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EL GÉNERO NARRATIVO

¿A qué llamamos género narrativo? ¿Cuáles son las características generales que lo
definen?
Aristóteles.- Aunque en su caracterización del género mixto adquiere una importante
significación su delimitación respecto a las diferencias y similitudes que lo separan del
género dramático, uno de los rasgos primordiales de la narración es la mimesis de acciones,
a la que sigue, con carácter secundario, la mimesis de hombres actuantes. La narración de
acciones –el hecho de contar una historia- no es privativo del relato, sino que es un
elemento compartido con el género dramático. Esta perspectiva ha sido recuperada
recientemente en las descripciones narratológicas, a través de una idea que mantiene la
similitud de la estructura profunda del texto narrativo y el texto dramático, cuyas diferencias
residirían en el modo específico de ejecutar la mimesis (Bobes Naves).
La inclusión tradicional de la Novela y la Epopeya en el Género Épico obedeció a su
caracterización conjunta como “narración” de algún acontecimiento. La Epopeya Clásica
derivó en la E. M. en el “Cantar de Gesta” concebido como “Epopeya Nacional”. La
presencia del héroe se consolidó como rasgo distintivo, consolidándose como tal en la E.M.
y el Renacimiento, etapas en las que se observa una amplia tipología del género.
Sin embargo, los Siglos de Oro asisten al desarrollo de otras formas en prosa que irán
desplazando a las anteriores: la novela y la novela corta, que adquieren paulatinamente
importancia como nuevas formas de expresión. El éxito de estos géneros en la Ilustración y
el Romanticismo es complejo de explicar. Por un lado, el papel de los lectores es
fundamental, al devorar literalmente todo tipo de obras narrativas; por otro, la valoración de
la narración artística por parte de los románticos, dará paso a la preocupación teórica por
deslindar los rasgos fundamentales del género y sus diferencias con el resto. En este sentido,
la estética romántica admirará su capacidad in para aglutinar e integrar técnicas y recursos,
así como la libertad creativa que permite al artista. Respecto a la novela, muchos artistas
vieron en ella el “baluarte de la liberación artística” Chateaubriand (1768-1848), Nodier
(1780-1844) o Rémusat ( 1797-1875) manifestaron cómo la novela moderna, privada e
histórica era la forma “privilégié de la société fraçaise issue la Révolution”; Henry James
(1813-1916) la califica como “la más magnífica obra de arte”. Por su parte, Hegel
caracterizó la narrativa como el género capaz de representar la totalidad de los objetos. El
narrador se sitúa frente al mundo con voluntad objetiva e independiente. Su característica
esencial, aunque no exclusiva, además de la presencia de la voz narrativa, es su dinamismo
temporal-espacial.
S. XX:
Todorov.- Parte de la confrontación narración/descripción. El relato aparece como
encadenamiento cronológico y a veces causal de unidades discontinuas. Lo específico de la
narración es que implica una transformación radical de la situación inicial, frente a la simple
sucesión o yuxtaposición de elementos, propia de la descripción.
Hamburger y Genette orientan los estudios a partir de la línea común narrativa-
dramática. La autora alemana insiste que según la definición aristotélica los únicos géneros
literarios propiamente dichos son el drama y el relato en 3ª persona. Sólo ellos se ajustan a
las exigencias de la verosimilitud y constituyen formas de ficción en el sentido pleno de la
palabra. En el poema lírico y en el relato en primera persona el sujeto de la enunciación se
comporta como un locutor normal, que elabora su enunciado a partir de un material previo.
Genette diferencia, siguiendo la distinción platónica, dos tipos de relato: relato de
hechos (diégesis) y relato de palabras (mimesis).
Por otra parte, la intensificación del enfoque comunicativo por parte de corrientes
como la Estética de la Recepción, la Lingüística del Texto, la Neorretórica... ha dado como
resultado la incorporación al análisis del texto narrativo de factores del esquema de la
comunicación como el autor implícito (distinto tanto del narrador como del autor real) y el
lector implícito o narratario ( distinto del lector externo) en cuanto elementos instalados en
el interior del texto.
Conceptos retomados de la tradición poético-retórica:
A) Fábula (material inerte) – trama (configuración artística)
La fábula según Aristóteles, ha de regirse por 3 criterios: verosimilitud, necesidad
(causalidad) y decoro.
B) Componentes de la estructura narrativa: narrador, historia, actantes, tiempo, espacio,
discurso (Aristóteles)
C) Concepción de la narratio como ars, esto es, como técnica sometida a las exigencias del
orden, ritmo y decoro (Retórica)

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CARACTERIZACIÓN DEL TEXTO NARRATIVO


1) Lo distintivo de un relato es la narración de una historia: los hechos constituyen el
soporte fundamental de un relato.
2) En cuanto construcción imaginaria el relato de ficción implica la creación de
mundos, parecidos o no a la realidad efectiva pero, en cualquier caso, mundos alternativos
al mundo objetivo, sustentados en la realidad. La ficción constituye pues, una forma de
representación gracias a la cual el autor plasma en el texto mundos que, globalmente
considerados, no tienen consistencia en la realidad objetiva, ya que su existencia es
puramente intencional. Todo es ficticio en el ámbito del relato: narrador, personajes,
acontecimientos...La realidad efectiva no es más que el material que el arte transforma y
convierte en realidad de ficción. Existen tres tipos básicos de modelo de mundo, segúin la
propuesta de Albaladejo: el de la realidad efectiva, el de lo ficcional verosímil y el de lo
ficcional no verosímil. Tipo I: constituido por las reglas o instrucciones del mundo real
efectivo y, por tanto, su contenido puede ser verificado empíricamente. Los textos que se
acogen a este modelo son de carácter histórico, periodístico o científico, en suma, no
ficcionales. Tipo II o de lo ficcional verosímil: contiene instrucciones diferentes de las
propias de la realidad efectiva aunque semejantes a ellas. Todos los inscritos en él son
mundos posibles. Tipo III o de lo ficcional inverosímil: incluye instrucciones que no son
siquiera semejantes a las de la realidad efectiva. Se trata de mundos cuya existencia es sólo
posible en el ámbito mental, aunque nada impide que en otro tiempo o lugar lleguen a
adquirir una existencia efectiva. En una línea similar, aunque con matices, D. Villanueva
sostiene que lo que interesa de la teoría de los mundos posibles no es la dimensión
intensional sino la extensional (sigue a Ingarden) La experiencia estética que el texto facilita
implica la relación entre el mundo del autor –proyectado a través de los signos y las
convenciones literarias- y el mundo de los lectores. La clave de la ficción –el pacto
ficcional- no depende tanto del texto ni del referente exterior que el texto imita o refleja,
sino de la colaboración del receptor.
3) Una de las claves o elementos más identificativos es la presencia del Narrador como
organizador del relato, como intermediario entre la historia y el receptor.
4) La narración es un tipo de comunicación en diferido, pues emisor y receptor no
coinciden temporalmente.

CONFIGURACIÓN DEL TEXTO NARRATIVO

A) LA DESCRIPCIÓN DE LOS ACONTECIMIENTOS


Historia.- El material no ha recibido todavía una configuración dentro del texto narrativo.
En el proceso de producción textual se encuentra en el punto de partida.
Trama.- El material se encuentra textualmente configurado, esto es, provisto de una forma.
En el proceso de producción textual se encuentra al final del trayecto de lectura. Puede ser
definida como el desarrollo de la acción novelesca en el tiempo, momento en el que se
intercalan los personajes, las anécdotas...etc. El texto puede presentar un principio y un final
“gráficos” que no coincida con el comienzo y final de la trama, sujeta a constantes
manipulaciones temporales. De forma general podemos encontrar dos tipos de relato: según
la forma de ejecutar la trama: cerrado.- presenta una trama claramente delimitada en
principio, medio y fin (no necesariamente en ese orden); abierto.- la trama se presenta de
manera discontinua y suele carecer de final. En este caso concreto, se plantea al lector el
juego de buscar aquél más oportuno a su juicio.
Será la escuela francesa la que hará suya esta distinción añadiéndole un tercer
componente: Genette separa Historia (material temático) Relato (significante o texto) y
narración (proceso a través del cual el material recibe una determinada forma en el marco
textual).
Función.- Descripción de una acción o lo que hace un personaje.
Actante.- Greimas, Bremond o Todorov responden a una concepción dramática del relato
describiendo la trama no a través de la acción sino a través de sus protagonistas. Para
Greimas, lo importante no es lo que los personajes dicen sino lo que hacen, de acuerdo con
tres grandes ejes semánticos: la comunicación, el deseo y la prueba. Su esquema actancial
consta de seis términos: Destinador—Objeto---Destinatario
Ayudante—Sujeto—Oponente
B) EL NARRADOR
¿Qué hace? ¿Cuál es su función? ¿Bajo qué formas aparece en el relato?
El narrador es el elemento central del relato desde el momento en el que todos los demás
componentes experimentan de un modo u otro los efectos causados por su aparición
(manipulación, afectación-no afectación en los acontecimientos, juegos con el lector...etc).
Narrador es quien narra, frente a Narratario o receptor – destinatario de la narración. Este
último puede aparecer o no en el texto.
Presencia del narrador en el texto: más o menos oculta, parece aceptarse la presencia del
narrador como un hecho intrínseco a la narración. Barthes, Todorov y Genette coinciden en
afirmar que, por exigencias del modelo lingüístico asumido por ellos, no es posible la
enunciación sin un sujeto enunciador, y, por tanto, un relato sin narrador. “El narrador es el
agente de todo ese trabajo de construcción que acabamos de observar, por consiguiente,
todos los ingredientes de este último nos informan indirectamente acerca de aquél. El
narrador es quien encarna los principios a partir de los cuales se establecen juicios de valor;
él es quien disimula o revela los pensamientos de los personajes, haciéndonos participar así
de su concepción de la psicología; él es quien escoge entre el discurso transpuesto, entre el
orden cronológico y los cambios en el orden temporal. No hay relato sin narrador” Todorov
(1973: 75)
Narrador-Autor.- El término “autor” se aplica a una persona física en virtud de la
actividad que desarrolla; se trata de una tarea que el texto presupone, pero que éste no
precisa para explicarse puertas adentro. Por ello, el autor recurre a una serie de máscaras
que le permiten “entrar” en el relato: el narrador, el transcriptor y editor de papeles
encontrados, el autor implícito. Este último puede compartir espacio con el narrador y se
diferencia de él, es decir, en el texto, son dos voces distintas que desempeñan distintas
funciones. Es una categoría que surge, precisamente, por la reivindicación que del autor
hiciesen las corrientes norteamericanas en un intento de frenar y difuminar la figura del
narrador. Este concepto, articulado por W.C. Booth (1961: 63), se distingue tanto del autor
real como del narrador y se define como “la imagen que el autor proyecta de sí mismo
dentro del texto”. Llámese “alter ego” o “segundo yo” su misión principal reside en hacer
partícipe al lector implícito de su sistema de valores. Ph. Lejeune, desde el análisis de la
autobiografía, hablará de un “pacto” entre autor lector, dominado por el juego en el que,
por consenso, deciden participar1.
1
Obsérvese que a cada concepto relacionado con la emisión del mensaje le corresponde otro vinculado a la recepción: el lector
implícito se corresponde con el autor implícito, es el lector imaginario al que el autor real no conoce pero sobre el que piensa
permanentemente. Esta categoría se basa en la idea de que cada mensaje selecciona un tipo de lector específico. Puede estar
representado o no en el texto. Por otra parte, el narratario se corresponde con el narrador. Es el destinatario del mensaje narrativo,
Imágenes del narrador
Historiador que somete el pasado a revisión en un intento por alcanzar el máximo
rigor respecto a la veracidad de los acontecimientos.
Testigo directo de los hechos, en calidad de protagonista o simple observador
Juez riguroso o imparcial, cuya narración se presenta como resultado de un minucioso
proceso de investigación.
Punto de vista/focalización
Este concepto se basa en el análisis del narrador en cuanto perceptor de los hechos.
Parte de las siguientes cuestiones: ¿Cuántos datos, de los que conoce, nos transmite?
¿Cuánto sabe? ¿Por qué transmite unos datos y otros no?
La doctrina sobre la visión o punto de vista alcanza su madurez en la obra de Genette, autor
que adopta el vocablo Focalización. Según su teoría, sólo aparecen focalizados aquellos
relatos en los que se da una reducción del campo de visión, es decir, aquéllos en los que la
capacidad informativa depende del narrador. Todos los tipos de omniscencia se consideran
relatos no focalizados. El término focalización funciona como sinónimo de filtro
informativo, cuya mayor o menor abertura depende del lugar en que se sitúa el foco
perceptor.
Tipos: Focalización cero (relatos no focalizados); Focalización interna.- el foco coincide
con un personaje (monólogo interior). El lector percibe el mundo narrativo a través de los
ojos del personaje, de su conciencia. La focalización sobre el propio narrador da lugar a la
narración autobiográfica; Focalización externa.- el foco se sitúa fuera del universo elegido
por el narrador, es exterior a cualquier personaje (novelas conductistas).
Tipología del narrador
Relato no focalizado (focalización cero)
Incluye todas aquellas narraciones que no experimentan restricción alguna en cuanto
al volumen de sapiencia del narrador. En este sentido, existen “grados de omniscencia”:
total, parcial, neutra (el narrador se vuelve invisible, optando por una presentación
impersonal y objetiva de los acontecimientos). Narrador en 3ª persona.
Relato focalizado externamente
Si se mantiene fiel a su objetivo, el narrador debería limitarse a informar sobre lo que
él puede captar a través de los sentidos: actos y palabras. Narrador objetivo.- Se discute qué
diferencia existe con respecto al anterior
Relato focalizado internamente
El punto de observación se sitúa en el interior del personaje para percibir el universo
representado a través de sus ojos. Narración autobiográfica, Monólogo interior (el personaje
deja fluir su conciencia, sin intervención del narrador), estilo indirecto libre (el narrador se
sitúa en la conciencia del personaje y refleja lo que pasa en su interior. La focalización
corresponde al personaje, pero no así la voz.

aunque no siempre se encuentra formalmente representado en él. Pueden existir varios en el texto. Sus signos formales son: tú,
querido lector, quién no ha visto alguna vez?
Esquema simple: ¿Qué debe detectarse en el relato?
1.- Número de narradores
2.- Persona de la voz narrativa: 1ª (autobiográfica, “yo” del narrador=al personaje central;
“yo”= personaje secundario que aparece de forma esporádica, testigo fiel de los hechos);
Multiplicidad de voces (novela epistolar); 3ª (narrador omnisciente/narrador objetivo) y a
quién corresponde dicha voz: narrador, autor implícito, personajes.
3.- ¿Cuánto sabe el narrador? ¿Cuánto oculta, dónde y por qué?
4.- Forma de su discurso, es decir, rasgos: registros de habla que utiliza, expresiones que
indican simpatía o animadversión hacia lo que cuenta, resumen de los hechos (panorámica),
presentación de diálogo – reproducción de una situación concreta (escénica), recursos
humorísticos, distanciamiento de los hechos, implicación en los acontecimientos (cómo
toma partido...), grado de objetividad.
5.- Elementos que manipula y, por tanto, grado de manipulación: tiempo, espacio,
personajes, narratario...

C) LOS PERSONAJES
Cuestiones a resolver: qué es un personaje, cómo se construye, qué función desempeña en la
trama, para qué sirve (trascendencia en la narración)
¿Qué es? Aquel elemento del texto que se desenvuelve en él con las características de una
persona sin que pueda identificarse con ninguna. Es un agente de la acción (Aristóteles),
ámbito en el que se ponen de manifiesto sus cualidades constitutivas, esto es, su carácter.
Desde distintas perspectivas el personaje puede ser considerado: a) como un elemento
funcional, un signo en el marco de un sistema; b) elemento que representa un paradigma
ideológico (marxismo, Bajtín). El personaje es el portavoz de las estructuras mentales de un
determinado grupo social; c) fenómeno literario (Mauriac) nacido de la observación de otros
hombres y del propio escritor y formado con elementos tomados del mundo real. El
personaje se presenta, en este sentido, como resultado del contrato suscrito por el novelista y
la realidad; d) el interés por la subjetividad (romanticismo) y la psicología ha tenido como
consecuencia un relativo desinterés por los hechos y una atención hacia el mundo interior
del personaje o hacia su visión existencial. La personalidad y conducta del personaje
(novela psicológica) sirven para indagar en el conocimiento de la psique humana. Esta
concepción ha sido rebatida por Todorov, para quien lo psicológico no está en los
personajes, cualidades o acciones, sino en la impresión que el lector extrae a partir del
reconocimiento de ciertas relaciones.
¿Cómo se construye?
El personaje ha de poseer una serie de rasgos físicos y psíquicos que el lector advierte
bien por la descripción que se hace de él a través del texto, bien por sus acciones, reacciones
o comportamiento en general. Por ello el análisis del personaje no sólo ha de responder a la
pregunta ¿cómo es?, sino también ¿cuál es la fuente de la que proceden los datos?. En este
sentido es preciso tener en cuenta que si es otro personaje el informador, debemos valorar la
relación de éste con el primero.
Rasgos caracterizadores: pueden proceder:
-de su participación en la acción en su condición de agente, es decir, de la función que
desempeña respecto a la trama: principal, secundario/fijos(crean ambiente, dan forma a unos
comportamientos sociales estereotipados), móviles (mayor relevancia en la trama, mayor
grado de actuación)
-de los rasgos constitutivos de su personalidad: físicos o de carácter: rasgos morales, éticos,
intelectuales. Conjunto de atributos que conforman su identidad y conducta. Respecto a
este aspecto, se dan dos tipos esenciales de caracterización, correspondientes a dos etapas de
la historia literaria: Estática.- Representada por la épica primitiva, tiende a crear personajes
planos, clichés a los que se alude por medio de fórmulas: el bondadoso....y que pueden
presentarse bajo un nombre común y no propio: el rey, las damas.....
Dinámica.- Desde la E. Media, se atiende paulatinamente al interior del individuo. Los
recursos son básicamente dos: Dramatización del mundo interior del personaje a través de
sueños, apariciones sobrenaturales, estilo indirecto libre (narrador); Monólogo interior ( el
personaje, dominado por conflictos internos, mantiene una disputa consigo mismo) y/o
Corriente de conciencia (fluir de la conciencia, orden mental)
Medios de caracterización: descripción física, retrato (caracterización física, psíquica y
moral del personaje), comportamiento, adjetivación.
Forma de efectuarla: al inicio del relato, durante el relato (muy importante relacionar con
la fuente).
Tipo de presentación: Retórica realista.- los personajes se construyen de acuerdo con las
pautas existentes en la realidad. Verosímiles; Retórica imaginativa.- no responden a tipos
conocidos, parten de la realidad, pero el resultado es inverosímil o fantástico: hadas,
duendes, personajes de Kafka....
Fuentes de información: cuatro procedimientos esenciales
-del propio personaje: autorretrato, novela epistolar, monólogo interior, memorias,
confesiones.
- de otro personaje
- narrador heterodiegético.- omnisciente, testigo, diseminación de rasgos a lo largo del
relato
- combinación de los anteriores
Funciones
- Respecto a la trama: relacionado con la acción (principal, secundario); según su relación
con otros personajes (oponente, ayudante, destinatario, actante de la acción –agente-)
- Narrador

D) EL TIEMPO
Desde el plano filosófico, la categoría “Tiempo” ha sido identificada a través de
cuatro modalidades fundamentales: Tiempo físico (categoría ontológica); Tiempo crónico o
convencional (fundamentado en el tiempo físico, una vez supeditado a divisiones y
organizaciones específicas: reloj, calendario...); Tiempo Psicológico (Su duración no es
sentida de la misma manera por todos. El tiempo psicológico o interior tiene como correlato
el tiempo físico, aunque su elemento regulador lo constituyen factores de índole
preponderantemente emotiva. También se denomina “tiempo de la conciencia”.); Tiempo
lingüístico (vinculado a la palabra, es decir, a la forma de expresar la dimensión temporal a
través del discurso. En este caso, el eje articulador del tiempo es el sujeto de la enunciación:
el tiempo se instaura cada vez que un hablante se apropia del código de la lengua para
satisfacer sus necesidades comunicativas. El tiempo lingüístico se diferencia de los otros
tipos de tiempo en que se instaura en cada acto comunicativo y posee una naturaleza
claramente intersubjetiva).
El tiempo en la creación literaria y en la narración.- Todos los tiempos anteriores caben
dentro del relato, aunque, al quedar inscritos bajo los códigos específicos del ámbito
literario, están supeditados a clasificaciones o tipologías específicas:
Tiempo figurado.- Imagen del tiempo creada por la ficción literaria. Actúa como un
principio constructivo y de él dependen el papel y el sentido que adquieren los distintos
tipos de tiempo en el marco de la estructura literaria. Cada época y cada corriente estética
conciben esta categoría de una forma peculiar. Por exigencias del tiempo lingüístico, el
tiempo literario discurre en torno al eje de la sucesividad. La simultaneidad, posible en las
artes plásticas, le está vedada a la literatura, aunque muchos esfuerzos aparecen
encaminados a conseguir este efecto (disposición en columnas).
Tiempo de la historia.- Tiempo en el que se sitúa el material del relato y duración.
Tiempo de la narración.- Disposición del tiempo en el relato, forma en la que se suceden los
elementos. Implica la selección de acontecimientos y subraya unas secuencias frente a otras.
A partir del eje orden, duración y frecuencia, Genette ordena las formas de
manipulación del relato:
ORDEN.- Hace referencia al tiempo de la narración. El tiempo puede responder a una
progresión que avanza del pasado al futuro. En este sentido, el tiempo se emplea como
sucesividad en la que tiempo histórico y tiempo narrativo coinciden. Cuando esto no es así,
ha de especificarse el tipo de manipulación temporal a la que se supedita la narración. La
alteración de la sucesión normal del tiempo recibe el nombre de anacronía, presentando dos
formas básicas: analepsis (retrospección) y prolepsis (anticipación).
DURACIÓN.- Ligada al tiempo psicológico, engloba una serie de procedimientos para
acelerar o ralentizar la velocidad o tempo del relato, principalmente cinco:
Figuras de aceleración: elipsis (silenciamiento de cierto material de la historia que no pasa
al relato: “tres días después...”); sumario ( el material de la historia sí pasa al relato, pero
condensado. Se caracteriza por la síntesis y la concentración del material: “su etapa de
universitario no estuvo exenta de sorpresas...”).
Escena.- Encarna la igualdad entre la duración de la historia y del relato, encuentra en el
diálogo su manifestación discursiva más frecuente.
Figuras de ralentización: Pausa (el relato se interrumpe, por ejemplo, mediante una
descripción) ; Digresión reflexiva (discurso abstracto, valorativo. Monólogo interior)
FRECUENCIA.- Hace referencia al número de veces que un acontecimiento de la historia
es mencionado en el relato. A partir de aquí se habla de Relato repetitivo (denota cierto
grado de obsesión del narrador por un acontecimiento determinado, normalmente anterior.
Reproduce n veces en el relato algo ocurrido una sola vez den la historia); Relato
singulativo (Se reproduce en el relato tantas veces como ha ocurrido en la historia) ; Relato
iterativo (se mencionan un número n de veces en el relato, acontecimientos que sólo han
ocurrido una sola vez en la historia.

(Desde una perspectiva particular, P. Ricoeur propone una triple división: Tiempo
prefigurado: representa el tiempo de la existencia real, el tiempo-material sobre el que se
ejerce la actividad artística; El Tiempo configurado: alude a la manipulación y organización
del tiempo en el texto artístico; El Tiempo refigurado: recreado a través del acto de lectura y
asociado, por tanto, a las peculiaridades individuales de la recepción)

E) ESPACIO
-Lugar en el que se ubican los distintos elementos del relato
Situación de los personajes
Tipos de espacio, Funciones:
1. Con respecto a la trama narrativa: En función al mayor o menor protagonismo del espacio
en la trama: espacio-marco o soporte de la acción/ espacio influyente o espacio que
desempeña una función específica en la trama: centro neurálgico de la trama, por ejemplo/
espacio estereotipado, o situación en la que se ha hecho común identificar algunos hechos:
declaración amorosa-jardín.
2. Con respecto al personaje: Espacio metafórico.- El espacio refleja aclara y justifica el
estado de ánimo y la situación del personaje; Espacio variable.- Se transforma en función a
la situación que vive el personaje; Espacio psicológico.- Evocado por el personaje.
3. Según el grado de aproximación al mundo objetivo: Espacios construidos de acuerdo con
el modelo de espacio referencial (descripciones realistas u objetivistas); Espacio verosímil
(persigue el efecto de referencialidad y se presenta con atributos de espacio existencial);
Espacios fantásticos ( se apartan de las leyes del mundo objetivo: Comala en Pedro Páramo,
de Juan Rulfo).
Funciones: compositiva.- determinados lugares funcionan como elementos canalizadores
del material narrativo (picaresca); exposición de relaciones de índole ideológica o
psicológica : protección, hostilidad, oposición (ciudad/campo en La Regenta).
Descripción del espacio.- La recreación del espacio en la literatura ha variado a lo largo de
la historia: Edad Media/Renacimiento: predominio del “locus amoenus”; Siglo XIX: el
realismo tiende a la rigurosidad en el inventario de la realidad representada. Se mueve a
través de coordenadas horizontales (panorámica fondo) y verticales (altura); Siglo XX:
Recursos cinematográficos: focalización, perspectivismo, contraste del espacio con el
personaje...etc.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA: LA NARRACIÓN ARTÍSTICA
Albaladejo Mayordomo, T.
(1986) Teoría de los mundos posibles y macroestructura narrativa, Alicante, Universidad.
(1992) Semántica de la narración: la ficción realista, Madrid, Taurus
Ayala, F.
(1970) La estructura narrativa, Barcelona, Crítica.
Bal, M.
(1977) Teoría de la narrativa, Madrid, Cátedra, 1985.
Baquero Goyanes, M.
(1988)¿Qué es la novela? ¿Qué es el cuento?, Murcia, Universidad
Bobes Naves, C.
(1985) Teoría general de la novela. Semiología de La Regenta, Madrid, Gredos.
Del Prado, J, Bravo, J. y Picazo, D.
(1994) Autobiografía y modernidad literaria, Ciudad Real, Universidad de Castilla- La
Mancha.
Garrido Domínguez, A.
(1993) El Texto narrativo, Madrid, Síntesis
Genette, G.
(1991) Dicción y ficción, Barcelona, Lumen, 1992.
Mayoral, M. (coord.)
(1990) El personaje novelesco, Madrid, Cátedra- Ministerio de Cultura.
Pérez, Mª C. (ed.)
(1997) Los géneros literarios. Curso superior de narratología (narratividad-dramaticidad),
Sevilla, Universidad de Sevilla.
Ricoeur, P
(1983-1985) Tiempo y Narración, I-II, Madrid, Cristiandad.

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