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GUÍA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA I

1º MEDIO

Lee los cuentos que siguen a continuación y, cuando termines la lectura, contesta las
siguientes preguntas para cada uno de los textos en una hoja aparte:

1-. ¿Qué tipo de texto acabas de leer?


2-. ¿Cuál es la finalidad de este texto?
3-. ¿Qué tipo de narrador tiene este texto?
4-. Elije uno de los cuentos que leíste y reformúlalo como un texto narrativo.

1. Instrucciones para llorar.

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto
un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe
semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un
sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se
acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación
hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el
mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de
Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro
usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco
contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

2-. Instrucciones para subir una escalera.

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una
parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela
a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en
línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda
en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en
posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como
se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que
da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas
o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente
incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo,
la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente
superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se
comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre
en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el
primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente
de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y
llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo
cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son
siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre
entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo
tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos
hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de
talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

3-. Instrucciones para dar cuerda al reloj

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena
de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y
esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan
solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan
-no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti
mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa
como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle
cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la
obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio,
en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga
al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las
otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj,
tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos
dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles
despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de
sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del
pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo
anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va
corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo
está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas.

Los siguientes relatos pertenecen a Memorias del fuego I, los nacimientos, del escritor
uruguayo Eduardo Galeano. Cuando finalices, contesta las siguientes preguntas en una
hoja aparte.

1. ¿Quién o quiénes son los personajes principales de cada relato? Anótalos y realiza una
breve descripción de ellos.
2. Sobre el texto “La creación”, ¿Por qué razón crees que Dios tiene que “soñar” las cosas para
que estas nazcan?
3. ¿En qué persona gramatical están escritos los relatos?, ¿Por qué razón crees que se narran
así?
4. ¿Qué relación existe entre los seres humanos y la naturaleza? Explica.
5. ¿Puedes determinar con exactitud la época en que suceden estas historias?, ¿cuándo
ocurrieron? Fundamenta con marcas del texto.

La creación

La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba
y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido
por la duda y el misterio.
Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios
sueña con la vida, nace y da nacimiento. La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de
Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban
mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer.
Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios,
soñando, los creaba, y cantando decía:
—Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero
nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de
nacer, porque la muerte es mentira.

El tiempo

El tiempo de los mayas nació y tuvo nombre cuando no existía el cielo ni había despertado
todavía la tierra. Los días partieron del Oriente y se echaron a caminar. El primer día sacó de
sus entrañas al cielo y a la Tierra. El segundo día hizo la escalera por donde baja la lluvia.
Obras del tercero fueron los ciclos de la mar y de la tierra y la muchedumbre de las cosas.
Por voluntad del cuarto día, la Tierra y el cielo se inclinaron y pudieron encontrarse. El quinto
día decidió que todos trabajaran. Del sexto salió la primera luz.
En los lugares donde no había nada, el séptimo día puso tierra. El octavo clavó en la tierra sus
manos y sus pies.
El noveno día creó los mundos inferiores. El décimo día destinó los mundos inferiores a
quienes tienen veneno en el alma.
Dentro del Sol, el undécimo día modeló la piedra y el árbol. Fue el duodécimo quien hizo el
viento. Sopló viento y lo llamó espíritu, porque no había muerte dentro de él.
El decimotercer día mojó la tierra y con barro amasó un cuerpo como el nuestro.
Así se recuerda en Yucatán.

El lenguaje

El Padre Primero de los guaraníes se irguió en la oscuridad, iluminado por los reflejos de su
propio corazón, y creó las llamas y la tenue neblina. Creó el amor, y no tenía a quién dárselo.
Creó el lenguaje, pero no había quién lo escuchara. Entonces encomendó a las divinidades que
construyeran el mundo y que se hicieran cargo del fuego, la niebla, la lluvia y el viento. Y les
entregó la música y las palabras del himno sagrado, para que dieran vida a las mujeres y a los
hombres.
Así el amor se hizo comunión, el lenguaje cobró vida y el Padre Primero redimió su soledad. Él
acompaña a los hombres y las mujeres que caminan y cantan:
Ya estamos pisando esta tierra,
Ya estamos pisando esta tierra reluciente.

Vocabulario:
Fructificar: dar frutos, ganancias o resultados.
Alborotar: desordenar, alterar.
Entraña: lugar donde algo se encuentra más
oculto y escondido.
Muchedumbre: abundancia, multitud de personas
o cosas.
Redimir: poner término a algún maltrato, dolor,
penuria u otra adversidad o molestia.

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