas,
económicas.

— Abundan las programaciones extranjeras. Predominan. Usted mismo las puede


contar. Las nacionales se realizan con mentalidad extranjera.

— Los espacios publicitarios en la TV: ¿Por qué no cuenta el tiempo dedicado a la


publicidad mientras ve una película?

— Se utilizan películas educativas (por ejemplo, “Plaza Sésamo”, “Villa Sésamo”,


por no citar nada más que las más famosas). En algunos países se intentan nacionalizar,
es decir: se les pone “sonido criollo”, pero se deja el contenido inmutable; no se eliminan’
las manipulaciones evidentes.

— ¿Programas auténticamente educativos, por TV. en su país?

4. Los contenidos

El análisis de los contenidos nos pueden abrir nuevas perspectivas para conocer
qué dicen los MCS. Volveremos expresamente sobre el tema en otro objetivo.

En un recorrido rápido, mediante la observación de algunos MCS, no será extraño


el encontrarnos con lo siguiente:

— Hacer dinero.

— Utilizar la fuerza para conseguir su propósito.

— Se apela al engaño, a la vive4a, al don de gentes, etc.

— Hay una clase social de la que salen los protagonistas; hay unos que son
malos, otros que son los buenos. Naturalmente: los buenos son extorsionados por los
malos; los buenos pobres: son aquellos que soportan, los que rezan y saben perdonar, no
toman venganza porque es mala, se resignan. De ambos bandos se presentan los
prototipos: unos son blancos, otros negros; unos tienen unas determinadas características
muy especiales, también los “otros”.

— Vea telenovelas (aunque usted no sea de esas personas): cuente los


contenidos que expresan; observe que la protagonista, abunda ese ejemplo, viene de los
estratos sociales más bajos y se acomoda a la nueva sociedad, así triunfa. En otras el
contenido es fatalista: Se nace en la clase pobre y en ella se muere;los ricos siempre
serán ricos, pase lo que pase.

— Por otra parte: La vida es para vivirla, disfrutarla, y eso a como dé lugar:
algunos roban, sin dinero no se puede hacer nada; no se pueden comprar los productos
que dan belleza, salud (van acompañadas esas telenovelas de gran despliegue de
publicidad de esos mismos productos).

— Los honrados (científicos, estudiosos, los hombres de casa, etc.), no disfrutan


de la vida, se aburren, su vida es un fastidio: por eso se van de la casa los hijos, por eso
hay divorcios, etc.

— Siempre hay un camino abierto: el mundo mágico. Se presenta a las nuevas


cenicientas, las que han salido de los barrios bajos de la ciudad y han encontrado el amor,
las riquezas.

5. Señale causas

Los hechos que usted ha podido detectar tienen sus causas. Toda esa perfecta
organización no se hace por generación espontánea. Lo que usted observa no es por
casualidad: Si los dueños pequeños se unen es por algo; si se ofrecen constantes en los
contenidos es por algo; si se presentan ciertos tipos de personas es por algo.

Estamos seguros de que usted no piensa que el clima nos hace irresponsables;
usted no piensa que estamos condenados a ser como somos o como nos han hecho que
seamos; usted no piensa que la solución es domesticarse según la canción que nos
tocan.

Se impone una reflexión crítica para averiguar qué es lo que pasa, las causas que
producen esta inmensa incomunicación a que nos tienen sometidos. En una apreciación,
demasiado rápida, observamos lo siguiente:

La situación en que vivimos se produce porque hay apropiación de los MCS,


cuando deberían estar en manos de la propia comunidad, para beneficio de los miembros
que viven en la comunidad, para el desarrollo de la comunidad.

— Se mediatizan opiniones, proyectos, etc. porque se permite manipular de mil


maneras. ¿Por qué no dejar decir lo que ocurre en el país? Los intereses. ¿Y los intereses
de la mayoría?

— ¿Por qué se extrañan de que se pierda la identidad nacional, que se pongan los
ojos en otros ambientes, si se permite destruir los signos que nos pueden identificar, si se
permite un enfrentamiento de culturas donde la propia ya está perdida antes del diálogo?
Alguien lo permite, alguien es el responsable.

— De los signos de dominación (sociedades utópicas, aislamiento de los


perceptores, los fijan en un estrato social definitivamente, son infantiles, el seguir viviendo
así no acarrea problemas, etc.) no es difícil remontarse a las causas de esas promociones
que detectamos en todos los medios. Alguien es el responsable.

— Usted se puede admirar de que, a nuestro nivel, detectamos esos hechos y nos
podemos remontar a las causas y preguntarse: Y en los altos niveles, quienes tienen el
poder de decisión, ¿no se dan cuenta?
Si usted junta esta información que le hemos proporcionado (y la que usted mismo
puede averiguar), con la aportada en el objetivo No. 2, podrá reconocer mejor un extenso
campo de misión que está ahí, al parecer, sin redentor.

OBJETIVO No. 6 Examinar signos de comunicación en los MCS

No todo es negativo en los MCS. Los Medios son los amplificadores, las ventanas
de que dispone la persona humana para realizar mejor su cometido de interrelacionarse
con el entorno social en el cual debe vivir. “La comunicación como acto vital nace con el
hombre mismo y ha sido potenciado en la época moderna mediante poderosos recursos
tecnológicos” (Puebla 1064).

Los Medios, como difusores y potenciadores del acto de poner en común ideas,
pensamientos, afectos, aspiraciones humanas para que el Perceptor comprenda y
entienda al Emisor, son el invento fabuloso que favorece la comunión y participación entre
los seres humanos.

Nos limitamos a proponer unos criterios amplios, que pueden servir para la
reflexión y el análisis de los MCS en su vertiente de signos de comunión y participación.

1. “La comunión y el progreso en la convivencia humana son los fines principales


de la comunidad social y sus instrumentos: la prensa, el cine, la radio y la televisión”
(Communio et pro gressio, No. 1).

2. “La Iglesia los ve como dones de Dios” (Idem, 2).

3. “Los instrumentos de comunicación social, aunque directamente se dirijan al


individuo, afectan y mueven realmente a toda la sociedad, llevan rápidamente el
conocimiento de la vida del mundo de hoy a muchos hombres, mostrando el estilo y
mentalidad de nuestro tiempo” (Idem, 6).

4. “Los MCS son medios eficaces para la difusión del conocimiento y, por tanto,
para toda colaboración” (Idem, 7).

5. “Crea en los hombres un mayor sentido comunitario, aumentando el intercambio


entre unos y otros”. (Idem, 8). “Ayudan a la unidad de los hombres” (Idem, 9).

6. “Lleva algo más que la sola manifestación de ideas o expresión de sentimientos


es una entrega por amor... es espíritu y vida” (Idem, 11).

7. “Entre los maravillosos inventos de la técnica con los que se realiza la


intercomunicación social... permiten (al ser humano) conocerse más exactamente y
acercarse más fácilmente los unos a los otros. Y cuanto más libremente se comprenden y
más cordialmente se vuelven a los demás, tanto más caminan hacia la justicia y la paz, la
benevolencia y mutua ayuda, el amor y, consiguientemente hacia la comunión” (Ídem 12).

8. “Los instrumentos de comunicación social son útiles para el descubrimiento y


conquista de la verdad y para el desarrollo y progreso humanos” (Ídem, 13).
9. “Los instrumentos son para informar. Es decir han de dar cuenta de los
acontecimientos en su contexto, sin aislarlos de la realidad, de manera que cuantos ven y
oyen, comprendan a fondo los difíciles problemas de la sociedad y puedan prestar así su
atención y esfuerzo a su perfeccionamiento” (Ídem, 16).

10. “Es necesario que toda comunicación se ajuste a la ley primordial de la


sinceridad, de la honradez y de la verdad... difunda los hechos a partir de la verdad esto
es, que dé una imagen verdadera de las cosas y que ella misma tenga su propia verdad
intrínseca” (Ídem, 17).

11. “A través de estos instrumentos se promueve y difunde el cotidiano diálogo de


los hombres entre sí, y así se da origen y curso por doquier al diálogo público de la
sociedad entera... Y con esta difusión se realizan las condiciones necesarias para la
mutua comprensión y benevolencia y, por tanto, para el común progreso” (Ídem, 19).

12. “Los instrumentos de comunicación, aceleran la desaparición de las barreras


que los tiempos y las circunstancias locales habían levantado entre unos hombres y otros
y se nos presentan como artífices de una cercanía más estrecha y de una unidad más
firme. También la transmisión de la enseñanza en cualquier grado se beneficia de estos
instrumentos, que son maravillosamente utilizados, tanto en la lucha contra el
analfabetismo, como para la instrucción básica o su perfeccionamiento... Son válidos para
la promoción y auténtica liberación de los hombres... crean y defienden una mayor
igualdad... enriquecen el espíritu... aproximan las regiones más apartadas a los tiempos
más remotos” (Ídem, 20).

13. “Son como un foro público donde los hombres se hablan” (Ídem, 24).

14. Los MCS son vehículos de información: “Este derecho a la información hoy se
considera no sólo un derecho individual, sino una verdadera exigencia del bien común”
(Ídem, 36).

15. “En el vasto campo de la educación, se abren cada vez más amplias e
importantes funciones a los medios de comunicación social. En muchos lugares los
medios audiovisuales... y los aparatos de radio y televisión han llegado a ser instrumentos
corrientes en ‘la enseñanza... ayudan y potencian los sistemas de enseñanza ya
establecidos... deben constituir un auténtico diálogo de forma que, los discípulos
participando de su poder creador, no sólo se instruyan, sino que se acostumbren a
expresar por esos medios” (Ídem, 48).

16. “Los medios de comunicación de por sí constituyen ya una expresión y parte


notable de la cultura actual... Estos medios son capaces de enriquecer notablemente la
cultura de hoy” (Ídem, 49, 50).

17. “Los modernos sistemas de comunicación difunden al mundo entero las formas
artísticas antiguas, y a la vez crean nuevos géneros... y multiplican las posibilidades de
relación entre los hombres” (Ídem, 54).

18. Sirven para “muchas formas de cooperación internacional” (Ídem, 92). “Esta
colaboración, esta ayuda mutua puede llevarse a cabo de muchas maneras diferentes”
(Ídem, 99).
19. “Así pues, los medios de comunicación social afectan a los católicos de tres
formas: ayudan a la Iglesia a manifestarse al mundo; establecen el diálogo dentro de ella
misma; y finalmente, la ponen al tanto de la mente del hombre actual, al que tiene, por
mandato de Dios, que transmitir el mensaje de salvación, con un lenguaje que ellos
pueden entender, y a partir de los interrogantes que les preocupan y angustian” (Ídem,
125).

20. “Los más modernos inventos abren los nuevos caminos y medios para que el
anuncio evangélico llegue a todos los hombres; permite a los cristianos intervenir, a pesar
de las distancias, en las solemnes ceremonias de la Iglesia y así la comunidad cristiana
entera se siente más estrechamente unida” (Ídem, 128).

21. “Los hombres de hoy están de tal manera acostumbrados al agradable y hábil
estilo que los medios de comunicación emplean para expresarse y para persuadir, que
difícilmente soporten otros inferiores, y menos aún en las obras religiosas, sean actos
litúrgicos, predicación o exposición de la doctrina cristiana” (Ídem, 130).

22. “Lo que sí es cierto es que el progreso de las ciencias hace prever, dados los
avances técnicos de los satélites, que las noticias llegarán dentro de poco y
simultáneamente a todo el mundo, tanto visual como acústicamente... Todo ello puede ser
ocasión de diálogo intenso entre los hombres... contribuir a afianzar los vínculos de
fraternidad humana, a desarrollar la civilización y a cimentar la paz” (Ídem, 181).

23. “Reconocemos que los MCS son factores de comunión y contribuyen a la


integración latinoamericana, así como a la expansión y democratización de la cultura;
contribuyen, también al esparcimiento de las gentes que viven especialmente fuera de los
centros urbanos; aumentan las capacidades perceptivas por el estímulo visual-auditivo, de
penetración sensorial” (Puebla, 1068).

24. Las funciones propias de los MCS son otra fuente para reflexionar sobre los
beneficios que pueden aportar: la vigilancia del entorno, la correlación social, la
transmisión de cultura, socialización y entretenimiento4.

25. “La necesidad de ser fieles a nuestra vocación nos fuerza, pues, a adaptarnos
a todas las nuevas formas de comunicación y a asumir los nuevos lenguajes de los MCS”.
(Capítulo provincial, Bogotá, 1986, No. 186).

OBJETIVO No. 7 Diferenciar niveles de formación en MCS

“Formación y capacitación” es la tercera prioridad, propuesta por el Capítulo de


Roma para América Latina (No. 103). Le recomendamos revisar la primera unidad del
Módulo Introductorio de este Curso a Distancia. Del mismo modo, el repaso del objetivo
No. 4 de la unidad No. I de este Módulo.

4
Recomendamos la lectura sobre estos aspectos en “Comunicación Misión y desafío”,
Celam-Decos, Bogotá, 1986, Pág. 84 y ss.
Estudiada ya la necesidad que tenemos de preparación en MCS, es interesante
reflexionar sobre los diferentes niveles a los que podemos organizar nuestra preparación.
Dos aspectos generales proponemos: a) Niveles y b) Períodos.

a. Niveles

1. El nivel personal

Directa o indirectamente, todas las recomendaciones de nuestra legislación van


dirigidas a la preparación personal del dominico. La formación personal es el núcleo al
que se dirige la preocupación constante de la Orden. Sin personas formadas no podemos
realizar nada en las comunidades.

Sin la decisión personal, la voluntad decidida de los dominicos para adquirir los
elementos necesarios para su propia formación en los MCS, no podemos dar el primer
paso.

Las dificultades que se pueden presentar, a este nivel, no son desconocidas para
nosotros: falta de tiempo, estimar que ya se sabe “lo fundamental”; decir, como excusa,
no es mi especialidad”, “ya no estoy para esas cosas”, etc.

Pero, junto a ello, hay motivos y razones que llaman nuestra atención para
bajarnos de las posiciones tomadas y, con no poco espíritu de humildad, reconocer que
nos estamos anquilosando en unos medios que, hoy, no son suficientes. La advertencia
de los Capítulos es inteligente: “No se trata de ser peritos y técnicos consumados”. A nivel
personal, se trata de, al menos, estar al día.

2. Nivel comunitario

Realizamos nuestra vida, nuestra formación y capacitación por medio de la


comunidad. No es el momento de elogiar el sistema de vida.

El estudio, la reflexión, el poner en común conocimientos adquiridos es un ahorro


de tiempo, de dinero y nos ayuda a considerar las áreas de estudio con diferentes puntos
de vista.

El intercambio de experiencias, resultados de los análisis personales, estudios


individuales efectuados, etc. pueden fomentar entre los religiosos el interés por los MCS.

En comunidad se pueden tomar decisiones referentes a las colaboraciones que se


pueden ofrecer a los medios de comunicación que se publican en la ciudad; es posible
proyectar pequeñas campañas de difusión de la Orden, promoción de vocaciones, etc. El
respaldo de la comunidad, lo sabemos, es importante.

Las reuniones de estudio comunitario pueden ser enfocadas a los MCS: es una
ocasión para compartir, para analizar, para reflexionar sobre temas específicos.
Hemos citado ya en varias ocasiones las recomendaciones que nos hacen
nuestros legisladores para tener presente toda esta problemática de formación y
capacitación.

3. Nivel Provincial

Corresponde a las Provincias la organización de los estudios iniciales y la


preocupación por la formación permanente de todos los religiosos.
Enfocada la formación y capacitación a los MCS, la Provincia es el nivel natural
para centralizar y orientar: "Exhortamos encarecidamente a los Priores Provinciales y
Vicarios Regionales que cuiden con esmero de la instrucción de los frailes en el uso de
los medios de comunicación y en los problemas que surgen de su utilización apostólica"
(C. Roma, No. 263).

El Capítulo General de Quezon City ordenó: 'Tesignar a un hermano responsable


para el apostolado de los medios de comunicación social, dentro de cada Provincia" (No.
32).

Del mismo modo ordena que la "Ratio Studiorum Generalis" incorpore medidas
apropiadas y que los Capítulos y las Provincias con sus Consejos "estén particularmente
atentos para cultivar la nueva ciencia de los medios de comunicación en el mundo” (No.
32). Los Capítulos Generales siguientes se harán eco de estas ordenaciones.

El Capítulo Provincial de la Provincia de S. Luis Bertrán de Colombia exhorta:


“Recordamos a la Comisión de Vida Intelectual de la Provincia que, al elaborar el Plan
Particular de Estudios, debe poner especial interés en cumplir lo determinado por el LCO,
la Ratio Studiorum Generalis y los últimos Capítulos Generales con relación a los Medios
de Comunicación Social y fomente entre nuestros frailes estudiantes la vocación para los
mencionados Medios” (Actas del Capítulo, No. 204).

El mismo Capítulo Provincial ordena: “...organizar un Centro de Medios


Audiovisuales e Informática que sirva para la educación de los alumnos del Colegio y para
la formación institucional y permanente de los religiosos de la Provincia” (Ídem, No. 206).

Dada la estructura provincial es factible organizar seminarios, cursillos, reuniones


de estudio sobre los MCS. Puede ser una forma de utilizar mejor los pocos recursos de
que se puede disponer. A nivel provincial es factible el llamar a técnicos y peritos en el
área de los MCS, religiosos o seglares.

También puede ayudar la estructura de la Formación Permanente. Su promotor,


en coordinación con el Promotor que pide el Capítulo de Quezon City, puede especificar
áreas de estudio, prácticas y realizaciones concretas sobre los MCS.

En una palabra: vemos el nivel Provincial como el más apto para dedicarle una
atención especial; desde este nivel pueden ser efectivas las recomendaciones de nuestra
legislación.
4. Nivel Regional

Hay muchos aspectos, tanto en la formación como en las realizaciones prácticas


que se pueden hacer, que sobrepasan las posibilidades de las Provincias, al menos en la
mayor parte de ellas.
Hoy estamos en CIDAL divididos en subregiones, precisamente para buscar esa
mayor coordinación y efectividad en nuestros trabajos. Tenemos la región de Centro
América y del Caribe, El Cono Sur, os países Bolivarianos. No podemos, en esta visión de
conjunto, olvidar otros niveles, por ejemplo CODAL. Las características de estas
subregiones son similares.

A este nivel, el intercambio de experiencias y de realizaciones puede ser


determinante. En cada una de las subregiones hay dominicos y dominicas que, con mayor
o menor pericia, están trabajando ya en los MCS. Sus aportaciones pueden ser
enriquecedoras. Hay religiosos que trabajan en medios propios de la Orden: tiene una
experiencia que pueden poner en común. También hay dominicos seglares que,
motivados, pueden aportar sus conocimientos y su pericia técnica.

Se impone la coordinación de esfuerzos. Si lo miramos desde el aspecto


económico, también puede ser un fuerte motivo. Esa es la línea del Capítulo de Roma
cuando “ordena que las Provincias se consulten entre sí para instituir promotores
nacionales o interprovinciales” (No. 265).

A este nivel, el intercambio de experiencias y de realizaciones puede ser


determinante. En cada una de las subregiones hay dominicos y dominicas que, con mayor
o menor pericia, están trabajando ya en los MCS. Sus aportaciones pueden ser
enriquecedoras. Hay religiosos que trabajan en medios propios de la Orden: Tienen una
experiencia que pueden poner en común. También hay dominicos seglares que,
motivados, pueden aportar sus conocimientos y su pericia técnica.

El Capítulo de Roma señala las funciones, aunque de modo general:

a) animar a los hermanos a que, reconociendo la importancia de esos medios,


trabajen gustosos en ellos y a través de ellos;

b) suscitar vocaciones entre los que trabajan en dichos medios;

c) atender a que los programas de formación se apliquen de hecho en las


Provincias, mostrándose dispuestos a ayudar en su aplicación;

d) coordinar el intercambio de informaciones, de programas y subsidios (v. gr.


casetes, audiovisuales, diapositivas, etc.).

5. Nivel Latinoamericano

Para nosotros ya no es una utopía la reunión a este nivel, al menos como


mecanismo regional. Tenemos CIDAL que, con sus sombras y sus luces, funciona
aceptablemente. Y ese puede ser otro de los niveles de formación y capacitación en MCS.
Consideramos este nivel, alto. Muy apropiado para la formación y capacitación
que, hace años, pedía el Capítulo General de Quezon City cuando proponía “formación
especializada en los MCS” (No. 29).

b. Períodos

Nuestra legislación ha demarcado tres períodos fundamentales para la formación


en la Orden: Formación inicial (institucional), Formación Permanente y Formación
Especializada.

Las perspectivas que esas tres grandes demarcaciones nos presentan, referidas a
los MCS, han sido presentadas por el Capítulo General de Quezon City. Con su
transcripción nos evitamos cualquier comentario:

1. Formación Inicial

La formación del predicador debe ser tomada de su función en el mundo


contemporáneo, y la nueva persona que ha quedado descrita. Cursos de estudio en
contenido y forma, deberá tomarse en cuenta la nueva cultura de modo efectivo.

“Esto no es sólo para aquellos que se especializan en medios de comunicación.


Afecta a cada uno de nosotros que es llamado a trabajar en cualquier ministerio entre la
gente que ha quedado afectada profundamente por esos medios”.

2. Formación Permanente

“Como los medios de comunicación están en constante y rápida evolución, hace


falta una renovación permanente de la formación, para todos los religiosos de la Orden.
Cada miembro de la Orden, hermanos y hermanas, deberían tomar cursos intensivos
sobre los Medios, los cuales se ofrecen por todas partes”.

“Nosotros enfatizamos la importancia de los “messo-medios” (Audio, Visual e


Impresos), en sus papeles de instrumentos de formación continua y como instrumentos de
actividades apostólicas”.

3. Formación especializada

“Quienes son llamados a especializarse en este campo deberán evitar la


improvisación. Deben ser requeridos estudios especializados y prácticas dentro de la
Orden y fuera de ella. Deberán obtener un cierto nivel de competencia o calificación,
reconocida profesionalmente, tanto en los medios de masas como en los grupos donde se
desarrollen los “messo-medios” (videos, casetes, televisión por cable, etc.)”. (QC. No. 29).

El Capítulo de Roma vuelve a tomar muchos aspectos de estas recomendaciones


y ofrece unas directrices generales: (Cfr. No. 265,266, 267): Instrucción de los frailes,
poner en práctica lo exigido por la Ratio Studiorum Generalis, adquirir experiencia directa
y práctica sobre los MCS, aprendizaje del lenguaje de los MCS, analizar los peligros
latentes en los MCS y, finalmente, “adaptar prudentemente los Medios al ministerio
apostólico”.

OBJETIVO No. 8 Establecer contenidos en la formación y capacitación sobre


los MCS. en la Orden

Mediante los niveles que acabamos de revisar y los tres períodos fundamentales
de la formación nos podemos sentar a reflexionar para establecer qué contenidos, aunque
generales, podemos establecer para cada nivel. Cada uno, en su propio ambiente,
nacional o regional, podrá especificar de modo más concreto.

1. Nivel personal

En el objetivo anterior apelamos a la voluntad decidida de cada uno para adquirir


nuevos conocimientos. Es inevitable la decisión personal para optar por un cambio de
actitud.

a) Redacción y estilo: Necesario en el tiempo de la formación inicial, pero no deja


de ser una exigencia para todos.

b) Reconocer el proceso de comunicación y relacionarlo con el proceso de


conocimiento.

c) Los elementos y factores que intervienen en la comunicación y de modo


específico en los MCS.

d) Hay elementos básicos: Imagen, signo, símbolo, códigos, significación,


connotación y denotación, mensaje, proceso de percepción, semántica, etc.

e) Aprender a “leer” los medios de comunicación, dado el propio ambiente, las


determinadas circunstancias nacionales, regionales o locales.

f) Un mínimo de ‘destreza para el análisis de los MCS y saber de su influencia en


los perceptores.

g) Elegir algún medio para intentar cierto grado de especialización:

— Prensa escrita: Aprender el estilo y el código propio, según sea para una
revista, diario, boletín, etc.

Aprender a diferenciar los distintos géneros periodísticos.

Visitar un periódico para conocer el mecanismo de recibir noticias, redacción,


composición e impresión.

Hacer una serie de ejercicios: redactar una noticia, una información sobre un tema;
escribir un artículo, etc.
— Radio, Cine y TV: Aprender el lenguaje especial de esos medios; saber
diferenciarlos entre sí.

Observar directamente los diferentes géneros, programas de opinión, informativos,


programas recreativos, educacionales.

Conocimientos generales sobre cómo se hace un guión para cine, radio o TV.
Posiblemente uno no se dedique a hacerlos, pero su conocimiento facilita la comprensión
de esos medios; aporta conocimientos para poder facilitar material a quienes pueden
realizarlos: temas sobre algún motivo de la Orden, algún tema sobre formación religiosa,
etc.

Sobre algunos aspectos técnicos de manipulación de los medios: de qué forma, de


qué se sirven, cómo lo realizan; mensajes subliminales, etc.

— Fotografía: Los elementos que componen una fotografía: la luz, modos y


efectos de la iluminación, los planos fotográficos, las distancias, etc., en función de
códigos expresivos.

Qué dice una fotografía y qué quiere decir. Los textos que se añaden al pie de la
fotografía; fotografía periodística. Los comics: medios de expresión; ideología impresa en
esos medios.

— Teatro: Técnicas generales. Corrientes en Latinoamérica. Grupos


representantes. Es un medio de expresión. Ideología, etc.

— Informática: Nociones generales sobre el lenguaje del computador. Las


funciones básicas: para qué sirve; qué utilidad puede tener para nosotros en la
contabilidad de las comunidades o provincia, para componer textos, etc.

— Audiovisuales: aplicación para la catequesis, para charlas, reuniones; averiguar


qué hay realizado sobre diversos temas: de la Orden, de formación religiosa en general,
sobre algún tema específico. Aprender el manejo del proyector. Si se desea: aprender a
realizar montajes audiovisuales, puesto que no es tan difícil y siempre hay alguien que
pueda enseñarnos.

— Retroproyector: Es un aparato que ya se ha extendido mucho. Escribir o dibujar


sobre papel transparente (acetato) el texto que se desea y mediante la iluminación
apropiada se proyecta sobre una pantalla o pared. Es útil para charlas, conferencias, para
clases.

El campo de aprendizaje de MCS es muy amplio. Ofrece diversas posibilidades.


Todo dependerá de nuestra disposición personal y el mínimo de tiempo que uno esté
dispuesto a dedicarle.

2. Nivel comunitario

a) Estudio y reflexión sobre temas generales aplicados a la problemática local:


Situación comunicacional de la región o país; sobre los contenidos de los MCS; la
influencia que ejercen en los perceptores; sobre las manipulaciones en los MCS; sobre
qué dicen; qué debían decir, etc.

b) Planteamiento sobre la utilización de los medios existentes: qué debe la


comunidad publicar (con motivo de algún evento, festividades de santos de la Orden,
toma de posición sobre sucesos, alguna sección para comentar el Evangelio, etc.).

c) Denuncias que se pueden hacer de la mala utilización de los MCS: sobre qué
aspectos, qué medios utilizar (otros medios de comunicación, homilía, sermones, hojas
multigrafiadas, etc.).

d) Compra de libros sobre comunicación social; proponer alguna reunión de


estudio, algún seminario, al que se puede llamar a personas seglares, conocedoras de los
temas propuestos.

e) Fomentar reuniones de estudio, con la familia dominicana, para algún tema


específico, para seguir, por ejemplo, este mismo Módulo sobre MCS.

f) Ofrecer el respaldo decidido a quienes trabajen en esos MCS.

3. Nivel provincial

a) El Capítulo de Quezon City ofrece esta perspectiva, como “ordenaciones” del


propio Capítulo:

— Reuniones de trabajo a nivel provincial o interprovincial entre aquellos que son


responsables de los estudios, la formación y el apostolado, junto con las hermanas y
hermanos que trabajan en los medios de comunicación.

— Organización de un curso teórico-práctico en los medios de comunicación,


durante el período de formación inicial.

— Estimular entre nosotros el interés en el campo de la información.

— Considerar la formación práctica, especializada, conjuntamente con la apertura


de centros de comunicación que pertenezcan a la Orden y que sean aptos para esta clase
de formación.

— En el contexto de la formación permanente: La organización de cursos prácticos


de trabajo, utilizando los Mes de modo crítico.

— Coordinar los programas de entrenamiento y colaboración actual de la Provincia


con los programas de la Conferencia Episcopal u otros grupos, para evitar duplicaciones
de trabajo y esfuerzos. (CQ. No. 32).

b) El Capítulo de Roma se hace eco de estas recomendaciones (No. 263-267).

c) La coordinación de las actividades, mediante el promotor provincial, puede ser


un mecanismo eficaz.
d) A este nivel se puede comenzar a coordinar (recibir y distribuir) artículos de
prensa que pueden ser ofrecidos a los periódicos locales, a las emisoras locales; también
para los medios propios que pueda disponer la Orden: se pueden intercambiar programas
grabados en video-casete, para radio, programas audiovisuales, etc.

e) En la Provincia deberán definirse perspectivas de estudio (formación


permanente), ofrecer material impreso para realizar cursos, distribución de algún material
apropiado, ofrecer algún religioso que pueda dictar charlas, etc.

f) También, a nivel Provincial, se deberá definir la política que seguirán para


proponer, en el plan de estudios particulares, lo referente a lo mandado en los Capítulos
Generales; proponer, de modo práctico, qué áreas deberán estudiar los religiosos, temas
específicos, parte teórica y práctica, tiempo que se le dedicará (cursos, semestres, etc.).

g) Considerar la oportunidad de tener un órgano divulgativo propio de la Provincia;


señalarle sus características, ámbito, temas, etc. y prevean su distribución eficaz.
Sensibilizar a la familia dominicana para que lo reciban, colaboren y sean ellos mismos
los mejores perceptores.

4. Nivel regional - nivel latinoamericano

Quienes tienen la facultad de decidir sobre la regionalización de la Formación


podrán proponer las funciones específicas.

Al ser un nivel alto, se podrá planificar en orden a la especialización del estudio y


de la capacitación.

a) Formación de un grupo especializado, mediante cursos monográficos,


adiestramiento en técnicas, realización de programas, etc. Formación de promotores;
agentes directos, animadores o coordinadores con quien se podrá contar para llevar a
cabo la programación que se realice.

b) Formación de un grupo de dominicos que puedan proporcionar cierta formación


y capacitación en los Centros de Estudios de la Orden en la Región o en Latinoamérica.
De esta forma, las Provincias pueden recibir una ayuda inestimable.

c) Los contenidos de la formación de este grupo se deberá estudiar con detenida


meticulosidad, según las funciones que se les asignen, según la programación que se
desee a niveles provinciales, etc.

d) Crear un Centro de Formación Latinoamericano sería un primer paso;


posteriormente asignarle sus funciones (impartir formación, publicaciones para la
formación permanente, hacer módulos para los estudios iniciales, realizar programas
audiovisuales, escribir artículos de prensa, recibir y distribuir información (por ejemplo de
la Orden), etc.

Esta estructura, tan general, y los contenidos que expresamos puede parecer
utópica. Y evidentemente puede serlo, si no existe una primera voluntad provincial y
regional de realizarlo. Lo utópico comienza cuando falta el interés de conseguir unas
metas propuestas. Las me-tas están fijadas por nuestra legislación. Nos pueden faltar la
voluntad decidida y los recursos que cada Provincia deberá aportar.

OBJETIVO No. 4 Realizar un proyecto de formación en MCS

La necesidad de formación en los MCS es una constante en nuestra legislación y


en este Módulo. Hemos podido tomar conciencia del por qué la Orden nos lo propone
como una de las cuatro prioridades.

Intentamos que usted realice un primer proyecto, viable, sobre formación, para ser
impartido en su comunidad, a un grupo pequeño que muy bien puede ser a miembros de
la Familia Dominicana.

1. Necesidad de ofrecer a otros lo aprendido

Es parte de nuestro carisma dominicano. Usted ha debido tomar conciencia de que


nos hace falta formación y capacitación en los MCS. Al impartir conocimientos tenemos la
oportunidad de aprender. Hasta ahora no se le ha propuesto ninguna práctica. Ha llegado
la hora.

2. De qué se trata

Usted ha adquirido conocimientos de nuestra legislación sobre los MCS, ellos son
un campo propicio para la misión de la Orden en Latinoamérica, medios de comunión y
comunicación, ¿por qué no enseñárselo a otros? Usted deberá realizar un proyecto de
cursillo, donde se contemplen los contenidos generales que hemos estudiado en las dos
Unidades.

3. Factibilidad

Le pedimos un proyecto realizable. Que usted mismo pueda impartir, a las


personas que le rodean.

Puede ayudarse de libros de texto, publicaciones que pueda conseguir en librerías,


las orientaciones que le proporcionamos en este Módulo.

4. Para quiénes

Si en su comunidad hay un número suficiente, y ellos no ponen ninguna dificultad,


a su comunidad. Podrá ser a un grupo de la familia dominicana. Puede elegir un grupo de
los jóvenes que acuden con frecuencia al convento o con quienes tengan contacto
(colegios, grupos de jóvenes del apostolado, etc.).
5. Tiempo

Usted deberá considerar el factor tiempo. Primero la duración: no más de tres


reuniones; pudiera ser un día, fin de semana, dividido en tres momentos. En segundo
lugar: el momento. Pueden ser tres noches seguidas, tres fines de semana. Usted deberá
definir el tiempo oportuno.

6. Recursos

Para realizar el proyecto e impartir la enseñanza que deseamos no hacen falta


grandes recursos: la sala de visitas de su convento, un aula en un colegio. Tal vez
algunas fotocopias que usted desee entregar. Si dispone de algún recurso audiovisual no
dude en utilizarlo.

7. El temario

El objetivo principal de esta tarea es la de escribir un breve temario para,


posteriormente, ofrecer ese curso breve.

Elija los temas que estima de mayor interés para su audiencia. Unifique algunos de
los temas propuestos hasta aquí. Señale tres grandes objetivos. Por cada objetivo marque
tres o cuatro contenidos.

Deberá tener presente el interés que puede tener su audiencia: Posiblemente


conoce áreas de interés para ellos: el proceso de comunicación, los elementos que
intervienen las funciones de cada uno de ellos, la legislación de la Orden (Medellín,
Puebla, algunos contenidos de los documentos de la Iglesia, etc.).

8. Quién promueve el curso

Si ya tiene delimitado el tema con los contenidos correspondientes no parece justo


que lo archive. ¿Por qué no llevarlo a realización?

Veamos: Es posible que conozca a otras personas que están siguiendo este
Módulo, ¿por qué no unirse? Dado este caso: Discutan qué proyecto les parece mejor y
tomen la decisión de dictarlo conjuntamente. Si no conoce a nadie, deberá hacer un
esfuerzo y lleve su proyecto a la práctica.

9. Promoción del curso

Usted debe promover su curso. Usted deberá hablar en su comunidad, en el


Colegio, con posibles candidatos, hasta reunir el número de personas que estime
suficiente.
10. Realización

Deberá tener presente que del éxito que obtenga de este primer curso pueden
depender otras reuniones. Haga un esfuerzo por prepararlo convenientemente, sin dejar
en olvido ningún detalle importante.

11. Evalúe el curso

No se limite a preguntar cómo les ha parecido el curso. Diseñe unas preguntas


serias: sobre el tema, sobre contenidos expuestos, sobre el horario, sobre la duración,
posibilidad de otras reuniones, etc. Anote esta primera experiencia.

12. Consolide resultados

No ponga punto final con las últimas felicitaciones. Intente responsabilizar a los
asistentes con alguna tarea. Proyecte la posibilidad de un segundo encuentro. Ofrezca
algún tema de preparación, enséñeles este Modulo, ofrezca algún libro para que realicen
un resumen, etc.

Le proponemos un ejemplo:

TEMA GENERAL: Los medios de comunicación social y sus implicaciones en


nuestro ambiente.

PRIMER MOMENTO: El proceso de la comunicación social

a) Los elementos componentes del proceso.


b) Las funciones que deben ejercer en la comunicación.
c) Ejemplos prácticos donde se aprecien los elementos (Fuentes-Emisores,
Mensajes, Medios, Perceptores, Ruido), y las funciones que deben cumplir.
d) Discusión de grupo: ¿Cómo cumplen esas funciones los MCS. de
nuestra localidad?

SEGUNDO MOMENTO: Los MCS son un verdadero campo de misión

a) Elija alguno de los temas del Objetivo No. 2 de la Unidad No. II.
b) Diferencias entre Comunicación e Información.
c) Comunicación Social e Información de masas: definición y
características.
d) Discusión de grupo: Señalar hechos concretos sobre alguno de los
temas tratados.

TERCER MOMENTO: Comunicación e incomunicación en América Latina.

a) Características de la Comunicación—Comunión: hechos.


b) Características de la Incomunicación: hechos.

¿Qué hacer?
Proyección a la toma de conciencia sobre necesidad de formación y capacitación
en los MCS. para la evangelización. Confección del instrumento para evaluación del curso
breve.

2.5 Lecturas de apoyo


1. PALABRA Y MISIÓN, M.D. Chenu, O.P. Revista Cidal, No. 6.

2. LA INSTR UCCIÓN DE LOS INDIOS, P. Borja, Revista Cidal, No.


1. 4 y 5.

2. LA CULTURA DE MASAS, Forero, Luis López, en “INTRODUCClÓN A LOS


MEDIOS DE COMUNICAClÓN” USTA, 1983, Páginas 99 a la 105.

2.6 Actividades complementarias


1. Lea detenidamente el periódico del día. Examine y después escriba: Contenidos
que usted calificaría “como campo a evangelizar”. Escriba por qué y qué enfoque
propondría en orden a la evangelización.

2. De ese mismo diario: Subraye aspectos, características detalles, etc. que usted
considera son “motivos de incomunicación con el lector”.

3. De una revista semanal de gran circulación: Subraye cuáles son las partes (puede
hacerlo por páginas) que se pueden calificar de “comunicación” y cuáles
clasificaría en “información”.

4. Escriba un artículo para la prensa donde explique a los lectores el concepto de


misión que tienen los dominicos hoy día.

5. El proyecto que ha hecho sobre Formación, en el último objetivos, llévelo a su


plena realización o propón galo a su comunidad.

6. Averigüe con otras comunidades qué planes de formación en MCS. tienen y


evalúelos, desde la perspectiva de la evangelización.

2.7 Autoevaluación
1. Nombre cinco (5) características de la predicación de los primeros frailes en el
Nuevo Mundo.

2. Explique por qué los MCS son un “campo propicio de misión”.

3. Nombre cinco (‘5) campos específicos, o áreas de los MCS, donde se aprecie la
posibilidad de la acción misionera del dominico.
4. De fina con amplitud el concepto de “incomunicación”.

5. Nombre diez (10) fuentes o motivos, dados los cuales, es muy posible que se
produzca la incomunicación.

6. En América Latina se dan hechos de incomunicación: nombre cinco (5).

7. Nombre cinco (5) características de la información de masas.

8. Nombre el mayor número de signos de comunicación de los MCS que usted


recuerde.

9. ¿Por qué la Orden debe colaborar con la Iglesia local en MCS.

10. ¿Cuál es el área específica que recomienda el Capítulo General de Ávila referente
a la formación de los religiosos en MCS?

Respuestas

Sobre el cuestionario inicial:

1. El Capítulo General de Roma propone estas tres prioridades para América Latina.

2. Lugar geográfico, donde se puede encontrar auditorio; las exigencias sociales y


psicológicas de los hombres; los medios de evangelización: MCS.; la mentalidad
con que evangelizamos (CR. No. 29).

3. Se refiere a las tres prioridades: Misión, Comunicación y Formación.

4. Si después de haber contestado nuevamente, no esté satisfecho, deberá repasar


el Objetivo No. 3.

5. Formación inicial, Permanente y Especialización. Puede referirse a: Nivel personal


y comunitario, provincial, regional o de la Orden.

Sobre cuestionario de Autoevaluación.

1. Exposición clara. Estilo apropiado. Innovador. Explicaciones adaptadas a la


mentalidad del oyente. Utilizan lenguaje directo. Utilizan muchos signos.

2. Cuando haya escrito su respuesta: Confróntela con los contenidos de los objetivos
No. 2, 3, 4 y 5.

3. Sobre la tecnología en cuanto que puede ser campo propicio para la manipulación.
La acción e intervención de los “dueños”. En cuanto que crean necesidades falsas,
ficticias. En el drea de los contenidos. En los aspectos sociales, políticos, etc.

4. Si sus propias respuestas no son satisfactorias para usted mismo deberá repasar
el objetivo No. 3.
5. Repase el objetivo No. 4.

6. Repase el objetivo No. 5 si no ha nombrado los cinco hechos de incomunicación


que se le piden.

7. Consulte con el Objetivo No. 3

8. Usted deberá ser exigente: Si no ha logrado nombrarlos deberá repasar el


Objetivo No. 6.

9. La inserción de la Orden, en los diferentes niveles de la Iglesia es una petición y


recomendación de nuestra legislación. Es nuestra forma peculiar de participar,
servicio, comunión, etc. “sin perder el carisma propio de la Orden “.

10. Se centra, casi con exclusividad para recomendar el “aprendizaje del lenguaje de
los MCS”.

Bibliografía
ASMAN, H. “Evaluación de algunos estudios latinoamericanos sobre comunicación
masiva”. Escuela de ciencias de la comunicación colectiva. Costa Rica, 1974.

BELTRAN, L. y CARDONA, E. “Comunicación dominada”, Edit. Nueva Imagen, México,


1980.

BENAVIDES, A. “La verdadera libertad de prensa”. Oficina Nacional de Información, Lima,


1970.

BURGELIN, O. “La comunicación de masas”. Edit. A.T.E., Barcelona, 1974.

CASTILLA DEL PINO, C. “La Incomunicación”, Edit. Península, Barcelona, 1985.

COMUNICACIÓN, MISIÓN Y DESAFÍO. Celam-Decos, Bogotá, 1986.

FREIRE, P. ¿Extensión o comunicación?”. Santiago de Chile, 1971.

KAPLUM, M. “La comunicación de masas en América Latina”, Educación hoy, No. 5,


Bogotá, 1973.

MATTELART, A. “La comunicación masiva en el proceso de liberación”, S.XXI, 1976.

MORAGAS, M. “Semiótica y comunicación de masas”, Edit. Península, Barcelona, 1976.

PASQUALI, A. “Comunicación y cultura de masas”. Edit. Monte Ávila, Caracas, 1980.

URRUTIA, C. “Comunicación masiva y agresión cultural”, Edit. Textual, No. 8, Lima, 1973.

WOLF, M. “La investigación de la comunicación de masas”, Edit. Paidós, 1987.


Tercera unidad
COMUNICACIÓN EN LA ORDEN

3.1 Introducción
3.2 Objetivos
3.3 Cuestionario inicial
3.4 Contenidos
3.4.1 Relacionar comunidad dominicana y comunicación
- Comunidad dominicana
- Comunicación
- Las relaciones prácticas
3.4.2 Conocer los elementos de la comunicación en la Orden
- Fuentes
- Emisores
- Mensajes
- Medios
- A nivel de Orden
Nivel Provincial
Nivel regional
- Perceptores
- Ruidos
3.4.3 Detectar signos de comunión-comunicación en la Orden
- A nivel legislativo
- Nuestra inserción
- Promoción del diálogo
- Signos de comunicación en la Orden
- Proyección a los MCS
- Interrogantes para la reflexión
- Incomunicación
3.4.4 Reconocer en los MCS propios de la Orden aspectos de
comunicación e incomunicación
- Visión panorámica
- Las actas de los Capítulos Generales
- El Capítulo Provincial
- I.D.I
- Revista Cidal
- Revistas, publicaciones, etc
- Los medios sonoros y audiovisuales
3.4.5 Relacionar “Carisma de la Orden” y “comunicación”
- Los datos de nuestra identidad-Carisma
- Características comunicacionales del carisma
- Los signos dominicanos
3.5 Lecturas de apoyo
3.6 Actividades complementarias
3.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
3.8 Bibliografía
3.1 Introducción
Vivimos en comunidad, evidente signo de comunicación y participación.

Nuestras relaciones comunitarias signan y marcan, de modo peculiar, nuestras


vidas y, a la vez, es un signo de comunicación, signo de expresión hacia los demás.

La vida de comunidad, para nosotros, es Un aprendizaje para la comunicación


intrapersonal, un aprendizaje para el convivir juntos y un hecho de vida que habla a otros
de la vida evangélica que practicamos.

Nuestro lema: “Contemplar y dar a otros lo contemplado” es la mejor descripción


del proceso de comunicación: Pensamos, confeccionamos un mensaje en nuestro interior
y, depositado en un medio, se lo ofrecemos a un perceptor.

Aunque vivimos constantemente en una atmósfera de informaciones, no es


suficiente para nosotros ni para nuestra vida de comunidad. De las informaciones que nos
ofrecemos debemos ascender al hecho de la comunicación, al poner en común no sólo
los bienes materiales, sino también los hechos de vida, nuestros frutos de estudio,
nuestras actividades, el rezo, en una palabra: todo a disposición de la comunidad, con
espíritu de servicio.

No estamos exentos, por el hecho de compartir en comunidad, del fenómeno de la


incomunicación. Podemos detectar hechos que manifiestan una cierta incomunicación, al
menos, el peligro de quedar aislados, de ser extraños en nuestra propia casa.

Por otra parte disponemos de Medios de comunicación propios. Medios que, a su


vez, pueden envolver algún riesgo de incomunicación:
de ahí la necesidad de analizarlos para perfeccionarlos.

Ante la imposibilidad de detenernos profundamente en el análisis de nuestras


relaciones comunitarias, enfocadas a la comunicación, elegimos “el carisma dominicano”,
como síntesis, como signo de comunicación dominicana.

El tema de la comunicación en la Orden está, entre líneas, en todo el Módulo, pero


más en esta Unidad. Es un tema fundamental, de vida, para quienes hemos elegido
compartir en comunidad.

Pero, sobre todo, hay una línea subyacente: Antes de comunicar, antes de
predicar a otros, debemos comenzar a comunicarnos con nosotros mismos (comunicación
intra-personal) para poder tener algo que ofrecer a otros (comunicación interpersonal).
Esta unidad, de modo esquemático, la vemos así:

EN LA
COMUNIDAD LOS ELEMENTOS
COMPONENTES LOS SIGNOS EL CARISMA
DOMINICANA

COMUNICACIÓN
EN LA ORDEN

EN LOS MEDIOS PROPIOS Incomunicación


Comunicación

3.2 Objetivos
Al finalizar el estudio reflexivo de esta unidad, usted deberá a revisar estos
objetivos y constatar que es capaz de:

1. Relacionar ampliamente “Comunidad dominicana y “Comunicación”

2. Conocer los elementos componentes de la Comunicación en la Orden.

3. Detectar signos de Comunicación en la Orden.

4. Reconocer, en los medios propios de la Orden, aspectos de “comunicación” y


aspectos de “incomunicación”.

5. Relacionar “carisma de la Orden” y “Comunicación”.

3.3 Cuestionario inicial


1. Escriba tres características de la comunidad dominicana.

2. Haga un esquema donde aparezcan los elementos esenciales del proceso de


comunicación humana en la Orden.

3. Escriba tres Fuentes de donde se toman, de ordinario, los contenidos de los


Mensajes oficiales de la Orden.

4. Nos referimos al perceptor dominico: Qué es más importante: a) ¿El hecho de


recibir el mensaje de modo eficiente o, b) el simple hecho de ofrecer una
respuesta?

5. Escriba tres hechos donde se aprecie la existencia de “ruido” (no físico) en las
comunicaciones dominicanas.
6. Nombre algunos medios de comunicación propios, específicos de la Orden.

7. Nombre tres Emisores, oficiales, de la Orden.

8. ¿Qué es el IDI?

9. Señale algunos hechos por los cuales se aprecia el carisma dominicano como
signo.

10. Además de la predicación que realizamos: ¿Por qué otros signos se forma la
gente una opinión determinada de la Orden?

3.4 Contenidos
OBJETIVO No. 1 Relacionar Comunidad Dominicana y Comunicación

1. Comunidad Dominicana

En la Regla de 5. Agustín leemos: “Lo primero porque nos congregamos en


comunidad es para que habitemos en la casa unánimes y tengamos una sola alma y un
solo corazón hacia Dios”.

La Constitución Fundamental nos advierte: “En consecuencia, nuestro gobierno es


comunitario a su manera” (1, VII).

“El Gobierno comunitario es para la promoción de la Orden y para su frecuente


revisión” (1, VII). “En él sobresale la participación orgánica y proporcionada de todas las
partes para realizar el fin propio de la Orden (1, VII).

“Esta unidad alcanza su plenitud, más allá de los límites del convento, en la
comunicación con la Provincia y con toda la Orden” (LCO, 2,2, 1).

Usted deberá aquilatar más, a la vez que lo enfoca hacia la comunicación, las
perspectivas de la comunidad dominicana, según nuestras Constituciones. Para ello
puede consultar con los números: 4, 1; 7, 1 y II; 8; 17, 1; 18, II; 20,1; 30, II y III; 59,1 y II;
61, 1; 62, 1; 100, 1 y II; 119, 1; 126; 161; 165, II; 219, 1; 237, III; 260,1; 272; 297,2o; 300,
2o; 311, 1, 1o; 538; 576. (Las Hermanas pueden hacer un trabajo semejante con sus
constituciones y documentos congregacionales).

2. Comunicación

Deberá repasar el Objetivo No. 3 de la Segunda Unidad. No obstante recordamos


los siguientes puntos:

La comunicación exige poner en común, puesto que vivimos en comunidad.

La comunicación se manifiesta por el mismo hecho de vivir-compartir en


comunidad. De tal forma es así que, bien podríamos afirmar: tal será la comunidad como
sea la comunicación efectiva que tengan sus miembros. El grado de comunicación
definirá el grado de vida comunitaria.

La comunicación implica la interrelación de los participantes en el proceso, como


cualquier proceso de socialización o de vida comunitaria.

Para la comunicación y participación, en nuestra vida comunitaria, no es suficiente


el tener en común los bienes materiales; para una auténtica comunicación-participación
es necesario tener en común los demás valores humano-espirituales, necesarios para la
convivencia; es decir, para el con-vivir, De ahí que el ejemplo que nos proporcionamos
mutuamente (observancias, horarios, rezos en común, etc.) es un verdadero acto
comunicacional.

Hace falta un mínimo de información, como en toda comunicación. Juegan ese


papel los avisos, los comentarios en comunidad, las advertencias, orientaciones, etc.

Pero, podemos anotar, si se da un control de la información en una comunidad,


puede sen el inicio de un control de la comunicación y, por tanto, un control de la vida
comunitaria. Hasta dónde sea lícito, conveniente, oportuno y la forma de ejercerlo nos
orientan nuestras Constituciones. Es evidente que, negada una información, los religiosos
buscarán en otras fuentes extracomunitarias.

La información amplia, veraz, oportuna, es necesaria para la comunicación


sincera. Por lo tanto: no es suficiente la simple información de datos.

La verdadera comunicación dialógica pide respuestas de todos los perceptores


que comparten la vida de comunidad. El diálogo, donde se intercambian opiniones, donde
se aceptan los diversos pareceres de los miembros, donde hay un respeto para el
pensamiento. No se trata de preparar documentos, según el parecer de unos, para que
los demás, sin juicio crítico, lo firmen. Ese es el camino más claro para el inicio de la
incomunicación comunitaria.

En una palabra: el compartir-común-unidos implica la actitud día lógica de cada


uno de los componentes de la comunidad.

Por tanto, queda involucrada toda nuestra vida, nuestros modos de ser, los modos
de actuar, pensar y sentir. La finalidad, mil veces repetida por nuestras Constituciones:
“para predicar”. Predicación con el ejemplo de vida comunitaria que nos ofrecemos
mutuamente; predicación con las expresiones, con los gestos, con nuestras disposiciones
de convivencia. Así nos preparamos “para la predicación”: viviendo en una misma casa,
compartiendo los bienes, es decir, comunicándonos como personas humanas. Comunión
y Participación con la finalidad de “la predicación”. Así comprendemos por qué, nuestros
conventos, se llamaban “casa de la predicación”.

Nuestra legislación nunca olvida a la persona. Parte de ella. La persona humana,


antes que la “persona religiosa”, es el centro de nuestra legislación. Personas en
comunión: “Para que cada convento sea en verdad una comunidad de hermanos, todos
deben aceptarse y abrazarse mutuamente como miembros del mismo cuerpo, distintos
ciertamente por su índole y oficio, pero iguales en el vínculo de amor y de la profesión”
(LCO, 4, 1). “Para que sea más fructuosa la cooperación apostólica y la comunión
fraterna, es de sumo interés la participación unánime de todos los frailes: “El bien
aceptado por todos es promovido con rapidez y facilidad”. Por eso en todos los conventos
ha de haber coloquios para promover la vida apostólica” (LCO, 6).

3. Las relaciones prácticas

En el informe que el Maestro General presentó al Capítulo de Ávila, sobre el


“estado de la Orden”: “El P. Vicente de Couesnongle habló una vez en Latinoamérica de
la “conciencia común”. Es la que debe intentarse a todos los niveles: comunidades
locales, comunidad provincial, comunidad de provincias. Y ello no se conseguirá por
mayoría de votos, sino a través de una constante y paciente coincidencia de opiniones a
todos los niveles” (No. 3).

Toda comunicación se realiza por medio de símbolos. Siempre nos comunicamos


por símbolos. Y nuestra comunicación, en comunidad, no es una excepción. La vida
comunitaria conlleva el entendimiento, la comprensión de signos comunitarios para
entender a los otros que comparten nuestra forma de vida. Nuestra vida en comunidad
está llena de signos, gestos, actitudes, ordenaciones, horarios, distribución de trabajos,
etc. Así nos entendemos; así compartimos; es de esta forma como nos comunicamos de
modo efectivo. No por votación, ni por decretos; las votaciones y las ordenaciones nos las
proporcionamos para conseguir mejor esa interrelación.

El fundamento de nuestra comunicación, en comunidad, no se limita a las


palabras, se fija más en los hechos, ellos constituyen la base de nuestra misma vida
(LCO, 3, 1; 4, 1; 6).

La comunicación dialógica, para algunos, constituye una utopía para la sociedad.


Para nuestra vida de comunidad es una realidad constante. No “estamos-en-comunidad”,
“vivimos-en-comunidad”. Es nuestra propia vida la que ponemos en común, “con un solo
corazón”, “con una sola alma”, “en una sola fe” (LCO, 2 y 3). “Y esta unidad alcanza su
plenitud más allá de los límites del convento, en la comunión con la Provincia y con toda
la Orden” (LCO, 2).

La participación que requiere toda comunicación está perfectamente diseñada en


la estructura práctica fijada por la Orden: Hay caminos de ida, hacia arriba (hasta el
Capítulo General). También hay un camino de regreso, desde el mismo Capítulo (Maestro
General) hasta cada uno de los religiosos. Los mecanismos están igualmente señalados
(Cfr. “Régimen de la Orden”, LCO, Distinción segunda).

Si la Orden es totalmente respetuosa por la persona de los frailes, por sus


capacidades, por su propio espíritu, por sus inclinaciones particulares hacia determinadas
áreas en el estudio, etc., no lo es cuando se trata de tomar decisiones que atañen al
conjunto comunitario. Las exigencias, en las votaciones, son extremas. Aún para los
casos de menor importancia pide mayoría absoluta, al menos en las tres primeras
votaciones. Podemos observar que entre la letra de las Constituciones hay un espíritu
constante para que las decisiones sean un motivo de participación-compartir-en-común.

Anotamos algunos ejemplos:

a. La obligación de publicar las Actas (tanto de los Capítulos Generales como de


los Provinciales). Debe ser en caracteres de imprenta, en lengua vernácula; hay
obligación impuesta de “leerlas públicamente”, cada comunidad debe tener dos
ejemplares, por lo menos, etc (LCO, 363, 419, II). Últimamente las Actas de los Capítulos
Generales se traducen, según las regiones. Estimamos este hecho como un buen paso
para la información a nivel de Orden.

Cuando se celebra un Capítulo General cualquier religioso puede presentar


peticiones, “a condición de que su proposición sea firmada al menos por cinco frailes que
tengan voz activa, o sea presentada por alguno de los vocales” (LCO, 415, 3o.).

Es nuestra legislación la que impone la obligación de asistir a las reuniones,


diálogos comunitarios, consejos de la casa, capítulos conventuales, etc. Nos obliga a
estar presentes en las votaciones, de tal forma que quien se abstiene, sin justificación
comprobada, pierde por un año, el derecho a votar (voz activa, LCO, 446); perdida la voz
activa también pierde la voz pasiva.

Hoy día van adquiriendo importancia las “Asambleas provinciales”, previas a los
capítulos bienales o con cualquier otro motivo. Es una forma de participación al nivel
provincial.

Participación que la apreciamos, del mismo modo, en la forma de revisar, agilizar o


poner al día nuestra propia legislación. Sabemos que no se hace de “arriba hacia abajo”;
sabemos que los asistentes a esos Capítulos son nombrados por elección (aunque
indirecta); sabemos que se turnan los Capítulos de los Provinciales y los de Definidores;
sabemos que las Provincias, y los religiosos, pueden presentar proposiciones. La
estructura y los mecanismos, para lograr esa plena participación hacia la comunión la
tenemos dada.

Sabemos, por último, que nuestras posibilidades de participación a nivel


conventual es total.

Para profundizar sobre el tema usted deberá consultar, como lectura adicional:
Actas del Capítulo General de Walberberg: “La vida común” (O.V.).

Actas del Capitulo General de Ávila: “Comunidad y Misión” (O. VII, No. 97, A).

Documentos de las comunidades femeninas que estén más a su alcance.

OBJETVO No. 2 Conocer los elementos de la comunicación en la Orden

El esquema general del proceso de la comunicación nos puede servir de base


para nuestra reflexión:

FUENTE MENSAJE MEDIOS PERCEPTORES


EMISOR

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RESPUESTAS
1. Fuentes

Los mensajes que circulan entre nosotros pueden tener su origen en diversas
fuentes. Por lo general: Sagrada Escritura, Documentos de la Iglesia, Documentos propios
de la Orden (Constituciones, Actas, decisiones de los Consejos, etc.), conclusiones de las
ciencias, juicios emitidos por diversos autores, etc.

Por el carácter de autoridad que implican esas fuentes, son el lugar común para
apoyarse en la toma de decisiones. Los aspectos históricos no se olvidan y a ellos
apelamos, muchas veces sin tener presente las diferentes circunstancias históricas,
sociales o políticas. Los ejemplos de los primeros frailes son otra de nuestras fuentes para
extraer de sus ejemplos proyecciones a nuestras vidas. La costumbre, entre nosotros,
tiene fuerza de ley (LCO, 275, 1, 4o; 289, 1).

2. Emisores

La persona que, mediante la confección del propio código elegido, nos ofrece el
mensaje específico: Maestro General, Priores Provinciales y Conventuales y, a nivel de
comunicaciones personales, cada religioso. Puede ser un grupo de religiosos (definidores,
capitulares, grupo de religiosos a quienes se les encomienda una misión determinada,
etc.).

De modo muy específico: El Maestro General; Los Definidores al redactar las


Actas; responsables de la Analecta de la Orden; responsables de la publicación del IDI. A
nivel regional: Documentos de cada Región: por ejemplo las Actas de las reuniones de
Cidal; quienes redactan las decisiones de las sub-regiones; responsables de las revistas:
Revista Cidal, Revista Angelicum, Ciencia Tomista, Justicia y Paz (de México), Revista
Análisis (Colombia), etc.

Los responsables de las diversas publicaciones, a nivel provincial: boletines,


folletos, etc.

Emisores que se constituyen, de modo informal, por propia iniciativa: Ofrecen sus
mensajes personales, por escritos, por teléfono, por carta, por conversaciones directas.
Pueden ser “portavoces de mensajes ya emitidos” o ellos mismos se constituyen en
fuente-mensaje de su personal comunicación.

3. Mensajes

Lo que dice el emisor. El producto definitivo que la persona, o el grupo, pone en un


canal para que llegue hasta el perceptor. Es la información, los datos que suministramos y
ponemos a disposición del perceptor para que nos comprenda, cambie de actitud y nos
ofrezca su respuesta.

La clase de mensaje puede ser muy amplia.

Es interesante saber el origen de los mensajes. Saber quién es el Emisor y de


dónde ha tomado, como fuente, su información.
Por lo general nos llegan mensajes con motivo de algún acontecimiento: Capítulos
Generales o Provinciales, Carta del MOP, de los diferentes Asistentes, etc.

Recibido un mensaje, podemos tomar una actitud crítica y podemos analizar los
mensajes recibidos, por ejemplo, mediante las técnicas de análisis de contenido (qué
dice, qué ha querido decir, qué no dice, por qué lo dice así, etc.).

Los mensajes conllevan en sí un primer aspecto: la parte informativa. Por ella nos
enteramos, nos informamos. Un seguido aspecto: la parte comunicativa, lo que pone en
común, lo que exige de nosotros. Y la respuesta no se deberá hacer esperar; cada uno de
nosotros tiene su propia respuesta.

Hay mensajes para toda la Orden. Hay mensajes que únicamente son locales. Nos
llegan mensajes desde los más variados sectores. La intercomunicación de mensajes nos
pone en contacto con otros ambientes (Provincias, Regiones) mediante, por ejemplo, las
publicaciones que se realizan en la Analecta; puede ser una carta del MOP a otra
Provincia diferente a la mía: aunque el mensaje no está dirigido para mi provincia, los
contenidos nos pueden servir a nosotros como orientación, nuevos enfoques o,
simplemente, como conocimiento.

La Familia Dominicana recibe muchos mensajes de este tipo: Por lo general, los
religiosos legislan y orientan para su estructura propia. Últimamente se toman más en
consideración aspectos que pueden relacionarse con la Familia Dominicana. Observamos
que las Hermanas Dominicanas, aceptan directrices de la Orden en sus legislaciones.

4. Los medios

Referido a los canales por donde circulan los mensajes. Veamos algunos propios
de la Orden: (Las comunidades femeninas deberán buscar sus propios canales y tomarlos
en consideración).

a. A nivel de Orden

— ANALECTA DE LA ORDEN (LCO, No. 179 y 362). Es el órgano oficial que tiene
la Orden para publicar los documentos importantes que pueden tener alguna repercusión
para todos los frailes y familia dominicana.

— ACTAS DE LOS CAPÍTULOS GENERALES. Para toda la Orden.

— ACTAS DE LOS CAPÍTULOS PROVINCIALES: se publican resúmenes en la


Analecta de la Orden (LCO, 357).

— ARCHIVO DE LOS HERMANOS PREDICADORES, publicación anual.

— PUBLICACIONES PERIÓDICAS: Son publicaciones emanadas desde la Curia


y ofrecen Informaciones Dominicanas Internacionales (IDI) (Cfr. Walberberg, 175 y Roma,
259).
— PUBLICACIONES EVENTUALES: También emanadas desde la Curia
Generalicia. Son las cartas y documentos del MOP, comunicados de los Asistentes u
otros oficiales de la Curia, por ejemplo el Procurador, Promotores, etc.

b. Nivel Provincial

— Cada Provincia está obligada a publicar las Actas de sus Capítulos Provinciales
y deben ser leídas públicamente en todas las comunidades.

— Es muy común que cada Provincia tenga un Boletín informativo para todos los
religiosos que componen la Provincia. En él se publican algunos documentos,
informaciones generales o locales.

— Cartas del P. Provincial a toda la Provincia.

— Hay Provincias que publican algunas revistas especializadas que se distribuyen


por la Orden y otros sectores, según las especialidades.

— Algunas Provincias o Vicariatos publican Boletines especiales; también se


distribuyen en diversas Provincias o sub-regiones. También hay comunidades locales que
hacen lo mismo.

c. Nivel regional

— Dada su organización, las diversas Regiones y Sub-regiones poseen sus


órganos de comunicación. Aunque pueden tener carácter local, también se difunden en
gran parte de la Orden: los documentos de las reuniones de Cidal, son un ejemplo.

— Pueden ser publicaciones periódicas: la Revista Cidal.

— Pueden ser otras clases de publicaciones (boletines, libros, folletos), que se


distribuyen en un determinado ámbito. Por ejemplo, las publicaciones sobre la Familia
Dominicana en Latinoamérica. Este Curso a Distancia sobre temas de dominicanismo es,
también, un buen ejemplo.

En la reflexión sobre los medios de comunicación en la Orden, no se puede olvidar


la existencia de otros canales: cartas personales, llamadas por teléfono, conversaciones
personales directas, etc. Por esos canales también nos informamos y nos podemos
comunicar. Aunque sea de modo informal.

5. Los perceptores

Todos los miembros de la Familia Dominicana somos Perceptores y Emisores.


Tenemos acceso a todos los documentos de la Orden.

— Es interesante fijarnos en las posibilidades que tenemos de ofrecer nuestras


propias respuestas (Feed-Back). En la comunidad, la comunicación, está referida a la
comunicación de vida, por lo tanto no se limita a una respuesta verbal exclusivamente.
Las respuestas están relacionadas con la aceptación de lo mandado, en la
realización de lo que se nos aconseja, etc., son modos de responder.

— En nuestras Constituciones están previstos los caminos para responder, el


cómo y el cuándo. Por ejemplo: en la elección de Provinciales y Priores deben manifestar
su aceptación o rechazo en un plazo previsto.

— En contadas ocasiones se manifiesta la imposición, precepto formal, totalmente


dentro de la legalidad.

— Para la reforma de nuestras leyes se pide el mantener durante varios Capítulos


Generales la proposición, a modo de experimento. Durante todo ese tiempo se pueden
aducir razones, aportar criterios sobre esas ordenaciones. El cambio de personas, con
diferentes mentalidades, en los Capítulos siguientes, favorece la posibilidad de cambiar
ordenaciones que no hayan sido bien acogidas por los religiosos.

— La participación personal de los religiosos en Consejos, Capítulos provinciales o


conventuales es otro camino para ofrecer respuestas directas a proposiciones formuladas:
“La convocatoria del capítulo debe hacerse siempre de modo público, por escrito” (LCO,
312, II). Los capitulares pueden proponer al presidente, antes del capítulo, algunos
asuntos para ser tratados” (LCO, 312, III).

— El derecho a “recurrir” (LCO, 22, II) nos habla del derecho, al menos, de pedir
una información pertinente.

— Por ley se nos impone el compartir, ofrecer datos, comunicarnos, en los


aspectos intelectuales (LCO, 240).

— Las Visitas canónicas, realizadas con espíritu comunicacional, nos ofrecen


posibilidades de información y de compartir, tanto a nivel personal como comunitario.
Visitas canónicas, en las que predomina la actitud dialógica, pueden tener mejor
resultado.

— En este mismo sentido vemos la obligación de los superiores de dar un informe


sobre "el estado" del organismo que han presidido durante un determinado período. Es
una información que nos sirve, por los datos que puede ofrecer, por el conocimiento
global que presenta. (LCO, 306, 3,41, lo. y 3o; 217, 11, 3o.).

— En líneas generales, podemos observar las respuestas de los perceptores en


las actitudes que adoptamos, el cumplimiento de las ordenaciones, el servicio que
prestamos, el interés manifestado por la comunidad, la defensa que hacemos de ella, en
el saber tomar decisiones, el no callar cuando se debe hablar, el saber aceptar decisiones
de la mayoría. Es verdad qué para esta comuni6n, fruto de la comunicación
desinteresada, hace falta un cierto espíritu, una voluntad decidida, prudencia, para
conseguir lo que algunos estiman como utopía.
6. Ruido

Como elemento perturbador en la comunicación. Todo aquello que puede interferir


en la comunicación. Estimamos que este elemento también se da en las comunicaciones
de nuestra vida en comunidad. Veamos algunos aspectos:

— De un modo global, apreciamos que se da ruido cuando se modifican mensajes


originales y llegan a los receptores desfigurados: cuando intervienen intérpretes, o
traductores de lo que dice el mensaje: ¿por qué no dejar leer el mensaje directamente?
¿Por qué debe haber portavoces cuando los caminos de la comunicación directa son
factibles, están dados y se conoce, por experiencia, que los malentendidos hacen su
aparición prontamente?

Se produce un ruido cuando los religiosos esperan una información y se les oculta,
se les da a medias o desviada de los hechos.

El ruido se puede producir a cualquier nivel de los elementos que intervienen en la


comunicación. No podemos pensar que las interferencias vienen siempre del estrato de
más arriba. Se puede producir ruido por los estados anímicos de los perceptores.
Posiblemente hay informaciones que llegan en un momento desafortunado, no oportuno.
Es muy posible que lleguen informaciones cuando ya no hacen falta. La predisposición del
perceptor puede ser uno de los factores que lleven a la incomunicación.

Informaciones que no llegan por el canal oficial, o llegan antes por otros canales,
predisponen, cortan la posible comunicación.

Otras veces se centra el ruido en el medio, canal, de transporte: se pueden


presentar ocasiones en las cuales el medio de comunicación (la persona) no sea la más
apta, a juicio de los perceptores.

— Por sobreabundancia de información en una sola dirección. Nace un rechazo


"para cualquier información que provenga de este sector". Nos referimos, es un ejemplo, a
grupos que defienden una posición, un modo de pensar, etc. y ofrecen tanta información
alrededor del mismo tema, centrados en una sola visión, que el perceptor se pone a la
expectativa cada vez que viene una nueva información ("siempre dicen lo mismo).

— También el ruido puede provenir de el Emisor-Fuente: Porque no ha sabido


codificar bien el mensaje, porque ha introducido elementos extraños en el proceso de
comunicación, por lo que comunica en sí (rechazado por el perceptor), por la oportunidad,
por la fama (el juego de la opinión pública) que pueden haberle dado, etc.

No es muy difícil pasar a la incomunicación mediante el ruido.

OBJETIVO No. 3 Detectar signos de comunión-comunicación en la Orden

Hay signos de comunicación entre nosotros. Ocurre que alguna vez, por lo
cotidiano, no nos llaman la atención o no tomamos conciencia de la influencia que tienen
en nosotros.
Nos limitamos a proponer algunas áreas, ejemplos, que nos pueden servir de
ayuda en la reflexión de este objetivo.

1. A nivel legislativo

Repase usted las Constituciones, la propia legislación, las orientaciones y


ordenaciones que se nos proponen y podrá descubrir el insistente llamado a la comunión
fraterna entre todos los miembros de la Familia Dominicana.

“Como en la Iglesia apostólica, así entre nosotros, la comunión se funda, construye


y reafirma en aquel mismo espíritu en el que de Dios Padre recibimos el Verbo en una
sola fe, lo contemplamos con un solo corazón y lo alabamos con una sola voz” (LCO, 3, 1
y 2).

— Nuestra Orden es rica en experiencia: Se vive en comunidad, se reflexiona en


comunidad, se predica “en nombre de la comunidad”.

“Una comunidad que con un solo corazón y ánimo pensaba sobre su misión y
formas de presencia y ministerio (discernimiento comunitario; fraternidad, en que cada
uno afirmaba su personalidad a través de la concordia y participación en los modos de
pensar, decidir y predicar de su comunidad” (Capítulo de Roma, No. 96).

— El ejemplo tomado por el Capítulo de Roma nos atañe: “Nuestros primeros


frailes en el siglo XVI se dedicaron totalmente a anunciar el Evangelio de Jesucristo e
implantar la Iglesia y la Orden en esta región. Aprendieron la lengua de los indígenas,
escribieron gramáticas y libros de catecismo para los fines de la evangelización, fueron
por tanto respetuosos para las culturas y costumbres locales. La admirable movilidad
itinerante de los mismos, nos habla aún hoy día de su modo sencillo de vida, tanto
personal como institucional y consiguiente disponibilidad apostólica” (No. 93).

— Nuestras comunidades: el signo más tangible de nuestra propia comunión y


participación es signo, también, para quienes observan nuestras vidas: “Teniendo en
cuenta que muchos esperan que nuestros conventos sean lugares de dialogo sobre
diversos temas, también no teológicos (v. gr. problemas de comunicación y convivencia,
cuestiones sociales, cultura humana, etc.)... recomendamos a los hermanos que nuestras
comunidades se conviertan en un nuevo lugar de evangelización y se ordene
debidamente en ellas del mencionado diálogo” (O. de Roma, No. 36).

— “Dios nos llama en América Latina a una vida en Cristo Jesús. Urge anunciarla
a todos los hermanos. La iglesia evangelizadora tiene esta misión: Predicar la conversión,
liberar al hombre e impulsarlo hacia el misterio de comunión con la Trinidad y de
comunión con todos los hermanos, transformándolos en agentes y cooperadores del
designio de Dios” (Puebla, 563).

2. Nuestra inserción

Como signo de común unión, no sólo entre nosotros, a nivel de Orden, es un


testimonio que ofrecemos a toda la Iglesia cuando nos ponemos al servicio de ella para la
predicación. “Somos los predicadores oficiales de la Iglesia”.
El Capítulo de Roma recomienda, en su análisis sobre la realidad latinoamericana:
“Exhortamos a los frailes y comunidades a fomentar y promover una comunión más
profunda cada día con la iglesia local y jerárquica, con ofrecimiento de lo que nuestro
carisma pone al servicio de la Iglesia” (No. 94).

Este párrafo es el eco de nuestras Constituciones. Es la actitud de Sto. Domingo.


“en medio de la Iglesia”. Según esa perspectiva apreciamos:

— Inserción directa, ofrecimiento de nuestras posibilidades, de modo concreto


sobre los MCS. Al menos, como actitud, puede ser un signo eficiente para la colaboración
y participación.

— Al servicio de la Iglesia: en cuanto se refiere a obras que ya están funcionando


y en las cuales puede ser útil nuestra participación: revistas diocesanas, medios de
comunicación diocesanos, periódicos, etc.

— Colaboraciones periódicas: artículos de prensa, algún programa de radio,


campañas, intercambio de trabajos que podemos tener para nuestros propios medios de
comunicación, etc.

— Participar en grupos de reflexión. Por lo general en cada Diócesis funciona un


secretariado de los MCS. En ellos se promueven seminarios, charlas, cursillos. Nuestra
asistencia, además del beneficio que nos reporta, puede ser un auténtico signo de
participación.

3. Promoción del diálogo

Si el diálogo es el mejor signo de la auténtica comunicación, no podemos menos


de considerarlo de capital importancia.

— “Frente a la responsabilidad de la evangelización, la Iglesia Católica se abre a


un diálogo de comunión, buscando áreas de participación para el anuncio universal de la
salvación” (Puebla, 1087).

— “Esto supone que evangelización y diálogo están íntimamente relacionados. Las


áreas de intercambio que se abren ante la Iglesia son muchas y variadas” (Puebla, 1098).

— Un diálogo que “siempre tiene un carácter testimonial, en el máximo respeto a


la persona y de la identidad del interlocutor” (Puebla, 1114).

— Es una preocupación constante de nuestra legislación (LCO, 111, 123). El


Capítulo de Roma: “... diálogo con todos los interesados en ello, reuniones de grupos
peculiares de acción apostólica (profesores universitarios, frailes que colaboran en los
MCS, hermanos que ejercen el ministerio con los pobres, etc.) para poner en práctica las
opciones de la Orden en las circunstancias propias” (No. 98). Diálogo entre los (as)
hermanos (as) en la propia comunidad, con centro de predicación-comunicación-
participación”.

— Diálogo mediante las diferentes publicaciones que podemos realizar.


— Diálogo con los diversos sectores del apostolado, principalmente sobre MCS,
para poder descubrir y tener elementos de juicio en nuestras denuncias proféticas.

4. Signos de comunicación en la Orden

Usted, en su propia reflexión personal, podrá conseguir otros muchos signos. Por
nuestra parte citamos los siguientes:

— No podemos descartar el interés creciente de los religiosos, en América Latina,


por intentar relacionarnos, por conocernos mejor: Cidal, Codal, las confraternidades
seglares, son ejemplos.

— Hay un deseo de conocernos mejor y, son muchos los casos, intentamos


colaborar en algún proyecto común: nos llamamos para dictar clases, charlas, alguna
conferencia, algún asesoramiento.

— Afirmamos que “renacen las vocaciones”, nosotros estimamos que ‘ha renacido
nuestra preocupación” por difundir la Orden, por darla a conocer; comenzamos a ser
testigos de nuestro propio carisma, como antiguamente.

— Nos estamos preocupando por formar grupos de reflexión, comunidades de


base, formamos pequeños grupos y los asistimos. Hay sectores de la Orden que se han
dedicado íntegramente a la formación de la juventud en Colegios, centros educacionales,
grupos de alfabetización.

— Es manifiesto que existen grupos de religiosos y, principalmente religiosas,


dedicados a una efectiva labor social y religiosa en sectores
marginales, tanto en centros poblados como en el ambiente rural. Su ejemplo es
alentador.

— Utilizamos los MCS en diferentes naciones, con medios propios de la Orden; se


colabora con medios diocesanos, nos prestamos para asesoramiento en algunas
estaciones y emisoras.

— Hay entre nosotros grupos de teólogos que le dedican mucho tiempo a su


reflexión y nos ofrecen el fruto de su contemplación.

— Una nota característica que nadie puede negar: el fomento, animación,


formación y asesoramiento que prestamos a la Familia Dominicana.

— Hay hermanos (as) que están en un verdadero campo de frontera, donde


evangelizan y son testimonio de vida dominicana.

— Nos llega mayor información de nuestra región: nos conocemos mejor,


tomamos conciencia de los trabajos que realizan en otras regiones, en otros sectores,
tomamos conciencia de las dificultades por las que atraviesan. Estaremos de acuerdo o
en desacuerdo en su forma peculiar, ya ese mismo hecho, dado el pluralismo dominicano,
es un auténtico signo de participación.
— Frente a graves problemas, notamos la presencia de hermanos y hermanas que
intentan aportar su granito de arena.

— Nos visitamos. Intercambiamos información. Nos consultamos.

5. Proyección a los MCS

Las quejas de los Capítulos generales (también lo notamos en el capítulo


provincial de Colombia) versan sobre la poca acogida que han tenido las
recomendaciones sobre los MCS.

Llega el momento de reflexión: Debemos tomar conciencia de cómo los MCS. son
un campo muy cercano de misión. No tenemos que ir muy lejos. También es una facilidad
para difundir nuestra palabra evangelizadora por su medio.

— Los proyectos comunitarios deberían considerar este campo de misión.

— Hace falta, a nivel de comunidades, reflexión sobre los MCS. para darnos
cuenta de su problemática y del beneficio que nos pueden reportar.

— Hace falta una decidida voluntad para el cambio de actitud: se ofrece la


impresión de que le tenemos miedo a los medios.

— Hace falta una primera reunión, un seminario, donde nos expliquen los
mecanismos, el funcionamiento de los MCS. Y, lógicamente, las técnicas para su
utilización.

— En nuestras intervenciones públicas, charlas, discursos, homilías: Saber ofrecer


al público una visión sobre los MCS, sus aspectos positivos y negativos. Parte de nuestra
misión es advertir, denunciar.

— Quienes tengan algún conocimiento y aptitudes: Su colaboración personal con


los medios propios de la Orden o de la Diócesis.

6. Interrogantes para la reflexión

Usted dispone de elementos de juicio abundantes. Habrán nacido muchos


interrogantes en su interior. Deseamos profundizar. Tal vez sea un estímulo:

No podemos seguir aislados; no nos podemos quedar en la comunidad como


extraños en el propio hogar; porque la incomunicación nos lleva a la alienación. Lo mismo
que la desinformación nos lleva al aislamiento personal. El formarnos una isla, nos lleva a
la rutina y en la rutina conseguimos la monotonía que nos lleva a la apatía y,
lamentablemente, a la incomunicación. Un círculo vicioso.

— ¿Nos contentamos con la simple información de hechos?

— ¿Hemos intentado crear ambiente de comunicación?


Las informaciones que traemos a la comunidad: ¿Sirven para la comunicación
comunitaria?

— ¿Intercambiamos valores, frutos de nuestras reflexiones, ponemos en común


conocimientos, testimoniamos con nuestros propios gestos y actitudes, la vida comunitaria
que proclamamos?

— ¿Qué clase de datos (veraces, oportunos, etc.) aportamos a nuestra


comunidad? Porque tarde o temprano debemos reconocer que podremos fantasear,
poner fachadas, pero no siempre, en todo momento. Algún día quedamos descubiertos.

— ¿Nos reservamos datos, información, que puede servirle a la comunidad?

— ¿Informamos? Y, ¿los datos que nos reservamos?

— ¿Cuáles son las notas características, los signos de comunicación que tiene su
comunidad, su confraternidad, su grupo dominicano?

6. Incomunicación

No estamos exentos de vernos envueltos en la incomunicación, aunque vivamos


en comunidad. Son muchos los factores que pueden contribuir. No es mal momento para
reflexionar sobre esta posibilidad.

Pero se lo dejamos a usted. Este objetivo se multiplicó. Para usted puede ser un
excelente ejercicio. Ya conoce la técnica: busque datos concretos, específicos. Reflexione
sobre ellos y llegue a una conclusión. La pregunta es fundamental: SIGNOS DE
INCOMUNICACION EN LA ‘ORDEN, en dos niveles: Latinoamericano y en la comunidad
donde vive.

OBJETIVO No. 4 Reconocer, en los medios propios de la Orden, aspectos


de comunicación e incomunicación

Hemos aportado algunos criterios para reconocer aspectos de Comunicación,


información, incomunicación, tanto a nivel de medios, en general, como en nuestra vida
comunitaria. Ha llegado el momento de reflexionar y analizar nuestros propios medios de
comunicación.

1. Visión Panorámica

Hemos tenido oportunidad de reconocer la preocupación de la Orden: Insiste en el


análisis de los Medios, reconocer los MCS como campo de Misión, utilización de los
Medios para la evangelización, pide que en la Ratio Studiorum aparezcan los temas de
Comunicación Social. La propia Orden posee MCS.

No obstante:

— ¿Qué medios tecnológicos posee la Orden, referidos a los MCS?


— El área de la Informática, por ejemplo, ¿qué cabida tiene a nivel de Curia?

— ¿Dispone la Orden de un simple archivo, banco de datos propios de la Orden?


¿A quién debemos recurrir cuando un religioso desea, por ejemplo, hacer un trabajo
documentado sobre la Orden? Hoy por hoy, no queda otro camino que limitarse a cuatro
datos que uno puede conseguir en las viejas bibliotecas.

— Dispone de un banco iconográfico, propio de la Orden, para no perder tanta


riqueza repartida por todo el mundo? ¿Tanto cuesta recoger en video, en diapositivas u
otros medios, el verdadero arsenal de arte, imágenes, pinturas, etc.?

— ¿Cómo se comunica el MOP, los Asistentes, las Provincias entre sí? ¿Dispone
la Orden de acceso a Télex, está conectado a alguna red de comunicación para informar,
preguntar, ofrecer datos, etc.? ¿Cómo se distribuyen informaciones, mensajes?

— ¿Qué pasa con las editoriales propias de la Orden? Porque uno se puede
preguntar el por qué obras famosas, de dominicos no menos famosos terminan en
editoriales extrañas a la Orden. Esas editoriales se llevan las ganancias y el prestigio. Hoy
día las grandes editoriales se ubican en las naciones donde es menos costosa la
impresión. Siempre hay una matriz donde se preparan originales, se confeccionan los
textos se distribuyen las matrices para ser reproducidas a nivel local.

— Nos podemos preguntar sobre cuál es la política (y sus estrategias) de la Orden


para los MCS. Porque sabemos que no es solamente el “ordenar”, “exhortar”,
“recomendar” o “denunciar.

— Si descendemos a otro nivel: ¿Se da la posibilidad de que algunos, o algún


grupo de religiosos, se apropien de algunos Medios y traduzcan, interpreten las
informaciones que deberían ser, en cuanto cabe, objetivas, veraces y oportunas?

— ¿Por qué existe miedo a la información? “Ciertos religiosos se han preguntado


sobre la presencia de tal o cual punto discutible en las Notas de trabajo. Me parece que
un Capítulo General puede, e incluso debe, saber lo que se hace y se piensa en la Orden.
Esto puede ser fuente de útiles reflexiones. Su publicación plantea dificultades cuando
estás notas son difundidas al interior de las Provincias, pero entonces le corresponde a
cada uno tener cuidado” (Relación del MOP sobre el Estado de la Orden en el Capítulo
General de Walberberg).

— ¿Quién tiene acceso a los medios escritos propios de la Orden o Provincias?


¿Todos los religiosos? ¿Sin la censura (deberá existir según LCO, No. 86, III, 139, 417, 1,
30), que no se limita a los contenidos sino también a sectores, a personas? Nos referimos
ahora a esa clase de selección que se realiza según capricho de los que son
responsables de esas publicaciones.

— Por otra parte, a nivel provincial o comunitario, se dejan esas publicaciones bajo
la responsabilidad de un religioso y la Provincia o la Comunidad se desentiende
totalmente. El religioso deberá hacer mil equilibrios para, a duras penas, mantenerla en
niveles ínfimos de calidad y contenido.

— Apreciamos que existen publicaciones costosísimas, “que nadie lee”, pero se


mantienen para “intercambio”, para “mantener prestigio”, “porque viene de tradición”: ¿No
se pueden actualizar, darle una forma moderna, asequible a un mayor número de
personas, renovarla? ¿Debe continuar así?

— A este nivel general, no podemos menos de recordar que hay publicaciones


entre nosotros que intentan manipular la opinión dentro de la misma Orden: se publican
noticias, de modo exclusivo, sobre una misma tendencia, sobre una misma posición
ideológica y se oculta la información objetiva, veraz. El lector toma conciencia de esa
manipulación de la información. ¿Qué se intenta con esas informaciones tendenciosas,
verdades a medias, disfrazadas de motivaciones religiosas? ¿Dónde queda la verdad de
quienes tienen por lema la Verdad?

— Tampoco podemos olvidar nuestra propia desidia: Nos piden información y no


contestamos. La falta de participación en este sector es notable. Y si desea comprobarlo,
haga la prueba, pida información a las Provincias.

— Hemos querido aportar algunos datos de la legislación de las Provincias y


Vicariatos de Latinoamérica. Algunas nos han llegado. Hemos podido constatar dos
hechos: lo. A pesar de las recomendaciones de los Capítulos Generales, da la impresión
de que, en algunas Actas, se “hace memoria” de los MCS sin aterrizar en algo concreto,
sin abrir horizontes. Simplemente se han contentado con la “memoria”, y en algunas es de
segunda clase. 2o. Hemos podido comprobar que hay interés, hasta con preocupación,
por ordenar y orientar las actividades y la formación hacia los MCS.

2. Las Actas de los capítulos generales

a. Aspectos de comunicación

— Son el producto físico, como mensaje, de un diálogo previo, amplísimo a nivel


de toda la Orden. Desde el anuncio y convocatoria del Capítulo se producen una serie de
intercambios de ideas, de proposiciones, envíos de cuestionarios, etc. Hay una auténtica
preparación dialógica a nivel de toda la Orden.

— Cuando los temas llegan a la mesa del diálogo capitular, se ha dado


oportunidad para proponer, intervenir, criticar, corregir. Que se tome con seriedad y
responsabilidad por todos los religiosos será otro problema.

— Por lo tanto las Actas conllevan, como medio, un cúmulo de información para
toda la Orden. Es el producto de largos diálogos.

— Los emisores, Definidores, nos ofrecen los datos con la expresa intencionalidad
de cambiar actitudes en los perceptores (todos los religiosos). Es su función, su cometido
como emisores. Es más: Esperan una respuesta de los perceptores porque ofrecen y
ponen en común unas decisiones, a su vez, tomadas en común. Esa forma es, nuestro
modo de ver, un acto auténticamente comunicacional.

— Las fuentes de donde los emisores toman la información para retransmitirla a


toda la Orden, son las propias decisiones tomadas en común, las revisiones que se han
hecho de ordenaciones anteriores, los nuevos enfoques que la Orden desea proponer y,
todo, con la más sana intencionalidad de fomentar, corregir, propulsar o potenciar,
incrementar la vida de comunidad, orientar a otros apostolados, etc. Por eso se espera un
cambio de actitud en los religiosos, por eso se esperan respuestas razonadas, al modo
humano y religioso.

— Y las respuestas no se hacen esperar. Recibidas las Actas es obligatorio el


leerlas en público, formamos nuestra propia opinión, contribuimos con nuestra opinión a la
formación de la Opinión Pública sobre ese Capítulo. Es muy posible que las opiniones se
dividan. La reacción de los religiosos no se hace esperar. Son las respuestas que espera
el Emisor. Durante tres años habrá la posibilidad de aquilatar esas respuestas de primer
momento. Se abrirán nuevamente los caminos de participación. Se acudirá a un nuevo
Capítulo para revisar las respuestas. Es largo el camino, pero efectivo: tenemos siete
siglos de experiencia en esta técnica de comunicación.

— Las Actas del Capítulo General son un manojo de proposiciones, ordenaciones,


exhortaciones con la expresa intencionalidad de compartir para seguir común unidos.

b. Aspectos de incomunicación

— Por parte de los religiosos que reciben las actas como simple información de
datos. No ven en las Actas nada más que aspectos informativos: anuncios, recordatorios,
felicitaciones por actuaciones, lista de nombres, obligaciones para cumplirse, etc.

— Quienes “definen”, imponen, determinan, son “Los Definidores”. Así está


previsto por nuestra legislación. Oficialmente ellos son los emisores.

— Por su carácter normativo, de modo legal, las Actas son ofrecidas a la Orden de
modo unidireccional. Al menos durante los tres años que tienen vigencia (próximo
capítulo).

— La interpretación de la información suministrada únicamente la puede realizar el


próximo Capítulo General o el Maestro General (LCO, 290 7 291).

— Los aspectos mecánicos de la información: Quedan fijados los Emisores y los


Receptores. No hay posibilidad de intercambiar diferentes puntos de vista o aquilatar
términos. Están publicadas, presentadas por el MOP mediante la carta introductoria de las
Actas. En este aspecto no podemos olvidar el voto de obediencia.

— Hay una cierta rigidez en la forma de presentación (en los últimos Capítulos se
ha modificado en algo); son fórmulas que suponen una previa determinación unilateral:
“Ordenamos al Maestro General”, “Ordenamos a los Priores Provinciales”, etc. Es nuestro
modo de legislar.

— No hay posibilidad de feed-back inmediato. Por lo que se acentúa un aspecto


informativo o impositivo, como muchas veces lo tienen. Se debe esperar a un nuevo
Capítulo, el canal de comunicación se ha cerrado.

3. El Capítulo Provincial

Considerado el Capítulo Provincial como la ocasión de poner en común todos los


asuntos de la Provincia y las Actas como el instrumento de difusión de lo tratado.
a. Aspectos de comunicación

— Es la mejor ocasión de poner en común inquietudes, problemas, proyecciones


hacia el apostolado, revisión de la vida comunitaria, etc.

— Es el momento de aportar los datos sobre los temas más diversos, es decir, de
informarnos mutuamente. Porque quienes han sido elegidos para el Capítulo deben
poseer la mayor información posible y poder tener elementos de juicio. La aportación de
cada religioso, por los canales preestablecidos, puede ser eficaz.

— Es una clara oportunidad de buscar soluciones en común. Soluciones a


problemas planteados. El conjunto de juicios emitidos en toda la Provincia es una
orientación que pueden utilizar los asistentes al Capítulo.

— Momento para revisar las ordenaciones y orientaciones dadas en el Capítulo


anterior. Es el momento de recoger las respuestas de los perceptores provinciales a las
directrices del Capítulo anterior.

— La revisión de la vida común, de los apostolados que se realizan, de los


aspectos económicos, de las políticas que se deben seguir, etc. Es el momento de
intercomunicación, de compartir ideas, juicios. Todo ello signo de comunión.

Estos aspectos positivos, comunicacionales, se dan, de modo similar, en los


Capítulos conventuales, reuniones comunitarias. Es la estructura comunicativa que tiene
la Orden para saber compartir profunda, vivencialmente.

b. Signos de incomunicación

— Dejamos pasar esa gran oportunidad: no participamos. Se estima que con el


hecho de votar a los representantes ya hemos cumplido. Son muchas las excusas que
podemos dar.

— No estimamos nuestra intervención. No aportamos datos, detalles, inquietudes.


Posiblemente los hemos manifestado a otros niveles, no efectivos, no oficiales.

— No se contestan los posibles cuestionarios que pueden preceder, para recabar


datos, para consultas.

— Una actitud incorrecta: Después de no aportar datos, de no participar,


posiblemente, somos los primeros en “oponernos sistemáticamente” a las decisiones
tomadas. Deseamos soluciones a nuestro gusto y no aportamos nuestro juicio.

— Hay quienes arreglan la Provincia fuera de los canales legales, establecidos.


Cuando llega la oportunidad ofrecen el silencio más absoluto.

— Puede darse un cierto ambiente de “no desear cambios”; tal vez la


acomodación, la rutina, lo cotidiano nos ha invalidado. Es posible que esos aspectos nos
lleven a la incomunicación.
— Con ocasión de los Capítulos, podemos observar dos posturas extremas, datos
característicos de incomunicación voluntaria: Se juzga a priori del Capítulo y no se espera
nunca nada; se espera todo, se espera que nos solucionen todo, que resuelvan todos los
problemas (siempre desde nuestro punto particular de vista), y no hemos ofrecido nada.

— ¿Qué actitud tomamos ante las Actas, el medio oficial de comunicación?

— El aislamiento, extrañamiento voluntario del quehacer del Capítulo lo vemos


como el signo de incomunicación más palpable que se puede dar entre nosotros.

Lo mismo puede ocurrir con las reuniones, Capítulos Conventuales, etc.

4. IDI (Informaciones dominicanas internacionales)

Es el medio escrito de que dispone la Orden para ofrecer informaciones generales


de la misma Orden.

a. Signos de comunicación

— De modo no oficial nos proporciona informaciones generales que pueden ser


motivo para compartir hechos o sucesos sobre los cuales recae nuestro interés.

— Mensualmente nos ofrece un panorama informativo para apreciar la labor que


se realiza en la Orden. Es lógico que lo sintamos como algo nuestro, propio.

— De una manera o de otra nos pone en contacto, mediante la información, con


otras regiones, ambientes. Es un motivo para aceptar o rechazar, los contenidos de esas
informaciones. Nos hace tomar parte, nos saca de la indiferencia.

— Es algo que “nos pertenece”. No es extraño que los perceptores escriban


adoptando una posición determinada; que escriban cartas quejándose, alabando o
criticando. Son señales inequívocas de que “lo toman como suyo”, “se estiman parte”, se
“tiene derecho a intervenir”, etc. y lo hacen. Eso es comunicación.

— Nadie puede negar, le guste el IDI o lo rechace, el beneficio que a todos nos
reporta. Nos hace falta esa clase de informaciones.

— Dentro de este posible diálogo: Nos podríamos preguntar si no es factible


ampliarlo, ofrecer más noticias, tocar otros temas, informaciones más ágiles, etc.

b. Signos de incomunicación

Apreciamos que existen noticias que no se ofrecen en el IDI. No podemos pensar


que en la cúspide de la Orden hay desinformación.

— Noticias que nos llegan por otros canales, a veces deformadas, podrían tener
cabida en el IDI. Algunos podrían preguntarse, en esos casos: ¿para que el IDI?
— Está presentada como oficialista: es posible que a ello se deba esa estructura
vertical que queda denotada, un cierto sabor a censura previa, rigidez en la presentación,
meticulosidad en la redacción.

— Su finalidad es presentar un panorama amplio de los sucesos ocurridos durante


el mes en toda la Orden: Algunas regiones se sienten relegadas por el simple hecho de
no aparecer. ¿Costos, selección, porque no ocurre nada interesante?

— ¿Cuáles son los caminos de regreso de que disponen los perceptores?

— Da la sensación de que los Emisores del IDI no desean respuestas.

— En este caso está muy bien definido el boletín: “Informaciones”. Nada más. No
pretenden otra cosa. Información mecánica, ofrecida. Ofrecen aquello que seleccionan,
las informaciones que, bajo su óptica, estiman “noticiables”. Cumplen con su función de
ofrecer datos. Es verdad, de ser así, que no podrán esperar respuestas de los
perceptores. Los perceptores no se sentirán involucrados. Cuando ellos reciban el IDI, lo
lean y lo guarden, quedará cumplido el proceso de información. No obstante queda un
cierto desasosiego dominicano: ¿Y la vertiente comunicativa?

5. Revista Cidal

Es el órgano, medio de comunicación escrita a nivel latinoamericano, que ofrece


Comunicaciones, Informaciones y Análisis sobre la problemática de la región.

a. Signos de comunicación

— Es vehículo de información sobre temas de estudio, sucesos, reflexiones


personales y de grupos, con la manifiesta intención de influir en el perceptor. Luego es
signo evidente de comunicación.

— En ella se pueden observar tres campos muy bien delimitados: La


comunicación, la información y el análisis. Análisis que proporciona la misma Revista,
pero que es, a la vez, un estímulo para que el lector realice sus propias reflexiones.

— Las manifestaciones de los Emisores: Publicación abierta a cualquier clase de


colaboración de los dominicos. La piden con insistencia.

— La Revista, como medio de expresión y comunicación, puede constituirse en un


intercambio de ideas, de metodologías, de formas de actuar, de experiencias. En ella se
podrían contrastar situaciones diversas, resultados obtenidos, etc.

— La Revista puede ser el medio de comunicación efectivo entre nosotros. Pero


supone una cierta valentía para exponer modos de pensamiento, tendencias, experiencias
personales o de grupo.

— Hay sectores que no están de acuerdo con artículos, secciones, la impresión,


etc., etc. - Estimamos que esa es la mejor señal de respuestas efectivas, denotativas de
que se lee, se aprecia y, esa es su visión, prefieren otros rumbos.
b. Signos de incomunicación

¿Por qué tan poca difusión?

— Se tiene la sensación, nacida de datos que cada uno recoge, de que se acepta
por imposición. ¿Hay acogida calurosa, interés manifiesto? ¿Qué aprecio hace la mayoría
de los religiosos de ese único órgano de difusión que poseemos a nivel latinoamericano?

— Hay sectores que prefieren más información (evaluación en Chile).

Hay colaboraciones que —dado el contexto queda connotado—, han sido


utilizadas “porque no hay colaboración de los religiosos latinoamericanos”.

— Se le achaca una tendencia ideológica muy marcada. Con lo cual se aíslan, o


los aislan, a otros sectores latinoamericanos. Sabemos lo difícil que es presentar una
publicación “para todo el público”. El análisis de los números aparecidos puede confirmar
o negar ese hecho.

— La falta de colaboración amplia, por parte de los religiosos y seglares, es


notoria: ¿apatía, falta de interés, no se le ve la utilidad? Sería interesante averiguar quién
se queja de la revista y qué colaboración le presta.

6. Revistas, publicaciones

Por lo general cada Provincia dispone de alguna publicación, boletines


informativos, revista, etc.

Se difunden poco a otras entidades dentro de la región. De ahí comienza nuestro


desconocimiento de qué es lo que hacemos, en qué trabajamos. Posiblemente es debido
a que, desde las mismas entidades de la Orden no se les da la importancia comunicativa
que tienen. Se estiman como locales y no se prevé que pueden interesar a otros. El
intercambio comunicacional, en este aspecto, es deficiente entre nosotros.

Nos llegan boletines con una determinada tendencia ideológica. Tenemos, a priori,
una definición personal. Aparentemente no hay un esfuerzo por comprender otras
situaciones, otros motivos de acción, otras realidades sociales o culturales. Nadie nos
pide que comulguemos con sus ideas o con algunos métodos que utilizan. No somos
árbitros para dictaminar, para absolver o condenar. Al menos en comunicación, esos
términos no tienen cabida. Podemos disentir, podemos refutar con argumentos, podemos
ofrecer nuestro silencio.

También recibimos otras publicaciones de la Orden en las que se nos dice


abiertamente que “su forma de pensar”, “sus directrices” son las correctas. Y no dejan
posible salida a posiciones intermedias.

7. Los medios sonoros y audiovisuales

En Latinoamérica disponemos de estaciones radiodifusoras, también varios


religiosos trabajan en distintos canales de televisión.
— En un primer momento, necesitamos sentarnos a reflexionar sobre la utilización
de esos medios, enfocados en sentido de comunicación humana. Nuestra misión
dominicana no se centra en la información; si informamos es para estimular y llegar a una
auténtica comunicación.

— Debemos apelar al espíritu de humildad: Puede haber predisposición a


considerar que lo estamos haciendo muy bien, que nuestras políticas de comunicación
son las correctas, que tenemos la mayor sintonía, que no hay que cambiar nada, etc. Y es
posible que sea así. Pero una revisión — ¡tánto que se lo aconsejamos a los demás!—,
no estaría fuera de lugar.

— Por lo tanto nos podemos preguntar, si la estructura de la programación que


ofrecemos se limita al simple informar a la población.

— ¿Qué caso se hace de las respuestas de los perceptores?

— ¿En qué datos específicos nos basamos para afirmar que en los medios
sonoros o audiovisuales que utilizamos se da verdadera comunicación?

— ¿En qué notas características se diferencian nuestras emisoras dominicanas


(los programas en los cuales intervenimos) de las demás?

— ¿En qué contenidos (teológicos, filosóficos, litúrgicos, etc.) nos pueden


identificar como dominicos?

— ¿En qué datos, científicamente obtenidos, nos fundamos para afirmar que
tenemos gran audiencia?

— Si nuestra emisora (los programas en que intervenimos), desapareciera: ¿qué


sector o grupo poblacional echaría de menos nuestra presencia?

— ¿Se cumplen las funciones generales: informar, educar y distraer?

— ¿Criterios técnicos para afirmar que nuestras programaciones son de alta


calidad?

Evidentemente los interrogantes que nos podemos formular son numerosos.


Quienes tienen a su cargo la responsabilidad de emisoras o programas podrán obtener
unos resultados positivos si, de vez en cuando, realizan un examen de eficiencia técnica.

Hemos querido presentar una proyección, como ejemplo, sobre la necesidad de


reconocer que nuestra misión dominicana es comunicar, abrirse en diálogo. Los medios
nos pueden servir, pero también nos pueden obstaculizar.

El consejo lúcido del Capítulo de Roma es sorprendente: “Procedan con toda


pericia en su tratamiento, dada la eficacia con que influyen en la mentalidad de los
hombres, de modo que los dirijan al servicio del Evangelio, sin caer incautamente bajo el
dominio de los medios” (No. 260, e). Porque los MCS no “los podemos dirigir a la
alienación de los hombres” (No. 167, c).
OBJETIVO No. 5. Relacionar “carisma de la Orden” y “comunicación”

Hablamos con frecuencia de nuestro carisma dominicano. Lo hemos meditado con


frecuencia. Deseamos presentarles una perspectiva diferente. Para eso proponemos este
momento de estudio sobre la relación de nuestro carisma y algunos aspectos
comunicacionales.

1. Los datos de nuestra identidad-carisma

— “Adrede hablo de carisma y no de identidad’ afirma el P.V. de Couesnongle en


la relación sobre “El Estado de la Orden”, al Capítulo de Walberberg.

— Las Constituciones nos hablan de carisma y lo hacen en términos de relación


(LCO, 20, II; 110, II; 112). Relación que implica, a todas luces, comunicación.

— El mismo P. Vicente: “Nuestra identidad se debe definir ante todo en términos


de relación: relación con Sto. Domingo, con la Iglesia, con nuestras comunidades, con
nuestros hermanos y hermanas, con nuestra historia, con lo que la Iglesia y el mundo
esperan de nosotros. No es mirándose a un espejo como se llega a descubrir la identidad,
sino viéndose en relación con”.

— Nuestro dominicanismo aglutina elementos que, unidos entre sí, sin eliminar
nuestros personales valores humanos, configuran “el carisma de la Orden”.

— El carisma no es una entelequia. Se debe expresar, es decir, comunicar. Y lo


comunicamos, en primer lugar, por el hecho de compartir en común nuestra vida “al modo
dominicano”: casa (bienes) en común, oración en común y estudio personal y común
“para la predicación”. Todos ellos signos, gestos, acciones (como datos informativos) para
la comunión fraterna, es decir, para la comunicación (LCO, 1, II; 100, 1; 108).

— Para nosotros, el carisma dominicano se centra en la comunión y participación.


Está señalado en las Constituciones: “En los coloquios fraternos, los frailes cambien
impresiones entre sí sobre las experiencias y problemas apostólicos, a fin de someterlos a
estudio de todos, y, unidas las fuerzas en grupos especiales, estén en condiciones de
desempeñar con mayor eficacia su ministerio” (LCO, 100, IV). “A la vocación dominicana
pertenece esencialmente enseñar con la palabra y los escritos la sagrada doctrina y las
demás disciplinas que sirven para la difusión y comprensión de la fe” (LCO, 102). A esa
misma conclusión se llega, como afirma el P. de Couesnongle, “si leemos atentamente el
famoso párrafo IV de nuestra Constitución Fundamental”.

— Pero un carisma que no tiene carácter “regresionista”. Un carisma que nos


viene desde el Fundador y “no puede ser cambiado sustancialmente; y debe inspirar
formas de vida y de predicación adaptadas a las necesidades de la Iglesia y de los
hombres” (LCO, 1, VIII).

— El M. General (Relación del “Estado de la Orden” al C. de Ávila) nos ofrece la


metáfora de “respirar hacia dentro” y “respirar hacia fuera”, para especificar nuestras
relaciones (comunicaciones) internas y nuestras relaciones hacia el exterior. Son las dos
grandes áreas de la comunicación que nos caracterizan y nos identifican: Comunicación
personal (comunicación, también, intrapersonal) y Comunicación ínterpersonal. Y es ese
el trampolín más práctico y eficaz propuesto por Sto. Domingo “para la predicación”.
Porque el “contemplar y dar a otros lo contemplado” es la especificación, en letra, de
nuestro carisma. Y es, a la vez, la definición más exacta del proceso de comunicación
humana.

— Las notas características de nuestra identidad son hechos tangibles. No son


proposiciones ideales, como si se tratara de utopías: “Recuerden, pues, los hermanos que
el carisma de nuestra Orden Permanece vivo en nosotros cuando somos fieles al espíritu
de NY. Domingo, a las exigencias de la Iglesia y a las condiciones de las diversas
culturas, teniendo en cuenta las diferentes cualidades espirituales y psicológicas de los
hermanos” (C. W, No. 49, 4).

2. Características comunicacionales del carisma

El conjunto de datos que especifican nuestro carisma, están todos relacionados


con comunicación humana.

— El testimonio, nos lo repiten varias veces nuestras Constituciones, es la mejor


comunicación. Nos conocen “Porque vivimos en conventos”, “porque tenemos una vida en
común”, porque “rezamos en común”. Es decir: Compartimos-participamos-comunicamos.
Por lo tanto: queda involucrada nuestra vida; nuestra vida —medio de comunicación—, es
un testimonio tangible, comprensible por otros.

— En toda comunicación humana se requiere “igualdad”. Tanto el Emisor como el


Perceptor deben llegar a una mesa común, a una experiencia común. Y en igualdad de
circunstancias. Entre nosotros no cabe una “comunicación dominativa”: “Para que cada
convento sea una comunidad de hermanos, todos deben aceptarse y abrazarse
mutuamente como miembros del mismo cuerpo, distintos ciertamente por su índole y
oficio, pero iguales en el vínculo del amor y de la profesión” (LCO, 4,1).

— Nos comunicamos por medio de signos y símbolos. No hay otro 2 camino para
la comunicación humana. Entre nosotros poseemos muchos signos que utilizamos para
nuestras comunicaciones internas. Compartimos muchos signos y son ellos los que nos
identifican.

— Nuestras relaciones comunitarias nos exigen ir más allá de las simples


informaciones. Lo que nos da vida no son los datos que nos intercambiamos, es la
comunión fraterna, tantas veces exigidas en nuestra legislación.

— Por la demostración de esos hechos carismáticos, dominicanos, nos conocen;


esos hechos son los que nos califican, como Opinión Pública, ante la gente que nos rodea
o con la que tenemos contacto. Nos conocen por el modo de expresarnos, por el modo de
predicar, por el modo de’ enfocar los problemas, por las soluciones que aportamos, por el
“Evangelio que respiramos”. Los signos que ofrecemos remiten a los perceptores a
pensar en la Orden. Los signos son demostrativos de “la Orden que no ven
3. Los signos dominicanos

a. Nuestra vida de comunidad, nuestros conventos (LCO, 100, 1), etc. Son los signos más
convincentes que manifestamos para darnos a conocer.

b. El hábito

— “Como signo de nuestra consagración” (LOO, 51) “nos ayuda a la observancia


regular” (LCO, 40). Como signo es un testimonio de la vida que hemos elegido, del
carisma que nos identifica.

— Con el hábito comunicamos.

— El “blanco y negro”, como colores significativos, unidos al hábito, al escudo, nos


identifica y nos significa para los demás y para nosotros mismos.

c. El Escudo

Por él nos identificamos y nos identifican. Como todo signo, por no utilizarlo, cae
en desuso. No es extraño encontramos con personas que hoy día no entienden el signo-
escudo de los dominicos.

d. Imágenes

De N.P. Sto. Domingo. Junto a la imagen se le añaden otros signos: la antorcha, el


perro, a veces un lirio florecido. De los Santos: a algunos se les presenta con signos
especiales, como el sol (Tomás de Aquino), una imagen de la Virgen (Jacinto de Polonia),
algunos signos de alquimia (Alberto Magno), un barco en la mano (Pedro Telmo).
Nuestras iglesias presentan signos referentes a la Orden.

e. O.P.

Siglas de Ordinis Praedicatorum. Aparece en nuestras firmas, después del nombre


y apellido, como una segunda identificación.

Es posible que en distintas regiones, por tradición, sean conocidos los dominicos
por otros signos: hay personas que asocian la Orden a una iglesia de la ciudad, a una
obra.

Antes de finalizar el estudio de esta Unidad le recomendamos repasar el Objetivo


No. 2o. de la Primera Unidad, sobre Opinión Pública y Orden.

3.5 Lecturas de apoyo


1. Evangelii nuntiandi, No. 40-41; 69.
2. Communio et progressio: No. 11;44; 114-121.

3. Puebla: No. 42; 44, 49; 50; 62; 764; 770; 772.

4. Relación del MOP, sobre “El Estado de la Orden”:


1. Capítulo General de Walberberg
2. Capítulo General de Ávila.

5. Revista Cidal: No. 10 (1984):


3. “Nuestra vida dominicana”
4. “Notas sobre la identidad dominicana”.

3.6 Actividades complementarias


1. Ubíquese en su comunidad, en el grupo dominicano donde comparte:

a) Confeccione dos listas de hechos significativos: Signos de Comunicación y


Signos de Incomunicación que usted detecta. Aporte el mayor número de
datos posibles.

b) Bus que causas que, de algún modo, puedan justificar esos hechos.

c) Ofrezca su opinión, sin olvidarse de que esto involucrado de algún modo.

2. Realice un breve trabajo de investigación mediante la observación: Tome datos


significativos sobre “aburrimiento”, “lo cotidiano”, “la rutina” que usted puede
observar en su comunidad o grupo comunitario con el que vive.
Relacione usted esos datos con el concepto de Incomunicación.
¿Qué soluciones prácticas aportaría usted?

3. Tome usted una revista, boletín o folleto de la Orden. Entresaque contenidos que,
estima, están dirigidos a comunicar y los que están dirigidos a informar
exclusivamente.

5. Escuche un programa de radio que esté calificado como religioso. ¿Cómo lo haría
usted? ¿Qué le quitaría? ¿Qué le puede añadir?

6. Escriba un breve artículo (una página), para el diario que usted lee con más
frecuencia. Explique los aspectos comunicativos del hábito dominicano.

7. Escriba un mensaje sobre la comunicación dirigido a sus hermanos (as) de


comunidad y fíjelo en una cartelera para que lo lean y comenten.

3.7 Autoevaluación
1. Señale características comunicacionales de nuestras comunidades.
2. ¿Por qué la comunicación entre nosotros requiere un gobierno comunitario (LCO,
1, VII)?

3. Señale niveles de comunicación en la Orden.

4. Aporte razones de por qué es necesaria la respuesta del perceptor.

5. Escriba cuatro notas características de la incomunicación.

6. Nombre tres datos, signos de posible incomunicación de un religioso.

7. Describa brevemente los “aspectos de comunicación que usted le asigne a las


Actas de los Capítulos “

8. Nombre cuatro aspectos de la vida dominicana que califican determinantemente


nuestro carisma dominicano.

9. ¿Por qué el P. Vicente de Couesnongle prefiere el término de “carisma” en lugar


de “identidad”?

10. Aporte algunos datos, signos que demuestran nuestro carisma, según el Capítulo
General de Walberberg.

Respuestas

Al cuestionario inicial

Recuerde: Antes de leer estas respuestas debe contestar nuevamente el


cuestionario inicial.

1. Se vive en común. Se estudia en Común. Se reza en común. Está en vida


comunitaria “para predicar de modo más eficiente “.

2. Fuentes-Emisores. Mensajes. Medios o canales. Perceptores. Los elementos de la


comunicación, como proceso, no cambian por funcionar dentro de la Orden.

3. Sagrada Escritura. Documentos de la Iglesia. De la Orden, de nuestra tradición.

4. Debe recibir el mensaje para que se efectúe la comunicación pero es


importantísimo, en comunicación humana y social, que el perceptor ofrezca su
respuesta.

5. Cuando estimamos “que todo lo sabemos ya”, esa predisposición es un ruido que
nos lleva a la incomunicación. Cuando el “medio” conlleva ciertas connotaciones
negativas para los perceptores. Si se sospecha alguna manipulación en el
ofrecimiento de datos.

6. Actas de los Capítulos. Analecta de la Orden. IDI.

7. Los Definidores. Maestro General. Priores Provinciales.


8. Confronte la respuesta escrita con el objetivo No. 4.

9. Confronte su respuesta con el objetivo No. 5.

10. Su respuesta, escrita con anterioridad, debe confrontarla con los contenidos del
objetivo No. 5. Tenga presente, a la vez, los contenidos del objetivo No. 2 de la
primera unidad.

Al cuestionario de Autoevaluación:

1. Si usted no está satisfecho con sus propias respuestas: lea nuevamente el


Objetivo No. 1. De todos modos: ponemos cosas en común, valores, aspiraciones;
hay signos externos de convivencia, reuniones donde compartimos, etc.

2. Toda comunicación humana requiere igualdad en los dos extremos, tanto por parte
del emisor como del perceptor. No hay posibilidad de comunicación dominativa. Es
diálogo entre personas.

3. Puede ser una comunicación intrapersonal, de un religioso a otro u otros, de la


comunidad local a la Provincia, de ésta a toda la Orden. Referido al ejemplo, que
es comunicación: entre los miembros de una misma comunidad, hacia el exterior.
Formas de predicar.

4. Todo emisor se comunica para influir de algún modo en el perceptor. Este debe
dar su respuesta para que el emisor sepa de lo eficaz que ha sido su mensaje.

5. Confronte lo que ha escrito con el objetivo No. 4.

6. Oposición sistemática a recibir cualquier información. Tomar la información, recibir


los datos, pero cerrarse en sí y no dar respuesta (tenga presente que el “silencio
intencionado” sí es una respuesta). “Marginación voluntaria” de la comunidad.

7. Confronte su respuesta con los contenidos del objetivo No. 4.

8. Consagración religiosa, oración común, estudio y “predicación dominicana” (LCO,


99).

9. Es de “origen paulino, la palabra carisma dice relación comunitaria. Por eso la


prefiero, pues el vocabulario no es neutro “.

10. “Piensen los hermanos que cuando se da en ellos unanimidad de vida, fidelidad en
la profesión de los consejos evangélicos, fervor en la oración, constancia en el
estudio y trabajo específico de nuestra misión y perseverancia en la observancia
regular, son grandes los bienes que de este hecho nos reporta a todos” (CW, No.
49, 2).
Bibliografía
ACTAS DE LOS CAPITULOS GENERALES: Walberberg, Roma y Avila.

CARTA DEL MOP A LA PROVINCIA DE COLOMBIA (1986).

CASTILLA DEL PINO, O. “La incomunicación”. Edit. Península, Madrid, 1985.

DECOS-CELAM, “Comunicación Misión y Desafío”, Bogotá 1986.

DECOS-CELAM, “Hacia una teología de la Comunicación en América Latina”, Bogotá


1983.

EVANGELII NUNTIANDI.

COMMUNIO ET PROGRESSIO

HINNEBUSCH, W. “Breve historia de la Orden de Predicadores”, Biblioteca dominicana,


2. Salamanca, 1982.

ORIVE, P. “Comunicación y sociedad democrática”, Edit. Pirámide, Madrid, 1978.

MEDELLIN (Doc. No. 12, “Misión del religioso”), Bogotá, 1968.

PASQUALI, A. “Comprender la comunicación. Monte Ávila, 1986.

PUEBLA. III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Edit. Trípode


Caracas, 1979.

RELACION DEL M. GENERAL sobre el “Estado de la Orden”. Capítulos de Walberberg y


Ávila.

REVISTA CIDAL.

VARIOS. “El carisma dominicano”. Vida espiritual, Bogotá 1977.“Los dominicos”.


Biblioteca dominicana, 15. Bogotá, 1983.
Cuarta unidad
REFLEXIONAR, ANALIZAR, CONTEMPLAR

4.1 Introducción
4.2 Objetivos
4.3 Cuestionario inicial
4.4 Contenidos
4.4.1 Reflexionar desde la comunidad
- Marco teórico dominicano
- Las comunidades centros de comunicación
- Otros niveles comunitarios
4.4.2 Métodos para el análisis de los MCS
- El concepto de análisis
- Las técnicas
- El análisis de contenido
- El análisis estructuralista
- Análisis semiológico
4.4.3 Replantear la problemática de los MCS
- Planteamientos doctrinales de referencia
- Nueva recogida de datos
Aspectos sociales
Aspectos políticos
Aspectos culturales
Aspectos económicos
Sobre los MCS en sí
- El análisis de los hechos
- Llegar a una conclusión
4.4.4 Relacionar “Justicia y Paz” y MCS
- Legislación de la Orden
- Documentos del Papa sobre”Las comunicaciones sociales al
servicio de la Justicia y de la Paz”
4.4.5 Relacionar teología y MCS
- Perspectivas de la Orden
- Hacia una “teología de la comunicación en América Latina”
- Un reto a los dominicos
4.4.6 Relacionar “manipulación” y MCS
- El concepto de manipulación
- Áreas de la manipulación
- Algunos mecanismos
- Hacia una conclusión práctica
4.5 Lecturas de apoyo
4.6 Actividades complementarias
4.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
4.8 Bibliografía
4.1 Introducción
Para tener algo que ofrecer en la evangelización, se nos impone la constante
contemplación de la’Verdad. Es la primera parte de nuestro lema.

El análisis de los problemas que conllevan los MCS, por lo tanto, es un camino
muy dominicano. Y si es en comunidad, cumplimos uno de los medios de que disponemos
para nuestra preparación “para la predicación.

Para poder levantar nuestra voz de predicadores de la Verdad, necesitamos


hechos específicos, no inventados o supuestos. Necesitamos amplia reflexión y análisis
de esos hechos para, mediante ellos, poder trascender a la búsqueda de las causas. En
definitiva: nos interesan más las causas que se ocultan que los mismos hechos. Y para
lograrlo, se nos señala el camino efectivo de la contemplación, del análisis, de la reflexión
seria.

No disponemos de maestro de la sagrada comunicación. Mientras nos llegan, no


podemos sentarnos a lamentar esa falla entre nosotros. Se nos impone un tomar
conciencia de lo que podemos hacer ahora; la necesidad de intervenir en este campo de
misión es urgente. Comenzamos por el primer paso: la propia formación. El segundo
momento deberá ser el análisis de los diferentes ámbitos o áreas que son afectadas por la
incorrecta utilización de los medios de comunicación.

Pero el campo es inmenso. Y, ahora, en lo reducido de este Módulo, no podemos


detenernos. Aducimos unos ejemplos. Hemos tomado unos temas generales: Los
mecanismos, técnicas, instrumentos, métodos de análisis. Es necesario conocerlos.
Conocer las técnicas y los instrumentos para utilizarlos.

El consejo del Capítulo de Walberberg es excelente: “Nosotros, predicadores que


venimos de todo el mundo y somos enviados a todo el mundo, sabemos por experiencia
que la verdadera comunión y cooperación produce siempre frutos abundantes en el
ministerio. Esforcé-monos, pues, y trabajemos para informarnos, interrogarnos y
apoyarnos mutuamente” (No. 17, B, 5, b).

4.2 Objetivos específicos


Los objetivos específicos propuestos para esta Unidad quedan señalados. Al
finalizar el estudio, usted debe comprobar que ha logrado su asimilación. Pero queda una
puerta abierta, de par en par, como el horizonte de la problemática de los MCS en nuestra
sociedad. Ese es su reto: añadir los temas nuevos que observe merecen su esfuerzo, su
estudio, su reflexión, su “contemplación comunitaria al estilo dominicano”.
Gráficamente lo vemos así:

CONTEMPLAR

DESDE LA COMUNIDAD

CON MÉTODOS DE ANALISIS

• Problemática de los MCS


• “Justicia y Paz” y MCS
• Teología y MCS
• Manipulación y MCS

1. Tomar conciencia sobre la necesidad de “contemplar”, “analizar”, ‘‘reflexionar’’


desde la comunidad dominicana.

2. Estudiar las técnicas y métodos apropiados para el análisis de los MCS.

3. Replantearse el problema que existe en los MCS.

4. Relacionar “Justicia y Paz” con MCS.

5. Relacionar Teología y MCS.

6. Relacionar Manipulación con MCS.

4.3 Cuestionario inicial


1. Escriba varias ventajas que usted le ve al análisis sobre los MCS realizado en
comunidad.

2. Escriba el concepto de análisis que usted tiene en este momento.

3. Nombre tres clases de análisis, los más importantes que usted considera,
aplicables a los MCS.

4. ¿Qué importancia le asigna a la recolección de datos para el análisis de los MCS?

5. Confeccione una lista, lo más amplia posible, sobre los diferentes temas que usted
considera importantes y dignos de ser analizados en comunidad, sobre los MCS.
4.4 Contenidos
OBJETIVO No. 1 Reflexionar desde la comunidad

En el objetivo No. 1 de la tercera unidad hemos tenido oportunidad de relacionar


nuestra comunidad dominicana con algunos aspectos de comunicación. Ahora nos
fijamos en la misma comunidad dominicana, pero como centro de reflexión, como lugar de
contemplación, “el lugar de la Sagrada Comunicación”.

1. Marco teórico dominicano

— “Sto. Domingo, con no pequeña innovación, insertó profundamente en el ideal


de su Orden el estudio dirigido al ministerio de salvación” (LCO, 76).

— “Nuestro estudio debe dirigirse principal, ardiente y ante todo a esto: que
podamos ser útiles a las almas de nuestro prójimo” (LCO, 77, 1).

— Nuestra inserción en la Orden es “para estudiar, predicar y fundar conventos”


(LCO, 76).

— “El ministerio de la predicación es una obra comunitaria e incumbe, en primer


lugar, a toda la comunidad”. (LCO, 100, 1).

— El Capítulo General de Walberberg nos ofrece un enfoque perfecto: “Son


muchas las comunidades donde se vive la fraternidad apostólica, se estudia, celebra,
comparte y anuncia la Palabra desde la comunidad que es, ella misma, testimonio de
fraternidad para un mundo que ansía pero no ha llegado a ser fraterno; una comunidad
que es profecía, buena noticia, para aquellos que han de ser salvados. Estas
comunidades son la esperanza de nuestra Orden” (Cap. v).

— El lugar apropiado para la contemplación, para luego ofrecer mensajes a los


otros, se presenta, en la Orden, revestido con unas características dominicanas: Una fe
común; referencia explícita y cada vez más profunda a los valores esenciales del carisma
dominicano; un proyecto de vida; las relaciones personales; empeño de
complementariedad; esfuerzo en actitud de adaptación creadora; aceptar ser miembro de
esa comunidad; apertura a la Provincia, a la Orden, a la Iglesia, al mundo; formación
permanente y plena participación (CW, No. 76).

2. Las comunidades centros de comunicación

El interés constante de las Constituciones: Comunidades de estudio, oración y


predicación.

— Lugar de formación: No solo por el estudio individual, sino también mediante el


compartir resultados, saber escuchar diversas opiniones. Compartimos experiencias: “Tan
importante es el estudio y la contemplación a la vida de la comunidad dominicana que, sin
ellos, tal grupo no sería verdaderamente dominicano” (Capítulo de Ávila, No. 93,
— Con la presencia de la “familia dominicana, invitándoles a compartir sus
opiniones y dificultades. De esta manera llegan a conocerse mutuamente mejor y a
entender los lazos comunes que les hace uno con la comunidad de la Iglesia y de la
Orden” (Ídem).

— El proyecto comunitario (W. 78) puede enriquecer la perspectiva del estudio de


los medios de comunicación.

— Como centros de reflexión, concretamente sobre los MCS, que pueden ofrecer
un lugar físico, al menos, para tener reuniones menores de religiosos, religiosas y laicos
para reflexionar sobre temas de vida espiritual y de difusión del Evangelio (C. Ávila, No.
98). Para participar en coloquios, conferencias, cursillos “debidamente bien preparados”
(LCO, 7).

La interrelación de las ciencias, sobre todo en MCS, requiere un esfuerzo por


juntar diversos puntos de vista, diversos conocimientos. Son muchos los ángulos que
deben considerarse para llegar a conclusiones claras. Nuestras comunidades pueden
ofrecer ese servicio. Hoy día no podemos permitirnos visiones miopes de los problemas
que nos circundan.

— Centros de recogida de información y de difusión. Sabemos la necesidad de


estar bien informados. Disponemos de una red de comunidades que, a nivel
latinoamericano, podían ser puntos neurálgicos de recogida de información y de
distribución. No le damos importancia a los sucesos locales, no nos preocupa el informar
de acontecimientos (de la Orden, de la Iglesia o simplemente de los sucesos importantes
sociales). No nos parece extraño que en la Curia Generalicia tengan una cierta
desinformación de lo que pasa en la Orden: tiene su origen en las comunidades.

Pero también como servicio a la sociedad, a la Iglesia local donde compartimos. Esa era
la función que desempeñaban antiguamente nuestras bibliotecas.

— Las comunidades como centros de enseñanza: Nos referimos a los MCS. No se


trata de que nuestras comunidades sean grandes centros de formación profesional. Se
trata de ofrecer a otros el fruto de nuestra reflexión comunitaria. Es el saber compartir el
resultado a que hemos llegado en el estudio de los MCS en general o sobre algún medio
en especial. Se refiere a ofrecer alguna charla, algún seminario sobre los problemas que
conllevan los medios, por ejemplo; organizar, por los mismos miembros de la comunidad
o por algún invitado, breves cursos sobre la lectura de los medios y promover la
necesidad que tiene el perceptor de estar alerta sobre las comunicaciones y saber utilizar
su juicio personal. Enseñar es una de nuestras misiones.

Los frutos de nuestros análisis, reflexiones y estudios, no están destinados para


nuestras bibliotecas; los resultados obtenidos deben transformarse en mensajes que
lleguen a la gente: esa es la base de nuestra predicación. Estudiamos, reflexionamos en
la comunidad: los destinatarios esperan fuera de ella.

— Comunidades que pueden ser centros de coordinación: Trabajos que se


realizan pueden ser distribuidos a otras comunidades. Son artículos de prensa que se han
escrito y publicado en la ciudad, son programas que hemos podido grabar en la radio
local, etc. y que pueden ser distribuidos a otras comunidades, lo mismo que esas otras
comunidades pueden aportar su propio material. El intercambio de reflexiones
comunitarias no es muy común entre nosotros: ¿por qué no intentarlo?

— Comunidades centros de denuncia: La denuncia es parte de nuestro carisma.


Sobre los MCS podrán preguntarse algunos qué es lo que pueden denunciar. Los hilos
ideológicos que se mueven entre los medios de comunicación son tan sutiles que, de no
darse una reflexión seria y profunda, no son fáciles de detectar. Somos personas
privilegiadas, al menos en oportunidades, para disponer de tiempo de reflexión y estudio.
Podemos ofrecer el fruto de esta reflexión a otros. ¿Denuncia? Toda persona que ha
estado en contacto con algunos de los problemas que envuelven a los MCS no se hará
esa pregunta.

Para esa denuncia hace falta tener una base científica, unos datos, unos análisis
meditados. No podemos vociferar y repetir los slongans, ya pasados de moda. Nos hace
falta argumentos sólidos, actuales, apropiados a los sucesos de cada momento.

Para esa denuncia nos hace falta respaldo. Precisamente, esa es nuestra mayor
seguridad, el respaldo de la comunidad. Una comunidad que se hace solidaria porque lo
anunciado ha sido producto comunitario.

— Tenemos presente también los costos. Hay libros especializados, libros técnicos
que son costosos. Parte de nuestro presupuesto debe gastarse en atender las bibliotecas.
Nuevamente nos podemos formular la pregunta sobre los libros de MCS. que hay en
nuestras bibliotecas. Nuevamente nos podemos formular la pregunta sobre los libros de
MCS. Que hay en nuestras bibliotecas. Este aspecto podría ser otra de las posibilidades
de servir a las personas que desean informarse sobre los medios de comunicación.

— La autorreflexión no tardaría en aparecer en nuestras comunidades, enseguida


nace la interpelación comunitaria: ¿Qué hacer con el resultado de nuestras
contemplaciones y de nuestros análisis? Estimamos que, dadas unas primeras reuniones,
el deseo de ofrecer a otros lo meditado no debe tardar. Y las posibilidades son muchas.
La presencia de la Orden en los MCS aparece como una necesidad urgente.

3. Otros niveles comunitarios

Formamos Unidad de Orden subdivididos en Provincias, en regiones.

También los niveles superiores deben estar presentes a la hora de estudiar


nuestras comunidades como lugares y ambientes de reflexión sobre los MCS.

Compartir con otras comunidades es la puerta abierta por la que nos


comunicamos. Tenemos presente la comunidad provincial. No es extraño que algunas
comunidades no tengan posibilidad de realizar esos encuentros, ni propiciar seminarios o
cursillos breves. Nos respaldamos en la comunidad provincial.

Nuestra legislación lo ha previsto: Se manda nombrar un promotor para los MCS.


Pero este promotor, sin respaldo de las comunidades locales podrá realizar bien poco. Es
la advertencia que nos ha hecho el Capítulo General de Roma.
También el nivel regional: hay problemas comunes a las regiones, hay constantes
que se detectan a nivel regional: ¿por qué multiplicar esfuerzos, tiempo y energías, por
separado, cuando los problemas son comunes?

Nos alegra conocer que los superiores de la subregión bolivariana hayan tocado
éste tema y piensen en la necesidad de estas reuniones regionales para reflexionar y, eso
es lo importante, realizar acciones concretas.

Esta unidad está destinada a ofrecer, en primer lugar, una breve exposición sobre
metodología de análisis sobre los MCS y, luego, unos ejemplos que pueden ser tratados a
nivel comunitario. Pero creímos necesario ofrecer esta breve reflexión sobre las múltiples
ventajas que nos ofrece nuestro mecanismo comunitario para poder sentarnos a
reflexionar, contemplar y analizar los medios.

OBJETIVO No. 2 Métodos para el análisis de los MCS

Estamos conscientes de que el tema de la metodología de análisis de los MCS


requiere una unidad completa y extensa. No es fácil resumir. Por esto apelamos a su
decidida voluntad de aprender: debe consultar algún texto de metodología; le
recomendamos alguna bibliografía, puede servirse de otros libros, textos, publicaciones
que tenga a mano.

1. El concepto de análisis

— El análisis es la etapa final del proceso de investigación.

— El proceso dé investigación científica tiene unas etapas muy bien definidas:


Planteamiento del problema, marco teórico referido a las teorías comprobadas, principios
generales aceptados, etc. en los cuales fundamentamos la investigación, formulación de
las hipótesis (respuestas supuestas que aportamos al inicio y que definen la dirección en
que caminamos), búsqueda de datos, hechos tomados de la realidad, ANALISIS DE
ESOS DATOS y el ofrecimiento de las conclusiones (explicaciones que aportamos).

— El análisis es una labor de examen crítico: nos preguntamos y reflexionamos


metódicamente sobre el número de veces que se dan esos datos, la distribución que
tienen; observamos qué dirección, qué constantes manifiestan; realizamos síntesis,
volvemos a examinar nuevas reacciones; estamos atentos a los efectos que se hacen
ostensibles; integramos y desintegramos para luego volver a ordenar y observar si hay
nuevos resultados; sobreponemos los datos o realizamos otra operación para averiguar
si, unidas diferentes estructuras comunicativas, nos ofrecen datos que antes estaban
ocultos. Por ejemplo, qué dicen las mujeres y qué dicen los hombres; qué respuestas
aportan los niños a los ancianos. Si las respuestas obtenidas en una clase social alta son
las mismas, o diferentes, que las obtenidas en otras clases sociales, etc.

— La labor del análisis, específicamente en relación a los MCS, es una labor


meticulosa.
2. Las técnicas

Cuando usted se determina por un método general de investigación ya está


orientado hacia unas técnicas de análisis: según el método elegido. Para el análisis de los
MCS debe tenerse en cuenta la clase de medio que se analiza. En líneas generales,
nuestro objetivo ahora es apreciar las siguientes técnicas:

a. Estadística-matemática

Es toda una ciencia. Se refiere a contar y relacionar los datos recogidos. Se


requiere el análisis de frecuencias, promedios, correlaciones, porcentajes, índices,
coeficientes, etc.

b. Técnicas documentales

Más asequible. Se trata de cuantificar los datos recogidos en documentos.


Documentos en su aspecto más amplio: un periódico es un documento; también un libro;
y unas manifestaciones en una entrevista. Se trata del análisis de la “documentación”
recogida; pueden ser, del mismo modo, los contenidos que, mediante observación, hemos
recogido de un programa de radio o televisión. Datos que organizamos en diversas
categorías, por temas, etc. para ver qué dicen.

Usted puede realizar un análisis crítico de los documentos recogidos, o los


documentos que han llegado a su mano: una revista de la Orden, el IDI, las Actas del
Capítulo.

Evidentemente deberá estudiar las técnicas apropiadas. Hay bibliografía


abundante.

c. Análisis cuantitativo

Interesan los datos, las cantidades, el número de veces que se repite un dato, un
hecho. Puede contar las veces que en el diario de hoy se toca el tema de política, de
drogas, de religión, etc. Puede contar las veces que aparece tal personaje en las noticias
por televisión; usted puede contar las veces que, en tal boletín, revista, etc. aparece
violencia, sexo, rechazo de la jerarquía, etc.

d. Análisis cualitativo

Se fija en valores, las cualidades que representa un hecho determinado,


cualidades que aparecen al relacionar dos hechos. Educación: usted puede estudiar qué
educación se imparte por televisión. Y no estudiará las veces que sale la palabra
educación: toma valores que representan y los utiliza como medida para averiguar si se
imparte educación por televisión. Tome una revista de la Orden: analice “si predica”.
Busque datos. Compare.
e. Análisis denotativo

Algunos le denominan “análisis objetivo”. Intenta no salirse de lo cuantitativo, de


los datos observables, tangibles, los que se pueden contar y medir. El saber detectar
hechos, códigos, signos. Se refiere a lo denotado. En una fotografía hay color, hay
formas, hay dimensiones; en un escrito hay palabras, frases. Son los elementos
componentes. En un programa de radio: Hay palabras (las que dice el narrador, los
personajes en las radionovelas), hay música que interviene, hay efectos sonoros, hay
silencios. Todo ello es manifiesto, se pueden contar las veces, enumerar.

f. Análisis connotativo

Intenta descubrir lo latente, lo escondido, lo connotado. Se le denomina subjetivo.


Pretende descubrir qué hay entre líneas, entre imágenes; intenta averiguar qué mensajes
se ocultan entre los que están manifiestamente expresados. Se refiere a lo que se
sugiere, a lo que queda inducido. Es una técnica para descubrir segundas intenciones.

Los MCS se prestan para esta clase de análisis. Hay emisores que intentan decir
más de lo que dicen.

Volveremos expresamente sobre estas áreas de estudio. Pero a usted le


corresponde estudiar mejor estas técnicas de análisis. Algún manual le puede servir como
iniciación.

3. El análisis de contenido

Es una técnica que, de modo especial, se puede aplicar a los medios impresos.
Sin excluir otros medios. Es una “técnica de investigación dirigida a una descripción
objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de las comunicaciones”
(Berelson).

Su objetivo queda, por lo tanto, muy determinado. No es una receta que sirve para
todo. Se parte del esquema del proceso de comunicación: QUIEN DICE (emisor), QUE
DICE (Mensaje), EN QUE CANAL LO RETRANSMITE, A QUIEN (perceptor) VA
DIRIGIDO Y CON QUÉ EFECTO.

a. Características

a) Debe ser objetivo: “Las categorías de análisis pueden ser definidas con tanta
precisión que diferentes analistas puedan referirlas al mismo cuerpo de contenidos y
obtener los mismos resultados” (Berelson). b) Sistemático: “Todo contenido relevante
debe ser analizado con los vocablos de todas las categorías adecuadas para el problema
de que se trate” (Berelson). Por lo tanto es necesario la ordenación sistemática; se deben
relacionar los contenidos con el problema que preocupa y no un análisis aislado de cada
uno de los contenidos. c) Cuantitativo: Enumerar, contar, calcular y relacionar unos
datos con otros, también con las categorías. Pero no se trata de contabilizar,
exclusivamente, el número de veces. d) Contenido manifiesto: No hay cabida para
suposiciones, ni intencionalidades latentes, ni buenas o malas intenciones.
Mediante las técnicas del análisis de contenido se han estudiado tendencias de
publicaciones, de diarios; efectos que producen los medios audiovisuales en los
perceptores (en los niños, en los jóvenes); preferencias de la audiencia; se pueden
analizar tendencias de la opinión pública en diferentes momentos de la vida nacional (por
ejemplo en tiempo de elecciones). Puede analizar los contenidos de las Actas de los
Capítulos Generales durante diez años y observar cómo han cambiado las directrices,
cómo se proponen nuevos campos de misión, etc. usted puede analizar los contenidos
constantes que manifiestan boletines, revistas, publicaciones de la Orden en las diversas
regiones o subregiones.

b. Las etapas técnicas

— Elija su tema general, defina su campo de investigación y escriba las


categorías. Una categoría es como una variable. Las categorías las fija el investigador: de
qué se trata, edad, sexo, “lo que se quiere averiguar”, amor, heroísmo, amenazas,
engaño, lealtad al partido, “miedo a perder la democracia que tenemos”, fidelidad al
carisma, observancia religiosa, preferencias por las regiones o Provincias, espíritu
religioso manifestado en las publicaciones. Usted puede estudiar qué pretende la Curia al
publicar el IDI; estudiar los contenidos manifiestos del IDI; los efectos que producen las
noticias del IDI en su comunidad. Por lo tanto: fije, en primer lugar las categorías.

— Deberá tomar una muestra: O todo el universo si se trata de una sola revista, de
un programa de radio, un diario. Lo importante: los datos. Tome datos, hechos suficientes.
Usted sabe que hay muchas formas de buscar los datos: por la lectura, por la observación
metódica, por un cuestionario, por entrevistas. Buscar los datos, elegir los datos de la
realidad es todo un arte. Se necesita tiempo y paciencia, lectura detenida. No importa el
método que usted siga: lo importante son los datos de la realidad que desea analizar: Una
revista, un diario, las Actas, una Carta del Maestro, del Prior Provincial, de un boletín.

— Organice, prevea, cuadros, matrices, etc. para recoger los datos. De un lado
deberá poner la categoría (unidad de registro) y de otro el número de veces (unidades de
medida), las cantidades, el tiempo (radio o TV), etc. En lo referente a la medida pueden
adoptarse muchos sistemas. Algunos ejemplos: Siempre, alguna vez, nunca; muy bien,
bien, regular, mal; totalmente de acuerdo, de acuerdo, totalmente en desacuerdo; 100%,
75%, 50%, 25%, 0%. Usted debe darle una escala de medida.

Un ejemplo: Usted desea averiguar si en el Centro de Estudios de su Provincia se


lee el IDI. El cuadro podría quedar así:

100% 75% 50% 25% 0% TOTALES


NOVICIOS
PROFESOS SIMPLES
PROFESOS SOLEMNES
PROFESORES
No contestan
Totales
Otro ejemplo: ¿Cuántas veces ha sido nombrada su Provincia en el IDI? Me busco
unas categorías adecuadas; Área intelectual, área apostólica, eventos especiales de la
Provincia, Congresos, etc. El cuadro para recoger toda esa información podría quedar así:

NÚMEROS DEL IDI ANALIZADOS


CATEGORÍAS TOTALES
1o. 2o. 3o. 4o. 5o. 6o. 30. 50. 60.110
INTELECTUALES
APOSTOLICA
EVENTO ESPECIAL
CONGRESOS
CAPÍTULO PROVINCIAL
OTROS:
1o.
2º.
TOTALES

Según va leyendo los números correspondientes irá anotando el número de veces


correspondiente.

El análisis, casi la lectura superficial de esos datos, no se deja esperar. Resaltan


enseguida. Si usted confecciona diversos cuadros semejantes, sobre otras categorías que
le interesan sobre el IDI, tiene a su disposición una serie de datos que le permiten analizar
objetivamente.

Usted debe hacer ejercicios: Tome el diario de hoy. Intente obtener datos objetivos
sobre el tema religioso: ¿Cuántas veces? ¿En qué página están ubicados esos datos?
¿Con qué motivo? ¿Quién lo escribe?

Puede tomar el tema de las drogas, de la política, cuente las veces que en el diario
se toca el tema económico.

4. El análisis estructuralista

Como método diferente deberá utilizar otras técnicas distintas.

a. Aspectos generales

— Se pretende descubrir estructuras y no funciones. Se buscan sistemas de


significación.

— Es un intentar averiguar qué hay más allá de los datos manifiestos. Tomar el
contenido manifiesto y, de ahí, mirar profundamente; analizar las partes pero, siempre, en
relación a un todo. La razón de por qué se dice (o no se dice) tal mensaje, obedece a
unas causas, a unos motivos. Me interesa saber a qué se debe el que el tema de la
religión salga muy pocas veces en el diario. ¿Cuál es el armazón que se esconde detrás
de las noticias que me ofrecen a diario?
— En teoría es muy fácil: Se colocan unas estructuras dadas como niveles, y se
observa a ver qué resultado se obtiene. Tome una hoja plástica de color rojo, sobre él
ponga otro de color amarillo y sobre él coloque otro azul. El resultado es un color diferente
a los tres.

— Siempre hay una coherencia interna, no manifiesta, “a la que se deben” los


resultados. No es viable, a simple vista, en un primer momento; no es difícil descubrirla. Y
cuando se logra uno queda admirado. Goldmann pone un ejemplo comprensible: Un
comprador de zapatos y todos los que hicieron posible esos zapatos: Está el ganadero, el
curtidor, el zapatero, el vendedor, etc. “Entre ellos y el comprador hay, lógicamente un
vínculo, el cual al ser descubierto por el comprador de zapatos no puede menos de
quedarse sorprendido

— El análisis estructuralista intenta descubrir esas relaciones internas, ocultas,


pero existentes. “Todo comportamiento humano (escrito, hablado, de forma visual o
sonora) es un intento de dar una respuesta significativa a una determinada situación” El
descubrir esa estructura interna, verdaderamente significativa, es lo que pretende el
análisis estructuralista.

b. Etapas

Tendríamos dos etapas muy generales. Primera: El análisis de cada una de las
partes componentes del todo que se desea analizar. Reconocer cada una de las partes
proporcionaría una primera visión, un nivel. Segunda: Insertar los resultados obtenidos en
una estructura superior, más amplia.

c. Ejemplos

Organizo mi investigación del convento: Recojo datos del horario del convento;
recojo datos de la asistencia a coro; recojo datos del tiempo dedicado al estudio. Organizo
esos datos, los analizo, los conozco. Son hechos, aparentemente aislados. En un
segundo momento busco una estructura más amplia, superior: “la vida consagrada”, tal
como me la describen las Constituciones. A la luz de esta estructura obtengo respuestas
de por qué ese rezo en común, de por qué ese horario, de por qué ese tiempo dedicado al
estudio. Comprendo que esas prácticas, los hechos analizados, tienen una relación íntima
entre sí, obedecen a “una vida consagrada”. Es como quien descubre la razón de ser de
esos hechos.

Segundo ejemplo: Observo, analizo los detalles de la comida, el vestido austero,


utensilios que hay en el convento, observo que los religiosos no gastan dinero, las cosas
están en común, hay una biblioteca común. Cuando he investigado todo eso, me puedo
preguntar: ¿Por qué estos señores viven así? Aparentemente es incomprensible que unos
profesores universitarios vivan de ese modo; no comprendo por qué no dispone de dinero
quien trabaja todo el día. Pero busco una estructura superior, más amplia que todos esos
detalles aislados: El voto de pobreza. Y con la luz que me proporciona ese nuevo
concepto, esa doctrina, etc. comienzo a comprender la relación que tienen los datos que
acabo de analizar. La estructura superior, que es el voto de pobreza, me explica esa
relación que existe entre la comida frugal, pocos gastos, cosas en común, etc.
Un ejemplo de comunicación: He comprado el periódico de hoy y he leído las
noticias; las examino detenidamente, una por una, las entiendo. He escogido todos los
datos que son significativos. Y no me han satisfecho. He salido a la calle y he comprado
una revista: leo detenidamente, me he tomado la molestia de escribir los contenidos, las
noticias, etc. Y tampoco me ha gustado. He tenido la sensación de que es “lo mismo”. Los
mismos contenidos, las mismas clases de publicidad. Al quedar insatisfecho, en base a
los datos de la lectura de las dos publicaciones que he comprado, he decidido escuchar la
Radio. La he prendido, y escuchado. Poco a poco voy tomando los datos. Cuál no será mi
sorpresa cuando escucho las mismas noticias, los mismos anuncios, la misma publicidad.

He decidido realizar una investigación para ver qué pasa. Ya tengo los datos
anteriores: informaciones, publicidad, contenidos, etc. Me busco una estructura superior:
Dueños de diarios, Radio, etc. Y a la luz de los datos que me proporciona el estudio de
“los dueños de los medios”, descubro, y no salgo de mi asombro, que es el mismo dueño.
Y así me explico el por qué siempre encontraba la misma clase de información, la misma
clase de publicidad, que no se criticaba tal suceso, etc.

Otro ejemplo: Yo recibo todos los meses una revista. La leo, tomo datos, observo
contenidos, detecto algunas frases, etc. Los primeros números, aunque me extrañaron, no
hice caso. Pero siguieron otros números que yo los catalogaba como iguales. Y no eran
iguales, porque tenían informaciones diferentes, narraban hechos diferentes.
Evidentemente eran dos, tres, cinco, siete revistas diferentes. Hasta que un día me
propuse estudiar esa revista a la luz de la ideología. Y estudié qué era ideología, y estudié
las tendencias ideológicas de los responsables de la revista. Y, claro, con esta estructura
superior a los datos, a las informaciones que me estaban suministrando, aprecié y me
explicó el por qué de esas informaciones tendenciosas, el por qué de esos contenidos, en
el fondo, siempre iguales, el por qué callaban otras clases de informaciones, etc. Llegué a
comprender que, sobre las informaciones ofrecidas, los artículos de fondo, los avisos,
etc., había un motivo, una causa, a la cual obedecían los emisores de esa revista.
Descubrí el hilo que unía todo, comprendí la estructura interna de la revista.

Su tarea: Debe hacer ejercicios sobre este modo de analizar. No es difícil. Es


cuestión de aprendizaje. Tome, es nada más que un ejemplo, las Actas del Capítulo
General de Roma y las Actas del Capítulo General de Ávila. Evidentemente tienen sus
secciones, sus contenidos similares, etc. Pero puede preguntarse si hay datos diferentes,
estructuraciones diferentes, temas diferentes, frases que pueden ser diferentes, etc. ¿Es
debido a algo que está oculto? ¿No hay nada de extraño? ¿Solamente intervinieron
religiosos distintos? Obtenga datos de cada una: compare, analice, deduzca, etc. Y
piense en la posibilidad de la existencia de “mentalidad” diferente; piense, silo desea, en
“ideología distinta”.

5. Análisis semiológico

— Semiología es la ciencia que estudia el sistema de los signos en la


comunicación humana, Según Saussure: “La ciencia que estudia la vida de los signos en
el seno de la vida social”.

El lenguaje se manifiesta por medio de los signos que utilizamos para


expresarnos. Por los signos-símbolos nos damos a entender, nos comprendemos.
Sabemos que: El emisor piensa un mensaje, lo traduce al código (el código es un
conjunto de signos ordenados), lo pone en un medio y llega al perceptor.

— Por lo que habrá diferentes códigos, tantos como distintas manifestaciones del
lenguaje. Si se analizan los elementos del código (conjunto de signos) que sirve para
comunicarnos, se podrá conocer qué es lo que está diciendo el emisor.

— Sabemos también que el signo es la reproducción de un objeto en el cual el


autor (o quien lo utiliza) de ese signo ha depositado en él una significación. Con el signo
reproducimos la realidad, nos referimos a cosas que hay en la naturaleza. Es lógico
pensar que si son signos (reproducciones), no es la realidad. No vemos la realidad
cuando vemos una fotografía; no oímos la realidad cuando escuchamos la música de un
disco o la oímos por radio. No es la realidad cuando leo la palabra “árbol frondoso”. Lo
que veo son signos.

— La semiología estudia la vida de esos signos, su función en las expresiones del


Emisor cuando concibe un mensaje, lo pone en un medio y se lo ofrece al perceptor. El
estudio de los signos, por lo tanto, en cuanto están metidos en un código, define el medio
de expresión. Por ejemplo: El código sonoro utiliza signos sonoros. Estos signos sonoros
pueden ser, a su vez, lingüísticos: la palabra hablada. Luego cuando hablo por radio sé
que me expreso mediante dos clases de signos: el lingüístico y el sonoro. La escritura es
un código: utiliza los signos escritos, es decir, el nivel gráfico de la lengua.

— Hemos dicho más arriba que el código define la clase de medio: El código
sonoro deberá expresarse por el medio radio, televisión o cualquier otro medio apto para
reproducir sonidos. Cuando hablo reproduzco sonidos-signos que, organizados, forman el
código sonoro hablado. Puedo depositar ese código en un medio, en un soporte (cinta
magnética) y reproducirlo después en un aparato. También me lo pueden reproducir en
una estación de radio y, por medio del aire lo envían al receptor de radio que poseo. Yo
escucho, yo entiendo. Se ha producido el proceso de comunicación.

— Hay códigos, por lo tanto: lingüísticos, códigos icónicos (imágenes visuales),


sonoros (se perciben por el oído); kinésicos (los utilizados por los gestos, la mímica), hay
códigos proxémicos: la utilización del espacio entre dos o más personas, las distancias).

— Estos pueden ser los códigos fundamentales. Cada uno de ellos se puede
subdividir y, en ese caso, tendremos lo que se denomina subcódigos.

— Cuando proponemos el análisis de los medios de comunicación, no podemos


olvidar el análisis semiológico porque en el estudio de los códigos (y por lo tanto de los
signos) podemos descubrir qué se nos dice, cómo o de qué manera se nos habla, qué
elementos utiliza el emisor para expresarse. El estudio de los códigos es imprescindible
para aprender el lenguaje de los medios. Lo veremos posteriormente.

— Ahora nos interesa conocer esta posibilidad, para que, una vez estudiado el
lenguaje de cada medio, aprendamos a analizar esos mismos medios, tomando como
base el código y, por lo tanto, los signos que componen ese código.
OBJETIVO No. 3 Replantear la problemática de los MCS

Ubicados desde la comunidad, centro de reflexión y análisis, el tema de los MCS


presenta muchas posibilidades para la elección. Mediante el método científico abrimos
caminos para llegar a conclusiones específicas. Si volvemos sobre la problemática que
implica la utilización incorrecta de los MCS. es por la importancia que ellos adquieren en
nuestra sociedad actual.

Usted debe recordar lo tratado en el Objetivo No. 2 de la segunda unidad. Con los
datos aportados en este objetivo, y con los que recogemos ahora, tenemos una visión
más completa.

1. Planteamientos doctrinales de referencia

— MEDELLIN: “Muchos de estos medios están vinculados a grupos económicos y


políticos nacionales y extranjeros, interesados en mantener el “statu quo” social” (16.2).

— PUEBLA: “La comunicación social se encuentra condicionada por la realidad


socio-cultural de nuestros países y a su vez ella contribuye a uno de los factores
determinantes que sostienen dicha realidad” (No. 1067).

— “No obstante los aspectos positivos señalados, debemos denunciar el control de


estos medios de comunicación social y la manipulación ideológica que ejercen los
poderes políticos y económicos que se empeñan en mantener el “statu quo” y aún en
crear un orden nuevo de dependencia-dominación o, al contrario, en subvertir este orden
para crear otro de signo contrario... “(No. 1069)

— “Los Medios de Comunicación Social se han convertido muchas veces en


vehículo de propaganda del materialismo reinante pragmático y consumista y crean en
nuestro pueblo falsas expectativas, necesidades ficticias, graves frustraciones y un afán
competitivo malsano” (No. 1073).

— EL CAPÍTULO GENERAL DE ROMA: “Los medios se prestan a manipulaciones


ideológicas”:

a. Los poderes políticos abusan de ellos para oprimir a los pueblos y someterlos a
servidumbre.

b. Se obliga a emitir las informaciones de tal modo que siempre sean en favor de
las partes.

c. Puede suceder que se promueva por esos medios cierto consumismo, que
inspire en las mentes humanas ídolos siempre nuevos y propagan necesidades inauditas,
con degeneración de la naturaleza humana” (No. 255, 1).
— “Dichos medios", prosigue el Capítulo, pueden ser manipulados por las estructuras de
dominio, capitalista o comunista, y con ello:

a. Los pobres son impedidos y permanecen sojuzgados, sin que puedan utilizar
esos medios.
b. Se ejerce un cierto colonialismo cultural, promoviendo una aculturación sólo
participada por unos pocos, y que destruyen los valores secularmente reconocidos por los
distintos pueblos” (No. 255, 2).

— CAPÍTULO PROVINCIAL DE COLOMBIA: “Que, para un dominico, los MCS


solo constituyen “medios”, es decir, instrumentos subordinados a nuestra misión de
predicar la verdad, exige que el estudio de los mismos y el adiestramiento en su
utilización sean suficientemente críticos. No podemos olvidar que en nuestra patria los
MCS se prestan actualmente para la manipulación ideológica y cultural de nuestro pueblo
en beneficio de los centros nacionales e internacionales de poder y de control social, de
manera que refuerzan diversas formas de opresión” (Actas del Capítulo, año 1987, No.
189).

— El MISMO CAPÍTULO: “Los MCS han servido en nuestra patria, de ordinario,


para desinformar, para tergiversar, para encubrir, para crear pseudo necesidades y
presionar al consumismo, para deculturar y ejercer colonialismo cultural, para exaltar
ídolos y valores falsos” (Ídem, No. 190).

2. Nueva recogida de datos

Nos hacen falta datos. Ya tenemos algunos. A los aportados en el objetivo No. 2
de la segunda unidad, deberá añadirle los que ahora aportamos y aquellos que usted
puede encontrar. De la bibliografía recomendada extraemos algunos hechos resaltantes.

a. Aspectos sociales

— La realidad tangible, evidente, sobre la existencia de “ricos y pobres” en nuestra


sociedad es ya un lugar común. No por ello lo podemos desconocer. Los MCS tienen su
parte de culpa: Existen medios de producción controlados, poder, conocimientos
tecnológicos y científicos que son aprovechados por grupos minoritarios para tender redes
por todo el mundo y constituirse en “dueños y señores”. Junto a los dueños de los
“productos ya elaborados”, proponen el círculo vicioso: publicidad-venta-consumo-nueva
publicidad. Las gentes se ven envueltas por las necesidades creadas y, sin conciencia de
su propia realidad, compran más allá de sus posibilidades.

— La advertencia de Puebla adquiere, así, importancia considerable: “Esta


pobreza no es casual, sino producto de unas situaciones y estructuras económicas,
sociales y políticas, aunque haya también otras causas de la miseria” (No. 30).

— El aprendizaje social lo realizamos, en gran parte, por los MCS.

— Lógicamente nos podemos preguntar cuál es el contenido social que presentan


a la sociedad de hoy los MCS.

— Se nos imponen como valores, “modelos, “patrones”, “ídolos”, “modas” que


cambian los valores autóctonos, promueven comportamientos extraños a la propia cultura,
presentan nuevas costumbres y modos de vida (tal como a ellos les interesa), se
muestran hechos sobre la forma de vivir en otros países, etc. Dada esa ideología, son
presentados los hechos a todo color, reiteradamente y el efecto de la demostración surte
su efecto inmediato.

— Las primeras páginas de los diarios, las primeras noticias que aparecen por
Radio o TV están referidas, siempre, a ciertos estratos sociales, muy bien calificados. Las
últimas páginas de los diarios, los “sucesos”, están destinadas a otra clase de personas,
también calificadas previamente. Usted sabe que en estas últimas páginas aparecen los
crímenes, desajustes sociales, los inadaptados de la sociedad.

— La división de los diarios en secciones organiza nuestra sociedad por grupos;


mantiene la desigualdad, las diferencias, las promueve descaradamente. ¿Ha visto usted
la reseña de la boda de un pobre en las páginas sociales? Cuando alguien de la clase alta
comete un crimen, un robo, etc. no saldrá en las últimas páginas. Ese caso es noticia. Y,
aunque sea para reseñar el hecho, seguirá en las primeras páginas, se le dará un
tratamiento especial: desde el primer momento se ponen ciertas dudas, se trata como
sospechosa, entra en averiguaciones; no se darán las cosas por su nombre: sustraer (en
lugar de robo), corrupción (por robo manifiesto), cierta debilidad de carácter (por
cooperación al crimen, al robo) etc.

— Se promueven grandes campañas para “tranquilizar al pueblo” (el pueblo


siempre es el pobre, el intranquilo social es el pobre, etc); se intenta convencerles de que
“deben tener cordura ante situaciones difíciles de la nación”, ellos “deben apretarse el
cinturón”, “el pueblo es el defensor de la democracia”, etc. Y, no es extraño que en ese
mismo día, en esas mismas páginas, aparezcan las informaciones del “derroche nacional”
(lujosas celebraciones oficiales, numerosos viajes al exterior, gran despliegue de las
bodas de la alta sociedad, etc.).

— El precio de las publicaciones es cada día mayor; la adquisición de libros,


revistas, discos se hace imposible para la mayoría de la población.

— Los contenidos: “Manipulación ideológica ejercida por poderes políticos y


económicos”; proponen un orden nuevo de “dominación-dependencia”; “explotación de las
pasiones”, “violencia”, “sexo” (todos ellos con fines consumistas); indiscriminación de los
mensajes (respectivos o subliminales); “poco respeto a la persona”, mediante “monopolios
de la información”, mensajes “destructores de los valores autóctonos”, “promueven la
alineación”; “evidente propaganda de un materialismo práctico y consumista”; “crean
falsas expectativas”, “afán competitivo malsano” (Puebla No. 1068, 1069, 1070, 1071,
1072 y 1073).

— Lea los diarios de hoy; vea programas de TV; escuche radio. Según ellos no
pasa nada en nuestra sociedad, todo es tranquilidad, no hay nada extraño; si dice algo
(“algunos brotes de desorganización social”, “algunos inadaptados”, “sucesos aislados”,
etc.) siempre tendrán una determinada justificación, se le resta importancia y, una y mil
veces, aparecerán slogans: usted debe comprar, usted debe adquirir: no se preocupe por
lo demás, así, será feliz. Una y mil veces se intentará extrapolar los problemas,
desfigurarlos, restarles importancia. Y, lo peor de ello: “eso es lo que quiere el pueblo”.
b. Aspectos políticos

Dado un régimen democrático, el ser humano desea participar en los asuntos de la


organización, ser y tomar parte en la vida social, intervenir en los asuntos nacionales y
regionales, ofrecer su propia opinión, etc.

— Prenda usted el televisor, oiga estaciones de radio o lea el periódico: el tema de


la democracia está presente, la libertad de expresión, la libertad de prensa, etc. Siempre
en el sentido de democracia representativa. Evidentemente los partidos políticos (es decir
la minoría del conjunto nacional) está detrás de todas esas informaciones. ¿Para quién es
la libertad de expresión, la de prensa?

— La vida Municipal, las organizaciones de base social: ¿cuándo aparecen en la


prensa, en las informaciones de los medios?

— Toda autoridad es presentada como omnipotente, fuerte, represiva; es


“inaccesible”, está en lo alto, “porque es muy importante”. Es decir, el pueblo no tendrá
fácil acceso a ella; se hacen demostraciones del “aparato policial”. ¿Por qué será?

— Analice la clase de informaciones que los gobiernos de turno ofrecen al pueblo:


¿Cuándo se enteró ese pueblo de la deuda pública? ¿Conocía el monto? ¿Forma de
pago? ¿En qué se invirtieron? Porque, según se afirma ahora, es deuda del pueblo.
- ¿Por qué no televisan, sería una fabulosa teleserie, las sesiones ordinarias del
Congreso? Si no hay nada que ocultar, “sabemos que son públicas”, sería una verdadera
información a los perceptores.

— Se entera el público de los balances, ingresos y egresos, a qué se destinan los


dineros “del pueblo”?

— Usted se ha debido preguntar, porque extraña, el por qué siempre ofrecen “su
opinión” los “voceros autorizados”. ¿No hay técnicos que tienen más autoridad para dar
una explicación científica? Una opinión técnica, ¿tiene que ser interpretada políticamente?

— También ha debido preguntarse por el uso de los MCS para “crear imagen del
gobierno” de turno, de las personas que trabajan en él. Evidentemente: debe uno hacerlo
“porque no tienen imagen ante la opinión pública”.

— Usted conoce la política gubernamental sobre los MCS nacional?

— ¿Por qué en la publicidad, directa o indirecta, realizada por el Gobierno siempre


juntan: partido político-gobierno-nación?

— Una vez que el pueblo ha depositado su voto: ¿qué voz política tiene? ¿Qué
medios de comunicación puede utilizar?

— ¿Habrá censura (directa, previa, autocensura, etc.) para aspectos de la vida


política del país?

— Cuando, por inevitables, aparecen los grandes escándalos de la vida pública,


debe preguntarse y analizar los hechos: Vea el tratamiento que le dan a las noticias, cómo
se disminuye la importancia, se la desfigura, se traducen hechos o se les interpreta. Y
poco a poco, a los dos días, se deja en el olvido. Por eso no es extraño que usted mismo
se pregunte: ¿Qué pasó con aquel caso?

— Debe tomar conciencia: Los MCS están diseñados para que usted sea simple
preceptor sin otros derechos hacia la comunicación. Es decir: usted no tiene más
respuestas, en el caso de aspectos políticos, sólo recibir y callar.

c. Aspectos culturales

— “Los rasgos culturales que hemos presentado se ven influenciados fuertemente


por los medios de comunicación social. Los grupos de poder político, ideológico y
económico penetran a través de ellos sutilmente en el ambiente y en el modo de vida de
nuestro pueblo. Hay una manipulación de la información por parte de los distintos poderes
y grupos. Esto se realiza de manera particular por la publicidad que introduce falsas
expectativas, crea necesidades ficticias y muchas veces contradice los valores
fundamentales de nuestra cultura latinoamericana y del Evangelio.. .“ (Puebla, No. 62).

— “En muchos casos se siente vergüenza de lo propio ante el nuevo mundo de


seudo-valores que difunden los poderosos medios de comunicación. Y va surgiendo una
administración extasiada e indiscriminada ante lo extranjero, que se nos presenta
ennoblecido y exaltado en los marcos de los nuevos medios publicitarios, sin que se
perciba que se trata precisamente, de los instrumentos de penetración de aquellas cul-
turas imperialistas que buscan dominarnos y reducirnos a la más completa dependencia
(Celam, “Hacia una teología de la comunicación en América Latina, Bogotá, 1983, Pág.
182).

— No es un secreto para quien oye radio, ve televisión y lee periódicos y revistas:


se nos presentan nuevos modos de hablar, de vestir, de alimentarse, no por ser
“mejores”, “más útiles”, sino porque “son extranjeros”, “porque es la moda”, “se le ve bien”,
etc.

— La cifra es para tenerla presente: Más de 60 millones de latinoamericanos viven


al margen de las informaciones fundamentales que necesita una persona hoy día. ‘Si a
esa cifra se le añaden los millones de personas que reciben informaciones manipuladas
(por agencias nacionales o internacionales), se podrá tener una visión panorámica de
cómo cumplen los MCS su función de informar.

— Para analizar los MCS, en su vertiente cultural, no se puede prescindir de


estar en contacto con esos medios. Lea, vea, oiga: un mínimo de observación de los
datos le abren una panorámica inmensa para su reflexión en comunidad.

d. Aspectos económicos

— Hace falta capital considerable para poder instalar, mantener y expansionar los
medios tecnológicos, informativos, artísticos, etc. de los MCS.

— Pero los MCS no sólo están en manos de pocos: producen mucho. Es una
“buena inversión”. Los MCS son un buen mercado de compraventa de productos, silos
dueños están enredados, mejor.
— La mercancía de la noticia, de la información, de la recreación y de la educación
les asegura a los dueños un éxito total desde el día de la presentación en sociedad.

— Se nos venden, por medio del papel, de las emisiones de radio, de los
programas de TV, toda clase de objetos. Muchos de ellos vienen de fuera: en el país de
origen están “pasados de moda”, “ya no sirven porque hay otros nuevos”. Y se nos
venden como “el último grito de la tecnología”. Se nos vende “chatarra” (en aparatos y en
programas). Otros objetos que se nos venden son los que no han pasado el control de
calidad (artefactos o programas) o tienen algún defecto. Somos un buen mercado de
deshechos.

— Los contenidos: Un mundo fascinante que se consigue a fuerza de obtener


dinero. Ganar dinero es fácil. Sin dinero no se puede comprar tal o cual producto (se le
presenta fascinante, atrayente); hay facilidades de pago, hay un llamado al ahorro (no
para comprar cosas necesarias, para vivir mejor, etc.): se presentan objetos bonitos,
relucientes, llenos de color. Observe los MCS y se podrá admirar de la “constante dinero”
en ellos.

— Los dueños de los medios y sus relaciones económicas con otros medios de
producción es un campo fértil para el análisis.

— La tecnología se adquiere a un precio elevado de divisas; no importan otros


sectores de la economía nacional.

— Hoy, el campo de la informática nos deja admirados: Bien analizado, podrá


descubrir el negocio de “vender máquinas”. Están interesados más en el “negocio de las
máquinas” que en el valor que supone la información. De todos modos, la información
también es un negocio.

e. Sobre los MCS en sí

Conocemos el efecto multiplicador, eficiente, de los MCS, tienen un auténtico


poder, precisamente, por la tecnología que conllevan.

— Quienes tienen acceso a ellos procuran utilizarlos para su propio beneficio: Para
subir en la escala social, para llegar al poder político y económico, para lograr dominar. Y
lo hacen por el camino más corto que le presenta la tecnología de los MCS: la
domesticación de las conciencias.

— Mediante la tecnología fijan el proceso de comunicación de tal manera que,


conociendo la técnica, utilizan a los perceptores “como opinión pública” a su favor. Y el
perceptor, al no tener voz para responder, al no tener canales de protesta, asiente con su
silencio.

— Si se intenta instalar un nuevo medio de comunicación: se le niega toda clase


de apoyo publicitario, se le declara la guerra a muerte, se difunden las sospechas más
imaginativas. En caso de salir airoso de esa primera prueba de fuego, se encontrará con
los problemas infranqueables de la distribución. Por lo general “los nuevos dueños de
medios” deberán doblegarse, entrar en la rosca.
— Los MCS, en cuanto medios ubicados en la sociedad, deben cumplir unas
funciones. Nuevo campo de reflexión:

Función de educación.
Función de información.
Función de recreación.
Otras funciones.
¿Panorama desolador de los MCS?

Usted, en comunidad, con su grupo de reflexión y análisis, puede tomar la


vertiente positiva. Siga los mismos pasos: Busque los datos de la realidad, analice esos
datos, compare el fruto de su reflexión con la situación de su país, de su región. No puede
perder la perspectiva humana, del ser humano en sociedad, y la función de los medios
“para la persona humana viviendo en sociedad”.

3. El análisis de los hechos

Después de haber recogido los datos que necesita, sobre un medio de


comunicación elegido o sobre todos ellos en general, llega el tiempo de sentarse a
realizar el proceso de análisis.

Ya conoce directrices generales sobre métodos, técnicas e instrumentos (Objetivo


No. 2). Análisis, preferentemente, en comunidad: se obtiene una visión más completa, se
tienen presentes diferentes puntos de vista, es más detallista, más crítico, etc. Las
aportaciones de técnicos en otras áreas del saber científico se pueden hacer presentes.

4. Llegar a una conclusión

Una conclusión que implica a la misma comunidad: ¿qué hacer?

N.B. Se sugiere hacer una averiguación acerca del NUEVO ORDEN DE LA


COMUNICAClÓN (Nomic.), para completar y ampliar este tema.

OBJETIVO No. 4 Relacionar “Justicia y Paz” y MCS

Es otro tema, de tantos como se pueden elegir, para reflexionar sobre los MCS en
comunidad. Lo tomamos, pues, como ejemplo.

De las cuatro prioridades demarcadas por el Capítulo General de Walberberg y


renovadas por los capítulos siguientes, está la preocupación por la “Justicia y Paz”.

Juan Pablo II ha tomado ese mismo tema y le ha dedicado el Mensaje Pontificio


para las Jornadas de las Comunicaciones Sociales del año 1987. Por lo tanto dos ámbitos
(Iglesia-Orden) para enfocar este tema.

Nos limitamos a presentarle la documentación. Su tarea será realizar, por sí mismo


o en comunidad, los análisis correspondientes.
1. Legislación de la Orden

Ahora lea el capítulo III, sobre Justicia y Paz, de las Actas del Capítulo General de
Ávila (Pág. 27 y ss). Por nuestra parte nos limitamos al Capítulo General de Roma (1983).

a. A manera de Introducción

“Los medios de comunicación social (mass-media) también participan en la


opresión de los pobres. A través de ellos las naciones ricas exaltan la sociedad de
consumo; crean necesidades artificiales que alienan al hombre; ejercen un verdadero
colonialismo cultural, que destruye los propios valores de los pueblos introduciendo
extrañas formas de vivir, pensar, actuar” (No. 234, A. I).

b. Situaciones que nos cuestionan

Muy someramente el Capítulo aborda una serie de problemas:

“Situación de miseria, pobreza y dependencia”: En esas palabras apreciamos la


definición del perceptor latinoamericano, expuesto, como lo está, a los MCS.

“Es una situación de pecado social”: Lo vemos, en nuestro campo, como “pecado
comunicacional”, “pecado que inserta en el pueblo la incomunicación”.

“El problema más grave y urgente: La brecha cada vez más ancha y profunda
entre naciones pobres (oprimidas y dependientes) y las naciones ricas”: El tema de la
dependencia y los MCS es amplio. Son los MCS los vehículos de esa dominación para
lograr la dependencia. Hemos visto más arriba la dependencia tecnológica, cultural,
informativa, etc.

“Denuncia profética de esa situación de injusticia y pobreza”: Es nuestro propio


campo, muy dominicano. Denuncia profética sobre la problemática que causan los MCS;
denuncia de los efectos que producen en el incauto perceptor; denuncia del “pecado
comunicacional”.

“Situación constatada de empresas multinacionales, bancos y grupos


financieros...:“ Esa misma estructura económica a que se refiere el Capítulo es,
precisamente, la que maneja y sostiene todo el “negocio de la comunicación” en toda
Latinoamérica.

“Evasión de los pobres”: Nosotros preguntamos, circunscritos a los MCS, ¿dónde


van los pobres? Y respondemos: frente al televisor (lo primero que compra un pobre a
crédito). El televisor, la radio, algunos en las tiras cómicas; es el’lugar de refugio. En esos
medios se “conectan diariamente” a la droga de papel, de radio, TV o cine. Con esos
medios se distraen, se aíslan del mundo hostil que les rodea; se conectan “para olvidar”,
para dar rienda suelta a su imaginación.

“Relación entre progreso técnico y científico y desprecio por los derechos


humanos”: Las coincidencias son totales. Los MCS no tienen respeto a la persona, en
cuanto persona humana; la utilización para los fines propuestos por los dueños o quienes
manejan el negocio de la información.

“Armas y guerra”: En primer lugar podemos relacionar las armas y la guerra con
los MCS porque “son noticia”. Los MCS mantienen “informada” a la población (también)
sobre el “negocio de las armas y de la guerra”. Los MCS se inclinan por un bando y le
ofrecen total apoyo; levantan pasiones y aniquilan justas aspiraciones; los MCS. enfrentan
naciones, interpretan tendencias, pueden abrir caminos de paz. Los MCS. ¿están a favor
o en contra de la guerra?

— “La vida religiosa no aparece como signo y testimonio de “seguimiento a Cristo”:


usted puede preguntarse sobre el “ejemplo de vida” que ofrecemos por los MCS. ¿Somos
un testimonio? ¿Qué noticia religiosa, por ejemplo, protagoniza algún medio? ¿Qué clase
de noticias son las que se publican?

c. Elementos de reflexión

Es el segundo apartado que propone el Capítulo de Roma:

— Situación de injusticia Situación de injusticia en los MCS.


— Dependencia - Dependencia de los MCS.
— Carisma profético de la Orden: Carisma, Orden y’MCS.
— Opción preferencial por los pobres - Opción preferencial por los MCS.
— Predicadores del Evangelio: Comunicadores del Evangelio.
— Denuncia del pecado social - Denuncia del pecado comunicación
— Quien no opta por los pobres, 0pta por los ricos: Quien no opta por los MCS, no solo se
hace cómplice del abuso que los MCS hacen, sino también se está autocondenando al
más absoluto silencio del Evangelio en esos medios: “Eso significaría que la Orden y
nosotros habríamos perdido la finalidad: “predicar” (comunicar) la Palabra de Dios”5.

— “Las nuevas situaciones de opresión, plantean nuevos problemas morales”: La


situación descarada a que han llegado ya los MCS han creado auténticos problemas
éticos y morales.

— “Conocer los mecanismos internos, sus causas profundas y sus efectos”: Este
es el objetivo final de este Módulo: Necesitamos conocer los mecanismos, los lenguajes,
las nuevas expresiones, etc. de los MCS; necesitamos descubrir causas, observar efectos
en los perceptores. Para trabajar en los MCS como en un nuevo campo de misión hace
falta conocer el campo.

— “Peligro de la carrera armamentista y el peligro del militarismo”: ¿Cuánto se


gasta en tecnología (a veces chatarra) en los MCS? ¿Quién se beneficia de la tecnología
informativa?

En los MCS se opera una supercarrera tecnológica en la cual se invierten (no se


sabe cuántos) millones, mientras que las economías de muchos países es míseras. Si en
varias naciones paupérrimas se gastan tantos millones en armamento, nos podríamos

5
Actas del Capítulo Provincial de Colombia, 1987, No. 185, Pág. 95.
preguntar (puesto que también se gastan); ¿cuántos millones se pagan a la tecnología de
la información y de la comunicación?

d. Recomendaciones

El Capítulo pasa a ofrecer algunas recomendaciones prácticas sobre la estructura


y organización de “Justicia y Paz” en la Orden.

Esta sería, ahora, su tarea: Teniendo presente las perspectivas que hemos
presentado en otros objetivos: ¿Qué recomendaciones propondría usted a su comunidad,
al grupo o equipo en el cual trabaja, sobre los MCS?

2. Documento del Papa sobre “Las comunicaciones sociales al


servicio de la Justicia y de la Paz”.

Mensaje Pontificio

Las comunicaciones sociales


al servicio de la justicia y de la paz
L’OSSERVATORE ROMANO
8 de febrero, 1987

Queridos responsables de las comunicaciones sociales y queridos usuarios: Las


comunicaciones sociales constituyen una plataforma de intercambios y de diálogo apta
para dar respuesta a una viva preocupación de mi pontificado y del pontificado de mi
predecesor Pablo VI (cf. Mensaje a la sesión especial de las Naciones Unidas sobre el
desarme, 24 de mayo de 1978, n. 5): contribuir a pasar, en la promoción de la paz por la
justicia, de un equilibrio del terror a una estrategia de la confianza. Por eso me ha
parecido urgente proponeros como tema de la Jornada mundial de las Comunicaciones
Sociales de 1987: “Las comunicaciones sociales al servicio de la justicia y de la paz”. Lo
he repetido a menudo, pero hoy lo subrayo añadiendo este corolario: la confianza no
puede ser obra de los responsables políticos solamente, debe nacer en la conciencia de
los pueblos. Después de haber tratado ya el problema de la paz (Jornada mundial de
1983), desearía, el presente año, proseguir con vosotros esta breve reflexión sobre la
obra de la justicia que realiza la paz, o sobre la estrategia de la confianza como
realización de la justicia con miras a la paz.

Yo sé que para vosotros, artífices de las comunicaciones sociales, las masas no


son multitudes anónimas. Representan el continuo desafío de alcanzar y llegar a cada
uno en su propio contexto vital, a su nivel personal de comprensión y de sensibilidad, por
medio de tecnologías cada vez más avanzadas y a través de estrategias de comunicación
cada día más eficaces. Podría así resonar en vuestras conciencias esta invitación:
trasmitir la estrategia de la confianza a través de la estrategia de la comunicación, al
servicio de la justicia y de la paz.

Vuestra estrategia de la comunicación es, en gran medida, una estrategia de la


información en orden a contribuir a la edificación de esta sociedad del saber en la que nos
encontramos implicados para lo mejor o para lo peor. Permitidme recordar lo que ya he
afirmado a este propósito: la paz del mundo depende de un mayor conocimiento de los
hombres y de las comunidades; la información cualificada de la opinión pública tiene una
influencia directa sobre la promoción de la justicia y de la paz (cf. Mensaje para la Jornada
mundial de la Paz de 1982, nn. 6. 8). Vuestra tarea parece superar las posibilidades
humanas: informar para formar, cuando la avalancha de noticias os arrastra, a veces de
manera peligrosa, a los cuatro ángulos del mundo, sin daros el tiempo necesario para
ponderar cada’ caso o cada acontecimiento. Y sin embargo, los usuarios dependen de
vosotros para comprender los estragos del terror y las esperanzas de la confianza.

La paz no es posible sin diálogo (cf. Mensaje para la Jornada mundial de la Paz de
1986, nn. 4-5), pero no se puede dialogar plenamente sin estar bien informado, en el Este
y en el Oeste, en el Sur y en el Norte. Vuestro diálogo quiere ser, además, un “diálogo
total”, es decir, un diálogo que se establezca en el marco de una estrategia global de
comunicación: de información, ciertamente, pero también de recreación, publicidad,
creación artística, educación, sensibilización para con los valores culturales. A través de
esta estrategia de comunicación debería realizarse la estrategia de la confianza. Del
equilibrio del temor, del miedo, incluso del terror, resulta —como decía Pío XII— una “paz
fría”, que no es la verdadera paz. Sólo la comunicación podrá generar —por la vía del
diálogo total— un deseo y una esperanza de paz expresiva, como exigencia del corazón
de las poblaciones. Y se podría añadir: una “justicia fría” no es verdadera justicia. La
justicia no puede vivir más que en el seno de la confianza, de lo contrario no es más que
una “justicia contra” y no una “justicia para” y una “justicia con” cada persona humana.

¿Cómo compaginar la estrategia de la confianza y la estrategia de la


comunicación? Desearía desarrollar este tema de reflexión. Sé que la comunicación de
masas es una comunicación programada y cuidadosamente organizada. Por ello, es
importante evocar lo que podría ser una estrategia de la confianza transmitida por los
mass-media. Creo que podría abarcar siete momentos fundamentales: hacer tomar
conciencia, denunciar, renunciar, superar, contribuir, divulgar, afirmar.

En primer lugar, es preciso hacer tomar conciencia, o, en otros términos, hacer


labor de inteligencia. ¿No ha dicho Pablo VI que la paz es una obra de inteligencia? Sería
necesario, a través de los más variados programas, hacer tomar conciencia de que
cualquier guerra puede provocar la pérdida de todo y de que nada puede perderse con la
paz. Para ello, la estrategia de la comunicación puede, mejor que cualquier otro medio,
hacer comprender las causas de la guerra: las innumerables injusticias que empujan a la
violencia. Cualquier injusticia puede llevar a la guerra. La violencia está en nosotros,
debemos liberarnos de ella para inventar la paz. Esta es la obra de la justicia que se
realiza como fruto de la inteligencia. La inteligencia, según la enseñanza del Concilio Vati-
cano II (cf. Gaudium et spes, 82-9 1), se expresa sobre todo a través de las opciones
positivas que se hacen en torno a las cuestiones de la justicia y de la paz, frente a la
injusticia y a la guerra. Y es ahí donde vuestro papel se hace apasionante, debido al
espíritu de iniciativa que implica.

Comunicar las opciones constructivas de justicia y de paz corre parejo con vuestro
deber de denunciar todas las causas de violencia y de conflicto: armamento generalizado,
comercio de armas, opresiones y torturas, terrorismo de toda especie, militarización a
ultranza y preocupación exagerada por la seguridad nacional, tensión Norte-Sur, cualquier
forma de dominación, ocupación, represión, explotación y discriminación.

Si se quiere denunciar de manera coherente, es preciso también que uno mismo


renuncie a las raíces de la violencia y de la injusticia. Una de las imágenes más
sólidamente integradas en la producción de los medios de comunicación parece ser la del
“ideal del más fuerte”, de esa voluntad de supremacía que no hace sino aumentar el
miedo mutuo. En la línea de lo que decía Juan XXIII es necesario llegar, en vuestra pro-
ducción, a un “desarme de los espíritus” (cf. Discurso a los periodistas del Concilio, 13 de
octubre de 1962). ¡Cuál no sería el progreso de los intercambios de comunicación, si el
mercado se hallase abundantemente provisto de programas que presentasen algo distinto
a esta voluntad de dominar que inspiran tantas obras actualmente distribuidas! ¡Y cuál no
sería la mejora cualitativa si los usuarios impusiesen”, con sus demandas y reacciones,
que se renuncie al ideal del más fuerte! Para actuar en un espíritu de justicia, no basta
“actuar contra”, en nombre de una fuerza empedernida. Es preciso también “actuar para y
con” los otros, o, en el mundo de los mass-media, comunicar para cada uno y con cada
uno.

La estrategia de la confianza significa además superar todos los obstáculos que se


oponen en las “obras de justicia” con miras a la paz. Es necesario, en principio, superar
las barreras de la desconfianza. Nada mejor que las comunicaciones sociales puede
traspasar todas las barreras de razas, clases, culturales, las unas frente a las otras. La
desconfianza puede nacer de cualquier forma de parcialidad y de intolerancia social,
política o religiosa. La desconfianza vive del desaliento que se hace derrotismo. La
confianza, por el contrario, es el fruto de una actitud ética más rigurosa en todos los
niveles de la vida cotidiana. El Papa Juan XXIII recordaba que era absolutamente
necesario superar el desequilibrio entre las posibilidades técnicas y el compromiso ético
de la comunidad humana. Y vosotros, que sois artífices o usuarios de las comunicaciones,
sabéis bien que el mundo de la comunicación es un mundo de explosión del progreso
tecnológico. Por ello, en este sector-punta de la experiencia humana, la exigencia ética es
la más urgente a todos los niveles.

Vuestro papel, además, consiste en contribuir a hacer posible la paz a través de la


justicia. La información es la vía de la sensibilización, de la verificación, del control de la
realidad de los hechos en los caminos de la paz. Esta contribución se puede profundizar a
través de los debates y discusiones públicos en los mass-media. Es tal vez en este nivel
donde vuestra imaginación se pondrá a prueba más duramente. La respuesta de los
usuarios será también ahí la más necesaria.

No debemos descuidar nunca la divulgación insistente de todo lo que puede


ayudar a hacer comprender y a hacer vivir la paz y la justicia, desde las más humildes
iniciativas al servicio de la paz y de la justicia hasta los esfuerzos de las instancias
internacionales. Entre estas iniciativas, el papel de un nuevo orden mundial de la
información y de la comunicación, al servicio de la paz y de la justicia, para la garantía de
la difusión múltiple de la información en favor de todos, ocupa, ciertamente, un lugar
importante, como ya he recordado con ocasión de uno de los congresos de la Unión
Católica Internacional de la Prensa (cf. Discurso a la UCIP, 25 de septiembre de 1980).
Vuestra tarea de responsables de las comunicaciones es la de una educación
permanente. Vuestro deber de usuarios es- el de una continua búsqueda de acceso a
todos los datos que podrán formar vuestra opinión y haceros cada vez más sensibles a
vuestras responsabilidades. Todos nosotros somos responsables del destino de la justicia
y de la paz.

Entre todas las iniciativas a divulgar, permitidme pediros con insistencia que no
descuidéis la presentación de la idea cristiana de la paz y la justicia, del mensaje cristiano
sobre la paz y la justicia, sin excluir las invitaciones al compromiso, pero también a la
oración por la paz: dimensión irreemplazable de la contribución eclesial a las iniciativas de
paz y en favor de los esfuerzos para vivir en la justicia.

Todo ello, lo sabéis, supone la presentación, a través de los medios de


comunicación social, de la imagen verdadera y completa de la persona humana,
fundamento de toda referencia a la justicia y a la paz. Todo lo que ofende a la persona es
ya un “acto de guerra” que comienza. ¡Qué incalculables consecuencias tendrán, pues,
cada una de las iniciativas de comunicación, cuyos animadores sois vosotros!

Con la divulgación, es preciso afirmar todas las condiciones previas en orden a la


justicia y a la paz: los derechos inalienables de la persona humana, las libertades
fundamentales en la igualdad y con vistas a una participación de todos en el bien común,
el respeto de las soberanías legítimas, los deberes de indemnización y de asistencia. . .
Pero sobre todo es preciso poner de relieve los valores de la vida: no ya la existencia
presentada como inexorablemente integrada en una “lucha por la vida”, sino la vida vivida
con la inteligencia de la sabiduría en la bondad, o, más aún, el amor como fuente y como
ideal de vida. Sólo el amor, que inventa de nuevo cada día la fraternidad, podrá
definitivamente lograr la capitulación del terror. Que el amor, inspirado por el don de Dios,
pueda actuar sobre estas “maravillas técnicas” de la comunicación, que son también
“dones de Dios” (cf. Miranda prorsus).

Esperando que estas palabras os ayuden a no perder nunca de vista la justicia y la


paz, ya sea en el momento de la creación de vuestros programas, a vosotros, queridos
artífices de las comunicaciones sociales, o en el momento de la escucha y de la
respuesta, a vosotros, queridos usuarios, os manifiesto a todos mi propia confianza y os
invito a trabajar para crear confianza, al servicio de la humanidad entera. Con este espíritu
os doy gozosamente mi bendición apostólica.

Juan Pablo II
Vaticano, 24 de enero de 1987.

OBJETIVO No. 5 Relacionar teología y MCS

1. Perspectivas de la Orden

— En la Orden “los estudios han de sobresalir por el rigor y método científico”


(LCO, 228, 1).

— “La luz y la fuente de nuestro estudio es Dios que habiendo hablado en otro
tiempo muchas veces y de muchas maneras, últimamente habla en Cristo, por quien con
el envío del Espíritu Santo, el misterio de la voluntad del Padre es revelado plenamente
en la Iglesia y son iluminadas las mentes de todos los hombres” (LCO, 78).

— “Nuestra predicación siempre se ha cimentado en un profundo y científico


estudio de la teología. . . Nuestra práctica de la reflexión teológica debe prepararnos para
penetrar profundamente el significado de estos hechos en el misterio de la Divina
Providencia. La contemplación y la reflexión teológica nos capacita para buscar modos
más aptos en la predicación actual del Evangelio. Este es el verdadero camino para que
nuestra predicación sea de verdad doctrinal, y no exposición abstracta e intelectual de
algún sistema” (Walberberg, 17, A, 4).
— “El cultivo de la teología es tarea propia de la Orden. Hoy debemos prestar
particular atención —trabajando con los distintos especialistas— a los problemas
siguientes:

a. A las relaciones entre el Reino de Dios y la sociedad temporal, entre la justicia


del Reino y la justicia social;

b. A la investigación sobre el modo de introducir en la reflexión teológica el análisis de las


estructuras de injusticia del mundo actual, y el juicio sobre los medios adecuados para la
transformación del mundo, teniendo como criterio el Reino de Dios... “(W. No, 23).

— “Para que imitemos a Domingo que no hablaba sino con Dios o de Dios, nuestro
estudio debe dirigirse de modo prioritario a la teología” (W. No. 103, 3).

— El Capítulo General de Roma es el primero en ofrecernos una exhortación


precisa: “Exhortamos a que se promuevan investigaciones teológicas sobre los medios en
los centros dominicanos de estudio y en las universidades seculares, según la tradición
científica e intelectual de nuestra Orden. Entre otros temas que pueden proponerse para
la investigación, indicamos, por vía de ejemplo, los siguientes: enunciación de la fe
promovida o impedida por los medios; valores éticos dentro de la cultura que los medios
pueden destacar; acción de los medios en las relaciones sociales; filosofía de los medios;
etc”. (ACR, No. 268).

2. Hacia una Teología de la comunicación en América Latina6

a. Consideraciones preliminares

La Iglesia ante la situación de la incomunicación: la misión de la Iglesia es


evangelizar, comunicar (DP 1063). Pero también se refiere a la comunicación con Dios. El
hombre y la comunicación, de modo expreso el hombre latinoamericano aislado y
marginado, explotado y manipulado, se despersonaliza, se cosifica, corre grave peligro de
destrucción.

El ser humano es un ser relacional, capaz de comunicarse. Es un ser necesitado


de comunicación: biológica, sicológica, social y religiosa.

El hombre, imagen y semejanza de Dios: “Dios es amor”, Dios es comunicación.


Comunicación es una realidad divina. La comunicación humana es el camino para la
comunión.

La comunicación del hombre y la de Dios: El ser humano se comunica por medio


de signos, es su medio natural de comunicación. El hombre es un ser falible y capaz de
pecar: sus signos de comunicación pueden ser, entonces, falsos, porque no expresan la
verdad interior. Dios, en su relación Trinitaria, es auténtica comunicación.

La reflexión sobre “Comunicación y Encarnación” nos propone el auténtico “diálogo


de Dios con los hombres”. Jesús se vuelve el “Dios con nosotros”.

6
DECOS-CELAM, Bogotá 1983. De esta publicación entresacamos el resumen que presentamos
para la reflexión.
b. Jesucristo, Sacramento de Comunión

Jesucristo es la palabra encarnada e imagen visible de Dios invisible; es


sacramento, es decir, signo e instrumento mediante el cual el Padre conduce a los
hombres a la comunión con Él. Signo del Padre, evangelizador y liberador.

Anuncio de Cristo evangelizador: El anuncio de Jesús, su Buena Noticia


(Evangelio), lo refiere a un acontecimiento. Del Padre nos revela que es Amor y fuente de
comunión trinitaria. Este Dios-Comunión crea al hombre para que viva en comunión:
vocación a ser hijo de Dios, hermano de los hombres y señor de la creación. La
fraternidad entre los hombres es fraternidad en Él. La vocación a la comunión supone
otros valores: libertad y participación.

La denuncia: Del pecado y apremiante llamada a la conversión. El pecado se


opone al Reino porque es un rechazo a vivir en comunión con Dios y su prójimo.

El pecado pervierte toda forma de comunión. La culminación de la incomunicación


es la violencia. Aunque el pecado es personal, deja su huella destructora: el pecado
institucional. En los medios de comunicación social es donde aparecen los valores o
desvalores, donde se manifiesta la huella destructora.

Pero la Buena Noticia que Jesús nos anuncia es liberadora. Por eso, la eficacia de
Cristo Liberador: El Cristo evangelizador es, al mismo tiempo, nuestro Libertador. Es la
comunicación restablecida y personificada. Es el signo eficaz de la nueva presencia de
Dios en la historia. Con su poder perdona los pecados, devuelve la comunicación con el
Padre y los hermanos. Con su muerte realiza el “volver” al Padre. Su cuerpo entregado y
su Sangre derramada son dones de comunicación para nosotros.

Por su resurrección ya no habrá muerte, sólo habrá comunión.

Cristo “el perfecto Comunicador” y Perceptor. Es perfecto comunicador en cuanto


nos enseña la Palabra del Padre. En su trato con las personas: es predicador religioso,
busca religamos al Padre; desideologiza la religión de su pueblo, la purifica, la libera del
formulismo ritualista; interioriza la salvación. Jesús tiene respeto por el hombre, sabe de-
nunciar todo lo que atente contra él. Anuncia y promueve el Amor y la Misericordia.
También se encuentra cierta dureza: actitud crítica, ira, etc.; pero acepta a cada persona-
con los fariseos, no comparte su radicalismo religioso, los acepta como personas. “No
juzga a nadie”. El lenguaje de Jesús es simple y directo: utiliza ejemplos, parábolas. Su
argumentación no es impositiva. Sabe escuchar y preguntar. Jesús es diálogo.

Es comunicador universal.

Los pobres son los destinatarios de sus mensajes. Se identifica con ellos.
Los medios utilizados por Jesús: su palabra y su vida. Palabra personal y como signo vivo
de Dios. Utiliza signos: tierra mezclada con saliva, recurre al pan y al vino, comida,
bebida, etc.

Logra la meta de toda comunicación: conducir a la comunión. Se entrega, El


mismo, como Palabra viva. Su comunicación es espíritu de vida.
Es modelo de perceptor: Recibe los mensajes de su Padre y nos los revela. Sabe
escuchar y responder.

c. La Iglesia, órgano de comunicación y sacramento

La Iglesia es comunicación y comunión en Cristo. La Iglesia prolonga en la tierra,


fiel a la ley de la encarnación visible, la presencia y acción evangelizadora. La Iglesia es
“sacramento”, esto es, signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de
todo el género humano. Cumple esa misión, comunicando a los hombres todo lo que ha
recibido de Cristo. Evangeliza como signo de comunicación en la medida en que vive esa
misma comunión. Al igual que Jesús, la Iglesia está llamada a pasar por la tierra haciendo
signos de comunicación.

La Iglesia es la ruta de Cristo Comunicador: Se debe ceñir en todo al modelo de su


Señor: con cercanía a los hombres y a los pueblos; con actitudes hacia la persona; siendo
anuncio y denunciando; aceptando la misma clase de destinatarios elegidos por Jesús:
los pobres. En cuanto a los medios: debe evangelizar a través de lo que ella es, mediante
su palabra, su ejemplo.

“En América Latina, cada comunidad eclesial debería encarnar un modelo


concreto de la forma de responder, desde el Evangelio, a los grandes desafíos que hoy
enfrenta el Evangelio”. Para ello debería esforzarse por construir para el Continente un
ejemplo de modo de convivencia donde logre aunar la libertad y la solidaridad. Donde la
autoridad se ejerza con el espíritu del Buen Pastor. Donde se viva una actitud diferente
frente a la riqueza. Donde se ensayen formas de organización y estructuras de
participación, capaces de abrir camino hacia un tipo más humano de sociedad. Y, sobre
todo, donde inequívocamente se manifieste que, sin una radical comunión con Dios en
Jesucristo, cualquier otra forma de comunicación puramente humana, resulta a la postre
incapaz de sustentarse, y termina fatalmente volviéndose contra el mismo hombre” (DP,
273).

Para que la Iglesia logre la misma meta de Jesús, debe hacer suya la actitud de
María, su Modelo, y dejarse educar y guiar por su sabia mano de Madre.

Iglesia, Comunión y Eucaristía: Cristo-Sacramento e Iglesia-Sacramento.

Los Sacramentos: auténticos medios de comunicación.

3. Un reto a los Dominicos

Un reto que tienen planteado los teólogos de nuestra Orden. Posiblemente


ninguno de los que estudiamos este Curso a Distancia tengamos la capacidad y las
destrezas intelectuales que otros hermanos de la Orden. Pero la Orden sí tiene “Doctores
y Maestros en Sagrada Teología que nos sabrán responder

El campo de reflexión sobre la relación entre teología y MCS es amplio. Por hoy
poco explorado. Nuestras reuniones comunitarias tienen, así, un temario propicio. Es
nuestro propio campo de estudio y de acción.
“Encomendamos, pues, vivamente a nuestras universidades, centros y
asociaciones, a nuestros expertos en teología y ciencias sociales, que se entreguen
principalmente a estas investigaciones y que, para bien de toda la Orden, den a conocer
el fruto de su trabajo” (ACW, No. 23,

Para ampliar esta reflexión, deberá leer los números 6 al 18 de la Instrucción


Pastoral “Communio et Progressio”.

OBJETIVO No. 6 Relacionar “manipulación” y MCS

El tema de la manipulación es obligado. No hay ocasión en la que se hable de los


MCS que no haga su aparición el concepto de manipulación.

“El monopolio de la información, tanto por parte de los gobiernos como de parte de
los intereses privados, permite el uso arbitrario de los medios de información y da lugar a
la manipulación de mensajes de acuerdo con los intereses sectoriales. Es particularmente
grave el manejo de la información que sobre nuestros países o con destino a los mismos.
hacen empresas e intereses transnacionales” (Puebla, 1071).

“Las manipulaciones ideológicas a que se prestan tales medios:

a. Los poderes políticos abusan de ellos para oprimir a los pueblos y someternos a
servidumbre;

b. Se obliga a emitir las informaciones del tal modo que siempre sean en favor de
las partes dominantes.

“Dichos medios pueden ser manipulados por las estructuras de dominio,


capitalistas o comunistas” (C de Roma, No. 255, 1 y 2).

1. El concepto de manipulación

Intentamos presentar una breve síntesis. El tema es muy amplio. Esto puede ser el
reclamo para dedicar un tiempo de nuestras reuniones a estudiarlo en profundidad.

La clave: La persona humana. Para el estudio de la manipulación en los medios,


se debe partir del concepto que se tenga de “dignidad de persona humana”. Sujeto y fin
de toda organización, de toda institución. No puede ser subyugado por nadie, ni persona,
ni institución, ni sistema, ni por intereses (técnicos, políticos, económicos). El ser humano
no está en el mundo para ser esclavo de la cibernética, ni de la informática. La doctrina
social de la Iglesia es muy clara en esta clave para entender el concepto de manipulación.

La raíz latina: “manus” y “pleo” (llenar) nos recuerda “a manos llenas”, todo aquello
que se podía recoger con las manos, todo lo que se hace con las manos. Recuerde el
prestidigitador. Recordamos el manejo de elementos que las personas pueden utilizar
para conseguir un fin.
“El manipulador, en sentido etimológico, obtiene resultados maravillosos, distintos
a los que son propios de los ingredientes originales, pero sin alterarlos previamente. Por
eso supone en él un conocimiento, una ciencia y un arte de las propiedades y de las leyes
a que están sometidos esos elementos, siendo todo ello desconocido, secreto, a cuantos
de alguna manera pueden estar interesados por el resultado de la manipulación. Esta
ciencia y este secreto es la base de la ganancia, del prestigio y de la eficacia del
manipulador” (Ferrero, E. “Manipulación del hombre y moral”, Edit. Verbo Divino, 1978,
Pág. 96-97).

El problema: Se trata de un problema humano. La utilización, manejo de la técnica


para el logro del desarrollo, la manipulación de artefactos, etc. no tienen nada que ver con
el problema humano de la manipulación.

“La persona humana no puede ser nunca manipulada en su núcleo más íntimo, no
debe ser nunca sometida a manipulaciones espúreas o taimadas que afecten el uso de su
libertad y a la consecución del sentido final de la vida” (HARING, B. “Ética de la
manipulación”, Edit, Herder, Barcelona, 1978, Pág. 19).

Por lo tanto, el centro del problema de la manipulación, se refiere a la utilización de


la persona humana, evitando su juicio crítico, su libertad para elegir. Se trata, en una
palabra: engaño del perceptor. Se utiliza al perceptor, mediante el engaño de su
entendimiento, para ser “objeto”, “cosa”, sin respeto a sus propios valores, destruyendo su
propia intimidad personal. “Manejo de la persona”, como si se tratara de una máquina, un
tornillo, para servirse del ser humano en beneficio del emisor.

Haring nos centra el tema de esta forma: “Los medios de comunicación social
están ampliamente manipulados por los anunciantes poderosos. La psicología de masas
está produciendo el manipulador hábil en este campo. Forman una mentalidad de
consumidor, creando nuevas necesidades —especialmente artificiales— y deformando en
los corazones de muchas gentes su escala de valores... La publicidad sugiere que la
persona es la que compra. Así, el poder manipulativo del anuncio va mucho más allá de
los campos de la producción y del consumo”.

2. Áreas de la manipulación

El ser humano es manipulable porque puede ser engañado. El enfoque del


“engaño del entendimiento” del perceptor es fundamental. En las diferentes formas y
maneras de engañar se pueden ver diferentes formas de manipulación en los MCS. Nos
limitamos a unas áreas que ya conocemos:

a. Desde el Emisor-Fuente

Puede ser una persona, un grupo de personas. Intentan, ese es su propósito,


engañar a los perceptores. De alguna forma, en mayor o menor grado. Bajo el esquema
de la comunicación inyectan otro proceso: el de intentar engañar al perceptor. Le
ofrecerán una cierta información que, al estar manipulada técnicamente, lograrán hacer
creer que se trata de verdadera información, cuando no lo es.
Se estudia profundamente la construcción de mensajes, se estudian las formas de
influir en las personas; se estudian las condiciones de los perceptores, su advertencia en
determinados medios, etc. Las técnicas de la publicidad, por ejemplo, han logrado definir
zonas en el proceso que le garantiza un cierto éxito. Nos referimos a los mensajes
subliminales. Comunicaciones inadvertidas por el perceptor. La falta de atención plena, en
el descuidado perceptor, es un camino para influir. Pero hay otros muchos caminos.

No es el momento de estudiar esos mecanismos y/las técnicas utilizadas. Es una


buena advertencia: sabemos que, desde el Emisor-Fuente, se nos puede manipular.

b. Desde los medios o canales

Los medios son instrumentos en manos del Emisor. El Emisor ha elegido el código
y ha elegido el medio de expresión. La tecnología ofrece posibilidades casi infinitas.
Sabemos que los medios tecnológicos producen efectos independientemente de la
intencionalidad del emisor. A esto se debe la afirmación de McLuhan: “Los medios están
embrujados”, “el medio es el mensaje”.

Además de la intencionalidad del Emisor y de los propios medios en sí, no


podemos olvidar a los “técnicos que manejan esos medios”. Ellos pueden influir, ellos
pueden utilizar-manejar-manipular los medios para que el perceptor reciba un mensaje
que produce engaño en su mente.

c. En los perceptores

El perceptor se pone en contacto con los medios descartando, en principio, la


manipulación, Deposita su fe en los medios. El perceptor es quien sufre, en definitiva, los
efectos de una previa manipulación de los medios para ser engañado. Tarde o temprano
las comunicaciones inadvertidas, subliminales, afloran a la conciencia del perceptor. Su
reacción no se hace esperar. Es una forma de estudiar en el perceptor el hecho de la
manipulación. Lo peor puede ocurrir: El perceptor asume los pensamientos “como
propios”. Estimamos que este es el grado mayor de manipulación.

d. Los mensajes

La estructuración de un mensaje depende de muchos elementos. Los códigos


elegidos conllevan otros sub-códigos que, unidos, pueden pasar desapercibidos, en un
primer momento, al perceptor. El estudio de los mensajes constituye hoy día una parcela
importante de la publicidad Se preparan de tal modo que los perceptores lo asimilan
rápidamente, sin detenerse en el análisis de los elementos componentes.

e. La imagen

Es el medio de conocimiento. Conocemos por medio de las imágenes. Nuestro


entendimiento recibe “la verdad” del objeto mediante la imagen. Entendemos en razón de
“verdad”. Si se logra disfrazar una “mentira” en forma de verdad, nuestro entendimiento la
aceptará, precisamente, “en razón de verdad”. Una imagen correspondiente a un objeto
puede ser manipulada. Puede ser verdadera imagen (en cuanto imagen), pero puede no
ser imagen verdadera (no corresponde a la verdad propia del objeto). De ésto hay
infinidad de ejemplos: La imagen de un personaje (a quien le han creado la imagen
porque no tiene imagen pública) es verdadera imagen (sirve para el conocimiento), pero
no es imagen verdadera, no corresponde a la “verdad del objeto”. Las fotografías de
“grandes reuniones” (que no han sido tales): son verdaderas imágenes, por ellas
conocemos, pero no son imágenes correspondientes al suceso.

La rapidez de la presentación de imágenes, en Cine, Radio, TV no permiten al


perceptor digerir tanta información. Entre tantas imágenes hay siempre alguna llamativa,
de mayor colorido, de sonido especial, que atrae nuestra atención, nos fijamos en ella.

3. Algunos mecanismos

El Emisor que desea manipular al perceptor busca los mecanismos adecuados


para lograr su finalidad. Unos ejemplos nada más:

— La utilización del lenguaje. El lenguaje de los medios es el camino natural para


llegar al perceptor. El estudio de lenguajes paralelos, la utilización de connotaciones,
insertar sub-códigos, etc. permite ofrecer mensajes ocultos (no visibles), Se prepara un
lenguaje meticulosamente seleccionado. Es un arte de “decir” sin ser descubiertos, sin
“llamar especialmente la atención”.

— Por lo general se ofrecen binomios. Es decir, una disyuntiva: usted debe elegir
esto o lo otro. No hay alternativa. Si a uno de los términos se le predetermina,
lógicamente, se elegirá el correcto. El ejemplo cotidiano: Se nos insiste en la democracia,
la democracia es lo mejor para el país. Si, junto a la democracia se nos ofrece otra clase
de sistema, el lector incauto, no dudará. Por TV usted ha visto que le enseñan un
producto, sin marca: otro con su marca resaltante, es barato, es lo mejor, no hay ninguno
que se le pueda comparar, etc. ¿Cuál debe usted elegir? Se nos habla de orden y
desorden. El desorden reúne en sí toda clase de males, sin mezcla de bien alguno. Eso
es aceptado por todos. Si usted desea decir algo contra algún sistema, contra algún
suceso, un simple hecho: Se califica de desorden social y ya no tiene que decir más. Por
lo general, a los sucesos de los barrios marginales se les denomina desorden; en las
urbanizaciones, esos mismos sucesos, serán calificados de travesuras, cierta
irresponsabilidad, etc.

— Que los diarios, la Radio, la TV, el Cine son buenos, nadie lo duda. Pero eso no
quiere decir que todo lo que aparece en esos medios sea bueno. Es posible que lo bueno
para el Emisor no lo sea tanto para el Perceptor. El hecho de “ver lo ocurrido” por TV, en
Cine, no quiere decir que sucedió del mismo modo a como es presentado. Todos los
reporteros llegan después del suceso. Ellos saben montar la escena para ofrecerle al
público “la verdad”.

— Hay muchos sofismas en los medios de comunicación: Se tiende á


universalizar: de la afirmación de un político se llega a la afirmación de que todo el mundo
piensa así; de tres preguntas ante el micrófono se saca la conclusión de “la opinión
pública

— Se ocultan las fuentes: El origen del mensaje es importante para el perceptor. Si


se ocultan las fuentes se evita la calificación. Tal vez, por esto, se ha inventado la frase
“de fuentes bien informadas”. Así, los mensajes, quedan aureolados. Aunque el ocultar la
fuente de información es un derecho y, muchas veces un deber, no por eso podemos
dudar de la posibilidad de manipular por este medio.

4. Hacia una conclusión práctica

No todo es manipulación. Los medios de comunicación no son manipulados


siempre. El Emisor no intenta manipular siempre. Estamos convencidos de la posibilidad
de auténtica comunicación humana.

Este principio no impide hacer llamados de alerta a los Perceptores: La


manipulación, el intento de engañar al Perceptor, es posible. Y se da con cierta frecuencia
en todos los medios.

Como salida de esta encrucijada: No es posible engañarnos con la proposición de


intentar convencer a los Emisores-manipuladores para que dejen de engañar a la gente.
Si no es imposible, al menos, es un camino arduo, difícil y de muy dudosos resultados.

Hay otro camino más práctico y eficiente: educación del Perceptor. Educación
práctica: enseñarle a leer lo medios, aprender a descifrar el lenguaje de los distintos
medios de comunicación; enseñarle a saber captar los mensajes que van entre las
imágenes, entre otros mensajes.

La argumentación de Garret es pertinente: “La única esperanza sería reducir los


daños que pueden causar las manipulaciones a través de los medios de comunicación
social, los detentores del poder o el sistema educativo está en la educación de la masa
oyente, para que ésta sea capaz de detectar y rechazar todo cuanto significa
manipulación. Hay medios para conseguir esa educación. Es evidente el motivo del
fallo...”

“Tal sistema de educación resultaría verdaderamente revolucionario. Y tal vez sea


ese el motivo de que se oponga a él aquellos que temen la realidad del cambio y el poder
de la inteligencia” (Garret, o. c. Pág. 226).

4.5 Lecturas de apoyo


1. INSTRUCCIÓN PASTORAL “COMMUNIO ET PROGRESSIO”, No. 6 al 18.

2. REFLEXIÓN TEOLOGICA SOBRE COMUNICAClÓN, en “Comunicación Misión y


desafío “, CELAM-DECOS, Capítulo 4.

3. SOBRE INVESTIGAClÓN, Capítulo de Walberberg, No. 126.

4. FORMAClÓN PARA LA MISION DE FRONTERAS. Capítulo de Ávila, en el C. II.


(No. 22).
4.6 Actividades complementarias
1. Realice un breve análisis del último IDI o de otro boletín dominicano. Tome el
análisis de contenido. En una primera fase debe confeccionar los instrumentos para la
recolección de datos. Deberá prever la posibilidad de repetición de contenidos. Una vez
que tenga seleccionados los diversos contenidos: compare, distribuya por Provincias o
Regiones. Analice los contenidos según la fuente de donde son tomados. Deberá
preguntarse sobre la significación que esos contenidos tienen para usted, como dominico
(a) ubicado (a) en Latinoamérica, etc.

2. Al exponer el análisis estructuralista le poníamos el ejemplo de análisis de las


Actas de los dos Capítulos generales de Roma y Ávila. Realice ese análisis; Obtenga los
datos de cada una de las Actas; datos significativos. No suponga nada. Deje hablar a los
datos. Busque usted “estructuras superiores” y analice los datos a la luz de esa nueva
estructura. Obtenga conclusiones.

3. Vuelva a leer el documento del Papa sobre las Comunicaciones Sociales al


servicio de la Justicia y de la Paz. Haga una síntesis. Compare el resumen que ha
realizado con lo aportado por el Capítulo de Roma. Obtenga conclusiones prácticas.

4 Le han encargado como dominico (a), que prepare un seminario de tres días sobre
MCS y Teología. Debe tomar tres temas generales y desarrollar cada uno de ellos de
forma esquemática, anotando únicamente varios subtemas.

5. Escriba un artículo para el periódico más leído de su ciudad: denuncie todos


aquellos aspectos de manipulación que detecte en ese mismo medio de comunicación
escrita.

4.7 Autoevaluación
1. Nombre cinco aspectos positivos de la reflexión en comunidad sobre los MCS.

2. ¿Qué se intenta descubrir mediante el análisis dé los aspectos connotativos?

3. De fina “análisis de contenido”.

4. ¿Qué se pretende descubrir en el análisis estructuralista: a) la estructura, b) la


función, c) el sistema de significación?

5. ¿De qué trata el análisis semiológico?

6. Según el C. de Roma, ¿en qué áreas se pueden dar las manipulaciones


ideológicas?

7. Nombre usted cuatro detalles, en los aspectos sociales de los MCS, por los cuales
se aprecia la problemática que esos medios implican.

8. El C. de Roma trata el tema de “Justicia y Paz “y lo hemos tomado para


relacionarlo con los MCS, debe nombrar algunos de esos aspectos.
9. En última instancia: ¿Qué pretende el Emisor al utilizar la manipulación de los
MCS?

10. Después de estudiar la manipulación de los MCS se puede llegar a varias


conclusiones, ¿cual sería la más práctica?

Respuestas

Sobre cuestionario inicial. (Debe responder nuevamente).

1. Usted ha propuesto algunas. Para usted son válidas. Confróntelas con las que se
proponen en el primer objetivo.

2. Si por segunda vez usted ha escrito su definición de análisis y no está satisfecho:


consulte con el objetivo No. 2. También con algún manual de investigación.

3. Contenido. Semiológico. Estructuralista. Pueden ser los nombrados en el objetivo.

4. Total importancia. Es la forma de intentar ser objetivos en la investigación. No se


debe inventar, ni interpretar subjetivamente ningún dato, menos, suponer la
existencia de algo que no se sabe.

5. Usted ha seleccionado varios temas. Esos temas serían un excelente programa


para que usted los estudiara y, algún día, presentarlos a su comunidad.

Sobre Autoevaluación

1. Sobrepasa la capacidad de una sola persona, sobre todo cuando se trata de


análisis globales. La interrelación de las ciencias está pidiendo diferentes puntos
de vista. Los costos. El diálogo enriquecedor. Las experiencias personales y la
amplitud de criterio para el análisis.

2. Se refiere a lo que hay entre líneas, entre imágenes, a lo inducido, a las


sugerencias manifiestas o latentes, etc.

3. “Técnica de investigación para lograr una descripción objetiva, sistemática y


cuantitativa del contenido manifiesto de la comunica-clon.

4. La estructura y el sistema de significados.

5. Descubrir el sistema, la vida de los signos, el código utilizado en el lenguaje de los


medios de comunicación.

6. Confronte su respuesta escrita con el objetivo No. 3.

7. Confronte su respuesta escrita con el objetivo No. 3.

8. Confronte su respuesta con el objetivo No. 4.


9. Nos referimos “al engaño del precepto”

10. El camino más fácil, menos costoso y, así se estima, el más eficiente: Enseñar a
los perceptores a leer las imágenes de los MCS.

Bibliografía
ACTAS DE LOS CAPITULOS GENERALES

AGUIRRE J.M. y BISBAL, M. “La ideología como mensaje y masaje”. Monte Ávila, 1981.

BAGGALEY, J. “Análisis del mensaje televisivo”, Gustavo Gili, Barcelona, 1979.

CASASUS, J.M. “Ideología y análisis de los medios de comunicación”. Dopesa,


Barcelona, 1972.

CELAM-DECOS. “Hacia una teología de la comunicación en América Latina”. Bogotá,


1983.

CELAM-DECOS. “Comunicación, Misión y desafío”. Bogotá, 1986. COMMUNIO ET


PROGRESSIO.

DAMIAN, J. “Medios de comunicación: ¿Esclavizan o liberan? Edit. Bonum, B. Aires 1972.

HARING, B. “Ética de la manipulación”. Herder, Barcelona, 1978.

MORAGAS, M. “Semiología y comunicación de masas”. Edit. Península, 1973.

MEDELLIN, Documentos II Conferencia CELAM, Conclusiones. Bogotá 1968.

PASQUALI, A. “Comprender la comunicación”. Monte Ávila, Caracas, 1985.

OLIVER, B. “La comunicación de masas”, Edit. A.T.E. Barcelona, 1974.

PUEBLA. III Conferencia del CELAM. Edit. Trípode. Caracas, 1979. REVISTA
CONCILIUM. No. 65, año 1971.

WOLF, M. “La investigación de la comunicación de masas”. Paidós, Barcelona, 1987.


Quinta unidad
APRENDER EL LENGUAJE DE LOS MEDIOS

5.1 Introducción
5.2 Objetivos
5.3 Cuestionario inicial
5.4 Contenidos
5.4.1 Aprender a leer la prensa
- Identificación
- Las unidades redaccionales
- La Página
- Funciones de la prensa
- El lenguaje
- Perspectivas para el análisis de la prensa
5.4.2 Aprender a leer una fotografía
- Clasificación
- Identificación
- Los elementos componentes
- Fotografía y texto
- El lenguaje fotográfico
- Perspectivas para el análisis
5.4.3 Aprender a escuchar radio
- El medio de reproducción es técnico
- El sentido del oído y la imaginación
- Registro de identificación
- Elementos componentes del lenguaje radiofónico
- Los géneros radiofónicos
- La programación
- El lenguaje radiofónico
- Perspectiva para el análisis
5.4.4 Aprender el lenguaje audiovisual
- Identificación del medio
- Códigos intervinientes
- Algunos aspectos técnicos del lenguaje audiovisual
- También los subcódigos audiovisuales
- Narración audiovisual
- Programación audiovisual
- Montaje audiovisual
- Géneros y bloques televisivos
- Perspectivas de análisis
5.5 Lecturas de apoyo
5.6 Actividades complementarias
5.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
5.8 Bibliografía
5.1 Introducción
Hay una conclusión que salta en todas estas páginas, motivada por la
manifestación expresa del Capítulo General de Ávila: Necesidad de aprender el lenguaje
de los MCS.

Un lenguaje se aprende mediante el estudio y la práctica de los códigos que se


utilizan en ese lenguaje. Aprendimos a escribir porque le dedicamos mucho tiempo al
conocimiento de las letras, la organización de las letras y los significados de las palabras.
Lo mismo nos pasó con la forma oral: no fue fácil; pero con ejercicios llegamos a la
adquisición del lenguaje. Dejamos de ser analfabetas.

Pero con el lenguaje de los medios nos ocurre un hecho muy digno de tenerse
presente: Creemos que los entendemos. Efectivamente, “entendemos algo”, pero no todo.

Estamos conscientes de que, en tan reducido espacio, no podemos ofrecer


información amplia. Es el reclamo que le queda a Ud. como tarea: Deberá intentar
profundizar, mediante el estudio de cada uno de esos lenguajes, para conocer mejor los
medios y poderlos utilizar con eficiencia.

Consideramos que son importantes los ejercicios que debe realizar: ese es su
trabajo personal. Nos limitamos a ofrecerle unas pistas: Ud. debe, mediante el ejercicio,
llegar a un cierto grado de destreza.

La representación gráfica de esta unidad es sencilla:

PRENSA FOTOGRAFÍA RADIO CINE - TELEVISIÓN

NECESIDAD DE APRENDER
EL LENGUAJE

5.2 Objetivos
1. Aprender a leer la prensa escrita.

2. Aprender a leer una fotografía.

3. Aprender a leer el lenguaje radiofónico.

4. Aprender a leer el lenguaje audiovisual.


5.3 Cuestionario inicial
La intención de proponerle ahora este cuestionario es: Deseamos que Ud. mismo
compare los conocimientos que adquiere en esta unidad. Debe escribir sus respuestas y
guardarlas para cuando haya terminado totalmente el estudio de cada uno de estos
objetivos.

1. Es evidente que Ud. toma el diario (una revista, un boletín, etc.) y puede leerlo.
Entiende todo lo que le han dicho. Si de verdad Ud. ha entendido todo lo que le dicen,
debe escribir lo siguiente:

a. Partes principales de la organización de un periódico.


b. Elementos componentes de una página del periódico.
c. Elementos paralingüisticos que se pueden dar en una página.

2. Tome una fotografía cualquiera; la debe guardar para la próxima evaluación.


Escriba:

a. Todos los diferentes códigos y subcódigos que aprecia Ud. en ella.


b. Por lo que le venimos diciendo, a Ud. no le ha extrañado lo de “leer” la
fotografía: ¿puede Ud. explicar en qué consiste “la lectura de esa
fotografía”?

3. Escriba Ud. los códigos del lenguaje radiofónico: Nombre cada uno de los que
actualmente conoce y describa muy brevemente su función.

4. Escriba los elementos componentes del lenguaje audiovisual.

No importa que estime no saber responder a estas preguntas. Debe hacer un


esfuerzo por responderlas antes de iniciar el estudio de los objetivos. Es importante que
los escriba. Reflexione con los conocimientos que ahora tiene y escriba “lo que estima es
su respuesta definitiva”.

5.4 Contenidos

OBJETIVO No. 1 Aprender a leer la prensa

1. Identificación

Hacemos énfasis en los diarios, la Prensa. Algunos de los conceptos que


utilizamos son aplicables a las revistas, a los folletos, boletines, etc.

Prensa: Reproducción impresa por cualquier medio técnico.

Escrita: Utiliza el código lingüístico (las palabras escritas) y el iconográfico


(ilustraciones, fotografías, dibujos, caricaturas, comics, mapas, gráficos, etc.).

Periodicidad: Aparece cada día, a la semana, etc.


Información universal: No está restringido a un público determinado; el “periódico”
no es especializado; está destinado para el gran público, se ofrecen informaciones,
comentarios, etc. para la masa de compradores.

Venta pública: No está reservado para ningún sector de la población; está a


disposición de todo el mundo. Tiene su precio.

Secciones: El Diario, prensa escrita, ofrece la sensación de que es una “unidad”.


Lo es. Pero tiene unas secciones fijas. Algunos diarios tienen diversos cuerpos. Las
secciones no se refieren a que en ellas se traten temas “monográficos”. No se trata de “un
solo tema”. Son informaciones diversas sobre una misma área o ámbito.

Título: Siempre aparece con el mismo título, la fecha, secuencia de números


aparecidos, etc.

Organización: Presenta una determinada organización. En algunos aparece la


Junta Directiva, la identificación de la Editorial, la Distribuidora. Hay nombres de personas
“responsables” por la edición.. Supone una organización interna “para hacer el periódico”.
En ningún caso los “responsables” son los “dueños”. Pueden serlo, de ordinario no es así.
Quienes aparecen son los “responsables legales”..

Formato: Hay diversos tamaños entre los diarios. Se refiere a las dimensiones-que
tiene el periódico, lo que mide en centímetros. Al de tamaño mediano se le denomina
tabloide.

Número de páginas: No es fijo, pueden cambiar de un número a otro.

Tendencia ideológica: En algunos se expresa con toda claridad; otros ocultan,


disimulan y hasta niegan alguna tendencia política, social, económica, religiosa, etc. Por
las técnicas de análisis, Ud. sabe que no es difícil descubrir tendencias ideológicas en un
escrito periódico y más cuando se dispone de varios números públicos. Lo mismo vale
para revistas, publicaciones mensuales, etc.

Posiblemente se está preguntando el por qué de estos detalles. Es importante


conocerlos. Detrás de cada uno de esos elementos se esconde una red de implicaciones,
unos mecanismos que, de una u otra forma, dan a conocer el periódico. No es tiempo
perdido el dedicado para conocer a fondo el MCS que maneja todos los días. No es tan
inocente. (Cfr. Casasus, oc. Págs. 82-87).

Primera tarea que Ud. deberá realizar: Identificación del diario que se lee en su
comunidad. Intente identificar lo más posible, hasta el último detalle. Cuando lo tenga
terminado, como un anuncio, publíquelo en la cartelera que, posiblemente, tienen Uds.
Ofrezca la identificación que ha realizado, a otras personas, a un grupo, a unos amigos.

2. Las unidades redaccionales

Tenga el periódico frente a Ud. Ahora deberá mirarlo con ojos críticos. Las
unidades de redacción se refieren a los diferentes elementos que han intervenido para
que Ud. lo pueda tener en sus manos “con esa estructura” que ve. Veamos algunas:
a. Los géneros periodísticos

Se refiere a las diferentes maneras de presentar noticias, informaciones. Ud. debe


saber qué es un reportaje, una crónica, un artículo; se refiere a las Cartas al Director,
Correo del pueblo, los anuncios (oficiales o privados), el Editorial (o la página editorial).
Piense en las diferentes maneras de presentar información, sucesos, emitir opiniones,
proponer conceptos o ideas, etc.

También lo puede ver como secciones: Información nacional, internacional,


editoriales, comentarios a sucesos; sección cultural, sociales, farándula y espectáculos.
Historietas, comics, entretenimientos. Hay secciones especiales: Sobre economía,
Religión, Modas, Política, Anuncios clasificados (a veces son tantos que necesitan un
cuerpo del periódico).

b. Las fuentes informativas

Repase su periódico. Compruebe qué hay artículos firmados, reportajes firmados.


El periódico tiene sus redactores o colaboradores. También puede comprobar que hay
artículos, reportajes, comentarios, noticias, etc. que no están firmados: están
confeccionados por personal contratado por la Dirección del periódico. Puede tener
corresponsales en el interior del país, en el extranjero. Lo ordinario es que los periódicos
paguen una determinada cantidad de dinero a las agencias. Las agencias se identifican
por las siglas que puede apreciar en su periódico. (AP y UPI, norteamericanas; Reuter:
inglesa; AFP: francesa; ANSA: italiana; DSB: alemana; EFE: española).

Es importante conocer de dónde vienen las informaciones que se nos presentan


porque, evidentemente, quedan calificadas, por más objetivas que quieran presentarlas.
Es un aspecto importante para tomar conciencia y juicio crítico, el no pasar por alto esta
información.

c. De dónde vienen las informaciones

Tenga presente la información por las agencias. También es importante ubicar el


origen geográfico. Ud. sabe diferenciar una noticia que viene dada desde Lima (y se
refiere a Bogotá), de esa misma noticia, dicha desde la misma ciudad de Bogotá. Desde
Lima se ve una dimensión diferente (cierta o equivocada); posiblemente es una forma de
no caer en la censura. También se deberá tener presente si se elabora “en el lugar del
hecho”, a qué región del país corresponde, etc.

d. Intencionalidad del emisor

El reportero que escribe, el articulista que firma su columna editorial, etc. ¿qué
pretenden? Los artículos firmados son de total responsabilidad de quien los firma, pero
también del diario que los acepta. Porque el diario acepta todo aquello que no lesione sus
propios intereses. La intencionalidad del escritor es, en un tanto por ciento,
responsabilidad (aunque no legal) del editor, de los dueños. Es fácil esconderse tras la
fórmula “los artículos firmados”.
La intencionalidad, en líneas muy generales se identifica con las funciones de los
MCS: informar, educar, distraer.

e. Las materias tratadas

“En mi opinión, afirma Casasus (oc. Pág. 97 y ss), las materias más
individualizables y susceptibles, a su vez, de otras clasificaciones son éstas:
internacionales, nacionales, regionales, locales, deportivas, espectáculos, economía,
letras-ciencias-arte, religión y elementos ligeros (chistes, pasatiempos, comics, etc.)”.

Es una forma de subdividir todo el periódico y muy útil para el análisis de los
contenidos. Se toma cada una de estas categorías y se observan los diferentes temas
sobre cada una de ellas. Así se obtiene una visión panorámica.

3. La página

Es la unidad básica. El periódico se compone de páginas. Una primera división,


con vista al análisis: se puede analizar página por página para averiguar el contenido de
ellas. Su conjunto nos ofrece una visión panorámica.

a. Aspectos generales

De cada página debe conocer: la distribución. Hay un arte de distribuir los


elementos que componen cada página. Se diagrama siguiendo unas reglas determinadas.
Una página se ha estudiado detenidamente. No crea que se ponen las noticias o las
informaciones como van llegando. Hay una distribución muy estudiada.

No se trata lo mismo a una página impar que la par, ni la última como la primera.
Se estudia dónde debe ponerse una noticia: si arriba, en el centro, en la parte inferior, a la
derecha o a la izquierda.

— Los espacios (en centímetros) también se distribuyen siguiendo un criterio


determinado. Unos títulos y su correspondiente información llevan más espacio que otros.
Los tipos diferentes de letra también se tienen en cuenta.

— Sin haber entrado en el contenido apreciamos que, en cada página, por la


simple diagramación (distribución), se nos está diciendo algo. Es necesario saberlo para
caer en ese detalle. Y es un detalle importante. Se nos informa de algo, aparentemente
sin decir nada. Vea su periódico, constate. Si ha comprado dos periódicos diferentes es
mejor: puede comparar. Haga ese ejercicio.

b. Las columnas

Es la sub-unidad de la página. Todas las páginas están subdivididas en columnas.


Todo el texto que lleva un periódico, de una forma u otra, está diagramado en columnas.
Los títulos ocupan un número de columnas, las fotografías ocupan varias columnas. Unos
títulos, unas fotografías ocupan más lugar que otras. No es por casualidad. Tiene un
motivo para darle mayor o menor importancia. Es la forma de expresarse que tiene el
diagramador, es su modo de hablar.

Debe comprobar en el periódico cómo todo está en relación de “tantas columnas”.


La lectura por columnas acostumbra al lector a seguir un orden, de arriba hacia abajo;
siempre de modo mecánico. Si hay algo, que interrumpa esa lectura, deberá ser para
llamar la atención, para decir algo.

c. Títulos

Otra sub-unidad de la página. Tiene funciones determinadas: Resume el contenido


del escrito, artículo o reportaje; llama la atención; hace resaltar un detalle; orienta al lector;
puede mediatizar la información.

— Algunas veces se ponen una o dos frases antes del título: llamar la atención en
un detalle que se desea resaltar; un interrogante que se espera sea aclarado; una
afirmación llamativa.

También se ponen subtítulos: pueden ser breves explicaciones del título, para abrir
expectativas del lector, para esquematizar algunos contenidos si la información es amplia,
etc.

— Los títulos, los antetítulos son otra forma de decir, además de lo que dicen. Hay
connotaciones en sus expresiones, hay orientación de cómo se debe leer el reportaje, la
información. No crea que es únicamente para ser más agradable, para que aparezca más
bonito.

Ud. debe aprender a leer titulares de la prensa. Y el modo más práctico es intentar
redactarlos Ud. ¿Por qué no se detiene un rato y, con el mismo periódico, intenta cambiar
los titulares? En lugar del que está, ¿cuál pondría Ud.?

Si desea aprender debe hacer esa práctica. No se desaliente: al principio le cuesta


un poco. Enseguida adquiere destreza.

d. Ilustraciones

Es muy raro que haya una página sin alguna clase de ilustraciones. La ilustración
es como otra sub-unidad de la página. Ellas aportan información. Y como dato debe
verlas. Por ellas se intenta comunicar algún mensaje. Aunque estén puestas por adorno,
están relacionadas con algo más: desean hacer resaltar, ofrecer mayor información (en el
caso de la fotografía), pueden ofrecer una determinada interpretación del texto. Pueden
ser caricaturas, con todo el peso connotativo que ellas conllevan. A veces son dibujos,
mapas que orientan o ubican.

Es otro ejercicio que debería realizar: constate la relación de la información escrita


con las ilustraciones que se le añaden.
e. La superficie utilizada

La medida en centímetros que tiene la página es la base, deberá preguntarse


sobre la distribución de ese espacio. El diagramador dispone de un número limitado de
centímetros cuadrados: ¿Cómo los distribuye? ¿A qué obedece la distribución que
realiza? ¿Por qué pone unas noticias al principio y otras al final, cuando ya no hay
espacio y debe pasar a otra página? Indudablemente: a unas informaciones se le dedica
mucho espacio, poco a otras.

No se puede olvidar que el diagramador no es el dueño, ni el director del periódico.


Es decir: recibe órdenes de arriba. Muy frecuentemente le llegan señaladas las pautas: “a
este”, cinco columnas; título a ocho columnas, o a dos; con tal tipo de letra, etc.

f. Elementos paralingüísticos

Son detalles que influyen en la lectura, aparte de las palabras o los gráficos.
Ejemplos: Si Ud. ve que un título está en color diferente, el color, en esa página, es un
elemento paralingüístico; letras en cursiva, son un elemento paralingüístico; un recuadro,
un subrayado, poner algunas letras en negrita.

A simple vista parece no tener importancia. Muchos lectores no se la dan. Pero la


tiene. Son formas de influir, de llamar la atención en ese momento, en ese detalle; se le
advierte que eso es lo importante. Quien ha utilizado esos elementos está orientado, está
diciendo. Y Ud. debe leerlo así. Para eso se lo dicen. Es la manera de expresarse para
decir más de lo que se dice.

También debe hacer ejercicios sobre la búsqueda de estos elementos que, de una
forma u otra aparecen en todas las páginas.

La importancia de tener estos elementos presentes: Si Ud., inconscientemente


“ve”, en su interior surte efecto. Son una guía que le lleva de la mano en la lectura. Es
muy posible que no le causen mayor distorsión; debe pensar en lectores que no son tan
agudos como Ud.

g. El texto

Con los elementos que hemos analizado estamos bien preparados para estudiar el
texto del periódico.

— Tiene su parte física. La composición con distintos tipos de letra.

Está distribuido por columnas.

— Indudablemente: lo importante es el contenido. Lo que dice es el mensaje que


el lector debe extraer. Y lo dice de una manera, según estilo, dotes de redacción, agilidad,
etc. que tenga el reportero o el articulista.

— Toda información que pueda leer, sobre todo en sucesos y noticias, está
estructurada de una forma peculiar. En un párrafo de entrada (se le llama “lead”), se
ofrece en breves palabras un resumen interesante que intenta ofrecer la mayor
información general posible: quién, qué, cuándo, etc. Luego se ofrecen los detalles totales
de la información. Se utiliza la forma de pirámide invertida: Lo más interesante al principio,
muy brevemente. Si el lector no sigue leyendo ya se le ofreció lo principal. Para las
últimas líneas se deja lo menos interesante. Hay periodistas que prefieren estructurar su
noticia siguiendo otros patrones.

— La lectura de un reportaje, de una información conlleva saber cómo lo expresa


el periodista, qué elementos utiliza; si partimos de ello sabremos comprender no solo lo
que dice, sino también por qué lo dice.

Haga su breve ejercicio para descubrir el “lead”; compruebe que en las primeras
líneas ya le han dicho todo lo esencial que ofrece el título.

En su perspectiva hacia el análisis del lenguaje utilizado en la prensa no puede


separar el título, ni los subtítulos del cuerpo del artículo o de la información.

4. Funciones de la prensa

Las funciones generales que se le asignan a la prensa:

a. Informar: Ofrecer datos a los lectores. Se hace mediante la “noticia periodística ‘


Se refiere a hechos, acontecimientos. Se exige que sea “verdadera”, actual, que
reproduzca lo sucedido con fidelidad, sin omitir datos que puedan afectar al hecho;
presentada de modo sugestivo, atrayente, llamativo, interesante, breve. Se informa
también mediante la crónica: comentarios sobre algún suceso. Junta la noticia con los
propios comentarios, los propios enfoques del redactor. Hay reportajes, sobre
informaciones vividas por el reportero. Por entrevistas se ubican los redactores en la
fuente del suceso, en el origen de lo que puede ser noticia; se reflejan las opiniones de los
actores o autores de los sucesos, de acontecimientos, de opiniones, etc.

b. Educar: Ofrecer orientaciones, formar opinión; se presentan diversas


perspectivas, diversas formas de enfocar problemas actuales para que el lector saque sus
propias conclusiones, se forme una determinada opinión y tenga elementos de juicio para
emitir su juicio. Por lo general, esta función la cumplen los periódicos mediante los
artículos editoriales; entrevistas con personalidades del país o del extranjero; mediante el
ofrecimiento del resultado de investigaciones realizadas, etc.

c. Distraer: mediante historietas, tiras cómicas, comics que siguen una secuencia
diaria; con crucigramas, etc.

d. Publicidad-propaganda: Anuncio de productos que existen en el mercado para


los interesados en ellos. Se informa de los productos en venta. Es un anuncio público
para ofrecer. Pueden ser productos manufacturados, pueden ser anuncios de eventos,
participaciones, etc. Es el ‘‘mercado en papel’’.
5. El lenguaje

Ya dispone de la mayor parte de los elementos que intervienen en el lenguaje del


medio de comunicación denominado “prensa “.

Puede constatar: El periódico “dice”, “habla” de sucesos, acontecimientos tomados


de la realidad. Nos informa de datos ocurridos. Intenta decirnos qué pasó el día anterior. Y
lo hace mediante su propio modo de decir las cosas. Así se expresa un periódico, esos
son los elementos que utiliza.

Es verdad que ha debido seleccionar entre muchas noticias. Ha elegido aquellas


que están en concordancia, al menos no están opuestas a los intereses de los dueños, de
la ideología del periódico, con la línea o las políticas del diario.

Ud. sabe también que el hecho de conocer los elementos del código no le
capacitan para usarlos. Eso se adquiere mediante la práctica. De ahí que le hayamos
aconsejado continuamente que realice prácticas, si desea aprender a usar esos códigos y
subcódigos.

Pero hay más: Conoce elementos generales para “leer”. También necesita saber
escribir. Por lo tanto necesita prácticas. Recuerde cómo aprendió a escribir. Copiando.
Ud. se fijó en las letras y las dibujó. Aprendió tomando originales y transcribió.

El consejo es inevitable: lea detenidamente los artículos de la prensa, debe fijarse


en la forma de redactar, la forma de abreviar, de ir directamente a lo que interesa.

6. Perspectivas para el análisis de la prensa

Ud. deberá realizar algunos análisis de la prensa de su país. Es inevitable. Lo


podrá hacer sólo o en comunidad. En la cuarta unidad, objetivo No. 2 le ofrecimos una
visión panorámica sobre técnicas de análisis.

Se estima que el análisis de contenido es apropiado para el examen de qué dicen


los periódicos.

No por eso se puede olvidar de otra clase de análisis: estructural, connotativo, etc.

Nunca podrá prescindir de la ubicación social del perceptor: su realidad social, el


momento político, económico, que vive el país; qué dicen y qué deberían decir. Deberá
constatar si es verdad la afirmación de que “los diarios son el vehículo de transporte de la
ideología de los dueños y de sus propios intereses y no tienen presente las necesidades
de información que tiene la población”; si son instrumentos de dominación, etc.

OBJETIVO No. 2 Aprender a leer una fotografía

La fotografía es una forma de expresión. En esta misma demarcación: el cuadro


pintado es la forma de expresarse que tiene el pintor. Se puede decir mucho mediante la
fotografía.
La fotografía es una copia de la realidad, no es la misma realidad. Percibimos
parte de una realidad seleccionada y codificada por el fotógrafo. Visto así, toda fotografía
(lo mismo podemos pensar del cuadro realizado por un pintor) es modo de expresión y es
medio de conocimiento.

La fotografía es un conjunto de signos ordenados de tal forma que expresan el


mensaje seleccionado por el autor de la fotografía.

1. Clasificación

Si es una forma de decir, de expresarse, habrá muchas clases de fotografías:

— Fotografías familiares: Se toman como recuerdos, para captar momentos de la


realidad de un suceso familiar; recuerdos de un viaje; para enviar a otra persona con la
intención de que conozca un paisaje, distribución de la casa, etc. Por lo general no se
tienen en consideración los elementos principales expresivos personales del autor de la
fotografía. La intención del fotógrafo es reproducir lo más fielmente posible ese momento
de la realidad.

— Fotografías para acompañar a un texto: Por lo general es un testimonio gráfico


de un suceso, de un hecho que acompaña a un texto escrito. Se le pondrá una leyenda
explicativa, forma parte de la noticia periodística. El autor es un técnico. Sabe utilizar los
códigos fotográficos. Expresa su punto de vista; con su cámara intenta interpretar ese
acontecimiento.

— Hay fotografías para afiches: Se intenta reproducir lo que se desea decir por
medio de la fotografía. No importa la realidad, ni la ubicación de dónde está tomada. Es
un medio de expresión del mensaje preconcebido del autor. De ahí que esta clase de
fotografías conlleve muchos subcódigos expresivos de la intencionalidad del autor del
mensaje. El fotógrafo se limitará a realizar “lo que el autor desea”. Utilizada ampliamente
en publicidad.

— Fotografías artísticas: En función de retratos, copias de paisajes, sucesos


especiales. Mediante ellas el mismo fotógrafo interpreta la realidad según su propia
interpretación personal. La base es el suceso, el personaje, el paisaje. Se sirve de él para
expresar su mensaje jugando con los elementos técnicos que le ofrece el código
fotográfico.

— Fotografías como documentos: Los microfilms. Se copian documentos, libros,


bibliotecas. Es una forma de archivar. Se reduce considerablemente el espacio de las
bibliotecas; se pueden consultar documentos sin dañar los originales. Hoy día se aplica a
la medicina, ingeniería, para mapas, etc.

2. Identificación

Frente a una fotografía Ud. debe identificarla lo más posible.

— Autor: Siempre que sea factible deberá saber quién ha tomado esa fotografía y
con qué destino o finalidad. La intención del autor es importante: puede ser utilizada,
posteriormente, para otra finalidad diferente. Es decir: otra persona puede “hacer hablar”
esa fotografía con otra finalidad diferente.

— Lugar: Dónde está tomada, en qué país, en qué ambiente, en qué


circunstancias, etc.

— En qué medio de comunicación aparece: periódico, revista especializada, un


afiche, utilizada para publicidad, etc.

— Para qué se utiliza: acompaña a un texto de periódico, se aporta como


testimonio, es una exposición de fotografías artísticas, revista de modas, etc.

— Cuando aparece en un MCS las dimensiones son importantes: cuántas


columnas ocupa, qué espacio se le da en una revista, si está puesta en primera página,
en la parte superior o inferior, si se le ha dado alguna connotación (por ejemplo, se la
imprime en color, cuando las demás están en blanco y negro). Deberá definir la función
que está cumpliendo: ilustrar, demostrar, interpretar, a veces se utilizan fotografías de
relleno, no se tiene otra cosa y se utiliza una fotografía para llenar un espacio.

3. Los elementos componentes

La fotografía es un conjunto de signos, ordenados, para decir algo: código


fotográfico. Lo mismo que la escritura tiene sus elementos, la fotografía posee sus propios
elementos, diferentes a otros códigos de expresión.

Ud. aprendió a escribir aprendiendo a reproducir los signos de la escritura.


Adquirió destreza en juntar letras, palabras y frases. Para aprender a expresarse por
medio de la fotografía debe conocer los elementos:

a. Composición general

— El fotógrafo toma una parte de toda la realidad que está viendo. Lo mismo hace
el pintor. Se toma la parte de la realidad que ayuda al autor a decir lo que él ha pensado.
El fotógrafo compone, ordena la fotografía. Distribuye los objetos que aparecerán, según
“lo que él quiere”, y no de otra forma. Ubica objetos, ubica a personas. Las coloca de una
forma y no de otra, ordena que tomen una posición, una actitud; manda que expresen
llanto o alegría, etc.

— Fija el foco de atención. Es el lugar donde la mirada del perceptor irá en un


primer momento; es la manera de decir que ese punto es lo más interesante; todos los
elementos jugarán su papel, pero ese foco de atención es decisivo para el mensaje. El
fotógrafo podrá poner uno o varios focos de atención.

— Distribuye las líneas de modo conveniente para decir: Si examina una fotografía
podrá comprobar que hay líneas convergentes, hay otras como que se dispersan, hay
líneas del horizonte que dan la sensación de estar inclinadas; a veces hay líneas que
insinúan una cierta inclinación; la luz de la fotografía ofrece la sensación de quietud; la
disposición de los objetos pueden hacer pensar que se salen del marco, etc. Son signos
que utiliza el fotógrafo para expresar inclinación, estabilidad, reposo, dispersión, huida,
etc.

b. Los planos

De modo general: La distancia que se imagina. Porque en la fotografía (papel,


diapositiva, etc.) no hay distancia. Esa distancia se la imagina quien ve la fotografía. La
fotografía no es la realidad. La distancia que se imagina en relación al objeto. Si prefiere:
la parte de la realidad que le ofrece el fotógrafo. También: la relación entre el objeto y el
ojo de quien ve la fotografía.

Hay tres grandes clases de planos. A su vez se subdividen:

— Primeros planos: Primerísimo primer plano (PPP), es un detalle del rostro


(pueden ser detalles de algún objeto de la naturaleza, detalle de una parte de la flor); un
ojo, la boca que deja ver los dientes de un niño, etc. Primer plano (PP): abarca la cabeza
hasta los hombros; es un detalle de un conjunto.

— Planos medios: Puede ser un plano medio-corto, por ejemplo hasta la cintura de
una persona; si es más amplio puede llegar hasta la rodilla (es el plano llamado
“americano”, se utiliza mucho en las películas de vaqueros).

— Planos generales: Abarca toda la figura humana. Se extiende hasta el


horizonte, donde la figura humana es un elemento más del conjunto.

Los planos son una escala. Es una medida, donde el “metro” es la figura humana.
Se hace en relación al tamaño de la persona.

¿Por qué son importantes estos planos como elementos de una fotografía? Porque
con la medida también se dice, se habla. Con la utilización de los diferentes planos se
significa: No es lo mismo ver llorar a un niño a quince metros que ver el rostro del niño
muy cerca.

Con los planos se significa intimidad, se puede expresar emoción, desprecio, ira.
Con los planos se describen ambientes; se ofrece amplia información al-dejar ver el
paisaje hasta el horizonte.

c. Profundidad de campo

En estrecha relación con los planos. Es fácil descubrir la profundidad de campo y


su significación en una fotografía: Ud. ha visto que, a veces, el fondo de la fotografía está
desenfocado, movido. Es muy posible que el fotógrafo no haya sabido enfocar y haya
cometido un error. Pero, cuando son fotografías realizadas por profesionales, no se da
ese caso. Han querido decir algo con ese desenfoque voluntario. Otras veces es todo lo
contrario: el fondo aparece nítido, la persona que está en el plano medio, o primer plano,
aparece desenfocada. También se ha querido decir algo. Aquí el paisaje es lo más
importante pero sin desentenderse de la persona, aunque juegue un papel secundario. El
autor de la fotografía me está diciendo que lea el fondo, el paisaje o lo que pueda haber,
pero relacionando ese fondo importante con la persona que está en primer plano.
El fotógrafo sabe de la curiosidad del perceptor: puede desenfocar un mínimo un
objeto, una persona. Indudablemente que el perceptor se va a detener más tiempo en
averiguar, en buscar más detalles “para leer mejor”.

d. Iluminación

Todas las fotografías se hacen con luz. Es decir: escribimos con luz. Lo mismo que
Ud. escribe con tinta, el fotógrafo utiliza la luz. El papel que Ud. escribe a mano, con tinta,
y el papel donde aparece la fotografía son lo mismo.

— Hay iluminación general: un mínimo de luz para impresionar la película que


tiene el fotógrafo en su cámara. Con esa clase de luz permite ver todo el conjunto. Es
equilibrada, no hay partes resaltantes; se busca ofrecer una visión normal.

La iluminación es un subcódigo que el autor utiliza para decir algo más que la
simple información general.

— Hay iluminación frontal: La luz le viene a los objetos de frente. Por ejemplo
cuando fotografía un edificio al atardecer. El fotógrafo puede iluminar los objetos elegidos
por él con luces adicionales, frontales.

Esta clase de luz parece que pega los objetos al fondo, a la pared. Pueden
aparecer sombras en el fondo; el mismo objeto proyecta sombras alargadas al fondo de la
fotografía. Se cambia, indudablemente, la realidad.

— Iluminación lateral: Desde un lado de la persona, de los objetos. Si se ilumina


esa parte de la persona (el rostro, por ejemplo) la otra parte queda con sombras, oscura.
Se producen perfiles. Cuando- el fotógrafo iluminó esa parte es porque con ella quiere
decir algo. Es necesario fijarse en ese detalle.

— Iluminación de contra-luz: El objeto está iluminado por detrás. La cara de la


persona, o de los objetos, está en sombra. Otra forma de expresarse el fotógrafo.

— Desde arriba: Ahora aparece el objeto, o las personas, como pegadas al suelo;
están achatadas. Con la luz se ha conseguido aplanar las figuras, los objetos o las
personas.

— Desde abajo: Resaltan muchas sombras en el rostro; las figuras se agrandan;


las siluetas que pueden aparecer en la pared se alargan desmesuradamente. Se produce
una sensación de misterio; si no hay pared: las sombras se alargan hasta el infinito.

Reflexione sobre las formas de hablar, escribir, que tiene el fotógrafo para decir un
mensaje previamente confeccionado en su mente. Ha utilizado los elementos técnicos de
la iluminación para reforzar su mensaje.

Las prácticas son necesarias. De nada le sirve seguir esta lectura si no comprueba
las diferentes clases de iluminación en una fotografía. Esa es su tarea: busque fotografías
donde pueda encontrar las diferentes clases de iluminación, analice.
e. Lentes

Las cámaras fotográficas profesionales tienen la posibilidad de intercambiar los


lentes, los objetivos. Hoy día hay muchas clases de lentes; las posibilidades para
expresarse son muchas. Veamos las tres más importantes:

— Lentes (objetivos) normales: Ofrecen la posibilidad de aproximarse a la realidad.


Con esos lentes se ofrece una visión normal. Son los más comunes.

— Teleobjetivos: Acercan al fondo. Ud. dice que acercan los objetos. Es verdad,
pero con los objetos viene el fondo. Una persona, en un paisaje amplio, donde hay,
detrás, un monte lejano. Verá esa fotografía como si no hubiera distancia entre la persona
y el monte. Ha visto fotografías de un señor que está en una montaña, detrás está un
inmenso vaIle y luego otra montaña. Vea en la fotografía cómo ha desaparecido la
distancia del valle.

Por televisión, sobre todo en las carreras en pista, ha podido observar que la
cámara se ubica detrás de la llegada. Y toma a los corredores que vienen de frente
corriendo. Hay la sensación de que nunca llegan.

El tele-objetivo suprime la distancia entre la meta y los corredores. De ahí le viene


la angustia que le produce.

— Lentes gran angular: Abarcan mucho. Algunos abarcan toda la visión


panorámica, son los “ojos de pez”. Esas fotografías redondas que ha visto alguna vez,
son tomadas con esta clase de lentes. Con estos lentes se toman rostros que quedan
desfigurados, vehículos que parecen inmensos de largo. Esa clase de lentes, utilizados
discretamente desfiguran la realidad; de ese modo el autor puede expresar lo que desea;
sería como decir mentiras, porque los objetos, así presentados, no corresponden a la
“verdad” de ese mismo objeto.

Por lo tanto: con lentes especiales también se puede engañar, manipular al


perceptor.

f. Encuadres - Angulaciones

Se refiere al punto de vista del fotógrafo. Y ese punto de vista será el que vea el
perceptor. Es así como debe leerse la información que presenta. No piense que estaría
mejor de otra manera. Veamos:

— Tomada desde arriba: Se denomina picado. La fotografía está tomada desde un


ángulo superior al que sería el normal. Se están modificando las proporciones de los
objetos. Desde arriba las cosas se ven diferentes. Se ven más pequeñas; las personas
quedan humilladas, se le resta importancia, se ridiculizan, etc.

— Tomas normales: Se intenta ofrecer la visión normal. La cámara está colocada


a la altura de la persona. Ofrece la sensación de “así es como están en la naturaleza”.

— Desde abajo: Se le denomina contrapicado. La cámara se ubica abajo de la


persona o del objeto. Lo que se obtiene es una visión de “hacia arriba”. La persona, los
objetos quedan agrandados, se magnifican; ofrecen la sensación de grandeza,
dominante, todo-poderosa, se sale de lo común, soberbia.

g. Tonalidades - Color

Otra forma de expresarse o de contribuir a la manifestación de lo pensado. La


diferencia entre fotografías en blanco y negro y las fotografías en color son notables.

Las tonalidades tienen su significación, precisamente porque el autor las utiliza


para un determinado fin. El fotógrafo elige unas tonalidades para expresarse. Puede elegir
entre las diferentes tonalidades de una gama muy amplia. Juega con la luz-color,
intensidad (amanecer, atardecer, a pleno sol); utiliza luz brillante, pálida.

Hay colores cálidos (rojo-amarillo), fríos (azules-violeta); colores que parece


acercan más, invitan a la intimidad; hay otros que ponen distancia.

4. Fotografía y texto

Cuando a una fotografía se le añade un texto escrito (al pie de la fotografía o


dentro de ella) se están utilizando dos códigos diferentes: el lingüístico y el fotográfico.
Esa fotografía queda signada. Debe leer los dos códigos. El autor habla mediante dos
códigos.

Por lo general se utiliza en los periódicos, en los afiches, en la publicidad.

Cuando se le añade un texto a una fotografía, se connota. Porque se orienta la


lectura, porque se la interpreta, se obliga a leerla en ese sentido y no en otros.

En publicidad se utilizan, a la vez, otros subcódigos visuales que inciden en la


composición: aparece una cosa pero significan otra. Se utilizan para ello subcódigos
culturales, por ejemplo, frases que están de moda, gestos que insinúan una cierta
costumbre en ese lugar; subcódigos eróticos (posturas, gestos, miradas); se toman de
perfil, de frente; relación a los objetos que se están promocionando para la venta.

Para aprender a leer una fotografía y su texto publicitario debe tener presente el
marco de referencia. La fotografía que, supuestamente, está para informar, para ofrecer
datos de perceptor, se utiliza para vender. La sicología estudia la conducta humana, las
debilidades, las tendencias, lo que afecta, estudia detrás de qué se van los ojos. Las
conclusiones las toman los publicistas para confeccionar su mensaje. Se utilizan las
técnicas más refinadas para lograr que el perceptor sea un consumidor.

5. El lenguaje fotográfico

Le hemos presentado algunos de los elementos que componen el lenguaje de la


fotografía. Si desea leer correctamente no tiene otro camino que conocer los códigos y
subcódigos mediante los cuales el fotógrafo se expresa. No hay nada invisible; el autor se
manifiesta mediante los signos visibles impresos, por medio de la luz.
Para Ud. no será suficiente aprender a leer una fotografía. Ud. debería aprender a
manifestarse mediante este lenguaje. Yo sé que no estamos para eso. Al menos un
conocimiento general. Ello implica tomar en sus manos una cámara; aprenda el manejo
de ella, observe sus posibilidades; Ud. no será un fotógrafo profesional, pero el
conocimiento pleno de las posibilidades de una cámara le permite obtener unos
conocimientos amplios para leer las fotografías con mayor profundidad.

Las tareas, nuevamente, son inevitables. Debe comenzar, cuanto antes, a ponerse
en contacto con una cámara. Lo importante: busque muchas fotografías profesionales (de
revistas, de diarios, de anuarios fotográficos) y comience a descifrar los diversos códigos
y subcódigos que en ellas aparecen.

6. Perspectivas para el análisis

Cuando aprende a leer las fotografías, se proyecta hacia el análisis. No es


interpretar según lo cree, o sus preferencias. Se trata de datos objetivos, los que
aparecen en la fotografía o conjunto de fotografías. Datos que están manifestados en los
signos utilizados, de modo ordenado, formando el código.

Ya conoce las posibilidades de análisis: seleccione el nivel denotativo (los


elementos que hemos presentado), lo que ve, y puede constatar que están ahí, nada de
imaginación suya. Pase al nivel connotativo: lo que está entre los signos, lo que, unidos
dos signos, significa otra cosa: serenidad, angustia, quietud, equilibrio. No se olvide, en
las fotografías publicitarias, del montaje que ha podido sufrir la composición general de la
fotografía-texto.

El análisis de los signos (semiología) puede abrirle nuevos horizontes para la


comprensión del conjunto fotográfico. El modelo estructuralista le ofrece la posibilidad de
comprender “lo que se mueve” detrás de la publicación de esa fotografía o conjunto de
fotografías.

OBJETIVO No. 3 Aprender a escuchar radio

Nos referimos al aprendizaje del lenguaje radiofónico.

Es muy posible que esté en un error: Ud. no puede estimar que el hecho de
escuchar radio es lo mismo que escuchar una conversación directamente. Aquí comienza
la posibilidad de ser manipulado por el medio de comunicación radio.

Cuando escuche una emisión de radio, una grabación en casete y otro medio de
reproducción sonora debe pensar, estar consciente, de que eso no es la realidad. Toda
grabación es una reproducción.

1. El medio de reproducción es técnico

Cuando habla con su amigo, de modo directo, cara a cara, aprecia sus reacciones,
le puede interrumpir, se pueden ver. En radio no. Se interpone el medio técnico. Entre el
Emisor (locutor, narrador) y el perceptor hay una distancia de tiempo y espacio. También
hay elementos técnicos entre ambos: hay un micrófono, hay una consola que recibe los
sonidos, hay un transformador, hay receptores, nuevos transformadores, nuevos aparatos
de recepción y de descodificación y, por último, está su oído. Las posibilidades de ruido,
aunque sean insensibles para su oído, son grandes. El medio técnico modifica los sonidos
originales, los auténticos. Los sonidos que llegan a Ud. son copias, nada de originales.

2. El sentido del oído y la imaginación

Toda la información que se recibe queda limitada al sentido del oído. No tiene
otros canales de verificación. El emisor lo sabe. Deberá contar con la imaginación del’
perceptor. Durante una emisión de radio, el Emisor hará un sinfín de llamadas a la
imaginación del Perceptor. Es el mejor aliado para los emisores de radio. Pondrán
estímulos que, por medio del mecanismo de percepción, Ud. imaginará lo que el emisor
no le ha podido describir. El Emisor juega con la experiencia del Perceptor.

3. Registro de identificación

Suponemos que es una emisora de radio. Puede ser un casete grabado. Es


interesante que se identifique nombre, frecuencia, potencia de la emisora, dueños, qué
audiencia tiene, ubicación geográfica, ubicación ideológica, las fuentes de información, el
equipo humano que hace posible el salir al aire, la organización legal, administrativa,
horario de emisión, si es privada, del gobierno, etc.

4. Elementos componentes del lenguaje radiofónico

Hay tres grandes códigos intervinientes: Palabras, música, efectos sonoros. Por
nuestra parte hacemos una llamada especial sobre el silencio. Con el silencio no suena
nada, pero puede comunicar mucho.

Veamos algunas características generales:

a. Cualidades

Se reconocen por el timbre: una voz la conocemos perfectamente si es de niño, de


mujer o de hombre. Normalmente es así. Pero si alguien imita el timbre de voz, nos
engaña. Las voces de niños, por ejemplo, pueden ser reproducidas por una mujer o un
hombre que imita la voz de niño. Lo reconocemos también por el tono: hay tonos graves,
agudos. Intensidad unas veces es suave, otras es fuerte, puede ser melodiosa. Duración:
el tiempo que dura. Modulación: las múltiples inflexiones que el Emisor puede realizar.

En este primer momento es muy bueno que Ud. escuche una emisión y
compruebe esas diferentes cualidades. Son modos expresivos que los consigue sin
mayor esfuerzo en la palabra, en la música y en los efectos sonoros.
b. Funciones

Los tres códigos y el silencio tienen sus funciones en una emisión; se utilizan
según lo que son: la voz humana para decir palabras, la música y los efectos “dicen lo que
dicen”. Pero además pueden decir mucho más. Veamos:

— Función autónoma: La función propia de los sonidos; se refiere a lo que, por


común acuerdo, hemos decidido signifiquen. Así tenemos que el sonido de campana, es
el sonido de la campana; el sonido del timbre es el sonido del timbre. De tal modo que,
cuando suena un timbre Ud. sabe que es un timbre y no otra cosa.

Función de signo: Ese mismo timbre, cuando suena en un colegio, los estudiantes
saben que el sonido es de timbre, pero significa salir o entrar a clase. Por lo tanto el
sonido de timbre “puede significar otra cosa diferente”. Hay palabras, frases que,
pronunciadas con cierta connotación, Ud. sabe que significan otra cosa diferente.

Es importante, por lo tanto, que Ud. le dedique un tiempo a diferenciar las distintas
funciones de los signos que se le ofrecen.

c. Las distancias

La sensación de espacio que el perceptor escucha. La profundidad o acercamiento


evoca espacio. El lenguaje radiofónico implica al perceptor, intenta mezclar al oyente en la
acción que se describe o en la información que se le proporciona. Hace lo posible para
que el oyente sea un testigo presencial. Para conseguirlo, llamará a las puertas de la
imaginación del radioescucha.

La distancia es un código. Nos comunicamos o ponemos barreras por las


distancias que expresamos. Hay distancias que son íntimas (un primerísimo primer plano
sonoro). Se dice al oído. Hay una distancia personal: la que mantenemos en una
conversación con un amigo (como un plano medio). También hay distancia general,
puede ir hasta el fondo, la lejanía. Para causar ese efecto de distancia se utiliza la
intensidad de la voz, de la música o de los efectos; el acercamiento, en más o menos, al
micrófono puede producir también el efecto de distancia.

d. Utilización

Además de lo que pueden significar por sí misma la música, las palabras o los efectos
sonoros, se pueden utilizar para otra cosa. Acabamos de ver la utilización como signo.
Veamos otros aspectos importantes. Para describir: estamos acostumbrados a describir
(o narrar) mediante las palabras únicamente. También se puede describir con música y
con efectos sonoros: si dejamos oír una música suave, podemos inducir que es la
corriente de un río; con sonidos ambientales pregrabados podemos describir una escena;
los efectos de pisadas de caballos nos pueden llevar por un camino. Para ambientar: en
lugar de describir el ambiente con palabras, utilizamos música o efectos sonoros. Con
música de órgano decimos que la escena se desarrolla en una iglesia; se simula estar en
una discoteca, en el campo, en la calle. Se puede utilizar para crear emotividad: sonidos
que recuerdan “otros tiempos”, la respiración entrecortada de un enfermo, los pasos
rítmicos del ladrón que se acerca. Se puede utilizar como metáfora: -se oye el disparo de
un revólver y a continuación el llanto de una mujer. Con la música podemos identificar
naciones, regiones del país, instituciones, ambientes. Se puede llamar la atención con
golpes secos, efectos sonoros, abrir una puerta.

Evocación a imágenes visuales: La utilización de los códigos sonoros no queda


limitado al sonido. El lenguaje radiofónico juega con la imaginación del perceptor: evoca
las imágenes visuales que el oyente posee. De esta forma ocurre que, estimulado el oído
por una frase, el oyente se “imagina ver” lo dicho por el locutor o narrador. El locutor dice:
“Veo una flor bella”. El perceptor se imagina “su flor bella ‘~ la más bella que él conoce y
la acepta así, “porque es suya”. No hay palabras de narrador que logre ofrecer la
descripción de la flor que el perceptor se imagina.

La música: Además de la utilización general que hemos descrito, se utiliza la


música para comenzar un programa (identificación) o para cerrarlo, como quien pone el
punto final en un escrito; para separar unas escenas de otras, para separar noticias; son
ráfagas musicales que cortan o separan, que tienden puentes entre diferentes acciones o
escenas, para pasar de un momento de emoción a uno de tristeza; se puede utilizar como
fondo musical: hace agradable el momento de hablar, sirve de base afirmativa a lo que se
puede decir con palabras; se puede utilizar como tema característico: se va repitiendo
durante el programa, lo identifica.

Los efectos sonoros: Tienen la fuerza de llamar a la imaginación y hacer un puente


entre el efecto y la causa; oímos las pisadas del ladrón y “vemos” al ladrón, las pisadas de
los caballos y nos los imaginamos corriendo. Como las palabras y la música, transmiten
estados de ánimo. Sirven para hacer más real el suceso que se narra, el hecho que
acontece: es su función de acompañamiento: describimos una escena de campo y
ponemos trino de pájaros, sonido de agua que corre; los sonidos del corazón mientras
estamos en una operación.

e. Efectos paralingüísticos

Hemos visto en el objetivo anterior la utilización de letra en negrita, subrayados,


letras mayúsculas, en colores, etc. Si esos detalles los utilizamos en la escritura para
significar “algo más”, también en la Radio podemos utilizar signos para connotar: Eco, la
resonancia que se añade a una palabra, a una frase. Si deseamos decir que esa frase
viene “del cielo”, le ponemos resonancia, si deseamos decir que viene de “ultratumba” le
ponemos eco, la frase parece que vibra y va hasta el fondo; para recuerdos del pasado.
Utilización de filtros: cuando se desea separar las voces y señalar que es un recuerdo,
una imaginación, etc. se utilizan filtros, se desfigura la voz. Unas veces se simula que se
habla por teléfono; otras, es un tic sonoro, una carraspera antes de hablar, con la
intención de que el perceptor se dé cuenta de que se va a decir algo especial. Se pueden
utilizar efectos sonoros: un acorde, sonido de un triángulo, una campanilla, etc. Ud.
deberá comprobar la cantidad de subrayados que se utilizan en un programa bien
realizado.
5. Los géneros radiofónicos

Algunos de ellos, los más importantes:

— Informativos: Las noticias. Como MCS la radio debe informar. Lo hace mediante
noticias aisladas, en el transcurso de la emisión o en bloque: El noticiero. Noticias breves,
sin comentarios adicionales. Por lo general son muchas en poco tiempo. Tienen sus
técnicas de redacción y de emisión.

— Educativos: Imparten conocimientos diferentes. Pueden realizarse por medio de


charlas, conferencias o guiones’ radiofónicos expresamente grabados para realizar
diferentes programas; se pueden realizar por diferentes comentarios, análisis de sucesos
opiniones; se comentan noticias, se ofrece una interpretación de la actualidad, etc.

— Entrevistas. En forma de preguntas y respuestas se obtiene una información


directa con el autor o el actor de un suceso; la opinión de un experto, o un técnico, en
diferentes materias científicas, etc.

— Hay programas que comentan la actualidad: política, social, económica -

— Programas musicales: por temas musicales, por épocas; para poner una obra
determinada, donde dan cabida a los comentarios, a la orientación musical.

— Radiodramas, radionovelas, radioteatros, etc.

— Programas de concursos

6. La programación

Desde que se abre la emisora, hasta que se cierra, todos los momentos están
programados hasta el último detalle. Se ha estudiado técnicamente lo que se debe decir y
la forma de decirlo. No se deja nada a la improvisación. Hoy día, hasta los noticieros, se
graban previamente. El sistema de programación es férreo. Todo está medido y
premeditado.

Esa forma de programar para un día, para una semana, para un mes o un año es
otra de las maneras insensibles de influir en el perceptor de las emisiones. Con la
programación se significa. El programador se expresa de ese modo. La colocación de un
programa, a una hora estelar, ya es significativa; el colocar una propaganda
inmediatamente después de un suceso relevante es significativo. Cuando se reiteran
noticias, de igual contenido, mi deja de intentar influir en el perceptor; la repetición de
slogans, la repetición de una canción, etc.

Para influir también se utiliza el montaje. Antes de salir al aire se graban y se


montan los programas. Es verdad que la radio debe fomentar el mito de la instantaneidad.
El montaje consiste en estudiar bien lo que se debe decir y de la forma de decirlo; se le
añade música seleccionada, se le añaden efectos, se mezclan voces, se cortan espacios,
se eliminan tiempos. A veces Ud. habrá dicho: “qué casualidad, cómo ha coincidido”.
Nada de coincidencias. Se tiene todo previsto. Es otro modo de intentar influir en el
oyente, de atraerlo, dejarlo maravillado, se le pide, así, su total confianza.
7. El lenguaje radiofónico

Hemos repasado algunos de los elementos que componen el lenguaje específico


de la radio, su modo de expresarse. Quien escucha radio está acostumbrado a que le
hablen con ese lenguaje y no otro. La limitación al sentido del oído deberá tenerse
presente. Se corre un grave peligro: la monotonía. Se debe tener habilidad para utilizar los
recursos que ofrece el lenguaje radiofónico para informar, pero también para distraer: es
necesario jugar con la música o los efectos para apoyar nuestro discurso hablado.

Cada género radiofónico tiene sus técnicas, su modo expreso de decir lo que se
debe decir. Para la mejor comprensión Ud. debería estudiar cada una de ellas. Por
ejemplo: la confección de los guiones radiofónicos; el saber dramatizar un hecho histórico,
saber ponerle música adecuada, sonidos especiales.

La mejor manera de aprender el lenguaje radiofónico: escuchar los diversos


programas. A Ud. le interesa, ahora, escucharlos para comprender las técnicas utilizadas;
saber diferenciar las distintas funciones que desempeña la música, los sonidos, las
palabras; saber apreciar los efectos y la utilización que los técnicos hacen de ellos. Ud.
debe escuchar radio para aprender las técnicas del lenguaje.

No le será difícil hacer una visita a una estación de radio para ver los mecanismos,
la estructura, la división del trabajo, etc.

Y prácticas. Muchas prácticas. Además de las palabras debe utilizar la música y


los sonidos. También el silencio. El silencio expresa mucho, aunque no suene nada.

8. Perspectiva para el análisis

¿Qué clase de análisis se le puede aplicar al Medio Radio?

— Por códigos. Ud. puede analizar los códigos intervinientes en un programa.


Podrá analizar las palabras que se dicen para averiguar el contenido de ellas; también
podrá tener presente los otros códigos: se expresa el emisor mediante ellos. Sería un
nivel denotativo. Extrae los datos, los signos manifestados. Pero también puede
estudiarlos en su nivel connotativo: con música, con efectos, se subraya, se resaltan
contenidos, se dice más de lo que se escucha.

— Ud. puede aplicarle las técnicas del análisis de los contenidos manifiestos.

— El análisis estructuralista le puede proyectar a pensar si el programa que


escucha tiene otras conexiones que, a simple vista, no aparecen: quién lo produce, qué
hay detrás de ese programa, qué estructura superior está latente. Ud. puede analizar la
estructura de la programación de un día en relación a la que se hace durante una
semana: puede observar constantes, tendencias.

— Ud. puede estudiar la ideología de los dueños; los efectos de ciertos programas
en los oyentes; la audiencia de esa emisora; el origen de las informaciones que la
estación proporciona a los oyentes, etc.
OBJETIVO No. 4 Aprender el lenguaje audiovisual

Ud. puede pensar, en un primer momento, sobre la confluencia de los dos códigos:
sonoro y visual. Pero, además, hay características especiales que, de la unión de los dos
códigos y del movimiento de las imágenes, definen lo que denominamos lenguaje visual.

Los medios de comunicación que utilizan este nuevo lenguaje son: el cine,
televisión, video-cassette y, de una manera un tanto restringida, los montajes
audiovisuales (sonovisos).

No importa repetir: Es un nuevo lenguaje porque utiliza códigos de expresión


diferentes a los otros medios de comunicación. Aunque se utilicen códigos de otros
lenguajes, adquieren ciertas modalidades y características que los diferencian en algo.
Por ejemplo: La televisión utiliza códigos icónicos (imagen visual), como la fotografía; el
movimiento que las cámaras imprimen a los objetos es una nueva forma de expresión, es
un nuevo código.

1. Identificación del medio

Por razón de la brevedad no diferenciamos el lenguaje fílmico del televisivo.


Ofrecemos características comunes a los dos lenguajes. Nos detenemos en el lenguaje
utilizado en televisión por considerarlo el más cotidiano.

Deberá identificar el Medio (Cine, TV o video-casete) para obtener una primera


aproximación. Lo mismo que hemos hecho en los otros medios: Nombre de la estación
emisora (o productora de la película), sede de la estación, cobertura, horario de emisión,
si es pública o privada, ubicación ideológica de los dueños, políticas comunicacionales de
la organización, estructura organizativa y su administración, etc.

2. Códigos intervinientes

a. Los códigos sonoros

Los mismos que hemos analizado al estudiar el Medio Radio: Palabras, Música,
Efectos sonoros y Silencio.

Esos códigos sonoros, en cine, televisión y video-casete adquieren una fuerte


connotación al acompañar a la imagen en movimiento. Quedan signados: Además del
significado propio, que tienen en sí, se modifican en algo por el hecho de estar unidos a la
imagen visual. El lenguaje radiofónico invita a desplegar, con amplitud, la imaginación; en
los medios que utilizan la imagen visual ofrecen una información que coarta la
imaginación del perceptor. Ud. ya no podrá imaginarse su bella flor deberá aceptar la flor
bella ofrecida por la imagen que se le presenta.
b. Códigos visuales

— Códigos lingüísticos: En Cine, Televisión y video casete se le presentan muchos


letreros, frases escritas que debe leer: títulos, actores que intervienen (créditos), nombres
de los entrevistados, cifras que ilustran una información, etc.

— Código lingüístico referido a las palabras que pronuncian los actores, locutores
o narradores; discurso, hablado del conferenciante, preguntas y respuestas de las
entrevistas, la narración de noticias o comentarios, etc.

— Imágenes visuales (código icónico propiamente dicho).

El código visual icónico (imagen visual) intenta reproducir la realidad. Y lo hace de


modo técnico, artificialmente, es decir: utiliza las imágenes como signos. Por lo tanto,
valga nuevamente la advertencia, no es la realidad. Las imágenes que ve por Televisión,
o en Cine, no son la realidad, es una reproducción de la realidad. El movimiento que, de
modo técnico, le acompaña, será un intento de aproximarse a la realidad. No obstante
sigue siendo signo. Y es fácil comprobarlo: no vemos la misma calidad de colores, no
vemos tridimensional, sabemos que el sonido es superpuesto (si es tomado en directo las
diferencias son muy notables en calidad, pureza de sonido, etc.).

Del mismo modo debe pensar en la modificación que sufre la imagen (quieta o en
movimiento) cuando se le añade el código sonoro.

Deberá repasar el Objetivo No. 2 de esta unidad para recordar los elementos
componentes: Composición del cuadro (fotograma, como unidad básica: cuando Ud.
detiene la película aparece un fotograma, una fotografía; lo mismo se obtiene en video-
casete): focos de atención, distribución; los planos (primeros planos, planos medios,
planos generales); profundidad de campo; iluminación; lentes; encuadres-angulaciones;
tonalidades-colores.

3. Algunos aspectos técnicos del lenguaje audiovisual

Ya conocemos la base para la expresión audiovisual.

Hay aspectos y características que modifican esos códigos iniciales.

Ofrecemos los más importantes:

a. Inserciones

Dadas las características técnicas del cine y de la televisión, se pueden insertar


imágenes y sonidos que corresponden a otro tiempo, o a otro espacio, diferente al que se
presenta en el momento. Es abundar en la información. Pero una información que al
perceptor le comunica sensaciones, vivencias, etc. del pasado. Y no deja de causarle
admiración.
b. Tiempo y espacio

El tiempo y el espacio utilizado, en Cine y TV, no son reales. Se crean espacios


nuevos; el espacio audiovisual es convencional. Por lo tanto se corre el peligro de estimar
un espacio audiovisual como si fuera real. Lo mismo ocurre con el tiempo.

c. El movimiento

Merece especial atención. Posiblemente sea lo que caracteriza más el lenguaje


audiovisual. El movimiento añade unas características muy especiales al código visual
icónico.

— Movimiento de los personajes, de los objetos: Se aprecia que van de un lado


para otro. Se refiere al propio movimiento, por ejemplo, de los actores. Por lo tanto:
lenguaje gestual. Un nuevo código que entra a formar parte del lenguaje audiovisual. Es la
acción, expresión significante; nuevos signos que el espectador debe interpretar:
movimientos y gestos del rostro, de las manos, del cuerpo; se refiere al baile-danza, etc.

— Movimiento de las cámaras: Muchos de los movimientos que puede apreciar no


son reales. Quien se mueve es la cámara.

La cámara se puede mover sobre su propio eje: muestra paisajes, describe: Lo


puede hacer de modo horizontal: de derecha a izquierda, de izquierda a derecha: algo
desea decir el Emisor. Puede ser de modo vertical: De arriba hacia abajo, de abajo hacia
arriba (¿superación?, ¿abatimiento? ¿decadencia?).

La cámara se puede mover realmente, se desplaza del lugar. Ud. recibe la


sensación de acompañar la acción que se realiza. Se olvida de la cámara y se coloca en
el lugar de un testigo presencial. La cámara se desplaza hacia los laterales, de modo
vertical, hacia adelante, hacia atrás. Todos estos movimientos tienen su significación:
cuando el Emisor los realiza es por algún motivo, se expresa mediante esa forma. Y Ud.
entiende. Cuando la cámara se aleja por un largo tiempo Ud. sabe que viene el final,
antes de aparecer el letrero en la pantalla. Si Ud. observa que la cámara se aleja
lentamente y ha dejado a una persona en el suelo, llorando, sabe que le están hablando
de soledad, abandono, despedida.

— Movimiento óptico. Se realiza mediante los objetivos de la cámara. El lente


zoom permite atraer el objeto. La cámara está quieta. Los objetos, esa es la impresión
que Ud. recibe, vienen, se acercan. Ud. está en su lugar; las personas, los objetos se le
acercan.

— Movimiento y planos: El Emisor se puede expresar de modo especial cuando


utiliza los diferentes planos unidos con el movimiento (de la cámara o de manera óptica).
Los acercamientos, el borrar distancias. Por el contrario: alejarse desde el rostro hasta
dejar en el fondo de la escena a un personaje; el estar lejos y, de repente, poder apreciar
el gesto del actor.

Son muchas las posibilidades de expresar mensajes mediante el movimiento y los


planos. Lo mismo puede ocurrir con los encuadres (picado o contrapicado), la profundidad
de campo, etc.
4. También los subcódigos audiovisuales

Los subcódigos están relacionados con un segundo nivel de significación, lo que


se connota, “lo que dice”, además dc decir lo que se manifiesta. Umberto Eco pone el
ejemplo de una carretera solitaria, bordeada de árboles y se toma desde arriba: puede
significar soledad. No está expresamente dicho, pero “se deja ver y sentir” (subcódigo
icono lógico). No es lo mismo que le presenten en una escena, a una mujer con figura
gruesa que a una delgada; diversas posturas, actitudes (subcódigo erótico). Con
imágenes y sonido se pueden producir situaciones de “suspenso” (subcódigo emotivo).

Estimamos importante el estudio de los subcódigos porque, mediante ellos, se


expresan los Emisores; son formas de decir.

5. Narración audiovisual

Para comprender, en profundidad, el lenguaje audiovisual, sobre todo en


televisión, deberá reflexionar sobre el código de narración. Algunos le denominan
“supercódigo”.

Se trata de comprender que se puede narrar mediante la organización de los


diferentes programas que se presentan por TV. La narración audiovisual se refiere a las
posibilidades de que dispone una persona (o un grupo), para unir, separar, poner en
primera fila a un personaje (o un programa) y no a otro; se refiere a las posibilidades que
tiene el narrador para ofrecer detalles, las diversas matizaciones que imprime a hechos, la
importancia que le da a una noticia, el silencio de sucesos o acontecimientos.

La narración audiovisual se realiza “desde arriba” y la realiza “un gran narrador”.


Este “gran narrador” dispone de todos los recursos de la TV para utilizarlos, como quiera,
a fin de expresar un mensaje, una ideología. Cuenta con programas, música, anuncios
publicitarios, artistas, noticieros, etc.

En la organización interna de una planta hay un técnico ideólogo que, a su vez,


recibe órdenes de más arriba. Desde esta altura, oculta al público, se dictamina cuándo
debe ir una noticia y cuándo se debe silenciar, a qué hora irá tal programa, cuánto tiempo
de duración tendrá tal evento, qué personajes, artistas, invitados, etc. deberán aparecer;
se señala qué se debe promocionar.

En todas las televisoras hay unas políticas muy bien definidas: todos deben
cumplirlas fielmente. Mediante la organización de programas se narra.

Como buen narrador (persona o grupo de personas) sabe muy bien todos los
elementos que tiene sobre su mesa. Juega con ellos, indudablemente, “para decir algo”.
Y lo expresa, lo manifiesta a su modo, con su código: la narración televisiva, es decir:
colocando unos programas antes que otros, poniendo unos programas en horas estelares
y otros a la hora que hay menos audiencia; lo hace cuando se interrumpe un programa
para anunciar otro especial. El gran narrador sabe insertar diferentes códigos, sabe crear
expectativas en el televidente, sabe llamar la atención para que se fijen en el artista
exclusivo del canal, sabe repetir a qué hora irá la telenovela, sabe ofrecer avances de
noticias.
Y sabe muy bien distribuir la publicidad, según lo que pagan los clientes, y
colocarla en espacios previstos con meticulosa cronometración.

Ud. debe pensar seriamente en la existencia de un gran narrador en las estaciones


televisoras. Ellos dicen mucho sin aparecer nunca en la pantalla. Ellos manejan los hilos
desde su despacho. Por lo tanto: Ud. sabe que no nos referimos al señor que sale en la
pantalla y “narra las noticias del día”. Ese señor es un narrador de noticias, es un
empleado, él obedece las directrices del gran narrador.

6. Programación audiovisual

Otro supercódigo. Ud. sabe que todo lo que sale al aire debe ser “programado “.
La programación no se hace “por lo que el pueblo, el público desea”. Eso es un mito,
como tantos otros que se difunden por los MCS. La programación se hace desde arriba.
La alta gerencia dispone y ordena impositivamente qué va y qué no debe salir al aire.

Referente a la programación hay dos sectores muy bien definidos:

— El técnico que cronometra las horas, los minutos y los segundos; éste recibe de
arriba los programas, las horas, todos los detalles importantes. Su misión es armar la
programación recibida, escribirla, procurar que se lleve minuciosamente según lo pautado.
Así se dice técnicamente. Y es así. Este programador es un técnico, un empleado, un
armador de programas y lo debe hacer de modo mecánico.

— Hay un nivel superior: la Gerencia, la alta Gerencia del Canal. Ellos deciden
sobre las políticas del canal, son ellos quienes toman las decisiones. Y son ellos quienes
dictan la organización de la programación. Se compran programas (por lo general en el
extranjero), se hacen contratos con artistas exclusivos, se contrata personal especializado
y, en nuestro caso, se dictan las normas para realizar la programación. No se ha tenido
presente “lo que desea el pueblo”, no se tiene presente nada más que “el negocio de la
televisión”. Los propios intereses y los intereses de los anunciantes en el canal son las
primeras directrices para realizar la programación, de un día, de una semana, de un mes
y de un ano.

Así se presentan las fabulosas programaciones de los canales. Y como es


evidente, todas las programaciones de todos los canales (al menos privados), son iguales.
Ya puede Ud. cambiar de canal, las directrices generales estarán presentes. Cambiarán
las ropas de los artistas, los decorados, etc. pero los contenidos generales coinciden. Es
de suponer, por estas coincidencias, que más arriba hay otras políticas que dicen qué se
debe hacer, cómo y cuándo.

Lo importante, para nosotros, es saber que hay un nivel superior de significación.


Por lo tanto un nuevo nivel de análisis.

7. Montaje audiovisual

Es el arte de organizar un programa, una película, una telenovela. Los programas,


las telenovelas, una película, las entrevistas, los noticieros, etc, se deben preparar,
organizar, “tal como saldrán al aire”. Porque no se graban con la misma secuencia con
que se ven. Los reporteros, por ejemplo, están todo el día a la cabeza de las noticias.
Recogen todo el material y lo ponen en la mesa del Director. Están desordenadas. Hay
una persona que debe decidir qué noticia irá la primera y cuál será la última. Se realiza el
montaje del telediario. Lo mismo ocurre en el cine: se filman las diferentes tomas, según
un orden de economía de tiempo y espacio (se filman todas las tomas referidas a un
tiempo, a un mismo lugar, sin tener presente cuál irá la primera o la última). Cuando se
tiene finalizado el trabajo viene el momento de montar la película, según el orden
establecido en el guión cinematográfico.

El montaje supone el tomar un sinfín de decisiones. Quien realiza el montaje de


programas sabe que él puede expresar su pensamiento; mediante el montaje se dicen
mensajes diferentes a lo que expresan las diferentes escenas.

Además del montaje de los programas, de modo aislado, debe pensar en el


montaje de toda la Programación de un día. Es otro nivel de significación que, a la hora
del análisis del medio televisivo, no se puede olvidar.

Después de reflexionar sobre el montaje en sí, y sus posibilidades de influir en el


perceptor, deberá recordar los otros modos de influir mediante la programación y la
narración.

No es fácil que un perceptor pueda descubrir todos los niveles de significación, si


no reflexiona expresamente sobre ellos. Por esto nuestra advertencia: detrás de cada
programa y detrás de cada montaje siempre hay un ideólogo, un gran narrador que es, en
definitiva, quien maneja los hilos sutiles de la TV.

8. Géneros y bloques televisivos

Se pueden clasificar de muchas formas los programas que Ud. puede ver por
televisión. Si uno se fija en los géneros y las funciones: informativos, educativos,
recreativos, de opinión, culturales, telenovelas, deportivos, películas de largo metraje,
documentales, programas especiales, series preparadas especialmente para TV,
entrevistas, shows, dibujos animados (programas infantiles, y, no podía faltar, la
publicidad.

Puede fijarse sobre el origen de los programas que componen la emisión de un


día, de una semana: Nacionales, extranjeros; de producción nacional con artistas
extranjeros.

Cada uno de estos bloques pueden ser analizados; las técnicas mediante las
cuales se producen pueden influir sobre el perceptor; cada género obedece a unos
patrones. Son diferentes maneras de decir mensajes y, por lo tanto, de influir en los
televidentes.

9. Perspectivas de análisis

Ud. ya posee muchos elementos sobre el lenguaje televisivo. Del mismo modo
conoce posibilidades de utilizar técnicas de análisis:
— De contenido: puede analizar los contenidos de cada uno de los programas o
de varios de ellos conjuntamente; puede analizar contenidos según los géneros o bloques
que la TV le ofrece.

— También tiene posibilidades de análisis estructuralistas: inserte unos códigos


sobre otros: tendrá unos niveles de significación; busque estructuras superiores (por
ejemplo el montaje, la programación) y analice esos programas a la luz de las
posibilidades que tienen los programadores.

— El análisis semiológico, en líneas generales, es el más apropiado para aplicarlo


a la televisión: análisis de los códigos intervinientes y sus correspondientes signos; el
análisis de las imágenes en sí y en relación a todo el programa. Como ejemplos nos
detenemos en tres posibilidades:

a. Análisis sintáctico: se refiere a la relación de los signos entre si. Ud. toma los
signos que aparecen en la pantalla, sabe muy bien que el Emisor los ha unido para
expresar su pensamiento por medio del código. Ha unido, por ejemplo dos códigos: el
sonoro y el visual; mediante los dos él ha expuesto su mensaje. Ha relacionado dos
imágenes visuales entre sí para decir otra cosa diferente a lo que esas imágenes,
separadamente, decían. Puede juntar un carro muy lujoso con una señorita en traje de
baño. Las unió para decir otra cosa, además de la presentación de esos dos signos.
Mezclar signos es “natural”, nos expresamos así. Lo que no es natural es la connotación
que el Emisor imprime en esa relación.

b. Nivel semántico: relacionar signos con objetos, sucesos, algún evento, etc. Ud.
sabe perfectamente la diferencia entre hechos, sucesos, objetos y “signos”. Si Ud. une un
signo-símbolo (la bandera nacional) y la pone sobre el féretro de un personaje que murió,
se está significando algo más que lo supuesto por la bandera y el entierro. Otro ejemplo:
Se ve extraer jugo de una naranja (es un hecho normal, un hecho real) pero si,
inmediatamente presento “el jugo X,’, obligo al perceptor a realizar una relación entre
cosas que no tienen conexión entre sí. Ud. sabe que el jugo X tiene muy poco de naranja.

c. Nivel pragmático: La relación del signo y quien lo utiliza. Esta clase de relación
la vemos a diario y muy frecuentemente: Una joven muy bella utiliza tal marca de
pantalón; el refresco X “lo bebe la gente joven”. El señor X, muy conocido en la ciudad,
utiliza esta marca de reloj.

Una última advertencia: No siga pensando en que los medios audiovisuales son
neutros. La reproducción técnica que ellos realizan ofrecen la sensación de presentar la
realidad, cuando no es así; Ud. se sienta frente a su televisor y lo tiene por inocente. No
es neutro: tiene unas características especiales, definidas, propias. Por ejemplo: es
brillante y se mueve con muchísima velocidad; “encandila”, “atrae”, obliga a fijar la vista
detenidamente (no solo por lo que dice el programa, como contenido); invita a la intimidad
(ofrece la sensación de “para mí”); lo hemos recibido en casa como amigo (“huésped
alienante”).

Ahora puede tomarse su tiempo para reflexionar sobre este campo inmenso del
lenguaje audiovisual.

Cuando se siente frente a su televisor intente descubrir los diferentes códigos,


signos; aprecie los planos, la iluminación, los movimientos de las cámaras. Es el primer
paso para poner a funcionar su juicio crítico, a saber leer televisión y, es lo más
importante, a estar alerta para no dejarse manipular.

5.5 Lecturas de apoyo


1. INSTRUCCIÓN PASTORAL “COMMUNIO ET PROGRESSIO” No. 135 al 161.

2. VISIÓN PANORÁMICA SOBRE RADIO Y TELE VISIÓN.


(Resumimos los datos generales aportados por Mario Kaplún en: Radio-TV y
cultura en América Latina, Ciespal, 1976).

a. Sobre la estructura de la programación:

Radio: Del conjunto de los análisis consultados, resulta que la música popular, los
informativos, radionovelas, los deportes y la publicidad constituyen el fuerte de la
programación de la mayoría de las estaciones de radio latinoamericanas.

Se observa la tendencia generalizada a una programación de bajo costo, que


necesita poco personal y que facilita la inserción de cuñas publicitarias. De ahí el
triángulo: Discos-Noticias-Publicidad. De todos modos la publicidad lleva siempre el
mayor porcentaje.

Las radionovelas ocupan un lugar preferente. En algunas emisoras se han contado


doce, dieciséis y hasta veintidós radionovelas por día.

Los programas formativos y de información ocupan volúmenes poco


considerables, en algunos casos insignificantes. Lo mismo ocurre con programas
educativos y culturales.

Televisión: Los programas de entretenimiento (seriales, shows, concursos,


películas, largometrajes, telenovelas) y los anuncios comerciales han sido la categoría
predominante; son sumamente bajos los espacios dedicados a servir las necesidades
culturales y temas de promoción y desarrollo humano. Se ha llegado a detectar que hay
televisoras que, en su programación ordinaria (14 horas diarias), no han presentado un
espacio cultural o educativo.

Los espacios informativos representan volúmenes importantes. En la investigación


realizada por UNDA/A1, en 51 canales de 15 países latinoamericanos, la información
representó un promedio de 4.7% del espacio total retransmitido. Mientras que la
publicidad representó un 25.7%, y había canales que llegaron a 27 y 29 minutos de
publicidad a la hora.

Hay tendencia al aumento de horas de retransmisión para dar cabida a más


publicidad. Al no tener capacidad propia se recurre a los “enlatados”.
b. Sobre los géneros de entretenimiento:

Las series de televisión ofrecen una fuerte dosis de violencia, muchas de ellas en
horas estelares. Se pone en peligro la identidad nacional: ofrecen costumbres y cultura
extrañas a las nuestras; los latinoamericanos son presentados como delincuentes,
inferiores, tontos necesitados de protección.

Los programas musicales, en forma mayoritaria, son importados. Hay que


reconocer que se está promoviendo, últimamente, la música latinoamericana. En algunas
regiones el 50% de la música retransmitida es extranjera. En el caso de la música
mexicana es notoria la difusión que tiene en Centroamérica.

La programación infantil: se dedica un espacio “para niños”. Dentro de ellos


apenas si se registran programas formativos. Algunos se dedican al entretenimiento de
los niños. Los educadores de la región coinciden en lo negativo de esos programas, son
antieducativos. En estudios realizados, sobre dibujos animados, se concluye que no son
tan inocuos como parecen: conllevan violencia, son negativos para la integración del niño
en la familia, llevan mensajes colonialistas.

Los niños no se limitan a ver los programas infantiles, ven todo. Esto ejerce mayor
influencia que los dedicados expresamente a ellos.

La tiranía del rating: cuando se les formula alguna crítica, los responsables afirman
que es eso, y no otra cosa, lo que el pueblo desea. Programas que no acusan gran
audiencia son retirados de la programación. Sabemos que el rating no debe ser el único
criterio para la programación de las emisoras, no se tiene en consideración la función
social que deben cumplir los medios.

c. Los informativos:

Es una de las funciones que deben cumplir las estaciones radiotelevisoras. Es la


principal fuente de información, muchas veces la única. Destacan algunas notas
características: superficialidad, en el menor tiempo posible se ofrecen gran cantidad de
noticias, dando la impresión de que se dice todo y apenas si se informa. El oyente es
sometido a un bombardeo de noticias, no jerarquizadas, no explicadas ni relacionadas.
Sobresalen las noticias triviales, de información deportiva y de informaciones sobre
crímenes y robos. Se da poca cabida a los problemas sociales, científicos o técnicos. Hay
indiferencia hacia el interior del país; por lo general se ofrecen noticias desde la capital y
para la capital.

d. Contenidos de la publicidad:

La publicidad constituye un soporte económico para toda clase de


programaciones, es ingrediente de la misma programación. Los valores que en ella se
retransmiten se centran sobre los siguientes aspectos:

— Frecuente apelación al sexo.


— Presentan ambientes lujosos, sofisticados, totalmente ajenos a la realidad del
pueblo latinoamericano.

— Actitudes, costumbres y expresiones que son artificiales y no corresponden a


nuestro modo de ser.

— Motivaciones netamente materiales, individualismo: se apela al éxito y al triunfo,


cueste lo que cueste, de modo individual; siempre están presentes las motivaciones
económicas y status como las únicas motivaciones dignas de tomarse en cuenta en la
vida. Esos aspectos son presentados mediante una prenda de vestir, la utilización de un
perfume, el habitar una casa lujosa, etc. todo ello incitando al consumismo.

— Subversión de valores: la libertad se identifica con una determinada marca de


pantalones, traje de baño, etc.; el cambio social con una marca de bebida; el amor con un
champú o desodorante, la felicidad familiar con un lavaplatos.

— Predominan los bienes de consumo suntuosos y superfluos.

e. Influencia extranjera:

Son evidentes las notas características de “dependencia”. En lo tecnológico: los


equipos básicos de transmisión, recepción y repuestos necesarios son todos extranjeros.
En lo informativo: se suministran informaciones por medio de las agencias
internacionales. Son pasadas por tamices que eliminan toda sombra que pueda afectar a
los propios intereses. Llegan noticias (o no llegan) de los sucesos en la propia región pero
antes han debido pasar por el Norte. El problema se agudiza porque los dueños de las
emisoras nacionales no hacen nada por promover programas nacionales que impliquen
mejores espacios informativos, recreativos o educacionales.

f. La Radio y la TV frente a la integración latinoamericana

La integración es una necesidad imperiosa para la región. Por desgracia apenas si


existe esa conciencia. Nos desconocemos. Vivimos de espaldas los unos a los otros;
vivimos incomunicados. La integración no penetrará en las conciencias, si no se hace una
gran promoción a todos los niveles. Y eso no se está haciendo.

Se están iniciando programas producidos en distintas naciones. Pero esa


producción se realiza únicamente en telenovelas y éstas son totalmente comerciales. De
vez en cuando aparece algún programa que desea presentar realidades latinoamericanas
y desean difundirlos por toda la región: han tenido poca vida y muchas dificultades. Las
emisiones que han tenido cierto éxito son programaciones deportivas.

Javier Ayala denomina a Latinoamérica “una región incomunicada”. Para que


Latinoamérica se enterara de la canción “el Cóndor pasa”, fue necesario que fuera
recogida por EE.UU, grabada por artistas norteamericanos y lanzada desde esa misma
nación.
g. Los efectos:

Todos los investigadores -aceptan la influencia que ejercen todos los medios sobre
los perceptores. En un porcentaje elevado la influencia es decisiva.

La publicidad cumple su función al presentar los productos, al informar la


existencia de los productos. Ese no es el problema. Las motivaciones que utilizan, la
influencia que ejercen directamente sobre el perceptor y las formas de realizarlo es lo que
constituye la verdadera preocupación de los analistas. La mayoría de los productos
publicitados son superfluos, e incitan al consumo desenfrenado. Incitan a una economía
del derroche que debilitan las posibilidades económicas de la mayoría de los perceptores.

Los efectos sociales: no sólo por el rompimiento de relaciones y comprensión


humana, sino también porque exacerba la frustración general de “no poder vivir como
anuncian los medios”. El mundo que se ve por televisión, se escucha por radio o se lee en
los diarios, es un mundo inexistente (un mundo fascinante, atrayente, tranquilo, etc.),
porque el medio donde vive el perceptor es todo lo contrario. Así nacen los recelos, las
inadaptaciones a sistemas de vida.

El siguiente cuadro nos proporciona una visión panorámica sobre el número de


receptores de radio, televisores y periódicos (por cada 1.000 habitantes); en cine se toma
el número de butacas disponibles por cada 1.000 habitantes.

Las comparaciones las puede hacer usted con suma facilidad. Hemos aportado
cuatro naciones más para que la comparación sea más significativa y poder tener puntos
de referencia. Los datos han sido tomados de la “Guía del Tercer Mundo”, año 1985.

RADIO T. V. PRENSA CINE


ARGENTINA 850 190 520 810
BOLIVÍA 89 54 39 160
BRASIL 284 122 253 390
COLOMBIA 111 83 48 390
COSTA RICA 80 72 70 340
CUBA 295 129 955 460
CHILE 293 110 87 415
REP. DOMINICANA 41 71 42 190
ECUADOR 317 60 49 170
EL SALVADOR 322 62 51 305
GUATEMALA 40 24 28 110
HAITI 20 32 7 39
HONDURAS MEXICO 48 13 63 120
NICARAGUA 285 104 224 520
PANAMA 259 65 59 180
PARAGUAY 155 120 79 430
PERU 62 20 39 120
PUERTO RICO 155 48 51 315
URUGUAY 587 - 160 910
VENEZUELA 562 125 267 720
385 123 176 560

AMERICA LATINA 153 57 75


FRANCIA 327 305 245
URSS 375 112 274
EE.UU 1414 463 312
REPRODUCTORES DE VIDEOCASSETTE EN ALGUNOS PAÍSES
DE AMÉRICA LATINA - AÑO 1985

País Población Población Productores Productores Formatos de Normas


(Millones) urbana (%) de de mayor uso de T. V.
videocasete videocasete en video
(miles) por mil hab.

Argentina 30.1 81.6 200-300 8.3 VHS (90%) PAL-N


Brasil 132.6 62.8 1000-1100 7.7 VHS (95%) PAL-M
Cuba 10.0 67.0 60-120 9.0 BETA (90%) NTSC
Chile 11.9 78.7 120-150 9.5 BETA (60%) NTSC
Colombia 28.1 63.3 400-500 16.00 BETA (85%) NTSC
México 77.1 65.5 800-900 9.6 BETA (90%) NTSC
Perú 19.2 63.4 50-70 3.1 BETA (90%) NTSC
Venezuela 17.9 76.2 600-800 25.5 BETA (75%) NTSC
Los datos de los equipos de TV y video tienen un valor solo referencial y aproximado por la
coincidencia entre las fuentes consultadas.

Fuentes:
- ANUARIO ESTADISTICO DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE, 1985,
CEPAL; EL VIDEO EN A. LATINA; INFORME REGIONAL.
- HERALDO y VIDEO NEWS, Buenos Aires; VARIETY. EE.UU.; productores
de video de América Latina.
PRODUCCIÓN DE LARGOMETRAJES EN PAÍSES IBEROAMERICANOS
País Producción Costo medio Legislación Cuota de Convenios Producción Estudios Laboratorio
media anual (US$) Proteccionista Pantalla países filmación
iberoamericanos

ARGENTINA 25 280.000 Sí Sí Sí 1 3
BOLIVIA 1 120.000 2
BRASIL 90 350.000 Sí Sí 3 2
COLOMBIA 8 180.000 Sí Sí Sí 1
COSTA RICA 100.000 2
CUBA 8 350.000 Sí Sí Sí 1 2
CHILE 1 130.000 1
ECUADOR 120.000
EL SALVADOR
ESPAÑA 120 300.000 Sí Sí Sí 2 4
EE.UU 20 300.000
(Poblac. Hispanopar.)
GUATEMALA
HONDURAS
MÉXICO 90 250.000 Sí Sí Sí 4 16
NICARAGUA Sí Sí
PANAMÁ
PARAGUAY
PERÚ 2 150.000 Sí 1 2
PORTUGAL 8 200.000 Sí 3
PUERTO RICO 1 180.000
REPÚBLICA
DOMINICANA
URUGUAY 120.000
VENEZUELA 12 130.000 Sí Sí 5 4
TOTALES 386 19 40

Fuentes:
HERALDO DE CINE. Buenos Aires, 1984.85; VARIETV, EE.UU., 1984-1985; STA TISCAL ANNUAIRE, UNESCO 1979;
ENCUENTRO DE CINE IBEROAMERICANQ Madrid, 1984.

La validez de los datos es sólo aproximativa, pudiendo estar ellos sujetos a error por la no coincidencia entre las distintas fuentes.
DISTRIBUCIÓN DE LARGOMETRAJES EN PAÍSES IBEROAMERICANOS
Número films Impuestos Obligatoriedad Beneficios a Número de
País importados distribución importación petic. empresas
por año Copias Remesas pelic. nal. latinoam. principales
al exterior distribución

ARGENTINA 350 5% 22.5% Sí Sí 12


BOLIVIA 120 5
BRASIL 150 50% Sí 15
COLOMBIA 300 50 U Sí 10
COSTA RICA 300 S$ 5
CUBA 120 Sí 1
CHILE 350 8
ECUADOR 350 20% 8
EL SALVADOR 200 5
ESPAÑA 500 Sí Sí 50
EE.UU. 100 4
GUATEMALA 300 6
HONDURAS 250 5
MÉXICO 300 21% Sí Sí 8
NICARAGUA 200 40% 3
PANAMÁ 180 5
PARAGUAY 250 4
PERÚ 400 Sí 10
PORTUGAL 300 29% Sí 0
PUERTO RICO 250 6
REPÚBLICA DOMINICANA 300 5
URUGUAY 300 9% 8
VENEZUELA 400 20% Sí 6
100 US$
Fuentes
HERALDO DE CINE. Buenos Aires, 1984-85; VARIETY, EE.UU., 1984-85; STATISCAL ANNUAIRE, UNESCO, 1979;
ENCUENTRO DE CINE IBEROAMERICANO. Madrid, 1984.
La validez de los datos es sólo aproximativa, pudiendo estar ellos sujetos a error por la no coincidencia entre las distintas fuentes.
5.6 Actividades complementarias
1. Compre tres diarios diferentes, publicados el mismo día: Recorte y organice (de
cada uno), las unidades redaccionales. Cuando las tenga organizadas deberá
analizarlas por separado: qué dicen, qué callan, redacción de las noticias, etc. En
un segundo momento junte las unidades redaccionales de los tres periódicos y
haga un nuevo análisis. Compare ahora los resultados obtenidos y llegue a una
conclusión.

2. Grabe un capítulo de una radionovela. Escuche con atención y vaya tomando nota
de los diferentes códigos y subcódigos. Posiblemente deba repasarlo otra vez para
poder anotar todos los códigos y subcódigos. Una vez que ha realizado su
extracción de datos: observe la cantidad de detalles de expresión que ha utilizado
el Emisor.

3. Bus que un afiche realizado en base a fotografía con texto escrito. En Un primer
momento señale los elementos que componen ese afiche. Después tape alguno
de los elementos y pregúntese si dice lo mismo. ¿Diferencias? ¿Dice más?
¿Menos? ¿Qué cambia? En un tercer momento debe añadirle los elementos
fotográficos que desee: ¿qué dice ahora? ¿Por qué cambia?

4. Vuelva a ver una película y esté más atento a códigos, a los elementos de
expresión del Emisor,’ recuerde que esa película ha sido “montada” (editada).

5. Ud. es el dueño de un canal de TV. Haga una programación, para un día. Debe
intentar expresar alguna idea, algún mensaje. Cuando lo tenga realizado déjelo a
un amigo que le guste ver televisión. Averigüe si Ud. ha sido hábil para manifestar
su mensaje sin decirlo con palabras. Tiene muchas posibilidades: de las 7am
hasta las 12pm, puede poner toda clase de programas que invente, publicidad,
etc.

6. Se sugiere trabajar también los siguientes aspectos:

— Lenguaje audiovisual y catequesis


— Micromedios en la catequesis
— Fotolenguaje y catequesis
— Técnica de fotolenguaje
— Elaborar un cuadro comparativo entre los medios de masas y los micromedios o
medios grupales.

5.7 Autoevaluación
1. ¿Qué es un código audiovisual?
2. ¿Por qué se puede hablar de “lenguaje audiovisual”?
3. ¿Qué papel juegan los signos en el lenguaje radiofónico?
4. Nombre cuatro géneros periodísticos.
5. Nombre cuatro elementos paralingüísticos en el periódico.
6. Nombre cuatro elementos importantes, como códigos, que están en una fotografía.
7. Nombre cuatro elementos importantes que intervienen en el código radiofónico.
8. A qué se refiere “narración audiovisual” como un supercódigo.
9. Nombre cuatro funciones de la música dentro del lenguaje radiofónico.
10. Nombre tres movimientos de la cámara y explique qué significado pueden tener.

Respuestas:

Al cuestionario inicial

La finalidad del cuestionario inicial de esta unidad: Conteste ahora nuevamente el


cuestionario. Posiblemente no le queden dudas porque todas las preguntas han sido
contestadas en los objetivos de modo expreso. Ha tenido ocasión de comparar “lo que
sabía “y lo que ahora sabe sobre los lenguajes de los MCS.

A la autoevaluación

1. Conjunto de signos ordenados para expresarse mediante el sonido y las imágenes


visuales; el código audiovisual, propiamente se refiere al nuevo modo de
expresarse que nace de la conjunción del sonido, la imagen, el movimiento, etc.

2. Porque utiliza diferentes códigos audiovisuales.

3. Como en cualquier lenguaje los signos son parte integrante de los códigos, el
código es el medio para expresarse radiofónicamente.
4. Reportaje, crónica, artículos, editoriales, cartas recibidas, etc.

5. Subrayados, mayúsculas, letra cursiva, colores, letras negritas.

6. Composición, planos, iluminación, encuadres, tonalidades-color.

7. Palabra, música, efectos sonoros, silencios.

8. No se refiere a lo que dicen los narradores o locutores; es la forma y manera que


tiene una persona (un grupo) de decir o expresar un mensaje mediante la
organización de programas, -la ubicación de ellos en el espacio de la
programación; se refiere al modo de insinuar, ofrecer, etc. que esas personas
tienen “con motivo de ofrecer la programación “ de un día, una semana, un mes.

9. Describir y narrar, ambientar, crear emotividad, como metáfora, para identificar.

10. Ha podido nombrar diferentes, movimientos. Hacia atrás: soledad, abandono, final.
Hacia adelante: agresividad, intimidad aproximación. Hacia abajo: abatimiento,
empequeñece, resta importancia.
Bibliografía
AGUIRRE, J. M. y BISBAL, M. “La ideología como mensaje y masaje”. Monte Ávila,
Caracas, 1981.

ALCALDE, C. “Cómo leer un periódico”. Edit. A.T.E., Barcelona, 1981.

CAPACHIONI, T. y VIOTTI, J. “Manual de fotografía”. Edit. De Vecchi, Barcelona, 1978.

CEBRIAN HERREROS, M. “La información audiovisual”. Edit. Forja, Madrid, 1983.

CEBRIAN HERREROS, M. “La mediación técnica de la información radiofónica”. Edit.


Mitre, Barcelona, 1983.

ECHEVERRIA, R. y otros, “Ideología y medios de comunicación”. Amorrortu, Barcelona,


1973.

FERNANDEZ, J. “El campo semántico y comunicación”. Planeta, Barcelona, 1977.

FOTOS. Enciclopedia Salvat, 1984.

FRANCOIS, F. y otros, “Lenguaje”. La comunicación. Edit. Nueva Visión, B. Aires, 1973.

METZ, Ch. y otros, “Análisis de las imágenes”. Tiempo Contemporáneo, 1972.

ROVERS, XV. “Prensa, radio y televisión”. Edit. Pax, México, 1979.

SCHOWOEBEL, J. “La prensa, el poder y el dinero”. Dopesa, Barcelona, 1971.

TORAN, L. “La información en TV”. Edit. A.T.E., Barcelona, 1982. KAPLUN, M.


“Producción de programas de radio”. CLESPAL, 1978.
Sexta unidad
COMUNICAR LO CONTEMPLADO
6.1 Introducción
6.2 Objetivos
6.3 Cuestionario inicial
6.4 Contenidos
6.4.1 Predicación y medios de comunicación
- Las fuentes
- El emisor
- Los mensajes
- Los perceptores
- Medios de comunicación y medios de predicación
- No a la improvisación
- También a la familia dominicana
6.4.2 Utilizar los medios de comunicación
- Es necesario cambiar de actitud
- ¿Qué medios?
- Formación de dirigentes
- Los medios
- Medios técnicos en las iglesias
- Breve examen de eficiencia
6.4.3 Liturgia y comunicación
- Nuestra legislación
- La liturgia es comunicación
- Cuestionamientos personales y comunitarios
6.4.4 Relacionar “ministerio de la palabra” y “comunicación”
- Exigencias fundamentales
- Según las enseñanzas de la Iglesia
- Planificación
6.4.5 Seleccionar razones para la denuncia profética sobre los medios de
comunicación
- Bases doctrinales
- Es un carisma comunitario
- ¿Qué denunciamos?
- A dos niveles
- No olvidar al perceptor
6.4.6 Relacionar familia dominicana y MCS
- La familia dominicana
- ¿Qué pueden ofrecer los religiosos?
- ¿Qué pueden ofrecer los Laicos?
- ¿Qué pueden ofrecer las religiosas?
- ¿Qué podemos hacer juntos?
6.4.7 ¿Qué hacemos, en Latinoamérica, en medios de comunicación
social
- Introducción
- Boletines, publicaciones de la Orden, colaboraciones en los
medios de comunicación
- Los medios de comunicación
6.4.8 Centro dominicano para los medios de comunicación social
- Las funciones del Centro Dominicano para los MCS
- Posibilidad de centros dominicanos regionales para los MCS
- Los centros regionales en Latinoamérica
- Los objetivos iniciales
- La estructura
- Funciones por niveles
- Las personas en la estructura
- Los recursos en la estructura
6.5 Lecturas de apoyo
6.6 Actividades complementarias
6.7 Auto evaluación
- Preguntas
- Respuestas
6.8 Bibliografía
6.1 Introducción
Denominamos comunicación intrapersonal a la relación que se da, en cada
persona y su entorno personal; es el hecho de recibir informaciones, interpretar y asimilar
interiormente. Es el contemplar, tan característico y propio de la Orden de Predicadores.

Pero con una finalidad muy demarcada por nuestra misma legislación: debe
referirse a la comunicación hacia fuera, hacia la predicación. Contemplar para ofrecerlo a
los demás. No nos podemos apropiar del resultado de nuestras reflexiones. La obligación
de ponernos en acto de comunicación es exigente para todo dominico.

Los medios de Comunicación son útiles para la predicación, no cabe duda; hay
una estrecha relación entre MCS y predicación.

Después de estudiar los diferentes lenguajes de los MCS es necesario llegar a


tomar una decisión sobre la utilización de los medios específicos, los más aptos. La
liturgia puede ser un primer momento, muy próximo a nosotros: es factible, necesario, el
utilizar las técnicas de comunicación en nuestros actos litúrgicos. Del mismo modo es
conveniente desglosar los contenidos del “Ministerio de la Palabra” (acción pastoral) para
examinar en qué podemos utilizar las técnicas que ofrecen los MCS en relación al
ministerio directo.

De nuestros análisis comunitarios, sobre los MCS, no es difícil conseguir hechos


específicos que merecen ser denunciados públicamente: ¿cuál debe ser la actitud del
dominico? Porque la tradición de la Orden ha estado siempre en la línea de predicar la
Verdad. Ante la “verdad de los hechos”, ¿debemos callar?

Ofrecer a otros lo contemplado: El primer público, porque son los más próximos
será la Familia Dominicana.

No comenzamos de cero. Los dominicos trabajamos en los Medios de


Comunicación Social, los utilizamos para predicar, para ofrecer el mensaje evangélico. En
otra Unidad tendremos ocasión de contemplar una visión, aunque muy rápida, sobre qué
hacen los dominicos en Latinoamérica.

En esta unidad hemos elegido unos objetivos, evidentemente hay otros temas, de
por sí sugestivos y que pueden reclamar nuestra atención. El espacio nos limita. El
problema de selección tiene una fácil solución, dada su imaginación: Tome los temas que
usted considera importantes o interesantes para su comunidad: contemple el tema
(estudiar, reflexionar, analizar) y ofrezca a los otros lo contemplado.

Para ofrecer, y ofrecer con eficacia, necesitamos una organización a diversos


niveles: (Presentamos una estructura organizativa.
De modo gráfico vemos de esta manera los objetivos generales:

Utilizar los Liturgia y


Relación MCS Comunicación Ministerio de
MCS y la palabra
predicación (Pastoral)

Comunicar lo
Otros contemplado La denuncia
temas profética

El Centro Con la familia


Dominico para ¿Qué dominicana
los MCS hacemos?

6.2 Objetivos
1. Relacionar MCS y Predicación

2. Utilizar los MCS.

3. Relacionar Liturgia y Comunicación.

4. Relacionar “Ministerio de la Palabra” y “Comunicación”.

5. Seleccionar razones para “denuncia profética” sobre MCS.

6. Relacionar Familia Dominicana y MCS.

7. Reflexionar sobre lo que hacemos en MCS.

8. Proponer una estructura latinoamericana para los MCS en la Orden.

6.3 Cuestionario inicial


1. Diseñe un esquema gráfico donde se relacionen los ELEMENTOS DEL
PROCESO DE LA COMUNICACIÓN y el lema de la Orden: “Contemplar y dar a
otros lo contemplado “.

2. Enumere cinco medios técnicos que pueden ser utilizados en nuestras iglesias.
3. Aporte, por escrito, tres razones “para denunciar públicamente en estos
momentos, a los Medios de Comunicación Social.

4. Escriba una razón por cada uno de los temas que se le proponen:
a) ¿Qué pueden aportar los religiosos dominicanos para coordinar trabajos
apostólicos en MCS social dentro de la Familia Dominicana?
b) ¿Qué pueden aportar los seglares?
c) ¿Qué pueden aportar las religiosas?
d) ¿Qué podemos aportar todos juntos, como Familia Dominicana?

6.4 Contenido
OBJETIVO No. 1 Predicación y medios de comunicación

Vivimos en comunidad para comunicarnos, para estudiar, para participar,


prepararnos, en definitiva, para predicar. La predicación: objetivo final de la Orden, porque
“fue instituida específicamente desde el principio para la predicación y la salvación de las
almas” (LCO 1,11).

Volvemos a retomar el esquema de la comunicación; nos sirve para reflexionar,


puesto que el proceso es el mismo, sobre la predicación, es decir, la comunicación de la
palabra de Dios.

1. Las fuentes

Todo un inmenso campo para la reflexión del Predicador. No es el momento,


tampoco podemos detenernos. Utilizamos años de formación alrededor de este primer
momento. Ningún comunicador desconoce las fuentes. LA PALABRA es nuestra fuente:
“Lo primero fue el Verbo y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios”. Somos
predicadores, comunicadores de la Palabra. Santa Catalina de Siena llamaba al ministerio
de la palabra “la administración del Sol”. (LCO, 78-79; 8,81,131).

Junto a la Fuente principal hay otras fuentes secundarias. De ningún modo las
podemos desconocer.

2. El emisor

El Predicador. Y no nos referimos ahora a quien pronuncia un sermón, como


medio exclusivo de predicación. El Predicador en toda su amplitud: El Comunicador, si se
desea especificar, de carácter religioso. No somos conferenciantes de ciencias profanas;
nos servimos de ellas para nuestra finalidad.

Disponemos de normas, orientaciones, leyes constitucionales para definir el perfil


dominicano del Predicador. Disponemos del modelo de “los Predicadores”: el que
“hablaba de Dios o con Dios”, el “Varón Apostólico”, “en medio de la Iglesia”.
La recomendación del Capítulo de Ávila, para no extendernos en la aportación de
tantas recomendaciones: ...sean fieles al Evangelio, compongan su vida según el mensaje
que predican como verdaderos testigos de Cristo, denunciando a la vez los pecados
individuales y estructuras que causan situaciones de injusticia, de violación de la dignidad
y los derechos humanos que tanto se oponen al Evangelio” (No. 32).

3. Los mensajes

Los contenidos del mensaje que ofrecemos, anunciamos, provienen de las


fuentes. Tomamos datos de la fuente y tenemos en mente al perceptor. Así nos
constituimos en puente. El comunicador es un puente desde la fuente al perceptor. Así
adquiere sentido “el ser enviado”, “los mensajeros”, “los portavoces”, el “anunciar en
nombre de otro”, “ser testigos”, etc.

El mensaje, en comunicación (y en predicación), contiene tres partes:

— El contenido: el producto de nuestra reflexión intelectual, el qué.


— El código mediante el cual expresamos.
— El tratamiento, la forma de decirlo.

La reflexión detenida sobre estos elementos del mensaje puede ayudarnos para el
logro de una efectiva comunicación.

Organización de los mensajes

Usted sabe que no se puede decir todo a la vez y de modo atropellado. La


organización lógica es imprescindible. Es una labor personal que se rige por leyes
fundamentales. De modo esquemático lo vemos así:

MENSAJE A 2º

MENSAJE 4º

MENSAJE B 5º

CENTRAL 6º

MENSAJE C 8º


El tratamiento que piensa darle a su comunicación deberá estar en consonancia
con el medio utilizado: No se estructura un sermón lo mismo que si fuera un artículo para
la prensa; un guión radiofónico exige una determinada organización, que será diferente si
debe expresar esos mismos contenidos en una homilía.

El conocimiento de diferentes códigos, apropiados para cada medio, pueden


facilitar la comprensión, no solo del medio en sí, sino también la utilización de ese medio
para expresarse de modo correcto7.

a. Liturgia (ver objetivo No. 3 “Liturgia y Comunicación”)

b. Predicación Oral

“En el proceso de canonización (de Sto. Domingo) se declara que él mismo


predicaba frecuentemente y se esforzaba de todas las maneras posibles en convencer a
los hermanos para que también ellos lo hiciesen. Él los envió a predicar... “(Informe sobre
el Estado de la Orden, Capítulo de Ávila).

La predicación oral es el medio que tradicionalmente hemos utilizado: sermones,


charlas, ejercicios espirituales, homilías; conversaciones directas, diálogos, exposiciones
magistrales, etc8.

c. Escritos

También utilizado ampliamente en la Orden: “Cuidará la provincia la publicación de


libros de gran valor científico, aunque los gastos excedan las ganancias previstas” (LCO
605).

7
No podemos menos de recordar la obra del P, Sertillanges, O.P. “El Orador Cristiano”,
Edit. Studium, Madrid, 1954. En el capítulo V trata de la elaboración del discurso. Propone
el autor: La invención: inspiración inicial, búsqueda de pensamientos, la elección de
pensamientos; la composición: cualidades, orden estático, orden dinámico, el orden de la
caridad; las diversas partes del discurso: el exordio, divisiones del discurso, la peroración;
el desarrollo: formas y tendencias, leyes, los lugares comunes y tropos y figuras oratorias.
Esta obra del P. Sertillanges se la recomendamos vivamente. En un tiempo fue lectura
obligada en varias Provincias de la Orden. Tiene consejos que no han perdido vigencia.
8
Una vez más recomendamos la obra del P. Sertillanges: Ofrece consejos muy útiles
sobre “cualidades necesarias al orador y modos de adquirirlas”: modales del cuerpo, la
buena respiración, la voz (cualidades de la voz, la impostación, cualidades estéticas,
sonoridad, alcance, duración y la resistencia de la voz; sobre formas de emisión de la voz:
articulación, las vocales, consonantes, las sílabas, discurso ligado, la pronunciación.
También trata, a este propósito, sobre el estilo oratorio: recuerda las fuentes de la
elocuencia sagrada, las cualidades del estilo: palabra viva, directa, sobre el lirismo, el
ritmo, las citas, las propiedades del estilo, la moderación, sobriedad, cultivos del estilo y
su perfeccionamiento. Por último ofrece consejos prácticos “durante la acción”:
naturalidad, comunicarse con el auditorio, acción viva, variedad y monotonía, progreso de
la acción, la moderación, actitudes, pronunciación oratoria, los gestos.
El Plan de Estudios de la Provincia de S. Juan Bautista del Perú propone: “No
basta llevar a cabo la promoción sólo del estudio, sino que también se debe promover la
publicación de artículos y obras que expresen el pensamiento actual, la historia de la
Orden y su misión hoy”. “Las publicaciones, su oportunidad y financiamiento, sea de
revistas o libros, se deja a la determinación del Prior Provincial con su consejo, previa
consulta a la Comisión Económica” (No. 43).

En las Actas del Capítulo Provincial de Colombia, se ordena a la Comisión de Vida


Intelectual que presente un plan de publicaciones de la Provincia para ser aprobado por el
mismo Consejo (No. 210). Y en el Estatuto de la misma Provincia: “La edición de libros
será costeada por el Convento o Casa de asignación de su autor; las condiciones que se
estipulen serán aprobadas por el respectivo Superior con su Consejo...” (No. 95).

Las posibilidades que hoy quedan abiertas para “el apostolado de la pluma” son
muchas: artículos para la prensa, noticias que ocurren en la Orden y pueden ser
difundidas por los MCS, colaboraciones en revistas, folletos propios de la comunidad o de
la provincia, etc.

Apreciamos como positivo que en los Centros de Formación Institucional se


tengan cursos de “Redacción”, “Lengua Castellana”, “Redacción y Estilo”, “Lenguaje y
Comunicación”, etc.

d. Radio

Entre los medios de comunicación, el más utilizado por toda Latinoamérica es la


Radio. Tendremos oportunidad de volver sobre el tema.

Indudablemente, es un medio apropiado para la difusión de nuestra predicación.


Por él podemos llegar hasta los lugares más escondidos.

Se impone el tomar conciencia de la utilización correcta de este medio. No


podemos seguir pensando en pronunciar “charlas”, “sermones”, “clases” por radio. Hemos
reflexionado sobre los códigos propios. Un mínimo esfuerzo de quienes utilizan la radio
puede mejorar sus emisiones, ofrecer sus mensajes de modo más atrayente y obligar, así,
a mentener la sintonía.

e. Televisión

Tarde o temprano se impone definitivamente. Es utilizada poco en nuestro medio


latinoamericano. Algunos programas, retransmisión de la Sta. Misa y algunas
intervenciones esporádicas.

Las dificultades pueden provenir de las mismas estaciones televisoras. Por lo


general, es debido a que no presentamos programas de interés. No por el contenido, sino
por falta de habilidad al utilizar todos los códigos que permite el lenguaje televisivo.
También consideramos el tiempo que es necesario invertir para obtener un programa. Se
estima que es tiempo perdido.
La liturgia, la Sagrada Escritura, el arte religioso ofrecen muchas posibilidades
para utilizar los signos y símbolos. Poseemos una riqueza casi inagotable y no la
sabemos utilizar.

Los programas televisivos implican no sólo tiempo, sino también otros recursos
que, para un solo religioso son una tarea ímproba. En televisión, más que en otra clase de
medios, se impone un equipo que trabaje coordinadamente. La comunidad de la Familia
Dominicana, en toda Latinoamérica, tendría en este medio un buen motivo de coordinar
esfuerzos en nuestra región.

f. El arte

¿Por qué hemos olvidado el arte en nuestra Orden? ¿En Latinoamérica?


Apreciamos algunas manifestaciones, algunos religiosos dedicados a ese campo. No
obstante sabemos que no es suficiente. Si estudiamos la tradición y recorremos los
claustros antiguos de muchos conventos, las iglesias, artesonados, pinturas, salas
capitulares y tallas de imágenes religiosas, podremos darnos cuenta del reclamo que ellas
suponen.

Esta perspectiva del arte, medio de predicación, nos la recuerda el Capítulo de


Ávila: “Recomendación: Teniendo presente la tradición artística de la Orden vivamente
deseamos que en alguna de nuestras universidades se organice un Instituto especial, en
el que los hermanos y hermanas de la Orden y otros versados en la materia, puedan
entregarse al estudio y promoción del arte sacro” (No. 113).

4. Los perceptores

El Emisor debe conocer las posibilidades que tiene el Perceptor, para entender el
código utilizado cuando se le ofrecen los mensajes.

Nuestra predicación se dirige a todos los hombres y mujeres. Si deseamos una


cierta jerarquía, el Evangelio nos ofrece esta:

— Los niños y jóvenes: Sabemos que a ellos les falta aún el juicio crítico personal.
Son fáciles de engañar, principalmente por los medios audiovisuales. Muchos de los
mensajes de esos mismos medios están dirigidos a ellos. Ellos pueden ser una opción
para nosotros: Saber explicarles los contenidos que les ofrecen los medios, enseñarles a
leer los medios y comenzar a crear en ellos directrices para aprender a juzgar esos
mismos medios.

— Por aquellos que no han tenido oportunidad de formación y capacitación para la


vida: constituyen un sector muy amplio en Latinoamérica. También ellos son fácil presa de
presiones manipuladoras, de parte de emisores. Se les dirigen muchos mensajes
específicos por los MCS. A ellos no les es fácil diferenciar los múltiples contenidos
connotados que les ofrecen a diario. Son los primeros en quedar encantados, fascinados,
telenarcotizados por el artilugio de la técnica.

— Por quienes son los sujetos de la prioridad “Justicia y Paz” señalada en la


Orden.
— Por quienes en la actualidad trabajan en los MCS: locutores, artistas, escritores
de libros, etc. Ellos pueden ejercer, a su vez, influencia en los Perceptores; ellos pueden
tomar temas humano-espirituales si nosotros los orientamos, si ofrecemos materiales,
posibilidades y asesoramiento; a través de los profesionales podemos llegar a los
perceptores, objetivo final dé nuestra predicación.

— Por los enfermos e impedidos de asistir a las celebraciones litúrgicas: “La


compasión de Domingo ante las necesidades de los hombres (pobres, pecadores,
descarriados, dolientes...) urge hoy la presencia activa de la comunidad dominicana entre
los hombres que se debaten en las fronteras de la muerte” (CG Ávila, No, 22, 1). “La
misión de fronteras exige de nosotros una actitud de profunda compasión hacia la gente,
especialmente, hacia aquellos que se muestran en los bordes de la comunidad humana”
(Ídem, 22, II, 2).

— Por los perceptores, en general, como sujetos de nuestra predicación:

— Los medios transmiten la nueva pluralidad de la vida social, mundo y valores


que se relacionan con los valores y sistemas cristianos. El predicador deberá reconocer
que sus oyentes ya no están abiertos para recobrar y reforzar sus creencias religiosas a
través de los medios tradicionales de predicar y de enseñar”.

“Estos métodos tradicionales han tendido a ignorar la nueva realidad y han


reaccionado ante ellos de modo polémico. Tendrán que reconocer que sus oyentes son
menos abiertos al lenguaje simbólico tradicional” (CG Quezon, No. 28, 6).

Del mismo modo no podemos desconocer el ambiente donde están, los problemas
que les rodean: “Los problemas más dramáticos y urgentes que acosan al hombre
contemporáneo son de carácter histórico. Se refieren a los sistemas, estructuras,
prácticas sociales, políticas y económicas que colocan a una gran masa de hombres entre
la vida y la muerte” (Ávila, No. 22, 1).

5. Medios de comunicación y medios de predicación

La relación es evidente. Por los MCS podemos predicar; podemos evangelizar


esos mismos medios, son un auténtico campo de misión. Un esquema simple nos deja
ver esta relación:
CONTEMPLAR LO CONTEMPLADO DARSÉLO A OTROS
Sagrada escritura Sobre los contenidos Directos: cara
Teología específicos, extraídos a cara
Filosofía de las Fuentes, Pequeños grupos
Otras ciencias formulación de Cátedras.
Documentos Iglesia mensajes de la Conferencias
Documentos Orden. predicación. Púlpito.
Etc. Libros y
Otros escritos.
Etc.

FUENTES

EMISORES MENSAJES MEDIOS PERCEPTORES

Prensa, Cine,
Radio, TV. Cintas
magnetofónicas.
Video-Casetes
Audiovisuales
(sonovisos)
Etc.

6. No a la improvisación

“El estudio, como se practica en nuestra Orden, exige usar de instrumentos


científicos y culturales... Bien temerarios aparecen aquellos que sin apoyo en tales
instrumentos tratan de predicar el Evangelio... otros no parecen preocuparse sino de
cierta superficial y ligera acomodación a circunstancias, que está a perpetua mutuación,
menospreciando así la suprema independencia de la palabra divina... es necesario que el
fraile predicador obtenga, de fuentes auténticas, conocimientos precisos según el grado
cultural de los fieles que escuchan la palabra de Dios” (Ávila, No. 112. 1).

7. También la familia dominicana

Cuando se habla de predicación, algunos pueden pensar que se refiere


exclusivamente a los religiosos. Sabemos que no es así. Y los MCS son un campo
propicio para el apostolado de los laicos dominicos. Para no extendernos en las
aportaciones de citas: “Los laicos dominicanos que frecuentan la universidad sean
formados en el decurso de sus estudios por nuestros frailes para colaborar eficazmente
en las tareas apostólicas, de tal modo que completados sus estudios y obtenidos los
grados académicos puedan ayudar a nuestros frailes en tareas que competen
especialmente a su función de laicos” (Ávila, No. 76).
OBJETIVO No. 2 Utilizar los medios de comunicación

El panorama que nos presenta es amplio. Esta es la nieta: aprender a utilizar los
medios para llegar a mayor número de personas y ser eficaces en la predicación.

1. Es necesario cambiar de actitud

Es la segunda vez que recurrimos a esa reflexión. Es importante para nosotros.


Porque hemos quedado perplejos ante la difusión y propagación de los medios. De la
noche a la mañana nos hemos encontrado con una sociedad saturada por los MCS. Al
inicio no se le dio la importancia que requería, por parte de nuestra legislación; “se
permitía” (es el parecer del C. de Ávila) y, en alguno de nosotros, se produjo una
“reacción polémica” (Quezon City).

Acebes y Domingo nos ofrece un ejemplo de adaptación al medio de predicación:


convencidos de que la metodología de los Legados Pontificios no surtía efecto, no
dudaron en adaptar, nuevamente, “el modo apostólico”. El resultado de esa adaptación,
ese cambio de metodología, somos los frailes predicadores.

Pedro de Córdoba, Las Casas, Montesinos y una pléyade de frailes predicadores,


en Latinoamérica, es otro de los ejemplos que nos atañe más de cerca.

Es necesario sentarnos a reflexionar con seriedad y responsabilidad. No se trata,


lo sabemos, de olvidarnos de los métodos tradicionales, si ellos son eficientes; no se trata
de abandonar métodos y medios que, dirigidos a pequeños grupos, cumplen su función.
Ni se trata, como maliciosamente se afirma, de dejar los libros de teología para “hacer
peliculitas”, “programitas de radio”, “distraer a los fieles con una musiquita”, “poner en
nuestras iglesias esos ruidos atronadores”, etc.

2. ¿Qué medios?

Todos. No cabe la menor duda. No hay medio tecnológico que no podamos


acomodarlo para la predicación, directa o indirectamente. Posiblemente esto sea un reto a
nuestra imaginación apostólica.

Evidentemente no podemos pensar en que todos los dominicos deberán utilizar


todos los medios de comunicación. No es ésa la mente de los legisladores. Sí se nos
urge, como Orden, estar presente en el mayor número de MCS. No tenemos por qué
tener miedo a dejar atrás los medios de predicación que han perdido vigencia por no ser
efectivos. ¿No hemos dejado atrás costumbres, métodos, leyes constitucionales porque,
dado el transcurso de los tiempos, se comprobó que no nos servían? ¿No ha sido esa la
mejor constante, dentro de nuestra Orden, al proponer los cambios mediante los
Capítulos Generales? ¿Para qué está nuestra ley de la dispensa? ¿No hemos tenido que
olvidarnos del latín, en nuestras celebraciones litúrgicas, porque ya no era un medio de
expresión apto para los fieles?

La especialización, como en cualquier otra rama del saber, se impone entre


nosotros.
3. Formación de dirigentes

— Primero nuestra propia formación y capacitación para utilizar los medios:


Formación inicial (durante el período de formación) y mediante la Formación Permanente.

— Al mismo tiempo: formación de dirigentes, promotores, agentes. La Familia


dominicana puede ser un campo propicio. También los grupos de personas,
especialmente los jóvenes, con los cuales tenemos contacto en nuestro apostolado.

“Se han de formar oportunamente sacerdotes, religiosos y también laicos, que


posean la debida pericia en estos instrumentos y puedan dirigirlos a los fines del
apostolado” (“Inter mirífica”, No. 15; “Miranda prorsus, 153 y 154; “Comunio et progressio”,
No. 106 y 111).

— Puebla nos recuerda: “La tarea de formación en el campo de la comunicación


social es una Acción prioritaria. Por tanto, urge formar en este campo a todos los agentes
de evangelización” (No. 1085).

— El Capítulo de Roma: “Ayudar con sus consejos a quienes trabajan en dichos


medios” (No. 260, f.). “Sensibilizar sobre estos medios a todos los frailes, sin excluir a los
de la Curia Generalicia” (No. 261). “Suscitar vocaciones entre los que trabajan en dichos
medios” (No.263, b).

— A nivel provincial, se impone la dedicación de algún religioso que coordine,


promueva. Y esa es la recomendación que han repetido varios Capítulos Generales: “Mas
tratando de evitar que tal género de promotores brille por su inutilidad, ordenamos que las
Provincias se consulten entre sí para instituir promotores nacionales o interprovinciales”
(Roma, No. 263).

4. Los medios

Volvemos a insistir sobre ellos. En el objetivo anterior hemos apreciado unas


perspectivas. Veamos otras posibilidades.

a. Prensa

Uno de los medios más asequibles para nosotros, Lo hemos descuidado.

— Junto a tantas colaboraciones que reciben los periódicos, ¿están las nuestras?
¿Falta de contenidos para escribir en los periódicos? ¿Faltan eventos, acontecimientos
(en la Iglesia y en la Orden)? Entre nosotros, a nivel latinoamericano, hay quienes tienen
formidables destrezas en el manejo de la pluma.

— El asesoramiento: lo vemos en sus dos aspectos. El primero es pedir el


asesoramiento a periodistas profesionales, ellos pueden proporcionar sus consejos, sus
orientaciones; también nuestro asesoramiento a ellos: ofrecerles directrices, ofrecerles
nuestra disponibilidad para leer los contenidos que ellos expresan.
— Proporcionar información: disponemos de informaciones, documentos, sucesos
(a nivel de Orden o de Iglesia) que, en un momento dado, les pueden servir a los
periodistas para sus noticias, sus artículos, sus reportajes. En este sentido también
deberíamos cambiar de actitud: pensamos que “nuestras noticias” no le interesan a nadie,
que no son de actualidad, “nos despreocupamos de lo nuestro”.

— Material que puede ser intercambiado: Producimos algunos materiales útiles


para la prensa, ¿por qué no intercambiar noticias, artículos, etc. para ser difundidos en
cada nación?

Podemos constatar, en son de humildad, que estamos ausentes de los medios


impresos de Latinoamérica.

b. Micro-medios

Los “pequeños medios de comunicación”. Medios utilizados en grupos. No tienen


la complejidad de los “grandes medios de comunicación”. Se pretende con ellos ofrecer
posibilidades de auténticos diálogos entre personas. No importa en qué consistían esos
micra-medios (periódicos murales, pancartas, fotocopias, fotografías, cine-forum, títeres,
marionetas, comentarios a discos, cintas grabadas, programas de diapositivas
(sonovisos), video-casetes, etc.), lo importante es la oportunidad de utilizarlos cara a cara,
donde los intervinientes pueden aportar su juicio crítico, su conocimiento, sus críticas, sus
opiniones.

Estos micro-medios deben evitar, precisamente, todo aquello que masifica:


“unidereccionalidad, verticalismo, manipulación, reafirmación del poder económico,
político y cultural de las élites o grupos privados o gubernamentales que los dirigen,
distanciamiento de los genuinos intereses populares, imposición de patrones de conducta
a través de la propaganda y la publicidad, trasnacionalización en beneficio de centros
imperiales de uno u otro, falta de verdadera participación de la gente común en el proceso
productivo de los mensajes y en el control electivo de los medios, concentración industrial
en perjuicio de una diversificación regional, sectorial, étnico, consumismo comercialista en
unos casos y en otros, autoritarismo del Estado-partido, etc.” (“Comunicación Misión y
desafío”, DECOS-CELAM, Bogotá, 1986, Pág. 96).

Las diferentes Conferencias Episcopales han promovido algunos de estos micro-


medios. Hay Instituciones religiosas que producen algunos de los micro-medios que
podemos utilizar. Y, ¿por qué dudarlo?, podemos producir nuestros micro-medios,
aquellos que necesitamos y pueden ser apropiados dentro del ámbito de la Orden.

c. Audiovisuales (Sonovisos)

En varias provincias han realizado algunos audiovisuales sobre la Orden. Mediante


diapositivas y sincronización de sonido se exponen diferentes mensajes. Es un medio
relativamente barato, fácil de utilizar, apto para reflexionar y promover un diálogo entre los
asistentes. Se puede detener en cualquier momento de la proyección y analizar los
diversos contenidos. Es útil para pequeños grupos. Y esos mismos grupos, con un
mínimo de aprendizaje pueden confeccionar sus propios audiovisuales. También se
puede realizar mediante filminas.
Con el nombre “Dominicos de Venezuela” se han producido y difundido algunos
temas: Sto. Domingo de Guzmán, Carisma de la Orden, Las Hijas de Sto. Domingo, Fray
Angélico, Sta. Rosa de Lima, Sta.. Catalina (Pasión de Iglesia), Historia de la Orden.

d. Video-casete

Comienzan las producciones. Hoy día tenemos muy pocas. En el Capítulo de


Roma se presentó una realización sobre Sto. Domingo. Hay otro sobre Sta. Catalina de
Siena y un programa, producido por la TV alemana, sobre “Evangelizadores-
Conquistadores -

Pero los video-casetes pueden ser un medio apropiado. Los aparatos


reproductores se van multiplicando. Lamentablemente siempre terminamos en lo mismo:
¿quién los realiza, con qué, quiénes están dispuestos a utilizarlos?

Para otros campos existen temas diferentes que los podemos utilizar en nuestras
reflexiones grupales.

e. Teatro

El pueblo latinoamericano tiene unas cualidades excepcionales para escenificar.


Con cualquier motivo se monta un teatro y se representan vidas de santos y próceres, se
dramatiza algún acontecimiento o se pone en escena alguna crítica que el pueblo desea
hacer. Muy apto para escenificaciones de pasajes del Evangelio, algún motivo religioso,
etc.

f. Cine-forum

Alrededor de un tema que se estudia en grupos se pueden proyectar algunas


películas, cortos cinematográficos, video-casete o un programa audiovisual. El análisis de
las realidades, que pueden presentarse, es un motivo de formación.

g. Grabaciones

Son programas grabados para reproducirlos en radio-casete. Presentan los temas


más diversos. Sobre esos temas se abren amplias discusiones de grupo. Por lo general
están confeccionados en base a las técnicas de la radionovela o dramatizaciones que se
presentan para poner en común críticas, proyecciones de algunas realizaciones, etc. En
un tiempo tuvieron, mucho éxito: “Jurado 13”.

5. Medios técnicos en las iglesias

El Documento de Puebla es muy explícito: “Cada Iglesia particular dentro de las


normas litúrgicas, disponga la forma más adecuada para introducir en la liturgia, que es
en sí misma comunicación, los recursos de sonido e imagen, los símbolos y formas de
expresión más aptos para representar la relación con Dios, de forma que se facilite una
mayor y más adecuada participación en los actos litúrgicos” (No. 1086).

Entendemos que Puebla no aboga por la supresión de los signos litúrgicos para
sustituirlos por signos audiovisuales. Los medios sonoros y los visuales están al servicio,
como medios, a la celebración total que se realiza. No se pide que se sustituya la Misa
por una película dicha por el Papa. La función de los medios técnicos se deben valorar,
dentro del contexto y su utilidad, “para la mejor comprensión de las celebraciones -

Determinar en qué ocasiones, en qué momento y qué clase de medios se deben


utilizar en las iglesias corresponderá a los responsables de tales celebraciones.

a. Iluminación

No podemos dudar de la necesidad de tener bien iluminadas nuestras Iglesias.


Algunas veces se puede pensar en los costos de mantenimiento.

Si lo consideramos bien: ni son tal altos y son pagados por el pueblo. De todos
modos, el lugar de nuestro culto merece un esfuerzo. No proponemos que nuestros
altares mayores sean un escenario. Aunque, considerado estrictamente, no podemos
olvidar que los escenarios han surgido de los altares mayores de las iglesias. Los
feligreses que acuden a las iglesias tienen todo el derecho a exigir el poder ver
plenamente. Lo mismo que ven perfectamente el escenario en una representación, en una
conferencia, charla, etc. Uno se puede preguntar el por qué la falta de iluminación debe
entenderse como invitación al recogimiento, o ser signo de espiritualidad.

La iluminación general permite leer a los asistentes. Permite observar las


reacciones (comunicación), gestos, actitudes.

La iluminación de las partes donde se realizan los actos litúrgicos conlleva el


asegurarse de que haya luz suficiente, con sus márgenes tonales suficientes, para que los
asistentes puedan captar mejor, ver mejor y, con ello, mayor participación y atención.

Deberemos reconocer nuestra falta de conocimientos técnicos. El asesoramiento


con un técnico es lo más aconsejable. De todos modos si los responsables de nuestras
iglesias se sientan, donde se sienta el público, no le será difícil comprobar la falta de luz
que, posiblemente, tiene su iglesia.

b. Sonido

Los fieles van a la iglesia para ver, oír y, posteriormente, participar.

— Equipo de sonido: Un equipo mínimo de sonido, para la música y la voz, está


compuesto por el amplificador, por las cornetas puestas en la iglesia y el micrófono. Hay
diversa calidad y los precios varían. El problema que, por lo general tienen las iglesias,
radica en el eco; No están construidas teniendo presente ninguna norma para el
acondicionamiento acústico. Será necesario realizar muchas pruebas antes de colocar las
columnas de sonido. Aunque ya esté realizada la instalación, si no es funcional, no
deberíamos dudar en hacer un nuevo estudio, para ubicarlas en el lugar preciso.
— Utilización de los micrófonos.

Los micrófonos son medios para que, mediante el an4lificador, se difunda la voz.
Su función es la de ayudar a que la voz de quien habla llegue bien a todos los lugares de
la iglesia.

No es para “dominar” la asamblea de fieles; no es para ser más prepotente, ni para


“llenar” la iglesia. No nos podemos servir del micrófono para “tapar” a la asamblea
mientras ésta canta o reza, ni aún con la disculpa de “dirigir”.

Es de muy mal efecto el “jugar” con el micrófono mientras se está hablando; hay
quienes se sienten “seguros” cuando tienen el micrófono en las manos y no se dan cuenta
de los ruidos que producen.

La distancia que hemos estudiado como código tiene aquí su aplicación, según las
funciones: para dar orientaciones, para dirigir la celebración deberá tenerse presente una
“voz natural”, a una distancia natural; hay momentos en los cuales se puede dirigir a la
asamblea en tono más confidencial, más cercano; distancia para la proclamación, para las
diferentes lecturas.

— La música

No nos referimos a la música del órgano o cantos corales.

Música grabada, en cinta o discos. Música que se utiliza para rellenar espacios. La
música, como la palabra, tiene función propia dentro de nuestras iglesias. No es para
sustituir ninguna de las partes litúrgicas. Cuando se pone es debido a la función que
desempeña. En las celebraciones litúrgicas lo veremos en otro objetivo.

Cuando no se celebra ningún acto en la iglesia: Posiblemente este sea el


momento propicio para ofrecer una música de fondo. Muchos van a las iglesias durante el
día y es un motivo de recogimiento, motivación, el poner un ambiente musical:
composiciones de carácter religioso, música de órgano, cánticos gregorianos, etc.

c. La imagen

En algunas iglesias se proyectan, en la pared o en una pantalla, la letra de los


cánticos. La asamblea los sigue con facilidad.

Hay quienes se sirven de imágenes fijas, adaptadas a las canciones o a algunos


momentos especiales de la celebración: después de la comunión como tiempo de
reflexión, después de la predicación de. la homilía.

Para las misas especiales de niños se utilizan afiches, carteleras o proyecciones


de diapositivas.

También la imagen tiene su función específica en relación a las celebraciones que


se realizan en las iglesias. Por lo general se le asigna una función catequística, no
litúrgica.
De todos modos, la imagen ha tenido siempre un lugar preeminente en la Iglesia:
no importa que sea de escayola, de madera o en diapositiva. Toda imagen, por sí misma,
es expresiva y, no lo podemos olvidar, nos expresamos por medio de ella. El problema
radica en la falta de técnica en la presentación, en la falta de gusto estético o criterios de
selección. La imagen, como el sonido, no es para rellenar espacios y, menos, rellenar
espacios sin calidad, distorsionadas, no acordes con lo que deben representar. La
presentación de imágenes en la iglesia, y fuera de ella, es un arte. Y no todos somos
artistas. Pero si’ se puede consultar con técnicos que saben muy bien su oficio.

d. Los audiovisuales

No faltan las experiencias, con mayor o menor éxito.

— Durante las celebraciones: Un audiovisual no es para sustituir una homilía.


Son utilizados en su carácter de catequesis: antes de comenzar la Misa se ponen
programas de formación litúrgica, sobre algún tema tratado en el Evangelio del día, como
complemento de los temas centrales de la celebración, etc.
Hay experiencias: durante la comunión y momentos posteriores, después de la homilía
(para reafirmar gráficamente contenidos expuestos), antes de la celebración de bautizos o
confirmaciones.

— Catequesis de niños. La experiencia es amplia. Muchas clases de catecismos,


también para adultos, se realizan mediante programas seleccionados, como parte
integrante de la educación religiosa. Dependerá todo del responsable y de su planificación
de la catequesis.

— Una experiencia muy digna de tener presente: Nuestras iglesias permanecen


abiertas en gran parte del día. El público acude para hacer visitas, muchas veces por
simple curiosidad. En este momento se puede utilizar algún audiovisual para impartir una
breve catequesis. Una pantalla, o en la pared, un proyector de diapositivas y un
reproductor son suficientes. Programas de unos diez minutos. Las posibilidades son muy
amplias: diversos temas de actualidad religiosa, la vida del santo del día, temas generales
de formación humano-religiosa. Cada mensaje se repite a la media hora, una hora. Las
personas atienden, tal vez por lo novedoso. Indudablemente se llevan el mensaje.

Hay programas ya realizados, otros que se pueden adaptar y, sin duda alguna,
muchos que se pueden realizar con un mínimo equipo.

6. Breve examen de eficiencia

El tema de este objetivo es amplio y muy práctico. Merece nuestra reflexión


dirigida a la aplicación. No es autoevaluación, simplemente unos interrogantes para tener
en cuenta las posibles respuestas:

— ¿Organizamos nuestros mensajes-contenidos de modo lógico, secuencial?

— Cuando hablamos por micrófono: ¿nos escuchan?, ¿dejamos a la asamblea


que sea ella la protagonista?, ¿utilizamos el micrófono como el centro de dominación de
la asamblea?
— Si los MCS utilizan técnicas de brevedad, son concretos, evitan tantos epítetos,
etc. ¿qué aplicación hacemos nosotros de esas técnicas, ya comprobadas, para la
eficacia del mensaje?

— Deseamos ofrecer muchos contenidos, con el deseo elogiable de dar una


formación amplia, pero, ¡nuestros oyentes tienen capacidad para retener tanto, en tan
corto tiempo?

— ¿Predicamos lo que “la gente necesita saber?, o aquello que nosotros


inventamos, sin otros criterios, y estimamos que debe ser eso, y no otros mensajes?
¿Qué conocemos del perceptor? Porque las agencias de publicidad sí los conocen muy
bien.

— ¿En qué criterios objetivos nos apoyamos para decirnos “que lo hacemos muy
bien”?

— Cuando usted ha improvisado una homilía, ¿qué sensación objetiva le queda?

— Cuando la gente dice que los “sermones son aburridos”, ¿qué mensaje se pueden
llevar?

— ¿Ha pensado usted alguna vez en los ruidos que, como emisor, pueden interferir en su
propio mensaje?

— ¿Sigue pensando que es lo mismo hablar desde el púlpito que por Radio o
televisión?

OBJETIVO No. 3 Liturgia y comunicación

1. Nuestra legislación

a. Nuestra Constitución

“...fervorosos en la celebración común de la liturgia, principalmente de la Eucaristía


y del oficio divino, y en la oración... Todas estas cosas no sólo contribuyen a la gloria de
Dios y a nuestra propia santificación, sino que sirven también directamente a la salvación
de los hombres, puesto que conjuntamente preparan e impulsan a la predicación, la
informan y, a su vez, son informadas por ella” (LCO, 1, IV).

— “Conviene que, al menos, se cante alguna parte del oficio divino, de modo
particular aquellos elementos que por su índole especial requieran el canto” (LCO, 65).

— “Tengan los frailes un cuidado especial de la homilía y demás modos de


predicación que, unidos con la oración litúrgica y los sacramentos, penetran más
íntimamente en la vida de los fieles” (LCO, 124, II).

— “Sean nuestras iglesias centros de predicación, de vida litúrgica, de comunidad


cristiana y de irradiación apostólica” (LCO, 126).
Hay un marcado interés de las Constituciones para que la liturgia sea, de modo
efectivo, un medio de comunicación para la asamblea (LCO, No. 56, 58, 61, III).

b. Los Capítulos Generales

— “Nuestra vida litúrgica, elemento esencial en la tradición de la Orden desde su


origen, significa una función beneficiosa para toda la Iglesia; no se ordena únicamente a
nuestra propia salvación, sino a la santificación común, puesto que se convierte en signo
y fermento de la caridad de la Iglesia” (Bogotá, No. 276).

— “Traigamos nuevamente a la memoria que fue voluntad de N.P. Santo Domingo


el considerar la celebración comunitaria de la liturgia como uno de los ministerios
principales de la Orden” (LCO 57). “Ella es centro y corazón de toda nuestra vida,
principio de unidad, fuente de predicación y medio en el que contemplamos el misterio de
salvación” (W. No. 52.4).

2. La liturgia es comunicación

Para ampliar la reflexión usted deberá estudiar la “Constitución sobre Sagrada


Liturgia”, Concilio Vaticano II.

a. Es ciencia y es arte

Varias ciencias humanas se ven involucradas en el acto litúrgico. Están presentes


las diferentes técnicas de hablar, gestos, cánticos, organización, música, movimientos
rítmicos, animación de grupos, etc. Cada una de esas artes implica, a su vez, ciertas
técnicas, Nosotros, profesionales de la liturgia, no podemos desconocerlas. Una ciencia
que nos enseña a comunicarnos mediante signos. Es necesario conocer bien el mensaje
para explicarlo, expresarlo, mediante los signos que comprenden los fieles. ¿De qué nos
sirve realizar gestos, movimientos, ofrecer signos, etc. si la gente no los entiende? Le
estamos hablando en un código que no comprenden. Algunas veces uno puede
preguntarse si el mismo sacerdote conoce el significado de los signos que realiza. Es
ciencia teológica porque intentamos expresar contenidos revelados; y lo hacemos,
debemos hacerlo, mediante los signos de comprensión al modo humano; por ello
deberemos utilizar los medios, las técnicas que nos ofrecen las ciencias humanas:
antropología, historia, semiología.

“La liturgia está compuesta de signos que ya de por sí tienen un valor


comunicativo; ella crea una asamblea en la cual la comunicación entre los miembros y
con Dios es posible. La pastoral litúrgica mantiene, necesariamente, un continuo esfuerzo
de adaptación para responder a las verdaderas necesidades de la asamblea celebrante”9.

9
“Comunicación, Misión y Desafío”, Decos-Celam, Bogotá, 1986, Pág.. 247. Aunque resumimos
las ideas centrales le aconsejamos su lectura.
b. Signo

Todo lo que se realiza durante la celebración tiene carácter de signo. Nos


comunicamos por medio de signos, siempre. “No sólo suponen la fe, sino que a la vez la
alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman
sacramentos de fe... Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan
fácilmente los signos sacramentales... “ (“Sacrosanctum Concilium”, No. 59).

c. Palabra

El signo comporta siempre una acción interpersonal con miras a la comunicación


humana. Cuando hablamos de signos litúrgicos se debe hacer referencia a los símbolos
que transmiten realidades salvificas: Es el hombre total quien debe estar presente en el
rito, porque en la asamblea litúrgica se establece una comunicación de fe. Por esto
mismo, la asamblea de fe es interpelación a toda la comunidad fraterna, solidaria en el
amor. Es toda la comunidad cristiana la que queda comunicada, por los valores, las
acciones, los contenidos, etc. que se ponen en común. Cada participante, mediante los
signos que se realizan, tiene y ofrece su propia respuesta.

— La palabra ocupa un lugar privilegiado entre todas las formas de comunicación,


hasta hoy nos ofrece las mayores posibilidades. “No es casualidad que la Palabra se haya
hecho carne”.

— La palabra es, primeramente, palabra hablada, el lenguaje oral. Por ser la


liturgia una acción del pueblo, de la asamblea de fieles, los textos son soportes, subsidios,
instrumentos. Los textos de la Sagrada Escritura ocupan el lugar preeminente, sobre todo,
en el acto de la “proclamación”.

— Para la ejecución de un rito no es suficiente un texto, se impone el gesto oral,


donde el texto adquiere su verdadera comunicación humana “para toda la asamblea”.

— Hablar es, ante todo, establecer contacto, sin lo cual no se obtiene verdadera
comunicación humana. La liturgia nos ofrece muchas manifestaciones: saludo, despedida,
diálogo.

— La palabra ejerce su poder comunicativo, de modo expreso, en la información,


en la transmisión de contenidos: anuncio, catequesis, instrucción, lecturas, etc.

— El emisor y el perceptor deben estar motivados: Es la primera condición para


establecer la comunicación, la participación. Debe existir un mutuo acuerdo, no solo en el
código, sino también en una actitud recíproca, confianza, intereses comunes, búsqueda
de soluciones, etc.

— Las instrucciones del emisor le van a servir al perceptor para descodificar los
mensajes. La asamblea seguirá las instrucciones: un nuevo campo de reflexión sobre
nuestras instrucciones, orientaciones, admoniciones, etc.
d. Música

Hay muchos que añoran, en nuestras iglesias, las grandes composiciones


musicales que se ejecutaban en las fiestas principales. La vieja discusión sobre “música
sagrada”, “música religiosa”, música litúrgica”, va quedando en entredicho cada día. ¿Qué
criterios objetivos debemos tener, para dar un calificativo a la música?

Sabemos que, al menos, la música debe estar en función del texto, Es la “función
ministerial”. Como toda función, debe expresarse en algo efectivo, útil, si sirve para lo que
se hace y se dice en la asamblea. En una palabra: la música en función de lo “auténtico”,
no de lo “bello”.

Corresponderá a quien sea’el responsable de la asamblea litúrgica tomar


decisiones sobre la clase de música, los momentos, la función que debe desempeñar:
fondos musicales, entradas, acompañamiento, momentos de reflexión, etc.

e. Canto

También hay quien añora los cánticos solemnes, el canto gregoriano. Hoy se tiene
presente, como criterio, la participación de la asamblea. A la asamblea, no se la puede
limitar al simple papel de espectador.

El canto es un elemento esencial en las celebraciones. No es simple adorno o un


elemento para distraer a los participantes.

El canto, para la liturgia, es la palabra plenamente expresiva, llena de sentimiento.


Mediante la palabra cantada se expresa una acción comunicativa. La palabra se torna
sonora, musical. Nos comunicamos por medio de los dos códigos: el musical y el oral.

“Foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que en los ejercicios
piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas, de acuerdo con las normas y
prescripciones de las rúbricas, resuenen las voces de los fieles” (Sacrosanctum
Conciliuni”, No. 118).

f. Templos

“También el arte de nuestro tiempo y el de todos los pueblos y regiones ha de


ejercerse libremente en la Iglesia... Al edificar los templos, procúrese con diligencia que
sean aptos para la celebración de las acciones litúrgicas y para conseguir la participación
activa de los fieles” (SC. No. 123 y 124).

Nadie puede dudar de que el ambiente, el espacio, la arquitectura, etc. contribuyen


poderosamente al acto comunicativo. Para los cristianos siempre fue esencial el
encuentro. La “casa de Dios” fue el lugar de ese encuentro “para celebrar, a su vez, el
encuentro con Dios“.
g. Silencio

Tanto la sonoridad, como el silencio, ¿quién lo duda?, juega su papel primordial en


las celebraciones litúrgicas.

h. Códigos icónicos

En su reflexión no puede olvidar el arte: pintura, escultura. Las imágenes son los
signos elocuentes que comprende la asamblea.

i. Los objetos

Los objetos que hay en las iglesias no son simples adornos: son signos para
expresar alguna clase de mensajes: por lo que representan, por el modo de utilizarlos, el
modo de ser presentados, su misma conservación. Los objetos, en la liturgia “dicen algo”.
Deben decir algo. Y nuevamente nuestra inquietud: ¿Siguen diciendo algo, para los fieles,
los objetos que utilizamos? ¿Simples objetos sin mensaje religioso?

j. Vestidos

Nos comunicamos por medio de la forma de vestir. Y por los colores que tienen los
vestidos; mediante ellos significamos las diferentes festividades, tiempos litúrgicos.

k. Los gestos

Gestos realizados con espontaneidad, sin fingimiento, sin “rubricismos”. La “verdad


del gesto” es lo verdaderamente significativo.

1. Respuesta de la comunidad

La liturgia se abre a la realidad de la propia vida. Como acto comunicacional debe


haber una respuesta de los perceptores. Respuestas que, por su parte, también son
significativas: canto, participación en la música, respuestas directas, etc. Respuestas que
se proyectan, posteriormente, en los actos de vida. La verdadera finalidad de la liturgia es
el compromiso y voluntad sincera del cambio personal y comunitario. La liturgia, en su
sentido pleno, es liberación: no podemos darnos el abrazo de paz sin cuestionarnos sobre
nuestras relaciones en justicia, en solidaridad, en paz.

2. Cuestionamientos personales y comunitarios

Nuestra vida de comunidad se proyecta a la comunidad cristiana, de modo muy


especial, mediante las celebraciones litúrgicas. No podrá faltar la revisión de este campo
apostólico.
1. Revisión de aspectos materiales: revisión del equipo de sonido, la iluminación
de nuestros templos, limpieza, etc.

Revisión de los ornamentos sagrados que utilizamos, los objetos, vasos sagrados;
posiblemente, por el uso diario, por la costumbre de utilizarlos todos los días, no nos
damos cuenta que el tiempo los deteriorá, los envejece.

2. Preparación de las homilías: nuestra función, como comunicadores de la


palabra de Dios: enseñar, informar, educar, orientar, llegar a conclusiones prácticas que
puedan ser motivos de reflexión “para la vida”.

3. Revisión sobre las lecturas: quién debe realizarlas, el modo técnico de


realizarlas lo mejor posible, saber darles el sentido que tienen, etc.

4. Preparación de nuestras propias fiestas de los santos de la Orden.

5. Preparación de actos especiales propios: Tomas de Hábito, Profesiones y


Primeras Misas. Son momentos apropiados para ofrecer explicaciones de nuestra liturgia,
de nuestras ceremonias, de nuestros signos dominicanos. No deja de ser una gran
oportunidad para promoción vocacional.

6. Lo mismo que las Constituciones nos piden que nuestros conventos sean
“lugares de predicación”, nuestras iglesias deberían ofrecer a los fieles “el lugar de la
sagrada comunicación litúrgica”.

7. Los fieles que acuden a nuestras iglesias.: ¿en qué conocen que son iglesias
dominicanas?; ¿el público nos reconoce, en nuestras iglesias, como comunicadores?

8. ¿No estaremos olvidando nuestra historia, en liturgia?... no se caiga en el olvido


(nuestros cantos y oraciones) y se pierda para siempre” (W. No. 61).

OBJETIVO No. 4 Relacionar “Ministerio de la palabra” y “comunicación”

Para nosotros “ministerio de la Palabra” se especifica en “predicación”. En nuestra


clave pastoral. Algunos sectores prefieren el término “evangelización” (Evangelii
Nuntiandi). No importa el término que se utilice, el “ministerio de la palabra” es
comunicación (LCO, Cap. IV).

1. Exigencias fundamentales

— Hemos “sido enviados a todos los hombres, grupos y pueblos, a los creyentes y
no creyentes” (LCO, 98).

Labor pastoral: “El ministerio de la palabra es una participación de la función


profética del cuerpo de los obispos” (LCO, 99, 1).

Auténticamente comunicacional:

Debe llegar a todos.


Atender las situaciones y aspiraciones de las personas a las que hablamos.
Establecer con ellas un trato vivo.
Nuestra comunicación debe ser abierta al espíritu de Dios.
Abierta a los corazones de quienes proponemos la palabra, para que
obtengan la comunicación de la luz, del amor y de la fuerza del Paráclito”
(LCO, 99, II).

— No sólo de palabra hablada: ...no sea que destruyan con sus costumbres lo que
anuncian con la palabra” (LCO, 99, II).

— Comunicación que es “ministerio comunitario”, por lo que le incumbe, en primer


lugar, a la comunidad” (LCO, 100). Es decir: a toda la familia dominicana.

— Sin límites en la utilización de los Medios de Comunicación (LCO, 102; 103, 1 y


II).

— Para formar “opinión pública” sobre el Evangelio y la propia Orden (LCO, 104).

2. Según las enseñanzas de la Iglesia

El ministerio de la palabra, en cuanto proyección pastoral, no puede olvidar los


medios apropiados de comunicación humana. Es su propio fundamento.

— Pío XII: “...porque dichos inventos tienen un poderoso influjo sobre el modo de
pensar y obrar de los individuos y de la comunidad”.

“Aun hay otra razón por la cual la Iglesia tiene singular interés por los medios de
difusión: porque ella misma, más que ningún otro, tiene mensajes que trasmitir a los
hombres, el mensaje universal de salvación eterna” (Miranda prorsus”, No. 5-6).

— Ecclesiani suam: “apostolado y predicación, en cierto sentido son equivalentes,


la predicación es el primer apostolado. El nuestro es, antes que nada, ministerio de la
palabra” (No. 90).

— Communio et progressio: Le dedica un buen espacio a “los instrumentos de


comunicación social y predicación del Evangelio”
(No. 126-134).

— Puebla: Entre tantos aspectos que nos ofrece: “La evangelización, anuncio del
Reino, es comunicación; por tanto, la comunicación social debe ser tenida en cuenta en
todos los aspectos de la transmisión de la Buena Noticia” (No. 1063).

“Por tanto, la evangelización no puede prescindir, hoy día, de los medios de


comunicación” (No. 1064).

Y esta es nuestra conclusión para la Orden de los Predicadores: Para el ministerio


de la palabra (predicación, en el pleno sentido en que es tomada por las Constituciones y
los Capítulos Generales) no podemos prescindir de los MCS. Y de hecho, los últimos
Capítulos Generales, al tratar del apostolado de la Orden recuerda que, entre las cuatro
prioridades, están los MCS.
3. Planificación

a. Es preocupación de la Orden

Nos recomienda, con sumo cuidado e insistencia, la necesidad de planificar el


ministerio de la palabra. Para llevar a la práctica —pastoral— las diferentes proyecciones
que nos recomienda, es necesario, primero, planificar.

— Determinar el orden de prioridades (LCO, No. 106, 1 y II).

— En diferentes niveles: Orden, provincial, a nivel conventual (mediante los


proyectos comunitarios) (LCO, 107. W. 78).

— No importa la clase de MCS que se utilice: “los frailes deben ejercer la


predicación bajo cualquier forma” (LCO, 106).

— Sin fronteras, a todo el mundo (LCO, Cap. IV, Art. III; Avila, Cap. III)

— “Con espíritu de auténtico diálogo” (Ávila, No. 111)

— “Según el ambiente social” (LCO, 108; W. 17, R. 28.29-37; A, Cap. III).

— “Como auténtico servicio a los hombres” (LCO, 134).

b. Planificación apostólica de los MCS

— “El mundo de hoy y el mundo del mañana mantienen un reto inmenso para la
Iglesia y la Orden. Si la Orden es para servir al mundo de Dios de una manera efectiva,
está claro que es un reto para los dominicos el introducirse en este universo. En pocas
palabras: es imperativo que los hermanos y hermanas de la Orden estén presentes en
este sector clave de nuestro mundo, en el presente y en el futuro”.

“Estamos en presencia de un nuevo tipo de persona, marcada en su presencia,


comportamiento y modos de expresión, por las características que mejor se describen
como “audiovisuales”. La gran mayoría de las personas, en el llamado Tercer Mundo
(donde están localizados más de la mitad de los cristianos del mundo), han estado
expuestos a los efectos de los medios de masas” (Quezon City, No. 2 y 4).

— “Procedan discretamente en la selección de medios que sirvan a las distintas


comunicaciones, eligiendo aquellos que son más aptos a su propia índole personal y a la
mentalidad de los destinatarios, los más convenientes a cada tiempo y ambiente social, o
que proporcionen mayor eficacia en el anuncio del Evangelio” (Roma, No. 260, d).

— “Aplicar los medios de comunicación de masas con discreción crítica y poner al


día el lenguaje de nuestra predicación, capacitándonos para ser verdaderos predicadores
de nuestro tiempo” (Ávila, Cap. Y, II).
c. Conocer el lenguaje, para predicar

Junto al período de formación para la predicación, se nos propone el estudio del


lenguaje de los medios:

— “Los medios de comunicación están realizados y expresados en una nueva


forma de lenguaje. En él se da preeminencia a la imagen, al sonido, a las informaciones
rápidas y a las consignas (slongasn)”

“Se trata de un lenguaje total, el cual se dirige no solo a la inteligencia del hombre,
sino también envuelve inmediatamente a las facultades de la imaginación, sentido y
emoción del ser humano. Al mismo tiempo nos envuelve en una explosión cultural, todo lo
cual nos llama a reflexión inmediata hacia los objetivos y a los valores universales”
(Quezon City, No. 28. 3).

“Viéndolo simplemente, en función del apostolado, es cuestión de aprender el


lenguaje, de estar presente en un nuevo mundo cultural, inclusive antes de enfrentarse a
la tarea de dirigir al hombre contemporáneo, a través del uso de los medios más
accesibles y disponibles. No es cuestión únicamente de saber cómo utilizar nuevas
técnicas y nuevos aparatos” (Ídem, No. 28, 5).

d. Reconocerlos como campo de misión

Insistimos, una vez más, sobre ese aspecto:

“La nueva generación en la sociedad industrializada del Oeste ha tenido una


formación basada íntegramente en la televisión, en lugar de los libros” (QC, No. 28, 2).

“La fuerza misma de estos medios, que permiten a los poderosos oprimir aún más
y reforzar ineludiblemente su dominio, pueden también servir al Evangelio para atraer más
amplia y eficazmente a todas las gentes hacia la libertad de los hijos de Dios” (Roma, 255,
3).

“Las manipulaciones ideológicas a que se prestan tales medios:

a. Los poderes políticos abusan de ellos para oprimir a los pueblos y


someternos a servidumbre;
b. Se obliga a emitir las informaciones de tal modo que siempre sean en
favor de las partes dominantes;
c. puede acontecer que se promueva por esos medios cierto consumismo,
que inspire en las metas humanas ídolos siempre nuevos y proponga
necesidades inauditas, con degeneración de la naturaleza humana” (Roma,
255, 2).

e. Proyección apostólica

— Indudablemente para la predicación directa.


— Dado el análisis de los medios en general, y de cada uno en particular, se
obtienen datos para nuestra denuncia profética sobre los problemas que en sí tienen y los
problemas que causan a los perceptores.

— A la Familia Dominicana: capacitación sobre los medios de comunicación social,


enseñarles a leer los medios, propiciar reuniones de análisis sobre ellos, etc.

— Formación de agentes, promotores: Sobre todo cuando se dispone de medios


propios (v. gr. Radio), es factible formar un centro de la Orden donde se orienten hacia la
utilización correcta de los MCS, preparación técnica que revierte en los mismos medios
utilizados por la Orden.

— Educación cristiana: Nuestros colegios nos ofrecen una oportunidad única para
formar, capacitar y enseñar a leer los medios, a enseñar a diferenciar los lenguajes, a
tener juicio crítico, etc.

— Disponemos de algunos recursos en Latinoamérica que, bien coordinados y con


buena voluntad, podrían ser potenciados: intercambio de programas, artículos de prensa,
difusión de libros y revistas.

— También existen Congregaciones religiosas que disponen de MCS: podemos


recurrir a ellas no sólo para pedir ayuda, sino también para ofrecer nuestros servicios.

— La pastoral de conjunto, en las Diócesis, cada día es una exigencia mayor y los
MOS no están fuera de esa planificación. Es factible nuestra presencia. Algunos religiosos
ya trabajan en esa línea.

OBJETIVO No. 5 Seleccionar razones para la denuncia profética sobre los


medios de comunicación

De la vida en comunidad, vida de oración, estudio y contemplación brota la


necesidad imperiosa de manifestar a otros lo contemplado. Predicar la verdad. La verdad
de los hechos, iluminados desde la perspectiva de la fe. La manifestación de la verdad, a
veces, se torna denuncia. También sobre los MCS. Denuncia basada en los hechos
manifestados en todo el proceso de comunicación social y en los efectos que producen en
los perceptores: “Con ese espíritu evangélico y con esta sólida doctrina debe ir sellada la
predicación dominicana” (LCO, 99, 1).

1. Bases doctrinales

a. “Tenemos como ministerio propio la función profética” (LCO, 1, V.)

b. “Una predicación simplemente teórica y abstracta, una exposición meramente


intelectual de algún sistema no concuerda con el espíritu de Santo Domingo ni es camino
válido para proclamar el Evangelio en el mundo actual” (W. 17, A, 1).

c. “La predicación profética es proclamación, no del propio conocimiento, sino de la


Palabra de Dios... anuncio del Evangelio... (W. Ídem).
d. “Debe proponer, con espíritu abierto nuevas cuestiones propias de estos
tiempos, y buscar, a la luz de la verdad eterna, las respuestas que debemos ofrecer” (W,
Ídem).

e. “Debemos atender diligentemente el clamor de los pobres, oprimidos... Dios nos


habla a través de estos clamores, y también a través del silencio de los que no tienen
voz... “(W. Ídem).

f. El Capítulo de Roma recoge de Puebla: “Develadores intrépidos de la justicia y


mensajeros del Evangelio de la paz” (No. 88).

g. Recuerda el mismo Capítulo el testimonio de los primeros frailes dominicanos


en América Latina: “Ellos, en efecto, “uniendo los derechos y los hechos” definieron la
dignidad de los indígenas, denunciando los abusos e injusticias. .. no dudando denunciar
al opresor... “(No. 89).

h. La defensa de los derechos humanos (QO, 21, W, 22, PL. 239; A. 51) nos exige
reconsiderar los derechos del perceptor: recibir información veraz y oportuna, derecho a
expresarse libremente, derecho a no ser engañado impunemente, a no ser manipulado,
etc., según la Declaración de los Derechos Universales.

i. “Exhortamos a los frailes a que se sirvan de los medios según el carisma de la


Orden para acusar las injusticias, socorrer a los pobres y marginados, clamar en favor de
aquellos que sufren opresión en silencio y promover programas con que se construya una
sociedad conforme al Evangelio” (260, a).

j. “A que denuncien las argucias de todo género, con que se manipulan dichos
medios de comunicación y se abusa de ellos” (Roma, No. 260, c).

k. “Nuestra misión de fronteras exige de nosotros una intensificación del espíritu


profético. Este nos proporciona la confianza de que nuestra misión de fronteras capta el
momento de Dios en la historia. Esta confianza debe ir acompañada por el valor y la
creatividad de los profetas que se mantienen firmes a pesar de la adversidad y los juicios
críticos. La característica del profeta es penetrar la realidad presente y enjuiciarla desde la
perspectiva de la fe” (Ávila, No. 22,11, 4).

l. “El dominico tiene que tener alma de profeta, y el profeta se forma en el


encuentro profundo con el silencio de Dios (Os. 2, 16)” (Ávila, No. 72).

2. Es un carisma comunitario

Porque “el ministerio de la predicación es obra comunitaria” (LCO, 100, 1)

Como la comunidad de Pedro de Córdoba, Montesinos y Las Casas: De la


reflexión comunitaria, con el respaldo de la comunidad, la denuncia valiente que marca los
mejores jalones de nuestra historia en el continente.

Del análisis de los hechos, la reflexión profunda sobre la incidencia de esos


hechos en la sociedad, el predicador tiene una base científica y el respaldo de una
comunidad que vive el Evangelio.
“Nuestra misión de fronteras no es un esfuerzo solitario de individuos aislados. Es
un trabajo comunitario. Por eso exige una disposición para la colaboración, para el trabajo
en equipo, para apoyar el esfuerzo de los demás mediante el interés mostrado, la
animación y ayuda efectiva. ¿Vemos nuestra misión como una tarea comunitaria?” (Ávila,
2211, 6).

3. ¿Qué denunciamos?

Los hechos. Los hechos pasados por el tamiz de la contemplación, en comunidad,


a la luz de los efectos. “No bastan las buenas intenciones, ni aún el movimiento de amor
solamente humano, para que exista un predicador” (Ávila, 72).

Llegados a este punto práctico no nos queda nada más que volver a los diversos
análisis que hemos realizado en otros objetivos. Ahí encontramos algunos hechos, por
demás evidentes, que pueden constituir un primer paso para la reflexión sobre qué
denunciar. (Cfr. Unidad No. 1, Objetivo, 5; Unidad No. 2, Objetivos 2 y 5; Unidad No. 3,
Objetivo, 4; Unidad No. IV, objetivo 3).

4. A dos niveles

No podemos olvidar los dos niveles en los que nos estamos moviendo:

a. Nivel de Medios de Comunicación, en general, ubicados en la sociedad.

b. Nivel de Orden de Predicadores.

No podemos olvidarnos, por lo tanto, de nuestra propia casa.

5. No olvidar al perceptor

¿Quién defiende al perceptor?

Porque los pobres, los oprimidos, los marginados tienen sus defensores. Las
organizaciones internacionales se preocupan de esos sectores de la sociedad. Y lo hacen
muy bien.

¿Tiene usted noticias de alguna organización que clame —aunque sea en el


desierto—, en defensa expresa de los derechos del perceptor? De modo indirecto sobre él
recae alguno de los beneficios que supone el atacar directamente a los dueños de los
medios o a las denuncias sobre los efectos técnicos de alguno de los MCS.

La miseria, total indigencia en su vertiente intelectual, que supone el analfabetismo


icónico, en el cual están sumidos más de la mitad de los pueblo son latinoamericanos (y
eso en cifras optimistas), merece unos minutos de reflexión.

La “masa silenciosa”‘ totalmente dominada por estructuras comunicacionales


injustas, manipuladas, alienantes, ¿no tiene derechos?
La dignidad de la persona, tan proclamada, no se toma en consideración en su
parte más noble: se crean mecanismos de engaño, se la manipula, se la utiliza como
objeto de vitrina, se le atrofia la mente, se le ofrecen valores de pacotilla, se le cierra toda
posibilidad de diálogo, se le arrincona y se le ata a los medios; únicamente se le da la
posibilidad de comprar lo que anuncian insistentemente los MCS.

¿Quién sufre los efectos del pecado social-comunicacional?

¿Quién grita al perceptor anunciándole el peligro que corre?

¿Quién denuncia los hechos y sus consecuencias?

¿La Orden de la Verdad?

Con Fray Pedro de Córdoba, con Las Casas y, específicamente, con Montesinos
podemos preguntar a los dueños de la gran encomienda de los Medios: los perceptores,
“¿no son hombres?, ¿no tienen ánimas racionales?”.

OBJETIVO No. 6 Relacionar Familia Dominicana y MCS

Comunicar lo contemplado a otros. Y estos otros, en la lógica del Evangelio, es el


más próximo, es decir, entre nosotros, los mismos miembros de la Familia Dominicana. Y
esta es una razón, por otra parte, para poner en común nuestros conocimientos, el fruto
de nuestras investigaciones, nuestra vida común. Después de habernos intercambiado,
después de habernos intercomunicado, la proyección de nuestra razón de ser: dar el
mensaje a otros. Juntos, como Familia.

1. La Familia Dominicana

Dos ideas nada más, con la finalidad de advertir la necesidad de reflexionar


profundamente sobre la Familia Dominicana.

— Somos todos: “Frailes, clérigos y cooperadores, monjas, hermanas y miembros


de los Institutos Seculares y Fraternidades sacerdotales y laicos” (LCO, 1, IX). “Todos
somos partícipes de una vocación común, sirve cada uno a su modo a la misión de la
Orden en el mundo” (LCO, 141).

— Ubicados en el tema general de los MOS es buena la ocasión para detenernos,


en revisar, contar lo que tenemos y proyectar para ver qué podemos hacer.

No desconocemos la existencia de un cierto paternalismo de los religiosos hacia


las demás ramas de la Familia Dominicana; esto produce una cierta actitud infantilista
(esperar de los frailes), por falta de ofrecer auténticas oportunidades de participación
activa. Para el apostolado en MOS. no hay hermanos mayores.
2. ¿Qué pueden ofrecer los religiosos?

Los clérigos y los cooperadores disponen de un respaldo comunitario y


organización a distintos niveles locales y regionales. Han tenido el privilegio de disponer,
de muchos años de formación, de estudio, de convivencia, de bienes comunes, etc., de
los cuales, hasta el presente, la Familia Dominicana no se ha visto beneficiada
satisfactoriamente. Los últimos Capítulos Generales han intentado ofrecernos esta
proyección.

a. El fruto de las reflexiones comunitarias: Si debemos ofrecer a otros lo


contemplado, los más próximos son nuestros hermanos. Los demás miembros de la
Familia pueden ser los primeros destinatarios del fruto de nuestra contemplación
comunitaria. Ofrecer los análisis sobre los MOS, ofrecerles las conclusiones a que hemos
podido llegar, saber alertar, saber advertir.

b. Llamarles a participar en las reuniones de la comunidad: No nos salimos del


campo expreso de los MOS. Cualquier reunión que podamos propiciar sobre los MOS;
¿por qué no llamar a los miembros de la Familia? Posiblemente alguno nos pueda aportar
sus conocimientos, sus experiencias. ¿Hay alguno que tiene contacto con algún medio?
Alguno de los laicos pueden ser intermediarios para introducirnos en la prensa, en la
radio, o programas de televisión.

c. Participación en los trabajos que realizamos: Entre nosotros existen medios de


comunicación propios de la Orden; en lugar de preparar a otros se puede llamar a un
miembro de la Familia. La colaboración en revistas, por ejemplo, se nota muy poco, casi
ausente.

d. Respaldo de la comunidad: Lo mismo que se respalda a los religiosos. Alguno


puede pensar los problemas que puede traer el respaldo, por ejemplo, a un dominico
seglar por parte de una comunidad local. Ponemos en duda la formación que le
ofrecemos, el contacto familiar que le brindamos. ¿Qué esperamos si, a la hora de actuar
dominicana-mente, los dejamos solos? Los miedos y temores a que puede llegarse.serán
amplios: los mismos que se pueden esperar de un religioso. De todos modos, como
perspectiva, no puede ser descuidada.

e. Formación práctica, como agentes: El dominico seglar debería ser nuestra


primera preocupación práctica. Dé modo teórico lo aceptamos. No tenemos que ir a la
búsqueda de personal para formar agentes y promotores para el apostolado sobre los
MOS. Los podemos tener en casa. En este sentido se inclina el capítulo General de Ávila
(No. 94, 95 y 96).

También Puebla: “La tarea de formación en el campo de las comunicaciones


sociales es una acción prioritaria. Por tanto, urge formar en este campo a todos los
agentes de la evangelización..... “Especial atención merecen los profesionales de la
comunicación y la formación más adecuada de los que cubren la información religiosa”
(No. 1085). (Cfr. Communio et progressio, No. 64).

f. Con locales, estructuras físicas: Disponemos de ellas en todos los conventos;


suficientes para reuniones de pequeños grupos que deseen reflexionar y estudiar el
ámbito de los MCS, para dictar cursos breves, conferencias, etc. El Maestro General, al
poner como ejemplo a una comunidad, manifestaba la queja de locales cenados,
bibliotecas no abiertas al público, recursos que no se utilizan.

g. Los MOS. propios de la Orden: Puesto que existen, deberemos preguntarnos


sobre las oportunidades de participación que les ofrecemos.

3. ¿Qué pueden ofrecer los laicos?

a. Sus experiencias y conocimientos, sus propias reflexiones personales. Entre los


dominicos seglares hay profesionales que pueden aportar sus juicios críticos.
Posiblemente existan profesionales de los MCS o tengan alguna relación con ellos. Como
padres de familia nos pueden ofrecer sus propias experiencias familiares, efectos de los
MCS sobre la familia, sus hijos, etc.

b. Asesoramiento: Es evidente cuando se trata de profesionales de los MCS. Pero


hay otras ciencias afines a los MOS. Para el análisis de los MCS. en general y de algunos
en particular, sus aportaciones, desde otras ciencias, pueden ser elementos valiosos.

c. Colaboración personal o grupal: Ellos pueden estar conectados con


profesionales de los medios, pueden ser vehículo de nuevos contactos. Pueden formar
grupos de reflexión y estudio sobre los MCS. Son el Medio apto para llegar donde el
religioso no puede llegar o le es más difícil.

Puede colaborar en la redacción de artículos, reportajes, guiones de radio,


preparar material audiovisual.

De modo general, ¿se han preguntado los religiosos si no están subestimados los
dominicos laicos?

4. ¿Qué pueden ofrecer las religiosas?

a. En muchos casos es sorprendente su decidida colaboración personal y


comunitaria.

b. Sus conocimientos, reflexión y experiencias: Las hermanas han obtenido una


formación humano-espiritual envidiable. Ellas pueden ofrecer sus valores, su perspicaz
juicio crítico, su sensibilidad para detectar problemas. Muchas de ellas son profesionales
en diversas ramas del saber, aplicables a los MCS.

c. Muchas de las ramas femeninas poseen colegios: sería un lugar apropiado para
implantar algunos cursos especiales sobre MCS. Sobre todo, impartirles enseñanzas
sobre la lectura de los medios de comunicación social.

d. También ellas poseen locales para reuniones, cursos sobre MCS, etc.

e. No podemos descartar la posibilidad de que alguna de ellas tenga aptitudes


para dedicarse, de modo expreso, a los MCS y que algunas sean especializadas en este
campo.
5. ¿Qué podemos hacer juntos?

No es fácil sentar cátedra a distancia en realizaciones prácticas. La toma de


decisiones deberá realizarse a nivel local o provincial, según el propio ambiente, los
recursos, las disponibilidades de los miembros de la Familia Dominicana. No obstante,
como ejemplo, como posibilidades teóricas, observamos unos detalles:

a. Alguien debe comenzar: Alguien entre nosotros deberá ser el valiente que tome
su decisión, nacida del convencimiento de trabajar en los MCS, que ponga en práctica el
apostolado en este campo. No va a estar solo, indudablemente. ¿No puede ser Ud. que
realiza este curso? ¿Por qué esperar a que otros lo hagan?

b. Concientizar a los que viven junto a nosotros: ¿Por qué no toma su comunidad,
su grupo de convivencia, para expresar todas las inquietudes que han debido nacer en
Ud. durante la lectura de este Módulo’, para realizar las prácticas que se le piden en este
Módulo.

c. Promover una primera reunión: Dado un tiempo prudencial, Ud. y otros que
estén realizando este curso o estén motivados para trabajar apostólicamente en los MCS,
pueden propiciar un primer curso breve. El tema general muy bien puede ser el núcleo
central de este Módulo: “La Orden y los MCS”.

d. Coordinar la Familia Dominicana en lo que se refiere a los MCS para realizar


algo en concreto: charlas de formación, reflexión sobre los MCS, tomar una sección del
periódico local para escribir breves artículos sobre temas diversos, etc. Tomar la decisión
de preparar breves reseñas históricas de los santos de la Orden, sucesos o
acontecimientos de la Iglesia, para ofrecerlo, por lo menos, a los reporteros de RADIO o
TV.

Ponerse en contacto con otros dominicos para intercambiar material ya elaborado,


pedir asesoramiento, ofrecerles informaciones locales, etc.

e. Asistir a cursos sobre comunicación social que se dicten a nivel diocesano o


regional. Hay cursos que promociona el Celam u otras organizaciones, a las cuales
podemos asistir.

f. Difundir: Ud. puede ser un buen promotor. Ud. puede comenzar difundiendo este
curso sobre MOS y la Orden. Este podría ser su campo de trabajo en un primer momento.
Posteriormente, puede reunirse con quienes realicen este curso y sentarse a planificar.

Vemos una cosa muy clara: No podemos seguir como hasta ahora. Una vez más: se
impone un cambio de mentalidad en todos nosotros.
OBJETIVO No. 7 ¿Qué hacemos, en Latinoamérica, en Medios de
Comunicación Social?

1. Introducción

La finalidad de este objetivo no pretende inducir a sentarnos a contemplar lo poco


o lo mucho que los dominicos, como familia dominicana, pueden estar realizando. Nuestra
intención es para que sirva de estímulo.

No podemos desconocer que disponemos de ciertas posibilidades, que hay


religiosos trabajando en el campo de los MOS, que disponemos de medios propios.
También está la posibilidad de abrir nuevos campos de apostolado utilizando los MCS;
también es factible que, algunos religiosos puedan cooperar con aquellos que trabajan a
tiempo completo en esos medios de comunicación.

La información la hemos tomado del catálogo Dominicos en los Medios de


Comunicación, donde puedes conseguir la información completa de toda la Orden.

Por nuestra parte, nos hemos limitado a entresacar lo perteneciente a nuestra


región latinoamericana. Sabemos que no están todos los campos, ni nombrados todos los
medios. En cuanto hemos podido, corregimos algunas fallas u omisiones que aparecen en
ese catálogo. Estamos seguros que se han abierto otros centros, se han desarrollado
otras actividades desde la publicación, en 1983.

2. Boletines, publicaciones de la Orden, colaboraciones en MCS

Por lo general, en casi todas las Provincias, se publican boletines informativos. Su


finalidad principal es la de ofrecer diversas noticias, informaciones propias de la Provincia
y de la Orden a ese nivel local. Estas publicaciones no se distribuyen a otras provincias.
Punto de reflexión: ¿Por qué no realizar un intercambio de estas publicaciones?
Sería un medio apropiado para conocernos y saber qué hacemos.

Se publican revistas, algunas de ellas a nivel latinoamericano, dirigidas al hogar


cristiano, para fomentar diversas devociones, para difundir, por ejemplo, el Rosario. Hay
publicaciones dirigidas a los niños, cartas misionales, hojas parroquiales dominicales o
mensuales. Estas publicaciones tampoco son conocidas fuera de las Provincias que las
publican y difunden.

Merece especial atención, dada su importancia, la Revista CIDAL. No podemos


dudar del beneficio que nos puede traer su difusión entre nosotros. Su objetivo principal
se centra en “Comunicación”, “Información” y “Análisis” de nuestra realidad
latinoamericana: Nos ha faltado calor dominicano para aceptar, de modo generoso, esta
publicación. No obstante las pequeñas críticas que le podamos hacer, la revista Cidal, es
un vehículo de información, un medio para constatar los diversos criterios de enfoque de
la realidad latinoamericana; por medio de ella podemos ofrecernos nuestras actividades
en diversos sectores del trabajo apostólico; al menos, puede ser un reflejo del
“pensamiento dominicano” en nuestra región. Como punto de reflexión: En caso de no
estar de acuerdo con sus delineamientos generales, su tendencia ideológica, su
periodicidad, etc., ¿hemos levantado nuestra voz ante los responsables para intentar que
sea más abierta, que acoja otras tendencias de pensamiento? ¿Qué clase de
colaboración le hemos prestado? ¿Qué deseamos, como dominicos, de esa publicación?
Aunque no sea un consuelo racional: ¿Hemos pensado en la preocupación, difusión y con
el cariño que otras Ordenes religiosas promueven sus publicaciones?

Referente a las actividades periodísticas de los religiosos: Apreciamos un amplio


panorama: Hay colaboración en diarios de cada nación; los dominicos están presentes
como directores, redactores, comentaristas, columnistas. Los temas se extienden desde
los comentarios bíblicos hasta el análisis de la realidad socio-religiosa, sobre temas de
Justicia y Paz, comentarios al Evangelio, presentación de homilías dominicales, etc.

No podemos menos de poner unos ejemplos. Argentina: Se publica un boletín para


niños, Horizontes, un boletín para la familia dominicana, colaboran en la revista Liturgia;
Vida Dominicana, en la ciudad de Córdoba. En Costa Rica: Colaboración con varios
diarios nacionales, publican la Voz de Fátima. En Chile colaboran con el Diario La
Discusión, con comentarios sobre las homilías. Colombia: Publican el periódico Ventas y
otras colaboraciones. Ecuador: Colaboran en la redacción del diario El Mercurio, en la
ciudad de Cuenca; un Boletín dominicano, Carta Misionera, El Comercio, El Tiempo. Los
dominicos de Guatemala publican El Pabellón del Rosario. En Nicaragua: varias
publicaciones, revistas, folletos. En México varios padres son columnistas de varios
diarios: Noticias, en Queretaro; La Jornada, Punto y Excelsior, en ciudad de México; El
Imparcial, en la ciudad de Oaxaca. Los dominicos de Panamá dirigen y colaboran en la
revista Enmanuel. En Perú: Colaboraciones en varias publicaciones de la Capital; en el
diario La Industria de la ciudad de Trujillo. En Venezuela se colabora con el diario La
Religión, se publican reportajes sobre motivos o festividades de la Orden, se ofrecen
noticias a los diarios de la Capital.

La Orden publica varias revistas en la región. Citemos algunas nada más.


Analogía, revista especializada en filosofía, con periodicidad de dos números al año;
Justicia y Paz, se especializa en derechos humanos, con cuatro números al año; ambas
revistas las publican los dominicos de México. Estudios filosóficos y teológicos, publicada
por los dominicos de Buenos Aires. Periódico Ventas, en Colombia. La Universidad Santo
Tomás de Bogotá publica la revista Análisis y Cuadernos de filosofía latinoamericana,
además de otras muchas publicaciones. El semanario religioso Mensaje vicentino, en
Quito. Antisuyo, publicada dos veces al año, sobre temas antropológicos, en Perú.

3. Los medios de comunicación audiovisual

Con el siguiente esquema podremos darnos una idea del trabajo de los dominicos
en la región:

NACIÓN TELEVISIÓN RADIO CIUDADES

ARGENTINA Misa Dominical Buenos Aires


ARGENTINA Comentarios Cierre emisión Mendoza
ARGENTINA Programas Santiago de Estero
ARGENTINA Programa Bíblico Santiago de Estero
ARGENTINA Programas Buenos Aires
BRASIL Programas Paraná
BRASIL Programa diario Paraná
BRASIL Programa semanal Anhanguera
(Continuación)
NACIÓN TELEVISIÓN RADIO CIUDADES

CHILE Programa diario S. de Chile


COLOMBIA Emisora Chiquinquirá
COLOMBIA Programas Bogotá
Rep. DOMINICANA Emisora Seybo
ECUADOR Emisora Baños
ECUADOR Emisora Puyo
ECUADOR Cuenca
GUATEMALA Programa religioso Rosario Guatemala
NICARAGUA Semanal Managua
NICARAGUA Programa diario León
MÉXICO Programas Puebla
PANAMÁ Panamá
PANAMÁ Programa diario David
PERÚ Programas Trujillo
PERÚ Programas Cusco
PERÚ Emisoras Puerto maldonado
PERÚ Emisoras Quillabamaba
PERÚ Emisoras Arequipa
PERÚ Emisoras Lima
PERÚ Lima
Misa dominical
PERÚ (canal 4) Lima
Misa dominical
VENEZUELA (canal 7) Programas diario Trujillo

En Buenos Aires los padres trabajan en la producción de filminas y programas


audiovisuales. En la Universidad Santo Tomás tienen otros programas audiovisuales. En
Perú, Chimbote, se producen programas radiales, educativos y de evangelización
(CINCOS). En Venezuela se producen programas audiovisuales sobre temas específicos
de la Orden (“Dominicos de Venezuela”).

Hay religiosos que trabajan en la producción de algunas películas de cine, ofrecen


su asesoramiento en producciones de Videocasetes y hay otros dominicos que son
profesores de medios audiovisuales en algunas universidades.

Como actividad especial para este objetivo proponemos lo siguiente:

Tome un mapa de América Latina y señale las diversas actividades que realizan
los religiosos sobre medios de comunicación social.

En un segundo momento: Realice una investigación profunda sobre los dominicos que
trabajan en MCS en su Nación, especifique el área, los temas sobre los que tratan, los
medios utilizados.
OBJETIVO No. 8 Centro Dominicano para los MCS

La Orden comienza a tomar conciencia de la necesidad de un Centro Dominicano


para las Comunidades Sociales. Después de alguna insistencia de los Capítulos
Generales, el P. Aniceto Fernández logra poner en funcionamiento dicho Centro. Los
Capítulos de Tallaght (1971, No. 150) y Madonna del Arco (1977, No. 198) ofrecen unas
directrices muy generales. La Orden toma conciencia de la necesidad de un organismo
que uniera en sí todo lo referente a los MCS.

1. Las funciones del Centro Dominicano para los MCS

— En el Capítulo General de Quezon City, los padres capitulares ofrecen la


primera gran reflexión, a nivel de la Orden, sobre los Medios de Comunicación Social.
Dan unas orientaciones generales y se fijan, de modo expreso, en el Centro Dominicano
para los MCS.

Se le asignan estas funciones:

a. Promover informaciones, coordinaciones y diversas comunicaciones entre los


hermanos y hermanas que trabajan en los MCS.

b. Representar a la Orden en organismos internacionales.

c. Debe ubicarse en Sta. Sabina y tendrá la responsabilidad de comunicar noticias


relacionadas con la Orden y la Curia.

— El Capítulo General de Walberberg (1980): “Declaramos como fin bien


terminado y que la institución de uñ nuevo centro dominicano de Medios de Comunicación
Social expresa claramente la política de la Orden respecto a la gran importancia de estos
medios en la actividad de la Orden según viene señalado por los cuatro capítulos
generales precedentes” (No. 30).

— El Capítulo General de Roma vuelve a insistir en las funciones del Centro:


“Recomendamos que el Centro Dominicano para los MCS permanezca en Sta. Sabina, y
que las funciones de su Director sean:

a. Sensibilizar sobre estos medios a todos los frailes, sin excluir a la Curia
Generalicia.

b. Coordinar e impulsar las acciones de los promotores de estos medios;

c. Proponer programas de formación y ofrecer abundancia de instrumentos


pedagógicos y técnicos;

d. Representar a nuestra Orden en los Organismos constituidos para dichos


medios;

e. Ofrecer al Maestro de la Orden, a sus asistentes y demás moderadores de la


Orden, asesoramiento cuando fuera oportuno tratar de dichos medios públicos (v, gr. la
prensa). (No. 261).
2. Posibilidad de centros dominicanos regionales para los MCS

Las estructuras que se creen deben tener mecanismos de ida y vuelta, es decir,
una interrelación funcional entre los miembros que pueden trabajar a diversos niveles.

El Capítulo de Quenzon City había previsto el nombramiento de promotores


provinciales (No. 32). Sería el segundo nivel para las realizaciones prácticas. No debió
funcionar. El Capítulo de Roma lo afirma expresamente:

“Mas tratando de evitar que tal género de promotores brille por su inutilidad,
ordenamos que las Provincias se consulten entre sí para instituir promotores nacionales o
interprovinciales” (No. 263).

Por lo tanto se está proponiendo una estructura intermedia: UN CENTRO


DOMINICANO REGIONAL (interprovincial) PARA LOS MCS.

A este posible centro regional se le asignan, en el mismo Capítulo, las funciones


siguientes:

a. Animar a los hermanos a que, reconociendo la importancia de esos medios,


trabajen gustosos en ellos y a través de ellos, salvadas las reservas antes indicadas;

b. Suscitar vocaciones entre los que trabajan en dichos medios;

c. Atender a que los programas de formación se apliquen de hecho en las


Provincias, mostrándose dispuestos a ayudar en su aplicación;

d. Coordinar el intercambio de informaciones, de programas y subsidios (v. gr.,


casetes, audiovisuales, diapositivas, etc.) (No. 263).

No tenemos ninguna información de que esta estructura, a ‘nivel regional


(interprovincial) se haya efectuado. No obstante, la mentalidad y la dirección aportada por
el Capítulo de Roma se dirige a una regionalización para ser efectivos en el apostolado de
los MCS.

3. Los centros regionales en Latinoamérica

Después de serias reflexiones se llegó a considerar la necesidad de regionalizar la


Orden en América Latina. Así nació CIDAL; México y Centroamérica, región del Caribe,
región del Cono Sur, región de los países bolivarianos.

Dada, por tanto, esa estructura de organización de la Orden, no es difícil pensar en


la posibilidad de aceptar esa regionalización para los MCS.

a. Racionalidad. Una de las características de toda planificación se centra en su


aspecto racional. Unas razones objetivas, evitando sentimentalismos sectoriales; un
análisis de posibilidades, de factibilidad; cuando se tome una decisión deberá estar
apoyada por un estudio serio.
— Las mismas razones aportadas para la creación de CIDAL pueden ser válidas
para pensar en la regionalización de los MCS.

— La dispersión de esfuerzos que se realizan, la multiplicidad de actividades que


se pueden unificar, programas comunes a todas las subregiones que se pueden realizar,
el intercambio de materiales (escritos, sonoros, audiovisuales, etc.) que podemos utilizar,
etc. nos hacen pensar en la falta, a nivel latinoamericano, de un centro coordinador para
toda la región.

b. Eficiencia. La Orden dispone en América Latina de algunos medios propios.


Varias emisoras de radio operan durante todo el día, con programación completa. Otros
religiosos tienen programas: ¿Cuánto trabajo, a qué costo, número de personas
dedicadas a esos medios? Y esto multiplicado por cuatro, cinco o seis veces. ¿No
podemos pensar en la posibilidad de unir esfuerzos, diagramar una buena programación
general para toda la región y dejar los espacios propios y característicos de cada lugar?

— Hay temas universales, regionales que se pueden confeccionar en un centro y


distribuirlo a los lugares donde se dispone de los MCS. Tomamos un ejemplo únicamente:
¿No se pueden confeccionar artículos de prensa, sobre áreas de trabajo de la Orden (o
Iglesia) y ofrecerlo a todas las comunidades dominicas de Latinoamérica para que ellos lo
presenten a la prensa local? En este caso el trabajo a nivel de comunidad se limita a
conectar con los medios impresos locales.

c. Recursos. Estamos acostumbrados a recibir los nombramientos y no se ha


pensado en los recursos necesarios para poder desempeñar bien el oficio.

Los recursos, al menos en personal y de algunos medios ya funcionando, dispone


la Orden de ellos. Evidentemente no son suficientes. Quienes deban tomar la decisión de
estructurar los MCS de la Orden, deberán pensar en los recursos necesarios. Los pocos
recursos de que podríamos disponer, precisamente por la falta de coordinación se diluyen
a niveles locales, se multiplican esfuerzos. En este aspecto también sería una buena
perspectiva: ahorrar, mejorar los recursos para abrir otros campos de acción. El criterio
económico, esa es la verdad, no lo podemos soslayar. Producir más y mejor, al menor
costo, siempre es un ideal de cualquier empresa.

Y cuando se reflexiona sobre recursos, a nivel regional, no descartamos los


recursos de personal: Sabemos que es urgente, según lo pide ya la Ratio Studiorum, la
implementación de cursos sobre los MCS en nuestros estudiantados. ¿Cada provincia
tiene el personal preparado para ello? Sabemos que la ausencia de los dominicos en los
MCS. no puede seguir, nos debemos hacer presentes, utilizar los MCS: ¿con qué
personal? ¿En cada Provincia hay personal para ello? La coordinación de personal, a
nivel regional, es una buena perspectiva de ahorro y eficacia.

d. Posibilidades. El catálogo de dominicos que trabajan en los MCS, de modo


directo o indirecto, nos ofrece una buena panorámica de lo que se hace: Estamos
trabajando, disponemos de personal y disponemos de medios propios. Religiosos que
están en direcciones de revistas, algunos periódicos, directores de emisoras,
colaboradores en TV, profesores universitarios en MCS.

— Disponemos ya de la estructura de CIDAL a nivel subregional: ¿Por qué no


utilizarla? Hemos podido constatar que, en principio, en la mayor parte de los religiosos
comprometidos en el trabajo de los MCS, hay buena disposición de intentar una cierta
coordinación.

— No se trata únicamente de posibilidad teórica, sobre el papel. La existencia de


la estructura funcionando (países bolivarianos, Cono Sur, etc.) abre las puertas para unos
primeros pasos. La tendencia política-económica de la integración latinoamericana, tarde
o temprano, con sus sombras y sus luces, será una realidad. La buena disponibilidad de
coordinación, existente entre nosotros, es otra razón. No puede faltar la consideración de
posibles resultados óptimos que nacerán de saber compartir lo poco o lo mucho que
podemos producir en común.
e. Los problemas. En el análisis de nuestra propia realidad de organización de Orden, en
Latinoamérica, no podemos descartar los problemas existentes. Debemos contar con
ellos. Y no faltarán.

— Un hecho constatado por el Capítulo de Roma es la ineficiencia de los


promotores. ¿Por qué han fallado? ¿Nombrados y no apoyados en su labor? ¿Qué
preparación se les ha ofrecido? ¿Recursos con que han podido contar? El nombramiento
no es suficiente. Siempre será una figura abstracta, si no hay una política comunicacional
(a nivel de comunidad, de provincia o región), si no se sabe qué debe hacer, qué se
espera de él. Y lo peor: después se le pide cuenta de su labor como promotor oficial.

— No será difícil encontrar un cierto egoísmo. Quienes han construido sus propios
MCS: ¿Están dispuestos a compartir, a colaborar? Es posible que se proyecte una serie
de mecanismos de acción, de preparación de programas, de artículos, de entrevistas, etc.
y, quienes disponen de MCS, no les agrade, no estén de acuerdo con las líneas
ideológicas, etc. y se cierren a la colaboración.

— La existencia local de MCS puede generar un deseo de querer ser ellos el


centro, que todo gire a su alrededor; que el modelo que se adopte sea el suyo.

— Recursos económicos: No deja de ser un problema. Quienes trabajan en los


MCS. saben de costos. Quienes no están metidos en esto no tienen ni la menor idea.
Parecen caros. Y lo son. ¿Estamos dispuestos a gastar en MCS, como apostolado, parte
de nuestros recursos económicos?

f. Las perspectivas. Somos muy optimistas. No por la insistencia de nuestra


legislación que nos la impone, y debemos aceptarla, sino también por las posibilidades
que ofrecen los MCS para el apostolado. No importa repetir:

Disponemos de MCS funcionando y funcionando muy bien.

— Muy buena disposición, tal vez por una toma de conciencia que se está
operando entre nosotros a niveles provinciales, para utilizar los MCS.

— Un número considerable de religiosos que ya trabajan de modo aislado en los


MCS.

Entre todos podemos disponer de recursos económicos, tal vez no muchos, pero
suficientes para realizar la experiencia de trabajar juntos.
4. Los objetivos iniciales

¿Para qué unirnos en un Centro sobre MCS?

La finalidad deberá estar muy clara desde el inicio. Debemos saber qué queremos.
Y la finalidad no puede ser decretada. Se pueden tener unas orientaciones generales,
unos principios de los cuales se pueda partir. Pero la finalidad de la estructura, que debe
nacer, tendrá que ser definida por las Provincias o las comunidades locales. No obstante,
en este caminar reflexivo:

— “Coordinar e impulsar las acciones de los promotores (locales) (e. de Roma, No.
261).

— “Proponer programas de formación y ofrecer abundancia de instrumentos


pedagógicos y técnicos” (Ídem).

“Promover informaciones, coordinaciones y diversas comunicaciones entre los


hermanos y hermanas” (C. de Q. City, No. 32).

— “Asesoramientos” (C. Roma, No. 261).

— “Sensibilizar, sobre los MCS, a los hermanos y hermanas” (C. Roma, 261).

— “Suscitar vocaciones entre los que trabajan en esos MCS” (Roma, 263).

— “Intercambiar informaciones, programas, etc.” (Roma, Ídem).

— “Representar a la Orden” (QC, 33; W. 30; R. 261).

— “Organizar cursos” (QC, 32; R. 261; A, 72,11).

5. La estructura

No podemos multiplicar los entes. Es el viejo adagio escolástico.

Disponemos de la estructura organizacional de CIDAL, por ejemplo.

Dentro de ella, como un departamento (lo mismo que está diseñado para “Justicia
y Paz”) puede funcionar una sub-estructura de MCS.

Apreciamos unos niveles operativos, funcionales, que deberán obedecer a los


objetivos específicos, marcados por las finalidades que, en definitiva, se les asigne de
común acuerdo por quienes tengan la responsabilidad de tomar las decisiones.
Los niveles, de modo gráfico, los vemos así:

CIDAL

JUSTICIA Y PAZ MEDIOS DE COMUNICACIÓN S. …

PROMOTOR: PROMOTOR: PROMOTOR: PROMOTOR:


MEXICO-AMERICA C. CARIBE CONO SUR PAISES
BOLIVARIANOS

PROVINCIAL PROVINCIAL PROVINCIAL PROVINCIAL


VICARIAS VICARIAS VICARIAS VICARIAS

COMUNIDADES COMUNIDADES COMUNIDADES COMUNIDADES

6. Funciones por niveles

Las funciones, según niveles, deberán fijarse. Algunas ya vienen propuestas por la
legislación de los Capítulos, como hemos apreciado anteriormente.

Evidentemente no se trata de suprimir o disolver los MCS ya existentes en los


diversos niveles. La organización jurídica, la organización que ya tienen, según las
provincias, etc. deberá quedar igual. Es la base del funcionamiento práctico de la
proposición que ahora se hace.

a. Nivel Regional América Latina (CENTRO DOMINICANO PARA LOS MCS/AL).

— Definir políticas, estrategias, etc. sobre MCS de la Orden en


Latinoamérica.
— Recibir y distribuir informaciones.
— Asesoramientos.
— Dictar cursos especializados.
— Supervisión: visitas, animación.
— Coordinar: a nivel de Orden (Roma), otros niveles latinoamericanos,
Instituciones u organizaciones regionales (Clar, Celam, etc.).
— OTROS: señalados por CIDAL.

b. Nivel subregional (CENTRO DOMINICANO PARA LOS MCS—según región—).

— Definir políticas regionales, estrategias, etc. según nivel CIDAL y características


propias de la subregión.
— Recibir y distribuir informaciones.

— Asesoramientos.

— Preparar cursos a nivel subregional. Colaborar con las Provincias, que tienen
Estudio General, para diseñar los cursos que deben dictarse durante la formación inicial;
preparar material para los cursos de Formación Permanente, etc.

— Coordinación a diversos niveles, en la Orden y otros organismos o instituciones


que operan en la subregión.

— Supervisión: animación, visitas, colaboraciones, etc.

— Preparación de material: Artículos de prensa, entrevistas, programas de radio


(originales, adaptaciones de material producido por la Orden, etc.).

— OTROS, señalados por las Provincias que componen la subregión.

c. Nivel provincial (CENTRO DOMINICANO PARA LOS MCS —según provincia—)

— Coordinar con centro subregional.

— Especificar campos, políticas, estrategias, etc. según Capítulo Provincial.

— Recibir y distribuir en los MCS el material (producido por ellos y/o el que reciben
de fuera).

— Redactar programa propio para el Estudio General. Colaborar en dictar el curso,


realizar las prácticas, etc.

— Producción de material para los diversos medios: prensa, radio, TV. etc.

— Producir, colaborar, etc. los MCS propios de la Provincia: Revistas, boletines,


folletos, etc.

— Promover, preparar el material, la organización, etc. de cursos sobre MCS a


nivel provincial.

— OTROS: señalados por Provincial o Capítulo Provincial.

d. Nivel local, comunidades (CENTRO DOMINICANO PARA LOS MCS —según


comunidad—).

— Coordinar con centro provincial.


— Recibir y distribuir información.
— Dictar cursos breves, a nivel de comunidad local, sobre MCS.
— Producir su propio material.
— Colaborar. Por ejemplo: ser el responsable del Curso a Distancia sobre
la Orden.
— OTROS: señalados a nivel provincial.
7. Las personas en la estructura

Es muy fácil diseñar sobre papel, proponer objetivos y firmar nombramientos. El


estudio previo, antes de decidirse a proponer una estructura cualquiera, debe tratar de
revisar la disponibilidad personal a esos mismos niveles.

Somos pocos. Abrir otros campos de trabajo y nuevas actividades, posiblemente,


no obtendrá unánime acogida.

Junto al Promotor, pensamos en la posibilidad de un equipo. Es lo ideal. Pero en


una primera etapa no será fácil. Posiblemente una misma persona deba asumir diferentes
niveles, con sus correspondientes funciones.

En algunos niveles será urgente, como plan inmediato, la formación y capacitación


de algunos religiosos o miembros de la familia dominicana.

Somos partidarios de comenzar, cuanto antes, con las personas de que se


disponga; parece utópico esperar.

8. Los recursos en la estructura

Para evitar la ineficacia a que hace referencia el Capítulo de Roma, se impone una
reflexión sobre los recursos. Porque hacen falta recursos para actuar.

— Las personas. Como el principal recurso: disponibilidad, decisión de colaborar,


preparación, etc. Pensamos a nivel de Familia Dominicana.

— MCS existentes; los que están funcionando. No se pretende cambiar nada. El


objetivo será potenciarlos, ayudarles con ofrecimiento de materiales que se produzcan en
otros niveles, ser vehículo de intercambio. Los materiales que ellos tienen producidos
pueden ser distribuidos a otros niveles.

— Económicos: Cada nivel es responsable de sus propios gastos. La producción


de material que se intercambia pude ser una fuente de ingresos. Realización de cursos
como fuente de ingresos, deberá ser cobrado a los participantes. La prestación de
servicios (por ejemplo para dictar curso en el Estudiantado) es otra fuente de ingresos. A
nivel de comunidades: la Comunidad debería responsabilizarse, como respaldo al
Promotor.

Posiblemente el problema se plantea a nivel Cidal y Subregional. Es una realidad


que no se puede desconocer: los responsables de tomar las decisiones a esos niveles no
pueden soslayar este aspecto del funcionamiento de la organización.

6.5 Lecturas de apoyo


6.5.1 COMUNICACION Y NUEVA SOCIEDAD: “Comunicación, Misión y desafío”.
DECOS, Bogotá, 1986, Págs. 23 0-242.
6.5.2 LOS MEDIOS DE COMUNICAClÓN SOCIAL. Revista CIDAL, No. 6, año 1983.

6.5.3 DOMINICOS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (Resumen de la encuesta y


algunas directrices ofrecidas en el Catálogo de la Orden en MCS):

En el momento presente, unos 475 religiosos dominicos usan regularmente las


técnicas de los medios masivos de comunicación, o bien ayudan a otros a usarlas. En
otras palabras, uno de cada quince entre nosotros, y un dominico sacerdote de cada
doce, pues el 97% de los que se dedican regularmente a este trabajo son hermanos ya
ordenados. Un tercio de ellos tienen este trabajo como ocupación principal, de modo que
aproximadamente un sacerdote dominico de cada 43 es primero y ante todo “alguien en
los MCS’.

Las generalizaciones en torno a los mismos pueden ser engañosas. Se


encuentran en 57 de los 79 países donde trabajan los dominicos, pero la distribución -es
muy desigual. Casi una tercera parte se encuentra en el Tercer Mundo (donde se halla la
cuarta parte de todos los frailes). La mayoría del resto se encuentra en el Primer Mundo,
con la mitad del total general en Europa Occidental.

Su edad media (51 años) es aproximadamente la media de la Orden. Sólo una


tercera parte tiene menos de 43 años. Teológica y políticamente van desde los muy a la
izquierda hasta los muy a la derecha, aunque los más son conservadores moderados. La
calidad de su trabajo es igualmente muy variada. Algunos, trabajando solos, son
responsables de publicaciones que son leídas por menos de un centenar de personas.
Otros trabajando en equipo, elaboran programas que son vistos por millones. Algunos
escriben sobres, mientras que otros dirigen organizaciones que emplean más de 50
personas. Algunos tienen un título honorífico, mientras que otros trabajan 14 horas al día.
Académicos, ‘gurus’, liturgistas, políticos, administradores, poetas, cantores, apóstoles
entregados en lugares solitarios..., casi todo tipo de dominico se halla representado en
esta lista.

De cada diez de sus trabajos, seis pertenecen al medio tradicional, la imprenta,


publicando sobre todo revistas especializadas (73 en total, de las cuales 49 son nuestras)
y boletines; después, un número equivalente, publica libros, diarios y revistas y edita
publicaciones ‘devocionales’ (25 de éstas son de nuestra propiedad). Algunos son
conocidos sobre todo como autores de libros de religiosidad popular.

Unos tres de cada diez trabajan con los nuevos medios electrónicos: radio y TV (la
mayoría son de lengua francesa o española) o producen películas (filmes) o
audiovisuales. Los dominicos trabajan en 55 emisoras y estaciones de TV y en centros de
producción (22 de ellos son nuestros). Menos de uno de cada diez se dedica a la
enseñanza del uso de los MCS o hace investigaciones sobre ellos, o se halla en una
oficina de prensa o en un oficio que promueve el trabajo de la Iglesia en los media o actúa
como capellán de personas que trabajan en este campo. Una cuarta parte de los
registrados en esta encuesta tienen más de una tarea en los MCS, aunque no es
frecuente el que la tarea secundaria se ejerza en un medio diferente.

¿A quiénes hablan estos dominicos? Eso es más difícil de contabilizar. Cerca de


una tercera parte de sus tareas son trabajos en programas o en diarios fácilmente
accesibles a los ‘no-comprometidos’. Sin embargo, algunas veces van dirigidos
principalmente a los ‘no-comprometidos’ y la gran mayoría de los que trabajan en la
imprenta se dirigen a personas que se encuentran ya entre los militantes de la Iglesia.
Sólo uno de cada diez tiene como trabajo principal ‘hablar regularmente al gran mundo
anónimo.

Son pocos los dominicos que salen de la casa de estudios con una esperanza
siquiera indefinida de ‘trabajar en los MCS’. Muchos se encuentran en ese campo, porque
había una tarea que se debía realizar. Factores incontrolables deciden, en parte, las
oportunidades de trabajo. Es más fácil encontrar trabajo en la radio, en Latinoamérica,
con sus millares de estaciones, que en la mayor parte de los países de occidente, aunque
el auditorio sea mucho más reducido. La apertura de centenares de emisoras y TV
independientes en Italia ha atraído a un mayor número de nuestros hermanos italianos al
campo de los MCS.

De todos modos, el número de los nuestros que trabajan en los MCS en cada país
está vinculado normalmente al número de revistas, emisoras de radio, etc. que son
propiedad de los dominicos, de modo que seis de cada diez que se ocupan de los MCS
trabajan en ellas. Y esto es decidido por factores que con frecuencia tienen poco que ver
con las necesidades apostólicas existentes o con los recursos humanos disponibles,
debiéndose más bien a la situación de prosperidad de la Provincia y de un modo especial
a su historia. Así, por ejemplo, la proporción de dominicos franceses en los MCS duplica
la de los americanos. Gracias al entusiasmo de algunos antepasados, que vivieron en
situaciones eclesiales particulares, nuestros hermanos franceses cuenta hoy con las
‘Editions du Cerf’ y tienen a su cargo el programa religioso más importante de la TV
francesa. Los dominicos españoles tienen una cadena de emisoras y los italianos poseen
periódicos especializados en historia de la Iglesia, por citar solamente algunos ejemplos
más llamativos. Es probable que el trabajo que llevan a cabo los dominicos peruanos con
las estaciones de ‘radio de la comunidad’ dé origen a una semejante ‘herencia especial’.

Comenzar con un nuevo proyecto requiere hoy algo más que el entusiasmo de un
individuo. Normalmente se requiere también una colaboración. Nos hallamos presentes
en pocos proyectos conjuntos de los MCS y trabajamos juntos en pocos equipos. Muy
pocos de entre nosotros estamos colaborando con las hermanas dominicas. En los MCS,
nuestra actividad ordinaria se dispersa en 350 revistas, emisoras, etc., por separado y las
dos terceras partes de nuestros hermanos no trabajan con ningún otro dominico ni
dominica.

¿Qué implica todo esto? Solamente una especie de tirano eclesiástico podría dar
sentido y coordinar el ámbito de nuestras actividades. Todavía es posible (y ayuda
mucho) aconsejar e inspirar a las gentes desde el centro de la Orden. Por otra parte, hoy
(a diferencia de lo que sucedía hace 10 años las exhortaciones generales, tales como
‘debemos ocuparnos de los MCS’, no sirven de mucho. Pueden ayudar a ciertos
individuos entusiastas, debilitando la incertidumbre de sus superiores, pero
probablemente no tendrán mucho efecto en concreto y eso puede resultar desalentador.
Más bien, debemos ser exhortados a observar críticamente la situación local y a examinar
posibilidades muy específicas y concretas.

PROMOCION — ALGUNAS DIRECTRICES

“El que un mayor número de nosotros en la Provincia nos veamos envueltos o no


en trabajos de los MCS, creo que dependerá mucho de la iniciativa del Promotor
provincial de MCS. Solamente él tiene los contactos y conoce las oportunidades”. Así se
expresaba recientemente un miembro de la Comisión de estudios de la Orden en una
discusión sobre la preparación y educación para los MCS en la Orden.

El Capítulo General de 1977 (Quezon City) ordenó “el nombramiento en cada


Provincia de un religioso responsable del apostolado en/y a través de los MCS” (n. 32 (b)).
Actualmente, quince Provincias tienen un religioso responsable del desarrollo de los MCS
en su Provincia y otras dos Provincias lo tuvieron anteriormente.

¿Cuáles son exactamente las responsabilidades de estos quince? Se definen de


maneras -muy diferentes. Algunos tienen como responsabilidad principal la coordinación y
enlace entre las varias actividades en los MCS (estaciones de radio, revistas, etc.) ya
existentes. Otros se responsabilizan de la extensión de las actividades hacia los ‘medios
pastorales’ o de la extensión del apostolado de la Provincia hacia la radio y la TV.

Dos de ellos representan a sus Provincias en comités nacionales especiales. Otro


tiene como función principal establecer contacto con el C.D.M., Centro Dominicano para
los medios de comunicación, en Roma. Dos de estos quince tienen oficinas separadas
con su propio presupuesto. Algunos de ellos no disponen ni de dinero ni de tiempo que les
permita hacer mucho. Algunos han conseguido cosas interesantes. Otros ostentan
nombramientos que existen solamente en el papel.

“No tengo idea exacta de lo que debe hacer en este oficio”. Esta ha sido la queja
de más de uno de los religiosos recientemente nombrados responsables del trabajo de los
MCS en su Provincia.

Las responsabilidades del religioso a quien se ha dado este nombramiento están


especificadas en el n. 32 (b) de las Actas de Quezon City; tenía interés el Capítulo en que
no se ignorasen. El Capítulo no intentó dar una descripción completa del oficio. Tampoco
nosotros en el C.D.M. ofrecemos tres modelo de lo que debería ser, ya que cambia
mucho la situación en cada Provincia. No hacemos más que ofrecer un sumario de las
varias necesidades que deben ser tomadas en cuenta por el religioso encargado en cada
Provincia, según la opinión de muchos de nuestros hermanos.

A veces, antes que ninguna otra cosa, este oficial deberá hacer claro a sus
hermanos que el ‘desarrollo de los MCS’ es una cosa completamente distinta de las
‘relaciones públicas’ o de editar un boletín o escribir sobre la Orden en la prensa, etc. Esto
no quiere decir, por supuesto, que una misma persona no pueda ser ‘promotor de los
MCS’ y el encargado de relaciones públicas de la Provincia, aunque ambas funciones
deben mantenerse aparte.

A veces, deberá dejar bien claro que si la Provincia le responsabiliza del liderazgo
en el desarrollo de este tipo de apostolado, necesita dinero e, igualmente importante,
necesita una relación estrecha con otros oficiales de la Provincia, en particular con los
encargados del estudio y de la formación.

Existen al menos cuatro funciones importantes de las cuales el Promotor debe


responsabilizarse por completo o en parte.

1. Contactos. Es un trabajo que, sobre todo el principio, puede requerir mucho


tiempo e implica:
— Familiarizarse bien con los lugares en el mundo local de los medios en los que
los religiosos pueden ofrecer su contribución; -

— Descubrir las posibilidades que existen en la Provincia para este tipo de trabajo;

— Calibrar lo que los dominicos pueden ofrecer como grupo (dándose cuenta que
no seremos tomados muy en serio si damos la impresión de que no tenemos ideas
propias o si esperamos establecer nuestra presencia en este ministerio solamente
participando en los proyectos de los demás).

Es especialmente importante saber qué actividades eclesiales en los MCS existen


en ese país y cuáles son las posibilidades de colaboración. Al presente, como resultado
del Vaticano II, existen en casi todos los países oficinas nacionales de la Iglesia para los
MCS, aunque varían sustancialmente en eficacia y gama de intereses. ¡No son agencias
de empleo!

El ‘promotor’ debe asegurarse de que la Provincia está presente, por ejemplo, en


la rama nacional de UNDA (recuérdese que la Orden es uno de los pocos miembros
internacionales con derecho pleno de UNDA, la asociación de la Iglesia para Radio y TV,
y de O.C.1.C., la organización de la Iglesia para el Cine y Audiovisuales, al mismo tiempo
que está asociada con W.A.C.C., la interconfesional ‘World Association for Christian
Communication’). Si la rama local de UNDA está aletargada, entonces habrá que unirse
para transformarla. Hemos descubierto que uno de los secretos del éxito a largo plazo en
esta clase de apostolado es demostrar nuestra disponibilidad para ayudar a otros en este
trabajo, en vez de pensar primero en cómo ellos puedan ayudarnos a nosotros. La Iglesia
entera se encuentra aún en muchos lugares en un estado de pionero en lo que a este
ministerio se refiere.

Precisamente, debido a la amplitud y a la complejidad del mundo de los MCS, el


contacto personal es importante y debe cultivarse.

2. Entrenamiento en los MCS. Es ésta un área en la que el Capítulo General de


Quezon City y también, desde entonces, el C.D.M. ha hecho mucho hincapié.

No es probable que muchos religiosos en una Provincia reciban un entrenamiento


profesional en este campo, pero el ‘promotor’ debe mantenerse en estrecho contacto con
el Regente de estudios a fin de asegurarse de que los religiosos que han sido designados
para recibir este entrenamiento, así como los responsables de ellos, reciben de los
expertos una información actualizada sobre los cursos que se ofrecen cada vez en
número mayor en casi todas las partes. Algunos de estos cursos son totalmente
inadecuados. Es peligroso escoger un curso basándose en información de hace 10 años.

Probablemente, la mayor parte de su tiempo la dedicará el ‘Promotor’ a ayudar en


la planificación de cursos para los religiosos en el estudiantado o para programar una
formación suplementaria que les facilitará la preparación básica en los ‘medios pastorales’
que en el futuro será parte esencial del equipamiento básico de todo ministro cristiano a
tiempo completo; es decir, el conocimiento básico, por ejemplo, de cómo hablar en la
radio local, de cómo usar los medios audiovisuales o impresos en el trabajo pastoral y
cómo relacionarse con la prensa local.
3. Sensibilización. Es ésta un área distinta y que cada día crece en importancia. El
Capítulo de Walberberg de 1980 llamó la atención de una manera especial a este
respecto (n. 17 B/4). Se trata de una actividad que el ‘promotor’ puede fácilmente ayudar
a organizar.

Necesitamos concientizar a muchos religiosos en algunas Provincias de que


tenemos un apostolado auténtico en los MCS y de que este apostolado no está reservado
solamente para aquellas congregaciones religiosas que fueron creadas específicamente
para esta misión. Pero el insistir en este punto es sólo una parte pequeña de nuestro
trabajo de ‘sensibilización’.

Ayudar al pueblo a quien servimos a comprender mejor el papel que los MCS
juegan en su cultura y los modos en que los MCS afectan a sus vidas, debería ser parte
integral de nuestro trabajo pastoral. Este es también un conocimiento que muchos de
nosotros necesitamos..., si vamos a ser predicadores competentes y eficaces. Es muy
importante, ciertamente, tener una conciencia más clara, por ejemplo, de la manera en
que los MCS pueden afectar o no a los valores de las personas y a su poder de
concentración. Pero nosotros, como también muchos otros que trabajan en la Iglesia,
estamos siendo confrontados, al parecer, por otros problemas más profundos de
comunicación: problemas que afectan esencialmente a nuestro trabajo.

La nuestra no es la única Orden religiosa que ha tenido dificultad en entusiasmar a


sus miembros por el trabajo en los MCS tan fácilmente como ha sido posible hacerlo, por
ejemplo, con el trabajo por la justicia y la paz. ¿Por qué en tantos lugares existe esta
apatía? Una razón obvia es que los ‘promotores’ del apostolado de los MCS no pueden
captar el interés o enfocarlo hacia problemas tan concretos y llamativos como los
‘promotores’ de la causa de justicia y paz. Aunque, probablemente, una razón más
profunda es una cierta mentalidad que existe aún en muchos círculos de la Iglesia: una
tendencia a pensar que los únicos que cuentan en el proceso de comunicación es ‘la
gente de arriba’, que solamente los que crean el mensaje son los que tienen una parte
importante en el mismo y que el mensaje se desliza más o menos del mismo modo que el
agua fluye a través de un canal y se absorbe por la tierra sin que los re-transmisores del
mensaje y los receptores tengan mayor influencia sobre lo que se transmite.

Mientras sea éste el modelo del proceso de comunicación que tiene el religioso, es
muy probable que siga pensando que la función de comunicar (y las personas
especialmente responsables de esa comunicación) son de una importancia marginal,
poco más que un instrumento útil...; y así muchas comunicaciones no se oirán
convenientemente, no obstante el mucho dinero que se emplee en hacerlas circular.
Llegar a comprender lo que significa ‘vivimos en un mundo controlado por los MCS’ no
significa tanto aprender mucho sobre nuevos instrumentos como descubrir nuevas cosas
acerca de nosotros mismos. Esto es algo que los que trabajan en los MCS experimentan
y llegan a comprender casi instintivamente; pero es algo muy difícil, al parecer, que un
‘promotor’ pueda transmitirlo a sus hermanos.

Consiguientemente, una de sus funciones, difícil pero necesaria, será el estimular


en la Provincia una mejor comprensión de la comunicación, así como de los medios de
realizarla.

4. Investigación. En el Capítulo de Quezon City (n. 31) se insistió mucho en esta


función: la importancia de la investigación, por ejemplo, del derecho humano a la
comunicación y sobre la relación ‘entre el lenguaje de la fe y el lenguaje de los MCS’. Esto
mismo se reiteró en el Capítulo de Walberberg en 1980. Durante los seis últimos años se
ha llevado a cabo mucha investigación en este campo dentro de la Iglesia, aunque los
dominicos no han contribuido de una manera significativa a ella. No es probable que el
‘promotor’ pueda dedicarse personalmente a esta investigación, pero puede ayudar a
crear conciencia entre los hermanos de esta necesidad.

El Capítulo de Quezon City especifica, no obstante, que el ‘promotor’ debe ser


responsable de iniciar un aspecto especial de esta investigación: ‘un estudio del impacto
de los MCS en la sociedad o región que corresponde a la Provincia’. Una Provincia
necesita investigar cuál es la situación local auténtica, más bien que escuchar lo que diga
alguien (que probablemente se sienta en una opción alejada), sobre esa situación.

Repetimos: Hemos tratado solamente de sintetizar lo que los religiosos han


expresado que es necesario tener en cuenta. No hemos tratado de dictar una forma de
ejercer este oficio. Muchos de los problemas con que se encuentra el ‘promotor’ son
problemas que compartimos todos. Muchos religiosos que trabajan en este tipo de
apostolado han pedido que se organice una reunión internacional de los dominicos en los
MCS. Es cuestionable si en este momento los resultados de una reunión internacional
justificarían los gastos. De todos modos, creemos que reuniones regionales de este tipo
podrían ser muy beneficiosas y esperamos que los ‘promotores provinciales’ encargados
del desarrollo de los MCS sigan insistiendo para que se realicen.

6.5.4 Organismos latinoamericanos de la iglesia en MCS

1. DECOS—CELAM

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SOCIAL DEL CONSEJO EPISCOPAL


LATINOAMÉRICANO es un órgano especializado para prestar servicios pastorales y de
asesoramiento técnico a las Conferencias Episcopales de América Latina.

Estudia los problemas generales de la Comunicación y su incidencia en la vida


cristiana. Promueve reflexiones sobre Teología y Pastoral sobre MCS. Coordina
actividades sobre MCS y las integra a la Pastoral de Conjunto. Impulsa la Formación y
Capacitación en MCS. Promueve y estimula para que las acciones pastorales se adapten
a la nueva realidad y se utilicen mejor los MCS. Tiene su sede en Bogotá, Colombia.

2. SETAL

Servicio radiotelevisivo en América Latina. Está al servicio del CELAM. Se orienta


hacia el Magisterio de la Iglesia y hacia el Episcopado latinoamericano. Promueve los
servicios nacionales eclesiales de producción radiofónica y televisiva en relación á
servicios pastorales. Fomenta y produce programas radiofónicos y televisivos. Promueve
la capacitación técnica, doctrinal y pastoral. Intercambia experiencias, información y
conocimientos. Difunde programas educativos, religiosos, recreativos, etc. Promueve
coordinación entre organismos eclesiales. Incorpora los nuevos medios y posibilidades
tecnológicas en MCS. Tiene su sede en Bogotá.
3. OCIC—AL

Organización Católica Internacional de Cine y del Audiovisual, en su seccional de


América Latina. Organizaciones nacionales católicas conectadas con la Organización
Internacional. Se propone colaborar con el desarrollo de los medios audiovisuales; ayudar
al progreso humano y espiritual de los profesionales que trabajan en los MCS y del
público; promueve, crea, difunde y utiliza los medios audiovisuales que contribuyen a la
promoción humana y al conocimiento del Evangelio. Tiene su sede en Lima, Perú.

4. UCLAP

Unión Católica Latinoamericana de Prensa: está constituida por personas y entidades


latinoamericanas, profesionales del periodismo, docencia, investigación, orientada según
las enseñanzas de la Iglesia. Apoya la acción de los católicos en los sectores de prensa y
de la información. Promueve el periódico católico, los derechos a la información y libertad
de opinión. Fomenta las investigaciones deontológicas. Está incorporada a la Unión
Católica Internacional de Prensa (UCIP). Tiene su sede en Petrópolis. Brasil.

5. UNDA—AL

Asociación Católica Latinoamericana de Radio y Televisión: agrupa las asociaciones


nacionales de América Latina en radio, televisión, audiovisual y medios afines. Coordina
actividades apostólicas y profesionales de los católicos que trabajan en los medios
audiovisuales para la evangelización. Promueve investigaciones, un nuevo orden social
de la comunicación, defensa de los derechos humanos relacionados con la comunicación,
participación de los sectores populares para la reglamentación, gestión, manejo y uso de
los MCS, promueve el respeto por la identidad cultural para estar al servicio de la persona
y de la sociedad. Tiene su sede en Quito, Ecuador.

6.6 Actividades complementarias


1. Tenga presente el esquema sobre organización de mensajes (objetivo No. 1).
Con el mensaje central: “Sto. Domingo Predicador’ debe escribir cinco submensajes. De
cada uno de estos cinco submensajes deberá escribir dos mensajes específicos. Así
habrá obtenido diez mensajes específicos. Ahora reflexione sobre éstos mensajes: vea
qué fotografía, estampa, dibujo, etc. puede expresar el contenido que Ud. ha señalado.
Podrá comprobar que, una vez que obtenga las diez fotografías, dibujos o estampas,
tiene, de modo práctico, un breve audiovisual.

2. Visite varias iglesias. Analice el sonido, la predicación, la iluminación, etc. Ponga


por escrito su juicio sobre lo que observe. Haga lo mismo en la iglesia de los dominicos, la
que Ud. frecuenta, en la que está Ud. ¿Qué se debe corregir?

3. Ud. es el encargado de la pastoral de su comunidad. Ud. ha tomado conciencia


de la importancia de los MCS. Realice un plan sobre pastoral de los MCS. Puede
enfocarlo a la Familia Dominicana, a grupo de jóvenes, a colegios, etc.
4. Tome el cuestionario que se le ofreció en el Objetivo No. 3, al final: Conteste por
escrito cada pregunta. Piense que ese escrito está destinado para el IDI, para ser leído
por toda la Orden.

5. No tenga presente la estructura organizativa que le presentamos en el Objetivo


No. 8. Realice Ud. una organización diferente. Deberá presentar un esquema
(organigrama) y la explicación de cada uno de los niveles, funciones, posibilidades,
conveniencias, factibilidad, etc.

6. Aplique sus conocimientos sobre MCS al campo de la catequesis y elabore un


proyecto en tal sentido.

6.7 Autoevaluación
1. ¿Por qué son diferentes “un sermón”, “un guión radiofónico”, una “intervención
por TV’, aunque los contenidos sean idénticos?

2. Nombre tres detalles, tres aspectos, por los cuales se aprecie que la Liturgia es
un medio de comunicación.

3. Escriba tres razones que pueda tener un dominico para la denuncia profética de
los MCS.

4. Escriba cuatro características donde se aprecie que “el ministerio de la


predicación “es comunicación, (según LCO, No. 99,1).

5. Nombre tres formas fundamentales para utilizar el micrófono de modo correcto.

6. ¿Qué derechos tiene el perceptor y que puedan ser motivos para denuncia de
los MCS?

7. Ud. ha debido leer la lectura de apoyo sobre los MCS en la Orden: ¿Cuántos
dominicos, más o menos, trabajan en los MCS?

8. Según la misma lectura de apoyo: ¿Cuáles son las funciones de un promotor en


MCS?

9. ¿Qué criterios deben tenerse presentes para organizar un Centro Dominicano


para los MCS en Latinoamérica?

10. Nombre tres organismos latinoamericanos de la Iglesia en MCS, según la


lectura de apoyo que Ud. ha debido estudiar.

RESPUESTAS

Al cuestionario inicial. (Recuerde que debe contestarlo nuevamente). Estimamos


que Ud.; ha tenido varias oportunidades para responder esas cuestiones iniciales. De no
estar Ud. muy seguro, ahora, debería estudiar esta Unidad nuevamente.
A la Autoevaluación

1. Porque son lenguajes diferentes.

2. Por los signos externos que se realizan: diversos códigos: cánticos,


movimientos, ornamentos sagrados, colores; por las palabras: homilía, explicaciones,
admoniciones; por los gestos, ritos, etc.; por las respuestas de la comunidad.

3. Si es para los MCS en general: las manipulaciones, el no dar oportunidad a los


perceptores para sus respuestas, el enfoque hacia el consumismo, etc. Si es sobre un
medio específico: sobre sus características propias más resaltan tes.

4. Si no las recuerda debió volver al objetivo No. 4. No obstante: En cuanto que es


un trato vivo; apropiado a los perceptores; “comunicación de la luz, del amor, fuerza del
Espíritu por la palabra, el escrito, la vida en comunidad, etc.

5. Según la función: Una distancia media, natural (para los avisos, admoniciones,
homilías, etc.); una distancia más íntima cuando se desea invitar a reflexión, confidencial,
etc.; una cierta distancia cuando se trata de “proclamación” del Evangelio, lecturas. La
distancia entre el micrófono y la boca es fundamental. Se puede referir también: no hacer
ruido, no esgrimirlo como cetro, etc.

6. A la información rápida, veraz, oportuna; no debe ser utilizado como objeto de


manipulación (engaño), ni de consumo; a dar respuestas, a expresar su propia opinión,
etc.

7. Para el año 1983 se le calculó unos 475.

8. Hacer contactos. Entrenamientos en MCS. Sensibilizar e Investigar. Si no los


recuerda debe volver a estudiar el Objetivo No. 8.

9. Si no está satisfecho: lea nuevamente “lectura de apoyo”

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