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CÓDIGO ÉTICO, ESTRATIFICACION SOCIAL DE LOS LADRONES Y EL NUEVO

ROL DEL LADRÓN INTERNACIONAL


Ponencia presentada al XIII Congreso Mundial de Sociología. Bielefeid, Alemania, julio 1994
Planteamiento del Problema
La Delincuencia en Chile se ha convertido paulatinamente en uno de los problemas sociales que más inquieta a la
opinión pública y al Gobierno. Los medios destacan cotidianamente un aparente incremento de la delincuencia y de la
violencia del actual, consolidando tanto la preocupación ciudadana como la de los diversos partidos políticos. Esta
situación ha generado diversas tentativas políticas de prevención y de rehabilitación en un contexto de relativa
ausencia de diagnósticos criminológicos de base.
Con el fin de aportar con una caracterización más específica de la delincuencia en Chile y, particularmente, con el
interés de entregar perfiles delictuales empíricos, se realiza un conjunto de cuatro investigaciones del tipo Cross
National Research que enfocan la Delincuencia en Chile y en Santiago, desde una perspectiva interdisciplinaria,
particularmente desde un ángulo criminológico, sociológico, económico, antropológico y psicosocial.
La descripción y análisis de los diversos tipos de delincuencia existentes, así como las expresiones de violencia
delictual, incluyen su asociación a una diversidad subcultural, contracultural y a aspectos psicosociales en el marco de
contextos socioeconómicos estructurales específicos.
El análisis de la delincuencia y la violencia se realiza en el ámbito de la Teoría del Continuo Subcultural de la
Delincuencia, teoría elaborada por la autora y presentada al Congreso Mundial de Sociología 1990.
Se profundiza particularmente en la problemática de la Contracultura delictual del hampa, asociada a la delincuencia
urbana masculina, se destaca el nuevo rol del ladrón internacional, se analiza la delincuencia no-profesional
relacionada con los ladrones ocasionales y los "choros de esquina" y los comportamientos desviados
complementarios relativos a la drogadicción y el alcoholismo.
Destaca particularmente la caracterización de la contracultura del hampa, en cuyo análisis se incluye el develamiento
del Código Ético y la Estructura Social alternativa de los ladrones, así como el conjunto de roles laborales que
desempeñan y que conforman a nuestro criterio, una economía contracultural redistributiva. Se incluye el rol de ladrón
internacional que configura parte importante en la actualidad de la composición del "Cuarto Mundo" Europeo.
En síntesis, se intenta aportar con una descripción general y especifica en determinados niveles de análisis, así como
con una perspectiva etiológica, respecto de las variaciones tipológicas de la conducta delictual, con el fin de contribuir
a conformar una base criminológica empírica que permita la revisión de las actuales Políticas y Programas de
Prevención y de Rehabilitación de la Delincuencia en nuestro país.

Investigaciones Realizadas
Por medio de la realización de un conjunto de cuatro investigaciones empíricas durante 1992, se describe, analiza y
revisa la etiología de la delincuencia y sus expresiones de violencia en Chile y en Santiago. Estas investigaciones
(complementarias a otras desarrolladas entre 1983 -1988) corresponden a las siguientes:
(1) "Teoría del Continuo Subcultural de la Delincuencia: aspectos Subculturales y Psicosociales Asociados".
(2) "Actitudes y Percepciones de los Condenados hacia los Programas de Rehabilitación Actuales".
(3) "Los Disciplinarios".
(4) "Comportamiento Sexual Intrapenitenciario".
Este trabajo utiliza, como marco referencial, preferentemente, la primera investigación reseñada y aspectos de las
otras investigaciones citadas.
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Marco Teórico
Se utiliza un amplio conjunto de paradigmas y teorías complementarias de carácter sociológico, antropológico,
psicosocial y socio-económico, integradas en el marco de la Teoría del Continuo Subcultural de la Delincuencia.
Entre estas teorías destacan en el ámbito sociológico, las teorías clásicas de la Anomia y Anomie (Merton R., Srole L.,
Clinard M.B.), la Teoría de la Asociación Diferencial (Sutherland E.), así como también los planteamientos teóricos de
Sykes G. y la Teoría Ecléctica (Gluechks E. y S.). Desde una perspectiva socio-económica, la Teoría del Desarrollo
(Parsons T., Germani G.) y la Teoría de la Dependencia (Frank G., Vitale L., Cardoso y Faletto E.). En el contexto
Antropológico, la Teoría de la Aculturación y la Marginalidad (Bastide R.) y las Estructuras Transicionales (Munizaga
C.). Desde una perspectiva Psicosocial, se integra el Paradigma del lnteraccionismo Simbólico (Mead G.), la Teoría de
la Rotulación (Lemert E., Becker H.), el Naturalismo (Matza D.) y aspectos de la Teoría del Modernismo Psicocultural
(Inkeles A., Kahl J., Lerner D.). Se anexan acápites psicosociales relativos al Prejuicio (Heintz P. y otros), Valores
(Rockeach M.), Motivaciones, Actitudes y Percepciones sociales. Finalmente, se incluye una perspectiva
Etnometodológica (Schutz A. y otros).
Los resultados empíricos de las investigaciones realizadas entre 1983 - 1988 permiten afirmar que algunas hipótesis
periféricas de las teorías sociológico criminológicas clásicas, como la Teoría de la Anomie y la Teoría de la Asociación
Diferencial, adquieren alto grado de predictibilidad en el marco exclusivo de la Delincuencia Urbana Masculina. La
Teoría de Merton plantea hipotéticamente que es en las urbes norteamericanas donde la delincuencia contra la
propiedad efectuada por los estratos bajos alcanza altas proporciones, dada la discrepancia existente entre la
estructura cultural y la estructura social.
En términos deductivos podemos inferir que este tipo de delincuencia puede reproducirse en todo el sistema
capitalista occidental-urbano, central o complementario periférico, en términos relativamente atenuados, al menos en
la forma. Este es efectivo en Chile. La delincuencia común contra la propiedad, en las áreas urbano-industriales en
1991 alcanza un 90% del total de los delitos (80% en 1983) y es efectuada en un 98% de los casos por el estrato bajo.
Podemos deducir también que hipotéticamente este tipo de delincuencia contra la propiedad corresponderá en su
mayor parte a varones, en la medida que ellos son preferentemente socializados para integrarse a la estructura
económica formal y adquirir el rol de sustentadores económicos. Esto también es real: un 97% de los condenados son
varones.
La hipótesis central de la Teoría de la Anomia relativa a la meta de éxito económico, la hemos verificado sólo
recientemente (Cooper D. 1992). En nuestro país tercermundista, sólo un 19% del total de los ladrones profesionales
urbanos (que se autoperciben como "ladrón - ladrón") de clase baja, percibe la meta de éxito económico como central,
un 9.5% afirma que roba para llegar a tener harta plata y un 9.5% señala que roba para juntar un capital e invertir en
un negocio o empresa independiente.
En cuanto a la teoría de E. Sutherland, efectivamente la asociación diferencial es un tipo de aprendizaje interactivo,
existente en forma predominante entre los condenados por delitos contra la propiedad, en el marco de las áreas
ecológico-periféricas urbanas y de la clase baja más marginalizada.
Un 62% de los condenados urbanos masculinos reconoce pertenecer al Hampa y se autodefinen y autoperciben como
ladrones-ladrones. Se han integrado al hampa paulatinamente, co menzando habitualmente por un periodo de
vagancia y hurto de alimentos y bienes, y a través de un proceso de aprendizaje en grupos de asociación diferencial
de carácter contracultural, que involucro todos los aspectos psicosociales como valores, motivaciones, actitudes,
percepciones, cogniciones, comportamientos físicos, etc. Sin embargo, este tipo de asociación se da exclusivamente
en zonas urbano-industriales y, aunque en menor medida, en urbes eminentemente comerciales.
Respecto de los planteamientos teóricos de Sykes (antes de 1960), asociados a los intervalos etarios y al estado civil
de los delincuentes, efectivamente son válidos, pero exclusivamente en las áreas urbano-industriales. La mayor parte
de los condenados urbanos son jóvenes y solteros, característica que no se repite en los otros tipos de delincuencia.
Finalmente en cuanto a la Teoría Ecléctica, los planteamientos hipotéticos asociados a la estructura familiar de origen
y al estrato socio-económico de los delincuentes, encuentran validez empírica en nuestro país, solamente entre los
delincuentes de tipo urbano. La familia de origen de los delincuentes son en un 98% de los casos de clase baja, y
entre sus integrantes encontrados una proporción importante de desocupados, desocupación encubierta, problemas
de alcoholismo y drogadicción, enfermedades físicas y mentales, invalidantes, familias desestructuradas por muerte,
separación o abandono, etc.; problemas sociales asociados clásicamente a la pobreza.
Como puede observarse, estas teorías clásicas, en el marco de las hipótesis deducidas, sólo predicen aspectos de la
delincuencia urbana masculina, cuya pertenencia ecológica corresponde a grandes urbes-industriales y comerciales
pero son incapaces de predecir la delincuencia femenina urbana, la delincuencia femenina rural, la delincuencia
campesina no-mapuche y menos aún la delincuencia mapuche. Es en este plano que la Teoría del Continuo
Subcultural de la Delincuencia elabora el polo complementario antitético referente, correspondiente al tradicionalrural
extremo y a la delincuencia femenina e indígena, integrando todos estos tipos de delincuencia a la perspectiva del
tercer mundo latinoamericano.
En consecuencia, este conjunto de teorías se integran en el marco de la Teoría del Continuo Subcultural de la
delincuencia, pero exclusivamente en el ámbito de la delincuencia masculina urbana. El aporte conjunto de estas
teorías consiste en predecir que efectivamente nuestros delincuentes urbanos son de clase baja, jóvenes, solteros,
provienen de familias enmarcadas en la extrema pobreza con problemas de cesantía, enfermedades, alcoholismo,
etc., y que se integran al hampa por medio de la asociación diferencial. Sin embargo, nuestros datos empíricos indican
que sólo el 19% de ellos sustenta una motivación de éxito económico asociada al robo. La mayor parte de ellos
(incluidos los ladrones ocasionales) roban para subsistir, como una forma de vida alternativa y, predominantemente,
entre los Choros de Esquina, para adquirir drogas, alcohol y un status virtual alternativo.
Las teorías de carácter antropológico han sido utilizadas en cambio para analizar el contexto de la delincuencia
mapuche y en especial, la delincuencia del migrante rural urbano. Las Teorías de la Aculturación, Marginalidad y
Estructuras Transicionales nos permitieron conocer los problemas de aculturación de los condenados migrantes y su
expresión asociada en el ámbito de la psicología social, a un dualismo mental desde la perspectiva del Modernismo
Psicosocial. Las estructuras transicionales tienen gran relevancia, en cambio, en la explicación del tipo de integración
o doble marginación del migrante rural-urbano marginal en el hampa urbano, en los casos de existencia de una
subcultura urbano-industrial compleja en la urbe receptora de carácter industrial o comercial, respectivamente.
Desde una perspectiva socio-económica, la Teoría del Desarrollo y muy particularmente la Teoría de la Dependencia
nos orientaron en el planteamiento de hipótesis diferenciales, tanto para el sistema capitalista integral como para el
tercer mundo latinoamericano, en sus expresiones relativamente dualísticas. Pudimos así predecir formas delictuales
diferenciales polares para las áreas urbano-industriales, así como para los polos tradicionales enmarcados
prácticamente en economías de autosubsistencia. Estos planteamientos nos permitieron además predecir
hipotéticamente los comportamientos delictuales probablemente existentes en el continuo del sistema nacional. Desde
esta perspectiva, nos permitió integrar las teorías sociológicas clásicas expuestas (Merton, Sutheriand, Sykes,
Gluecks), pero en su versión antitética en el polo tradicional y un decrecimiento paulatino de ambas formas extremas
en el continuo.
Resulta así comprensible que los dos tipos polares extremos de delincuencia correspondan a una delincuencia
moderna y a una delincuencia tradicional, resultando la primera una versión relativamente subdesarrollada
comparativamente a la existente en áreas metropolitanas (protagonizada por la Mafia), y la última, una versión
extrema de la delincuencia tradicional tercermundista, en el marco del continuo internacional del mundo capitalista.
Desde un ángulo psicosocial, el Paradigma del Interaccionismo Simbólico y particularmente la Teoría de la Rotulación
y el Naturalismo, nos permitieron indagar acerca de las formas de autopercepción existentes entre los delincuentes,
sus valores y en consecuencia el sistema ético, la estratificación social diferencial, el Código Penal del Hampa, el
lenguaje, formas de percepción de las clases sociales y de la justicia, etc., así como aspectos de la Teoría de la
Deriva.
Por otra parte, la Teoría del Modernismo Psicosocial nos posibilitó analizar los grados de modernismo diferencial entre
los condenados. Las hipótesis deducidas nos posibilitaron predecir, como efectivamente fue verificado, que los
delincuentes urbanos masculinos son mentalmente mucho más modernos que todos los otros tipos de delincuencia
existentes.
Finalmente, la Etnometodología nos facilitó un estudio cualitativo del sistema explicativo, sustentado por los ladrones y
otros condenados, es decir, por los propios actores sociales incluyó en consecuencia una perspectiva explicativa de
su propia conducta física y mental, de una percepción social de la delincuencia y la apreciación, discusión y
evaluación de la explicación de la delincuencia entregada por cuatro teorías criminológicas clásicas, incluyendo
planteamientos teóricos propios, desde la perspectiva de los actores sociales, vale decir del hampa.
Podemos sintetizar entonces, que particularmente las Teorías Económico-Sociales nos han permitido asociar los
diferentes tipos de delincuencia a grados de desarrollo económico diferenciales, a niveles de modernización
subcultural y en consecuencia, a formas de modernismo psicosocial, en el marco del capitalismo tercermundista, tanto
á nivel teórico como metodológico y esta última perspectiva, en el sentido de considerar las muestras y subuniversos
probablemente representativos del dualismo relativo metrópoli-satélite.
La Teoría del Continuo Subcultural de la Delincuencia integra en consecuencia un amplio conjunto de teorías, pero
propone además la interdependencia y asociación entre tipos diferenciales de delincuencia y aspectos de la estructura
económica, de las subculturas particulares, de las formas de expresión psicosocial y del modernismo mental
correspondientes en el marco de las clases bajas. Las metas de éxito subculturales y contraculturales, así como los
conflictos particulares asociados a las subculturas y objetivizados en forma de comportamiento mental y físico en el
campo de la interacción, etiologizan formas diferenciales de delincuencia.
Destacan entre algunas de las variables de base más relevantes en nuestro medio, pertenencia ecológica, sexo y
etnia (esta última en la medida que implique la existencia de una cultura étnica enfrentada a un choque cultural), las
que se expresan tanto en subculturas de base como de cúspide. (Cooper D. 1990, 1992).
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Marco Metodológico
Se realizan 4 Surveys del tipo Cross National Research, de carácter ex-postfacto y transversales. Se estudian
(complementariamente a investigaciones anteriores que enfocan un total de 5 regiones), dos regiones
correspondientes a la Región Metropolitana y a la Región de la Araucanía, ambas representativas en determinadas
áreas ecológicas, de polos modernos y rela tivamente desarrollados y de polos tradicionales con economías de
relativa autosubsistencia, respectivamente. Se recorren 22 unidades penales, se estudian 3.900 casos, se entrevista
en profundidad a 640 condenados, utilizando una entrevista, datos primarios y secundarios, una perspectiva
etnometodológica y 10 escalas, 7 de las cuales son de carácter psicosocial y elaboradas por la autora.
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Objetivos
(1) Describir las características de la delincuencia en Chile y en Santiago.
(2) Develar elementos etiológicos de los distintos tipos de delincuencia.
(3) Analizar los elementos subculturales contractuales y psicosociales asociados.
(4) Revisar aspectos de las variaciones cuantitativas y cualitativas de la delincuencia y la violencia.
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Conclusiones
En Chile encontramos al menos 5 tipos diferenciales de delincuencia:
(1) Un tipo de delincuencia urbana masculina extrema, característico de las grandes urbes industriales y comerciales.
Este tipo de delincuencia concentra en la actualidad un 90% de delitos contra la propiedad. Presenta la más alta
reincidencia y habitualidad delictual comparativa. Es el único tipo de delincuencia que se caracteriza por sustentar una
contracultura compleja, directamente asociada a una economía contractual, redistributiva violenta.
Presenta roles laborales bien definidos (para ellos robar es un trabajo, es decir, lo perciben como un trabajo) y una
estratificación social alternativa a la normativa, un Código Ético, un Código Penal, un lenguaje diferencial (Coa),
música específica (especialmente la importada por los ladrones internacionales o europeos), formas de expresión
psicosocial asociadas a percepciones sociales de la justicia, la política, la economía normativa, la ciencia y las
explicaciones científico-teóricas de la delincuencia, etc. Sustentan altos grados de modernismo mental. El 98% de
ellos pertenece al estrato bajo y la mayor parte de ellos son jóvenes y solteros.
(2) Un tipo de delincuencia rural masculina no-mapuche. Este tipo de delincuencia es característico de las áreas
ecológicas rurales tradicionales y particularmente de aquellas con economías de cuasi-autosubsistencia. Concentra un
79% de delitos específicos predominantes, el homicidio y la violación en el marco de la subcultura rural tradicional. (La
caracterización delictual de los Hinterlands - áreas rurales tecnologizadas cercanas a las grandes urbes - es distinta,
por su alto grado de permeabilidad respecto de la subcultura urbana).
En estas áreas ecológicas rurales tradicionales, el delito de homicidio se asocia a riñas con alta ingestión de alcohol
enmarcadas en una subcultura machista y violenta, donde la ofensa es sancionada drásticamente con la venganza y
la mancomunidad penal. Carecen de asociación diferencial, no presentan ningún tipo de contracultura y sustentan
bajos grados de modernismo mental, bajísima reincidencia y habitualidad delictual.
(3) Un tipo de delincuencia rural masculina mapuche. Este tipo de delincuencia concentra en términos similares al tipo
de delincuencia rural masculino no - mapuche, un 74% de delitos contra las personas, la familia y la moral. Sin
embargo, casi no presenta delitos sexuales, alcanzando la cifra más baja comparativa, de 4%, dada una mayor
permisividad sexual existente en la cultura mapuche.
Los homicidios se relacionan predominantemente con las consecuencias del proceso de conquista, que asume
diversas formas, entre ellas, la uti1ización del alcohol metílico durante la "pacificación" y en consecuencia la
adquisición de conductas de consumo de alcohol patológicas, problemas legales e ilegales de pérdidas de tierras
asociados, según ellos, a la usurpación histórica de éstas, problemas con la justicia relativos al acceso a ella (por
problemas de dinero), al idioma (no le entienden al juez y éste no les comprende), al prejuicio (según ellos la justicia
favorece al huinca) y a la acción inescrupulosa de algunos de sus representantes, etc. Se relacionan además
situacionalmente con expresiones culturales propias (Código Penal) y radicalmente con problemas derivados del
choque cultural. Muchos mapuches no entienden por qué están presos "si dieron su merecido al huinca ladrón"
(Cooper. D. 1989).
Un tipo de delincuencia urbana femenina, sujeta a un proceso de modernización que implica una creciente
participación entre delitos contra la propiedad, los que fluctúan entre 50% y 79%, dependiendo del grado de
urbanización e industrialización de la urbe. Sin embargo, predominan aún como delitos específicos aquellos asociados
directamente a la subcultura femenina, como los parricidios y homicidios (de cónyuges o convivientes por largos años
de malos tratos físicos), infanticidios y abortos.
El comportamiento de la mujer en del tos contra la propiedad también adquiere en general la forma asociada a la
subcultura tradicional femenina, participando particularmente como cómplice, señuelo o encubridora de varones
autores, a los cuales las unen lazos efectivos o de convivencia.
Sin embargo, crecientemente la mujer se incorpora a la contracultura del hampa, participando activamente como
ladrona y sustentando los mismos valores de los ladrones varones urbanos, como lo hemos podido detectar
empíricamente en la investigación que nos encontramos desarrollando en la actualidad (1994). Nos ha sorprendido
descubrir como la mujer - al igual que el hombre ladrón - se autodefine y autopercibe como "ladrona-ladrona", - con
gran orgullo y sustenta especialidades delictuales que percibe como "trabajo".
Presentan en general baja reincidencia, baja habitualidad delictual y bajo modernismo psicosocial, salvo las ladronas
profesionales. La participación en la contracultura es generalmente indirecta, a través de sus compañeros efectivos,
pero todo indica que la mujer se moderniza e independiza crecientemente, incluyendo en este proceso la conducta
delictual de las mujeres ladronas.
(5) Un tipo de delincuencia rural femenina, que concentra un 79% de delitos contra las personas, la familia y la moral,
específicamente femeninos y que en zonas rurales tradicionales extremas llega a un 65% de delitos que implican
matar. Los delitos predominantes son el parricidio (del cónyuge) y el homicidio (del conviviente), por malos tratos
físicos durante largos años de convivencia familiar. El tercer tipo de víctima corresponde a los hijos.
Evidentemente carecen de asociaciones contraculturales, de asociación diferencial, presentan bajísima reincidencia y
habitualidad, bajo grado de modernismo mental, etc.
Estos tipos de delincuencia conforman a su vez dos tipos generales de delincuencia: Una delincuencia moderna y una
delincuencia tradicional.
CÓDIGO ÉTICO, ESTRATIFICACION SOCIAL DE LOS LADRONES Ponencia presentada al XIII Congreso Mundial
de Sociología. Bielefeid, Alemania, julio 1994

LA DELINCUENCIA COMÚN MODERNA EN CHILE: UNA DELINCUENCIA SUBDESARROLLADA

La delincuencia común moderna, de carácter urbano-industrial, masculina y de clase baja, es la más compleja y se
caracteriza por concentrar la más alta proporción de delitos contra la propiedad, que alcanza en 1991 al 90% del total
de los delitos de Santiago.
Esta delincuencia sin embargo, se expresa en dos subtipos principales: una delincuencia profesional y una
delincuencia no profesional.
La DELINCUENCIA PROFESIONAL se caracteriza por sustentar una contracultura compleja, con un Código Ético
diferencial, un Código Penal, un lenguaje particular (Coa), música específica, una estratificación social alternativa
compuesta por 9 estratos percibidos socialmente y objetivizados en la estructura social del hampa (según grados de
prestigio basados en los roles laborales, los ingresos, habilidad o preparación técnica, comportamiento ético
contracultural y el cartel), un sistema de comunicación expedito y un conjunto de roles laborales que conforman una
economía contracultural redistributiva.
La economía contracultural redistributiva se conforma por la existencia de roles laborales establecidos, desempeñados
en forma individual o por grupos de dos o más sujetos, en áreas ecológicas apropiadas, establecidas y respetadas por
el hampa, y en horarios y días específicos de trabajo.
Los roles laborales de carácter jerárquico constituyen, según grados de prestigio, una estratificación social alternativa.
Los statuses se definen básicamente por el tipo de ocupación o rol laboral, y se redefinen según el nivel de ingresos,
el grado de habilidad, preparación, cumplimiento de preceptos éticos y por el cartel adquirido.
Estos roles laborales conllevan un riesgo asumido, consistente en la probabilidad de la pérdida de la libertad o de la
vida (por lo que la condena a muerte propuesta por algunos partidos políticos, además de atentatoria, carece
absolutamente de sentido). Se caracterizan porque son asumidos como una profesión y desempeñados como un
trabajo y porque estructuran el otro generalizado de forma que se autoperciben COMO "ladrones - ladrones".
Éticamente y en términos ideales o deseables en el marco de la contracultura, estos roles laborales del hampa, deben
ser desempeñados en áreas ecológicas urbanas pertenecientes "a los ricos" (o clase alta) y estos deben ser los
sujetos despojados de los bienes de capital o de los artículos suntuarios. En términos estrictos, lo correcto para ellos
es robarles a los ricos. Quienes roban a los pobres son desestratificados, adquiriendo movilidad descendente y
pasando a conformar parte de los estratos más bajos del sistema. Son además, sancionados socialmente.
En términos de la percepción social del hampa, el rico se repone rápidamente: le compra joyas modernizadas a la
esposa (brillantes de cortes modernos), compra nuevos electrodomésticos pero esta vez digitales, T.V. o V.H.S. más
actualizados, etc. Afirman que en este sentido no hacen daño ya que al rico le basta con sacar más plata del banco.
Tampoco le hacen daño al sistema social, porque según plantean, si no fuera por ellos los carabineros, la policía, los
empleados de la justicia y hasta el Ministro carecería "de pega". Incluso no habría trabajo para los abogados ni para
los investigadores. Tampoco habrían leyes ni existiría el derecho. (Estas últimas afirmaciones recuerdan la obra "De la
División Social del Trabajo" de E. Durkheim).
El CODIGO ETICO del Hampa está compuesto de un conjunto de valores contraculturales, entre los cuales destacan:
(1) Ser ladrón-ladrón, es decir, vivir del robo. Ellos se autoperciben como "Ladrón-Ladrón" sólo si viven
exclusivamente del robo. Consideran el robo un trabajo, para lo cual establecen sus horarios y áreas ecológicas de
trabajo. Se especializan en determinados tipos de trabajo contracultural, lo cual les otorga un prestigio diferencial. Los
ladrones ocasionales en consecuencia carecen de prestigio social en el hampa y no son percibidos (ni se
autoperciben) como ladrones.
(2) Robarles a los ricos. Ellos están convencidos que no hacen así ningún daño. Los ricos se reponen fácilmente. El
que le roba a un pobre es situado en el estrato más bajo del sistema de estratificación social del hampa. Sostienen
que los ricos se hacen ricos a costa de los pobres y que en consecuencia el robarles no constituye un daño.
(3) No sapear. Delatar es sancionado por medio del Código Penal del hampa y la pena es mayor si el afectado
pertenece a los estratos superiores, es decir a los que ostentan mayor prestigio y son más correctos. El Código Penal
es complejo y por razones de espacio, no se expone aquí. Sin embargo el "sapeo" tiene graves sanciones, entre otras
la muerte o el asumir la condición de "caballo" en las unidades penales (ser caballo significa asumir el rol sexual de
mujer en la cárcel). La sanción depende del "daño" efectuado.
(4) Respetar la familia del ladrón. La sanción en estos casos también es drástica. La madre, las hermanas y los hijos
de los ladrones tienen especial protección en el marco del Código Penal del hampa.
(5) Tener corazón, es decir valentía para efectuar trabajos riesgosos, habilidad para realizarlos si son complejos y
serenidad para resolver las situaciones en las que peligran la vida o la libertad. Este valor generalmente se asigna al
estereotipo de asaltante, estrato y rol frente al cual se asume la existencia del más alto grado de prestigio social,
solamente emulado (aunque en menor medida) por el rol de ladrón internacional.
(6) Tener sentimientos. Implica ser solidario con los actores sociales de su clase social o estrato de origen y con sus
compañeros de trabajo. Aseguran que habitualmente entregan alguna parte de lo robado a familias pobres o menores
vagos de su sector ecológico de pertenencia, ya sea en dinero o especies.
(7) Ser correcto. Este valor implica cumplir con el Código Ético, del hampa, no inmiscuirse en problemas pequeños,
saber llevar "la cana", y ser respetuosos de los demás.
(8) Hacerse respetar, es decir no aceptar ofensas. El respeto puede requerir incluso el arriesgar la vida. El nivel de
prestigio social contracultural no es transable, particularmente entre los actores sociales que ocupan los estratos
superiores del sistema de estratificación social alternativo.
(9) Ser de una línea. El ladrón-ladrón jamás faltará a su palabra y no necesita para esto dar su palabra de honor.
Basta con que lo haya dicho en el marco de la "palabra de ladrón".
(10) No hacer daño innecesario. El ladrón no hará daño en el desempeño de su trabajo en la medida de lo posible. El
hacer daño innecesario es de inexpertos o de no - ladrones. El robo con homicidio o los robos con violación son
cometidos en la más alta proporción de los casos por jóvenes pandilleros bajo los efectos de drogas y/o alcohol. Los
ladrones se sienten profundamente preocupados por este nuevo tipo de delincuencia que "los deja mal frente a la
policía".
(11) No cometer jamás un delito sexual. El que viola o comete abusos deshonestos es dramáticamente sancionado en
el Código Penal del hampa. General mente la sanción consiste en una violación masiva al interior de la cárcel y el
deber asumir el rol de "caballo".
La mayor parte de los ladrones proviene de la extrema pobreza y se integran paulatinamente al hampa
predominantemente entre los 8 y 12 años siendo el límite inferior de edad, 6años. En consecuencia, la rebaja de la
imputabilidad penal propuesta por algunos partidos políticos, sólo atentan contra los derechos del niño.
Los roles laborales contraculturales constituyen, al igual que en la sociedad normativa, estratos sociales diferenciales
en el marco de la clase baja. En Chile carecemos de mafia, de carácter eminentemente metropolitano, a nivel de la
delincuencia común. Sólo recientemente se perfila su constitución en el tráfico a partir de la mafia internacional.
Estos estratos en orden decreciente de prestigio están constituidos por:
(1) Los asaltantes, quienes ocupan el estrato superior del sistema. Ellos asaltan predominantemente supermercados
marginales, farmacias, terminales de micros, etc. Según lo señala el hampa, ellos no son los que asaltan los bancos.
El análisis de datos secundarios legales y primarios indica que sólo un 1.8% de ellos ha realizado alguna vez un asalto
bancario.
(2) Los internacionales o europeos. Se trata de ladrones que migran intermitentemente a las áreas metropolitanas
porque allá "se gana en dólares". Luego invierten en Chile en medios de transporte, restaurantes y bienes raíces.
Trabajan especialmente al "descuido" en los aeropuertos, bancos, terminales y ocasionalmente de lanzas en la calle.
Se trata de un nuevo rol, que en el marco europeo pasa a constituir parte del "Cuarto Mundo".
(3) Los monreros, quienes roban en casas sin moradores o en fábricas (andar de cortinas). Los más especializados y
de mayor prestigio social contracultural sólo roban joyas y dinero. Los más "charchas" se llevan hasta "el gato" o la
"lavaza".
(4) Los lanzas. Entre ellos se distinguen los lanzas montados; los lanzas a chorro o escaperos; los lanzas al paso; los
que andan de mano. En general, el lanza es percibido como "sapo" por los "pesados" (asaltantes), pues según dicen
"sapean" cuando los aprietan con "la máquina" y suelen entregar a los más "pesados".
(5) Los que andan de toco. Es decir, roban autos completos o sus implementos. Este tipo de trabajo contracultural se
perfila como el más organizado, es decir sustenta grupos organizados relativamente estables con una división del
trabajo más racional. A nuestro criterio es probable que paulatinamente se constituya en una entidad de carácter
mafioso.
(6) Los mecheros. Implica la utilización de grandes fajas elasticadas en el cuerpo que permiten el hurto principalmente
en tiendas de ropas de vestir de marca o de pieles. Muchas mujeres trabajan en esta especialidad utilizando
"compañeros" con estereotipos de clase media. Sin embargo, el varón también se especializa en este tipo de trabajo.
(7) Los que trabajan al descuido. Este rol implica distraer a la víctima y hurtarle el maletín, maleta, bolso, etc. en
aeropuertos, terminales de buses y micros, terminales de trenes, etc. La mayor parte de los ladrones internacionales o
europeos, trabajan en Europa el descuido o la lanza.
(8) Los cuenteros, especializados en contar cuentos, de rangos histéricos y de gran capacidad histriónica, de modo tal
que la víctima entrega el dinero según ellos, "sin dolor".
(9) Los cogoteros. Estos son los menos prestigiados, particularmente porque suelen "perchar" a los pobres de su
propia población. Son despreciados por los ladrones e incluso frecuentemente marginados de las conversaciones de
los que tienen "cartel". Generalmente son bebedores habituales o cuasi-alcohólicos si son mayores.
Sintéticamente hemos intentado dar cuenta de algunos aspectos característicos de los ladrones profesionales es
decir, de los Ladrones- Ladrones que se autoperciben como tal.
Para ellos ser ladrón y particularmente "Ladrón-Ladrón" es fuente de gran orgullo y sólo les molesta la rotulación de
"delincuentes".
ABC1 C2 C3 D E
ingreso UF 140 o mas al UF 35 a UF 150 UF 25 a UF50 UF7 a UF30 Menos de UF10,
familar mes 3 millones 700.000 500 a 1 millon 140 a 600.000 200.000
vivienda Mas de 100 mts² Mas de 70 mts² Casas o deptos. de Casas pareadas o Mediaguas o
construidos, valor construidos, valor de 75 mts² construidos continuas con casas
superior a UF 3.500, UF1.100 a UF4.000, o menos, valor presencia de auto improvisadas, con
si es antigua está en bien conservadas, UF650 a UF1200 Si construcción, autoconstrucción
muy buen estado. aisladas o pareadas. son antiguas, en ampliaciones o total o parcial, de
Ventanas de Ventanas de regular estado. viviendas mal madera o
aluminio o madera, aluminio o madera Ventanas de fierro, terminadas, en albañilería de
buenas cortinas, en buen estado, con madera o a veces mal estado, con mala calidad. En
Los departamentos cortinas o persianas aluminio, cortinas frecuencia tienen general, los sitios
cuentan con y protecciones de de regular calidad. vidrios rotos y no tienen cierros
citófono y conserje. fierro. Puertas de Puertas de madera cortinas de mala o cercas de
Las puertas son de madera barnizada terciada A veces calidad. Puertas madera. No
madera barnizada o tienen un pequeño de madera tienen jardín
tallada. Los jardín, no muy terciada Valor
revestimientos y cuidado inferior a UF1.000
cierros son de
calidad
barrio AB viven en barrios Barrios homogéneos Grandes Grandes Sectores muy
exclusivos. Los C1 de clase media o poblaciones de poblaciones, en populosos, calles
en sectores destacando en casas o general sin pavimentar,
homogéneos de sectores de GSE departamentos en erradicaciones o sin áreas verdes,
nivel alto, menor, sectores alejados radicaciones, periféricos
ocasionalmente en frecuentemente en del centro de cites en sectores
barrios de GSE villas modernas santiago antiguos de la
inferior, donde cerradas o en ciudad
destacan barrios tradicionales
claramente
comuna Principalmente en Principalmente en Se encuentran en Comunas Principalmente en
Vitacura, Las Santiago, Santiago y en la periféricas del Renca, Quinta
Condes, Barnechea, Providencia, Ñuñoa, mayoría de las Gran santiago normal, pudahuel,
providencia y La macul, La reina, comunas del Sur, (sur, norte y cerro navia, PA
Reina Peñalolén. La Norte y poniente del poniente) cerda, San
florida, San miguel, Gran Santiago Ramón, La
Maipú, San granja, El bosque,
bernardo y algunos Lo espejo,
sectores en recoleta,
comunas C1 o C3 Huechuraba
auto El 100% posee uno El 80% tiene El 50% posee un No tienen, salvo No tienen
o mas automóviles automóvil de años vehículo pequeño vehículos de
de los últimos 4 recientes, bien y/o antiguo (15 o trabajo
años conservados mas años)
servicio El 100% del AB Regularmente Ocasionalmente No tienen No tienen
domestico tiene 2 o mas tienen servicio tienen, en general
personas de domestico, a veces, cuando ambos
servicio. El 80% del 2 o 3 veces por cónyuges trabajan
C1 tiene por lo semana
menos una
empleada
telefono El 100% tiene El 75% tiene El 40% tiene El 10% tiene No tienen
tamaño AB es el 3% de la 20% de la población 25% de la población 35% de la 10% de la
población del gran del gran santiago del gran santiago población del población del gran
Stgo. C1 es el 7% gran santiago santiago
EL LADRON INTERNACIONAL O EUROPEO
Los ladrones internacionales o europeos constituyen un nuevo rol en Chile. Emerge con fuerza a partir de los últimos
cinco años y se socializa particularmente al interior de las cárceles.
Esta actividad laboral contracultural se caracteriza por implicar el viaje a Europa, particularmente a España y a Italia,
donde los ladrones poseen verdaderas colonias de residencia que asumen la calidad de estructuras transicionales,
donde todo actor social recién llegado es socializado en términos laborales y contraculturales adaptados a la realidad
europea. Desde estos centros de llegada, los ladrones migran por Europa trabajando en el descuido o en la lanza en
distintos países del continente.
Una parte importante de nuestros jóvenes ladrones aspiran a asumir el rol de ladrón internacional y muchos roban con
la motivación de lograr juntar el dinero para el pasaje a Europa. En general el internacional goza de uno de los más
altos prestigios sociales en el hampa, siendo solamente superado por el asaltante nacional.
Al interior de las unidades penales el internacional es fácilmente distinguible por su estereotipo adquirido de carácter
europeo, particularmente en la vestimenta y por el modernismo mental alcanzado en su alto grado de movilidad
geográfica y cultural.
Este rol es un rol laboral nuevo, de reciente data y en consecuencia su presencia en las cárceles chilenas es escaso.
Contribuye además el hecho de que en Chile habitualmente no roban (quedan al margen del control social chileno), ya
que en Europa el control social según ellos es más humanitario, dado que el tiempo de detención es breve y el
"apriete es suave", es decir "la policía sólo utiliza bolsas de nylon para lograr el autosapeo" (para que les falte el aire).
Este tipo de ladrón roba en dólares e invierte posteriormente en nuestro país, particularmente en flotas de medios de
transporte como taxis, liebres, etc. o en negocios como restaurantes o botillerías.
LOS LADRONES NO-PROFESIONALES:
LOS OCASIONALES Y LOS CHOROS DE ESQUINA
La delincuencia no-profesional, se encuentra constituida por los ladrones ocasionales (que roban y trabajan según las
necesidades de supervivencia) y por los "choros de esquina" o pandillas marginales poblacionales.
Los ladrones ocasionales se autodefinen como ocasionales. Se trata de personas que trabajan, pero que también
roban ocasionalmente, dado que el sueldo mínimo no les alcanza para sobrevivir. Señalan que una pieza en una
población marginal les cuesta mínimo 10.000 pesos (1991), que deben gastar en micro para ir a trabajar y que el resto
apenas alcanza para el pan diario de sus familias. Muchos compran pan añejo y con eso además hacen sopa.
Los choros de esquina o los integrantes de pandillas de población, se caracterizan por ser eminentemente jóvenes
producto del desarrollo complementario relativo del país en el régimen anterior, que implicó un alto costo social y en
consecuencia, son jóvenes sin ningún acceso a la estructura de oportunidades, y en la actualidad sin acceso a la
estructura participativa y sin perspectivas de alternativas sociales utópicas concretas. Se encuentran generalmente en
las esquinas de las poblaciones marginales, "volados y con copete", según la definición del hampa.
Estos jóvenes buscan status alternativos violentos al interior de las pandillas poblacionales y statuses virtuales en el
consumo-apropiación de ropas de marcas que les proporcionan el estereotipo de referencia de jóvenes de clase
media y alta. El estereotipo se compone de jeans válidos, zapatillas deportivas de alto costo, chaquetas de cuero,
anteojos de marcas, relojes reconocidos, etc. Se alcanza así, muchas veces mediante el "cogoteo" ocasional, el status
virtual que les otorgará prestigio social en su medio.
En el marco de un sistema consumiste y sin alternativas, estos jóvenes utilizan como válvulas de escape la droga y el
alcohol, buscan como se señaló, roles y statuses alternativos al interior de las pandillas y adoptan statuses virtuales
de éxito del sistema de carácter consumiste. La frustración frente al Efecto Demostración conlleva autoagresión
expresada en conductas desviadas y violencia en sus manifestaciones delictivas, dada la carencia en el proceso de
internacionalización de una ética contracultural o normativa.
El consumo de la droga y el alcohol, se enmarca en ritos de posesión dada la ausencia de mesianismos próximos, sin
embargo, accesibles a la subcultura de adultos mayores, o de utopías validadas en el contexto ideológico dominante o
no-dominante. Estos ritos de posesión, de carácter eminentemente grupal, consolidan y potencian el consumo de
psicotrópicos y ahogan u obnubilan la frustración y la desesperanza aprendida. El valor formal de la libertad y la
rebelión se han patentizado en el marco de la percepción social juvenil marginal, en el consumo de psicotrópicos y en
el consumo predominante de los ritmos metropolitanos (musicales), enmarcados en estereotipos de aparente rebeldía
guerrera, en idiomas desconocidos y en consecuencia vacíos de contenido.
INCREMENTO DE LA DELINCUENCIA Y DE LA VIOLENCIA
La población penal masculina se ha triplicado entre 1974 y 1990. El aumento sustantivo de la población penal se
produce ente 1982 y 1988 y se asocia particularmente a las consecuencias directas de un desarrollo económico
relativo con altísimo costo social y a la crisis económica mundial de 1982.
Durante estos años de transición hacia la democracia, la proporción de la población penal ha permanecido
relativamente estable, e incluso tiende al decrecimiento.
Coincidente con lo que aprecia la percepción social de los ciudadanos comunes, la violencia se ha incrementado,
aumentando los cogoteos y asaltos en forma significativa, de un 38% en 1983 hasta un 67% del total de los delitos
urbanos en el Gran Santiago en 1991, como producto natural de la modernización creciente de la delincuencia y muy
especialmente como consecuencia de la participación de un nuevo tipo de delincuencia, la de los choros de esquina y
de algunos ocasionales.
La violencia delictual innecesaria expresada en los robos con homicidio y/o con violación, constituyen nuevos tipos de
delitos urbanos que preocupan no sólo a la ciudadanía y al Gobierno, sino incluso al hampa. Estos tipos de robos de
extrema violencia irracional no son producto de ladrones profesionales (o ladrones-ladrones). Predominantemente, se
asocian a los ladrones no-profesionales y particularmente a los "choros de esquina", quienes carecen de la ética
contracultural propia del hampa, entre cuyos valores se encuentra además el de "no hacer daño innecesario".
Estos jóvenes suelen cometer sus asaltos (a casas habitadas, a micros con pasajeros, a taxis colectivos con gente,
etc.) o cogoteos (a personas de clase baja), bajo los efectos de psicotrópicos y del alcohol, con consecuencias de
muerte o de violación para sus víctimas. Esta situación preocupa al hampa, ya que según ellos, les hace quedar mal
frente a la policía y frente a la sociedad, en la medida que se les atribuye a ellos.
Este nuevo tipo de delincuencia masculina urbana y no profesional es en consecuencia la que provoca los delitos que
presentan mayor grado de violencia, dado que se efectúan bajo los efectos de los psicotrópicos y con un alto
contenido de frustración.
Es, en consecuencia, imprescindible que las nuevas Políticas de Prevención de la Delincuencia y la Violencia
Delictual, así como algunas políticas atingentes a la rehabilitación de la población penal no habilitada, considere los
distintos tipos de delincuencia expuestos. Es evidente que las diferencias etiológicas enumeradas resultan ser lo
suficientemente relevantes como para generar una revisión de las actuales políticas y proyectos en el sector justicia.
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Bibliografía Básica
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