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“Los enfoques por tareas para la enseñanza de las lenguas” J. Zanón.

“... uno de los ejes sobre los que descansa el <<enfoque por tareas>> es el de la redistribución
de los roles de aprendizaje entre profesor y alumnos. En este sentido, el trabajo en las
diferentes propuestas por tareas implica asumir resonsabilidades, tomar decisiones respecto
al proceso de aprendizaje y su evaluación, cambiar las relaciones de poder en el aula, etc. En
suma, un esfuerzo al que profesores y alumnos probablemente no siempre puedan o quieran
estar acostrumbrados”.

Me gustaría destacar este párrafo, porque creo que los roles de profesor y alumno que se
han venido dando desde la enseñanza tradicional están, o deberían estar, obsoletos por su
falta de respuesta al mundo actual en en que vivimos. En mi opinión, por un lado siempre
se ha considerado al profesor, al maestro o al tutor como la misma persona, y creo que no
es así. El primeros seria una persona que ensena, el segundo un educador, y el tercero un
orientador. Pero es que además en la actualidad están apareciendo otros roles que redefinen
el trabajo del profesor en el aula: monitor, supervisor, facilitador. Y esto es precisamente por el
papel prominente que esta tomando el alumno en el aula, al pasar de individuo que escucha
atentamente la lección sin intervenir, a ser el centro de la actividad en el aula, y decidir de
que manera hacer las tareas y la dinámica que querrá seguir, transformar los materiales
y autoevaluar los resultados. Parece que la dinámica de ensenar y aprender se divide en
diversas actuaciones en el aula: el profesor fomenta el aprendizaje, y los alumnos desarrollan
su autonomía de aprendizaje, y se ensenan los unos a los otros. El profesor no evalúa a los
alumnos, sino que el producto final es el inicial para motivar una nueva actividad contingente.
Estas ideas que se me pasan por la cabeza es lo que me figuro en el aula que desarrolle la
enseñanza de la lengua mediante las tareas comunicativas, y donde además se integren las
TIC de forma natural en el aula. Apuesto por este futuro, y quisiera aportar mi pequeño grano
para que sea posible.

“La enseñanza de la comunicación en la clase de español” Zanón & Hernández

“La verdadera comunicación se caracteriza por la posibilidad de escoger los instrumentos mas
eficaces y mas acordes a nuestras intenciones. Solo la disponibilidad de opciones sobre las
que decidir puede garantizar un uso natural del lenguaje. [...]. El alumno debe implicarse en la
toma de decisiones del material que utiliza y comprobar los efectos de esta sobre su objetivo
de comunicación. Solo también de esta manera podremos garantizar una implicación natural
en la decodificación de la información recibida en cada secuencia al poder presentarse en una
amplia gama de formas”.

Considero imprescindible que además de la autenticidad de los materiales que lleve el profesor
al aula, las actividades que se desarrollen también deben ser lo mas autenticas posible. Esto
implica que el alumno se plantee la cuestión de como comunicar lo que se le pide la actividad,
y también por que debe comunicarlo, que pueda identificar una intención comunicativa que
va mas allá que la pura practica de la lengua, sino un acto comunicativo auténtico, de la vida
real. Por eso, la actividad que se trabaje en el aula no ha de aportar elementos que simulen
una comunicación real, sino buscar en la realidad de aula los elementos que pueden hacer
conformar una situación comunicativa real. A partir de ella, el alumno se ha de ver implicado en
un hecho comunicativo donde se le exija que desarrolle unas habilidades que considere mas
adecuadas para responder comunicativamente. Seguramente, un alumno que pueda responder
adecuadamente a tal situación de comunicación con cualquiera de los recursos lingüísticos que
domine se sentirá muchísimo mas satisfecho que otro alumno que consigue conjugar todos los
tiempos verbales en subjuntivo, o no se equivoca con la diferencia entre por y para.

“El lugar que ocupan las tareas en el aula de idiomas” William & Burden

“La intención, entonces, supone el concepto de relevancia personal. Ejemplos de dichas


intenciones no lingüísticas podrían ser: indagar acerca del mundo y de las personales, expresar
opiniones, estudiar asuntos tales como el del crecimiento de las plantas, disfrutar de los libros,
cantar, jugar o hacer una marioneta. El concepto de intención educativa también incluye la
noción de capacitación ya analizada anteriormente en este libro. Pueden también capacitar
las actividades a los alumnos para poder ejercer control, llegar a ser autónomos y ser mejores
estudiantes de idiomas?”

Me parece muy interesante e importante la idea expuesta en este párrafo, ya que es cierto
que a menudo planteamos actividades de vacío de información a los alumnos que realmente
les supone un uso significativo de la lengua. Sin embargo, puede faltarles motivación para
realizarla: simplemente no hay un propósito que motive al alumno, o que le pueda divertir.
Por eso me parece muy importante diseñar actividades intencionales, que animen al alumno
a buscar sus propios elementos motivadores que, que trabaje sobre su propia persona, y el
definitiva traiga la lengua a su propia realidad, y no tener que ir el a ponerse en situaciones que
desconoce y no tienen ningún sentido para el.

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