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Se presenta cuando la obra delictiva no culmina por motivos ajenos a la voluntad del
agente, por su propia decisión o por idoneidad del medio u objeto.
DELITO PUTATIVO: El autor cree erróneamente que su conducta está prohibida por una
norma que en realidad no existe.
El dolo de consumar el delito sin comenzar su ejecución y sin peligrosidad objetiva para el
bien jurídico no es suficiente para fundamentar la imposición de la pena.
Concepto de faltas:
Para Pacheco, la falta es el delito venial (ligero). Conviene con aquél en la esencia de su
carácter, se distingue de él, en la menor importancia de sus resultados.
Ipallomeni anota que los delitos ofenden las condiciones permanentes y fundamentales de
la existencia y de la convivencia civil, las contravenciones (faltas) únicamente se hallan en
oposición con las condiciones secundarias y complementarias de la existencia.
Entre los tratadistas nacionales podemos citar a García Rada quien en su “Manual de
Derecho Procesal Penal” refiere que: “Teniendo como base las dos grandes categorías que
sanciona el Código Penal, existen los procesos por delitos y los procesos por faltas. Se
fundan en un criterio cuantitativo, tomando en cuanto la gravedad de la infracción y de la
pena señalada en la ley. Se justifica este proceso diciendo que existe conveniencia en que
las infracciones de escasa relevancia social de ámbito delictual restringido y sancionado
con Pena Leve, se sometan a un procedimiento rápido y sencillo.
San Martín Castro enseña que “las faltas son simples injustos menores en relación con los
delitos; no hay entre ambas diferencias cualitativas, pues sus elementos son exactamente
iguales, pero como quiera que las faltas conciernen sanciones más leves, y están referidas a
vulneraciones a bienes jurídicos, de menor intensidad, es del caso, tratarlas distintamente en
función a la simple diferencia cuantitativa que existen entre ellos”. De modo tal que el
criterio diferenciador entre el delito y la falta se sustenta en un criterio puramente
cuantitativo, pero que tiene en cuenta la gravedad de la infracción y la pena.
• Simples contravenciones:
Antecedentes:
"Artículo 324°.- Corresponde a los jueces de paz instruir los procesos por faltas.
Artículo 325°. - El Juez de Paz citará al inculpado, y presente éste, el agraviado, los
peritos que nombren y los testigos que se ofrezcan, los examinará en una sola audiencia,
sentará el acta respectiva, y elevará el expediente al Juez instructor.
Artículo 326°.- Recibida la instrucción por el juez instructor, fallará en el término de
tercero día, por el sólo mérito de las actas remitidas por el Juez de Paz.
Artículo 327°.- La pena de prisión puede ser compensada por el reo, abonando cinco soles
por cada día. Este producto será remitido al Consejo Local del Patronato del Distrito
Judicial.
Artículo 328°.- La medida a que se refiere el artículo trescientos ochenta y seis del Código
Penal, será impuesta, en todo caso, conforme al procedimiento que señala este Título."
Debemos indicar que en agosto de 1977 se promulgó el Decreto Ley N° 21895, la misma
que introdujo una serie de modificaciones al Código de Procedimientos Penales, entre ellos
el artículo 325°. Posteriormente en Junio de 1981 se promulgó el Decreto Legislativo No
126, modificándose los artículo 325° y 327°, siendo el texto luego de ambos como siguen:
Los procesos instruidos por los Jueces de Paz Letrados, serán sentenciados por los Jueces
Penales y pueden ser apelados ante el Tribunal Correccional. Los procesos instruidos por
los Jueces de Paz No Letrados serán sentenciados por los Jueces de Paz, Letrados, y el
fallo, en este caso, podrá ser apelado ante el Juez Penal.
Artículo 327°.- En los procedimientos seguidos ante los Jueces de Paz, la pena privativa de
la libertad puede ser compensada con una cantidad equivalente a la parte proporcional
correspondiente al sueldo mínimo vital mensual para la industria y comercio de la
Provincia de Lima, vigente a la fecha de la comisión de la infracción. Igual criterio se
adoptará, en lo pertinente, en los casos de imposición de una multa como sanción
punitiva."
Finalmente, viendo la modificatoria con la Ley No 24965, publicada el 22 de diciembre de
1988, modificando los artículos 325° y 326°, del modo siguiente:
Los procesos sentenciados por los Jueces de Paz Letrados, pueden ser apelados ante el Juez
Instructor y los procesos sentenciados por los Jueces de Paz no Letrados, pueden ser
apelados ante el Juez de Paz Letrado.
Artículo 326°. - Recibida la apelación por el Juez Instructor o por el Juez de Paz Letrado,
según sea el caso, éstos, por el sólo mérito de los expedientes recibidos, resolverán en el
término de cinco (5) días.
De la Resolución del Juez Instructor o la del Juez de Paz Letrado no hay lugar a ningún
recurso impugnatorio."
enrique véscovi (Teoría General del Proceso, p. 89) al respecto dice que el juicio, en
realidad, se refiere más al trabajo del juez que pone fin al proceso, por lo cual tiene un
sentido más restringido. Enfatiza más la actividad intelectual (del magistrado) que el
desarrollo de los actos.
Base legal:
LIBRO TERCERO
FALTAS
TITULO I
DISPOSICIONES FUNDAMENTALES
Son aplicables a las faltas las disposiciones contenidas en el Libro Primero, con las
modificaciones siguientes:
(*) Inciso modificado por el Artículo 8 de la Ley N° 27939, publicada el 12-02-2003, cuyo
texto es el siguiente:
"1. No es punible la tentativa, salvo en el caso de las faltas previstas en el primer y segundo
párrafos de los artículos 441 y 444."
3. Las penas que pueden imponerse son las restrictivas de derechos y multa.
5. La acción penal prescribe a los seis meses. La pena prescribe al año. (*)
(*) Inciso modificado por el Artículo 8 de la Ley N° 27939, publicada el 12-02-2003, cuyo
texto es el siguiente:
"5. La acción penal y la pena prescriben al año."
(*) Inciso derogado por la Cuarta Disposición Final de la Ley N° 27939, publicada el 12-
02-2003.
TITULO II
El que, por cualquier medio, causa a otro una lesión dolosa que requiera hasta diez días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa, será reprimido con prestación de
servicio comunitario de veinte a treinta jornadas, siempre que no concurran circunstancias
que den gravedad al hecho, en cuyo caso será considerado como delito.
" El que, de cualquier manera, causa a otro una lesión dolosa que requiera hasta diez días de
asistencia o descanso, según prescripción facultativa, será reprimido con prestación de
servicio comunitario de cuarenta a sesenta jornadas, siempre que no concurran
circunstancias o medios que den gravedad al hecho, en cuyo caso será considerado como
delito.
Cuando la lesión se causa por culpa y ocasiona hasta quince días de incapacidad, la pena
será de sesenta a ciento veinte días-multa.
Artículo 442.-Maltrato
El que maltrata de obra a otro, sin causarle lesión, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de diez a veinte jornadas.
Cuando el agente es cónyuge o concubino la pena será de prestación de servicio
comunitario de veinte a treinta jornadas o de treinta a sesenta días-multa.
El que arroja a otro objetos de cualquier clase, sin causarle daño, será reprimido con
prestación de servicio comunitario de diez a quince jornadas.
TITULO III
El que realiza cualquiera de las conductas previstas en los artículos 185º y 205º, cuando la
acción recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase las cuatro remuneraciones mínimas
vitales, será reprimido con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas
o con sesenta a noventa días-multa.
Si el agente realiza la conducta prevista en el primer párrafo del Artículo 189º-A, cuando la
acción recae sobre ganado cuyo valor no sobrepase un tercio de la Unidad Impositiva
Tributaria, será reprimido con prestación de servicio comunitario no menor de veinte ni
mayor de cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa. (*)(**)
(*) Párrafo adicionado por el Artículo 2 de la Ley Nº 26326, publicada el 04-06-94, Ley
que entró en vigencia a los 60 días siguientes a su publicación, conforme al Artículo 3 de la
citada norma.
El que realiza cualquiera de las conductas previstas en los artículos 185 y 205, cuando la
acción recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase las cuatro remuneraciones mínimas
vitales, será reprimido con prestación de servicio comunitario de cuarenta a ochenta
jornadas o con sesenta a ciento veinte días-multa.
Si el agente realiza la conducta prevista en el primer párrafo del artículo 189-A, cuando la
acción recae sobre ganado cuyo valor no sobrepase un tercio de la Unidad Impositiva
Tributaria, será reprimido con prestación de servicio comunitario no menor de treinta ni
mayor de cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa.”
El que penetra, por breve término, en terreno cercado, sin permiso del dueño, será
reprimido con veinte a sesenta días- multa.
El que organiza o participa en juegos prohibidos por la ley, será reprimido hasta con sesenta
días-multa.
TITULO IV
5. El que destruye las plantas que adornan jardines, alamedas, parques y avenidas.
“Artículo 450-A.- El que comete actos de crueldad contra un animal, lo somete a trabajos
manifiestamente excesivos o lo maltrata, será sancionado hasta con sesenta días-multa.
Si el animal muriera a consecuencia de los maltratos sufridos, la pena será de ciento veinte
a trescientos sesenta días-multa.
El juez podrá en estos casos prohibir al infractor la tenencia de animales bajo cualquier
modalidad.”
(*) Artículo incorporado por la Segunda Disposición Final y Transitoria de la Ley Nº 27265
publicada el 22-05-2002.
TITULO V
Será reprimido con prestación de servicio comunitario de quince a treinta jornadas o hasta
con ciento ochenta días-multa:
2. El que, habiendo dejado escombros materiales u otros objetos o habiendo hecho pozos o
excavaciones, en un lugar de tránsito público, omite las precauciones necesarias para
prevenir a los transeúntes respecto a la existencia de un posible peligro.
5. El que conduce vehículo o animal a excesiva velocidad, de modo que importe peligro
para la seguridad pública o confía su conducción a un menor de edad o persona inexperta.
TITULO VI
FALTAS CONTRA LA TRANQUILIDAD PUBLICA
Será reprimido con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas o con
sesenta a noventa días-multa:
2. El que perturba levemente la paz pública usando medios que puedan producir alarma.
3. El que, de palabras, falta el respeto y consideración debidos a una autoridad sin ofenderla
gravemente o el que desobedezca las órdenes que le dicte, siempre que no revista mayor
importancia.
4. El que niega a la autoridad el auxilio que reclama para socorrer a un tercero en peligro,
siempre que el omitente no corra riesgo personal.
Artículo 1º.- Objeto de la presente Ley. La presente Ley tiene por objeto establecer las
normas que regulan el alcance de la punición en materia de faltas, así como su
procedimiento.
Artículo 2º.- Competencia Los Jueces de Paz Letrados investigarán y juzgarán en los
procesos por faltas.
Artículo 3º.- Inicio del Proceso El Juez de Paz Letrado examinará lo actuado por la
autoridad policial. De existir solo denuncia escrita u oral, la misma será presentada por el
agraviado o su representante ante la autoridad judicial.
En los casos de flagrancia que originen la detención del agente por presumirse la comisión
de delito, la Policía, comunicará de inmediato el hecho al Juez de Paz Letrado, y pondrá al
detenido a su disposición, con el respectivo parte de remisión, tan pronto aquél se
constituya en la dependencia policial. El Juez desestimará de plano la denuncia cuando sea
manifiesto que el hecho denunciado no constituye falta. En caso contrario, dictará el auto
de apertura de instrucción. Si el hecho constituye delito, el Juez correrá traslado de los
actuados, con el detenido, al Fiscal Provincial correspondiente.
En ambos casos, el Juez notificará al procesado para que comparezca en la fecha que
señale, bajo apercibimiento de ser conducido de grado o fuerza.
Artículo 8º.- Modifica los artículos 440º incisos 1 y 5, 441° y 444° del Código Penal
Modifícanse los artículos 440º incisos 1 y 5, 441° y 444° del Código Penal en los términos
siguientes:
"Artículo 440º.- Disposiciones Comunes . Son aplicables a las faltas las disposiciones
contenidas en el Libro Primero, con las modificaciones siguientes:
Artículo 441°.- Lesión dolosa y lesión culposa . El que, de cualquier manera, causa a otro
una lesión dolosa que requiera hasta diez días de asistencia o descanso, según prescripción
facultativa, será reprimido con prestación de servicio comunitario de cuarenta a sesenta
jornadas, siempre que no concurran circunstancias o medios que den gravedad al hecho, en
cuyo caso será considerado como delito.
Artículo 444°.- Hurto Simple y Daño . El que realiza cualquiera de las conductas previstas
en los artículos 185º y 205º, cuando la acción recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase
las cuatro remuneraciones mínimas vitales, será reprimido con prestación de servicio
comunitario de cuarenta a ochenta jornadas o con sesenta a ciento veinte días-multa.
Si el agente realiza la conducta prevista en el primer párrafo del artículo 189°-A, cuando la
acción recae sobre ganado cuyo valor no sobrepase un tercio de la Unidad Impositiva
Tributaria, será reprimido con prestación de servicio comunitario no menor de treinta ni
mayor de cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa."
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA.- El Poder Judicial, en coordinación con el Ministerio del Interior, diseñará un
plan piloto destinado a ubicar Jueces de Paz Letrados en las comisarías de Lima
Metropolitana, en un plazo no mayor de 45 días útiles.
CUARTA.- Deróganse el inciso 6) del artículo 440º del Código Penal y las demás
disposiciones que se opongan a la presente Ley.
El Código Penal de 1991 regula en el Libro Tercero sobre la Faltas, cuyo Título I, sobre
disposiciones fundamentales, en el artículo 440°, modificada por la ley en comentario,
prescribe una serie de normas que tienen que aplicarse para deslindar el tratamiento con
respecto a los delitos.
c) Las penas que pueden imponerse son las restrictivas de derechos y multa.
La ley es clara al regular las normas que regulan el alcance de la punición en materia de
faltas, así como su procedimiento. De manera que dicha disposición acoge lo que regula el
Código Penal en materia de Faltas y deroga tácitamente las disposiciones contenidas en el
Código de Procedimientos Penales.
El inciso 6to. del artículo 440° del Código Penal establecía que la investigación en las
Faltas estaba a cargo de la autoridad policial y el juzgamiento corresponde a los Jueces de
Paz, Letrados o no Letrados. Dicha norma al ser derogada por la presente ley, y regulada
por el artículo 2° de la misma, ahora establece que los Jueces de Paz Letrados investigarán
y juzgarán en los procesos por faltas.
Concordando esta norma con la segunda disposición final de la ley en análisis,
excepcionalmente en los lugares donde no exista Juez de Paz Letrado, el procedimiento a
que se refiere esta ley será realizado por el Juez de Paz, lo que no indica, como muy bien lo
dice el maestro san martín castro (Derecho Procesal Penal, Vol. II, cit., p. 1263), que en
caso de recurso de apelación contra la sentencia que emita el Juez de Paz, necesariamente
lo elevará al Juez Especializado en lo Penal y no al Juez de Paz Letrado, ello en mérito que
el Juez de Paz actúa en ausencia del Juez de Paz Letrado en el lugar donde se comete la
falta.
Siguiendo en esta línea al maestro san martín castro (ob. Cit., p. 1263), los ejes rectores de
este procedimiento son los de ser sustancialmente acelerado y con predominio de la
concentración procesal, aunque a nuestro juicio de dudosa legitimidad al estar informado,
como bien lo señala vicente gimeno sendra (Los Procesos Penales, Tomo 7, p. 489), se trata
pues de un procedimiento informado por el principio de oralidad, por lo que también lo está
por sus principios consecuencia: la inmediación, concentración y publicidad. De modo que
la preocupación si tiene motivos suficientes atendiendo a que dicho procedimiento es
obligatorio- de legalidad- del ejercicio de la acción penal -en cuya virtud toda falta es
pública-, y la ausencia de un acusador privado concreto, toda vez que el Ministerio Público
no interviene en la persecución de estas infracciones. En conclusión el principio acusatorio
brilla por su ausencia lo que trastoca el debido proceso y el derecho de defensa que
consagra y protege nuestra Constitución.
teresa armenta deu (Lecciones de Derecho Procesal Penal, p. 336) señala que para la
eventualidad de que no exista otra acusación, se señala que la declaración del denunciante
en el juicio afirmando los hechos denunciados tendrá valor de acusación, aunque no los
califique ni señale la pena. Agregando, que la calificación, en su caso, habrá de hacerla el
Juez, aunque con ello no puede decirse que el juzgador esté asumiendo el papel de un
acusador: en este sentido, el tribunal Constitucional ya ha señalado que "se trata
simplemente de que para orientar el debate, informe a la parte del precepto o preceptos
donde están tipificados los hechos que se denuncian y, genéricamente, de las penas que en
aquéllos se prevén" (sentencias 56/ 1994 y 115/1994). Esta doctrina -asevera esta autora-,
totalmente correcta, a mi juicio, choca, sin embargo, frontalmente, con la que en lo relativo
al procedimiento abreviado, considera que el Juez no puede desvincularse en lo referente a
la calificación jurídica y/o la determinación de la pena, porque de hacerlo atenta contra el
principio acusatorio, convirtiéndose en acusador y perdiendo la imparcialidad.
Entendido que los Jueces de Paz Letrados investigarán y juzgarán los casos por faltas, el
procedimiento se inicia con la noticia criminosa, según el cual puede ser esta denuncia
escrita u oral, la misma que será presentada por el agraviado o su representante ante el
Juzgado. La documentación que la Policía ponga a conocimiento del Juez de Paz Letrado
será examinada por éste.
Con relación al segundo párrafo del artículo 3° de la Ley, el profesor san martín castro (Ob.
Cit., p. 1266) advierte que la norma contiene un error técnico ostensible al decir "... por
presumirse la comisión de delito", cuando el rigor debió decir "falta", dado que si se tratara
de delito la Policía tendría que remitir al detenido a disposición del Fiscal Provincial.
Aquí discrepamos con el autor, por cuanto no se trata de un error técnico, porque si así lo
fuera se hubiere corregido ya la norma, por el contrario, en la parte final del segundo
párrafo mencionado se dice expresamente que "Si el hecho constituye delito, el Juez correrá
traslado de los actuados, con el detenido, al Fiscal Provincial correspondiente", de manera
que hasta la actualidad sigue con dicho tenor y por supuesto sin aplicabilidad, porque
cuando se detiene a una persona no se comunica primero al Juez de Paz Letrado sino al
Fiscal Provincial de Tumo a fin de garantizar que se respete la ley máxime si por orden
constitucional es el llamado a conocer y conducir la investigación, es él quien va a exa-
minar y calificar si la conducta del detenido amerita la comisión de un delito o falta.
Conocido los hechos, la Juez de Paz Letrado tiene tres opciones según sea el caso:
a) Desestimar de plano la denuncia cuando sea manifiesto que el hecho no constituye falta.
c) Derivar los actuados al Fiscal Provincial Penal de Tumo si cree que la conducta asumida
por el detenido constituye delito y no falta.
La audiencia se realiza en un solo acto y sin interrupción alguna, salvo causas de fuerza
mayor, se escuchará al agraviado y al procesado. Si el procesado reconoce
espontáneamente su responsabilidad y no se estima necesario la actuación de otras
diligencias, el Juez dictará inmediatamente la sentencia que corresponda, señalando la pena
y la reparación civil.
Medio impugnatorio:
IMPUNIDAD DELINCUENCIAL
"Así los ladrones se enterarán de que en este barrio la población está armada y dispuesta a
defenderse, y de que deben irse a robar a otra parte", se escucha con cada vez más
insistencia. Sin embargo, la llamada justicia popular solo conduce, a la larga, a una espiral
de violencia, es decir, a la ley de la selva, cuando no a trágicos malentendidos. Después de
todo, el supuesto ladrón atado a un poste y sometido a castigo físico solo es culpable
cuando la justicia lo dictamina así.
"Cuando falla el estado, lo mejor es sin duda la organización vecinal, pero dentro de la ley,
sin linchar a nadie", advierten autoridades de los distritos. "Nuestra respuesta a la ilegalidad
no debe ser otra ilegalidad". El problema es la impunidad. Un ladrón entra a una casa y
roba una radio, un celular, un terno y un par de zapatos. Si el monto total del robo no supera
el equivalente a cuatro remuneraciones mínimas (1.600 nuevos soles), no es considerado
delito sino falta, según el Código Penal. El castigo para las faltas, en caso de que se pongan
en marcha y se ejecuten la detención, la denuncia, la investigación, el juicio (a cargo de un
juez de paz) y la sentencia, no es jamás el encarcelamiento, sino la prestación de servicios
comunitarios.
Sin embargo, esta pena no se cumple nunca en el Perú debido a la falta de un sistema
organizado para tal fin. El ladrón se va a su casa. Es decir, regresa a la calle. En caso de que
vuelva a robar sin superar el monto antes mencionado, tendrá las mismas ventajas frente a
la sociedad, lo mismo que en la tercera ocasión, en la cuarta y en todas en las que incurra en
el futuro.
En los casos en que el robo supera ese monto y constituye un delito, gana también la
impunidad. Según el único estudio de victimización realizado en el Perú -en 1998, por
Apoyo-, en estos casos, solo el 0,92% de los delitos de robo denunciados, es decir, menos
de uno por cada 100, culminan con el ladrón condenado a una pena efectiva de privación de
la libertad, que también puede driblear si se trata de su primera condena. Es dable pensar
que, en los seis años transcurridos desde la realización de ese estudio, la situación ha
empeorado.
"Los delitos contra la propiedad, incluidas las faltas, son la enorme mayoría de los crímenes
que se cometen en el Perú, y son los que mayor alarma social producen. Y como los
vecinos ven que los ladrones entran por una puerta y salen por la otra, optan por tomar la
justicia por su propia mano", ya que saben que si los dejan en manos de las autoridades
judiciales no recibirán una merecida pena y volverán a reincidir en las faltas y delitos.
RECOMENDACIONES
CAMBIAR EL PRESUPUESTO
Sin embargo, son conscientes -como cada vez más ciudadanos- de que el problema de la
seguridad ciudadana involucra a varios actores, mucho más allá de lo estrictamente legal.
Es obvio, por ejemplo, que la reducción del margen de las faltas y la consecuente
ampliación del marco de los delitos incrementaría en seguida la carga judicial, en
momentos en que la justicia penal se encuentra desbordada, sin recursos y en honda crisis,
al igual que otro protagonista esencial del problema de la seguridad: la Policía Nacional.
Lo mismo puede decirse del sistema carcelario, que, como consecuencia de la reducción de
la tolerancia ante el delito, se vería de igual modo mucho más presionado por el aumento de
los procesados y condenados. Como se sabe, la población penal del país asciende en la
actualidad a 33 mil internos, cuando la capacidad de las cárceles es solo para 9.500. ¿En
dónde serían recluidos los nuevos inquilinos?
La respuesta al delito, sin duda, no debe ser simple, apresurada, ciega o aislada, sino
integral y de largo plazo. La espontaneidad o la falta de perspectiva pueden llevar a optar
por medidas parciales -como el enrejado de las calles, por ejemplo, o la misma creación del
serenazgo- o puramente declarativas, como es la adjudicación a los alcaldes de la
presidencia de los comités de seguridad ciudadana de sus distritos, pero sin darles autoridad
sobre los comisarios.
¿Es serio plantear como solución la elevación de las penas (basta con las actuales; el
problema es que no se cumplen), la municipalización de la policía (la diferencia de recursos
entre los distritos haría que la delincuencia migrara de uno a otro), la potestad de los
serenos de arrestar delincuentes (la policía ya lo hace; el problema es que el Poder Judicial
los libera) o el aliento a que los vecinos adquieran armas de fuego como alternativa de
autodefensa (el comercio de armas en el Perú es chicha y sin control; más armas en
circulación agravarían el problema)?
"Cuando hay un problema de defensa nacional, lo primero que hacen los gobiernos y los
congresos es ver el tema de las Fuerzas Armadas, que sin duda es muy importante" "¿Por
qué no proceden de la misma manera cuando se trata del ataque de la delincuencia que la
ciudadanía sufre diariamente?".
Es la pregunta que tendrían que hacerse también los ciudadanos, sobre todo si las
prioridades que marca el presupuesto de la república van en otra dirección, lo mismo que
las del Fondo de la Defensa Nacional y la Seguridad Ciudadana, creado recientemente: casi
el 80% está destinado a las Fuerzas Armadas y una cantidad mínima a la policía.
"Nos quejamos de los robos, pero no nos preocupamos de la pobre situación de la policía",
dice Gabriel Ortiz de Zevallos, investigador de Apoyo encargado del único estudio sobre
victimización que se ha realizado en el país. "Con lo que cuesta una fragata se puede
equipar muy bien todas las comisarías. ¿Qué riesgos enfrenta el ciudadano de a pie? ¿Qué
le sirve más: una fragata o mejores dotaciones policiales? Es absurdo gastar plata en temas
de defensa, que son carísimos y no atenúan significativamente el riesgo, en lugar de invertir
ese dinero en policía, comisarías y patrulleros".
Los alcaldes que marcharon al Congreso creen que la ciudadanía tiene también mucho que
decir sobre las prioridades presupuestales. El desafío, para ellos, está en generar corrientes
de opinión que no puedan ser ignoradas por las autoridades, ni por los políticos en
campaña. Habrá que esperar para ver hasta dónde puede el acoso de la inseguridad poner en
pie, dentro de la ley, a la ciudadanía.
BIBLIOGRAFÍA
• Código Penal. SOTO R., Paulo César. Editorial Edigraber, Lima 2005.
• Páginas web:
• www.teleley.com.pe
• www.asesor.com.pe
• www.justiciaviva.org.pe
• www.pj.org.pe
• www.congreso.gob.pe
• www.elcomercio.com.pe
• www.editoraperu.com.pe
• www.elperuano.com.pe
• www.etc.com.pe
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Imprima
Domingo 23 de Enero de 2011 | Durante 2010 se arrestó a 666 adolescentes de hasta 18
años, un 3% más que los que se aprehendió en 2009, según informó la Policía. Casi un 75%
fue atrapado por robos o hurtos. Hay posiciones encontradas en cuanto a modificar el
Régimen Penal del Menor.
"Hola, ¿quién es?", preguntó la voz de una mujer adormecida que atendió el teléfono.
"Señora, disculpe que la llamemos a esta hora, pero su hijo fue detenido por un robo y el
juez nos comunicó que debemos entregarlo a sus padres", le respondió un policía del otro
lado de la línea. Estos llamados se repiten en más de una oportunidad por semana, y los
menores de edad que delinquen, en su mayoría, son entregados a sus padres.
Según las estadísticas que manejan desde la Policía, durante 2010 fueron arrestados 666
menores por distintos delitos cometidos en toda la provincia. De acuerdo a la cifra, cada día
son aprehendidos dos niños o adolescentes, quienes en su mayoría son puestos a
disposición de sus padres por los juzgados de Menores, según marca la ley. El resto es
alojado en el Instituto Roca (los varones) o en el Instituto Goretti (las mujeres).
El relevamiento realizado por la fuerza de seguridad indica que la mayoría de los delitos se
produjeron en San Miguel de Tucumán; 454 menores de edad fueron aprehendidos por la
Policía en la capital. En segundo lugar se ubica el área que comprende a la Regional Norte,
que abarca entre otras ciudades Yerba Buena y Tafí Viejo, donde fueron apresados 85
menores. Luego les siguen la Regional Sur (64), Este (35) y Oeste (28).
De acuerdo al Régimen Juvenil Penal vigente en nuestro país, los menores de 16 años son
considerados inimputables. La ley 22.278 indica en su artículo 1º que no es punible el
menor que no haya cumplido 16 años de edad. Tampoco lo es el que no haya cumplido
dieciocho años, respecto de delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa de la
libertad que no exceda de dos años, con multa o con inhabilitación.
Los números indican un crecimiento leve en relación al 2009. Ese año fueron arrestados
643 menores de edad por la Policía. Es decir, 23 menos que el año pasado, lo que significa
un aumento del 3%. Del total de niños y adolescentes que transgredieron el Código Penal
en 2010, 496 (un 74,4%) cometieron hurto y robo o fueron sorprendidos in fraganti.
Los delitos
En una descripción más detallada, 73 menores de edad fueron apresados por hurto
(apoderarse ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena). Además, 20 de
ellos fueron sorprendidos cuando intentaban cometer el delito, lo que se considera como
tentativa de hurto (es decir que comenzó a ejecutar acciones, pero no consumo el delito por
circunstancias ajenas a su voluntad).
Por su parte, 345 niños y adolescentes cometieron robo (utilizando fuerza en las cosas o
violencia física en las personas). De ellos, un 21% lo hizo usando la modalidad conocida
como arrebato, y un 33% perpetró robo agravado, es decir que utilizó un arma de fuego o el
ataque fue realizado en banda.
El resto (el 25,6%) fueron apresados por distintos delitos, entre los que se destacan la
portación ilegal de armas (22 menores) y la tenencia de estupefacientes (20).
La polémica
Luego que un juez bonaerense decidiera dejar en libertad a un adolescente de 15 años que
mató a Fabián Esquibel dentro de su casa, delante de su hijo de 11 años, se reavivó una
vieja polémica sobre la necesidad de reformar el Régimen Penal Juvenil (sancionado en
1980) y comenzaron los planteos para disminuir la edad de imputabilidad.
El defensor de Menores de la IIº Nominación del Centro Judicial Capital, Silvio Maza
Villalba, expresó su rechazo a la propuesta de modificar la edad para que sean
considerados punibles. "Esa no es la solución. En la mayoría de los países en que se decidió
bajar la edad, no se solucionó nada. Es una medida facilista", manifestó.
"El debate sobre la problemática debe ser profundo. Hace falta un fuerte trabajo de
inclusión social, sobre todo si tenemos en cuenta que los menores que delinquen, en su
mayoría, provienen de familias marginales y nunca tuvieron una posibilidad de superarse",
afirmó Maza Villalba. Además, el funcionario dijo que la violencia creció en todos los
ámbitos y que los chicos están inmersos en la misma lógica. "Lo que hace falta es un
trabajo de política social que incluya seguridad, educación, economía", comentó el defensor
de Menores.
En el mismo sentido se manifestó la abogada María del Carmen Negro. Para la letrada, se
cometería un gran error si se disminuye la edad de imputabilidad. "No es el camino. Se
estaría pasando por alto lo que dice la Constitución Nacional. Pero hay que admitir que es
un problema complejo", afirmó Negro.
La letrada dijo que es necesario implementar un plan multisectorial, que contemple los
aspectos sociales, económicos y políticos. "Los jóvenes que delinquen deben recibir un
tratamiento especial y darles apoyo y capacitación. Para ello hay que asumir un gran
compromiso y una enorme inversión por parte del Estado, y no sé si están dispuestos a
realizarlo", manifestó.
A favor
"Creo que podría bajarse la edad de imputabilidad a los 14 años. Pero pensar que esta
medida por sí sola solucionará el problema, es una fantasía", dijo el abogado Luis Acosta.
El letrado manifestó que el Código Penal actúa cuando el delito se ha producido, y lo que
deben profundizarse son las medidas de prevención. "Mientras siga la droga y los menores
no tengan contención y se sientan excluidos, no se solucionará el problema", expresó.