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El aprendizaje cooperativo:

una estrategia para la comunicación


Revista Aula de innovación Educativa. Núm. 80

Uno de los objetivos del aprendizaje es formar personas capaces de interpretar los
fenómenos y los acontecimientos que ocurren a su alrededor. A menudo, al profesorado nos
resulta difícil reconocer las dificultades de aprendizaje que va encontrando el alumnado
durante su vida escolar para adquirir nuevos conocimientos.
Para aprender, el alumnado debe entrenarse en reconocer las dificultades y los errores que
comete durante el proceso de aprendizaje con el objetivo de poder superarlos, es decir, para
que realice el aprendizaje de la autorregulación (Jorba y Sanmartí, 1996). Para ayudar al
alumnado en este proceso, disponemos fundamentalmente de dos elementos: los diferentes
instrumentos y estrategias de evaluación y la gestión del aula en grupos de trabajo
cooperativo (Izquierdo, Solsona y cols., 1998). La concepción de la evaluación entendida
como autorregulación de los aprendizajes va extendiéndose poco a poco en las aulas, a
nivel de la enseñanza secundaria. Algunos instrumentos de evaluación, como la confección
de mapas conceptuales por el propio alumnado, el uso de bases de orientación y la técnica
de la V heurística que acompaña la realización de un trabajo práctico, son cada vez menos
desconocidos para el profesorado.
Para conseguir la formación de chicas y chicos autónomos que construyan su sistema
personal de aprender, debemos tener en cuenta algo más que los contenidos escolares y la
potenciación de determinadas habilidades intelectuales incluidas en la inteligencia analítica.
Tal como se señala en otros trabajos, parto de la idea de que en las actividades de
aprendizaje la relación entre lo cognoscitivo y lo afectivo es indisociable del campo motriz
(Solsona, 1998). Tenemos que dar importancia a la educación afectiva en un sentido
amplio. No podernos olvidar que la inteligencia está conectada con los afectos y los
sentimientos y no se puede desdeñar la estructuración de éstos mediante actividades como
el fomento del trabajo cooperativo en comparación con el poco lugar disponible en la clase
magistral.
En general, las personas no aprendemos solas, sino que estamos integradas en un contexto
social que da sentido a lo que aprendemos. las estructuras de conocimiento se originan y
aplican en contextos de experiencia concretos. En el caso del alumnado, el contexto social
está formado por sus familias, el centro escolar y los valores presentes. Este contexto es el
que puede hacerle sentir necesidad de lo que falta por aprender y de lo que hay que ajustar
en el proceso de aprendizaje.
Una clase interactiva es aquella en la que se destina espacio y tiempo a la interacción entre
pares, entre el propio alumnado, frente al planteamiento de la clase magistral que privilegia
la interacción entre un chico o una chica y el profesor o profesora. Una perspectiva
interaccionista del aprendizaje plantea la necesidad de favorecer situaciones en las que el
alumnado aprenda a discutir, compartir tareas y contrastar puntos de vista. Para ello es
importante que desde el primer momento la clase sea un lugar en el que todo el mundo
pueda aportar algo a su desarrollo.
¿Qué es el aprendizaje cooperativo?
El aprendizaje cooperativo es una estrategia de gestión del aula que privilegia la
organización del alumnado en grupos heterogéneos para la realización de las tareas y
actividades de aprendizaje en el aula. Se pueden identificar por lo menos dos corrientes de
investigación en torno al aprendizaje cooperativo. Una es la corriente americana del
Cooperative Learning, que, a pesar de caer a veces en planteamientos conductistas, ha
desarrollado multitud de instrumentos de trabajo en el aula para favorecer el
funcionamiento de grupos de trabajo cooperativo. la otra corriente es la francesa, que se
vertebra en torno a la idea de Contrat didactique.
El aprendizaje cooperativo comparte la idea de la agrupación del alumnado en grupos
heterogéneos en función del género y del ritmo de aprendizaje. El alumnado trabaja
conjuntamente para aprender y aprende a ser responsable tanto de sus compañeras y
compañeros de grupo como del suyo propio. Spencer Kagan (1990) resume la idea central
en un frase que podría entenderse como una afirmación derivada de la perspectiva de la
complejidad, cuando dice que "la suma de las partes interactuando es mejor que la suma de
las partes solas".
Las interacciones entre el propio alumnado se dan espontáneamente en las aulas, pero sin
que tengan carta de naturaleza, en voz baja, de dos en dos, ... Y una parte importante del
profesorado utiliza en algún momento de su intervención docente grupos de discusión y
grupos para realizar proyectos de trabajo o actividades concretas. En varias ocasiones
hemos tenido la oportunidad de comprobar en clase, cuando alguien no entiende una idea
que se está trabajando en clase, como un compañero o una compañera realizan un trabajo
excepcional para aclararla, traduciendo el lenguaje del profesor al lenguaje del alumnado.
El trabajo de los últimos tiempos ha permitido sistematizar las técnicas de aprendizaje
cooperativo y darles sentido práctico con el objetivo de establecer los principales elementos
de organización de las clases, valorar sus efectos y aplicarlos a un amplio abanico de
currículum, también a nivel de secundaria. Dado que no es posible realizar todas las
actividades en grupo, hoy se habla de clases multiestructuradas, es decir, clases en las que a
veces se trabaja individualmente, pero la mayoría de las tareas se realizan en grupo.
Algunas ideas centrales en el aprendizaje cooperativo
Entre las ideas centrales en el aprendizaje cooperativo se pueden destacar:
• La formación de grupos
• La interdependencia positiva
• La responsabilidad individual
La formación de los grupos la primera vez que se aborda el trabajo en grupos cooperativos
presenta sus dificultades. El alumnado llega a clase con habilidades y conocimientos
ampliamente divergentes, utiliza estrategias personales diferentes y, en general, no domina
la competencias relacionadas con el "saber hacer" de base que hay que poner en juego para
aprender. la formación de los grupos heterogéneos debe ir acompañada de la construcción
de la identidad de los grupos, de la práctica de la ayuda mutua entre el alumnado que debe
aprender a valorar las diferencias individuales entre ellos y ellas, de manera que les permita
desarrollar la sinergia del grupo. Para ello, se recomienda empezar con una actividad de
estructuración de la clase que no sea un instrumento de observación, sino que funcione
como un espejo o una base de intercambio entre las chicas y los chicos.
El segundo elemento central del aprendizaje cooperativo, la interdependencia positiva,
supone que el aprendizaje de los miembros del grupo a nivel individual no es posible sin la
contribución del resto. Para potenciar la interdependencia positiva hay que entrenar al
alumnado en que la realización de las producciones de clase son objetivos colectivos del
grupo.
El tercer elemento del aprendizaje cooperativo, la responsabilidad individual, significa que
los resultados del grupo dependen del aprendizaje individual de todos los miembros del
grupo. Con la potenciación de la responsabilidad individual, se trata de evitar que haya
algún miembro del grupo que no trabaje y de que todo el trabajo del grupo recaiga en una
sola persona. Para evitar que ocurra lo que decía Aina, a final de curso: «la más difícil fue
la actividad de clasificación porque la única que la hacía era yo; el Jordi, el Tarik y el
Mohamed sólo copiaban.»
Para ello es fundamental acompañar los trabajos colectivos con las realizaciones u
aportaciones a nivel individual que se hayan realizado.
A la vista de estas características o elementos centrales del aprendizaje cooperativo, queda
claro que, para llevarlo a cabo, además de la estructura de la clase es conveniente disponer
de los materiales didácticos acordes para el trabajo de los grupos. Además, hay que buscar
la correspondencia entre la estructura de la clase, los objetivos y las demandas a nivel de
habilidades o de nivel cognoscitivo. Por ejemplo, podemos proponer en una clase que el
alumnado se agrupe para diseñar un experimento, llevarlo a cabo y sacar conclusiones,
cuando, además de estar familiarizado con el laboratorio y el diseño de experimentos,
contenidos propios de las ciencias experimentales, tenga cierta experiencia en el trabajo
cooperativo. Es decir, tengan competencia en habilidades como planificar una tarea,
distribuir responsabilidades, coordinar el trabajo y solucionar conjuntamente los problemas
que se puedan plantear.
La identidad de los grupos se consolida con la discusión y firma del contrato didáctico en el
que se especifican las responsabilidades o cargos que ayudan a la distribución de las tareas
en el grupo. Si el grupo es de cinco miembros, los cargos pueden ser planificación,
coordinación, portavoz, responsable de material y secretaria. Un momento definitivo para la
consolidación de los grupos cooperativos es cuando se realiza la presentación pública o
puesta en común en la clase de alguna tarea realizada con soporte material, como una
maqueta, un póster o un pequeño montaje.
Las habilidades necesarias para el aprendizaje cooperativo
Para trabajar en grupos cooperativos, el alum- nado debe aumentar sus habilidades sociales,
es decir, debe aprender a auto organizarse, a escucharse entre si, a distribuirse el trabajo, a
resolver los conflictos, a distribuirse las responsabilidades y a coordinar las tareas, entre
otras.
No tiene ninguna utilidad hacer discursos ni dar explicaciones magistrales sobre la
importancia del trabajo en grupo. Se aprende a trabajar en grupo trabajando. la ventaja está
en que normal- mente este tipo de funcionamiento le resulta más agradable al alumnado que
la clase magistral. Así, a final de curso, en la actividad de síntesis, es normal encontrar,
destacados entre los aspectos que más se recuerdan o que más han gustado, los relativos al
trabajo en grupo. Por ejemplo, lo que más ha gustado a Eva y a Óscar es: «el ponerse en
grupos para hacer varias cosas» y «el hacer muchos ejercicios todos juntos y en grupo».
En cambio, Antonio recuerda el día desagradable en que «Rubén y todos los del grupo
empezaron a reírse como no lo habían hecho nunca .... no me gustó porque nos costó un
cero a todos los del grupo».
El reto que nos plantea el trabajo cooperativo al profesorado es la resolución de los
problemas relacionales y técnicos que acarrea esta estructura de funcionamiento,
especialmente las primeras veces que se quiere llevar a cabo. Nos referimos a la gestión del
tiempo par la que cada cual acaba encontrando su buen criterio de distribución. En
cualquier caso, hay que prever un tiempo para el trabajo individual, otro para el colectivo
(si procede) y tiempo para la intervención de síntesis del profesor o profesora, al final de la
clase.
El profesorado para la gestión del trabajo cooperativo, debemos desarrollar las habilidades
relacionadas con la capacidad de anticipación de la acción. Nuestra capacidad de anticipar
reside en concebir el procedimiento que hay que utilizar para conseguir un resultado
concreto y prever las consecuencias de nuestra acción. Entre estas habilidades requeridas
para la gestión del aula, quisiera mencionar la previsión en todos los aspectos, tanto del
material escrito y de la infraestructura para realización de la tarea que se vaya a desarrollar,
como el tiempo necesario para completar cualquiera de las fases del trabajo. Por ejemplo,
para realizar una puesta en común hay que prever el tiempo necesario para que los grupos
realicen una síntesis de su trabajo.
El profesorado debernos anticipar también en la medida de lo posible los problemas
conductuales que impidan el funcionamiento de un grupo determinado y las dificultades
extremas que presenta el grupo que no acaba nunca las tareas.
A modo de conclusión
El aprendizaje cooperativo favorece la integración de todo tipo de alumnado. Cada cual
aporta al grupo sus habilidades y conocimientos; quien es más analítico, es más activo en la
planificación del traba o del grupo; quien es más sintético, facilita la coordinación; quien es
más manipulativo, participa en las producciones materiales. Pero lo más interesante, según
las investigaciones realizadas (Joan Rué, 1998), es el hecho de que no es dar o recibir ayuda
lo que mejora el aprendizaje en el grupo, sino la conciencia de necesitar ayuda, la necesidad
consciente de comunicarlo y el esfuerzo en verbalizar y tener que integrar la ayuda de quien
lo ofrece en el propio trabajo. La retroalimentación es un elemento clave para explicar los
efectos positivos del aprendizaje cooperativo.
El trabajo de grupo aumenta el rendimiento en el proceso de aprendizaje: los objetivos de
trabajo autoimpuestos por el propio alumnado potencian más el esfuerzo para conseguir
buenos resultados que los objetivos impuestos desde el exterior.
El trabajo cooperativo amplía el campo de experiencia del alumnado y aumenta sus
habilidades comunicativas al entrenarlos en saber reconocer los puntos de vista de los
demás, al potenciar las habilidades de trabajo en grupo, ya sea para defender los propios
argumentos o para cambiar de opinión, si es necesario.

1. Este artículo forma parte de un proyecto de estudio que la autora está desarrollando gracias a una licencia
por estudios concedida por el Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya (DOGC núm. 2622
de 2014198)
IZQUIERDO, M.; SOLSONA, N., y cols. (1 998): implementación colegiada del proyecto Ciéncies 12-16. 1
Jornadas de Experiencias Educativas, UAB.
JORBA, J.; SANMARTÍ, N. (1996): Enseñar, aprender y evaluar. un proceso de regulación continua.
Madrid. MEC. KAGAN, S. (1990): Cooperative leaming. Resources for teachers. California. Resources for
Teachers.
RUÉ, J. (1998): -El aula: un espacio para la cooperación», en Cooperar en el auto (Biblioteca Aula, n. 132).
Barcelona. Graó.
SOLSONA, N. (1998): «Diferentes experiencias en el laboratorio: la influencia del género». Alambique, n.
16, pp. 60- 66.

Estrategias de aprendizaje cooperativo


Por: Colorín Colorado (2007)
Se ha comprobado que el aprendizaje cooperativo resulta efectivo para toda clase de estudiantes, ya
se trate de estudiantes dotados académicamente, de las clases comunes o que estén aprendiendo
inglés (ELL), porque ayuda al aprendizaje y fomenta el respeto y la amistad entre diversos grupos de
estudiantes. De hecho, cuanta mayor diversidad hay en un equipo, más son los beneficios para cada
estudiante. Los pares aprenden a depender unos de otros de manera positiva para diferentes tareas
de aprendizaje.
Los estudiantes suelen trabajar en equipos de cuatro integrantes. De este modo, pueden separarse en
parejas para algunas actividades y luego volver a reunirse en equipos rápidamente para otras
actividades. Sin embargo, es importante establecer normas y protocolos de clase que lleven a los
estudiantes a:
• Contribuir
• Dedicarse a la tarea
• Ayudarse mutuamente
• Alentarse mutuamente
• Compartir
• Resolver problemas
• Dar y aceptar opiniones de sus pares

Aprendizaje cooperativo para estudiantes que están aprendiendo


inglés
El aprendizaje cooperativo es particularmente provechoso para cualquier estudiante que esté
aprendiendo un segundo idioma. Las actividades de aprendizaje cooperativo estimulan la interacción
entre pares, lo que ayuda al desarrollo del lenguaje y al aprendizaje de conceptos y contenidos. Es
importante asignar a los estudiantes ELL a diferentes equipos de modo que puedan beneficiarse de los
modelos en lengua inglesa. Los estudiantes ELL aprenden a expresarse con mayor confianza cuando
trabajan en equipos reducidos. Además de "captar" vocabulario, los estudiantes ELL se benefician al
observar cómo sus pares aprenden y resuelven problemas. Si usted decide asignar una función a cada
estudiante de un equipo (como ser informar, registrar, controlar el tiempo y administrar los
materiales), deberá rotar las funciones semanalmente o por actividad. De este modo se evita que
suceda la situación típica si los estudiantes escogen sus propias funciones: los mismos estudiantes
terminan haciendo las mismas tareas. Al rotar, los estudiantes desarrollan habilidades que la mayoría
necesita practicar.

Algunas estrategias de aprendizaje cooperativo


Existen algunas estrategias conocidas que pueden utilizarse con todos los estudiantes para aprender
contenidos (tales como ciencias, matemáticas, estudios sociales, lengua y literatura, e idiomas
extranjeros). Sin embargo, estas estrategias son particularmente provechosas para que los
estudiantes ELL aprendan inglés y contenidos al mismo tiempo. La mayoría de estas estrategias son
especialmente efectivas en equipos de cuatro integrantes:
1. En ronda.
Presente una categoría (como por ejemplo "Nombres de mamíferos") para la actividad.
Indique a los estudiantes que, por turnos, sigan la ronda nombrando elementos que entren en
dicha categoría.
2. Mesa redonda.
Presente una categoría (como por ejemplo palabras que empiecen con "b"). Indique a los
estudiantes que, por turnos, escriban una palabra por vez.
3. Escribamos.
Para practicar escritura creativa o resúmenes, diga una oración disparadora (por ejemplo: Si
dan una galleta a un elefante, éste pedirá...). Indique a todos los estudiantes de cada equipo
que terminen la oración. Luego, deben pasar el papel al compañero de la derecha, leer lo que
recibieron y agregar una oración a la que tienen. Después de algunas rondas, surgen cuatro
historias o resúmenes grandiosos. Permita que los niños agreguen una conclusión o corrijan
su historia favorita para compartirla con la clase.
4. Numérense.
Pida a los estudiantes que se numeren del uno al cuatro en sus equipos. Formule una
pregunta y anuncie un límite de tiempo. Los estudiantes deben discutir conjuntamente y
obtener una respuesta. Diga un número y pida a todos los estudiantes con ese número que se
pongan de pie y respondan a la pregunta. Reconozca las respuestas correctas y profundice el
tema a través del debate.
5. Rompecabezas por equipos.
Asigne a cada estudiante de un equipo la cuarta parte de una hoja de cualquier texto para
que lea (por ejemplo, un texto de estudios sociales), o la cuarta parte de un tema que deban
investigar o memorizar. Cada estudiante cumple con la tarea que le fue asignada y luego
enseña a los demás o ayuda a armar un producto por equipo contribuyendo con una pieza del
rompecabezas.
6. Hora del té.
Los estudiantes forman dos círculos concéntricos o dos filas enfrentadas. Usted formula una
pregunta (sobre cualquier contenido) y los estudiantes deben debatir la respuesta con el
estudiante que está sentado frente a él. Después de un minuto, el círculo externo o una fila se
desplaza hacia la derecha de modo que los estudiantes tengan nuevas parejas. Entonces
proponga una segunda pregunta para que debatan. Continúe con cinco o más preguntas. Para
variar la actividad, los estudiantes pueden escribir preguntas en tarjetas de repaso para una
prueba a través de este método de "Tomar el té".
Después de cada actividad de aprendizaje cooperativo, deberá extraer conclusiones con los niños
preguntándoles, por ejemplo: ¿Qué aprendieron en esta actividad? ¿Cómo se sintieron trabajando con
sus compañeros? Si volvemos a hacerla, ¿cómo podrían mejorar el trabajo en equipo?

Otras ideas
Un modo sencillo de iniciar el aprendizaje cooperativo es comenzar con parejas en lugar de hacerlo
con equipos enteros. Dos estudiantes aprenden a trabajar con efectividad en actividades como las
siguientes:
1. Asigne una planilla de matemáticas y pida a los estudiantes que trabajen de a dos.
2. Uno de los estudiantes resuelve el primer problema mientras el segundo actúa como
entrenador.
3. Luego, los estudiantes intercambian roles para el segundo problema.
4. Al terminar el segundo problema, se reúnen con otra pareja y verifican las respuestas.
5. Cuando ambas parejas hayan llegado a un acuerdo sobre las respuestas, pídales que se
estrechen la mano y que continúen trabajando de a pares en los dos problemas siguientes.
Los círculos literarios en grupos de cuatro o seis integrantes también son una manera excelente de
hacer que los estudiantes trabajen en equipo. Siga estos pasos:
1. Arme grupos de cuatro libros.
2. Permita que los estudiantes escojan su propio libro.
3. Forme equipos según las elecciones de libros que hayan hecho los estudiantes.
4. Anime a los lectores a utilizar notas, post-it notes y preguntas de debate para analizar los
libros.
5. Invite a los equipos a debatir sobre el libro.
6. Luego conduzca un debate con toda la clase sobre cada uno de los libros.
7. Invite a los equipos a compartir lo que leyeron con toda la clase.
8. Para los círculos literarios siguientes, los estudiantes eligen libros nuevos.
Referencias
El aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo como estrategia metodológica en la enseñanza, permite a los educadores darse
cuenta de la importancia de la interacción que se establece entre el alumno y los contenidos o materiales de
aprendizaje y también plantear diversas estrategias cognitivas para orientar dicha interacción eficazmente. No
obstante, de igual o mayor importancia son las interacciones que establece el alumno con las personas que lo
rodean, por lo cual no puede dejarse de lado el análisis de la influencia educativa que ejerce el docente y los
compañeros de clases.
Cuando se participa en grupos de trabajo, de estudio, de carácter social o de cualquier otra naturaleza, se
observa que hay personas que se distinguen por las ideas que aportan y por las acciones que realizan en
beneficio de la labor que debe desarrollar el grupo. También se observa que hay personas que hacen lo
posible por obstaculizar el trabajo encontrándole a todo dificultades y defectos.
En la actividad cooperativa son muy importantes las actitudes y las cualidades favorables del carácter y de la
personalidad, pues el buen éxito de la acción cooperativa se apoya en las manifestaciones positivas que
permiten alcanzar en la mejor forma posible los objetivos propuestos.
1.2 PROPÓSITO DE LA MONOGRAFÍA.
Tomando en cuenta las grandes transformaciones curriculares que se vienen practicando en el contexto
universal, encontramos como una técnica eficaz el desarrollar dentro del aula el trabajo cooperativo; que le
permite al alumno una participación plena, adquirir respeto hacia las ideas de los demás y reconocer que con
un equipo se pueden resolver grandes problemas.
Este trabajo tiene como propósito demostrar que el trabajo cooperativo utilizado por los docentes eficazmente
enseña la colaboración, exige mayor esfuerzo, comparte experiencias y brinda la oportunidad de construir un
aprendizaje duradero en el área de las Matemáticas que presentan un alto índice de fracaso escolar.
La historia se remonta a nuestros primeros habitantes, quienes con su eficacia han dejado testimonios de
sus culturas a través de todos los tiempos.
Muchos pueblos lograron innumerables progresos técnicos-científicos y florecientes iniciativas en todos los
campos del saber debido a su buen trabajo cooperativo. Sin embargo encontramos también naciones y
pueblos subdesarrollados que no tuvieron una notoriedad por realizar esfuerzos solitarios e ineficaces;
cuántas obras truncadas y anhelos sin impulso; porque carecieron del estímulo, la orientación y el trabajo en
equipo o cooperativo.
Es sabido que todos los hombres y pueblos que conocen y practican el trabajo cooperativo surgen, se
superan y se engrandecen, tanto como se hacen incapaces, se postergan y se anulan los que lo ignoran por
permanecer esclavos de un egoísmo mal fundado.
En 1884 en varios países de Europa se dan movimientos de índole cooperativa.
El trabajo Cooperativo se apoya en diversos estudios e investigaciones realizadas a través de los tiempos,
podemos señalar los siguientes planteamientos con sus respectivos autores.
La historia nos señala a infatigables hombres, fieles seguidores del trabajo cooperativo como medio eficaz de
progreso de los pueblos y naciones.
En la antigüedad podemos citar a Saint Simon, Robert Owen, Carlos Furier y a Charles Gide quien se le
considera el “Maestro de la Cooperación”; quien por su clara visión fijó las bases eternas del sistema
cooperativo que permitía al hombre su superación.
En la contemporaneidad encontramos a Jonshon y Jonshon en 1974 toma los planeamientos de Kurt Lewin
en donde la esencia de un grupo es la interdependencia social entre sus miembros.
En la Teoría del Desarrollo Cognitivo con los trabajos de Piaget quien manifestaba que cuando los individuos
cooperan en el medio, ocurre un conflicto socio-cognotivo que crea un desequilibrio, que a su vez estimula el
desarrollo cognitivo.
En la Teoría del Desarrollo Conductista con Skinner, se enfoca en las contingencias grupales las acciones
seguidas de recompensas que motivaban a los grupos en su trabajo cooperativo.
Para Hassard (1990) el trabajo cooperativo es un abordaje de la enseñanza en el que los grupos de
estudiantes trabajan juntos para resolver problemas y para determinar tareas de aprendizaje.
Coll y Solé (1990) manifiestan el concepto de interacción educativa como situaciones en donde los
protagonistas actúan simultáneamente y recíprocamente en un contexto determinado, en torno a una tarea o
un contenido de aprendizaje con el único fin de lograr objetivos claramente determinados.
Colomina (1990) dice que el trabajo en equipo cooperativo tiene buenos efectos en el rendimiento académico
de los participantes así como las relaciones socioafectivas que se establecen entre ellos.
Mario Carretero (1993) plantea que el conocimiento no es una copia de la realidad, sino que se construye de
la realidad del interactuar del ser humano.
Violeta Barreto (1994) nos dice que el aprendizaje cooperativo es aquel en que el alumno construye su propio
conocimiento mediante un complejo proceso interactivo en el que intervienen tres elementos claves: los
alumnos, el contenido y el profesor que actúa como facilitador y mediador entre ambos.
Vigostky manifiesta que el aprendizaje cooperativo requiere de grupos de estudios y trabajo. En primera
instancia, porque es en el trabajo en grupo donde los docentes y los alumnos pueden cooperar con los menos
favorecidos en su desarrollo cognitivo, tener acceso al conocimiento o mejorar sus aprendizajes.
Teniendo en cuenta todos estos planeamientos somos convencidos de la importancia que tiene el trabajo
cooperativo en nuestras escuelas.
Anteriormente era muy limitado el significado, porque sólo nos remitimos a conceptos limitantes y elitistas
como lo era: grupo de personas organizadas para un servicio o investigación determinada.
El trabajo cooperativo lo hemos de entender como agrupación de personas que orientan sus esfuerzos para
obtener resultados satisfactorios en el manejo de un tema o trabajo común.
Ezequiel Ander plantea el siguiente concepto:
“Se trata de un conjunto de personas que tienen un alto nivel de capacidad operativa de cara al logro de
determinados objetivos y a la realización de actividades orientadas a la consecución de los mismos. El trabajo
individual y colectivo se realiza con un espíritu de complementación, mediante una adecuada coordinación y
articulación de tareas, y en un clima de respeto y confianza mutua altamente satisfactorio”.
APRENDIZAJE COOPERATIVO EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE.
Las raíces intelectuales del aprendizaje cooperativo encuentran en una tradición educativa que enfatiza un
pensamiento y una práctica democráticos, en el aprendizaje activo y en el respeto al pluralismo en sociedades
multiculturales.
Al realizar actividades académicas cooperativas, los individuos establecen metas que son benéficas para sí
mismos y para los demás miembros del grupo, buscando así maximizar tanto su aprendizaje como el de los
de otros. El equipo trabaja junto hasta que todos los miembros del grupo han entendido y completado la
actividad con éxito.
Cabe decir que las relaciones entre iguales pueden incluso constituir para algunos estudiantes las primeras
relaciones en cuyo ser tienen lugar aspectos como la socialización, la adquisición de competencias sociales el
control de los impulsos agresivos, la relativización de los puntos de vista, el incremento de las aspiraciones e
incluso el rendimiento académico.
El trabajo en equipo cooperativo tiene efectos en el rendimiento académico de las participantes así como en
las relaciones socioafectivas que se establecen entre ellos. Se usa el aprendizaje cooperativo como estrategia
para disminuir la dependencia de los estudiantes de sus profesores y aumentar la responsabilidad de los
estudiantes por su propio aprendizaje. El aprendizaje cooperativo también modela los procesos que los
científicos usan al colaborar y aumentar la obediencia en el salón de clases.
El espíritu de investigación, inherente a todo ser humano, vive inherente en el niño. Todo lo cerrado despierta
curiosidad. Nada se escaparía a ella, si solo se atreviese a abrir, a forzar, a desarmar.
Una escuela preocupada por movilizar en la mayor medida posible las energías espirituales del niño tendrá en
cuenta y aprovechará esa peculiaridad. Obtener resultados por investigación propia es más valiosa, desde
muchos puntos de vista, que estudiar lo que otros han descubierto. No solo porque así profundizamos mucho
más en la materia, sino porque la indagación propia exige más de nuestro espíritu. Se desarrollan aptitudes
que el mero estudio jamás requiere y por ende nunca fomenta: tenemos que proyectar, establecer contacto
con la realidad, tratar a los hombres, clasificar, juzgar, comparar y finalmente exponer lo elaborado para
hacerlo accesible a los demás.
Para (Hassard 1990) “El aprendizaje cooperativo es un abordaje de la enseñanza en el que grupos de
estudiantes trabajan juntos para resolver problemas y para terminar tareas de aprendizaje. Es un intento
deliberado de influir en la cultura del salón de clases mediante el estímulo de acciones cooperativas en el
salón de clases. La enseñanza cooperativa es una estrategia fácil de integrar con el enfoque de la indagación
al enseñar”.
Como educadora considero que el trabajo cooperativo nos ayuda a agilizar la enseñanza-aprendizaje en las
aulas de clase, ya que permite que los estudiantes luego de estimularse puedan ayudarse mutuamente a
desarrollar las tareas asignadas, no obstante el arreglo para el aprendizaje cooperativo significa algo más que
sentar un grupo de estudiantes bastante cerca y decirles que se ayuden los unos a los otros.
En el aprendizaje cooperativo hay cuatro elementos básicos que pueden ser parte de un modelo del mismo.
Un grupo pequeño, verdaderamente cooperativo se estructura cuidadosamente para asegurar:
§ Interacción cara a cara.
§ Responsabilidad individual.
§ Interdependencia positiva.
§ Desarrollo de estrategias sociales.

La enseñanza está cambiando. El viejo paradigma se está reemplazando por un paradigma nuevo que se
basa en la teoría y en los resultados de la investigación con clara aplicación en la enseñanza. La percepción
de la enseñanza que tienen los educadores hoy día implica una visión de la enseñanza en términos de
variadas actividades importantes:
§ Los estudiantes construyen, descubren y extienden su propio conocimiento.
§ El aprendizaje es algo que hace el aprendiz y no algo que se le hace a él.
§ Los esfuerzos del educador llevan la intención de desarrollar talentos y competencias en los
estudiantes.
§ Toda educación es un proceso interpersonal que puede ocurrir solo a través de la interacción personal.

Cuando se trabaja en una actividad que usa el aprendizaje cooperativo, el grupo de estudiantes en la clase
trabaja junto durante un periodo de tiempo que va de una hora de clases hasta varias semanas para lograr las
metas de aprendizaje que han compartido, al igual que se terminan las tareas y asignaciones específicas. Hay
una gran variedad de formas para estructurar los grupos de aprendizaje cooperativo algunos de ellos serían
para:
§ Aprender información nueva.
§ Lograr la solución de problemas.
§ Realizar experimentos de ciencia.
§ Trabajar en una redacción de una composición.
Para Johnson, Johnson y Holubec (1993) “El profesor tiene un papel de seis partes en el aprendizaje
cooperativo formal.
· Especificar los objetivos de la clase.
· Tomar decisiones previas acerca de los grupos de aprendizaje, el arreglo del salón y distribución de
materiales dentro del grupo.
· Explicar la estructura de la tarea y de la meta a los estudiantes.
· Iniciar la clase de aprendizaje cooperativo.
· Monitorear la efectividad de los grupos de aprendizaje cooperativo e intervenir de ser necesario.
· Evaluar los logros de los estudiantes y ayudarlos en la discusión de cuan bien ellos colaboraron unos
con los otros”

Vigostky (1997) “Sostiene y reconoce que el aprendizaje es un proceso cognoscitivo que requiere el uso de
instrumentos físicos y herramientas psicológicas y socioculturales (pensamientos y lenguaje) que miden
favorablemente el logro de los aprendizajes superiores en los aprendices”.
Para aprender el estudiante debe poseer un óptimo desarrollo cognitivo pero, a su vez, también debe hacer
uso de instrumentos psicológicos o herramientas socioculturales, para aprender. Entre más uso haga de ellos
y más las domine, más capacidad y estrategias cognitivas y metacognitivas desarrollará para aprender
autónomamente y autorregular su aprendizaje.
2.4 LA COLABORACIÓN DEL DOCENTE Y COMPAÑEROS EN EL APRENDIZAJE COOPERATIVO O
COLABORATIVO.
Es importante destacar que aquí se le da igual importancia a la colaboración del docente a la que realizan
otros compañeros más competentes.
Un estudiante sobresaliente, no sólo en lo académico, sino también en su desarrollo cognoscitivo, puede ser y
constituirse en una verdadera ayuda pedagógica en el aprendizaje de los menos capacitados o que requieren
de más colaboración.
Realmente, no es fácil lograr que los estudiantes más competentes se presten para ayudar a los menos
capacitados o que requieren de más colaboración.
En cuanto al educador que desee implementar la estrategia del aprendizaje colaborativo apoyado en la
pedagogía Vigostkyana, debe ser un profundo conocedor de la dinámica de los grupos de estudio y
aprendizaje, ya que aquí no se trata de hacer una síntesis de contenidos para el logro de aprendizajes
consignados por el docente, de lo que se trata es de que en ello impere el compromiso con la colaboración
para que los que más saben, más entienden, más comprenden y más estrategias de pensamiento han
desarrollado para “aprender a aprender” colaboren con los que poseen un nivel de desarrollo inferior y estén
interesados en lograr aprendizajes significativos.
El aprendizaje cooperativo requiere de grupos de estudio y trabajo. En primera instancia, porque es en el
trabajo en grupo donde los docentes o los compañeros más pueden colaborar con los menos favorecidos en
su desarrollo cognitivo, acceso al conocimiento o mejorar sus aprendizajes.
El aprendizaje cooperativo según la perspectiva requiere de fijación bien clara del contexto en el cual el
sujeto, puede aprender o sea la zona de desarrollo próxima, que potencia aprendizajes superiores.
En los grupos de estudio y aprendizaje para el aprendizaje cooperativo, es vital considerar y tomar en cuenta
que los estudiantes más capaces y que se impliquen en la colaboración, deben tener un alto grado de
seguridad en sí mismos, y sobre todo, demostrar una gran capacidad de razonamiento en la solución de
problemas y en la puesta en práctica de estrategias para tomar decisiones.
Cabe destacar que estos atributos personales e intelectuales en los estudiantes que orientan el aprendizaje
de los demás compañeros, sobre todo los que más necesitan ayuda, perderán confianza en dicho tutelaje en
vez de ayudar al logro de aprendizajes colaborativos, lo que se puede producir es una regresión.
Si bien es cierto que en el aprendizaje cooperativo, la enseñanza, el educador, los compañeros y el contexto
socioeducativo, en el cual ha de experimentarse éste, son importantes, lo es también, en prioridad, el sujeto
que aprende.
Según Vigostky (1997) “El individuo aprende utilizando sus niveles de desarrollo ontogénetico que ha
internalizado como producto de su evolución psíquica y sociohistórica, y así accede y construye nuevas
formas culturales de conocimientos que cada día lo hacen crecer más epistémicamente en su avance hacia la
adquisición de funciones psicológicas superiores de aprender (Pensamiento y Lenguaje)”.
Uno de los aportes más importantes de Vigostky fue hacer visible el plano pedagógico, que si bien es cierto
que para aprender es vital el uso de la actividad y estructura cognitiva que el individuo posee para acceder,
construir o generar conocimientos y experiencias a través de la actividad de interés fructurante del sujeto con
la realidad física y cultural. Vigostky reconoce este aporte Piagetiano para el aprendizaje pero centra su teoría
pedagógica en el desarrollo ontogenético como instrumento psíquico y sociohistórico, esencial para aprender.
FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO.
En el aprendizaje cooperativo hay teoría, hay investigaciones y hay uso en el aula de clases lo que contribuye
a considerarlo como una reconocida práctica de instrucción. La investigación en el aprendizaje cooperativo ha
sido guiada, por lo menos, por tres teorías generales:
1. La Teoría de la Interdependencia Social: quizá la teoría que más influye en el aprendizaje cooperativo
se enfoca en la interdependencia social. Kurt Kafka, uno de los fundadores de la Escuela de Psicología de la
Gestalt, propuso que los grupos eran un todo dinámico en el que la interdependencia entre los miembros
variaba.
2. La Teoría del Desarrollo Cognitivo: tiene gran parte de su fundamento en los trabajos de Piaget,
Vigostky y otros teóricos. Para Piaget, cuando los individuos cooperan en el medio, ocurre un conflicto
sociocognitivo que crea un desequilibrio, que a su vez estimula el desarrollo cognitivo.
3. La Teoría del Desarrollo Conductista: se enfoca en el impacto que tienen los refuerzos y recompensas
del grupo en el aprendizaje. Skinner se enfocó en las contingencias grupales, Bandura en la imitación, etc.
Según Johnson y Johnson (1979) recientemente Slavin (1980) han hecho énfasis en la necesidad de
recompensar a los grupos para motivar a la gente para que aprendan en grupos de aprendizaje cooperativo.
“ Para Johnson y Johnson (1984) la investigación ha sido muy numerosa y ha probado muy claramente, varias
cosas acerca de la importancia de la cooperación durante los esfuerzos por aprender como los siguientes:
1. La efectividad del aprendizaje cooperativo ha sido confirmada por igual por la investigación teórica y la
demostración.
2. Se puede usar el aprendizaje cooperativo con cierta confianza en cada nivel de grado, en cada
asignatura y con cualquier tarea.
3. La cooperación es un esfuerzo humano genérico que afecta simultáneamente a muchos resultados
diferentes de la enseñanza. El aprendizaje cooperativo es un cambio de paradigma que se observa en la
enseñanza.”
El aprendizaje cooperativo también se fundamenta en teorías que han permitido que los pedagogos se vayan
familiarizando poco a poco con el tema y de esta manera poder practicarlo en los salones de clase,
permitiéndole a los estudiantes trabajar en forma diferente a la tradicional.

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