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Camacho 1
Resumen:
El objetivo de la presente ponencia es dar a conocer un formato de trabajo que considero idóneo para
alcanzar buenos resultados en olimpiadas matemáticas en el ámbito nacional.
Basado en mi experiencia en Olimpiadas de Matemática, tanto como estudiante como en mi labor docente en
los colegios Sagrado Corazón (San José) y San Luis Gonzaga (Cartago), logro resumir un modelo de
estudiante olímpico así como el trabajo que se podría implementar para la selección de un grupo adecuado
de concursantes y la preparación para en cada una de las diferentes fases eliminatorias de la Olimpiada
Costarricense de Matemáticas. Además, ilustro las diferentes facetas de preparación con ejercicios sencillos
que corresponden al nivel académico del estudiante y a su etapa de preparación.
Introducción
Indudablemente las matemáticas han sido y son hoy día la barrera de muchísimos
estudiantes de todos los niveles educativos y uno de nuestros fines como profesionales en
este campo es promover el gusto y mejor desempeño en el área.
El movimiento olímpico mundial durante décadas ha desempeñado un papel
importantísimo en el desarrollo de las matemáticas. Mostrándolo, tal vez, como un deporte
más, impulsa el estudio y la investigación en el campo de la educación matemática, por
medio de una competencia sana por el saber más.
Costa Rica no se ha visto exenta de tal movimiento y poco a poco ha venido desarrollando
un programa de similar naturaleza. Durante los últimos 17 años, la Comisión Nacional de
Olimpiadas Costarricenses de Matemáticas ha propiciado un evento olímpico en secundaria
compuesto por tres etapas eliminatorias y que, con el paso del tiempo y acompañado por los
recursos y necesidades que se han venido originando, ha sufrido importantes variaciones en
cuanto a su alcance. Actualmente, el programa se subdivide en tres niveles de acuerdo al
grado académico de los participantes y sigue implementando las tres etapas eliminatorias
tradicionales desde sus inicios.
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alonso_aguilar_2000@yahoo.com
2 Iniciación y preparación para una olimpiada de matemática
A pesar del desarrollo y madurez que bien se nota del programa, el mismo debe reafirmarse
con una mayor y mejor preparación tanto para los estudiantes como los docentes; debe
cubrir un mayor territorio, pero para ello necesita impulsar la idea en más personas
dedicadas a la educación matemática, de la importancia de brindar a los estudiantes
habilidosos y gustosos por esta ciencia, la oportunidad de desarrollar esas habilidades; esta
opción podría ser la adecuación curricular que el sistema no les permite alcanzar y limita
para ser mejores estudiantes, matemáticos y profesionales.
Por tal motivo, con base en mi humilde experiencia en los colegios Sagrado Corazón y San
Luis Gonzaga, sólo trato algunos tópicos esenciales para el trabajo dirigido a la preparación
para una Olimpiada Nacional que bien podrían serle útiles.
Las olimpiadas matemáticas fomentan el interés de los jóvenes por el estudio de las
mismas, crean un interés adicional por un campo de las ciencias considerado por muchos
como tabú, como un ente inalcanzable debido a su complejidad. Otros estudiantes no
encuentran el gusto pues, más bien, representa una materia más, un cúmulo de números y
signos con un sentido teórico que no excita su entendimiento.
Es tal vez a estos últimos a quienes va más dirigida una olimpiada matemática, en post de
cumplir con sus expectativas de razonamiento y lograr en él el gusto por lo que está detrás
de las matemáticas de la escuela tradicional: generalizaciones por medios algebraicos, ideas
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Una olimpiada debe buscar el rescate del estudiante hábil e ingenioso en matemática pero
más aún aquel que guste de ésta y lo apasione como el deporte al deportista. Y en realidad,
esa es la imagen del matleta hacia las matemáticas; es un juego contra sí mismo y el
problema planteado.
Definitivamente, los matletas no son estudiantes comunes. Sin embargo, están sentados en
nuestro salón de clase, distribuidos por todo el país, en instituciones grandes y pequeñas,
4 Iniciación y preparación para una olimpiada de matemática
rurales y urbanas, marginales y de clase alta, públicas y privadas; sólo hay que descubrirlos
para poder convencerlos de su capacidad innata, para que crea en sí mismo.
En este punto cada quien tendrá su criterio de selección de acuerdo a las características de
la institución y al tipo de estudiantes que le trabaje. Mas no está de sobra una propuesta que
bien usted podría cuestionar pero que al menos a este servidor ha observado que funciona:
¾ Invitación al estudiantado en general: todos los estudiantes tienen derecho de tener la
oportunidad de mostrar y desarrollar sus habilidades, sean escasas o no. Además, el
entusiasmo de los más jóvenes populariza la olimpiada y atrae a los mejores.
¾ Preparación psicológica: podría parecer hasta cursi, pero un gran error sería enfrentarlos
a una serie de problemas matemáticos sin hacerles ver primero que no son ejercicios
comunes, tienen un grado de dificultad superior. Recordemos que estos estudiantes
posiblemente están acostumbrados a que casi todos los problemas y ejercicios
matemáticos que han enfrentado, los pueden resolver y rápidamente, y sería muy
impactante que ahora, por ejemplo, de diez o veinte sólo puedan resolver uno de forma
completa. Hay que hacerles ver que es una situación común, propia del proceso de
aprendizaje y con el tiempo, el panorama irá cambiando; no podrán resolver todos los
problemas pero sí una buena cantidad y los que no resuelvan, también les serán útiles
para aprender; podrán acostumbrarse a resolver aquellos que requieren mayor
dedicación o una idea creativa de su parte.
¾ Resolución de ejercicios introductorios: se debe buscar ejercicios de diversos temas que
no sobrepasen el conocimiento básico de los estudiantes, para que no desconfíen de sus
capacidades y más bien descubran los alcances de sus conocimientos. El primer
acercamiento podría ser el más importante pues definiría el gusto hacia la los problemas
retadores.
6 Iniciación y preparación para una olimpiada de matemática
Algunos ejemplos:
A B C D E
2 3 4 5
9 8 7 6
10 11 12 13
17 16 15 14
... ... ... ... ...
Algunos ejemplos:
1) Demuestre que el producto de dos números impares siempre es par.
2) Demuestre que el circuncentro equidista de los tres vértices del triángulo.
3) Pruebe que los seis triángulos determinados por las mediatrices del triángulo tienen
igual área.
4) ABCD es un trapecio, E y G son puntos medios de AB y ED , respectivamente.
Encuentre la razón entre las áreas de el ∆ CDG y el trapecio.
B C
E
G
A D
8 Iniciación y preparación para una olimpiada de matemática
( n − 1) + n3 .
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La preparación depende del torneo en el cual se quiere competir. Si bien es cierto, todos
buscan evaluar el bagaje matemático de los concursantes, unos se inclinan más por medir la
creatividad mientras otros tienden por el manejo teórico o hasta el trabajo incesante en
resolución de cientos de problemas olímpicos.
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I Eliminatoria
II Eliminatoria
Habiendo superado la I Eliminatoria, el concursante se siente con mayor confianza pero
ésta debe ser motivo de optimismo e impulso hacia la nueva tarea.
En esta fase debe darse énfasis en corregir los errores de la anterior, resolver problemas de
desarrollo y promover algunos conceptos nuevos de utilidad, pues recuérdese que existe un
temario oficial del evento que así lo exige. No es preciso que puedan esbozar sus respuestas
con la mayor formalidad pero si que argumenten generosamente con los medios que tengan
a su alcance.
Es la etapa de mayor cuidado. Una pequeña falla puede marcar la diferencia entre quedar en
el camino o tener el derecho de disfrutar de una Final Nacional.
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III Eliminatoria
A esta altura, el premio está asegurado. Saber que se está entre los mejores estudiantes de
matemáticas del país es realmente gratificante, y la experiencia de compartir con otros
jóvenes igualmente talentosos, con gustos, ideales y metas distintas pero, a la vez, con
denominadores comunes como lo son capacidad intelectual, gusto por las matemáticas y, en
muchos casos, un carácter polifacético; hacen de la III Eliminatoria la meta de para el año
venidero.
El ganar una medalla debe ser visualizado como un extra pero siempre intentando llegar a
ella: “si logro, magnífico, sino, di lo máximo de mí”.
Aunque en realidad, la brecha entre clasificar a una Final y ganar una medalla no es tan
grande como parece. Si el estudiante clasificó, ya ha demostrado que tiene una gran
capacidad y sólo hay que pulirla, afinando algunos conocimientos nuevos de acuerdo al
temario oficial pero, principalmente, habituándolo a problemas propios de la etapa, y a
diferencia de la etapa anterior, debe darse mucha importancia a la forma de responder pues
no sólo le da presencia al ejercicio sino que proporciona un mejor panorama para la
resolución del mismo.