You are on page 1of 22

Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas


Departamento de Geología

Segunda Ebullición y su relación con


la formación de stockwork y brechas
hidrotermales

Nombre: Ricardo Vergara


Curso: Seminario de Pórfidos
Cupríferos
Profesor: Víctor Maksaev J.
Fecha: 25 de Noviembre de 2002
Índice

1. Introducción 3

2. Segunda Ebullición 5

3. Modelo de Burnham (1985) para la generación de brechas


hidrotermales y stockwork en el caso de los pórfidos 11

3.1 Segunda Ebullición 11

3.2 Descompresión de los fluidos exsueltos 14

3.3 Parámetros que controlan la cantidad de energía


liberada 17

a) Composición inicial del magma. 17


b) Profundidad de emplazamiento del intrusivo. 18
c) Porcentaje inicial de agua en el magma. 18
d) Porcentaje de fundido en el magma inicial 19
e) Resistencia a la tensión de la roca de caja. 19
f) Dimensión vertical de las fracturas (profundidad 20
y largo de las fracturas).

4. Conclusiones 21

5. Referencias 22

2
1. Introducción

La formación de depósitos de mena hidrotermales, sean estos de tipo pórfido,


skarn u otro, depende de muchos factores, a su vez interdependientes entre sí, que
deben operar de una manera “óptima” para generar yacimientos económicos. De forma
general, se puede decir que estos factores son:

- La naturaleza del magma: Su composición, contenido de azufre, cloro, etc.,


especialmente de H2 O, y sus parámetros termodinámicos y,
- Ambiente geológico y tectónico, especialmente la profundidad de emplazamiento
del magma (Burnham y Ohmoto, 1980).

La importancia de los contenidos de H2O reside en el control que ésta ejerce en


la etapa de cristalización, cuando se separa una fase fluida (fluido hidrotermal),
mediante la segunda ebullición, la cual a su vez provoca el fracturamiento de la roca de
caja y la actividad hidrotermal subsecuente (Burnham y Ohmoto, 1980).

La segunda ebullición provoca la liberación de energía mecánica durante el


emplazamiento y la cristalización de magmas félsicos hidratados a poca profundidad.
Esta liberación de energía se ve manifestada en los yacimientos de tipo pórfido, en
donde las partes marginales de los cuerpos intrusivos porfíricos y la roca de caja que
los alberga, aparecen intensamente fracturados, y en los numerosos cuerpos de brecha
que también aparecen (Burnham, 1985). Se estima que la segunda ebullición sería la
mayor causa del fracturamiento en estos sistemas (Burnham, 1985).

Un buen modelo para estos procesos de liberación de energía debe ser


consistente tanto en su parte teórica como con las evidencias de terreno. Con respecto
a esto, Burnham (1985) realiza un modelo para la formación de brechas y de los
enjambres de vetillas (stockwork), que es capaz de explicar la generación de las
estructuras observadas en los pórfidos cupríferos, y que además provee una fuente de
energía suficiente para desplazar grandes bloques, de decenas de toneladas varios
cientos de metros sobre su posición original (como en algunas diatremas por ejemplo),
como extensión de sus modelos para el volcanismo explosivo.

Según el mismo autor, la liberación de esta energía está asociada a procesos


magmáticos tardíos, y se libera fundamentalmente a través de dos procesos que son
secuenciales y se repiten:

1) Segunda ebullición: Exsolución de la fase volátil desde el magma saturado


en H2O.

2) Descompresión posterior del fluido exsuelto.

Primero se explicará en qué consisten estos procesos, mostrando el modelo de


Burnham, y luego se explicarán los parámetros más importantes que afectan la

3
generación de stockwork y brechas hidrotermales en general, y en particular para este
modelo.

Se puede decir que lo más importante para este modelo no son tanto las
fórmulas, que permiten cuantificar la energía, si no los parámetros que este autor
considera y la manera en que influye cada uno en el origen de los pórfidos, que es lo
principal para este trabajo.

4
2. Segunda Ebullición
Consiste en la exsolución de la fase volátil o fluida desde un magma saturado.
En otras palabras ocurre la reacción: Fundido Silicatado saturado en H2O è Cristales
+ fase volátil (Burnham y Ohmoto, 1980). Entonces, primero que nada, ¿Cómo es que
llega a saturarse un magma en volátiles?

La solubilidad de H2 O en un magma depende mayoritariamente de la Presión, la


Temperatura y la Composición del magma (Best, 1981). Estos parámetros tienen los
siguientes efectos sobre la solubilidad de H2O en los magmas:

- Presión: Para una temperatura dada (fija), un magma aumenta su solubilidad de


volátiles al aumentar la presión (figuras 1, 2 y 3).

Figura 1. Solubilidad de H2O en una mezcla granodiorítica a 1100ºC. La abcisa inferior es el porcentaje molar de H2O, y
la abcisa superior indica el porcentaje en peso de H2O. Tomada de Burnham y Ohmoto (1980).

5
- Composición del magma: Bajo las mismas condiciones de presión y temperatura,
un magma de composición riolítica es capaz de disolver más volátiles que un
magma de composición basáltica. Dicho de otra forma, con respecto a la
segunda ebullición, un magma más riolítico es capaz de exsolver sus volátiles a
una menor presión (= menor profundidad) que un magma más basáltico (figuras
2 y 3).

- Temperatura: Entre dos magmas de igual composición y a las mismas


condiciones de presión pero distinta temperatura, el que se encuentra a menor
temperatura es capaz de disolver más volátiles que el otro (figura 2).

Figura 2. Solubilidad de H2O en distintas mezclas silicatadas a diferentes temperaturas. Nótese que al menos en estas
condiciones, el efecto de la temperatura es menos importante que el efecto composicional. Tomado de Best (1981).

6
Considerando que la mayoría de los magmas al generarse se encuentran
subsaturados en volátiles, existen varias formas mediante las cuales un magma
puede saturarse en H2 O (Parada, comunicación oral, 2002):

- Descompresión: Es posible saturar un magma en volátiles al descomprimirlo (ver


figura 1).

- Cristalización de minerales anhidros (mediante enfriamiento): El enfriamiento del


magma puede permitir la cristalización fraccionada de minerales anhidros, o de
minerales con un porcentaje de H2O menor en proporción que el del magma, lo
que hace que el magma se enriquezca relativamente en volátiles.

- Absorción de H2O desde la roca de caja: Es posible que el magma se enriquezca


en su ascenso con agua desde la roca de caja.

Figura 3. Solubilidad de H2O en distintas mezclas silicatadas a diferentes presiones: (1) basalto a 1100ºC; (2) andesita
a 1100ºC; (3) granito a su líquidus. Tomado de Wilson (1989).

Es importante considerar también que el comportamiento del agua es muy


diferente a condiciones plutónicas que a las de la superficie (Wilson, 1989). De acuerdo
a esta autora, a presiones mayores a 218 bares y temperaturas sobre 374 ºC (llamadas
temperatura y presión críticas del agua), el agua deja de comportarse como líquido o
gas, y lo hace como fluido supercrítico (figura 4). En otras palabras, tiene propiedades
que no permiten distinguirla como líquido o gas, pero en cuanto a sus propiedades

7
físicas, como densidad y viscosidad, se parece más al agua líquida a condiciones
ambientales que al agua en estado gaseoso. Por esto cuando se trata de la segunda
ebullición es preferible hablar de “volátiles” que de “gases”, ya que se trata de fluido
supercrítico.

Figura 4. Densidad del H2O en g/cm3 a diferentes temperaturas y presiones. El punto crítico del H2O se encuentra a
374ºC, 218 bares. Tomado de Wilson (1989).

La exsolución del agua desde el magma comenzaría con la formación de


burbujas (vesiculación), debido a que es la forma en que el líquido alcanza su menor
estado de energía (Phillips, 1973). La cinética de la nucleación de burbujas es similar a
la cinética de nucleación de cristales, pero a diferencia de esta última, se requiere
energía; es decir, la nucleación de burbujas es un proceso endotérmico, mientras que la
nucleación de cristales es un proceso exotérmico (Phillips, 1973). Es debido a esta
propiedad de la exsolución del agua desde el magma que subsecuentemente a esta, el
magma aumenta considerablemente sus tasas de enfriamiento.

En general, lo que ocurre cuando la cristalización ocurre en un rango restringido


de temperatura es que la separación de los cristales desde el magma produce un
aumento en la concentración de los componentes volátiles en el líquido remanente, y en
ciertos casos esto puede llevar a un aumento en la presión de vapor de los

8
componentes volátiles disueltos (Phillips, 1973). Si este aumento en la presión de vapor
durante el enfriamiento y la cristalización excede las fuerzas confinantes, ocurrirá la
segunda ebullición (Phillips, 1973). Esta segunda ebullición será más violenta y rápida a
mayor velocidad de cristalización (Townley, 2001). Otro aspecto importante de la
violencia de esta reacción reside en que sólo la separación masiva y viole nta de la fase
hidrotermal será capaz de secuestrar metales antes de que entren a formar parte de los
minerales formadores de roca (Townley, 2001).

De acuerdo a Burnham (1985), un gradiente no muy alto de temperatura dentro


del magma permitiría la nucleación y cristalización de un gran volumen del magma
simultáneamente en vez de una pequeña zona de cristalización desde los márgenes.
Esto generaría la exsolución de grandes volúmenes de H2O. Si se alcanzan las
condiciones óptimas para la ebullición retrógrada, el exceso de energía cinética interna
de los componentes volátiles se transforma abruptamente en la energía cinética de
expansión de las burbujas a través de un gran volumen de roca y magma. Para una
presión de 550 bares, o sea aproximadamente a 2 km de profundidad, la expansión de
un magma granodiorítico con un contenido inicial de H2O de2,7 % en peso debido a la
exsolución de la fase volátil será de alrededor de un 50% (figura 5) (Burnham y
Ohmoto, 1980).

Figura 5. Cambio en volumen (abcisa inferior) y energía mecánica liberada (abcisa superior) en la reacción de
segunda ebullición: fundido saturado en H2O à cristales + ‘vapor’. Los valores de ∆V y P∆V corresponden a la
cristalización completa de un magma grandiorítico con un contenido inicial de H2O de 2,7 wt%. La profundidad de la
transición entre los regímenes de fracturamiento “explosivo” (erupción volcánica) y “fuerte (violento)” (strong) es
aproximada, debido a que depende del tamaño y de la forma del cuerpo de magma. Tomado de Burnham y Ohmoto
(1980).

9
La exsolución de H2 O comienza en los bordes y tiende a acumularse hacia el
“techo” de la cámara (como un “caparazón”), debido a que generalmente la
cristalización comienza en los bordes de la cámara y al hecho de que el agua tiene baja
difusividad al estar disuelta en el fundido (Burnham, 1985). La formación de este
caparazón saturado en H2O, en condiciones cuasi-estáticas, aislaría efectivamente el
interior del cuerpo a la transferencia de materia (excepto por el hidrógeno) hacia fuera o
hacia adentro (Burnham y Ohmoto, 1980).

Esta exsolución produce un cambio de volumen en el sistema, lo que provoca el


fracturamiento, dependiendo de muchos parámetros: Contenido inicial de H2O,
resistencia a la tensión de la roca de caja, presión confina nte, etc. (vistos en la parte
3.3) (Burnham, 1985). Considerando que las rocas justo sobre la cubierta de fluidos
exsueltos se encuentran mecánicamente acopladas con esta, la magnitud de los
stresses diferenciales que afectan a las rocas adyacentes dependería del tamaño y de
la tasa de expansión del material que sufre segunda ebullición, y se producirían
fracturas hidráulicas y de cizalle, las cuales serían invadidas por los fluidos exsueltos
justo después (figuras 6 y 7) (Phillips, 1973).

Figura 6. Trayectorias de los stresses. Figura 7. Formación de fracturas de cizalle.

Nótese de ambas figuras que en la parte alta del sistema, el stress principal mayor (σ1) se encuentra en dirección
cercana a la vertical y el stress principal menor (σ3) se encuentra aproximadamente en el plano horizontal, mientras que
hacia abajo el stress principal mayor se encuentra en la horizontal. Nomenclatura: Fp = presión de fluidos, Pmin =
stress principal menor, T = resistencia a la tensión de la roca de caja, Lp = presión litostática, Pmax= stress principal
mayor (tomado de Phillips, 1973).

10
3. Modelo de Burnham (1985) para la generación de
brechas hidrotermales y stockwork en el caso de los
pórfidos

Esta parte se basa completamente en el artículo de Burnham (1985), salvo


pequeñas adiciones al modelo, tomadas de otros autores, donde se indica.

3.1 Segunda Ebullición

En este modelo se muestra una intrusión desde un cuerpo mayor de magma


granodiorítico (figura 8), el cual se ha emplazado y ha cristalizado a una profundidad
mínima de 1,7 km. Para el modelo se asumen muchos parámetros (profundidad de
emplazamiento, porcentaje de agua, composición del magma etc.), cuyos efectos
individuales y combinados se analizarán en detalle en la parte 3.3.

Se asume que el magma contiene 2,7% en peso de H2O inicialmente y que el


magma se encuentra casi completamente en estado líquido, debido a que la
temperatura inicial es de aproximadamente 1000 °C. También se asume que el sistema
se encuentra cerrado al escape de materia, salvo quizás por el H2 y por un poco de
H2O, pero sólo dentro de algunos metros más allá del contacto (límite S1 en la figura 8).
Justo dentro de S1 ocurre exsolución de la fase fluida, donde la temperatura se
encuentra bajo la curva de saturación del agua (curva S + L + V) en la figura 8. Gran
parte de este fluido se acumulará en la parte superior, formando un “caparazón” de
fluido exsuelto.

Conforme ocurre la cristalización desde los márgenes, todo el volumen de


magma terminará sufriendo la segunda ebullición y exsolviendo finalmente todo su
contenido inicial de H2O (2,7 wt%), salvo por un pequeño porcentaje que entra en la
estructura de los minerales hidratados (hornblenda y biotita), a profundidades mayores
que aproximadamente 2,3 km y temperaturas bajo 800°C.

11
Figura 8. Curvas líquidus, sólidus y de tres fases (S + L + V) en el sistema granodiorita-H2O superimpuestas al dibujo
de la intrusión en forma de stock, emplazado a una profundidad mínima de 1,3 km (límite S 1). Ver el texto para más
detalles sobre los parámetros asumidos en el modelo. Tomado de Burnham (1985).

Para una presión de 2 kb o menos, la energía mecánica máxima liberada en este


proceso, está dada aproximadamente por la relación:

 −10  1  −1
Pt ? Vt = FmFw  4,61×10 (1 − 2,3 ×10 Pt)T + 33Pt 1− s  ergs ⋅ kg
s v 9
(1)
  Fw 

de magma, donde:

Pt : Presión total del magma [ergs ⋅ cm-3 ó bars ⋅ 106]


∆V : Cambio total de volumen del magma producto de la segunda ebullición
[cm3 ⋅ kg-1]
Fms : Fracción de fundido (m) en el magma en el punto de saturación del H2O
(s).

12
Fwv : Fracción en masa de H2 O exsuelta.
Fws : Fracción en masa de H2 O en el fundido al momento de la saturación.
T: Temperatura [K]

La fracción de fundido, Fms , depende de Fws , la fracción de H2O en la mezcla al


momento de la saturación, y de la solubilidad de H2O del fundido a la presión y
temperatura de interés, mediante la relación:

 F 0 − Fhm 
Fms = Fm0  w s w  , (2)
 Fw 

donde:

Fm0 : Fracción de fundido en el magma al momento del emplazamiento.


Fw0 : Fracción de H2O en el fundido inicial (0).
Fwhm : Fracción de H2O que entra en la estructura de los minerales hidratados.

De este modo, la fracción de H2O exsuelta, Fwv , depende de Fms a través de la


relación:

 F 
( )
Fwv = Fw0 − Fwhm  1− ms  , (3)
 Fm 

donde:

Fm : Fracción de fundido remanente a la presión y temperatura de interés,


dentro del campo limitado por las curvas S + L + V y sólidus saturado en
H2O en la figura 7.

De esta forma, los parámetros asumidos son los siguientes:

- Fw0 = 0,027 (Contenido inicial de H2O en el magma ≈ 2,7% en peso)

- Fm0 = 1 (se considera que el magma no ha comenzado a cristalizar


aún)
- Fwhm = 0,003
- Tinicial ≈ 1000 ºC (Temperatura inicial del intrusivo, homogénea)
- Profundidad cercana a 2 km, o sea:
- Presión Litostática entre 0,5 y 1 kb.

13
Estos parámetros permiten estimar la energía mecánica liberada en el proceso
de la expansión en alrededor de:

P ∆V = 3,3 * 1010 ergs * kg-1 = 3,77 * 103 Joules * kg-1

por cada kilogramo de magma bajo segunda ebullición.

3.2 Descompresión de los fluidos exsueltos

En cierto momento la presión de fluidos supera la suma de la presión litostática


más la resistencia a la tensión de la roca de caja, y esto genera fracturamiento
hidráulico. Después de esto se descomprime el fluido exsuelto. Esta descompresión
que ocurre tras generarse las fracturas libera energía P∆V adicional.

Una vez formadas las fracturas no se requiere demasiada energía para


extenderlas hidráulicamente. Se ejerce una fuerza sobre un área mínima. Los líquidos
tenderán a subir naturalmente debido a que tienen menos de la mitad de la densidad
que la roca de caja, lo que genera grandes presiones en la parte superior de las
fracturas (Phillips, 1972). Cuando se acumulan los fluidos hidrotermales en los planos
de fractura, hasta niveles no fracturados, la presión de fluidos excesiva al final (en la
punta) de la fractura es suficiente para extenderla hidráulicamente.

Esta descompresión, que localmente puede ser muy rápida, provoca la


expansión de los fluidos previamente exsueltos, la exsolución de más volátiles y la
liberación de más energía mecánica, que puede exceder por mucho la energía
relacionada a la expansión.

14
Figura 9. Varios tipos de fracturas posibles asociadas a la segunda ebullición de un magma saturado en H2O. Tomado
de Phillips (1973).

La energía liberada en la descompresión está dada aproximadamente por la


ecuación:

  Pf  
Pf? Vv = Fwiv  4,61× 10 9  1− T ergs ⋅ kg −1 (4)
  Pi  

donde:
Pf : Presión final en ergs · cm-3
Pi : Presión inicial en ergs · cm-3
∆Vv : Expansión volumétrica de H2 O (vapor) por la descompresión de Pi a Pf .
Fwiv : Fracción inicial de agua en la fase vapor.
T: Temperatura en K

El coeficiente 4,61× 10 9 es la constante de los gases para el H2O. Las impurezas


encontradas en las inclusiones fluidas disminuyen este factor, a lo mucho en un
15%.

15
Los parámetros utilizados para esta ecuación son los siguientes:

Fwiv = 0,014
Pi = 0,7 kb
Pf = 0,3 kb la cual es una presión razonable, a partir del estudio de
inclusiones fluidas.
T= 1080 K

La energía liberada en el proceso de la descompresión es de aproximadamente:

P ∆V = 9,7 × 1010 ergs · kg-1 = 9,7 × 103 Joules · kg-1

Por kilogramo de magma que sufre exsolución.

Lo que lleva a calcular la energía total liberada en todo el proceso (ebullición más
descompresión) en alrededor de:

P ∆V =1,3 × 1011 ergs · kg-1 = 1,3 × 104 Joules · kg-1

Por kilogramo de magma.

Es importante tomar en cuenta que para la liberación de esta energía se


considera “sólo” un 2,7 wt% de H2O inicial, que es lo más determinante para el modelo.

Para tener una mejor idea de la magnitud de esta energía, 9,7 * 103 Joules * kg-1
equivale n al doble o el triple de la energía liberada en la erupción del Monte St. Helens
del 18 de Mayo de 1980, por kilogramo de magma eruptado. Con esta cantidad de
energía, no es difícil explicar el emplazamiento de bloques de más 80 toneladas a más
de 500 m por sobre su posición original, como ocurre en varios casos de brechas.

Producto de la descompresión se exsuelven más volátiles, y el magma se enfría


rápidamente (Townley, 2001). Esto ocurriría en forma cíclica, por lo que estos procesos
pueden repetirse varias veces. Por ejemplo, Sillitoe (1985) realiza una clasificación de
las brechas, donde acuña el término de “brechas interminerales” para referirse a
brechas generadas en distintas etapas de alteración en un sistema hidrotermal. Su
formación se podría explicar mediante intrusiones múltiples o mediante una reducción
de la permeabilidad del sistema (sellamiento), debido a etapas anteriores de alteración,
como por ejemplo en el caso en que una alteración genere vetas de cuarzo, las cuales
pueden sellar el sistema, haciendo que aumente la presión interna del sistema.

16
Con posterioridad a la descompresión, la “capa” saturada en H2 O se enfría y
retrocede. En ese momento es posible que ocurra nuevamente segunda ebullición. Se
producen nuevas fracturas y/o se aprovechan las fracturas preexistentes.

En el caso en que se aprovechan las fracturas preexistentes la nueva liberación


de energía será menos violenta que si se generan nuevas fracturas. Bajo estas nuevas
condiciones es posible que por algunas de las fracturas ocurran intrusiones del magma.
Bajo estas condiciones es posible generar incluso erupciones volcánicas.

La liberación más violenta de energía sería más bien acompañada por la


generación de pipas de brecha o similares, más que con la intrusión de diques. Bajo
estas condiciones es más probable la generación de volcanismo explosivo.

Por lo tanto, el hecho de encontrar en algunos pórfidos tanto diques (emplazados


durante el episodio hidrotermal) como columnas de brecha indicaría condiciones
temporales y/o espaciales distintas durante la evolución del sistema (distintas
condiciones de sellamiento, etc.).

3.3 Parámetros que controlan la cantidad de energía liberada

Los parámetros que más influyen sobre este modelo (y en la generación de


stockwork y brechas hidrotermales en general) son los siguientes:

g) Composición inicial del magma.


h) Profundidad de emplazamiento del intrusivo.
i) Porcentaje inicial de agua en el magma.
j) Porcentaje de fundido en el magma inicial
k) Resistencia a la tensión de la roca de caja.
l) Dimensión vertical de las fracturas (profundidad y largo de las
fracturas).

El efecto que cada uno de esto parámetros tiene será analizado a continuación
independientemente, dejando los otros cinco parámetros fijos cada vez. Este efecto de
cambiar los parámetros puede ser visualizado con cierta facilidad al variarlos en las
ecuaciones anteriormente expuestas.

a) Composición inicial del magma

Los magmas asociados a pórfidos cupríferos son típicamente granodioríticos.


Magmas más félsicos tienen un líquidus más bajo, un menor rango de cristalización y
se saturan en H2 O a temperaturas más cercanas al sólidus que los anteriores. Este tipo
de magmas comúnmente está más bien asociado a la generación de pórfidos de
molibdeno.

17
Por lo tanto, para las mismas tasas de enfriamiento, los magmas más félsicos
liberan más energía mecánica y en menos tiempo que los magmas granodioríticos.

Del mismo modo, magmas más máficos que el granodiorítico se saturan en H2O
a mayores profundidades, y a la misma tasa de enfriamiento, liberan menos energía
mecánica.

b) Profundidad de emplazamiento (= presión de emplazamiento: Pi )

Se puede decir que a mayor profundidad (o equivalentemente mayor presión


litostática), se produce menos expansión de la fase fluida tras la segunda ebullición y se
acumula mayor presión de fluidos. Además, la roca de caja se comporta dúctilmente y
su resistencia a la tensión aumenta, a tal punto que se hace casi imposible
sobrepasarla.

Por otro lado también hay otros factores importantes que cambian que cambian
al aumentar la profundidad de emplazamiento, como el hecho de que a mayor presión,
la fase volátil tiene menos capacidad de transportar cationes, inhibiendo la generación
de yacimientos de interés económico.

Al disminuir la profundidad de emplazamiento, no se puede superar la resistencia


de la roca de caja hasta que la mayor parte del magma ya ha cristalizado, y en este
caso se produce más probablemente volcanismo explosivo. Como se trata de presiones
de emplazamiento menores, también se hace menor la descompresión de los fluidos
exsueltos (aumenta la razón Pf /Pi), que es lo que controla la cantidad de energía
liberada.

c) Contenido inicial de agua (volátiles) ( Fw0 )

Se puede decir que el contenido de H2O del magma al momento del


emplazamiento es el parámetro más crítico en cuanto a la segunda ebullición. A menor
porcentaje de H2 O que 2,7wt%, la saturación ocurre a menor profundidad. A mayor
porcentaje que 2,7wt%, los magmas se saturan a mayor presión y menores
temperaturas, y al saturarse a mayores profundidades, es imposible generar fracturas,
debido a que la roca de caja se comporta dúctilmente. En este caso es más probable
generar pegmatitas o cosas similares.

Por lo tanto, es posible decir que el efecto de variar el contenido de H2O es


equivalente al de variar la profundidad de emplazamiento.

18
El contenido inicial de H2O para magmas “de tipo pórfido” está generalmente
entre 2 y 4% en peso. Debido a esto se utiliza el valor de 2,7% (Burnham y Ohmoto,
1980). Este 2,7wt% se repartiría de la siguiente manera:

Minerales hidratados (<0,6wt% H2O)

Agua inicial en el magma (2,7wt%)

Exsolución por 2ª ebullición (>2,1 wt%)

Es muy difícil encontrar magmas con difícil encontrar magmas con Fw0 > 0,043, ya
que parece no haber procesos petrológicos que así lo permitan. En todo caso, para Fw0
> 0,5 las temperaturas del líquidus serían tan bajas que estos magmas carecerían de la
capacidad de alcanzar ambientes subvolcánicos sin haber cristalizado completamente.

d) Fracción inicial de fundido ( Fm0 )

En general es directamente proporcional a la energía liberada, pero depende


mucho de los otros factores. Si el magma está muy cristalizado, se puede producir la
segunda ebullición con muy poco enfriamiento, pero la energía liberada puede no ser
suficiente como para fracturar la roca de caja.

El que ocurra la 2ª ebullición habiendo cristalizado gran parte del magma es una
posible explicación para la brechización que ocurre dentro del mismo intrusivo (Phillips,
1973). Otra posible explicación para este proceso es que haya habido más de un pulso
magmático.

e) Resistencia a la tensión de la roca de caja

Claramente la resistencia a la tensión de la roca de caja varía con la profundidad.


Si esta resistencia es baja se necesita menos energía P∆V para producir el
fracturamiento, por lo que una proporción mayor de la energía total se utilizará en la
descompresión. Por lo tanto, a mayor profundidad se necesita más energía para
producir el fracturamiento.

Así también, si hay zonas de debilidad preexistentes la energía de la


descompresión se concentrará en ellas. Se presume que esta focalización de la energía

19
P∆V controlaría la ubicación de las pipas de brecha y de los diques que acompañan a
las etapas de alteración.

f) Largo y profundidad de las fracturas

La profundidad a la parte más alta de las fracturas acota la presión de fluidos


máxima a aproximadamente un tercio de la presión litostática a esa profundidad, más la
resistencia a la tensión de la roca de caja. Por lo tanto, cuando las fracturas alcanzan
profundidades cercanas a la superficie, la energía liberada aumenta, de acuerdo a la
ecuación (4) (se considera una presión final menor). En este caso sin embargo, con el
tiempo la parte baja de la fractura tiende a sellarse debido al enfriamiento (dejan de
entrar fluidos).

Si la fractura está sellada por arriba, tiende a extenderse hacia abajo (se produce
un gradiente de presión, de mayor a menor presión). Del mismo modo, si la fractura se
sella por abajo, tenderá a extenderse hacia arriba.

Este mecanismo se propone para la formación de las vetillas tipo “A” de El


Salvador (de Gustafson y Hunt, 1975), las más antiguas, discontinuas e irregulares.

20
4. Conclusiones

Las brechas hidrotermales y los enjambres de vetillas son se forman producto de


la liberación de energía relacionada a la segunda ebullición y sus fenómenos
asociados.

El modelo de Burnham (1985) permite explicar la formación de stockwork y


brechas hidrotermales producto de la segunda ebullición de un magma. De este modelo
se aprecia que para generar un pórfido se necesita una combinación restringida de
múltiples factores. Sin embargo, hay muchas variaciones posibles al modelo, y en
estricto rigor, cada pórfido es un mundo aparte en cuanto a la combinación de factores
(regionales y locales) que controlan su emplazamiento y evolución.

De todas maneras, este modelo muestra que la energía liberada en la segunda


ebullición bajo las condiciones adecuadas es más que suficiente para generar las
estructuras encontradas en los pórfidos.

En este sentido, los factores más críticos son el contenido inicial de volátiles, la
profundidad de emplazamiento y el porcentaje del magma que al momento del
emplazamiento aún no ha cristalizado, junto a la composición del magma, que para los
pórfidos cupríferos es típicamente granodiorítica. La profundidad óptima de
emplazamiento sería de entre 1 y 3 km (Burnham, 1985), y el contenido inicial de H2O
se debería encontrar entre un 2 y 4 wt%, antes de que el magma haya cristalizado en
alrededor de un 75% (Burnham y Ohmoto, 1980).

Por otro lado, tal vez más importante que la liberación de energía calculada
mediante el modelo, sean los procesos y parámetros considerados en él, y la manera
en que influyen, ya que es lo más aplicable a la realidad de los pórfidos.

Se puede agregar también que para la generación de yacimientos de tipo pórfido


cuprífero económicos, es necesario que además de esta liberación de energía, ocurra
también eficientemente el secuestro de metales en la fase volátil en la segunda
ebullición y su transporte y precipitación posterior en una trampa de mena (Townley,
2001). Éste es otro parámetro a considerar en la generación de un pórfido.

21
5. Referencias

- Best, M., 1981. Igneous and metamorphic petrology. Editorial W. H. Freeman and
Company, 630 p.
- Burnham, C. W., 1985. Energy release in subvolcanic environments: Implications
for breccia formation. Economic Geology, Vol. 80, p 1515-1522.
- Burnham, C. W. y Ohmoto, 1980. Late stage processes of felsic magmatism. In
Ishihara, S. Y Takenouchi, S., eds., Granitic magmatism and related
mineralization. Soc. Mining Geologists Japan, Spec. Issue 8, p. 1-11.
- Gustafson, L. B. y Hunt, J. P., 1975. The porphyry copper deposit at El Salvador,
Chile. Economic Geology, Vol. 70, p 857-912.
- Phillips, W. J., 1972. Hydraulic fracturing and mineralization. Journal of the
Geological Society of London, Vol. 128, p.337-359.
- Phillips, W. J., 1973. Mechanical effects of retrograde boiling and its probable
importance in the formation of some porphyry ore deposits. Transactions Inst.
Mining an Metallurgy (section B: Appl. Earth Sci.). Printed in England, p. B90-98.
- Sillitoe, R. H., 1985. Ore-related breccias in volcano plutonic arcs. Economic
Geology, Vol. 80, p. 1467-1514.
- Townley, B., 2001. Metalogénesis: Hidrotermalismo y modelos de yacimientos.
Apuntes y referencias del curso de Metalogénesis (GL54A), Documento de
avance Julio 23, 2001. Departamento de Geología, Universidad de Chile
(inédito).
- Wilson, M., 1989. Igneous petrogenesis. A global tectonic approach. Editorial
Unwin Hyman, Boston.

22

You might also like