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Facultad de Educación
Asignatura:
Alumnas:
Natalie Ariz
Camila Bustos
Carla Herrera
Romina Vásquez
1
INTRODUCCIÓN
Existe una relación muy compleja entre la ansiedad, el estrés y el comportamiento. ¿Cómo
pueden conjugarse estos factores en el Aula? ¿Qué importancia tiene cada uno? ¿Cómo influyen en el
rendimiento escolar? Estas son algunas de las interrogantes que se asocian fácilmente al tema señalado.
La relación entre este triángulo formado por la ansiedad, estrés y comportamiento, se configura de
manera compleja. Se ha demostrado que la ansiedad y estrés mantienen conexiones con numerosas
variables: edad, inteligencia, contexto, rasgos de la personalidad. Es por esta razón que su procedencia
y alcance obedece a una serie de factores que no son fáciles de determinar y que se encuentran
intrínsecamente relacionados, no obstante tienen distinto nivel de importancia en el desempeño escolar.
• ¿Qué es la ansiedad?
• ¿Qué es el estrés?
• Estrés Escolar.
2
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
Terminológicamente y según el diccionario ansiedad proviene del latín anxietas. –atis. Y la define
como estado de agitación, inquietud o zozobra de ánimo. Esta es una simple definición que no engloba
clínicamente su alcance. Se define como “un sentimiento subjetivo que implica la presencia de
aprensión, tensión, inquietud, temor definido, inseguridad o miedo, a modo de anticipación indefinida
de un peligro no aclarado u objetivo, miedo ante la “nada” en contraposición al miedo ante un
peligro o amenaza real1”. Desde el punto de vista psicológico se describe como un estado anímico
relacionado con un desencadenante, es decir, entre un estímulo que provoca una respuesta. Esté
estimulo podría surgir desde nosotros mismos, una manifestación de algo que tememos o ansiamos.
¿Pero hasta donde este sentimiento o sensación es normal? Cuando la ansiedad dificulta el rendimiento
y obstaculiza provoca sufrimiento comienza a ser patológica. Según De la Gándara y Fuentes (1999)
existen cuatro tipos de ansiedad:
• Ansiedad Normal: que es útil para resolver problemas de la vida, Controlable y lógica, que,
aunque puede ser incómoda no implica sufrimiento grave.
• Ansiedad Anómala: Inútil, excesiva, inapropiada; no sirve para adaptarse y por el contrario
dificulta el rendimiento y la adaptación.
• Ansiedad Reactiva: motivada por un desencadenante con una relación comprensible con un
suceso o una anticipación de algo, puede ser normal y dificultad la adaptación.
• Ansiedad Endógena: Aparentemente inmotivada, surge sin razón comprensible, como una
manifestación del carácter de la persona, excesiva y poco o nada adaptativa.
1
Pág. 12. De la Gándara y Fuentes. “Angustia y Ansiedad”. Causas, síntomas y tratamiento. Editorial Pirámide. 1°
Edicion. 1999.
2
Pág. 25. De la Gándara y Fuentes. “Angustia y Ansiedad”. Causas, síntomas y tratamiento. Editorial Pirámide. 1° Edición.
1999.
3
hormonas aumentando la adrenalina y, así, preparando el metabolismo para una determinada acción.
Técnicamente, esta activación del sistema nervioso “se produce como respuesta a estímulos externos o
producto de un trastorno endógeno del funcionamiento cerebral. Se traduce en síntomas periféricos
(somático y corporales) resultado de la estimulación del sistema nervioso vegetativo (síntomas
somáticos de la ansiedad), y por otro lado, en síntomas de estimulación del sistema límbico y de la
corteza cerebral (síntomas psicológicos de la ansiedad”3.De manera sencilla podemos decir que la
ansiedad actúa en las personas como una respuesta a una amenaza (real o imaginaria, exterior o
interior) que es activada por el cerebro en todo el organismo para la defensa. Por lo tanto de lo anterior
se desprende que dicha reacción son cambios normales e incluso deseables en muchos casos porque
nos permiten adaptarnos a situaciones de alarma o amenaza y sirven como método esencial de
protección. Entonces, cierta cantidad de ansiedad es deseable porque que ejecuta una labor esencial,
nos permite eficacia en la resolución de problemas. Pero ¿Qué sucede si estas se realizan de manera
innecesaria? Parece bastante obvio que cuando esta reacción se presenta innecesariamente e incluso de
manera exagerada causa un perjuicio a quien lo padece. Esta delgada línea marca la diferencia entre
una ansiedad normal y una patológica respectivamente. Un ejemplo para ilustrar lo señalado, cuando un
alumno manifiesta cierta cantidad de ansiedad, ésta le permite estar alerta a la resolución de problemas.
En el caso de rendir un examen significa un rendimiento eficiente, pero si ésta ansiedad sobrepasa en
nivel esperando podría causar importante bajas en el rendimiento escolar, lo que se conoce como
“quedarse en blanco”. Un estudiante debe presentar un mínimo grado de ansiedad para mantenerse
activado, si se encuentra demasiado relajado, sus resultados se encontraran por debajo de sus
capacidades reales4. Ahora bien, estas alteraciones de en rendimiento intelectual suelen ir
acompañadas perturbaciones sicomotoras. Cuando el peligro no es real, cuando el nivel de la activación
y duración son desproporcionados con respecto a la situación objetiva o cuando no es capaz de generar
una respuesta adecuada, hablamos de ansiedad patológica que por lo general va asociado a factores
hereditarios.
Es importante aclarar la distinción que se presenta entre la ansiedad exógena que se define
“como un tipo de ansiedad derivada de la estimulación ambiental estresante5”, y la endógena, derivada
del propio organismo en función de una supuesta disfunción neuroquímica.
3
Pág. 12 De la Gándara y Fuentes. “Angustia y Ansiedad”. Causas, síntomas y tratamiento. Editorial Pirámide. 1° Edicion.
1999
4
Pág. 98. Álvarez, Ramiro. “Trastornos psicológicos Cotidianos”. Editorial Sal Terrae. 1° Edición 1993.
5
Pág. 12 De la Gándara y Fuentes. “Angustia y Ansiedad”. Causas, síntomas y tratamiento. Editorial Pirámide. 1°
Edición. 1999.
4
¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
El concepto como tal, fue acuñado por el fisiólogo y médico Hans Selye, quien hace referencia a la
palabra cuando publica en 1950 su famosa investigación titulada: “Estrés: Un estudio sobre la
ansiedad”. Luego de esto, el término “estrés” pasó a resumir todo un conjunto de síntomas
psicofisiológicos.
El estrés consiste en un desorden interior del organismo “Se produce cuando el individuo ya no es
capaz de responder en forma adecuada a las demandas ambientales (stressores).” 6 Provocando
determinadas reacciones, que pueden ser producidas por una persona, a la cual, su descanso se pudo ver
visto interrumpido o simplemente incompleto.
• Este equilibrio se refleja en un estado de activación marcado por una serie de consecuencias
para la persona de tipo neurofisiológico, cognitivo y emocional.
• Estos cambios, a su vez, perturban la adaptación de la persona.”7
Son estos cuatro factores los que engloban una completa definición de estrés. Sin embargo, es
un término amplio, al cual nos podemos referir en dos ámbitos: Por una parte; a los hechos o
acontecimientos (estrés como estímulo) que es aquel causante de malestares en las personas, como
cuando por ejemplo tenemos exceso de trabajo o abundante carga de responsabilidades. Y por otra
parte; a la reacción que experimentamos como respuesta “se traduce en alteraciones del
comportamiento, sentimientos, sensaciones desagradables que en ocasiones adquiere la forma de
verdaderos problemas médicos o psicológicos (estrés como respuesta)”8, es decir, todos los
acontecimientos importantes que implican cambios significativos en la vida de las personas.
6
Pág. 49. Ruiz Alfredo, “Cómo ayudarse a uno mismo”, Ediciones Paulinas, Santiago de Chile. 1991
7
Pág. 14- 15. Trianes Mª Victoria, “Estrés en la infancia”, Ediciones Narcea, S.A. Madrid, España. 2003
8
Pág 8. Trianes Mª Victoria, “Estrés en la infancia”, Ediciones Narcea, S.A. Madrid, España. 2003
5
Es posible señalar que no sólo estas experiencias son estresores, sino que, además lo pueden ser
acontecimientos menores, a los cuales les llama “ajetreos diarios” que vienen siendo aquellos
fastidios, males ratos y contrariedades que acontecen en lo cotidiano de la vida de las personas. Incluso,
por medio de investigaciones, se ha comprobado que los menores tienen mayor importancia para la
salud que los mayores, ya que, los malos ratos, contrariedades y fastidios cotidianos causan con más
facilidad problemas psicológicos
El estrés como estímulo se relaciona con dos puntos: En primer lugar, hace referencia a aquellos
hechos o acontecimientos externos, a los que llama estresores, que son todos aquellos estímulos
ambientales peligrosos y dañinos, como por ejemplo: un terremoto, una violación, la muerte de un ser
querido, etc. Eventos excepcionales que pueden alterar el comportamiento y funcionamiento del
cuerpo, tanto interno como externo de una persona, afectando su integridad física y psicológica. Cabe
señalar que ésta presión que aparece frente a los acontecimientos, debe darse por un tiempo
prolongado, para que aparezcan estos resultados negativos, y se pueda asegurar que la persona presenta
un cuadro de estrés por estímulo. Estos son también denominados acontecimientos mayores o vitales:
todos los acontecimientos importantes que implican cambios significativos en la vida de las personas.
Es posible señalar que no sólo estas experiencias son estresores, sino que, además lo pueden ser
acontecimientos menores, a los cuales les llama “ajetreos diarios” que vienen siendo aquellos
fastidios, males ratos y contrariedades que acontecen en lo cotidiano de la vida de las personas. Incluso,
por medio de investigaciones, se ha comprobado que los menores tienen mayor importancia para la
salud que los mayores, ya que, los malos ratos, contrariedades y fastidios cotidianos causan con más
facilidad problemas psicológicos.
El estrés como respuesta tiene que ver con la experiencia, las reacciones y respuestas que
podamos tener frente a ciertos estímulos “stressores”. Ya mencionada su importancia anteriormente, se
refirió a la relevancia de las respuestas fisiológicas que presenta nuestro organismo frente a variados
estímulos “stressores”. El estrés consiste además, en una reacción inespecífica del organismo, sin
6
embargo, se manifestaba de forma específica. A este tipo de estrés se le llama Síndrome General de
Adaptación, presentado en tres etapas:
- Fase de alarma: Cuando se presenta una compleja reacción fisiológica por efectos de un estresor:
aumenta la adrenalina, las pulsaciones, respiración, etc.
Un estudio reciente realizado en Argentina (Instituto Hemera) señala que “las dificultades para
aprender en niños y adolescentes, podrían ser consecuencia de estados de estrés”. 10Es decir, que la
presencia de problemas como la ansiedad y el estrés se presenta como determinante dentro del ámbito
del rendimiento estudiantil de los jóvenes. Este mismo estudio señala que los trastornos de aprendizaje
hoy en día se encuentran estrechamente ligados a los cuadros de ansiedad y estrés en los escolares,
9
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=796
10
http://www.educrea.cl/actualidad/articulos/097_estudio_relaciona_trastornos_aprendizaje_ansiedad_estres.h
tml
7
siendo éstos los principales responsables en las bajas de rendimiento de la comunidad estudiantil. El
informe argentino llamado “Cuando aprender cuesta”, indica además que “dificultad para entender y
seguir instrucciones, o no dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática
con el consiguiente fracaso escolar11”. En definitiva, este estudio establece a la ansiedad y estrés como
lo principales responsables de dificultades relacionadas con aprendizaje en la actualidad.
Como ya hemos mencionado anteriormente una de las situaciones que origina la ansiedad son
aquellas amenazan la autoestima de sí mismo. Es fácil comprender que el niño defenderá su propia
autoestima a través de la notas, basándose en los logros escolares para sustentarla. Es por este motivo
que la ansiedad tiene un efecto importante en la motivación: “Cuando el nivel es nulo o bajo la
motivación es insuficiente para suscitar esfuerzos12”. En tal caso los resultados no serán buenos.
Cuando el nivel aumenta, la ansiedad sirve como motivación; se intensifican los efectos y, por
consiguiente, mejoran los resultados. Esto es efectivo hasta que se consigue un nivel optimo y los
resultados alcanzan su punto más elevado. Pero ¿Qué ocurre si sobrepasa la brecha de ansiedad. Una
vez superado el nivel optimo todo incremento de de la ansiedad comienza a provocar inhibición.
Las diferencias causadas por cuadros de ansiedad en los escolares varían de persona a persona.
En algunos estudiantes una situación de examen puede generar una ansiedad tan fuerte que lo paralice,
en cambio, en otro quizás provoque un rendimiento superior. ”Los efectos causados por la ansiedad
son influidos por causas exteriores o asociadas a la personalidad del individuo”. 13 Podemos describir
línea entre la ansiedad y los resultados escolares, como una línea curva en forma de “u”.
Éxito escolar
11
http://www.educrea.cl/actualidad/articulos/097_estudio_relaciona_trastornos_aprendizaje_ansiedad_estres.
html
12
Pág 26. Diem J. y Ziv A. “ Psicopedagogía experimental”. Editorial Cincel S.A. Madrid. 2001
13
Diem y Ziv “Psicopedagogía Experimental”. Editorial Cincel. S.A España. 2003
8
Nivel de Ansiedad
La ansiedad es un estado que no tiene limitaciones, uno de los síntomas más comunes es la
tensión emocional. Este trastorno no hace distinción de edad ni de sexo. Es por esta razón que los
escolares no se excluyen de tener problemas de ansiedad provocados por las diferentes tareas,
actividades y situaciones generadas dentro del área escolar. Cada vez más escolares presentan
problemas emocionales en la escuela.14 Además es posible señalar que “Estudios epidemiológicos
indican que los desórdenes de ansiedad durante el desarrollo afectan aproximadamente al 9% de los
niños y entre el 13 y el 17% de los jóvenes”15
Muchas de las demandas de atenciones de los consultorios en Chile tienen relación con
problemas de aprendizaje en la escuela. La mayoría de los estados depresivo-ansiosos de esta etapa se
relacionan con el bajo rendimiento y el fracaso escolar.
14
Pág.348. DOLL, B. y M. LYON. “Riesgo y Resistencia”: Implicaciones para la Entrega de Servicios Educativos y
Mentales en la escuela . 1998.
15
Pág. 519. Berstein, G. y C. Borchardt. “Diario de la Academia americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente” Los
Desórdenes de Ansiedad de Niñez y Adolescencia. Una Revisión crítica.1991
9
para adaptarse a los procesos de aprendizaje16”. Aquellos con una inteligencia promedio sufren
mayormente de dificultades académicas, ya que los mejores dotados intelectualmente pueden
compensar la ansiedad.
La ansiedad depende del concepto que el alumno tiene de las demandas que se le formulan en
relación con la capacidad de comprensión y de control que encuentra en sí mismo. El estudiante
enfrenta constantemente situaciones académicas cuyas exigencias debe comparar con sus propios
medios. Cuando su evaluación de las demandas de la escuela lo llevan a concluir que son más de lo que
él puede rendir, afronta una situación de peligro, de humillación, a veces, suficientes para justificar el
rechazo a la escuela.
Un estado ansioso intenso provoca que el alumno se altere fácilmente por experiencias de la
vida cotidiana y especialmente ante la tarea escolar, ya que muestra un comportamiento y un
rendimiento escolar distintos al resto de sus compañeros. Exhibe desasosiego y un miedo exagerado y
constante a actuar de una manera vergonzante o sorprendente en situaciones o actividades donde se
reúnen varias personas.
Estudios realizados en nuestro país sobre la relación de distintas variables con el rendimiento
académico muestran que los alumnos con autoestima positiva, altas expectativas y con motivación
intrínseca para aprender, obtienen mejores logros escolares que aquellos con autoestima baja,
expectativas escasas y una motivación extrínseca para el estudio
La autopercepción positiva se ha vinculado con la salud mental a largo plazo y con el equilibrio
emocional. Aquellos individuos cuya autoestima no se ha desarrollado suficientemente pueden mostrar
signos somáticos de ansiedad.
16
Pág.126. Newcomer, P. “Riesgo y Resistencia”: Cómo enseñar a los niños perturbados. México D.F (1993).
10
Asimismo, el autoconcepto académico, definido como “la parte de sí mismo que se relaciona
más directamente con el rendimiento académico”17, juega un rol fundamental en el rendimiento
académico del estudiante.
a) Que otorguen mayor valor al hecho de aprender que al tener éxito o fracaso.
b) Que consideren sus capacidades cognitivas y sus habilidades para el estudio como algo
modificable.
c) Que centren más su atención en la experiencia de aprender que en las recompensas externas.
Los profesores enfrentan hoy en día uno de los más importantes desafíos en la educación Chilena, el
atender a las distintas necesidades educativas de los estudiantes, transformando paulatinamente las
escuelas en ámbitos donde todos y cada uno de los alumnos tengan las mismas oportunidades y
posibilidades de progresar, considerando sus características personales y sociales.
Es necesario, para el éxito escolar del alumno ansioso, trabajar en el manejo de la ansiedad y en
el desarrollo de adecuados métodos de estudio y de evaluaciones que consideren el aspecto emocional
en la interacción educativa, como factor importante en el proceso y resultados del aprendizaje. La
intensidad de la tensión emocional que el alumno experimenta depende en parte de las valoraciones
cognoscitivas que haga de las evaluaciones, del grado en que las perciba como amenazantes y de la
medida en que se perciba como incapaz de afrontarlas.
Es imprescindible, por lo tanto, que en cada escuela se diversifiquen las evaluaciones y que se
transformen, además, en una actividad constante y permanente, que permita estimar el progreso de los
alumnos facilitando hacer ajustes para flexibilizar la enseñanza, de acuerdo a los distintos ritmos de
aprendizaje de los estudiantes. La evaluación siempre debe ser considerada como un momento más del
17
Pág.5. Arancibia, V., S. Maltes y M. Álvarez. Test de Autoconcepto Académico. Estandarización para escolares de 1° y
4° años de Enseñanza Básica. Santiago: PUC de Chile (1990).
18
Pág.44. Díaz-Barriga, F. y G. Hernández. “Estrategias docentes para un aprendizaje significativo”. México D.F.: MC
Graw Hill. (1998).
11
aprendizaje, una actividad permanente y constante que permita estimar paulatinamente el progreso de
los alumnos. Con un sistema de evaluación permanente y constante, es posible aminorar la tensión
emocional, el temor y los trastornos conductuales y de relaciones interpersonales causados por la
ansiedad.
El rechazo al colegio puede estar también inducido por situaciones específicas de la situación
escolar, como el contacto con el profesor, las relaciones con sus compañeros, entre otras.
En suma, el rechazo escolar como conducta tiene escaso valor psicopatológico por sí solo
y, por ello, el pronóstico resulta ambiguo y confuso.
19
Pág. 52. Enrique Echeburúa Odriozola. “TRASTORNOS DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA” Editorial
Pirámide.4ª Edición. 1998.
20
Pág. 52. Enrique Echeburúa Odriozola. “TRASTORNOS DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA” Editorial
Pirámide.4ª Edición. 1998.
12
• El estudiante puede pasar por alto gran cantidad de información, se encuentra ocupado en sus
preocupaciones
• Existencia de pensamientos negativos sobre el propio desempeño
• Le cuesta almacenar y organizar en su memoria
• Se distrae en Detalles irrelevantes y le cuesta concentrarse en lo importante
• Los hábitos y estrategias de estudios tienden a ser deficientes, en donde el estudiante se bloquea
y no logra recordar las materias estudiadas.
ESTRÉS ESCOLAR
Como bien se sabe, el inicio de la escuela conlleva con el paso de una vida familiar al paso de una
vida social. Sabiendo además que como la institución escolar es la clave para el desarrollo de una
persona, cosa que la institución familiar no garantiza, es indispensable su paso por ella. Sin embargo, el
desarrollo se puede ver dificultado, “las demandas de los contextos escolares suponen una exigencia
excesiva para ciertos niños y niñas que, debido a diversas circunstancias, desarrollan estrés y
muestran dificultades de adaptación a la escuela, dificultades que pueden influir negativamente en su
desarrollo personal” 21
Al ingresar por primera vez a la escuela, alrededor de los 3 o 6 años, puede ser particularmente
estresante, ya que, implica un ambiente lleno de exigencias nuevas, como tareas que deben resolver los
niños, relacionado a las expectativas que tienen los padres de sus hijos y principalmente el cambio de
rutina hogareño a la nueva rutina escolar. Las muestras de estrés se ven reflejadas mayormente en la
timidez de los niños, se encuentra retraídos, tensos, ansiosos, etc. Por ello, es muy importante advertir
en esto a los padres y profesores, ya que, estas muestras de estrés pueden hacerse más perjudiciales en
un futuro: “cuando el estrés por el comienzo de la vida escolar no se limita a la propia situación de
clase y va impregnando otros aspectos de la vida infantil, existe un problema que necesita ayuda…”22
Se debe ser perceptivo y tomar las medidas necesarias, que luego mencionaremos, a tiempo.
• Conductas regresivas
• Retirada social
21
Pág. 108. Trianes Mª Victoria, “Estrés en la infancia”, Ediciones Narcea, S.A. Madrid, España. 2003
22
Pág. 108 Trianes Mª Victoria, “Estrés en la infancia”, Ediciones Narcea, S.A. Madrid, España. 2003
13
• Pérdida de motivación
• Cambios de conducta
• Quejas físicas
En primer lugar, se puede dar por una o varias fuentes. Éstas son:
c. Sociológicas, como conflictos con los padres, los hermanos, los compañeros de curso, los
profesores.
Lo principal, para saber que se está manifestando una reacción de estrés es examinar su organismo.
Para darse cuenta rápidamente que existe estrés, hay que “controlar la temperatura de las manos,
23
tocándose la cara con ellas. Si las manos están frías, ya es un síntoma” Además del bajo
rendimiento y por supuesto la presencia de factores estresantes como lo pueden ser: la muerte de un ser
querido, el divorcio o separación de los padres, maltrato familiar, enfermedades graves, etc.
23
Pág. 161. Ruiz Alfredo, “Cómo ayudarse a uno mismo”, Ediciones Paulinas. 1991, Santiago de Chile.
14
Sintetizando, el aula siempre ha estado y estará presente en la vida de los niños, ya
sea; por el cambio severo de la rutina familiar a la rutina escolar, por el proceso de
adaptación, por las tareas y expectativas que debe cumplir el niño, más tarde por
problemas con el profesor, por expresarse en público (disertaciones), por las
evaluaciones, por no repetir de curso, por las actividades extracurriculares, como,
deporte, danza, teatro, etc. En fin, una gama de factores que a mayor edad más presente
se hace la experiencia del estrés. Es una labor del profesor utilizar diversas dinámicas y
recursos motivadores para que el niño pueda compensar su estrés por el incentivo a la
vida escolar, tratando de hacerle ver que todos tenemos las capacidades de hacerlo y
lograrlo. Si la reacción persiste, guiarlo para que consulte a un especialista.
CONCLUSIÓN
Diversas son las variables que influyen en el rendimiento académico de un estudiante, más aún tomando
en cuenta el ritmo frenético en el cual estamos insertos. La información desborda los canales que la pueden
sostener volcándose de modo imparcial o tendencioso, las exigencias cotidianas aumentan y el éxito se rebaja a
las actividades más triviales de los estudiantes. Frente a este panorama frondoso en donde el estrés y la ansiedad
aparecen como imperativos inevitables que llegan a manifestarse en el aula de un modo muy significativo, hay
mucho por avanzar.
La sala de clases dentro de este contexto se levanta como el sitio donde se encuentran gran parte de las
problemáticas estudiantiles y donde el alumno se presenta como un individuo enfrentado a la adaptación y
encauce del conjunto de sus experiencias. Por lo tanto, su concentración y capacidad de rendir frente a las
evaluaciones se ve fuertemente condicionada a factores que pudieran intervenir en el desempeño. El profesor
en este escenario debe establecer un conducto seguro de expresión, pero no tan amplio que llegue a fragmentar
15
la unidad del grupo. Organizando un ambiente óptimo, un aula amable donde cada alumno se resuelva en pos
de su potencialidad y no recorte esa expectativa subyugando el rendimiento a las presiones externas.
Estrés y ansiedad han de ser matizadas con las vivencias personales de un alumno que inherentemente se
ve enfrentado a la volatilidad de su cuerpo, reacciones y comportamientos. Luego las motivaciones que originan
estos padecimientos son abundantes aumentando o disminuyendo según se comporte el entorno. Un alumno
que es presionado por sus padres o el que actúa motivado por una recompensa frente a una buena calificación,
manifestará la ansiedad y el estrés como un temor o un acicate respectivamente. De este modo, el ambiente en su
totalidad entra al juego y es imposible enfrentar como tema aislado la presencia e injerencia de estos fenómenos
en la problemática educativa.
Los fenómenos de estrés y ansiedad analizados deben ser aceptados como elementos nuevos y desde ahora
presentes en toda actividad de exigencia educativa. Su permanencia permite su estudio y éste a su vez facilita el
control. Dicho de otro modo pasa a ser costumbre y podría entrar dentro de los cánones de evaluación futuros.
Finalmente, se trata de considerar estas condicionantes en la sala de clases, pues la vida que han de
enfrentar los estudiantes fuera de ella obedece a exigencias que en el mayor de los casos manifiestan estos
problemas. Se persigue que manejen estas posibilidades y las agreguen a su catálogo de habilidades en la
búsqueda constante de un rendimiento en ascenso, mientras tanto, la presencia de estos fenómenos seguirá en
aumento tanto en su cantidad como en su preponderancia.
BIBLIOGRAFÍA
TRIANES Mª VICTORIA (2003), “Estrés en la infancia”, Ediciones Narcea, S.A. Madrid, España
DOLL, B. y M. LYON. (1998). Riesgo y Resistencia: Implicaciones para la Entrega de Servicios Educativos y
Mentales en la escuela. Pág.348
16
BERSTEIN, G. y C. BORCHARDT. (1991). Los Desórdenes (Trastornos) de Ansiedad de Niñez y
Adolescencia. Una Revisión crítica. Diario de la Academia americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente.
Pág.519
RUIZ ALFREDO (1991). “Cómo ayudarse a uno mismo”, Ediciones Paulinas. Santiago de Chile.
LINKOGRAFÍA
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