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Universidad de Holguín

Oscar Lucero Moya

Trabajo Investigativo de Física


Segundo Año de Ingeniería Informática

La Teoría del Caos y la Física

Autores:
Carlos Javier Córdova Reyes
Oscar Luís Montejo Ponce de León

Año 2007
Introducción

El concepto de caos a menudo puede crear en nosotros una idea negativa, una visión de
desorden en donde la cosas no funcionan bien, en un mundo en donde lo establecido y lo
"correcto" es precisamente el orden. Si consideramos que el paradigma bajo el cual siempre
hemos crecido es el del orden, entonces es realmente "caótico", al menos para mi, pensar
que el orden es un desorden armonioso, algo necesario para la continuidad universal.

Desde el momento en que estamos hablando de establecer una nueva forma de concebir al
mundo, no será fácil asimilar rápidamente esta visión debido a que se trata de un nuevo
paradigma, es mas, coincido con algunos autores que señalan que la Teoría del Caos o
Caología no es fácil de entender y muchas veces sus conceptos pueden confundir mas de lo
que intentan explicar. Desde esta perspectiva trataré de hacer algunas breves reflexiones
con respecto a esta novedosa teoría, esperando no caer en una confusión que haga un "total
caos" en mis ideas.
La regularidad del mundo

La Física tal como la conocemos es algo relativamente reciente. Ello no quiere decir que,
en la antigüedad, el ser humano curioso no pretendiera dar una explicación más o menos
racional a los fenómenos naturales del mundo que le rodeaba, especialmente cuando
constataba ciertas regularidades, por ejemplo, veía que el Sol amanecía y se ponía todos
los días, que el día tenía una duración que seguía unas pautas determinadas que se repetían
a lo largo del tiempo, que una piedra dejada caer desde lo alto de una torre aceleraba su
movimiento etc.

Estas regularidades le servían para predecir acontecimientos futuros. No sólo esto. Buscaba
encontrar sincronías entre ciertos fenómenos, de modo que observando unos pudiera
predecir lo que iba a ocurrir en otros, valga por ejemplo la Astrología que posiblemente fue
el motor que permitió el desarrollo de la astronomía.

Sin embargo tanto el conocimiento científico basado en el experimento riguroso, como la


aplicación, también rigurosa, de la matemática a la física son recientes, muy recientes. Para
fijar unos hitos tenemos, por ejemplo, a Galileo Galiei(1564-1642) y Newton(1643-1727).

Sobre todo el primero, Galileo, chocó de plano con las ideas de su tiempo. Aunque,
cuidado, no se debe en ningún momento tachar de ignorantes ni de malévolos a la mayoría
de los detractores del italiano, simplemente, su forma de entender el conocimiento era
distinta, daban más importancia a la elucubración mental (el movimiento no existe, había
dicho mucho tiempo antes Zenón). La “palabra de Dios” expresada literalmente en la
Sagrada escritura era fuente incontestable de sabiduría y Aristóteles era el “sabio”; sin
olvidar que el sentido común estaba del lado de muchos de los modelos al uso. Por
ejemplo, en astronomía, los modelos geocéntricos estaban más de acuerdo con el sentido
común que los heliocéntricos y también el sentido común decía que una pluma caía mas
despacio que una bala.

El paso que dio Galileo fue medir con todo el rigor que le fue posible e intentar explicar
de un modo cuantitativo sus resultados (cuando realmente midió, que posiblemente fue
bastante menos de lo que el mismo afirmaba haber hecho, pero esta es otra historia sobre la
que habría mucho que escribir y no sólo en el caso de Galileo), a la par que intentar separar
lo accesorio de cada suceso de lo fundamental; incluso fue precursor del “experimento
mental” (Gedanken experiment) tan querido a Einstein, véanse por ejemplo los diálogos...
"Supongamos un barco..., etc."

Newton, otro monstruo, dio el paso definitivo convirtiendo la física en geometría


(Principios matemáticos de la filosofía natural, es su obra cumbre). A partir de él y con
contribuciones importantísimas de otros muchos pensadores, como Lagrange, Laplace,
Fourier, etc., se construyó el solidísimo cuerpo de lo que ha venido en llamarse la física
Newtoniana.
La técnica fundamental de esta forma de conocimiento es el reduccionismo: los
fenómenos se despojan de lo accesorio y se simplifican a lo que se piensa es la raíz del
fenómeno y las ecuaciones que describen la naturaleza son en general ecuaciones
diferenciales lineales. Los fenómenos están claramente descritos por estas ecuaciones,
perfectamente reversibles en el tiempo. La forma de entender y explicar la naturaleza de
Newton, el “paradigma newtoniano”, describía el mundo como un reloj perfecto. El tiempo
y el espacio eran absolutos y la naturaleza estaba regida por unas leyes precisas y perfectas.
Esto llevó a Laplace(1749-1827) a afirmar que una mente que pudiera conocer en un
instante dado todas las variables del Universo conocería unívocamente el pasado y el
presente del mismo.

Estas ideas funcionaron bien y aun siguen funcionando, gracias a ellas vuelan los aviones,
se sostienen los puentes y se ha llegado a los confines del sistema solar. Sin embargo, ya
en el siglo XIX, se observó que había casos en que el método newtoniano fallaba, incluso
estrepitosamente, era el caso de los sistemas formados por conjuntos grandes de
elementos, por ejemplo los gases. Para ellos, L. Bolzmann (1844-1906) y otros científicos
crearon la mecánica estadística, parecía pues que existían dos “físicas”, una para los
sistemas formados por pocos elementos la mecánica newtoniana y otra para los formados
por muchos, la mecánica estadística. Sin embargo, ya hubo entonces científicos, como el
francés J. H. Poincaré (1854-1912) que entrevieron que sistemas formados por un reducido
número de elementos podían evolucionar de modo que progresivamente fuera haciéndose
impredecible su comportamiento.

Los sistemas caóticos

Para Poincaré los sistemas venían determinados por un conjunto de condiciones iniciales,
sin embargo estas nunca se podrían conocer con precisión absoluta y en consecuencia poco
a poco se iría perdiendo el recuerdo de las mismas y los sistemas se harían impredecibles.
Las leyes deterministas se cumplían pero era imposible la solución exacta de las ecuaciones
que implicaban, así por ejemplo los sistemas planetarios, prototipo del máximo reloj
cósmico, parecen evolucionar según las leyes de Kepler, que pueden deducirse por
aplicación de las de Newton y la ley de gravitación, sin embargo estas leyes sólo son
rigurosamente validas si no se consideran interacciones entre los diferentes planetas. No
obstante. Estas ocurren y producen perturbaciones infinitesimales en el movimiento de los
planetas. ¿Quién asegura que estas perturbaciones no acabarán a lo largo del tiempo por
desequilibrar el conjunto y éste se volverá “caótico”?

Curiosamente las perturbaciones a que se hace referencia no son producto del azar, son
consecuencia de las propias leyes de Newton.

Las ideas de Poincaré quedaron algo olvidadas, aunque el progreso de la física siguió con
dos rupturas, la teoría de la relatividad, en la cual es espacio y el tiempo dejaban de ser
absolutos y la masa de un móvil dependía de su velocidad, y la mecánica cuántica, en la
que al binomio objeto medido - instrumento de medida se unía un tercero en discordia, el
operador, y la precisión en la medida quedaba limitada intrínsecamente por el principio de
incertidumbre de Heisenberg. A principio de los años cincuenta, el matemático americano,
trasplantado a meteorólogo, E. Lorentz (nada que ver con el etólogo ni con el físico de
similar apellido), casi por casualidad, descubrió que, al resolver numéricamente utilizando
los ordenadores de que se disponía entonces, pequeñísimas diferencias en las condiciones
iniciales de un problema conducían a soluciones muy diferentes. Como ocurre tantas veces
en ciencia, las ideas de Poincaré se rescataban. Quizás el pensador francés se había
anticipado a su tiempo.

Lorentz acuñó el término efecto mariposa (“el aleteo de una mariposa en California, puede
provocar una tormenta tropical en Australia”) para indicar aquellas situaciones en las que
una pequeña causa puede multiplicarse de tal modo que acabe produciendo un resultado
catastrófico.

Estas situaciones se caracterizan por:

• Estar descritas matemáticamente por sistemas de ecuaciones diferenciales no


lineales
• Presentar gran sensibilidad a las condiciones iniciales, con sinergias y
retroalimentaciones, en los que aparecen en consecuencia "efectos mariposa"
• Ser disipativas, es decir que para evolucionar necesitan un aporte constante de
energía
• En su devenir se va perdiendo información de modo que al cabo de un tiempo, más
o menos largo, pierden toda relación con las condiciones iniciales
• Se dice que presentan un comportamiento de caos determinista.

La expresión caos determinista puede parecer una contradicción en los términos,


enfrentados caos y desorden frente a determinismo y orden. Con ella precisamente quiere
darse a entender que la perdida de la información que caracteriza al caos no es debida a
circunstancias más o menos aleatorias, como las que se contemplan en la última revolución
de la Física, la mecánica cuántica, sino a las precisas leyes deterministas de la física clásica.

Resumiendo, el comportamiento caótico de un sistema físico nos lo podemos encontrar


prácticamente en todas partes y es una representación real de la naturaleza. La
representación y modelización de estos sistemas complejos puede ser complicada, sin
embargo, su tratamiento no es imposible y abre una muy interesantes perspectivas a la
investigación científica en todos los campos. Ejemplos de sistemas en los que puede
aparecer un comportamiento caótico

• Mecánica celeste (3 cuerpos)


• Fluidos
• Láseres y sistemas ópticos no lineales
• Sólidos
• Plasmas
• Aceleradores de partículas
• Reacciones químicas (Belusov-Zabotinsky)
• Dinámica de poblaciones (cazador-presa)
• Sistemas biológicos diversos
• Economía y sociología
Bibliografía

Teoría del Caos.


www.cibernous.com/autores/elcaos/teoria/

Ensayo sobre la Teoría del Caos.


www.monografias.com

Teoría del Caos.


www.wikipedia.com

El Caos y la Física.
centros5.pntic.mec.es/ies.victoria.kent/Rincon-C/Curiosid/Rc-49/Rc-49.htm

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