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Qué es un conflicto?

El conflicto es una situación que relaciona a un grupo humano en donde:


a. Interviene un mínimo de dos partes
b. Se ha producido un enfrentamiento. Dos o más partes, y al mismo tiempo
discrepan.
c. Los recursos son escasos para satisfacer las demandas de una de las partes.

d. Se dan dos opciones: ganar o perder

Análisis del conflicto:

Las herramientas que proponemos son: mejora en las habilidades de


comunicación, el de autocontrol y toma de decisiones ante situaciones
conflictivas. A la vez, todas ellas sirven para que las utilicemos para negociar con
alguien con quien mantengamos una disputa, como para aplicar como
mediadores, si tenemos que ayudar a dos partes enfrentadas a que lleguen a un
acuerdo.
El conflicto es un proceso, es decir, es construido por las partes en disputa y tiene
un surgimiento, un desarrollo y un desenlace, y va trazando un “canal”, es decir,
crea una pauta de interacción.
Los conflictos son oportunidades de aprender, ya que la compulsión a hacer
siempre lo correcto reprime la iniciativa, por ello una posibilidad al enfrentarnos a
éste es transformar el conflicto en una oportunidad de crecimiento. En cambio, en
su connotación negativa significa ira, odio, traición, pérdida. Pero el problema no
es el conflicto, sino nuestra respuesta a él.
En el ámbito escolar, los conflictos se suelen resolver ejerciendo la autoridad,
castigando. Tampoco es común que se indaguen las causas y motivaciones de
una agresión, por lo tanto se “arreglan” los incidentes pero no se resuelven los
conflictos, ya que sus causas ultimas quedan sin revelar.
Cuando se tiene un conflicto, lo primero que se tiene que hacer es no dejar
cundir el pánico, no dejarse invadir por la ansiedad, ni dejarse embrollar por la
tensión de la disputa. Para ello, daremos un pequeño “botiquín de emergencias”
para resolver los conflictos. Lo primero será hacer un diagnóstico, para analizarlo
lo más objetivamente posible.
Para entender el conflicto, es necesario aprender a mirarlo, sin dejarnos
influenciar por las primeras impresiones, y analizarlo desapacionadamente. Para
una mejor comprensión del conflicto podemos distinguir:
Normalmente, hay un acontecimiento en particular que lo origina. Podemos
referirnos a este momento como “la chispa”, un punto en que se reconoce que el
conflicto ha estallado. Como dice el refrán: es la gota que derrama el vaso. Es un
acontecimiento especifico del que surge una contienda abierta. Los involucrados
reconocen que están en oposición. Se refieren a aquel acontecimiento que lo
empezó todo.
El acontecimiento que lo “causó” es importante, porque señala el desarrollo de
la relación, y el punto en que aumentaron las tensiones. A veces, “la chispa” y el
problema que representa será el único punto que separa a las dos personas, y por
tanto, el único asunto que tratar. Pero, en la mayoría de los casos, sólo
representará el asunto saliente que empujó a la relación a un nivel de contrariedad
intensa.
Por detrás del asunto particular, casi siempre se esconden una serie de
diferencias, malentendidos y desacuerdos que se han de descubrir, y que forman
la base y la estructura más amplia de la relación.

2) Proceso : El proceso es la historia del conflicto, la manera en que el conflicto


se desarrolla y cómo la gente trata de resolverlo, para bien o mal. Hay que tomar
en cuenta el proceso que el conflicto ha seguido hasta ahora; la necesidad de un
proceso que parezca justo a todos los involucrados; la comunicación, y el lenguaje
con que se expresan; lo que se necesita para establecer un diálogo constructivo.
Muchas veces en las disputas las diferencias no vienen sólo a raíz de cómo
ocurrieron los hechos, de los desacuerdos en el pasado, sino también de cómo
resolverlo, como encararlo hacia el futuro. Por eso, no hay que ver a los
problemas como estáticos, sino como procesos dinámicos, en evolución.

3) El Problema : es necesario tomar en cuenta l intereses y las necesidades de


cada uno; las diferencias esenciales y valores que les separan; las diferencias de
cada uno sobre el procedimiento a seguir. Desde esta perspectiva habrá que
hacer un análisis estructural del conflicto, de los distintos aspectos que lo
configuran y diferenciar, fundamentalmente, lo que es el “meollo” o nudo central
del problema, de sus aspectos secundarios.
En los prejuicios que hay asociados al conflicto en el ámbito educativo no se
percibe el aprendizaje que puede proporcionar el cometer un error, un fracaso.
Rotula y condena al acusado. En consecuencia, el sistema educativo no es una
institución que facilite y motive el aprendizaje y el crecimiento a partir de los
errores, sino la vergüenza y el temor a cometerlos. El conflicto debe ocultarse,
negarse o disimularse. El conflicto es obsceno, avergüenza, pone en evidencia la
incompetencia. Un modelo de educación entendido así, no respeta la auténtica
diversidad de las personas, sino que premia y estimula al que acepta la
homogeneización; en eso consiste el ser aprobado por el sistema, en su
capacidad de adaptación a su lenguaje, a sus normas, a su modus operandi.

¿Qué consecuencias tiene un conflicto?


Por ello, el camino para resolver un conflicto es satisfacer, de la manera más justa
las necesidades de las partes involucradas pues no todo conflicto conduce a una
situación negativa. Dependiendo del grado y tiempo de insatisfacción de las
necesidades, y de la forma como se negocia la solución del conflicto, se puede
terminar en dos situaciones:

a. Una solución positiva. Cuando se llega a un acuerdo. cuando se lo ve como


una oportunidad para ser creativo y como vía para lograr el cambio. Lógicamente,
esta posibilidad se da en la medida que exista voluntad para negociar, ceder en lo
que sea posible y encontrar una solución donde no haya un vencedor absoluto.

b. Una solución negativa. Cuando se producen trabas traba y/o ceguera. El


razonamiento se deja de lado. En este caso, pueden darse dos ambientes
alternativos:
- Desesperación, frustración, apatía, estrés, aislamiento o trabajo improductivo. La.

ALUMNO MADRE

JEISSON DANIEL CARDOZO CLAUDIA PATRICIA FONSECA

TI. 34102402167 CC. 52210755

COORDINADOR

ISAIAS PIRAGAUTA
Cómo abordar el conflicto del alumno?

Es importante que tanto los docentes como los alumnos se encuentren contenidos
dentro de la institución. En efecto, a menudo los docentes parecen más preocuparse
por los fracasos escolares de los alumnos que los alumnos mismos. De este modo,
deberían existir siempre espacios para el diálogo que pudiesen generar espacio para la
reflexión que se anticipe a este tipo de conflictos
. Conflicto individual:

Las dificultades de Mariano para satisfacer los requisitos necesarios para aprobar la
materia, no hubiesen llamado excesivamente la antención en el curso. De hecho, es
bastante recurrente, que esto suceda con alumnos que cursan quinto año, en el último
trayecto de la secundaria. La evasión del estudiante a dialogar con la docente, la
pasividad ante la cual sus propios compañeros, inician una demanda violenta e
intimidatoria, confluyen en una actitud indiferente.

A menudo, este tipo de conflictos, parecen afectar más a los docentes que a los
alumnos. Invitado al diálogo, Mariano se excusa respecto a su incumplimiento
alegando alguna situación familiar, cuando nunca antes había mencionado problema
alguno. Sin embargo, lo que más le preocupa, en diálogo con la docente que lo ha
aplazado, es explicar que no ha tenido participación alguna en la "amenaza"
instrumentada por el resto del grupo.

Es difícil abordar preventivamente este tipo de fracasos escolares, puesto que la falta
de interés y motivación por parte de un alumno que se siente ya, fuera del secundario
es notablemente ambivalente. En primer lugar, Mariano aparece indiferente frente al
proceso de enseñanza aprendizaje y su reacción es más por el conflicto social que por
su situación académica. Sin embargo, ambos están relacionados, porque su pasividad
hacia el estudio puede verse parlelamente también en relación a su vínculo con sus
compañeros. Y en segundo lugar, el fracaso en alguna materia, indirectamente,
prolonga la dependencia con la institución escolar que habrán de abandonar en breve
para poder asumir el desafío de los estudios superiores.

¿Cómo abordar el conflicto del alumno?

Es importante que tanto los docentes como los alumnos se encuentren contenidos
dentro de la institución. En efecto, a menudo los docentes parecen más preocuparse
por los fracasos escolares de los alumnos que los alumnos mismos. De este modo,
deberían existir siempre espacios para el diálogo que pudiesen generar espacio para la
reflexión que se anticipe a este tipo de conflictos.
¿Qué consecuencias tiene un conflicto?
Por ello, el camino para resolver un conflicto es satisfacer, de la manera más justa
las necesidades de las partes involucradas pues no todo conflicto conduce a una
situación negativa. Dependiendo del grado y tiempo de insatisfacción de las
necesidades, y de la forma como se negocia la solución del conflicto, se puede
terminar en dos situaciones:

a. Una solución positiva. Cuando se llega a un acuerdo. cuando se lo ve como


una oportunidad para ser creativo y como vía para lograr el cambio. Lógicamente,
esta posibilidad se da en la medida que exista voluntad para negociar, ceder en lo
que sea posible y encontrar una solución donde no haya un vencedor absoluto.

b. Una solución negativa. Cuando se producen trabas traba y/o ceguera. El


razonamiento se deja de lado. En este caso, pueden darse dos ambientes
alternativos:
- Desesperación, frustración, apatía, estrés, aislamiento o trabajo improductivo. La.

Factores que pueden generar un conflicto


Las tensiones en la gestión pedagógica, administrativa y financiera derivan en
situaciones de conflicto producidas por los siguientes factores:

a. Financieros: el conflicto se origina ante la insuficiencia permanente de fondos,


su mala distribución o la constante elevación de los costos. Por ejemplo;

- Aumento de pensiones. El centro educativo privado requiere un mínimo de


recursos para garantizar calidad; por tanto, se ve obligado a elevar sus costos y
pensiones. Los padres de familia reaccionan negativamente cuando no hay una
explicación de por medio que justifique tal decisión, cuando no ven que la calidad
de la educación de sus hijos no mejora o cuando el colegio promete algún cambio
y luego no lo cumple.

- Reformas institucionales. En los centros educativos públicos se exigen cambios


en las prácticas pedagógicas, mejores resultados en el trabajo con alumnos donde
reina una elevada carga docente. Sin embargo, el colegio no provee a su personal
docente el material necesario, no facilita la capacitación, ni promueve la
simplificación del trabajo.
b. Laborales: el conflicto se origina por diversas causas: el deterioro del ingreso
del profesor o trabajador administrativo; por su inseguridad a veces injustificada;
por cambios en sus condiciones de trabajo inconsultas; por su sindicalización o
politización creciente; por el incumplimiento de ciertos acuerdos. Por ejemplo:

- Reclamos del personal docente y administrativo por asuntos que no funcionan


bien al interior del centro educativo; por ejemplo, la falta de facilidades para dictar
una buena clase, el atraso en los pagos.

- Reclamos por aumento de remuneraciones. Es muy común que el gobierno


ponga como pretexto que el aumento de un sol a los maestros estatales cuesta al
país varios millones y que los maestros son muchos. Se posterga así
indefinidamente el problema. Además no se estudia un camino de solución al
problema; por ejemplo optimizar el uso del personal o reducir costos. Es quizás
este último aspecto el que más ahonda el conflicto, es decir la despreocupación
gubernamental.

- Falta de reglas claras sobre condiciones de trabajo. El no anunciar con


anticipación que sus plazas quedarán vacantes al año siguiente, perjudica no sólo
al profesor afectado sino que malogra el ambiente de trabajo.

- Incertidumbre sobre las mejoras económicas. El que los profesores no tengan


ninguna explicación respecto de su perspectiva económica durante el año genera
inquietud e intranquilidad.

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