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En este documento se concentran los textos de tres autores: Bisquerra (1989), Sosa-Martínez (1999) y de
Kédrov y Spirkin (1968).
¡¡Ahora Vamos a leer!!

CONCEPTO DE CIENCIA
Rafael Bisquerra

La ciencia es un conjunto organizado de conocimientos que han sido adquiridos mediante el método científico.
La preocupación por la explicación de los fenómenos es lo que ha dado lugar a la ciencia. Explicación que se
concreta en el permanente afán por descubrir las leyes de la naturaleza.

Existen diversas tendencias sobre el objetivo de la ciencia. Para unos lo propio de la ciencia es contribuir al
conocimiento teórico. Para Kerlinger (1985: 6), por ejemplo, “el objetivo fundamental de la ciencia es la
teoría”. Es decir, la explicación de los fenómenos naturales. Otros objetivos de la ciencia, que han sido
señalados por diversos autores, son formular hipótesis, definir términos, relacionar fenómenos, explicar la
realidad, establecer leyes, generalizar, etc. En esta línea se engloban los que propugnan una metodología
científica clásica dentro de la corriente del positivismo. Según esta concepción la ciencia es nomotética, es
decir, dirigida al establecimiento de leyes generales. Para ello suele utilizar principalmente métodos
cuantitativos.

En esta línea, las funciones principales de la ciencia son:

1. Describir: descripción de los fenómenos, conocimiento claro de sus elementos y de su funcionamiento.


2. Explicar: indicar el por qué de un comportamiento, lo cual permitirá generalizar. Busca las relaciones
entre fenómenos.
3. Controlar: las condiciones de producción del fenómeno se controlan para regular su aparición.
4. Predecir: indica bajo qué condiciones se producirán acontecimientos futuros con un cierto grado de
probabilidad.

En el extremo opuesto al positivismo están las corrientes humanistas, que propugnan una metodología
cualitativa que pone el énfasis en la profundidad y en la comprensión. En esta línea se encuentra la
investigación acción, que sostiene que las funciones de la ciencia se pueden resumir en “comprender para
transformar”. Lo importante de la ciencia es contribuir al cambio y a la mejora de las condiciones de vida. En la
concepción opuesta al positivismo, la ciencia puede ser ideográfica, es decir, basada en lo particular e
individual y sin pretender llegar al establecimiento de leyes generales. Para ello utiliza predominantemente
métodos cualitativos.

Bibliografía

Bisquerra, R. (1989). Métodos de investigación educativa: Guía práctica. Barcelona, España: Ediciones CEAC.
CONCEPTO DE CIENCIA
José Sosa-Martínez

La palabra ciencia proviene del latín scientia, que significa sabiduría, y de scio, que significa saber. Así, la ciencia
es conocimiento. A continuación se dan algunas diferenciaciones con el objeto de que el lector mismo
establezca su juicio personal sobre el concepto de ciencia.

Según Rodríguez-Nava ciencia es “organismo de conocimientos ordenados, sistemáticos y ciertos. Cuerpo de


doctrina demostrada y ordenada, que constituye un ramo particular del saber humano”. Según Bunge, es “ese
creciente cuerpo de ideas llamado ciencia, que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático,
exacto, verificable y, por consiguiente, falible. La ciencia es un sistema de ideas establecidas provisionalmente
(conocimiento científico), y como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica). Por su
parte, Rosenblueth expresa: “La ciencia es el conocimiento ordenado de los fenómenos naturales y de sus
relaciones mutuas”.

Kédrov y Spirkin expresan: “La ciencia es un sistema de conceptos acerca de los fenómenos y leyes del mundo
externo o de la actividad espiritual de los individuos, que permite prever y transformar la realidad en beneficio
de la sociedad”. O, sencillamente, “ciencia es el conocimiento de la naturaleza y la consecución de ese
conocimiento”.

Sin embargo, si bien estas definiciones pueden ser necesarias y autoexplicativas, no siempre son el modo
óptimo para revelar ciertos conceptos. En realidad, en las definiciones se hace un verdadero esfuerzo
intelectual por comprimir en pocas palabras todas las características y la esencia de lo definido, tarea por
demás ardua y muy a menudo infructuosa y frustrante. Después de todo, los conceptos abstractos y las cosas
se aprecian por lo que pretenden explicar y no por su naturaleza intrínseca. Además, es muy posible que el
estudio entienda mejor el concepto de ciencia si él mismo descubre, capta y expresa la definición, que si se la
proporciona prefabricada. No obstante, es conveniente recordar que en cada definición científica se resuelven
dos problemas de cognición: a) se fijan los rasgos esenciales o esencia del objeto definido; y b) se diferencia el
objeto definido de los objetos que le son semejantes.

En el artículo titulado “¿Qué es la ciencia?” Bunge describe la clasificación de las ciencias y proporciona sus
características. Este autor divide las ciencias en dos grandes categorías: a) las ciencias formales, como la
matemática y la lógica, y b) las ciencias fácticas o experimentales, que son las que requieren de la
experimentación (del latín facio, hacer). Las ciencias formales no son objetivas y no se ocupan de los hechos;
tratan de objetos ideales; como ciencias, sus estudios y deducciones son racionales, sistemáticos y verificables,
más sus demostraciones e inferencias sólo existen en la mente humana. Por el contrario, las ciencias fácticas
(física, química, fisiología, psicología, microbiología, etc.) se basan en hechos y experiencias del mundo que nos
rodea, aunque utilicen la matemática y la lógica como apoyos en sus diseños, deducciones e inducciones. A las
ciencias fácticas también se les llama ciencias materiales. Otra diferencia es que las ciencias formales o ideales
poseen enunciados que consisten en relaciones entre signos, mientras que los enunciados de las ciencias
materiales se refieren a sucesos y procesos. Esta clasificación ayuda a comprender las características
fundamentales de la ciencia y a analizar las dos categorías en que a grosso modo se puede dividir.
Las ciencias formales o ideales (la matemática y la lógica) están íntimamente relacionadas. Las demostraciones
de teoremas y axiomas son evidentes por sí mismas y no como resultado de experiencias, lo cual es
típicamente deductivo en álgebra, geometría, trigonometría, etc., que utilizan la lógica como método
deductivo. Todo, o casi todos, se puede elaborar con la ayuda de lápiz y papel. Por otra parte, las ciencias
fácticas necesitan más que ello; requieren de laboratorios, instrumentos, reactivos, animales de laboratorio y
hasta seres humanos, aunque es necesario reconocer que en ocasiones se puede hacer ciencia sin que se
utilice todo lo mencionado (investigaciones retrospectivas o también llamadas ex post facto).

En las ciencias fácticas no se emplean símbolos vacíos; por el contrario, cualquier símbolo representa un ente o
una medida concreta y no abstracta. Cualquier cosa debe traducirse en algo observable, medible, ponderable;
de otra manera se pasa a lo abstracto. El dolor, los sueños, las sensaciones, las impresiones, etc., tienen que
expresarse en unidades medibles; si no fuera así no se podrían valorar, pues conditio sine qua non es que en las
ciencias fácticas todo tiene que ser verificable; de otra manera, pasa al terreno de la abstracción. Es por ello
que en la experimentación se debe ser preciso en las mediciones, en las observaciones, en la inducción de
generalizaciones, en la descripción de las condiciones en que se llevó a cabo un experimento y, más aún,
cuidadoso en las inferencias, pues las ciencias fácticas distan de ser exactas. También, se deberá estar
preparado a que las experimentaciones sean verificadas, ratificadas, rectificadas, o rebatidas y,
probablemente, superadas dentro del proceso dialéctico de la evolución dinámica de las cosas y de las ideas.

El verbo inferir se refiere a obtener las consecuencias de una observación. Es el procedimiento intelectual que
se denomina razonamiento. Se puede dividir en dos acepciones opuestas que son inducir y deducir. Por su
parte, inducir indica el entendimiento desde el conocimiento de los eventos particulares, hechos o casos, hasta
la ley o principio que virtualmente los contiene o que se efectúan en todos ellos en forma general
(generalizaciones). Así, Russell dice que “la ciencia (…) es conocimiento de un determinado género (…) que
busca leyes generales relacionando ciertos hechos particulares”. Por tanto, en la inducción se parte del
conocimiento de casos particulares concretos y se eleva a conceptos o leyes naturales universales.

Se entiende por deducir el proceder lógicamente de lo universal a lo particular, o sea obtener conocimientos de
muestras procedentes de un universo. La observación de la caída vertical de una manzana que estaba prendida
de un árbol permite que, si la manzana no se va hacia arriba o hacia los lados, es probable que este fruto tienda
a caer en forma perpendicular sobre la tangente del punto de caída en relación con la superficie de la Tierra
(deducción). Si, además, otros cuerpos como piedras, lluvia, cosas en general, tienen la tendencia a caer en la
misma forma (deducciones), se puede generalizar (inducción) que todos los cuerpos caen en igual forma (ley de
gravitación universal).

Bibliografía
Sosa-Martínez, J. (1999). Método científico. México: SITESA.
EL CONCEPTO DE CIENCIA
B. Kedróv y A. Spirkin

La ciencia es un elemento importantísimo de la cultura espiritual, la forma superior de los conocimientos


humanos; es un sistema de conocimientos en desarrollo que se adquieren mediante los correspondientes
métodos de conocimiento y se expresan en conceptos exactos, cuya veracidad confirma y demuestra la
práctica social. “La ciencia es un sistema de conceptos acerca de los fenómenos y leyes del mundo exterior y de
la actividad espiritual de los hombres que posibilita prever y transformar la realidad en beneficio de la
sociedad”; es una forma históricamente constituida de la actividad humana, una “producción espiritual”, cuyo
contenido y resultados son los hechos acumulados que se orientan a un fin, las hipótesis y teorías formuladas,
con las leyes, recursos y métodos de investigación que le sirven de base.

Características generales de la ciencia

El concepto de ciencia es utilizado para designar tanto el proceso de elaboración de los conocimientos
científicos, como todo el sistema de conocimientos confirmados por la práctica y que representan la verdad
objetiva, así como para expresar las distintas esferas de los conocimientos científicos, las distintas ciencias. La
ciencia contemporánea es un conjunto extraordinariamente diversificado de diversas ramas científicas.
A través de la ciencia, la humanidad realiza su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza, desarrolla la
producción material y transforma las relaciones sociales. La ciencia coadyuva a elaborar una concepción del
mundo correcta, dialéctico-materialista; libera al hombre de supersticiones y prejuicios, amplía sus horizontes y
perfecciona sus capacidades intelectuales y convicciones morales.

La palabra “ciencia” significa literalmente conocimiento. Por conocimiento se tiene en cuenta los datos
establecidos acerca de los fenómenos materiales y espirituales, su reflejo fiel en la conciencia del hombre.
Toda ciencia pasa por varias etapas en su formación. Pero el criterio en cuanto a la formación de cualquier
ciencia es común: la determinación del objeto de investigación, la elaboración de los conceptos concernientes
a ese objeto, la precisión de la ley fundamental que es inherente al objeto y al descubrimiento del principio o la
elaboración de la teoría que permiten explicar una multiplicidad de hechos.

La ciencia de la naturaleza, las ciencias naturales

Las ciencias naturales, es decir, el sistema de ciencias de la naturaleza, son una de las tres esferas
fundamentales del conocimiento humano; el fundamento de la técnica industrial y agrícola, la técnica y la
medicina; el fundamento científico de la filosofía del materialismo, de la concepción dialéctica de la naturaleza.
La actividad teórica y productiva del hombre es la base del conocimiento de la naturaleza.
Las ciencias naturales tienen un doble objetivo: 1) descubrir la esencia de los fenómenos de la naturaleza,
conocer sus leyes y prever sobre su base los nuevos fenómenos, 2) indicar la posibilidad de aplicar en la
práctica las leyes de la naturaleza, que han sido conocidas.
El contenido y la estructura de las ciencias naturales

La estructura de las ciencias naturales viene determinada ante todo por el carácter de la misma naturaleza
como objeto de estas ciencias. La naturaleza es materia en movimiento. La tarea de las ciencias naturales
consiste en conocer sus leyes y formas de existencia, los tipos y formas de su movimiento. De aquí deriva la
definición de su objeto: “El conocimiento de las distintas formas del movimiento… es el objeto principal de las
ciencias naturales”, escribía F. Engels.

La estructura de las ciencias naturales puede ser considerada en dos planos. El primero refleja la complejidad
sucesiva de su mismo objeto (es decir, de los distintos tipos de la materia y de las formas de su movimiento). El
segundo refleja una serie de ciencias, en las que sucesivamente se profundiza el conocimiento de uno u otro
objeto.

En general, todo este grupo de ciencias responden al movimiento desde el conocimiento del fenómeno a su
esencia y desde una esencia menos profunda a otra que lo es más.

El problema de la estructura de las ciencias naturales se halla indisolublemente ligado al problema de su


clasificación. El nexo entre las ciencias de la naturaleza refleja el desarrollo a ésta, que va desde los objetos más
simples o inferiores, a los más complejos o superiores.

En las ciencias naturales contemporáneas existen muchas ciencias de transición lo, que pone en evidencia la
ausencia de cualquier frontera tajante entre sus distintas ramas, en cuanto a la interpretación entre ciencias
que antes se hallaban separadas.

Cada rama fundamental de las ciencias naturales se divide, en correspondencia con las formas particulares del
movimiento de la materia estudiadas por ella, en varias disciplinas: así, la química se divide en química
inorgánica, orgánica (de acuerdo al carácter del objeto) y analítica (por el método).

La ciencia acerca del hombre y la sociedad

Las ciencias sociales, llamadas también humanas, son el conjunto de ciencias acerca del hombre y la sociedad,
que se distinguen de las naturales también por la práctica de la utilización de sus leyes. Entre las ciencias
humanas destacan las ciencias que versan sobre el pensamiento. Las ciencias sociales representan el sistema
de todas las esferas del conocimiento acerca de la sociedad y de las leyes de su aparición y desarrollo; de su
estructura, de algunos elementos de esta estructura y de distintos aspectos de la vida social; del ser social, la
conciencia social y su interacción; del hombre, su formación, actividad, desarrollo y situación; de las
comunidades sociales: las clases, las naciones, los grupos y las relaciones entre ellos; de la cultura material y
espiritual.
Dado que la naturaleza es la premisa de la aparición y existencia de la sociedad hay ciencias que se encuentran
en la confluencia de las ciencias sociales y las naturales (la antropología, la geografía, la medicina, y otras). La
filosofía, como ciencia de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,
constituye una rama peculiar. Existen ciencias sociales que estudian algunos aspectos, procesos y fenómenos
de la sociedad –la economía, la política, el derecho, el Estado, el lenguaje, la literatura, etc.
La especificidad del conocimiento de la sociedad viene determinada por el hecho de que los hombres mismos
crean su propia historia, de que son, según las palabras de Marx, actores y autores de su drama histórico-
universal. El cambiante carácter de la sociedad influye también en su conocimiento, ya que los procesos
analizados se convierten muy pronto en historia, y el estudio de la historia se halla bajo la influencia del
presente. La teoría del pasado se revalora a la luz del presente. El conocimiento de la sociedad –subrayaba
Engels—“es, pues, aquí, esencialmente relativo, ya que se limita siempre a penetrar en la concatenación y en
las consecuencias de cierta formas de sociedad y de Estado que sólo se dan en determinadas épocas y en
determinados pueblos, y que son, por su naturaleza misma, transitorias y perecederas.
En las ciencias sociales existe el peligro del relativismo absoluto, que se expresa, por ejemplo, en las teorías
burguesas del presentismo. El marxismo rechaza este relativismo; sin embargo, es incuestionable la necesidad
de desarrollar las teorías sociales, lo que se halla ligado tanto al desarrollo del mismo objeto, cuanto al cambio
de la comprensión de su esencia. Desde este punto de vista todas las ciencias sociales son históricas, es decir,
investigan “…las condiciones de vida de los hombres, las relaciones sociales, las formas jurídicas y estatales con
su superestructura ideal en forma de filosofía, religión, arte, etc…en su sucesión histórica y estado actual…”
El carácter específico del conocimiento de los fenómenos sociales reside también en que el resultado de la
evolución histórica adquiere ante los ojos de millones de personas la consistencia de los fenómenos naturales y
las únicas formas posibles de la vida social.

Bibliografía
B. Kedrov, M & Spirkin, A. (1968). La ciencia. México: Editorial Grijalbo.

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