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Peronismo
y oligarquía
En su mensaje a la Asamblea Legislativa del 1° de A principios del siglo XX, con la generalización de
mayo de 1948, Juan Perón explicitó una línea doctri- las democracias de masas, surgió una corriente de
naria para el movimiento por él fundado: “No somos pensadores que sostuvo que de alguna manera todos
enemigos del capital aun foráneo, que se dedica a su los gobiernos han sido “gobiernos de pocos”. En esta
negocio, pero sí lo somos del capitalismo, aun argen- línea se inscribieron Max Weber, Gaetano Mosca y
tino, que se erige en oligarquía para disputarle a la Vilfredo Pareto. El más explícito fue Robert Michels,
Nación el derecho de gobernarse por sí”. Así, el con- quien postuló la “ley de hierro de la oligarquía”, por la
cepto de oligarquía se convirtió en uno de los ejes cual en toda organización un grupo invariablemente
del discurso peronista, aunque su uso nunca dejó de se dispone a conducirla e impedir el ascenso de otros
ser vago. grupos. De esta forma, a pesar de los principios
Norberto Bobbio ha dado una buena definición de democráticos que se dicen defender, “los elegidos
oligarquía: “el poder supremo lo detenta un pequeño dominan a los electores”. Por eso, para Michels,
grupo de personas tendencialmente cerrado, ligadas “quien dice organización dice oligarquía”.
entre sí por vínculos de sangre, de interés o de otro Luego de la Segunda Guerra Mundial, Charles
tipo, que gozan de particulares privilegios y utilizan Wright Mills describió el elitismo oculto del régimen
todos los medios que el poder les da a disposición político en Estados Unidos, donde, según él, el poder
para mantenerlos”. La virtud de esta acepción es que era detentado por gerentes de grandes corporaciones,
no se limita al ámbito estrictamente político, por lo altos cargos militares y líderes políticos que compar-
que se puede hablar de oligarquías religiosas, milita- tían lazos familiares, económicos y sociales, una for-
res, académicas, etcétera. mación común y valores similares.
Etimológicamente, sin embargo, oligarquía es un Estas críticas llevaron a una profunda reformula-
término que proviene del griego, que significa ción de una parte importante de la teoría democráti-
“gobierno de pocos”, aunque los pensadores griegos lo ca. A partir de allí, muchos pensadores redefinieron el
usaban más bien como “gobierno de los ricos”. Así lo concepto de democracia, donde la clave ya no estaría
entendió por ejemplo Platón, en su República: “los en los criterios de selección de los líderes de cada
ricos gobiernan, mientras que el pobre no puede par- grupo político, sino en su competencia: lo fundamen-
ticipar en el poder”. tal no sería que el pueblo gobierne, sino que pueda
En la misma línea, para Aristóteles la oligarquía era elegir entre diferentes grupos, aunque éstos fueran
el gobierno de pocos en beneficio de ellos mismos, oligárquicos. En otros términos: si las tendencias oli-
por oposición a la aristocracia, en la que “los mejores” gárquicas son inexorables, lo que cabe es asegurar una
gobernarían a favor de la mayoría. Es decir, la oli- competencia entre oligarquías. En la fórmula de
garquía para Aristóteles no era mala porque fuera Joseph Schumpeter, la democracia no es un régimen
un gobierno de pocos, sino porque en ella se gober- donde el pueblo gobierna, sino uno donde el pueblo
naba “mal”. elige a quien gobierna.
Con el correr de los siglos el uso del término se ha En la historia latinoamericana, el término oligar-
ido extendiendo, aplicándose a diferentes formas de quía se usó para reflejar el modo en que los grandes
elitismo político, por su oposición con los ideales terratenientes ocuparon espacios de poder y desvir-
democráticos. En el siglo XVII, Jacques Bossuet pro- tuaron las instituciones establecidas por las constitu- 1
curaba reflejar esto, afirmando que la política “es un ciones republicanas. Por eso en el habla cotidiana de
acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y los argentinos, el término no se aplica a un régimen
aquellos que no quieren salir”. De todas formas, algu- político determinado, sino a una cualidad personal, la
nas formas de elitismo no suelen ser consideradas oli- de una persona con mucho dinero o de clase alta, que
gárquicas. Por ejemplo, en el caso de la tecnocracia, si en general se opone a los movimientos populares. En
bien el criterio es también excluyente, la clave de la buena parte del imaginario local, un oligarca es un
composición del grupo gobernante no es su cantidad, latifundista, y por extensión, cualquier dueño de la
sino su supuesta idoneidad. tierra es en principio oligarca.
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En síntesis, el significado valorativo del término ción de una identidad antagonista. En el conflicto por
siempre ha sido negativo, y ha tenido una función las retenciones, muchos sólo vieron en “el campo” el
más polémica que ilustrativa. Ese fue el sentido que le resurgimiento de la derecha y sus malos hábitos: el
asignó el peronismo desde sus inicios. La oligarquía clima fue muy similar al de 1955, es verdad, pero no
fue lo opuesto al pueblo: “la historia del mundo ha era solamente eso. Hoy resulta absurdo pretender que
sido la lucha del pueblo con la oligarquía”, escribió los propietarios de la tierra puedan tener un poder
Juan Perón. siquiera comparable al que tenían en la primera mitad
Ya en la proclama del golpe del 4 de junio de 1943, del siglo XX. La enorme cantidad de nuevos actores
que Perón manifestó haber redactado, se decía: “se ha que se han incorporado a la producción agropecuaria
llevado al pueblo al escepticismo y a la postración obligan al menos a revisar muchos de los conceptos
moral, desvinculándolo de la cosa pública, explotada que se han venido barajando con ligereza.
en beneficio de siniestros personajes movidos por la Persisten sí rasgos culturales antipopulares o elitis-
más vil de las pasiones”. Así, en el peronismo funda- tas, estilos de vida rentistas y hasta actitudes particu-
cional, el término oligarquía tomó varios significados larmente desagradables. Últimamente estos rasgos se
relacionados: sector social que explota a los trabajado- vieron agravados, en tanto grupos de elevados ingre-
res en su provecho; soberbia de clase (“cuando un sos justificaron abiertamente acciones antidemocráti-
peronista comienza a sentirse más de lo que es, cas y demostraron estar dispuestos a hacer circular
empieza a convertirse en oligarca”); gobierno de polí- cualquier imputación contra el gobierno nacional, por
ticos profesionales, “personeros” del interés de las cla- más absurda que fuera. Sin duda ello explica la per-
ses altas o de los grandes imperios mundiales (“nues- manencia de una animosidad equivalente más o
tro propio pueblo había sido sometido durante menos disimulada en el campo popular. Pero resulta
muchos años por las fuerzas del capitalismo entroni- ridículo llamar oligarquía a quienes no tienen el más
zado en el gobierno de la oligarquía”); grupo formado mínimo control sobre el mercado, por más que las tie-
por unas pocas familias pudientes que en la segunda rras que poseen o explotan sean desmesuradamente
mitad del siglo XIX crearon un sistema político y extensas. Magnificar el poder de estos sectores es un
social excluyente de las mayorías (“como todos los error político mayúsculo que impide distinguir grupos
patriciados que entregan a sus descendientes el mane- y actitudes, y que termina convirtiéndose en una
jo de la cosa pública, éstos se convirtieron en una oli- forma de profecía autocumplida.
garquía”); régimen político basado en el fraude elec- Hoy los argentinos estamos ante un cambio de
toral y la complicidad de la prensa (“dio al pueblo el paradigma mundial respecto al valor de los alimentos,
derecho de votar, pero jamás el de elegir sus gober- y la única forma de responder a este desafío será
nantes”); práctica política que se desentiende del recreando un sujeto social consciente de su papel en el
imperativo de justicia social y se funda sobre la bene- desarrollo nacional. Pocas veces los peronistas hemos
ficencia; y por último, grupo formado por grandes encontrado la manera de impulsar un empresariado
productores de carne vacuna (“oligarquía vacuna”, agropecuario comprometido con el proyecto nacional.
textualmente). No lo lograremos si seguimos mirando los proble-
Esta concepción amplia se mantuvo casi sin varia- mas del futuro con categorías viejas. La historia nos
ciones ni discernimiento crítico hasta la actualidad, está dando una nueva oportunidad. No es razonable
tanto en algunos peronistas como en muchos progre- desaprovecharla. Como bien decía Luis Barthou, “es
sistas o izquierdistas no peronistas. Sin embargo, los más absurdo prolongar un error que cometerlo”.
cambios políticos y socioeconómicos operados en las
últimas décadas obligan a revisarla: puede ser que Antonio Cafiero
haya aún “oligarcas”, es decir personas con actitudes
“oligárquicas”, pero ya no hay una oligarquía como la
2 que enfrentó el peronismo fundacional. Además, si
bien los medios masivos de comunicación suelen pro-
mover intereses de los estratos de mayores ingresos -
como ocurrió en el caso paradigmático de la campaña
para las privatizaciones a partir de 1983-, están lejos de
mostrar la univocidad de la primera mitad del siglo XX.
Una visión ideológica cerrada opera más para ofus-
car que para permitir distinguir esta realidad. La aso-
ciación automática entre oligarquía y propiedad de la
tierra ignora los cambios ocurridos y facilita la forma-
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Isidoro Cheresky, compilador
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los pobres, objetivamente beneficiados por políticas cia complicada”. Habla del histórico reparto, enten-
que produjeron una redistribución real del ingreso. dido como la distribución de abundantes recursos
Nos informa que la clase política brasileña se fiscales producto de la exportación petrolera de
constituyó como una oligarquía, a despecho de sus acuerdo con la capacidad de demanda de los distin-
divisiones partidarias y de la dinámica competitiva tos sectores de la sociedad, antes que por intermedio
interna, y relaciona esto con las tesis de Robert del aumento de las capacidades productivas, de la
Michels. Nos recuerda que suele tomarse “reforma seguridad económica y social de la población, y de la
política” como un remedio milagroso, pero a la vez redistribución de la riqueza por la vía de políticas fis-
advierte que no es posible hacer reformas morales, y cales progresivas y de políticas sociales focalizadas.
que las salidas son institucionales y organizativas. Critica en el actual gobierno la creciente militari-
Silvia Gómez Tagle analiza las elecciones del 2 de zación de la sociedad y del sector público, así como el
Julio de 2006 en México, partiendo de la hipótesis de estancamiento de los indicadores de salud, con
que la democracia mexicana ha sido producto de un aumento de la tasa de mortalidad infantil. Finaliza
largo proceso de negociaciones entre fuerzas econó- diciendo que la gente votó por la continuidad, la esta-
micas y políticas adversas, que han dado por resulta- bilidad y en contra del cambio y las consecuencias que
do la gradual liberalización del sistema electoral, éste podría traer, como por ejemplo, la ingobernabili-
pero sin un “pacto fundacional” ni una gran reforma dad. Y también la mayoría votó porque siguieran fun-
que diera origen a nuevas instituciones. Destaca las cionando las misiones (educación, salud, capacitación,
continuidades en materia económica entre los últi- adquisición de alimentos, vivienda).
mos gobiernos del PRI y el PAN, la participación del Simón Pachano se pregunta si el sistema de parti-
Consejo Coordinador Empresarial y de los podero- dos en Ecuador cambió o colapsó. Opta por la pri-
sos grupos de prensa en la campaña sucia contra mera alternativa, destacando además la importancia
López Obrador. de los sistemas subnacionales en su país.
Soledad Loaeza se refiere a la inestabilidad del Por último, Salvador Romero Ballivian se refiere a
sistema de partidos en México entre 2000 y 2006, la elección del 18 de Diciembre de 2005 en Bolivia,
calificando a las ocurridas en esos años como “elec- cuando Evo Morales logra el primer gobierno mono-
ciones críticas”, donde se produjeron movilizaciones color de la democracia boliviana en los últimos vein-
masivas de votantes que modificaron la distribución te años. Revisa la historia reciente y adopta la termi-
de fuerzas políticas. Califica de “llamado plebiscita- nología “elección de combate”, en la cual se eligen
rio” al formulado por López Obrador, con el conse- orientaciones fuertes y las organizaciones se compro-
cuente riesgo para las instituciones. Destaca la trans- meten activamente con las metas programáticas, lo
ferencia de cuadros del PRI al PRD. Esto habría que que suele establecer picos de participación frente a
contrapesarlo con la actitud de quienes dentro del las “elecciones de apaciguamiento”. El MAS encarnó
PRI enfrentaron a su candidato, generando un fren- la renovación, la contratara de la “democracia pacta-
te conocido como Todos Contra Madrazo da”, percibida como pervertida por pactos guiados
(TUCOM), desarrollado en el apartado anterior, que por intereses particulares. También destaca el autor el
sugiere concomitancia con el PAN. fuerte asentamiento rural del MAS, que se vio reafir-
Aldo Panfichi Huamán habla de las elecciones mado en el reciente referéndum revocatorio.
peruanas de 2006, del auge y caída de Ollanta También analiza el segundo lugar de Podemos
Humala. Desmitifica la idea de éste como un outsi- (Quiroga) y su alianza implícita con el MIR, el dis-
der, refiriéndose a la larga historia de relación entre creto nacimiento de UN (Doria Medina), el derrum-
ejército y política en el Perú. Y concluye que el creci- be del MNR (Nagatani) y la salida del escenario del
miento económico sin redistribución produce una MIP (Felipe Quispe). Calificando a la del 2005
mayor fragmentación de la representación política. como una elección de realineamiento, destaca el
4 Margarita López Maya y Luis Lander nos muestran apoyo logrado por Morales en las ciudades, la hete-
logros socioeconómicos del gobierno de Hugo rogeneidad del triunfo en las distintas regiones, el
Chávez. Asimismo, analizan cómo se cambió, en el surgimiento de los comités cívicos, que desbordan los
curso de la campaña electoral, un discurso inicial cuadros partidarios.
confrontativo por otro basado en “el amor”, acompa-
ñado por la inauguración de obras de infraestructura. Ernesto Jorge Tenenbaum
Y remarca la profunda división político–social que vive
Venezuela, que tendría una nueva expresión, fuera de
los alcances de este libro, con el último referéndum.
Thais Maingon escribe “Venezuela, una democra-
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Claudio Díaz
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ayudó. El vaciamiento de la conciencia histórica fue casos, activados por improvisados dirigentes en otros, y
fomentado desde el terror por la última dictadura y con la buena voluntad de la policía de la provincia de
alimentado luego por tecnócratas que casi eliminaron Buenos Aires y de la Capital Federal”.
su enseñanza de los programas escolares, avalados Naturalmente, no queda afuera de la enumeración
por historiadores académicos, funcionales a la desna- Tulio Halperin Donghi, un historiador -el mejor de la
cionalización desde una pretendida historia científi- Argentina, para los ilustrados de marras- que ha decla-
ca y avalorativa. rado recientemente, en un reportaje de la revista Ñ, que
El odio antipopular se expresó a través de los fusila- el peronismo fue “un mamarracho”, habiendo dedicado
mientos, las proscripciones y, más recientemente, con una minuciosa descripción -con fervor de converso- a
secuestros, torturas y desapariciones. Paralelamente, los la quema de las iglesias de junio de 1955, para apenas
doctos al servicio de estas políticas divulgaban sus mencionar la “tentativa de golpe militar” que se había
escritos como si fueran verdades reveladas y como si producido horas antes y sin mencionar a las víctimas
hablaran desde una fingida ecuanimidad. (¿cuántas?) del bombardeo (Tulio Halperín Donghi,
Cuando la historia la escriben los que ganan. No es Argentina en el callejón).
extraño que el primer capítulo del libro, que lleva este El inefable Mariano Grondona, hoy convertido a la
título, se ocupe de los historiadores, de quienes democracia después de haber propiciado todo tipo de
Cervantes dijera: los que “de mentiras se valen, merecen interrupciones violentas de los gobiernos populares,
ser quemados como los que hacen moneda falsa”. No sería- cita al escritor peruano Mario Vargas Llosa en una
mos tan severos como el Manco de Lepanto, y menos recienta declaración. En ella, este izquierdista conver-
en esta Argentina en la que ha corrido tanta sangre, tido al neoliberalismo se asombra de que el peronismo
aunque de quemarlos en un sentido más coloquial se -que “lleva a la Argentina en sus hombros hace muchí-
ocupa Díaz. Encabeza el capítulo con un texto de simos años”- y es por ello responsable de su fracaso,
Rodolfo Walsh, que dice: “Nuestras clases dominantes siga contando con “una confianza de una masa enorme
han procurado siempre que los humildes no tengan historia, de argentinos”. Grondona, que conoce la enfermedad
no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada desde cerca, le abre los ojos al autor de Pantaleón y las
lucha debe comenzar de nuevo, separada de las luchas ante- visitadoras: frente a los pobres, el peronismo “promete
riores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvi- sacarlos cuanto antes de su condición. Acto seguido,
dan. La historia aparece así como la propiedad privada dicta medidas demagógicas que adulan la imaginación
cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. de los pobres, pero que en verdad empeoran su suerte y
“Es recomendable proceder”, a la hora de incorpo- aumenta su número. El populismo ama tanto a los
rar una idea, “de la misma manera que cuando nos lle- pobres que los multiplica… Cuantos más pobres haya,
vamos a la boca un alimento o una medicina.” más votos tendrán los que los multiplican. También se
Asegurarnos de que “no le harán mal al organismo”. lo ha comprobado en Venezuela, donde Chávez
Siguiendo a Fermín Chávez, Díaz señala que “la histo- aumenta al mismo tiempo el número de los pobres y el
ria oficial argentina dio respuestas a muchas preguntas número de sus votos”.
que en todas las épocas formularon historiadores y Los peronistas, “como dijo Borges, no son ni buenos
pensadores de ese canon académico que divide a los ni malos, son incorregibles” , pero la culpa no es de
protagonistas del proceso político y social del país en ellos, sino del “no peronismo”, que es en realidad
ángeles y demonios”. “inexistente. Su pecado mortal”, concluye como una
En la posición pretendidamente neutral de la clarinada convocante, “es la deserción”.
Historia, Díaz menciona a Félix Luna, quien lograra Los restantes capítulos llevan al lector por “Viejos y
en su vejez ser reconocido como Académico por los nuevos cuentos de la selva”, “Leyenda negra, pensa-
mismos que no le reconocían tal jerarquía por ser un miento blanco” y, parafraseando a Don Arturo,
mero divulgador. Luna, con su colaboradora María “Zonzeras y verdades”. Para terminar con el título que
6 Sáenz Quesada, describe los hechos del 17 de octubre pone en evidencia la inutilidad de los quehaceres de los
de 1945 con su desapasionada imparcialidad: “Perón lo ilustrados de marras: “Aunque no lo veamos, Perón
hostilizaba (a Braden) de todas las maneras posibles, siempre está”.
haciéndolo atacar por la escasa prensa adicta”. Punto Uno de los ejes permanentes de nuestra historia
de vista en el que disentían con el historiador nortea- política es la contradicción entre despotismo ilustrado
mericano Joseph Page, quien señala que “Braden y soberanía popular. Para los ilustrados criollos, el
demostraba una actitud desvergonzadamente procon- populacho tiene que ser excluido de la política y la
sular”. Argentina debe adaptarse a los modelos del hemisferio
A su vez, las masas que llenaron la Plaza de Mayo norte. Cuando el peronismo permitió que muchos tra-
se habían movilizado “espontáneamente en algunos bajadores accedieran por primera vez a algunas como-
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didades de la civilización, la soberbia de algunos
mediocres comenzó a difundir leyendas acerca de lo
que la negrada hacía con el parquet o con las bañade-
“Un yo orientado al corto plazo, centrado en la
ras. Más adelante, el odio antipopular se manifestó de
capacidad potencial, con voluntad de abandonar
manera más violenta y más cruel, pero la tarea de los la experiencia del pasado, es –para presentar
plumíferos funcionales siguió activamente. Hasta amablemente la cuestión– un tipo de ser huma-
nuestros días. no poco frecuente. La mayor parte de la gente
En los tiempos que corren, cuando estamos tratan- no es así, sino que necesita de un relato de vida
do de recuperar lo nacional, la política, la historia, que sirva de sostén a su existencia, se enorgu-
especialmente la propia y más cercana, somos concien- llece de su habilidad para algo específico y valo-
tes de que las generaciones jóvenes merecen tener una ra las experiencias por las que ha pasado. Por
información mayor acerca de lo que el peronismo ha tanto, el ideal cultural que se requiere en las
significado en la construcción de la Argentina. Porque nuevas instituciones es perjudicial para muchos
en la medida en que no lo difundamos, sólo quedarán de los individuos que viven en ellas. (...) Los
cambios institucionales que describo en el lugar
las vagas nociones de la violencia de los 70, presentadas
de trabajo se refieren en realidad sólo a los
como una violencia irracional, sin causas. Se agregará el
sectores punteros de la economía: alta tecnolo-
caos del gobierno de Isabel -tan caótico que parecería gía, finanzas mundializadas y nuevas empresas
justificar la tiranía procesista- y, por fin, el menemismo, de servicios con tres mil empleados o más. La
que fue la etapa en que se desmanteló sistemáticamen- mayor parte de la gente, tanto en Estados
te lo mucho que quedaba de la obra de los años 40 y 50 Unidos como en Europa occidental, no trabaja
y que las décadas de proscripción y persecución no para empresas de ese tipo. Sin embargo, esta
habían sido capaces de destruir. pequeña franja de la economía tiene una
Es cierto que los grandes centros de difusión de la influencia cultural que trasciende con mucho a
cultura y del pensamiento siguen estando en otras su cuantía numérica. Estas nuevas instituciones
manos. En la de nuestros enemigos, como la casi tota- sugieren la nueva formulación de las habilidades
lidad de los medios periodísticos que son la verdadera y capacidades personales. (...)
El espectro material de la inutilidad saca a la luz
oposición, o en la de aquellos a quienes Perón llamaba
un grave drama cultural. ¿Cómo se llega a ser
bosta de paloma, porque no tienen color ni olor. Éstos
valioso y útil a los ojos de los demás? La mane-
critican al movimiento popular desde presuntas posi- ra clásica de hacerlo es la propia de la artesa-
ciones extremas -es decir, pretenden correrlo por nía, es decir, mediante el desarrollo de algún
izquierda- o se dedican a encontrar desprolijidades que talento especial, de alguna capacidad particular.
son inevitables en la gestión de gobierno, aun en un (...) Explorando la potencialidad para crecer y
momento en que tratamos de concretar el sueño inte- no los logros del pasado, la búsqueda de talen-
grador de San Martín y Bolívar, y que Perón retomaba to se adapta muy bien a las peculiares condicio-
al decir que el destino de nuestros pueblos era estar nes de las organizaciones flexibles. Estas orga-
unidos o dominados. nizaciones emplean los mismos instrumentos
Si la ilustración de los pretendidos ilustrados da con un propósito más amplio: a la vez la elimi-
nombre al libro, también la ilustración es la estampa o nación y la promoción de individuos. Las com-
paraciones odiosas entre ellos adoptan un
dibujo que enriquece un texto. Por eso la presentación -
carácter profundamente personal. En esta
mediante imágenes de aquel tiempo- es una síntesis de
selección de talentos, a quienes se considera
la transformación alcanzada por la Argentina de 1945 a privados de recursos internos se los deja en el
1955, como contraste con la falacia de los escribas. limbo. Ya no se los podrá considerar útiles ni
Fue tan monumental la obra material y espiritual de valiosos, sean cuales fueren los logros que
ese peronismo fundacional, que explica por sí misma su hubiesen cosechado en el pasado”.
persistencia en el tiempo y su arraigo en el ADN de 7
millones de argentinos: es la obstinación que hoy sigue Richard Sennett: La cultura del nuevo capitalis-
sorprendiendo a algún filósofo desencantado de su mo. Barcelona, Anagrama, 2006.
fugaz peronismo juvenil.
Enrique Manson
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Pensando en la Argentina
reseñas
Luis Fernando Beraza
los argentinos”.
A través de sus palabras se puede apreciar clara-
mente que su meta es una Argentina en la que la José Ignacio Rucci
redistribución de la riqueza sea una realidad: “traba-
jo, producción, exportación y consumo son palabras
que vuelven a sonar en los oídos de los argentinos. Buenos Aires, Vergara, 2007, 304 páginas
Ese es el proyecto, ese es el camino”, toda vez que
“gobernar y gestionar es hacerse cargo de mejorar la
calidad de vida de la gente, (…) no renunciar a las
convicciones, creer en nosotros mismos y defender
los intereses del pueblo”.
El texto también muestra a todas luces su profun-
do compromiso con la democracia y la vigencia de los
derechos humanos. En ocasión del tratamiento de la
nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final, dijo: “es necesario que en nuestro país pueda
saberse de una vez por todas que aquellos que violan
la ley y los principios básicos de la convivencia de la
sociedad civilizada, serán castigados. (…) El núcleo
duro de la defensa de los derechos humanos es acep-
tar al otro tal cual es, garantizar que pueda expresar-
se en tanto y en cuanto lo haga dentro de los marcos
que le fijan la ley y la Constitución”.
Los fragmentos de la obra que hemos compartido
en estas pocas líneas, nos permiten delinear, a grandes
rasgos, los conceptos básicos que guían el pensamiento
y la acción de la primera mandataria argentina, quien Un libro necesario. No es la figura de José Ignacio
además realiza, en coincidencia con la cosmovisión que Rucci una de las más solicitadas por los biógrafos, ni
reflejan sus discursos, una permanente reivindicación siquiera por los especializados en el peronismo.
de género, en un particular y positivo momento en el Saludamos la iniciativa de Luis Fernando Beraza, el
que las mujeres van ocupando los espacios de poder historiador, quien ha tomado su trabajo con profundi-
político que se merecen y que, salvo excepciones, histó- dad y compromiso, basta con leer la bibliografía y fuen-
ricamente les han sido negados. tes citadas al final del libro.
Pensando en la Argentina es mucho más que una Este desinterés de muchos historiadores tiene rela-
compilación de discursos que cristalizan una deter- ción quizá con una valoración no sólo de la figura de
minada semántica política: se convertirá sin dudas en Rucci, sino con una opinión sobre el sindicalismo en
un libro insoslayable y de consulta permanente para general y sus dirigentes en particular. Este libro se con-
analistas, historiadores, dirigentes y todos aquellos vierte en singular, en la medida que da cuenta de las
ciudadanos y ciudadanas que deseen comprender en contradicciones internas que había y hay en ese supues-
profundidad el pensamiento de quien hoy dirige los to bloque que es el sindicalismo. Y que históricamente
destinos del país. muchos intelectuales han descalificado, porque es
complejo pensar y analizar la organización de los tra-
Jorge Drkos bajadores con una mirada no prejuiciosa.
El boyero de Alcorta, el mozo de bar, el tornero de
Ubertini, el delegado peleador de CATITA, el funda-
dor de las 62 Organizaciones, el orador del acto histó- 9
rico del Luna Park, el que fue preso con Frondizi, el
relegado de Vandor, el duro organizador de la
Seccional San Nicolás de la UOM, el Secretario
General de la CGT... de todas esas etapas de la vida de
Rucci da cuenta esta biografía, que además tiene un
ritmo cuasi novelado, sencillo, pero aunque sepamos el
final, nos impulsa a llegar hasta la última página. Ha
investigado los orígenes de la familia Rucci y nos va
mostrando las diversas vicisitudes que finalmente lo
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reseñas
reseñas
Daniel Lvovich y Juan Suriano (editores)
reseñas
frente al problema de la seguridad social en los albores olvida su pasado destruye la proyección de su destino”.
del peronismo”, en la que reconstruye la coyuntura de En este sentido, el ejercicio historiográfico que nos
fines de la década de 1930 y comienzos de la década de plantean los editores y los distintos autores permitirá a
1940, con el propósito de cuestionar las explicaciones los lectores adentrarse en la historia de las políticas
que atribuyen a los comportamientos del movimiento sociales a nivel estatal. Asimismo, se constituye como
obrero la responsabilidad por la conformación de un un incentivo para los cientistas sociales y gestores de
sistema fragmentario de seguridad social en Argentina. políticas públicas, ya que coloca en la palestra nuevos
El autor, después de analizar las posturas de los temas e interrogantes sobre la cuestión social con el fin
actores empresariales y sindicales de la época, sostiene de definir estrategias y una agenda de política social
que el carácter fragmentario del sistema naciente resul- enmarcada desde una perspectiva histórica que contri-
tó de la plasmación dificultosa de uno de los muchos buya a la comprensión de la realidad social actual.
proyectos disponibles, resultado del compromiso entre
los sectores involucrados. Gabriela Agosto
En “Las voces que cuestionaron la política sanitaria
del peronismo 1946–1949”, la jefa de trabajos prácticos
del Departamento de Humanidades Médicas de la
Facultad de Medicina (UBA), Karina Inés
Ramacciotti, cuestiona las explicaciones tradicionales “No se ha destruido la fuerza del futuro: lo que ocu-
sobre la pérdida de dinamismo del Ministerio de Salud rre es que éste ya no es ideológico–político, sino
a comienzos de la década del año 1950. Ramacciotti que se sustenta en la dinámica técnica y científica.
entiende que buena parte de la literatura especializada Cuanto más se instala la época en el culto democrá-
visualizó la formulación del plan sanitario del peronis- tico elevado a nuevo absoluto, más idean los labora-
mo como un todo homogéneo, frente a lo que propone torios un porvenir diferente y se esfuerzan por pro-
una perspectiva más sensible a las tensiones y conflic- ducir un universo de ciencia ficción, más increíble
tos que estuvieron presentes en la implementación de que la propia ficción. (...) La impotencia para imagi-
aquellas medidas sanitarias. Aborda para ello el trata- nar el futuro crece en conformidad con la superpo-
miento de las voces que criticaron aspectos de la polí- tencia tecnocientífica para transformar radicalmen-
tica sanitaria del peronismo, considerando que pudie- te el después: la fiebre del tiempo breve no es sino
ron haber incidido sobre las mismas, provocando reo- uno de los aspectos de la civilización futurista hiper-
rientaciones y cambios de rumbo. moderna. (...)
El último trabajo de la publicación, “Las organiza-
ciones internacionales y las recomendaciones de políti- El pasado ya no es socialmente fundador o estruc-
ca de seguridad social para América Latina: el caso de turador; está reorganizado, reciclado, adaptado al
la Conferencia Interamericana de Seguridad Social”, gusto actual, explotado con fines comerciales. La
de la investigadora y miembro del consejo científico del tradición no invita a la repetición, a la fidelidad y
Centro de Investigaciones Socio Históricas (CISH) de recuperación de lo que se ha hecho siempre: se ha
la Facultad de Humanidades y Ciencias de la convertido en producto de consumo nostálgico o
Educación de la Universidad Nacional de La Plata, folklórico, en un guiño al pasado, en objeto–moda.
Patricia Flier, analiza el desarrollo de las Conferencias Antes regulaba institucionalmente el todo colectivo,
Interamericanas de Seguridad Social en las décadas de pero su valor actual sólo es ya estético, emocional y
1940 y 1950 y las recomendaciones de políticas produ- lúdico. Lo antiguo podrá despertar entusiasmos, pero
cidas en sus distintas reuniones. En ese contexto, la ya no tiene poder para organizar colectivamente los
autora considera los impactos diferenciales producidos en comportamientos. El pasado nos seduce, pero el pre-
las políticas de seguridad social desarrolladas en distintos sente y sus normas cambiantes nos gobiernan.
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estados latinoamericanos en las décadas subsiguientes. Cuando más se evoca y se pone en escena la memo-
La re–edición del libro y las contribuciones descrip- ria histórica, menos estructura ésta los elementos de
tas nos invitan a retomar el estudio y la reflexión de las la vida corriente. De ahí ese rasgo característico de
políticas sociales en Argentina desde una perspectiva la sociedad hipermoderna: celebramos lo que ya no
histórica. La indagación propuesta sobre los orígenes y queremos tomar como ejemplo”.
el desarrollo de las políticas sociales resulta clave para
encarar la problemática social en la coyuntura actual Gilles Lipovetsky: Los tiempos hipermodernos.
del país. Barcelona, Anagrama, 2006.
A este respecto debemos revalidar las palabras de
Juan Domingo Perón cuando sostuvo: “un pueblo que
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Juan Domingo Perón
La unión sudamericana
Recopilado por Hugo Chumbita
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atraer inversiones en la explotación petrolera, que no lle- nó al país en 1973 junto a su tercera esposa, María
garían a concretarse. Estela “Isabel” Martínez, quien lo acompañó en la fór-
La complementación económica de los países del mula para acceder nuevamente a la presidencia.
Cono Sur era una necesidad para el desarrollo industrial, Siendo ya presidente electo, dirigió un mensaje a la
a fin de ampliar los mercados locales y aumentar la esca- IV Conferencia Cumbre de Países No Alineados, que
la de producción, y Perón veía que la alianza con Brasil se realizó en septiembre de 1973 en Argel. En el
era decisiva para conformar “un núcleo básico de agluti- mismo, Perón manifestó su solidaridad con ese nuclea-
nación”. Según ha señalado Methol Ferré, “sólo hay polí- miento que marcaba una postura disidente frente a los
tica latinoamericana real a partir de la alianza argentino imperialismos y expuso su cuestionamiento a la civiliza-
brasilera... Y esa comprensión hizo de Perón el refunda- ción tecnológica del capitalismo occidental, reclamando
dor de la política latinoamericana en el siglo XX. Planteó una “revolución mental” para construir una nueva socie-
el único camino real de una modernización e industria- dad en armonía con el medio ambiente, modificando
lización latinoamericana de bases endógenas dinámicas”. las estructuras productivas basadas en el lucro y el des-
Desalojado del poder por el golpe militar de 1955, pilfarro y proponiendo la cooperación internacional
Perón intentó radicarse en varios países latinoamericanos para realizar una verdadera justicia social.
–Paraguay, Panamá, Venezuela, República Dominicana–, Perón desautorizó las consignas “socialistas” de la
pero el hostigamiento de sus enemigos le obligó a buscar juventud radicalizada, apoyándose en los sindicatos, y
asilo en España. comenzó a realizar un gobierno de reencuentro
Durante diecisiete años, a pesar de la proscripción y la democrático y concertación nacional, cuya política
censura, su figura mantuvo las expectativas de sus partida- exterior priorizaba un camino de acuerdos con los
rios y alentó la resistencia del movimiento obrero. países latinoamericanos.
Los ensayos de diversos autores revisionistas, como Al inaugurar las sesiones del Congreso, el 1° de mayo
Scalabrini Ortiz, Hernández Arregui, Jorge Abelardo de 1974, presentó un texto que sería su testamento doc-
Ramos y José María Rosa, influyeron en esta etapa del trinario, el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional,
movimiento peronista, concibiendo una continuidad en en el cual reordenaba los conceptos elaborados a lo
las luchas por la soberanía nacional y popular en el hori- largo de sus treinta años de vida pública y volvía a seña-
zonte de la unión sudamericana. El mismo Perón elabo- lar el objetivo de la integración de los países del conti-
ró una síntesis de la historia argentina que rescataba el nente sudamericano como paso necesario hacia la era
sentido americanista de la revolución emancipadora y de de la integración universal.
las guerras federales contra el centralismo porteño, que Estas ideas fueron también motivo de su exposición
había provocado el desmembramiento de las regiones del ante la VI Conferencia de Cancilleres de la Cuenca del
virreinato del Plata y fundó el predominio de la oligarquía Plata realizada en Buenos Aires. El acercamiento entre
asociada al neocolonialismo británico. Según esta visión, los países del Cono Sur y sus trabajos comunes consti-
el yrigoyenismo continuó la lucha de los federales logran- tuyeron un precedente de los acuerdos que cristalizarí-
do un cambio democrático, aunque no alteró las bases del an más adelante en el Mercosur.
modelo liberal, y su defección había cedido el paso al Entretanto, violentas contradicciones entre izquierda
peronismo en la defensa del programa nacional-popular y y derecha en el seno del movimiento peronista enturbia-
latinoamericanista [Eugenio P. Rom, Así hablaba Juan ban el escenario político, a la vez que los golpes de
Perón, Peña Lillo, 1980]. Estado en Chile y Uruguay advertían sobre los designios
En el período del exilio Perón publicó varios libros, del imperialismo norteamericano en la región.
innumerables cartas y mensajes. En 1968, su texto La Perón formuló su interpretación del proceso histórico
hora de los pueblos desarrolló una acusación frontal a la en un tiempo signado por la “guerra fría” entre las poten-
política imperialista de los Estados Unidos y reformuló cias imperialistas, y concibió la realización de la Nación
los objetivos de la unidad sudamericana. Saludó las defi- Argentina en el marco de la integración sudamericana.
14 niciones del general De Gaulle en Francia y de Mao Tse Su pensamiento, moldeado en la disciplina del estra-
Tung en China, que se apartaban de la tutela de las dos tega militar, tendía a plantear con crudeza los antago-
potencias hegemónicas y abrían un espacio de confluen- nismos y organizar la lucha de los pueblos. A la vez, su
cia a los países “terceristas”. Elaboró asimismo una sabiduría política consistía en un razonado realismo,
“actualización doctrinaria para la toma del poder” que antitético con cualquier dogmatismo, según él expuso
propugnaba el socialismo nacional, definiendo su causa en sus clases de la Escuela Superior Peronista.
como un movimiento de liberación nacional y justifican- Esta visión tenía una íntima correspondencia con los
do la lucha armada contra la dictadura militar. dilemas de la identidad mestiza de los países sudameri-
Convertido en el árbitro de la política nacional y rei- canos. Formado en la ilustración clásica europea, pero a
vindicado hasta por sus antiguos opositores, Perón retor- la vez sensible a las expresiones populares del espíritu
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Manuel Urriza
americano, que sin duda trascienden las fronteras de los
Estados en que fue dividido el continente, Perón con-
cebía adaptar los mejores logros de la civilización occi- San Martín y Bolívar vistos
dental para construir una sociedad más justa, arraigada por Perón
en las tradiciones culturales autóctonas.
Sin embargo, la recurrente paradoja en su ambición de Buenos Aires, Colihue, 2007, 316 páginas
“construir la nación” fue producir irreconciliables divisio-
nes: la política social de solidaridad con las clases poster-
gadas ahondó una fractura secular en la sociedad argen-
tina, y la búsqueda de la unión sudamericana agudizó el
enfrentamiento con el imperialismo norteamericano.
El proyecto justicialista de independencia nacional
rompía con un siglo de sumisión a las reglas del capita-
lismo mundial y enfrentaba a la vez el aparato ideológi-
co del comunismo. La irrupción del peronismo suscitó
escándalo en la prensa liberal, la diplomacia y la opinión
pública occidental, a la par que era hostilizado por el
sindicalismo internacional y la intelectualidad de
izquierda. La incomprensión en el exterior, derivada
tanto de la “excentricidad” del movimiento como de la
leyenda negra que propalaron sus enemigos, conspiró
también contra sus propuestas de unión continental.
Perón y el peronismo no encajaban en los cánones de la
teoría política clásica, y su categorización fue materia de
ardua disputa ideológica. Se lo calificó de “fascismo de
izquierda” (S. M. Lipset, Gino Germani) o se dijo que
fue el “fascismo posible” en la Argentina (T. Halperín
Donghi, José Luis Romero).
Algunas interpretaciones marxistas lo encuadraban
en el tipo de la revolución nacional democrático-bur-
guesa o el bonapartismo (Enrique Rivera, Silvio Manuel Urriza presenta un trabajo inédito, con una
Frondizi, J. Abelardo Ramos). Otros análisis giraron en mirada diferente. Mucho se conoce sobre los escritos
torno a su conceptualización como populismo, enten- de Perón estadista, gestor de una doctrina que cambió
diendo a éste como una forma de apelar a la moviliza- el rumbo de nuestro país; sin embargo, este libro pone
ción del conjunto del pueblo contra el establishment de manifiesto un Perón interesado por la historia mili-
(Ernesto Laclau, J. A. Page, Cristian Buchruker). tar, centrándose en dos figuras trascendentes de la
Hernández Arregui lo definió como “el partido nacio- Independencia Americana, San Martín y Bolívar.
nal de la clase obrera”. La admiración de Perón por el Libertador San
En las últimas décadas del siglo XX, este movimien- Martín es bien conocida y así lo relata el autor en el
to fue duramente golpeado por el terrorismo estatal y prólogo; claramente, el año 1950 es un reflejo de ello.
sufrió las consecuencias de la desindustrialización con- El año del Libertador es un permanente homenaje de
sumada por el “Proceso” para debilitar a la clase obrera, quien fuera presidente de la República al héroe máxi-
a tal punto que, alejándose de las ideas de su fundador, mo de la Patria y que es reafirmado, para dicha conme-
terminó liquidando lo que restaba de su obra material. moración, con fuerza por la ley 13.661. Se aspiraba a
Ello no le restó vigencia a algunos aspectos centrales que la recordación contara con la participación popular 15
del pensamiento de Perón, y en particular a su visión a través de las organizaciones sociales, culturales, edu-
americanista, que a menudo ha sido rescatada como cativas y políticas.
fuente desde otras posiciones ideológicas y mantiene Perón rescata no sólo la figura de San Martín mili-
gran interés como una contribución original a la con- tar (quizá la más conocida por su destacada actuación);
ciencia de un destino común en los países de esta parte más aún: para él, esta visión es una mirada incompleta,
del mundo. recortada, que no explicaría por sí la magnitud de la
(Extracto del comentario de presentación) trascendencia del Libertador. De tal modo, va a poner
Hugo Chumbita su atención en el conjunto de objetivos y valores que
impulsaron la vida de San Martín, a los que llamó “la
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causa sanmartiniana”. Perón separa así los componen- nizada y es preciso contribuir al proceso con toda la
tes políticos, educativos, militares y éticos, y realiza un visión, la perseverancia y el tesón que hagan falta.
análisis filosófico de la causa sanmartiniana. Tenemos que asumir el principio básico que dice:
El autor de este libro, Manuel Urriza, analiza el Latinoamérica es de los latinoamericanos.
concepto de pueblo como protagonista de la lucha de “Para cumplir plenamente con el programa universa-
la independencia, destacando en particular a las clases lista debemos tener real independencia de decisiones,
más humildes, a raíz de lo cual Perón califica a esa y ello requiere una Latinoamérica con individualidad
lucha como guerra popular, insurrección popular y propia. Como latinoamericanos, atesoramos una his-
revolución popular. toria tras de nosotros: el futuro no nos perdonaría
Un capítulo se basa en San Martín, la educación y haberla traicionado. Por otra parte, existen como fac-
sus libros, y el siguiente a los vínculos personales entre tores aglutinantes de la comunidad de propósitos, la
San Martín y Bolívar, temas que, si bien son conocidos vocación mundial auténtica y el hecho de que nues-
por los interesados en la vida y la obra del Libertador, tros países alberguen grandes reservas de recursos
son un fundamental componente para comprender naturales no reproducibles. No se trata de promover
cabalmente su personalidad. una suerte de revancha histórica. Sólo de usar positi-
Este libro se aleja de cuestiones ideológicas más va y creativamente de los recursos que la historia ha
conocidas y se convierte en una aséptica investigación puesto a nuestros países”.
de enorme rigor histórico. Asimismo, recurre a docu- Manuel Urriza vuelve a poner en vigencia concep-
mentación escrita por Perón dentro de un contexto tos fundamentales orientados a reflexionar sobre la
político e ideológico concreto, constituyendo ésta la integración y la liberación de nuestro continente; en
bibliografía principal. Es también un trabajo respalda- especial, desde un punto de vista cultural. Si la inte-
do por fuentes nunca antes difundidas y destinado a gración es la vía para la universalización respetuosa de
enriquecer la historiografía argentina: un anexo inclu- las identidades culturales nacionales y si, a su vez, lo
ye la reproducción facsimilar del documento manuscri- cultural-continental es un elemento basal de la inte-
to e inédito del teniente coronel Juan Domingo Perón: gración, no puede haber nada más saludable que
Antecedentes de la Campaña Libertadora del General San nuestro mutuo reconocimiento, para lograr los objeti-
Martín desde 1814 a 1817. vos que los latinoamericanos busquemos; pues nos
El autor pone el énfasis en un trabajo histórico, den- permitirá descubrirnos semejantes en lo cultural-con-
tro de una temática como son la vida y obra de San tinental, lo cual vivificará la identidad unificadora,
Martín y Bolívar, donde es difícil escribir algo novedo- sustancia raigal que, gracias a lo cultural específico-
so. Es justamente la unión de estas destacadas figuras nacional, no será uniformante.
del siglo XIX bajo la mirada de una personalidad del Urriza invita, de algún modo, a re-escribir la histo-
siglo XX, lo que despierta un interés para quienes bus- ria de América Latina, tanto para revisar las historias
can leer historia fundamentada sobre documentación y nacionales como para escribir la historia continental.
no desde la ligera visión novelada, tan de moda.
El texto apuesta a mostrar a Perón desde su faceta María Alicia Timpanaro
de militar interesado por la historia, cuando todavía él
no era una de las figuras principales de la misma.
Perón va a coincidir con San Martín en un ideal y es
el de la unidad latinoamericana. En este trabajo se
refleja que los ideales sanmartinianos y bolivarianos de
“integración continental” e “independencia” (concepto
que debe entenderse como paradigma de conducta
individual y colectiva) son tomados por Perón al
16 momento de construir su Modelo Argentino para el
Proyecto Nacional. La etapa de continentalismo confi-
gura una transición necesaria, los países han de unirse
progresivamente sobre la base de la vecindad y sin
pequeños imperialismos locales. Esta es la concepción
general con respecto a los continentes y, especialmen-
te, la concepción de Argentina para Latinoamérica:
justa, abierta, generosa y sobre todas las cosas, sincera.
Debemos actuar unidos para estructurar
Latinoamérica dentro del concepto de comunidad orga-
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Mariano Barroetaveña, Mara Santoro y otros
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ceso de formación de la clase obrera argentina, para lo y otros menos. Sin embargo, no podemos dejar de
cual revisará analíticamente algunos de los hitos funda- señalar que la falta de un hilo conductor que hilvane las
mentales de este proceso, desde la emergencia de las contribuciones de los distintos autores y la notable dis-
primeras organizaciones obreras a mediados del siglo paridad cuali–cuantitativa de los trabajos que contiene
XIX en la provincia de Buenos Aires hasta la consoli- hace pensar que la difícil tarea de compilación se vio
dación del sindicalismo y la clase obrera durante el pri- reducida, en esta oportunidad, al mero rejunte.
mer peronismo. La intención del sucinto pero intere-
sante trabajo de Parson es señalar que, a diferencia de Fernando Duarte
lo que postulan algunos autores, la clase obrera argen-
tina no se constituye finalmente con el peronismo sino,
más bien, mucho antes de que éste abrace el poder.
Para Parson el reconocimiento histórico de la clase
obrera se remonta a una serie de acontecimientos fun-
damentales que, en su sucesión, fueron forjando y con-
figurando el perfil del obrero argentino con anteriori-
dad a que Perón acceda al poder e incorpore definitiva-
mente a los trabajadores a la vida política nacional.
A su turno, Viviana Román describirá brevemente “Populismo. Se pretende situar bajo este tér-
el proceso de desarrollo industrial de nuestro país, mino todas las formas de secesión respecto
desde los primeros pasos dados en ese sentido, pasan- del consenso dominante, sea que respondan
do por su evolución durante la Gran Guerra y la déca-
a la afirmación democrática o a los fanatis-
da del 30, y hasta los primeros dos gobiernos del gene-
ral Perón. mos raciales o religiosos. Y al conjunto así
El fomento de la industrialización del país se con- constituido se pretende asignarle un único
vierte en política de Estado recién a partir de la déca- principio: la ignorancia de los atrasados, el
da del 40 del siglo XX. Prueba de ello fue el marco
apego al pasado, sea el de las conquistas
regulatorio general del sector industrial implementado
por el peronismo, las instituciones creadas en vincula- sociales, el de los ideales revolucionarios o el
ción con el impulso al sector industrial y la elaboración de la religión de los ancestros. Populismo es
y puesta en marcha de los dos planes quinquenales. el nombre cómodo bajo el cual se disimula la
Finalizando el texto, Mariano Barroetaveña –con la exacerbada contradicción entre legitimidad
colaboración de Carlos Artola– describe y analiza las
popular y legitimidad erudita, la dificultad del
distintas etapas del nacionalismo argentino y la rela-
ción del nacionalismo con el peronismo a partir del año gobierno de la ciencia para conciliarse con
1943 hasta 1955. Tanto por su extensión como por su las manifestaciones de la democracia y hasta
calidad, esta intervención no merece mayores comen- con la forma mixta del sistema representati-
tarios de mi parte.
vo. Este nombre oculta y revela a la vez la
Como es sabido, toda obra escrita, por modesta que
sea, ambiciona la inmortalidad. Este interés es autóno- gran aspiración de la oligarquía: gobernar sin
mo e independiente de la intención de sus autores. Sin pueblo, es decir, sin división del pueblo;
embargo, la inmortalidad literaria está reservada sólo gobernar sin política. Y permite al gobierno
para algunas pocas obras y algunos pocos hombres. En
erudito exorcizar la vieja aporía: ¿cómo
este caso, claramente nos enfrentamos a un nuevo
intento fallido por alcanzarla. puede la ciencia gobernar a los que no
18 Las compilaciones que aspiren a permanecer en entienden?”
algún anaquel destacado de las bibliotecas y librerías
deben sortear con éxito algunos riesgos que les son Jacques Ranciere: El odio a la democracia.
inherentes. La ausencia de un indispensable prólogo
Buenos Aires, Amorrortu, 2007.
que haga explícita la intencionalidad del conjunto de la
obra y explique la forma en que los trabajos se conec-
tan entre sí da lugar a la emergencia de razonables
dudas sobre la finalidad y unidad conceptual del texto.
Igualmente, hay que decirlo, cada uno de los apor-
tes incluidos resultan finalmente valiosos, algunos más
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opinión
El costo de la capacitación
Mariano Fontela
Una democracia sin partidos políticos sólidos es además que un 30% de este monto debe asignarse a
una democracia débil. En esto coinciden con énfasis menores de 30 años.
la mayor parte de las corrientes del pensamiento
En consecuencia, los partidos tendrían que destinar
democrático. Pero el funcionamiento de los parti-
más de tres millones de pesos durante este año para
dos tiene sus costos, y ahí el consenso afloja. Por
capacitación e investigación; un millón para los jóvenes.
ejemplo, para un chacarero, ¿qué sentido tiene con-
Si el decreto de De la Rúa se derogara, esa plata podría
tribuir al sueldo o la capacitación de un diputado
servir para algo. No es mucho, pero la base está.
opositor que ni siquiera va a votar las leyes porque
está en minoría? Ahora bien, el tema no sólo es cuánto, sino para qué.
Es nula la demanda de los jóvenes por recibir clases de
Buena parte de la fragilidad de los partidos argen-
lectura de textos viejos, que es lo primero que se tiende
tinos se debe a que son antropomorfos: no tienen una
a hacer. Eso podría servir para definir una identidad,
doctrina actualizada que articule sus principios con
pero no para proyectar una fuerza política hacia el futu-
una práctica política concreta, y en su reemplazo se
ro. Tampoco tendría sentido dictar clases de gestión: ya
han instalado rostros sonrientes, que tejen alianzas
hay institutos de administración pública, y no es cues-
personales y diseñan perfiles publicitarios. Al exhibir
tión de competir con las universidades en la formación
su ideología y su trayectoria, nos ahorran esas aburri-
de futuros funcionarios. Unos y otras insumen bastante
das plataformas electorales.
más que tres palitos.
Debatir proyectos, contrastarlos con los ideales
Lo que no abundan son los espacios de capacitación y
que se postulan, argumentar en términos de valores y
debate sobre ideas políticas. En la Argentina, ninguno de
principios... todo quedó arrumbado en el rinconcito
los partidos principales tiene documentos importantes
de los zapatos pasados de moda. Lo único que debe
donde se actualice razonablemente su doctrina. En conso-
averiguar un militante es con quién alinearse, de
nancia con esto, buena parte de los dirigentes entienden por
quiénes aprenderse sobrenombres y cumpleaños, o a
capacitación un procedimiento barato de movilización de
quién dejar de saludar en forma untuosa de un día
militantes, deseable siempre y cuando se les garantice que
para el otro. Para este tipo de agrupaciones, la capa-
no vayan a surgir cuestionamientos a su liderazgo.
citación es un artificio inútil. En todo caso, lo único
que se requiere es armar “equipos” para la gestión de Pero la capacitación política no es sólo un aprendiza-
quien triunfe. je de técnicas, ni mucho menos la lectura de un manual
ajado. Es más bien la creación de una perspectiva políti-
La Constitución Nacional sin embargo establece
ca desde la cual valorar o criticar las decisiones guberna-
que el Estado debe contribuir a la capacitación de
mentales. Las propias y las ajenas.
dirigentes, aunque el cumplimiento de esta prescrip-
ción ha sido muy pobre. En 1999 se sancionó un Por eso la capacidad política no es algo individual: es
decreto que establecía que el 20% de lo que se asig- una facultad colectiva. En política, la superioridad de las
naba a los partidos debía “destinarse a la investiga- organizaciones colectivas por sobre las personalidades
ción y capacitación de sus dirigentes”. El Ministerio reside precisamente en que aquellas facilitan que las leal-
del Interior retendría esos fondos hasta tanto los par- tades se funden más en ideas que en beneficios materia-
tidos informaran cuál era su instituto de capacita- les. La pertenencia a una institución permite sublimar 19
ción, y el dinero debía ser girado directamente a éste principios e ideales por sobre dos grandes enemigos
sin pasar por los partidos. Excelente. Pero sólo 100 internos de los partidos: el personalismo y la costosa red
días más tarde, un nuevo decreto del flamante de reciprocidad de favores personales. En definitiva, el
gobierno de la Alianza desvirtuó vergonzosamente costo de no capacitar termina siendo varias veces supe-
su sentido: hoy basta que en sus rendiciones de gas- rior al de hacerlo.
tos los partidos acrediten que el 20% “de los fondos
utilizados fueron destinados a la investigación o
capacitación de sus dirigentes”. La reciente ley de
Financiamiento de los Partidos Políticos establece
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opinión
El bosque, no el árbol
María del Carmen Feijoó
En los últimos tiempos, algunos comentaristas se Por otra parte, el consenso y la legitimidad social del
han referido con perspectiva crítica al actual panorama combate a la pobreza disminuyen en la medida en que
social del país. Preocupa la persistencia de una pobreza baja la tasa de desempleo. En Capital, sobre todo, el
que, pese a los extraordinarios logros que ha habido en comentario de que “el barrio está lleno de carteles que
su mejoramiento en el último quinquenio, ronda el 20%, piden ayudantes de cocina, bacheros, mozos y no se con-
en condiciones de altas tasas de crecimiento y que no sigue” está peligrosamente cercano a la vieja frase de que
cederá sin estrategias sistemáticas para erradicarla. Su “en este país no trabaja el que no quiere”. En cambio, se
diseño requiere de un análisis adecuado que la explique, escucha menos sobre las condiciones salariales y de tra-
mediciones que den cuenta de su evolución y una con- bajo que podrían explicar en parte esta inelasticidad de la
ceptualización correcta de las políticas. Esa situación oferta. Reiteramos lo dicho muchas veces: ¿por qué los
virtuosa no existe en este momento y fue fagocitada por pobres no habrían de tener cálculos racionales en mate-
el debate acerca del INDEC o la bancarización de los ria de costo/beneficio de su salida al mercado de trabajo
beneficiarios. Desde el punto de vista conceptual, sigue como lo hacen otros sectores sociales? La verdad, con
centrada en una visión monetaria, haciendo caso omiso empleadas domésticas que trabajan por seis pesos la hora
del análisis a lo Amartya Sen, con foco en sus compo- y en negro, poco es lo que se puede hacer desde el punto
nentes extramonetarios. Una vez más el árbol nos impi- de vista de los hogares, más que responder a las deman-
de ver el bosque. das básicas de la supervivencia.
El análisis predominante es tributario del planteo No reconocer analítica y empíricamente estas dimen-
que muchos sostuvimos durante los 90: la idea de que la siones actuales de la condición social de los argentinos es
mejor herramienta para traccionar gente de la pobreza al lo que hace que amigos y compañeros se sorprendan
bienestar es el crecimiento del empleo o el acceso al cuando visitan, por ejemplo, el conurbano bonaerense:
mundo del trabajo. Este proceso ha alcanzado niveles de señalan que “la gente está muy pobre”. En este escenario,
éxito difíciles de soñar en el marco de la crisis del 2001 no podrían sino estarlo y la salida de esa pobreza no
y 2002, reduciendo la tasa de desempleo a menos de un puede provenir sólo de la vía del trabajo. Mientras tanto,
dígito. Sin embargo, el poder seguir avanzando sobre compran electrodomésticos y otros bienes de consumo
esta línea choca con dos dificultades: por un lado, la durables como el acercamiento al bienestar en entornos
cuestión de la baja tasa de actividad de la población eco- domésticos deprimidos y que no pueden afrontar la reso-
nómicamente activa que requiere rápidamente incorpo- lución de los grandes problemas de la vida cotidiana ya
rar más población al mercado de trabajo. Por el otro, el mencionados y que dependen de la acción del Estado.
salario promedio de los trabajadores, demasiado cercano Llama la atención en este contexto el papel de
al valor de la línea de pobreza. Como se viene señalan- Desarrollo Social, confinado a estrategias paliativas de la
do, esta situación crea enormes diferencias en el interior pobreza y poco proactivo en la búsqueda de alternativas.
de la fuerza de trabajo, determinadas en primer lugar Independientemente de la dificultad de obtener infor-
por su condición de formales o en negro y por el sector mación en su página web acerca de la cobertura de los
de actividad, tipo de ocupación y capacidad de negocia- programas –cuestión que dificulta seriamente el análi-
ción de los gremios a los que pertenecen los trabajado- sis–, su enfoque combina la visión “trabajista” de la sali-
res. En síntesis, decir hoy que el trabajo es el mejor da de la pobreza –correcta pero insuficiente, como
medio para sacar a la población de la pobreza es una ver- hemos señalado más arriba– con otra “redentorista”, tri-
dad a medias, en la medida en que ayuda a los activos butaria de ciertos estilos de trabajo social superados.
ocupados, sindicalizados y en blanco, pero no tiene efec- Aunque las autoridades manifestaron la voluntad de
to sobre el sector de pobreza crónica definido como pasar los componentes asistenciales de la lucha contra la
20 inactivo o sobre los segmentos en negro y con ocupacio- pobreza a la cartera de Desarrollo, ésta no pasa del abor-
nes inestables de baja remuneración. Por último, aún los daje paliativo, y el protagonismo específico de lucha con-
trabajadores “privilegiados” con el actual nivel de remu- tra la pobreza ha pasado a los ministerios de Trabajo y
neración y cierta ausencia de políticas públicas que con- Educación, bajo la forma de programas de finalización
tribuyan a la resolución de sus necesidades básicas, no de nivel educativo y capacitación para el mundo del tra-
pueden resolver el acceso a los bienes que garantizan bajo. Vale la pena que digamos estas cosas los amigos.
una vida digna: vivienda, salud, algunos componentes de Algunas de las cosas que podría hacer el ministerio de
educación, transporte adecuado. El mensaje sobre este Desarrollo Social para atender con perspectiva de
punto es que a la vez que se sostiene el valor del trabajo mediano y largo plazo sus necesarias intervenciones
hay que enfatizar la necesidad de mantener y consolidar asistenciales, implican promover su articulación con
políticas antipobreza para los que están fuera del mundo otros ministerios del sector social. La existencia de pro-
del trabajo. gramas de ingresos como el Familias que van directa-
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revista de revistas
mente a los hogares, deben tener articulaciones concre- En la encrucijada entre la visión “trabajista” y la
tas con otras instituciones del sector público: no sólo “pobrerista”, Desarrollo Social podría cortar el nudo gor-
que los beneficiarios estén obligados a “contra prestacio- diano convirtiéndose en una herramienta activa para
nes” –cuestión que merecería una profunda discusión–, incrementar la tasa de actividad de la población que,
sino que las instituciones que los atienden también dados los niveles que alcanza la masculina, sólo podría
tuvieran que cumplir compromisos con ellos. Por ejem- surgir de un incremento de la salida de las mujeres al
plo, que en las escuelas de barrios muy pobres que tuvie- mercado de trabajo. Para ello, es clave la provisión de ser-
ran un x por ciento de población con cobertura de pro- vicios básicos de cuidado infantil, coordinando salud y
gramas, los docentes y las instituciones diseñaran pro- educación y manteniendo el plus de las transferencias,
gramas educativos específicos para mejorar el rendi- capacitando a las mujeres, reforzando las acciones comu-
miento escolar del conjunto y, especialmente, de los chi- nitarias y diseñando una estrategia integral de incorpo-
cos bajo programa. Sin ello, esos programas serán sólo ración al mercado, en lugar del foco en la economía
de “transferencias condicionadas” a los beneficiarios y popular como mantiene hoy con otros programas. Ver el
limitados en su capacidad de explorar las sinergias con bosque, no el árbol, es parte de una estrategia integral de
otros efectores del bienestar. erradicación de la pobreza.
“Ahora, en el contexto de la reorganización del pero- hoy día 'oficialismos', y los que poseen 'dominio mediáti-
nismo que está llevando adelante Kirchner, se habla de co', con algunos 'infiltrados' en esa división política, cada
afiliar al partido a la Internacional Socialdemócrata para uno con sus sectores sociales típicos. De allí que hoy el
identificarlo así con el centro-izquierda en términos de partido oficial sean casi todos los gobernadores más la
alianzas internacionales. La situación genera varias para- mayoría de los intendentes del conurbano y algunas de las
dojas. La primera es que, de concretarse el cambio de afi- organizaciones sociales más populares. Y más que oposi-
liación internacional del peronismo -que es un proceso ción encontremos líderes opositores pugnando por apare-
que lleva tiempo-, prácticamente toda la política argenti- cer en los medios -y mover el amperímetro encuesteril-.
na (con la excepción de Macri) quedaría adscripta a la Por su propia naturaleza, el dominio territorial a nivel
internacional de centro-izquierda, ya que en ellos queda- nacional tiene una propensión a la jerarquía (por la distri-
rían el peronismo, los restos del radicalismo y las diversas bución de recursos en el peculiar federalismo centraliza-
vertientes del socialismo. La segunda es que en febrero, al do argentino que centraliza la recaudación, federaliza
reunirse la Internacional de centro-derecha, el peronismo coparticipando parte de ella, y negocia el resto) y el domi-
a través de la representación del pequeño Partido nio mediático a dispersarse, con los líderes opositores
Demócrata Cristiano argentino ratificó su pertenencia a pasando a oponerse unos a otros. En ese sentido, sin la
esta central, cuando el presidente mexicano Calderón - regeneración partidaria, la alternancia dependerá mucho
quien aspira a la Presidencia mundial de esta organiza- de la suerte del oficialismo, y en todo caso, de la desmem-
ción- planteó sus dudas respecto de si el peronismo, con bración de su coalición territorial -con gobernadores,
Kirchner, seguía adscribiendo a los principios ideológicos intendentes, representantes y punteros buscando su des- 21
democristianos o de centro-derecha. La tercera es que, de tino, todo eso a favor de alguno de los líderes mediáticos
concretarse finalmente el pedido del PJ para incorporarse favorecido por una nueva tómbola electoral. Así, más que
a la Socialdemocracia, se dará justo cuando Kirchner está elecciones, lo que se está dando en la Argentina es una
dando un giro hacia el centro con la reorganización del pero- confirmación o el derrocamiento electoral del gobernan-
nismo, el que, como ha sido clásico en otras épocas, parece te (y muchas veces el derrocamiento sin elecciones), ten-
volver albergar bajo un mismo techo a derecha e izquierda”. dencia generalizada que consigna Pierre Rosanvallon en
(Rosendo Fraga: “El peronismo como eje central”) su libro Contrademocracia, pero que en nuestro país se da
“Hasta ahora, más que configurarse una división de caricaturescamente, como tantas otras cosas”.
izquierda/derecha, o incluso peronista/antiperonista, (Luis Tonelli: “Democracia sin partidos (hasta nuevo
tenemos una división política entre las fuerzas y líderes aviso”)
que poseen 'dominio territorial', que son por definición
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“Establecer las razones por las cuales cada uno entiende Argentina tienen el ejercicio y la responsabilidad de llevar la
el 'diálogo social' y construye sus imaginarios políticos pare- batuta: la iniciativa, la conducción, y marcar el paso y los
ce ser una cuestión previa. Nosotros, desde hace algún tiempos. Pero es el pueblo el que tiene que escribir la parti-
tiempo, proponemos encarar la cuestión desde tres catego- tura. Para nosotros está claro que el enemigo de lo nacional,
rías básicas: la tregua, el consenso y la concertación. La 'tre- el poder concentrado financiero y multinacional, quiere
gua' es un grado primitivo y elemental del diálogo. Se da tenernos siempre atareados en las treguas. La consigna polí-
cuando sucede una emergencia, una situación de caos, de tica parece transitar el camino del diálogo para materializar
explosión o crisis social. Su carácter es lo espontáneo, el consenso y el pacto social, paso necesario para que los
requiere respuestas veloces, predomina lo urgente por sobre argentinos podamos debatir un modelo que, una vez adop-
lo importante. Lo que se busca entonces es minimizar los tado, querido y encarnado por el pueblo, será nuestro
efectos, impedir la 'escalada'. En tales climas, prima 'el más Proyecto Nacional. (Horacio A. Ghilini: “Editorial”)
fuerte' y los líderes espontáneos. Podríamos sintetizar su “No cabe duda que el Pacto Social, controlada cualquier
temática en abordar el problema de la convivencia y la desviación corporativista, complementa la representación
gobernabilidad. Una instancia superior a la tregua y ya dada política de los partidos. Dicho de otro modo, expone inte-
por ciertas condiciones de convivencia y diálogo, se expresa reses reales y actores visibles. Confiere realismo a la políti-
en el 'consenso' o 'pacto', que implica la capacidad y volun- ca. Responsabilidad pública a los que han asumido el com-
tad de ahondar intereses y poner objetivos comunes; se promiso. Por cierto que el marco histórico del Pacto Social
busca un acuerdo de partes y su leit motiv es poder conge- de 1973 es cosa del pasado. Pero continúa siendo la imagen
niar intereses, especialmente económicos y de posiciona- arquitectónica de la justicia social. Difícilmente podamos
miento de distintos sectores -que no necesariamente son hallar otra”. (Carlos Fernández Pardo: “Pacto Social: su
contrapuestos- con el objeto de trazar una estrategia marco histórico”)
común. Aquí ya es necesario el tiempo -al menos el media- “El mérito de Néstor Kirchner ha sido la reconstrucción
no plazo-, la posibilidad de generar prospectivas, de discu- de la autoridad del Estado al interior de la Nación y del país
tir en el campo de la rentabilidad de las empresas -que para en el concierto de las naciones. Pero la extranjerización de
mantener la tasa de ganancia tienen que crear mercados-. Y la economía es gigantesca como pequeña es la dimensión
todo esto significa tener una visión de integración nacional económica del Estado. La cuestión social es dramática y
y regional. Sus líderes son institucionales. Expresan sectores pequeña la capacidad de la industria para revertirla. El país
e intereses sectoriales. Podríamos sintetizar su temática en se somete otra vez a una bifurcación doble. O el mercado.
la prosecución de un 'pacto social y productivo'. Una terce- O el pacto social. Y un pacto social para administrar la
ra instancia superior a las anteriores es la 'concertación'. inflación. O uno para la acumulación y la reinstalación de
Concertar quiere decir, por un lado, generar 'certezas' esas banderas que a pesar de cuatro generaciones pasadas -
(con-certezas) y eso significa que el país logre transitar las 60 años- siguen siendo la gran razón de la democracia. Si
ideas de un plan y proyecto de país que le permitan alcan- hay pacto social con contenido, significa que finalmente
zar metas accesibles y viables, pero cualitativamente distin- hemos logrado entender la razón de la decadencia de la que
22 tas a las virtudes u objetivos logrados por el consenso. Por no se sale sin crecer, pero que solamente se abandona cuan-
otro lado, 'concertar' tiene que ver con 'concierto' en el sen- do la organización económica produce hombres reconstrui-
tido musical de la palabra: con la unidad en la diversidad o, dos moralmente. Con esas mismas ideas Perón retornó a la
al revés, con cómo lo diverso se convierte en algo simbólico Argentina y puso en marcha esa reconstrucción”. (Carlos
y unido. La riqueza de un país no está en conseguir la una- Leyba: “El Pacto Social 1973”)
nimidad, lo monocromático, sino en que lo diverso adquie- “Para una parte del espectro de las organizaciones sindi-
ra distintas tonalidades, como si se tratara de los distintos cales y los movimientos sociales, las palabras 'Pacto Social'
instrumentos que suenan en un 'concierto': cada uno con están desprestigiadas. Por diferentes experiencias históricas,
sus características e identidades aportan a un bien común, esto genera un porcentaje bastante alto de desconfianza,
la sinfonía. Los actores sociales somos la diversidad instru- porque hubo una degradación de pactos que tenían como
mental de la orquesta. Por su parte, el gobierno y el consen- objetivo garantizar políticas de ajuste”. (Hugo Yasky: “Pacto
so político de la dirigencia actualmente elegida en la Social. Una mirada desde los trabajadores”)
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Caras y Caretas
El parto del desarrollo nacional
“La Revolución Industrial comenzó hace dos siglos y sonas, de generar entusiasmos y forjar identidades, de
medio y desde entonces sabemos que la industria es el fac- identificar aliados y también antagonistas. Hace tiempo
tor esencial en el desarrollo de las naciones. La experien- que ese tipo de palabra se alejó del centro de la vida públi-
cia al respecto es concluyente. Ella permite observar que ca argentina, colonizada primero por la jerga de los eco-
no hay naciones desarrolladas que no sean fabriles (porque nomistas del ajuste, silenciada después, tras ese largo ciclo,
no hay otra vía al desarrollo); la inversión de la prueba no por los sonidos de la furia que acompañó su fin, y nunca
es menos cierta y confirma lo anterior: no hay naciones del todo restaurada por un gobierno (el último) tan enco-
fabriles que no sean desarrolladas. Industria y desarrollo miable por sus logros como inhábil para articularlos en un
son sinónimos de bienestar. Hay, sí, naciones ricas por sus discurso convincente. Recrear la palabra -la dignidad, el
recursos naturales, como Arabia Saudita, con el petróleo, peso y la densidad de la palabra- es una evidente necesi-
o las islas con playas en el Caribe, pero sus limitaciones dad del gobierno nacional, pero es también, aun más que
son evidentes. Ser 'rico' no es igual a ser desarrollado. La eso, una exigencia que tiene la propia democracia si la
experiencia argentina, con el auge de la carne y los cerea- queremos más democrática y más fuerte”. (Eduardo
les pampeanos a comienzos del siglo XX y un prolongado Rinesi: “Palabra y democracia”)
retroceso después, en el listado de las naciones por su “El peronismo fue una invención política que generó
ingreso, se debe, precisamente, a que el país había perdido también una original epopeya social, económica y tecno-
sus ventajas naturales y no logró reemplazar ese activo con lógica. Esto conformó con el tiempo un corpus imaginar-
una industria pujante. Hoy, los aumentos de precios de los lo que se fue convirtiendo en una verdadera máquina de
bienes agrarios hacen creer a algunos que el país puede producción de identidad. En ese lábil y cambiante tema
volver a ser una gran nación agropecuaria, pero esa pers- identitario, el peronismo sin duda ocupa el eje, en cual-
pectiva es más que dudosa, primero, porque nadie puede quier abordaje. Hay una marca que le viene al peronismo
confirmar que los precios actuales (los más elevados en por su origen en las márgenes mestizas de la sociedad (los
más de un siglo de caída continua) van a mantenerse; ya grasas, los cabecitas), que le dio potencia, desprejuicio y
hubo episodios similares de alza que duraron poco y abrie- capacidad de apropiación a través de una cierta mirada
ron el paso a frustraciones posteriores. Segundo, porque el ingenua de la realidad, que lo ubica en la tradición del
agro pampeano no puede sostener a un país de 40 millo- barroco latinoamericano. Sin embargo, las elites de la cul-
nes de habitantes. Jamás podrá producir la riqueza sufi- tura vernácula, siempre acompañadas por una mayoría
ciente para ello (como sí ocurría con un país de unos pocos disciplinada de artistas, ignoraron este mundo.
millones de personas en 1910) ni generar empleo suficien- Moviéndose entre el prejuicio ideológico y un desprecio al
te para todos. Por eso, la apuesta al desarrollo sigue estan- borde del racismo, trataron de olvidar las evidencias de
do basada en la industria. Acompañada por el agro, por aquella década fundacional. Tanto para la elite del poder
supuesto; no hay ninguna razón para despreciar el poten- como para la izquierda tradicional este período ni siquie-
cial productivo de la tierra que puede y debe desarrollarse ra calificaba en el rubro 'arte político'.
con toda su fuerza. Pero si queremos un país desarrollado, Podríamos recordar la infinidad de versiones que inspiró a
éste deberá ser industrial, acompañado por un agro conso- destacados pintores nuestros el sangriento bombardeo de 23
lidado y eficiente. No un país 'agroindustrial', como dicen Guernica; nadie en cambio se conmovió -durante más de
los que siguen enamorados de un pasado que no volverá, cincuenta años- por los no menos sangrientos bombarde-
sino un país industrial con una fuerte base agropecuaria”. os de Plaza de Mayo. Nuevamente funcionó esa mirada
( Jorge Schvarzer: “La industria para el despegue argen- asimétrica creando valor estético en hechos y víctimas de
tino”) los países centrales por encima de similares circunstancias
“La política argentina ha retrocedido varios casilleros producidas aquí”.
en medio de toda esta comedia bufa, y es necesario redi- (Daniel Santoro: “Pintura, identidad y peronismo”)
mirla de tanta bobería. Hay para eso un instrumento, y
acaso sólo uno, cuyo valor es hoy necesario restablecer y
renovar: la palabra. La palabra -entendámonos- política.
La palabra capaz de crear sentidos y convencer a las per-
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“La 'normalización' del sistema de partidos argentino (Carlos Campolongo: “Las elecciones, recitado de ayer o
resulta una consecuencia de la constitución del programa y imaginación de futuro”)
la organización política que se ha esbozado y que se “No hay un partido de centro derecha en la Argentina
encuentra en potencia en esta etapa histórica. En el fondo, entre otras cosas porque no hay más partidos. Mi duda es:
el peronismo en su formulación actual está en condiciones ¿será que no hay más partidos porque no hay más ideologías
de ser transformado en una potente organización política políticas o será que las ideas políticas parecen diluidas pre-
que ocupe el centro izquierda de la escena política nacional. cisamente porque no hay partidos para expresarlas? (...) Los
Por ese objetivo abogamos desde estas líneas, y para que partidos, cuando crecen y se tornan realmente representa-
en el marco insoslayable e irrenunciable del formato insti- tivos de ciudadanos y no solamente de ideas, tienden a hac-
tucional republicano y democrático, existan los correspon- erse ideológicamente heterogéneos -si bien en general sue-
dientes partidos y alianzas sociales que se hagan cargo de len mantener un hilo de ideas conductor que mueve los con-
representar y articular aquellos intereses sociales que nor- sensos internos mínimos. Esa heterogeneidad es parte de la
malmente son calificados de la 'derecha' o el 'centro política y es una de las funciones que cumplen los partidos.
derecha' políticos, alusiones que refieren a los intereses más Sus dirigentes, sus fundadores, sus alimentadores, sus
conservadores, apegados a la estructura de propiedad y dis- representantes, normalmente expresan algunas ideas y ellas
tribución del ingreso social predominantes en una forma- son una de las fuentes de coincidencias con los votantes.
ción nacional dada, tal como ocurre en casi todas las Cuando las ideas están tan dispersas como lo están ahora,
sociedades modernas y desarrolladas del mundo”. (Miguel cuando los consensos son tan poco claros, tal vez se produce
Talento: “Identidades políticas, partidos y programas. el fenómeno al que asistimos: carencia de dirigentes con la
Reflexiones a partir del proceso electoral”) capacidad de organizar partidos, abundancia de dirigentes
“En los años recientes, los estudios de opinión revelan televisivos, personalistas, actores (en el sentido escénico) de
que alrededor de setenta por ciento de las personas deposi- la política más que forjadores de proyectos para el país; y,
tan poca o muy baja confianza en los partidos políticos y en simétricamente, ciudadanos sin identidad política definida,
sus dirigentes, por eso el 'que se vayan todos' no fue el pro- sin lealtad a ideas fuerza”. (Manuel Mora y Araujo: “El voto
ducto de un mero día de furia. En fin, si en la Argentina se de centro derecha: ¿dónde está?”)
sustituyese de un modo prolongado la democracia de par- “En el presente, la sensación de que los problemas locales
tidos por un sistema basado en la competición entre frentes son mejor representados por instituciones partidas distri-
electorales, es probable que los grandes intereses económi- tales se ha diluido. Las nuevas camadas dirigenciales que
cos nacionales y extranjeros encuentren en ese modo de podrían alimentar las filas de los partidos provinciales se han
conformación de la arena electoral una alternativa muy con- integrado a los partidos nacionales (PJ y UCR) como una
veniente para aumentar sus influencias sobre las decisiones forma de optimizar sus beneficios selectivos. En este senti-
públicas, transformados en sponsors de candidatos amigos do, la crisis política desatada de manera abierta en el 2001
y seleccionadores de altos funcionarios que, al no provenir no fue capitalizada por ninguna de las expresiones conoci-
de estructuras partidarias estables, no tengan cursus honorum das de partidos provinciales, ni surgieron nuevas que
que cuidar y sean dúctiles a sus sugerencias y proyectos”. lograran hacerlo. El perfil territorial provincial ya no nece-
(Ricardo Sidicaro: “De los Partidos a los Frentes”) sita de los partidos provinciales para ser representados, dado
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“Hay oportunidades. Hacer creer que todo está mal es que los partidos nacionales no ahogan ni rivalizan excluyen-
tan dañino, socialmente, como empeñarse en hacer creer temente intereses nacionales con intereses locales. Es más, la
que todo está bien. La excelencia política no está sólo en creciente autonomía de los liderazgos provinciales del pero-
reconocerlo sin coartadas, con todas las palabras, e intentar nismo y del radicalismo permiten acentuar esta tendencia.
corregir los rumbos. Es generar creencias verosímiles sobre Por otro lado, ante la ausencia de marcos ideológicos
nuestros límites frente a las demandas. La situación en un rígidos, en el futuro cualquiera de los partidos provinciales
tiempo, espacio y acción de aquello -la utopía- que no tiene puede convertirse en socios potenciales de los grandes par-
lugar y que siempre genera la ilusión de lo por venir. No hay tidos mayoritarios”. (Hugo Cortés y Sergio De Piero: “Allá
bienaventuranza sin peso de proyecto. Empecemos a sope- lejos y hace tiempo. La decadencia electoral de los partidos
sarlos en el platillo opuesta a la desventura. Démonos la provinciales”)
oportunidad de examinar en conjunto nuestras conductas”.