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Defensa en contra de órdenes de visita domiciliaria.

Procedencia del juicio de amparo indirecto.

LIC. GUSTAVO SANCHEZ SOTO.

REFLEXIONES PRELIMINARES Y
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

La impugnación de las ordenes de visita como actos administrativos autónomos, es decir,


sin considerarlas como parte de un procedimiento de comprobación de cumplimiento de las obligaciones
fiscales a cargo de un contribuyente, sino como actos de autoridad con existencia propia, no ha sido una
práctica muy recurrida por parte del postulante en la materia. La razón de esta actitud se centra,
principalmente, en el criterio que al respecto se ha seguido por parte de la autoridad hacendaria en el sentido
de que no son actos definitivos y, consecuentemente, no actualizan alguna de las hipótesis normativas
reguladas por el artículo 117 del Código Fiscal de la Federación ( CFF ), dispositivo jurídico que establece en
forma limitativa cuales son los actos de autoridad en contra de los cuales resulta procedente la interposicion
del recurso de revocación. Esta postura también ha sido retomada por el Tribunal Fiscal de la Federación y ha
dado lugar a que se ordene el sobreseimiento de las demandas de nulidad que en este sentido se han
instaurado ante tal órgano jurisdiccional., sin embargo, en esta ocasión por razones de forma principalmente,
prescindiré de ahondar en cuanto a la admisibilidad de una demanda anulatoria para incidir en el caso del
recurso administrativo.

Desde mi punto de vista, sostener la inadmisibilidad del recurso fiscal resulta parcial y
sobre todo, carente de un criterio y fundamento jurídico suficiente que torne firme tal postura. En este orden
de ideas, es objetivo de esta reflexión realizar un planteamiento claro y sustentado en derecho que defina
cuales son los medios de impugnación que deben de ser procedentes para combatir la citada orden de
fiscalización así como cual es que al día de hoy es admitido, a fin de destacar al contribuyente las alternativas
de defensa que en nuestro régimen jurídico existen.

CODIGO FISCAL DE LA FEDERACION.

Para adentrarnos en el tema que aquí se revisa, se hace ineludible transcribir el contenido
del artículo 117 del CFF, precepto normativo que a la letra indica :

Artículo 117.- El recurso de revocación procederá contra:

I. Las resoluciones definitivas dictadas por autoridades fiscales federales que:

a). Determinen contribuciones, accesorios o aprovechamientos.


b). Nieguen la devolución de cantidades que procedan conforme a la Ley.
c). Dicten las autoridades aduaneras.
d). Cualquier resolución de carácter definitivo que cause agravio al particular en materia
fiscal, salvo aquéllas a que se refieren los artículos 33-A, 36 y 74 de este Código.
II. Los actos de autoridades fiscales federales que:

a). Exijan el pago de créditos fiscales, cuando se alegue que éstos se han extinguido o que
su monto real es inferior al exigido, siempre que el cobro en exceso sea imputable a la
autoridad ejecutora o se refiera a recargos, gastos de ejecución o a la indemnización a que
se refiere el artículo 21 de este Código.
b). Se dicten en el procedimiento administrativo de ejecución, cuando se alegue que éste
no se ha ajustado a la Ley.
c). Afecten el interés jurídico de terceros, en los casos a que se refiere el artículo 128 de
este Código.
d). Determinen el valor de los bienes embargados a que se refiere el artículo 175 de este
Código.

Al respecto, es de indicarse que sí bien, el precepto jurídico que se cita es claro en definir
limitativamente los actos de autoridad en contra de los cuales procede el recurso ordinario en materia fiscal,
también lo es que la orden de visita es un acto de carácter definitivo, toda vez que es a través de su emisión y
notificación al particular se da formalmente inicio a la visita domiciliaria que se ordena al particular,
adicionalmente, desde cualquier perspectiva se le considera un acto de molestia, toda vez que su emisión
afecta directamente la esfera jurídica del gobernado, situación que diáfanamente se aprecia, a guisa de
ejemplo, si se considera que a través de ella se excepciona el principio constitucional de inviolabilidad del
domicilio del gobernado, permitiéndose la entrada de agentes externos ( auditores ) al domicilio del propio
contribuyente visitado. Adicionalmente, no resulta lógico ni jurídico que un acto de autoridad que a todas
luces resulta contrario al orden legal que le es aplicable, tenga que ser soportado por el particular, aceptando
sus consecuencias y sólo, hasta la determinación final del crédito que culmine el procedimiento de
fiscalización de que se trate, susceptible de ser recurrido por el afectado.

Estos, desde mi punto de vista son los fundamentos más claros que dan lugar a que se
entienda que la orden de visita debe de ser impugnable con fundamento en el artículo 117 fracción I inciso d )
del CFF vigente. La postura que se cuestiona se agrava aún más en perjuicio del gobernado, sí se toma en
cuenta que el cien por ciento de las ordenes de visita que emite la autoridad hacendaria en materia federal - y
también local en el Distrito Federal y varios Estados de la República - incumplen los mandatos legales que les
son impuestos., es decir, no observan las normas jurídicas sustantivas y adjetivas a que se encuentran sujetas.
Consecuentemente, el contribuyente se encuentra expuesto al inicio de procesos de revisión que se desarrollan
a partir de un mandamiento de autoridad contrario a derecho. El gobernado legalmente se ve obligado a
tolerar la fiscalización que se le ordena y que deviene de un acto de autoridad ilegal, simple y sencillamente
porqué en nuestro ordenamiento jurídico fiscal - se aduce - no existe medio de defensa alguno que resulte
procedente en su contra.

A mayor abundamiento, afirmo que se actualiza la hipótesis normativa a que se refiere el


artículo 117 fracción I inciso d) del CFF, toda vez que la orden de visita es una resolución de carácter
definitivo que causa agravio al particular en materia fiscal. El simple hecho de que se ordene la excepción al
principio de inviolabilidad del domicilio del contribuyente y exista una ilegal aplicación de los preceptos
normativos que sustentan el mandamiento en cuestión, producen una afectación directa en la esfera jurídica
del gobernado y una aplicación incorrecta del orden jurídico correspondiente. Aspectos que indubitablemente
dan lugar a que se actualice claramente la hipótesis normativa del artículo que se cita.

Sin embargo, no puede soslayarse que es ya un criterio, carente de sustento legal desde mi
perspectiva, el que la autoridad impositiva considere a la orden de visita como un acto no definitivo.

LEY DE AMPARO.

El juicio de amparo, como procedimiento autónomo, afortunadamente, proporciona la


instancia de defensa indubitable para que el contribuyente que se ve afectado con motivo de la emisión de una
orden de visita contraria a derecho pueda inconformarse en contra de ella. Así se ha reconocido mediante la
confección de la tesis que a continuación se cita y que regula claramente este aspecto :

Octava Epoca
Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XIV, Noviembre de 1994
Tesis: I. 4o. A. 776 A
Página: 492

ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA PUEDE SER IMPUGNADA DENTRO DEL TERMINO DE


QUINCE DIAS A PARTIR DE SU INICIO, POSTERIORMENTE DURANTE SU DESARROLLO O POR
SUS CONSECUENCIAS CUANDO CONCLUYA LA VISITA. La orden de visita constituye sin duda
alguna un acto de autoridad, ya que entraña una manifestación unilateral y externa de voluntad, emitida por un
servidor público en ejercicio de funciones públicas, en ella se expresa la decisión de la autoridad para
introducirse, a través de sus agentes, al domicilio particular, social o fiscal del sujeto pasivo designado en la
orden de visita; ésta es un acto jurídico permitido por la Constitución Federal, cuando tenga como finalidad
cerciorarse de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía, así como exigir se exhiban los
libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales (párrafo
segundo, primera parte del artículo 16 constitucional); sin embargo, la constitucionalidad de la orden como de
la visita misma, se encuentran sujetas a reglas que establecen tanto la propia Constitución como las leyes
secundarias; así, la Carta Magna dispone en la parte final del párrafo citado, que las visitas domiciliarias
deberán acatar lo que al respecto establezcan las leyes respectivas y satisfacer, además, las formalidades
prescritas para los cateos. Como acto de autoridad que implica imponer una molestia en perjuicio de un
particular, debe cumplir con los requisitos formales a que alude la primera parte de aquel precepto
constitucional; esto es, debe ser emitida por autoridad competente, por escrito, en el que conste el fundamento
legal así como el motivo por el cual se expide. La naturaleza jurídica del acto de molestia implica la
posibilidad de ser impugnado de inmediato a través de los recursos, juicios o medios de defensa establecidos
en las leyes, bien que se le considere como un acto mediante el cual se inicia el procedimiento de verificación
o se le considere como un acto autónomo; impugnación que debe realizarse dentro de los plazos que al efecto
establezcan dichas leyes. No es factible admitir que ese acto autoritario, como cualquier otro que pudiera
tener como consecuencia la alteración del status jurídico del gobernado, tuviera que ser soportado por éste
hasta la conclusión de la visita no obstante su manifestada inconstitucionalidad. Lo anterior no implica el
desconocimiento de lo que establece la fracción II del artículo 114 de la Ley de Amparo, porque este
dispositivo limita la procedencia del juicio constitucional contra actos que emanen de un procedimiento que
se siga en forma de juicio, para hacerlos proceder sólo contra la resolución que en definitiva se dicte,
momento en el que podrán reclamarse tanto las violaciones cometidas durante el procedimiento como en la
resolución misma. No se desconoce el presupuesto de esa fracción y artículo porque en ella se estatuye la
improcedencia cuando el procedimiento se ha seguido en forma de juicio, característica que no satisface el
procedimiento de verificación fiscal; ya que aquél, el que se sigue en forma de juicio, como sucede,
verbigracia en los procedimientos que se siguen ante la Comisión Nacional Bancaria o en la de Seguros y
Fianzas, ante la Procuraduría Federal del Consumidor o los que se siguen para dirimir las controversias sobre
propiedad industrial, la sujeción a los términos, ofrecimiento y desahogo de pruebas es más rigurosa, más
formal; en tanto que en el procedimiento administrativo se trata de una secuencia de actos con una finalidad
común, en el que sólo deben satisfacerse las formalidades esenciales del procedimiento para dar así
cumplimiento a la garantía de audiencia. No obstante lo señalado, por razones muy particulares el afectado
puede consentir la visita porque le resulte conveniente el que la autoridad constate que ha cumplido
cabalmente con las disposiciones legales aplicables, o para que se le determine la existencia de algún error u
omisión en que hubiere incurrido, o porque considere que la orden de visita satisface todos los requisitos
constitucionales y legales, y que por lo mismo debe llevarse a cabo. Sin embargo, tal hecho no puede, no debe
implicar que admita las consecuencias de ella y que todos los actos autoritarios que pudieran darse durante su
desarrollo y que afectaran de manera grave sus derechos sustantivos, se deben reputar como derivados de la
visita consentida, queda por tanto a opción del particular afectado impugnar de inmediato la práctica de la
visita a partir de la orden misma, o esperar al resultado de ella, si estima que es contraria a sus derechos.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Revisión fiscal 1054/94. Administrador de lo Contencioso "2" de la Administración General Jurídica de


Ingresos en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público. 17 de agosto de 1994. Mayoría de
votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretario: Raúl García López.

Así, es necesario comentar algunos aspectos relativos al contenido del precedente que se
estudia. En primer término que sí bien queda claro que es procedente el juicio de garantías en contra de una
orden de visita de carácter administrativo, dentro de cuyo concepto se incluye la visita domiciliaria de corte
fiscal, los conceptos de violación ( entiéndase agravios ) que se pueden expresar son solo de orden
constitucional, es decir, el alegar violaciones directas a nuestra Constitución Política. Al respecto, es
necesario indicar que en nuestro sistema jurídico no existe la figura jurídica que se conoce como de
jurisdicción concurrente, lo que da lugar a que los aspectos relativos al dirimir y conocer de controversias
respecto a la aplicación e interpretación de la norma constitucional, sean facultad exclusiva del Poder Judicial
Federal y no de los Tribunales ordinarios, entre los que podríamos contar al Tribunal Fiscal de la Federación
en materia tributaria, éste último solo realiza pronunciamientos en materia de legalidad, es decir, aplicación
de leyes ordinarias impositivas.

Complementariamente, no debe de perderse de vista el hecho de que el juicio de amparo es


un proceso sumamente complejo que prescinde de una preparación técnica y jurídica especializada, razón por
la cual su promoción debe de ser cuidadosa y exhaustivamente considerada.

REFLEXIONES FINALES.

1. Es claro que en términos del artículo 117 fracción I inciso d) del CFF es procedente la
instrumentación del recurso de revocación en contra de una orden de visita que se estima ilegal.

2. Es deseable una reforma a la Ley de la materia ( CFF ) a efecto de dejar claramente


consignado en el texto legal la procedencia del recurso administrativo en contra de una orden de visita que es
contraria a derecho. Así se evitará que la autoridad hacendaria los sobresea so pretexto de no ser actos
definitivos y se eficientara la actuación del Servicio de Administración Tributaria, evitándose que se sigan
emitiendo ordenes de visita que a todas luces incumplen los mandatos jurídicos que les son aplicables.

3. Se otorgará mayor seguridad jurídica al contribuyente, individuo que en la actualidad se


ve obligado a tolerar la substanciación de procedimientos de fiscalización que tienen como punto de partida
un acto de autoridad antijurídico.
4. Dado que la autoridad hacendaria y el TFF no resuelven las instancias que se promueven
en contra de una orden de visita, solo queda al particular la opción de promover juicio de amparo en contra de
una orden de visita ilegal, institución que resulta innegablemente procedente y que configura el medio de
defensa idóneo dadas las argumentaciones antes referidas.

Finalmente, como lo he venido realizando, propongo un modelo de juicio de amparo con la


intención de que sirva de guía al postulante en la materia y en el entendido de que para que se plantee una
defensa fiscal adecuada y eficaz es menester analizar exhaustiva y particularmente el caso específico de que
se trate.

MODELO DE DEMANDA DE JUICIO DE AMPARO.

NOMBRE DEL PROMOVENTE.


AMPARO INDIRECTO.
ESCRITO INICIAL.

C. JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA ADMINISTRATIVA


EN TURNO DEL DISTRITO FEDERAL.

NOMBRE DEL PROMOVENTE, por mi calidad de apoderado general de la persona


jurídica denominada .................................................., S.A. DE C.V., personalidad que acredito en mérito de la
copia certificada de la escritura pública número ...................................., inscrita en el protocolo del Notario
Público número ................... del Distrito Federal, Licenciado ..................................., indicando como
domicilio para oír y recibir toda clase de notificaciones, aún las de carácter personal, el inmueble ubicado en
las calles de ................ número ..................., despacho ..................., colonia ................., delegación ................,
código postal ................. México, Distrito Federal, autorizando para tales efectos así como para exhibir y
recoger todo tipo de documentos y valores, en términos del artículo 27 segundo párrafo de la Ley de Amparo,
al señor Licenciado en Derecho ......................, con cédula profesional número ................, ante usted C. Juez,
como mejor proceda, respetuosamente comparezco para exponer :

Que por medio del presente escrito, estando en tiempo y forma, a nombre de mi
representada, con fundamento en lo regulado por el artículo 103 fracción I y 107 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, artículos 1 fracción I, 2, 5, 114, 116 y demás relativos y aplicables de la
Ley de Amparo en vigor, vengo a demandar el amparo y protección de la justicia federal, en contra de los
actos de autoridad que a continuación señalaré y que resultan violatorios de las garantías individuales
consignadas en los artículos 1, 14 y 16 de nuestra Ley Fundamental.

A efecto de dar cumplimiento a los extremos regulados por el artículo 116 Constitucional,
procedo a hacer del conocimiento de su Señoría los siguientes rubros :
I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO. Ya han quedado señalados en el proemio
de este libelo.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO. No existe.

III.- AUTORIDADES RESPONSABLES.

A. Ordenadoras :

C. Secretario de Hacienda y Crédito Público.


C. Presidente del Servicio de Administración Tributaria.
C. Administrador Local de Auditoría Fiscal del ............. del Distrito Federal.
B. Ejecutoras :

C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria


Fiscal del ............ del Distrito Federal.
C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria
Fiscal del ............ del Distrito Federal.
C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria
Fiscal del ............ del Distrito Federal.
C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria
Fiscal del ............ del Distrito Federal.
C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria
Fiscal del ............ del Distrito Federal.
C. ……………………………..auditor adscrito a la Administración Local de Auditoria
Fiscal del ............ del Distrito Federal.
( se enunciarán los nombres de todos los auditores mencionados en la orden de visita )

IV.- ACTO RECLAMADO.

1. La orden de práctica de una visita domiciliaria número ..................., contenida en


oficio número .......................................de fecha septiembre trece del dos mil, emitida
por la C. Administradora Local de Auditoria Fiscal del ........... Distrito Federal, C.P.
........................, dependiente del Servicio de Administración Tributaria, así como el
citatorio y notificación que de la misma se realizó, y

2. Los demás efectos y consecuencias que se deriven de la orden impugnada, entre otros,
el acta parcial de inicio de visita domiciliaria de fecha septiembre catorce de los
corrientes, así como la continuación de la práctica de la visita a mi representada, la
imposición de sanciones, el secuestro de bienes y documentos y demás actos de
realización futura y cierta.

V. FECHA DE NOTIFICACION DEL ACTO RECLAMADO. El acto recurrido se me


notificó en fecha .......................... del dos mil.

VI. GARANTIAS CONSTITUCIONALES VIOLADAS. Las contenidas en los artículos


1, 14 y 16 de la Carta Magna.

Complementariamente, bajo protesta de decir verdad, manifiesto que constituyen


antecedentes y fundamento del acto reclamado, los siguientes :
HECHOS:

1.- Con fecha ........................ del dos mil, se endereza en contra de mi poderdante la orden
de práctica de una visita domiciliaria número ....................., contenida en oficio número 324-
SAT-........................., emitida por la C. Administradora Local de Auditoria Fiscal del ................ Distrito
Federal, C.P. ......................, dependiente del Servicio de Administración Tributaria.

2.- Con fecha ......................... del dos mil se formula citatorio a mi poderdante,
precisamente con el objeto de hacer de su conocimiento en forma personal, la orden de visita a que se refiere
el numeral que antecede de este capitulo de hechos.

3.- Con fecha .......................... del dos mil, visitadores adscritos a la Administración Local
de Auditoria Fiscal del .................. del Distrito Federal, dependiente del Servicio de Administración
Tributaria, proceden a pretender notificar a mi representada la orden de visita en cuestión y confeccionan para
tal efecto acta parcial de inicio de visita domiciliaria.

4.- Es el caso que la orden de visita domiciliaria multirreferida, así como todo el
procedimiento de notificación de la misma, es contrario a nuestra Ley Suprema, resultando consecuentemente
inconstitucional y haciéndose necesario demandar el amparo y protección de la justicia federal, reclamo que
resulta procedente de conformidad con la siguiente jurisprudencia :

Octava Epoca
Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XIV, Noviembre de 1994
Tesis: I. 4o. A. 776 A
Página: 492

ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA PUEDE SER IMPUGNADA DENTRO DEL TERMINO DE


QUINCE DIAS A PARTIR DE SU INICIO, POSTERIORMENTE DURANTE SU DESARROLLO O POR
SUS CONSECUENCIAS CUANDO CONCLUYA LA VISITA. La orden de visita constituye sin duda
alguna un acto de autoridad, ya que entraña una manifestación unilateral y externa de voluntad, emitida por
un servidor público en ejercicio de funciones públicas, en ella se expresa la decisión de la autoridad para
introducirse, a través de sus agentes, al domicilio particular, social o fiscal del sujeto pasivo designado en la
orden de visita; ésta es un acto jurídico permitido por la Constitución Federal, cuando tenga como finalidad
cerciorarse de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía, así como exigir se exhiban los
libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales (párrafo
segundo, primera parte del artículo 16 constitucional); sin embargo, la constitucionalidad de la orden como de
la visita misma, se encuentran sujetas a reglas que establecen tanto la propia Constitución como las leyes
secundarias; así, la Carta Magna dispone en la parte final del párrafo citado, que las visitas domiciliarias
deberán acatar lo que al respecto establezcan las leyes respectivas y satisfacer, además, las formalidades
prescritas para los cateos. Como acto de autoridad que implica imponer una molestia en perjuicio de un
particular, debe cumplir con los requisitos formales a que alude la primera parte de aquel precepto
constitucional; esto es, debe ser emitida por autoridad competente, por escrito, en el que conste el fundamento
legal así como el motivo por el cual se expide. La naturaleza jurídica del acto de molestia implica la
posibilidad de ser impugnado de inmediato a través de los recursos, juicios o medios de defensa establecidos
en las leyes, bien que se le considere como un acto mediante el cual se inicia el procedimiento de verificación
o se le considere como un acto autónomo; impugnación que debe realizarse dentro de los plazos que al efecto
establezcan dichas leyes. No es factible admitir que ese acto autoritario, como cualquier otro que pudiera
tener como consecuencia la alteración del status jurídico del gobernado, tuviera que ser soportado por
éste hasta la conclusión de la visita no obstante su manifestada inconstitucionalidad. Lo anterior no
implica el desconocimiento de lo que establece la fracción II del artículo 114 de la Ley de Amparo, porque
este dispositivo limita la procedencia del juicio constitucional contra actos que emanen de un procedimiento
que se siga en forma de juicio, para hacerlos proceder sólo contra la resolución que en definitiva se dicte,
momento en el que podrán reclamarse tanto las violaciones cometidas durante el procedimiento como en la
resolución misma. No se desconoce el presupuesto de esa fracción y artículo porque en ella se estatuye la
improcedencia cuando el procedimiento se ha seguido en forma de juicio, característica que no satisface el
procedimiento de verificación fiscal; ya que aquél, el que se sigue en forma de juicio, como sucede,
verbigracia en los procedimientos que se siguen ante la Comisión Nacional Bancaria o en la de Seguros y
Fianzas, ante la Procuraduría Federal del Consumidor o los que se siguen para dirimir las controversias sobre
propiedad industrial, la sujeción a los términos, ofrecimiento y desahogo de pruebas es más rigurosa, más
formal; en tanto que en el procedimiento administrativo se trata de una secuencia de actos con una finalidad
común, en el que sólo deben satisfacerse las formalidades esenciales del procedimiento para dar así
cumplimiento a la garantía de audiencia. No obstante lo señalado, por razones muy particulares el afectado
puede consentir la visita porque le resulte conveniente el que la autoridad constate que ha cumplido
cabalmente con las disposiciones legales aplicables, o para que se le determine la existencia de algún error u
omisión en que hubiere incurrido, o porque considere que la orden de visita satisface todos los requisitos
constitucionales y legales, y que por lo mismo debe llevarse a cabo. Sin embargo, tal hecho no puede, no debe
implicar que admita las consecuencias de ella y que todos los actos autoritarios que pudieran darse durante su
desarrollo y que afectaran de manera grave sus derechos sustantivos, se deben reputar como derivados de la
visita consentida, queda por tanto a opción del particular afectado impugnar de inmediato la práctica de
la visita a partir de la orden misma, o esperar al resultado de ella, si estima que es contraria a sus
derechos.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Revisión fiscal 1054/94. Administrador de lo Contencioso "2" de la Administración General Jurídica de


Ingresos en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público. 17 de agosto de 1994. Mayoría de
votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretario: Raúl García López.

Con la finalidad de dejar debidamente comprobada la antijuridicidad del acto reclamado,


expreso los siguientes :

CONCEPTOS DE VIOLACION :

PRIMERO.- Infracción a lo regulado por el artículo 14 y 16 de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos en cuanto a la garantía de audiencia y legalidad y seguridad jurídica se refiere.

El citatorio que se combate no se encuentra ajustado a derecho toda vez que no precisa la
hora en que se entregó. En este orden de ideas, es de resaltar el hecho de que sí bien el visitador indica la hora
en que se constituyó en el domicilio de mi mandante, es decir, las ............. horas, también lo es que ello no
proporciona ningún medio de convicción para determinar la hora en que entregó el citatorio en cuestión, se
adolece de no hacer constar en forma clara e indubitable el momento en que se entrega el documento en trato
y, por ello, no es posible advertir sí se actuó en hora hábil, de acuerdo con lo regulado por el artículo 13 del
Código Fiscal vigente.

A mayor abundamiento, es claro que son momentos procedimentales totalmente distintos y


distantes el constituirse en un domicilio y entregar el citatorio que en su caso procediese. En términos del
artículo 137 del Código Fiscal de la Federación, después de constituirse en el domicilio del contribuyente que
se pretende revisar, se debe de requerir la presencia de la persona buscada y ante su ausencia, jurídicamente
demostrada, el visitador debe de formular y entregar el citatorio que corresponde conforme a derecho. En
consecuencia, es claro que existen fases de procedimiento diferentes y que se agotan con el transcurso del
tiempo y que de ninguna forma autorizan ni lógica ni jurídicamente a considerar que la constitución en el
domicilio del contribuyente buscado por parte del servidor público tributario y la entrega del citatorio que en
su caso es procedente, sean actuaciones que en al ámbito temporal se produzcan en forma sincrónica, por el
contrario, en atención a su naturaleza son diligencias que se practican en forma sucesiva y, por ende, en
distinto tiempo. Esta situación provoca que no se posea certidumbre respecto de la hora en que se entregó el
citatorio y si tal actuación se realizó en horas hábiles o inhábiles.

Fundamenta lo aquí argumentado, la siguiente jurisprudencia :

Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Octubre de 1998
Tesis: 2a./J. 75/98
Página: 502

NOTIFICACIONES FISCALES. EL CITATORIO QUE LAS PRECEDE DEBE CONTENER LA HORA


EN QUE SE ENTREGUE. Si bien los artículos 134, 136 y 137 del Código Fiscal de la Federación, no exigen
terminantemente que en los citatorios se asiente la hora en que se entreguen, lo cierto es que ante la omisión
de ese dato, la persona notificada no puede saber si la diligencia se practicó en horas hábiles, por lo que tales
disposiciones no pueden analizarse en forma aislada, sino en concordancia con los preceptos aplicables a las
diligencias de notificación que contiene tal ordenamiento, debiendo observarse obligatoriamente para que los
actos de autoridad puedan reputarse legales, y se salvaguarde la seguridad jurídica de la persona
notificada. Por tanto, al señalar el artículo 13 del ordenamiento citado que las diligencias que practiquen las
autoridades fiscales deben efectuarse entre las 07:30 y las 18:00 horas por conceptuarse éstas como hábiles, es
necesario que en el citatorio se asiente la hora en que se practicó la diligencia para determinarse si se cumplió
con esta disposición, pues de no efectuarse en los términos señalados, esa diligencia debe reputarse ilegal.

Contradicción de tesis 87/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y los
Tribunales Segundo Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y Segundo Colegiado del
Quinto Circuito. 21 de agosto de 1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón.
Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Miguel de Jesús Alvarado Esquivel.

Tesis de jurisprudencia 75/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública del
veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y ocho.
( el énfasis es nuestro )

Consecuentemente, resulta claro que el citatorio en comento, se confeccionó en forma


contraria a derecho, violentándose la garantía de audiencia de mi poderdante al no dárseme la oportunidad de
conocer la orden de visita que se me pretende notificar y, por ende, hacerse nugatorio mi derecho a la
confección de una legítima defensa.

Paralelamente se violenta la garantía de seguridad jurídica consagrada en el artículo 14


Constitucional, toda vez que las autoridades responsables omiten cumplir con el deber de observar las
formalidades esenciales del procedimiento aplicable y que se contienen en los preceptos jurídicos antes
invocados del Código Fiscal de la Federación, es decir, en el caso que nos ocupa, la diligencia de citación que
realizan las responsables no se encuentra apegada a derecho y al cumplimiento del debido proceso. Estas
graves violaciones dan lugar a que se haga procedente y jurídico decretar la inconstitucionalidad de los actos
reclamados.

SEGUNDO.- Infracción a lo regulado por el artículo 16 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, en cuanto a la garantía de audiencia y legalidad se refiere.

El citatorio que precede la orden de visita impugnada es a todas luces contrario a derecho,
en efecto, como se aprecia de la simple lectura del mismo, tal acto administrativo no cumplimenta los
requisitos mínimos que la ley de la materia regula a fin de proporcionarle eficacia jurídica. En este sentido, la
autoridad omite elaborar acta circunstanciada en la que consten pormenorizada y exhaustivamente los hechos
que se produjeron con motivo de la substanciación de la diligencia de citación en trato. A mayor
abundamiento, es de subrayarse que el visitador omite mencionar los siguientes señalamientos :

a) Circunstanciar que se constituyó en el domicilio de mi representada.


b) Circunstanciar que se requirió la presencia del buscado o de su representante legal.
c) Circunstanciar que por no encontrarse la buscada o su representante legal, se deja
citatorio para que espere al visitador a una hora fija del día hábil siguiente.

En la especie, la responsable no establece circunstanciadamente en ninguna parte de su


actuación que se constituyó en el domicilio de mi representada, únicamente refiere que se constituyó
legalmente en el mismo, lo cual como es de explorado derecho, configura una afirmación dogmática y
unilateral de la autoridad impositiva que no aporta medio alguno de prueba que demuestre fehacientemente lo
que en realidad se realizó, situándose a mi representada en un marco de incertidumbre jurídica respecto a sí
efectivamente se apersonó en mi domicilio o actuó en otro lugar.

De lo anterior, diáfanamente se concluye que no se me proporcionan elementos para que mi


mandante construya una defensa adecuada en contra de la actuación de la autoridad impositiva responsable,
conculcándose directamente mi derecho de defensa, constitucionalmente consagrado.

Complementariamente, en el citatorio no se asienta que se requirió por la presencia de las


persona citada, es decir, por mi poderdante o su representante legal, requisito indispensable para efecto de
continuar con la diligencia de notificación en los términos en que lo realizó dada la ausencia del buscado. La
indicación que pretende cumplimentar este requerimiento legal, de ninguna forma lo realiza, pues no se
encuentra circunstanciada y, por ende, no aporta medios de prueba que acrediten que se requirió su presencia
y mucho menos su ausencia.

En efecto, la autoridad no precisa como requirió la presencia de mi mandante o su


representante legal, a quien le requirió su presencia, la identidad de tal persona, cómo concluyó que era una
persona legitimada para ser objeto de tal cuestionamiento y, desde luego, su potestad para contestarlo, no se
precisa el porqué no se encontraba en el domicilio donde se actuaba, tanto mi representada como su
representante legal y, en general, aquellas circunstancias que dieran lugar a la jurídica y correcta realización
de la diligencia de cita que en este momento se recurre.

En el presente asunto, la autoridad únicamente procede a repetir los términos del mandato
legal, sin circunstanciar y mucho menos aportar elementos de convicción de su cumplimiento. Esto desde
cualquier perspectiva es violatorio de las garantías individuales del suscrito anotadas anteriormente .
Fundamenta lo aquí expuesto el siguiente criterio jurisprudencial firme, mismo que a la letra regula :

Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.


Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Abril de 1999
Tesis: VI.2o. J/171
Página: 374

NOTIFICACIONES PERSONALES EN MATERIA FISCAL. REQUISITOS CUANDO NO SE


ENCUENTRA A QUIEN SE DEBE NOTIFICAR. El artículo 137 del Código Fiscal de la Federación no
establece literalmente la obligación para el Notificador de que, cuando la notificación se efectúe
personalmente, y no encuentre a quien debe notificar, el referido Notificador levante un acta circunstanciada
en la que asiente que se constituyó en el domicilio respectivo; que requirió por la presencia de la persona a
notificar, y que por no encontrarse presente le dejó citatorio en el domicilio para que espere a una hora fija del
día hábil siguiente. Tampoco establece literalmente que el actuario deba hacer constar que se constituyó
nuevamente en el domicilio; que requirió por la presencia de la persona citada o su representante legal, y que
como no lo esperaron en la hora y día fijados en el citatorio, la diligencia la practicó con quien se encontraba
en el domicilio o en su defecto con un vecino. Pero la obligación de asentar en actas circunstanciadas los
hechos relativos se deriva del mismo artículo 137, ya que es necesario que existan constancias que
demuestren fehacientemente cómo se practicó todo el procedimiento de la notificación. De otra manera se
dejaría al particular en estado de indefensión, al no poder combatir hechos imprecisos, ni ofrecer las pruebas
conducentes para demostrar que la notificación se hizo en forma contraria a lo dispuesto por la ley.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 102/90. Compañía Condominios Rodán, S.A. de C.V. 23 de mayo de 1990. Unanimidad de
votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura.

Amparo directo 391/90. La Luz, S.A. 19 de octubre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo Nájera
Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura.

Amparo directo 190/94. Crisol Textil, S.A. de C.V. 25 de mayo de 1994. Unanimidad de votos. Ponente:
Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo.

Revisión fiscal 2/98. Llantas y Renovaciones Joseph, S.A. de C.V. 26 de marzo de 1998. Unanimidad de
votos. Ponente: Carlos Loranca Muñoz. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.

Revisión fiscal 84/98. Gustavo Palma Reyes. 25 de febrero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo
Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna.

Véase: Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo VII, enero de 1991, página 81, tesis
III.2o.A. J/2, de rubro: "NOTIFICACIONES PERSONALES EN MATERIA FISCAL. REQUISITOS QUE
DEBEN HACERSE CONSTAR CUANDO NO SE ENCUENTRA A QUIEN SE DEBE NOTIFICAR.".

En consecuencia, en atención al estado de indefensión en que me encuentro, imposibilitado


de combatir hechos imprecisos y ofrecer pruebas que demuestran la ilegalidad de la actuación autoritaria por
la carencia de un acta circunstanciada que demuestre la juridicidad de la citación y notificación supuestamente
practicada, resulta procedente declarar la inconstitucionalidad de los actos reclamados.

TERCERO.- Infracción a lo regulado por el artículo 14 y 16 de la Carta Magna, en cuanto a


las garantías de legalidad y seguridad jurídica corresponde.

En la orden de visita que se combate, se adolece de que se faculta a un supuesto funcionario


del Servicio de Administración Tributaria que resulta incompetente toda vez que jurídicamente es
inexistente. Al respecto cabe citar el contenido del artículo 2 último párrafo y 41 primer y segundo párrafo
del Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, preceptos normativos que regulan
exhaustiva y limitativamente cuales son los servidores públicos que integran la Administración Local de
Auditoria Fiscal y de cuyo texto se deduce la inexistencia de funcionario público alguno que responda al
nombramiento de “ visitador “, supuesto servidor público que se faculta en la orden de visita que se recurre
para practicar una visita domiciliaria al suscrito. Cabe hacer mención que en ninguna otra legislación de corte
impositivo federal se regula la existencia jurídica del visitador, razón por la cual es inexistente y, por ende,
incompetente. En el segundo párrafo de la orden de visita atacada literalmente se dice :

“ ... autorizando para que la lleven a cabo los CC. ........................................................................................,


visitadores adscritos a esta Administración, quienes podrán actuar en el desarrollo de la diligencia, en forma
conjunta o separadamente... “

Esta irregularidad también se presenta al momento de mencionar al funcionario que


supuestamente notifica la orden de visita en cuestión mediante el levantamiento del acta parcial de inicio
recurrida lo que da lugar a que en este sentido se haga aplicable el contenido de las siguientes tesis de
jurisprudencia :

Octava Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 77, Mayo de 1994
Tesis: P./J. 10/94
Página: 12
COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACION ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD.
Haciendo una interpretación armónica de las garantías individuales de legalidad y seguridad jurídica que
consagran los artículos 14 y 16 constitucionales, se advierte que los actos de molestia y privación deben, entre
otros requisitos, ser emitidos por autoridad competente y cumplir las formalidades esenciales que les den
eficacia jurídica, lo que significa que todo acto de autoridad necesariamente debe emitirse por quien para
ello esté facultado expresándose, como parte de las formalidades esenciales, el carácter con que se
suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto que otorgue tal legitimación. De lo contrario, se dejaría al
afectado en estado de indefensión, ya que al no conocer el apoyo que faculte a la autoridad para emitir
el acto, ni el carácter con que lo emita, es evidente que no se le otorga la oportunidad de examinar si su
actuación se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo, y es conforme o no a la
Constitución o a la ley; para que, en su caso, esté en aptitud de alegar, además de la ilegalidad del acto, la
del apoyo en que se funde la autoridad para emitirlo, pues bien puede acontecer que su actuación no se adecue
exactamente a la norma, acuerdo o decreto que invoque, o que éstos se hallen en contradicción con la ley
fundamental o la secundaria.

Contradicción de tesis 29/90. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Tribunal (en la actualidad Primero) Colegiado del Décimo Tercer
Circuito. 17 de junio de 1992. Unanimidad de dieciocho votos. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario:
Jorge D. Guzmán González.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el martes diecinueve de abril en curso, por unanimidad de
dieciséis votos de los señores Ministros Presidente Ulises Schmill Ordóñez, Carlos de Silva Nava, Miguel
Angel García Domínguez, Carlos Sempé Minvielle, Felipe López Contreras, Luis Fernández Doblado,
Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio Moisés Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester,
José Manuel Villagordoa Lozano, Fausta Moreno Flores, Carlos García Vázquez, Mariano Azuela Güitrón,
Juan Díaz Romero y Sergio Hugo Chapital Gutiérrez: aprobó, con el número 10/1994, la tesis de
jurisprudencia que antecede. El señor Ministro Miguel Angel García Domínguez integró el Pleno en términos
de lo dispuesto en el artículo tercero de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y en virtud del
Acuerdo Plenario de cinco de abril del año en curso. Ausentes: Noé Castañón León, Atanasio González
Martínez, José Antonio Llanos Duarte e Ignacio Magaña Cárdenas. México, Distrito Federal, a veintidós de
abril de mil novecientos noventa y cuatro.

( el énfasis es nuestro )

Asimismo, resulta ineludible transcribir el siguiente precedente jurisprudencial :

Séptima Epoca
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 205-216 Sexta Parte
Página: 112

COMPETENCIA DE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA EMISORA DE UNA RESOLUCION. DEBE


FUNDARSE EN EL CUERPO MISMO DEL DOCUMENTO. Cuando el artículo 16 constitucional prescribe
que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones sino mediante
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causal legal del procedimiento, está
consagrando dos garantías individuales: la de competencia y la de fundamentación y motivación. La garantía
de competencia prescribe que una autoridad sólo puede actuar en determinado sentido si existe una
norma jurídica que la autorice para conducirse así. La garantía de fundamentación y motivación reviste
dos aspectos: el formal, por cuanto exige que en el documento en donde se contenga el acto de molestia
conste una exposición de las circunstancias de hecho y las normas o principios de derecho que condujeron a la
autoridad a inferir el acto de molestia; y el material, por cuanto exige que las circunstancias de hecho, siendo
ciertas, encuadran en las hipótesis de los preceptos invocados conforme su recta interpretación. Ahora bien, la
circunstancia de que tanto la doctrina como la jurisprudencia hayan dado un tratamiento independientemente
a cada una de estas garantías, la de competencia y la de fundamentación y motivación, no significa en modo
alguno que sean ajenas entre sí, o se excluyan en su aplicación en favor de un gobernado a quien se ha
inferido un acto de molestia. Por el contrario, precisamente gracias a su interpretación conjunta pueden
alcanzarse efectivamente los propósitos perseguidos por el Constituyente al plasmarlas como garantías de
rango constitucional. En efecto, si al regular el acto de molestia el artículo 16 constitucional exige, por
una parte, la existencia de un precepto de derecho que faculte a la autoridad para realizar el acto
(competencia) y, por otra parte, la cita de todos los hechos y preceptos de derecho que originen el acto
(motivación y fundamentación), es de concluirse entonces que dentro de esta cita de preceptos debe
incluirse concretamente aquél que dé facultades a la autoridad, puesto que precisamente la
competencia es el primer presupuesto y punto de partida para la emisión del acto de molestia, lo que
significa sencillamente que también la competencia debe estar fundada en al mandamiento de
autoridad. Para aceptar esta conclusión, bastaría considerar que tanto la competencia como la
fundamentación y motivación se consagraron por el Constituyente con un solo objetivo común: brindar
seguridad jurídica al gobernado frente a la actuación de los órganos del Estado, poniendo a su alcance todos
los medios necesarios para la defensa de sus intereses; en ese orden de ideas, de admitir un criterio distinto,
eximiendo a la autoridad del deber de fundar su competencia, equivaldría a privar al particular de la aptitud
enteramente legítima de conocer al menos la norma legal que permite a la autoridad molestarlo en su esfera
jurídica y en su caso, de controvertir su actuación si no se halla ajustada a derecho.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 953/86. Constructora Alo, S. A. 30 de septiembre de 1986. Unanimidad de votos. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel.

Consecuentemente, ante la ausencia absoluta de fundamentación y motivación del acto


reclamado y el estado de inseguridad en que consecuentemente se ubica a mi representada, es innegable que
el acto recurrido resulta contrario a nuestra Constitución Federal.

CUARTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 16 de la Constitución General de la


República, por cuanto a la garantía de legalidad corresponde.

Como es de explorado derecho, todo acto de autoridad - sin que el hacendario sea excepción
- debe de encontrarse debidamente fundado y motivado, en el caso que nos ocupa la autoridad responsable no
fundamenta ni motiva debidamente la orden de visita que se recurre. Desde el inicio de la misma omite citar
los preceptos jurídicos que la envisten de facultades, por cierto no determinadas ni precisadas, ni procede a
efectuar su motivación. En este sentido indica en el primer párrafo de la orden en cuestión :

“ Esta Administración Local de Auditoria Fiscal de ( SIC ) ........... del Distrito Federal, en
el Distrito Federal ( SIC ), del Servicio de Administración Tributaria, en el ejercicio de
sus facultades, le ordena la presente visita domiciliaria..... “

( el énfasis es nuestro )
Es decir, la pretende ejercer facultades de carácter abstracto, no define su naturaleza,
contenido o alcances y, desde luego, mucho menos precisa el fundamento jurídico que la autoriza a proceder
en el sentido que lo realiza. Al no existir fundamento legal, consecuentemente es imposible que se realice su
motivación, es decir, evidentemente no puede dárseme a conocer en base a que circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas se deduce la aplicación del acto reclamado al presente caso concreto,
dicho en otras palabras, no se me dan a conocer las circunstancias que hacen aplicable una hipótesis
normativa de un precepto jurídico que no se cita. Estas graves omisiones dan lugar a que la orden de visita no
se encuentre a ajustada a la norma Constitucional y, por consecuencia, sea contraria a ella. Al respecto se han
sentado jurisprudencias que fundamentan mi alegato y que a la letra regulan lo siguiente :

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Marzo de 1996
Tesis: VI.2o. J/43
Página: 769

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. La debida fundamentación y motivación legal, deben


entenderse, por lo primero, la cita del precepto legal aplicable al caso, y por lo segundo, las razones,
motivos o circunstancias especiales que llevaron a la autoridad a concluir que el caso particular encuadra en el
supuesto previsto por la norma legal invocada como fundamento.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 194/88. Bufete Industrial Construcciones, S.A. de C.V. 28 de junio de 1988. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez.

Revisión fiscal 103/88. Instituto Mexicano del Seguro Social. 18 de octubre de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Alejandro Esponda Rincón.

Amparo en revisión 333/88. Adilia Romero. 26 de octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo
Nájera Virgen. Secretario: Enrique Crispín Campos Ramírez.

Amparo en revisión 597/95. Emilio Maurer Bretón. 15 de noviembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.

Amparo directo 7/96. Pedro Vicente López Miro. 21 de febrero de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
( lo resaltado es nuestro )

Complementariamente, es a virtud de la siguiente jurisprudencia que se consigna que una


orden de visita, también, inexcusablemente debe de encontrarse debidamente fundada y motivada :

Novena Epoca
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Agosto de 1997
Tesis: XIV.2o. J/12
Página: 538
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL CUMPLIMIENTO DE TALES REQUISITOS NO SE
LIMITA A LAS RESOLUCIONES DEFINITIVAS O QUE PONGAN FIN AL PROCEDIMIENTO. Al
establecer el artículo 16 de nuestra Carta Magna que nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de un mandamiento escrito de la autoridad competente que
funde y motive la causa legal del procedimiento, no alude únicamente a las resoluciones definitivas o que
pongan fin a un procedimiento, sino que se refiere, en sentido amplio, a cualquier acto de autoridad en
ejercicio de sus funciones, como sería, por ejemplo, la simple contestación recaída a cualquier solicitud del
gobernado, a la cual la ley no exime de cumplir con los requisitos de fundamentación y motivación
contenidos en tal precepto constitucional.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 155/97. Director de Comunicaciones y Transportes del Estado de Quintana Roo
(Quejoso: Roque C. Rodríguez Reyes). 30 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Amorós
Izaguirre. Secretario: Luis Manuel Vera Sosa.

Amparo en revisión 158/97. Director de Comunicaciones y Transportes del Estado de Quintana Roo
(Quejoso: Henry de J. Ortegón Aguilar). 30 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando
Amorós Izaguirre. Secretario: Gonzalo Eolo Durán Molina.

Amparo en revisión 161/97. Director de Comunicaciones y Transportes del Estado de Quintana Roo
(Quejoso: Cecilio Chumba y Pérez). 30 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Amorós
Izaguirre. Secretario: Luis Armando Cortés Escalante.

Amparo en revisión 164/97. Director de Comunicaciones y Transportes del Estado de Quintana Roo
(Quejoso: Rubén A. Arcila Castellanos). 30 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando
Amorós Izaguirre. Secretario: Gonzalo Eolo Durán Molina.

Amparo en revisión 168/97. Director de Comunicaciones y Transportes del Estado de Quintana Roo
(Quejoso: Julio C. Caballero Montero). 30 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando
Amorós Izaguirre. Secretario: Luis Manuel Vera Sosa.

Véase: Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XV-Febrero, tesis XX.302 K, página 123,
de rubro: "ACTOS DE MERO TRÁMITE. AUN CUANDO NO SEAN RESOLUCIONES DEFINITIVAS
LA RESPONSABLE DEBE CUMPLIR CON LOS REQUISITOS DE FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN EN LOS.".

Es por lo indicado, que indubitablemente se deja demostrada la ausencia de fundamentación


y motivación del acto recurrido, procediendo la declaración de inconstitucionalidad de la orden de visita
atacada.

QUINTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 16 de la Constitución General de la


República en cuanto a la garantía de legalidad y seguridad jurídica corresponde.

La orden de visita domiciliaria, como acto de autoridad que excepciona al principio de


inviolabilidad del domicilio del gobernado, específicamente del contribuyente, da lugar a que precise del
cumplimiento de ciertos requisitos mínimos, similares a las formalidades que precisan los cateos, entre los
que se encuentra el consistente en la necesidad de indicar en forma fehaciente e indubitable el lugar donde
habrá de practicarse la visita que se ordena. En el presente asunto, tal requerimiento no se cumplimenta. Al
respecto, como se aprecia del contenido de la hoja número 2 tercer párrafo del acto reclamado en este
momento, la autoridad responsable consigna el siguiente texto :

“ La visita se llevará a cabo en el lugar o lugares señalados en esta orden y en......... “

Es decir, no se expresa en que lugar o lugares deberá de practicarse la visita domiciliaria


que se ordena, consecuentemente se me deja en absoluto estado de incertidumbre jurídica respecto al
conocimiento del sitio en que se pretendió fiscalizar a mi representada y la certeza de que el inicio de la visita
domiciliaria ( entiéndase acta parcial de inicio ) se haya substanciado en mi domicilio. Fundamenta lo aquí
expresado, la siguiente tesis de jurisprudencia :

Séptima Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 193-198 Tercera Parte
Página: 126

VISITAS DOMICILIARIAS, ORDENES DE. REQUISITOS QUE DEBEN SATISFACER. De


conformidad con lo dispuesto por el artículo 16 constitucional la orden de visita domiciliaria expedida
por autoridad administrativa debe satisfacer los siguientes requisitos: 1.- Constar en mandamiento
escrito; 2.- Ser emitida por autoridad competente; 3.- Expresar el nombre de la persona respecto de la cual
se ordena la visita y el lugar que debe inspeccionarse; 4.- El objeto que persiga la visita; y 5.- Llenar los
demás requisitos que fijan las leyes de la materia. No es óbice a lo anterior lo manifestado en el sentido de
que las formalidades que el precepto constitucional de mérito establece se refieren únicamente a las órdenes
de visita expedidas para verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales pero no para las emitidas por
autoridad administrativa, ya que en la parte final del párrafo segundo de dicho artículo se establece, en plural,
"... sujetándose en estos casos a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los cateos" y
evidentemente se está refiriendo tanto a las órdenes de visitas administrativas en lo general como en las
específicamente fiscales, pues, de no ser así, la expresión se habría producido en singular.

Volúmenes 193-198, pág. 99. Revisión fiscal 37/84. Regalos Encanto, S. A. 27 de marzo de 1985.
Unanimidad de 4 votos. Ponente: Carlos de Silva Nava.

Volúmenes 193-198, pág. 99. Revisión fiscal 18/84. Jorge Matuk Rady. 15 de abril de 1985. Unanimidad de 4
votos: Ponente: Carlos de Silva Nava.

Volúmenes 193-198, pág. 99. Revisión fiscal 65/83. Leopoldo González Orejas. 18 de abril de 1985.
Unanimidad de 4 votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez.

Volúmenes 193-198, pág. 99. Revisión fiscal 29/84. Pedro Espina Cruz. 25 de abril de 1985. 5 votos.
Ponente: Carlos del Río Rodríguez.

Volúmenes 193-198, pág. 99. Revisión fiscal 76/84. Juan Ley Zazueta. 29 de abril de 1985. Unanimidad de 4
votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez.

NOTA:

Esta tesis también aparece en:


Apéndice 1917-1985, Tercera Parte, Segunda Sala, tesis 332, pág. 564, bajo el rubro: "VISITA
DOMICILIARIA, ORDEN DE. REQUISITOS QUE DEBE SATISFACER".

( lo resaltado es nuestro )

En consecuencia, ante la ausencia absoluta de precisión del lugar donde ha de practicarse la


visita domiciliaria que se ordena, se conculcan las garantías de seguridad jurídica y legalidad que regulan los
preceptos Constitucionales antes aludidos y, por ende, se demanda la declaración de inconstitucionalidad de la
propia orden y de todo lo actuado con posterioridad a ello.

SEXTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 16 de la Constitución General de la


República en cuanto a la garantía de legalidad y seguridad jurídica corresponde.

En la orden de visita que en este acto se ataca, existe una clara indeterminación en cuanto al
señalamiento de mi domicilio, efectivamente, no se precisa el mismo y, por ende, se incumple con el
requerimiento del señalamiento del lugar que ha de inspeccionarse o revisarse. En la hoja 1 de la orden de
visita en cuestión, la autoridad pretende señalar mi domicilio, sin embargo, lo realiza en forma vaga,
imprecisa y dudosa. Efectivamente, al indicarlo emplea abreviaturas respecto de las cuales no existe criterio
firme y jurídico que diluciden su significado, no indica cual es el número del inmueble donde se encuentra mi
domicilio fehacientemente y toda vez que consigna un 57 y después de un guión estampa un 203, a virtud de
lo cual no se indica sí se trata de un local, sucursal, accesoria, departamento, oficina o que significa,
adicionalmente no precisa claramente la colonia, no señala la delegación ni el código postal de mi
representada, sino que de manera dogmática, unilateral y legalmente improcedente, refiere datos y
abreviaturas que lo único que crean es confusión. En este orden de ideas no se tiene una certeza jurídica que la
diligencia de fiscalización que se le ordena, realmente se pretende realizar en su domicilio y, mucho menos
que se haya practicado la notificación de la orden en cuestión en el mismo. Al presente caso, resulta aplicable
la siguiente jurisprudencia :

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VII-Marzo
Página: 224

VISITA DOMICILIARIA, ORDEN DE. DEBE PRECISAR EL DOMICILIO EN QUE HABRA DE


REALIZARSE. De conformidad con lo preceptuado por el artículo 16 de la Constitución toda orden de
visita expedida por autoridad administrativa debe satisfacer los siguientes requisitos: 1. Constar en
mandamiento escrito; 2. Ser emitida por autoridad competente; 3. Expresar el nombre de la persona
respecto de la cual se ordena la visita y el lugar que debe inspeccionarse; 4. El objeto que persiga la
visita, y 5. Llenar los demás requisitos que fijan las leyes de la materia. Por tanto, es exigencia
constitucional que toda orden de visita exprese el lugar o lugares en que ha de realizarse, expresión que
debe ser precisa y en forma indubitable pues de lo contrario quedaría a criterio de los inspectores
designar el lugar en que habrá de practicarse la diligencia, lo que evidentemente incumple lo previsto por el
artículo 16 de la Constitución.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.


Revisión fiscal 23/91. Lumisistemas, S.A. 6 de febrero de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Genaro
Góngora David Pimentel. Secretaria: Guadalupe Margarita Ortiz Blanco.

En consecuencia, ante la ausencia absoluta de precisión del domicilio donde ha de


practicarse la visita domiciliaria que se ordena, se demanda la declaración de inconstitucionalidad de la propia
orden y de todo lo actuado con posterioridad a ello.

SEPTIMO.- Infracción a lo regulado por el artículo 16 y 14 de la Constitución General de la


República, por cuanto a la garantía de fundamentación y motivación debida corresponde así como por cuanto
a la garantía de legalidad , audiencia y seguridad jurídica compete.

La necesidad de que los actos de autoridad se encuentren debidamente fundados y


motivados es un imperativo de inexcusable cumplimiento para la autoridad responsable. En el caso que nos
ocupa, la orden de visita que se ataca no se encuentra debidamente motivada toda vez que omite señalar
cuales son los documentos objeto de la visita, es decir, no se indica con claridad sobre que constancias
documentales versará la revisión que se pretendió realizar. Esto resulta ser más claro sí se transcribe la parte
conducente de la orden de visita en cuestión, la cual indica lo siguiente :

“ Se deberán de mantener a disposición del personal autorizado en la presente orden,


todos los elementos que integran la contabilidad como son, entre otros: los libros
principales y auxiliares; los registros y cuentas especiales; papeles, discos, cintas, así
como, otros medios procesables de almacenamiento de datos; los libros y registros
sociales, la documentación comprobatoria de sus operaciones; y proporcionarles todos
los datos e informes que el mencionado personal requiera durante la diligencia y que
tengan relación con el cumplimiento de las obligaciones fiscales objeto de la revisión.... “

De aquí se desprende que no existe una indicación jurídica de los documentos sobre los
cuales versará la visita domiciliaria, el señalamiento que se realiza es genérico, de hecho se indica que los
rubros anotados son “ entre otros “, mismos que se pudieren disminuir o adicionar. Cuestionamientos cómo el
definir cuales son los libros principales, cuales son los libros auxiliares, qué se debe entender por registro o
cuenta especial, qué debo como contribuyente entender por papeles, discos y cintas, que documentación
comprobatoria debo exhibir y demostrativa de qué operaciones y otras irregularidades patentes, dan lugar a
que exista un claro matiz de incertidumbre jurídica y que, desde luego, se deje al criterio del visitador la
identificación de los documentos que serán objeto de la fiscalización, lo cual, no es necesario aclararse,
resulta a todas luces antijurídico y susceptible de provocar actos de corrupción al momento de otorgar claras
facultades de selección a los visitadores designados, siendo que claramente carecen de ellas. El indicar que
me encuentro obligado a proporcionar “ todos los datos e informes que el mencionado personal requiera
durante la diligencia ... “, los enviste de facultades que no les han sido jamás asignadas jurídicamente.

La autoridad hacendaria se encuentra inobjetablemente obligada a precisar en la orden de


visita que en su caso emita, los documentos que serán objeto de la revisión, haciéndose necesario que tal
indicación sea clara, fehaciente e indubitable, conceptos que en el presente caso no se surten ni mínimamente.
Funda éstas aseveraciones, la siguiente jurisprudencia :
Octava Epoca
Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 55, Julio de 1992
Tesis: I. 4o. A. J/20
Página: 29

GARANTIA DE MOTIVACION. SU CUMPLIMIENTO EN LAS ORDENES DE VISITA. Considerando


que la garantía de motivación se cumple si se hace señalamiento preciso de las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas de la emisión del acto, resulta que la autoridad administrativa
que emita una orden de visita dará cumplimiento a la garantía referida, si formula una explicación de
su objeto, cuáles documentos serán motivo de la visita, los períodos temporales dentro de los cuales se
pretende constatar si éste dio o no cumplimiento a sus obligaciones, esto para dar oportunidad al
contribuyente de preparar su defensa, con lo que evidentemente, si la autoridad emisora de la orden de visita
únicamente invoca los preceptos legales aplicables al caso sólo cumplimenta la garantía de fundamentación,
pero no sucede así con la de motivación, las que deben darse conjuntamente en el acto de molestia, pues con
faltar una de ellas generará la inconstitucionalidad del acto.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO

Amparo de revisión 1884/86. José Ruiz Carreiro. 29 de octubre de 1987. Unanimidad de votos. Ponente:
Hilario Bárcenas Chávez. Secretaría: Elsa Fernández Martínez.

Amparo directo 1894/89. Válvulas y Conexiones Orly, S. A. 1o. de febrero de 1990. Unanimidad de votos.
Ponente: David Delgadillo Guerrero. Secretaria: Silvia Gutiérrez Toro.

Amparo directo 414/90. David Zaga Vaca. 7 de junio de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: José Méndez
Calderón. Secretario: Jacinto Figueroa Salmorán.

Revisión fiscal 234/92. Ebanistería, S. A. de C. V. 21 de mayo de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: José
Méndez Calderón. Secretaria: Silvia Martínez Saavedra.

Revisión fiscal 584/92. Miguel Icaza Artiaga Subprocurador Fiscal de lo Contencioso en Representación del
Secretario de Hacienda y Crédito Público. 11 de junio de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: David
Delgadillo Guerrero. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

( lo subrayado es nuestro )

En consecuencia, la necesidad de decretar la inconstitucionalidad del acto recurrido es clara,


amen de afectarse directamente mi garantía de audiencia, por lo cual solicito se declare para efectos de
invalidar a la orden de vista que se combate.

Ofrezco desde este momento y para que se relacionen en la audiencia Constitucional, las
siguientes :

PRUEBAS:
1. La documental pública consistente en la orden de práctica de una visita domiciliaria
número ..........................., contenida en oficio número 324-SAT-...................... de fecha
septiembre ..................... del dos mil, emitida por la C. Administradora Local de Auditoria Fiscal del ...........
Distrito Federal, C.P. ......................., dependiente del Servicio de Administración Tributaria.

2. La documental pública consistente en citatorio contenido en oficio número 324-


SAT-................... de fecha .................. del año dos mil, suscrito por el C. Notificador C. ..............................

3. Acta parcial de inicio de fecha catorce de septiembre del dos mil, relativa a la orden de
visita número ........................., contenida en oficio número 324-SAT-........................, contenida en
folios ........................ al .....................................

S O L I C I T U D D E S U S P E N S I O N.

Con fundamento en lo regulado por el artículo 124 fracción II y III de la Ley de Amparo
vengo a solicitar la suspensión provisional en contra de los actos reclamados, toda vez que no se sigue
perjuicio al interés social ni se contravienen disposiciones de orden público y sí se está en presencia de daños
y perjuicios de difícil reparación a mi representada y quejosa, máxime sí se toma en consideración que el
Fisco Federal no indemniza los particulares.

Por lo anteriormente expuesto y fundado,

A USTED C JUEZ, atentamente pido :

UNICO.- Previo agotamiento de las instancias de ley correspondientes, otorgar al suscrito el


amparo y protección de la justicia federal en contra de los actos reclamados, por así corresponder conforme a
derecho.

PROVEER DE CONFORMIDAD SERA JUSTICIA.

México, Distrito Federal a .............................. de ......................... del dos mil dos.

NOTA. LA DEMANDA DE AMPARO ANTES TRANSCRITA NO ES APLICABLE A TODOS LOS


CASOS QUE EN LA PRACTICA FORENSE PUEDAN PRESENTARSE, PROPONIENDOSE POR EL
SUSCRITO SOLO COMO UN MARCO DE REFERENCIA QUE PUEDA AUXILIAR AL LECTOR EN
EL COMBATE DE UNA ACTUACION SIMILAR Y CON LA SEGURIDAD DE QUE EMANA DE UN
CASO REAL, EL CUAL POR RAZONES DE ETICA Y DISCRECION SE CONSERVA EN EL
ANONIMATO.

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