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ACERCAMIENTO A LA TEATRALIDAD EN LOS RELATOS MÍTICOS MAPUCHE

Marcela Otárola Burgos


Licenciada en Artes con mención actuación teatral, Universidad de Chile.

“Se trata, sin duda, de un esfuerzo por dialogar con la otredad, con lo excluido por el
canon de la literatura y cultura oficial”
Mauricio Ostria.

En torno al mundo de las culturas prehispánicas giran muchas expresiones que


de una u otra forma encuentran un grado de conexión con el término “teatro”, es decir,
que a través del desarrollo de estas culturas se han establecido conexiones con
distintas formas teatrales, muchas de ellas generadas por la propia cultura o por el
contacto con otras culturas prehispánicas, y otras tantas generadas en el contacto con
el mundo occidental europeo.

Juan Villegas señala que existen expresiones en las culturas prehispánicas las
cuales parecen indicar que “las actividades que nombran tienen algo en común con
“teatro” o “teatral”, pero que, sin embargo, hay algo que no permite su clasificación de
tal. Lo importante es que, en estos casos, “teatro” o “teatral” funcionan a modo de
canon, determinando el modo de definir o caracterizar estas actividades”1 Así es como
dentro de estas expresiones o prácticas culturales, que incluirían connotaciones
teatrales, encontramos los relatos orales generados en el centro de las culturas
prehispánicas.

En un primer momento, propondremos una definición de teatralidad la cual nos


permitirá trabajar con dicho término como eje de análisis de los mencionados relatos
orales, tomando de manera específica, los relatos orales de carácter mítico
desarrollados en el contexto de la cultura mapuche. Y tomaremos el concepto de
teatralidad propuesto por el propio Juan Villegas “un nuevo concepto de “teatralidad”
estimulará entender la cultura como proceso de construcción de imágenes
conformadoras y sustentadoras del imaginario social”2 El mismo autor entiende por
“teatralidad” un sistema de comunicación en el que se enfatizan los signos y la
representación visual, y que como todo sistema de comunicación cumple una función

1
VILLEJAS, Juan, “De estrategias culturales: la teatralidad en las culturas prehispánicas”, Acta
Literaria, (22): 7-17, 1997.
2
Ibíd.
tanto representativa como pragmática. Las connotaciones de los signos e imágenes
están determinadas por el sistema cultural en que se insertan y, a la vez, están
condicionadas por las competencias de los destinatarios potenciales. El supuesto es
que en cada momento histórico, coexisten varias teatralidades, algunas de ellas
legitimizadas y otras desligitimizadas por los instrumentos de poder.

La teatralidad entendida de este modo, no se limita a lo que la tradición de


occidente ha denominado “teatro”, sino que es un concepto que nos permite descubrir
signos e imágenes dentro de prácticas de una determinada cultura.
Consecuentemente los estudios de Óscar Cornago dan cuenta de la presencia de la
idea de teatralidad en otros campos no específicamente teatrales, y la dificultad que
ello genera a la hora de delimitar el concepto, considerando que bien podríamos
señalar a la teatralidad como una condición que recubre todo lo social y que desborda
al solo fenómeno de la representación teatral entendida como tal. Ahora bien,
Cornago expresa que:
“Más allá de que alguien considere que lo teatral es algo específico del
ámbito artístico de la escena, es innegable que en cada cultura existe un
sentido de la teatralidad que se juega en ámbitos de la realidad, tanto social
como privada, política o psicológica, muy diversos. La escena teatral se
manifiesta como un inmejorable laboratorio para estudiar cómo funciona las
estrategias de teatralidad específicas de cada cultura, pero esto no debería
impedir la aplicación de los resultados de estos análisis a otros hechos no
artísticos; y viceversa.”3

Ahora bien, para reconstruir o identificar la teatralidad de los relatos míticos


debemos llevar a cabo el proceso de estudio de estos sistemas de comunicación (los
relatos orales míticos). En este sentido intentaremos abordar, de forma resumida, un
punto no menos relevante dentro de nuestro tema, y es el que dice relación con la
cualidad de oralidad de los relatos míticos mapuche. En consecuencia tenemos que
cuando hablamos de la oralidad, hablamos de ella por oposición a la escritura, y mas
allá de esa simple oposición, también leemos una jerarquía que sitúa a la literatura oral
en un plano de inferioridad frente a la literatura escrita. La misma noción de literatura
oral es contradictoria, y esto se derivada del hecho de que la noción de oralidad está
construida desde la cultura de la escritura.

3
CORNAGO, Oscar, ¿Qué es la teatralidad? Paradigmas estéticos de la Modernidad [en línea]
<http://www.telondefondo.org/home.php >
Al situarnos en el contexto latinoamericano nos encontramos, y según lo que
nos señala Mauricio Ostria en su artículo “Literatura oral, oralidad ficticia”:
“La problemática de la oralidad en América Latina puede reducirse a
cuatro cuestiones generales cuando se trata de enfocarla desde el terreno de la
literatura o, para emplear un término más amplio y menos equívoco, la creación
verbal: 1. El problema de la creación verbal en una cultura tradicional no letrada
(culturas amerindias); 2. El de las manifestaciones orales propias de culturas
tradicionales en el marco de una cultura letrada dominante (culturas indígenas
subsumidas en entornos occidentalizados, culturas populares); 3. El de las
relaciones entre aspectos orales y escritos de los textos literarios (armonías,
timbre, ritmo, entonación, etc., y sus formas gráficas de representación, en
verso y prosa); y 4. El referido a las diversas formas de imitación de la oralidad
en textos escritos literarios (oralidad ficticia)”4

En nuestro artículo abordaremos la problemática de la oralidad desde las


manifestaciones orales (relatos míticos) propias de culturas tradicionales (cultura
mapuche) en el marco de una cultura letrada dominante (culturas indígenas
subsumidas en entornos occidentalizados) Sin embargo, y como ya lo hemos señalado
buscaremos conformar un análisis que nos conduzca hacia la teatralidad que contiene
dicha oralidad, es decir, el camino que recorreremos no irá por la problemática
oralidad/escritura, sino mas bien por la problemática (o la no problemática)
oralidad/teatralidad.

Es importante señalar varios puntos fundamentales que dicen relación con las
formas orales de comunicación que poseía el pueblo mapuche; primero expresar que
dichas formas eran perfectamente eficaces en la configuración de su visión de mundo
y reflejaban de una forma inequívoca su realidad.

“Al tomar simples relatos de ficción, es posible que en su contenido no


se advierta otra cosa que una anécdota más o menos liviana. Sin embargo, una
decodificación más atenta de sus elementos estructurales, puede conducir a
descubrir en ellos un sentido más profundo, reforzado por la relación de la
textualidad con la circunstancia social del medio en que los temas narrados han
arraigado y se actualizan por hablantes concretos”5.

4
OSTRIA, Mauricio, “Literatura oral, oralidad ficticia”, Estudios Filológicos, (36): 71-80, 2001.
5
CONTRERAS, Constantino. “Unidad temática y variedad textual: un tópico social en tres
relatos orales.” Estudios Filológicos, (35): 23-39, 2000.
Como expresamos durante el periodo prehispánico la palabra ocupa un
espacio fundamental en la vida social de la cultura mapuche, la cual tiene un
desarrollo exclusivamente oral, sin conocimiento de la escritura; en este sentido las
formas orales del pueblo mapuche según lo expresa la siguiente cita:

“Tienen una fuerte vinculación con las actividades diarias, por


consecuencia, el discurso mapuche es de carácter intracultural, que quiere
decir que se funda en los criterios, valores, referencias, códigos y géneros
propios de su tradición cultural. Esto implica que el hablante asume un público
mapuche; un observador externo será incapaz de apreciar el valor estético y de
captar el contenido semántico sin suficiente conocimiento de la lengua y la
cultura mapuche”6.

Por otro lado tenemos el hecho de que el estudiar la comunicación oral no


implica analizar solo su contenido o las diferentes versiones del relato, sino que
también las diferentes reglas que rigen el decir, lo que se dice oralmente no dice
relación únicamente con el contenido de un texto oral, sino con un acto de
comunicación que está regido por un conjunto de convenciones. La comunicación oral
no se reduce a un contenido de información, ni a un conjunto de palabras o signos
verbales, se nutre, además, de otros signos paralingüísticos como los tonos de las
voces, su volumen, las pausas, etc. la literatura oral posee una condición multimedial.
En este sentido podríamos plantear desde ya que la oralidad (manifestaciones orales
tradicionales) está acompañada de teatralidad, a través de la dimensión gestual, de un
determinado fonetismo, un ritmo de locución y hasta una estética ritual, en
consecuencia, puede decirse que “la palabra oral siempre constituye la modificación
de una situación existencial total que invariablemente envuelve al cuerpo. En este
sentido, puede afirmarse que la teatralidad es consustancial a las culturas orales.”7

El recorrido que los relatos orales han trazado es extenso y complejo de seguir,
no debemos dejar de mencionar el hecho de que la historia de los pueblos indígenas
americanos se encuentra profundamente escindida en lo que es la etapa precolombina
y la posterior colonización del continente y la etapa de conformación de estados
nacionales, dentro de estos procesos históricos, profundamente complejos y a los
cuales solo podemos referirnos nominativamente, se enmarca el recorrido al que
6
MONEES, J. A., “La poesía mapuche: expresiones de identidad”, Tesis de licenciatura, Dpto.
de Lingüística y Literatura Hispánicas, Universidad de Utrecht, 1999.
7
HENRÍQUEZ, Patricia. “Oralidad y teatralidad en el Popol Vuh” Acta Literaria, (28): 45-62,
2001.
hacíamos mención anteriormente. Por ejemplo desde la conquista, y desde entonces
se contagian, una cultura tradicional oral dominada (la aborigen) y una cultura letrada
dominante (la europea). “la tradición oral latinoamericana, predominante en los
espacios rurales y creciente en las márgenes urbanas, a veces prohibida, a veces
clandestina, siempre minusvalorada y discriminada, comprende variedad de lenguas
(indígenas, europeas, africanas), mestizaje o hibridez de tradiciones, heterogeneidad y
sincretismo cultural”8 Dentro de este recorrido, siempre será el proceso de
construcción de mundos imaginarios uno de los puntos mas determinantes que dan
sentido a la producción oral; y en torno a nuestro tema específico, este proceso (de
construcción de mundos imaginarios) nos interesa enormemente al momento de
adentrarnos en la realidad no tan realidad de la literatura oral generada desde
espacios latinoamericanos indígenas, en pos del análisis de los espacios de
teatralidad contenidos en los relatos míticos.

En torno a los relatos míticos mapuche, Hugo Carrasco señala que:


“El estudio del sistema mítico mapuche se ha concentrado en la
descripción de los personajes considerados como tales y solo a veces se ha
intentado establecer las relaciones existentes entre ellos. Estos relatos incluyen
una serie de personajes no considerados como elementos formantes del
sistema mítico mapuche, además de ampliarse también a la consideración de
ciertos eventos y aun a espacios de orden mítico.”9

Entendemos que el mito es una forma de manifestación del pensamiento


simbólico, que se encarna y es identificable en variados aspectos de la cultura de una
comunidad, tales como creencias, rituales, fiestas, canciones, etc. El mito puede ser
representado en forma gráfica, kinética, auditiva, o mediante una estructuración
narrativa. El sistema mítico de una cultura abarca un conjunto de mitos
interrelacionados que conforman un sistema en cierto modo independiente, aunque
fundado en ciertos criterios específicos de la cultura en que se genera, lo que define
su ubicación y modo de relaciones con cada uno de los otros y con la totalidad.

El relato mítico está definido entre otras cosas por la multiplicidad de versiones
que lo constituyen, y en un posible análisis de dichos relatos podemos utilizar el
modelo matricial del discurso mítico-simbólico mapuche, propuesto por Hugo Carrasco
en su articulo “Elementos constitutivos de la matriz simbólica en tres relatos míticos
8
OSTRIA, M. op.citp.
9
Carrasco, Hugo, “Notas sobre el ámbito temático del relato mítico mapuche”, Actas jornadas
de Lengua y Literatura Mapuche, 1984, no. 1, (p. 115-127)
mapuche” según el cual “propone la existencia de las reglas de funcionamiento del
trayecto isotópico de los signos simbólicos en un conjuntos de versiones de un
determinado relato.”10 . El propósito de este tipo de análisis es descubrir la lógica
subyacente de los mitos y sus niveles profundos de significado a partir de la
decodificación e interpretación de sus estructuras textuales contextualizadas en una
cultura específica. Se trabaja con matrices textuales y de significaciones, elaboradas
desde grupos de textos.

Siguiendo en la lógica del análisis de relatos míticos, a través del modelo


matricial del discurso mítico-simbólico mapuche, organizamos el análisis de la
siguiente forma: Uno, si tenemos varia versiones de un relato se establece el orden de
sucesión y unificación de los elementos definitorios en un solo "relato ideal" o texto-
matriz. (Se determina el orden de los episodios, la secuencia del mito) Dos, obtención
de una matriz funcional, significaciones que sean dominantes frente a la matriz textual.
(Los principales elementos del repertorio de funciones se organizan en secuencias,
basadas todas ellas en la situación básica de contacto e intercambio entre mundo
sagrado y seres humanos) Tres, matriz simbólica, supone la existencia de un tipo de
pensamiento cuya actividad genera una clase de discurso capaz de expresarse o
manifestarse en diversos materiales y sistemas sígnicos. Por su naturaleza carece de
una exactitud definida, sin embargo, los elementos simbólicos representan y
resignifican determinados objetos, acontecimientos, espacios, etc.

El análisis propuesto supone un amplio conocimiento de la cultura en que se


gesta el relato analizado, es decir, abarcar un conocimiento tanto teórico como
práctico, que nos permita verdaderamente ser coherentes en el análisis respecto de la
cosmovisión indígena. Es fundamental no dejar de contemplar los rasgos distintivos
de, en este caso, la cosmovisión mapuche, su profunda conexión con la naturaleza y
sus fenómenos, los cuales para el mundo en el que nosotros nos encontramos
inmersos, parecieran corresponder a un orden alejado y poco práctico, por llamarlo de
alguna forma. El dialogar con cosmovisiones indígenas significa modificar paradigmas
culturales que se encuentran inmersos en nuestras formas de razonar y significar.

Ahora bien, el reconocimiento de teatralidades que el análisis de un relato nos


pueda arrojar irá en directa relación con el conocimiento del entorno en que se gesta el

10
Carrasco, Hugo, Contreras, Verónica y Garcia, Mabel. “Elementos constitutivos de la matriz
simbólica en tres relatos míticos mapuches”, Estudios Filológicos. [En línea]. 1998, no.33,
p.145-154. Disponible: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-
17131998003300012&lng=es&nrm=iso>
relato y con la capacidad de proyectar las tres matrices de análisis con el espacio de lo
teatral. Es decir, una vez condensado el análisis, la obtención de las distintas matrices,
creemos que es posible examinar en el espacio de las teatralidades que se presentan
en los relatos. La lógica, es indagar en las teatralidades las cuales podrían arrojarnos
una nueva matriz: la matriz teatral de los relatos, en definitiva se trata de proponer un
nuevo espacio que no solo buscará el análisis de los textos si no mas bien su apertura
hacia un nuevo espacio, y que es el de la representación teatral de dichos relatos.

Es indispensable consignar que en la esencia indígena mapuche se encuentra


su visión ritualística de ciertas actividades, y en su afán por la supervivencia de esta
religiosidad mítica, es que se llega a la representación y repetición en diferentes
épocas y en distintas ocasiones de los relatos orales míticos. En dicha representación,
la cual pareciera responder a una necesidad de preservar ciertos rasgos míticos y a la
vez identitarios de su cultura, se encuentra el germen de la teatralidad contenida en
dichos relatos. La elaboración de representaciones por parte del propio sujeto étnico,
desde la vivencia de la pertenencia, desde el ser mapuche; pertenencia asumida difícil
y creativamente, supone un contexto diferente al que conocemos, dicho contexto
condicionará la generación de teatralidades, las surtirá de “las carencias conocidas del
pertenecer al bando de los marginados y la conciencia de la verdad de la autonomía
de la identidad, navegantes en el mar de las diferencias negadas y reasumidas.” 11 Es
decir, que al hablar de la exploración en el mundo de las posibles teatralidades
contenidas en un relato mítico mapuche, no podemos obviar la condición de cultura
marginal que subsiste en la condición mapuche.

Existe, a la hora de constituir nuestra denominada matriz teatral, la necesidad


no solo de identificar signos o marcas de teatralidad, lo cual podría resultar una tarea
sencilla si se cuenta con el debido conocimiento de aquellas marcas o signos, es decir,
dentro de cada cultura se da una pluralidad de teatralidades, una de las cuales sería la
teatralidad contenida en los relatos míticos, teatralidad que implica en gran medida el
manejo de los personajes de la historia. Carrasco señala que tradicionalmente se han
distinguido tres elementos en torno a los cuales se organiza o estructura el universo
narrativo: la acción, los personajes, y el espacio, distinción que nos sirve para
comprender más exactamente como se van configurando las imágenes del relato.
“La acción o acontecimiento se manifiesta en la unidad mínima de la
función, mientras que un conjunto solidario de ellas conforma una secuencia.

11
Alvarado, Miguel “Elogio de la Pereza” [En línea] Disponible:
http://www.critica.cl/html/alvarado_02.htm
La acción es realizada por un personaje, el cual puede ser entendido como
actante o agente, en la medida en que se lo define por lo que hace y no por lo
que es, o por el rol que asume; y como “carácter” o “personaje-persona”, en la
medida en que se lo considera la suma o conjunto de sus atributos.12”

La acción de los personajes se desarrolla siempre en un espacio, sea este una


atmósfera o un ambiente, constituido por los indicios que entregan los mismos
personajes, es decir, que los indicios informativos sugieren la ubicación temporal y
espacial. Los personajes presentan una caracterización corporal y vocal, y dentro de
ello se da por parte del relator un manejo del tiempo, de los tonos, y de los modos de
comportamiento. En estos signos radican elementos expresivos extra cotidianos. En
la relación de la palabra oral con la interpretación corporal se contiene un espacio
teatral, Todos los signos teatrales identificables regirán cierta construcción de mundos
imaginarios, los cuales, no son otra cosa que el imaginario social del que habla
Villegas, y como ya lo hemos mencionado, responderán a una cosmovisión definida y
propia del mundo mapuche. Si pensamos que de todo relato mítico surgen posibles
teatralidades, es interesante además indagar en las ocasiones de la representación y
repetición del relato y las relaciones entre las teatralidades y esas ocasiones, dentro
del sistema cultural en que emergen.
Al hablar del discurso desarrollado por los mapuche, se señala que sus discursos
tradicionales (epeu, nütram, ül, weupin, koneu, etc.) son generados y desarrollados en
el ámbito de procesos lingüísticos y socioculturales, matrices de significación, modelos
simbólicos y tipos de discurso propios de su intercultura.13 Por otro lado existiría el
discurso público los cuales han sido desarrollados en el ámbito de procesos de
carácter intercultural con la sociedad global del país en su mayor parte, y en
determinados aspectos con referencia directa a los otros pueblos indígenas y a la
comunidad internacional.

Lo que parecería interesante de idear es conjugar el nivel de teatralidades14,


analizadas en el espacio de matrices según el modelo matricial del discurso mítico-
simbólico mapuche15, y el lugar de de la interculturalidad generada en los distintos
procesos con la sociedad global. Es indispensable que este análisis se configure
12
Carrasco, Hugo, “Notas sobre el ámbito temático del relato mítico mapuche”, Actas jornadas
de Lengua y Literatura Mapuche, 1984, no. 1, (p. 115-127)
13
Carrasco, Hugo. El discurso público mapuche: noción, tipos discursivos e hibridez. Estudios
Filológicos, 2002, no.37, p.185-197.
14
Volviendo a entender que la teatralidad nos permite entender la cultura como proceso de
construcción de imágenes conformadoras y sustentadoras del imaginario social, y que se
refiere a un sistema de comunicación en el que se enfatizan los signos y la representación
visual.
entonces desde procesos de interculturalidad, mucho mas reales y concretos para
todos quienes trabajamos con el mundo mapuche desde una condición de extranjería.

Ahora, es fundamental para nosotros incluir en este análisis la visión de


interculturalidad contenida en la gran mayoría de las prácticas culturales del pueblo
mapuche. Cierto signo o marca, y no solo de teatralidad, consignará una historia vivida
desde, primero la marginalidad, y por otro lado desde una lucha constante por el
rescate de la memoria histórica. El estudio de las teatralidades de un relato mítico y en
general de un sistema mítico, nos permite en última instancia abordar el tema de la
teatralidad de una cultura dentro de un sistema profundamente interrelacionado, es
decir un sistema cultural, en definitiva se trata de abordar la visión de sujeto y de
mundo puesta en ciertas manifestaciones tradicionales propias de una cultura que,
querámoslo o no, se encuentra inmersa dentro de una cultura mayor o dominante, la
cual termina por influir de forma bastante determinante. Entonces el análisis de los
relatos míticos también debería darse la tarea de despejar los elementos originales de
aquellos impuestos o superpuestos por la cultura hispánica o las otras culturas que se
han hecho presentes.

El legado de la oralidad mítica mapuche se hace sentir fuertemente entre los


miembros de este pueblo, los relatos míticos atraviesan la cultura mapuche y como lo
señala la poetisa y profesora Jacqueline Caniguán, los relatos del zorro astuto, de las
niñas que desobedecen, de Kay Kay y Tren Tren, hablan de lo que los mapuches
eran, son y de lo que se espera que lleguen a ser. Y, así, dentro de este universo
dominado por la palabra, logramos encontrar signos que, en un nuevo proceso, el
teatro intercultural realizado por mapuches ha adoptado en sus representaciones;
algunos de ellos se encuentran documentados, especialmente las nociones que
sustentan sus acciones. En estos términos hallamos objetivos como el de hacer del
teatro una herramienta de expresión que permita transmitir mensajes y valores; utilizar
el arte teatral como instrumento pedagógico; promover procesos de re-identificación
cultural. Todos estos objetivos son plenamente compartidos con respecto a los fines
que persiguen las tradiciones mapuche. Entonces es plenamente coherente indagar
en la teatralidad contenida en los relatos míticos, ya que a través de ellas y en un
nuevo viaje hacia la representación teatral de dichos relatos, no se estaría más que
acompañando un proceso de autoafirmación del pueblo mapuche.

15
Modelo propuesto en el artículo “Elementos constitutivos de la matriz simbólica en tres relatos
míticos mapuches” de Hugo Carrasco, Verónica Contreras y Mabel. García, Estudios
filológicos, 1998, no.33 p.145-154.
BIBLIOGRAFÍA

- Alvarado, Miguel. “Elogio de la Pereza”,


Disponible:http://www.critica.cl/html/alvarado_02.htm
- Carrasco, Hugo, Contreras, Verónica y García, Mabel. “Elementos
constitutivos de la matriz simbólica en tres relatos míticos mapuches”,
Estudios Filológicos. [online]. 1998,no.33,p.145-154. Disponible:
http://www.scielo.cl/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S007117131998003300012&lng=es&nrm=iso
- Carrasco, Hugo, “Notas sobre el ámbito temático del relato mítico
mapuche”, Actas jornadas de Lengua y Literatura Mapuche, 1984, no. 1,
(p. 115-127)
- ------------------- “El discurso público mapuche: noción, tipos discursivos e
hibridez.” Estudios Filológicos, 2002, no.37, p.185-197.
- Contreras, Constantino. “Unidad temática y variedad textual: un tópico
social en tres relatos orales.” Estudios filológicos, 2000, no.35, (p.23-39)
- Henríquez, Patricia, “Oralidad y Teatralidad en el Popol Voh”, Acta
Literaria, 2003, no.28, p.45-62.
- Monees, J. A., “La poesía mapuche: expresiones de identidad”, Tesis de
licenciatura, Dpto. de Lingüística y Literatura Hispánicas, Universidad de
Utrecht, 1999.
- Ostria, Mauricio. “Literatura oral, oralidad ficticia” Estudios Filológicos
[online]. 2001, no.36, p.71-80. Disponible: http://www.scielo.cl/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0071-17132001003600005&lng=es&nrm=iso
- Villegas, Juan, “De estrategias culturales: la teatralidad en las culturas
prehispánicas”, Acta Literaria, 1997, no. 22 (p.7-17)

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