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Arte Románico en República Checa

Contexto histórico y religioso

La Evangelización en la región de la Gran Moravia comenzó en tiempo de Carlomagno y Ludovico


Pío, probablemente desde el arzobispado de Salzburgo. En el 828 fue consagrada la primera
iglesia cristiana en Nitra, y en el 830 se bautizó el caudillo de los moravos, Pribina. Ratislao pidió
misioneros de lengua eslava, siendo enviados Cirilo y Metodio en el 863, cuya obra evangelizadora
en Gran Moravia fue profunda a pesar de su aparente fracaso externo.

Cuando en el 907 la invasión magiar provocó la caída de la Gran Moravia, y la dinastía Premislidav
solicitó el apoyo del emperador Otón, se implantó el catolicismo y se sustituyó la influencia
bizantina por la occidental. La capital se trasladó de Levy Hradec a Praga. Allí se edificaron las
ciudadelas de Hradcany y Visehrad. En la región de Bohemia en el año 921 San Wenceslao
accedió al titulo de Duque de Bohemia, intensificando la cristianización hasta su asesinato a manos
de su hermano Boleslao I en el 929. El monje benedictino Thietmar, procedente de Sajonia, fue
nombrado primer obispo de Praga y como S. Adalberto Vojtéch, fundo del monasterio benedictino
de Brévnov, bautizó al futuro S. Esteban, evangelizó Polonia, y murió mártir en Prusia (997) con
otros cinco compañeros.

Las Rotondas Prerrománicas

Las iglesias más antiguas del país se localizan en Praga, su entorno y en el Sur de Moravia,
estando fechadas en la segunda mitad del siglo IX. El modelo inicial de iglesia cristiana en el país
es la llamada rotonda, la cual podia resolverse con planta circular y ábside redondo, en elipse o
triangular. Bajo la Catedral Gótica de San Vito en la colina del palacio de Praga se encuentra la
llamada rotonda del mismo nombre (926-930). Ésta consta de dos pisos y cuatro absides dentro de
una planta circular. Sobre ella la Basílica, aproximadamente del 1060, un edificio con dos coros,
tres absides en cada uno de ellos y dos criptas. La rotonda Prerrománica fue mandada construir
por el conde Venceslao que estaba enterrado en ella. En el 1060, el conde Spytihnev derrumbó la
rotonda y en su lugar se construyó la basílica de tres naves que se encontraba aquí hasta el 1344.
En aquel entonces, después de que el obispado de Praga ascendió al arzobispado, el rey Carlos IV
empezó a construir en el lugar de la basílica el extenso templo principal del Reino en el estilo de
catedrales góticas francesas. Los arquitectos principales eran Matías de Arras y Petr Parler.

Otros ejemplos serán la iglesia de S. Martín en Visehrad (1100), la de S. Guido, en Hradcany (926-
930), construida por S. Wenceslao, que era semejante, aunque basándose en un modelo dálmata,
con cuatro ábsides, galería interior y deambulatorio. Las de Bohemia, durante los s. X-XI, S. Pedro
de Porici, de 1100 aprox. y la basílica de Olomouc, 1086-1131, se inspiraron en el modelo
otoniano.

Las grandes iglesias cristianas se dividirían en dos modelos constructivos bien diferenciados. Uno
de ellos serían las basílicas de planta basilical con transepto, que utilizando el sistema mixto,
tenían un coro cuadrado, un ábside y una fachada armónica. Un ejemplo es la iglesia benedictina
de Kladubry (1233), fundada por el duque Vladislav en el lugar que ya desde hace muchos años
había sido lugar de devoción como el centro de la religión, cultura y economía de la zona fronteriza
en el oeste de estado checo. En Doksany, el monasterio premostratense de 1144 utiliza la misma
disposición. El monasterio lo fundó la condesa Gertruda, esposa del rey checo Vladislav II, y se lo
regaló a la orden de las monjas premostratenses.

El segundo tipo en estas grandes iglesias son las de planta basilical con tres absides y sin
transepto. En ellas es visible la influencia lombarda y del sur de Alemania. La iglesia de la Asunción
de la virgen de Tismice es un magnifico ejemplo de este estilo. Se trata de una basílica de tres
naves con tres ábsides y dos torres de la fachada. Al interior están separadas por la alternancia de
pilares y columnas redondeadas.

El monasterio de Strahov en Praga fue fundado a principios del siglo XII por Vladislav II y
entregado a los premostratenses. La iglesia de la Abadía Advocada a la Asunción de la Virgen,
originalmente la basílica romana se reformó en estilos gótico y renacentista. En Diakovce,
Eslovaquia, se encuentra la iglesia del monasterio benedictino concluida en 1233, que sigue el
mismo tipo.

De menos envergadura aunque no de menor importancia son iglesias más pequeñas que se
dividen en tres tipos. El primero alude a las iglesias de coro cuadrado como la de la Asunción de la
ciudad de Mikulcice. El segundo tipo se dispone en planta de salón con ábside y tribuna para los
soberanos. Un ejemplo será La ciudad de Stara Boleslav se encuentra sobre la orilla opuesta del
río Elba. Fundada probablemente a finales del siglo IX como una ciudad premyslita, la primera
dinastía checa.

La ciudad está sobre todo ligada al culto de San Wenceslao, príncipe premyslita que sería
asesinado en 929 por su hermano menor delante de la iglesia de San Cosme y San Damián, sobre
la cual se erigiría la actual basílica románica en el siglo XII.

Otra iglesia importante es la de San Clemente, construida en el siglo XI, que conserva en su
interior los frescos más antiguos de Bohemia de la segunda mitad del siglo XII. La tercera topología
alude a las iglesias con torre absidial como la de Topanov.

La variedad de formas que se encuentran en bohemia son representadas por una serie de
monumentos que han llegado hasta nosotros. Uno de ellos es la iglesia de San Jorge de Praga
(947- 976) reconstruida en 1142, la cual presenta un típica planta basilical sajona con tribuna y
alternancia de soportes. Destacadas son también construcciones como el monasterio
premostratense de Milevsko, de planta basilical con columnas, o en la ciudad de Trebic, donde se
construyó una iglesia benedictina.

La orden cisterciense fue reclamada por el rey Ladislao II (1140-72) transmitiendo el gótico en la
zona de Bohemia. Su primera fundación fue el monasterio de Sedlec, fundado en 1142, se renovó
más adelante en estilo gótico. Sin embargo en fundaciones como Plasy (1140-1145) aún se
conserva la iglesia de planta basilical con pilares y transepto la cual no estaba abovedada
originariamente.

Capitulo aparte merece la miniatura de los códices y bíblias románicas de lo que hoy sería La
Republica Checa y Eslovaquia. Existen dos tendencias: una más abstracta y otra realista. Ambas
están representadas por las miniaturas de un grupo de libros litúrgicos. El más notable es el Codex
Vysehradensis, que data de la consagración del rey Vratislav en 1095. Varios pintores parece que
trabajaron en él; sin embargo, no se resiente la unidad de estilo. Destacan su colorido, muy rico y
matizado, y la perfección técnica. Es una síntesis de las dos tendencias románicas y una
adecuación total entre la finalidad narrativa de la imagen y su intención decorativa.

El pintor de miniatura Hildebert, firmó una copia de De Civitate Dei conservada en la Catedral de
San Vito en Praga. Destaca su letra capitular G, en forma de dragón, ornamentada con las figuras
de S. Agustín y S. Marcelino, entrelazadas con formas vegetales.

El Salterio de Ostrov (1200) presenta tres pinturas a toda página y es una muestra de equilibrio
estilístico y perfección técnica. La tendencia bizantina, más dinámica, se observa en el Mater
Verborum, de Salomón de Constanza, primera mitad del s. XIII y en la pintura monumental del
antifonario de Sedlec, de la misma época. Se conservan muy pocas pinturas murales. Como las de
la rotonda de S. Catalina, en el Palacio de Znojmo, Moravia (1134), que representan el origen de la
dinastía Premislida.

La escultura, muy ornamental es una mezcla entre temas profanos y religiosos, así como motivos
vegetales y geométricos. Las obras principales son el portal de S. Procopio en Zabori, la fachada
meridional de S. Jorge en Praga.

Arte Románico en República Checa


Contexto histórico y religioso

La Evangelización en la región de la Gran Moravia comenzó en tiempo de Carlomagno y Ludovico


Pío, probablemente desde el arzobispado de Salzburgo. En el 828 fue consagrada la primera
iglesia cristiana en Nitra, y en el 830 se bautizó el caudillo de los moravos, Pribina. Ratislao pidió
misioneros de lengua eslava, siendo enviados Cirilo y Metodio en el 863, cuya obra evangelizadora
en Gran Moravia fue profunda a pesar de su aparente fracaso externo.

Cuando en el 907 la invasión magiar provocó la caída de la Gran Moravia, y la dinastía Premislidav
solicitó el apoyo del emperador Otón, se implantó el catolicismo y se sustituyó la influencia
bizantina por la occidental. La capital se trasladó de Levy Hradec a Praga. Allí se edificaron las
ciudadelas de Hradcany y Visehrad. En la región de Bohemia en el año 921 San Wenceslao
accedió al titulo de Duque de Bohemia, intensificando la cristianización hasta su asesinato a manos
de su hermano Boleslao I en el 929. El monje benedictino Thietmar, procedente de Sajonia, fue
nombrado primer obispo de Praga y como S. Adalberto Vojtéch, fundo del monasterio benedictino
de Brévnov, bautizó al futuro S. Esteban, evangelizó Polonia, y murió mártir en Prusia (997) con
otros cinco compañeros.

Las Rotondas Prerrománicas

Las iglesias más antiguas del país se localizan en Praga, su entorno y en el Sur de Moravia,
estando fechadas en la segunda mitad del siglo IX. El modelo inicial de iglesia cristiana en el país
es la llamada rotonda, la cual podia resolverse con planta circular y ábside redondo, en elipse o
triangular. Bajo la Catedral Gótica de San Vito en la colina del palacio de Praga se encuentra la
llamada rotonda del mismo nombre (926-930). Ésta consta de dos pisos y cuatro absides dentro de
una planta circular. Sobre ella la Basílica, aproximadamente del 1060, un edificio con dos coros,
tres absides en cada uno de ellos y dos criptas. La rotonda Prerrománica fue mandada construir
por el conde Venceslao que estaba enterrado en ella. En el 1060, el conde Spytihnev derrumbó la
rotonda y en su lugar se construyó la basílica de tres naves que se encontraba aquí hasta el 1344.
En aquel entonces, después de que el obispado de Praga ascendió al arzobispado, el rey Carlos IV
empezó a construir en el lugar de la basílica el extenso templo principal del Reino en el estilo de
catedrales góticas francesas. Los arquitectos principales eran Matías de Arras y Petr Parler.

Otros ejemplos serán la iglesia de S. Martín en Visehrad (1100), la de S. Guido, en Hradcany (926-
930), construida por S. Wenceslao, que era semejante, aunque basándose en un modelo dálmata,
con cuatro ábsides, galería interior y deambulatorio. Las de Bohemia, durante los s. X-XI, S. Pedro
de Porici, de 1100 aprox. y la basílica de Olomouc, 1086-1131, se inspiraron en el modelo
otoniano.

Las grandes iglesias cristianas se dividirían en dos modelos constructivos bien diferenciados. Uno
de ellos serían las basílicas de planta basilical con transepto, que utilizando el sistema mixto,
tenían un coro cuadrado, un ábside y una fachada armónica. Un ejemplo es la iglesia benedictina
de Kladubry (1233), fundada por el duque Vladislav en el lugar que ya desde hace muchos años
había sido lugar de devoción como el centro de la religión, cultura y economía de la zona fronteriza
en el oeste de estado checo. En Doksany, el monasterio premostratense de 1144 utiliza la misma
disposición. El monasterio lo fundó la condesa Gertruda, esposa del rey checo Vladislav II, y se lo
regaló a la orden de las monjas premostratenses.

El segundo tipo en estas grandes iglesias son las de planta basilical con tres absides y sin
transepto. En ellas es visible la influencia lombarda y del sur de Alemania. La iglesia de la Asunción
de la virgen de Tismice es un magnifico ejemplo de este estilo. Se trata de una basílica de tres
naves con tres ábsides y dos torres de la fachada. Al interior están separadas por la alternancia de
pilares y columnas redondeadas.

El monasterio de Strahov en Praga fue fundado a principios del siglo XII por Vladislav II y
entregado a los premostratenses. La iglesia de la Abadía Advocada a la Asunción de la Virgen,
originalmente la basílica romana se reformó en estilos gótico y renacentista. En Diakovce,
Eslovaquia, se encuentra la iglesia del monasterio benedictino concluida en 1233, que sigue el
mismo tipo.

De menos envergadura aunque no de menor importancia son iglesias más pequeñas que se
dividen en tres tipos. El primero alude a las iglesias de coro cuadrado como la de la Asunción de la
ciudad de Mikulcice. El segundo tipo se dispone en planta de salón con ábside y tribuna para los
soberanos. Un ejemplo será La ciudad de Stara Boleslav se encuentra sobre la orilla opuesta del
río Elba. Fundada probablemente a finales del siglo IX como una ciudad premyslita, la primera
dinastía checa.

La ciudad está sobre todo ligada al culto de San Wenceslao, príncipe premyslita que sería
asesinado en 929 por su hermano menor delante de la iglesia de San Cosme y San Damián, sobre
la cual se erigiría la actual basílica románica en el siglo XII.

Otra iglesia importante es la de San Clemente, construida en el siglo XI, que conserva en su
interior los frescos más antiguos de Bohemia de la segunda mitad del siglo XII. La tercera topología
alude a las iglesias con torre absidial como la de Topanov.

La variedad de formas que se encuentran en bohemia son representadas por una serie de
monumentos que han llegado hasta nosotros. Uno de ellos es la iglesia de San Jorge de Praga
(947- 976) reconstruida en 1142, la cual presenta un típica planta basilical sajona con tribuna y
alternancia de soportes. Destacadas son también construcciones como el monasterio
premostratense de Milevsko, de planta basilical con columnas, o en la ciudad de Trebic, donde se
construyó una iglesia benedictina.

La orden cisterciense fue reclamada por el rey Ladislao II (1140-72) transmitiendo el gótico en la
zona de Bohemia. Su primera fundación fue el monasterio de Sedlec, fundado en 1142, se renovó
más adelante en estilo gótico. Sin embargo en fundaciones como Plasy (1140-1145) aún se
conserva la iglesia de planta basilical con pilares y transepto la cual no estaba abovedada
originariamente.

Capitulo aparte merece la miniatura de los códices y bíblias románicas de lo que hoy sería La
Republica Checa y Eslovaquia. Existen dos tendencias: una más abstracta y otra realista. Ambas
están representadas por las miniaturas de un grupo de libros litúrgicos. El más notable es el Codex
Vysehradensis, que data de la consagración del rey Vratislav en 1095. Varios pintores parece que
trabajaron en él; sin embargo, no se resiente la unidad de estilo. Destacan su colorido, muy rico y
matizado, y la perfección técnica. Es una síntesis de las dos tendencias románicas y una
adecuación total entre la finalidad narrativa de la imagen y su intención decorativa.

El pintor de miniatura Hildebert, firmó una copia de De Civitate Dei conservada en la Catedral de
San Vito en Praga. Destaca su letra capitular G, en forma de dragón, ornamentada con las figuras
de S. Agustín y S. Marcelino, entrelazadas con formas vegetales.
El Salterio de Ostrov (1200) presenta tres pinturas a toda página y es una muestra de equilibrio
estilístico y perfección técnica. La tendencia bizantina, más dinámica, se observa en el Mater
Verborum, de Salomón de Constanza, primera mitad del s. XIII y en la pintura monumental del
antifonario de Sedlec, de la misma época. Se conservan muy pocas pinturas murales. Como las de
la rotonda de S. Catalina, en el Palacio de Znojmo, Moravia (1134), que representan el origen de la
dinastía Premislida.

La escultura, muy ornamental es una mezcla entre temas profanos y religiosos, así como motivos
vegetales y geométricos. Las obras principales son el portal de S. Procopio en Zabori, la fachada
meridional de S. Jorge en Praga.

Arte islámico

Mezquita de Córdoba.

Damasco: Mezquita omeya.


azulejo de lacería.

Por arte islámico se conoce el estilo artístico desarrollado en la cultura generada por la religión
islámica.

El arte islámico tiene una cierta unidad estilística, debido al desplazamiento de los artistas,
comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y
el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la
geometría y a la decoración que podía ser de tres tipos:

Epigrafía: mediante versículos del Corán.

Lacería: mediante líneas entrelazadas formando estrellas o polígonos.

Ataurique: mediante dibujos vegetales.

En arquitectura, crearon edificios con funciones específicas tales como mezquitas y madrazas,
siguiendo el mismo patrón básico, aunque con diferentes formas. Prácticamente no hay arte de la
escultura pero las realizaciones de objetos de metal, marfil o de cerámica, alcanzan con frecuencia
una alta perfección técnica. Existe también una pintura y una iluminación en los libros sagrados y
profanos.

Contenido

[ocultar] 1 Caracterización

2 El islam
3 Historia del arte islámico 3.1 Los inicios del arte islámico ( siglos del VII al IX ) 3.1.1 Antes de las
dinastías

3.1.2 El arte omeya

3.1.3 El arte Abbasida

3.2 La época medieval (siglo IX – siglo XV) 3.2.1 España y el Magreb

3.2.2 Egipto y Siria

3.2.3 Irán y Asia central 3.2.3.1 Los Il-khanides

3.2.3.2 La Horda de Oro

3.2.4 Anatolia

3.2.5 India

4 Técnicas del arte islámico 4.1 El urbanismo, la arquitectura y su decoración

4.2 El arte del libro

4.3 Las llamadas artes « menores »

5 Motivos, temas e iconografía del arte islámico 5.1 El arte y la religión

5.2 El arte y la literatura

5.3 Motivos abstractos y caligrafía

5.4 Las representaciones figurativas

6 El conocimiento de las artes del islam en el mundo 6.1 Historiografía del arte islámico

6.2 Grandes colecciones de arte islámico

6.3 Grandes lugares arqueológicos del arte islámico


7 Anexos 7.1 Notas

7.2 Bibliografía

7.3 Enlaces externos

8 Véase también 8.1 En España

[editar] Caracterización

Para designarlo también se aplica incorrectamente el término arte árabe. Este error procede de
una inexacta utilización de su significado puesto que de las dos acepciones del término árabe, una
es técnica. y por lo tanto aplicable a los naturales de Arabia, mientras que la otra es lingüística,
estando en relación con aquellos que hablan la lengua árabe. El arte musulmán o arte islámico de
la Península Ibérica recibe la denominación de arte hispanomusulmán.

[editar] El islam

La era islámica, Hégira, comienza el año 622, fecha en que Mahoma marcha de La Meca a Medina
huyendo de la intransigencia mostrada por su predicación. A partir de esa fecha, junto a la fe
religiosa, surgieron unas nuevas actitudes sociales y políticas que, en menos de un siglo, se
expandieron desde el golfo de Bengala hasta el océano Atlántico.

El islam (‘sumisión’) tiene como base un libro sagrado, el Corán, que recoge la palabra de Allah
(Dios) revelada a Muhammad (Mahoma), su mensajero o enviado. La comunicación del mensaje
divino fue realizada en lengua árabe que pasó a convertirse en el idioma oficial y en el vehículo de
unidad.
Además del Corán existe otra fuente primordial que se conoce con el nombre de sunna
(costumbre, hábito o manera), relacionada con la figura del Profeta. La sunna se configura a base
de hadiz o conjunto de actos o dichos de Muhammad, constituyendo una auténtica ciencia de la
tradición.

Todo musulmán (muslim, creyente) tiene que realizar cinco manifestaciones o actos en las que se
recogen básicamente el contenido dogmático de la religión y sus aspectos de culto o rito. Son los
conocidos como pilares del islam: profesión de fe, oración, ritual, limosna, ayuno y peregrinación a
la Meca. Cada uno de ellos tiene una especial incidencia en las expresiones artísticas. La profesión
de fe o sahada (No hay más Dios que Dios y Muhammad su Profeta) explicita la no existencia del
concepto de encarnación del cristianismo e hinduismo, al mismo tiempo que proclama que
Muhammad es sólo el mensajero de Dios. Ello comporta la primacía del mensaje sobre el
mensajero, del mismo modo que es, sin duda, la clave para el desarrollo que adquiere la escritura
como motivo decorativo -la epigrafía- dentro del arte islámico. Refleja, al mismo tiempo, la
tendencia anicónica latente en el islam desde los primeros momentos si bien, no por ello, la
figuración dejó de contar con cierta presencia aunque en ámbitos restringidos. Esta tendencia
anicónica propiciará el gran desarrollo de motivos geométricos y vegetales con un grado de
abstracción cada vez mayor que, junto a los epigrafícos, definirán la ornamentación en el arte
islámico.

La oración o salat es el precepto según el cual los musulmanes deben orar regularmente cinco
veces al día. Ello exige un estado de limpieza ritual o abluciones, un espacio suficiente para
prosternarse e inclinar la cabeza hasta el suelo y una correcta orientación hacia La Meca.
Consecuencia de estas obligaciones es la existencia de un edificio, la mezquita (masyid o lugar para
prosternarse) con un muro qibla donde se halla el mihrab o nicho que señala la correcta
orientación a La Meca. Las mezquitas suelen contar con un patio (sahn) en el que existe una
fuente (mida) para las abluciones o limpieza corporal. Otros elementos asociados son el minbar o
especie de púlpito con gradas para el sermón (jutba), la maqsura o acotamiento destinado a las
autoridades, el alminar (manara) desde cuya azotea el muecín llama a la oración y también utilizan
las alfombras de oración (sayyada) para mayor limpieza en el desarrollo de la oración.

La obligación de dar limosna (zakat) produce en el terreno artístico la fundación de instituciones


de caridad como madrasas o escuelas teológicas donde se enseña el Corán, maristan u hospitales,
hamman o baños y fuentes públicas. El ayuno (sawn) durante el mes de Ramadán, noveno del
calendario lunar islámico, tiene menor trascendencia artística aunque puede concretarse en
ciertos objetos realizados para las fiestas de ruptura del ayuno celebradas al final del Ramadán.
El último precepto, la peregrinación a La Meca (hayy), al menos una vez en la vida, permite el
intercambio de ideas entre los países más alejados, la producción de obras especiales como los
paños que el califa envía anualmente para cubrir La Kaaba o los certificados ornamentales de la
peregrinación.

La religión, así pues, constituye el gran elemento unificador del amplio territorio y el dilatado
marco temporal -siglo VII hasta la actualidad- por el que se ha expandido el islam. No obstante,
este desarrollo espacio- temporal ha generado una enorme variedad de manifestaciones artísticas.
Lógicamente, las condiciones geográficas - desde desiertos a zonas mesetarias o montañosas- así
como los factores histórico y los consiguientes sustratos de civilización preexistentes en cada
ámbito cultural han incidido de forma decisiva en las expresiones artísticas, determinando su
diferente evolución y sus distintas peculiaridades. Sin embargo, estos condicionamientos y la
asimilación de rasgos de todas aquellas culturas con las que ha ido manteniendo contacto, no ha
llevado al arte islámico a convertirse en una mera repetición de formas y elementos ajenos. Al
contrario, mediante la selección de entre un vasto repertorio y su utilización adecuada a su
diferente función, ha logrado un arte profundamente original. eran gais todos y chupaban nabos

[editar] Historia del arte islámico

[editar] Los inicios del arte islámico ( siglos del VII al IX )

[editar] Antes de las dinastías

Poco se sabe sobre la arquitectura antes de la dinastía Omeya. El primero y más importante
edificio islámico es, sin duda, la casa del Profeta en Medina. Esta casa, más o menos mítica, fue el
primer lugar donde los musulmanes se reunieron para rezar, aunque la religión musulmana cree
que la oración se puede hacer en cualquier lugar.

La casa del Profeta tuvo una gran importancia para la arquitectura islámica, puesto que establece
el prototipo de la mezquita de diseño árabe, formada por un patio con una sala de oración
hipóstila. Este modelo, adaptado a la oración, no nació de la nada, podría estar inspirado por el
templo de Husa ( Yemen, siglo II a. C. ) o por la sinagoga Dura Europos ( renovada en el año 245).1
Construida con materiales perecederos (madera y barro), la casa del Profeta no sobrevivió por
mucho tiempo, pero está descrita con detalle en las fuentes árabes.2 Actualmente, la Gran
Mezquita de Medina se eleva en el lugar donde supuestamente se encontraba la casa del Profeta.

Los primeros objetos islámicos son muy difíciles de distinguir de los objetos de épocas anteriores
sasánidas y bizantinas, o ya omeyas. De hecho, el islam nació en efecto, en las zonas donde el arte
parece haber sido poco abundante,3 pero rodeadas de imperios notables por su producción
artística. Es por ello que, en los inicios del islam, los artistas islámicos utilizaron las mismas técnicas
y los mismos motivos que sus vecinos.4 Se conoce, especialmente, una abundante producción de
cerámica sin brillo, como lo demuestra un célebre tazón que se conserva en el Museo del Louvre,
cuya inscripción nos asegura que su fabricación se remonta a la época islámica. El tazón proviene
de uno de los pocos lugares arqueológicos que realiza un seguimiento de la transición entre el
mundo preislámico y el islam: El de Susa en Irán.5

[editar] El arte omeya

Artículo principal: Arte omeya

Mezquita de los Omeyas en Damasco.

Bajo los Omeyas, la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos y
diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila, se convierte en un
plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más sagrado de la ciudad de Damasco - en el
antiguo templo de Júpiter y en el lugar donde estuvo la Basílica de San Juan Bautista - de la Gran
Mezquita de los Omeyas. El edificio fue un importante hito para que los constructores (y los
historiadores del arte) situaran allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes trabajos
de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco antes, con el primer
proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.6
La Cúpula de la Roca en Jerusalén es, sin duda, uno de los edificios más importantes de toda la
arquitectura islámica, caracterizado por una fuerte influencia bizantina ( mosaicos con fondo de
oro, plano centrado que recuerda el del Santo Sepulcro ), pero que ya tiene elementos puramente
islámicos, como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán.7 Su modelo no se propagó, y el
que Oleg Grabar considera como el primer monumento que fue una gran creación estética del
islam,8 quedó sin posteridad.9

Los Castillos del desierto en Palestina nos ofrecen mucha información sobre la arquitectura civil y
militar de la época, aunque su función exacta está aún en estudio: ¿parada para las caravanas,
lugares de descanso, residencias fortificadas, palacios con fines políticos que permitían la reunión
entre el califa y las tribus nómadas? Los especialistas se esfuerzan por descubrirla, y parece que su
uso ha variado en función del lugar donde se encuentren.10 Anjar fue una ciudad encontrada
completa y que nos informa sobre un tipo de urbanismo aún muy cercano al de la antigua Roma,
con cardo y decumano, como en Ramla.11

Además de la arquitectura, los artesanos trabajaban la cerámica, a menudo no esmaltada,12 a


veces con un vidriado monocromo transparente, verde o amarillo, y también trabajaron el metal.
Sigue siendo muy difícil diferenciar estos objetos de los del período pre-islámico, los artesanos
reutilizaron elementos occidentales (follaje vegetal, hojas de acanto, etc) y sasánidas.13

En la arquitectura como en las artes mobiliarias , los artistas y artesanos omeyas no inventaron
nuevas formas o métodos, sino que reutilizaron de manera espontánea las de la Antigüedad tardía
mediterránea e iraní y las adaptaron a su diseño artístico, por ejemplo, mediante la sustitución en
la gran mezquita de Damasco de los elementos figurativos que tenían los mosaicos bizantinos, por
dibujos de árboles y ciudades. En los castillos del desierto se reflejan en particular estos préstamos
y adaptaciones. La mezcla de tradición y readaptación de motivos y elementos arquitectónicos,
fue creando, poco a poco, un arte típicamente musulmán,14 palpable sobre todo en la estética de
los arabescos, presente a la vez que en los monumentos en los objetos o en las páginas de los
Coranes iluminados.15

[editar] El arte Abbasida

Artículo principal: Arte abásida


Copa con pétalos de rosa, ( siglo VIII / siglo IX ), Irán.

Con el desplazamiento de los centros de poder hacia el este, dos ciudades que serían
sucesivamente capitales del Califato cobraron gran importancia: Bagdad y Samarra en Irak. La
ciudad de Bagdad no ha podido ser excavada porque está cubierta por la ciudad comtemporánea.
La conocemos por varias fuentes, que la describen como una ciudad circular en cuyo centro se
construyeron grandes mezquitas y palacios. Samarra ha sido objeto de varias excavaciones,
especialmente de Ernst Herzfeld y más recientemente de Alastair Northedge. Creada por al-
Mutasim, en el año 836, abarca unos treinta kilómetros 2, y tenía además de muchos palacios, dos
grandes mezquitas y varios cuarteles. Abandonada definitivamente a la muerte de al-Mutamid en
el año 892 nos ofrece un hito cronológico fiable.16

Samarra nos ha proporcionado una gran cantidad de mobiliario, especialmente estuco que servía
como decoración arquitectónica y cuyos motivos pueden servir para la datación aproximada de los
edificios.17 El estuco también se encuentra en el arte mobiliario desde el Egipto tulunida hasta
Irán, sobre todo acompañando a la madera en la decoración.18

El arte de la cerámica conoció por lo menos dos grandes innovaciones: la invención de la fayenza y
la cerámica de brillo metálico que perdurarán durante mucho tiempo después de la desaparición
de la dinastía.19 En el islam, se llama faience a una masa de pasta arcillosa, cubierta con un
esmalte opaco tratado con óxido de estaño, y decorada. Las imitaciones de porcelana china20 se
multiplicaron entonces gracias al óxido de cobalto, utilizado desde el siglo VIII en Suse,21 y que
permite decorados en azul y blanco. El repertorio de motivos es todavía bastante limitado:
motivos vegetales e inscripciones.22

El brillo metálico habría nacido en el siglo IX, tal vez por la incorporación a la cerámica de un
producto ya existente y que era utilizado en el vidrio.23 La cronología de esta invención y de los
primeros siglos es muy difícil y ha dado lugar a muchas controversias. Los primeros brillos
metálicos serían policromados, sin imágenes y a partir del siglo X pasarían a ser figurativos y
monocromos, si hemos de creer la opinión más comúnmente aceptada, que se basa, en parte, en
el mihrab de la Mezquita de Kairuán.24 También se producía vidrio transparente u opaco,
decorado por soplado en un molde o mediante la adición de otros elementos.25 Hay varios
ejemplos de tallado de vidrio, el más famoso es probablemente el tazón de las liebres, que se
conserva en el tesoro de San Marcos en Venecia.,26 y la decoración arquitectónica en este
material que ha sido hallada en Samarra.

[editar] La época medieval (siglo IX – siglo XV)

Desde el siglo IX el poder de la dinastía Abbasida es desafiado en las provincias más alejadas del
centro de Iraq. La creación de un califato chií rival, el califato de la dinastía Fatimida, seguido del
califato de los Omeyas de España, dio cuerpo a esta oposición. También aparecieron pequeñas
dinastías de gobernadores autónomos en Irán.

[editar] España y el Magreb

Gran Mezquita de Córdoba, sala de oración.

La primera dinastía que se instaló a España ( o Al-Ándalus ) fue la de los Omeyas de España. Como
su nombre indica, este linaje desciende del de los grandes Omeyas de Siria, diezmado en el siglo
IX. La dinastía Omeya en España fue sustituida después de su caída por diversos reinos
independientes, los Reyes de Taifas (1031 - 1091), pero la producción artística en este período no
difiere fundamentalmente tras este cambio político. Al final del siglo XI, dos tribus bereberes
tomaron sucesivamente el poder en el Magreb y en España, entonces en plena Reconquista : los
almorávides y los almohades del norte de África, que aportaron su influencia magrebí al arte. Sin
embargo, los reyes cristianos fueron reconquistando la España islámica, que quedó reducida a la
ciudad de Granada en el siglo XIV con la dinastía Nazarí, que consiguió mantenerse hasta el año
1492.27
Píxide de Al-Mughira, 968, caja de marfil omeya expuesta en el Museo del Louvre .

En el Magreb, los merinides tomaron la antorcha de los almohades en el 1196. Desde su capital
Fez participaron en muchas expediciones militares, tanto en España como en Túnez, de donde no
pudieron desalojar a los Hafsides, una pequeña dinastía firmemente establecida allí. Los merinides
vieron disminuir su poder a partir del siglo XV y fueron sustituidos de forma definitiva por la
dinastía Sharifs en el 1549. La dinastía Hafsides gobernó hasta su desalojo por los turcos
Otomanos en el 1574.28

El al-Andalus fue un lugar de gran cultura en la época medieval. Además de importantes


universidades como la de Averroes, que permitió la difusión de la filosofía y la ciencia desconocida
para el mundo occidental, este territorio fue también un lugar en el que floreció el arte. En
arquitectura, es evidente la importancia de la Gran Mezquita de Córdoba, pero esto no debería
eclipsar otros logros como la mezquita de Bab al-Mardum en Toledo o la ciudad califal de Medina
Azahara. También es especialmente importante el palacio de la Alhambra en Granada. Varios
rasgos caracterizan la arquitectura de España: los arcos de herradura derivados de modelos
romanos y visigodos.29 Los arcos polilobulados, muy habituales y que son típicos de toda la época
islámica. La forma del mihrab, como una pequeña habitación, es también un rasgo bastante
característico de España.30

Torre en Rabat ( Marruecos ).

Entre las técnicas que utilizaron para la fabricación de objetos, el marfil fue ampliamente utilizado
para la fabricación de cajas y cofres. La Píxide de Al-Mughira es una obra maestra, con muchas
escenas figurativas y difíciles de interpretar.31

Los tejidos, de sedas, en particular, fueron en su mayor parte exportados y se pueden encontrar
en muchos tesoros de las iglesias occidentales envolviendo los huesos de los santos.32 En la
cerámica, predominaron las técnicas tradicionales, sobre todo el brillo metálico, que se usó en las
baldosas o en una serie de vasos conocida como vasos de la Alhambra.33 A partir del reinado de
las dinastías magrebíes, también hubo un gusto por trabajar la madera, tallada y pintada: el
Minbar de la mezquita de Kutubiyya de Marrakech, datado en 1137, es uno de los mejores
ejemplos.34

La arquitectura de África del Norte es relativamente desconocida por falta de investigación


después de la descolonización. Las dinastías almorávides y almohades se caracterizan por una
búsqueda de austeridad que se ejemplifica en las mezquitas con las paredes desnudas. Las
dinastías merinides y hafsides patrocinaron una arquitectura muy importante pero poco conocida
y un notable trabajo en madera pintada, tallada y taraceada.35

[editar] Egipto y Siria

Mezquita de al-Azhar, patio.

La dinastía Fatimida, que es una de las pocas dinastías del mundo islámico chiíta, gobernó en
Egipto entre el 909 y el 1171. Nacida en Ifriqiya en el 909, llegó a Egipto en el 969, donde fundó la
ciudad califal de El Cairo, al norte de Fustat, que siguió siendo un importante centro económico.
Esta dinastía alumbró una importante arquitectura religiosa y profana, cuyos restos incluyen las
mezquitas de al-Azhar y al-Hakim, y las murallas de El Cairo, construidas por el visir al-Badr Jamali.
También fue el origen de una rica producción de objetos de arte en una amplia gama de los
materiales: madera, marfil, cerámica pintada con esmalte brillante, plata, incrustaciones de metal,
vidrio opaco, y sobre todo, cristal de roca. Muchos artistas eran cristianos coptos, como lo
demuestran las numerosas obras con iconografía cristiana. 36 Estos constituían la religión
mayoritaria durante el reinado particularmente tolerante de los fatimitas. El arte se caracteriza
por una rica iconografía, que explota mucho la figura humana y animal en las representaciones
animadas, que tiende a liberarse de elementos puramente decorativos, como las manchas de
color en la cerámica esmaltada. Se enriqueció, tanto estilística como técnicamente, a través de sus
contactos con las culturas de la cuenca mediterránea, sobre todo Bizancio. La dinastía fatimita fue
también la única que produjo escultura, a menudo en bronce.37
Al mismo tiempo, en Siria, asumieron el poder los atabegs, es decir, los gobernadores árabes de
los príncipes selyúcidas. Muy independientes, se apoyaron en la enemistad entre los príncipes
turcos y ayudaron en gran parte a los cruzados francos. En 1171, Saladino tomó el Egipto fatimida,
y puso en el trono a la efímera dinastía Ayubida.38 Este peíodo no fue muy rico en arquitectura, lo
que no impidió la renovación y mejora de las defensas de la ciudad de El Cairo. La producción de
objetos valiosos no se detuvo. La cerámica pintada con esmaltes brillantes, y con incrustaciones de
metal de alta calidad se siguieron produciendo y el vidrio esmaltado surgió a partir del último
cuarto del siglo XII, como se ve en una serie de vasos y botellas de este período.39

Baptisterio de San Luis, arte Mameluco ( principios de siglo XIV. ).

Los Mamelucos arrebataron el poder a los Ayyubidas de Egipto en el año 1250 y se instalaron en el
1261 en Siria, derrotando a los mongoles. No son, estrictamente hablando, una dinastía, porque
los soberanos no reinan de padre a hijo: de hecho, los Mamelucos son esclavos turcos liberados,
que (en teoría ) comparten el poder entre compañeros de libertad. Este gobierno paradójico se
sostuvo casi tres siglos, hasta el 1517, y dio lugar a una arquitectura muy abundante en piedra,
compuesta por grandes complejos hechos para los sultanes o emires, especialmente en El Cairo.40
La decoración se realiza con incrustaciones de piedras de diferentes colores, así como con un
exquisito trabajo en madera que consistió en incrustaciones de motivos geométricos radiantes
hechos en marquetería. Se utilizó también el esmalte y el vidrio, y lo que es más importante, las
incrustaciones de metal: de este período data el Baptisterio de San Luis, uno de los objetos
islámicos más famosos, realizado por el oefebre Muhammad ibn al- Zayn

[editar] Irán y Asia central

[editar] Los Il-khanides


Azulejo esmaltado del camello, Irán. Siglo XIV. Museo del Louvre.

Bajo estos pequeños khanes, originalmente sometidos al emperador Yuan, pero rápidamente
independizados, se desarrolló una rica civilización. La actividad arquitectónica se intensificó a
medida que los mongoles se hicieron sedentarios y siguió estando más o menos marcada por las
tradiciones de los nómadas, como queda demostrado en la orientación norte - sur de los
edificios.41 Sin embargo, existe una importante influencia persa y la vuelta a las tradiciones ya
establecidas, como el plano iraní. La tumba de Oldjaïtou en Sultaniya fue uno de los monumentos
más impresionantes de Irán, pero lamentablemente está muy deteriorado y casi destruido.
También, durante esa dinastía nació el arte del libro persa, en importantes manuscritos como el
Jami al-tawarikh mandado hacer por el visir Rashid al-Din.

Aparecieron nuevas técnicas en la cerámica, como la de lajvardina, y se ven influencias chinas en


todas las artes.42

[editar] La Horda de Oro

La construcción de un muro, de Behzad.

El arte de estos nómadas es muy poco conocido. Los investigadores, que apenas están empezando
a interesarse en ellos, han descubierto que hubo una planificación urbana y una arquitectura en
estas regiones. Se desarrolló también una importante orfebrería y la mayor parte de sus obras
muestran una fuerte influencia china. Conservadas en el Museo del Hermitage de San
Petersburgo, apenas comienzan a ser estudiadas.

Fue la tercera invasión de los nómadas, la de las tropas de Tamerlán, la que fundó el tercer gran
período medieval iraní: el de los Timurides. El desarrollo en el siglo XV de esta dinastía, dio lugar a
la cúspide del arte del libro persa, con pintores como Behzad, y muchos mecenas. La arquitectura
y el urbanismo persa, a través de monumentos como los de Samarcanda, en particular,
experimentaron igualmente una edad de oro. La decoración en cerámica y las bóvedas con
mocárabes son particularmente impresionantes. Existe una fuerte influencia del arte del libro y de
China en todos los demás ámbitos. Es, en parte, el período Timurida el que dio cohesión al arte
persa, permitiéndole florecer más tarde en el gran imperio de los Sefávidas.

[editar] Anatolia

Continuando en su impulso, los turcos seldyúcidas continuaron sus conquistas hasta Anatolia.
Después de la batalla de Manzikert en 1071 formaron un sultanato independiente del de sus
primos iraníes. Su poder parece extenderse desde 1243 hasta las invasiones mongolas, pero las
monedas siguieron siendo acuñadas con sus nombres hasta el año 1304. La arquitectura y los
objetos sintetizan los distintos estilos, tanto de Irán como de Siria. El arte del trabajo de la madera
dará obras maestras,43 y sabemos de un único manuscrito ilustrado que data de ese periodo.44

LosTurkmecos, que son nómadas en la región del lago Van, son muy poco conocidos. Se les
conocen, sin embargo, varias mezquitas como la Mezquita Azul de Tabriz y tendrán una influencia
decisiva tanto en Anatolia, después de la caída de los Seldjoukidas de Rum, como en Irán durante
la dinastía Timurida. En efecto, a partir de siglo XIII, Anatolia estaba dominada por pequeñas
dinastías turcomanas, que decidieron apropiarse gradualmente de los territorios bizantinos. Poco
a poco surge una dinastía: la de los Otomanos, los llamados "primeros Otomanos" antes de 1453.
Patrocinaron sobre todo la arquitectura, donde se busca la unificación de los espacios mediante el
uso de cúpulas. En la cerámica también se sentaron las bases para lo que se convertiría en el arte
otomano propiamente dicho con la cerámica de Mileto y los primeros azules y blancos
anatolios.45

[editar] India
Mezquita de Quwwat al-Islam, en Delhi.

La India, conquistada por los Ghaznévidas y Ghurides en el siglo IX, no se independizó hasta el año
1206 cuando los Muizzî o reyes-esclavos, llegaron al poder, marcando el nacimiento del sultanato
de Delhi. Más tarde, surgieron otros sultanatos competidores en Bengala, Cachemira, Guyarat,
Jawnpur, Malwa y en el norte del Deccan (Bahmanidas).

Se alejaron gradualmente de las tradiciones persas, dando nacimiento a una arquitectura y un


urbanismo originales teñidos de sincretismo con el arte hindú. La producción de objetos está poco
estudiada hasta este momento, pero sabemos de un importante arte del libro.46 El período de los
sultanatos termina con la llegada de los Mogoles que poco a poco conquistaron toda la región.

[editar] Técnicas del arte islámico

[editar] El urbanismo, la arquitectura y su decoración

Minarete de Mekhnes, Marruecos .

La Arquitectura adopta muchas formas diferentes en el mundo islámico, a menudo osos relación
con la religión musulmana: la mezquita es una de ellas, pero la madrasa y los lugares de retiro son
también edificios típicos de los países del islam adaptados a la práctica del culto.47

Los tipos de edificios varían mucho según los períodos y las regiones. Antes del siglo XIII, en la cuna
del mundo árabe, es decir, en Egipto, en Siria, en Iraq y en Turquía, casi todas las mezquitas siguen
el llamado plano árabe,48 con un gran patio y una sala de oración hipóstila, pero que varían
enormemente en su decoración e incluso en sus formas: en el Magreb las mezquitas adoptaron un
plano en «T» con naves perpendiculares a la qibla, mientras que en Egipto y Siria las naves son
paralelas. Irán tiene sus propias especificidades como el uso del ladrillo y la decoración en estuco y
cerámica,49 el uso de formas particulares a menudo tomadas del arte Sasánida como los Iwan
( porches de entrada abiertos por un gran arco ) y el arco persa.50 En España, hay más bien un
gusto por una arquitectura coloreada con el uso de arcos variados ( de herradura, polilobulados,
etc ).51 En Anatolia, bajo la influencia de la arquitectura bizantina, pero también debido a
evoluciones específicas en el plano árabe en esta región, se construyeron las grandes mezquitas
otomanas de cúpula singular y desproporcionada.52 En la India mogol los planos se fueron
alejando gradualmente del modelo iraní, destacando mucho en sus edificios la cúpula bulbosa.53

[editar] El arte del libro

Detalle de una pintura árabe, (siglo XIII).

EL arte del libro incluye tanto la pintura, la encuadernación, la caligrafía y la iluminación. Es decir,
arabescos y dibujos en los márgenes y en los títulos.54

Se divide tradicionalmente el arte del libro en tres ámbitos distintos: Árabe para los manuscritos
sirios, egipcios, de Jezirah, e incluso otomanos del Maghgreb (pero éstos también pueden ser
considerados por separado). Persa para los manuscritos creados en Irán, en particular durante el
período mongol. Indio para las obras mogolas. Cada uno de estos ámbitos tiene su propio estilo,
dividido en diferentes escuelas, con sus propios artistas y sus convenciones. Las evoluciones son
paralelas, aunque parece evidente que ha habido influencias entre las escuelas, e incluso entre
zonas geográficas, a través de los cambios políticos y los frecuentes desplazamientos de los
artistas.55

[editar] Las llamadas artes « menores »


Aspersorio de vidrio soplado, siglo XII – siglo XIII.

Son conocidas en Europa como artes menores las artes decorativas. Sin embargo, en las tierras del
islam, como en muchas culturas de fuera de Europa o antiguas, estas artes se han utilizado
ampliamente con fines más artísticos que utilitarios y han alcanzado tal punto de perfección que
no se pueden clasificar como artesanía.56 Por lo tanto, si los artistas islámicos no se interesaron
en la escultura por razones principalmente religiosas,57 nos dejaron pruebas de un ingenio y una
maestría notable en las artes del metal, la cerámica, el cristal, y el cristal de roca; y también en
piedras duras como la calcedonia, el tallado en madera, la marquetería y el marfil, ...

[editar] Motivos, temas e iconografía del arte islámico

Cuando se menciona el término arte islámico, a menudo se piensa en un arte sin imágenes
compuesto enteramente de motivos geométricos y arabescos. Sin embargo, hay muchas
representaciones de figuras en las artes del islam, particularmente en todo aquello que no está
comprendido dentro del ámbito de la religión.

[editar] El arte y la religión

Las religiones han jugado un papel importante en el desarrollo del arte islámico, que a menudo se
ha utilizado con fines sagrados. Se piensa, por supuesto, en la religión musulmana. Sin embargo, el
mundo islámico no tuvo una mayoría musulmana hasta el siglo XIII y otras creencias también han
desempeñado un papel importante en el islam. El cristianismo, particularmente, en un área que va
desde Egipto hasta la actual Turquía.58 El zoroastrismo, especialmente en el mundo irání. El
hinduismo y el budismo en el mundo indio y el animismo en todo el Magreb.

[editar] El arte y la literatura


Shahnameh, finales del siglo XVI.

Sin embargo, todo el arte islámico no es religioso, y los artistas también utilizaron otras fuentes,
entre ellas la literatura. La literatura persa, como el Shahnameh , la epopeya nacional compuesta a
principios del siglo X por el poeta persa Ferdowsi, los Cinco Poemas o Jamsa de Nizami en el (siglo
XII), es también una fuente importante de inspiración para muchos motivos que se encuentran
tanto en el arte del libro como en los objetos (cerámicas, tapices, etc ).59 Las obras de los poetas
místicos Saadi y Djami también han dado lugar a muchas representaciones. El al-Jami tawarikh , o
Historia Universal, compuesta por el visir Il-khanide Rashid al-Din a comienzos de siglo XIV ha sido
la inspiración de numerosas representaciones en todo el mundo islámico.60

La literatura árabe no es la única con representaciones; las fábulas de origen indio Calila y Dimna o
el Maqamat de Al-Hariri y otros textos fueron frecuentemente ilustrados en los talleres de Bagdad
o Siria.

La literatura científica, como los tratados de astronomía o mecánica también tienen ilustraciones.

[editar] Motivos abstractos y caligrafía

Caligrafía tuluth. Meknes, Marruecos.

Los motivos decorativos son muy numerosos en este arte y muy variados, desde los motivos
geométricos hasta los arabescos. La caligrafía en las tierras del islam está considerada como un
arte, incluso sagrado, habida cuenta de que las suras del Corán se consideran como palabras
divinas y que las representaciones de los seres vivos están excluidas de los libros y lugares
religiosos, la caligrafía merece una atención especial, no solo en el ámbito religioso, sino también
en las obras profanas.61
[editar] Las representaciones figurativas

A menudo se piensa que el arte islámico es totalmente anicónico, sin embargo, se pueden
observar numerosas figuras humanas y animales en la cerámica. Las imágenes religiosas del
profeta Mahoma, de Jesús y del Antiguo Testamento así como de los imanes, también dieron lugar
a representaciones que, según épocas y lugares, tienen el rostro velado o no. La cuestión de la
representación figurativa en el islam es aún hoy muy compleja.62

[editar] El conocimiento de las artes del islam en el mundo

[editar] Historiografía del arte islámico

El arte islámico ha sido durante mucho tiempo conocido en Europa gracias a las numerosas
importaciones de materiales preciosos (seda, cristal de roca), que se hicieron en la época
medieval. Muchos de estos objetos se han convertido en reliquias y se conservan actualmente en
los tesoros de las iglesias del mundo occidental.63 Sin embargo, la historia del arte islámico como
una ciencia es una disciplina muy reciente en comparación, por ejemplo, con la de otras artes
antiguas. Por otro lado, las excavaciones de arte islámico han sido víctimas a menudo de
arqueólogos que deseosos de acceder rápidamente a los niveles más antiguos, saquearon los
niveles más modernos.

Nacida en el siglo XIX e impulsada por el movimiento orientalista, esta disciplina evolucionó
marcada por muchos vaivenes, debidos a acontecimientos políticos y religiosos mundiales. La
colonización, en particular, fomentó el estudio de algunos países - así como la aparición de
colecciones europeas y americanas -, pero períodos enteros de la historia han quedado
olvidados.64 Del mismo modo, la Guerra Fría, ha ralentizado considerablemente el estudio de las
artes del islam, impidiendo la difusión de estudios y descubrimientos.

[editar] Grandes colecciones de arte islámico


Tiesto de las aves, Siria, de principios de siglo XIII, Museo del Louvre .

Como sucede a menudo, las grandes colecciones de arte islámico están más bien en el mundo
occidental, en el Museo del Louvre, Museo Metropolitano de Arte, Museo Británico y Victoria and
Albert Museum en particular. Sin embargo, existen colecciones en otros lugares, entre ellas las del
Museo de Arte Islámico de El Cairo, Egipto, o el Museo de Arte Islámico de Doha, Catar. La
Fundación Gulbenkian Lisboa y la colección Khalili también conservan numerosas piezas. Los
museos americanos, como la Galería Freer de Washington, tienen fondos muy importantes, tanto
de objetos como de manuscritos. El corning Museo del Vidrio de Nueva York posee uno de los
fondos de vidrios islámicos más grande del mundo. En cuanto a los manuscritos, tenemos que
señalar grandes bibliotecas como la British Library o la Biblioteca Nacional de Francia, cuyos
fondos orientales están bastante completos aunque los museos conservan también páginas
ilustradas y manuscritos.

[editar] Grandes lugares arqueológicos del arte islámico

Se están haciendo muchos progresos en el estudio de la producción de objetos y de la arquitectura


islámica más antigua, especialmente en Iraq, Samarra o Susa, por ejemplo, o incluso en el El Cairo.
A pesar del contexto actual, los principales yacimientos están siendo excavados en todo el mundo
islámico desde Pakistán hasta el Magreb.

[editar] Anexos

[editar] Notas

1.↑ Stierlin, Henri. La arquitectura islámica. París: PUF, 1993. p. 9 - 10

2.↑ Hillenbrand, Robert. La arquitectura islámica, la forma, función y meaningNew York:


Columbia University Press. p. 39

3.↑ Grabar, Oleg. La formación del arte islámico. [Ed. Yves Thoraval] París: Flammarion, col.
Campos, 2000. p.105 - 107.
4.↑ Podemos considerar al arte islámico como una acumulación de estructuras y formas que
señalan a los cuatro rincones del mundo conquistado. Grabar, Oleg. p. 296.

5.↑ Sophie Makariou (ed). Suse, terracota Islámica. Snoeck, 2005.

6.↑ Rosen Ayalon, Myriam. El arte islámico y Arqueología en Palestina. París: PUF, 2002

7.↑ O. Grabar. La Cúpula de la Roca, jewelof Jerusalén. 1997

8.↑ Grabar, Oleg. La formación del arte islámico. [Ed. Yves Thoraval] París: Flammarion, col.
Campos, 2000. p.72.

9.↑ Hillenbrand, Robert. Archiitecture Islámica, forma, función y meaningNew York: Columbia
University Press, p. 20. Esta observación, sin embargo, podría ser rebatida por algunos trabajos
recientes, y el plano de la Cúpula de la Roca podría tener su réplica en la Gran Mezquita de
Kairuán, según la disposición de sus columnas y capiteles.

10.↑ Hillenbrand, Robert. Arquitectura islámica, forma, función y meaning New York: Columbia
University Press, p. 384 - 390.

Grabar, Oleg. La formación del arte islámico. [Ed. Yves Thoraval] París: Flammarion, col. Campos,
2000. p. 193 - 236

11.↑ Bernus-Taylor, Martha. "El arte de islam en la Edad Media, el cristianismo y el islam. París:
Flammarion, 1996. p. 456 - 457.

12.↑ Makariou, Sophie. SuSE, terracota Islámica. Snoeck, 2005

13.↑ "Si la producción de objetos artísticos durante los primeros ciento veinticinco años del
periodo musulmán se discute mucho, es porque la cultura material cambió muy poco durante el
primer siglo y cuarto después de la conquista musulmana "Grabar y Etinghausen,El arte islámico y
la arquitectura, 650 - 1250. New Haven y Londres: Yale University Press, 2001. p. 39.

14.↑ En un país rico en tradiciones antiguas, frente al Mediterráneo, conectado por vías
navegables (el Éufrates, y por tanto el Océano Índico) y rutas terrestres con el resto del mundo y el
extremo Irán oriental, se yuxtaponen y entrelazan elementos cristianos, helenísticos y sasánidas
que gradualmente produjeron un arte original. Bernus-Taylor, Martha. El arte del islam. París:
RMN, 2001. p.9

15.↑ Grabar, Oleg. La formación del arte islámico. [Ed. Yves Thoraval]. París: Flammarion, col.
"Champs", 2000. p. 291 - 299

16.↑ Ver diferentes publicaciones Alastair Narthedge, en particular: "Samarra", en Enciclopedia


del islam. Brill, 2.ª edición. Comentarios a Samarra y la arqueología de las grandes ciudades.
Antigüedad, en marzo de 2005.

17.↑ Herzfeld, Ernst. WanndschmuckDer von der Bauten Samarra. Berlín, 1923
18.↑ Véase, por ejemplo, el panneau à l'oiseau stylisé AO 6023 en el Museo del Louvre

19.↑ Grabar, Oleg; Ettinghausen, Richard. Arte islámico y la arquitectura 650 - 1250. Londres y
New Haven: Yale University Press, 2001. p. 68 - 69

20.↑ las relaciones con China en este momento son difíciles pero existen. La cerámica china se
han encontrado en varios sitios como Suse y Siraf. Véase, por ejemplo Soustiel, Jean. La cerámica
islámica. Friburgo, la oficina del libro, 1985.

21.↑ de acuerdo a la investigación de Monik Kervran, publicada en los cuadernos de la


Delegación Arqueológica Francesa en Irán

22.↑ Según Grube, las inscripciones sirven para reconocer las piezas en las distintas colecciones.
Grube, Ernst J. Islamic Pottery of the Eight to the Fifteenth Century in the Keir Collection. Londres,
1976.

23.↑ Para vidrio con brillo, ver Carboni, S. Glass of the sultans. [Expo. Corning, Nueva York,
Atenas. 2001 - 2002] New York: Metropolitan Museum of Art, 2001. Dos de ellos datados en 772-
773 y 779 fueron encontrados en las excavaciones de Scanlon en Fustat

24.↑ Lane, Arthur. Early islamic pottery. Londres : Faber et Faber, 1947

25.↑ Hasson, Rachel. Early Islamic Glass. Jerusalem. 1979.

26.↑ Carboni, S. Glass of the sultans. [Expo . Corning, New-York, Athènes. 2001 - 2002] New
York : Metropolitan museum of art, 2001.

27.↑ Boswrth, Clifford Edmund. Las dinastías musulmanased. Yves Thoraval. Actes Sud, Ed.
Sindbad, 1996. p. 37 - 48

28.↑ Boswrth, Clifford Edmund. Las dinastías musulmanas ed. Yves Thoraval. Actes Sud, Ed.
Sindbad, 1996. p. p. 49 - 71

29.↑ [...] incluso esta forma de construcción se pone de manifiesto, entre el Ebro y el Duero, de
661 es la (iglesia de San Juan de Baños) [...]. Se puede afirmar que el origen del arco de herradura
es anterior y se sitúa en plena época imperial romana. "Stierlin, Henri. El islam, desde Bagdad a
Córdoba, de los orígenes, al siglo XIII Taschen, 2002. p. 113.

30.↑ Stierlin, Henri. Id. p. 100.

31.↑ Obra expuesta en el museo del Louvre

32.↑ El textil español se producen en talleres en los que la Realeza tienen un monopolio. Grabar,
Oleg y Ettinghausen, Richard. Arte islámico y la arquitectura, 650 - 1250. Londres y New Haven:
Yale University Press, 2001. p. 97
33.↑ Bernus Taylor, Martha. "El arte del islam". en la Edad Media, el cristianismo y el islam. París:
Flammarion, 1996. p. 513.

34.↑ Oleg Grabar y Ettinghausen, Richard. Arte islámico y la arquitectura, 650 - 1250. Londres y
New Haven: Yale University Press, 2001. p. 278.

35.↑ Blair, Sheila S. ; Bloom, Jonathan M.El arte y la arquitectura del islam. Londres y New Haven:
Yale University Press, 1994. p. 114 a 123.

36.↑ Bernus-Taylor, Martha. "El arte de islam en la Edad Media, el cristianismo y el islam. París:
Flammarion, 1996. p. 498.

37.↑ Véase: Casanelli, Roberto (ed). El Mediterráneo de las cruzadas. Paris, Citadelles y Mazenod,
2000 y Trésors Fatimides du Caire. [Cat exp. Paris, Institut du monde arabe, 1998] Paris : Institut
du monde arabe, 1998.

38.↑ Tate, Georges. L'Orient des Croisades. Paris : Gallimard, colll. découvertes, 2000

39.↑ Marthe Bernus Taylor: Les arts de l’islam. París: RMN, 2001. p. 70. ver también L'Orient de
Saladin, l'art des Ayyoubides [Cat Exp. Paris, Institut du monde arabe. 2001] Paris : Gallimard,
2001.

40.↑ varios miles de edificios se construyeron durante este período. Ver Blair, Sheila S & Bloom,
Jonathan M.El arte y la arquitectura del islam, 1250 - 1800. Londres y New Haven: Yale University
Press, 1994. p. 70 - 96.

41.↑ El mejor ejemplo de esta rara orientación en el islam es el plano de Takht-Sulayman

42.↑ cf. página de la exhibition El legado de Genghis Khan, y el catálogo: Komaroff, Linda y
Carboni, Stefano (eds). El legado de Genghis Khan: El arte y la cultura en Asia Occidental, 1256 -
1353. [Expo. Nueva York, Museo Metropolitano de Arte. 2002 - 2003; Los Angeles, Museo de Arte
del Condado de Los Ángeles. 2003]. Nueva York: Metropolitan Museum of Art, 2002.

43.↑ Oleg Grabar, y Richard Ettinghausen. El Arte islámico y la arquitectura, 650 - 1250. Londres y
New Haven: Yale University Press, 2001. p. 255

44.↑ Se trata de una copia en seis volúmenes de Masnavi de Jalal al-Din Rumi, sin duda realizado
en Konya y fechado en 1268 - 1269. Ettinghausen y Grabar. id. p. 257-258.

45.↑ Blair, Sheila S. y Bloom, Jonathan M.El arte y la arquitectura del islam, 1250 - 1800London y
New Haven: Yale University Press, 1994. p. 132 - 148.

46.↑ Blair y Bloom,op. cit.p. 149 - 162.

47.↑ El arte islámico se basó inicialmente en la herencia de Bizancio y Persia para crear obras
maestras, aunque siempre afirmando su especificidad, en primer lugar, a través de los patios con
columnas en las mezquitas. Allí era donde se reunían los creyentes y adoptaban una disposición a
lo ancho para la oración ritual, lo que dio lugar a la sala oblonga. Stierlin, Henri. El islam, desde
Bagdad a Córdoba, los orígenes siglo XIII. Köln: Taschen, 2002. p. 228 - 229.

48.↑ El plano, de acuerdo a la investigación de Myriam Rosen Ayalon, se llevó a la práctica en la


construcción de la Mezquita Al-Aqsa. Actualmente, la Mezquita de los Omeyas en Damasco es el
arquetipo de este plano. Rosen Ayalon, Myriam. El arte islámico y Arqueología en Palestina. PUF,
2002. Hillenbrand, Robert. La arquitectura islámica. Forma, función y significado.New York:
Columbia University Press, 1994. p. 69 - 70.

49.↑ Bernus Taylor, Martha. "El arte del islam en la Edad Media, el cristianismo y el islam.París:
Flammarion, 1996. p. 484 - 485

50.↑ Hillenbrand, Robert. La arquitectura islámica. Forma, función y significado.New York:


Columbia University Press, 1994. p. 100 - 114.

51.↑ Ese es particularmente el caso de la Mezquita de Córdoba, el palacio de Medina Azahara o


la Alhambra de Granada. Cf Bernus Taylor, Martha. El arte del islam. La Edad Media, el cristianismo
y el islam. París: Flammarion, 1996. p. 481 - 482

52.↑ Goodwin, Godfrey. Historia de la arquitectura otomana. Baltimore: Johns Hopkins Press,
1971.

53.↑ Blair, Sheila s. y Bloom, Jonathan M.El arte y la arquitectura del islam, 1250 - 1800. Londres
y New Haven: Yale University Press, 1994. p. 266 - 286.

54.↑ Para estos diferentes aspectos, véase Déroche, François (ed). Manual codicologyParis, 2000.

55.↑ Ettinghausen, Richard. La pintura árabe. Ginebra: Skira, 1962; Gray, Basil. La pintura persa.
Ginebra, Skira: 1995 (2 ª ed.).

56.↑ Los objetos artísticos tuvieron gran consideración, tanto entre la corte como entre la
burguesía urbana. Se nombran en segundo lugar después de los palacios en las citas de los textos,
como signos externos de riqueza, y se ejerció un gran control sobre su producción. Grabar, Oleg.
La formación del arte islámico. [Ed. Yves Thoraval] París: Flammarion, 2000 (2 ª ed.). p. 264.

57.↑ La condena de la idolatría desterró la escultura casi por completo en la práctica artística. Los
leones del palacio de la Alhambra en Granada o las esculturas que adornan los capiteles de
algunas mezquitas de Anatolia son, sin duda, excepciones. Naef, Silvia.¿Existe una cuestión de
imagen en el islam? París: tetraedro, 2004

58.↑ Se cree que fueron artistas bizantinos los que levantaron la Mezquita de los Omeyas en
Damasco: cf. Ettinghausen, Richard y Grabar, Oleg. El arte islámico y la arquitectura.Londres y New
Haven: Yale University Oress, p. 26. Del mismo modo, hay muchas obras que tienen iconografía
cristiana, principalmente en Egipto y Siria.
59.↑ Extraña y maravillosa tierra del islam. Exposición en el Museo del Louvre el 23 de abril - 23
de julio de 2001] París: RMN, 2001. p. 176 - 179 en el Shahnameh

60.↑ S. Blair, un compendio de crónicas: Rashid al-Din ilustra la historia del mundo, 1995.

61.↑ El islam, las artes . Encyclopaedi Universalis en. T. 9. París, 1968. p. 182 - 184.

62.↑ Ver Sylvia Naef: ¿Existe una cuestión de imagen en el islam?. París: Tétraèdres, 2004.

63.↑ En el Museo del Louvre: Artículos de lujo que ya pertenecían a la colección real francesa. La
hermosa jarra de cristal de roca tallada en un taller en Egipto a principios del siglo XI, actualmente
en el departamento de arte, fue ofrecida por Suger a la Abadía de Saint-Denis. Bernus-Taylor,
Martha. El arte del islam Paris: RMN, 2001. Véase también los objetos del tesoro de San Marcos en
Venecia:El Tesoro de San Marcos en Venecia. [expo de París, Grand Palais, 1984.] París: Reunión
de Museos Nacionales, 1984.

64.↑ Esto es particularmente cierto en el caso del arte otomano tardío y Kaqjars, hoy en vías de
redescubrimiento

Arte de China
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Mural de Dunhuang, Dinastía Tang.

Desde los orígenes de la historia china se crearon objetos en bronce, jade y hueso, que
recogieron el espíritu y efecto buscado en los rituales chamanistas.

Estas formas en bronce y jade muestran por primera vez uno de los principios esenciales
del arte chino: la síntesis entre el espíritu creador artístico y la función social y jerárquica a
la que estaban destinados desde su concepción. El primero de ellos se mostraba en la
exquisitez de las formas, en el origen de los temas decorativos tomando como paradigma
las fuerzas de la naturaleza y su acción sobre el espíritu humano, y en el gran conocimiento
técnico de los materiales que ha caracterizado todas las formas artísticas.

Como complemento tanto la diversificación de las formas como la iconografía con la que se
adornaban correspondían a los principios de jerarquización social y uso ritual que
caracterizó los inicios de la civilización china con la Dinastía Shang y la Dinastía Zhou. En
esta última dinastía surgen las escuelas de filosofía que profundizando sobre la relación del
individuo con su entorno y la consideración social del mismo, establecerán los fundamentos
teóricos sobre los que siglos más tarde se desarrollaría la teoría china del arte.

Nos referimos fundamentalmente al taoísmo y al confucianismo, sin por ello afirmar que
existe una clara división entre lo que algunos consideran arte taoísta como manifestación
disgregada de un supuesto arte confuciano.

Contenido
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 1 El trazo y la pincelada en el arte chino


 2 El gusto por los materiales en el arte chino
 3 Arte para la representación y la colectividad
 4 Arquitectura China
 5 Historia
 6 Referencias
 7 Bibliografía
 8 Véase también
 9 Enlaces externos

[editar] El trazo y la pincelada en el arte chino


Es cierto que la poesía, pintura y caligrafía representan todas ellas a través del pincel, la
esencia misma del pensamiento artístico taoísta, pero no hay que olvidar que incluso estas
artes sublimes tuvieron su función social, su jerarquización y en consecuencia participaron
del pensamiento confuciano.

Estas eran el arte con mayúsculas, reservado a una clase intelectual formada en los clásicos,
y la tradición, donde se reconocía y valoraba al artista y la obra de arte en su unidad y no
como producto social. Desde la primera escritura tratada artísticamente y convertida en arte
de la caligrafía por Wang Xizhi en el siglo IV d.C. hasta los últimos heterodoxos de la
Dinastía Qing, los pintores Zhuda y Shitao, la caligrafía, pintura y poesía han estado unidas
en unos mismos principios técnicos y estéticos.

Los instrumentos básicos -tinta, papel, pincel y tintero-,la formación clásica, y la búsqueda
del ritmo, espontaneidad y expresividad basados en el trazo, la pincelada y el vacío han
sido los elementos comunes a partir de los cuales se han desarrollado diacrónicamente a lo
largo de los siglos.

La palabra, el carácter es considerado como una imagen, como la abstracción de una idea y
concepto, y la imagen pictórica en la que se reconoce tanto a un carácter como a un paisaje
se lee como una palabra, fusionándose así el pensamiento artístico en poesía-caligrafía-
pintura.

[editar] El gusto por los materiales en el arte chino


Seda china.

Algunos de estos materiales mencionados se desarrollaron de una manera casi única en un


contexto histórico determinado, mientras que otros se adoptaron a nuevos usos y formas.
Así observamos que el bronce y el jade son característicos de las dinastías Shang y Zhou,
ligados siempre al ritual y a la representación social.

La laca y la seda coinciden en asociarse con el momento histórico de expansión política y


cultural del imperio chino durante la dinastía Han (206 a. C.- 220 d.C.), siendo también los
primeros materiales sobre los que se diseña pensando únicamente en la belleza del objeto y
no en su uso ritual.

A partir del reinado de Qin Shi Huang la cerámica, cuyas primeras formas aparecieron en el
Neolítico sirviendo en muchos casos de referencia a las formas en bronce, adquiere un
mayor valor al realizarse con ella la reproducción del gran ejército imperial con el que el
emperador quiso proteger bajo tierra su mausoleo.

A partir de entonces, la cerámica (arcilla, terracota, gres y porcelana) se vuelve, gracias a la


capacidad de organización laboral de los centros alfareros, las innovaciones técnicas y la
habilidad de los artesanos en el material más versátil y polisemántico de todos.

Desde la sencillez del barro cocido y pintado el alfarero chino ha sido capaz mediante la
aplicación de vidriados y técnicas decorativas y el control de la cocción una inmensa
variedad formal y tipológica, capaz de satisfacer todos los gustos y necesidades.

La carestía de otros materiales (bronce, jade), hizo que a través de los barnices se intentará
buscar los efectos cromáticos y plásticos de otros materiales. Así el barniz de óxido de
hierro tratado en atmósfera reductora, producía una gama cromática del verde-oliva al azul
lavanda con la que se pretendía imitar el aspecto del jade. Esta técnica decorativa conocida
en China desde la Dinastía Han perduró hasta el siglo XX, siendo rebautizado el color
verde de estas piezas por los europeos con el nombre de celadón.

Las piezas en cerámica funerarias encontraron en la Dinastía Tang su mejor expresión con
la aplicación, mediante inmersión y goteo, de tres colores o sancai.

En la Dinastía Song, se transformaron totalmente los usos y las formas de la cerámica. El


conocimiento desde el siglo X del caolín -ingrediente necesario para conseguir la
porcelana- junto con el desarrollo económico de esta dinastía y la búsqueda de una mayor
exquisitez en el diseño de los objetos cotidianos por parte de la clase letrada, permitió la
aparición de nuevos tipos cerámicos. Así se diferenciaban los productos destinados a uso
imperial, frente aquellos solicitados por los letrados, los comerciantes y las comunidades
monásticas.

El cambio del siglo XIII se vio reflejado en el campo artístico en su industrialización y su


distribución en el exterior del país. El tipo cerámico azul y blanco, es el más característico
de esta transformación, siendo sinónimo de él el nuevo repertorio iconográfico y el
paulatino cambio en su distribución y concepción espacial que afectaría a todos los
materiales.

La última dinastía mostró al mundo un gusto por la ornamentación, la exuberancia técnica y


el alarde formal, en una variedad de formas y materiales, que reflejaban el nuevo gusto y
estética de la Dinastía Manchú.

[editar] Arte para la representación y la colectividad

Buda tallado en piedra.


Junto a la delicadeza estética de los materiales señalados, pensados para disfrute particular
y en algunos casos también como símbolo de posición social, existieron otras formas de
entender el arte.

La escultura en piedra y la arquitectura en madera fueron los cauces a través de los cuales
la sociedad se manifestó como colectividad profundamente jerarquizada.

La escultura en piedra se inició como majestuosa y representativa decoración de los


caminos funerarios de las tumbas imperiales en la Dinastía Han. Grandes animales reales y
mitológicos, representación de los estamentos sociales -letrados, militares, extranjeros, etc.-
fueron los temas elegidos para dignificar el poder.

Por ello es un arte anónimo, creación de talleres colectivos, en donde la piedra se tallaba
monolíticamente en cuanto material y concepto. De todo ello son muestra las esculturas que
flanquean el camino de los espíritus de las dinastías Han, Tang y especialmente las Tumbas
Ming, así como la escultura representativa de los palacios imperiales.

Para esto los Chinos hicieron espectaculares esculturas que hoy en día nos impactan

Pero la escultura tuvo también fines religiosos ligados a la difusión del budismo en China.
Las grutas de Yungang, Longmen y Dunhuang, muestran el trabajo en piedra, ladrillo y
estuco, que dio forma al panteón budista. En ellos se aprecia la influencia extranjera y su
transformación o adaptación al gusto y estética chinos, como una de las mayores
aportaciones de los intercambios producidos en la Ruta de la Seda.

La arquitectura palaciega, funeraria, religiosa y civil, partió de simples sistemas de


construcción y distribución espacial, haciéndose principalmente eco de su carácter de
representatividad.

Por ello, tampoco fue considerada como un arte creativo sino como una labor de artesanos,
especialmente carpinteros y decoradores, donde no tenían cabida innovaciones en el diseño
o en la técnica de construcción.

Entre los ejemplos más significativos de la arquitectura china se encuentran los palacios
-Ciudad Prohibida, Palacio de Veracruz, Chengde-, y los templos -Templo del Cielo,
Pagoda de la Oca salvaje-, en los que se aprecia la imbricación de todas los materiales
artísticos y su doble función artística y representativa.

[editar] Arquitectura China


La arquitectura china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades rectangulares que
se unen para formar un todo. El estilo chino combina rectángulos de diferentes tamaños y
en diferentes posiciones de acuerdo con la importancia de la organización del conjunto:
utiliza el Feng Shui. Se distinguen claramente los distintos niveles y elementos. El
resultado es un aspecto exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y
misterioso.
En la arquitectura tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se rige por
los principios de equilibrio y simetría. El eje constituye la estructura principal. Las
estructuras secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el patio central y las
habitaciones principales. Tanto las viviendas como los edificios oficiales, templos y
palacios se ajustan a este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se
reflejan los valores éticos y sociales de los chinos.

En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las habitaciones se asignan según la posición
de cada persona en la jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el cuarto principal, los
miembros de mayor edad de la familia de éste viven en la parte de atrás y los más jóvenes,
en las alas izquierda y derecha; los más mayores en la izquierda y los más jóvenes en la
derecha.

La arquitectura china se caracteriza también por el uso de una estructura de vigas y pilares
de madera y un muro de adobe que rodea tres de los costados del edificio. La puerta y las
ventanas principales se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera como uno de
sus principales materiales de construcción desde hace miles de años. La madera representa
la vida y ésta es la principal idea que la cultura china, en sus múltiples manifestaciones,
trata de comunicar. Esta característica ha llegado hasta nuestros días.

[editar] Historia

Ejército de terracota de Xian (210 a. C.), situado en el interior del Mausoleo de Qin Shi
Huang.

El arte chino ha tenido una evolución más uniforme que el occidental, con un trasfondo
cultural y estético común a las sucesivas etapas artísticas, marcadas por sus dinastías
reinantes. Como la mayoría del arte oriental tiene una importante carga religiosa
(principalmente taoísmo, confucianismo y budismo) y de comunión con la naturaleza. Al
contrario que en Occidente, los chinos valoraban por igual la caligrafía, la cerámica, la seda
o la porcelana, que la arquitectura, la pintura o la escultura, a la vez que el arte está
plenamente integrado en su filosofía y cultura.
 Dinastía Shang (1600-1046 a.C.): destacó por sus objetos y esculturas en bronce,
especialmente vasijas decoradas en relieve y máscaras y estatuas antropomórficas,
como las halladas en la zona de Chengdu, en el alto Yangtsé, de alrededor del 1200
a.C. Se han encontrado restos arqueológicos de varias ciudades en la zona de
Henan, amuralladas y con una retícula rectangular, como en Zhengzhou y Anyang.
En estos asentamientos se han hallado igualmente tumbas con ricos ajuares de
armas, joyas y diversos utensilios en bronce, jade, marfil y otros materiales.

 Dinastía Zhou (1045-256 a.C.): evolucionando desde el arte Shang, los Zhou
crearon un estilo decorativo y ornamentado, de figuras estilizadas y dinámicas,
continuando el trabajo en cobre. Una invasión nómada en 771 a.C. fragmentó el
imperio en pequeños reinos, periodo en el que sin embargo florecieron la agricultura
y la metalurgia, apareciendo diversos estilos artísticos locales en el llamado Periodo
de los Reinos Combatientes. Aparecieron el taoísmo y el confucianismo, que
influenciarían enormemente al arte. Destacó el trabajo en jade, decorado en relieve,
y apareció la laca.

 Dinastía Qin (221-206 a.C.): unificada China bajo el reinado de Qin Shi Huang, se
construyó la Gran Muralla para evitar invasiones exteriores, con 2.400 kilómetros
de longitud y una media de 9 metros de altura, con torres de guardia de 12 metros de
altura. Destaca el gran hallazgo arqueológico del Ejército de terracota de Xian (210
a. C.), situado en el interior del Mausoleo de Qin Shi Huang. Está compuesto por
cientos de estatuas de terracota de guerreros a medida natural, incluidos varios
caballos y carros, con gran naturalismo y precisión en la fisonomía y los detalles.

 Dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.): época de paz y prosperidad, se introdujo el


budismo, que tuvo una implantación lenta pero progresiva. Destacó por sus capillas
funerarias, con estatuas aladas de leones, tigres y caballos. La pintura se centró en
temas de la corte imperial, nobles y funcionarios, con un sentido confucianista de la
solemnidad y la virtud moral. También son de remarcar los relieves en santuarios y
cámaras de ofrendas, generalmente dedicados a motivos confucianistas, en un estilo
lineal de gran simplicidad.

 Periodo de las Seis dinastías (220-618): se difundió más ampliamente el budismo,


construyéndose grandes santuarios con estatuas colosales de Buda (Yungang,
Longmen). Junto a esta nueva religión, y gracias a la ruta de la seda, se recibieron
diversas influencias procedentes del oeste asiático. En pintura se formularon los seis
principios, enunciados por Xie He a principios del siglo VI, y comenzó la caligrafía
artística con la figura legendaria de Wang Xianzhi.
Colores del otoño en las montañas Qiao y Hua, de Zhao Mengfu.

 Dinastía Tang (618-907): este fue uno de los periodos más florecientes del arte
chino, destacando por su escultura y sus célebres figuras de cerámica. La figura más
representada siguió siendo Buda, así como los bodhisattvas (místicos budistas),
destacando la estatua en madera policromada de Guan Yin (o Bodhisattva de la
Misericordia), de 2,41 metros de altura. En arquitectura la tipología principal fue la
pagoda (Hua-yen, Hsiangchi). En pintura apareció el paisaje, género inicialmente de
signo elitista, destinado a reducidos círculos culturales. Desafortunadamente, los
paisajes Tang no han llegado hasta nuestros días, y sólo se conocen por copias,
como Templo budista en las colinas después de la lluvia, de Li Cheng (siglo X).

 Dinastía Song (960-1279): época de gran florecimiento de las artes, se alcanzó un


nivel de elevada cultura que sería recordado con gran admiración en posteriores
etapas. Apareció el grabado sobre madera, impregnada de tinta sobre seda o papel.
En arquitectura continuó la construcción de pagodas, como la pagoda hexagonal de
Kuo-Hsiang-Su (960), o la pagoda de madera de Chang-Tiu-Fu. En cerámica
destacan dos tipologías: la cerámica de esmalte blanco de Ting-tcheu, y la cerámica
de esmalte rosa o azul de Kin-tcheu. En pintura continuó el paisaje, con dos estilos:
el septentrional, de dibujo preciso y colores nítidos, con figuras de monjes o
filósofos, flores e insectos; y el meridional, de pinceladas rápidas, colores ligeros y
diluidos, con especial representación de paisajes nublados.

 Dinastía Yuan (1280-1368): dinastía de origen mongol (su primer emperador fue
Kublai, nieto de Gengis Khan), China se abrió más hacia Occidente, como queda
patente en el famoso viaje de Marco Polo. En arquitectura destaca la Pagoda Blanca
de Pekín. Se desarrollaron especialmente las artes decorativas: se manufacturaron
alfombras, se produjo cerámica con nuevas formas y colores, y se elaboraron obras
de metalistería de gran riqueza. En pintura proliferaron los temas religiosos,
especialmente los taoístas y budistas, destacando las pinturas murales del templo de
Yonglegong (Shanxi), y artistas como Huang Gongwang, Wang Meng y Ni Zan.
El Palacio de la Suprema Armonía, en el centro de la Ciudad Prohibida de Pekín.

 Dinastía Ming (1368-1644): supuso la restauración de una dinastía autóctona tras el


periodo mongol, retornando a las antiguas tradiciones chinas. El tercer emperador
de la dinastía, Yongle, trasladó la capital de Nankín a Pekín (1417), construyendo
un Palacio Imperial (la Ciudad Prohibida), con tres grandes patios rodeados de una
muralla de 24 kilómetros, y un amplio complejo de edificios donde destacan la Sala
de la Suprema Armonía (con el trono imperial) y el Templo del Cielo. La pintura de
esta época era tradicional, de signo naturalista y cierta opulencia, como en la obra
de Lü Ji, Shen Zhou, Wen Zhengming, etc. También destacó la porcelana, muy
ligera y de tonos brillantes, generalmente en blanco y azul, y comenzó la decoración
de vasijas de bronce en esmalte cloisonné.

 Dinastía Qing (1644-1911): dinastía de origen manchú, en el arte supuso la


continuidad de las formas tradicionales. La pintura era bastante ecléctica, dedicada a
temas florales (Yun Shouping), religiosos (Wu Li), paisajes (Gai Qi), etc. En
arquitectura, se continuó la construcción –y, en algunos casos, restauración– del
recinto imperial, con el mismo sello estilístico, al tiempo que se edificaban nuevos
templos y villas aristocráticas, destacando la riqueza de los materiales (balaustradas
de mármol, cerámica en los tejados, etc). Continuó igualmente la tradición en las
artes aplicadas, especialmente ebanistería, porcelana, tejidos de seda, lacas, esmalte,
jade, etc. Cabe mencionar que las manufacturas chinas influyeron en la decoración
del rococó europeo (las llamadas chinoiseries).

 Arte contemporáneo: el fin de la era imperial supuso la modernización de China,


que se abrió más a la influencia occidental. El triunfo de la revolución comunista
impuso como arte oficial el realismo socialista, si bien recientemente la nueva
política aperturista ha favorecido la llegada de las últimas tendencias artísticas,
ligadas a las nuevas tecnologías. En 1989 tuvo gran resonancia la exposición
China/Vanguardia, en la Galería Nacional China de Pekín, que mostraba las últimas
creaciones del momento, incluyendo tanto obra pictórica como fotografías,
instalaciones y performances. Desgraciadamente, los sucesos de Tiananmen
provocaron un nuevo retroceso, hasta una nueva apertura en 1992. Los artistas
chinos contemporáneos más relevantes son: Qi Baishi, Wu Guanzhong, Pan
Yuliang, Zao Wou Ki y Wang Guangyi.

LA PINTURA Y LA ESCULTURA EN CUBA DESDE 1902


JORGE MAÑACH
LA PINTURA Y LA ESCULTURA EN CUBA DESDE 1902

POR: Jorge Mañach

Con haber sido una de las manifestaciones más prósperas de la cultura de Cuba desde
que ésta es República, la pintura no ha ido más allá de una prometedora incipiencia.
Ni presenta su desenvolvimiento, por consiguiente, aquellos ritmos y sectores
naturales, aquellas espontáneas agrupaciones de orientación o de escuela, que tanto
ordenan la ojeada a más amplios y cultivados panoramas. El desenvolvimiento
pictórico en Cuba es un agregado aritmético de nombres, exento aun de geometría
histórica.

No es posible, sin embargo, dentro de la economía de un mero artículo, abundar en


la estimación de todos los aportes individuales que integran esa ejecutoria. Sobre
confuso y prolijo, el intento resultaría particularmente baldío para los lectores a
quienes se destina esta reseña. Llevando en cuenta, pues, ambas limitaciones,
ensayemos una bisectriz entre la arbitrariedad de una síntesis abstracta y la
prolijidad de una relación nominal.

Durante los veinticinco años, ahora cumplidos, de vida republicana, cubre la pintura
en Cuba tres etapas vagamente deslindadas: un período primerizo, usufructuario del
legado colonial, en que toda la preocupación artística se reduce a la faena de dos o
tres pintores finiseculares del tipo naturalista y anecdótico; un segundo período de
repercusiones innovadoras y eclécticas, en que las oportunidades republicanas dan
sus primeras cosechas –casi todas de simiente impresionista-, y una época, la actual,
de inquietudes modernizantes, en que no faltan temperamentos seriamente
disciplinados y de riquísima promesa.

Se comprenderá que España no había podido hacer mucho por despertar en Cuba el
gusto de las Bellas Artes. En el primitivo ambiente insular, otros menesteres
educativos de mayor urgencia absorbieron la atención de la Metrópoli, aun antes de
que los esfuerzos de emancipación suscitasen su alarma. Existía, no obstante, desde
el año 1818 una Academia de Pintura Escultura que se llamó de San Alejandro, en
reconocimiento a su patrocinador, el intendente D. Alejandro Ramírez. De esta
escuela, con cuya historia se vincula estrechamente, desde hace más de un siglo, el
desenvolvimiento de las artes plásticas en Cuba, salió a fines del XIX una hornada de
pintores excepcionalmente dotados. Dos de ellos se malograron en el extranjero:
José Arburu y Morell y Miguel Ángel Melero. Otros dos vivieron para ser los maestros
iniciales de la época republicana: Leopoldo Romañach y Armando Menocal.

Al advenimiento de la República, fueron éstos llamados a desempeñar sendas


cátedras en la Academia de San Alejandro, y a su esfuerzo inspirador y docente –al
de Romañach, sobre todo- se debe en gran medida la intensificación de la disciplina
académica y la profesionalización de las vocaciones artísticas en Cuba, “tierra del sol
amada”, generosa como el Levante español, en sensibilidades pictóricas.

Los artistas citados predicaron, no sin elocuencia, con el propio ejemplo. Leopoldo
Romañach –a quien toda juventud artística en Cuba tiene hoy por su más venerable
maestro- ha sido un pintor distinguidísimo. Su cuadro “La Convaleciente” , de
novelescas vicisitudes, fue (porque ya no existe) uno de los trozos más honrados de
pintura que se hayan hecho en Cuba. Estas y otras obras de Romañach recibieron
premios en varias exposiciones extranjeras, señaladamente en la internacional de
San Luis (1904), donde se le otorgó al pintor cubano una medalla de oro al mismo
tiempo que a Sorolla, por su lienzo “Otra Margarita”. De formación italiana, la
pintura anecdótica, sentimental y pintoresca de Romañach, con su factura sabia –y
hasta erudita- en los trucos de taller, ha creado escuela entre nosotros. Para bien y
para mal, como puede colegirse. Si inició el noviciado cubano en los secretos
tradicionales de la técnica descriptiva, también es cierto que legó a esa juventud un
estilo, una manera de la cual ha venido liberándose no sin bravo esfuerzo.

Armando Menocal, José Joaquín Tejada y algún otro, fueron pintores menos
destacados que Romañach, pero igualmente fieles a sus gustos mozos –la flaca
herencia del historicismo español, del anecdotismo italiano y francés.

En 1905 ya comienza a acusarse un deseo de novedad en Cuba. La Exposición de


pintura francesa (Jean Paul Laurens, Rafaelli, La Touche, Chabas), que se celebraba
aquel año en el Ateneo de La Habana, sacude los espíritus. Correspondiendo a un
desperezamiento general de la cultura, entumecida por el utilitarismo y el regodeo
político de la tras guerra, se inicia un período de inquietud, de curiosidad y de
militancias estéticas. Ofrécense las primeras Exposiciones de artistas cubanos.
Surgen el cartel y el humorismo gráfico. Las corporaciones celebran concursos de
estímulo, y el Estado y los Municipios empiezan a conceder becas y pensiones para
facilitar a la inspiración joven el aprendizaje extranjero.

Los envíos de estos pensionados primero y su doméstica cosecha después forman el


grueso de la ejecutoria artística durante el nuevo período. Esteban Valderrama es,
acaso el primero de los pintores de la nueva generación que se destaca con relieve
parejo al de los maestros finiseculares. Su arte representa la transición entre el
concepto académico, formulista y penumbroso, y las nuevas vislumbres del
impresionismo, atisbadas en Francia. Su contemporáneo Manuel Vega –cuyo lienzo
Caravana de ciegos llamó poderosamente la atención en la reciente Exposición de Los
Ángeles- expresa un agudo instinto realista, una sensibilidad educada en los clásicos
y adicta a los más sobrios e intensos aspectos de las cosas. Incidentalmente estos dos
pintores jóvenes representan las dos tendencias cuya fusión va a introducir, como
enseguida veremos, cierta peculiaridad en la pintura cubana posterior.

La manera impresionista, que por su índole y origen tiene especiales afinidades con
el paisaje, halla brillante expresión en la obra de Domingo Ramos, al más notable de
nuestros paisajistas ya cuajados. Aquella escuela de vibraciones, de alardes
luminosos, de audaces análisis cromáticos, seduce la retina tropical. Se piensa un
momento que va a ser el imperativo pictórico de la Tierra. Un viejo cronista informa
que, ya a comienzos del pasado siglo, los ricos cubanos, cuando encargaban un
retrato, lo querían “sin sombras; es decir, sin claroscuro”. Esta preferencia simplista
la comparten también, menos elementalmente, los propios pintores. Hijos de una
tierra de luz, se inclinan hacia aquella modalidad pictórica que más esplendores
comporte. (la peregrina teoría de que la luminosidad en la pintura se manifiesta en
proporción inversa a la del ambiente físico, aun no ha merecido una aceptación
concluyente). Y así, cuando comienza a adquirir alguna insurgencia nuestro arte,
cuando los pintores cubanos se dan primera cuenta de que cada uno de ellos es su
venero único de originalidad, ceden al instinto de luminosidad y se afilian, en la
forma al menos, al credo impresionista que les trasciende, ya bastante trasnochado,
de los talleres de París y de Madrid.

En la forma, al menos, digo, porque el fondo de inspiración ya es otra cosa. Artistas


de estirpe hispánica más o menos pura, sienten en la fibra los dictados realistas del
temperamento racial, o de sus contagios, y se interesan, como los pintores del solar,
en los aspectos graves y dramáticos de la vida. Pintarán, sí, con gayos y festivos
colores; pero su mensaje estético, su actitud hacia los asuntos representados serán
de una “seriedad” castellana. Claro es que esa intención, ese afán tras el carácter,
no se revelan todavía de una manera ni ponderada ni enfática. Es una simple
predilección natural. Pero la tendencia me parece manifiesta, y en esa dualidad, en
ese contraste del fondo sombrío y grave con las formas esplendentes y ágiles del
impresionismo y de sus derivados, es donde creo advertir la primera orientación
espontánea de nuestros pintores jóvenes más representativos –Manuel Mantilla,
Ramón Loy, Eduardo Abela y otros de más en agraz.

Ya digo, sin embargo, que es esa una tendencia primeriza. Añadiré que tampoco es
única ni exclusiva. La novedad, la moda, ejercen también su tentación sobre estos
curiosos cisatlánticos(sic). Los mismos pintores adictos a ese impresionismo realista –
gente joven ávida de ir con su tiempo- han evolucionado posteriormente, por las más
sinuosas rutas, hacia las nuevas especulaciones y experimentos. Otros en quienes –tal
vez por defecto de brío original- nunca se manifestó netamente aquella dualidad, se
han mantenido vagamente fieles a un realismo a la vez formal y de fondo, a un
simple verismo descriptivo. Predomina todavía en ellas el empeño de representar
directamente el natural, sin buscarle demasiadas implicaciones psicológicas o
espirituales.

La actividad artística que esos dos grupos sustentan, débele inestimables auspicios y
estímulos a la Asociación de Pintores y Escultores, institución meritísima que se
fundó en 1915 y que ha sido desde entonces, con la aludida Academia de San
Alejandro, “pioneer” del movimiento artístico en Cuba. La escasa protección oficial
ha obligado a los artistas cubanos a depender de su propio ahínco para la formación
de ambiente en una atmósfera espesa de utilitarismo y de política.

Pues bien; fue la Asociación de Pintores y Escultores donde se dio, a fines de 1924, la
voz de alerta a las nuevas tendencias pictóricas ya cuajadas en el extranjero. Una
Exposición de la artista árabe de Montparnasse, Radda –en quien André Salmon y
otros estetas franceses de vanguardia acababan de descubrir una poderosa visión
“surréaliste” -, viene a ser nuestro saludable escándalo cezannesco. Los postulados
de la nueva estética –expuestos por quien esto escribe-, se acogen con tónicos
vituperios. Pero queda la simiente. Desde entonces, sensibilidades nuevas, en el arte
y la crítica, van contagiando a la juventud artística la curiosidad receptiva de los
nuevos modos y maneras.

(Publicado en 1927)

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