Morfología, Función y Manejo de la Lobina Negra

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MORFOLOGIA, FUNCION Y MANEJO

DE LA LOBINA NEGRA
Micropterus salmoides (Lacepede)
MANUEL TORRES MORALES
LOURDES A. BARAJAS MARTINEZ

La lobina es un pez poiquilotermo, ya que su temperatura no la puede

regular de manera constante comparado con un homeotermo, como el ser
humano; lo cual le hace depender de la temperatura ambiental que selecciona
según su confort, entre la termoclina, la estructura y cobertura de una presa o
embalse. Su movimiento, conducta y crecimiento dependen del alimento, las
características ambientales del embalse, batimetría, dinámica del nivel,
fotoperíodo y clima según las estaciones del año.

Anatómicamente esta constituido como todo ser vivo por células, tejidos
y órganos; su estructura corporal diseñada de manera fusiforme, es una
adaptación hidrodinámica para el desplazamiento rápido, que lo hace un
magnifico depredador principalmente ictiófago colocado en la cúspide de la
pirámide alimenticia.

Es un pez óseo, su cuerpo esta sostenido por un esqueleto axial

(cráneo, columna vertebral, costillas y huesos intermusculares o “espinas”), y
un esqueleto apendicular formado por unas cinturas: pectoral y pélvica
moderadas, donde se insertan aletas pares (pectorales y pélvicas) que son
apéndices que le permiten la locomoción acuática, posición para parar, virar,
saltar etc., además de aletas impares, una caudal en un pedúnculo para el
desplazamiento rápido y dorsales y anal que auxilian en dar dirección. Sus
aletas están constituidas por membranas soportadas por radios cartilaginosos
bifurcados, septados y espinas de cartílago o hueso sólido para la defensa.

Su desarrollo y crecimiento es estudiado por los biólogos en relación a la

abundancia, para fundamentar su aprovechamiento sostenible, mediante el
incremento en peso para estimar la biomasa; y crecimiento en la talla en
función de su esqueleto axial, para lo cual se adoptan biometrías como la
longitud patrón (LP) o estándar que es la distancia desde la boca cerrada hasta
el abanico hipural, longitud furcal (LF) hasta la furca de la aleta caudal y
longitud total (LT) o máxima incluyendo los lóbulos o lóbulo mayor de la aleta
caudal cerrada y la circunferencia transversal del cuerpo tomada sobre el
origen de la aleta dorsal y el vientre.

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Dichas biometrías son indispensables para realizar cálculos sobre la

estructura demográfica, coeficientes de condición, tallas de calidad en la
población para definir indices estructurales que son importantes para asociarlos
con aspectos de natalidad, reclutamiento, crecimiento y mortalidad. Esta
información es básica en la definición de estrategias de manejo o acciones de
protección y aprovechamiento para mantener una “población balanceada” en
cantidad y calidad de individuos.

El cráneo es proporcionalmente muy grande con respecto al cuerpo,

esta estructurado por huesos dérmicos modificados, con características muy
especiales en su dimensión, principalmente en la zona bucal perfectamente
adaptado a la depredación; en general esta conformado por dos partes: el
neurocranium, con elementos óseos que forman el piso del cerebro y
protegen las capsulas olfativa, óptica, ótica y huesos dérmicos que cubren la
caja cerebral, la cara o rostro; y el branchiocranium en tres regiones, la
mandibular en una especializada boca, la hioidea que soporta los huesos
operculares que cubren las agallas; y la branquial que soporta los arcos
branquiales que sostienen las branquias o agallas para efectuar la respiración.

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Detalle del esqueleto de lobina negra Micropterus salmoides

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La dentición de la lobina como predador es excelente, realiza la sujeción

e ingesta de su presa con los dientes filiformes en dentario y premaxilar, la
retención y compresión de la presa lo hace con el auxilio de dientes ubicados
en la cavidad bucal en los huesos faríngeos, estos consisten de seis grandes
colchones de dientes caniniformes en la faringe superior y dos colchones en la
faringe inferior, no tiene dientes en la lengua, y puede ingerir ejemplares tan
grandes como la mitad de si mismo.

La conformación especial de huesos en maxila, mandíbula y huesos

dérmicos del cráneo, asociados a fuertes membranas, estructuran una gran
caja bucal en relación al cuerpo, que se expande plásticamente con
movimientos musculares produciendo una gran fuerza de succión entre la boca
y hendiduras operculares donde los rastrillos branquiales (branquiespinas)
retienen a la presa filtrando el agua.

Esta anatomía especialmente diseñada para depredar, asociada a su

comportamiento o conducta agresiva reflejada en sus movimientos combativos
y la plasticidad para adaptarse a diferentes ambientes, han distinguido a la
lobina como la especie con mejores características y de mayor importancia
mundial en pesca recreativa deportiva, responsable de una derrama económica
considerable cuando se le maneja de manera sustentable.

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La fortaleza de su estructura ósea bucal y a la vez membranosa, permite

la recuperación de muchas lesiones, la captura y regreso (Catch and Release)
requiere de un buen manejo y extracción del ejemplar, lo cual se traduce en
una sobrevivencia importante en pesca recreativa deportiva. Sin embargo
tenemos que considerar que el manejo brusco del pescador como respuesta al
clásico “piquete” para “clavar” el anzuelo en la zona bucal debe ser aminorado
con el uso de un buen anzuelo quizás sin barba, lo cual evitaría el estrés por
lesiones, al menos del 1 al 2 % mueren por esta causa.

Las lesiones por anzuelos, en boca y arcos branquiales generalmente

pueden ser mínimas cuando la manipulación por la nuca o mandíbula es la
correcta, para esto el ejemplar deberá extraerse siempre en posición vertical
para evitar lesiones óseas en estructura bucal o columna vertebral por la
tensión del peso del cuerpo por la gravedad, nunca manipular de otra manera;
la extracción del anzuelo deberá realizarse con pinzas delgadas adecuadas
(ejem: hemostáticas de cirugía).

En el momento del “piquete” se debe de evitar que trague el anzuelo

respondiendo en tiempo adecuado, cuando este invade esófago o estomago
regularmente es letal, cortar la línea y dejar el anzuelo es una practica común,

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sin embargo este no siempre se descompone con el tiempo o jugos gástricos

por el tipo de metal acerado usado actualmente. Los plásticos (lombrices) de
desecho nunca deben ser arrojados al agua, ya que no son biodegradables y
conservan su palatabilidad o atractante químico, pudiendo ser ingeridos y
constipar el tracto digestivo de lobinas y otras especies recreativas.

Es en la extracción burda y torpe, por golpes, o inadecuada sujeción

manual del ejemplar donde se lastima más, este impacto en piel o la perdida
de mucosa puede ser letal, después de disfrutar de la pelea la extracción
deberá ser suave y planeada sobre la lancha o en el terreno de la orilla,
tomando al ejemplar de la mandíbula o con el auxilio de red de mano o naza
que deberá ser de malla de abertura pequeña, suave, flexible y sin nudos
gruesos. Los peces tienen una mucosidad (proteína mucina) secretada por la
epidermis para aminorar la fricción al nadar y osmorregulación, pero su

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principal función es ser la primera línea de defensa por infección de bacterias y

hongos. Es recomendable usar un profiláctico que puede ser un antibiótico o un
colorante vital como azul de metileno en spray para aplicación directa o como
bactericida o bacteriostático en el vivero revisando las concentraciones
correspondientes.

Un buen manejo en la extracción y permanencia sana en los viveros es

muy importante con óptima temperatura (± 25 0 C) y oxigenación (± 5 ppm de
O2), potencialmente permite un óptimo aprovechamiento de cada individuo,
incrementando su sobrevivencia y capacidad de regeneración de las lesiones
para su captura múltiple y satisfacer la demanda por otros pescadores, aspecto
que es mas limitado en otras especies deportivas, considerando su anatomía y
estructura bucal.

Es frecuente, según plática entre pescadores que el mismo individuo sea

capturado repetitivamente, reciclado en el mismo día o semana como “efecto
carrusel”, proporcionando un valor agregado a la pesca ecológica por su alta
demanda en la recreación y deporte; considerando que es una especie
depredadora, de baja densidad (aprox. 120 ind/ha), con crecimiento lento (> 3
años 380 mm talla preferente) y extremado costo energético en conversión
alimenticia (de 3 a 7 Kg. de forraje por 1kg de Lobina) es difícil y costoso
producirlo en poblaciones balanceadas en cantidad y calidad de tallas, por su
posición de carnívoro y gran depredador en la cúspide de la cadena alimenticia,
por lo que se recomienda según parámetros poblacionales locales en cada
embalse como especie exclusiva en pesca ecológica recreativa deportiva de
carácter Sustentable.

REFERENCIAS

Gregory, W. K. 1959 Fish Skulls: A Study of the Evolution of Natural

Mechanisms. Transactions of the American Philosophical Society, Vol. 23,
Part 2.
Huskey, S.H. & R.G. Turingan. 2001 Variation in prey-resource utilization and
oral jaw gape between two populations of largemouth bass, Micropterus
salmoides. Environmental Biology of Fishes 61:185-194. Kluwer Academic
Publishers.
Lagler, K.F., J.E. Bardach, R.R. Miller y D.R. M. Passino. 1977. Ichthyology.
2nd Edition. John Wiley & Sons.
Murphy, B. R. and D. W. Willis. Editors. 1996 Fisheries Techniques. 2a. Ed.
American Fisheries Society, Bethseda Maryland.
Templeton, R. 1995 Freshwater Fisheries Management. 2a. Ed., Fishing News
Books.

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