El Teatro Comunitario: cuando el espejo social se hizo
necesario
En la comuna nororiental de la ciudad de Medellín decidieron mirarse cara a cara
con su realidad por medio de las artes escénicas. En éstas encontraron la posibilidad de reflejarse y dibujarse a sí mismos tal cual como son en la vida cotidiana. El trabajo, la esquina, sus problemáticas, alegrías, tristezas y personajes allí están explícitos para contar una historia muy cercana, quizás tan cercana, que cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.
El inicio
El origen del teatro comunitario en la ciudad no tiene un lugar y fecha
precisa, no obstante, se conoce muy bien su procedencia y raíces ideológicas. Para conocer su desarrollo, sólo se hace necesario dar una mirada breve a sus promotores y gestores. Las corporaciones culturales.
Estas organizaciones nacidas en el interior de la propia comunidad
están distribuidas en varios sectores de la ciudad. Su función principal es la de ofrecer procesos de formación en prácticas artísticas y culturales a niños y jóvenes de las comunas; con el propósito de brindarles una alternativa que les permita afrontar la vida desde una nueva óptica.
En ese sentido, los resultados conseguidos hasta ahora son muy
alentadores, pues los impactos generados dicen mucho de la labor realizada. Sin embargo, la tarea no ha terminado, pues diariamente estas organizaciones deben cumplir con otro cometido: acabar con el estigma que se tiene del arte como algo “culto”, esquivo y ajeno a las personas del común.
Relación tablas - comunidad
Según César Sepúlveda, Licenciado en Artes Escénicas y
Representativas de la Universidad de Antioquia y profesor en varias academias de teatro de la ciudad, “el teatro comunitario debe cumplir unos objetivos específicos en una comunidad específica, es decir, debe funcionar como una especie de mediador o interventor de problemáticas sociales en un espacio establecido”.
Ante esta afirmación, es válido anotar que el panorama que vive la
ciudad en este aspecto es muy prometedor, pues cada día crecen más las iniciativas de grupos y corporaciones que desean trabajar por el bienestar de la comunidad.
Muestra de ello, es el fenómeno que se viene presentando en la
comuna nororiental de la ciudad Medellín, en donde actualmente existen 15 grupos reconocidos de teatro comunitario, destacando gratamente, los promovidos por La Corporación Cultural Nuestra Gente; organización “formadora de formadores” que ha trabajado incansablemente a lo largo de 23 años por la comunidad del barrio Santa cruz y los alrededores que conforman la comuna número 2 de la ciudad. http://www.nuestragente.com.co/
Los contenidos
Los géneros y argumentos que se abordan en este tipo de teatro son
muy variados. Lo que son el humor negro y la política están al orden del día; no obstante, la temática documental ha venido ganado su espacio exclusivo dentro del público.
De acuerdo a lo anterior, Alexander Muñetón Beltrán, licenciado en
Educación Artística de la Universidad Pontifica Bolivariana y director del grupo de teatro “Ajedrez” del barrio La Francia, opina que “contrario a lo que se podría pensar, las obras e historias presentadas en este contexto están cargadas de una profunda crítica social frente a temas cotidianos; ya que lo que se busca en esencia, es crear una fuerte conmoción y reflexión al interior de los espectadores”. http://www.youtube.com/watch?v=Qp72QAZRgEo
La acogida y crítica del público frente a las temáticas propuestas ha
sido muy buena, pues reconocen en estos contenidos un aporte invaluable a la construcción de tejido social. “No sólo se trata de historias, hablamos de generar espacios que propicien reflexión y diálogo entre todos los actores que integran la comunidad. Dicho de otro modo, eso es lo que nos permite vernos y reconocernos “, agrega Alexander Muñetón.
Arriba el telón
Para este año 2010, entre el 31 de octubre y 7 de noviembre, se
llevará a cabo en la ciudad de Medellín la décimo quinta versión del Encuentro Nacional de Teatro Comunitario. Una experiencia que agrupa las “hermandades” de otros países como Brasil, México, Nicaragua y Argentina, las cuales vienen a presentar sus proyectos e historias a toda la población del área metropolitana.
Con actividades como éstas no queda nada más que confesar
admiración y respeto por las personas que hacen posible estas iniciativas ciudadanas, pues quizás ninguno de ellos esté buscando “los quince minutos de fama”, como lo expresó alguna vez el artista y pintor Andy Warhol. Ya que a través de su arte decidieron más bien tomarse una hora para hacer visible lo invisible de su realidad, esa que algunas veces pasa por alto lo infame como un simple asunto cotidiano a falta de buenos espejos que les permita observarse detenidamente.