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La implicación de la infección por Helicobacter pylori en gran parte de las gastritis es la novedad
más importante. Cuando no se encuentran lesiones orgánicas en esófago ni en estómago existe
tendencia a denominar de forma errónea ¨gastritis¨ a aquellos cuadros con síntomas de pesadez,
aerofagia, molestia abdominal, saciedad temprana, plenitud postprandial... que debían englobarse
en el término de dispepsia funcional o no ulcerosa.
Existen otras formas menos frecuentes de gastritis crónica como la linfocitaria, la hiperplasia de la
mucosa gástrica y gastritis hipertrófica, gastritis eosinofílica ...
¿A quién afecta? .
Desde que se aceptó que el agente etiológico principal es el H. pylori existen estudios sobre la
infección por este germen. La mayoría de los pacientes infectados tienen cierto grado de gastritis
crónica por lo que se pueden deducir los datos de la enfermedad analizando los estudios sobre
prevalencia de H. pylori.
En los países en vías de desarrollo con un sistema sanitario deficiente, bajo nivel cultural y
económico la prevalencia de gastritis crónica asociada a H. pylori es de 60-80% en niños y de 100%
en adultos y ancianos. En los países desarrollados con mejor asistencia sanitaria y cultural y
mayores ingresos económicos la prevalencia en niños es de 5-10% y en adultos 20-30% siendo de
un 60-70% en los mayores de 40 años.
Entre los irritantes químicos la alcalinización del pH intragástrico por la presencia de bilis puede
producir una gastritis crónica. Esta situación es frecuente en los pacientes con estómagos
operados (gastrectomía).
En las gastritis de cuerpo con atrofia gástrica que cursan con aclorhidria y anemia perniciosa
pueden existir anticuerpos anticélulas parietales y/o anti factor intrínseco. También se acepta que
la infección por H. pylori en pacientes predispuestos genéticamente puede originar esta forma de
gastritis crónica atrófica. Así los pacientes con gastritis crónica atrófica y anticuerpos pueden
padecer otras enfermedades autoinmunes asociadas (tiroiditis, lupus eritematoso sistémico...).
Las gastritis crónicas no tienen unos síntomas específicos de la enfermedad. Hay pacientes
asintomáticos, otros presentan síntomas dispépticos del tipo molestia en epigastrio, pesadez
postprandial, aerofagia... Existen estudios que demuestran que los síntomas dispépticos aparecen
en igual proporción en las gastritis producidas por H. pylori que en las que no tienen este germen.
Otras formas de presentación pueden ser anemia perniciosa, anemia ferropenia inespecífica...
¿Cómo se diagnóstica?
El diagnóstico diferencial se debe realizar con la úlcera duodenal, hernia de hiato, litiasis biliar,
pancreatitis crónica y el síndrome de intestino irritable.
Otros estudios que se pueden realizar es analítica (hemograma, determinación de hierro, vitamina
B12...).
La presencia de Helicobacter pylori se puede investigar con otros métodos como determinación de
anticuerpos anti- Helicobacter pylori, prueba de aliento con urea marcada, test rápido de la ureasa
y cultivo microbiológico en una muestra de biopsia.
En las gastritis crónicas con atrofia gástrica conviene realizar un estudio del jugo gástrico y
determinar la gastrina sérica.
¿Cuál es el tratamiento?
Si existe anemia por niveles bajos de hierro se indicará hierro para restablecer los depósitos. En las
atrofias gástricas con niveles bajos de vitamina B12 se administrará esta vitamina de forma
periódica.
Existen algunas normas dietéticas que mejoran los síntomas de estos pacientes como evitar las
grasas, salsas, picantes, especias... así como realizar cinco tomas alimenticias diarias aunque de
menor cantidad.
omeprazol
¿QUÉ ES?
El omeprazol se usa para tratar ciertas condiciones en las cuales hay demasiado ácido en el
estómago. Se usa para tratar las úlceras gástricas y del duodeno y la enfermedad de reflujo
gastroesofágico que es una condición en la cual el ácido en el estómago fluye hacia el esófago. En
algunos casos, se usa este medicamento en combinación con antibióticos para tratar las úlceras
asociadas con la infección que es causada por la bacteria (germen) H. pylori.
El omeprazol también se usa para tratar la enfermedad de Zollinger-Ellison que es una condición
en la cual el estómago produce demasiado ácido.
Si algo de la información en este folleto le causa preocupación especial o si desea más información
acerca de su medicamento y al uso del mismo, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico.
Recuerde que debe guardar éste y todos los demás medicamentos fuera del alcance de los niños y
que nunca debe compartir sus medicamentos con otras personas.
ANTES DE USAR
Está embarazada o piensa quedar embarazada mientras esté usando este medicamento;
USO APROPIADO
Tome las cápsulas de omeprazol justo antes de una comida, preferiblemente en la mañana.
Las tabletas de omeprazol se pueden tomar con comida o con el estómago vacío.
Es posible que demore varios días para que este medicamento comience a aliviar el dolor de
estómago. Para ayudar a aliviar el dolor, se pueden tomar antiácidos junto con el omeprazol, a
menos que su médico le haya ordenado no usarlos.
No abra la cápsula.
Tome este medicamento por la totalidad del tratamiento, aunque empiece a sentirse mejor.
También, es importante que usted cumpla con sus citas médicas, para que el médico pueda decirle
en que momento debe usted suspender el uso de este medicamento.
Si olvida una dosis de este medicamento, tómela lo antes posible. Sin embargo, si es casi hora para
su próxima dosis, omita la dosis olvidada y vuelva a su horario regular de dosificación. No use
doble cantidad.
Guarde este medicamento fuera del alcance de los niños. Guárdelo alejado del calor y la luz
directa. No lo guarde en el baño o cerca del lavaplatos en la cocina ni en otros sitios húmedos. El
calor o la humedad pueden deteriorar el medicamento. No conserve medicamentos cuya fecha de
vencimiento haya expirado o medicamentos que ya no necesita. Asegúrese de desechar sus
medicamentos en un sitio fuera del alcance de los niños.
PRECAUCIONES
Es muy importante que médico revise su progreso mediante visitas regulares. Si su condición no
mejora, o si empeora, consulte con su médico.
EFECTOS LATERALES
Raros -- Dolor en la espalda, pierna(s) o el estómago; úlceras con costra o sangrantes en los labios;
ampollas; orina turbia o con sangre; escalofríos; continuas úlceras o llagas en la boca; dolor, ardor
o dificultad al orinar; fiebre; necesidad frecuente de orinar; sensación general de enfermedad o
malestar; dolor en las articulaciones; pérdida del apetito; dolores o calambres musculares; dolor;
ojos irritados o enrojecidos; enrojecimiento, sensibilidad, picazón, ardor o desprendimiento de la
piel; salpullido; garganta irritada; úlceras, llagas o manchas blancas en los labios, boca o genitales;
sangrado o moretones inusuales; cansancio o debilidad inusuales
Menos comunes -- Dolor en el pecho; estreñimiento; diarrea o heces flojas; mareos; gases; dolor
de cabeza; ardor de estómago; náuseas o vómitos; somnolencia inusual
MIOPROPAN
Composición
Dosificación
Adultos: Dolor agudo en síndrome de colon irritable: 200 mg, 3 veces por día. Dispepsia no
ulcerosa: 100 mg, 2 ó 3 veces por día. Miopropan 200 mg: 1 a 3 comprimidos por día. Suspensión:
Adultos: 1 cucharada sopera 3-4 veces por día. Niños de 1 a
Presentaciones
Acción terapéutica
Antiespasmódico
Indicaciones
Dolor post-pradial en el síndrome de colon irritable. Ileo paralítico post-operatorio. Dolor
abdominal por trastornos funcionales intestinales. Dispepsia no ulcerosa (previa endoscopía
gástrica negativa). No usar para el cólico del lactante.