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P ara quienes, como muchos de nosotros, hemos adquirido unas

capacidades aptas para desenvolvernos en la llamada “Era de la
Información”, pudiera resultar inquietante y hasta descorazonador
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descubrir que las mismas han pasado a un segundo plano, cediendo 19
su lugar a otras, propias de una nueva era en la que ya hemos entrado 20
y que se ha dado en llamar “Era Conceptual”. 21
Daniel Pink, en su obra “Una nueva mente”, siembra en el lector la 22
ilusión necesaria para emprender el camino que conduce a despertar 23
y fortalecer las habilidades necesarias para entrar en esa nueva era, 24
con ilusión y sin miedo. Propone una serie de acciones, divertidas en 25
su mayoría, que se convertirán en hábitos en poco tiempo, sin gran 26
esfuerzo y de manera lúdica. Y como afirma el dicho oriental “quien 27
siembra un hábito recoge un carácter y quien siembra un carácter 28
recoge un destino”. 29
La nueva mente que propone Pink describe la de aquellos que 30
potencian las cualidades del lado o hemisferio derecho del cerebro: 31
control del lado izquierdo del cuerpo, simultaneidad (versus secuen- 32
cialidad), análisis del contexto y síntesis de las imágenes globales. 33
Dado que lo que podríamos denominar educación estándar fomenta 34
el uso del hemisferio izquierdo del cerebro, desarrollando el lado de-
recho conseguimos una mente mas equilibrada y útil para llevar una

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 Una nueva mente

1 1 vida “sana, feliz y exitosa” en la nueva “Era Conceptual”. A esta

2 2 era llegamos tras el final de la “Era de la Información” debido a tres
3 3 factores fundamentales: la abundancia conseguida en los EE.UU., Eu-
4 4 ropa y partes de Asia; el creciente protagonismo de Asia como gran
5 5 productora de bienes y servicios; y la automatización.
6 6 En el caso de un trabajador de cuello blanco europeo, --como es mi
7 7 caso-- el cambio puede resultar una fuente de múltiples pesadillas. El
8 8 éxito que garantizaba un MBA por cualquier universidad de prestigio
9 9 es cosa del pasado. Si a esto le añadimos unas escasas habilidades ar-
10 10 tísticas, una creatividad dormida, nulo dominio de los videojuegos y
11 11 una tendencia al análisis secuencial (causa-efecto), casos como el mío
12 12 parecen definitivamente perdidos. El cambio no sólo puede parecer
13 13 mareante para los de mi condición, sino también anticipar el final de
14 14 la misma, ya que le concedo las mismas posibilidades de éxito que
15 15 tenían los monárquicos franceses en la Revolución de 1789 o los za-
16 16 ristas en la Rusia de 1917.
17 17 El cambio en que estamos inmersos no se limita sin embargo al
18 18 terreno de la tecnología o la creación, sino que afecta al conjunto de
19 19 nuestras vidas.
20 20 Nacido durante el “baby-boom” español de los sesenta, me en-
21 21 cuentro teóricamente en la llamada mitad de la vida. No creo ser
22 22 demasiado pretencioso (perdonadme si lo soy), si digo que, habiendo
23 23 experimentado esa gran inquietud denominada “crisis de los cua-
24 24 renta”, puedo identificar claramente la necesidad de perseguir nuevos
25 25 objetivos que vayan más allá de la acumulación de bienes materiales,
26 26 de poder o de títulos para el currículum.
27 27 Y es al llegar a este punto donde he encontrado una gran ayuda
28 28 en la obra de Pink. Porque el cambio que él propone para caminar en
29 29 la “Era Conceptual” es ciertamente inspirador. Pasa por desarrollar
30 30 las habilidades que tenemos dormidas en el lado derecho del cerebro
31 31 y equilibrarlas con el también necesario enfoque izquierdo. Llegare-
32 32 mos así a dominar las que Pink denomina “habilidades de concepto
33 33 elevado y de toque elevado”. Son seis destrezas, los llamados “seis
34 34 sentidos”: Diseño, Narración, Sinfonía, Empatía, Juego y Sentido.
“Una nueva mente” aporta luz a cualquiera interesado en la educa-
ción de nuestros menores y al perenne debate sobre el sistema educativo.

II

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 Prólogo

Basta con darse una vuelta por un aula de cualquier centro de enseñanza 1
para darse cuenta de que el predominio del fomento de las habilidades 2
del lado izquierdo del cerebro es abrumador. Es cierto que se empiezan 3
a introducir en España algunas técnicas de inteligencia emocional. Pero 4
sigue siendo algo rayano en lo esotérico. 5
A su vez, crece la preocupación por los malos resultados de nues- 6
tros educandos en las pruebas que miden sus capacidades matemáti- 7
cas y lingüísticas, plasmados en informes como el PISA y similares. 8
Leemos alarmados que la educación española retrocede, que nos dan 9
calabazas internacionalmente, etc. Y, ¿qué hacemos? Pues en gran 10
parte, reforzar los antiguos métodos, desequilibrar más si cabe la ba- 11
lanza a favor del lado izquierdo. 12
Quizás, y es sólo una hipótesis, esta generación de colegiales nos 13
esté diciendo ¡ya basta! De una manera muy clara. Ya basta de anti- 14
guas habilidades que hemos explotado al máximo, ya basta de tanto 15
memorizar ríos, montañas y mares (físicos y de datos), ya basta de 16
copiar lo de otros, ya basta de pintar sólo dentro de las rayas, ya 17
basta de que no nos pregunten lo que queremos aprender. Y más aún 18
teniendo en cuenta que toda reforma introducida hasta ahora, y que 19
no considera el lado derecho, choca con la incomprensión en forma 20
de fracaso escolar. No sé qué podemos perder introduciendo medidas 21
que fomenten la creatividad del niño y del joven, su capacidad de 22
conocer y sacar lo que lleva dentro. Creo que nada. Y, ¿qué hay mas 23
importante que conocer y desarrollar lo que uno lleva dentro? Ya lo 24
decía el oráculo de Delfos: “conócete a ti mismo y conocerás el Uni- 25
verso”. O mucho más recientemente Anne Louise Germaine Necker, 26
Baronesa de Staël : “¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras 27
facultades?”. Y para un padre, ¿hay algo más importante que poder 28
colaborar en el camino hacia la felicidad de sus hijos? ¿O para un 29
gobernante en el de sus gobernados? 30
Las consecuencias de una educación que sigue reforzando el lado 31
izquierdo del cerebro están perfectamente descritas por el gran Stefan 32
Zweig en su impresionante testimonio “El mundo de ayer”: ...toda 33
mi época escolar no fue sino un aburrimiento constante y agotador 34
que aumentaba año a año debido a mi impaciencia por librarme de
aquel fastidio rutinario. No recuerdo haberme sentido alegre y feliz

III

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 Una nueva mente

1 en ningún momento de mis años escolares-monótonos, despiadados e

2 insípidos- que nos amargaron a conciencia la época más libre y her-
3 mosa de la vida...”.
4 Ciertamente, este oscuro panorama ha sido superado pero es el
5 momento de dar un nuevo salto, de educar para reforzar la nueva
6 mente, para equilibrar los lados derecho e izquierdo del cerebro, para
7 vivir plenamente la “Era Conceptual”.
8 Y no nos asustemos, tenemos estas habilidades. Sólo hay que des-
9 pertarlas. Y rápido. Garantizo que el proceso es mucho mas divertido
10 que el que hemos experimentado para desarrollar el lado izquierdo
11 del cerebro.
12 Gracias, lado izquierdo del cerebro. Nos has traído hasta aquí,
13 has creado una sociedad rica y materialmente abundante. Relájate
14 y disfruta. Bienvenido, lado derecho del cerebro. Queremos que nos
15 ayudes en esta nueva etapa que considera más lo intangible.
16 Para el lector, este libro es un regalo que le ayudará en el proceso
17 que el Nobel García Márquez definió como “el alumbramiento conti-
18 nuo al que la vida nos obliga a nosotros mismos una y otra vez”. Por
19 lo menos esta vez es muy divertido.
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21 - Juan Perea Sáenz de Buruaga
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