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Reumatología Basada en Evidencias.

Clinimetría: Aspectos Generales


sobre Medición en Enfermedades
Musculoesqueléticas
Pablo Riedemann (M.Sc.)
Unidad de Reumatología y CIGES *, Facultad de Medicina,
Universidad de la Frontera, Temuco, Chile

Introducción Medición de salud


Casi todos los días y cada vez que nos en- Medición se ha definido como “ ... la asigna-
frentamos a un paciente, independientemente del ción de números de manera tal que se correspon-
motivo que lo ha traído a consultarnos, como parte dan con diferentes grados de una característica o
de nuestra acción médica debemos intentar medir propiedad de algún objeto o evento”; por otra par-
o cuantificar la ocurrencia de ciertos fenómenos. te, a la acción de medir se la define como “deter-
Lo hacemos para conocer si tiene fiebre, está minar la magnitud, extensión o grado en términos
taquicárdico, presenta alguna visceromegalia o tie- de cierto estándar”.
ne alguna articulación inflamada. Medimos siem- Aunque muchas veces nuestras actividades
pre, aunque la mayoría de las veces lo hacemos habituales nos dejan poco tiempo para reflexionar,
de manera automática y sin reparar en las carac- vale la pena partir por preguntarnos: ¿Por qué
terísticas o propiedades de lo que estamos hacien- medimos en la práctica clínica o investigación?.
do. Sin duda puede haber muchas razones, pero en-
En este artículo se revisan aspectos relativos tre las fundamentales están:
a la medición en salud en general, se entregan
algunos detalles metodológicos referentes a las 1. Para clasificar: por razones de organización,
mediciones, y luego se aboca a la medición del tabulación de datos
dolor como síntoma cardinal de consulta de los 2. Para establecer pronóstico
pacientes; finalmente se discute información refe-
3. Para evaluar cambio en el tiempo.
rente a la forma de valorar el impacto global de las
enfermedades y tratamientos de nuestros pacien-
Dentro de los diferentes tipos de medidas, en
tes bajo el concepto de Calidad de Vida.
relación con la medición clínica pueden distinguir-
se dos tipos: a) medidas de proceso, que corres-
ponden a marcadores que permiten conocer deta-
lles de la ocurrencia o evolución de una determi-
nada condición, tales como los exámenes
bioquímicos, histológicos, de imágenes, etc., y b)
Manuel Montt 112, Casilla 54-D, Temuco medidas de resultado, las cuales reflejan las con-
Fono 45 – 325755. Fax 45 – 325741 secuencias finales de una enfermedad o tratamien-
E-mail: riedeman@ufro.cl to, como la curación o la muerte.
Independientemente del tipo de medición,
* CIGES: Centro de Capacitación, Investigación y Gestión para la Salud desde el punto de vista metodológico se espera
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que toda medición cumpla con cuatro propieda- rio con pacientes, como también con fines de in-
des básicas, esto es, que sea: vestigación.
El dolor ha sido definido como una “experien-
a) ética, cia sensorial y emocional, desagradable, asociada
b) válida, con daño tisular real o potencial, o descrita en tér-
minos de tal daño” (1). De su definición queda cla-
ro que éste es un fenómeno enteramente subjeti-
c) reproducible, y
d) susceptible al cambio. vo, de tipo multidimensional, y que además está
modulado por características personales de quien
Volveremos sobre estos conceptos más lo sufre, así como normas de conducta social. Todo
adelante. lo anterior hace que el dolor sea un fenómeno de
Respecto de lo observado en toda medición, difícil medición.
es importante recordar que hay a lo menos dos En el dolor pueden identificarse diferentes
componentes de ésta: una parte corresponde al aspectos, entre ellos, un componente sensorial que
valor real del fenómeno y otra al error asociado a tiene que ver con la intensidad y características
la medición. El error a su vez tiene dos elementos del dolor, y un aspecto afectivo que se relaciona
básicos: el error aleatorio o azar y el error sistemá- con la reacción al dolor y el comportamiento del
tico o sesgo. individuo frente a éste.
Para fines prácticos esquematizaremos el Existen algunos instrumentos para medir el
error potencial como un fenómeno que aumenta el dolor que son de uso casi exclusivo en el laborato-
valor real de la medición, pero teniendo en claro rio y en la investigación; entre ellos se usan la
que el error en la medición también puede afectar medición de la actividad electrodérmica, actividad
en sentido contrario y subestimar el verdadero va- electromiográfica, potenciales evocados, etc. (2).
lor de un fenómeno (Figura 1). Su utilización en la atención habitual de pacientes
no resulta práctica, porque muchos de ellos requie-
ren de instrumentos caros y sofisticados y son
aplicados bajo condiciones especiales que no son
las que habitualmente se dan en la práctica clíni-
ca diaria.
La mayoría de los instrumentos para medir el
dolor, de uso corriente en la práctica clínica, tien-
den a valorar sólo un aspecto de los mencionados
y los más se centran en la medición de la intensi-
dad.
Entre los instrumentos más conocidos y usa-
dos para la medición del dolor se cuentan:
Por lo tanto, debemos tener conciencia de
que en cada una de nuestras evaluaciones clíni- 1) Escala verbal, también conocida como escala
cas, e incluso en muchas de laboratorio, respecto tipo Likert
de lo observado o medido existe un cierto margen
de error, y si esto no es considerado, ello podría 2) Escala numérica
incidir en las decisiones que tomemos con nues- 3) Escala análoga visual
tros pacientes. 4) Escala análoga cromática continua
5) Escala de caras de dolor.

Medición del dolor La escala verbal o tipo Likert (3) corresponde


a una lista de términos que describen la intensidad
En medicina en general, y en reumatología del dolor y se presentan ordenados de menor a
en particular, el síntoma de consulta más frecuen- mayor. Habitualmente estas escalas son de núme-
te es el dolor. Además de ser el más frecuente es ros impares, con un punto central intermedio y ex-
también el más importante para los pacientes. Por tremos que representan la ausencia de dolor y do-
ello, su adecuada medición es un aspecto de gran lor muy intenso. Habitualmente son de 5 o 7 térmi-
importancia tanto en nuestro encuentro clínico dia- nos (Figura 2).

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Clinemetría

Escala verbal tipo Likert Escala Análoga Visual

Sin dolor El peor dolor que


Sin dolor pueda imaginar

Dolor suave Figura 4.

Dolor moderado
Al paciente se le solicita que haga una marca
Dolor fuerte vertical en el punto de la escala que cree que re-
presenta la intensidad de su dolor. Luego, consi-
derando que la escala tiene un largo de 10 cm o
Dolor insoportable 100 mm, la respuesta del paciente se puede trans-
formar en un valor numérico que se usa para el
análisis de la información (comparación con eva-
Figura 2. luaciones posteriores, con otros pacientes, etc.).
Otra escala de uso frecuente, especialmente
La escala numérica corresponde a una se- en el ámbito pediátrico, es la escala de fascies o
cuencia de números habitualmente presentados en caras de dolor (6). Esta escala corresponde a una
un orden de menor a mayor; éstos van acompa- secuencia de caras que van desde una plácida y
ñados de una imagen gráfica sobre la cual el pa- alegre, la cual representa la ausencia de dolor, a
ciente puede seleccionar el valor que mejor repre- otro extremo de una fascie sufriente, la cual repre-
senta la intensidad de su dolor (4). Las hay de dis- senta un dolor intenso (Figura 5).
tintos valores, pero las más usadas van de 0 a 10
o de 0 a 100, en donde, similar a la anterior, los
extremos representan la ausencia de dolor y un Escala de las fascies del dolor
dolor muy intenso. Se asume que los intervalos en
la escala tienen el mismo valor, aunque ello no
siempre es así, y muchas veces un cambio de 3 a
0 no tiene el mismo significado que un cambio de
9 a 6. A pesar de esto, y dadas su sencillez y fácil
comprensión por parte de los pacientes, son de
frecuente uso en clínica. Cuando se lo representa Figura 5.
verticalmente se le denomina termómetro del do- Las escalas anteriores
lor (Figura 3). están diseñadas para medir
uno de los aspectos del do-
lor: la intensidad. Existe una
escala multidimensional, de
amplio uso en investigación y
también en clínicas especia-
lizadas en el manejo del do-
lor, y corresponde a la Escala
de McGill (7). Esta escala co-
rresponde a 78 palabras que
Una de las escalas de más amplio uso en describen dolor, las cuales son agrupadas en 20
el mundo occidental es la llamada Escala Análoga subclases (de 2 a 6 palabras cada subclase). Este
Visual, también conocida como VAS (Visual Analog listado de palabras corresponde a la evaluación de
Scale) (5). Ella consiste en una línea continua de tres áreas o dimensiones del dolor:
– características sensoriales (tales como tiempo,
10 centímetros, cuyos márgenes a cada lado re-
presentan los valores extremos de la sensación que
calor, presión)
se intenta medir (Figura 4).

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– características afectivas (por ejemplo, tensión inflamatorios clínicos, sin anemia ni elevación de
y miedo) reactantes de fase aguda (VHS, PCR) dicen sen-
– intensidad de la sensación. tirse muy mal y ser incapaces de realizar de ma-
nera adecuada sus actividades de la vida diaria.
De la escala se pueden obtener diferentes Desde otra perspectiva, un mismo problema físico
puntajes, entre los que se puede señalar el núme- (nivel de dolor o rango de movilidad, por ejemplo)
ro de palabras elegidas, la intensidad, un índice, o una alteración de laboratorio tienen un impacto
etc. Si bien esta escala permite evaluar otros as- absolutamente diferente en dos pacientes distintos.
pectos del dolor más allá de la intensidad, resulta Todo lo anterior ha llevado a una transición,
demasiado extensa y demorosa para su uso en la donde el concepto de “Calidad de Vida” es a lo
práctica clínica habitual, por lo que no es de uso menos tan importante como la cantidad de vida
muy frecuente. (sobrevida).
Sin duda existen diferentes definiciones de
C de V, pero mencionaremos aquí la propuesta en
1997 por el Grupo de Trabajo sobre C de V esta-
Calidad de vida en salud blecido por la OMS e ILAR. Ellos definieron Cali-
Sin duda, el dolor es uno de los aspectos re- dad de Vida como “la percepción de los individuos
levantes de las quejas de nuestros pacientes; sin de su propia posición en la vida en el contexto cul-
embargo, es sólo un elemento entre los muchos tural y valórico en que ellos viven y con relación a
factores que inciden sobre una valoración más sus metas, expectativas, estándares y preocupa-
amplia del estado de salud, como es la calidad de ciones” (8).
vida. Todos hemos escuchado sobre este concep- Como vemos, el concepto de C de V es bas-
to y se le menciona en las comunicaciones científi- tante amplio y existe una serie de factores que
cas tanto como en el lenguaje de la gente común. inciden sobre ella (Figura 6).
Por ello vale la pena realizar algunas precisiones
al respecto, y dejar establecido que en estas pági-
nas nos referiremos al concepto de Calidad de Vida Componentes de la Calidad de Vida
(C de V) mirada desde la perspectiva de la salud.
Partamos por preguntarnos: ¿por qué medir
Calidad de Vida?. Es evidente que con el correr de Trabajo Seguridad Social
los años se ha ido produciendo un cambio en cuanto Familia Amigos Habitación
a los objetivos de los cuidados de salud. Por largo Condiciones ambientales
tiempo los mayores esfuerzos fueron puestos en
evitar la muerte prematura de quienes enferma- Calidad de vida
ban. Con el progreso del conocimiento médico a relacionada con salud
través de los años se han logrado importantes
avances en cuanto a disminuir la mortalidad, pero
ello ha ido paralelo a un incremento en la frecuen-
cia de patologías crónicas que acompañan al indi- Figura 6.
viduo durante gran parte de su vida. Por tanto, bajo
esta nueva situación de salud, ya no resulta apro- Nuestro mayor interés radica en la C de V
piado concentrarse sólo en medir mortalidad como directamente relacionada con salud. Ella “tiene que
forma de valorar los efectos de los cuidados médi- ver con los aspectos físicos, emocionales y socia-
cos. les de la Calidad de Vida, que están influenciados
Por otro lado, el centrarse sólo en medicio- por la enfermedad de un individuo y/o su tratamien-
nes fisiológicas y/o de laboratorio muchas veces to” (8). Al igual que el concepto de C de V en ge-
es de poco interés y relevancia para nuestros pa- neral, el concepto de C de V Relacionada con Sa-
cientes. Más aún, frecuentemente dichas medidas lud también es un concepto multidimensional, que
no se correlacionan bien con la capacidad funcio- considera muy diversos aspectos que pueden in-
nal y bienestar de nuestros pacientes. Por ejem- cidir sobre la condición del individuo (Figura 7).
plo, todos recordaremos pacientes con artritis Alguien podría pensar que las publicaciones
reumatoide que sin tener grandes signos son lo suficientemente rigurosas y que por tanto

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Clinemetría

Confiabilidad: Se le denomina también


Calidad de Vida Relacionada con Salud reproducibilidad o consistencia. Se refiere a la pro-
piedad de una evaluación o instrumento de medir
algo en forma repetible. En otras palabras, corres-
ponde a la repetibilidad del resultado de una medi-
FUNCION SALUD ción cuando un mismo instrumento (o evaluación
MENTAL SINTOMAS
clínica hecha por un médico) realiza mediciones
DOLOR ASPECTOS sucesivas en un individuo estable (confiabilidad
SOCIALES test–retest). Otro aspecto importante es la
confiabilidad interobservador. Ella se refiere a la
concordancia que tienen mediciones de caracte-
Figura 7. rísticas similares, pero realizadas por sujetos dis-
tintos (la auscultación de un soplo por el cardiólo-
go vs el interno). En el caso de los instrumentos o
podemos simplemente confiar en los artículos ori-
cuestionarios para medir C de V, uno quisiera que
ginales y lo que ellos reporten sobre C de V. Así
como ocurre en otras áreas de la medicina, lamen-
los autores informaran respecto a estas propieda-
des o por lo menos dar una referencia donde uno
tablemente nuestra confianza no puede ser ciega. pueda corroborarlo.
Una revisión reciente (9) reporta un análisis
crítico de 75 publicaciones elegidas aleatoriamente Validez: Se refiere conceptualmente a si el
que reportaban el uso de uno o más instrumentos instrumento verdaderamente está midiendo lo que
para evaluar C de V. De ellas, en sólo 11 (15%) los se pretende medir. Si recordamos lo planteado en
investigadores habían definido conceptualmente C las líneas iniciales de este artículo, podemos decir
de V, en 27 (36%) daban razones de por qué ha- que la validez corresponde a qué tan cercana, al
bían elegido el instrumento de calidad de vida usa- verdadero valor del fenómeno, se encuentra la es-
do y en sólo 27 (38%) resumían los resultados ob- timación realizada en la medición.
tenidos en un índice compuesto. Lo que resulta Existen diferentes formas de valorar la vali-
aún más llamativo es que ninguno hacía una distin- dez, entre las que se pueden mencionar:
ción entre C de V en General y C de V Relacionada a) validez de fachada, que corresponde a
con Salud. la apreciación subjetiva respecto de qué tan creí-
A la inquietud anterior se agrega el observar ble es el instrumento o procedimiento de medición.
que frecuentemente se usan escalas e instrumen- Por ejemplo, si alguien les menciona que para
tos de medición, así como cuestionarios de cali- medir el peso de los individuos que acuden a
dad de vida, que han sido simplemente traducidos consultar usará como instrumento de medición el
desde su lenguaje original; en esta conducta erró- buen ojo que tiene la secretaria para calcular los
nea no existe la preocupación de conocer si el ins- pesos, no requiere mayor explicación para enten-
trumento es adecuado a la población en que se der que ello no tiene validez de fachada. Si, por
quiere aplicar, o si tiene las mismas propiedades otro lado, ustedes revisan una publicación o les
psicométricas que las reportadas en la población piden su opinión respecto de un instrumento para
en que se diseñó. medir C de V en pacientes con osteoartrosis, y les
En consecuencia, el saber leer entre líneas y dicen que en el instrumento se incluyen ítems ta-
ser capaz de interpretar adecuadamente la infor- les como frecuencia cardiaca después de caminar
mación que se lee resulta una habilidad necesaria 50 m, número de horas de sueño, presencia de
para hacer un buen uso de nuestro tiempo de lec- síntomas digestivos o respiratorios y consumo de
tura. alcohol, sin duda responderán que ese instru-
Con relación a las mediciones en general y mento no tiene validez de fachada. Este aspecto
las medidas de C de V en particular, deberíamos es de las pruebas más débiles de validez; por ello,
poner especial atención en algunas de sus propie- por sí solo no es suficiente para aceptar que un
dades básicas: instrumento o cuestionario sea válido.
1) Confiabilidad b) validez de contenido (extensión o ampli-
2) Validez tud), la cual se refiere a si el cuestionario de C de
3) Sensibilidad al cambio. V incluye todos aquellos aspectos de C de V rele-

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vantes para el paciente (y el médico o investiga- drían niveles más altos que individuos controles
dor). Si ustedes recuerdan, por ejemplo, el “Arthritis normales. Otro constructo a valorar podría ser que
Impact Measurement Scales 2” (AIMS 2), él inclu- los pacientes tratados con aspirina disminuirán sus
ye, entre otros, datos relativos al nivel de movili- niveles de VHS.
dad, funcionalidad, tareas de autocuidado, nivel de En relación con la validez, un instrumento o
dolor, apoyo de familiares y amigos, trabajo, esta- medición no siempre cumple con todos los as-
do de animo, etc. (10). Todo ello lo hace, sin duda, pectos mencionados; sin embargo, mientras más
un instrumento que tiene validez de contenido. de ellos se cumplan, mayor será la credibilidad del
instrumento o escala utilizado.
c) validez de criterio (certeza), corresponde La tercera propiedad, de interés en casi
al concepto de si los resultados obtenidos con el todo tipo de medición, incluyendo la evaluación
instrumento se correlacionan con los del criterio específica de C de V, es la sensibilidad al cam-
estándar o gold standard; por ejemplo, si los resul- bio, también conocida como capacidad de res-
tados de una versión acortada de un instrumento puesta o validez discriminativa. Esta propiedad
(la medición) se comparan con los resultados del corresponde a la capacidad de la medición de
índice completo (el cual sería el criterio estándar). detectar el mínimo cambio de importancia clíni-
Otro ejemplo puede ser un instrumento para medir ca. Ello es particularmente relevante cuando
movilidad en general de pacientes con AR, el cual usamos este tipo de instrumentos para valorar
se podría correlacionar con mediciones específi- los resultados de una maniobra terapéutica. En
cas de caminar, girar, pararse. estas circunstancias no basta con sólo demos-
trar validez y confiabilidad, sino que además el
d) validez de constructo (racionalidad bio- instrumento o cuestionario que se use deberá
lógica); este aspecto corresponde a si los resulta- ser capaz de detectar los más mínimos cambios
dos obtenidos con el instrumento son similares a de importancia clínica.
las expectativas del investigador al comparar di- Si no tuviera esta capacidad resultaría difícil
cho resultado con otras evaluaciones indirectas del determinar con exactitud el verdadero efecto que
mismo fenómeno. En situaciones en que no existe podría tener un tratamiento o incluso la historia
un patrón estándar (gold standard) se trata de re- natural de una enfermedad cualquiera.
lacionar lo que estamos midiendo con algún otro El objetivo de este artículo ha sido continuar
atributo o constructo. Veamos esto con unos ejem- presentando e ilustrando aspectos metodológicos
plos: imaginemos que estamos en 1940 y recién relativos a nuestra práctica clínica habitual y al uso
se ha descubierto la VHS (no existen otros que hacemos de la literatura médica. La intención
reactantes de fase aguda). Algunas hipótesis o es invitarlos a considerar, si es que aún no lo han
constructos que podrían evaluar la validez de la hecho, estos elementos con el espíritu de permitir
VHS como indicador de actividad de la enferme- mejorar nuestras habilidades en la práctica de la
dad serían que los pacientes con artritis clínica ten- medicina basada en la evidencia.

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