Acabados

Varios elementos determinan el aspecto final del concreto. Este aspecto dependerá, entre otros,
de la composición del concreto, de la textura de la formaleta y del plazo hasta el desencofrado. El
concreto puede sufrir otros tratamientos que lo pueden poner en relieve al gusto y según la
creatividad del concebidor del proyecto.

El aspecto final de un concreto dependerá de tres cosas: de su composición, de su molde y de su

tratamiento de superficie. Es la arena que propone su color a un concreto bruto o poco tratado.
Pero es el tono de las piedras que predominará en los concretos pulidos o martelinados.
Exponemos unos de estos tratamientos de superficie más comunes. Se pueden combinar
diferentes tratamientos en un mismo elemento para jugar con luces, sombras y relieves.

Lavado

El paramento esta lavado con agua para limpiar la superficie y dejar aparecer
la textura del concreto. El tratamiento se hace antes de la fragua del mortero
en superficie (se usan aditivos desmoldantes retrasadores)

Cepillado

El paramento se cepilla (cepillo duro pero no metálico) con o sin agua con las
mismas prescripciones que el "lavado"

Decapado

El concreto esta lavado con ácido diluido con una duración en función del
ataque requerido. Se enjuaga abundantemente una vez obtenido el resultado
buscado. Este tratamiento se hará con una mano de obra experta

Borrado

El paramento endurecido se ataca con polvo poco abrasivo bajo presión.

Esto provoca un desgaste superficial y suave de la piel del concreto
 Arenado

El paramento endurecido se ataca con un chorro de arena bajo presión,

quitando los granulados hasta lograr el efecto requerido

Pulido

El paramento se ataca a la muela de granos más y más finos, hasta lograr

una superficie perfectamente pulida

Martelinado

El paramento endurecido se ataca con un martillo con dientes hasta lograr el

efecto requerido

Muelado

El paramento se ataca con una muela abrasiva, a seco o con agua, para
dejar una superficie rugosa, dejando aparecer todos los granulados