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Comentario al libro:

Gemoterapia: Curación por esencias minerales 6ª Edición, de Pedro


Crea.
La primera edición de este libro es de 1990 y la sexta edición del 2003. Es un libro
anterior al de curación por Cristales gemas y minerales del mismo autor, aunque yo lo
leí en segundo lugar. Vale lo comentado en el libro anterior sobre los nombres de gemas
y minerales, y que parece que el autor recopile información de diferentes sitios y no
detecte posibles incompatibilidades, y que le cueste crear un vínculo entre ellas.
También el asunto del alcohol 96º, vale también para este.

Son interesantes los capítulos que habla de energía, materia y mente; los centros
energéticos, emoción y enfermedad; y la historia clínica aunque a mi entender le falta
claridad para el neófito, y parecen capítulos independientes al resto del libro que habla
de la curación por esencias minerales (encuentro que le falta cohesión y coherencia).

A mí la estructura del libro se me hace incomoda, sobre todo si pretendemos usar el


libro como consulta de las diferentes gemas. Describe las mismas gemas durante el libro
cinco veces, cada vez con un matiz diferente. 1-Aspecto histórico; 2- Las gemas en la
farmacopea actual; 3- Propiedades fisicoquímicas y origen; 4- acción física emotiva y
energética; 5-Las gemas describiendo los estados emotivos. Se hace repetitivo. Cuando
quieres saber características de una gema determinada, pues tienes que ir a recopilar
datos en 5 partes del libro distintos. Además, el índice, no lo facilita pues está
incompleto. Por Ejemplo: Buscas Ojo de gato y pone pag’s. 17, 84, y 89. Pero omite la
27 y la 13 que también llevan información importante de la gema, esto pasa en más
casos.

Algunos detalles:

La información que el autor pone sobre las gemas de que estaba formado el pectoral de
Aarón, coincide con las de la Biblia (lo he comprobado), pero difiere de las que pone en
su otro libro: “Curación por cristales gemas y minerales”. En concreto en el ópalo y en
los nombres de Ligure, Crisólito, Carbunclo y la disposición del rubí (La treceava
piedra).

Cuando te habla del Ojo de gato, te mantiene en la duda (aunque la denominación es


correcta). Hasta la pág 84, no se confirma que se refiere al Crisoberilo.

Cuando habla de las “Gemas en la farmacopea actual”, mezcla con ellas a cuatro
sustancias minerales que no son gemas: Alúmina, Calcárea fluorica, Collarium Rubrun,
Hekla lava y Silicea. Además en la misma sección repite Onix, con propiedades
diferentes, lo cual da la impresión que el autor no cuida los detalles o revisa
exhaustivamente su obra.

También difiero en “ ...es importante dejar bien sentado que ninguna gema opera
directamente sobre el cuerpo físico.”. Pues esto también depende si el mineral nos está
dejando sustancia (por ejemplo administrado en cenizas, su acción como oligoelemento,
u remedio homeopático, etc.).

Tampoco cuadra mucho con el otro libro el tema de las diluciones o disoluciones, ya
comentado: “Como bien lo ejemplifican las dinamizaciones homeopáticas, mal
llamadas diluciones, ya que no se trata de diluir como vulgarmente se cree...”

Hay una serie de definiciones que se contradicen entre ellas al menos crean confusión
en los conceptos porque parece que no cuadran unas con otras:

“Como sucede con la electricidad, a la que usa produce y conduce (la ciencia, se
refiere), pero no sabe con exactitud que es)...
...Al querer describir el color, invariablemente debemos referirnos a este como una
sensación. Como una impresión producida por el ojo humano, más precisamente, sobre
el por la luz, ya que el color no existe de manera física”.

“Se utilizan normalmente las gemas por ser las fuentes de color más puras que existen
en el planeta. La absorción o sensación de color es causa de reacciones consecuentes,
las cuales no son otra cosa , que una estimulación producida por nuestros ojos.”.

Hoy en día, tanto la electricidad como las ondas electromagnéticas son perfectamente
conocidas por la ciencia, incluso cada color está determinado por una frecuencia
perfectamente determinada. No solo el ojo humano detecta el color, también lo hacen
los centros energéticos del cuerpo, y en realidad cada porción de nuestro cuerpo que
entra en contacto con él. Y no solo me refiero en la piel o superficie de los organismos
vivos, si no también dentro de nuestro cuerpo. Los infrarrojos penetran en el cuerpo
como a un centímetro de distancia, y se hace sentir allí, los ultravioletas, también
penetran, y también las microondas mucho más adentro, hasta los huesos ( aunque esto
ya no lo denominamos color, pero solo difiere en realidad, en la frecuencia de la onda
electromagnética). No solo los ojos nos produce la sensación del color, los rojos e
infrarrojos nos dan calor, los violetas y ultravioletas nos refrescan, independientemente
de tener los ojos abiertos o cerrados. La cromoterapia también funciona en los ciegos.
También la luz, el color, hace que podamos sintetizar la vitamina D, y que las plantas
puedan hacer su función clorofílica. Definir el color como una sensación de los ojos, es
quedarse muy, pero que muy corto.

Sin embargo el mismo autor más adelante, está más de acuerdo con mis aclaraciones,
que con lo que él ha puesto anteriormente.

“La OMS reconoce la cromoterapia como medicina complementaria...


... utilizan ondas de color de una específica frecuencia para alterar los campos de
energía de una persona.”

“Cuando en gemoterapia nos referimos al color de una gema, en realidad estamos


hablando de una radiación electromagnética específica, que según su longitud de onda y
vibración, percibimos como color”

“...Esto sucede porque no vemos solo el color, también lo sentimos debido a su acción
sobre los millones de células que componen nuestro cuerpo.”

Otra inexactitud:

“Las propiedades terapéuticas del color, no poseen acción física directa, sus efectos
operan más bien sobre la mente subconsciente y el cuerpo energético”.
Operan sobre el cuerpo energético, no hay duda, pero también en el cuerpo físico. Ya
hemos puesto ejemplos: Las síntesis de algunas vitaminas por la luz, la función
clorofílica, la lámpara de infrarrojos que nos ponen en los riñones en recuperación para
producir calor, las salas refrescantes y tranquilizantes de luz ultravioletas en los Spa’s,
etc

Más tarde lo corrige un poco:

“La vida depende más de lo que se sabe o supone de la interacción constante de la


radiación y absorción lumínica de nuestros átomos...”

Tiene mucha razón, y no solo a nivel energético, si no también a nivel fisicoquímico.

Hay otras cosas que las nombra pero no aclara de porqué es así.

¿Como hace la división de las gemas en positivas, negativas y neutras?.


Tampoco ni la dinámica (Contracción expansión y neutra), ni el efecto (Unión, fusión,
dispersión, activación, etc) quedan claros.

Tampoco hasta ahora dice si todo lo que ha hablado en el libro sobre las gemas, es en
general. Me explico, que pueda traspolarse a cualquier manera de uso de las gemas, o
solamente al empleo de las gemas en elixires o preparados. Por ejemplo en la
incompatibilidad, hemos de suponer que solo es cuando se ingiere en el mismo
preparado, y no cuando se disponen diferentes gemas sobre los centros energéticos. Ya
sé que el libro se titula “Curación por esencias minerales”, pero habla de tantas cosas, y
tan en general, que pierdes el concepto, a veces con lo del color y otros temas , pues
parece que hable en general, y no habla de preparados con gemas hasta al final de la
obra.

Habla de las incompatibilidades de las gemas.

Un ejemplo: El Granate está asignado al color rojo, el Lapislázuli, lo tenemos en el


índigo. Los pone como incompatibles. Sin embargo si leemos tanto el libro de
Battacharya (muy anterior a este), como el de Curación por cristales gemas y minerales
(posterior a este y del mismo autor), no dicen nada de estas incompatibilidades y
propone mezclar el rojo y el índigo, para varias enfermedades, sin ninguna
contradicción.
Define al Granate como rojo, y a la Piedra Luna como azul, y en los listados de
enfermedades también del otro libro los pone juntos para varias casos: Ataques de ira
UIBGR, Asma IBGR, Meningitis cerebroespinal IBGR, etc. Y así hay muchos más.
Buf, para mí, no está nada claro.

En el cuadro “Breve resumen orientativo de gemoterapia” clasifica a la depresión de


varias maneras según los síntomas, pero muchas veces la de presión tiene varios o casi
todos de estos síntomas. A lo que resulta que según el cuadro casi todas las gemas van
bien para tratar la depresión. También cada tipo de miedo tiene sus piedras
determinadas, que acaban siendo la mayoría. A mí se me crean muchos interrogantes.

Es curioso que cuando trata específicamente los chakras no nombra para nada el
Esplénico o del Bazo, sin embargo mucho más adelante, si lo nombra asignándole sus
gemas correspondientes, por lo que nos quedamos sin saber nada de él.

El libro se titula “ Curación por esencias minerales”, me sorprende que solo dedique
cuatro páginas y al final del libro de cómo se preparan las esencias. Pero es que además
no dice como se pueden conseguir. ¿Se compran, donde? Habla de cómo preparar el
medicamento a partir de la esencia madre o concentrado, pero no dice como fabricar
ésta, o como conseguirla. Sin esto el libro carece de utilidad práctica, aunque en el
subtitulo del mismo ponga: “Manual práctico y clínico”.

Bueno, hay algunas cosillas más , con respecto a matices, pero de menor importancia.
Aquí lo dejo.

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