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EL JUEGO DE DIOS
USHAA TAYAK
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No se permite la reproducción total o parcial de este
libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni
su transmisión en cualquier forma o por cualquier
medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia,
por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y
por escrito del autor.
© Ushaa Tayak
losdadosdedios@gmail.com
Blog: http://eljuegodedios.blogspot.com/
Impreso en España
Marzo, 2011
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Dedico este libro a mi mujer, sin duda el
mejor regalo, por supuesto a mi familia y
amigos, a Ángel por ayudarme a terminar de
darle forma y a los más de seis mil millones
de habitantes del planeta, muchos de los
cuales no conozco, por compartir el camino.
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- Permítame que le felicite por su merecida
recompensa. Quería decirle que he leído
todos sus libros y ha sido siempre fuente
de inspiración en todos mis estudios - le
dijo no sin cierto rubor.
- Gracias, pero espero que sólo sea un mal
pasajero, hasta que usted sea su propia
inspiración y supere fácilmente mis
trabajos – le contestó Santiago, con su
acostumbrada timidez.
- Me llamo Rosa - y sin más le plantó dos
besos, uno por mejilla.
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todo proviene de una misma fuente. En
esencia todos somos iguales, una simple
piedra, un hombre o una máquina…, que
pueda o no pensar es irrelevante en el
tema que nos afecta, y por lo tanto intuyo
que todo está dotado de alma o energía,
como lo quiera llamar. La única diferencia
es la cantidad de energía y la forma en
que se manifiesta en cada uno de los
cuerpos.
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Lejos de verlo como algo negativo, sintió que
le estaban haciendo un favor. Por primera vez en su
vida tuvo tiempo libre, la extraña y perturbable
sensación de no tener nada que hacer…, y le gustó.
Se esforzó por dedicar más tiempo a su mujer y
empezó a desarrollar por su cuenta algo en lo que
llevaba tiempo ideando en secreto: ¡Su máquina de
transformar la realidad!
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Pero todo genio tiene momentos de conexión y
lucidez, donde las ideas fluyen una tras otra y van
tomando forma, y periodos de oscuridad, en los que
por mucho que se intente, la mente está nublada y no
consigue dar paso a la luz creativa. Olga se
encontraba bloqueada, y duraba ya demasiado
tiempo; recordaba con añoranza aquellos momentos
por la noche, justo antes de caer dormida, cuando
visualizaba un mundo de circuitos, fórmulas
matemáticas y dispositivos…, y como se levantaba
corriendo para escribirlas en su ordenador portátil. Se
sonreía recordando las caras de sus compañeros,
cuando en las reuniones “escupía” sus
planteamientos sin pudor, sabiendo que no tenía
nada que perder, consciente que esa era la única
forma para que la llegaran a hacer caso.
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era Marga, su secretaria, quien en voz baja, casi un
susurro, y con timidez le dijo:
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abrirlo. No era momento de ponerse a leer cartas, su
puesto pendía de un hilo, y sin embargo, por alguna
extraña casualidad del destino, decidió abrir ese
sobre. Dentro encontró un papel en blanco, y en él
escrito un sólo nombre.
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una metálica figura, sobre la que se reflejaban los
rayos de luz que entraban a raudales por la
ventana.
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manga japoneses, y su cara siempre aparecía
sonriente.
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más parecido a perplejidad que su rostro
mecánico podía indicar.
- Déjame que te enseñe como lo puedes
hacer.
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discreción. Había surgido de la nada, como si de una
aparición se tratase, creando un holding de empresas
tecnológicas, no muy grande en tamaño, pero si
especialmente importante en innovación. Era sin duda
el empresario del momento, pero movía sus hilos con
la suficiente inteligencia para mantenerse al margen
de política o sociedad. Era un codiciado proveedor de
alta tecnología, al que no parecía interesarle mucho la
realidad del mundo…y el mundo no se interesaba en
él.
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de la empresa decide reunirse con uno, en realidad,
que ella supiera, no lo había hecho nunca, con nadie.
Extrañas ideas iban apareciendo en su cabeza. ¿Me
gritará? Imaginaba la escena:
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Se miraron de nuevo y el señor Taiko percibió
que Olga estaba a punto de derrumbarse, capaz era
de ponerse a llorar. Habían sido muchos años de
stress y tensiones, no estaba preparada para esto,
era como si de pronto el mundo, que giraba a toda
velocidad, se hubiera detenido. Delicadamente, casi
sin que se diera cuenta, la cogió de la mano y ese
gesto fue suficiente, porque sintió que todo estaba
bien, que nada importaba. Se sintió protegida, por un
instante su cabeza enterró todas sus preocupaciones,
sus angustias, sus frustraciones, sólo veía la cara
sonriente de un anciano que parecía susurrarle <<
tranquila niña, lo estás haciendo muy bien. >>
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Era una prueba, tenía que ser una prueba,
razonó rápidamente, y eso la puso a la defensiva.
Nadie es tan amable, y menos en temas de trabajo,
simplemente la estaba tendiendo una trampa. El señor
Taiko rápidamente intuyó su desconfianza y no la dejó
opción para que pudiera objetar:
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Olga iba a responder, explicar que la idea no
era suya, que partía de un extraño sobre que alguien
depositó sobre su mesa, pero no tuvo ocasión. El
señor Taiko inclinó levemente la cabeza, ella le
correspondió y el encuentro se dio por finalizado.
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se fuera a París, ciudad de artistas, para ganarse la
vida escribiendo y pintando. No lo hacía mal del todo,
así que “subsistía” de una manera más que aceptable.
Durante un tiempo se encontraron con cierta
frecuencia, después ella cada vez se vio más inmersa
en su carrera profesional y él…bueno, digamos que se
hizo budista o algo parecido, se convirtió en un ser
profundamente espiritual. Al poco tiempo de su marcha
dejaron de verse, no era posible hacer coexistir lo
terrenal con lo espiritual, no al menos en ese momento
tan particular.
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acostaron. Hicieron el amor como adolescentes y
cayeron dormidos, abrazados como los amantes que
fueron, sin dejar correr el tiempo, congelando ese
instante…, sin duda se había detenido el mundo fuera de
las cuatro paredes del dormitorio.
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- No hay más infierno que el que tú puedas
crear en tu mente - contestó más serio.
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- Tengo que contarte algo, sobre el trabajo, y
se me hace bastante raro. Tiene relación con
tu hermano.
- ¿Santiago?- le contestó.
- Sí, lo que tengo que contarte es confidencial.
¿Todavía continuáis sin hablaros? - preguntó
tímidamente, sabiendo que iniciaba un tema
delicado.
- Tenemos un contacto, llamémosle “limitado”.
Nos vimos, hace un par de años, tras la
muerte de nuestra madre - contestó
desviando la mirada.
- Sí, no lo recordaba, lo siento – dijo Olga
mientras le agarraba de la mano
- Pero nos llevamos bien si eso es a lo que te
refieres.
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- Cuéntame por favor, siempre eres como un
regalo con sorpresa al final - le dijo, pero sin
atisbo de enfado.
- Sé que no crees en coincidencias. No hay
que rehuir los inesperados giros que da la
vida, eso me lo enseñaste tú. Tengo que ver
a tu hermano y me pareció buena idea pasar
antes a verte. No podía desperdiciar la
ocasión, era la excusa perfecta - le dijo,
entornando los ojos.
- Supongo entonces que no me necesitas para
reencontrarte con Santiago. Únicamente
querías verme y recordar viejos tiempos
¿Verdad? - dijo con ironía.
- No seas malo, Juanma, tras diez años
separados, el destino pone en mis manos la
posibilidad de reuniros de nuevo.
Formábamos un grupo fantástico, nos lo
pasamos muy bien, creo firmemente que por
alguna extraña razón debemos trabajar
juntos otra vez – y al decirlo le volvió a coger
la mano.
- Olga, no uses tus artes embaucadoras de
esplendida mujer, recuerda que los monjes
budistas somos inmunes – sabía que era un
acertado comentario - Cuéntame que ocurre.
¿Para que necesitas a mi hermano?
- Voy a saltarme los detalles técnicos. Trabajo
para una multinacional dedicada a la alta
tecnología, especialmente la inteligencia
artificial, ya lo sabes, y andamos…un poco
faltos de imaginación, bueno, más bien soy
yo la que anda falta de ideas. De pronto el
nombre de Santiago apareció, conocía que
a pesar de ser un genio le habían “retirado”,
pero me extrañó que no estuviera metido en
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algo, así que me tiré un farol en el consejo
de administración. Dije que tu hermano
trabajaba en un proyecto secreto y que
debíamos apoyar la investigación con fondos
de la fundación - dijo mirándole con esa cara
pícara que ponía a todo el mundo.
- Querrás decir que tenías que aportar ideas
nuevas, te acuerdas de mi hermano y te
inventas que está trabajando en un proyecto
secreto, que por supuesto ha de ser tuyo,
antes de que lo cace la competencia -
corrigió Juanma.
- Si, algo así.
- Olga, sigues estando como una cabra.
- Instinto, Juanma, instinto, fue un farol, lo
admito, pero tenía razón, tu hermano está
trabajando, e intuyo que es algo gordo. Esos
entupidos burócratas para los que ha
trabajado no tienen ni idea. He estado
haciendo averiguaciones, apenas sale de su
casa y ha solicitado un equipo muy especial,
creo que tiene que ver con algo para estudiar
la mente. Tu hermano es un genio y nosotros
le podemos ayudar.
- Querrás decir que podrá ayudar a relanzar tu
carrera - le replicó.
- Santiago ha sido prácticamente apartado del
mundo científico por sus estrafalarias ideas.
Nosotros podemos darle los fondos que
necesite, devolverle al lugar que le
corresponde - dijo Olga que notaba como su
corazón se empezaba a acelerar…, se
estaba emocionando.
- Quizás el lugar que le corresponde es en el
que está ahora – obtuvo por respuesta.
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- Bueno, deja que sea él quien decida eso.
Démosle la oportunidad de decir que no - se
apresuró a contestar.
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escaso deporte que practicaba. Apenas le dedicaba
tiempo, si acaso largos paseos por la montaña y algo de
carrera suave que le ayudaba a concentrarse y poner en
orden las ideas. La fortuna le sonreía también en esto
porque era de esas personas a las que un poco de
ejercicio compensaba de manera muy notable. Tampoco
podía quejarse de salud, no había estado enfermo en
toda su vida, exceptuando ciertos trastornos digestivos,
motivados claramente por su falta de hábitos
alimenticios.
<< ¡No puedo contigo!, es desesperante, comes
cualquier cosa y siempre a deshora. Tienes que dejar de
trabajar y sentarte a comer caliente, que ya no eres un
crío >>, le recriminaba su mujer. << El cuerpo es sólo
reflejo del alma >> Contestaba él, medio en broma,
medio en serio.
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fracción de segundo, mil posibles causas y resultados en
cada una de sus acciones.
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- Han pasado ya casi tres años desde que
empezases a trabajar con Eternidad y
apenas hemos hablado de tu investigación.
No me puedes acusar de impaciente –
contestó pausadamente Rosa.
- Quería que lo vieras con tus propios ojos,
sorprenderte cuando estuviera terminado, si
te lo contaba pensé que te iba a parecer una
idea un poco estúpida.
- Sabes que te quiero, nada de lo que haces
me puede parecer estúpido ¡Y al demonio si
no gusta! Eres un genio, ya lo has
demostrado. No necesitas justificarte ante
nadie y menos ante esa panda de burócratas
inútiles que ajustan la financiación - se
levantó y cogiéndole de las mejillas con las
manos le plantó un apasionado beso.
- De acuerdo, te lo voy a enseñar, pero no
está terminado, aun estamos en la fase
experimental. Si te desintegro, reduzco de
tamaño o cualquier desenlace inesperado,
quiero que asumas tu parte de culpa por
obligarme. De hecho debería hacerte firmar
un pliego de descargo de responsabilidades
- le dijo bromeando.
- Me casé contigo, ¿Qué puede ser más
peligroso que eso?
- De acuerdo me has convencido, nada puede
ser peor – contestó riendo.
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momento, creía tener más o menos preparada a
Eternidad para mostrarla al mundo…, en realidad quizás
a todos no, pero ¡Qué Demonios!, al fin y al cabo está
mujer llevaba casada con él un montón de años, si no lo
entendía ella, no lo haría nadie.
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- Es una idea simple, pero no por ello menos
efectiva, la saqué de un curso de alta
dirección para consecución de objetivos
“visualizar para atraer lo que deseas a tu
vida” – seguía contando entusiasmado.
- Visto así… - dijo Rosa sin mucha fe, ¿No
habría perdido su marido un poco el norte,
pensó?
- Además se me ocurre infinidad de usos en el
campo de la psiquiatría o psicología, para
deshacer y encontrar en los recuerdos
aquellos bloqueos que nos impiden avanzar
en el camino de la vida. ¡Basta de charla!, la
mejor explicación es probarlo ¿Preguntas? -
dijo Santiago
- Pues así a bote pronto, no me viene nada a
la mente ¿Duele?- preguntó
- No, totalmente indoloro, simplemente te
sumerges en una especie de estado
hipnótico - contestó Santiago.
- Y porque usas un tipo de humanoide
experimental, ¿No te bastaba con el
software? - preguntó de nuevo.
- Eternidad no es un robot cualquiera, está
diseñado para ayudarnos a entender más
sobre la capacidad de aprender y resolver
problemas, como comprenderás es muy útil
para los desarrollos de las futuras máquinas
pensantes. Su red neuronal es única, para
que lo entiendas, cualquier androide tiene
una programación específica, bien dotes
sociales o una función concreta como
vigilancia, protocolo o cuidado de enfermos,
por ejemplo. Eternidad fue diseñada sin
saber hacer nada concreto y poder así
estudiar los patrones de aprendizaje, por esa
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razón es la guía perfecta para ayudarnos a
conocer más sobre nosotros mismos y el
funcionamiento de nuestra mente. En
realidad busco que nos ayude a aclarar
como funcionan nuestros pensamientos, cual
es el extraño mecanismo que participa en su
creación – aclaró, intentando disimular la
excitación.
- ¡Adelante!, nada de preguntas, quiero verlo
con mis propios ojos - dijo muy decidida su
mujer.
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- Entonces cierra los ojos y relájate – acto
seguido tecleó “Inicio” en su pequeño
ordenador portátil. Fue lo último que Rosa
pudo ver.
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- No sé a donde quieres llegar- preguntó.
- Quiero que descubras por ti misma que
viviendo con amor y en paz, la vida te
proporciona todo aquello que necesitas,
incluso lo que no nos gusta. Si algo ocurre,
es porque todavía es necesario y de ello algo
has de aprender. Además este viaje te
preparará para tu encuentro con Santiago,
créeme cuando te digo que lo vas a
necesitar – le explicó.
- No tengo quince años, mi amor, no creo que
sea capaz de mendigar y dormir a la
intemperie – le imploró.
- Podrás, pero tendrás que confiar en mí. Si
requieres mi ayuda, tendrá que ser con mis
condiciones – aseveró con rotundidad.
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el móvil, pero no harían uso de ellos, salvo si se daba
una situación de verdadera emergencia. Acordaron que a
su regreso él se encargaría de enviar el resto del
equipaje por mensajero, directamente a casa. Antes de
partir Olga llamó a Marga y le comunico la nueva
situación:
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seguro que te va a encantar, desde allí ya
veremos como continuar nuestro viaje. El
autocar sale en dos horas, tenemos que
apresurarnos para llegar a la estación.
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- Has dormido algo – le preguntó él.
- Como una niña pequeña, sé que he tenido
un sueño muy raro, pero no me acuerdo.
¿Te puedo hacer una pregunta, a que vino la
historia de la serpiente? Es ridícula, absurda,
un claro sin sentido y todavía sigo dándole
vueltas ¿Me he perdido alguna moraleja? –
preguntó ella intrigada.
- En absoluto, simplemente era una
distracción, me pareció buena idea introducir
en la conversación algo que no procedía, y
así hacer que tu mente se “descolocara” un
poco y accedieras más fácilmente a
acompañarme a este inesperado viaje.
- Como psicólogo no tenías precio….- dijo en
tono de burla - ¡Ya hemos llegado!, que
lugar tan bonito.
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oyeron una voz de mujer que en francés les gritaba:
<< ¡Ya bajo!>>
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cuento de hadas. Era muy alta, el porte esbelto y una
larga cabellera blanca como la nieve; de edad indefinida,
aunque bien podría ser muy mayor…, y sin embargo
gozaba de la belleza propia de la eterna juventud.
¿Porqué Juanma tendría interés en que conociera está
espléndida mujer?, ¿Cómo había acabado la directora de
una empresa de alta tecnología, en un monasterio de
casi mil años de antigüedad en la campiña francesa?
Estás perdiendo la cabeza Olga, estás perdiendo la
cabeza…pensó. Pero estaba encantada, hacía mucho
tiempo que no había hecho ninguna locura e intuía que el
destino le tenía preparado grandes cambios en su vida.
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mucho más tranquilo, que en él es mucho decir. Es como
si se encontrara en presencia de una entidad superior.
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las tradiciones nos llegan a menudo en
forma de mitos y leyendas, con un
significado simbólico, como La Biblia, y otras
veces simplemente los historiadores
cambian las cosas a su antojo o presionados
por motivaciones políticas y económicas. No
escriben la historia los vencidos, cantó el
poeta. Seguro que no conoces a la
verdadera protagonista de esta historia,
Leonor de Aquitania, probablemente una de
las mujeres más maravillosas y
desconocidas de todos los tiempos –
explicaba, con su maravillosa sonrisa.
- No se quien es, perdona mi ignorancia –
contestó Olga, mirando de reojo a Juanma, e
implorando su intervención para salvarla de
meter más la pata.
- No hay nada que perdonar y si mucho que
contar, pero tendrá que ser tras la comida,
¿Estas de acuerdo Juanma?
- Por supuesto, gustosamente te seguimos -
contestó él.
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- ¿Un poco más de café? – preguntó
Margarite.
- No, gracias, por ahora es suficiente -
contestó.
- Entonces propongo dar un paseo, todavía
hay cosas que quiero mostrarte.
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acostumbrados a las cerraduras
electrónicas. Hoy por hoy es más segura,
aunque ningún sistema es invulnerable –
quiso aclararle Margarite.
- Si, es cierto, en materia de seguridad todo es
cuestión de tiempo, empeño y dinero - le
contestó, sabiendo de lo que hablaba
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la política hasta que el mismo rey de Inglaterra, harto de
intromisiones, la desterró a las posesiones que tenían en
Aquitania.
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cuanto menos confusos o difícilmente
contrastados - le confió.
- Es curioso que fuera una mujer tan
importante y sin embargo no haya oído
nunca hablar de ella – observó Olga.
- Nunca interesó ensalzar su figura y no sólo
por haber nacido mujer, como casi todos los
grandes personajes de la historia provocó
sentimientos encontrados, y te quiero
confesar que parte de la culpa de su
“enterramiento” en el olvido la tenemos
nosotros.
- ¿Nosotros? Juanma y tú quieres decir -
preguntó Olga.
- ¡No! - contestó riendo- Juanma no pinta nada
en esto, él es hombre y esto es una orden
de mujeres.
- No entiendo nada – replicó de nuevo.
- No es casual que os hayáis detenido a
verme. Juanma tuvo una “revelación”, si la
podemos llamar así, y yo en cierto modo
intuía que alguien especial vendría a
visitarme. Olga, apenas nos conocemos y
sin embargo mi instinto me dice que puedo
confiar en ti - dijo más formal, pero sin perder
la sonrisa.
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no parecer descortés, sin saber exactamente a que se
estaba refiriendo.
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Estos conocimientos apenas han perdurado
a través de los tiempos, se pusieron a salvo
en monasterios tibetanos, gracias a las
tradiciones orales de los indígenas
americanos, o al trabajo de los cabalistas en
Israel…., unos pocos sitios escogidos para
proteger ese saber antiguo. Nosotros aquí lo
conservamos gracias a Leonor de Aquitania.
- Si es tan valioso ¿porque no lo hacen
público? – interrumpió Olga.
- Nunca he dicho que lo escondiéramos, sólo
lo preservamos. Su acceso es libre para
quien esté interesado….y preparado.
- Perdone pero creo que no estoy entendiendo
nada - dijo de nuevo.
- Se está haciendo tarde, por ahora es
suficiente – concluyó cogiéndola la mano -
Sólo me queda añadir que ha sido iniciado
un camino. Juanma y yo esperamos que
esta visita, y el haberte hablado un poco de
nuestra existencia te puede ser de utilidad en
el futuro, puede que veas las cosas de una
manera diferente Si está en tu destino nos
volveremos a encontrar, veremos si deseas
profundizar en aquella materia de la que te
hablé. La orden de Fontevraud fue más que
un monasterio de monjas, regidas por una
mujer en un mundo de hombres. Era una
isla, un oasis de conciencia, más allá del
propio entendimiento de la época. Su
emblema Para recordar, primero hay que
olvidar esconde una gran verdad.
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coincidencia? De pronto un extraño hormigueo, mezcla
de nerviosismo y excitación, le recorrió todo su cuerpo.
Ya de nuevo en su habitación, entró a darse una relajante
ducha, intentando asimilar tan extraña conversación.
Quedaron a solas Juanma y Margarite.
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- No acabo de entenderlo, los seres humanos
tenemos elección, por ejemplo yo puedo
elegir en este momento ir hacia ese puesto
de helados. Tú fuiste creado mediante
inteligencia artificial, también tienes la
posibilidad de elegir entre un abanico de
actuaciones - comentó Santiago.
- Exactamente, a eso me refiero, se puede
elegir entre un conjunto amplio de
posibilidades, pero siempre dentro de las
inicialmente programadas. Aunque el
“abanico” del que hablas puede parecer más
grande para los humanos, no deja de ser
eso, un conjunto de pautas establecidas –
replicó.
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Santiago sintió que las respuestas de Eternidad lo
estaban irritando, ¿Por qué era tan obstinada con el
tema?, ¿Realmente pensaba que no somos dueños de
nuestros propios actos?, tenía que calmarse y hacer las
preguntas desde otra perspectiva.
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que es algo aleatorio que no puedes
seleccionar.
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Santiago callaba, de pronto sentía que no tenía
nada que decir. Toda una vida dedicada a la
investigación, enfrentándose siempre a los más
complejos problemas y dificultades y no tenía respuesta
para lo que planteaba su androide. ¿Realmente éramos
la raza más inteligente?, porque estaba empezando a
tener serias dudas.
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salir de su estado de letargo. Él abrió lentamente los ojos
y puso cara de estar mirando a una perturbada.
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era la imagen de una virgen negra, pero en cuanto
tocaron la arena, la imagen de madera se transformó en
una hermosa mujer de tez de ébano, muy alta y esbelta.
Se acercaron lo suficiente para poder tocarse, entonces
ya no estaban en la playa, de las tres únicamente la
mujer negra permanecía a su lado y susurraba extrañas
palabras que no entendía. Le entregó una caja, en ella
había una llave, pero no sabía que tenía que abrir con
ella. La guarda y automáticamente es transportada a un
templo budista, en una alta montaña, parecía el Tíbet. Allí
estaba Juanma, vestido de monje, entre otros muchos
como él, todos permanecían sentados en silencio, con las
piernas cruzadas y la miraban fijamente. Entonces
Juanma se levanta despacio y de forma solemne se
acerca a ella, le señala la llave que lleva guardada en el
bolsillo, << Sirve para abrir tu corazón >> le dice << Sólo
entonces puedes andar consciente el camino de la vida
>>, después los monjes se ponen a cantar un mantra. No
entiende nada, y empieza a estar agobiada, ha sacado la
llave y está intentando con ella abrir su pecho, pero no
pasa nada, no hay cerradura que girar. Grita << ¡no
puedo abrir nada, me habéis dado la llave equivocada!
>> De pronto vuelve a estar sola y se encuentra nadando
en un lago precioso azul, lleno de nenúfares rosados,
mientras caballos blancos pastan en su orilla, es la
imagen de un cuento. Surgiendo de entre los árboles
vislumbra dos siluetas, una de ellas la reconoce
enseguida ¡Es Santiago!, va de la mano de una figura
metálica, que no es capaz de identificar. Ella sale
desnuda del agua y se acerca, Santiago la abraza, y
entonces la extraña criatura metálica dice:
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- ¿Tú entiendes algo? - preguntó al concluir su
relato.
- Los sueños son experiencias reveladoras,
pero sólo aportan significado a quien los
tiene, cualquier intento por dar una
explicación sería simplemente mi
interpretación. Los mensajes que en él se
guardan cobrarán significado cuando llegue
el momento, pero quiero enseñarte algo.
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inscripción en vasco. Preguntaron por su significado a un
chico que se encontraron haciendo guardia en la puerta
del templo y les dijo que venía a ser algo como: <<todas
las horas hieren al hombre, la última lo manda a la
tumba>> Nunca sabrían si mentía o les decía la verdad,
sobre tan sombrío dicho. Cuando volvieron a la casa Aitor
ya había regresado.
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cosas….pero se sienten otras, muchas más
de las que la gente normal es capaz de
apreciar. Incluso le podría hablar de algún
compañero que se ha llegado a “fusionar”
con el entorno, de un modo que no sabría
explicar con palabras. No me malinterprete,
no me refiero a la muerte, lo han cogido,
¡Como cuando te entierran! ¡Él está muy
vivo!... al compañero me refiero - dijo
soltando una sonora carcajada, buscando la
aprobación por el juego de palabras.
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resarcir tanto tiempo en silencio se ofreció a que le
acompañaran.
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Cartago, quizás empujados por una tempestad.
Acosados por la turba que salió a defenderse, se
refugiaron en la cima del monte. La superstición, y quizás
la falta de ganas de enfrentarse a tan temibles guerreros,
impidió a los aldeanos acercarse a expulsar de sus
tierras tan inoportunos visitantes. Según cuenta la historia
a causa de los cuantiosos daños producidos en sus
barcos no tuvieron más remedio que establecerse,
permaneciendo casi doscientos años en la montaña,
hasta que un buen día simplemente desapareció el
asentamiento. Como prueba de su existencia quedaron
runas nórdicas esculpidas en la roca y el tesoro
cartaginés, del que los aldeanos dieron pronta cuenta.
<<Los vikingos no abandonan sus tesoros sin presentar
batalla>>, dijo el pastor con voz grave, como queriendo
acentuar el misterio.
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en-Provence. Más sorprendente es que también viajaba
en el pequeño velero Sara, una niña de nueve años.
Ninguna figura ha sido tan controvertida para el
cristianismo como María Magdalena, porque
supuestamente habría contraído matrimonio con Jesús,
algo totalmente inaceptable para la iglesia católica, que
ha defendido siempre su divinidad y celibato. La leyenda
cuenta que esa niña pequeña era la legítima
descendencia, se cree que Jesús en realidad pertenecía
a la nobleza y “Sarah” en Hebreo significa “princesa”, un
nombre reservado a la realeza y personas de alta
alcurnia. La representación de la virgen negra es el único
vestigio que queda en la actualidad de la historia de la
hija de Cristo, pues a partir de su llegada a costas
francesas se pierde la pista.
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pueblo, tuvo muchos hijos y nietos y no
todos fueron pobres pastores como yo. Mi
abuelo nos contó que la hija de Dios vino a
este pueblo hace casi dos mil años, de ahí
nace el nombre de “Saré”, donde intentó sin
mucho éxito reinstaurar las enseñanzas de
su padre.
- Es una historia increíble, la verdad es que
había leído algo sobre la posible
descendencia de Jesús y que estaba casado
- dijo Olga.
- Lo increíble, decía mi abuelo, es que
llevemos dos mil años dándole vueltas al
asunto del matrimonio, cuando lo realmente
importante es que Sara conocía los secretos
del mundo, los mismos conocimientos que
Cristo intentó transmitirnos - desveló Aitor,
encantado de poder compartir sus
conocimientos.
- ¿Los secretos del mundo? - dijo Olga y miró
instintivamente a Juanma.
- Eso decía mi abuelo, señorita. La gente que
manda en “La Iglesia” conocen también
estos secretos, pero no querían revelarlos,
por eso negaron toda la historia, no porque
les preocuparan que Jesús estuviera casado.
Si la hija de Cristo no existe, sus enseñanzas
tampoco.
- ¿Porqué esconderlos, cual es ese secreto?-
preguntó Olga.
- Porque se emborracharon de poder,
pensaron que atesorando el conocimiento
podrían hacer uso de él y gobernar para
siempre. Pero mi abuelo, que era muy sabio,
apuntaba que sea cual sea el secreto que
guardan, no saben como usarlo, porque sólo
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se puede hacer funcionar con el corazón.
Los que no quieren que la verdad se sepa no
han aprendido a amar, por eso tienen mucho
dinero y poca felicidad.
- Aprender a amar sólo se aprende amando –
susurró Juanma, acogiendo en su regazo a
Olga, que caía dormida en ese instante,
derrotada por el cansancio.
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trabajo, de ascender, entró en una vorágine de actividad
diaria que la impidió apreciar nada más. En poco tiempo
había conocido a personas extraordinarias, que le
hablaban de otro mundo, más allá del que percibimos
todas las mañanas. Sentía como algo se removía en su
interior y no hacía más que recordar las palabras de su
jefe, el señor Taiko: << Para recordar, primero hay que
olvidar>>
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Encontraron un pequeño hotel, un establecimiento
de reducidas dimensiones pero con mucho encanto. El
baño de la habitación tenía una de esas antiguas bañeras
de hierro con patas y Olga pidió entusiasmada que se la
quedaran. Hicieron buen uso de ella, pues a duras penas
consiguió Juanma sacarla del agua, y gracias a que se
hacía tarde y apretaba el hambre, porque si por ella fuera
se hubiera dejado arrugar como una pasa de tanto
permanecer en la bañera. Navarra es muy especial para
comer, así que también levantaron la veda en cuestión
culinaria y degustaron los placeres y caldos de la tierra.
Un día es un día, hasta en esta especial peregrinación.
Ella durmió esa noche como no lo había hecho en mucho
tiempo, relajada y sin preocupaciones, desde muy niña
no recordaba reposar tan profundamente.
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valernos de las indicaciones y los albergues
para proseguir nuestro camino. En bicicleta
debería ser más descansado – le explicó.
- Me parece una idea excelente – mintió Olga,
maldiciendo a sus adentros ¡Como iba a ir
ella en bicicleta!, cual sería la siguiente
tropelía.
- Me alegro que te guste, en cuanto estés
preparada salimos. Ya sé cual será nuestra
próxima parada, quiero que conozcas a un
buen amigo, alguien al que precisamente
conocí en uno de mis peregrinajes.
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los fieles realiza este recorrido por sus creencias
religiosas, otros simplemente se sienten atraídos por los
paisajes, los albergues y encontrar agradable compañía.
Lo que casi nadie conoce es el fin último de su marcha,
no es un viaje ofrenda a su Dios, sino el encuentro con la
“divinidad” que todos llevamos dentro, contaba Juanma.
La peregrinación es un acto de ruptura, se acaba con los
actos cotidianos de nuestras vidas, se termina con las
preocupaciones sobre el estado de nuestro negocio, o si
seremos en breve despedidos. No tiene nada que ver con
las notas de los exámenes de nuestros hijos, ni con la
situación económica a fin de mes. Lo único que hacemos
por un tiempo es andar, y mucho. El peregrino consigue
sin saberlo varios objetivos, primero de todo aprende a
realizar un esfuerzo, un sacrificio, sin esperar una
recompensa cierta por ello. El andar veinte o treinta
kilómetros todos los días es ciertamente duro y se viven
situaciones en las que prima la solidaridad y el
compañerismo, tan olvidados en nuestra sociedad actual.
La más de las veces la persona que termina el viaje es
totalmente diferente al que lo inicia.
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Tras compartir impresiones en el camino, y algo
de comer, con otros caminantes, distinguieron al fin su
objetivo. El pueblo de Torres del Río es actualmente una
pequeña aldea de sólo doscientos habitantes, pero fue
importante refugio medieval para los viajeros. La única
edificación en pie de la época es su iglesia del siglo XII,
típica construcción del arte románico pero levantada con
planta octogonal, y que junto a la de Eunate es única de
estas características en el mundo. En la cúspide en vez
de campanario una linterna lucía toda la noche. La
leyenda cuenta que se encendía para guiar a los
peregrinos, pero a la postre se ha demostrado su poca
utilidad como faro, parece más bien que su uso era de
índole funerario. Más de un misterio esconden estos
parajes, cuando la ciudad amurallada fue erigida por la
orden de los templarios, que entre sus múltiples
atribuciones contaba la de proteger a los peregrinos de
los peligros del camino, sobre todo en forma de
asaltantes. Prácticamente ningún otro vestigio queda
ahora de esta antigua época feudal.
81
anciano en es momento se detuvo, cerró lentamente su
cuaderno y quedó unos instantes mirando las piezas,
luego simplemente tiró el rey, sólo entonces sonrió y se
pudo escuchar por fin salir palabras de su boca:
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14
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Acto seguido inclinó su cabeza y juntó sus manos
a la altura del pecho, en ademán de rezar. Olga lo miró
sorprendida, mientras él en voz muy baja, apenas
imperceptible, daba gracias por los alimentos y la suerte
de contar con tan grata compañía esta noche.
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con las manos a la espalda y mostrando los
dos puños cerrados le dije: <<Está en la
mano izquierda. Ahora depende de ti creerlo
o no. Es cosa tuya, pero la moneda está en
la mano. Que no puedas verla no significa
que no exista>>
- Entonces vi en sus ojos que no había
intención de engañarme o inculcar en mí una
creencia ciega o religiosa. Su única
necesidad era compartir - prosiguió Javier
- ¿Y confiaste así, sin más?- preguntó
incrédula Olga
- La confianza es la base de todo, sin ella no
merece la pena vivir. ¿Porque iba a
engañarme este hombre? En ese momento
algo maravilloso ocurrió, no se lo puedo
explicar con palabras – señaló Javier.
- ¿Inténtelo, por favor?- pidió Olga muerta de
curiosidad.
- Fue como una revelación, todo lo que había
leído en los últimos años, Budismo Zen,
meditación, seminarios de Kabbalah, incluso
teología cristiana, de pronto todo cobró
sentido. Antes me había dado cuenta que no
entendía nada, en ese momento supe que
no se puede entender. Tenemos que
aprender a sentir desde nuestro interior.
Creo que vivir desde dentro hacia fuera, en
vez de prestarle tanta importancia a las
cosas que nos ocurren puede ser altamente
liberador - reveló Javier.
- Los manicomios están llenos de personas
que intentaron entender – aseveró Juanma.
- ¡Pero eso no es una revelación!, es un acto
de fe. No tiene fundamento creer que existe
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Dios porque otra persona dice que existe -
intervino Olga.
- Tiene usted toda la razón, ahora si mis
invitados quieren continuar conversando, lo
cual este anciano agradece, habrán primero
de terminar la cena, ¿No queremos que se
enfríe, verdad? - dijo con el cariño de un
padre.
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- ¿Donde lo habíamos dejado? Ah!... sí,
hablábamos de Dios. Lo que ocurre con él,
es que no se parece ni por asomo a nada
que pueda imaginar, y aun así claramente
intuyo la existencia de una entidad superior
¿O piensa que el hombre es el tope de la
creación? Espero que por nuestro bien no
sea así.
- ¿De que vale entonces saber de su
existencia, si tan distinto es? – preguntó
Olga.
- Reconocer su existencia hace
necesariamente replantear la nuestra, ¿Ve a
donde quiero llegar? – preguntó de nuevo
Javier.
- Sinceramente, no - contestó Olga, que con el
vino se iba animando.
- Me refiero que la vida es como un gran juego
de Rol ¿Sabe a lo que me refiero?, con sus
orcos, elfos, monstruos y princesas. Es un
gran juego, de una complejidad
extraordinaria, pero sólo eso, un juego. ¿Qué
otro significado se le puede dar? De todas
formas, hagas lo que hagas, nuestra amiga
“la muerte” siempre toca nuestra puerta. ¿O
cree usted que al final de nuestras vidas
cuenta la cantidad de dinero o fama
conseguida? – reflexionó Javier bajo los
suaves efectos del elixir de uva.
- ¿Piensa entonces que la vida no tiene
sentido? - preguntó escéptica Olga.
- Al contrario, es un juego maravilloso, más
increíble de lo que pueda imaginar, pero no
lo estamos jugando muy bien. Déjeme
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puntualizar, ocurre que no lo sabemos jugar,
venimos sin manual de instrucciones.
- Dígame entonces ¿Como hay que hacerlo?
- preguntó Olga
- Esa respuesta la tiene que encontrar usted
misma, únicamente le diré que usted se
sorprendió de verme rezar. ¿Se ha
planteado siquiera si puede funcionar? La
realidad no es sólo la que se ve, pueden
existir muchas cosas que ni siquiera imagina
que la pueden ayudar, pero si quiere
encontrarlas tiene que empezar a pensar de
manera diferente, no dando por bueno todo
aquello en lo que cree, su trabajo, su vida,
sus amigos…y eso no es fácil, se lo aseguro
- contestó Javier, que andaba ya un poco
adormecido.
- Hace años me contaron una historia que
ilustra un poco lo que estamos hablando –
dijo Juanma, se recostó y comenzó a contar.
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indignado con veinte mil euros, pensando que había sido
timado, mediante algún tipo de mal de ojo o artimaña
similar. Cuando le vio aparecer con el dinero el artista le
reveló contrariado:
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quince años. ¿Y para que no estoy
preparada? - dijo mientras se servía café e
hincaba el diente a los bollos.
- Te lo contamos por el camino, así haremos
más entretenido el viaje. Tú desayuna
tranquila – pidió Javier.
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incatalogable, absoluto, ni bueno ni malo. Es algo
totalmente diferente al que suele darse en las relaciones
humanas.
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creíamos haberlo visto todo apareció…
¿Cómo lo llamas? – preguntó Javier.
- El hombre Ayahuasca - respondió Juanma
sonriendo
- Ahora si que me habéis descolocado del
todo – dijo Olga, totalmente desconcertada.
- Pues espera a conocerlo, es tremendo -
afirmó Juanma, mostrando cierto tono de
preocupación.
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tal como tú y yo la conocemos. Tienes
ocasión de preguntar aquello que
desconozcas, pero te advierto que sus
respuestas desconciertan tanto que pueden
producir una especie de cortocircuito en tu
cabeza. Provoca un estado alterado de
conciencia. Si eso ocurre, no tengas miedo,
relájate y piensa que siempre estamos a tu
lado. ¿Te sientes preparada? - pidió
Juanma.
- ¿Preguntar? No tengo nada que preguntar –
dudaba Olga.
- Mucho mejor entonces, sólo pasaras un rato
agradable con un chico encantador ¿Te
atreves? – le animó Juanma.
- Por supuesto que si, en peores plazas he
toreado – dijo decididamente, sin haber
entendido nada de lo que le había contado.
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Se acomodó a su lado y le devolvió la sonrisa.
Aparentaba tener un poco más de veinte años y era
bastante apuesto, aunque pobremente vestido. Se
miraron en silencio y ella empezó a sentirse incómoda.
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- Lo que ocurre es que mi nivel vibratorio es
alto y tú no estás acostumbrada, por eso
recibes extrañas sensaciones.
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varias ocasiones, pues fue mucho lo que tardó en volver
con ellos. Después simplemente se levantó, y sin ser de
todo consciente del tiempo transcurrido, abrazó a su
nuevo amigo y volvió hacia la entrada, donde la
aguardaban ansiosos. Cuando llegó a su altura se dieron
cuenta que su rostro lucía mucho más sereno, había
signos de liberación.
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respondía a ningún tipo de estímulo externo, optaron por
llevarlo en ambulancia al hospital. ¿En que lío te has
metido Santiago? pensó aterrorizada su vecina, que
presagiaba algún tipo de daño cerebral.
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en la cama, por lo menos tenía buen semblante y no
necesitaba respiración asistida. Cuando salgas de esta
vas a lamentar el mal rato que me estás haciendo pasar,
le susurró entre lágrimas. Por fin, al cabo de lo que para
ella fueron quince interminables minutos, apareció el jefe
de neurocirugía.
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opciones. ¿Necesita ayuda de algún tipo? –
preguntó el doctor.
- No, muchas gracias, sólo quiero quedarme a
su lado.
101
prácticamente sus funciones vitales por
largos periodos de tiempo y luego despertar
sin más. Necesitamos ver sus notas, el
programa que utiliza en el desarrollado…
¿Sigue trabajando en casa? – preguntó
mostrándose lo más sereno que podía, en un
intento de tranquilizarla.
- Sí, lo tiene todo en su ordenador, arriba en la
sala de investigación – contestó.
- Bien, esto es lo que vamos a hacer, quédate
a su lado y si se produce algún cambio en su
estado me llamas a este número. Estamos
cerca de Burgos, calculo que tardaremos
unas tres horas en llegar a tu lado, si no te
parece mal me pasaré antes por vuestra
casa y recojo su ordenador. Vamos a
intentar entre todos descubrir que ha podido
pasar. ¿En que hospital estáis? - preguntó
de nuevo.
- En el del Norte, ¿En Burgos? ¿Estás en
España? - preguntó muy sorprendida, hacia
casi un año que no habían hablado y justo
ahora recibe su llamada, esto empezaba a
ser surrealista.
- Es una larga historia, te lo explico cuando
llegue, pero lo primero es lo primero,
permanece a su lado, nos vemos en el
hospital.
102
de despedirse condujeron por la autopista hasta que
alcanzaron el desvío que les llevaría el pueblo de
Santiago. Como dicen que las desgracias nunca vienen
solas nada más llegar se dieron cuenta que no iba a ser
única sorpresa desagradable del día. Fue tomar la calle
donde vivía su hermano y encontrarse de frente con un
gran coche de bomberos y varios de la policía que se
encontraban estacionados cerrando el paso. Juanma no
pudo reprimir un grito al ver la escena:
103
encontrado con los bomberos ¡Se ha
quemado! Le expliqué la situación a la
policía, que el propietario era mi hermano y
había sido encontrado esta misma mañana
inconsciente y nos dejaron entrar para ver si
podíamos contribuir en algo a la
investigación. El fuego ha sido claramente
intencionado y no había rastro del
ordenador, ni del robot, ¿Conoces si tenía
enemigos mi hermano? – preguntó Juanma.
- Creo que necesito sentarme, son
demasiadas cosas juntas – y recostada
hundió su cabeza entre las manos, el tema la
sobrepasaba, se veía protagonista de una
mala novela negra.
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- Y sin embargo seguimos sin ser del todo
conscientes del resultado de nuestras
acciones, no queremos aceptar la
responsabilidad de nuestros actos, es más
sencillo buscar a quien echar la culpa –
afirmó Taiko, agachando la cabeza en señal
de humildad.
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Con mucho esfuerzo consiguieron tirar de ellas
para recoger el pescado y llenar así de golpe toda una
cesta de Madai, el típico Pargo rojo japonés. Como hacía
siempre, el viejo pescador juntó sus manos y agradeció la
captura, mientras los peces daban golpes con sus colas y
abrían sus bocas a intervalos, intentando respirar fuera
del agua. Cuando acabó levantó la cabeza, sonrió y
despacio, con mucho esmero, como si fuera la primera
vez que lo hacía, empezó a preparar las cañas otra vez,
ante la atenta mirada de su improvisado ayudante.
107
- Tener conocimiento y no poder hacer nada
implica cierta frustración – comentó Taiko,
aunque sabía la contestación.
- Es muy importante aprender a aceptar las
cosas como son, sobre todo porque la
mayoría de ellas escapan a tu control. Tu
contribución es importante, la aportación de
cada uno de nosotros lo es, pero no esperes
que estén siempre recordándotelo.
- Como de costumbre tienes razón. Mientras
existe el vínculo de unión con la mente, por
débil o controlada que esta parezca, siempre
acaba valiéndose de estrategias y engaños
para desestabilizar y crear esa falsa
sensación de fracaso, de vacío… ya no es
momento de hacer juicios y valoraciones –
asumió Taiko de manera humilde.
- No te martirices, un fuerte sentimiento de
lealtad hacia los demás impide subir el último
escalón, aquel en el que has de superarte a
ti mismo. Está claro que es muy difícil
renunciar a la identidad que cada uno nos
hemos creado. Provocar un cambio tan
sustancial es en realidad renacer en vida,
“dejar de ser tu mismo” y puede parecer que
abandonas el resto del mundo a su suerte…,
pero los dos sabemos que no hay nada
cierto en ello. Este pensamiento te honra,
pues es puro de corazón, como todos los
apegos, llegará el momento en que sabrás
desprenderte de él, quizás después de tu
muerte..., quién sabe.
108
causas perdidas, sin querer reconocer que es el miedo el
que nos impide enfrentar realmente nuestro propósito en
la vida. Tener el conocimiento puede ser una pesada
losa, de la que también hay que saber desprenderse,
para librarnos de la falsa idea de identidad, de todo
aquello en lo creemos, y recuperar así nuestra verdadera
esencia.
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ser que amaba…, o quien por no tener no
tuvo ni esperanza? - volvió a preguntar Taiko
ya más serio.
- Ahí está su grandeza, no puedes. Todos
caminamos para aprender, deja que caigan,
pero permanece a su lado para ayudarles a
levantar – le contestó Akari sin inmutarse,
con la vista fija en el mar.
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responsables que él era sin duda la mejor baza si querían
recuperar tan preciado material. Hizo valer su doctorado
en ingeniería de computación y sobre todo ser el
hermano de tan ilustre y brillante científico, y a
regañadientes obtuvo los códigos de acceso con
inusitada rapidez, sobre todo ante lo extremadamente
cautelosos que suelen ser en estos casos. Estaba claro
que debían estar bastantes desesperados, los fondos
destinados a investigación siempre escasean y cualquier
opción era buena con tal de recuperar un equipo tan
valioso. De vuelta al hospital comenzó a buscar la
manera de establecer conexión y averiguar donde habían
llevado a Eternidad. No le llevó demasiado tiempo
encontrar un rastro. En cuanto estuvo seguro de haber
obtenido lo que buscaba dejó de teclear, levantó su
mirada hacia Olga y exclamó con cara de sorprendido:
112
los detalles de su hallazgo cuando oyeron sonar un
teléfono móvil, Olga se disculpó y salio de la habitación.
Instantes después volvió a entrar, con cara de franco
desconcierto, y sin disimular su tremendo disgusto se
dirigió a ellos:
113
por supuesto obviaron contar la experiencia de Olga en el
sanatorio, ya era bastante complicado por sí sólo explicar
el propósito de su viaje, ¿Intentar convencer a Santiago
para que aceptara fondos privados en su investigación?,
y sobre todo, ¿Cómo justificar que en vez de dirigirse
directamente a Madrid se dedicaron a recorrer el país en
una especie de viaje iniciático?, realmente no tenía
ningún sentido. Rosa se mantuvo con relativa calma
escuchando todo el relato. Cuando terminaron parecía
haberlo encajado con una serenidad y entereza
envidiables…, o eso creían:
114
- ¡No digas una palabra más!, como Santiago
no se recupere inmediatamente vais a
lamentar el día que tuvisteis tan brillante
ocurrencia, me aseguraré personalmente
que lo recordéis para siempre - estalló roja
como un tomate, atravesándolos con la
mirada.
115
Tras la revisión de rigor por el médico y viendo
que físicamente estaba perfecto, decidieron darle el alta,
entendiendo innecesario mantenerlo por más tiempo en
observación. Seguía sin decir palabra pero sonreía todo
el tiempo, y eso ayudaba en cierta manera a
tranquilizarles. Se vistió lentamente, todavía un poco
entumecido, y abandonaron el ala principal del edificio,
para acabar sentados como colegiales en la escalinata
de entrada al hospital, sin saber muy bien hacia dónde
dirigir sus pasos. Cuatro de los científicos más brillantes
en inteligencia artificial, acostumbrados a resolver las
más complicadas ecuaciones y problemas de toda índole,
se dieron cuenta que no entendían absolutamente nada
de lo que estaba ocurriendo. Como Santiago sonreía
pero no decía palabra, al final fue Olga la primera en
intervenir.
116
- En cuanto no aparezcas por la oficina lo
primero que harán será revisar los cargos de
tu tarjeta, la van a cancelar – objetó Rosa
intentando imponer un poco de cordura.
- No, si la “hackeamos”, puedo hacer que los
importes no aparezcan automáticamente,
que demoren un tiempo en pasar al banco.
Nos daría al menos una semana de tiempo
antes de que detecten el error – dio la opción
Juanma.
- ¡Perfecto! no sólo vamos a perder el trabajo,
sino que también vamos a ir a la cárcel –
replicó Rosa, que no lo veía nada claro.
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antes. Si no tienes sueño te la cuento, pero
realmente no tengo claro que sea capaz de
expresarlo con palabras – y comenzó a
relatar su encuentro con el hombre
ayahuasca.
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alguna manera. Nadie es perfecto – dijo en
un intento de quitar hierro al asunto.
- No buscaba el bienestar, sólo quería
reconocimiento, prestigio, y eso no tiene
nada que ver con sentirse bien, o encontrar
la felicidad. Deja que continúe – le pidió que
callara besando sus labios dulcemente.
120
nombre de razón o religión, mientras en alguna parte del
mundo sea considerado normal violar a una mujer, dará
igual tener un gran trabajo, poder o mucho dinero, porque
se estará incompleto. Entendió por fin que las cosas que
realmente importaban no tenían nada que ver con las que
siempre había creído como correctas.
121
callejuelas donde es bastante fácil perderse, e incluso no
encontrar salida, si has tenido la mala suerte de
adentrarte donde no debes. La ciudad de los contrastes,
del opio y del juego, una urbe siempre descontrolada,
agradable para los turistas, pero dura para los negocios y
sobre todo lugar poco apropiado para preguntas
incómodas. Juanma y Olga sabían que no iba a ser
precisamente fácil iniciar la búsqueda de Eternidad con la
necesaria discreción, pero no dijeron nada, para no
preocupar a Santiago y su mujer, claramente ajenos a las
dificultades que les esperaban.
122
El taxista detuvo el coche, gritaba y gesticulaba de
manera muy expresiva, indicando que por ningún dinero
del mundo iba a esperar en aquel lugar a que volvieran.
Le pagaron y se marchó como alma que lleva el diablo.
Era extraño, tanto las aceras como las terrazas de los
edificios estaban abarrotadas de asiáticos, pero nadie
parecía reparar en el par de extranjeros que acaban de
bajarse del taxi. Olga cogió de la mano a su
acompañante y se dirigieron directos a lo que debía ser
un burdel. Un enorme y colorido letrero de neón cubría
parcialmente la entrada donde dos orientales grandes y
con cara de pocos amigos hacían la función de porteros.
Olga se acercó a los matones y les entregó una tarjeta de
presentación, el más joven de los dos la miró con
detenimiento y sin mediar palabra entró al local. Al cabo
de un minuto volvió a salir, su semblante había
cambiado, ahora lucía una espléndida sonrisa y con una
leve inclinación de su cabeza les flanqueó la entrada, no
hubo preguntas.
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- Prometo portarme bien si te das prisa, hay
una oriental que no me quita ojo – contestó
sonriendo.
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última ubicación, aquí en Hong Kong – dijo
entregándole una tarjeta de memoria para el
ordenador.
- Extraño, realmente insólito, robar y esconder
un androide es fácil, transportarlo sin que lo
detecte aduanas e intentar ponerlo en
circulación tiene un coste que excede con
creces lo que se puede obtener de él. ¿Qué
tiene de especial tu robot? – le preguntó
dejando claro que sabía que estaba
escondiendo información.
- Todo a su momento, tú encuéntralo.
- ¿Y yo que saco con todo esto?
- ¿Seguir haciendo negocios conmigo? - sabía
que su curiosidad iba a ser motivación
suficiente para que comenzara a buscar de
inmediato.
- Siempre es un placer, ¿me tomo un
descanso y vamos a comer algo?
- Vengo acompañada, si hicieras el favor de
pedir a alguno de tus hombres que nos
lleven al hotel te estaría muy agradecida.
Sabes donde encontrarme, muévete rápido
Chen, mucho me temo que su destino final
no sea la ciudad – y dándole dos besos se
despidió.
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- No me has contado nada sobre lo ocurrido,
nos hiciste pasar un mal rato - preguntó
mientras se incorporaba.
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Los dos quedaron mirando fascinados a través de
los grandes ventanales, contemplando como el Sol iba
poco a poco haciendo su aparición entre los grandes
rascacielos. Después Rosa nuevamente le beso con
cariño y volvió a preguntar:
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sosegara y le pidieron que al menos les dejara vestirse,
para bajar con premura a la recepción del hotel, donde
releían una y otra vez la nota que Santiago había dejado
para ella:
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primera en romper el silencio fue Rosa, presa otra vez de
una gran ansiedad:
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o de una empresa – dijo Rosa, un poco
desmoralizada ante la nueva situación.
- Puede que haya encontrado el “Nirvana” –
intervino serio Juanma.
- Si seguimos desvariando vamos a acabar
pensando que se lo han llevado los
alienígenas – intervino irónica Olga, igual de
aturdida que los demás – No me miréis así,
no es una teoría, intentaba ser sarcástica, lo
que está claro es que no podemos acudir a
la policía, demasiadas cosas que explicar,
voy a hablar con Chen y en seguida vuelvo.
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- ¿Podemos hablar? – indicó, refiriéndose a
sus acompañantes.
- A estas alturas no debe haber secretos para
nadie – le contestó.
- ¿Eso me incluye? – dijo serio Chen.
- ¿Qué necesitas saber? – preguntó Olga,
dándose cuenta que algo había ocurrido que
estaba incomodando al gigantón.
- Todo – contestó taxativo.
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- ¿Dónde está Santiago? – saltó como un
resorte Rosa.
- Fuera de vuestro alcance, y prácticamente
del de casi nadie, partió esta misma mañana
hacia una zona remota del Tíbet, el antiguo
“Reino de Dolpo”, que en está época del año
todavía es prácticamente inaccesible.
Tampoco he podido averiguar como piensan
llegar a estas inhóspitas tierras. Lo que van a
hacer con el androide y vuestro científico, en
una región donde no crece ni el musgo, es
todo un misterio, está claro que algo no
encaja.
134
mínimo de siete horas durante siete días y
en el camino se habrá de superar al menos
dos collados de más de cinco mil metros
para alcanzar Saldang, el corazón de Dolpo.
Si consiguierais llegar hasta allí existe una
región inexplorada del tamaño de un país,
vuestro amigo podría estar en cualquier
parte – decía en su perfecto inglés.
- Me da lo mismo que se lo hayan llevado
hasta el mismísimo infierno, de China no me
vuelvo sin él – insistió Rosa en otro arranque
de cólera.
- Chen tu siempre dices que en esta vida todo
es cuestión de coraje…y dinero. ¿Tienes
algún as en la manga? – preguntó Olga al
tiempo que ponía la tarjeta de la empresa
encima de la mesa.
- Va a ser muy caro y no precisamente fácil
llegar en Mayo a esta remota región, pero si
tan decididos estáis acompañadme.
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Siguiendo sus indicaciones le acompañaron hasta una
pequeña sala con las paredes de cristal y que hacía la
función de pequeño despacho.
136
hacía gestos para que le siguieran -
soluciona el problema del transporte del
equipo, porque seguro que con esta pinta
ningún Yak os va a querer acompañar.
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grandes brazos apartaba al aún asombrado
grupo - ¡Goliath! sube el grupo de cajas y
asegura cable a la pared
138
excelente estado de forma, diferente era adentrarse en
terreno desconocido, donde las temperaturas siempre
están bajo cero y el terreno es traicionero.
139
- Arregla el transporte del equipo hasta Jumla.
Contáctanos cuando lo tengas todo
preparado, nos volvemos al hotel. Ya no
albergo ninguna duda, ahora sé que es
nuestro destino viajar a esa remota región…
pero antes debemos ir a Dharamsala.
140
necesario ofrecer cierta seguridad, y para
nosotros el prestigio lo es todo.
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142
por las calles, le llamó la atención y se detuvo. Vio en él
algo que sólo una mujer como ella podría reconocer, no
era ni la sombra de lo que había sido, machacado por las
drogas y el alcohol, pero sus penetrantes ojos verdes
tenían todavía esa mirada desafiante de quien lo había
tenido todo y no conservó razón por la que seguir
luchando. Escribió una dirección en un papel y
estrechando sus manos se la entregó, al tiempo que le
besaba dulcemente en la mejilla. No hubo palabras…,
tampoco fueron necesarias pues en ese momento sólo
vio un ángel, de belleza incontestable, que por algún
extraño motivo se fijó en él y quiso darle otra oportunidad.
143
En París Juanma aprendió budismo con monjes
Bon, un tipo bastante desconocido de budismo tibetano.
Su santidad el Dalai Lama habla de cinco tradiciones en
el Tíbet, la Nyingma, Kagyu, Sakya, Gelug y Bon, pero
muchos estudiosos del budismo no creen que se deba
poner al Bon al mismo nivel que las demás, debido a su
carácter chamánico y ocultista. Lo cierto es que entre el
budismo tradicional y el Bon hay gran similitud, los
bonpos dicen que fueron copiados, alegan que sus
conocimientos son más antiguos, por contra los budistas
afirman que el Bon toma de ellos gran parte de sus
enseñanzas. No parece discusión en la que merezca
mucho la pena detenerse, pues es seguro que toda
religión bebe de una fuente común y aunque la forma es
diferente, en esencia todas ellas son iguales, llámese
Budismo, Cristianismo o Islam. Únicamente la ferviente
necesidad de imponer las ideas propias ha creado
desacuerdos entre pueblos. La relación entre Margarite y
los bonpos es sencilla de explicar, pues su monasterio en
el Tíbet es también lugar escogido para conservar
aquello que aun hoy en día no es posible mostrar,
preservándolo hasta el momento en que pueda ser
revelado.
144
comunista, lo que provocó que estallara la famosa
rebelión reclamando el Tíbet libre, que respaldada y
subvencionada por la CIA llegó hasta la misma Lhasa.
Esta sublevación acabó trágicamente en 1959,
brutalmente reprimida por el ejercito chino. El Dalai Lama
tuvo que huir disfrazado, a pie y a través de las
montañas. Le siguieron sus pasos más de cien mil
refugiados que escapaban en un incesante goteo de
esperanzados tibetanos buscando una salida lejos de la
represión. Muchos no lo consiguieron, víctimas de las
bajas temperaturas o abatidos por los francotiradores
chinos. Ante este drama humanitario India cedió parte de
sus tierras en el Norte, al pie de la cordillera del Himalaya
y allí en Dharamsala se fundó el gobierno tibetano en el
exilio y la residencia de su santidad el Dalai Lama. Los
métodos chinos siempre han sido muy expeditivos. Ha
sido cuna de una extraordinaria cultura, que ha
maravillado en tiempos por sus avanzados
descubrimientos y sus grandes avances en multitud de
disciplinas, pero siempre se les ha acusado de ejercer
con gran crueldad su autoridad como gran nación.
Lamentablemente la historia nos enseña que no lo han
sido más que el resto de los imperios. Todos los pueblos
tienen o han tenido una parte de su tradición escrita en
sangre. Parece que está en la esencia del ser humano
perdurar en el dolor y el sufrimiento.
145
- Desde que me fui a vivir a París han ocurrido
muchas cosas que han hecho que se
produzca un profundo cambio en mí, puedo
decir, sin miedo a equivocarme, que soy una
persona totalmente diferente a la que un día
conocisteis en la universidad. Entre los
extraños sucesos que acontecieron todos
estos años, y que sería largo de contar, os
diré que estudié budismo precisamente con
la orden de los Bonpos, por ello cuento con
muy buenos amigos que espero que nos
puedan ayudar. He de mandar un email con
urgencia a Margarite, ella es una persona
muy querida para la comunidad budista y es
esencial si queremos que nos faciliten una
entrevista con el líder de los monjes Bon.
- ¿Qué tiene que ver ella con los budistas? –
preguntó Olga sin entender la relación.
- Se podría decir que ambos guardan un tipo
parecido de “códices” – contestó Juanma,
hablando claramente en clave, para así no
revelar mucha información y evitar las
preguntas incómodas de Rosa.
- ¿Códices?, ahora lo entiendo – contestó
Olga.
- Pues yo cada vez entiendo menos, pero si la
tal Margarite puede ayudar a convencer a
esos monjes para que nos guíen, ya estás
tardando en mandar ese email – apremió
Rosa, preocupada por la suerte que habría
podido correr su marido.
146
23
147
enormemente porque tantos saltos entre usos horarios
tenían completamente desorientado al grupo, cuyo reloj
biológico se había vuelto loco, ya no eran capaces de
distinguir entre la noche o el día, ni cuando debían
descansar.
148
lado cualquier atisbo de rivalidad, no hay como enfrentar
juntos situaciones difíciles para que nazca la
colaboración. La necesidad hace extrañas amistades,
lástima que las más de las veces únicamente nos
llenemos de compasión y buenas intenciones ante
situaciones desgraciadas. En cuanto estuvieron vestidas
fueron conducidas a un gran salón, lleno de monjes
cubiertos con el clásico tocado naranja. Sentadas en
silencio, en un rincón, asistieron al comienzo de las
oraciones. Entre la multitud pudieron distinguir a Juanma,
vestido para la ocasión, que seguía rítmicamente el ritual.
Olga se dio cuenta que había algo que la resultaba muy
familiar, recordó el sueño que tuvo en el pueblo de Saré y
se estremeció, la escena era prácticamente igual.
149
El viejo sacerdote sonrió al verle y se levantó despacio
para abrazarle, como manda la tradición. Juanma
devolvió el gesto inclinando la cabeza en señal de
respeto y agradecimiento. Los dos tomaron asiento entre
cojines, separados por una mesa baja.
150
que cubre nuestra realidad – explicó Juanma
intentando sonar convincente.
- Raro es lo que dices, escasísimas son las
ocasiones a lo largo de la historia en las que
se ha documentado algo así. Si fuera cierto
lo que dices es peligroso, pues en manos
incorrectas podría romper el frágil equilibrio
existente entre los dos mundos. No se debe
traspasar el velo que los separa sin la debida
preparación.
151
puzzle, juego de lógica o cualquier prueba que les
quisieran plantear. Juanma acompañaba sin decir
palabra, pero se le veía menos confiado, sabía en que
podría consistir la prueba, y no era algo que les fuera a
gustar. Entraron en una habitación, una sala de reducidas
dimensiones, sin apenas decoración y tenuemente
iluminada con candeleros de velas que colgaban de sus
paredes. Les indicaron que sentaran entre cojines y
varios monjes acercaron una mesa baja, sirviendo en ella
tres pequeñas tazas de una bebida parecida al té. En el
fondo de la estancia un monje se encontraba en estado
de meditación. El viejo sacerdote habló:
152
deseaban descubrir en sus ojos la existencia de la más
mínima duda que sirviera como excusa para retroceder.
153
llevaba intentando encontrar a sus compañeros, pero ya
veía la cima. Tenía la esperanza que desde la cumbre
podría visualizar su situación, pues ignoraba por
completo en que extraño lugar se encontraba. Consiguió
alcanzar su objetivo sin signos aparentes de cansancio.
Un gran valle se abría ante sus ojos, anclado entre
montañas, y desde allí al fin fue capaz de distinguir las
figuras de un hombre y una mujer. Juanma y Olga
también la pudieron reconocer en la lejanía y todos
corrieron al reencuentro.
154
colmillos que mostraba al abrir su gran boca, mientras un
ronco alarido surgía del fondo de su garganta.
Sinceramente no se lo esperaban, se quedaron sin
capacidad para reaccionar. Juanma se interpuso
instintivamente entre las dos mujeres y las fauces del
animal, moviendo sus brazos intentando espantarlo, pero
sólo consiguió enfurecer más a la bestia, que se deshizo
de él de un zarpazo. El golpe lo lanzó por los aires y
acabó estrellándose contra las rocas. Sintió como se
astillaban varios de sus huesos, dolía como si le clavaran
cientos de agujas por todo su cuerpo, quedó allí tendido
en el suelo retorciéndose de dolor. Olga intentó correr en
su auxilio, pero asistió horrorizada como trepaba por sus
piernas una enorme hiedra que la dejó inmovilizada,
impidiendo que pudiera prestar cualquier tipo de ayuda.
Entonces Rosa, lejos de amilanarse, consciente que todo
estaba en su imaginación, invocó el poder de los sueños
y en voz alta pidió un arma con la que derrotar a su
adversario. Una espada en llamas surgió en su mano y
empuñándola con fuerza gritó con la confianza del
guerrero, que hubiera participado en mil batallas:
155
sólo se pueden ganar aquellas batallas que luchas con
el corazón. >>
156
- Hemos terminado, debéis saber que lo
habéis hecho muy bien, ya podemos volver.
157
24
158
aparecer tan extraño grupo. Fueron recibidos con alegría
y sorpresa al mismo tiempo, esta época del año no se
prodigaba en visitas y cualquier distracción es
bienvenida. Los guías intercambiaban abrazos con los
habitantes de este remoto lugar, estaba claro que eran
viejos conocidos. Salieron a recibirles media docena de
sufridos y resistentes monjes, comandados por un
anciano casi ciego y cojo de una pierna, que no paraba
de repetir una extraña palabra, que por supuesto no
entendían. Más tarde les explicaron que su traducción
más probable vendría a ser algo parecido a la de “locos”.
Prepararon la estancia en una de las casas bajas,
aparentemente deshabitada y la calentaron quemando
excremento de yak, el combustible natural en estas
tierras. Ya a resguardo se quitaron la ropa de travesía
que cubría los trajes bioenergéticos y los pobladores del
asentamiento se quedaron boquiabiertos. Nunca en toda
su vida habían visto nada parecido, los recién llegados
parecían hombres-rana cubiertos por un traje negro
ajustado, muy similar al neopreno, con esa pequeña
joroba a su espalda desde donde partían dos pequeños
tubos, uno a cada lado de la cabeza y que se insertaban
en un pequeño cilindro que colgaba a la altura del cuello.
Les explicaron que eran trajes para aguantar mejor las
bajas temperaturas y que el pequeño cilindro era un
respirador, que convenientemente colocado en la boca
servía para ayudar a oxigenarse en altura. Mientras les
eran dadas las explicaciones, traducidas de manera
improvisada por sus guías, el resto de monjes del
pequeño monasterio tocaban con curiosidad los
uniformes y no paraban de reírse entre ellos. Como
empezaba a hacer calor solicitaron un poco de intimidad
y se despojaron de las vestiduras que tanto revuelo había
organizado. Cuando acabaron de vestirse se les invitó a
reunirse en el templo, una pequeña y elaborada
construcción levantada en el punto más alto de este
159
diminuto pueblo, de hecho el santuario apenas era
rodeado por cuatro o cinco casas más. El viejo lama
orquestó la ceremonia, acompañados en los rezos y
cánticos por el resto de monjes, incluido Juanma, con la
esperanza de poder captar la atención de los dioses y
conseguir un voto de favor que les ayudara a superar con
éxito tan dura travesía, después cenaron y marcharon a
descansar.
160
- Agradezco mucho su regalo, pero no tengo
nada que ofrecerle a cambio – Le contestó
Juanma bastante sorprendido.
- Tu compañía, sentir tu energía cuando
contemplabas el cielo en silencio ha sido
obsequio suficiente, lo he sentido como si yo
también pudiera ver las estrellas otra vez – le
dijo y ayudó a colgarlo en su cuello – Ojala te
cuide tan bien como lo hizo conmigo.
161
suficiente para salirte del camino, de lo supuestamente
racional.
162
empeoraba por momentos y ahora se les hacía más difícil
avanzar. El terreno era muy irregular, lleno de rocas y
fuertes pendientes, y tuvieron que valerse de los arpones
de Goliat en varias ocasiones para conseguir salvar
desniveles y grietas de glaciar. Al finalizar el día se
encontraban completamente exhaustos. Los monjes
señalaron una gran oquedad, protegida entre rocas y se
apresuraron a montar de nuevo el improvisado
campamento, justo momentos antes que desapareciera
el último rastro de esa tibia luz de sol que les acompañó
todo el camino. Una última barrera se alzaba imponente
ante ellos, un último esfuerzo para superar el paso de
montaña de más de cinco mil metros tras él que se
escondía Saldang. La siguiente jornada prometía ser
especialmente dura, calentaron la comida liofilizada y
prácticamente cayeron desmayados por el cansancio.
- ¿Estás dormido?
- Ahora no, ¿Cómo te encuentras? – contestó
con ironía, aunque en realidad no había
llegado a dormirse.
- Un poco nerviosa la verdad, ¿Qué crees que
va a pasar? – preguntó.
163
- ¿Cuándo encontremos a Santiago, te
refieres? – le dijo para tranquilizarla.
- ¿Crees que vamos a morir?
- No, no hubiéramos llegado tan lejos, sólo
tenemos que aguantar. La montaña nos está
probando, necesitamos ser pacientes y
esperar una señal. Aprovecha para relajarte
y permanecer tranquila, no pienses en lo
que nos deparará el futuro, nadie puede
saberlo – contestó con firmeza y serenidad.
- Es muy duro estar aquí tantas horas sin
hacer nada – se lamentaba Olga - yo estoy
acostumbrada a mucha actividad.
- Estupendo, ya tienes algo por lo que
trabajar, aprende a tener paciencia y
aprovecha para meditar. En realidad los
momentos más duros son siempre los que
más recompensas dan, no los veas como
malos, piensa más en obstáculos que hay
que sortear, y de los cuales siempre puedes
obtener valiosas lecciones. Acepta y
agradece cada momento, si ocurre es
porque todavía es necesario – le decía
dándole ánimos.
- Te quiero – dijo, y le plantó un inesperado
beso - fue un acierto volverte a encontrar.
- Yo también te quiero – le contestó - lo que
tenga que ocurrir sin duda sucederá, no
pienses más en ello e intenta dormir.
164
amainar. El temor se apoderaba de ellos, ¿Habían sido
abandonados a su suerte? Terminó de amanecer y
tímidamente unos rayos de sol hicieron su aparición. En
la lejanía pudieron distinguir la figura de los monjes
inspeccionando el terreno. Juanma se acercó e
intercambio unas palabras con ellos, después se dirigió
de nuevo hacia las dos mujeres y comentó la
conversación mantenida:
165
de poco más de una hora de ímprobo esfuerzo consiguió
alcanzar unas rocas y se detuvo a descansar. El cielo
volvió a cerrarse y el sol no quiso salir más. En ese
momento se sintió muy sola, tanto silencio era
abrumador, el tipo de soledad en el que se puede oír
hasta tu propia alma, pero lejos de asustarse empezó a
sentir una paz indescriptible. No veía forma de continuar,
así que decidió gastar el tiempo que restaba disfrutando
de la sensación de extrema calma que se había
apoderado de ella, mientras Goliat esperaba inmóvil a su
lado. Cerró los ojos y empezó a sentir la esencia misma
de las montañas, el espíritu latente de todas las cosas
que la rodeaban..., la nieve volaba arrancada de sus
laderas por el viento. En su cabeza surgían imágines que
creyó tener enterradas para siempre y con melancolía
pensó que no quería morir, su vida había cobrado un
sentido especial, que broma tan cruel sería perderla
ahora. Sin casi darse cuenta se encontró rogando en voz
baja << Por favor no nos dejes morir, ayúdanos a salir de
esta montaña. >> Desconcertada por la situación tuvo
que admitir que en realidad estaba rezando ¿Pero a
quien?, ella no tenia Dios conocido. Instantáneamente
recordó las palabras de Javier, el psiquiatra amigo de
Juanma:
166
había jugado una mala pasada su imaginación? Para su
sorpresa descubrió que era posible abrirse paso entre las
rocas, justo por donde surgió tan bello animal. Pidió a
Goliat que marcara en el GPS la posición y ambos
bajaron corriendo a relatar su esperanzador
descubrimiento al resto del grupo.
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25
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<< Tiene que ser una mala jugada de los
demonios de las montañas. El gran gato de las nieves es
un espíritu invisible, no se deja ver, así sin más >>
169
además ¡La vida, para los valientes! ¿No es
así? yo estoy de acuerdo en arriesgarnos –
arengaba Olga mostrando gran entusiasmo,
quizás demasiado forzado dada la situación
en la que se encontraban.
170
nunca a la cumbre…, pero no era humanamente posible
ir más rápido. En sus cabezas se reflejaba un único
pensamiento, debían continuar, costara lo que costara.
171
clavar el arpón a tiempo y el cable se tensó, evitando la
caída al vacío, aun así Rosa quedó literalmente
suspendida en el aire. Una enorme grieta se había
abierto, una caída de más de treinta metros en la que
casi no se veía el fondo. Juanma clavó con fuerza sus
extremidades, agarró la cuerda e intentó subirla con
ayuda de Olga, pero pesaba demasiado. Oyeron un grito
por encima de sus cabezas pidiendo que aguardaran.
Los monjes habían soltado los mosquetones con los que
se aseguraban a la cuerda, la misma que había salvado a
la mujer de una muerte segura evitando que se
precipitara al precipicio. Bajaban por la pendiente
valiéndose de los piolets, que clavaban con destreza para
ir deslizando hasta el borde de la grieta. Allí entre los tres
pudieron alzarla, pálida como la misma muerte por el
miedo a tan fatal caída. Olga, en cuanto vio que su
compañera estaba a salvo, no dudó un instante, se giró y
gritó de nuevo al robot:
172
decidieron reanudar la marcha. Se apresuraron a bajar
la cara norte del collado, lo más rápido que las fuerzas
les permitían. Habían perdido mucho tiempo y caía la
noche, pero a lo lejos ya veían las luces de Saldang. Es
necesario dar pasos valientes para dejar la comodidad de
nuestras casas, de nuestras vidas…, se habían
arriesgado más allá de lo razonable, hasta el punto de
casi perecer en la tierra de las nieves perpetuas. En un
verdadero viaje apenas casi nada permanece
inalterable…, y ¿que es la vida sino un hermoso y duro
viaje? <<Quien lo inicia sabe que regresará diferente. >>
173
- Tienes mil cosas que explicarnos, hace
tiempo que hemos dejado de entender nada
– contestó entre sollozos su mujer.
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26
175
“automóvil” era un ingenio increíble, diseñado
especialmente para moverse en los abruptos y
desconocidos valles que componen la cordillera del
Himalaya, en el antiguo Reino del Tíbet. Era parecido a
un pequeño minibús, pero en vez de ruedas iba montado
sobre grandes cadenas de eslabones articulados. A
diferencia con otros vehículos de su clase contaba con un
sotisficado sistema hidráulico, capaz de analizar y
compensar en tiempo real la inclinación de la cabina, así
podía hacer contrapeso, lo que le permitía ascender y
transitar por desniveles imposibles a otros todoterrenos.
Calculada la inclinación del terreno unos enormes
amortiguadores se encargaban de elevar el habitáculo,
haciendo que la cabina y sus ocupantes se mantuvieran
lo más nivelado posible en relación al horizonte natural.
Simple pero muy eficaz…y tremendamente caro.
176
Perdieron la cuenta del tiempo que estuvieron
viajando por este paisaje casi lunar, hasta que por fin se
detuvo el vehiculo en lo alto de una colina y Taiko
permitió bajar a sus ocupantes. Podían contemplar un
cerrado valle, uno de tantos en estas apartadas tierras.
No tendría nada de especial sino fuera por la escena que
se abría ante sus ojos, algo simplemente increíble, del
todo indescriptible. Una colosal pirámide, de un blanco
deslumbrante y con una estructura similar a las egipcias,
se alzaba ante sus ojos, en un claro intento de entrelazar
cielo y tierra. Estaba recubierta con piedra caliza, tan
pulida que parecía fundirse con la nieve de las montañas
que la circundaban.
177
Descendieron en el automóvil y al llegar a la base
misma de la pirámide se dieron cuenta que desde abajo
era aun más impresionante. Todos se preguntaron cómo
habrían podido esconder al mundo algo así, pues era
imposible que nadie hubiera reparado en ella con
anterioridad, ¿Es posible que se hallaran en Sangri La, el
mítico lugar que describe James Hilton en su novela? No,
faltaba la exuberante vegetación y sus maravillosos
paisajes. Detrás de las pocas casas humeantes que
jalonaban la gran construcción salían a su encuentro un
pequeño grupo de niños, que a la carrera se abrazaban al
japonés, mientras gritaban, reían y miraban con
curiosidad al resto de recién llegados. Pronto se les
unieron un grupo de mujeres y hombres, que acogieron y
saludaron efusivamente a sus todavía perplejos
visitantes. Con un caminar pausado, pero con pasos
firmes, emergió entre ellos un hombre de imponente
figura, muy alto, con la cabeza rasurada y un manto
blanco como única vestimenta. Se hacía poco para las
bajas temperaturas del lugar. De la mano, como si un
niño pequeño se tratara, caminaba a su lado una figura
metálica: ¡Era Eternidad!, no se podían creer que el
sonriente androide hubiera confraternizado con los
habitantes del lugar. El señor Taiko se detuvo unos
instantes, intercambió unas palabras con el lama y
después de hacer las pertinentes presentaciones les
dirigió unas palabras:
178
- Creo hablar en nombre de todos si digo que
el cansancio supera con creces nuestra
curiosidad, habiendo encontrado a Santiago
el resto puede esperar. Si la pirámide puede
ayudar a reponer nuestras fuerzas no lo
dudemos y entremos – dijo Olga que iba
tomando confianza con su insólito “jefe”.
179
que he sentido, es como si el universo entero
aguardara dentro de mí – Dijo Juanma.
- En tiempo de los antiguos existía un
conocimiento que permitía hacer cosas que
hoy en día parecerían increíbles, pero
desgraciadamente apenas queda nada de
ese viejo saber. El gran Lama que habéis
conocido se preparó desde pequeño con un
único propósito, alcanzar un alto nivel
vibratorio. Él utiliza la pirámide como un
gigantesco amplificador, dentro de ella es
capaz de emitir altas vibraciones, que a su
vez elevan el nivel de vibración colectivo en
el mundo – aclaró Taiko.
- Es exactamente lo mismo que me dijo
Manuel en el sanatorio, que éramos como
recipientes y cada uno vibrábamos de una
forma determinada – dijo Olga mirando a
Juanma.
- Sí, es así, en realidad todos somos energía y
trasmitimos en un determinado nivel de
oscilación, la única diferencia es que aquí la
cantidad de energía es muy grande. Aunque
es bastante sencillo no se suele entender,
pues estamos más acostumbrado a pensar
en términos de lo que vemos, oímos…pero
no de lo que sentimos, parece que perdimos
esa capacidad, pero esa es otra historia,
vayamos a comer que todavía queda mucho
de lo que hablar - concluyó Taiko
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27
181
calurosa bienvenida. Por dentro la vivienda engañaba, su
interior era más amplio de lo que parecía a simple vista.
Un acogedor fuego ardía en la chimenea y los recién
llegados pudieron hacer descansar sus debilitados
cuerpos sobre un confortable suelo, tapizado por entero
con pieles de animal. Durante el tiempo que duró la
improvisada fiesta comieron y rieron con las gentes de
este inexistente poblado y ahora degustaban un delicioso
té, especialmente preparado para la ocasión. Nada del
típico té de yak, en la práctica manteca rancia derretida,
que con su sabor tan amargo horroriza a los occidentales
que han tenido la “fortuna” de probarlo. Se iba haciendo
tarde y poco a poco el jovial y pequeño grupo de
habitantes fue marchando a sus respectivos hogares. Por
fin quedaron solos en la casa, con la única compañía de
Eternidad y su exquisito anfitrión, el Sr. Taiko. Fue
entonces cuando depositó despacio su taza y se dirigió
de nuevo a ellos, que aún muertos de cansancio
demandaban una explicación:
182
- ¡Por supuesto que no es lo que buscaba! Si
ni siquiera sabía de su existencia. Yo
trabajaba en un programa muy avanzado de
realidad virtual, con el que se pudiera
visualizar con la mente “en primera persona”.
Quería que se pudiera crear un mundo
hecho a la medida del usuario, un lugar
donde una persona pudiera materializar sus
objetivos, su futuro, sus deseos… - explicaba
Santiago - y sin pretenderlo, las preguntas
me trasladaron a otra realidad, más allá de
las formas y de la materia, algo
absolutamente desconcertante.
- El viaje hacia otras dimensiones siempre
producen gran transformación y
desconcierto, sin el entrenamiento y la
orientación adecuada puede resultar
altamente peligroso. Cuando me informaron
que habían hallado a Santiago inconsciente
intuí lo que había podido ocurrir. Entonces
decidí poner a resguardo toda la
investigación, no es algo que deba estar al
alcance de cualquiera o que se deba
manipular, así sin más. Entenderéis que no
se me ocurre lugar en el mundo mejor para
esconder a Eternidad. No obstante, si no
estáis muy cansados, será mejor que os
explique todo desde el principio - y Taiko
comenzó a desmigar su parte de la historia.
183
cuanto a novedades se refiere, y como dicen que hay que
tener amigos hasta el infierno, obviamente la empresa
que dirigía no iba a ser menos. Él personalmente se
había preocupado de contar siempre con un espléndido
sistema de contactos. Pronto llegaron noticias desde
España informándole que el famoso científico, a pesar de
encontrarse retirado de proyectos oficiales, había iniciado
por su cuenta un estudio sobre determinados procesos
de la mente. Le llamó la atención que había recibido en
préstamo un equipo muy especial, particularmente raro…
y caro. Se refería por supuesto al androide y el software
para manejarlo.
184
discreto seguimiento, pero durante años no dijo ni hizo
nada que le pudiera involucrar. Cuando consideró que la
investigación debía encontrarse lo suficientemente
avanzada para una primera toma de contacto, hizo llegar
el sugerente sobre al despacho de Olga, sabiendo que
ella atravesaba un momento delicado y se agarraría a un
clavo ardiendo; cual perro de presa, no dejaría escapar
esta oportunidad, pero ¿Por qué ella? Porqué todos los
trabajadores de su empresa son investigados a fondo
antes de ser contratados y por supuesto conocía que
ambos habían trabajado juntos en la universidad, de
hecho fue uno de las razones para que se decidiera su
contratación.
185
rastro fue exagerado, por supuesto serán
resarcido por todos los daños – aclaró Taiko.
- ¿Instrucciones precisas? ¿Resarcir los
daños? Me devolverá los recuerdos, las
fotos, los documentos quemados… – saltó
Rosa como un resorte, aunque en realidad
no parecía enfadada, la alegría del
reencuentro todavía prevalecía sobre
cualquier otra emoción.
- Me temo que eso es físicamente imposible –
contestó Taiko, como buen japonés no llegó
a captar la ironía de sus palabras.
186
noticia del lugar al que se dirigían, imposible llegar por
sus propios medios, y para terminar de aderezar un poco
más la situación dejó claro lo inconveniente que sería
seguir haciendo preguntas incómodas. Lo que ninguno
de los dos, ni Taiko, ni Santiago podían haber
sospechado es que iban a ser capaces de ponerse a
buscar el robot en tan lejanas e inaccesibles tierras.
187
El japonés se incorporó lentamente y se acercó a
la ventana. Fuera ya era noche cerrada y prometía hacer
un frío terrible, volvió la mirada al grupo y les habló.
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189
la historia conocida – dijo Taiko, juntando las
manos en señal de respeto.
- Es enorme ¿Cómo ha podido mantenerse
oculta al resto del mundo? – preguntó
Juanma.
- Su especial disposición entre montañas hace
que sea muy difícil de ver desde el aire y por
tierra no hace falta que os describa la
dificultad que entraña llegar…, pero podría
existir una teoría que explicaría mejor porque
nadie llegó antes aquí. Es posible que nos
encontremos en la remota Shambhala, la
ciudad que inspiró la leyenda del Shangri La
– contestó Taiko.
- ¿Es posible…? – preguntó esta vez Rosa.
- Sí, ciertamente en el poblado nadie me lo ha
podido aclarar, aquí no se piensa mucho en
el pasado…ni en el futuro la verdad.
- ¿Por muy mítica que sea la ciudad en la que
nos hallamos, no entiendo como en pleno
siglo veintiuno ha sido capaz de permanecer
escondida? – inquirió bastante incrédula
Rosa.
- La antigua leyenda sobre el reino de
Shambhala relataba que era inexpugnable
para sus enemigos, simplemente porque no
la podían localizar. El motivo de permanecer
inalcanzable tantos años puede deberse a
que este lugar posee una energía especial,
sólo aquellos que han alcanzado una cierta
preparación la pueden encontrar. Los
budistas hablan de “asociación karmica”,
para describir a ese tipo especial de
personas que se hallan en afinidad y que
podrían llegar a conocerla…, en la práctica
es como si estuviera en otra dimensión.
190
- ¿Cómo la encontró entonces? – preguntó
Olga.
- Si os lo cuento no me vais a creer.
- Inténtelo por favor, no nos subestime –
insistió la mujer, que no se iba a dar por
vencida tan fácilmente.
- Tras muchos años de estudio sobre distintas
disciplinas he llegado a dominar las viejas
técnicas de meditación trascendental, que a
su vez me ha permitido desarrollar
habilidades, que podríamos definir como un
tanto… ¿peculiares? Una de ellas es la de
poder viajar a cualquier lugar con solo
visualizar el destino. ¿Cómo llegué aquí? Me
tele transporté, no intencionadamente, no
conocía este lugar, lo que ansiaba era
encontrar un sitio especial, así que me
concentré e involuntariamente me trasladé
hasta aquí. Lo más extraño fue que sus
habitantes no se asustaron cuando me
vieron aparecer de la nada, era como si me
estuvieran esperando – contaba Taiko, ante
la incrédula mirada del resto del grupo.
- ¿Consiguió la disgregación molecular,
construyó una máquina? Pero en el poblado
no había nada ¿Qué usó como receptor? –
preguntaba Rosa, entusiasmada ante la
idea, pero sin poder aceptar que una
persona pudiera desaparecer, así sin más.
- No, no construí ninguna máquina, sólo utilicé
el pensamiento. Existe un gran abanico de
posibilidades, de las que creemos
imposibles, que se pueden alcanzar con
entrenamiento, un esfuerzo sincero y mucha
dedicación – aclaró Taiko.
191
Todos guardaron silencio, ya no se sorprendían
con facilidad y aunque incesantes preguntas surgían en
su cabeza ya nadie deseaba formularlas. En lo alto de
esa montaña se encontraban en paz, no había cabida
para preocupaciones, no había inquietudes. De pronto
todo era perfecto, no importaba quien seas, que
haces…que vas a hacer, dejarse llevar era suficiente. Un
suave viento se empezó a levantar, agitando un poco su
estado de serenidad, lo que posibilitó que el Sr. Taiko
pudiera continuar con su explicación:
192
los sentidos no proviene del exterior, por
increíble que parezca es creado dentro de
nuestra cabeza.
- Para muchos parece una locura que nuestra
vida sea como la “pensamos”, no es fácil
aceptar tanta responsabilidad – continuó
Taiko – si esto fuera cierto, pronto nos
daríamos cuenta que cada uno de nosotros
tenemos una importante aportación, con
nuestra forma de pensar, decir o actuar, ya
que del pensamiento colectivo surge el
mundo en el que vivimos. ¿Existirían las
guerras si nadie pudiera pensar en ellas?
¿Nos haríamos daño si pudiéramos recordar
que estamos unidos por la misma conexión,
que en esencia todos somos iguales y no
sólo “ante los ojos de Dios”?
- Puede que tenga razón, por extraño que
parezca tengo la sensación de que es algo
que todos intuimos, sólo que necesitamos
que alguien nos ayude a recordar – en parte
era la forma que tenía Olga de dar las
gracias.
- Cuando se está preparado siempre llega el
momento de recordar este sentido universal
de las cosas. No creáis que es tan especial
esto que os descubro, muchas personas lo
han sabido antes que vosotros, es un
“secreto” muy antiguo, casi como la propia
existencia. Pero conocerlo sin más, apenas
os aportará nada, por eso quiero haceros un
regalo, lo merecéis por el esfuerzo realizado
para llegar hasta aquí, y no me refiero
únicamente al viaje a través de las montañas
– dijo Taiko.
- ¡Un regalo! – exclamaron al unísono.
193
- Espero que mi propia experiencia pueda
ayudar a matizar sobre lo que acabo de
hablar: todo fue creado como un juego, sólo
en el mundo que conocemos existe la
dualidad, lo bueno y lo malo, el frío y el
calor…., muchos pensarán que es cruel y
despiadado, pero en realidad lo que se nos
ofrece es la oportunidad de aprender a
elegir.
- Siempre podemos elegir, en el fondo todos
sabemos lo que está bien o lo que no es
correcto – contestó Juanma.
- No es exacto, estamos demasiado
condicionados por nuestros pensamientos
egoístas, aun sabiendo lo que está bien, la
mayor parte de nuestro comportamiento
resulta involuntario, “nos dejamos arrastrar”.
Comprender que somos dueños de nuestra
realidad ayuda a conseguir lo que
deseamos, pero el dinero, la fama o el
prestigio no van a eliminar el miedo, ni el
vacío interior que muchas veces todos
hemos sentido. Con trabajo duro podemos
incluso llegar a hacer algunos “milagros”,
pero desaparecer, levitar o caminar sobre el
agua, tampoco nos va a valer de mucho.
Sólo si conseguimos aprender a actuar de
una manera más acorde con la verdad de
nuestra propia existencia, encontramos la
paz duradera. Entonces, es en ese
momento, si alcanzamos un estado interior
“consciente”, cuando la vida toma un nuevo
significado. Es similar a subir de nivel en un
videojuego, se adquieren nuevas
capacidades que permiten que cada uno de
nuestros actos, por pequeños que puedan
194
parecer, cobren una dimensión especial –
concluyó Taiko.
- Y como aprendemos a actuar de manera
más acorde con la verdad – preguntó Olga
- Ese es un camino que no puedo andar por
vosotros, pero para empezar probad a actuar
con más tranquilidad y amor, tan sencillo
como querer a todo y a todos ¿No os suena
de algo?- sugirió Taiko, que se tomó un
breve descanso antes de continuar - Se está
haciendo tarde, debemos bajar antes de que
empiece a hacer frío de verdad.
195
inigualable espectáculo. Se abrazaban bajo las mantas,
con la ilusión de saber que una nueva etapa se abría
ante ellos Hasta el momento habían evitado hablar del
futuro, pero en su interior ambos reconocían que a partir
de ahora ya nada sería igual. De pronto Olga se
incorporó y exclamó exultante:
196
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Autor: UshaaTayak
http://www.bubok.com/libros/200056/EL-JUEGO-DE-DIOS