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PELVIS

- el diámetro del plano medio (interespinoso) no se puede medir pero se estima palpando el ligamento
sacroespinoso. Su longitud equivale aprox a la mitad del diámetro del plano medio. Este diámetro es una barrera
para la para el paso del feto si es menor a 9,5 cm.

- Para que la cabeza fetal pase por el canal de parto debe girar prácticamente 90º.

- Las fracturas de cadera son raras, cuando un anciano dice q se “rompió la cadera” en verdad se trata de una
fractura del cuello del fémur.

- Áreas débiles de la pelvis:


1) región sacroiliaca
2) ala del hueso iliaco
3) rama pubiana

- Las fracturas en la región pubo-obturatriz son bastante frecuentes y suelen complicarse por su relación con
la vejiga.

- Espondilólisis: lesión que ocurre en las región lumbar inferior (L5), más frecuente en razas esquimales. Se
trata de un defecto del arco vertebral entre las caras superior e inferior de un área llamada pars
interarticularis. Cuando el defecto es bilateral esta vértebra lumbar se divide en dos fragmentos. Si se
separan las dos porciones la anomalía se llama espondilolistesis. El fragmento anterior de L5 reduce el
diámetro AP del estrecho superior y dificulta el parto. Se puede descartar la espondilolistesis palpando el
proceso espinoso de L5. Si es prominente indica que la porción anterior de L5 se ha desplazado hacia
adelante.

- Durante el parto el musculo que más se lesiona es el pubococcigeo. La lesión de este musculo y de la fascia
pélvica pueden provocar un cistocele (vejiga urinaria dentro de la vagina). Para facilitar el parto y evitar la
lesión del m. puborrectal se practica una episiotomía.

- Incontinencia urinaria de estrés puede acompañar al debilitamiento del diafragma pélvico y se caracteriza
por la emisión involuntaria de orina cuando aumenta la presión intraabdominal. Suele deberse a una
debilitación del m. pubovaginal (consecuencia del parto).

- El hecho de que la a. uterina este por delante y sobre el uréter es de importancia clínica pues se puede
lesionar al ligar estas arterias en una histerectomía (extirpación del útero), más frecuentemente el uréter
izquierdo, muy cercano al borde del cuello uterino. También se puede lesionar al ligar los vasos ováricos
(durante la ooforectomía).

- El dolor de los cálculos renales en el uréter se llama cólico. El lugar más frecuente de la obstrucción es donde
se cruza con la a. iliaca externa, seguido por el trayecto oblicuo que sigue en la pared de la vejiga.

- La deferentectomía o vasectomía consiste en ligadura o extirpación de una parte del conducto deferente.
Para ello se hace una pequeña incisión en la parte superior del escroto y se localizan los conductos
deferentes. Así el líquido eyaculado sale normalmente pero sin esperma. La vasectomía se puede revertir
siempre que se haga antes de 7 años y se llama vasovasostomía, y la eyaculación normal suele producirse
después de 3 ó 4 meses.

- Hipertrofia prostática benigna: consiste en la hipertrofia del lóbulo medio generalmente de la próstata, y es
una causa frecuente de obstrucción uretral que se manifiesta por nicturia (necesidad de orinar de por la
noche), disuria (dificultad o dolor para orinar) y necesidad urgente de orinar a cada rato. La extirpación
quirúrgica se llama prostatectomía. En casos más graves se extirpan las gl. seminales, conductos
eyaculadores y porción terminal de conductos deferentes.
- Cáncer de próstata: frecuente en varones ancianos, sin embargo la mayoría se encuentran asintomáticos. En
general las células cancerosas suelen producir más metástasis ósea que orgánicas. La metástasis ósea se
caracteriza por aumento de la densidad ósea y no por la destrucción del hueso. La cara posterior de la
próstata se encuentra en contacto con el recto, por lo que se puede palpar a través de éste. Normalmente la
próstata tiene una consistencia elástica, mientras que en el cáncer la consistencia es dura y nodular. La
vejiga llena desplaza la próstata hacia abajo por lo que es más fácil palpar.

- Las pulsaciones de las aa. Uterinas se localizan en las paredes laterales del fórnix vaginal.

- Cuando ocurre un reblandecimiento del istmo del útero, el cuello uterino se palpa como si estuviera
separado del cuerpo. El reblandecimiento del istmo uterino es uno de los signos precoces del embarazo.

- En general, el ovulo es fecundado en la ampolla de la tuba uterina. A medida que el cigoto va emigrando por
la trompa se transforma en mórula y sale de esta manera al útero. La ligadura de las trompas es un método
de control de natalidad. Los óvulos expulsados mueren en la tuba y desaparecen. Otra técnica consiste en
bloquear la tuba con tapones de plástico removibles.

- El tracto genital femenino está en contacto directo con la cavidad peritoneal, por lo que una infección del
útero, tuba u ovarios puede desencadenar una peritonitis. A la inversa, puede ocurrir que se inflame la tuba
uterina por una infección desde la cavidad peritoneal. En algunos casos se observa acumulación de pus en la
tuba, lo cual obstaculiza el paso del cigoto y puede producir un embarazo tubárico ectópico (más
frecuentemente en la ampolla).

- Vestigios mesonefricos : epoóforo, paraóforo, apéndice vesiculoso. Pueden producir quistes.

- La posición de los ovarios varia en mujeres multíparas, pues en el embarazo los lig. Anchos y ovarios suben
empujados por el útero, y bajan por las contracciones uterinas durante el parto, pero no siempre quedan en
su posición original. Y al lado derecho suele quedar el ovario muy cerca del apéndice vermiforme, y podría
causar una apendicitis muy aguda en caso de que se reventase un embarazo tubárico.

- El tabique rectovesical del varón tiene importancia en cirugía, pues cuando se reseca el recto, se localiza el
plano del tabique para separar la uretra y próstata del recto para evitar su lesión en la extirpación del recto.
Las anastomosis rectales son tan numerosas que la a. rectal media e inferior son capaces de irrigar al recto
en ausencia de la rectal superior (al ligar la mesentérica inferior). Por otro lado las venas rectales superiores
drenan al sistema porta, mientras que las rectales media e inferior a la circulación sistémica, por lo que
constituyen un área importante de anastomosis porto-cava.

- La lesión de los nervios esplácnicos de la pelvis tras cirugía anorrectal determina una impotencia en la
eyaculación (m. bulboesponjoso).

- El centro tendinoso es muy importante en la mujer, sobre todo en multíparas. El desgarro o estiramiento de
este centro tendinoso del periné durante el parto elimina parte del apoyo de la pared posterioinferior de la
vagina, puede ocurrir un prolapso vaginal. Para evitar lesiones en el centro tendinoso se efectúa una incisión
para ensanchar el introito (orificio vaginal), la episiotomía. La episiotomía media consiste en una incisión por
detrás del frenillo de los labios menores que se extiende a través de la piel, mucosa vaginal, centro
tendinoso y m. superficial del periné. Existe la posibilidad de desgarrar el m.esfinter externo del ano, por lo
que es más frecuente la episiotomía lateral. La incisión atraviesa piel, pared vaginal y m. bulboesponjoso
(según profe chanchi: m. transverso superficial y profundo, bulbocavernoso y fibras pubococcigeas.)

- Como el conducto anal tiene una pendiente inferoposterior, el dedo explorador o los instrumentos deben
dirigirse hacia el ombligo.

- Hemorroides internas: son varicosidades de las venas tributarias de las venas rectales superiores, recubiertas
de mb. Mucosa. Hemorroides externas: son varicosidades de las tributarias de las vv. rectales inferiores,
cubiertas por la piel. Los trombos son más frecuentes en las hemorroides externas.
- Las fosas isquioanales representan un foco de infección que da lugar a abscesos isquioanales. Estas
acumulaciones de pus provocan molestias y dolor. Las infecciones pueden llegar a la fosa isquioanal por las
siguientes vías : criptitis o inflamación de los senos anales, extensión de un absceso pelvirrectal, desgarros
de la mb. Mucosa del ano, o heridas penetrantes de la región anal. Signos diagnósticos : sensación de
plenitud y dolor entre el ano y la tuberosidad isquiática. Como las fosas están comunicadas pueden formar
un absceso semilunar en la cara posterior del ano.

- La estrechez de la uretra membranosa (porción menos distensible) se debe a la contracción del m. esfínter
de la uretra. Como su pared es muy fina, la porción inferior es la más vulnerable a penetración cuando se
introduce una sonda o rotura accidental.

- La eyaculación del semen se compone de dos fases: en primer lugar, emisión del esperma y las secreciones
de los conductos genitales hacia la uretra prostática y membranosa. Ésta es una función simpática. Y en
segundo lugar, la expulsión del semen desde la uretra esponjosa, que es una función parasimpática. La
eyaculación se acompaña del espasmo clónico de los mm. Bulboesponjoso e isquiocarvernoso.

- Base anatómica de la erección : cuando el varón experimenta un estímulo erótico, el m. liso de las trabéculas
fibrosas y de las aa. Helicinas (ramas de las aa. de los cuerpos cavernosos, de la pudenda interna) se relaja
debido a la estimulación parasimpática. Por este motivo, las arterias se enderezan y su calibre aumenta,
permitiendo que entre sangre en los espacios cavernosos. La sangre causa una ingurgitación y dilatación de
estos espacios, los mm. Bulboesponjoso e isquiocavernoso comprimen los plexos venosos de la periferia de
los cuerpos cavernosos e impiden el retorno de la sangre venosa. Por eso, se observa la expansión y rigidez
de estos tres cuerpos, es decir, la erección. Luego de todo, el pene regresa gradualmente a su estado
fláccido, en un proceso llamado detumescencia. Esta fase depende de una estimulación simpática que
determina constricción del m. liso de las aa. helicinas. Los mm. Bulboesponjoso e isquiocavernoso se relajan
y la sangre drena lentamente desde los espacios cavernosos a la v. dorsal profunda del pene.

- Tamaño pene fláccido: 9,5 aprox. Pero los varones con un pene fláccido de menos tamaño suelen mostrar un
mayor aumento de volumen durante la erección que aquellos con penes fláccido de mayor tamaño. La
uretra esponjosa de aprox. 5 mm de diámetro deja pasar instrumentos de 8 mm de diámetro, por su
capacidad de distensión. El orificio externo de la uretra es el punto más estrecho y menos distensible.

- La rotura de la uretra esponjosa dentro del bulbo del pene es muy común en las lesiones por empalamiento.
La uretra se desgarra al quedar atrapada entre el objeto duro( barra transversal de la bicicleta) y el arco del
pubis.

- Hipospadias : malformación congénita frecuente del pene y la uretra. El hipospadia glandular, la variante
más sencilla, consiste en la apertura del orificio externo de la uretra sobre la cara ventral del glande del
pene. Otras veces, el defecto se localiza en la piel y pared ventral de la uretra esponjosa. El hipospadia
obedece a la falta de fusión de los pliegues urogenitales durante las primeras fases del desarrollo fetal.

- Fimosis: el prepucio del glande en general suele ser suficientemente elástico para retraerse sobre el glande,
sin embargo en algunos varones queda íntimamente adherido sobre el glande y no se puede retraer
fácilmente, esto es lo que se llama fimosis. El prepucio también contiene glándulas sebáceas modificadas,
cuyas secreciones oleosas, con una consistencia parecida al queso forman el denominado esmegma, que se
acumula en el saco prepucial y produce irritación. Parafimosis: en algunas personas se observa un estrecho
orificio prepucial de tal manera que al retraer el prepucio sobre el glande se constriñe el cuello del glande y
se interfiere el drenaje de la sangre y líquidos tisulares del glande. Los pacientes con esta enfermedad,
muestran un engrosamiento del glande que es imposible retraer el prepucio sobre él. En estos casos suele
practicarse la circuncisión (extracción quirúrgica del prepucio)

- Uretritis: más frecuente en mujeres, pues su uretra se abre al exterior en el vestíbulo de la vagina y es más
corta una infección urinaria también. La lesión también puede afectar la uretra masculina durante el coito.
La uretra femenina es más distensible también (hasta 1 cm sin sufrir lesión).
- El himen, incluso después de la dilatación, ya sea durante el coito o en otros casos, puede desgarrarse,
generalmente en dirección posterior o posterolateral, ocurriendo una pequeña hemorragia. Después del
parto quedan muy pocos restos de himen, solo algunos pedúnculos cavernosos llamados carúnculas
himeneales. Raramente el himen no se rompe antes de la pubertad. En estos casos la sangre menstrual
distiende la vagina y determina un estado conocido como hematocolpos.

- La circuncisión del clítoris se practica en ocasiones con la supuesta finalidad de aumentar la excitación
sexual. La extirpación del clítoris no inhibe de una manera significativa la excitación sexual, puesto que los
labios menores y paredes del vestíbulo también son sensibles a los estímulos sexuales.

- Bartolinitis : inflamación de las glándulas vestibulares mayores(en general no son palpables, solo cuando se
infectan).

- Durante el parto, el momento de mayor angustia para la mujer es aquel en que la cabeza fetal atraviesa la
vulva y distiende todas sus zonas. Para aliviar el dolor asociado al parto hay que practicar anestesia con
bloqueo del pudendo en los tejidos que rodean el nervio pudendo (donde se cruza con la cara lateral del
ligamento sacroespinoso, cerca de su inserción a la espina isquiática).

MIEMBRO INFERIOR

- Várices : cuando las válvulas de las venas perforantes del MI se tornan incompetentes (se dilatan sin llegar a
ocluir en las venas), las contracciones de los músculos de la pantorrilla, que normalmente impulsan la sangre
en sentido craneal, determinan un flujo retrógrado desde las venas profundas hacia la superficie, en
consecuencia de ello es la tortuosidad y dilatación de las venas perforantes y superficiales.

- Los injertos venosos de la v. safena magna se han utilizado para derivar las obstrucciones vasculares (by
pass). La extracción de la vena safena magna no ocasiona mayores problemas, pues la sangre drena a las
venas profundas a través de las vv. Perforantes.

- Importancia clínica de la v. safena magna : se sitúa por delante del maléolo medial (junto con el n. safeno).
Aunque esta vena no es visible en lactantes, obesos y personas en shock con colapso venoso, siempre se
puede localizar practicando una incisión cutánea anterior al maléolo medial, llamada “veneseccion safena”, y
se aplica para colocar cánulas de administración prolongada de sangre, expansores del plasma, electrolitos o
fármacos. Si se llega a pinchar el n. safeno en la veneseccion, el paciente referirá dolor al borde medial del
pie. Las venas safenas varicosas tienen un calibre mayor de lo normal. La variz safena, dilatación localizada
en la parte terminal de la v. safena magna, provoca una tumefacción del triángulo femoral, inmediatamente
por debajo del lig. Inguinal. Se puede confundir con una hernia inguinal.

- Tromboflebitis: inflamación venosa con formación de trombos o coágulos. La tromboflebitis de las venas
profundas destruye las válvulas, por lo que gran parte de la sangre de la pierna regresa a la pierna femoral a
través de las venas superficiales, que se dilatan y muestran tortuosidad (varices). Si el trombo se desprende
puede llegar a las cavidades derechas del corazón y a los pulmones, y su calibre disminuye, pero si el embolo
pulmonar es grande, puede provocar una muerte súbita (tromboembolismo pulmonar).

- El musculo cuádriceps se explora con el paciente en decúbito supino y la rodilla parcialmente flexionada, a
continuación, se pide al paciente que extienda la rodilla frente a la oposición del explorador. Si el musculo se
contrae normalmente, debe verse y palparse con facilidad el recto femoral. Si existe una parálisis del
cuádriceps, el paciente no puede extender la pierna, pero puede mantenerse erecto, ya que el peso tiende a
sobreextender la rodilla. Estas personas caminan dando pasos cortos y rotando la pelvis para evitar extender
la cadera y sujetándose la extremidad distal del muslo para evitar que se flexione la rodilla.
- Cuando los comentaristas de futbol americano hablan de que un jugador sufre una contusión de la cadera,
es habitualmente en la porción anterior de la cresta iliaca. Estas contusiones provocan roturas de pequeños
capilares y la sangre se infiltra a los músculos, tendones y otros tejidos blandos. También puede provocar
desgarros de músculos como el sartorio, tensor de la fascia lata, iliaco y recto femoral.

- También los periodistas suelen aplicar otro término, que es el “caballo de Charley”, que hace referencia a la
contusión y desgarro de fibras musculares que provocan un hematoma en el muslo. Lugar donde suele
ocurrir es el m. cuádriceps.

- Otro termino es el “muslo de cricket”, en países donde se juega cricket. Esta lesión consiste en la rotura de
algunas fibras del m. recto femoral, a veces también se desgarra el tendón del cuádriceps.

- Condromalacia rotuliana : “rodilla del corredor”. Molestias y dolor alrededor o en la profundidad de la patela
y se deben al desequilibrio del m. cuádriceps o a la compresión de la rodilla, que tracciona de la patela hacia
alguno de los lados. Esta lesión se produce por golpes sobre la patela o por una flexión extrema de la rodilla,
como al agacharse y arrodillarse.

- La patela es un tejido cartilaginoso al nacer, que se osifica durante el 3º al 6º año de vida, habitualmente a
partir de más de un centro, por lo que puede formarse una patela bipartita o tripartita. Un observador poco
experto podría pensar que es una fractura. La patela también puede fracturarse transversalmente por la
contracción brusca del cuádriceps. Este tipo de lesión es más frecuente en personas con falta de fusión o
escasa fusión de los centros de osificación de la patela.

- Al percutir sobre el ligamento patelar suele desencadenarse el reflejo cuadricipital o patelar y se transmiten
impulsos aferentes hacia la medula a través del n. femoral (si se lesiona, no hay reflejo).

- El m. grácil es un miembro bastante débil dentro del grupo de los aproximadores (aductores), por lo que
puede extirparse sin que produzca daños en las acciones de la pierna. Por esto los médicos suelen
trasplantarlo para sustituir músculos dañados (como en la mano). Una vez trasplantado determina flexión y
extensión de los dedos.

- En ocasiones durante transmisiones deportivas se hace referencia al llamado “estiramiento inguinal”, el cual
se trata de un estiramiento y probable desgarro de las inserciones de los mm. Iliopsoas, aductores o ambos.
Ocurre en deportes que exigen salida rápida, como carreras de distancia corta, baloncesto, futbol americano
y futbol.

- Los tendones del m. aductor largo se osifican en algunas personas, frecuente en personas que montan a
caballo y aproximan constantemente los muslos, y se denomina “huesos de los jinetes”.

- La a. femoral es fácil de exponer y canalizar en el triángulo femoral. Esto explica su vulnerabilidad frente a
laceraciones y punciones. La posición de la v. femoral bajo el ligamento inguinal se localiza palpando el
pulso de la a. femoral que se encuentra inmediatamente lateral a ella. En las personas más delgadas la v.
femoral está muy próxima a la superficie cutánea y puede confundirse con la v. safena magna. Durante la
cirugía de las vv. Varicosas es muy importante identificar correctamente la safena magna y no ligar por error
la v. femoral.

- El anillo femoral es un área débil de la pared abdominal anterior, por donde se puede introducir la yema del
5º dedo. Esta estructura tiene importancia para conocer el mecanismo de la hernia femoral dentro del
conducto femoral después de atravesar el anillo femoral. La hernia femoral se palpa fácilmente debajo del
lig. Inguinal, y a veces es necesario incidir este ligamento para liberar una hernia estrangulada.

- La a. obturatriz, rama de la iliaca interna, pasa a través del conducto obturador e irriga los mm. Adyacentes.
En el 20% de las personas, una rama púbica engrosada de la a. epigástrica inferior ocupa el lugar de la a.
obturatriz o forma una a. obturatriz accesoria.

- Bursitis isquiática (bolsa isquiática, por encima de la tuberosidad isquiática) por fricción también se ha
denominado “nalgas de las hilanderas”. Bursitis trocantericas, en pacientes parapléjicos, dolor profundo en
la región glútea y lateral del fémur.

- Cuando se produce debilidad del m. glúteo medio o menor como consecuencia de una cirugía o parálisis
(lesión del n. glúteo superior o poliomielitis), desaparece el efecto de soporte y enderezamiento de estos
músculos, por eso cuando se levanta el pie del lado normal, se hunde la pelvis del dicho lado. Estas personas
caminan como patos y se conoce como marcha glútea o cojera del glúteo medio. En los enfermos con
luxación posterior de la cadera se observa una marcha similar.

- Los nervios glúteos se pueden lesionar por traumatismos sobre las nalgas. Con relación al n. isquiático,
conviene saber que las nalgas tienen un lado seguro (cara lateral) y un lado peligroso (cara medial). Las
heridas sobre la cara medial suelen lesionar el n. isquiático y los ramos de los mm. Femorales posteriores. La
parálisis de estos mm. Impide la extensión de la muslo y flexión de la pierna.

- “muslo de conductor” : neuralgia isquiática provocada por compresión de los nn. Glúteos al pisar el
acelerador del vehículo o camión.

- La región glútea es el lugar frecuente para inyecciones. Para administrar la inyección con seguridad conviene
utilizar solo la porción superolateral de las nalgas, es decir, la zona craneal al tubérculo de la cresta iliaca. El
nervio isquiático se divide a veces dentro de la pelvis, en tibial y fibular común. Este último pasa atravesando
el m. piriforme o craneal a él. Por eso una inyección en la porción inferomedial del cuadrante superolateral
puede dañar este nervio y producir un pie caído. En lactantes la inyección se debe practicar en los mm. Del
compartimiento anterolateral, inferolateral a la espina iliaca AS, dentro del m. tensor de la fascia lata o del
m. vasto lateral, para evitar lesión del n. femoral.

- Las cabezas del bíceps femoral tienen inervación diferente, de divisiones distintas del n. isquiático. Por eso
una herida en el muslo puede lesionar un nervio y paralizar una de las cabezas sin afectar las otras. La
longitud de los mm. Femorales posteriores es variable. Por lo que algunas personas con músculos largos
pueden tocar el suelo con la palma de las manos sin flexionar las rodillas, y otros no. Las lesiones de los mm.
Femorales posteriores son frecuentes en las personas que corren mucho o pegan patadas. El desgarro de
estos mm. es tan doloroso que cuando el atleta se mueve o estira, cae al suelo por el dolor. Se deben
generalmente a un mal calentamiento.

- La fascia poplítea profunda es muy fuerte y poco distensible, por lo que el dolor producido por abscesos o
tumores en la fosa poplítea suele ser intenso.

- En ocasiones no se observa apenas flujo a través de la a. poplítea como consecuencia de la aterosclerosis. Un


lugar frecuente de oclusión ateromatosa es el origen de la a. poplítea cerca del hiato del aductor magno.
Cuando se sospecha de esta enfermedad , uno de los signos más frecuentes es la abolición del pulso
poplíteo. Normalmente las pulsaciones arteriales se detectan mediante palpación profunda de la fosa
poplítea con la pierna ligeramente flexionada y el paciente en decúbito prono, con objeto de relajar la fascia
poplítea y los músculos femorales posteriores. El aneurisma poplíteo provoca dolor y tumefacción en la fosa
poplítea. Si se liga la a. femoral la sangre puede ir a las anastomosis de la rodilla y llegar a la a. poplítea en un
lugar distal al bloqueo. Esto se conoce como circulación indirecta o colateral. La circulación colateral no
perfunde adecuadamente la pierna y puede provocar necrosis.

- Las aa. surales también son importantes en clínica, pues son aa. terminales, y si se lesionan producen una
necrosis isquémica de las cabezas de los gastrocnemios.

- Los fragmentos del n. sural suelen usarse como injertos. A veces el n. sural no se forma, y la piel es inervada
por ramos que suelen unirse para formarlo.

- El n. fibular común es el que sufre la mayoría de las lesiones nerviosas del MI, sobre todo por su situación
superficial, rodeando el cuello de la fíbula. Incluso cuando se produce lesión del n. isquiático, se afecta más
el n. fibular común que el tibial. También puede sufrir lesiones por fractura del cuello de la fíbula o
distensión y desgarro del ligamento colateral fibular. Cuando se manipula quirúrgicamente el tendón del
bíceps femoral, hay que recordar su íntima relación con el n. fibular común. La lesión de este nervio produce
parálisis de todos los mm. dorsiflectores y eversores del pie, por consiguiente produce el pie caído. Los
pacientes muestran una marcha de espepage, durante la cual el pie se eleva más de lo necesario para evitar
que los dedos se golpeen contra el suelo. Además el pie cae bruscamente sobre el suelo, produciendo ruido
característico. Otro signo, consiste en la perdida variable de la sensibilidad de la cara anterolateral de la
pierna y dorso del pie, área inervada por nn. Fibular superficial y profundo.

- El nervio tibial no suele lesionarse porque se encuentra protegido dentro de la fosa poplítea. Si se lesiona
provoca parálisis de los mm. flexores de la pierna y de los mm. intrínsecos de la planta del pie. No se puede
realizar flexión plantar ni flexión de los dedos, además de perdida de sensibilidad plantar.

- Las fracturas tibiales ocurren a través del conducto nutricio y tardan más en consolidar por la lesión de la a.
nutricia. Lugar más vulnerable es la unión del tercio medio e inferior. Fracturas de la marcha, del tercio
inferior de la tibia en personas que hacen marchas largas y no están acostumbradas. Fracturas espiroideas
de la tibia, fracturas del esquí, en la unión del tercio medio e inferior. Fracturas de la punta de la bota, por
caídas anteriores y posteriores, debido a la rigidez de las botas de esquí. Fracturas por el parachoques, por
choques de la pierna contra el parachoques. La tibia es el hueso que sufre fracturas con más frecuencia.

- Las fracturas de la fíbula generalmente se producen 2 a 6 cm por encima de la extremidad distal del maléolo
lateral, y suele acompañarse de fractura-luxación del tobillo, como sucede en la fractura de pott. La fractura
del maléolo lateral es frecuente en ciertos atletas. La fíbula es una fuente muy utilizada como injerto y no
suele alterar la función de la pierna ni del pie. El conocimiento de la posición de la a. nutricia es importante
para poder proceder al injerto libre de la fíbula vascularizada. El orificio nutricio se localiza en el tercio medio
de la fíbula.

- Los huesos sesamoideos del hálux soportan el peso del cuerpo, sobre todo durante la fase final de apoyo al
caminar. El tubérculo del 5º metatarsiano puede sufrir desprendimiento del tendón del m. fibular corto por
una inversión brusca y violenta del pie. Esta fractura se acompaña de un esguince de tobillo muy grave. La
lesión asociada del n. fibular superficial provoca una inversión del pie por parálisis de los mm. fibulares (que
inducen eversión).

- La parálisis de los flexores plantares (n. tibial) del pie impiden la flexión de los dedos y la marcha de puntillas,
además de perdida de sensibilidad plantar.
- Aproximadamente el 5% de las personas carecen de la a. tibial posterior. El pulso de la a. tibial posterior se
palpa a mitad de camino entre la cara posterior del maléolo medial y el borde medial del tendón calcáneo.

- La palpación del pulso medio (pulso de la a. dorsal del pie) es esencial, sobre todo si se sospecha una
claudicación intermitente, y se palpa cuando la a. cruza los huesos escafoides y cuneiformes, lateral al
tendón del m. extensor del hálux.

- Las fracturas del cuello del fémur pueden dañar la perfusión sanguínea de la cabeza del fémur, pues en
algunos casos la a. del ligamento de la cabeza es la única vía de aporte sanguíneo del fragmento proximal de
la cabeza. Si este ligamento se rompe, el fragmento óseo no es perfundido y sufre necrosis aséptica. Como
los nn. Femoral, isquiático, y obturador también inervan la articulación de la rodilla, las enfermedades de la
cadera pueden causar dolor referido a la rodilla.

- La luxación congénita de la cadera es frecuente, mayormente en sexo femenino, y es bilateral en la mitad de


los casos. No suele manifestarse en el nacimiento sino después de varios meses. Signo clínico: imposibilidad
de separación del muslo, además el miembro afectado parece más corto, porque la cabeza luxada del fémur
se eleva con respecto a la del lado normal. La luxación adquirida de la cadera no es frecuente. Pero si
ocurriese, debido a su íntima relación con el n. isquiático, puede provocar parálisis de los mm. femorales
posteriores y distales de la rodilla. Asimismo anomalías sensitivas de la piel de la cara posterior y lateral de la
pierna y gran parte del pie.

- La luxación de la patela no es frecuente, pero ocurre mayormente en mujeres, como consecuencia de la


angulación del fémur. El m. vasto medial contribuye a evitar la luxación patelar lateral. Por eso la debilidad o
parálisis de este m. predispone una luxación patelar.

- El ligamento colateral fibular no suele desgarrarse porque es muy fuerte, pero un golpe sobre la cara medial
de la rodilla puede desplazarlo lateralmente y desgarrarlo, pero es poco frecuente. Si ocurriese, sería fatal
pues puede provocar desprendimiento de la cabeza de la fíbula ya que el ligamento es más fuerte que el
hueso, y suelen acompañarse de una distensión del n. fibular común. Esta lesión afecta a los mm. del
compartimiento anterior y lateral de la pierna y determina un pie caído.

- La inserción firme del ligamento colateral tibial en el menisco medial tiene una gran trascendencia clínica,
porque las lesiones suele acompañarse de lesión del menisco medial y ligamento cruzado anterior(ligamento
relativamente débil). Se produce por golpes en la cara lateral de la rodilla. El desgarro suele producirse cerca
de su inserción en el epicondilo medial del fémur.

- El desgarro del menisco medial puede provocar que una parte de él se desplace hacia el centro de la
articulación y quede atrapado, “bloqueo de la rodilla” en flexión. Que impide que el paciente extienda
completamente la articulación. Se observa en atletas que efectúan giros con la rodilla en flexión al correr,
también en mineros al caerse trabajando acurrucados o en cuclillas. Debido a que el borde interno de los
meniscos son muy poco vascularizados, no curan adecuadamente. Y el borde periférico se halla
vascularizado por ramas articulares de la a. poplítea.

- El m. cuádriceps sufre una atrofia considerable durante los periodos de desuso. Por eso hay que ejercitarlo.

- La cavidad sinovial de la rodilla puede someterse a punción, en general sobre la cara lateral de la rodilla con
el paciente sentado, rodilla flexionada y pierna colgando. Cuando se inflama la rodilla puede aumentar el
líquido sinovial.
- Una herida punzante por encima de la patela puede provocar infección de la rodilla transmitida por la bolsa
suprapatelar.

- A veces el líquido sinovial se escapa de la articulación hacia la fosa poplítea, provocando un quiste poplíteo.
Son frecuentes en niños y rara vez provocan síntomas, a pesar de su tamaño.

- Bursitis prepatelar : “rodillas de la doncella” (como cenicienta supongo xD), se produce por la fricción entre
la piel y la patela, por estar de rodillas mucho tiempo sin usar apoyo.

- Bursitis infrapatelar subcutánea : fricción excesiva entre la piel y la tuberosidad tibial, también llamado
“rodilla o mal de las beatas”, frecuente en personas que trabajan de rodillas sin utilizar almohadillas.

- El ligamento cruzado anterior, aparte de la lesión del ligamento colateral tibial, también se puede lesionar
cuando la tibia se desplaza por delante del fémur, o cuando el fémur se desplaza por detrás de la tibia, o
cuando se hiperextiende la rodilla. Para comprobar la estabilidad, se tracciona de la tibia hacia delante. Si se
produce un movimiento anterior (signo del cajón anterior), existe desgarro del lig. Cruzado anterior.

- El ligamento cruzado posterior puede lesionarse cuando se golpea la parte superior de la tibia con la rodilla
en flexión. También se desgarra cuando la tibia es desplazada por detrás del fémur, el fémur por delante de
la tibia o por una hiperflexión de la rodilla. Para examinar estabilidad, se empuja la tibia hacia posterior
(signo de cajón posterior), y si se observa un movimiento posterior, existe desgarro.

- El ligamento tibiofibular posterior es mucho más fuerte que el anterior. Cuando ocurre una lesión grave del
tobillo, el ligamento posterior puede provocar avulsión de la porción posteroinferior de la tibia, y el hueso
fracturado penetra dentro de la articulación del tobillo. Cuando se produce además fractura del maléolo
medial y lateral se habla de “fractura trimaleolar”, es decir, ambos maléolos y la parte posterior del borde
inferior de la tibia.

- “tobillo de futbolista”: crecimiento óseo de la cara anterior de la extremidad distal de la tibia y cara superior
del talo.

- La luxación medial no es frecuente debido a la potencia del ligamento medial del tobillo. Si ocurriese, como
en la fractura de pott, que ocurre por una eversión forzada del pie, se tracciona el ligamento medial
(deltoideo) sumamente potente y a veces, desgarra el maléolo medial. El tobillo es la articulación que más
se lesiona de todo el cuerpo.

- El ligamento lateral del tobillo es el que más se lesiona, pudiendo distenderse o desgarrarse una o las cuatro
porciones del mismo. Los esguinces de tobillo son provocados por giros con el pie apoyado en el suelo,
inversiones forzadas.

- El 2º metatarsiano es el más vulnerable a fracturas al iniciar un programa agotador y no acostumbrado.


Fracturas de la marcha o por fatiga.

- La 1º art. Metatarsofalángica puede deformarse o aumentar de tamaño con una luxación lateral permanente
del hálux. Frecuente en personas que usan zapatos de punta. Los huesos sesamoideos se ubican entre las
cabezas del 1º y 2º metatarsiano.

- La gota, trastorno metabólico, depósitos de urato en tejido conjuntivo, incluyendo cartílago y hueso. Afecta
a menudo a la 1º art. metatarsofalángica, que edematiza y produce dolor, artritis gotosa.
- El dedo en martillo es una deformidad frecuente, la falange próxima sufre una dorsiflexión permanente en la
art. metatarsofalángica y la falange media una flexión plantar en la articulación interfálangica. Esta
deformidad se produce por debilidad de los mm. lumbricales e interóseos.

- Los pies planos representan una anomalía frecuente, sin dolor. Se producen por la caída de los arcos,
generalmente del componente medial del arco longitudinal, el cual se aplana. Se produce por la carga sobre
los músculos y sobre los ligamentos que soportan los arcos. Generalmente en personas que suben de peso,
o en ancianos si están mucho tiempo parados.

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