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20 años de democracia
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PABLO DA SILVEIRA Y RAMÓN DÍAZ
Diálogo sobre el liberalismo
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veintidós trabajos de investigación, con la autoría de reconocidos inte-
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auténticos referentes nacionales en sus respectivos temas. Como un ÁLVARO PADRÓN
El bien nacer
espejo necesario que nos anima y empuja a las tareas del futuro, este
libro viene a constituirse en un aporte indispensable para adquirir una ADELA PELLEGRINO
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El ágora electrónica conciencia más acabada de lo vivido y para alimentar la conciencia de
las exigencias que seguramente nos deparará un futuro que ya está GABRIEL PELUFFO LINARI
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La secularización uruguaya

ROMEO PÉREZ ANTÓN


VARIOS AUTORES
Los uruguayos del Centenario BAJO LA DIRECCIÓN DE
RICARDO PIÑEYRÚA

Gerardo Caetano TERESA PORZECANSKI

OSCAR LUIS SARLO

JUDITH SUTZ
© 2005
© De esta edición:
2005, Ediciones Santillana, S.A.
Constitución 1889. 11800 Montevideo
Teléfono 4027342
Correo electrónico: edicion@santillana.com.uy

© Autores: Hugo Achugar, Rodrigo Arocena, Roy Berocay, Luis Bértola,


Gustavo Bittencourt, Mariana Blengio Valdés, Gerardo Caetano, Juan
José Calvo, Margarita Carriquiry, Néstor Da Costa, Gustavo De Armas,
Luis Faral, Héctor Gros Espiell, Manuel Martínez Carril, Roger Mirza,
Renato Opertti, Álvaro Padrón, Adela Pellegrino, Gabriel Peluffo Linari,
Marcelo Pereira, Romeo Pérez Antón, Ricardo Piñeyrúa, Teresa
Porzecanski, Oscar Luis Sarlo y Judith Sutz.

• Santillana Ediciones Generales, S.L.


Torrelaguna, 60. 28043 Madrid, España.
• Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A.
Beazley 3860. 1437 Buenos Aires, Argentina.
• Santillana de Ediciones S.A.
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• Santillana, S.A.
Río de Janeiro 1218, Asunción, Paraguay.
• Santillana, S.A.
Av. San Felipe 731, Jesús María, Lima, Perú.

Diseño de tapa: Andrés Rojí.


Foto de tapa: Matilde Campodónico.
Fotos de apertura de Política
y apertura de Cultura: Matilde Campodónico.
Foto de apertura de Sociedad y economía: Gabriel García.

ISBN: 9974-95-043-0
Hecho el depósito que indica la ley.
Impreso en Uruguay. Printed in Uruguay.
Primera edición: Julio de 2005. 2.500 ejemplares.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproduci-


da ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por un sistema de
recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea
mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotoco-
pia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.
ÍNDICE

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I. Política
Introducción general
Marco histórico y cambio político en dos décadas de democracia.
De la transición democrática al gobierno de la izquierda (1985-2005)
Gerardo Caetano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
El sistema judicial uruguayo en la restauración democrática
(1984-2004)
Oscar Luis Sarlo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Rumbos y avatares de la política exterior
Romeo Pérez Antón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Los desafíos de la reinserción internacional del país
Héctor Gros Espiell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
La interpelación de los derechos humanos en veinte años
de democracia
Mariana Blengio Valdés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
1984-2004: los “clásicos” de la salud
Luis Faral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Educación: una historia de luces y sombras, con debes importantes
Renato Opertti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
II. Sociedad y economía
Veinte años no es nada…
Juan José Calvo y Adela Pellegrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251
De la sociedad hiperintegrada al país fragmentado.
Crónica del último tramo de un largo recorrido
Gustavo De Armas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Veinte años de democracia sin desarrollo económico
Luis Bértola y Gustavo Bittencourt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305

7
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

Medios de comunicación. El poder precario


Marcelo Pereira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
El espacio de lo religioso a veinte años del retorno a la democracia
Néstor Da Costa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349
Movimiento sindical y empresarios: un diálogo difícil y necesario
Álvaro Padrón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
Personajes en busca de un destino.
Ciencia, tecnología e innovación en el Uruguay contemporáneo
Rodrigo Arocena y Judith Sutz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381
III. Cultura
Nuevos imaginarios de la identidad uruguaya: neoindigenismo
y ejemplaridad
Teresa Porzecanski . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 407
Veinte largos años. De una cultura nacional a un país fragmentado
Hugo Achugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Uruguay posdictadura: poéticas y políticas en el arte contemporáneo
Gabriel Peluffo Linari . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435
Una mirada sobre la literatura uruguaya reciente (1985-2005)
Margarita Carriquiry . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463
La música popular uruguaya en veinte años de democracia.
Un país sonoro, creativo y cambiante
Roy Berocay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489
Veinte años sin políticas deportivas
Ricardo Piñeyrúa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
Imaginario social y escena uruguaya
Roger Mirza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 523
El espejo del cine
Manuel Martínez Carril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 551

Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 573

8
VEINTE AÑOS DE DEMOCRACIA
SIN DESARROLLO ECONÓMICO

Luis Bértola y Gustavo Bittencourt

1. INTRODUCCIÓN

La crisis del 2002 ha dominado la escena de los últimos años y


ahora que la coyuntura está siendo tomada por la recuperación eco-
nómica cabe preguntarse si se trata de volver a la senda anterior.
La oportunidad del cambio de gobierno, luego de veinte años de
restauración democrática y del amplio triunfo electoral de la izquier-
da, resulta un momento propicio para esbozar un balance de la eco-
nomía uruguaya durante la democracia e indagar si existen posibles
caminos diferentes.
Desde nuestro punto de vista, si bien la crisis del 2002 resultó agu-
dizada por factores externos, de corto plazo, que poco tenían que
ver con la política económica, sus principales causas radicaban en
factores estructurales de la trayectoria de largo plazo de la economía
uruguaya, que la han llevado a tener un crecimiento espasmódico y
lento.
En este artículo analizaremos esos factores y estudiaremos los
cambios ocurridos en la política económica y en la economía uru-
guayas, especialmente en los últimos veinte años.

2. VOLATILIDAD Y RETRASO. MODELO DE DESARROLLO


Y ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA

La economía uruguaya mostró, a lo largo de todo el siglo XX,


una tasa de crecimiento económico promedio muy baja, que le
hizo perder posiciones en el concierto internacional de manera
muy marcada. Como se muestra en el gráfico 1, nuestro producto
per cápita relativo al de los países desarrollados se ha deteriorado
permanentemente.

305
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

GRÁFICO 1. PBI PER CÁPITA DE URUGUAY CON RELACIÓN AL PROMEDIO


DE ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, FRANCIA E INGLATERRA, 1870-2002

120

100

80

60

40

20
1870

1882

1894

1906

1918

1930

1942

1954

1966

1978

1990

2002
Fuentes: A. Maddison: The World Economy: a millennial perspective, París: OECD,
2001, pp. 17-124; FMI: World Economic Outlook 2004, ‹www.imf.org›.

Una de las características más nocivas del crecimiento económi-


co del país ha sido la falta de continuidad. La uruguaya no es una
economía estancada e inmóvil. Por el contrario, ha demostrado,
de tanto en tanto, que puede experimentar cortos períodos de
muy rápido crecimiento. El problema es que no le ha resultado po-
sible mantener estable el ritmo de crecimiento; por el contrario,
cada período expansivo culmina con crisis muy profundas que lle-
van al fracaso de empresas, de personas, de instituciones, y condu-
cen a la desesperanza de muchos uruguayos y extranjeros sobre
nuestro futuro. Como surge del gráfico 2, esta ha sido una caracte-
rística de largo plazo, pero que sigue plenamente vigente y forma
parte de la historia de vida de los uruguayos en las últimas dos dé-
cadas, en las que nos tocó enfrentar dos grandes crisis: la de la tabli-
ta y la más reciente.

306
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

GRÁFICO 2. CICLOS EN LA ECONOMÍA URUGUAYA, 1880-2000

0,25

-0,25
1881

1889

1897

1905

1913

1921

1929

1937

1945

1953

1961

1969

1977

1985

1993
FUENTE: L. Bértola y F. Lorenzo: “Witches in the South: Kuznets-like Swings in
Argentina, Brazil and Uruguay, 1870-2000”, en S. Heikkinen y J. L. van Zanden:
Explorations in Economic Growth, Ámsterdam: Aksant, 2004.

Creemos que el insuficiente y volátil desempeño uruguayo se


debe a características propias de su estructura productiva, al modo
en que la sociedad uruguaya organiza la producción de bienes y
servicios, se especializa y se inserta en la economía mundial. Son
esas características fundamentales las que han ambientado las crisis
recurrentes.
El modelo económico que se intentó implementar en las tres úl-
timas décadas, de manera más contundente en la de 1990, ha fraca-
sado como modelo de desarrollo. No es que haya habido problemas
de implementación; es que el modelo es inconducente. La cuestión
central es que la sociedad uruguaya, y en particular el Estado, no ha
logrado encontrar caminos, ni políticas, que permitan inducir un
proceso de crecimiento relativamente sostenido. Para ello se re-
quieren esfuerzos deliberados orientados a modificar la estructura
productiva.
Las políticas económicas de las últimas décadas han estado orien-
tadas por las llamadas reformas estructurales (usando la palabra estruc-
tura con un sentido muy diferente del que se le daba en los años se-
senta y setenta).
La principal de estas reformas fue la liberalización comercial, que
en teoría aspiró a que la economía abandonara la pretensión protec-
cionista y se orientara a especializarse de acuerdo con las ventajas

307
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

comparativas que llamaremos estáticas, por cuanto se apoyan en los


recursos existentes en una economía. En el caso de América Latina
se trata principalmente de los recursos naturales, ya que ni los capita-
les ni la mano de obra son tan abundantes y baratos como en otras
regiones del mundo.1
El proceso de reformas llevó a que las ramas industriales que con-
taban con protección redundante —es decir, que tenían protección
a pesar de ser competitivas— redujeran sus márgenes de rentabili-
dad, y que las que dependían de la protección desaparecieran. Katz2
y numerosos trabajos de CEPAL3 muestran cómo las estructuras in-
dustriales de la mayoría de los países latinoamericanos han tendido a
especializarse en productos de base agrícola, minera y petroquímica,
en particular en bienes de consumo poco diferenciados e insumos
de uso difundido, que combinan una elevada escala productiva y el
uso intensivo de recursos naturales, y que tienden a ser tomadores de
precios.
Este patrón de especialización productiva, al que se ha aspirado
deliberadamente, presenta varias dificultades y limitaciones. En pri-
mer lugar, se sigue dependiendo de exportaciones básicas sobre las
que los mercados de los países desarrollados tienen subsidios y diver-
sos mecanismos de protección. En segundo lugar, aunque se lograra
la apertura de los países desarrollados a las exportaciones primarias
o semiindustrializadas de América Latina, el comercio internacional
de los productos en que se especializan estos países muestra tenden-
cias de largo plazo muy poco dinámicas, por razones que van más
allá de las políticas comerciales: la demanda tiende a crecer más len-
tamente que el ingreso de los consumidores, la demanda fluctúa

1 La irrupción de Asia en el comercio internacional implicó que, si alguna vez los paí-
ses de América del Sur pudieron aparecer como abundantes en mano de obra dentro
de la distribución relativa mundial de factores productivos, durante las últimas décadas
no han ocupado ese espacio. Las industrias latinoamericanas intensivas en mano de
obra no han soportado la competencia asiática ni en los mercados internos ni en terce-
ros mercados, y en los noventa han tendido a perder peso respecto a su participación
histórica dentro de las estructuras industriales de estos países.
2
J. Katz: “Cambios estructurales y productividad en la industria latinoamericana
1970-1996”, en Revista de la CEPAL n° 71, 2000.
3 CEPAL: “Reestructura productiva y cambio tecnológico”, cap. III de América Latina y
Caribe: 15 años de desempeño económico, Santiago de Chile: CEPAL, 1996 (pp. 65-89); ídem:
Globalización y desarrollo, ‹www.cepal.org›, Santiago de Chile: CEPAL, 2002.

308
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

fuertemente con los precios, y los precios de estos mercados se pre-


sentan como muy volátiles.
Címoli y Katz4 apuntan también a un argumento de carácter tec-
nológico. En estas ramas productivas el cambio tecnológico se pro-
duce más lentamente; por lo tanto, una vez alcanzada una escala efi-
ciente, la capacidad de estos productos para continuar aumentando
la productividad del trabajo es escasa en relación con otras manufac-
turas. De allí provienen limitaciones en el dinamismo de sus inversio-
nes, en su capacidad de contratación de fuerza de trabajo y, especial-
mente, en su aporte posible para la reducción de la brecha de
productividad que separa a los países periféricos de los centrales.
En definitiva, si estos son los sectores predominantes dentro de
las estructuras industriales, pasarán dos cosas: el producto físico por
trabajador será menor y tenderá a crecer menos que en economías
tecnológicamente más avanzadas, cuestión que no será compensada
por la evolución de los precios en el largo plazo;5 por lo tanto, no
puede esperarse que sus valores crezcan a una tasa superior a la de
los sectores industriales de las economías centrales o de Asia.
Estos argumentos forman parte del pensamiento originado en
Prebisch hace más de cinco décadas, que en su esencia es recupera-
do por numerosos artículos de economistas anglosajones (Krugman,
Stiglitz, Rodrik, Thirlwall, etcétera).

3. UNA VISIÓN DE LA ECONOMÍA URUGUAYA EN EL LARGO PLAZO

Un trabajo reciente de la Facultad de Ciencias Económicas y Ad-


ministración de la Universidad de la República6 analiza la recesión
posterior a 1999 y su agudización con la crisis financiera y bancaria
del 2002, comparando dicho período con el que se vivió entre 1982 y

4 M. Címoli y J. Katz: Reformas estructurales, brechas tecnológicas y el pensamiento del Dr. Pre-
bisch, mimeo, Santiago de Chile: CEPAL.
5
En la teoría ricardiana, la desigual evolución de productividades entre estos sectores
es compensada por mejoras en los precios relativos de los bienes tecnológicamente me-
nos intensivos.
6
FCEA, “Comisión sobre diagnóstico de la situación actual del país y propuestas de sa-
lida a la crisis. Borrador para abrir la discusión. Abril 2003”, C. Failache (coord.) en co-
autoría con varios docentes (A. Hounie, F. Antía, A. Elías, G. Mordecki, L. Porto, G. Bi-
tencourt), además de estudiantes y egresados, disponible en ‹www.ccee.edu.uy› y
‹www.decon.edu.uy/~gus›.

309
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

1984. Se concluye que lo ocurrido a partir de 1999 era previsible y


que, por lo tanto, hubo responsabilidades del gobierno por no haber
tomado en cuenta con seriedad elementos que veinte años antes ha-
bían provocado la crisis y que estaban presentes nuevamente, condu-
ciendo a un derrotero similar.
Las políticas de estas décadas no han sido caprichosas, sino que
intentaron revertir un largo estancamiento que se produjo a partir
de la crisis de la sustitución de importaciones. La idea predominante
fue que las políticas de industrialización habían sido la causa del bajo
desempeño económico del país. Se tenía una visión un tanto idílica
del desarrollo anterior y de los logros alcanzados hasta 1930.
Sin embargo, el crecimiento anterior también había sido espas-
módico, había generado importantes desigualdades, había encon-
trado cambios marcados en la demanda y deterioro en los precios de
nuestros productos, y —a pesar de los mitos— éramos una sociedad
con bajos niveles de formación de capital humano.
Durante la sustitución de importaciones se buscó suplir el mer-
cado interno con la dinámica interna. En el largo plazo era una es-
trategia condenada al fracaso. El mercado interno uruguayo no es
capaz de generar la escala suficiente como para una producción
relativamente eficiente en la inmensa mayoría de las ramas indus-
triales. Para hacerse una idea, en la industria automotriz una esca-
la mínima eficiente se sitúa entre 100.000 y 150.000 automóviles,
que es lo que produce una planta cualquiera de una empresa
transnacional en México, Estados Unidos, Japón o Europa. En
Uruguay en la década del setenta teníamos un mercado de unos
8.000 automóviles, abastecido por más de una decena de plantas.
Esta es una de las razones por las cuales el proceso de industriali-
zación hacia adentro no logra generar dinámica económica soste-
nida en el largo plazo.
Sin embargo, esa etapa permitió desarrollar un proceso impor-
tante de aprendizaje industrial, tanto obrero como empresarial, y
el país consiguió desarrollar políticas de integración social y equi-
dad, de mejoras en la educación y la salud, importantes logros que
luego fueron parcial y dolorosamente perdidos, junto con la pro-
pia democracia.
A partir de mediados de los setenta la economía uruguaya pasó a
depender básicamente de la dinámica externa, y esto no fue casual,
sino que constituyó un objetivo del modelo. La dictadura estableció
un Plan Nacional de Desarrollo que pretendió cambiar la lógica de

310
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

la dinámica productiva en el país, instalando una nueva conceptuali-


zación. Ya no se apuntaba a la sustitución de importaciones, sino a
agregar valor a nuestras exportaciones de bienes primarios.
Se entendía que entre las causas principales del estancamiento es-
taban las fuertes transferencias de ingresos que perjudicaban a los
sectores agropecuarios en beneficio de la industria, los trabajadores
y los empleados públicos. Había que generar un proceso de liberali-
zación y apertura, fomentar las importaciones, hacer la industria
más eficiente y generar rentabilidad para el sector exportador.
Se intentó virar los ejes de la expansión productiva hacia una eco-
nomía agroindustrial exportadora. El gobierno de facto promovió
esta transformación mediante un amplio conjunto de instrumentos:
ley de promoción de inversiones, reducción de la restricción a las im-
portaciones, promoción de nuevos rubros de exportación mediante
subsidios, reintegros, créditos, etcétera. Los primeros años de la dic-
tadura fueron sumamente activos en tratar de transformar la estruc-
tura productiva uruguaya; muchos empresarios obtuvieron impor-
tantes ganancias, que en parte el Estado les otorgó directamente
para que exportaran y generaran su dinámica. A su vez, de modo in-
directo, la apertura económica mejoró los precios relativos de los
sectores exportadores.
Al mismo tiempo se firmaron los acuerdos comerciales con Ar-
gentina y Brasil, que fueron sumamente importantes porque permi-
tieron exportar ciertos tipos de bienes que no se podían vender a los
países desarrollados. Multiplicar la inserción comercial permitió ge-
nerar cierto tipo de producciones, ampliar escalas y comenzar a ex-
portar ciertos bienes nuevos a los países vecinos. Estos cambios gene-
raron en la economía uruguaya una nueva dinámica que puede
observarse en el gráfico 3.
Desde el punto de vista financiero se empezó a concebir el pro-
yecto de Uruguay como plaza financiera regional, y eso supuso varios
cambios en la política económica, para lo que se liberalizaron el tipo
de cambio y las tasas de interés (hasta el inicio de los años setenta ha-
bía controles cambiarios; no existía la libre circulación de dólares;
quienes manejaban divisas eran los exportadores e importadores y el
sector del turismo).

311
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

GRÁFICO 3. PBI URUGUAYO

300

280
Miles de pesos de 1983

260

240

220

200

180

160
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
FUENTE: BCU y proyecciones del IE.

Entre 1978 y 1981 se registró una importante entrada de capitales;


hubo un boom del consumo privado, un fuerte proceso de endeuda-
miento, una subvaluación sistemática del tipo de cambio, y en 1982
se desató una crisis originada en el exterior. México entró en mora-
toria, dijo no poder pagar más y, en cadena, en casi todos los países
latinoamericanos se produjeron las crisis de endeudamiento. Esto
generó la devaluación uruguaya de 1982 y una crisis financiera cuyos
efectos se sentirían durante toda la década de los ochenta.
En 1985 se recuperó la democracia en el país, y ello supuso la ex-
pectativa de transformaciones y mejoras para el conjunto de la po-
blación. La segunda mitad de los ochenta puede considerarse
como una fase de transición hacia un nuevo giro en el modelo eco-
nómico. La recuperación de los salarios, la dinámica del mercado
interno y de las exportaciones hacia los vecinos generaron una eta-
pa breve de recuperación en 1985-1987. Sin embargo, no pudo
consolidarse un nuevo modelo de desarrollo. En medio del “carna-
val electoral” de 1989 hubo un aumento desmesurado del gasto y
del déficit público y las presiones inflacionarias se volvieron insos-
tenibles. Ambos factores son signos de que la economía no reen-
contró en ese período una senda sostenible de crecimiento, lo que
se expresa en el valle que forma la curva del PIB real (gráfico 3) en-
tre 1987 y 1991.

312
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

El inicio de la década de los noventa implicó una marcada reo-


rientación en el modelo de desarrollo y una aceleración del creci-
miento económico hasta 1998. Por un lado, se planteó la apertura
comercial, unilateral (es decir, respecto a terceros países) y en el
marco del proceso de integración regional del Mercosur. Por otro,
se intentó avanzar en el proceso de privatización (contenido por
el plebiscito de 1992), así como en la desregulación de varios mer-
cados.
Simultáneamente se instauró un programa de estabilización ba-
sado en el ancla cambiaria. La conjunción de estos factores generó
una fuerte apreciación de la moneda uruguaya respecto al dólar y
una tendencia creciente al déficit comercial provocado por una
fuerte expansión de las importaciones. El patrón de crecimiento
generado en los noventa no logró superar debilidades estructura-
les del sistema financiero, es decir, no mejoró la eficiencia de los
bancos, ni públicos ni privados, y la asignación de créditos no se
realizó de modo eficiente.
Se asistió a un fenómeno de burbuja financiera, que intentaremos
reflejar mostrando cómo la evolución del producto real (es decir, la
magnitud física de bienes y servicios que produce la economía uru-
guaya) se compara con la medición en dólares de los ingresos gene-
rados por ella. En el gráfico 4 el producto real se mueve por debajo,
en tanto el producto en dólares parece despegarse. Esto quiere decir
que en el período 1975-1981 tenemos un primer espejismo de creci-
miento en dólares y en los noventa tenemos otro: la capacidad de
compra de un uruguayo medio se multiplicó por seis en términos de
dólares entre 1987 y 1997. Esto creó un conjunto de distorsiones en
el funcionamiento de la economía. Implicó una ilusión de riqueza
que estimuló niveles de consumo por encima de las posibilidades de
satisfacerlos por parte de la economía real. Esta situación generó se-
ñales para diferentes sectores de la economía que son de por sí bru-
talmente inestables.

313
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

GRÁFICO 4. URUGUAY: PBI REAL Y EN DÓLARES

23.000

18.000

13.000

8.000

3.000
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
PBI DOLARES CORRIENTES PBI CONST DOL75

FUENTE: Elaboración propia sobre datos del BCU.

La crisis posterior, la devaluación, era absolutamente previsible e


irremediable, porque había que corregir todo ese conjunto de dis-
torsiones y señales que no permitían el funcionamiento económico y
que se venían generando en la fase de crecimiento. En los años no-
venta esto ya se sabía, porque había ocurrido quince años antes, con
características bastante parecidas. Incluso, algo similar había pasado
en los años veinte, y no fue del todo diferente el nivel de sobrevalua-
ción que se generó a principios de los años cincuenta gracias a la
fuerte mejora de los términos de intercambio, que sustituyeron a la
entrada de capitales en la financiación del superfluo nivel de vida.
Como resultado de estas cambiantes alternativas, y como muestra
el cuadro 1, desde la puesta en marcha de los programas liberaliza-
dores el PBI de Uruguay ha crecido a una tasa equivalente a la mitad
de la media mundial y con una volatilidad muy grande.

CUADRO 1. TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL PBI REAL 1960-2004


(REGRESIÓN LOGARÍTMICA)

Período Argentina Brasil Uruguay Mundo


1960-1970 2,6 7,3 1,2 5,1
1970-1980 1,5 7,8 3,0 3,7
1980-1990 –0,7 3,0 1,0 3,4

314
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

1990-2004 1,9 2,4 1,3 3,5


1960-2004 1,5 4,9 1,9 3,7
Volatilidad: desvío estándar de tasa de crecimiento
1960-2004 5,9 4,9 4,3 1,5
Fuente: Elaboración propia sobre datos de Fondo Monetario Internacional:
Estadísticas Financieras Internacionales, varios números; ídem:
World Economic Outlook 2004, ‹www.imf.org›.

4. LOS CAMBIOS OCURRIDOS EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA

En términos productivos, la reforma comercial y la política cam-


biaria sentaron las bases para que se desarrollaran los servicios y se
produjo una fuerte desindustrialización de la economía. En el gráfi-
co 5 se muestra cómo evolucionaron el PIB total y el PIB industrial a
precios constantes de 1983. Mientras la economía en su conjunto
creció, en especial durante los noventa, el sector industrial permane-
ció en niveles de producción inferiores al alcanzado en 1987. Luego
de la caída coincidente con la recesión general en el país entre 1999
y 2002, la recuperación del 2003 todavía no conduce al nivel de pro-
ducción que había veinte años antes (cuando se inician las series del
gráfico). Esta caída del sector industrial está fuertemente conectada
con el aumento del desempleo, que no aparece con la recesión de
1999 o con la crisis del 2002. Como se observará en la sección si-
guiente, entre 1994 y 1997, con la economía en crecimiento, se pro-
dujo un aumento de la tasa de desempleo que colocó el desempleo
estructural de la economía uruguaya varios puntos por encima del
que existía en la recuperación económica de 1985-1987.

315
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

GRÁFICO 5. PBI TOTAL Y PBI INDUSTRIAL


180

170

160

150

140
1983=100

130

120

110

100

90

80
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
2002
(*) 2003
(*)
(*) (*)
PIB TOTAL INDUSTRIA

FUENTE: BCU.

La caída relativa de la producción industrial se sumó a modifica-


ciones en los precios relativos industriales respecto a otros sectores
de la economía, de modo tal que la participación de la industria en
el PBI a precios corrientes se redujo de un 29% en 1985 a menos de
un 17% en los años 1999 a 2001, como puede observarse en el cua-
dro 2. La devaluación del 2002 provocó una mejora en los precios re-
lativos y en la rentabilidad del sector, lo que indujo aumentos signifi-
cativos en el nivel de actividad industrial, de tal forma que la
participación del sector en el PBI alcanzó casi al 19%. La recupera-
ción de la actividad continuó en el 2004 con más dinamismo que en
otros sectores de la economía, lo que llevará a que continúe aumen-
tando esta participación, que de todos modos se ubicará 8 ó 9 puntos
por debajo de la que se verificaba dos décadas atrás. Esta transforma-
ción se realizó en especial en la década de los noventa.

CUADRO 2. ESTRUCTURA DEL PBI A PRECIOS CORRIENTES

Clase de actividad económica 1985 1990 1995 2000 2003*


Producto interno bruto 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Agropecuaria 13,3 9,0 8,5 6,0 12,5
Pesca 0,2 0,2 0,1 0,2 0,3
Canteras y minas 0,2 0,2 0,2 0,3 0,2

316
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

Industrias manufactureras 29,4 28,0 19,7 16,9 18,9


Electricidad, gas y agua 3,4 2,8 3,7 4,1 4,7
Construcción 3,0 3,8 5,3 5,9 3,5
Comercio, restaurantes y hoteles 12,5 15,4 15,2 13,3 12,0
Transporte, almacenamiento
y comunicaciones 6,0 6,8 7,3 9,1 9,7
Establecimientos financieros y seguros 12,1 11,2 7,6 10,2 10,8
Bienes inmuebles y servicios
prestados a empresas 10,7 11,1 15,9 17,6 14,0
Servicios del Gobierno general 10,1 9,1 8,8 9,7 8,6
Otros servicios comunales,
sociales y personales 7,4 7,9 10,8 11,5 9,7
Remuneración imputada
de las instituciones financieras –11,7 –9,1 –6,4 –8,8 –9,1
Derechos de importación 3,3 3,8 3,3 3,9 4,3
Fuente: BCU. * 2003 sujeto a revisión.

Un movimiento similar se produjo en el sector agropecuario,


pero con fluctuaciones en los precios más fuertes todavía que las
ocurridas en la industria. La agropecuaria aumentó significativa-
mente su producción durante los noventa, pese a la gran caída de sus
precios relativos, lo que explica por qué se redujo a la mitad su parti-
cipación en el PBI a precios corrientes entre 1985 y 2000. Luego de
la devaluación, la acelerada recuperación de los precios y del nivel
de actividad provocó una mejora en la porción agrícola del PBI co-
rriente, que colocó a estas ramas en una posición similar a la que
ocupaban dentro del conjunto en la segunda mitad de los ochenta.
Por su parte, el sector de mayor crecimiento en términos reales a
lo largo de todo el período fue el de transporte y comunicaciones.
Pese a que sus precios relativos se redujeron, aumentó notoriamente
su participación en el conjunto de actividades económicas. Los otros
dos sectores que crecieron significativamente durante los noventa
fueron los de bienes inmuebles y servicios a empresas, y el de comer-
cio, restaurantes y hoteles. Ambos sectores están asociados con el des-
arrollo del turismo, y el primero se ha visto parcialmente afectado por
la reestructuración industrial y la consecuente tercerización de activi-
dades. Estos tres agrupamientos representan los sectores más dinámi-
cos de la década de los noventa, lo que expresa el auge de los servicios
que atienden a la demanda interna o proveniente de la región.

317
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

Desde el punto de vista del modelo de desarrollo, la moderniza-


ción tecnológica de estos servicios puede ser un factor altamente po-
sitivo. El problema es cuando dichos avances productivos se realizan
a costa de otras ramas en las que radica el mayor potencial para me-
jorar la inserción económica internacional del país, tal como parece
haber ocurrido durante la década de los noventa. De allí el énfasis
con la desindustrialización. El crecimiento de la participación de los
servicios en el PBI es una tendencia que se percibe en los países des-
arrollados, pero en el Uruguay se da de forma muy acentuada y en
servicios de baja productividad, lo que contribuye a que el creci-
miento promedio del PBI sea muy inferior al promedio mundial.
La experiencia internacional muestra que todos los países des-
arrollados pasaron por un proceso de industrialización a lo largo de
su historia, y cuentan hoy con sectores industriales que pesan de
modo determinante (aunque su proporción del PBI y del empleo
sea decreciente como tendencia) en su funcionamiento económico
general.
Por otra parte, los países que más han crecido en las últimas déca-
das son también los que han desarrollado sus sectores industriales,
en particular sus exportaciones de media y alta tecnología, como lo
muestra el informe de UNIDO.7 Los países más exitosos para inser-
tarse en el proceso de globalización y/o de integración regional, con
numerosos ejemplos en el Sudeste de Asia o los casos de Irlanda o
Finlandia, han generado instituciones capaces de sostener procesos
industriales innovadores, cuya dinámica y elevada productividad sus-
tenta el desarrollo de otras actividades de servicios modernos que se
conectan con ese desarrollo industrial. Aun en países muy pequeños
e históricamente especializados en la exportación de servicios
(como Singapur o Hong Kong) la dinámica económica de largo pla-
zo se explica por sus modernos procesos de industrialización.
La industria es una potencial generadora de puestos de trabajo
más estables y de mejor calidad que los de otros sectores, especial-
mente para mano de obra de calificación media o relativamente
baja. Los productos industriales tienen mercado internacional, no
solo nacional o regional como muchos servicios; sus precios interna-
cionales son mucho más estables que los de los productos primarios
y su velocidad de crecimiento puede ser muy superior, por ejemplo,

7
UNIDO (2002): Industrial Development Report 2002/2003: competing through innova-
tion and learning, Viena: UNIDO, 2002.

318
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

a la de la producción ganadera o de otros sectores muy vinculados a


la base natural.
Si bien en los noventa se ha observado un fenómeno de fuerte
crecimiento de la producción primaria, la apuesta exclusiva a los re-
cursos naturales es un juego a pérdida a mediano y largo plazo, espe-
cialmente por dos razones: 1) la dinámica tecnológica es mucho más
intensa en otros sectores —por ejemplo, en las fases industriales de
las cadenas agroindustriales— y eso es lo que permite elevar la pro-
ductividad del trabajo y las posibilidades de acumulación de capital,
fundamentando un mayor crecimiento del PBI por habitante; y 2) el
escaso ritmo de crecimiento de las exportaciones primarias —de lar-
go plazo, más allá de booms temporales de precios o de demanda—
implica problemas de balanza de pagos, por la imposibilidad de fi-
nanciar con recursos genuinos la necesaria demanda incrementada
de importaciones que se deriva de un proceso de crecimiento acele-
rado. En otras palabras, si el país no diversifica sus exportaciones ha-
cia productos con mayor valor agregado, no puede crecer más rápi-
damente, porque será incapaz de financiar la necesaria importación
de bienes de capital y tecnología.
Por las razones mencionadas, no es concebible un crecimiento
sostenido y armónico del país que no tenga como uno de sus compo-
nentes básicos una relevante transformación en la estructura y la di-
námica de su producción industrial. A efectos de revisar de modo
sintético las transformaciones de la estructura industrial en las últi-
mas dos décadas, adaptaremos una clasificación de sectores propues-
ta por Laens,8 que tiene en cuenta el origen principal de los insumos
utilizados en el procesamiento industrial y la capacidad exportadora,
medida por el coeficiente de exportaciones (x = exportaciones / va-
lor bruto de producción de cada rama).
El primer criterio considera aspectos relacionados con la naturale-
za de la ventaja o fuente de competitividad, mediante la división en
tres orígenes de los insumos: agropecuario o recursos naturales, otros
insumos nacionales (en general son materias primas de base agrope-
cuaria con algún grado de industrialización) y por último insumos
importados. El segundo criterio divide en exportadoras (x > 50%),

8 S. Laens: “Sectores productivos. El dinamismo imprescindible”, en C. Aguiar


(coord.) y otros: Uruguay hacia el 2000. Desafíos y opciones, Caracas: Nueva Sociedad,
1989, pp. 63-106.

319
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

moderadamente exportadoras (50% > x > 10%) y con destino al mer-


cado interno (x < 10%). Pone así en el centro del análisis la preocupa-
ción por la competitividad, jerarquizando la habilidad para insertarse
en el exterior. Se conforman de tal modo nueve agrupamientos posi-
bles de ramas, que se muestran en el cuadro siguiente:

CUADRO 3. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES

No exportadoras Moderadamente Fuertemente


exportadoras exportadoras
Insumos primarios
nacionales Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3
Insumos industriales
nacionales Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6
Insumos importados Grupo 7 Grupo 8 Grupo 9

El ordenamiento resultante para el año 1985 (según cálculos rea-


lizados por Laens9 tomando como coeficiente x el promedio 1981-
1985) se presenta en el cuadro 4. Nótese el conjunto vacío en el cor-
te exportadoras-insumos importados (grupo 9).

CUADRO 4. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES EN 1985

Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3


Chacinados Lácteos Frigoríficos
Molinos (trigo) Aceites y grasas Pesca
Refinación de azúcar Alimentos varios Arroz (molinos)
Lana (lavaderos y tops)
Curtiembre y peletería
Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6
Panadería y fideería Textil no vestimenta Ropa de cuero
y marroquinería
Bebidas alcohólicas Calzado Hilados y tejidos de lana
Cerveza Cartón y papel Vestimenta y fibras
Bebidas sin alcohol Cerámicos Tejido de punto

9 Ibídem.

320
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

Cartón cajas Vidrio


Cartón otros
Imprenta
Cemento
Grupo 7 Grupo 8 Grupo 9
Tabaco Textil de algodón
Abonos y plaguicidas Químicas básicas
Medicamentos Plásticos
Derivados petróleo Pinturas
Productos metálicos Tocador y limpieza
Electrodomésticos Neumáticos
Automotores Metálicas básicas
Aparatos de comunicación
Aparatos eléctricos varios
FUENTE: Adaptado de S. Laens: “Sectores productivos.
El dinamismo imprescindible”, en C. Aguiar (coord.) y otros:
Uruguay hacia el 2000. Desafíos y opciones, Caracas: Nueva Sociedad, 1989, pp. 63-106.

Los tres grupos destinados al mercado interno incluyen agroin-


dustrias con una dudosa o inexistente ventaja comparativa (grupo
1), una serie de ramas procesadoras de insumos nacionales que
producen bienes de consumo, envases y cemento (grupo 4) y varias
ramas de insumos importados dentro de la química, la metalmecá-
nica y el tabaco (grupo 7). Estas ramas surgieron en el marco de
una elevada protección en el proceso sustitutivo de importaciones,
y hasta la década de los ochenta todavía operaban con comporta-
mientos oligopólicos (o aun de tipo monopólico) en la fijación de
los precios.
Dentro del grupo 2 el componente más dinámico era la rama de
los lácteos (además de la cebada malteada en alimentos diversos), en
los que sería posible alcanzar nichos de mercado para algunos pro-
ductos.
El grupo 3 incluía pesca y ramas agroindustriales propiamente di-
chas (debido a su alta relación con el sector primario), con alta de-
pendencia de la demanda exterior, operando como tomador de pre-
cios, cuya competitividad estaría basada en las ventajas comparativas
del sector primario. El grupo 6, en general, procesa insumos del gru-
po 3, a los que agrega mayor elaboración, con ciertas posibilidades
de atender segmentos de demanda y diferenciar productos. Así

321
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

como en el grupo anterior, los mercados principales eran, en la pri-


mera mitad de los ochenta, los países desarrollados.
En el grupo 5, la industria del calzado había sufrido restricciones
en Estados Unidos, su principal mercado, y se destacaban por su di-
námica los productos cerámicos. Las industrias de este grupo mante-
nían su vínculo básico con el mercado interno, pero su expansión
potencial se encontraba en el exterior. Los mercados externos de los
grupos 2 y 5 eran variados, pero con una importante participación
de la subregión, en especial de Brasil.
El grupo 8 dirigía sus exportaciones casi totalmente a Argentina y
Brasil, al amparo de los acuerdos comerciales con esos países. En
este sector se verificaba una presencia importante de empresas ex-
tranjeras y podrían estar pesando las relaciones intrafirma.
A efectos de esbozar una comparación con el punto de llegada, en
el cuadro 5 se presenta una clasificación similar de ramas industriales.

CUADRO 5. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES EN 2003


(CIIU REV. 3)

Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3


Otros productos Frigoríficos Curtiembre y peletería
alimenticios n. c. p.
Molinos (trigo) Lácteos Arroz (molinos)
Refinación de azúcar Aserraderos Lana (lavaderos y tops)
Alimentos para animales Aceites y grasas Pesca
Frutas, legumbres
y hortalizas
Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6
Bebidas sin alcohol Vestimenta fibras Cerveza y maltería
Imprenta Hilados y tejidos de lana Muebles y colchones
Elaboración de Cartón otros Otros textiles
productos de panadería no vestimenta
Imprenta Bebidas alcohólicas Cartón y papel
(diarios y revistas) destiladas
Cemento, cal y yeso Cerámicos
Cartón cajas Vinos
Fideería y pasta fresca Vidrio
Artículos de cemento, Textil no vestimenta.
hormigón y yeso Acabado

322
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

Calzado
Productos de madera
Grupo 7 Grupo 8 Grupo 9
Motos, bicicletas, etcétera. Medicamentos Productos de plástico
Productos metálicos Tabaco Metálicas básicas
varios
Aparatos eléctricos varios Químicas básicas Productos de caucho
Aparatos varios Automotores Resinas y plásticos básicos
Neumáticos Otros productos Maquinaria industrial
metálicos
Abonos Tocador y limpieza
Electrodomésticos Pinturas
Pirotécnicos Plaguicidas
Astilleros
Productos metálicos
(recipientes)
FUENTE: Elaboración propia basada en INE, Encuesta Industrial Anual, actualizada por
Encuesta Industrial Trimestral y Encuesta de Actividad; exportaciones según BCU y
procesamiento propio de Dirección General de Aduanas a la Clasificación CIIU Rev. 3.

En los grupos procesadores de insumos primarios (1, 2 y 3) los


principales cambios ocurridos en estas dos décadas se observan en el
pasaje de frigoríficos desde el grupo 1 al grupo 2 —dado que, pese a
ser una rama de importante crecimiento en su producción y sus ex-
portaciones, estas últimas pasaron luego de 1998 a una proporción
menor del 50%— y en la aparición de la rama de aserraderos con
cierto peso como medianamente exportadora (grupo 2).
En los grupos procesadores de insumos industriales nacionales, si
bien en los noventa algunas de las ramas orientadas al mercado in-
terno (grupo 4) pasaron a exportar —como es el caso de cemen-
tos—, básicamente en el 2003 se presentó la misma composición, a la
que se sumaron algunas ramas tradicionalmente exportadoras,
como calzado. La composición de los grupos fuertemente exporta-
dores (6) y medianamente exportadores (5) cambió de modo noto-
rio. Las industrias textiles (exceptuando alguna rama) y de vestimen-
ta pasaron de ser el grueso del grupo 6 a orientar una mayor
proporción de su producción hacia el mercado interno. Las ramas
que aparecen como fuertemente exportadoras son las de cerveza

323
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

(que en realidad incluye malterías), muebles, otros textiles, y pulpa,


papel y cartón.
En los grupos procesadores de insumos importados también se
han verificado numerosas transformaciones. La más notable es el
surgimiento de un conjunto de ramas en el grupo 9, que estaba vacío
en 1985. Productos de plástico, varias industrias químicas, las metáli-
cas básicas, que no exportaban o eran medianamente exportadoras,
pasaron a centrar su dinámica en los mercados externos, en especial
los de la región. Medicamentos, tabaco, abonos, electrodomésticos y
productos metálicos se convirtieron en medianamente exportado-
res. En particular, automotores era fuertemente exportadora hasta
el año 1998.
Para observar en síntesis la importancia cuantitativa de estas trans-
formaciones, en el cuadro 6 se presenta la evolución del valor de pro-
ducción de cada uno de estos grupos.

CUADRO 6. ESTRUCTURA DEL VALOR DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL


(EXCLUYE REFINACIÓN DE PETRÓLEO)

1985 1991 1998 2003


Grupo 1 5,8 5,5 5,7 7,1
Grupo 2 8,1 7,2 9,7 30,7
Grupo 3 25,9 25,9 33,0 15,3
Grupo 4 13,4 15,0 12,4 14,1
Grupo 5 5,1 12,6 4,1 7,3
Grupo 6 8,0 8,4 10,6 4,2
Grupo 7 13,8 7,3 1,6 3,6
Grupo 8 12,2 17,3 14,7 12,5
Grupo 9 0,0 1,0 8,1 5,3
No clasificado 7,8
IPN 39,8 38,5 48,5 53,0
IIN 26,5 36,0 27,1 25,6
IIMP 26,0 25,5 24,4 21,4
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
FUENTE: Elaboración propia basada en INE (EIA y EIT), BCU, DGA.

Las ramas que procesan insumos primarios (IPN) pasaron de un


40% de la producción en 1985-1991 a más del 50% en el 2003. Las ra-
mas que procesan insumos industriales nacionales (IIN), que habían

324
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

mejorado su posición hasta 1991, perdieron peso sensiblemente en


los noventa, desde el 36% del total hasta una cuarta parte de la pro-
ducción industrial. La mayor responsabilidad por esta disminución
se encuentra en la pérdida de mercados externos de las ramas expor-
tadoras (grupos 5 y 6), en particular textiles y vestimenta. Las ramas
de insumos importados han sostenido relativamente su peso en el
conjunto industrial, pero proyectándose hacia la exportación, dado
que el grupo orientado hacia el mercado interno, si bien recuperó
espacio con la reactivación del 2003, pasó del 14% en 1985 a menos
del 4% en este último año.
En síntesis, se observa una intensa primarización del sector indus-
trial uruguayo en estas dos décadas, particularmente asociada a la re-
ducción del peso de las ramas que procesan insumos industriales na-
cionales. Es decir, se produjo un debilitamiento del tejido industrial.
Tal primarización es muy marcada en la estructura de las exportacio-
nes: más de dos tercios del total exportado por la industria uruguaya
en el 2003 corresponde a los grupos 3 y 2, frente a poco más de la mi-
tad de las exportaciones totales que estos dos grupos realizaban a
principios de los noventa.

5. PATRÓN DE ACUMULACIÓN, EMPLEO E INGRESOS DE LOS TRABAJADORES

Parece necesario pensar en un modelo cuyas bases productivas


sean diferentes de las que están detrás del vigente en las últimas dos
décadas. Para proyectarse en el largo plazo, difícilmente un modelo
económico concentrado exclusivamente en los sectores productivos
agro, turismo y puerto nos vaya a conducir por la senda del desarro-
llo. En primer lugar, ese modelo resulta insuficiente para crecer sos-
tenidamente y moderar las fuertes caídas. En segundo lugar, es insu-
ficiente para reducir las tasas de desempleo que esta economía tiene
estructuralmente, así como para aumentar los salarios de modo tal
de mejorar la distribución del ingreso y reducir la pobreza. Si proyec-
tamos al futuro las características del proceso de reactivación actual,
algunos de estos rasgos aparecen con claridad: en el 2004 el PIB uru-
guayo estaba creciendo al 11%, pero los salarios reales se encontra-
ban estancados y la tasa de desempleo disminuía pero aún permane-
cía muy elevada.

325
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

GRÁFICO 6. TASA DE DESEMPLEO

17,0

15,0

13,0

11,0

9,0

7,0
1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004
FUENTE: INE, año 2004, promedio enero-agosto.

Hubo un feroz ajuste salarial entre 1971 y 1980. Con la dictadu-


ra, la economía retomó una fase de crecimiento que se sustentó en
una muy fuerte caída de los salarios. Esto se debió en buena medi-
da a la capacidad represiva de la dictadura y a la eliminación de los
sindicatos. Nunca nos recuperamos de aquel ajuste, aunque segu-
ramente una parte de él reflejara una corrección de los altos sala-
rios en dólares en el modelo sustitutivo de importaciones, lo que
constituyó una de las causas de la escasa rentabilidad para los secto-
res empresariales una vez que giró la tendencia de los términos de
intercambio y el Estado se quedó sin recursos para financiar las
transferencias.
Pero lo que sucedía en la crisis del 2002 y el 2003 era que tenía-
mos alguna recuperación de la economía pero los salarios seguían
cayendo (gráfico 7), y si se mira el 2004 se puede ver la caída de los
salarios privados, que están liberados en el mercado. Esto quiere
decir que nuestra economía creció un 11% en el año 2004, mien-
tras los salarios cayeron; la tasa de desempleo se redujo, pero bas-
tante poco —unos tres puntos—, con lo que se mantiene en niveles
muy altos, a lo que hay que sumar la fuerte emigración sufrida en
los últimos años. La cantidad de ocupados aumentó relativamente
poco.

326
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

GRÁFICO 7. SALARIO REAL


140
TOTAL PUBLICO PRIVADO
130

120

110
INDICE DIC 1995=100

100

90

80

70

60

50
1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003

FUENTE: INE.

Corresponde preguntarse si las ganancias elevadas que están ob-


teniendo algunos sectores habrán de reflejarse en capacidades de
acumulación y de innovación productiva. Es posible que el tipo de
reactivación que estamos viviendo en el momento actual, en el mar-
co del modelo vigente, esté generando problemas para la acumula-
ción productiva en el futuro cercano, debido básicamente a cuáles
son los sectores que están acumulando y la dinámica de largo plazo
que los caracteriza. Si la economía se sustenta exclusivamente en el
sector agropecuario, en el turismo y en la capacidad portuaria y de
transporte, consolidamos la tendencia hacia una estructura produc-
tiva propia de un país de paso.

6. ¿HACIA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO?

Pueden imaginarse diferentes escenarios para la economía uru-


guaya en las próximas dos décadas.10 En ciertas condiciones, es posi-
ble que, sin cambiar significativamente la tasa de inversión del Uru-

10
Gustavo Bittencourt: Escenarios para la economía uruguaya en las próximas dos décadas:
una aproximación, Documento de Trabajo n° 15/03, DE-FCS, disponible en ‹www.decon.
edu.uy›.

327
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

guay —es decir, sin que necesariamente esta aumente mucho—,


pero mejorando la calidad de los sectores en los que se invierte, se lo-
gre entrar en una fase de país productivo dinámico, con un creci-
miento de las exportaciones de 5 ó 6% anual y un crecimiento del
producto de 4 ó 4,7%. En esa situación tal vez aumentemos un poco
la tasa de crecimiento de la población y tengamos un incremento del
producto por habitante en torno al 3,5% de un modo estable, de for-
ma tal que en 18 años podamos duplicar el PBI. Esto depende de un
cambio de modelo y de un cambio de estructuras empresariales. Si
bien ello no es responsabilidad solo del Estado, el aparato público
puede hacer mucho para inducir a los actores privados a la adopción
de un modelo productivo dinámico en el largo plazo. Si a ello se
agrega la posibilidad de una mayor tasa de inversión, a lo que aspira
el ministro de Economía entrante, el potencial es mayor aún.

CUADRO 7. ESCENARIOS PARA LA ECONOMÍA URUGUAYA HACIA 2020-2024

N° Nombre ilustrativo Tasa de crecimiento Años para


media anual 2004-2024 duplicar
PBI/hab.
Exporta- PBI Población PBI/
ciones habitante
1 País productivo 5,6 4 - 4,7 0,8 3,2 - 3,9 Mín. 18
dinámico
2 Piloto automático 3,5 2 - 2,9 0,4 1,6 - 2,5 Mín. 28
puro en contexto
dinámico
(país de paso)
3 Industrialización 4,5 3 - 3,6 0,6 2,4 - 3,0 Mín. 23
exportadora con
restricción externa
fuerte
4 País de paso en 1,8 1,3 0 o negativa 1,3 53
extinción

Sin embargo, el escenario que tenemos como tendencia no es este,


sino el que contiene el tipo de reactivación que estamos experimen-
tando ahora —una reactivación basada en el sector agrícola, en el tu-
rismo y en los puertos—, al que podemos llamar país de paso. Podría

328
ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT

llamarse país de paso en extinción, porque con esta lógica de largo plazo
somos capaces de retener solamente a una pequeña parte de la pobla-
ción, condenado al resto a la emigración o a la exclusión interna.
Pero es posible generar escenarios diferentes según cómo se esta-
blezcan la operativa estatal, los incentivos a ciertos sectores producti-
vos y cierto tipo de relaciones empresariales.
En los anuncios programáticos realizados por el gobierno electo
aparecen elementos bastante diferentes de los que caracterizaron a
las políticas estructurales aplicadas en las últimas décadas. Habrá
que observar cuáles son el margen de maniobra y la convicción para
implementar estas nuevas propuestas de impulso a las actividades
productivas que aparecen en el discurso.

329
LOS AUTORES

Hugo Achugar. Poeta, ensayista, investigador, egresado del Institu-


to de Profesores Artigas (IPA) y de la Facultad de Humanidades y
Ciencias, doctorado en letras por la Universidad de Pittsburg. Ejer-
ció la docencia en secundaria hasta que, destituido por la dictadura,
trabajó en Caracas como investigador del Centro de Estudios Latino-
americanos Rómulo Gallegos y profesor universitario. Actualmente
es profesor titular de Literatura Latinoamericana en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Su obra literaria y ensayís-
tica ha merecido premios y reconocimientos dentro y fuera del país.
En el 2002 dirigió para la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación un estudio sobre Imaginario y consumo cultural, primer in-
forme nacional sobre el comportamiento cultural de los uruguayos.

Rodrigo Arocena. Doctor en Matemática y en Estudios del Des-


arrollo (Universidad Central de Venezuela). Es profesor titular de
Ciencia y Desarrollo en la Facultad de Ciencias de la UR, temática so-
bre la cual ha dictado numerosos cursos en esa y otras instituciones.
Es autor de diversos trabajos relacionados con desarrollo, democra-
cia, educación superior e innovación. Junto con Judith Sutz lleva
adelante la línea de investigación denominada “La innovación desde
el Sur”. Sus últimos libros son La Universidad latinoamericana del futuro
(UDUAL, México, 2001), Subdesarrollo e innovación. Navegando contra
el viento (Cambridge University Press, Madrid, 2003) y Para un nuevo
desarrollo (SECIB, Madrid, 2005).

Roy Berocay. Escritor, músico y periodista. Fue cronista policial


de El Diario, escribió en las revistas de humor El Dedo y Guambia, el se-
manario Aquí, la revista Zeta, y fue corresponsal en Uruguay de la

573
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

agencia Reuters. Actualmente trabaja como periodista en la sección


cultural del semanario Búsqueda. Como guitarrista, compositor y can-
tante integró el grupo uruguayo de rock y blues El Conde de Saint
Germain, y en la actualidad La Conjura de los Necios. Su obra ha te-
nido diversos soportes: libro, cómic y CD-ROM, y ha sido editada en
Argentina, México y España. Entre sus obras dedicadas a niños y ado-
lescentes se destacan Las aventuras del sapo Ruperto, Pateando lunas, El
abuelo más loco del mundo y El país de las cercanías. Ha recibido premios
del Ministerio de Educación y Cultura, la Intendencia Municipal de
Montevideo y dos veces el Bartolomé Hidalgo de la Cámara Urugua-
ya del libro.

Luis Bértola. Ph.D. en Historia Económica (Universidad de Go-


temburgo), decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad
de la República, y profesor titular del Programa de Historia Econó-
mica y Social de dicha Facultad. Es investigador del Fondo Nacional
de Investigadores del Ministerio de Educación y Cultura del Uru-
guay. Entre sus libros se destacan su tesis de doctorado sobre la in-
dustrialización uruguaya 1913-1961, su estimación del PBI de Uru-
guay 1870-1936 y Ensayos de historia económica: Uruguay y la región en la
economía mundial 1870-1990. Ha dictado seminarios y cursos de pos-
grado en más de veinte universidades de Argentina, Brasil, Colom-
bia, España, Holanda, Inglaterra, Suecia y Uruguay. Es consultor de
diversas empresas y organismos nacionales e internacionales.

Gustavo Bittencourt. Economista (Universidad de la República,


Uruguay), diploma en Desarrollo Económico y Planificación (Istitu-
to di Studi per lo Sviluppo Economico, Italia), magister en Econo-
mía Internacional (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la
República). Profesor encargado de la cátedra Economía de América
Latina y profesor de Globalización, Comercio Internacional e Inte-
gración en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración
(Universidad de la República); en la Maestría en Economía Interna-
cional del Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Socia-
les, es profesor de Internacionalización Productiva y docente corres-
ponsable del curso de Comercio Internacional del Diploma en
Economía para no Economistas de ese Departamento, en el que tam-
bién se desempeña como investigador. Es asesor económico de la Di-

574
LOS AUTORES

rección de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, de la Presiden-


cia de la República.

Mariana Blengio Valdés. Coordinadora de la Cátedra UNESCO


de Derechos Humanos de la Universidad de la República. Coordina-
dora regional de la Cátedra ACNUR Sergio Vieira de Mello. Profeso-
ra de Derechos Humanos y Derecho Internacional Público en la Fa-
cultad de Derecho de la Universidad de la República y profesora de
Derechos Humanos en la Universidad Católica del Uruguay y en la
Universidad de Montevideo.

Gerardo Caetano. Historiador y politólogo. Director del Instituto


de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la
República). Coordinador académico de la Escuela de Gobernabili-
dad y Acción Pública y del Área de Gobierno e Integración Regional
(CLAEH). Secretario académico del Centro Uruguayo de Relacio-
nes Internacionales. Presidente del Centro UNESCO de Montevi-
deo. Consultor de varios organismos internacionales. Docente e in-
vestigador titular en las instituciones en que trabaja. Docente en
cursos de grado y de posgrado en el país y en el extranjero. Autor de
numerosas publicaciones en áreas de su especialidad.

Juan José Calvo. Es economista y demógrafo (Universidad de la


República; Institut d'Etudes Politiques de Paris - ScPo). Se desempe-
ña como liaison officer del Fondo de Población de las Naciones Uni-
das en Uruguay y es docente de la Facultad de Ciencias Sociales y de
la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Ha publi-
cado trabajos en el área de la demografía económica y la pobreza.

Margarita Carriquiry. Profesora de Literatura egresada del Institu-


to de Profesores Artigas (IPA), cursó la Maestría en Literatura Latinoa-
mericana en la Facultad de Humanidades. Es profesora de Literatura
en Enseñanza Secundaria, de Literatura Uruguaya en la Universidad
Católica y en el IPA, y de Literatura Iberoamericana en el IPA. Ha pu-
blicado cinco libros y numerosos artículos sobre su especialidad. Es au-
tora de varias obras de análisis y crítica literaria sobre Pablo Neruda,

575
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

Francisco Espínola, Dante, Rubén Darío, Jorge Manrique. Ha publica-


do diversos artículos en las revistas Plural (México), Graffiti, Cuadernos
de Marcha, Asociación de Profesores de Literatura del Uruguay (APLU) y Re-
vista de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Realizó un extenso trabajo
de investigación (inédito) sobre textos literarios referidos a la historia
uruguaya, en colaboración con Teresa Torres y Carlos Abin.

Néstor Da Costa. Sociólogo (Universidad de la República), docto-


rado en Sociología (Universidad de Deusto, Bilbao), especializado
en sociología de las religiones y de la cultura. Fue fundador y primer
secretario de la Asociación de Cientistas Sociales de las Religiones
del Mercosur y es miembro de la Sociedad Internacional de Sociolo-
gía de las Religiones. Integra el Consejo Editorial de la revista Cien-
cias Sociales y Religión en el Mercosur. Es investigador y docente del Ins-
tituto Universitario CLAEH y la Universidad Católica del Uruguay, y
autor de varios libros y artículos sobre la temática.

Gustavo De Armas. Magíster en Ciencia Política, licenciado en


Ciencia Política y licenciado en Sociología por la Universidad de la
República del Uruguay. Integra la primera promoción del Doctora-
do en Ciencia Política de dicha universidad. Profesor de la Maestría y
de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad de la Repú-
blica. Ha sido profesor en cursos de posgrado y grado en la Facultad
de Derecho y en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de
la Universidad de la República. También se ha desempeñado como
docente en la Universidad Católica del Uruguay, en la Universidad
ORT del Uruguay y en el Instituto Universitario CLAEH. Es investi-
gador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la Repú-
blica del Uruguay desde octubre de 1993 e investigador del Fondo
Nacional de Investigadores del Ministerio de Educación y Cultura.
Además de su actividad académica, se desempeña como consultor
en políticas sociales para distintos organismos internacionales (BID,
CEPAL, OEA y UNICEF) y nacionales. Ha publicado en forma indivi-
dual o en coautoría más de setenta trabajos sobre temas de su espe-
cialidad, en libros, revistas académicas, documentos de trabajo y me-
dios periodísticos.

576
LOS AUTORES

Luis Faral. Médico, con posgrado en Salud Pública y Administra-


ción de Servicios de Salud. Fue docente de la Facultad de Medicina
(Universidad de la República), coordinador de Evaluación Institu-
cional y representante en el Grupo de Expertos en Carreras de Medi-
cina del Mercosur. Integró la Dirección del Hospital de Clínicas y el
Consejo Director de la Red de Investigación en Sistemas y Servicios
de Salud del Cono Sur y fue evaluador en Acreditación de Carreras
de Medicina en Argentina (Programa de Reforma de la Educación
Superior). Actualmente coordina la Carrera de Medicina del
CLAEH.

Héctor Gros Espiell. Profesor emérito de la Facultad de Dere-


cho de la Universidad de la República. Profesor ad honorem de la Fa-
cultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Ex
ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay (1990-1993). Ex
presidente de la Corte Internacional de Derechos Humanos.
Miembro del Institut de Droit International. Autor de varios libros
de derecho cultural, derecho internacional, historia, ciencia políti-
ca y relaciones internacionales. Miembro de número del Instituto
Histórico y Geográfico del Uruguay y miembro de la Academia Na-
cional de Letras.

Manuel Martínez Carril. Coordinador/director de Cinemateca


Uruguaya, director del Festival Cinematográfico Internacional del
Uruguay, miembro del Consejo Asesor del Instituto Nacional de Ci-
nematografía (INA). En el periodismo, ha sido redactor, secretario
de redacción, director y crítico de cine en numerosos medios de
prensa, radio y televisión, y actualmente dirige el programa Cinemate-
ca en TV Libre. Es docente de Análisis y Crítica en la Escuela de Cine
del Uruguay. Ha sido miembro del jurado en 15 festivales cinemato-
gráficos internacionales. Publicó varios libros, entre ellos, La historia
no oficial del cine uruguayo (2002), en coautoría con Guillermo Zapio-
la. Ha obtenido varios premios y distinciones de instituciones y go-
biernos europeos y latinoamericanos.

Roger Mirza. Doctor en Filosofía y Letras (Universidad de Buenos


Aires), licenciado en Letras (Universidad de la República) y profesor

577
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

de Literatura (Instituto de Profesores Artigas). En la Facultad de Hu-


manidades y Ciencias de la Educación (Universidad de la República)
ha sido docente de Literatura Francesa y Teoría Literaria y actual-
mente es profesor titular y director del Departamento de Teoría y
Metodología Literarias, donde dirige un equipo de investigación so-
bre teatro uruguayo. Ha dictado cursos y seminarios de grado y de
posgrado en diversas universidades nacionales y extranjeras. Como
crítico e investigador teatral ha publicado numerosos artículos en
medios nacionales y extranjeros, así como un centenar de capítulos
de libros sobre temas de teoría, literatura y teatro. Además de varias
traducciones, ha publicado estudios sobre Julio Herrera y Reissig,
Balzac, Baudelaire, Mallarmé, y ha coordinado antologías y obras co-
lectivas sobre el teatro uruguayo contemporáneo.

Renato Opertti. Sociólogo, máster en Investigación Educativa.


Fue docente en el IPA, en la Universidad de la República y en la Uni-
versidad Católica. Actualmente es profesor de Metodología de la In-
vestigación y de Políticas Educativas en la Universidad ORT, donde
también coordina la Unidad de Calidad Académica. A la ANEP estu-
vo vinculado desde 1987: trabajó en Planeamiento Educativo, tuvo a
su cargo la coordinación académica de varias comisiones y fue coor-
dinador general del Programa de Modernización de la Educación
Media y la Formación Docente (MEMFOD/ANEP). Ha sido consul-
tor en políticas sociales y en educación del Banco Mundial, BID, CE-
PAL, UNICEF y UNESCO. Actualmente es consultor de la Oficina
Internacional de Educación de la UNESCO (IBE, con sede en Gine-
bra) en temas de fortalecimiento y desarrollo curricular. Es autor de
más de un centenar de documentos sobre educación, pobreza, fami-
lia, infancia e indicadores sociales.

Álvaro Padrón. Director de proyecto de la Fundación Friedrich


Ebert en Uruguay e investigador del Área de Mercosur, Sociedad y
Política del Instituto de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Socia-
les, Universidad de la República). Desde 1992 hasta el 2003 fue coor-
dinador de Mercosur del PIT-CNT, coordinador de la sección nacio-
nal del Foro Consultivo Económico Social del Mercosur (FCES) y
secretario técnico de la Coordinadora de Centrales Sindicales del
Cono Sur (CCSCS). En ese período integró también la directiva de

578
LOS AUTORES

la Comisión Sectorial para el Mercosur (COMISEC). Entre 1986 y


1989 fue secretario general del sindicato de UTE (AUTE), que presi-
dió entre 1989 y 1990. Desde 1986 hasta 1992 integró el Secretariado
Ejecutivo del PIT-CNT.

Adela Pellegrino. Es profesora de la Facultad de Ciencias Sociales


de la Universidad de la República de Uruguay y se desempeña como
coordinadora del Programa de Población en esa institución. Su for-
mación es de historiadora y ha hecho su doctorado en la École des
Hautes Études des Sciences Sociales en París, en temas de demografía
histórica. Sus principales intereses de investigación son temas de his-
toria demográfica y, particularmente, la migración internacional, so-
bre los cuales ha publicado muchos artículos. Recientemente publicó
un estudio sobre las tendencias de la migración latinoamericana en
Europa, editado por la Organización Internacional para las Migracio-
nes (OIM), y en colaboración con Andrea Vigorito ha trabajado so-
bre los efectos de la crisis y la migración reciente en Uruguay.

Gabriel Peluffo Linari. Arquitecto (Universidad de la República),


investigador en historia del arte nacional y latinoamericano. Desde
1992 es director del Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel
Blanes. Fue becado por la John Simon Guggenheim Foundation y ha
participado en grupos de conferencia como becario de la Fundación
Rockefeller. En Uruguay recibió el Premio del Ministerio de Educa-
ción y Cultura en la categoría Ensayo (años 1996 y 2001). En el 2004
fue designado académico de número de la Academia Nacional de
Letras de Montevideo. Entre sus publicaciones se cuentan Historia de
la pintura uruguaya (1999), El paisaje a través del arte en el Uruguay
(1994), diversos ensayos incluidos en libros de historia y crítica cultu-
ral, artículos teóricos y análisis de arte contemporáneo publicados
en catálogos, revistas especializadas y obras colectivas.

Marcelo Pereira. En la Universidad de la República cursó la carre-


ra de Medicina y el Ciclo Básico de Sociología (Facultad de Dere-
cho). Fue jefe de Cultura y colaborador sobre política en el quince-
nario Asamblea (1983-1984). En el Centro Uruguay Independiente

579
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

fue redactor y editor de Uruguay en la Coyuntura y coordinador de


Proyectos (1985-1993). En el semanario Brecha escribe sobre política
y cultura desde su fundación, en 1985; fue coordinador, jefe de Polí-
tica e integrante del Consejo Editor. Desde 1998 trabaja en la Mesa
de Edición Regional de la agencia de noticias IPS como traductor
del inglés y editor. Desde el 2001 participa en “La tertulia” de En pers-
pectiva (radio El Espectador). Es autor de varios libros sobre temas
sociales y políticos.

Romeo Pérez Antón. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, con


stage especial en Relaciones Exteriores en la Comunidad Europea. Es
presidente del Consejo del Centro Latinoamericano de Economía
Humana (CLAEH) e investigador de su programa de Ciencias Políti-
cas, investigador por Uruguay del proyecto regional sobre “El papel
de los Parlamentos del Mercosur en la democracia y la integración”,
auspiciado por la UPD-OEA, e integrante del Grupo de Trabajo so-
bre Partidos Políticos del Consejo Latinoamericano de Ciencias So-
ciales (CLACSO). Profesor (grado 5) de Ciencia Política en la Licen-
ciatura en Sociología y de Sistema Político Nacional II en el Instituto
de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la
República), docente de posgrado en ese Instituto y profesor de Cien-
cia Política en el Instituto Artigas del Ministerio de Relaciones Exte-
riores (formación de diplomáticos).

Ricardo Piñeyrúa Campagna. Profesor de Educación Física. Fue


director del Sector Deportivo de AEBU, preparador físico de fútbol
(Cerro, Miramar, Progreso), de básquetbol (Sporting), de rugby
(Old Christians y la selección uruguaya de mayores y juveniles). Des-
de 1986 se dedica a la comunicación y el periodismo. Trabajó en va-
rias radios (La 30, Alfa FM, Nuevotiempo), en televisión participó en
Oxígeno y Hola Gente (Canal 12), el informativo de TVEO (Canal 5) y
El Once (Canal 10). Editó la separata deportiva de Posdata y fue redac-
tor de Terra Uruguay. Actualmente conduce y dirige 13 a 0, progra-
ma deportivo de radio El Espectador; es editor de 13 a 0.net, conduc-
tor del Fin del juego en TV Ciudad y profesor de la carrera técnica de
Periodista Deportivo en la Universidad ORT.

580
LOS AUTORES

Teresa Porzecanski. Escritora, licenciada en Ciencias Antropoló-


gicas y doctora en Trabajo Social. Profesora titular de Antropología
Cultural en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de la Repú-
blica). En ficción literaria ha publicado varias colecciones de cuen-
tos, siete novelas y un libro de poesía; en ensayo, más de cincuenta
artículos especializados y varios libros de investigación en ciencias so-
ciales, trabajo social, nuevos movimientos religiosos, minorías exclui-
das, mitologías y autobiografías de inmigrantes judíos y afrodescen-
dientes en el Uruguay. Ha recibido premios del Ministerio
Educación y Cultura (1967, 1976, 1995), Intendencia Municipal de
Montevideo (1986, 1989), Beca Fulbright (1988), Beca Guggenheim
(1992), Premio de la Crítica Bartolomé Hidalgo (1995), Premio Mo-
rosoli en Literatura (2004). Textos suyos integran diversas antologías
nacionales e iberoamericanas y han sido traducidos al inglés, holan-
dés, rumano, alemán y francés.

Oscar Luis Sarlo Oneto. Egresó de las carreras de Abogacía y Di-


plomacia. Es profesor agregado de Metodología de la Investigación
Jurídica y catedrático de Filosofía y Teoría General del Derecho
(Universidad de la República). En la Facultad de Derecho ha sido
asistente académico del decano, director de la Unidad de Apoyo Pe-
dagógico, director de la Escuela de Posgrado y consejero por el or-
den docente. Fue consultor para el programa FAS (Fortalecimiento
del Área Social) en el área de Justicia (1996-1997). En el campo pro-
fesional ha actuado en el foro y en la asesoría bancaria. Fue director
del Colegio de Abogados (1994-1998), miembro de su Tribunal de
Honor, presidente de los Colegios y Órdenes de Abogados del Mer-
cosur (2000-2002). Ha publicado diversas obras sobre aspectos técni-
cos y filosóficos del derecho y la justicia.

Judith Sutz. Ingeniera electricista, magister en Planificación del


Desarrollo (Universidad Central de Venezuela), doctora en Socioe-
conomía del Desarrollo (Universidad de París I). Es profesora titular
y coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación
Científica de la Universidad de la República (UR). Trabaja en cien-
cia, tecnología y sociedad, campo en el que ha dictado numerosos
cursos en diferentes facultades e instituciones. Ha publicado diver-
sos artículos y libros, particularmente en temas de desarrollo, inno-

581
20 AÑOS DE DEMOCRACIA

vación, educación superior y vinculación entre las actividades acadé-


micas y la producción de bienes y servicios. Junto con Rodrigo Aro-
cena lleva adelante la línea de investigación denominada “La innova-
ción desde el Sur”.

582
Otros títulos publicados HUGO ACHUGAR
en esta colección:

HÉCTOR GROS ESPIELL


La revolución de 1904
Gerardo Caetano
20 años de democracia
20 años de RODRIGO AROCENA

ROY BEROCAY

GERARDO CAETANO
Antología del discurso político en el Uruguay

BRUNO PODESTÁ
V einte años de democracia, en el marco de un giro de época revo-
lucionario en el mundo entero, marcan una aventura colectiva
democracia LUIS BÉRTOLA

GUSTAVO BITTENCOURT

MARIANA BLENGIO VALDÉS

20 años de democracia
Cultura y relaciones internacionales
imposible de olvidar. Aun en un país que, como Uruguay, suele GERARDO CAETANO
IGNACIO DE POSADAS disimular sus transformaciones, los cambios verificados en estas dos
Sistema tributario uruguayo décadas trascienden largamente la dimensión política para abarcar
modificaciones inocultables en la sociedad, en la demografía, en la
URUGUAY 1985-2005: MIRADAS MÚLTIPLES JUAN JOSÉ CALVO

HEBERT GATTO economía, en la cultura, en la ciencia y la tecnología, en el derecho, la MARGARITA CARRIQUIRY


El cielo por asalto salud o la educación, entre otros muchos temas. Con ese signo del cam-
bio múltiple como telón de fondo, se suceden acontecimientos y pro- NÉSTOR DA COSTA
PABLO DA SILVEIRA Y SUSANA MONREAL cesos de lo más diversos, cuyo balance resulta un insumo imprescindi-
Liberalismo y jacobinismo ble para pensar e imaginar los prospectos del futuro. GUSTAVO DE ARMAS
en el Uruguay batllista
¿Qué esperanzas se desataron tras el final de la dictadura? ¿Qué logros LUIS FARAL
RAMÓN DÍAZ
pudimos forjar tras la trabajosa y conflictiva recuperación de nuestra
Historia económica de Uruguay
vida democrática? ¿Cuáles fueron las cuentas pendientes que nos HÉCTOR GROS ESPIELL
desafían —tal vez más que nunca— hacia el porvenir? ¿Cómo vivimos
YVETTE TROCHON
los cambios vertiginosos de la aldea global en los más diversos planos? MANUEL MARTÍNEZ CARRIL
Las mercenarias del amor
¿Cuáles fueron los relatos a través de los cuales buscamos registrar
nuestra peripecia y renovar las razones para andar juntos? Sobre estas ROGER MIRZA
PABLO DA SILVEIRA Y RAMÓN DÍAZ
Diálogo sobre el liberalismo
y otras interrogantes igualmente radicales se proyecta el análisis de
RENATO OPERTTI

Gerardo Caetano
veintidós trabajos de investigación, con la autoría de reconocidos inte-
MARTA CANESSA DE SANGUINETTI lectuales y personalidades del medio, muchos de ellos convertidos en
auténticos referentes nacionales en sus respectivos temas. Como un ÁLVARO PADRÓN
El bien nacer
espejo necesario que nos anima y empuja a las tareas del futuro, este
libro viene a constituirse en un aporte indispensable para adquirir una ADELA PELLEGRINO
LUCIANO ÁLVAREZ
El ágora electrónica conciencia más acabada de lo vivido y para alimentar la conciencia de
las exigencias que seguramente nos deparará un futuro que ya está GABRIEL PELUFFO LINARI
GERARDO CAETANO Y ROGER GEYMONAT frente a nosotros.
MARCELO PEREIRA
La secularización uruguaya

ROMEO PÉREZ ANTÓN


VARIOS AUTORES
Los uruguayos del Centenario BAJO LA DIRECCIÓN DE
RICARDO PIÑEYRÚA

Gerardo Caetano TERESA PORZECANSKI

OSCAR LUIS SARLO

JUDITH SUTZ

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