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encendió otra luz casi despabilándome: Fue la idea de escribir sobre valores humanos,
ya que SE SUPONE que todos saben lo que son, pero a la hora de definirlos…
prácticamente nadie sabe ser claro y conciso e incurre en generalidades de
aproximación.
Decidí que si el tema realmente era importante, al levantarme lo recordaría para poder
CORROBORAR si esto era tan así mediante la búsqueda de definiciones en internet.
Altruísmo, significa dar prioridad al bien del conjunto por sobre el propio. Un claro
ejemplo de altruismo, son las personas que prefieren perder la vida salvando a varias,
antes que salvarse ellas dejando a las demás “en las manos de Dios” (si son creyentes
en alguno). Caso del capitán de un barco que se está hundiendo, que da prioridad a
que se salven mujeres y niños primero, luego los demás pasajeros y él sólo piensa en
sí mismo cuando ya no hay forma de poder hacer algo por nadie más. O un vecino que
acude a ayudar a quienes están en apuros, aún con riesgo de su propia vida, sin omitir
a quienes ayudan a un anciano a cruzar una avenida o los que ceden el asiento a
quienes los necesitan, en un transporte público.
Ética: Se entiende a nivel genérico como conjunto de normas que limitan la buena de
la mala conducta. Sin embargo, la verdadera y profunda ética no se limita a una
actividad profesional, sino que da una idea general y clara de qué cosas alteran de mal
modo al equilibrio de la naturaleza u orden debido de las cosas. Los populares 10
mandamientos de la Biblia, son una forma de sintetizar a lo básico de una conducta
ética. Es lo que nos conduce a ser altruistas y amar al prójimo y demás seres y cosas
del universo (Dios mismo) como lo sintetizó el Jesús de Nazareth.
De este modo, una persona con valores humanos es también una persona de palabra.
Que cuando se compromete a algo o lo afirma, es probable que hasta ponga en riesgo
su vida por cumplir con lo que dijo o se comprometió.
Por esto es fácil deducir que una persona con valores humanos, es completamente
confiable en todo sentido positivo. Por honesta, sincera, considerada, dedicada a lo
suyo con esmero; a la vez que vigilante y protectora de que los demás tampoco
ocasionen daños innecesarios por puro egoísmo o animalidad. Es un docente y policía
que vela (o lo intenta lo mejor que puede) por el bienestar del conjunto en el ámbito
en el que se encuentre.
Cuando dije docente y policía, me refería a que intenta educar con el mayor tacto
posible a los equivocados, a la vez que evitar dentro de lo lógico a los desmanes de
cualquier desubicado, ya que no ejercerá fuerza o violencia llevando las de perder y
tiene claro que su única autoridad es la moral del ejemplo personal, como también la
convicción consciente de cómo son los mecanismos que nos hicieron concluir que sólo
los valores humanos permiten la supervivencia de la especie en una forma de vida
digna.
En conclusión:
Los valores humanos parten de una clara consciencia que todos estamos en el mismo
barco o nave, con una función u objetivo específico, y que aunque consideremos que
somos simples pasajeros, ocasionar algún daño o desequilibrio en el entorno,
terminará perjudicándonos a nosotros mismos. O si un marinero necesita ayuda para
reparar algo, de no ayudarlo solidariamente, es muy probable que de dicha reparación
dependa que el barco o nave no zozobre. Por lo cual, desentenderse de las
problemáticas del entorno o los demás, es perjudicarnos la propia vida y la de quienes
más apreciamos, como el futuro mismo de la especie.
Síntesis:
Los valores humanos son aquellos que evitan las actitudes egoístas
perjudiciales, tanto en uno mismo como en los demás.
Las cuales fomentan a todas las demás características admirables de una “buena
persona” y héroes o heroínas de la historia como: la constancia; solidaridad; paciencia;
comprensión; tenacidad; tolerancia; objetividad; capacidad mimética (de ponerse en el
lugar de los demás o en situación); etc. bien aplicadas.
Cómo se enseñan los valores humanos y por qué se perdieron.
A lo que más suelo recurrir es a la “Parábola del rol de cada uno en la vida”, ya que a
través de la misma queda muy clara la respuesta hasta para niños de más de 7 años.
A veces, complementada con la antigua fábula de “La disputa por la corona de rey
entre el corazón y el cerebro”.
A eso, suelo añadirles también las analogías de los grandes capitalistas que consideran
a la vida real como un despiadado juego de monopolio, donde omiten pensar o
contemplar que, las fichas que quedan fuera del tablero o jugadores arruinados, son
seres humanos a los que, por no reintegrarlos socialmente, los están condenando a un
infierno de padecimientos que desemboca en inseguridades sociales de toda clase y
baja en la calidad de vida del conjunto.
Con todo esto, queda más que claro el por qué se perdieron en lo masivo, quedando
sólo unas pocas excepciones en el conjunto: La ambición desmedida de unos pocos,
llevó a corromper de a poco a todas las estructuras sociales, creando confusión que
destruye a la sensatez en un “sálvese quién y cómo pueda”, fomentando de modo cada
vez más exagerado a las conductas de egoísmo bestial e hipócrita, totalmente
desaprensivo.
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Don Sapo
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