You are on page 1of 5

UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”

DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES


LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

ADULTEZ TARDIA, UN VIAJE EN LA VIDA

DE ANTONIO ROA…

“Ensayo Argumentativo”

Integrantes:
Ibarra, Daniel CI: 14.512.382
Rodríguez Moisés CI: 19.629617

Semestre: 3. Sección: 2.

Barquisimeto, Diciembre de 2010


BIOGRAFÍA

Antonio Roa, nació en la población de Capacho Edo Táchira en el año 1.922. Fue el
tercero de ocho hermanos. Hijo de María Antonia y Evaristo José Roa. Realizó su
educación primaria en su ciudad natal, no pudo continuar sus estudios porque tuvo que
trabajar realizando diferentes oficios desde muy joven como medio de subsistencia
económica.

Aprendió a tocar clarinete y saxofón y se dedica a darle serenatas a las muchachas


del pueblo, así conoce a Elda quien se convierte luego en su esposa siendo los dos
adolescentes, para mantener el hogar trabajaba en una carpintería por las mañanas y por
las noches tocaba con un grupo de amigos en las cantinas donde además obtuvo el habito de
tomar licor. Con su esposa llega a tener ocho hijos, cuatro hembras y cuatro varones.Ella
por su lado continúo sus estudios graduándose de Lic. en Educación.

Años más tarde la familia se traslada a Barquisimeto en busca de mejoras


económicas, allí trabaja como conductor de una buseta de su propiedad durante muchos
años, cansado de este trabajo decide retomar el oficio de carpintero, así mismo, incursiona
como albañil, electricista, plomero y todo lo relacionado con la construcción. Spirduso y
MacRae.(1990). Señalan que: “La gente que, de manera temprana es más activa en la vida,
cosechará los beneficios de más vigor y resistencia después de los 60 años.”

Luego de 35 años de matrimonio con Elda, deciden separarse. Ella se residencia en


Caracas .Los hijos fueron formando sus vidas en diferentes lugares del país. El sigue su
vida en Barquisimeto en casa de una de sus hijas, pero con el tiempo, según él, decide irse a
vivir a la casa hogar Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en la Av. Libertado en
Barquisimeto.

En la actualidad Antonio Roa comenta que ya lleva más de 3 años en esta


institución y que tiene 84 años de edad, aunque él es consciente de que su memoria está
fallando, le cuesta ubicar el momento exacto en que ingresó y de echo según el año de
nacimiento que el relata debe tener 88 años. Por ende es deducible que los años que lleve
asilados correspondan al tiempo real, debido a que la memoria episódica se regenera
reconstruyendo la experiencia mental en su mente Kausler y Lovelacer. (1990) “Según: los
ancianos tiene menor capacidad para hacerlo que los jóvenes, debido quizá a que se centran
menos en el contexto y por ande tiene menos conexiones para refrescar su memoria.”

Según él, en el tiempo que lleva en este recinto no posee amigos, se a echo mucho
más selectivo con sus amistades, pero recuerda con claridad, que en los tiempos de su
juventud tenía muchos amigos con los que viajaba en busca de mujeres, traspasando la
frontera y llegando a Colombia, el anciano profesa que las mujeres de Cúcuta son las más
buenas y bonitas que las de otros sitios y por ello se escapaba del lado de su esposa
durando días y hasta semanas en el hermano país. Cicirelli (1995). Sostiene que: “En la
vejez es muy frecuente recordar las experiencias compartidas en otros tiempos; esto ayuda
a revisar la vida y poner en perspectiva la relevancia de las relaciones familiares.”

Lo antes dicho muestra que en sus etapas de adultez temprana o intermedia


mostraba mayor importancia a las amistades y aventuras sexuales que al núcleo familiar,
pero con el tiempo y la maduración de la conciencia o la reflexión, ahora piensa más en sus
hijos y nietos, pero solo una hija, llamada Iris, lo visita aunque muy esporádicamente,
según su testimonio 1 o 2 veces al año y ya hace mucho tiempo desde la última visita, por
esto se siente abandonado. G.R lee Netzer y Coward. (1995) Señalan que: “Los padres no
desean ser una carga para sus hijos o agotar sus recursos. Pero los padres también tienden a
deprimirse si temen que sus hijos no cuidaran de ellos.”

El resto de sus hijos parecen haber olvidado a su padre, en especial los varones, con
quienes tuvo mejores relaciones familiares que con las hembras, no lo llaman ni le escriben,
a pesar de su avanzada edad, se nota que su visión y audición están deterioradas. Antonio
puede leer con la ayuda de lentes, y puede entender lo que se le pregunta sin necesidad de
alzarle mucho la voz. O’Neill. (1999).Señala: “Cerca de 43 por ciento de los ancianos
tienen pérdidas de audición, causada a menudo por la presbiacusia, una reducción en la
capacidad para escuchar sonidos de tono alto que se relaciona con la edad.”

Otro punto al que hizo referencia con cierta relevancia fue respecto a la comida, de
ella comentaba que extrañaba la de su casa pues la que sirven en el hogar a veces está mala
y otras veces peor. Schiffman.(1997) .Señala: “Cuando la gente anciana se queja de que su
comida ya no sabe bien, quizá sea porque tienen menos papilas gustativas en la lengua o
porque los receptores del gusto no trabajan de manera adecuada. También puede ser porque
el bulbo olfatorio, el órgano en el cerebro que es responsable del sentido del olfato, u otras
estructuras cerebrales relacionadas están dañadas.”

En conclusión, se hace evidente, que Antonio Roa a sus 88 años de edad, es un ser
funcional, mantiene conversaciones coherentes, fluidas, amenas y con buen sentido del
humor. A pesar de las fallas evidentes que pueden apreciarse en su memoria de trabajo, su
memoria semántica trabaja bien; aunque no culminó sus estudios tiene buen léxico y pese
a su lucidez, tiende a hablar mucho sobre la muerte, quizás sienta que ya ha vivido mucho,
o el abandono por parte de sus hijos influya en su estado de ánimo. Las personas en estado
de depresión tienden a hablar mucho de la muerte. Pero también, es lógico pensar en ella
cuando ya se tiene avanzada edad.

Finalizando se quiere mencionar la siguiente cita que dice, ‘‘Sin importar las causas
biológicas del envejecimiento, una cosa es cierta: el ser humano crece, madura, envejece y
muere en cierto tiempo. Hasta ahora no se conoce un medio para ampliar el lapso de vida,
pero hay razones de sobra para ampliar la posibilidad de alargar la esperanza de vida’’.
Coon, (2005).
REFERENCIAS:

Coon, D. (2005). Psicología. México. México DF: Thomson.

Papalia, D. Wendkos, S. Duskin, R. (2005). Desarrollo Humano. México. México DF: Mc


Graw Hill.

You might also like