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“EL CONOCIMIENTO EN
TRABAJO SOCIAL”
Viejas disputas como son conocimiento v/s sentimiento, teoría v/s práctica,
teoría v/s realidad, objetividad v/s subjetividad, propias al trabajo social, están
lejos de ser saldadas.
El desarrollo del tema, obliga a plantearse una pregunta inicial: ¿Por qué
tratándose de un campo profesional cuyo objeto son las diversas manifestaciones
del conflicto y la contradicción en las relaciones sociales, expresadas(o
conceptualizadas) como “problemas sociales” hay sin embargo, tan poco ( o nada ) de
aporte ( y aveces siquiera de insumo) por parte de los trabajadores sociales en el
conocimiento de su propio objeto?
Para responder a ello, se mencionan algunos datos históricos, que mencionan cómo se
fue dando la relación conflictiva entre la interpretación de la realidad (teoría) y los
llamados datos empíricos.
El proceso de ruptura con el pensamiento religioso no es ajeno para comprender
la historia de las formas de acción social.
La evolución de la filantropía desde el s. XVIII se articula a este proceso, en
tanto su práctica rompe con la modalidad típica de la caridad cristiana y se propone
como una acción dirigida a orientar comportamientos “racionales” en base a
diagnósticos sobre la sociedad, las instituciones, la vida familiar, etc.
La observación de la realidad y la razón, instrumento para el conocimiento, se
constituyeron en pilares fundamentales para conocer verdaderamente este mundo,
por medio de un método objetivo.
De ahí que el ejercicio de la práctica profesional (en el sentido del dominio del
propio quehacer) implica en primer lugar, la desnaturalización del objeto (él o los
problemas puntuales) y su reconstrucción como objeto de la práctica. Y parte de
esta reconstrucción crítica (reconocimiento de su historicidad y de los sentidos que
conlleva su definición), es constituirlo como un objeto de conocimiento.
Problematizar el “problema” que viene dado al trabajo social (para constituirlo en el
objeto de la práctica profesional), quiere decir formularse preguntas, buscar las
múltiples definiciones y reconocer los sujetos de éstas y los argumentos que
sostienen (explícitos o implícitos), buscar relaciones entre fenómenos, etc. A partir
de ellos, un acontecimiento o conjunto de acontecimientos deviene “problema” que
demanda algún tipo de intervención (o solución). Esto implica redefinirlo. Sólo en
esta dirección puede contribuirse la relativa la relativa autonomía de un campo
profesional.
En este sentido, se hace necesario indagar en las causas que provoca tal
situación, pensando en el hecho que solamente se interviene en ellos como problemas
ya establecidos y reconocidos socialmente. Por otra parte es demasiado necesario
poder sistematizar experiencias en nuestro quehacer profesional, ya que de esta
forma se podrá avanzar en materia de intervención, mucho más pertinente y
adecuada en el contexto en que estemos insertos.
Como también no cabe duda que esto depende del tipo de investigación que
estamos haciendo, a la forma como son encauzados los estudios que se realizan. A
nivel académico, se necesita mejorar por una parte la calidad de enseñanza en
metodología de investigación, como también las cátedras deben estar insertas
dentro del periodo en que al alumno realmente le pueda ser de utilidad, estando por
supuesto actualizado a los avances que se estén generando en investigación social y
en otras disciplinas.
De esta forma consideramos que como profesión hoy tenemos un gran desafío,
que consiste en tener la capacidad de poder hacernos parte en los procesos que hoy
vive nuestra sociedad, poder aportar como profesión a la solución de los problemas
sociales existentes, enriqueciéndonos a través de la búsqueda en otras disciplinas
elementos que nos puedan ser útiles en nuestro futuro quehacer profesional,
(transdiciplina), para poder ampliar nuestro conocimiento y tener bases firmes para
enfrentar un adecuado desempeño profesional en nuestra sociedad.
BIBLIOGRAFÍA