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Estimado/a,
Inspirado y movilizado por la gran cultura y tradición aymara –por sus innúmeras
historias mitológicas y sus ancestrales costumbres-, y por no hallar sino simples
bosquejos de las mismas o vagas narraciones, me he propuesto recopilar dichas
historias en un libro para el conocimiento no sólo del pueblo boliviano contemporáneo
sino también para el mundo entero que, lamentablemente, poco y nada conoce de la
tierra y cultura aymara.
Este trabajo tiene como único pretexto la internalización de esta cultura en Argentina,
principalmente, y el resto de Latinoamérica, Oceanía y Europa, donde varios colegas
artistas se desenvuelven tanto en España como en Italia, Alemania, Suecia y Francia; y
que están dispuestos a traducir a los diversos idiomas el libro, extendiendo así el color
y la sabiduría aymara con mayor eficiencia.
Entonces, creo que será no sólo de gran alcance y utilidad para los interesados en
dichas cuestiones sino también para el pueblo boliviano, en relación con el turismo que
inevitablemente podría desprenderse a gran escala y nacer en los extranjeros –que
hasta el momento, repito, desconocen la riqueza cultural y geográfica que poseen-, el
deseo de visitar tan amables e históricas tierras.
Así pues, una pequeña inversión como ésta puede ser el puntapié inicial para un gran
ingreso y desarrollo económico no sólo en el ámbito turístico sino cultural y
educacional en ese país.
En la Isla del Sol he conocido a Rita Mendoza, una mujer que sufre una enfermedad de
los huesos y que, por lo tanto, su movilidad es muy reducida, lo que la ha impulsado a
refugiarse en la literatura. Así es que ha realizado el trabajo de entrevistar a los
ancianos aymaras y traducir al castellano las historias, mitos y leyendas de la zona.
Esta mujer, debido a su mencionada condición física y, por consiguiente, económica,
me pide cincuenta (50) bolivianos por cada relato, los cuales son treinta (30) en
aproximación total, entre mitos, leyendas e historias que rondan por el sagrado Lago
Titikaka y que hacen una suma de mil quinientos bolivianos (30 relatos x 50 bolivianos
= 1.500).
Así mismo, he convivido con los habitantes de la Isla de la Luna –donde residen
aproximadas 70 personas- durante un breve período de tiempo, suficiente para gestar
amistoso y placentero vínculo, quienes me han apoyado y motivado en la empresa,
comentando que, cuanto antes se realice este trabajo de investigación, más historias
pueden recopilarse; ya que los jóvenes habitantes de la Isla y de las zonas
circundantes no las conocen o sólo vagas nociones tienen por falta de memoria, interés
o comunicación. Así, recomendáronme algunas personas a entrevistar y visitar,
diciendo que necesitaría un traductor del aymara, pues los ancianos que conocen las
historias sólo hablan esa lengua que ignoro por completo.
Actualmente trabajo en algunos cuentos y una novela costumbrista sobre la forma de
vida en la Isla de la Luna, la que también será de gran ayuda para el impulso turístico
que los habitantes del lugar pretenden generar, y que no me presenta dificultades
económicas por ya conocer personalmente, vivir el lugar y las costumbres como los
habitantes de ese hermoso e histórico lugar.
Atte.
Andrés Bonvin
silente@live.com.ar
www.movimientolatino.org
www.andresbonvin.blogspot.com