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BAEZ RODRÍGUEZ Mª CARMEN

CARRASCO SALA RUBÉN


EDUCACIÓN: PERSPECTIVA

GARCÍA SERRANO HÉCTOR


ANTROPOLOGÍA DE LA

GIRÓN SIMARRO ELENA


GREGORI SAMPAYO PATRICIA
IBÁÑEZ EDO JOSE FINA
MAINZ ROIG CRISTINA
HISTÓRICA

Universidad de

PROFESORA: CONCEPCIÓN ROS


ROS
Índice

INTRODUCCIÓ……………………………………………………………… Pág. 2
………………………………….

EL SENTIDO DE LA ANTROPOLOGIA: ORIGEN, EVOLUCION Y


PERSPECTIVA
ACTUAL……………………………………………………………………… Pág. 3
………………………………….

¿QUÈ Y QUIEN ES EL HOMBRE Pág. 6


…………………………………………………………………………

EL SER HUMANO, COMO FUNDAMENTO Y SUJETO DE LA


ANTROPOLOGÍA DE LA
EDUCACIÓN………………………………………………………………… Pág. 8
………………………………

IMPORTANCIA Y SENTIDO DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA Pág. 9


EDUCACIÓN…………….

• Sentido de la educación en el ser Pág. 12


humano…………………………………..

APARICIÓN HISTÓRICA DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA Pág. 13


EDUCACIÓN…………………

• Las aportaciones de la Antropología Física o Pág. 14


Biológica………………….
• Las aportaciones de la Antropología social y Pág. 18
cultural…………………….
• Evolución de la concepción antropológico- Pág. 21
cultural………………………
• La educación entre Cultura y Pág. 21
personalidad…………………………………..
• La educación como proceso entre cultura y Pág. 22
personalidad……………
• La antropología de la educación. Consolidación como
campo de
estudio…………………………………………………………… Pág. 25
…………………………….
• Los años de formación (1925-1954) Pág. 26
………………………………………………
• La Conferencia de Stanford (1955) Pág. 27
………………………………………………..
• La institucionalización y la Pág. 28
especialización…………………………………….

LOS PRECURSORES DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA Pág. 31


EDUCACIÓN……………………..

2
• Antropologia Pág. 32
pedagógica………………………………………………………
……..
• Antropología Pág. 33
Educacional……………………………………………………
………..
• Antropología Filosófica de la Pág. 34
educación………………………………………

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………… Pág. 39
………………………………….

ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN: PERSPECTIVA HISTÓRICA

• Introducción

La antropología toma fuerza sobre todo en la época de la colonización, ya que es


durante los años venideros cuando aparece la necesidad de la gente del mundo
occidental de conocer otras culturas. Los expertos empiezan a desarrollar esta ciencia
entendiendo la cultura como un compendio de valores, normas, hábitos, tradiciones,
costumbres, actitudes, creencias, etc. que identifican a un determinado grupo social.

Desde las culturas occidentales se extendía una visión de superioridad cultural ya que,
basándose en la Teoría de la Evolución, entendían las otras culturas, las otras formas
de vida, como primitivas, subdesarrolladas. A su parecer, tenían que evolucionar hasta
conseguir una homogeneización de las culturas identificando los valores de la cultura
dominante y sesgando todos aquellos rasgos de los grupos minoritarios que se
pudieran contraponer a ellos, basando esta homogeneización en una desigualdad
desde su origen. Desde estos principios en los que la antropología empieza a
preocuparse de la mezcla de culturas, los occidentales hacen frente a ella formando
una idea de “nosotros” que se contrapone al “otro”, dando la máxima importancia al
“nosotros” y despreciando los valores, símbolos, creencias, costumbres, etc. del “otro”

Así pues, los derechos humanos están consolidados desde esta perspectiva
occidental y sin tener en cuenta los diferentes puntos de vista que pueden coexistir en
una sociedad multicultural. Para que los derechos humanos puedan, pues,
considerarse universales, se debería partir de una educación integradora, intercultural
e igualitaria para que todos los representantes de las diferentes culturas pudiesen
participar de las decisiones y establecer en igualdad de condiciones unos modelos de
vida libres de prejuicios y unos valores que respeten tanto las generalidades como las
particularidades de las diferentes culturas existentes.

Para explicar la situación de las sociedades actuales y la necesidad o importancia de


una profundización en el área de la antropología de la educación, hay que entender
que la cultura tiende a proyectar lo que se comparte, valores, costumbres,
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simbolismos, creencias, etc. Pero en una sociedad multicultural como la nuestra, la
formación de la idea primitiva del “nosotros” como antagónico al “otro” constituye un
elemento que distorsiona la cohesión social. Todos los seres humanos necesitan
construir las muchas identidades que proyectan pertenencia en la vida social
(identidad de género, profesión, local nacional, etc.). Actualmente, por la evolución
cultural y la movilidad social, este proceso se realiza en un marco de homogeneización
cultural a gran escala, que está en la base del fenómeno de la globalización, y que
desde sus orígenes, más que suponer una igualdad cultural, supone una organización
dentro de la que las desigualdades sociales y culturales persisten. Estas diferencias
culturales en una sociedad se hacen patentes en relación a las actitudes
etnocéntricas, las manifestaciones xenófobas, el racismo, etc. Por todo ello, y para dar
respuesta a estas actitudes de intolerancia, se ha de partir desde el multiculturalismo y
la Educación intercultural.

EL SENTIDO DE LA ANTROPOLOGÍA: ORIGEN, EVOLUCIÓN Y PERSPECTIVA


ACTUAL

La Antropología es el estudio de la Humanidad y el resultado de la misma: la cultura.

Lo que diferencia a la Antropología de otras ciencias que estudian al hombre, es su


marcado carácter global y comparativo (integral); en contraposición a las que lo
estudian solo desde un segmento. Fijándose y buscando las diferencias y semejanzas
entre los hombres.

Para ello, recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias


naturales y las ciencias sociales, aspirando a producir conocimiento sobre el ser
humano en diversas esferas, pero siempre como parte de una sociedad.

Intenta pues, abarcar tanto la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y


los modos de vida de pueblos que han desaparecido, las estructuras sociales de la
actualidad y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la
humanidad.

Se constituye como disciplina independiente en la 2ª mitad del XIX, a partir de la


difusión de la teoría de la evolución y de los intereses del colonialismo derivado de la
revolución industrial.

Los primeros antropólogos pensaban que así como las especies evolucionaban de
organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y la cultura debían haber
seguido el mismo proceso de evolución hasta producir las complejas estructuras de
hoy en día.

Históricamente el proyecto de Antropología General, se componía de 4 ramas:

 Lingüística: estudia los lenguajes humanos. Dado que el lenguaje es una


amplia parte constitutiva de la cultura, los antropólogos la consideran como una
disciplina separada. Los lingüistas se interesan en el desarrollo de las lenguas

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 Arqueología: trata del estudio científico de los vestigios del pasado humano

 Antropología biológica: se especializa en el estudio de los seres humanos


desde el punto de vista evolutivo y adaptativo

 Antropología social o cultural (o etnología): estudia el comportamiento humano,


la cultura, las estructuras de las relaciones sociales

En sus inicios, la Antropología era una antropología evolucionista, pasando por


diversas corrientes o escuelas, entre ellas la culturalista de los Estados Unidos, la
etnología francesa, el funcionalismo estructural, el estructuralismo antropológico, el
procesualismo o la antropología marxista.

El modelo antropológico clásico de la antropología social fue abandonado en la 2ª


mitad del siglo XX y actualmente los antropólogos trabajan prácticamente todos los
ámbitos de la cultura y la sociedad. Hoy en día, una gran parte de ellos tienen una
gran acogida en puestos públicos y privados, relacionado con diversas ramas del
saber, relacionados sobre todo con los campos de conducta y las relaciones humanas,
basándose sobre todo en investigaciones encargadas por esas instituciones, con el
ánimo de conseguir objetivos prácticos de interés para sí mismas (Banco Mundial,
OMS…)

La Antropología busca respuesta a 4 preguntas fundamentales de este estudio del


patrimonio cultural humano, pasado y actual:

 ¿qué se trasmite? Se trasmiten contenidos, percepciones y alternativas


de conducta, valores y rasgos culturales, complejos y pautas.

 ¿quién lo trasmite? Que individuos tienen “derecho” a proponer ciertas


modalidades de conducta.

 ¿qué se aprende? Nos lleva a las condiciones biológicas y sociales


exigibles a quienes participan en diversos aspectos del proceso de
educación.

 ¿quién lo aprende? Desde el punto de vista del individuo que aprende.

* «La antropología es la única disciplina que ofrece un esquema conceptual para el


contexto global de la experiencia humana» (1968:475) *Frederica De Laguna.

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Así pues, el único modo de alcanzar un conocimiento profundo de la humanidad,
consiste en estudiar tanto las tierras lejanas como las próximas, tanto épocas pasadas
como las actuales.

Los antropólogos han realizado aportaciones a la comprensión del significado de la


herencia animal de la humanidad, y por tanto sobre la definición de lo que es
característicamente humano en la naturaleza humana; es decir, al comprender que
parte de nosotros actúa de manera animal, permiten conocer mucho mejor, nuestra
esencia humana.

La Cultura consiste en las formas de pensar, sentir y actuar, socialmente adquiridas,


de los miembros de una determinada sociedad. Las culturas mantienen su continuidad
mediante un proceso de Endoculturación (trasmisión de la cultura de una generación a
la siguiente).

Tenemos que comprender que la cultura no es algo estático, sino que varía incluso
dentro de una propia generación, bien sea por la propia Endoculturación, como por
movimientos de reacción a sucesos concretos, como por difusión de otra cultura de
otra sociedad (la difusión se entiende como el proceso mediante el cual se trasmite la
cultura de una sociedad a otra), así como por que cada individuo ve las mismas cosas
desde su propio punto de vista y las amolda

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PREGUNTAS:

¿Qué estudian las 4 ramas históricas del proyecto de Antropología General?

 Lingüística: estudia los lenguajes humanos. Dado que el lenguaje es una


amplia parte constitutiva de la cultura, los antropólogos la consideran como una
disciplina separada. Los lingüistas se interesan en el desarrollo de las lenguas

 Arqueología: trata del estudio científico de los vestigios del pasado humano

 Antropología biológica: se especializa en el estudio de los seres humanos


desde el punto de vista evolutivo y adaptativo

 Antropología social o cultural (o etnología): estudia el comportamiento humano,


la cultura, las estructuras de las relaciones sociales

¿Qué 4 preguntas fundamentales se plantea la Antropología?

 ¿qué se trasmite? Se trasmiten contenidos, percepciones y alternativas


de conducta, valores y rasgos culturales, complejos y pautas.

 ¿quién lo trasmite? Que individuos tienen “derecho” a proponer ciertas


modalidades de conducta.

 ¿qué se aprende? Nos lleva a las condiciones biológicas y sociales


exigibles a quienes participan en diversos aspectos del proceso de
educación.

 ¿quién lo aprende? Desde el punto de vista del individuo que aprende.

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QUÈ I QUI ÉS L’HOME?

Aquest tema el trobem ubicat dintre de l’antropologia filosòfica, sent el centre


d’aquesta l’ésser humà. L’home és l’únic que necessita comprendre per a saber qui es,
qui vol ser i que pot realitzar. Doncs com sabem i anomena Gevaert, “la antropología
filosófica no crea ni inventa los problemes del hombre. Los encuentra, los reconoce,
los asume y los examina críticamente”. Podem distingir de l’home dues parts, d’una
banda el cos, format pel òrgans i esquelet, que és la part material, que està en canvi
constant i d’altra ,l’ànima que és allò immortal, espiritual i immutable. A més, aquesta
corrent també es preocupa per la naturalesa humana, preguntant-se també el que
diferencia l’ésser humà de tots els demés éssers, com es defineix mitjançant la seva
existència històrica. És necessari advertir que existeix un gran debat degut a la
multiplicació de discursos i noves teories que parlen de l’orige i del destí de l’ésser
humà, és a dir, que posseïm un discurs al voltant de l’home, però no la veritat ni
tampoc una resposta concreta al sentit de la vida.

Per començar, el primer autor ens planteja la principal pregunta de l’antropologia


filosòfica: “què és i qui és l’home?”, fou Kant tot i que no va culminar la resposta
d’aquesta.

En el recorregut filosòfic per la imatge de l’home al llarg de la història és comú


començar per la definició d’ Aristòtil: “l’home és l’ésser racional” definint-se així per la
seua racionalitat que separa l’home dels animals. Aquesta definició ens dóna una visió
de l’home com a un ésser acabat i immutable. No obstant, segons Scheler i altres
autors, l’esser humà és inacabat i indeterminat al contrari que els animals que actuen
segons les idees innates donant importància per damunt de tot a la seva pròpia
supervivència, guiant-se així pel seu instint. Per tant, la seua capacitat d’aprendre no
supera aquest marc.

Scheler, al igual que altres autors clàssics fa una diferència entre cos i ànima. El cos
és la part que té aspectes en comú amb els animals encara que és diferent i a més
l’ésser humà té la capacitat de caminar a dues potes, fet que ens ha apropat molt més
a la cultura permitint-nos crear uns fets i unes costums pròpies a més d’adaptar-nos
millor al medi existent. D’altra banda es troba l’ànima, que es allò específicament
humà, que ens permet deslligar-nos de la pressió d’allò biològic i alliberar-nos de la
dependència de la vida i distanciar-nos de l’instint. A més, l’home és l’únic ésser que
posseeix l’art de la paraula i ens permet compartir vivències i comunicar-nos.

Lévi-Strauss, es plantejà el paper que biologia i cultura tenen als ésser humans i
intenta buscar aquells aspectes naturals de la inclusió de la cultura en la natura. Creu
que la cultura és per si mateix donada per la natura. La possibilitat de
desenvolupament humà s’inicia en allò biològic obrint el camí a l’educació que és part
del sistema cultural, sent aquesta fonamental per als homes i requereix el
desenvolupament del cervell.

L’educació es basa en com arribar a ser home i també un bon ciutadà.

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Segons el punt de vista biològic, “la vida” no necessita la consciència per a existir sinó
que té per herència aquells mecanismes que fan possible l’adaptació al medi. No
obstant la consciència és necessària per a l’ésser humà de la que sorgeix un conjunt
de noves facultats garantides per un cervell que pot determinar el comportament
adequat mitjançant els processos d’autoregulació. Normalment, es situa l’aparició de
l’ésser humà com a espècie en el procés filogenètic, és a dir, en aquelles relacions de
parentesc entre els éssers vius i també amb característiques pròpies com són el
bipedisme, l’utilització dels instruments i el llenguatge. Tot açò pot convertir-se en un
inconvenient biològic si alguns factors no ho compensaren.

Malinowski, creu que l’home és un ésser bàsicament biològic de manera que la cultura
i les seues institucions sorgeixen per satisfer les seves necessitats. També, són
importants les intervencions de Kluckhonh i Mowrer perquè afirmen que hi ha dos
factors fonamentals, d’una banda l’organisme i de l’altra el medi diferenciant aquest
entre físic, social i cultural. D’aquesta manera, configuren la conducta i el
desenvolupament humà de forma biològica, ecològica, social i cultural. Aquestos
factors poden ser funcionals, universals, comuns i individuals. M. Mead ens interessa
perquè analitza els temes d’educació, infància i adolescència i intenta demostrar que la
dimensió biològica és universalista i que la diferència ve propiciada per les particulars
respostes culturals a les necessitats biològiques. No obstant considera importants els
factors psicosocials i culturals en la vida i la conducta dels individus. Per a aquest
autor les formes, pautes i valors en les quals s’educa als xiquets configuren la vida
d’aquests. L’educació és el mitjà de transmissió cultural. Va mostrar que l’adolescència
no es caracteritzava universalment pel conflicte i la tensió, com suposaven.

Pel que fa a les aportacions de Arnold Gehlen, sabem que ens proposa un nou estudi
des de tots els punts de vista possibles, sent la idea fonamental la diferència de l’home
en respecte als altres animals. Aquest autor està en desacord en la teoria de Darwin ja
que no creu que la intel·ligència es concebisca en quatre graus: instint, costum,
intel·ligència pràctica i humana. Com que l’home no accepta l’entorn com és l’ha de
canviar per una necessitat pròpia, doncs l’home no te capacitats innates d’autodefensa
com els animals, pel que ha de modificar el medi per a poder sobreviure.

Quan a les arrels biològiques de la sociabilitat, l’home és un ésser viu que ha de tenir
uns certs models de conducta mitjançant el procés del creixement en un context social.
La competència social d’aquest és la seua base de supervivència.

Konrad Lorenz i Niko Timbergen consolidaren una nova disciplina, la etologia o estudi
de la conducta. Aquesta diu que hi ha programacions genètiques de la conducta que
han segut producte de la selecció natural per a adaptar-se als diferents modes de vida
dels individus de les diverses espècies.

La programació genètica és menor a mesura que s’avança en l’escala filogenètica. Els


humans tenim una gran varietat de resposta a les diferents situacions d’un medi social
canviant i imprevisible, contant amb l’aprenentatge per l’experiència.

Sempre hem viscut per a sobreviure (com els animals), no obstant som éssers socials
amb necessitat de comunicar-nos i viure en societat adaptant-nos també al medi. En
diferència als animals, també tenim la possibilitat d’elegir els nostres modes de

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conducta, és a dir, els animals actuen d’una manera determinada acord als seus
propis instints i les persones, en canvi , tenen més opcions.

Com ja hem dit anteriorment, els éssers vius descendeixen com a resultat d’un
parentesc filogenètic comú a tots, del qual tenim característiques heretades i mantenim
algunes similituds amb els animals, com la manera de reaccionar en algunes
situacions.

L’ESSER HUMÀ COM A FONAMENT I SUBJECTE DE L’EDUCACIÓ

L’antropologia de l’educació té com a objectiu fonamental conceptualitzar l’educació


pel que fa a la forma d’existència humana. Aquesta necessita les dades aportades per
la investigació empírica. Sorgeix així a l’àmbit antropològic educatiu dos models que es
pregunten sobre el què i el com de l’educació i per el què i el com de l’ésser humà en
la seva qualitat d’educable. L’Antropologia de l’Educació és l’estudi de les
transmissions educatives i de la cultura en la qual es desenvolupen. Tot pedagog
realitza la seva tasca professional en un àmbit cultural, en un entorn amb unes
característiques culturals específiques. L’Antropologia de l’Educació contribueix al
coneixement de la cultura en la qual es duu a terme la praxi pedagògica.

Per tal d’ubicar l’antropologia educativa dintre de les ciències de l’educació cal estudiar
diverses disciplines com per exemple la filosofia, la història, etc. Com ja plantejava
Garcia Almiburu en alguns dels seus treballs amb l’objectiu d’esbrinar el tipus de saber
més adequat.

L’ésser humà es desenvolupa en interacció amb el medi ambient, rebent d’aquest la


informació i almacenenant-la. Aquests canvis són adaptatius en els organismes amb
capacitat d’aprendre i experimentar un canvi de conducta per l’experiència de manera
gradual.

Hi trobem una diferència, d’una banda els animals amb capacitat determinada per
l’aprenentatge i d’altra els humans que tenen una sèrie de predisposicions per a
l’aprenentatge.

Hui en dia sabem que el desenvolupament i aprenentatge determinen uns canvis


fonamentals al sistema nerviós. El cervell aumenta en tamany i capacitat després del
naixement de forma progresiva fins l’edat adulta produïnt éssers actius que modifiquen
la natura amb fins útils fent així la cultura. En aquest procés d’adquisició de la
informació és important l’educació ja que l’ésser humà no pot aprendre individualment
tot allò que necessita de l’experiència. Aquesta característica es dóna a l’evolució
humana (neotènia) que suposa una relentització dels ritmes de desenvolupament.
L’educabilitat, doncs, és fruït dels processos que s’han produït durant l’evolució. Es
troba dins del codi genètic com a possibilitat i exigència de que els processos tinguen
lloc mitjançant la medició social.

Som animals amb capacitat d’aprendre i adquirir modes de conducta i cultura


mitjançant l’educació. Aquesta educabilitat es tracta d’un procés el qual ve propiciat
per la quantitat i qualitat dels aprenentatges que realitza el subjecte. El sistema
cognitiu amb la seua capacitat d’aprenentatge és concebut com un mecanisme
biològic acord als principis d’adaptació i eficiència. Aquest sistema assimila i recull la

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informació procedent del medi mitjançant els mecanismes perifèrics (sistema sensorial
i motriu), té un caràcter adaptatiu per a respondre a les demandes del medi tant físic
com social. També trobem processaments d’informació més elaborats i els sistemes
afectius i emocionals, interconnectats entre ells.

Trobem com a base de la bioantropològica de la educabilitat es troben trets com la


consciència, indeterminació, la immaduresa i el peculiar processament d’informació
que defineix l’ésser humà com a espècie.

Per concloure ens agradaria dir, que com dia Fullat, l’home és educació i aquesta és
necessària per la seua formació tant a nivell personal, com a nivell col·lectiu ja que
sense educació no es possible la humanitat.

IMPORTANCIA Y SENTIDO DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN.

• EDUCACIÓN:

La educación es un proceso de formación, de cambio, que comprende el desarrollo de


ciertas potencialidades. Se integra en el dinamismo general del sujeto hacia la plena
actualización de su naturaleza. La educación es un proceso social, cultural e
interpersonal, multifacético y altamente complejo. Las acciones educativas han de
tener en cuenta el contexto socio-cultural y deben responder a una finalidad. La misión
de la educación es transformar la realidad mejorándola y hacer que los individuos
superen las limitaciones que le son presentadas desde sus grupos culturales de
origen.

Dominar una disciplina no es tanto memorizar algo estable y fijo, sino más bien
aprender cómo hacer algo: cómo resolver un problema, crear algo de valor, o ejecutar
lo que es deseable.

El sujeto de la educación, el objeto de estudio, es el hombre. Afirmar que “el hombre


es un ser educable” supone sostener una idea de lo que es el ser humano, de su
naturaleza, su comportamiento y de sus obras. El hombre tiene que dar una
explicación de su der, y partiendo de ella, tomar una posición respecto a sí mismo y a
los demás.

A lo largo de la historia, el hombre se ha examinado desde muy diversas perspectivas.


Como ejemplos de la variedad de este conjunto de ciencias que nos proporcionan
saberes sobre el hombre nos encontramos la Sociología, la Psicología Evolutiva, las
diversas ramas de la Medicina, el Derecho, la Historia, la Antropología, etc.

• ANTROPOLOGÍA:

La Antropología comprende tanto estudios que corresponden al ámbito de las Ciencias


de la Naturaleza, que estudian aspectos de la vida del hombre que éste comparte con
otros seres, como otros que pertenecen al de las Ciencias del Espíritu, aquellas que
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estudian lo específicamente humano, la dimensión sociocultural de la vida humana,
por ejemplo.

El término antropología es utilizado con una pluralidad de sentidos. Para entenderla en


un sentido global, se deben clasificar los distintos enfoques, elaborando una
taxonomía de las ciencias que la integran. Se distingue así entre:

1. Antropología filosófica: que se apoya en la diferencia de planos


epistemológicos (El plano epistemológico se refiere las relaciones entre el
investigador y el objeto del estudio en función de la generación sistemática del
conocimiento) que existe entre las ciencias particulares y la filosofía. Intenta
concretar qué es el ser del hombre y el sentido de lo humano.

2. Las Antropologías Positivas: se ocupan de la realidad empírica. Abordan el


estudio del hombre de acuerdo con los principios métodos de las ciencias
particulares. Abarca aspectos tanto de las Ciencias de la Naturaleza (biología),
como la dimensión sociocultural de la vida humana estudiada por las Ciencias
del espíritu.

3. La Antropología Física: estudia al hombre como miembro del reino animal.


Busca determinar a qué tipo de organismo vivo podemos aplicar el calificativo
humano.

4. La Antropología Sociocultural: estudia científicamente el comportamiento


aprendido del hombre, los procesos por los que se enfrenta al medio natural y
constituye su ámbito social, el modo como se transmite la cultura, etc.

Todos estos métodos de estudio y obtención de datos proporcionan una abundante


cantidad de información. Scheler señaló que esa abundancia de información puede
suponer un obstáculo que dificulta la comprensión, ya que las distintas ciencias nos
proporcionan resultados de manera fragmentada, sin permitirnos alcanzar su
comprensión unitaria.

El análisis que lleva a cabo la ciencia para realizar el estudio del hombre es legítimo
desde el punto de vista del avance del conocimiento, cada ciencia estudia un aspecto
parcial del ser humano, pero es incapaz de integrar las distintas dimensiones que se
conocen de él.

El conocimiento que el hombre tiene de sí mismo tiene una gran influencia sobre lo
que el hombre es, porque el autoconocimiento es un elemento integrante del proceso
de transformación humana, en otras palabras, en el proceso de autoconocimiento,
regulamos y modificamos nuestras acciones conforme al fin que queremos obtener,
comportándonos así de un modo “artificial”, que se separaría del comportamiento
puramente natural. La aproximación más cercana a la verdad depende en gran medida
del sentido que atribuimos a lo que nos pasa.

• FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN:

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La Antropología de la Educación debe adquirir un conocimiento del ser humano que ha
de ser educado, y ha de profundizar en la naturaleza y características que definen la
actividad educativa. Para ello, la Filosofía de la Educación puede prestar una ayuda
eficaz, ya que plantea la conveniencia de un estudio de la realidad educativa desde
una perspectiva filosófica.

Tanto el hombre de la calle, como los profesionales de la filosofía y de la educación,


presentan objeciones al empleo del enfoque filosófico. Las objeciones más comunes
son:

1. La filosofía puede ser considerada como el tránsito de la imagen al concepto.

- El concepto tiene que ser preciso, muy determinado significativamente.

- Cuando nos elevamos al plano filosófico, para alcanzar esa precisión se


pierde riqueza significativa.

- El hombre de la calle suele rechazar los planteamientos filosóficos por


considerar la filosofía como una investigación excesivamente técnica, sobre
cuestiones abstractas y alejadas de las preocupaciones de la vida
ordinaria.

2. Una objeción planteada por parte de filósofos y pedagogos es que ambos se


quejan de que el problema fundamental de esta disciplina consiste en que no
se sabe muy bien qué es exactamente la Filosofía de la Educación en cuanto a
disciplina académica.

- La Filosofía de la Educación se ha desarrollado en diferentes direcciones y


con metodologías diversas.

- A partir de 1960, filósofos como Peters y otros buenos conocedores de la


filosofía analítica, se introdujeron en el ámbito de la educación y procuraron
aplicar allí los procedimientos del análisis lógico del lenguaje.

- De esta manera se debatieron filosóficamente cuestiones como la libertad,


el castigo, la autoridad, el conocimiento. Y se formularon los conceptos de
educación, aprendizaje, creatividad, enseñanza, adoctrinamiento, etc.

- Ibáñez-Martín describe, la filosofía de la educación que aspire a convertirse


en un instrumento apto para la elaboración de la Antropología de la
Educación, como una reflexión radical (filosófica) sobre los supuestos
profundos de la educación.

- Esto requiere un buen conocimiento de la historia, el ejercicio del análisis


del lenguaje y el dominio de la antropología filosófica.

- Debe tener un punto de partida en los problemas de la educación, y debe


construirse en diálogo fecundo con la ética, filosofía social, teoría del
conocimiento y filosofía de lo mental.

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3. Para que una materia pueda convertirse en una fuente fructífera para la
reflexión filosófica debe ser capaz de suscitar preguntas del tipo: “¿Cómo es
posible…?”

- Pero muchos filósofos opinan que no se pueden formular suficientes


preguntas de este tipo como para justificar la existencia de una disciplina
autónoma.

- Hamlyn plantea cuestiones de esta índole respecto de la educación como


por ejemplo: “¿Cómo es posible el crecimiento del conocimiento?” o ¿cómo
es posible que haya enseñanza sin adoctrinamiento?”.

4. La última de las objeciones viene dada por algunos de los prejuicios que
provocan el rechazo de los planteamientos específicos de la Filosofía de la
Educación desde el ámbito de la Pedagogía.

- Estos prejuicios se basan en que, a veces, la Filosofía de la Educación


contemporánea se ha desarrollado preocupándose casi exclusivamente por
cuestiones relacionadas con la definición de su propio estatuto lógico.

- Plantea cuestiones de índole reflexiva, y aunque la reflexión es una


actividad necesaria para orientar la acción, si se lleva hasta el extremo,
puede convertirse en una evasión que incapacite para acometer la acción
que se debe realizar.

El tipo de objeciones que se formulan contra la Filosofía de la Educación se dirigen


hacia un modo concreto de llevar a cabo la aproximación filosófica a las cuestiones
educativas, que se muestra ineficaz de cara a la acción.

Los profesores deben estar preparados para ejercer un juicio razonable acerca de qué
o cómo enseñar en su propia clase; y además es deseable que puedan hacer
aportaciones sustanciales en asuntos de interés general en relación con la tarea
educativa. Para ambas funciones la Filosofía de la Educación tiene aportaciones que
pueden resultar útiles prestando una ayuda inestimable. La finalidad del discurso
filosófico apunta hacia la formulación de un conjunto de conceptos sobre los que se
precisa:

- Claridad en las formulaciones: si no se define con precisión lo que se


entiende, por ejemplo, por “ser educado” no es posible establecer un
diálogo fecundo sobre esa cuestión.

- Coherencia lógica respecto al concepto en sí mismo y respecto a éste con


el resto de conceptos para evitar contradicciones y razonamientos que no
se puedan admitir.

- Adquirir un nivel aceptable de especialización: capacidad de discernir entre


las diversas especies de un género sin mirar al mundo tan sólo en términos
de lo general.

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• TEORÍA Y PRAXIS:

Nuestro modo actual de definir la práctica como opuesta a la noción de teoría nos
incapacita para lograr la articulación de la Filosofía de la Educación con la actividad
educativa y plantea además dificultades epistemológicas para la comprensión de lo
que constituye en sí misma la práctica educativa. De esta manera, entendiendo que la
teoría se ocupa de lo universal, de las generalizaciones fuera de todo contexto, la
práctica se encargará de instancias dependientes de un contexto preciso.

Para llevar a cabo una práctica educativa no es suficiente saber cómo hacer una gran
variedad de cosas. El carácter educativo de cualquier actividad práctica, sólo se puede
entender por referencia a una disposición ética que proceda de acuerdo con un
conocimiento, más o menos táctico, de lo que es educar. Donde no se halle esta
disposición, aunque se sepa técnicamente cómo hay que actuar, no se estará llevando
a cabo una práctica educativa.

Obrar bien requiere ser iniciado en el conocimiento, los modos de valoración y las
creencias legadas por la tradición a través de la cual la práctica ha tomado su forma
presente. La filosofía práctica es ese saber que trata de hacer explícito el conocimiento
práctico que está permeando una tradición, de manera que pueda ser acogido en la
conciencia reflexiva. El conocimiento práctico es constantemente reinterpretado. Este
proceso de reconstrucción crítico es por lo que una tradición se desarrolla, evoluciona
y cambia. La presencia de una gran diversidad de puntos de vista en filosofía,
proporciona el terreno adecuado para el ejercicio de un pensamiento crítico que lleva a
cabo su papel transformador.

La filosofía práctica ofrece generalizaciones acerca de los fines de la actividad y de


cómo deben ser perseguidos, ese conocimiento es siempre impreciso, ya que sólo
puede ofrecer una orientación general, mientras que la acción es siempre particular y
debe tener en cuenta las condiciones cambiantes dentro de las cuales debe llevarse a
cabo.

La educación es praxis, una acción que mira a la consecución de un fin. Es la


realización de algún bien moral. La praxis es un tipo de actividad cuyo fin sólo puede
alcanzarse a través de la acción, y que sólo puede existir en la acción misma y, por lo
tanto, no puede ser orientada ni por el conocimiento teórico ni por el técnico, sino por
el conocimiento práctico. La actividad práctica sólo puede ser convenientemente
analizada por medio de una investigación que dilucide el tipo de relaciones que tiene
con la teoría.

El estudio de la historia del concepto revela claramente que la distinción más


importante se establece entre Praxis: Acción iluminada por principios éticos, y Poiesis:
Acción encaminada a la eficacia técnica y no tanto la distinción entre saber qué, teoría,
y saber cómo, práctica. La práctica educativa está siempre guiada por alguna teoría
acerca de los bienes éticos intrínsecos a esa práctica.

ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. PERSPECTIVA HISTÓRICA.

15
5.- APARICIÓN HISTÓRICA DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN.

Antropología de la educación y la historia de la educación


La antropología de la educación estudia la transmisión cultural que se da
también sin texto escrito (cultura oral) y en contextos actuales donde los niños se
socializan y educan.

Podemos distinguir tres fases en la antropología de la educación y la historia de


la educación:

a) En la primera etapa, el antropólogo de la educación trata de comprender la


cultura extraña introduciéndose en ella para convertirse en un iniciado en las
costumbres del pueblo. Lo mismo hará el historiador pero con una diferencia,
mientras que el antropólogo lo hace mediante una técnica llamada de
observación participante, instalándose en el pueblo, el historiador de la
educación lo hará reconstruyendo esa vida mediante documentos escritos,
pero los objetivos son los mismos. Pero el antropólogo de la educación ha de
seguir su trabajo, porque ha de descubrir la estructura interna básica de cada
sociedad.

b) En la segunda etapa, el antropólogo de la educación no suele ir ya


acompañado por los historiadores educativos, no obstante, la concepción
conservadora de los historiadores está cambiando gracias a los historiadores
que trabajan a un nivel equiparable a la segunda etapa del antropólogo de la
educación.

c) En la tercera etapa, el antropólogo de la educación ha de comparar las


estructuras que en la segunda etapa se han descubierto en las diversas
sociedades, con el objetivo de encontrar los principios básicos que rigen el
funcionamiento sociocultural, y de esta manera, explicar las diferencias
culturales basándose en principios generales. En esta etapa, que es
fundamental para el antropólogo de la educación, el historiador de la educación
ya no lo sigue.

El historiador de la educación ocupa la primera y segunda etapa, el antropólogo de


la educación tiene su verdadero lugar científico en la segunda y fundamentalmente en
la tercera.

5.1. Las aportaciones de la antropología física o biológica.

El término Antropología biológica define una instancia cualitativamente


superior de la antropología física (O’Rourkey y Petersen, 1983) cuyo inicio data de la
segunda mitad del siglo XX. No hay unicidad de criterios respecto a su utilización.
Desde una concepción que prácticamente la asimila a la biología humana (Harrison,
1971) es incluida en la fundamentación del método experimental (Pucciarelli, 1974) y
16
termina por ocupar una posición central en los estudios de variabilidad poblacional
(Bennet, 1979). No obstante, se advierte una tendencia no fluctuante sino progresiva a
un reemplazo terminológico y conceptual.

La antropología biológica analiza la diversidad del cuerpo humano en el pasado


y el presente. Incluye, por tanto, la evolución de la anatomía humana, las diferencias y
relaciones entre los pueblos actuales y sus adaptaciones al ambiente.

Dentro de la antropología biológica pueden ser delimitados cuatro núcleos


temáticos (evolución, adaptación, filogenia y ontogenia), que según esta perspectiva
constituyen el objeto de la disciplina antropo- biológica. La combinación de estos
cuatro núcleos es:
-Evolución Filogenética: abarca todo lo referente a la evolución del homínido en su
aspecto biológico y a sus criterios necesarios para su comprensión.

-Evolución Ontogénica: comprende el estudio del crecimiento y el desarrollo individual


(como parte de la intra-variación) y sus diferencias poblacionales.
-Adaptación Filogenética: comprende el conjunto de procesos genéticos adaptativos
sobre poblaciones actuales y extinguidas.

-Adaptación Ontogenética: esta forma de adaptación se diferencia de la anterior


porque las modificaciones fenotípicas a estudiar no son transmisibles a la
descendencia por no afectar la constitución genética individual. Puede hablarse de
adaptación extra-genética o fisiológica, porque empieza con el origen del individuo y
no de la población.

Estos intereses conectan la antropología biológica con otros campos: la


biología, la zoología, geología, la fisiología, la medicina y la salud pública. La
antropología incluye también la perinatología.

La Antropología Física se ocupa principalmente de la evolución del hombre, la


biología humana y el estudio de otros primates, aplicando métodos de trabajo
utilizados en las ciencias naturales. Es una rama de la antropología que tiene como
objeto de estudio las interacciones de procesos biológicos y sociales y sus efectos
sobre las razas humanas, entendidas éstas no como objetos de naturaleza
básicamente biológica, sino como el terreno mismo de la interacción bio-social, lo que
implica un conocimiento de los dos ámbitos, pero sin reducir a ninguno de ellos.

La antropología física al mismo tiempo se subdivide en distintas ramas:


forense, primatología, osteología, somatología, ontogenia, paleo antropología, paleo
patología, antropología genética y ecología humana.

Ahora bien, la aparición de la antropología biológica tiene mucho que ver con la
exploración y el descubrimiento por los europeos (siglo XV) de los diferentes pueblos y
culturas del Nuevo Mundo, África del sur, el sur de Asia,... Y que dieron como
resultado la introducción de ideas revolucionarias sobre la historia cultural y biológica
de la humanidad. Se descubren nuevas razas, se elaboran teorías sobre la evolución
del hombre y el desarrollo humano, técnicas cada vez más perfectas para medir el
color de la piel, los ojos,...Y así la clasificación de las razas se hizo cada vez más
compleja.

17
Ciertamente, con la teoría del estudio de Darwin (siglo XIX), se abre un nuevo
campo para el estudio de la especie humana y marca el comienzo de la antropología
científica. Esta teoría dice que las formas de vida no son estáticas sino que
evolucionan, las especies cambian continuamente, unas se originan por dichos
cambios y otras desaparecen, es un proceso lento y continuo. Los organismos
semblantes están emparentados y descienden de un común.

La selección natural, determina cambios en los seres porque se han de adaptar


al ambiente y sobrevivir en él.

De aquí derivan las investigaciones sobre los homínidos, su evolución hasta el


hombre actual y cuál es su origen. Descubrimientos fósiles de homínidos importantes
en el siglo XX, muestran un amplio árbol evolutivo de una especie que va adquiriendo
nuevas características para adaptarse al medio hasta llegar a la actualidad.

“No se puede afirmar que el hombre venga del mono, ya que los homínidos son una
especie diferente, pero el hombre y los primates vienen de un antecesor común aún
por descubrir” (Arsuaga, J.L.)

Hasta ahora se sabe que la especie humana se originó en África y que estos primeros
homínidos coexistieron con otras especies homínidas que no se adaptaron al medio y
se extinguieron.

Para terminar y entender mejor cómo surgió nuestra especie y cómo


evolucionó, es necesario que conozcamos la genética, su reproducción...ya que la
evolución orgánica es consecuencia de la interacción de procesos reproductores y
evolutivos. Los procesos reproductores dependen de la replicación de la información
genética codificada en las moléculas de ADN que están en los cromosomas.

Además, el núcleo de todas y cada una de las células del cuerpo humano
contiene una secuencia de estructuras conocida como cromosomas. Cada cromosoma
consta de largas fibras simples que reciben el nombre de cromatinas; éstas a su vez
consisten en una distribución ordenada de unidades globuliformes llamadas
nucleosomas. Envuelta en los nucleosomas se halla la molécula de ADN (ácido
desoxirribonucleico) responsable de la herencia. Cada cromosoma contiene una única
y enorme molécula de ADN.

La evolución biológica (la transformación de un tipo de organismo en otro) se


produce cuando se altera la frecuencia de antiguos o nuevos genes en una población
dada. Todo proceso que altera la frecuencia de los genes en una población es una
fuerza evolutiva. Según los biólogos hay cuatro grandes fuerzas evolutivas: deriva de
genes, flujo de genes, mutaciones y selección natural.

Por otra parte, la Hominización es el proceso de evolución que determinó la


aparición del ser humano como especie a partir de los homínidos que le precedieron y
que podría haberse iniciado hace cinco millones de años.

Ahora bien, no fue hasta hace unos 600 millones de años cuando los grandes
animales de cuerpo duro comenzaron a ser abundantes. Los primeros mamíferos
aparecieron durante la era mesozoica hace unos 225-180 millones de años. Muchos
mamíferos comenzaron a desarrollarse y a partir de entonces muchas especies
18
desaparecieron, se dice que las que hoy conocemos son distintas de las que existieron
en esa época. Los mamíferos de la actualidad se agrupan en: cetáceos, carnívoros,
marsupiales, roedores,... de entre todas estas agrupaciones, los seres humanos
pertenecen a los primates.

Los primates, aparecieron hace 70-60 millones de años, los primeros vivieron
durante el Paleoceno y el Eoceno. Se parecían a los prosimios y eran probablemente
los antepasados de los actuales lémures y tarsios. Los primeros eran pequeños seres
que empezaron a vivir en los árboles. Durante su desarrollo evolutivo fueron
adquiriendo y mejorando ciertos rasgos, como por ejemplo: manos muy desarrolladas
y fuertes, tienen una agudeza visual bastante desarrollada (distinguen colores) en
contraposición con su pobre olfato, son muy sociales, es más, necesitan tener
compañeros para sobrevivir y madurar, y alta relación entre el peso corporal y el peso
cerebral.

Además del ser humano, los simios, monos y musarañas también pertenecen a
los primates. Por otro lado, los primeros homínidos inconfundibles no aparecieron
hasta el Plioceno, hace unos 4 millones de años. El género Homo apareció en la
transición del Plioceno al Pleistoceno y nuestra propia especie, el Homo Sapiens, a
finales de Pleistoceno. Tienen unas características relevantes como pueden ser: mano
con dedo pulgar desarrollado, se pueden mantener erguidos y caminar con dos pies
(bipedismo), cerebro relativamente grande,... Los homínidos más antiguos son los
Australopithecus, que significa “simio del sur”, en reconocimiento de que Dart lo
descubrió en Sudáfrica. Existieron cuatro especies: Australopithecus afarensis,
africanus, robustus y bosei.

Los Australopithecus caminaban erguidos y podían correr varios metros


portando cosas pesadas en las manos, tenían largos brazos y además tenían un
pulgar bastante desarrollado. El tamaño del cerebro era similar al del gorila, su
mandíbula era grande y el mentón hundido. De todas las especies de
Australopithecus, la más famosa es el Australopithecus afarensis, debido a un fósil, el
de Hadar, de una hembra “Lucy”. Pero hace medio millón de años que se extinguieron.

Los científicos distinguen entre dos grupos de homínidos, uno de ellos es el


género Homo, que incluye tres especies: Homo ha- bilis, Homo erectus y Homo
sapiens.

Pero los que se extendieron por la tierra más que ninguno de los primates anteriores
fueron los Homo sapiens sapiens. Ciertamente, después de 35.000 A.C solamente
quedó una especie homínida en todo el mundo, nuestra especie Homo sapiens
sapiens.

Una vez explicada la evolución de los seres humanos, hablamos de los


factores biológicos que influyen en el ser vivo “homo”.

El primer influyente, el medio ambiente. El ser vivo no existe encerrado en si


mismo, sino que, por su organización, la que condiciona su autorreproducción, está
relacionado con factores ajenos a él mismo. Cada especie animal tiene un entorno
característico, propio de la especie; y este entorno limitado se transmite
hereditariamente a los individuos de la especie correspondiente. El hombre se
19
presenta como un ser abierto respecto al mundo, ya que está distribuido por todas las
regiones de la tierra y por tanto, posee el grado máximo de riqueza y diferenciación del
entorno, de flexibilidad en sus vínculos ambientales de todas las especies de seres
vivos como consecuencia de la posibilidad de variación de significados no fijados
hereditariamente.

Otro influyente, el componente anatomofisiológico. El ser vivo realiza las


relaciones necesarias con el medio ambiente a través de su comportamiento, de modo
que precisa de una organización nerviosa, sensorial y genética que le posibilita captar
el medio ambiente y reaccionar frente a él, a esa organización se le denomina
anatomofisiológico.

La individualidad, un ser vivo es una existencia, que en su totalidad representa


una unidad, en la que todas las piezas están ajustadas y entrelazadas unas con otras;
por tanto, está centrado en sí mismo organizándose como un sistema complejo que
forma una unidad. El ser individual no se puede denominar un mecanismo que
reaccione, sino que se ha de entender como un centro de actividad y de vida interior
propia, es decir, es capaz de manejar las circunstancias características de la especie a
que está vinculado como individuo. Además, otro hecho que indica la posibilidad y la
realidad de individualidad es la perfecta capacidad de expresar su estado interno en
que se encuentra mediante la expresión. Y, por último, la capacidad que tienen de
adaptar significados ambientales y modos de conducta por primera vez en la
realización de su vida, la capacidad de aprender.

Y, para finalizar, la socialidad, un ser vivo no existe solitariamente, sino que


vive en contacto con sus congéneres, gracias a eso podemos relacionarnos con otros.
Entre todas las especies, la del hombre es la que ha conseguido el nivel más elevado
de socialización. El hombre es el único que para el desarrollo de sus características
específicas necesita la vinculación con seres vivos de su propia especie. Además, la
formación del ser humano no se desarrolla sola, es necesario el vínculo de este ser
humano con una sociedad compuesta por congéneres de su misma especie.

5.2. Antropología de la educación y la sociología de la educación.


La sociología de la educación es una de las más jóvenes ramas del saber
humano, ya que posee alrededor de tan solo un siglo de existencia.

La sociología se encarga precisamente del estudio de la estructura,


funcionamiento y desarrollo de la sociedad.

Si la antropología de la educación fuera exclusivamente una parte de la


sociología de la educación, los hechos de los que se ocupa el antropólogo de la
educación sólo serían considerados desde una perspectiva social, quedando fuera de
su interés toda consideración de otro tipo.

Otro criterio de demarcación es la preferencia de la antropología por las


sociedades estables frente a la preferencia de la sociología por sociedades dinámicas
o en rápido proceso de cambio, porque la antropología de la educación está
necesariamente abierta al estudio de los conflictos que tienen las sociedades
pequeñas, siendo para ella tema de especial consideración el estudio de ese amplio

20
campo que es la aculturación. El cambio es objeto privilegiado de la antropología de la
educación, en no menor medida que de la sociología de la educación.

La antropología de la educación estudia la conducta del pasado, de los otros, y


de nosotros mismos con relación a lo educativo, en cambio la sociología de la
educación nos permite entender el medio donde se desenvuelve y educa el hombre
(conducta social).

El ser humano se encuentra siempre abierto a “algo”, inacabado. Contrariamente, los


animales se mueven en círculo cerrado, de forma innata y únicamente perciben de su
entorno aquello que es necesario para su supervivencia. Sin embargo, el hombre, para
sobrevivir, ha de adquirir sus “modos de conducta” mediante un proceso que se
desarrolla, desde que nace, en un contexto social. La competencia social es la base
de su supervivencia.

Estos modos de conducta llevan implícitos una serie de contenidos que no sólo
puede proporcionar la cultura. Se necesita de la práctica adquisitiva cultural dentro de
la cual hay que incluir los procesos de enculturación, socialización y Educación.

Tenemos que dejar claro que existen claras diferencias entre la antropología
social y la cultural, de modo que ambas son resultado de dos tradiciones nacionales
diferentes, y en teoría la antropología social tiene un campo más restringido que
comprende normalmente el estudio de la organización económica, política, social y de
ideología, pero por otra parte cuando nos referimos a la antropología cultural sabemos
que estudia de la cultura material también, centrándose en las concepciones del
mundo, del arte, de la personalidad, etc. Y ésta se centra más en el estudio de los
símbolos mientras que la antropología social como comentábamos se sitúa más en las
relaciones sociales.

Pero sí es cierto que cuando llegamos a la práctica sociológica no encontramos


tanta diferencia entre una y otra, ya que las líneas de separación son mucho más
borrosas, por lo tanto no es erróneo el hablar de la antropología social y cultural como
una misma disciplina.

Konrad Lorenz y Niko Timbergen sentaron las bases de una nueva disciplina:
“la etología” o estudio de la conducta. La Etología afirma que existen programaciones
genéticas de la conducta que han sido producto de la selección natural, para
adaptarse al modo de vida de los individuos de las diferentes especies.

La especie humana ha vivido tomando decisiones para sobrevivir al medio


físico, pero somos seres sociales que necesitamos vivir en comunidad y adaptarnos al
medio social. Tenemos la posibilidad de elegir nuestros modos de conducta, de dar
respuestas diferentes en función de nuestros intereses y necesidades. Los seres
humanos en proceso de crecimiento necesitan de los demás para su desarrollo.

Los seres humanos necesitan de cuidados y atenciones de la orientación y


mediación de unos modelos guía, que les sirvan de apoyo y protección. Necesitan del
cuidado para su socialización y Educación. Numerosas evidencias nos muestran que
las personas de las llamadas “sociedades individualizadas” suelen desarrollar

21
normalmente una gran competencia social, que les permite controlar la agresividad y
activar pautas de comportamiento social adecuadas.

Todos los seres humanos poseen cultura; todos los pueblos de cualquier
tiempo y lugar. La cultura, definida antropológicamente abarca características que
llevan a definirla como general y específica, aprendida en un contexto social,
compartida ya que no es un atributo de un solo individuo, normativa y pautada ya que
las costumbres y creencias, están interrelacionadas entre sí.

La marca de la influencia cultural en el ser humano y en su comportamiento es


un fenómeno muy complejo en el que inciden muchas variables. Ello explica por qué el
comportamiento y las normas sociales presentan diferencias tan grandes contando
con posibilidades en principio comunes.

Los seres humanos recibimos la información del medio ambiente y la


almacenamos. Esta capacidad de almacenar la información tiene lugar en los
organismos capaces de aprender, es decir, de experimentar un cambio de conducta
por la experiencia. Este cambio es un cambio adaptativo y evolutivo puesto que de
manera paulatina se va aumentando la capacidad de recibir y procesar la información
del medio.

• La naturaleza de la sociedad

Cuando hablamos de naturaleza nos encontramos frente a la naturaleza de la


Tierra, aquella que nos rodea y de la cual sabemos ha sido creada “perfecta y
equilibrada” que se ha ido configurando con su madurez, y que a la vez ha estado
siendo irrumpida con el paso de la humanidad, siendo nosotros mismos los que hemos
estado modificando su equilibrio natural a nuestro parecer, de modo que nos
encontramos con una serie de cambios que han incidido en un mínimo tiempo en toda
una estructura equilibrada durante millones de años.

Así pues, lo bueno para el ser humano sería lograr ese equilibrio de modelo de
naturaleza que sólo puede considerarse de manera que podamos convivir sin la
destrucción, es decir, con ayuda del rigor, de la coherencia porque el equilibrio social
sólo es posible a través de la razón. Por ello, así es, el ser humano debe guiarse por
unas reglas de coherencia, y esas reglas únicamente se las dará la razón porque es
preciso considerar el valor de la vida para todos los que tratan a los de su misma
especie.

Es cierto que todo esto está basado en una relación de poder que existe en las
sociedad hoy en día y es por ello, por lo que cuando el fracaso o deterioro de nuestra
civilización se da, responde a una eficiencia racional que deja de evitar los intereses
destructivos de poder, de los cuales todos somos responsables, que en la convivencia
realizan adoctrinamientos de clases sociales o ambiciones de imponer o de inculcar
culturas o religiones. Porque cada sociedad, es única y compleja en sí misma, y por lo
tanto no se trata de ser culturas de meros agrupamientos heterogéneos de actos y
creencias. Cada una de ellas tiene ciertos fines a los que está dirigida su conducta y a
los que tienden sus instituciones, cada sociedad marcha a lo largo de caminos
distintos en persecución de fines distintos, y los fines y los medios de una sociedad no
pueden ser los fines en términos de los de otra sociedad, porque son esencialmente
22
ilimitados. Por ello es que todas las culturas no han configurado, lógicamente, sus
miles de renglones de conducta dentro de un molde equilibrado y rítmico.

• El individuo y la pauta de la cultura

La vasta conducta colectiva que existe hoy en día se forma de las conductas
individuales que ejemplifican las motivaciones de cada cultura. No existe un
antagonismo propiamente dicho entre el papel de la sociedad y el del individuo, por
ello es que existía una idea errónea hace unos años en donde se pensaba que lo se
sustraía de la sociedad se agregaba al individuo y que aquello que era sustraído del
individuo era agregado a la sociedad, pero no es del todo así porque como bien
sabemos la cultura de la sociedad proporciona la materia prima de la que el individuo
hace su vida. De modo que le afecta totalmente, y así si la sociedad sufre, el individuo
también lo hace.

Así pues, existe aún este modo de pensar nuestro en el que creemos que la
sociedad está “en contra” nuestra, ya que en nuestra civilización se singularizan las
actividades reguladoras de la sociedad, y tendemos a pensar que la sociedad nos
impone las leyes y las restricciones. Pero tenemos que comprender, que este punto de
vista resulta ingenuo si lo pensamos con exactitud, porque la sociedad solo
incidentalmente y en ciertas ocasiones es reguladora, y la ley no es equivalente al
orden social en ninguno de los casos. No se le puede tomar de forma como si fuese un
equivalente al orden social, ya que la ley nunca es más que un crudo instrumento de la
sociedad, que hemos inventado nosotros mismos para nuestra utilidad, y por eso
mismo jamás podremos separar la sociedad de los individuos, se trata de algo común,
ya que si lo pensamos bien, podemos darnos cuenta de que ningún individuo puede
llegar ni siquiera al umbral de sus potencialidades sin una cultura en la que participe.

Y seguidamente, podemos evidenciar que ninguna cultura, civilización o


sociedad tiene en sí un elemento alguno en el que no sea contribución de un individuo.
Pero si que resulta cierto, que a pesar de ello ninguna cultura es capaz de desarraigar
las diferencias en los temperamentos de las personas que lo componen, porque esta
relación resulta tan estrecha que no sería posible estudiar modelos de cultura sin
considerar específicamente su relación con la psicología individual.

5.3. Encuentro de la Cultura Antropológica y la Educación, y Antropología


Cultural.

La Antropología social o cultural es la rama de la antropología que se ocupa de


la descripción y análisis de las culturas.

Desde una perspectiva antropológica no se puede hablar de un hombre sin


cultura. Los siguientes rasgos destacan las características que algunas de las teorías
de la cultura más relevantes le atribuyen:

- La cultura es un modo súper- orgánico de adaptación.


- La cultura es información, se aprende y se transmite, pero también es creación.

23
- Es el resultado del quehacer histórico de los diversos grupos de seres
humanos.
Los antropólogos sociales o culturales pueden tal vez estudiar a las mismas
personas, pero sus intereses, aunque independientes versan sobre facetas distintas
de su actividad. Es propio de los antropólogos intentar explicar cada elemento de una
cultura concreta por su relación con los otros; por lo que éstos, intentan mostrar de
qué modo las pautas de comportamiento se relacionan con los valores y normas de la
cultura en que se integran.

Este tipo de conocimiento surge dentro de la antropología de la educación a


finales de 1800, cuando empiezan a tener importancia para algunos antropólogos las
prácticas de la educación y crianza, y así, comprender la infancia.

5.4. La Educación entre cultura y personalidad.

5.4.1. La corriente cultura y personalidad:

La corriente antropológica que más se ha interesado por el estudio de la


configuración por la cultura del ser humano es la corriente conocida bajo el rótulo de
«cultura y personalidad», de orientación Boasiana. Varios de los antropólogos más
destacados en este campo, como Ruth Benedict, Margare Mead, Edgard Salir y Jules
Henry estudiaron con Boas en la Universidad de Columbia. Esta corriente se mueve
dentro del particularismo histórico y tiene en sus inicios una gran influencia psicológica
y particularmente psicoanalista de autores como Mead, Benedict, Kroeber.

Pero lo fundamental, lo que en este punto interesa es la atención preferente que


otorgan a los procesos infantiles de enculturación. La corriente cultura y personalidad
constituye, sin la contribución más importante a nuestro campo de estudio. Ruth y
Margaret Mead son de hecho los grandes artífices de que el estudio de los procesos
educativos forme parte del campo de la Antropología cultural.

La corriente cultura y personalidad se dio a conocer en los seminarios de verano


de la Universidad de Columbia en los años 39 y 40 del siglo pasado. De hecho, la
corriente cultura y personalidad se convierte en estos años en un lugar de encuentro
entre la Antropología tradicionalmente dedicada al estudio de grupos culturales y la
psicología, que estudia a los individuos y su personalidad.

Esta relación, en apariencia dispar, da lugar a una actitud o tendencia, de corte


configuracionista respecto de las situaciones culturales; así, R. Benedict, pretende en
gran medida explicar cuál es el modelo que conforma cada cultura, afirmando que la
cultura configura la personalidad de los individuos por lo que se da un temperamento
tipo para cada cultura (o tesis de la unidad psicológica).

Por otro lado, lo que Kardiner, extraordinariamente influido por el papel de la


Educación estriba en ser articulante y relacional entre ambos elementos ya que se nos
presenta como mediadora de la cultura en relación a la personalidad y viceversa.

De ahí que se haya afirmado que la corriente «cultura y personalidad» provoca


una Antropología paidocéntrica, asentada en el estudio de la infancia, ya que en los
primeros años de vida del niño y a través de los procesos educativos que configuran la
24
crianza, se evidencian determinantes en la conformación de la personalidad;
asimismo, también interesará el estudio de la adolescencia ya que en ella se
manifiestan ya de forma nítida los rasgos de la personalidad individual previamente
configurada.

Para su análisis seguiremos los planteamientos de Kluckhonh, Murray y


Schneider, que recopilaron y sistematizaron las diversas tendencias del movimiento
«cultura y personalidad», en torno a tres grandes parámetros:

a) relaciones entre cultura y naturaleza humana (en cierto modo cada hombre es
como los demás hombres)

b) las relaciones entre cultura y la personalidad típica del grupo en que se vive
(cada hombre es, en cierto modo, como algunos otros hombres)

c) relaciones entre individuo y cultura (cada hombre es, en cierto modo, como
ningún hombre).

• Cultura y naturaleza humana

Esta línea hace hincapié sobre todo en el carácter universal de la naturaleza


humana. Por un lado encontramos a Malinowski, para quien el hombre es ante todo un
ser biológico, de forma que la cultura y sus instituciones surgen para satisfacer las
necesidades universales del ser humano. Dentro de esta línea de integración de lo
biológico y lo cultural, son interesantes también los intentos de Kluckhonh y Mowrer,
los cuales afirman que hay dos factores fundamentales: organismo y medio,
distinguiendo, en este último, el medio físico, social y cultural. De este modo, la
conducta y el desarrollo humano dependen de una cuádruple configuración: biológica,
ecológica, social y cultural. Estos cuatro factores pueden ser, al mismo tiempo,
funcionales, universales, comunes e individuales.

El planteamiento de mayor interés para nosotros, no obstante, es el de M. Mead,


que analiza temas de Educación, infancia y adolescencia. Destaca la influencia de la
«forma cultural» educativa en la diversidad de los comportamientos que se observa
en distintas culturas.

Mead intenta demostrar que la dimensión biológica es universalista y que la


diferencialidad viene propiciada por las particulares respuestas culturales a las
necesidades biológicas. No hay, por tanto, para Mead, reglas culturales universales
con las que abordar o categorizar a la infancia y adolescencia. Mead, no obstante, sí
considera la importancia de los factores psicosociales y culturales en la vida y
conducta de los individuos.

Para éste, las formas, pautas y valores, en que se educa a los niños configuran la
vida de los individuos, así mismo considera que el papel de la Educación es ser el
vehículo de transmisión cultural que para Mead resulta fundamental. Es necesario
señalar que su influencia ha sido muy duradera.

• Cultura y personalidad típica del grupo. la personalidad modal


25
Dentro de esta corriente, representada fundamentalmente por Benedict y
Kardiner, se entiende por «personalidad modal» el conjunto de comportamientos
aprendidos, de rasgos de personalidad común de la que participan los miembros de un
grupo o comunidad cultural. No es que ignoren los componentes individuales de la
personalidad, pero acentúan las dimensiones de la personalidad que se ven
moduladas por la transmisión cultural.

R. Benedict, en su famosa obra “Patter of Cultura”, estudia en diferentes culturas


las pautas que constituyen desde su punto de vista la personalidad modal, entendida
ésta como «configuración peculiar, aprendida e internalizada» por el sujeto. R.
Benedict sostiene que los individuos adoptan con independencia de lo que sean sus
instituciones, la conducta dictada por la sociedad. La cultura de la sociedad
proporciona la materia prima de la que el individuo hace su vida. Si es inadecuada el
individuo sufrirá, si es rica el individuo tiene la oportunidad de disfrutar de sus
posibilidades.

Kardiner, intentó por su parte llevar a cabo una revisión sustancial de la teoría
freudiana en su aplicación antropológica, en su obra Estructura de personalidad
básica. Kardiner entiende que la personalidad de base se forma a partir de las
potencialidades creadas por la cultura. La personalidad de base debe diferenciarse
cuidadosamente del «carácter», que hace referencia a la disposición individual del yo.
La personalidad de base se forma a partir de la influencia de «las instituciones
primarias», que son las responsables de su formación.

Como instituciones primarias, Kardiner (1967) señala, en primer lugar, a la familia,


donde el niño es alimentado y educado. A su vez, estas «instituciones primarias» dan
origen a las «instituciones secundarias», que satisfacen necesidades y mitigan las
tensiones creadas Por aquéllas. Entre las «instituciones secundarias» Kardiner señala
las creencias, las instituciones jurídicas, etc. Desde esta perspectiva, cobra gran
importancia el proceso de enculturación del individuo, sobre todo en la primera
infancia.

• Cultura e individuo

Dentro de la misma corriente de «cultura y personalidad» surge, entre los años


cuarenta y sesenta, una nueva tendencia más cercana a las teorías behavioristas que
al psicoanálisis. Los autores más representativos de esta tendencia son Wallace
Whiting y Child. Los cuales, modificaron y ampliaron la dicotomía primaria y
secundaria de las instituciones de Kardiner.

En líneas generales, estos autores, partiendo de la posición de Kardiner sobre la


personalidad de base, así como de las teorías del aprendizaje de Dollard, Skinner y
del empleo de técnicas estadísticas, buscaron correlaciones entre las prácticas de
instrucción y las actitudes durante la enfermedad. Centrando el estudio de la cultura
en el individuo en cuanto sujeto de procesos culturales.

Así mismo, Whiting y Child distinguieron entre lo que llamaron «prácticas de


instrucción del niño» y «los sistemas de mantenimiento», es decir, las organizaciones
económicas, políticas y sociales de una sociedad y las costumbres básicas que
rodean la alimentación, el albergue y la protección de sus miembros. Les interesaba,
26
sobre todo, conocer cómo las prácticas de instrucción del niño se evidencian y
concretan en actitudes.

Whiting intenta estudiar las instituciones primarias de Kardiner y, en concreto, el


proceso de enculturación a la luz de la teoría del aprendizaje de Dollard.

Ralph Linton en la misma línea, señala que los factores hereditarios son
inadecuados para explicar muchas de las diferencias que se observan en los patrones
de personalidad en las sociedades, por ello la única alternativa es atribuir estas
diferencias al medio ambiente particular en que crecen los miembros de las diversas
sociedades. Es decir, que el desenvolvimiento de la personalidad del individuo está
condicionado por la cultura. Linton clasifica esta influencia en dos tipos totalmente
distintos: por una parte, los derivados de la conducta de los individuos hacia el niño,
conducta normada por la cultura, que comienza en el nacimiento y tiene su mayor
significación durante la infancia.

Por otra, la que se deriva de la observación o instrucción que el individuo hace de


las pautas de conducta características de su sociedad. Muchas de estas pautas no le
afectan directamente, pero le proporcionan modelos para el desarrollo de sus propias
respuestas.

Para Ralph Linton, la verdadera importancia del estudio antropológico de las


pautas culturales para el cuidado y enseñanza de los niños estriba en los efectos que
éstas tienen sobre los más profundos estratos de la personalidad de los individuos, en
cuanto son decisivos para el establecimiento de los sistemas de contenido de la
personalidad.

La adquisición durante el desarrollo de nuevas pautas de conducta congruentes


con los sistemas de valor-actitud generales del sujeto, tienden a afianzar estos
sistemas y a establecerlos con mayor firmeza conforme transcurre el tiempo. Cuando
se desarrolla la vida en una sociedad de cultura estable a medida que avanza su
edad, su personalidad, se integra más socialmente.

LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. CONSOLIDACIÓN COMO CAMPO DE


ESTUDIO.

El origen más remoto que encontramos en la Antropología de la Educación es el de


los trabajos de campo.

Los dos aspectos o influencias más relevantes en el desarrollo de los trabajos de


campo fueron los llevados a cabo en:

a) Tribus exóticas

b) Estados Unidos, a consecuencia de la ideología del “Melting Pot” en


Educación, que pretendía representar una única cultura nacional, ya que en el
mismo país existía una amplia gama de minorías culturales. La imposibilidad
de lograr esta unidad cultural condujo al estudio del hecho educativo, puesto
que estas minorías manifestaban resistencia a la homogeneidad alcanzando
un índice significativo de fracaso escolar entre otras disfunciones manifiestas.

27
Atendiendo a las tendencias históricas podemos diferenciar tres periodos en la
consolidación y desarrollo de la Antropología de la educación como disciplina. Éstos
son:

a) Los años de formación (sus inicios, de 1925 a 1954 aprox)

b) La conferencia de Stanford ( de 1954 a 1970)

c) La institucionalización y profesionalización ( creación del C.A.E.,)

De estos tres periodos los referentes más destacados son la Conferencia de Stanford
(1954) que delimitó el periodo de formación de la Antropología de la educación como
disciplina y la organización del “Council on Anthropology and Education” (CAE) en
1979, donde se da por constituida la disciplina, afianzándose y siguiendo su propia
andadura con nuevas tendencias y cambios que repercutirán en la profesionalización y
reconocimiento de la antropología de la educación.

28
LOS AÑOS DE FORMACIÓN (1925-1954)

Entre los años 1925 y 1954 se desarrollaron investigaciones, por parte de


antropólogos reconocidos, de los sistemas formalizados de la educación y del proceso
de enculturación del niño que representaron el primer acercamiento y reconocimiento
de la importancia de la antropología y la educación.

Hasta el siglo XIX la antropología se caracterizó por el seguimiento de teorías de


evolución unilineal y la difusión extrema, pero en estos años la antropología ya había
dejado atrás estas teorías y prefería una antropología más práctica y aplicada (trabajo
de campo), valorando la relación de la importancia de las teorías así como de la
práctica y su aplicación, siendo de gran importancia la complementación para orientar
el estudio del comportamiento humano y de sus instituciones.

Desde esta perspectiva (orientación global entre la teoría y la práctica) se planteaba la


posibilidad de la aplicación de los conocimientos antropológicos en las políticas
administrativas para intentar paliar y solucionar problemas educativos (concretamente
el de las poblaciones nativas en las colonias británicas y en USA).

En la década de los treinta, se consolidó la corriente clave para la disciplina


Antropología de la Educación, que se denominó Cultura y personalidad.

Esta corriente tuvo mucha importancia porque los antropólogos se interesaban por los
estudios de la adolescencia y por los primeros años del niño, pues a través de los
procesos educativos que configuran la crianza de la primera infancia se evidencian
ciertos determinantes en la conformación de la personalidad del individuo. De esta
forma la educación cobra especial importancia como eje fundamental en la relación
cultura y personalidad, a pesar de la disparidad de opiniones entre psicólogos y
antropólogos pues los primeros enunciaban sus teorías sin relacionar los datos
concretos de las variables culturales de los individuos.

Desde mediados de los años veinte a los cincuenta, las investigaciones relacionadas
con el desarrollo infantil eran muy numerosas (tanto siendo los sujetos de estudio la
infancia en África y Oceanía como en Estados Unidos) En los años cuarenta una serie
de profesionales (antropólogos, psiquiatras, psicólogos y médicos) participaban en
programas de cooperación y acción social sobre la personalidad y Educación.
Desarrollaron trabajos de campo y recogieron datos científicos con la finalidad de
realizar recomendaciones para las políticas federales (en USA) de educación, en los
programas educativos y administrativos de los indios.( programas para unos 1000
niños en doce reservas con cinco tribus)

Tanto en Gran Bretaña como en USA (países precursores de estos estudios, uno por
la preocupación de la enculturación y educación de las poblaciones nativas de sus
colonias y el otro como país receptor y formado por una amplia gama cultural, de
etnias, razas, y clases sociales) se iniciaron estudios de etnografías infantiles y
estudios de los efectos de la cultura y otros factores ambientales en niños
desembocando en estudios para aportar soluciones a los problemas educativos y
específicamente de aquellos que resultaban de la interacción entre varias culturas,

29
dando como resultado el nacimiento de la antropología social y cultural moderna,
reforzada por el movimiento interdisciplinar de las ciencias sociales ( sociología,
antropología, psicología, pedagogía) que definió las ciencias sociales como ciencias
aplicadas, la expansión académica de la antropología y el financiamiento privado de
fundaciones ( Rockefeller, Carnegie, etc.) debido a la potencial contribución de los
estudios a las soluciones de problemas comunitarios y sociales

LA CONFERENCIA DE STANFORD (1954)

Vista la situación en las décadas anteriores el encuentro más representativo entre


antropología y educación se dio como hito en la Conferencia de Stanford (Conferencia
que se desarrolló en Carmen Valley, California, en la Universidad de Stanford, en
1954) por el enfoque que le dieron sus participantes, pues apuntaron la necesidad de
la institucionalización del campo.

Esta conferencia fue financiada por la Carnegie Corporation y copatrocinada por la


American Anthropological Association and Department of Sociology. Coordinada por
George Spindler, la mitad de los 22 participantes eran de la Universidad de Stanford,
con el mismo número de participantes antropólogos como de educadores.

Participaron:

ANTROPÓLOGOS EDUCADORES

John Gillin James Gillen

Margaret Mead William Cowley

Bernard Siegel Lawrence Thomas

Solon Kimbel Arthur Coladarci

Cora Dubois Fannie Chaftel

Doroty Lee Lawrence Frank

Louise Spindler Hilda Taba

George Spindler Robert Bush

Jules Henry Willian Martin

(Alfred Kroeber, realizó una ponencia)

Los temas más representativos tratados en la Conferencia fueron:

 La búsqueda de una articulación de la Educación y la Antropología

 El punto de vista filosófico y teórico a la vez.

 La necesidad de una contextualización sociocultural del proceso


educativo
30
 La relación de la educación con respecto a las fases “culturalmente
expresados” del ciclo de la vida.

 La naturaleza de la comprensión y el aprendizaje interculturales.

Y pueden resumirse en estos cuatro apartados:

1. La articulación teórica y filosófica de la educación y la antropología.

2. La necesidad de una contextualización de los procesos educativos.

3. La relación de la educación con la cultura

4. La naturaleza de la enseñanza y aprendizaje intercultural.

También se habló dentro de la relación educación y cultura de los análisis específicos


de las relaciones interétnicas y los problemas de los estudiantes minoritarios, de los
cambios demográficos a nivel escolar y las formas de aprendizaje vernacular.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN Y LA ESPECIALIZACIÓN (1955)

A partir de 1955 empezó el periodo de consolidación del campo en la especialidad de


Antropología y Educación. Cambio determinado por los cambios sociales que se
produjeron tras la 2ª Guerra mundial de forma paralela a la influencia mundial que
desplegó los EEUU, tras resultar vencedor y una de las potencias dominantes tras
dicha guerra.

La antropología y Educación de las postguerra tuvo una amplia expansión gracias a la


financiación del gobierno (tanto federal como estatal ) en USA; cabe recordar que en la
segunda etapa, esta financiación se había producido por medio de patrocinios
privados en forma de fundaciones, lo que repercutió en su consolidación en las
universidades, debido a avances científicos y de transporte moderno, que permitió
orientar el estudio de las diversas culturas a nivel nacional, al análisis de culturas
foráneas y realizar comparaciones entre éstas y las propias. Lógicamente los avances
propiciaron la especialización y esto permitió un estudio más amplio y nuevos
intereses teóricos, que se caracterizaron por el abandono del funcionalismo
estructural, representado por Malinowski y Radcliffe, así como de algunos de los
paradigmas de la corriente Cultura y personalidad, representados por Mead o
Benedict, optando por la diversidad teórica, el eclecticismo metodológico y el debate
teórico.

El interés del campo por la aplicación de la disciplina a la solución de problemas


(políticos, sociales y económicos) se abandonó, perdiéndose también el interés por la
antropología aplicada.

La Antropología y Educación (como antropología especializada) discurre de forma


paralela a su impartición en los colegios profesionales de educación. Este hecho fue
favorecido por los nombramientos de los antropólogos (interesados en Educación)
Spindler y Kimball para altos cargos profesionales de estos colegios.

31
A partir de los años 50 tiene lugar la formación de los estudiantes en antropología y
educación como especialistas en antropología educativa.

Los materiales más representativos para su formación son: Proyecto T.R.U.E. y los
estudios publicados por eminentes autores, basados en investigaciones de campo y
con gran preocupación por el desarrollo curricular. (Es en estos años cuando se
publican textos tan relevantes como: Educación y cultura de Spindler y Antropología
educativa de Kneller)

En los años 60, tuvieron lugar actividades de desarrollo curricular de Antropología y


Educación debido a los ataques hacia la escolarización formal, a causa de los
resultados que se registraban de fracaso en minorías étnicas, hispanos, negros e
indios, que se correspondía con zonas rurales desfavorecidas y con zonas urbanas
marginales.

A finales de los años 60 la institucionalización de la especialización antropológica


(Antropología y Educación) era casi completa, pues en 1968 se fundó un “Group on
anthropology and education” que sentó las bases de la organización formal del C.A.E
en 1970 (Council on Anthropological and Education)

En los años 70, vuelve a tomar importancia la antropología aplicada y la práctica de


ésta en entornos no académicos; siendo de gran importancia en 1975 el encuentro
celebrado en San Francisco, en el que se trató de forma monográfica el estudio del
multiculturalismo en educación.

Con la aparición del C.A.E. , se propició la creación de la revista “Anthropology on


Education Quarterly” (1977) que ayudó a la divulgación de los estudios realizados ,
formalizando un área de especialización profesional.

En la actualidad también se publican trabajos de gran interés social y educativo. El


CAE como organización refleja el liderazgo de los autores más relevantes en
antropología y educación, destacando:

1. El énfasis de la antropología como disciplina (dedicada a los estudios


interculturales comparados)

2. La reafirmación de la sociedad de USA como sociedad multicultural y por ello


importante campo de investigación antropológica.

3. Reafirmación de la tesis de la importancia de la dedicación de la antropología al


desarrollo y aprendizaje infantil (en la variedad de sus formas y ambientes)

4. Insistencia de que los estudios etnográficos de los sistemas de enseñanza –


aprendizaje deben tener implicaciones en la política educativa.

5. La Educación actual está sujeta a constantes y bruscos cambios culturales,


sociales, políticos, económicos tecnológicos y contextuales.

En los años 80, resurgen los esfuerzos concertados y coordinados con el fin de
integrar las teorías, la aplicación y la investigación.

32
Ha sido decisivo para la consolidación de la Antropología y Educación las
aportaciones de la investigación cognitiva y sociolingüística, con estudios de procesos
comunicativos en el aula y otros contextos educativos, así como la incorporación de
los métodos etnográficos, dentro de la investigación educativa y de la preocupación
por la educación en países en vías de desarrollo.

• IMPORTANCIA Y SENTIDO DE LA ANTROPOLOGIA DE LA


EDUCACIÓN:

Como hemos visto hasta el momento, el hombre es más de lo que las ciencias
positivas pueden decir de él. En este sentido, la pregunta sobre qué es propiamente el
hombre como “ens educandus” y cuál es el sentido de la educación constituye uno de
los temas centrales de la Antropología de la Educación.

Otra de las prioridades, que se entiende como fundamental, es la preocupación por la


búsqueda de una imagen unitaria del hombre y de la educación, una visión integral
siempre en proceso de búsqueda, que se apoya en las aportaciones de las ciencias
positivas que tienen que ver con ese hombre y su educación.

La Antropología de la Educación es una disciplina sistemática, descriptiva e


interpretativa, que pretende cumplir una función instrumental: ayudar a orientar
lúcidamente la acción educativa. Esta orientación se realiza en dos sentidos:

- Uno de ellos más filosófico, busca clarificar la naturaleza de la educación y


la educabilidad.

- El segundo sentido, más antropológico, investiga la función que cumple la


educación en el marco del sistema sociocultural.

La función de la Antropología de la Educación consiste sobre todo en proporcionar un


conocimiento adecuado de las características antropológicas que son más relevantes
en relación con el proceso educativo. En otras palabras, la misión de este saber es
llegar a emitir juicios de valor entorno al deber ser de la educación, del hombre y la
cultura, desde la perspectiva educativa. Pero también puede emitir juicios de verdad
acerca de los contenidos científicos sobre los que se apoya, buscando la visión
unitaria de su objeto de estudio.

Para que la Antropología de la Educación pueda realizar eficazmente su cometido, ha


de cumplir dos condiciones:

- Ha de ser elaborada con el máximo rigor lógico para que pueda tener la
fuerza interpretativa que se espera de ella.

- Tiene que ser capaz de iluminar cuál es el papel de la educación dentro del
sistema sociocultural, sus limitaciones y también su eficacia.

Los conceptos fundamentales de la Antropología de la Educación suelen constituirse


alrededor de las siguientes nociones clave: la profunda diferencia que media entre el
animal y el hombre, la fundamentación del hombre como animal racional, como

33
espíritu crítico, cultural, simbólico, libre, la posibilidad de ser educado, la educación,
las representaciones simbólicas, etc.

Se pretende dotar a la Antropología de la Educación de calidad científica y calidad


pedagógica para afrontar la tarea de ofrecer una interpretación antropológica del
proceso educativo.

El motivo por el que se implanta esta asignatura en la carrera de Pedagogía es:


proporcionar a los alumnos un estudio sistemático de la sociedad y un conocimiento
del ser humano lo más ajustado y completo posible que facilite la tarea educativa.

Recientemente la Antropología de la Educación se ha desarrollado exclusivamente en


dos sentidos:

- El fracaso e inadaptación de los alumnos que pertenecen a determinadas


minorías étnico-culturales.

- El problema del rechazo y la incomprensión de la variabilidad cultural, que


aparentemente incorpora estrategias i técnicas propias de la investigación
sobre los fenómenos culturales, como la etnografía.

Es importante que se preste atención a estas dos realidades conflictivas que existen
en nuestras sociedades actuales, es en tareas como estas donde la existencia de la
Antropología de la Educación, como disciplina autónoma y como campo de estudio
para los futuros profesionales de la educación, cobra sentido.

Comprender desde la particularidad, aprender a partir de compartir los sentidos con el


otro, objetivar procesos de subjetivación, es decir, distanciarse de la realidad que
estamos creando para analizarla desde un punto de vista externo, cuestionarse sobre
lo cotidiano, preguntarse sobre el origen de la diversidad y sobre el sentido que los
humanos le dan a su existencia, ha sido la principal preocupación y ocupación de la
Antropología. La Antropología de la Educación ha producido un conocimiento de las
características básicas de los procesos de adquisición, transmisión cultural de los
cuales la educación es un proceso básico, y de los contextos de socialización y
educación, de la cultura. Proporcionando las herramientas necesarias para un mejor
conocimiento de la realidad educativa a la que se enfrentará en la vida profesional
mediante los métodos de la Antropología, el conocimiento de la Etnografía del aula, los
parámetros relevantes de la Antropología familiar y los presupuestos y problemática de
la Educación Multicultural.

LOS PRECURSORES DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN


La cultura es el marco en el que se llevan a cabo las experiencias humanas y se
transmiten de generación en generación, permitiendo la continuidad cultural.
La educación es el primer instrumento de transmisión cultural. Por eso, los términos
Antropología y Educación aparecen juntos de forma diversa en las disciplinas
pedagógicas. Estas disciplinas han centrado sus ámbitos de estudio desde la
Educación o desde la Antropología. Así, la Antropología pedagógica, la Pedagogía
antropológica y la Antropología educacional o educativa. Estos pueden considerarse
los precursores de la materia Antropología de la Educación.

34
La consolidación de la Antropología de la Educación dentro de las ciencias sociales,
significa la respuesta académica a una serie de demandas que permiten encauzar el
estudio antropológico-educativo.

35
1. Antropología pedagógica.
Existen diferentes modos de entender la Antropología pedagógica. Se trata de una
disciplina descriptiva e interpretativa que pretende cumplir una función instrumental:
orientar la acción educativa. Se resuelve en dos ámbitos fundamentales, uno de ellos
más filosófico y el otro más científico. Ambos tratan de definir tanto la especifidad de la
naturaleza humana como de la Educación.
Antropología pedagógica consiste en proporcionar un conocimiento adecuado de las
características antropológicas que son relevantes en el proceso educativo. Se concibe
como un saber elaborado, teniendo como base las aportaciones filosóficas y científicas
Heinrich Roth fue el primer autor que intentó establecer una Antropología pedagógica
como un ámbito de investigación claramente delimitado, dentro de la Pedagogía
general. Se trata de una ciencia integradora que investiga y elabora datos desde una
visión y preocupación pedagógicas. Su tarea es aclarar en qué consiste la
educabilidad y la indeterminación humana, así como la reciprocidad entre desarrollo y
Educación.
El estudio fundamental es “la persona” como ser en desarrollo y formación. El estudio
del desarrollo humano no puede ser privativo de una sola ciencia, sino que en el
desarrollo de las cualidades humanas intervienen la biología humana, la Antropología
física, la medicina, la psiquiatría, la psicología, la sociología, la Antropología cultural,
etc. Cada una de estas ciencias se dirige a un aspecto del ser humano, mientras que
la Educación se dirige a la totalidad.
Para Roth, la Antropología pedagógica es una disciplina particular de la ciencia de la
Educación que utiliza técnicas y estudios empíricos experimentales para elaborar sus
teorías y resultados. Termina por esbozar una teoría pedagógica de la personalidad y
de la acción, cuyo fin es la formación del ser humano maduro.
Por otro lado Herman Nohl, propone “ahondar en el conocimiento del niño, a través de
la experiencia”. La Antropología pedagógica sólo puede desarrollarse a través del
trabajo de campo; en el del trato con las personas. Para ello debe fundamentarse en la
filosofía y en todo un conjunto de ciencias auxiliares, psicología, etnología y sociología.
En 1979 Dienelt, con una visión muy amplia del campo de estudio de la Antropología
pedagógica. Trata de definir la situación educativa del momento. Ha de ocuparse
desde un enfoque antropológico “de cómo” los seres humanos llegan a serlo, por
medio de la Educación. Y señala la necesidad de dotar a la Antropología pedagógica
de un contenido filosófico
En 1985 Scheuerl agrupa en tres bloques los estudios de Antropología pedagógica. En
el primero convergen los resultados de diversos campos científicos (psicología,
sociología, medicina, etc.) con el fin de dar una imagen integradora del ser humano. El
segundo filosófico, parte de los fenómenos individuales, como la vivencia del tiempo,
del espacio, del juego, o incluso del medio, para llegar a la comprensión de la
“esencia” del ser humano en tanto que educable. El tercero recoge las diversas
imágenes del hombre, alejadas en el tiempo y en el espacio, y que han servido de
base a las ideas pedagógicas de los diversos pueblos. Concluye que toda pedagogía
se basa en una determinada concepción antropológica.
36
Bruno Hamann, en 1992, en su Antropología pedagógica, parte de los rasgos
fundamentales que definen “el ser” del hombre. Todos estos rasgos humanos son
pedagógicamente relevantes por dos razones: la Educación se halla condicionada por
ellos y tales rasgos implican y determinan fines y tareas de carácter pedagógico. A
partir de estos supuestos trata de describir las tareas educativas esenciales, que
vienen a ser consecuencia de los llamados rasgos estructurales o características
básicas del ser humano.
Zdardil en 1978, entiende que la Antropología pedagógica debe ser una rama de la
pedagogía científica, que tiene como objetivo valorar los conocimientos que sobre el
ser humano le proporcionan las ciencias humanas, para responder a la problemática
que la Educación plantea.

2. Antropología educativa o educacional.

Se trata de una serie de trabajos sobre temas antropológicos relacionados


directamente con la Educación, como la función mediadora de la Educación entre
cultura y personalidad, la comparación de los procesos de socialización en diferentes
culturas, las formas de adquisición de la cultura en diversos contextos sociales, la
Educación en las sociedades primitivas y modernas, Educación y cambio cultural, la
Educación y los valores culturales, o el currículum y el docente desde una perspectiva
cultural.
El autor pionero es, quizás, Gorge F. Kneller, profesor de Educación de la Universidad
de California, que a partir del estudio de las relaciones e influencias recíprocas que se
dan entre Antropología y Educación, desarrolla y propone una Antropología
educacional, de carácter interdisciplinar, con profunda significación en el campo
antropológico. Ofrece una exposición sistemática de los métodos e instrumentos de la
Antropología que pueden aplicarse a la Educación.
Sus investigaciones le permitieron entender que los enfoques histórico, filosófico y
político, ya no eran suficientes, y entrar en contacto con varios antropólogos.
Kneller es un educador que utiliza los métodos antropológicos de la Antropología
cultural, para la investigación en el campo de la Antropología educacional.
En la misma línea Elizabeth M. Eddy, profesora de antropología de la Universidad de
Florida, después de hacer un repaso del desarrollo de los trabajos en educación desde
la Antropología cultural, augura a esta disciplina un gran futuro. Más que hacer una
propuesta nueva, recoge bajo el rótulo de una nueva disciplina, Antropología
educativa, los materiales y análisis que los antropólogos culturales han aportado al
estudio de la Educación, dentro del campo conocido generalmente como Antropología
y Educación.

37
3. Antropología filosófica de la Educación.
La Antropología filosófica recoge las autointerpretaciones que el hombre se ha dado a
lo largo de la historia. Surge en la época griega y, como el pensamiento filosófico, no
acabará nunca. Cualquier reflexión filosófica surge dentro de una cultura, guarda una
estrecha relación con el medio cultural. Las autointerpretaciones que el hombre se ha
dado en la historia, son fruto de un tiempo y un espacio cultural concretos y buscan
una mejor comprensión de lo humano.
El nacimiento de la Antropología filosófica hay que situarlo cuando los presocráticos
centran el pensamiento filosófico en la naturaleza física, aunque todavía no se aborde
lo más característico del ser humano, en cuanto a tal.
Es con Sócrates cuando la reflexión filosófica se centra en el ser humano. El filosofar
socrático es riguroso, intenta buscar el camino según el cual el ser humano puede
orientar su vida. Su filosofía no es sólo Antropología filosófica, es también praxis
políticoeducativa que intenta conducir al ser humano y a la comunidad a la perfección,
a través de la política y la Educación.
El la filosofía platónica, la Antropología platónica no supone todavía la comprensión
del hombre en toda su complejidad, no recoge datos científicos acerca de la
naturaleza humana.
Aristóteles da una visión integrada de los conocimientos antropológicos aportados por
los cultivadores de la ciencia médica y la tradición presocrática filosófica. El ser
humano forma parte de los seres naturales, pero se abre a un plano cognoscitivo
superior, porque la “Psyché” humana tiene peculiaridades propias, como es su
posibilidad de acceder al plano de los valores éticos, que la diferencia profundamente
de los demás animales. La “psyché” humana hace al hombre animal racional y
constituye una unidad substancial.
La Antropología filosófica no es un saber nuevo. La última obra de Kant lleva el título
de Antropología. Cada visión del ser humano es preciso encuadrarla en su época.
Desde esa clave hay que entender su optimismo racionalista, desde el que se hace de
la razón el órgano necesario para encarar los problemas filosóficos, éticos y religiosos.
Los desarrollos antropológicos postkantianos han tenido una gran importancia para la
Antropología filosófica. Cabe citar los planteamientos dialécticos de Hegel, Feuerbach
y Marx, los planteamientos vitalistas, historicistas y existencialistas de Husserl, Dilthey,
Nietzsche, Kierkegaard y finalmente, los planteamientos positivistas.
A partir de la fenomenología de Husserl se desarrollarán la Antropología de M. Scheler
y la Antropología hermenéutica, que enlaza con la tradición filosófica del vitalismo,
historicismo y existencialismo y con las investigaciones que desde diversos ángulos se
proponen de lo simbólico a partir del cual puede alcanzarse una buena comprensión
de la realidad humana.
La filosofía de Dilthey surge en un contexto de influcencia positivista. Se construye en
parte desde supuestos positivistas, pero desemboca en un “relativismo historicista-
cultural”, en el que las verdades y valores absolutos son relativizados desde una visión
histórico-culturista. Se inaugura una nueva etapa.

38
E. Husserl, intenta separar el valor de la “verdad” del valor de vigencia sociocultural,
que aparecían unidos en el historicismo de Dilthey. De esta forma surge el método
fenomenológico.
El método fenomenológico es el instrumento con el que se desarrollará la Antropología
existencial y la Antropología fenomenológica del siglo XX. El método fenomenológico
será fundamental también para la Antropología de la Educación.
El método fenomenológico intenta situar la cuestión en sus justos términos: para
Husserl, las ciencias de la naturaleza de una parte y la filosofía de otra, elaboran sus
construcciones a partir de una experiencia originaria “pre” y “extracientífica”. Ambas
son necesarias para poder descubrir todas las formas posibles.
E. Cassirer es considerado el padre de la Antropología filosófica. Acuña la
denominación de Antropología filosófica y amplía la misma hasta englobar los ámbitos
biopsicológico, histórico-cultural y metafísico, intentando buscar una imagen unitaria
de lo humano.
Cassirer sitúa la clave de la naturaleza humana en el símbolo y define al hombre en
términos de cultura (mito, religión, lenguajes, arte, historia y ciencia). Y es con él con el
que se inaugura la Antropología filosófica contemporánea y su consideración como
disciplina. Con él surge también la preocupación por buscar una imagen unitaria del
hombre, una síntesis antropológica definitiva, que sirva de punto de referencia común
para este campo de estudio.
La Antropología filosófica se pregunta por el qué y el cómo es el hombre. Para
responder a estas cuestiones se puede llevar a cabo una Antropología filosófica
centrada en la biología, o en función de la ética, o atendiendo al lenguaje y la
capacidad simbólica humana.
Al hablar de Antropología filosófica uno de los autores de referencia común es M.
Scheler. Su aportación es novedosa y reside fundamentalmente en que al hombre no
se le debe interpretar en relación a Dios, sino buscando la diferencia esencial entre
hombre y los otros animales. La gran diferencia que distingue al ser humano del
animal es: la inteligencia, fantasía, memoria, capacidad de selección y uso de
herramientas. Por eso afirma que el hombre tiene mundo y está abierto al “mundo”, y
puede objetivarse a sí mismo porque tiene autoconciencia.
Para Gehlen, Scheler en realidad no supera el dualismo alma-cuerpo. La Antropología
filosófica de Gehlen comparte con Schelre y Portmann el propósito de valorar las
conclusiones de las diferentes ciencias y contar con ellas para la interpretación de lo
humano. Desde esta perspectiva, analiza el origen animal del hombre y tratan de
probar la relevancia filosófica de las investigaciones en los campos de la biología, la
psicología, la etnología, la sociología, la historia, etc.
Portmann por su parte hace observaciones sobre el primer año de vida de la cría
humana. Dice que los procesos de maduración y crecimiento quedan expuestos a la
influencia de innumerables fuentes de estímulo del mundo exterior, estímulos que
actúan sobre el niño pequeño, a través de los cuidados que le rodean, cuando su
estado es todavía básicamente embrionario. Son las costumbres, las formas jurídicas
e instituciones las que ayudan a delimitar y encauzar la inconcebible plasticidad e
indefinición del ser humano.

39
Arnold Gehlen se pregunta por la esencia del hombre y entiende que en éste
encontramos un proyecto de la naturaleza “único” y singular, siempre que se le
considere como totalidad y sin que sea posible establecer relaciones absolutas con
otros proyectos. El ser humano, para él, es un producto biológico especial un ser
complicado en el que los aspectos biológicos y culturales son concomitantes a la hora
de elaborar una representación adecuada del mismo. Esta representación se hace
comprensible, gracias a la concepción del ser humano como ser activo, sobre la base
de la capacidad de acción del mismo.
Todos los aspectos de la concepción humana de Gehlen son suficientemente
conocidos. La gran ventaja de su Antropología como él mismo afirma: “es que plantea
cuestiones susceptibles de tratamiento empírico y que desde el comienzo se evitó toda
ocasión para un dualismo”.
Gehlen ha destacado aspectos que pueden integrarse en cualquier concepción de lo
humano y, lo que para nosotros es también importante, del desarrollo infantil. Describe
admirablemente el “carácter simbólico” del movimiento y de la percepción y el aspecto
motor del lenguaje, así como su vinculación con el sistema sensorio-motor y con el
pensamiento. La variedad temática que aparece en la disciplina Antropología filosófica,
implica abarcar en extensión los diferentes ámbitos científicos que se preguntan por lo
humano, pero también como es la sociedad, la cultura, la ciencia, etc.
La Antropología filosófica se pregunta y trata de decirnos qué es el hombre. Y esto es
precisamente también, junto al cómo, lo que caracteriza y señala como peculiar el
antropólogo Radcliffe-Brown para la ciencia antropológica, es decir, en un sentido
amplio, decirnos qué y cómo son las cosas.
Para las ciencias sociales, y en particular para la Antropología de la Educación, la
pregunta sobre cómo es el hombre sigue siendo radical y aspira al igual que las otras
ciencias sociales, al grado de rigor que caracteriza a los saberes científicos.

La Antropología de la Educación en España

Las obras más tempranas de la antropología española de la educación son tres tesis
doctorales realizadas entre 1976 y 1989, lo que nos muestra el escaso desarrollo de
la subdisciplina hasta esos momentos.

Las tres tesis abarcan muy variados tanto los temas que en ellas se tratan de
comprender y explicar (ciclos de violencia escolar, relaciones de poder en las
instituciones y relaciones de sumisión entre profesores y alumnos) como los ámbitos
en donde se lleva a cabo la etnografía (centro de enseñanza primaria y media,
universidad privada y pública). Sólo García Castaño aborda los procesos de
transmisión/adquisición de cultura como objeto de estudio. Pero aún no se encuentran
investigaciones sobre las minorías étnicas que consiguiera desplazar el interés por
cualquier tema.

De hecho, el predominio de cuestiones en el ámbito de las tesis doctorales se


inaugura en 1993 con la presentada por Algret acerca de la diversidad étnica en los
libros de texto, en una etapa en que la antropología española de la educación

40
emprende un giro importante. En la primera mitad de los noventa nos encontramos
una serie de hechos que establece las bases para su desarrollo a partir de entonces:

- En primer lugar, la confrontación de intereses entre antropólogos


socioculturales y representantes de otras disciplinas entorno a la adscripción
de determinadas materias universitarias.
- En segundo lugar, el auge que va adquiriendo entre los investigadores de la
educación una metodología cómo la etnográfica, lo que entraña la demanda de
formación y de bibliografía (ésta primero con la traducción de documentos
norteamericanos y posteriormente con la realización de investigaciones de
antropólogos españoles)
Esto ocurre porque en los estudios llevados a cabo en España (y, en general,
en los países occidentales), la etnografía educativa termina siendo una
etnografía escolar, del mismo modo que la antropología de la educación acaba
convirtiéndose en una antropología de la escuela.

- No puede dejarse de lado la implantación en España, a mitad de la década de


los noventa, de la licenciatura en Antropología Social y Cultural, que ha
favorecido la formación como antropólogos socioculturales de profesionales
que se han diplomado o licenciado en carreras tales como el magisterio, la
educación social o la pedagogía.
- En cuarto lugar está la percepción de que el sistema educativo español se está
resistiendo. Los profesionales de la educación se encuentran con una situación
a la cuan no saben cómo enfrentarse, las diferencias culturales, debido a la
inmigración, y tiende a ser interpretada como un problema socioeducativo de
gran magnitud.
- Por último, ante las dificultades que se prevén a causa de la escolarización de
los hijos de inmigrantes, las instituciones públicas despliegan un conjunto de
medidas, entre las que se encuentra la promoción de investigaciones en las
que participan los antropólogos socioculturales.
Estos factores han contribuido no sólo a fomentar los trabajos sobre antropología de la
educación en España a partir de la década de los noventa, sino también a que estos
se hayan orientado hacia el estudio socioeducativo de, y la intervención
socioeducativa en, minorías étnicas, en especial la gitana y las de origen inmigrante.

Si nos fijamos ahora en la presencia de antropólogos de la educación en los


congresos o reuniones científicas celebrados en España, se constata lo que la
subdisciplina ha experimentado un importante desarrollo en los últimos 15 años, y que
se ha ido especializando en el estudio de minorías étnicas y en algunos casos, en la
intervención socioeducativa con relación a ellas.

Por otro lado para poder ver la evolución de la Antropología de la Educación en


España cabria destacar algunos autores y datos los cuales han sido de gran
importancia en nuestra Antropología de la Educación. Por ejemplo:

- García Castaño y Pulido (1994), que buscan contestar a la pregunta de cuál es


la antropología de la educación que debe impartirse en la licenciatura en
pedagogía.
- Carmen Ortiz (2003), la cual dedicará su artículo a la reconstrucción de la
historia de la denominada antropología en España durante el primer tercio del
siglo XX.
- Dolores Juliano (1991), que emplea el termino de antropología pedagógica,
pero la presenta como una subdisciplina ineludible para el conocimiento de
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“cómo actúa la escuela…frente al problema que representa la
multiculturalidad”.
- Silvia Carrasco (2002), según ella no deberían confundirse entre que la
antropología de la educación busca analizar y explicar la realidad, las
dinámicas socioculturales que tienen lugar en los procesos educativos en tanto
que la antropología para la educación que intenta comprender esos procesos y
mejorarlos en función de los objetivos educativos en cualquier contexto
sociocultural.
Con base en la perspectiva de antropólogos como Spindler, Gearing, Dobbert o
Kimball, García Castaño y Pulido (1994), establecen como objeto de estudio de la
antropología de la educación los procesos de transmisión/adquisición de cultura, que
entienden como las formas a través de las cuales los valores y conductas son
enseñados, en el contexto específico de sistemas sociales, culturales o de valores de
grupo.

En definitiva la historia de la antropología de la educación en España es bastante


reciente, lo que nos viene a explicar la no muy extensa producción bibliográfica y de
estudios empíricos. Pero a partir de los años noventa experimenta un importante
desarrollo. Por suerte se podría hablar ya de una red de antropólogos interesados en
las cuestiones educativas que, a falta de foros específicos, suelen reunirse en
congresos sobre inmigración o multiculturalismo, en cursos doctorales, en másters, en
lecturas de tesis doctorales o en la edición de uno que otro libro colectivo o de un
número monográfico de revista.

Por ello, el reto más importante para la antropología de la educación consiste en


permanecer vigilante a los usos que se hacen, en trabajos propios y ajenos, de
conceptos como cultura, etnia, identidad cultural o identidad étnica.

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