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Michelle Goldberg

24 de marzo de 2010

Trabajo parcial

Problemas contemporáneos de México

Prof. José Alberto Moreno Chávez

La mitificación de la Malinche

La Malinche, uno de los muchos nombres por los que se le conoce, ha sido

retratada e interpretada de muchas formas y desde diversas ideologías y

perspectivas durante casi cinco siglos. Algunos cronistas europeos resaltaron su

inteligencia, su ‘blancura’ y su belleza en comparación con su raza. Su

participación durante la Conquista no es solamente la de intérprete: ella es la

‘artesana real’ de una lucha en la cual salva a los españoles y se convierte en una

heroína digna de reconocimiento. La lógica discursiva del retrato de la Malinche

durante la Conquista se fue transformando a partir de la independencia de México,

hasta consolidarse en el periodo populista de Lázaro Cárdenas. Durante la

presidencia de este, el personaje de la Malinche alcanzó una altura nacional; por

un lado como heroína nacional y madre de la patria, y por otro como el origen al

malinchismo y sus derivados. A través del tiempo este personaje pasó de ser una

figura histórica a mito nacional, representando a todos aquellos que se han

enajenado de su patria, sus valores y sus tradiciones.

Malinalli Ténepal, como la nombraron los españoles, fue entregada a

Hernán Cortés como parte de un tributo en 1519 después de la batalla de Centla.

1
La Malinche fue adquirida por los españoles en Tabasco, pues su madre la había

vendido como esclava a un cacique de Tabasco, donde pudo aprender Maya.

Junto con otras veinte mujeres que formaban el tributo, la Malinche se distinguió

por ser bilingüe, hablando tanto maya como náhuatl; además, según el cronista

español Bernal Díaz del Castillo, sobresalió como lengua por ser “entremetida y

desenvuelta”. Una lengua, de acuerdo con el primer Diccionario de la lengua

castellana, es “el intérprete que declara una lengua con otra, interviniendo entre

dos de diferentes lenguajes.”1 Después de ser bautizada, la Malinche deja de ser

Malinalli y Malintzin, para convertirse en Marina, representando una alteración de

la identidad; es decir, al otorgarle un nuevo nombre pueden manifestarse virtudes

que según la tradición Occidental pertenecen al género masculino. Con este

renombramiento ocurrieron otros cambios: deja de ser una simple esclava para

convertirse en faraute y concubina de Cortés. Aunque es un término poco utilizado

hoy en día, un faraute es el “Encargado de llevar y traer mensajes entre personas

distantes y que se fían de él.”2; en pocas palabras, una intérprete. Por tanto, se le

puede caracterizar a la Malinche como bulliciosa; una ‘lanzadora’ entre dos

culturas, la india y la española, a la vez ejerciendo las labores de mensajera y

espía. El papel de la Malinche radica en penetrar en un sistema cerrado; el de

establecer un vínculo entre los sistemas de transmisión: la tradición oral y el saber

codificado.

En la actualidad, se considera malinchista a el gusto por la música, idiomas,

1
Florescano (2001): 157
2
“Faraute”. En el Diccionario de la lengua
española.http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=faraute.
Madrid, España: Real Academia Española.

2
moda, y en general, la preferencia por grupos que representan formas de vida

ajenas a lo nacional. Un malinchista, por ende, es un mexicano que prefiere lo

ultra-nacional en vez de aquello que es nacional. El otro componente del

malinchismo se basa en una actitud de desprecio hacia todo aquello que

represente lo propio, lo nacional; eso que se ha construido a través de la historia.

Lo irónico, desde el punto de vista de Guillermo Bonfil Batalla, es que el mexicano

mismo es un producto mezclas étnicas que fueron surgiendo a partir de su propia

historia; es de estas mezclas de donde provienen nuestros valores nacionales y se

conforma una identidad. Sin embargo, el fenómeno del malinchismo es encarado

de diferentes formas dependiendo del grupo social en cuestión, y esto a su vez

está determinado por su grado de identificación con el concepto de nación y por

los prejuicios que les impusieron. Hay grupos étnicos y sociales que consideran

que el malinchismo es un mal que se manifiesta especialmente entre la clase

privilegiada; es visto como un traidor que se desligó de su comunidad natural,

renunciando su patria. La idea subyacente es que en el fondo, el malinchista se

avergüenza de su condición de mexicano, pero nunca podrá escaparla.

En la actualidad, se considera malinchista el gusto por música, idiomas,

moda, y en general, la preferencia por grupos que representan formas de vida

ajenas a lo nacional. Un malinchista, por ende, es un mexicano que prefiere lo

ultra-nacional en relación con varios sectores de la realidad nacional. El otro

componente del malinchismo se basa en una actitud de desprecio hacia todo

aquello que represente lo propio, lo nacional, eso que se ha construido a través de

la historia. Lo irónico, desde el punto de vista de Guillermo Bonfil Batalla, es que el

3
mexicano mismo es un producto de una serie de mezclas étnicas que fueron

surgiendo a partir de su propia historia; es de estas mezclas de donde provienen

nuestros valores nacionales y se conforma una identidad. Sin embargo, el

fenómeno del malinchismo es encarado de diferentes formas dependiendo del

grupo social en cuestión, y esto a su vez está determinado por su grado de

identificación con el concepto de nación y por los prejuicios que les impusieron.

Hay grupos étnicos y sociales que consideran que el malinchismo es un mal que

se manifiesta especialmente entre la clase privilegiada; es visto como un traidor

que se desligó de su comunidad natural, renunciando su patria. La idea

subyacente es que en el fondo, el malinchista se avergüenza de su condición de

mexicano, pero nunca podrá escaparla.

Por ejemplo, hay una gran diferencia entre la percepción los chicanos y los

mexicanos sobre la figura y el mito de la Malinche. Los chicanos, ciudadanos de

los Estados Unidos que pertenecen a la minoría de origen mexicano que viven ahí,

la ven como una figura histórica prevaleciente, cuta denigración y rechazo tiene

paralelos con su situación actual. La Malinche fue negada por su pueblo, de modo

que aprovechó su habilidad como intérprete para asegurar una posición social

singular. Una vez que se unió a la causa española y demostró su lealtad a Cortés,

aunque pudo haberlo traicionado, se ganó la confianza de los ‘blancos’ y se volvió

un mito. En contraste, Octavio Paz, en “El laberinto de la soledad”, establece que

la Malinche es la encarnación de un mito popular, castigada y odiada entre los

mexicanos por ayudarle al enemigo y “chingarse” al pueblo. Por lo tanto, el repudio

del mexicano hacia ella le permite “…[romper] sus ligas con el pasado, [renegar]

4
su origen y [adentrarse] solo en la vida histórica.” 3 La Malinche representa un

conflicto para los valores de los mexicanos pues va en contra de la imagen que se

tenía y todavía se mantiene en algunos grupos sociales: casta, abnegada, sufrida,

tierna y sumisa. En su ensayo, Paz analiza a la Malinche como figura mítica,

integrándola a la figura de la Chingada y transformándola en un concepto

genérico: la traición en México. En conclusión, la figura histórica y mítica de la

Malinche ha llegado a representar, por un lado, la creación de la raza mestiza, y

por otro, la derrota y la destrucción de los indígenas.

3
Paz (1997): 95

5
Bibliografía:
Florescano, Enrique (2001), Mitos mexicanos, Taurus, México.

Núñez Becerra, Fernanda (2002), La Malinche: de la historia al mito, Instituto


Nacional de Antropología e Historia, Colección Divulgación, México

Restall, Matthew (2005), Los siete mitos de la conquista española, Paidós


Mexicana, México.

Glantz, Margo (2001), La Malinche, sus padres y sus hijos, Alfaguara, México.

Conner R., Michael (2003), “La Malinche, ¿Creadora o traidora?”, Consultado el 21


de marzo de 2010:
http://www.tihof.org/honors/malinche-esp.htm

Equipo editorial Explorando México (2000), “¿Qué es el Malinchismo?”,


Consultado el 22 de marzo de 2010:
http://www.explorandomexico.com.mx/about-mexico/5/27/

(1997), “Malinchismo Filosófico Y Pensamiento Mexicano". Coordinación De


Humanidades, UNAM, 1997. Consultafo el 21 de marzo de 2010.
<http://www.filosoficas.unam.mx/~tomasini/ENSAYOS/Malinchismo.pdf>.

Paz, Octavio (1997), El laberinto de la soledad, Fondo de cultura económica,


México.

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