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Análisis de los Modelos Pedagógicos Cognitivo y

Social.

Existen diversos modelos pedagógicos en la actualidad, entre ellos tenemos el


tradicionalista, el conductista, el romántico, el cognitivo y el social, mismos que
han alcanzado su dominancia en diversos momentos de la historia, sin embargo,
su importancia radica en que representan diversos paradigmas que han
prevalecido en la educación y son ellos quienes en comunión con las instituciones
y los docentes le han dado forma a la educación.

De estos modelos aún cuando todos han tenido sus aportaciones o limitantes, son
el cognitivo y el social los que han cobrado mayor importancia en los últimos años,
sin embargo, no se puede negar el hecho que dentro de las aulas aún quedan
muchos matices de los otros modelos.

Por otra parte, estos dos modelos se encuentran dentro del paradigma de
aprendizaje, por lo que en muchos aspectos se vuelven complementarios para el
logro de los objetivos educativos en la práctica, es por ello, que al adoptar el
paradigma de aprendizaje, es indispensable conocer con más profundidad lo que
aporta cada uno de estos modelos y a partir de ellos obtener los recursos
necesarios para la práctica educativa.

Con base en lo anterior, se comprende que la importancia de analizar y rescatar


los elementos más importantes de los modelos pedagógicos cognoscitivo y social,
radica en que son el medio para conocer el trayecto que debe seguir el docente
dentro del paradigma de aprendizaje, y por lo tanto, el objetivo es dar a conocer el
enfoque de los modelos y sus estrategias para que se logre visualizar el beneficio
dentro del ámbito educativo.

Por tanto, el presente trabajo pretende analizar los modelos pedagógicos cognitivo
y social a partir de los elementos que los estructuran de forma relevante,
considerando que al compararlos se puede tener una comprensión cabal de la
importancia y obtener ideas sobre cómo aplicarlos.
El origen de los modelos.

Hablar del origen, en este caso se refiere al paradigma al que pertenecen,


basándonos en los paradigmas propuestos por Robert B. Barr y John Tagg, como
se mencionó anteriormente, pertenecen al paradigma de aprendizaje, mismo que
difiere significativamente del de enseñanza, mismo que a continuación se
describe.

El paradigma de enseñanza, es tal vez el más difundido en el medio educativo, es


aquel que principalmente se preocupa por la enseñanza misma, donde su misión y
sus propósitos no se encuentran en el aprendizaje, ni en los alumnos.

Para este la misión de un centro escolar es la instrucción, enseñar, donde los


medios son la finalidad última, debido a su interés en la enseñanza. Sobre esta
base es comprensible que su propósito sea el de generar cursos.

De igual modo, sus criterios de éxito se vuelcan sobre los docentes, es decir, que
se evalúa al docente en términos de instrucción, en su nivel de grado académico,
en la expansión del currículum, la matrícula y sus ingresos.

Es por lo anterior que la finalidad del docente es cubrir el programa, en el tiempo


asignado, preocupándose poco por el aprendizaje de los alumnos, se trata de una
cuestión cuantitativa y no cualitativa.

Su teoría del aprendizaje se centra por lo mismo en la instrucción, es por ello que
frente al grupo se pone a un experto a impartir un curso y los alumnos únicamente
tienen que obtener de esa fuente el conocimiento, lo cual lleva a una situación
memorística e irreflexiva, se trata únicamente de retener la información que
considera el experto. Sobre esta base el alumno es clasificado, se le incita a
competir y a aprender individualmente.

El otro paradigma, el del aprendizaje a diferencia del anterior se centra en el


aprendizaje a todos los niveles, desde la institución hasta el alumno. Este
paradigma es flexible y utiliza todos los recursos de la institución y del docente en
pro del aprendizaje del alumno.

La misión de este paradigma es que el alumno se vuelva a sí mismo en un actor


de su aprendizaje, es decir, que sean coproductores de su aprendizaje siendo
responsables de ello. Los centros educativos proveen de ambientes de
aprendizaje adecuados favoreciendo que el alumno se integre colaborativamente
para la creación de conocimientos.

Los criterios de éxito a su vez van encaminados a los productos de aprendizaje, lo


cual va en el sentido que anteriormente se mencionaba, de esta forma la
evaluación pasa de ser cuantitativa a cualitativa, donde lo que se evalúa es el
aprendizaje de los alumnos. Por tanto muestra una estructura holística, en la cual
la prioridad está en el aprendizaje y en las interrelaciones, donde su preocupación
gira en torno al desarrollo de habilidades mismas que serán los propósitos y los
criterios que se evaluarán dentro del perfil de egreso.

Su teoría del aprendizaje va en relación a la misma línea, se espera que el alumno


a través del trabajo académico logre asimilar conocimientos y desarrolle
habilidades que le permitan resolver problemas en distintas situaciones
favoreciendo los entornos de aprendizaje colaborativo.

En este paradigma, el docente cumple una función muy específica, debe diseñar
ambientes de aprendizaje que interactúa con el alumno, donde el maestro no es el
único que tiene un papel activo, sino que funciona como actor más en el terreno
de la creación de aprendizajes.

Los modelos pedagógicos cognitivo y social.

Como se podrá comprobar estos modelos encajan con la descripción del


paradigma antes mencionado, sin embargo, cabe mencionar que el paradigma
cognitivo es representado principalmente por Piaget, Ausubel y Brunner, mientras
que el social está principalmente influenciado por el trabajo de Vigotsky, sin
embargo, también existen influencias de Piaget y Brunner.

Aún cuando en la práctica ambas tendencias pueden combinarse y mezclarse es


menester aclarar que presentan distintas metas, en el modelo cognitivo se enfocan
en el alumno buscando que alcance niveles intelectuales superiores tal y como se
expresa en el aprendizaje significativo, cuya meta es aprender a aprender.

Este concepto se refiere al proceso por donde el alumno aprende a ser autónomo,
independiente y capaz de autorregular su aprendizaje a través de diversas
estrategias que permiten que su aprendizaje sea aplicado en diversas situaciones,
es por ello vital que el alumno sea el principal actor en el aprendizaje.

De igual modo tenemos a Brown, con su concepto de conocimiento metacognitivo,


el cual cumple también con la definición anterior, donde el alumno conoce lo que
sabe y cómo sabe que lo sabe.

Las metas.

Por otra parte, en cuanto al modelo social, la meta consiste en buscar el desarrollo
total del individuo y el colectivo buscando una producción grupal, misma que se
relaciona con dos de los principios didácticos dentro de los nuevos enfoques:
Aprender a Vivir con los Demás y Aprender a ser.

El primer principio citado trata de ayudar al estudiante a través del trabajo en el


aula a vincularse con sus habilidades sociales, aspectos morales y éticos con la
finalidad de que obtenga un mejor desarrollo personal y tenga mejores recursos
para la vida laboral. El segundo principio se refiere a la integración de los tres
principios (el aprender a conocer y el aprender a vivir con los demás), lo que lleva
al alumno a tener un gran sentido de lo que aprende, para qué lo aprende y con el
fin de que comprenda la complejidad de sus expresiones y sus compromisos de
manera individual y colectiva.

Concepto de desarrollo.

En cuanto al concepto de desarrollo, tanto en el modelo cognitivo como en el


social coinciden en que debe ser progresivo y secuencial, sin embargo, la
diferencia estriba en que el primero hace énfasis en un desarrollo individual,
vinculado a los procesos cognitivos, mientras que en el social, el énfasis en el
desarrollo grupal, mismos que se vierten en pro de la ciencia.

Para ampliar estas ideas se debe comprender que el desarrollo visto desde el
modelo cognitivo, siempre va ir vinculado a los procesos cognoscitivos, situación
misma que se ve reflejada desde la meta, y cabe agregar que dentro del proceso
busca que el alumno desarrolle sus habilidades de pensamiento o intelectuales
favoreciendo el desarrollo intelectual.

Ahora bien, en el modelo social el desarrollo se va dando de manera grupal, a


través del compartir y de los intercambios que se dan de forma interpersonal,
creando con ellos construcciones de conocimiento en beneficio del colectivo a
partir de la conciencia grupal, por tanto es un desarrollo en el aspecto de
construcción de conocimiento y de mayor conciencia social. (cognitivo y social).

Los contenidos.

Otro elemento de análisis es el de los Contenidos, así tenemos que en el modelo


cognitivo los contenidos tienen la finalidad de ser experiencias de acceso a
estructuras superiores, es decir, que se busca a través de situaciones con cierta
complejidad (conflicto) el aprendizaje, mismo que llevaría por sí mismo al
desarrollo conceptualizado dentro de este modelo.

Por parte del modelo social tenemos que los contenidos son vistos como una
oportunidad de desarrollo científico-técnico, polifacético y politécnico, a partir del
trabajo conjunto, como lo pueden ser los métodos de proyectos o de casos, en los
cuales se aplica directamente el conocimiento a partir de la intervención grupal.
La relación maestro – alumno.

En cuanto a la relación maestro – alumno, el modelo cognitivo establece que el


docente es un facilitador, encargado de estimular el desarrollo, de tal manera que
debe proveer al alumno de diversas experiencias de aprendizaje que le permitan
tener un contacto con la realidad a partir del cual pueda ir construyendo sus
conocimientos y rescatando sus aprendizajes previos, para ello, es el encargado
de elegir adecuadamente sus estrategias de aprendizaje para abordar los
contenidos curriculares.

En el modelo social en cambio el maestro y el alumno tienen una posición


horizontal, donde el docente es un coordinador de grupo, en este caso, por lo
regular es el grupo quien va estableciendo las metas a lograr y el planteamiento
de sus objetivos bajo la coordinación del docente, finalmente es el grupo quien a
partir de las interacciones sociales va a construir el conocimiento.

Metodología de la enseñanza.

En este rubro el modelo cognitivo establece que se debe crear ambientes y


experiencias de desarrollo, por lo que la función del docente es a su vez favorecer
esos ambientes de aprendizaje, para ello, se vale de estrategias y técnicas de
aprendizaje de tal modo que el alumno pueda construir sus aprendizaje y
desarrolle sus habilidades intelectuales.

En cambio el modelo social se concentra en el trabajo productivo, adecúa las


estrategias y técnicas según el nivel de desarrollo y el contenido, así como busca
continuamente la confrontación social, debido a que le da mucha importancia al
desarrollo de las habilidades sociales y morales, aún con todo su valor radica en
que el grupo construya sus conocimientos a partir de la interacción social y es por
ello, vital que sean capaces de trabajar y convivir en equipos de trabajo.

Proceso evaluativo.

El proceso evaluativo en ambos modelos recae no sólo en la cuantificación del


conocimiento, sino en la calidad de los aprendizajes siendo estos de variados
tipos, no sólo remiten a los contenidos.

Por lo regular estos modelos toman en cuenta los tres tipos de contenidos, los
declarativos, los procedimentales y los actitudinales- valorales. Sobre esta base es
de comprender que la evaluación siempre es cualitativa, sin embargo, el énfasis
en cada modelo puede diferir.

Así tenemos que la evaluación en el modelo cognitivo hace énfasis en los


procesos de aprendizaje, no busca la calificación y todo lo va estableciendo a
partir de criterios, para ello, puede basarse una evaluación permanente, donde el
alumno es evaluado a lo largo de cada clase y por definición tienen que cumplir
con algunos criterios expuestos preferencialmente en una rúbrica o bien a partir de
portafolios de trabajo, entre otros.

Por otra parte, en el modelo social la evaluación hace énfasis en que sea de forma
grupal, es aquí donde se estila la coevaluación junto con la evaluación del
cumplimiento de criterios sobre la teoría y la práctica dentro de un trabajo grupal,
este modelo se asienta sobre modelos como el aprendizaje cooperativo y/o
colaborativo, que se puede combinar con el método de proyectos, donde se
evalúan también los aspectos teóricos y prácticos y el proceso que tuvieron que
realizar para alcanzar sus metas.

Conclusión.

Después del análisis de estos elementos, cabe mencionar que en la práctica se


pueden combinar en cuanto a las estrategias, técnicas o métodos de trabajo, si
bien lo que se busca es que el alumno logre aprendizajes significativos, para ello,
es cabal utilizar todos los medios adecuados y en base a las características de los
alumnos promover y estimular su propio desarrollo de habilidades intelectuales y
sociales siendo los medios de mayor relevancia para el aprendizaje.

En la práctica docente, también se considera útil tener bien claro cuál es el


objetivo de la educación, así como el rol que el docente y el alumno ocupan,
porque ello será el camino a seguir para el aprendizaje de los alumnos.

En cuanto a la evaluación es importante tener presente, que si bien las


instituciones exigen siempre una evaluación cuantitativa, no por ello se debe dejar
de lado la parte cualitativa, es por ello que una combinación de ambos tipos de
evaluación puede dejar satisfechos a instituciones y alumnos, sin embargo, para el
docente probablemente sea mayor la responsabilidad dado que se evalúan
procesos y no sólo resultados.

Por último, cabe agregar que la educación en México ha ido evolucionando, los
programas oficiales exigen la aplicación de este tipo de modelos, sin embargo, los
mayores obstáculos parten de los mismos docentes de grupo, de los viejos hábitos
y los paradigmas rígidos que entorpecen el mismo proceso educativo. Es por ello
fundamental que los docentes se involucren y se permitan flexibilizar su
pensamiento acerca del papel que les corresponde dentro del proceso educativo.

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