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La frambuesa (Rubus idaeus L.) pertenece al orden Rosales, familia de las Rosáceas y género
Rubus. El frambueso rojo o europeo procede del monte Ida, en Grecia, desde donde se extendió a
Italia, a los Países Bajos, a Inglaterra y luego a América del Norte. A Chile supuestamente llegó
con la colonización alemana del sur, a mediados del siglo XIX.
Entre todas estas especies del género Rubus se han realizado hibridaciones, encontrándose en el
mercado mundial más de 100 variedades comerciales aptas para cultivos destinados a la exporta-
ción en fresco y procesado.
Los frutos de la frambuesa son polidrupas muy pequeñas con un receptáculo común. Existen tres
tipos de frambuesas: las rojas, negras y moradas, aunque también las amarillas, que son el homo-
cigoto recesivo de las primeras, con las mismas características morfológicas, que se cultiva en
jardines como planta ornamental, porque su fruto es poco apetecido y altamente perecible para
enfrentar el mercado.
El tamaño de las frambuesas difiere según las variedades, encontrándose frutos cuyo peso varía
ente 2,5 y 5 gramos, que son utilizados para consumo fresco y procesos agroindustriales.
1. Morfología
1.1 Sistema radicular: Tiene un desarrollo limitado, caracterizándose por poseer raíces pri-
marias y secundarias leñosas, con funciones de sostén, medio de transporte y reserva de elemen-
tos nutritivos. De estas raíces leñosas (tallos subterráneos bien provistos de elementos nutritivos)
brotan cada año un gran número de nuevos tallos, que sustituirán a los que están en producción.
La facultad de la raíz para emitir retoños corresponde a diferencias varietales, pues algunas los
emiten en escaso número, otras profusamente y en otras los retoños se forman cada vez más
distantes de la planta madre. Se ha observado que si se frena esta expansión de la planta, al su-
primir drásticamente los nuevos hijuelos de la línea de plantación y se la constriñe mediante labo-
res culturales, puede producirse una progresiva baja de rendimiento de fruta a partir del sexto o
séptimo año de plantación.
Las variedades que tienen una gran tendencia a emitir numerosos y vigorosos retoños presentan
dificultades en la cosecha, por la abundancia de tallos que cubren la línea de plantación. Este ex-
ceso de retoños puede redundar también en competencia por los nutrientes entre la foliación y la
floración y perjudicar la cosecha siguiente. En estas variedades se hace necesario disminuir el
número de retoños mediante la aplicación de herbicidas.
El crecimiento de los tallos puede llegar a los 3 metros de altura, siendo lo normal unos dos o tres
metros en climas y suelos adecuados. En condiciones menos favorables, su altura será de 1,6 a
1,8 metros.
n
El número de cromosomas en el frambueso es de 2 = 14, el número de semillas de R. idaeus es
de 670 a 800 por gramo y R. occidentalis posee 630 a 850 semillas por gramo.
1.2 Hojas: Alternas, sencillas, trifoliadas, compuestas y estipuladas, formadas por 5 a 7 folío-
los que son ovalados y doblemente aserrados, de color verde en la cara superior y más blanqueci-
no en la inferior, con presencia de vellosidad algodonosa, regularmente dentados y plegados.
1.3 Flores: Son escasas, en racimo terminal sencillo, pequeñas, blanco verdosas o teñidas de
rosa, llevadas por un pedúnculo bastante largo y espinoso. Cáliz con cinco sépalos largos y persis-
tentes; cinco pétalos caducos. Estambres muy numerosos, pistilos numerosos y completamente
1.4 Fruto: El fruto llamado frambuesa está formado por muchas drupas convexas, deprimidas,
rugosas, aproximadas en piña y que destacan fácilmente. El color más común es el rojo o amarillen-
to, pero existen variedades de frutos blanco y negro. Cada drupa tiene adherido un pelo de color
amarillo oro.
2. Requerimientos climáticos
La frambuesa puede ser cultivada en una gran amplitud de climas, pero bajo diferentes situaciones
el comportamiento de la planta puede ser distinto. El clima influye fuertemente en algunas varie-
dades para que se comporten como remontantes (dos floraciones en la temporada) o no remon-
tantes (una floración).
Descensos fuertes de temperatura pueden dañar las partes apicales de los rebrotes más vigoro-
sos, todavía no lignificados.
Niveles de precipitación entre 800 y 1.300 mm por año son favorables para la planta, así como
también zonas con humedad atmosférica elevada. Las lluvias durante el periodo de maduración no
son beneficiosas por las complicaciones que genera para la selección, embalaje y transporte de la
fruta, y el exceso de agua (4 ó 5 días seguidos de lluvia) puede llegar a producir la muerte de la
planta por asfixia radicular.
El azote constante del viento puede dañar seriamente los retoños (brotes) y los tallos fructíferos
por una excesiva deshidratación de los tejidos herbáceos, con la consiguiente marchitez. Vientos
fuertes provocan la caída de frutos maduros o la rotura de los brotes fructíferos en el punto de
inserción con el tallo. Los rebrotes pueden doblarse, rozarse y provocar daños o heridas en la
corteza.
3. Requerimientos de suelo
Los suelos para cultivo de frambuesa deben tener una buena profundidad y disponibilidad de
humedad, aunque sin problemas de drenaje. Suelos de textura franco-arenosos, francos y franco-
arcillosos son los mejores, pero los suelos calcáreos, poco profundos, no son recomendables. La
profundidad efectiva del suelo debe ser de 100 cm o más, a fin de facilitar un mayor desarrollo
radicular que en suelos menos profundos.
El contenido de materia orgánica en el suelo debe ser preferentemente superior al 5%, a fin de
favorecer la mantención de la humedad, temperatura y mejorar las características estructurales y
químicas del suelo.
El pH de 6.0 a 6.8 en suelos de naturaleza silícico arcillosa, bien provistos de materia orgánica y
con un buen drenaje darán las mejores cosechas, los frutos con más aroma y de mejor calidad. La
planta es exigente en humedad del suelo, sobre todo en época de floración y fructificación.
Las variedades de frambueso que actualmente se encuentran en el comercio provienen del indivi-
duo silvestre de frutos de color rojo (Rubus idaeus) que se encuentra en Europa y de las especies
y variedades de color rojo y negro de América del Norte. Las variedades del frambueso se dividen
en dos grupos:
Heritage: Es la variedad mas usada en Chile, cubriendo cerca del 85% de la superficie plan-
tada en la actualidad. Su producción y recolección se extiende por aproximadamente dos me-
ses en cada floración. Los frutos son de tamaño medio, firmes y de excelente calidad para
mesa. Planta vigorosa y productiva, con tallos erectos que le permiten incluso cultivarse sin tu-
tores para una sola cosecha al año.
Otras variedades disponibles en nuestro país a nivel comercial son Autumn Bliss, Amity y
Ruby.
Meeker: Destinadas a proceso, especialmente congelado; más tardía que otras y con un largo
periodo de cosecha, que abarca prácticamente todo el mes de diciembre y casi por completo
enero, con producciones mayores a las 12 toneladas por hectárea.
Chilliwak: destinada consumo en fresco y procesado, con producción baja en comparación a
otras variedades, con un promedio de 6,8 toneladas por hectárea y época de producción con-
centrada en el mes de noviembre. Fruta de buena calidad.
Tulameen: al igual que la anterior, destinada al consumo fresco y procesado, de buenas ca-
racterísticas organolépticas y firmeza de la fruta; la producción se concentra en el mes de di-
ciembre y un poco más productiva que la anterior, con una media de 7,7 toneladas por hectá-
rea.
Otras variedades nuevas de este grupo son Coho, Glen Lyon y Glen Ample, entre otras.
Para la elección de las variedades se tendrá en cuenta que los mercados prefieren las de frutos
redondos y rojos, por ser más atractivas a la vista del consumidor.
En general, las plantas y frutos de las variedades remontantes y no remontantes deben reunir las
siguientes características:
La frambuesa es la especie de mayor importancia económica y comercial entre los berries chile-
nos, con una superficie plantada cercana a las 10.500 ha, que durante la temporada 2003/04 ex-
portaron 4.480 toneladas de producto fresco y 37.090 toneladas de productos procesados, por un
valor equivalente a los US$ 100 millones, de los cuales un 35% corresponde al producto fresco y
un 65% a procesados.
5.1 Superficie: El siguiente cuadro permite apreciar la superficie plantada a nivel regional,
tanto en hectáreas como en % de participación a nivel nacional:
De este cuadro se infiere claramente que la VII Región el la que tiene la mayor importancia en
cuanto a superficie plantada con 8.028 ha, equivalentes a un 77,1%, seguida de lejos por la VIII
Región con un 12,2% del total y la X Región en el tercer lugar con un 5,7% de la superficie cultiva-
da con esta especie a nivel nacional.
50
40 IV, V y RM
VI
30
VII
20 VIII
10 IX y X
0
2000-2001 2001-2002 2002-2003 2003-2004 2004-2005
Si bien la VII Región es la de mayor importancia relativa, en el transcurso de las últimas cinco
temporadas ha perdido participación porcentual, pasando de cerca de un 60% en la temporada
2002/03 a poco más de un 40% en la última temporada, adquiriendo mayor importancia relativa las
demás regiones del país, desconcentrando parcialmente la superficie plantada.
El siguiente cuadro se refiere a las principales variedades cultivadas en el país, incluyendo las
remontantes y no remontantes:
Claramente la variedad Heritage es la de mayor importancia con 8.548 ha, que corresponden a un
82,4% del total de la superficie plantada con esta especie. Se trata de una variedad de comporta-
miento remontante, que puede producir dos floraciones en la temporada, y es apta para el merca-
do de exportación en fresco y congelado.
En cuanto al destino de la producción, existe una amplia dispersión respecto al porcentaje expor-
tado por los diferentes actores. Se estima que un 10% del total producido se destina a la exporta-
ción en fresco, un 12% en la elaboración de pulpa, un 73% para la agroindustria (congelados, ju-
gos concentrados) y tan solo un 5% para el mercado interno en fresco.
Chile es el principal exportador de frambuesas congeladas del hemisferio sur y sus exportaciones
se dirigen fundamentalmente a EE. UU. y Canadá, seguido de lejos por Europa. La principal venta-
ja que ofrece nuestro país como exportador de congelados, es que llega a los mercados a partir de
diciembre, mes en que los demás países exportadores del Hemisferio Norte han finalizado sus
envíos.
5.2.1 Exportación de frambuesas frescas: El siguiente gráfico muestra la evolución que han
tenido las exportaciones de frambuesas frescas en las diez últimas temporadas.
2.500
2.000
1.500
Miles de cajas
1.000 (1 caja= 2 kg)
500
0
1995- 1997- 1999- 2001- 2003-
1996 1998 2000 2002 2004
Si bien en la última década las exportaciones de frambuesas frescas se han casi duplicado, pa-
sando desde alrededor de 1.300.000 bandejas a 2.500.000 de bandejas, éstas se han estabilizado
durante las últimas cinco temporadas.
El siguiente gráfico muestra la participación de los principales mercados de destino para estas
producciones.
100
80 Usa y Canada
Europa
60
L.Oriente
40 Latinoamerica
20
0
1995- 1996- 1997- 1998- 1999- 2000- 2001- 2002- 2003- 2004-
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Queda claramente establecido que el mercado norteamericano es por lejos el más importante para
este producto.
40000
35000
30000
25000
20000
Toneladas
15000
10000
5000
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
La preparación del terreno variará de un lugar a otro, esto es si el sitio tiene vegetación natural o
es rastrojo de algún cultivo. En el primer caso, se deben cortar arbustos, destroncar y seguir con
las labores de terrenos de rastrojo, que son el subsolado, la aradura, el rastraje, el trazado y el
hoyado o surcado.
El trazado se realiza con cuerdas que son estiradas sobre el suelo y, con la ayuda de una vara de
2,5 o 3,0 metros, se señala el lugar con estacas. El hoyado se realiza en el lugar señalado por las
estacas y los hoyos de plantación se hacen preferentemente de 40 x 40 x 40 cm; sin embargo, la
Las distancias entre hileras o surcos van de acuerdo a la topografía del terreno, el clima, el tipo de
riego y la posibilidad del uso de maquinaria o mano de obra. En terrenos inclinados las líneas se
trazan siguiendo las curvas de nivel, a fin de evitar que el agua erosione el suelo. La distancia de
plantación varía con las características de la zona y variedades; en plantaciones comerciales se
utilizan distancias de 1,7 a 3 metros entre hileras y de 0,3 a 1 metros sobre la hilera. Generalmen-
te se trabaja con distancias de 3 x 0.6-0.7 m, lo que resulta en alrededor de 6.000 plantas por
hectárea.
El hijuelo y plántula de raíz se plantan en julio o septiembre como fecha máxima en la zona central
y el brote etiolado en sustrato o bolsas, desde septiembre hasta fines de diciembre. La longitud de
las hileras de plantación debe ser de 70 a un máximo de 90 metros si se trata de riego por surcos,
para evitar excesos de agua en las cabeceras. Esta longitud también ayuda a favorecer las labo-
res de cosecha manual.
Las plantas de frambueso deben ser conducidas y sostenidas en empalizadas, entre dobles hile-
ras de alambres.
Cruz de Lorena invertida: Cuatro hebras de alambre se fijan en los extremos de dos cru-
cetas, que son soportadas por los postes, los que se distancian de 10 a 12 metros entre si,
sobre la hilera de plantación. La cruceta inferior, colocada a 70 cm sobre el suelo, es de
40 a 60 cm de largo; la superior se ubica a 1,4 o 1,5 m sobre el suelo y tiene entre 1 y 1,4
m de largo. Las cañas se amarran sobre dos planos inclinados formados por los alambres,
de manera que los brotes se desarrollen libremente en el centro de la platabanda de plan-
tación, o bien, las cañas son atadas a un lado de la empalizada y los brotes sobre el otro.
En el primer caso pueden ubicarse más cañas por metro lineal, pero se limita su buena ai-
reación, por esto se recomienda usar de preferencia la segunda solución en climas húme-
dos y poco soleados. Este es el sistema mas usado y el de más bajo costo.
Palizada en V: La misma disposición de las cañas que en el sistema anterior, se logra en-
terrando parejas de postes en forma de V, con el objetivo de dar mayor firmeza al sistema;
en cada pareja se coloca una cruceta a la altura de 70 cm, que sirve también para fijar en
sus dos extremos el primer par mas bajo de alambres. El segundo par se ubica a 1,40 m
del suelo, como en los casos anteriores, y con una separación de 0,70 a 1 m, se fija en los
extremos de las crucetas horizontales.
Las palizadas tienen por objeto esencial obtener un buen estado sanitario de las plantas,
porque permiten mayor separación entre las cañas y retoños, aumento de la exposición al
sol y una buena aireación. Por otra parte, facilitan la cosecha y disminuyen los daños cau-
sados por el viento, especialmente en las variedades que tienen grandes ramificaciones
laterales.
Palizada común: Utilizada por años en Chile. Se forma con postes de 5 a 6 pulgadas, dis-
tanciados entre 10 y 14 metros sobre la hilera, los que sostienen 2 hileras de alambre dis-
puestos a 1.30 m sobre el suelo. Este sistema no se recomienda, ya que las cañas que-
dan muy comprimidas, por lo que solo se puede usar para variedades no muy vigorosas y
que no formen muchos retoños.
7. Riego
Los requerimientos de agua del frambueso son de 800 mm año, bien repartidos especialmente
durante el crecimiento de frutos, período en que necesita 60 mm/mes (Scherpf, C 1991). En gene-
ral se puede decir que los riegos mas utilizados son el riego por surco y el riego por goteo.
También esta el riego por goteo, que se caracteriza por la aplicación frecuente de agua en forma
de gotas. La velocidad de aplicación del agua debe ser menor a la capacidad de absorción del
suelo. El número de goteros dependerá de la edad de la planta y de la distancia de plantación.
En general podemos decir que las frambuesas responden al contenido de humedad del suelo y no
al sistema de riego utilizado, es decir, que un riego superficial bien diseñado puede llegar a tener
buenos resultados, al igual que un sistema de riego por goteo o micro aspersión.
En general, para saber cuando regar es común usar el método del tensiómetro y para la frambue-
sa es necesario regar cuando este aparato indica entre 50 y 60 centibares.
8. Fertilización
La frambuesa es una planta compleja con sus partes aéreas influenciadas por un conjunto de fac-
tores y sus raíces sujetas a influencias todavía más desconocidas. Esto hace de la nutrición de las
frambuesas un tema difícil. Los ensayos realizados en SCRI (Scottish Crop Research Institute)
han atraído la atención hacia el requerimiento de nitrógeno en dos etapas del cultivo de la fram-
buesa en Escocia. La fase de establecimiento y la etapa adulta. Se hizo evidente que durante la
primera fase, cuando las plantas estaban formando cañas y raíces, la frambuesa necesitaba más
nitrógeno que en la etapa adulta, en donde los excesos de nitrógeno reducen los rendimientos.
Como recomendación para los productores se ha elaborado una guía donde aparecen las cantida-
des aplicadas de unidades de elementos por hectárea durante la vida del huerto.
En el cuadro anterior son detalladas las distintas dosis de fertilizantes a aplicar según el vigor de
las variedades. Las frambuesas difieren en vigor y algunas requieren menos nitrógeno que otras.
Aquí deben reducirse las aplicaciones anuales de N cuando hay demasiado crecimiento; asimis-
mo, se debe usar más N cuando el crecimiento de cañas es inadecuado.
Antes de establecer una plantación debe hacerse análisis de suelo, determinar el pH, potasio (K),
fósforo (P), Calcio (Ca), Magnesio (Mg) y Boro (B), capacidad de intercambio de cationes (CEC) y
saturación de bases. El análisis de nitrógeno del suelo por lo general no es confiable y por lo tanto
no se lo hace.
En relación a los efectos que tendrían los principales nutrientes sobre la planta, dado el número de
interacciones complejas dentro del suelo, dentro de la planta y entre el suelo y la planta, es casi
imposible emitir un juicio definitivo. Sin embargo se supone que estos nutrientes influyen de la
siguiente manera:
pH: Las frambuesas son razonablemente tolerantes a un rango de reacciones del suelo desde
aproximadamente 5,5 hasta 7. Los suelos extremadamente ácidos son perjudiciales para el
crecimiento y rendimiento, a veces debido a la toxicidad de elementos menores. Los suelos
Nitrógeno: Tiene una gran influencia en el vigor vegetativo pero también puede afectar la
calidad y rendimiento de la fruta. Cuando el nitrógeno es deficiente, las hojas tienden a ser
pequeñas y de color verde pálido o amarillo y el crecimiento de la caña es limitado. Los frutos
pueden ser menos y más pequeños. El exceso de nitrógeno estimula mayor cantidad de caña
y más vigorosas que tienden a ser más susceptibles a las infecciones. Las hojas son más lar-
gas y de color verde oscuro o verde azul. La calidad de la fruta, especialmente en lo que tiene
que ver con sabor y resistencia poscosecha, se afecta seriamente.
Las frambuesas producen mejor en cañas de gran diámetro con entrenudos cortos. Para la
mayoría de las variedades, la mejor altura de caña para rendimientos óptimos es de aproxi-
madamente 2,4 m, con 9 a 12 cañas por montículo. El programa de fertilización de nitrógeno
debe manejarse para obtener este tipo de crecimiento. Aunque otros elementos fertilizantes
generalmente no afectan el vigor, ellos son necesarios y deben aplicarse de acuerdo con los
resultados de análisis foliares.
Fósforo: Al igual que el nitrógeno, tiene que ver con el crecimiento, especialmente con la for-
mación de raíces y la maduración de semillas y fruta. La cantidad de fósforo absorbida por las
frambuesas es pequeña y es raro que el crecimiento y rendimiento se vean adversamente
afectados por una deficiencia de fósforo.
9. Aspectos fitosanitarios
9.1 Enfermedades: Existen enfermedades que atacan la raíz y el cuello, siendo la principal en
Chile Agrobacterium tumefaciens o Agalla de Cuello, que es cosmopolita, es decir, se encuentra
en casi todos los suelos del país y ataca también a otros berries. Otras enfermedades de impor-
tancia económica para el frambueso son Verticillium dahliae (hongo) y Phytophtora spp. (hongo).
Entre las enfermedades que atacan a follaje y frutos la mas importante es Botrytis spp., seguida
de Didymella applanata que ocasiona muerte de yemas.
9.2 Virus: Los que atacan a la frambuesa son principalmente dos, el virus de la mancha anu-
lar del tomate (Tom Ring Spot Virus = Tom RSV), con el cual se observan anillos cloróticos en las
hojas al inicio de la primavera, y el otro virus es el que produce el enanismo de la frambuesa
(Raspberry Bushy Dwarf Virus = RBDV), que se puede presentar con un escaso crecimiento.
9.3 Plagas: las de mayor importancia económica son Pantomorus cervinus (escama del ro-
sal), Tetranychus urticae (arañita bimaculada) y Panonychus ulmi (arañita roja europea). Cabe
señalar la importancia de Frankliniella occidentallis como un serio problema cuarentenario, que ha
causado aproximadamente el 43% de los rechazos en de las exportaciones de frambuesas fres-
cas.
9.4 Malezas: El control de malezas es una práctica cultural importante, ya que el cultivo puede
ver seriamente afectado su crecimiento por la presencia de estas plantas adyacentes. Principal-
mente los herbicidas ocupados son los suelo-activos, que se tienen que incorporar al suelo para
malezas anuales de hoja ancha y angosta durante la temporada, y los herbicidas sistémicos, para
el control se malezas perennes como maicillo, pasto bermuda y corregüela.
ESTADO
FONOLÓGICO OBJETIVO PRODUCTO DOSIS OBSERVACIONES
RECESO Control preventivo de WINSPRAY-M 1 l/ha Una aplicación a caída de
INVERNAL hongos, insectos y + hojas y otra después de la
huevos de ácaros TROYA 4E 120 poda.
+ cc/Hl
KOPER 87 300 g/Hl
WP
Control de malezas SPECTRO 334 - 5 l/ha Control pre-emergente de ma-
gramíneas y hoja an- EC lezas en invierno y desde el
cha anuales 1er año de plantación con
plantas bien arraigadas. Re-
quiere incorporación. Se pue-
de mezclar con RANGO o
PARAMAK con malezas
emergidas. Para mejorar es-
pectro de acción mezclar con
SIMANEX O GALIGAN.
Control de malezas de SIMANEX 90 1,7 k/ha Aplicar sobre el camellón, con
semilla en invierno WG gasto de 300 Lt de agua por
sobre el camellón DIUREX 50 3,0 l/ha ha.
Control de malezas RANGO 480 1 l/ha Aplicar con volumen de 100 a
gramíneas y hoja an- ó 150 Lt agua/ha. Repetir en la
cha RANGO 75 0,7 k/ha temporada con reinfestación
WG de malezas.
+
MCPA 750 0,5 l/ha
Control gramíneas FLECHA 9.6 1,5 - 2,5 En caso de infestación sólo de
EC l/ha gramíneas anuales o peren-
+ + nes.
WINSPRAY 0,25%
BROTACIÓN Polvillo tardío de la POLYBEN 50 150 g/Hl Aplicar preventivamente para
hoja, WP protección de brotes, ramillas
Tizón del brote, + y frutos. Alternar con HORTYL
Tizón de la Yema, DITHANE M 200 g/Hl 50 F. Emplear alto volumen de
Antracnosis, 45 agua.
Botrytis HORTYL 50 F 250
cc/Hl
Phytophthora METALAXIL 2 k/ha Incorporar en el riego. Alternar
MZ los productos.
o
DEFENSE 80 2 - 3
WP k/ha
Larvas de burritos e DIAZINON 40 3.0 k/ha Sobre camellón.
insectos del suelo WP
Polillas y Larvas de DIPEL WG 0.5 - 1 Aplicar al observar los prime-
Insectos k/ha ros insectos con alto cubri-
miento.
Adultos de burrito, ACIFON 35 160 g/Hl Carencias EUA y CANADA: 7,
cabrito, capachito, WP UE Y SUIZA 15, JAPÓN 12.
langostinos, eulia Aplicar con los primeros insec-
tos presentes.
10. Poda
Es así como para las variedades remontantes que se cultivan preferentemente en la zona cen-
tral se requieren 3 podas:
10.1 Poda de primavera: Esta poda también es llamada “quema de retoños”, se efectúa en
agosto-septiembre con aplicaciones de paraquat, con el objeto de ralear y controlar el número de
retoños. Se ha comprobado que con esta poda se logra acortar la longitud de los entrenudos, con
lo cual se facilita la cosecha y aumenta la producción de otoño. Esta poda se realiza preferente-
mente el segundo año en variedades que producen muchos retoños y se hace con una altura
máxima de 10 cm. Con esta práctica se favorece el desarrollo del fruto de caña y facilita la poda
de verano.
10.2 Poda de verano: Después de la cosecha de noviembre, en enero se deben eliminar las
cañas que fructificaron y las hojas basales sobre-maduras de los retoños que fructificarán en mar-
zo. Si no se ha realizado raleo primaveral de retoños, se deben eliminar excedentes y aquellos
que son débiles, mal formados, mal ubicados, y los que se han desarrollado tardíamente. Además
de la poda deben amarrarse las nuevas cañas a los respectivos alambres.
En las variedades no remontantes simplemente se cortan los retoños a la altura del último alam-
bre en la poda de invierno y se eliminan a nivel del suelo los retoños débiles y mal ubicados.
Además, se incluye el amarre de cañas y la escardadura correspondiente al suelo (Barriga, C
1991). La poda no debiera ser muy excesiva porque puede causar trastornos nutricionales que se
manifiestan como clorosis, con reducción del rendimiento. Se recomienda quemar todas las hojas
podadas con la finalidad de evitar posibles contaminaciones.
La cosecha de la frambuesa es una actividad muy laboriosa, no solo porque los frutos maduran
heterogéneamente en el racimo sino también por la presencia de espinas que dificultan la recolec-
ción.
Los índices de cosecha para la frambuesa son el color, desprendimiento de receptáculo, firmeza y
relación sólidos solubles/acidez. Sin embargo, los más usados en nuestro país han sido el color
junto con la facilidad de desprendimiento del receptáculo.
La cosecha debe realizarse en horas frescas y manteniendo la fruta poco tiempo en la mano del
cosechador. Es importante que los recolectores sepan que la fruta se cosecha desprendiéndola
del receptáculo, se toma con los dedos pulgar, índice y medio, luego se tira suavemente y al mis-
mo tiempo se rota ligeramente. La recolección debe realizarse directamente en los envases que se
van a comercializar, si se trata para consumo fresco; si el destino es la congelación en IQF, tam-
bién se deben aplicar las mismas consideraciones.
Las producciones que se pueden obtener a partir de la segunda cosecha (tercer año de la planta-
ción) pueden llegar a 18.000 k/ha y se pueden obtener cosechas regulares hasta los 10 años de
producción de la plantación.
La fruta cosechada debe ser llevada, dentro de la primera hora a cámaras de prefrío con aire for-
zado, para quitarles el calor de campo en el menor tiempo posible y dejarlas con 4 a 5º C. Luego
se seleccionan, pesan y embalan en las cajas correspondientes, para ser guardadas en cámaras
frías.
Se estima que puede aumentar en un par de semanas la vida de la frambuesa en buenas condi-
ciones con almacenamiento en atmósfera controlada, bajo concentraciones menores al 10% de O2
y de 20 a 25% de CO2.
Otros tratamientos que se dan a la frambuesa en poscosecha son los relacionados con la agroin-
dustria para congelado, ya sea en sistema IQF (individually quick frozen), que permite congelar el
producto en piezas individuales, o también el sistema de bloques, el cual no permite separar las
unidades de frutos congelados.
Esta especie se cultiva comercialmente entre la IV y X Región del país y los estados fenológicos
también variarán de norte a sur y según la variedad que se trate, aunque en esta especie hay más
variaciones latitudinales que varietales, si la comparamos con arándano.
En el siguiente cuadro muestra los distintos estados fenológicos y meses para frambuesos remon-
tantes, en tres macro-áreas climáticas del país.
Cuadro 6: Estados fenológicos y meses del año para frambuesos remontantes, en tres ma-
cro-áreas climáticas del país.
(*) (**) (***)
Estado Fenológico Centro-Norte Centro Centro-Sur
Brotación Ago Sep Sep-Oct
Floración de la caña (1ª flor) Sep-Oct Oct-Nov Oct-Nov
Formación del endocarpio Oct Nov Dic
Cosecha de caña (remontantes) Oct-Nov Nov-Dic Dic-Ene
Floración de retoños (2ª flor) Dic Ene Feb
Cosecha de retoños (no remontantes) Dic-Ene Ene-Feb Mar-Abr
(*) IV y V Región. (**) RM, VI, VII y VIII (N) Región. (***) VIII (S), IX y X Región.
Fuente: Elaboración propia, en base a antecedentes de recopilados de Sudzuki, 1981; Barriga,
1991 y consultas personales.
La variedad más plantada en nuestro país es Heritage, con cerca del 80% del total, por su facilidad
de adaptación a distintas condiciones de suelo y clima, comportamiento remontante, buenos ren-
dimientos generales y calidad de la fruta, que puede ser destinada al mercado fresco de exporta-
ción o a procesos en congelado.
El siguiente cuadro muestra los rendimientos esperados hasta alcanzar la plena producción, bajo
distintos niveles de producción, asociados a densidad de plantación y niveles de tecnología em-
pleados.
Rendimiento/Año 1 2 3 4 5 6
Alto 2.500 6.000 10.000 15.000 18.000 18.000
Medio 2.000 5.900 9.400 12.000 12.000 12.000
Medio bajo 1.800 4.500 7.200 9.000 9.000 9.000
Bajo 1.300 3.200 5.000 6.300 8.000 8.000
Fuentes: Asoex, 2005; Corfo, 1990; Indap, 2005.