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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1. TIPOS DE TÍTERES
1.1. Títere de dedo
1.2. Títere de guante
1.3. Títere de manopla
1.4. Títere de cono
1.5. Marioneta
1.6. Títere plano de varilla
1.5. Marioneta
Títere que se mueve con hilos. Proviene de la palabra francesa Marionette. En la Edad
Media se representaban con esta clase de títeres escenas sacadas de la Biblia. Un títere
muy querido era el de la Virgen María , que caracterizaba estos teatros. Esta figura era la
apreciada “Marionette” o la Pequeña María , que en francés es una palabra cariñosa para
aludir a la Virgen María. Desde entonces quedó como sinónimo de marioneta de hilos
articulada.
En el oficio de los títeres necesi tamos utilizar ambas manos, por lo tanto los titiriteros son
ambidiestros. En decir, debemos tener la misma soltura en ambas manos para darle
expresividad a nuestros títeres y causar la impresión de que están vivos. Para esto,
necesitaremos mucha ejercitación de manos, dedos y brazos , para ser capaces de mover
el títere con soltura, agilidad y naturalidad.
Recordemos que en el teatro de títeres los movimientos deben ser naturales, de modo
que le otorguemos expresividad al títere. Los dedos “animan” al m uñeco, en otras
palabras, le dan vida o alma.
Cada uno de los títeres de guante tipifica a un personaje que puede ser mago, bruja, rey,
lobo, diablo, cazador, presentador, abuela, princesa, dragón u otro que podamos inventar
nosotros mismos o que esté de a cuerdo al cuento que deseamos representar.
En primer lugar, aprendamos a tomar el títere. Con seguridad y cuidado, éste debe
quedar muy acomodado en la mano como si fuera un guante. Lo acomodamos con
cariño, porque ahora es parte de nosotros mismos. El títere debe mirar al público de
frente y comunicar con los brazos extendidos. Debe mover los brazos lentamente, como
si fuera una persona, para dar la ilusión de realidad. En ningún caso estos movimientos
han de ser rápidos, sino suaves, lentos y llenos de energía a la vez, para comunicar una
intención.
Ahora aprendamos a separar los brazos. El títere puede expresar asombro o alegría a
través del gesto de abrir los brazos, como si quisiera abrazar a alguien o como si se
estuviera “estirando”. También debemos aprender a apl audir y mover la cabeza.
El títere puede indicar al público que aplauda en determinados momentos del
espectáculo, induciéndolo con el movimiento del aplauso y la palabra “Bravo”. Aquí, el
movimiento debe ser expresivo y alegre. El títere también puede hacer reverencias.
Como una señal de saludo, puede saludar al público con ligeras reverencias.
Ejercitemos, entonces, movimientos de flexión y rotación de la muñeca con el títere.
Aprendamos a desplazar el títere de perfil al público, de derecha a izquierd a y viceversa.
El desplazamiento del títere por el escenario requiere mucha práctica. Nunca debe verse
la muñeca del titiritero. Al hacer avanzar el títere, el movimiento debe ir de arriba hacia
abajo, para dar la ilusión de que el títere camina.
Los títeres transmiten vida y alegría de vivir. Así, es necesario que los calcemos muy bien
en nuestras manos. Que queden como un guante en nuestros dedos. Y que
mantengamos nuestros músculos fuertes, pues si sentimos los brazos cansados, los
títeres van a transmitir esa sensación y se v erán lánguidos en el escenario. Recuerde
siempre que deben dar la sensación de que son ellos mismos los que se mueven.
A menudo ocurre que los títeres manipulados por distintas personas tienen distintas
alturas en el escenario y uno qued a más arriba que el otro, como si fuera más alto . Para
evitar esto, conviene hacer una marca en el títere, a la altura de la muñeca, para que
calce con la parte inferior de la boca del escenario. De esta manera nos aseguramos que
los títeres dialoguen al mismo nivel y se miren de frente.
a) El abanico
Al trabajar con títeres no podemos tener los dedos rígidos : éstos deben ser flexibles para
dar vida a los muñecos. Para ello, vamos a ejercitar nuestros dedos.
Primero, abramos bien las manos con los dedos muy extendidos, al máximo, como si
fueran dos abanicos. Luego, vamos cerrar los dedos como si fueran las varillas de un
abanico, empezando con los meñiques hasta finalizar con el pulgar. Repetimos el
ejercicio de abrir y cerrar los ab anicos.
b) La nuez
Ahora vamos a entrecruzar los dedos de las manos, apretándolos al máximo. Cerramos
las manos como si estuviéramos apretando una nuez. Luego, abrimos los dedos y
separamos las manos. Realicemos este ejercicio varias veces.
c) Las ondas
Ahora vamos a juntar bien los dedos. Sin separarlos, como si la mano fuera una paleta,
efectuamos movimientos como ondas.
Cerramos los dedos juntos hacia la palma y luego los extendemos bien, sin separarlos,
haciendo ondas. Estos ejercicios nos darán fuer za en los dedos.
d) El lápiz giratorio
Tomemos un lápiz con el pulgar y el índice de la mano derecha. Luego, hagámoslo girar,
utilizando para ello todos los dedos de la mano. L o damos vuelta varias veces entre los
dedos. Luego, lo pasamos a la otra man o y repetimos el ejercicio. Esto nos permitirá
adquirir mucha destreza en nuestros dedos.
e) El limón porfiado
Vamos a tomar un limón y lo haremos rotar entre las palmas de las manos. Jugaremos
con el limón deslizándolo entre los dedos de ambas man os. Ahora lo vamos a hacer
rodar entre el dorso de nuestras palmas. ¡Cuidado! ¡Atráp elo! ¡Que no se le caiga al
suelo! Luego vuélvalo otra vez al centro de las palmas. Este ejercicio le ayudará a
conseguir movilidad en las manos y en todos los dedos.
f) La tijera y el cocodrilo
¿Se imagina un diálogo entre una tijera y un cocodrilo? Mir e su mano derecha. El dedo
índice y el medio serán la tijera con los otros dedos cerrados. Abr a y cierra la tijera. Muy
bien. Ahora mire su mano izquierda. Empúñela. Extienda sus dedos índice y medio.
Ábralos y ciérrelos como si se tratara de la boca de un cocodrilo. Ahora enfrent e las
manos y abra y cierre a la vez los dedos índice y medio, como si la tijera estuviera
conversando con el cocodrilo. Sí, señor. ¿Puede imaginar qué se dicen? ¡Muy bien! Que
el cocodrilo abra bien sus fauces. Y la tijera se abra y cierre todo lo que pueda.
Este ejercicio le ayudará a tener soltura en dos dedos muy necesarios en la articulación
de los títeres.
i) Aspas de molino
Antes de manipular los títeres conviene hacer un pre calentamiento moviendo ambos
brazos como aspas de molino. Primero, los brazos se encuentran por arriba. Luego los
brazos se separan por arriba y se vuelven a encontrar por abajo. Este ejercicio ayuda a l a
elasticidad de los músculos de los brazos.
Con este pañuelo digámosle cosas a esta persona querida. Hagamos ondear el pañuelo
en forma delicada con la mano derecha y con la mano izquierda.
Este movimiento ejercita las manos y la plasticidad, es decir, el sentimiento estético y la
gracia que pueden transmitir las manos. Dialoguemos con un compañero o compañera a
través de los pañuelos.
Este ejercicio nos ayuda a dar movilidad a nuestros dedos. Pero recuerde que no se trata
de castigar nuestras manos en estos ejercicios, sino de propiciar el desarrollo de su
flexibilidad.
Este ejercicio nos permite dinamizar nuestros dedos y tornarlos muy dúctiles a la hora del
movimiento de los títeres.
Ingredientes:
Preparación de la masa
Modelado de la cabeza:
La cabeza del títere es muy importante porque va a dar personalidad a nuestro muñeco.
Como tenemos bastante pas ta, podemos fabricar a la vez varias cabezas de títeres, por lo
tanto, es ideal que esta fase la realicemos con otros compañeros y compañeras del teatro
de títeres. Lo pasaremos mucho mejor si trabajamos entre varios. Así, cada uno podrá
fabricar un títere distinto utilizando la masa que hemos elaborado entre todos.
Materiales:
Papel
Una media vieja o calcetín
Una botella de vino vacía
Un trozo de cordel
Preparación:
Cada uno elige un personaje diferente y dibuja la cara sobre una hoja para que
sirva de modelo.
Se arma una pelota de papel del tamaño de la cabeza del títere.
Se recubre bien con la media o se mete toda la pelota de papel dentro del calcetín
para que quede bien lisa.
Se embute bien al cuello de la botella.
Se amarra bien al cuello con un co rdel para que quede muy firme.
Se recubre la pelota con la masa que hemos preparado previamente.
Materiales:
Masa de papel
Un trozo pequeño de cartulina gruesa
Pegamento
Preparación
Con un poco de masa, vamos moldeando la nariz, las cejas, la boca, unos bigotes,
una barba o un peinado.
Moldeamos las orejas, los pómulos y las mandíbulas y dejamos secar al sol.
Cuando notamos que la cabeza está bien seca, la desprendemos con cuidado del
cuello de la botella.
En el orificio que dejó el cuello de la botella, insertamos y pegamos un cilindro de
cartulina ajustado a nuestro índice.
Pintamos la cabeza
Ya tenemos nuestra cabeza lista para maquillar. Como estamos trabajando con nuestros
compañeros y compañeras del teatro de títeres, po demos ver que todas las cabezas han
quedado del mismo tamaño. Esto es muy importante de cuidar, pues no conviene que
queden desproporcionadas unas de otras. El ideal es que tengan un tamaño similar para
dar coherencia y unidad al espectáculo.
Materiales:
Procedimiento
Se lija con mucho cuidado la cabeza, de manera que la superficie quede lisa.
Se pinta la cara de color piel. Luego vamos delineando los ojos, los labios y las
cejas, dándole siempre expresión al rostro.
A la cabeza podemos pegarle pelo, lana o algodón, según sea nuestro títere.
Cuando la témpera está seca, se barniza para darle brillo a nuestra cabeza
terminada. Si se pinta con óleo queda mejor.
El cuello del títere se forra con una cinta gruesa que se unirá luego al vestuario.
3.1.2. El vestuario
El vestuario del títere debe ser significativo, es decir, debe “hablar” por el personaje, tanto
por su diseño, como por su color.
El títere de guante
Preparación:
Confección:
Tipos de accesorios
Al igual que las personas, los títeres necesitan diversos accesorios para realzar el
carácter a su vestuario. Éstos pueden ser cinturones, corbatas, coronas, prendedores,
plumas, sombreros y todo lo que se nos ocurra....
Los pequeños detalles hacen las grandes diferencias a la hora de vestirse. Esto lo
sabemos muy bien nosotros (as) y también los títeres. Por eso, debemos ser
cuidadosos(as) al dotar de vida a los títeres con estos accesorios llenos de significación y
encanto. Y recuerde: No es necesario comprarlos. Lo mejor es hacerlos nosotros (as)
mismos(as).
Para empezar, se recopilan objetos diversos de variada índole: botones, collares, frutas
pequeñas, flores de cera, pendientes.... Todos estos objetos pueden ayudar a “vestir” a
nuestro personaje.
Podemos crear un manto para un rey o un chal para la abuela. Compartamos estos
objetos mágicos con nuestros compañeros y compañeras del teatro de títeres.
Intercambiemos las prendas: mantillas, pañuelos, sombreros de paja o tela, velos,
abanicos, bastones, sombrillas, una varita mágica... Todo depende de nuestra
imaginación para vestir en conjunto a nuestros personajes.
Los sombreros definen el carácter de un personaje. Por eso la cabeza puede estar
decorada con un objeto: una corona, un lazo, un sombrero con una pluma, un gorro, un
turbante con una piedra o un botón dorado...
Un libreto para títeres debe incluir un título muy claro y pocos personajes q ue se puedan
identificar fácilmente. Los nombres de los personajes se escriben en el lado izquierdo de
la hoja. Luego se ponen los dos puntos y se escriben las palabras que va a decir el
personaje. Entre paréntesis se escriben las indicaciones de actuac ión del personaje.
En una representación de títeres es importante tener un texto previamente esc rito, pero
en el momento mismo de la función, podemos salirnos de él e improvisar sobre la marcha.
Lo importante es no salirse del guión central. Es bueno permitirnos cierta libertad para
responder a los estímulos del público. Una buena función siempre es interactiva.
Es posible adaptar un cuento, pero es mejo r escribir nuestros propios relatos o historias.
Para empezar, vamos a leer en voz alta un fragmento de un cuento para escuchar
nuestras voces y perder el miedo escénico.
Una de las herramientas más expresivas del titiritero es la voz, por eso, debemos cuidar
nuestra respiración y dicción. Muchos profesionales trabajan con la voz, entre ellos: el
profesor, el locutor de radio, el animador de televisión, el orador, el político y por
supuesto, el titiritero.
Ejercitemos...
Inspiremos la mayor cantidad de aire por nuestra nariz hasta llenar n uestros
pulmones. Expulsemos el aire, lentamente por la boca expresando el sonido de la
letra a. Ahora repite el mismo ejercicio, con las letras e, i, o, u.
Cuando hacemos títeres, debemos cuidar muy bien nuestra pronunciación, porque de lo
contrario, no se entenderían bien las palabras. En una función de títeres es muy
importante la comunicación entre el títere y el público. Y esa comunicación se consigue a
través de una pronunciación correcta. Para tenerla, es necesario ejercitar nuestra dicción.
De igual manera, hay que aprender a escuchar nuestra propia voz. ¿Es suficientemente
alta y clara? Aprendamos a susurrar...hablemos muy suave...luego alcemos el volumen.
3.4. La música
En un espectáculo de títeres, la música es parte fundamental de la representación.
Siempre podemos poner música grabada de fondo en partes adecuadas, pero resulta
mucho mejor si los sonidos los ponemos nosotro s(as) mismos(as). Podemos situar al
costado del escenario a un pequeño grupo de niños y niñas músicos(as) interpretando sus
instrumentos. No muchos. Pueden ser un (a) guitarrista y un(a) flautista.
Sin duda, el teatro de títeres tiene mayor encanto cuando es artesanal y todo lo
producimos con nuestras manos . Podemos sugerir la lluvia con un palo de agua. Las
semillitas se deslizan dentro del tubo y producen un sonido mágico que evoca la lluvia
cayendo en la ventana. ¿Y no hay por ahí o un cascabel o una matraca? Observe estas
posibilidades:
Otra solución posible es buscar un espacio entre dos habitaciones. Podemos poner una
sábana de color o una colcha artística por el medio, de lado a lado, a una altura de 1
metro y 20 centímetros de alto, desde el suelo. Nosotros (as) podemos ponernos detrás,
sin que nos vean. Y sentados(as) en una silla podemos dar la función.
El ideal es que cada bastidor tenga 1 metro con 80 centímetros de alto , más o menos del
tamaño de una puerta. El bastidor central debe ser más ancho, con unos 90 centímetros
de ancho. Los dos bastidores laterales , de 70 centímetros de ancho.
Un telón de fondo, como su nombre lo sugiere, es un telón pintado al fondo del escenario
que nos da una idea del lugar donde se desa rrolla el cuento. Puede ser el interior de un
castillo, un jardín, un camino, el salón de una casa, un paisaje u otro que inventemos.
Se toma la medida de la boca del escenario y se amplifica unos 10 centímetros por cada
lado, pues el telón pintado va sit uado atrás, de manera que requerimos de mayor
proporción para dar la perspectiva adecuada. En la tela hacemos un pequeño doblez en
la parte superior y otro en la parte inferior. Introducimos por estos orificios un listón o
varilla. El listón de la parte superior se utiliza para colgar el telón y el listón inferior para
que el telón caiga por su peso.
Cuando tenemos listo el telón, lo pintamos con una mano de cola fría aguada para
impermeabilizarlo y darle consistencia. Lo dejamos secar y luego trazamos el diseño que
deseamos con un lápiz, de acuerdo a nuestro cuento. Este dibujo lo pintaremos con
pintura, témpera u óleo, también pueden aplicarse objetos o recortes de papeles de
colores.
Antes de empezar la función, las cortinas deben permanecer cerrada s, así aumenta la
expectación y la curiosidad de saber qué pasará cuando se abran. Las cortinas externas
o decorativas irán por delante de la boca del escenario.
En la parte interna del teatro, en el sector superior de la boca del escenario, se coloca una
barra simple de madera, sujeta a ambos lados por un soporte metálico. En esta barra se
cuelgan dos paños de cortinas con argollas pequeñas.
Estas cortinas del mismo material y color que las cortinas externas, se abren desde dentro
cuando empieza la función.
3.6. La actuación de los títeres
Los títeres necesitan moverse de manera tal que den la sensación de realidad. Para que
esto ocurra, debemos ponernos en el lugar del personaje y analizar la acción que le
corresponde cuando está en movimiento.
Los títeres nunca entran al escenario de abajo hacia arriba, a menos que lo requiera la
ocasión. Por ejemplo, un brujo que surge del suelo sorpresivamente. Deben entrar por
los costados del escenario, como si viniesen caminando hacia el centro donde deben
colocarse.
Debemos tratar que nunca se nos vean los brazos al mover el títere , pues eso rompe la
ilusión. El títere debe verse completo, con todo su vestuario, pero sin que se vea nunca la
mano ni el brazo de quien lo está moviendo.
Nunca se debe situar el títere muy debajo de modo que sólo se vea su cabeza, deberá
estar siempre muy erguido. De frente al público o de perfil, mirando al personaje que
habla; si está cabizbajo o encorvado es porque así lo requiere el personaje en un
momento determinado.
4. Juegos para desarrollar habilidades de un buen
titiritero en sus alumnos
4.1. Juguemos a dialogar
Se forman parejas de niños y niñas. Cada uno con su respectivo títere.
Se ponen frente a frente con sus respectivos muñecos.
Cada niño o niña inventa un nombre y finge una voz bien definida para su muñeco.
Los muñecos se saludan y luego se prese ntan cada uno, indicando el nombre.
Cada figura bien definida pregunta a la otra de dónde procede, dónde vive, cuáles
son sus gustos, sus aficiones y su misión.
Las figuras se tocan entre sí, se besan e improvisan un diálogo libre.
Luego se despiden con una reverencia y se van, dándose la espalda.
Se realizará una votación entre todos para seleccionar a la mejor pareja.
La pareja ganadora se presentará ante sus compañeros, reproduciendo el diálogo.
Como ejemplo, lean este breve texto, dando expresividad a las voces:
Brujo (con voz varonil de timbre grave) : ¡Soy el brujo de la selva y vengo a encantar a
los animales!
Ardilla (con voz muy aguda y simpática) : ¿En qué tronco de árbol me puedo esconder?
¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Me persiguen!
Duende (con voz metálica de timbre especial): ¡Ye te ayudo, mi querida ardilla! Tengo
poderes mágicos para neutralizar al brujo de la selva. Toma. Cómete esta semilla que
es un antídoto contra toda clase de males.
Bruja (con voz de timbre chillón y una carcajada que mueva a risa): ¡¡¡¡Ja ja ja!!!! Soy
la bruja del pantano y vengo a buscar a una ardilla para comérmela. ¿Han visto, niños
y niñas, a una ardilla? ¿Noooo? ¡¡¡¡Ja ja ja!!! Estoy segur a que andaba una ardilla por
aquí.
Ogro (con voz muy gruesa y cavernaria) : ¡¡¡Yo también huelo a ardilla!!! ¿No se habrá
escondido en lo alto de ese árbol?
Hada Madrina (con voz suave y delicada) : ¡No digan nada! ¡Silencio, niños y niñas!
La ardilla está salvada.
4.2. Las voces de los títeres
Lean este diálogo en voz alta, por parejas, inventando una voz para cada personaje.
Juguemos a las parejas. Cada uno (a) tiene que decir de memoria tres veces el
trabalenguas, sin equivocarse. ¿Quién gana?
Mary Poppins:
Sergio Sapito:
Poquito a poquito
Paquito empaqueta
poquitas cositas
en ese paquete.
Con alegría y sorpresa: ¡¡¡Ha llegado la primavera. Todo el campo huele a flores!!!
Con odio y repugnancia: ¡¡¡Ha llegado la prim avera. Todo el campo huele a
flores!!!
Con mucho susto: ¡¡¡Ha llegado la primavera. Todo el campo huele a flores!!!
Este ejercicio nos permite comprender que el sentido de una frase cambia
dependiendo de cómo sea el tono al expresarla.
Presentador(a): Allá en un país lejano, donde casi todo el año la nieve cubre la tierra, vivía
un leñador muy pobre con sus muchos hijos e hijas. Sin embargo, el buen hombre no se
quejaba...
Cuando hacemos hablar a los títeres, no es necesario forzar mucho la voz, ni hacer voz
de pito. Los niños tienen voces apropiadas para ciertos títeres como cazadores,
príncipes, sapos o reyes. Las voces de las niñas se prestan para títeres femeninos, como
madres, reinas, princesas, abejas o mariposas. No es necesario fingir demasiado, ya que
las voces naturales de niños y niñas se ajustan muy bien a los muñecos, sin tene r que
deformarlas excesivamente.
Proyectar la voz.
Cuidar la dicción, que ésta sea natural.
Entonar cada frase en forma expresiva.
Electricidad
Diseño de vestuario
Creación de libretos
Búsqueda de cuentos apropiados
Fabricación del teatro
Elección de la música
Confección del vestuario
Confección de la escenografía
Pintura de telones
Confección de cortinas
Confección de los muñecos
Bibliografía
Cecilia Beuchat y Carolina Valdivieso : Cuentos sobre el origen del mundo .
Santiago de Chile, Ediciones de la Universidad Católica , 1998.
Hugo Cerda y Enrique Cerda : El teatro de títeres en la Educació n. Santiago de
Chile, Editorial Andrés Bello, 1989.
Federico García Lorca: Obras Completas. Madrid, 1966, Editorial Aguilar.
Manuel Peña Muñoz: Había una vez...en América. Literatura Infantil de América
Latina. Santiago de Chile, Editorial Domen, 1997. (Completo panorama de los
libros infantiles en Latinoamérica con información abundante en torno a los teatros
de títeres y movimiento de titiriteros en cada país )
Iván Muñoz e Isabel Hernández : Historia de títeres y titiriteros . Santiago de Chile,
Ediciones Linterna Mágica, 2004 . (Interesante panorama histórico del desarrollo de
títeres y marionetas en Chile desde la época de la Colonia hasta la actualidad )
Centro de Documentación de Títeres de Bilbao : Panorama del títere en
Latinoamérica. Bilbao, España, 1990.
Oreste Plath: Geografía del mito y la leyenda chilenos. Santiago de Chile, Editorial
Grijalbo, 2000. (Todos los mitos y leyendas de Chile ordenados de norte a sur.
Sirven muy bien como base para una recreación en teatro de títeres con un fondo
vernáculo)
Fidel Sepúlveda: Cuentos folklóricos para niños. Santiago de Chile, Editorial
Andrés Bello, 2005. (Colección de cuentos campesinos de la tradición oral. Muy
útiles para adaptar al teatro de títeres) .
Hugo Cerda y Enrique Cerda : El teatro de títeres en la Educación . Santiago de
Chile, Editorial Andrés Bello, 1989. (Libro imprescindible para los que quieran
iniciarse en el arte del teatro de títeres.)
Alicia Morel: Hagamos títeres. Santiago de Chile, Editorial Patris, 1991. (Libro
fundamental para quienes se inician en el mundo de los tít eres. Trae consejos
prácticos, la construcción del teatro paso a paso, cómo se construyen los títeres,
cómo se manipulan, etc. Y al final vienen piezas sencillas para representar con los
muñecos)
Alicia Morel: La Flauta Encantada. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, 1986.
(Otro libro básico de la autora de La Hormiguita Cantora y el Duende Melodía .
Excelente titiritera y estudiosa de los títeres. El libro contiene piezas fáciles para
representar con títeres.)
En Internet