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LA INIQUIDAD

2 EL CONFLITO ENTRE LAS DOS SIMIENTES


1. La iniquidad es el cuerpo del pecado
Es la semilla diabólica engendrada en el espíritu del hombre y que va a
determinar la actividad pecaminosa de este durante su vida.

2. Hay dos simientes que están en continuo conflicto una con la otra: Génesis
3:15
3. ¿Qué son estas dos simientes?
Son dos naturalezas (una diabólica y una divina; JESUS). En la simiente de
Jesús se encuentra la promesa que Dios le hiciera a Abraham: Gálatas 3:16
Proceso: Venimos a Cristo a través de la conversión y nos bautizamos y
somos engendrados en nuestro espíritu de esta simiente divina. Aquí es que
comienza una batalla, un conflicto interno en nosotros entre la llamada carne
y la semilla de vida que acaba de ser engendrada en nosotros. La carne va a
querer prevalecer y va a ser alimentada a través de la iniquidad; y la vida de
Cristo va a luchar contra ella destruyéndola y llevándonos a vivir por el
espíritu. Van a estar en continuo conflicto hasta que una de las dos muera.

4. ¿Qué es la carne?
Es la estructura (la forma) de maldad que a través de la iniquidad en
nosotros, el diablo edifico (construyo) en nuestra alma, para torcernos el
camino de Dios.
Desde que nacemos la iniquidad (que ha sido implantada en nosotros)
empieza a contaminar nuestro corazón, pensamientos y el concepto de
quienes somos, etc.
La carne entonces es una estructura en nuestra formación interna como
criaturas caídas donde toda la herencia de iniquidad va a ser vertida en
nosotros para que se cumplan los diseños del diablo y no los de Dios.
¿Cuál es el propósito? Llevarnos a vivir una vida en total independencia de
Dios, desviarnos de la justicia divina, para que vivamos con una conducta de
personas caídas y no como seres redimidos por Dios.

5. David reconoce esta condición interna después de caer en adulterio con


Betsabe Salmo 58:1-3
6. Aquí vemos como la revelación le hace diferenciar entre iniquidad, rebelión y
pecado. Salmo 51:1-6
“ten piedad de mi oh Dios, conforme a tu misericordia borra ms rebeliones.
Lávame más y más de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado esta siempre delante de
mi. Contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para
que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. He
aquí en iniquidad he sido formado y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo y en lo secreto me has hecho
comprender sabiduría.”
Podemos ver claramente como la iniquidad es implantada desde el
nacimiento y si no la quitamos de nuestro ser va a trabajar continuamente
alimentando nuestra vida de la carne hasta llevarnos a cometer los pecados,
enemistándonos así con Dios y trayendo la muerte a nuestras vidas.

7. ¿Cómo nos afecta la iniquidad?


 Nutre nuestra carne y le da forma en nuestro corazón y pensamientos
para llevarnos a desear lo que después se convertirá en pecado, la
nutre poder para pecar.
 Se manifiesta en la vida del alma y forma en nosotros velos que
impiden el desarrollo de una vida espiritual efectiva.
 Trabaja como una fuerza que nos lleva a permanecer dependiendo de
nuestros propios pensamientos y de nuestros propios deseos que de
Dios. Te deja en el terreno de la mente y el corazón y no puedes
desarrollar el espíritu.
 Tendrá un crecimiento lento, manifestara negativismo, y su fe será
unos días alta y otras bajas.
 Siempre expresara sentimientos de culpa y se esforzara por quitarle la
paz y llenarlo de temores, inseguidades, indecisiones y muerte.
8. La carne es la obra manifiesta de la iniquidad. Gálatas 5: 19-21
“Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgias, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales, os amonesto como ya lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas NO HEREDARAN EL REINO DE
DIOS”
ASI QUE LOS FRUTOS SON LA EVIDENCIA EXTERNA DE NUESTRA
VIDA INTERIOR. Nuestros hábitos y nuestros paradigmas controlan nuestra
vida, y solo el poder del Espíritu Santo puede destruirla. Ej. Adictas… Vienen
a Cristo, un programa tratan el fruto que es la adicción pero no tratan la raíz
que es lo que las llevo a la adicción, dejan de consumir pero no trabajaron
con el dolor, rencor o rebelión que los llevaron a evadirse, así que
inevitablemente la iniquidad lo va a llevar a otras formas de evasión
pecaminosa. Va a cambiar un hábito por otro hábito. LA RAZON: TIENE
ESCRITO Y GRABADO EN EL CORAZON: “TIENES QUE EVADIRTE, NO
SOPORTAS EL DOLOR” Esta es la razón por la que hay tanta
frustración, condenación e hipocresía en las iglesias.

9. La iglesia tiene que ser libre de la iniquidad para que pueda caminar el la
Gloria que Dios nos prometió.
10. Tenemos que aprender a caminar en el Espíritu.
Esto NO es ir todos los días a la iglesia, ni saberse la Biblia de memoria.
Tiene que ver con desarrollar cada parte de nuestro ser espiritual, caminar
totalmente guiado por el Espíritu de Dios, es la manifestación visible de
Cristo en nosotros y la total destrucción del cuerpo del pecado en nosotros
que es la iniquidad.
ESTO SOLO SE LOGRA ENTENDIENDO LA VIDA DEL ESPIRITU Y
PASANDO TIEMPO DE INTIMIDAD CON DIOS.
11. Dios quiere ensenarnos a vivir y disfrutar de una vida llena de su plenitud y
para eso tenemos que matar la carne y vivir en el espíritu. Galatas 5:24 “Pero
los que SON de Cristo HAN CRUCIFICADO la carne con sus pasiones y
deseos”
12. Veamos algo poderoso en Romanos 8: 1Y2 “Ahora, pues, ninguna
condenación hay en Cristo Jesus, para los que no andan conforme a la carne
sino conforme al espíritu. Porque LA LEY DEL ESPIRITU DE VIDA en Cristo
Jesús me ha librado de la LEY DEL PECADO Y DE LA MUERTE”
13. En este pasaje Dios aclara que no hay condenación alguna, para los que
andan conforme al espíritu. No es el que dice Señor, Señor, sino los que han
clavado en la cruz el pecado y viven la vida del espíritu.
14. El apóstol menciona dos leyes que se oponen entre si: La ley del espíritu de
vida que es gobernada por Cristo a través de una vida espiritual; y la ley del
pecado y de la muerte dirigida por el diablo a través de la iniquidad.
15. El cristiano carnal no es que no ame a Dios, sino que no ha matado sus
deseos y pasiones que lo van a llevar constantemente a vivir una vida de
pecado, AUNQUE QUIERA llevar una vida espiritual.

16. Señales de una persona espiritual


 Esta satisfecho con lo que Dios tiene para el
 Sabe que su función es SER no Hacer
 Tiene corazón de siervo y no desea el poder
 Sabe que lo importante es hacer la voluntad de Dios, aunque
implique perderlo todo aquí en la tierra para ganarlo todo en el
cielo
 Sabe que los designios de la carne son enemistad con Dios,
porque no se sujetan a la ley de Dios ni tampoco pueden
 Conoce que el SER del espíritu implica un camino, una forma de
vivir y actuar, con objetivos muy diferentes a los de este mundo
 Vive dependiendo de Dios para todo
 Vive una relación con Dios, no una religión

Estudio sacado del libro “La Iniquidad”


Autora: Ana Méndez

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