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El avatar democrático

Por Daniel Fajardo, Periodista y profesor en Periodismo Digital.


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Introducción

Internet está produciendo fuertes cambios en la cultura y las estructuras sociales.


Particularmente los blogs, están generando movimientos nunca antes vistos. Es que, a
pesar de que la sociedad chilena posee poca participación ciudadana y no es muy activa
en cuanto a la fiscalización, en internet y en su personalidad avatárica ha descubierto un
canal para fiscalizar de una forma, que en la realidad física le es más difícil.

Numerosos hitos en la reciente historia de la blogósfera local demuestran esta


hipótesis. Los usuarios de internet que son parte de estos movimientos se encuentran
muy a gusto en los mundos virtuales para desarrollar su sentido fiscalizador. Incluso,
crean nombres especiales para ello.

Algo sucede en la red que se ha estudiado poco. Miles de personas están


realizando activismo democrático online, algo que no se da en el mundo offline. Lo
interesante es que dichos movimientos sí tienen una consecuencia en el mundo offline.
Bienvenidos a la era del avatar democrático.

Marco teórico

Cuando se le pregunta a cualquier ciudadano cuál cree que es el acto que más
representa el sentido democrático de un pueblo, la gran mayoría dirá que es el voto.

Pero el voto no es nada más que una parte de la forma en que las personas
ejercen la democracia en las sociedades actuales. Es más, es sólo un hito (sin lugar a
dudas importante) dentro de una nación que gobierna sobre ella misma. Incluso, muchos
sociólogos han demostrado durante décadas de que forma la propaganda influye
fuertemente en la intención de voto, tanto en los períodos denominado “fríos”, como en
los “calientes”, referentes a la proximidad de un período de sufragios.

Lo que realmente marca, condiciona y educa el sentido democrático de una


nación o, de un grupo de personas es la fiscalización ciudadana, o sea, las herramientas
que poseen los integrantes de un Estado democrático para dar a conocer sus opiniones
acerca de los diversos temas que les interesa y los mecanismos que poseen para cambiar
las situaciones cuando se requiere y el número de personas involucradas en alguna
causa, justifica un cambio.
La literatura sociológica, política y filosófica a través de la historia ha
conceptualizado diversas formas en que la población puede fiscalizar a quienes los
gobiernan. Éstas van desde la simple confianza en el poder legislativo -que una de sus
funciones en Chile, es justamente fiscalizar-, hasta la formación de movimientos
ciudadanos, que incluso, pueden terminar en una guerra civil o en una revolución de las
estructuras establecidas.

Otra corriente tradicional de fiscalización en la cultura occidental


contemporánea son también los medios de comunicación que intentan entender cuáles
son las áreas sensibles e importantes de una sociedad, estructurando su contenido en
torno a ellas. No hay democracia que se precie de tal sin una estructura activa de medios
de comunicación en sus diferentes soportes (radio, periódicos, revistas, televisión,
internet) y, efectivamente estas entidades son un importante aporte a la fiscalización
ciudadana. Sin embargo, poseen una limitante. Aún son bastante unidireccionales. O
sea, su mismo soporte tecnológico los limita a interactuar muy poco con los ciudadanos.

Si bien los medios que utilizan internet para su difusión han logrado comenzar a
romper con esta relación unívoca, aún es un grupo de profesionales el que define la
pauta de contenidos. Incluso, muchos medios de internet, poseen una lógica heredada de
los medios tradicionales, que le da poco espacio a sus lectores

La fiscalización ciudadana en Chile

En los últimos 15 años se ha puesto de moda entre los jóvenes el término “no
estoy ni ahí” cada vez que se les pregunta por política. Esta frase, más que demostrar
una reacción generacional respecto a la forma en que dicho grupo etáreo se identifica
con las estructura social que lo rodea, demuestra una falta de interés por fiscalizar a sus
autoridades. El problema se vuelve preocupante cuando vemos que la generación de los
“treinta y tantos”, también tiene la misma posición.

La explicación a esta falta de participación política (no social) y de fiscalización


puede tener muchas explicaciones. Pero básicamente son tres: Una cultural, una
histórica y otra económica.

La cultural viene dada por la conformación que hemos tenido como país y
sociedad. Desde un principio, Chile fue una provincia. Primero dependió directamente
de España y luego del virreinato del Perú. Esto, sumado al aislamiento geográfico y
climático y, a la condición de estado de guerra permanente con algún enemigo (incas,
mapuches, bolivianos, peruanos, argentinos y españoles), generó una especie de
sacralización de cualquier tipo de autoridad, ya que se necesitaba que ésta, protegiera a
los pobladores.

Algo muy similar a lo que ocurría en la época del feudalismo europeo entre los
siglos V y XIII, con la diferencia que las comunidades del viejo continente se habían
formado localmente y de ahí generaron sus estructuras sociales. En cambio, en Chile a
la sociedad “la formaron” desde fuera hacia dentro, lo que potencia más aún la
importancia de la autoridad fundadora-gobernadora.
Otro concepto utilizado para definir esta característica cultural se denomina
“paternalismo”, el que es fundamentado y justificado tanto por los gobernantes como
por los gobernados. Históricamente, en Chile la autoridad ha sido paternalista y la
sociedad ha aceptado sus políticas. Por supuesto, ha habido casos en que se ha roto esta
cualidad, como ocurrió en 1810, 1818, 1891, 1925, 1970, 1973 y 1998. Pero algo
sucede que una vez que la población fiscaliza en extremo y cambian las estructuras
gobernantes, rápidamente la autoridad nueva genera la misma relación paternalista
histórica con los gobernados.

Desde el inicio de Chile como República, las autoridades han sido sacralizadas
de alguna u otra forma, teniendo pocos canales de oposición y fiscalización ciudadana e
incluso, el Estado ha generado políticas que conciente o inconcientemente fomentan el
paternalismo. Por ejemplo, los subsidios estatales de los últimos 30 años han sido una
forma moderna de paternalismo velado que es difícil de cuestionar.

La explicación histórica a la poca fiscalización ciudadana, se desprende y es


parte de la explicación cultural. Pero he querido detenerme en ella debido a estar
relacionada con la contingencia social reciente. O sea, en la historia de Chile de los
últimos 35 años.

Durante los años 1968 y 1973, Chile tuvo varios logros democráticos
importantes. Entre ellos, una participación y fiscalización ciudadana nunca antes vista
en nuestra historia. Las corrientes socialistas y comunistas internacionales lograron la
creación de movimientos populares fuertemente organizados, desarrollando un
importante cuestionamiento a la forma en que el país estaba organizado hasta ése
entonces. Una de las consecuencias más importantes de ese movimiento fue la elección
de Salvador Allende como Presidente de la República.

Pero si ya los movimientos de izquierda habían producido una serie de canales


de fiscalización y participación ciudadana muy interesante y nunca antes vistos en
Chile, con la llegada de Allende al Gobierno, la derecha chilena enriqueció más aún
estos canales, bajo una cosmovisión de la sociedad y de la gobernabilidad, totalmente
opuesta a la izquierda.

Independientemente de la responsabilidad de los movimientos sociales en el


quiebre democrático chileno producido por el golpe militar de 1973 -algo que no está en
este análisis-, cabe destacar el período entre 1970 y 1973 como un hito en la
fiscalización y participación ciudadana.1

Pero después de la tormenta vino la calma. El Golpe de Estado y la instauración


de un Gobierno Militar no democrático, trató de acallar durante años cualquier
cuestionamiento a la gobernabilidad. Algo que no sólo golpeó fuertemente a la prensa,
sino también a los movimientos sociales y a los canales de participación ciudadana.
Toda una generación creció en torno a un fuerte paternalismo dictatorial. Y los que
antes participaban de la fiscalización ciudadana eran perseguidos, habían salido del país
o bien, simplemente guardaban silencio.

1
DOONER, Patricio. “Periodismo y Política. La prensa de derecha e izquierda 1970-1973” - Editorial
Andante, Santiago 1989.
Nunca se ha estudiado con profundidad el fuerte impacto que produjo en toda
una generación la falta de una cultura y de herramientas de fiscalización ciudadana, algo
que actualmente tiene consecuencias culturales muy fuertes. La exageración de la
fiscalización pre golpe de Estado y la anulación de esta misma después de 1973, fueron
los responsables de una generación de entre 30 y 45 años que, posee una escasa cultura
de participación democrática, al no contar con las herramientas educacionales y
ejemplificadotas para ello. Algo que, –como veremos más adelante- está cambiando
gracias a internet.

A diferencia de lo que se pudiese pensar y a pesar de que la vuelta a la


democracia se produjo en parte, gracias al voto popular que rechazó el continuismo de
Augusto Pinochet en el poder, los gobiernos de la Concertación también han fomentado
el paternalismo, eso sí, bajo una concepción socialista, más que dictatorial, como era el
caso de Pinochet.

Tomando como inspiración el modelo europeo del Estado Benefactor y la


ideología propia del socialismo, se han generado cientos de canales y programas que
han fomentado el paternalismo, en desmedro de la clase media y la pequeña y mediana
empresa. En todo caso, la participación ciudadana bajo los gobiernos de la concertación
ha sido mucho mayor que bajo el Gobierno Militar, algo lógico. Pero aún es
insuficiente. El fuerte activismo que produjeron las generaciones de principios de los
setenta y el golpe a la democracia de Pinochet, tuvieron una consecuencia devastadora
en el espíritu fiscalizador y político de las generaciones actuales. Y la frase: “No estoy
ni ahí”, es el más angustiante ejemplo.

También hay una explicación económica. Un viejo refrán médico dice: “La
necesidad hace al órgano”, aludiendo a que cuando existe algún problema en un cuerpo,
automáticamente éste crea una estructura biológica que ayude a solucionarlo. De hecho,
la teoría de la Evolución de las Especies de Charles Darwin se basa en ese concepto.

Si esto lo llevamos a un marco social, tenemos miles de ejemplos de fuertes


movimientos y revoluciones que se han generado por que existe una “necesidad” o un
“problema”, que generalmente, tiene una raíz económica.

¿Qué pasa entonces cuando existen pocos problemas económicos? Obviamente,


se producen menos movimientos sociales. “Estómago lleno, corazón contento”, dice
otro refrán popular chileno. En los últimos 17 años, Chile ha tenido un auge económico
pocas veces visto en su historia. Incluso, luego de la recuperación económica producida
a fines del 2002, ha alcanzado récords históricos en cuando a ingreso per cápita y
capacidad de consumo.

A pesar de que aún existe una importante cantidad de pobres, (algo que significa
que aún seamos un país en vías de desarrollo), no existen necesidades económicas que
puedan llevar aún un movimiento ciudadano fuerte. Esto, sumado a la buena imagen/
país que tiene Chile en el extranjero, incrementa que la población se preocupe de temas
como el deporte o la farándula, más que de la forma en que se está gobernando el país.

Estas últimas ideas, obviamente no es algo generalizado 100%. De todas formas


siempre existen grupos, medios e instancias de cuestionamiento ciudadano, pero en
términos generales, en la actualidad no somos una población que esté muy preocupada
de la forma en que se administra los dineros fiscales, o sea, de la fiscalización hacia las
autoridades, característica fundamental de una democracia totalmente sana.

En términos generales podríamos decir entonces que las generaciones jóvenes y


adulto jóvenes son bastante apáticas a la hora de ejercer su derecho y deber democrático
de fiscalizar a las autoridades. Cuestionamiento existe bastante. Es cosa de subirse a un
taxi y conversar de actualidad con el conductor. Pero en general el chileno actual se
queda sólo en palabras y muy pocas acciones. Finalmente el “no estoy ni ahí” termina
triunfando en la personalidad individual, grupal y social.

Smart mobs

Antes que nada, cabe destacar que a medida que aumenta la masificación de
internet, los usuarios entran a un mundo “virtual”, en el cual experimentan relaciones
con otros usuarios-avatar. Dichas relaciones van desde una simple conversación, hasta
la generación de grupos de interés, asociaciones e incluso, romances.
La “experiencia” de dichos usuarios en la dimensión virtual está ampliamente estudiada
por la literatura anglófona. Un buen libro al respecto es “Observing the User
Experience: A Practitioner’s Guide to User Research” de Mike Kuniavsky.2

Cristián Leal es un periodista que vive en Concepción y está especializado en


tecnologías de la información. Es de personalidad tranquila y bastante callado. Ejerce la
profesión de manera independiente, escribiendo esporádicamente para varios medios
nacionales. Además, tiene un blog, quizá uno de los más visitados en Chile. En internet,
todos los conocen como “El Francotirador”. Es su avatar.

Si bien El Francotirador tiene ciertas ventajas técnicas con respecto al


conocimiento de internet, en comparación con un ciudadano común y corriente, además
de ser un profesional de las comunicaciones, es el punto de partida a un pequeño
movimiento ocurrido en julio del 2007 que demuestra claramente cómo se está
ejerciendo la fiscalización ciudadana bajo las nuevas redes sociales que genera internet.

En dicha oportunidad, Cristián Leal dio a conocer una información acerca de un


contrato entre Microsoft y el Gobierno de Chile, que fue considerado por él y por un
grupo de blogueros como monopólico.

Rápidamente decenas de blogueros comenzaron a difundir la noticia de forma


3
viral , utilizando todas las herramientas tecnológicas propias de la web 2.0 como los
sistemas de sindicación RSS, servicios de bookmarks favoritos, sistemas inteligentes de
selección de noticias, repositorios de videos, álbumes fotográficos y en fin, una serie de

2
MIKE, Kuniavsky. “Observing the User Experience: A Practitioner’s Guide to User Research” -
Morgan Kaufmann Series in Interactive Technologies, 2005.
3
El marketing viral y la publicidad viral son términos empleados para referirse a las técnicas de
marketing que intentan explotar redes sociales preexistentes para producir incrementos exponenciales en
"conocimiento de marca" (Brand Awareness), mediante procesos de autorreplicación viral análogos a la
expansión de un virus informático. Se suele basar en el boca a boca mediante medios electrónicos; usa el
efecto de "red social" creado por Internet y los modernos servicios de telefonía móvil para llegar a una
gran cantidad de personas rápidamente.
servicios gratuitos que constituyen las denominadas “redes sociales virtuales”. El
resultado de esto se puede ver en la página oficial del Movimiento de Liberación Digital
(www.liberaciondigital.org).

Lo interesante es que este movimiento “virtual” logró un verdadero resultado en


el mundo “físico”, ya que fue tal el impacto y la velocidad con la que se propagó la
noticia a través de internet, que lograron que la prensa escribiera decenas de artículos.
Incluso, que la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados realizara
una sesión especial sobre el tema, invitando a exponer no sólo a ejecutivos de Microsoft
y representantes del Ministerio de Economía (entidad que firmo los contratos con la
compañía norteamericana), sino que también, a los representantes del movimiento. Los
contratos debieron ser revisados y algunas cláusulas modificadas.

Antes de analizar cuál es el paradigma social que está detrás de lo realizado por
Liberación Digital, cabe mencionar la conceptualización acerca de este tipo de
movimientos, denominados como “Smart Mobs”.

Howard Rheingold 4 indica que los smart mobs son “un grupo de individuos que
apoyados por las tecnologías de comunicación, difunden mensajes a sus redes sociales
de amigos y conocidos, los cuales hacen lo mismo hasta construir una gran cadena de
comunicación, que es capaz de movilizar a miles de personas”.

Y justamente una de las principales características de estas “tribus temporales” 5


es la independencia de los medios de comunicación tradicionales para expandir una
noticia, a diferencia de los movimientos tradicionales que necesitan de dichos medios
para convocar gente o bien, o bien difundir una ideología.

Los smart mobs, aparte de poseer acciones en el mundo virtual, también realizan
actividades en el mundo físico denominadas como movilizaciones instantáneas o flash
mobs. 6

Otro muy buen ejemplo de un movimiento de este tipo ocurrido en Chile,


sucedió durante los primeros meses de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, en
marzo y abril de 2006. La denominada “Revolución Pingüina7”, que produjo un
movimiento escolar a nivel nacional nunca antes visto en los últimos 30 años en Chile,
tuvo una arista tecnológico muy particular.

Los estudiantes de Enseñanza Media y Básica utilizaron diversos servicios de


internet tanto para difundir sus ideas y planteamientos, como para organizar reuniones y
manifestaciones en diferentes puntos del país. Weblogs, sistemas de mensajería
instantánea, sitios de foros, fotologs8, servicios de publicación de videos como

4
RHEINGOLD, Howard. “Mobile communication pervasive computing, wireless networks, collective
action”. Noviembre de 2001. http://www.smartmobs.com/book/book_summ.html
5
COBO, Cristóbal: “Las multitudes inteligentes en la era digital”. Junio de 2006.
6
WORDSPY. “Flash mob”. Paul McFedries and Logophilia. Febrero de 2006.
7
En Internet está ampliamente documentado este movimiento. Basta con ingresar el concepto en un
motor de búsqueda para ver todo el material que se escribió al respecto.
8
Sistema de publicación de fotos personales que pueden ser comentadas y compartidas por otros usuarios
de internet. Similar a un blog, pero enfocado al contenido fotográfico.
YouTube, servicios de podcasting9 y una serie de sistemas basados en las redes sociales
y la Web 2.0 sirvieron para trasladar el movimiento físico a la esfera virtual, además de
apoyarlo con medios tecnológicos disponibles.

Por otro lado, la telefonía celular y sus servicios como los mensajes de texto
(SMS), mensajes multimediales (MMS) y las simples llamadas sirvieron también como
soporte de organización al movimiento. Cabe destacar que muchos celulares ya tenían
cámaras de video y fotográficas incorporadas, que, ayudaban también a dar testimonio
de las diversas manifestaciones realizadas para publicarlas en internet.

Un interesante testimonio de este fenómeno es el expresado a continuación por


un alumno secundario en un sitio web:10

“¿Qué seríamos nosotros los secundarios sin los mensajes de textos, el mail,
hasta los fotolog que son de gran ayuda?, creo que la coordinación y la fuerza que tuvo
y aún tiene el movimiento secundario es gracias a la tecnología. Si antiguamente
hubiese existido el mensaje de texto, el mail y todas esas cosas, se habrían logrado ya
grandes cambios. De cierta forma la misma tecnología nos mostró la realidad de los
otros países, con la llegada de la televisión por cable los jóvenes nos dimos cuenta que
en otros países los estudiantes se expresaban y en cierta forma creamos conciencia y
dijimos: ¿si ellos pueden por que nosotros no? Y nos embarcamos en la aventura de
tomarnos los liceos... Mucha gente no sabe, pero algunas asambleas eran vía MSN
para prevenir la filtración de información.

“Lo que está de moda actualmente en los liceos es el fotolog. Todos los liceos
tienen uno (y si tu liceo no lo tiene que esperas para crearlo??!!!). Gracias a los
fotolog, aparte de informar sobre eventos e información interna de los Centros de
Alumnos, se crean lazos afectivos con otros liceos de Arica a Punta Arenas. De cierta
forma eso también ayuda a crear una unión en el movimiento y lo fortalece, y eso es
muy importantes por que como dice el típico lema de las protestas: "PINGÜINOS
UNIDOS JAMÁS SERÁN VENCIDOS"

Periodismo Ciudadano

El denominado Periodismo Ciudadano, Periodismo Participativo o Periodismo


3.0 también es clave en los nuevos sistemas de fiscalización y participación ciudadana.

En términos generales, el Periodismo Ciudadano11 es una tendencia informativa


donde las personas comunes y corrientes tienen un rol tan activo como el mismo medio,
a la hora de elaborar la agenda temática. Además, el reportero ciudadano es capaz de
cubrir y escribir los hechos noticiosos o bien, hacerlo en colaboración con un
profesional de las comunicaciones o periodista.

9
Sistema de publicación de archivos de audio, que pueden ser compartidos y comentados por otros
usuarios de internet.
10
Comentario publicado por “TOPO” en el sitio www.bloquesocial.cl el 19 de agosto de 2006.
11
Un muy buen libro para comenzar a aproximarse a este concepto es “We Media”- GILLMORE, Dan y
otros autores.
Si bien, el término no es nuevo, las nuevas aplicaciones tecnológicas como
Internet, la telefonía móvil y la fotografía digital, entre otras, han permitido en los
últimos cuatro años, que la población tenga mayor facilidad de convertirse en reporteros
ciudadanos. Por otro lado, la tendencia denominada Web 2.0 se ha transformado en el
mejor caldo de cultivo para que los usuarios/lectores publiquen y compartan contenido.

Sitios de blogs, podcasting , videos, wikis y marcadores sociales, entre otros


símbolos de la Web 2.0 están creando activas y rápidas redes sociales online que nutren
de información a todo el orbe. Por su parte, las altas capacidades de los teléfonos
móviles permiten que cualquier persona pueda tener registros gráficos y auditivos de un
suceso noticioso, para subirlo a la supercarretera de la información casi de inmediato.

Uno de los medios ciudadanos más importantes del mundo es el portal coreano
OhMyNews12. En el mundo de habla hispana 20minuos.es13, Gennio.com14 y Bottup15
son un buen ejemplo de la mezcla entre periodistas profesionales y reporteros
ciudadanos escribiendo para Internet y el papel.

En Chile, unos de los primeros exponentes del periodismo ciudadano en internet


son GranValparaíso16 y El Morrocotudo17 (Arica). Justamente, este último es parte de
una red de diarios ciudadanos digitales, pertenecientes al grupo Atina Chile 18, un
proyecto de participación ciudadano virtual ideada y patrocinada por el senador
Fernando Flores. Esta red posee además otros cuatro medios: El Observatodo19
(Coquimbo), El Rancahuaso20 (Rancagua), El aMaule21 (Talca) y La Opiñón22
(Temuco). Este conjunto de medios ciudadanos, que funcionan con la lógica de un blog,
pero agregando algunas características complementarias han sido hasta el momento el
ejemplo de periodismo 3.0 de Chile hacia el mundo. Incluso, uno de los íconos en
América Latina.

Sin tomar en cuenta la relativa independencia que puede tener la red de Atina
Chile antes señalada, en general, los sitios de periodismo ciudadano, están escritos por
una gran cantidad de reporteros que no necesariamente, son profesionales de las
comunicaciones o especialistas en contenido. Y esta es una de las principales críticas
que se le realiza a este tipo de medio.

Sin embargo, en este ensayo no cabe el análisis de ese aspecto, sino quedarnos
con la idea de que los medios ciudadanos son otro espacio más para la participación y
fiscalización ciudadana. Lo más posible es que los reporteros ciudadanos hubieran
tenido muy pocas o nulas oportunidades para escribir, publicar y dar a conocer una
noticia u opinión de forma pública, sin la existencia de las tecnologías actuales de
información y comunicación. Y ése es el elemento esencial de este cambio.

12
URL: www.ohmynews.com
13
URL: www.20minutos.es
14
URL. www.gennio.es
15
URL: www.bottup.com
16
URL: www.granvalparaiso.cl
17
URL: www.morrocotudo.cl
18
URL: www.atinachile.cl
19
URL: www.observatodo.cl
20
URL: www.rancahuaso.cl
21
URL: www.amaule.cl
22
URL: www.laopinon.cl
Conclusión

Una de las principales conclusiones a la que se llega al analizar ciertos


fenómenos sociales-comunicacionales-psicológicos como los smart mobs, las redes
colaborativas y en general de los movimientos que nacen en internet, pero que tienen
implicancias en la esfera física de los ciudadanos, es que la forma de fiscalización
ciudadana está cambiando.

Se están creando nuevos “espacios de articulación civil”, creados por personas


que quizá en su vida física son tranquilas, pero cuando expresan su “avatar”, éste se
configura como una personalidad con un fuerte sentido de participación ciudadana. La
psicología podría explicar por qué este individuo sufre una transformación y una
“sinceridad en su personalidad”, a la hora de escribir y compartir a través de las redes
sociales virtuales.

Entonces, en la esfera virtual se está desarrollando un nuevo aspecto fundamental en la


democracia: La fiscalización y participación ciudadana. Y mientras más personas
tengan acceso a las TIC y entiendan cómo utilizar estas herramientas de contenido,
podríamos estar a las puertas de una fuerza democrática nunca antes vista, que basa
mucha de fuerza en una presencia anónima o en la personificación de un avatar, pero
que, sin embargo, genera cuestionamientos y en algunos casos, cambios de las
estructuras sociales y de la gobernabilidad.

Santiago de Chile, agosto de 2007.

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© Daniel Ignacio Fajardo Cabello


Profesor en Periodismo Digital y alumno del Magíster Internacional en Comunicación y Periodismo
Digital de la Universidad Mayor.
Director del Observatorio de Comunicaciones Digitales (OCD)
dfajardo@ocd.cl

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