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PORTFOLIOS DOCENTES

PROF.MAG SARA INÊS GONÇALVEZ

El uso de portafolios (o portfolios) es relativamente reciente en la práctica pedagógica,


rápidamente ha adoptado diversas modalidades y, a lo largo de las décadas se ha
utilizado con diversos fines. Los portafolios pueden ser construidos en torno a
problemas, grandes ideas, temas en controversia, biografías, propuestas de acción,
proyectos de trabajo, entre otros. Dependerá de la asignatura y de la concepción de
aprendizaje que se contemple el diseño de las propuestas o los ejes que posibilitarán la
organización del portafolio

En cualquiera de los niveles de la enseñanza y en cualquiera de las asignaturas las


propuestas de evaluación señalan un camino de difícil resolución. La búsqueda de
objetividad, por una parte y la necesidad de encontrar una estrategia que asegure que los
estudiantes puedan expresar de la mejor manera todos sus conocimientos, por otra,
consisten en los desafíos diarios de las tareas del docente.

Abordaremos la temática desde una perspectiva posible, la de introducirla en formación


docente y de su uso específicamente en didáctica, en Instituto de Formación Docente
para Profesores de Enseñanza Media sustituyendo a la carpeta y por considerar que se
trata de un registro de los aprendizajes en tanto reúne materiales que se elaboran durante
el proceso de aprendizaje y constituyen una colección ordenada de evidencias que
presentan las producciones que se fueron organizando para las diferentes prácticas
llevadas a cabo en el aula.

En los portafolios se incluyen las mejores producciones de los estudiantes luego de sus
procesos de elaboración éstos no son iguales. Los portafolios constituyen una manera de
presentar los trabajos de los estudiantes con el objeto de favorecer la evaluación y
realizar una retroalimentación permanente.

¿Qué es un portafolio? Para Shulman, 1999: 62).


“Un portafolio didáctico es la historia documental estructurada de un conjunto
(cuidadosamente seleccionado) de desempeños que han recibido preparación o tutoría,
y adoptan la forma de muestras del trabajo de un estudiante que sólo alcanzan
realización plena en la escritura reflexiva, la deliberación y la conversación”

Desde el punto de vista material, la forma que el portfolio tome es tan variada como su
autor lo decida: puede ser una carpeta con folios donde se van guardando las diferentes
entradas, una caja donde se recopila la información, un portfolio efectivamente
testimonian momentos y razones del autor.
El principal objetivo del portfolio -independientemente del tipo del que se trate o del
formato de presentación- está asociado a:
1) almacenamiento de trabajos;
2) evaluación de contenidos;
3) proceso de interacción entre el autor y otras personas y
4) como objeto de aprendizaje.
Para ahondar en su significado educativo tomaremos la definición elaborada por Lee
Shulman tratando de detallar sus principales características.
“Un portafolio didáctico es la historia documental estructurada de un conjunto
(cuidadosamente seleccionado) de desempeños que han recibido preparación o tutoría,
y adoptan la forma de muestras del trabajo de un estudiante que sólo alcanzan
realización plena en la escritura reflexiva, la deliberación y la conversación”
(Shulman, 1999: 62)

Reflexionaremos, entonces, en torno al concepto brindado para tratar de detallar sus


principales características.

a) Historia documental estructurada de un conjunto de desempeños


El portafolio es un sistema de recopilación de materiales que dan cuenta de nuevos
aprendizajes o saberes del docente en su propio proceso de aprendizaje. El aprendizaje
ocurre en la práctica docente entre profesores y alumnos en diversos entornos
educativos. Por medio de un portafolio se dan a conocer una serie de experiencias en las
que se sintetiza el trabajo llevado a cabo a lo largo de un periodo determinado por parte
de su autor, acompañado de una reflexión de los conocimientos adquiridos, las
habilidades desarrolladas, así como los valores asociados a cada una de las evidencias
de aprendizaje alcanzadas.
b) Historia documental que ha recibido preparación o tutoría
La elaboración de cada entrada de portafolio supone no sólo el recoger la información
sino una serie de pasos previos y posteriores. En principio, la decisión de tomar una
entrada en particular y no otra, debe ser reflexionada y explicada teóricamente para no
caer en la trivialización de que todo vale la pena incluir, documentar y en consecuencia,
reflexionar.
La recolección de información debe seguir ciertos resguardos para preservar el material
y darle validez a lo recogido. Finalmente, la decisión de qué material elegir y cómo
procesarlo requiere de un acompañamiento por parte de un tutor. En este sentido, el
trabajo y rol docente pasa de ser una actividad individual a un trabajo en conjunto y de
intercambio con otros docentes en la elaboración y sostén de dicho rol.
Esto lleva a pensar en el establecimiento de un proceso de diálogo donde cada uno
puede aprender y ver los aspectos positivos y los aspectos a mejorar de su trabajo.
Cuando pensamos en la figura de un tutor nos referimos tanto al acompañamiento y
sostén de los pares como al del profesor que acompaña el proceso de aprendizaje del
docente.
c) Muestras de trabajo que alcanzan realización plena en la escritura reflexiva.
A través de un portafolio se tiene la oportunidad de crecer y mejorar desde una
perspectiva personal, profesional e institucional. Por medio del portafolio el docente
tiene la oportunidad de desarrollar un pensamiento crítico y creativo, en el que desde
una perspectiva holística se pueden construir propuestas y reflexiones en torno a la
enseñanza que favorezcan el proceso de crecimiento cognitivo de sus alumnos.
La elaboración de este material demanda una reflexión constante del profesor,
generando un proceso de autocrítica y mejora permanente.
d) la deliberación y la conversación.
Shulman destaca no solamente el trabajo de escritura reflexiva sino un acompañamiento
en dicha reflexión. Éste puede tomar la forma de deliberación o de conversación. Una u
otra implica la necesaria toma de conciencia de lo escrito ante la mirada de los otros.
Esta presencia de los otros puede ser pública, realizada en espacios más privados o
totalmente personalizada con la presencia de un tutor.
El rol de los grupos, por un lado y del tutor por otro vuelve a ponerse de manifiesto la
necesidad de diálogo para la toma de conciencia.

¿Cuál puede ser el contenido de un portafolio?

Dependerá de la asignatura y las características de los proyectos o trabajos que se


elaboren. En ciencias sociales un portafolio puede contener folios que se integren por un
trabajo que reconstruye una biografía, una carta, un ensayo, el análisis de una fuente o
de una representación pictórica de la época estudiada, la confección de un guión,
entrevistas y su correspondiente análisis, planes,etc.

Los portafolios contienen más de un producto y cada producto, a su vez, demanda un


trabajo diferente de producción y sistematización. Se confecciona durante un cierto
tiempo y probablemente necesita de borradores y propuestas parciales. Requiere la
crítica del docente y finaliza mediante un acuerdo entre el docente y el estudiante acerca
del estado final de la producción que permite que pase a integrar uno de los folios del
portafolio. Cada trabajo conforma un folio que no necesariamente puede ser guardado
en una carpeta o caja.

Cada folio ha sido confeccionado, revisado, actualizado, corregido, recoge sugerencias


para el mejoramiento por parte de los docentes y da cuenta del progreso que puede
realizar el estudiante a partir de numerosas intervenciones por parte de los docentes. Por
último, hay folios que pueden ser el fruto de una producción colectiva mientras que las
carpetas de trabajos siempre dan cuenta de producciones individuales.

Los estudiantes sostienen que en una buena evaluación se cumple con lo que se
prometió y el profesor valora el esfuerzo y la dedicación. Los docentes esperan, en el
mejor de los sentidos, que las evaluaciones permitan dar cuenta de apreciaciones y
fracasos justos. Diseñar y llevar a cabo buenas evaluaciones implica también tender un
puente entre lo que esperan los estudiantes y lo que pretenden los profesores. Una
manera posible de orientar la evaluación consiste en proponer a los estudiantes la
confección de un portafolio. Los portafolios forman parte de las actividades de los
estudiantes y pueden ser el instrumento elegido para la evaluación

¿ES LA MEJOR PROPUESTA PARA LA EVALUACIÓN?

Difícilmente encontremos una propuesta para la evaluación que nos asegure que su
implementación sea siempre provechosa y productiva. La evaluación no puede reducirse
a la búsqueda del instrumento más certero. Las buenas prácticas posibilitan
evaluaciones en circunstancias no previstas en donde una respuesta oportuna del
estudiante o una buena pregunta que da cuenta de su proceso de pensamiento permite
reconocer mejor los conocimientos adquiridos o el nivel de reflexión poseído.

De esa manera no sólo se evalúan productos sino que se analizan o se reconocen


procesos y se adoptan tanto los procedimientos formalizados como los que no lo son
para obtener no sólo indicios sino apreciaciones valiosas en torno al conocimiento
adquirido.

Si pudiéramos caracterizar a las buenas prácticas que recorren los diferentes niveles del
sistema educativo elegiríamos las que satisfacen las siguientes condiciones: prácticas
sin sorpresas, enmarcadas en la enseñanza, sin desprenderse del clima, ritmo y tipo de
actividad de la clase en la que los desafíos cognitivos no son temas de las evaluaciones
sino de la vida cotidiana del aula.

“Una buena evaluación debe otorgar confianza y generar, por el contrario al clima
habitual que se instala con las evaluaciones, un espacio para permitir que los
aprendizajes fluyan y se expresen con naturalidad. Posibilitar reconocer nuestros
límites, reírnos de nuestras propias exigencias y recuperar el sentido de lo humano en
el acto de aprender. Desde esta perspectiva, la evaluación recupera y es proveedora de
seguridad y protege a los estudiantes y por tanto, se imbrica en la buena enseñanza”
Edith Litwin

Y para terminar ¿Cuáles son los beneficios del trabajo con portafolios?
Permiten el seguimiento y la documentación de situaciones de enseñanza y de
aprendizaje a lo largo de un período de tiempo más prolongado.
Fomentan la articulación entre el proceso y el producto de aprendizaje.
Instauran normas de colaboración, reflexión y análisis.
Facilitan la comunicación entre los colegas.
Tienen que tener impacto en la propia práctica.
Permite tiempos diferentes y pensamiento complejo.
Puede plantear aspectos de colaboración

El peligro del portfolio es la exhibición y el tiempo que lleva


En la elaboración del portafolio, autores y tutores, deben deslindar claramente la acción
reflexiva de autoaprendizaje y la posibilidad de utilizar el portfolio como forma de
acreditación. En un caso y en otro, las motivaciones y situaciones que se generan son
diferentes.
Esta última salvedad implica también contextualizar el portfolio como una herramienta
de aprendizaje dentro de una carrera docente que considera el pasaje de la conciencia
práctica a la conciencia reflexiva.

Los docentes que trabajen con portafolios ponen especial cuidado en la producción de
los estudiantes entendiendo que los procesos de comprensión seguramente implican
diferentes propuestas de elaboración de proyectos, de solución de problemas, trabajos
en relación con temas, ideas o preguntas relevantes. Cada una de las propuestas
demanda tiempo. Los folios se hacen y rehacen o se completan paulatinamente. No se
trata de evaluaciones que se pueden realizar en un plazo breve sino de trabajos que
demandan un tiempo considerable. Los beneficios tienen que ver con las producciones
sostenidas que favorecen mejores procesos de construcción del conocimiento.

Bibliografía
-Lyons, Nona (comp.) (1999) El uso de portafolios. Propuestas para un nuevo
profesionalismo docente. Buenos Aires: Amorrortu.
-Martín-Kniep, G.O. (2001). Portfolios del desempeño de maestros, profesores y
directivos. Buenos Aires: Paidós.
-Rieman, P. (2000). Teaching portfolios. Boston: Mc Graw-Hill.
-Seldin, P. (1997). The teaching portfolio (2th Ed.). Bolton, MA.: Anker
Sólo a título de enunciado ofrecemos bibliografía y links de interés para abordar
portafolios para alumnos:
-Allen D. (Compilador) (2000). La evaluación de los aprendizajes de los estudiantes.
Buenos Aires: Paidós.
-Danielson, C. Y Abrutyn, L. (1999) Una introducción al uso de portafolios en el aula.
Brasil: Fondo de Cultura Económica.

• Lyons, N. (1999) El uso de portafolios. Buenos Aires: Amorrortu.

• Camilloni, A. y otras (1998) La evaluación de los aprendizajes en el debate


didáctico contemporáneo. Buenos Aires: Paidós.

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