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¿A qué llamamos género narrativo? ¿Cuáles son las características generales que lo
definen?
Aristóteles.- Aunque en su caracterización del género mixto adquiere una importante
significación su delimitación respecto a las diferencias y similitudes que lo separan del
género dramático, uno de los rasgos primordiales de la narración es la mimesis de acciones,
a la que sigue, con carácter secundario, la mimesis de hombres actuantes. La narración de
acciones –el hecho de contar una historia- no es privativo del relato, sino que es un
elemento compartido con el género dramático. Esta perspectiva ha sido recuperada
recientemente en las descripciones narratológicas, a través de una idea que mantiene la
similitud de la estructura profunda del texto narrativo y el texto dramático, cuyas diferencias
residirían en el modo específico de ejecutar la mimesis (Bobes Naves).
La inclusión tradicional de la Novela y la Epopeya en el Género Épico obedeció a su
caracterización conjunta como “narración” de algún acontecimiento. La Epopeya Clásica
derivó en la E. M. en el “Cantar de Gesta” concebido como “Epopeya Nacional”. La
presencia del héroe se consolidó como rasgo distintivo, consolidándose como tal en la E.M.
y el Renacimiento, etapas en las que se observa una amplia tipología del género.
Sin embargo, los Siglos de Oro asisten al desarrollo de otras formas en prosa que irán
desplazando a las anteriores: la novela y la novela corta, que adquieren paulatinamente
importancia como nuevas formas de expresión. El éxito de estos géneros en la Ilustración y
el Romanticismo es complejo de explicar. Por un lado, el papel de los lectores es
fundamental, al devorar literalmente todo tipo de obras narrativas; por otro, la valoración de
la narración artística por parte de los románticos, dará paso a la preocupación teórica por
deslindar los rasgos fundamentales del género y sus diferencias con el resto. En este sentido,
la estética romántica admirará su capacidad in para aglutinar e integrar técnicas y recursos,
así como la libertad creativa que permite al artista. Respecto a la novela, muchos artistas
vieron en ella el “baluarte de la liberación artística” Chateaubriand (1768-1848), Nodier
(1780-1844) o Rémusat ( 1797-1875) manifestaron cómo la novela moderna, privada e
histórica era la forma “privilégié de la société fraçaise issue la Révolution”; Henry James
(1813-1916) la califica como “la más magnífica obra de arte”. Por su parte, Hegel
caracterizó la narrativa como el género capaz de representar la totalidad de los objetos. El
narrador se sitúa frente al mundo con voluntad objetiva e independiente. Su característica
esencial, aunque no exclusiva, además de la presencia de la voz narrativa, es su dinamismo
temporal-espacial.
S. XX:
Todorov.- Parte de la confrontación narración/descripción. El relato aparece como
encadenamiento cronológico y a veces causal de unidades discontinuas. Lo específico de la
narración es que implica una transformación radical de la situación inicial, frente a la simple
sucesión o yuxtaposición de elementos, propia de la descripción.
Hamburger y Genette orientan los estudios a partir de la línea común narrativa-
dramática. La autora alemana insiste que según la definición aristotélica los únicos géneros
literarios propiamente dichos son el drama y el relato en 3ª persona. Sólo ellos se ajustan a
las exigencias de la verosimilitud y constituyen formas de ficción en el sentido pleno de la
palabra. En el poema lírico y en el relato en primera persona el sujeto de la enunciación se
comporta como un locutor normal, que elabora su enunciado a partir de un material previo.
Genette diferencia, siguiendo la distinción platónica, dos tipos de relato: relato de
hechos (diégesis) y relato de palabras (mimesis).
Por otra parte, la intensificación del enfoque comunicativo por parte de corrientes
como la Estética de la Recepción, la Lingüística del Texto, la Neorretórica... ha dado como
resultado la incorporación al análisis del texto narrativo de factores del esquema de la
comunicación como el autor implícito (distinto tanto del narrador como del autor real) y el
lector implícito o narratario ( distinto del lector externo) en cuanto elementos instalados en
el interior del texto.
Conceptos retomados de la tradición poético-retórica:
A) Fábula (material inerte) – trama (configuración artística)
La fábula según Aristóteles, ha de regirse por 3 criterios: verosimilitud, necesidad
(causalidad) y decoro.
B) Componentes de la estructura narrativa: narrador, historia, actantes, tiempo, espacio,
discurso (Aristóteles)
C) Concepción de la narratio como ars, esto es, como técnica sometida a las exigencias del
orden, ritmo y decoro (Retórica)
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aunque no siempre se encuentra formalmente representado en él. Pueden existir varios en el texto. Sus signos formales son: tú,
querido lector, quién no ha visto alguna vez?
Esquema simple: ¿Qué debe detectarse en el relato?
1.- Número de narradores
2.- Persona de la voz narrativa: 1ª (autobiográfica, “yo” del narrador=al personaje central;
“yo”= personaje secundario que aparece de forma esporádica, testigo fiel de los hechos);
Multiplicidad de voces (novela epistolar); 3ª (narrador omnisciente/narrador objetivo) y a
quién corresponde dicha voz: narrador, autor implícito, personajes.
3.- ¿Cuánto sabe el narrador? ¿Cuánto oculta, dónde y por qué?
4.- Forma de su discurso, es decir, rasgos: registros de habla que utiliza, expresiones que
indican simpatía o animadversión hacia lo que cuenta, resumen de los hechos (panorámica),
presentación de diálogo – reproducción de una situación concreta (escénica), recursos
humorísticos, distanciamiento de los hechos, implicación en los acontecimientos (cómo
toma partido...), grado de objetividad.
5.- Elementos que manipula y, por tanto, grado de manipulación: tiempo, espacio,
personajes, narratario...
C) LOS PERSONAJES
Cuestiones a resolver: qué es un personaje, cómo se construye, qué función desempeña en la
trama, para qué sirve (trascendencia en la narración)
¿Qué es? Aquel elemento del texto que se desenvuelve en él con las características de una
persona sin que pueda identificarse con ninguna. Es un agente de la acción (Aristóteles),
ámbito en el que se ponen de manifiesto sus cualidades constitutivas, esto es, su carácter.
Desde distintas perspectivas el personaje puede ser considerado: a) como un elemento
funcional, un signo en el marco de un sistema; b) elemento que representa un paradigma
ideológico (marxismo, Bajtín). El personaje es el portavoz de las estructuras mentales de un
determinado grupo social; c) fenómeno literario (Mauriac) nacido de la observación de otros
hombres y del propio escritor y formado con elementos tomados del mundo real. El
personaje se presenta, en este sentido, como resultado del contrato suscrito por el novelista y
la realidad; d) el interés por la subjetividad (romanticismo) y la psicología ha tenido como
consecuencia un relativo desinterés por los hechos y una atención hacia el mundo interior
del personaje o hacia su visión existencial. La personalidad y conducta del personaje
(novela psicológica) sirven para indagar en el conocimiento de la psique humana. Esta
concepción ha sido rebatida por Todorov, para quien lo psicológico no está en los
personajes, cualidades o acciones, sino en la impresión que el lector extrae a partir del
reconocimiento de ciertas relaciones.
¿Cómo se construye?
El personaje ha de poseer una serie de rasgos físicos y psíquicos que el lector advierte
bien por la descripción que se hace de él a través del texto, bien por sus acciones, reacciones
o comportamiento en general. Por ello el análisis del personaje no sólo ha de responder a la
pregunta ¿cómo es?, sino también ¿cuál es la fuente de la que proceden los datos?. En este
sentido es preciso tener en cuenta que si es otro personaje el informador, debemos valorar la
relación de éste con el primero.
Rasgos caracterizadores: pueden proceder:
-de su participación en la acción en su condición de agente, es decir, de la función que
desempeña respecto a la trama: principal, secundario/fijos(crean ambiente, dan forma a unos
comportamientos sociales estereotipados), móviles (mayor relevancia en la trama, mayor
grado de actuación)
-de los rasgos constitutivos de su personalidad: físicos o de carácter: rasgos morales, éticos,
intelectuales. Conjunto de atributos que conforman su identidad y conducta. Respecto a
este aspecto, se dan dos tipos esenciales de caracterización, correspondientes a dos etapas de
la historia literaria: Estática.- Representada por la épica primitiva, tiende a crear personajes
planos, clichés a los que se alude por medio de fórmulas: el bondadoso....y que pueden
presentarse bajo un nombre común y no propio: el rey, las damas.....
Dinámica.- Desde la E. Media, se atiende paulatinamente al interior del individuo. Los
recursos son básicamente dos: Dramatización del mundo interior del personaje a través de
sueños, apariciones sobrenaturales, estilo indirecto libre (narrador); Monólogo interior ( el
personaje, dominado por conflictos internos, mantiene una disputa consigo mismo) y/o
Corriente de conciencia (fluir de la conciencia, orden mental)
Medios de caracterización: descripción física, retrato (caracterización física, psíquica y
moral del personaje), comportamiento, adjetivación.
Forma de efectuarla: al inicio del relato, durante el relato (muy importante relacionar con
la fuente).
Tipo de presentación: Retórica realista.- los personajes se construyen de acuerdo con las
pautas existentes en la realidad. Verosímiles; Retórica imaginativa.- no responden a tipos
conocidos, parten de la realidad, pero el resultado es inverosímil o fantástico: hadas,
duendes, personajes de Kafka....
Fuentes de información: cuatro procedimientos esenciales
-del propio personaje: autorretrato, novela epistolar, monólogo interior, memorias,
confesiones.
- de otro personaje
- narrador heterodiegético.- omnisciente, testigo, diseminación de rasgos a lo largo del
relato
- combinación de los anteriores
Funciones
- Respecto a la trama: relacionado con la acción (principal, secundario); según su relación
con otros personajes (oponente, ayudante, destinatario, actante de la acción –agente-)
- Narrador
D) EL TIEMPO
Desde el plano filosófico, la categoría “Tiempo” ha sido identificada a través de
cuatro modalidades fundamentales: Tiempo físico (categoría ontológica); Tiempo crónico o
convencional (fundamentado en el tiempo físico, una vez supeditado a divisiones y
organizaciones específicas: reloj, calendario...); Tiempo Psicológico (Su duración no es
sentida de la misma manera por todos. El tiempo psicológico o interior tiene como correlato
el tiempo físico, aunque su elemento regulador lo constituyen factores de índole
preponderantemente emotiva. También se denomina “tiempo de la conciencia”.); Tiempo
lingüístico (vinculado a la palabra, es decir, a la forma de expresar la dimensión temporal a
través del discurso. En este caso, el eje articulador del tiempo es el sujeto de la enunciación:
el tiempo se instaura cada vez que un hablante se apropia del código de la lengua para
satisfacer sus necesidades comunicativas. El tiempo lingüístico se diferencia de los otros
tipos de tiempo en que se instaura en cada acto comunicativo y posee una naturaleza
claramente intersubjetiva).
El tiempo en la creación literaria y en la narración.- Todos los tiempos anteriores caben
dentro del relato, aunque, al quedar inscritos bajo los códigos específicos del ámbito
literario, están supeditados a clasificaciones o tipologías específicas:
Tiempo figurado.- Imagen del tiempo creada por la ficción literaria. Actúa como un
principio constructivo y de él dependen el papel y el sentido que adquieren los distintos
tipos de tiempo en el marco de la estructura literaria. Cada época y cada corriente estética
conciben esta categoría de una forma peculiar. Por exigencias del tiempo lingüístico, el
tiempo literario discurre en torno al eje de la sucesividad. La simultaneidad, posible en las
artes plásticas, le está vedada a la literatura, aunque muchos esfuerzos aparecen
encaminados a conseguir este efecto (disposición en columnas).
Tiempo de la historia.- Tiempo en el que se sitúa el material del relato y duración.
Tiempo de la narración.- Disposición del tiempo en el relato, forma en la que se suceden los
elementos. Implica la selección de acontecimientos y subraya unas secuencias frente a otras.
A partir del eje orden, duración y frecuencia, Genette ordena las formas de
manipulación del relato:
ORDEN.- Hace referencia al tiempo de la narración. El tiempo puede responder a una
progresión que avanza del pasado al futuro. En este sentido, el tiempo se emplea como
sucesividad en la que tiempo histórico y tiempo narrativo coinciden. Cuando esto no es así,
ha de especificarse el tipo de manipulación temporal a la que se supedita la narración. La
alteración de la sucesión normal del tiempo recibe el nombre de anacronía, presentando dos
formas básicas: analepsis (retrospección) y prolepsis (anticipación).
DURACIÓN.- Ligada al tiempo psicológico, engloba una serie de procedimientos para
acelerar o ralentizar la velocidad o tempo del relato, principalmente cinco:
Figuras de aceleración: elipsis (silenciamiento de cierto material de la historia que no pasa
al relato: “tres días después...”); sumario ( el material de la historia sí pasa al relato, pero
condensado. Se caracteriza por la síntesis y la concentración del material: “su etapa de
universitario no estuvo exenta de sorpresas...”).
Escena.- Encarna la igualdad entre la duración de la historia y del relato, encuentra en el
diálogo su manifestación discursiva más frecuente.
Figuras de ralentización: Pausa (el relato se interrumpe, por ejemplo, mediante una
descripción) ; Digresión reflexiva (discurso abstracto, valorativo. Monólogo interior)
FRECUENCIA.- Hace referencia al número de veces que un acontecimiento de la historia
es mencionado en el relato. A partir de aquí se habla de Relato repetitivo (denota cierto
grado de obsesión del narrador por un acontecimiento determinado, normalmente anterior.
Reproduce n veces en el relato algo ocurrido una sola vez den la historia); Relato
singulativo (Se reproduce en el relato tantas veces como ha ocurrido en la historia) ; Relato
iterativo (se mencionan un número n de veces en el relato, acontecimientos que sólo han
ocurrido una sola vez en la historia.
(Desde una perspectiva particular, P. Ricoeur propone una triple división: Tiempo
prefigurado: representa el tiempo de la existencia real, el tiempo-material sobre el que se
ejerce la actividad artística; El Tiempo configurado: alude a la manipulación y organización
del tiempo en el texto artístico; El Tiempo refigurado: recreado a través del acto de lectura y
asociado, por tanto, a las peculiaridades individuales de la recepción)
E) ESPACIO
-Lugar en el que se ubican los distintos elementos del relato
Situación de los personajes
Tipos de espacio, Funciones:
1. Con respecto a la trama narrativa: En función al mayor o menor protagonismo del espacio
en la trama: espacio-marco o soporte de la acción/ espacio influyente o espacio que
desempeña una función específica en la trama: centro neurálgico de la trama, por ejemplo/
espacio estereotipado, o situación en la que se ha hecho común identificar algunos hechos:
declaración amorosa-jardín.
2. Con respecto al personaje: Espacio metafórico.- El espacio refleja aclara y justifica el
estado de ánimo y la situación del personaje; Espacio variable.- Se transforma en función a
la situación que vive el personaje; Espacio psicológico.- Evocado por el personaje.
3. Según el grado de aproximación al mundo objetivo: Espacios construidos de acuerdo con
el modelo de espacio referencial (descripciones realistas u objetivistas); Espacio verosímil
(persigue el efecto de referencialidad y se presenta con atributos de espacio existencial);
Espacios fantásticos ( se apartan de las leyes del mundo objetivo: Comala en Pedro Páramo,
de Juan Rulfo).
Funciones: compositiva.- determinados lugares funcionan como elementos canalizadores
del material narrativo (picaresca); exposición de relaciones de índole ideológica o
psicológica : protección, hostilidad, oposición (ciudad/campo en La Regenta).
Descripción del espacio.- La recreación del espacio en la literatura ha variado a lo largo de
la historia: Edad Media/Renacimiento: predominio del “locus amoenus”; Siglo XIX: el
realismo tiende a la rigurosidad en el inventario de la realidad representada. Se mueve a
través de coordenadas horizontales (panorámica fondo) y verticales (altura); Siglo XX:
Recursos cinematográficos: focalización, perspectivismo, contraste del espacio con el
personaje...etc.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA: LA NARRACIÓN ARTÍSTICA
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