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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

C/ Pamela Alejandra Ampuero Escobar y Ricardo Alberto Muñoz Quinteros.


Facilitación propia e impropia a la prostitución de menores de edad; Abuso
Sexual impropio; Producción y Almacenamiento de material pornográfico
infantil.
R.U.C: Nº 0900238875-5
R.I.T: 22 - 2011

En Melipilla, a trece de mayo de dos mil once.

VISTOS:
Que, con fechas 20 de abril de 2011 a 5 de mayo de 2011, ante este Tribunal del Juicio Oral
en lo Penal de Melipilla constituido por los Jueces don Jorge Candía Burgos, quien
presidió la audiencia, don Pablo Contreras Guerrero, como juez redactor y doña
Jessica Cofre Hidalgo, como tercer juez integrante, se llevó a efecto el juicio oral
correspondiente a la causa rol único 0900238875-5, rol interno del tribunal N° 22-2011,
seguida en contra de Pamela Alejandra Ampuero Escobar, cédula de identidad N°
13.246.335-2, dueña de casa, soltera, nacida el 29 de octubre de 1976, domiciliada en calle El
Parrón No. 420, Villa Padre Hurtado, Comuna de Curacaví; de Ricardo Alberto Muñoz
Quinteros, cédula de identidad N° 6.340.681-3, soltero, nacido en Santiago el día 23 de
diciembre de 1954, sacerdote, Cédula domiciliado en domiciliada en Isla San Félix 494, de la
Comuna de la Florida, Santiago.
Sostuvo la acusación el Ministerio Público, representada por el Fiscal Adjunto don
Luis Cristian Cáceres Bravo, domiciliado en Presbítero Moraga Sur No. 100, Comuna de
Curacaví, con forma de notificación ya registrada en este Tribunal.
Compareció también la querellante, el Servicio Nacional del Menor, representada
por los abogados don Mauricio Mejías Olguín y don Leonardo Ruiz Zamora, ambos
domiciliados en Avenida Pedro de Valdivia No. 470, comuna de Ñuñoa, Santiago, con forma
de notificación ya registrada en este Tribunal.
La defensa de la acusada Pamela Alejandra Ampuero Escobar estuvo a cargo de los
Defensores Penales Públicos don Eduardo Libretti Peña y don Juan Pablo Astudillo Cáceres,
ambos domiciliados en Presbítero Moraga Sur No. 150, Curacaví, con forma de notificación
ya registrada en este Tribunal.
La defensa de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros estuvo a cargo de los abogados
don Julio Disi Rojas y don Jaime Reyes Carrasco, todos domiciliados en Gertrudis
Echeñique 280 B, Comuna de Las Condes Santiago, Julio Disi Rojas, todos domiciliados en
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Gertrudis Echeñique 280 B, Comuna de Las Condes, Santiago, con forma de notificación ya
registrada en este Tribunal.
CONSIDERANDO:
I. DEL HECHO TÍPICO Y LA PARTICIPACIÓN
PRIMERO: Acusación del Ministerio Público. Que, el Ministerio Público dedujo
acusación en contra de los acusados, según se lee en el auto de apertura del juicio oral,
fundándola en los siguientes hechos:

Hecho N° 1:

Durante el año 2008 y parte del año 2009, en reiteradas ocasiones, la acusada PAMELA
ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR, domiciliada en Calle El Parrón Villa Padre Hurtado Nº
420, comuna de Curacaví, facilitó y promovió previo pago de cantidades que fluctuaban entre los $20.000.- y
los $50.000.- mil pesos, por parte del acusado RICARDO ALBERTO MUNOZ QUINTEROS, el
contacto de éste con la menor de iníciales L.S.B.D. nacida el 25 de octubre de 1991, a objeto que aquél,
obtuviera servicios sexuales de la menor, consistentes en mantener relaciones sexuales con aquella, mediante el
pago a ésta de cantidades ascendentes a sumas que oscilaban entre los $20.000.- a los $30.000.- mil pesos
y otras prestaciones pecuniarias, tales como, la facilitación de teléfonos celulares, estos encuentros de orden
sexual se efectuaron principalmente en un motel situado en Casablanca.

Hecho N° 2

Durante el mes de agosto del año 2008, en reiteradas ocasiones, el acusado, RICARDO
ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, obtuvo servicios sexuales de parte de la menor de edad de iniciales
J. E .del C.G.V, nacida el 27 de julio de 1992, a cambio de sumas de dinero, ascendentes a $20.000.-
pesos u otro tipo de prestaciones, consistiendo dichos servicios sexuales en mantener relaciones sexuales con
aquella. Actividades que fueron realizadas en la comuna de Casablanca

Hecho N° 3

Desde el año 2007 y hasta el año 2009, en reiteradas ocasiones, el acusado, RICARDO
ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, ejecutó diversas acciones de carácter sexual y de relevancia, en la
persona de su hija biológica, niña de 4 años a la fecha de inicio de los hechos, de iniciales M.J.A.A. nacida
el 17 de octubre de 2003, consistiendo éstas principalmente en tocaciones en los genitales de la niña,
específicamente en su vagina, estas acciones se verificaron en el domicilio ubicado en calle El Parrón N° 420,
comuna de Curacaví, que ambos compartían algunos días de la semana.

Hecho N° 4

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Desde julio de 2005 la victima de iniciales L.de la L.V.M nacida el día 11 abril del año 1988, a
la sazón de 17 años de edad trabajó, como empleada domestica en el domicilio de la acusada, PAMELA
ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR, ubicado en Calle El Parrón Villa Padre Hurtado Nº
420, comuna de Curacaví,, en esa calidad la acusada facilitó y promovió previo pago de cantidades que
fluctuaban entre los $20.000.- y los $50.000.- mil pesos, por parte del acusado RICARDO ALBERTO
MUÑOZ QUINTEROS, el contacto de la menor con aquél, a objeto de que éste último mantuviera
relaciones sexuales con la menor L. de la L.V.M., previo pago, a ésta, de cantidades que fluctuaban entre
los $20.000.- y $30.000.- pesos. Por su parte el acusado MUÑOZ QUINTEROS aprovechando los
servicios remunerados prestados por la acusada AMPUERO ESCOBAR, tomaba contacto con la menor
L. de la L. V.M. pagando por los servicios sexuales de ésta, hechos que tuvieron lugar en diversos moteles de
la ciudad de Santiago, como también en el domicilio de la propia acusada AMPUERO ESCOBAR,
verificándose una prestación de servicios sexuales por parte de L. de la L.V.M., previo pago de los dineros
señalados, consistente en la mantención de relaciones sexuales entre aquella y ambos acusados.

Hecho N° 5

Durante todo el año 2006 la víctima de iniciales R.M.C.C., nacida el 17 de septiembre del año
1989, a la sazón de 17 años de edad, trabajó como empleada domestica en el domicilio de la acusada,
PAMELA ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR, ubicada en Calle El Parrón Villa Padre
Hurtado Nº 420, comuna de Curacaví, en esa calidad la acusada facilitó y promovió previo pago de
cantidades que fluctuaban entre los $20.000.- y los $50.000.- mil pesos, por parte del acusado, RICARDO
ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, el contacto entre éste y la menor R.M.C.C. , a objeto de que
aquél, obtuviera servicios sexuales de R.M.C.C., consistentes en mantener relaciones sexuales con ésta,
mediante el pago a la misma, de cantidades ascendentes a la suma de $30.000.- mil pesos y otras
prestaciones, como la facilitación de teléfonos celulares, prestándose los servicios sexuales en un motel situado
en Casablanca.

Hecho N° 6

Entre el mes de agosto y el mes de noviembre del año 2008, en diversas ocasiones, el acusado,
RICARDO ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, tomó contacto con la menor de iniciales J. del
P.G.C. nacida el 20 de febrero 1992, a la sazón de 16 años de edad, , de quien obtuvo servicios sexuales,
consistentes en mantener relaciones sexuales con aquella en diversos moteles de la comuna de Santiago, previo
pago a ésta, de cantidades que fluctuaban entre los $30.000.- y los $60.000.- mil pesos y otras prestaciones
de carácter pecuniario, tales como la facilitación de teléfonos celulares.

Hecho N° 7

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Desde el año 2006 y hasta el año 2009, en diversas ocasiones, la acusada, PAMELA
ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR, ejecutó diversas acciones de carácter sexual y de relevancia,
en la persona de la niña de iniciales D.A.G.C. nacida el 27 de agosto del año 1997, de 9 años de edad a la
fecha del comienzo de los hechos, consistiendo éstas en besarla en la boca y tocarla en sus genitales,
específicamente en su ano y vagina, hechos que se verificaron en el domicilio de la acusada, ubicado en Calle
El Parrón Villa Padre Hurtado Nº 420, comuna de Curacaví, aprovechando que D.A.G.C. se quedaba
a dormir en el referido domicilio, producto de la relación de amistad que mantenía con la hija mayor de la
acusada.

Hecho N° 8

El acusado, RICARDO ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, elaboró material pornográfico


infantil, para cuyo objetó capturó fotográficamente imágenes que daban cuenta menores de edad, a la fecha de
los hechos, exhibiendo sus senos y zona genital, manteniendo relaciones sexuales vía oral, entre mas menores
de edad, entre las cuales se encontraban J. del P.G.C, nacida el 20 de febrero del año 1992, de 17 años de
edad a la fecha de la toma de la fotografía y E.M.A.E. nacida el 14 de junio del año 1989, de 16 años de
edad a la fecha de la toma de las fotografías y L.B.S.D. nacida el 25 de octubre del año 1991, menor de 18
años a la fecha de la toma de la fotografía. Imágenes que posteriormente, el acusado MUÑOZ
QUINTEROS maliciosamente almacenó en el disco duro de su computador marca IBM, serie N°
23TN4HT.

Hecho N° 9

Desde mediados del año 2005 y hasta el año 2007, en diversas ocasiones, el acusado, RICARDO
ALBERTO MUNOZ QUINTEROS, tomó contacto con la menor de iniciales E.M.A.E. nacida el 14
de junio del año 1989, a la sazón 16 años de edad, de la cual obtuvo servicios sexuales, consistentes en
mantener relaciones sexuales con aquella, en moteles de Casablanca y Santiago previo pago, a está, de
cantidades de dinero que fluctuaron entre los 10 a 30 mil pesos más otras prestaciones de carácter pecuniario.

Hecho N° 10

En virtud de diligencias investigativas efectuadas por la Fiscalía Local de Curacaví en el domicilio de


la acusada, PAMELA ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR, ubicado en el Parrón nº 420,
Villa Padre Hurtado comuna Curacaví, al interior del mismo se pesquisó detrás de un cuadro, un chip
correspondiente a una cámara filmadora que contenía imágenes de su hija biológica, la niña de iniciales
M.J.A.A. nacida el 17 de octubre del año 2003, bailando en forma erótica y exhibiendo sus partes íntimas
, imágenes que fueron capturadas por la acusada AMPUERO ESCOBAR, durante el año 2009.”

El ministerio Público estima que los hechos señalados configuran los siguientes
delitos respecto de cada uno de los acusados:
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- Del acusado RICARDO ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS, los hechos descritos


como hechos N° 1, 2, 4, 5 6 y 9 configuran el delito de facilitación impropia a la prostitución
de menores de edad, tipificado en el articulo 367 ter, delitos que se encuentran en grado de
desarrollo de consumados, en carácter de reiterados, en que al acusado le ha cabido
participación en calidad de autor; Respecto del hecho N° 3, éste constituye el ilícito de abuso
sexual de menor de 14 años, descrito en el artículo 366 bis, con relación al artículo 366 ter, en
grado de desarrollo de consumado, y en carácter de reiterado, cabiéndole participación en
calidad de autor; y respecto del hecho N° 8, aquél tipifica los delitos de producción y
almacenamiento de material pornográfico infantil, ilícitos descritos en los artículos 366
quinquies y 374 bis inciso 2°, ambos del Código Penal, en grado de desarrollo de
consumados, en carácter de reiterado, cabiéndole participación en calidad de autor.

- De la acusada PAMELA ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR los hechos


descritos como hechos N° 1, 4 y 5 configuran el delito de facilitación propia de la
prostitución de menores de edad, descrito y sancionado en el artículo 367 del Código Penal,
delitos que se encuentran en grado de desarrollo de consumados, en carácter de reiterados,
en que le ha cabido participación en calidad de autor; respecto del hecho descrito como N°
7, éste tipifica el delito de abuso sexual de menor de 14 años, descrito en el artículo 366 bis,
con relación al artículo 366 ter, el que se encuentra en grado de desarrollo de consumado, en
carácter de reiterado, en que le ha cabido a la acusada participación en carácter de autor; y
respecto del hecho N° 10, aquél tipifica los delitos de producción y almacenamiento de
material pornográfico infantil, ilícitos descritos en los artículos 366 quinquies y 374 bis inciso
2°, ambos del Código Penal, en grado desarrollo de consumado.

La fiscalía estima, además, que respecto de los acusados concurren las siguientes
circunstancias modificatorias de responsabilidad penal:

Para las conductas atribuidas a Pamela Alejandra Ampuero Escobar, concurre la


circunstancia agravante especial comprendida en el artículo 368 del Código Penal y la
circunstancia atenuante de responsabilidad penal de irreprochable conducta anterior
conforme a lo establecido en el artículo 11 Nº 6 del Código Penal.

Para las conductas atribuidas Ricardo Alberto Muñoz Quinteros, concurre la


circunstancia agravante especial comprendida en el artículo 368 del Código Penal y la
circunstancia atenuante de responsabilidad penal de irreprochable conducta anterior
conforme a lo establecido en el artículo 11 Nº 6 del Código Penal.

Por todo ello, solicita se impongan a los acusados las siguientes penas:

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A la acusada Pamela Alejandra Ampuero Escobar la pena única de 15 años y un día


de presidio mayor en su grado máximo, accesorias del artículo 28, 370 bis y 372 del Código
Penal, además se le condene al pago de las costas según lo prescrito en el artículo 45 del
Código Procesal Penal, además del comiso y destrucción de las especies, fotos y filmaciones.

Al acusado Ricardo Alberto Muñoz Quinteros la pena única de 15 años y un día de


presidio mayor en su grado máximo, accesorias del artículo 28 y 372 del Código Penal
además se le condene al pago de las costas según lo prescrito en el artículo 45 del Código
Procesal Penal además del comiso y destrucción de las especies, fotos y filmaciones.

SEGUNDO: Alegato de Apertura del Ministerio Público. Que, el Ministerio Público


reiteró en la audiencia los fundamentos de hecho y derecho de la acusación, ofreciendo
acreditar los hechos a través de la prueba que rendiría en el juicio.
TERCERO: Alegato de Apertura de la Querellante. Que el abogado representante del
Servicio Nacional de Menores refiere que actúa como querellante en esta causa, no sólo por
obligación legal que le asiste de querellarse en aquellos delitos en que se vean afectados
menores de edad, sino que, también, en cumplimiento de la Convección Internacional de
Derechos del Niño, la cual consagra un catalogo de derechos extensibles a todos los menores
de 18 años, y por la cual se obliga a los Estados parte de la misma a proscribir la explotación
sexual de menores de edad.
Refiere que respecto del imputado se podrá establecer los delitos materias de la
acusación y la participación que se le atribuye, de momento en que el imputado no podía no
saber que las personas con las que tuvo contacto sexual eran menores de edad, esto por el
conocimiento que tenía de ellas, de sus circunstancias de vida, así como del lugar en que estas
menores vivían.
Respecto de la imputada se podrá por establecer los delitos materias de la acusación
y la participación que se le atribuye, toda vez que se acreditará que ella ocupaba su casa como
lugar de citas, facilitaba contactos entre las menores y el imputado, e incluso intentó vender
imágenes de su propia hija bailando en forma sugerente.
Refiere por último que los imputados tiene un historial de mentiras a la comunidad y
que por ello trataran en esta audiencia de juicio crear teorías alternativas para explicar los
hechos materias de la acusación, las que, sin embargo, no tiene asidero alguno.
CUARTO: Alegato de Apertura de las Defensas.
La defensa de Pamela Alejandra Ampuero Escobar señaló que fiscalizará la legalidad de la
prueba que se rinda; que se abocará a que se haga un control de la legalidad de la prueba que
se ofrecerá, y hará las incidencias correspondientes al respecto. Agrega que, disiente en
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cuanto a la existencia del delito y de la participación que se atribuye respecto de los hechos 7
y 10; y en cuanto al hecho 10 alegará lo previsto en el artículo 63 del Código Penal. Estima
que no concurre en estos hechos la agravante del artículo 368 del Código Penal ni la
reiteración que alega el Ministerio Público. Refiere, por último, que no es un tema no menor
para este caso determinar quien tiene las riendas de la ejecución del acto.
Por su parte la defensa de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros, levanta como teoría del
caso la atipicidad de algunas conductas atribuidas al acusado y por otro lado la inexistencia
de los restantes hechos materias de la acusación.
Explica que el Ministerio Público puede demostrar que el acusado vulneró la
confianza que la comunidad tenía en él, que vulneró su carácter de sacerdote y quebrantó las
imposiciones de la iglesia como el celibato y la abstinencia sexual pero, cree que la acusación
del Ministerio Público en relación al 367 ter del Código Penal debe ser desestimada por
cuanto está en condiciones de acreditar que las mujeres con las que se vinculó el acusado, a
la fecha de los hechos, eran todas mayores de 18 años de edad, y podían disponer libremente
de sus cuerpos, y a su vez que estas mujeres ejercían y siguen ejerciendo la prostitución.
Señala a continuación que basta leer la acusación por los hechos signados como números 4 y
2 para darse cuenta que estos se refieren a mujeres mayores de edad, lo cual se puede
determinar por la propia información entregada por la fiscalía, toda vez que las conductas ahí
descritas fueron realizadas, según afirma el ministerio Público, desde el año 2007 y con
mujeres nacidas los años 1988 y 1989. Desde esa perspectiva, resulta claro que ambas
víctimas habían alcanzado la mayoría de edad el año 2006.
Refiere que no corresponde en esta instancia hacer un reproche moral al imputado,
sólo corresponde ponderar la procedencia del reproche penal, y lo que la ley penal sanciona,
únicamente, la solicitud de prestaciones sexuales de menores de edad, entre 14 y 18 años.
Agrega que el imputado siempre mantuvo relaciones sexuales, de carácter heterosexual, con
mujeres adultas, esto desde que fue ordenado sacerdote y hasta que conoció a la coimputada,
con quien tuvo dos hijos, a los que mantuvo y que está en tramité de reconocer. Refiere que
el problema surge cuando termina su relación con la imputada, y comienza a proveerse de los
servicios sexuales de mujeres que laboraban en la casa de ella, no obstante, precisa, el
acusado no podía saber que esas mujeres eran menores de edad, ya que por su físico y por el
hecho de haber tenido hijos, aparentaban una mayoría de edad.
La acusación abarca, además, como hechos encuentros sexuales entre el imputado y
mujeres mayores edad, imputándole un hecho que es atípico toda vez que, el contacto de
servicio sexual de una persona mayor de edad no se encuentra tipificado por el ordenamiento
penal chileno.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

En relación a la acusación del abuso sexual contra de la hija menor de edad del
imputado, señala que es pertinente consignar que la investigación de esos hechos se inició
por una denuncia realizada por la madre de la niña, a instancia del propio imputado, por un
delito de abuso sexual de que la menor habría sido víctima y en que se señaló como autor al
conductor de un furgón que la transportaba y a un tío materno. Causa que se origino por esa
denuncia y que se encuentra terminada al haber ejercido el fiscal la facultad de no perseverar
en el procedimiento a su respecto. La menor en cuestión, sindicó sólo a esas dos personas
cómo quienes abusaron sexualmente de ella, textualmente dijo que “los tíos le pasan la
culebrita por el potito” (sic), y que la psiquiatra que perició a la niña la indujo a señalar que
el acusado también habría realizado esas conductas, concluyendo que la menor tiene una
relación sexualizada con el imputado, porque ésta le señaló en la entrevista de rigor que “su
papa la bañaba y le pasaba una esponjita por el potito y que eso le gustaba” (sic). Esa causa
fue archivada por el Ministerio Público, y que, posteriormente y cuando la causa que ahora
no convoca ya se había iniciado, el Fiscal desempolvó esa investigación y extrae sólo
aquellos peritajes que afectan a su representado y lo formaliza por el delito de abuso sexual
en contra de su hija menor de edad, en circunstancias de que la menor nunca sindicó a su
padre como autor de los abusos sexuales que sufrió.
Respecto al hecho número 8 de la acusación, el Ministerio Público deja fuera de la
prueba que rendirá dos informes periciales muy importante, ya que en uno de ellos -el
informe n° 21- se concluye que no pude fijarse la data de la toma de la fotografías
trasladadas a la papelera de reciclaje del computador para su eliminación, y en el otro -el
informe 63- se concluye que las personas que aparecen en fotografía, se identificaron y son
todas mayores de edad (una tiene incluso 40 años). Existe una sola fotografía, dentro del set
de 193 que fue encontrado almacenado en dicho computador, en que aparecería una mujer
menor de edad y esa fotografía fue encontrada entre las fotos eliminadas, siendo trasladada
posteriormente por el fiscal al archivo que da cuenta de las imágenes almacenadas en el
computador del imputado. Manifiesta que probará que las mujeres que aparecen en la
imágenes que el imputado tenía almacenadas en su computador son todas mayores de edad y
que aquélla fotografía de una menor de edad fue traslada por el Ministerio Publico desde la
papelera de reciclaje a la carpeta de imágenes almacenadas. Además un perito señalará que
sólo uno de esas fotografías tiene connotación sexual.
Por otra parte, y referente al delito de producción de material pornográfico infantil,
indicó que el fiscal acusó por producción y almacenamiento de material pornográfico infantil,
en circunstancia de esa conducta necesariamente tiene que subsumirse en la otra, toda vez

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que quien produce tiene que almacenar esa producción, de manera que sólo puede
configurarse uno de esos delito, pero no ambos.
Agrega, que fue la hermana de la señora Ampuero quien tomaba esas fotografías a las
menores y que se las mandaban al imputado como un mensaje, quien las borraba apenas las
recibía. Las fotografías tomadas por el acusado corresponden todas a imágenes de mujeres
mayores de edad, y las restantes imágenes eran capturadas por las propias mujeres para
mandárselas al cura.
Por último precisa a este respecto que la única fotografía en que aparece, aparentemente,
una menor de edad, fue pasada mañosamente (sic) por el Ministerio Público entre los
archivos de fotografías almacenada que fueron periciados, pero dicha fotografía, en realidad,
se habría encontrado eliminada del computador del acusado y fue rescatada, mediante un
software especial, desde el disco duro del ordenador.
Finaliza manifestando que el Ministerio Público demostrará que el acusado mantuvo
relaciones sexuales con gran cantidad de mujeres, pero no demostrará los delitos los delitos
por los cuales se ha presentado acusación.
QUINTO: Declaración de los acusados. Que los acusados debidamente enterados de su
Derecho a guardar silencio, decidieron declarar manifestando cada uno de ellos lo siguiente:
Pamela Alejandra Ampuero Escobar, refiere que respecto de los hechos que le están
imputando no sabe de qué se tratan, lo de almacenamiento de material pornográfico
tampoco lo entiende. Respecto de las menores de edad reconoce que hizo el contacto con la
Lorenza y la Linda, y sabe que eran menores de edad, dice que esto lo hizo para sentirse más
querida por él –por Ricardo Muñoz-, para que él fuera más a su casa, para recibir cosas de él
y para tener sexo con él. Explica que nunca pensó que iba pasar esto, lo que la llevó perder a
su familia, a sus hijos. Dice que sabía que las mujeres que contactó eran menores de edad y el
acusado también sabía. Agrega que no tiene participación en el delito de abuso sexual que se
le imputa, ni en el delito de almacenamiento de material pornográfico.
Refiere que conoció al imputado cuando tenía como 17 años de edad, en la parroquia de
Curacaví, en circunstancia de que ella hacía el catecismo. Iba a la parroquia y le hacía
catecismo a los niños; iba a hablar con el imputado a su oficina y le contaba sus problemas,
ahí tuvo un primer acercamiento con el imputado quien la abrazó, tras lo cual le contó esto al
Manolito y a la Paz –unas personas que trabajaban en la parroquia- y ellos dijeron que sabían
de esas cosas, por lo que se fue de la parroquia y no volvió más, ya que le dio miedo. Se alejó
y después volvió a la parroquia. Esto porque una de sus dos hermanas trabajaba de acólita
en la iglesia, y le decía que bautizara a su hija. Explica que por esa razón se acercó de nuevo
a la iglesia, para bautizar a su hija, señala, sin embargo, que no fue las charlas, porque le
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

hicieron ese favor, fue el propio imputado quien bautizó a su hija. Después de eso comenzó
a acercarse más a la iglesia, respecto él fue destinado según le parece a Talagante, ahí
empezaron a hablar por teléfono, e iniciaron una relación de la que quedó esperando un hijo,
se juntaban en moteles de Santiago para consumar su intimidad sexual, y así se desarrolló la
relación, actualmente tiene dos hijos con Ricardo Muñoz. Para ella era difícil mantener esa
relación por la calidad de sacerdote del imputado, ya que sentía que cometía un pecado.
Señala que contactaba a las mujeres menores de edad para que fueran a su casa, a
ayudarla con el aseo y con el cuidado de los niños, esto por un pago, y para que tuviera
relaciones sexuales con el imputado. Aclara, sin embargo, que ese contacto con el imputado
lo gestionó sólo una vez respecto de Linda y que él, a cambio, la ayudó: le dio dinero, le
compró cosas. Comenzó a ir más seguido a su casa.
Señala que con Lorenza también hizo el contacto para con el imputado sólo una vez; que
ella también era menor de edad, y que él lo sabía al juntarse con ella.
Recuerda a Rosa Campos, pero no tiene idea si se juntó con el imputado, y que ella no
hizo le hizo ningún contacto. Con Lorenza y Linda hizo el contacto con el imputado sólo
una vez para cada una, y que después ellos se coordinaban solos.
Su hermana, Elena, también tenía contactos con el cura; que ella tenía sospecha de ello
por un número de teléfono que vio en su celular y por un depósito en el Sencillito en que
aparece el RUT de la persona que hizo el depósito. Precisa que su hermana era menor de
edad en esa época, ella le pedía dinero al imputado para ayuda y para la mantención de sus
hijos, precisando que por hacerle el contacto con Linda y Lorenza el imputado le dio dinero
y la ayudó con cosas de la casa, como comprar un notebook. Agrega que el imputado le traía
mercadería, y que ella cree que la sacaba de la iglesia, ya que llegaban en cajas marcadas con
nombre del colegio donde él hacía misas, por ello cree que era ayuda para la parroquia.
Además le ofreció al imputado venderle fotos de su hija mayor Katherine, para solo saber
hasta dónde él podía llegar, nunca sacó esas fotos, y que quería ver que decía él, por esas
fotos le pidió $100.000 pesos. No sabía que el imputado les sacaba fotos a menores.
Nunca se habló de este tema con su hermana Elena, pero que de todas formas se sentía
mal de que su hermana pudiera tener relaciones con su pareja.
Contactó al imputado con Lorenza y Linda, fue para que él fuera más seguido a la casa y
tuviera relaciones sexuales con ella, se siente utilizada porque el imputado le dio a entender
que si quería que fuera más seguido a su casa tenía que hacer eso, es una víctima, que por esta
relación engordó, que sufría de depresión y pasaba acostada, tomando pastillas, como
clonazepan, pastillas que a veces el propio imputado le compraba. Añade que en esa época
no se quería a sí misma como persona.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Sabe que el acusado tiene una hija en el Monte con una persona que se llama Karen;
refiere que tomó contacto con ella y la encaró cuando él dijo que tenía una hija con otra
mujer; agrega que también sabe que el imputado mientras vivió en Cartagena tuvo una
relación con otra mujer, la que se extendió por unos 20 años, pero respecto de la cual el
imputado le habría señaló que nunca habría tenido nada con ella porque no la pudo penetrar.
A ella la llamó por teléfono y le dijo que tenía hijos con el imputado. Se mantenía sólo con la
ayuda del imputado, ya que no trabaja, tenía un vehículo, un auto chino que le compró, a
crédito, el imputado y que también usó un vehículo modelo corsa, de color blanco, que era
un vehículo de la iglesia y el que a veces ella sacaba.
Fue ella quien llevó a Lorenza y a Linda en auto a lugar acordado para que se juntaran
con el imputado. Cree que fue en un auto verde, un Suzuki alto que era suyo y se le quitaron
por deudas, iban voluntariamente y sabían a lo que iban: a tener sexo por dinero.
Sabe que el imputado tuvo encuentros sexuales con Linda y Lorenza sólo en la
oportunidad en que ellas las llevó a juntarse con él, pero que después -en la audiencia de
control de detención- supo que siguieron manteniendo contacto con el imputado, antes no
tuvo sospecha.
Conoce a Jessica G., ya que es amiga de su hermana Elena, pero no sabe si tuvo
contactos con el acusado, nunca sospechó nada al respecto. A Jennifer, porque es amiga de
Linda. Ella, en algunas oportunidades, la llevó a su casa, cuando Jennifer pololeaba con niño
que vive cerca de ella. No sabe si Jennifer tuvo contactos con el cura.
Reconoce al imputado en la sala audiencia por su vestimenta y ubicación.
Señala que la relación del acusado con sus hijos era buena, que era un padre cariñoso, él
bañaba a su hija, pero ella siempre estaba allí presente cuando lo hacía.
Daniela era amiga de Katy -su hija mayor-, y ella se quedaba en su casa, dormía en su
casa. Esta niña iba al colegio, pero no recuerda si faltaba a clases por quedarse en su casa.
Dormía con Katy, nunca durmió con ella.
El imputado le dio la idea para que contactara a Linda y Lorenza, y que cuando se
producían esos contactos, él le daba dinero y le comparaba cosas.
Él sabía que esas mujeres eran menores de edad. Ella las trasladó hasta una Copec que
está a la salida de Curacaví lugar donde llegó el acusado en un vehículo y se las llevó a un
motel en Casablanca, para tener relaciones sexuales. Sentía rabia por las cosas que tenía que
hacer para estar con su pareja.
De niña participaba mucho en la iglesia, y con el imputado empezó a participar desde los
14 años, era parte de en un grupo de catecismo y fue en esas circunstancia que se conocieron.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que llegó a pesar 132 kilos, y que cuando conoció al imputado pesaba 58 kilos.
Le dejó de gustar por subir tanto de peso, por tener dos hijos, por eso él le pidió esas cosas,
para mantener la relación. Le pidió específicamente hacerle contacto con menores de edad, y
que si no se hacían los contactos el imputado sólo iba el día que correspondía, los jueves
cree. Señala que el imputado iba a su casa, pero no iba vestido de cura, sin embargo la gente
de su barrio sabía que él era cura.
Ella nació el año 1976 y que cumplió 20 años el año 1996; que conoció a Ricardo Muñoz
el año 1994, cuando tenía 17 años más o menos, explica que el imputado llegó a la
Parroquia de Curacaví el año 1994 pero que el año 1993 llegó a conocer el lugar donde iba a
estar. Precisa que el incidente del abrazo se produjo el año 1994, y que de ahí lo dejó de ver
hasta el año 1997 o 1998.
Su hija Katherine nació el año 95, y que su padre se llama Cristian, mantuvo relaciones
con el padre de su hija Katherine hasta el año 1995 y comenzó a tener relaciones con el
acusado el año 1997 o 1998.
Sabía que Linda era menor de edad porque iba al liceo, indica que ella tenía como 16
años, cree. Respecto de Lorenza señala que tenía como 17 años. A Linda la conoce, ella iba
al liceo así que no tenía más edad, la conoció porque se hizo amiga de su hija, e iba a su casa
para usar el computador
Refiere que sí amenazó al imputado que lo iba a denunciar, pero que esto fue en peleas, y
no para pedirle dinero o cosas, le dijo que lo iba a acusar con el obispo y que él le contestó
que si lo acusaba él iba a tener que trabajar de profesor e iba aganar $ 200.000 pesos y no iba
poder ayudar a sus hijos.
Respecto de la denuncia que hizo en el año 2008 por un abuso sexual contra su hija
María Jesús, su hija le dijo que fue el tío del furgón quien la tocó. Fue por 8 meses al Servicio
Médico Legal en Santiago, y después no supo nada más. El tío del furgón no fue castigado
por estos hechos, no se hizo nada.
Cuando el acusado bañaba a la hija nunca hizo nada indebido, ella siempre estuvo
presente, si no estaba en la ducha estaba en un sillón cerca del baño.
Jessica es hermana de Daniela y Daniela es amiga de Katherine, su hija mayor, quien está
ahora en un hogar de menores.
El acusado tenía dos autos, un corsa blanco y una camioneta burdeo, doble cabina, dice
que ella a veces los usaba.
No recuerda cuánto tiempo estuvo el acusado como cura en la parroquia de Curacaví
antes de que lo trasladaran a Talagante, pero que eso fue como el año 99, y después lo
trasladaron a Melipilla, siempre mantuvieron contacto.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

El acusado iba a su casa los jueves, los sábados y los domingos; que llegaba estaba con
los niños, conversaban, y le ayudaba a los niños a hacer las tareas, luego preparaban los
uniformes, en esas circunstancias conoció a las niñas a las que les pagaba para tener sexo.
Linda era amiga de Katherine, y Lorenza le ayudaba a hacer la casa, porque estaba tan gorda
que no podía hacer nada. Le presentó Linda al imputado el año 2008.
Cuando concurrió a la fiscalía no declaró y se acogió a su derecho a guardar silencio, no
declaró en fiscalía por que no estaba presente su defensor.
Ricardo Alberto Muñoz Quinteros señala que fue párroco en la costa el año 1981 y
1982, y que el año 1986 fue párroco en El Monte, periodo en el cual -del año 1986 a 1990-
conoció a Carmen Gloria y, que más o menos a mediados de 1989, tuvieron una relación en
la cual, el año 1990, nació una hija, nunca tuvieron problemas respecto de ella, que no le
faltaba nada ya que sus abuelos y tíos asumieron el apoyo, al igual que él quien le manifestó
que podía pedirle lo que necesitara, sin embargo nunca le pidió nada. Ese momento fue el
más difícil en su historia personal, ya que se cuestionó si se retiraba o seguía en el
sacerdocio. Sin embargo, ante todo el planteamiento familiar, una madre que su gozo y
felicidad era tener un hijo sacerdote, hermanos que confiaban en él, una comunidad que lo
estaba apoyando como sacerdote, frente a eso deicidio seguir en el sacerdocio y guardar en
secreto la existencia de su hija en concordancia con Carmen Gloria.
En el año 1994 conoció en Curacaví a Pamela Ampuero, ella era monitoria de
colonia. Primero tuvo un conocimiento muy somero de ella hasta que el año 1997 o 1998
entablaron una relación más personal. En el año 1999, se cambió a Talagante, siguió relación
y ese mismo año nació un niño, Luciano, lo que no fue fácil, porque a Pamela le costaba
mucho asumirse como madre, le costó asumirse como madre con Katherine quien fue criada
por la madre de Pamela, e incluso aquella le decía mamá a su abuela. De ahí surgió la idea de
la adopción o que un pariente criara al pequeño.
Señala que una tía, finalmente asumió la crianza del niño, lo que fue una tranquilidad
para él, ya que la casa de Pamela no estaba para recibir otro hijo, el ambiente era tirante y el
trato no era bueno, esto se lo contó ella.
Refiere que fueron años muy complicados por tensiones por Luciano y por
problemas personales. Agrega que se distanciaron por dos años, y que después se juntaron y
se reconciliaron, de esa etapa nació María Jesús en el año 2003. Manifiesta que esto produce
un cambio muy fuerte en su persona ya que a “Marita” la tuvo a los 6 días de vida en sus
brazos, en cambio a Luciano la conoció al año de vida. Indica que “Marita” le cambió la vida,
le enseñó a ser papá, cambiaba pañales, le preparaba su leche, y fue dándole lo mejor posible
para que tuviera un desarrollo mejor. Explica que por eso le pidió a Pamela que saliera de la
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

casa de su madre, y le arrendó una casa a la que se trasladó el año 2004. Ahí, él podía ver a
los niños los días martes en las afueras de Curacaví, salían esos martes en la mañana a
pasear por una plaza cerca del peaje.
Señala que esto duró hasta que un día Pamela le pidió cambiarse de casa, a una villa
más tranquila, razón por la cual la trasladó a la casa del Pasaje El Parrón. Ella le dijo que no
le llevaría más los niños los días martes, y que si quería verlos él tenía que ir hasta la casa.
Fue un momento en que la presión económica se volvió más fuerte, ya que Pamela
Ampuero le pedía más y más hasta el punto que era difícil satisfacerla. Llegó un punto en
que le pidió que le contratara una nana para que cuidara a los niños, y que le podía pedir a
una amiga que hiciera ese trabajo, accedió para ayudar a los niños.
Primero se contrató a Doris, quien estuvo cerca de 8 meses y vivía en la casa y
después contrato a Señora Rosa, y después llegó Lorenza, quien era amiga de Pamela. Él iba
a la casa los martes y jueves, de cerca de las 8 de la noche hasta 8 de la mañana.
En verano del 2007 salieron a un paseo a la playa y que se invitó a Elena, hermana de
Pamela y a una amiga de ésta, Jessica, sabía de la realidad se Elena, quien el año 2006 tuvo
una hija, la que estuvo hospitalizada por mucho tiempo. Indica que él fue a ver a la niña y le
dijeron que tenía mucho tiempo sin ser visitada por su madre, y que si no aparecía se la iban
a entregar a la asistente social.
En el año 2007 surge la dificultad de que habían violado a “Marita”, y que él le dijo a
Pamela que hiciera la denuncia a carabineros o en fiscalía, porque eso no podía quedar así,
eso, finalmente, no fue violación, pero le dijo que igual debía hacerse la denuncia. Acompañó
a Pamela a distintos trámites por esta situación, al cuartel Borgoño de la Policía y al Servicio
Médico Legal.
Ese año 2007, a fines del mismo, salió por primera vez con Elena, y que con Lorenza.
No salía con ellas todas las semanas, si no que una vez al mes o dos veces, dependiendo de si
su tiempo le permitía, ya que tenía dos situaciones, una vida en el sacerdocio y vida como
hombre.
Señala que a mediados del año 2008, cuando Lorenza renunció a trabajar en casa de
Pamela, llegó a la casa Rosa, una amiga de infancia de Pamela, que pasaron tres o cuatro
meses, y Pamela lo invitó a que saliera con ella. Precisa que salió con ella una sola vez, en la
mañana temprano, y que después de esa salida Pamela lo llamó, y le dijo que había hecho
una fiesta en la casa y que descubrió a Rosa, en el patio, teniendo relaciones sexuales con dos
hombre a la vez, indica que le dijo que esa mujer tenía que salir de la casa, agrega que
también se le informó que se perdió un celular. Por todo eso le dijo que Rosa no podía
seguir en la casa.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Daisy era una vecina que también trabajó en la casa, duró poco tiempo porque tuvo
una pelea con Elena, ya que ella se acostó con el esposo de Daisy, aunque ellos se estaban
separando cuando ocurrió esto. Después llegó Francesca con Charlotte a trabajar, y se
mantuvieron desde el año 2008 al año 2009, también hubo problemas con ellas, y duraron
como 8 meses. Después llegó Karen, amiga de la hermana de Pamela, a trabajar en la casa.
Manifiesta que en ese entorno se crió la niña por un lado la hija mayor de Pamela no
quería ir al colegio, habían peleas fuertes con ella, y se enfurecía cuando se le despertaba para
ir al colegio, Pamela le dijo que ella vería, por lo en que en adelante sólo se preocupó por
“Marita” y Luciano.
Katherine indica todos los días que iba a la casa eran grandes escándalos, tenía la luz
prendida y la televisión prendida o la música a volumen alto, durante toda la noche, los
niños saltaban porque subía el volumen o comenzaba gritar. Una vez la encaró y ella le hizo
un escándalo, interviniendo Pamela quien le dijo que no se metiera más con su hija. De ahí
cortó toda relación Katherine y se concentró en “Marita” y Luciano. Se preocupaba
enormemente de la salud y limpieza de “Marita”, llegaba en la noche y la niña estaba sucia,
o a veces llegaba y la niña no quería bañarse con otra persona que no fuera él. La niña a veces
estaba sucia y cocida, y que él le ponía hipoglos, y eso la aliviaba.
Nunca tuvo relaciones con menores de edad, siempre fue con mayores de edad,
Elena, Rosa, eran todas personas adultas, para él Linda, en su físico, estilo, y forma de ser era
una persona adulta.
A Jessica la conoció y la llevó a un motel pero que no paso nada, y nunca más tuvo
otro contacto con Jessica, hasta que ella le mandó una fotografía a su celular, indica que él
la traspasó al a computador para ver bien la imagen y después la eliminó inmediatamente.
Pensaba que con eso se eliminaba la fotografía definitivamente, y atinge esa creencia a su
ignorancia en la informática, y que solicitó a otra persona que le instalara el software con el
cual podía bajar fotos desde su celular al computador.
Respecto de las fotografías que Elena le mandaba, éstas les fueron remitidas en el año
2008, a cambio de estas imágenes ella le pedía recargas para su teléfono celular, plata para
leche de la niña -cantidades que rondaban los $ 5.000 pesos-, se las mandaba a su celular y él
las descargaba y las veía en el computador, y después las iba eliminando
A Linda le tomó fotografías entre los años 2008 y 2009; él tomó las fotografías, y ella
le pidió que fueran sólo de cuerpo, por eso esas imágenes aparecen sin su rostro.
Respecto de Jennifer, dice que no sabía su edad; que era amiga de linda y que no la
había visto con anterioridad, que, sin embargo, cuando la conoció le pareció mujer hecha y
derecha y no una niña. Al conocerla, se indignó por el licor que había bebido, ya que siempre
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

le repugnado el consumo de ese tipo de bebidas. Jennifer fue muy antipática en esa ocasión
y no quiso hacer nada, ella sabía perfectamente a lo que iba y que él no le hizo nada, ya que
le fastidio la actitud y el olor a trago de ella. Está tan seguro de esto que cuando fue
interrogado por el fiscal, se le señaló que el hijo de Jennifer era, probablemente suyo, a lo que
respondió que le hiciera un test de ADN, pues nunca tuvo relaciones sexuales con ella.
Manifiesta que las cosas no salieron como él quería en orden a criar sus hijos lo
mejor posible.
Contra examinado por el fiscal refiere que cuando fue detenido, el 5 de enero de
2010, no fue golpeado, pero si considera que fue maltratado ya que al colocarle las esposas
lo hicieron en forma muy violenta, señala, no obstante, que no hubo maltrato verbal.
Dice reconocer al fiscal ya que él mismo estuvo en el ingreso a su domicilio donde
conversaron muy poco. Agrega que no puede decir que tuvo algún maltrato de parte del
fiscal.
No tuvo relaciones sexuales con Jennifer. A lo cual es confrontado con su
declaración prestada en fiscalía, para evidenciar una contradicción, en la cual se consigna
“… dice que con Jennifer tuvo relaciones en una ocasión paro nada más”. A lo que explica
que si fiscal lo está presionado a la una de la mañana, y ha estado sentado por más de tres
horas, las frases y las palabras que uso no resultaron ser las más apropiadas. Tuvo relaciones
sexuales con Linda y Jennifer. A Linda se la presentó Pamela Ampuero, no así a Jennifer. A
lo cual es confrontado con su declaración prestada en fiscalía, para evidenciar una
contradicción, en la cual se consigna: “… Pamela Ampuero quien es la madre de sus hijos,
le presentó a Linda B. y a Jennifer G. y le pagó, por esa gestión, la suma de $25.000 pesos”.
Explica que no mintió en declaración prestada en la fiscalía, pero que esa declaración la hizo
a la una de la mañana, sintiéndose muy presionado, y que en esas circunstancias se dice
cualquier para estar tranquilo. Agrega que la fecha que se indica en la declaración no
corresponde, ya que la prestó el día 5 de enero del año 2011. Finalmente señala que ese
dinero se lo daba a Pamela por las necesidades de la casa, y no por presentarle una amiga.
Refiere que Pamela Ampuero a veces lo extorsionaba por su vida sacerdotal, le decía
que si no le daba mas dinero iba hacer escándalo en la parroquia.
Respecto de las fotografías que Pamela Ampuero le ofrecía de su hija Katherine,
Pamela, en su estilo, no le permitía saber si le decía la verdad, o no debía tomar en serio su
ofrecimiento de venderle fotos de Katherine.
No tuvo relaciones ni con Jesica ni con Rosa, que con Marjorie tuvo relaciones; y
con Francisca tampoco.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

No tenía fotos de Jessica almacenadas en su computador ya que fueron eliminadas al


instante tras haberlas visto.
Después de su detención fue tres veces a la fiscalía, el 12 de febrero, el 20 de abril y
25 de junio del 2010, y que en todas esas oportunidades ejerció su derecho a guardar
silencio.
Señala que concurrió con Linda y Jennifer a un motel de Casablanca; y que también
fue con Pamela y Lorenza a un motel de Casablanca, donde tuvo relaciones con Lorenza,
agregando que esto lo hizo por un juego, un juego de los tres, y que esa fue la primera vez
que estaba con dos mujeres, y que la segunda vez fue con Linda y Jennifer. Precisa que tres
veces repitió un trío.
Él bañaba a “Marita”, dormía con ella, y le echaba, crema cuando estaba cocida.
No concia a las personas con las que mantuvo relaciones sexuales, ya ellas trabajaban
en la casa de Pamela y el las veía sólo cuando iba esa casa.
Las niñas eran amigas de Pamela y que en ese contexto se las presentaban. El dinero
que entregaba los sacaba de sus servicios en capellanía del colegio en que trabajaba. Como
párroco tenía dinero y tenia amistades que lo ayudaban como el señor Ariztía, además de su
propia familia. El dinero que le pasaba el señor Ariztía era en dos partes $1.300.000 pesos a
nombre del Obispado de Melipilla, para pastoral social, que estaba destinado a pagar los
sueldos e imposiciones de los empleados y otro dinero que le pasaba directamente a él y,
que se trasladaba en los autos del arzobispado a los distintos moteles que frecuentaba.
Mantenía a Pamela con dinero que recibía por sus servicios, y que a veces le llevaba
alimentos que compraba en el supermercado de la ciudad.
En las escuchas telefónicas se habla de una caja familiar y eso es en diciembre, que
el colegio Carampangue hace donaciones de cajas de víveres cada tres meses.
Es falso que el supiera las edades de estas mujeres, y que eso lo descubrió, después de
que quedó preso, ya que para él todas eran mayores al acostarse con ellas, no les pidió
carnet de identidad al acostarse con ellas.
Tiene dos hijos en común con la imputada, y que semanalmente le daba $50.000
pesos para los gastos y alimentos. Explica que la casa la mantenía él, porque Pamela no
trabajaba.
Por último señala que, las fotografías llegaban a su teléfono celular y él
posteriormente las bajaba al computador y las veía, y después las borraba.
SEXTO: Prueba del Ministerio Público. Que, el Ministerio Público, con el objeto de
acreditar los hechos materia de la acusación y la participación de los acusados en los mismos,
rindió la siguiente prueba, de acuerdo a los numerales que en la acusación se indican:
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Prueba Testimonial:
1. L. de la L.V.M., víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo
308 inciso 2º del Código Procesal Penal.
2. J. del P.G.C, víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo 308
inciso 2º del Código Procesal Penal.
3. R.M.C.C., víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo 308
inciso 2º del Código Procesal Penal.
4. L.S.B.D, víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo 308
inciso 2º del Código Procesal Penal.
5. J.E. del C.G.V., víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo
308 inciso 2º del Código Procesal Penal.
6. E.M.A.E, víctima protegida por la Fiscalía, conforme a lo que establece el artículo 308
inciso 2º del Código Procesal Penal.
9. V.N.C.G., menor de edad, estudiante, nacida el 9 de mayo de 1995, protegida por la
fiscalía, conforme a lo que establece el artículo 308 inciso 2° del Código Procesal Penal.
11. KARINA FABIOLA BARRERA DIAZ, cédula de Identidad No. 20.056.374-3,
domicilio se lo reservó, dueña de casa.
12. MARJORIE LIZZIE ACEVEDO AGUILAR, cédula de Identidad No. 16.199.384-0,
domicilio se lo reserva, labores de aseo.
14. FRANCESCA DEL CARMEN CHABAN GODOY, cédula de Identidad No.
16.425.286-8, domiciliada en Luis Cruchaga 650 A, Curacaví, dueña de casa.
15. CHARLOTTE ANDREA CORROTEA MONTECINOS, cédula de Identidad No.
17.471.890-3, domicilio se lo reserva, dueña de casa.
16. MARIA JOSE BARRERA DIAZ, cédula de Identidad No. 16.204.806, domicilio se lo
reserva, dueña de casa.
17. VERONICA VICTORIA DIAZ ALARCON, cédula de Identidad No. 8.866.068-4,
domicilio se lo reserva, dueña de casa.
18. KARINA DEL CARMEN RUMINOT LARA, Cédula de Identidad No. 12.909.858-9,
domiciliada en Pasaje El Parrón Nº 420, Curacaví, dueña de casa .
20. ELIZABETH SANDOVAL VENEGAS, cédula de identidad N° 17.070.607-2,
domicilio se lo reserva, dueña de casa.
24. CARMEN GLORIA MAULEN MARTINEZ, cédula de Identidad No. 10.817.254-1,
domiciliada en Manuel Rodríguez Nº 679, El Monte, dueña de casa.
25. EVELIN DIAZ SOTO, funcionaria pública, domiciliada en General Borgoño Nº 1204,
comuna de Independencia, Santiago.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

26. CHESELINE AJRAZ ARANCIBIA, funcionaria pública, domiciliada en General


Borgoño Nº 1204, comuna de Independencia, Santiago.
27. LORENA ALVARADO OVANDO, Subcomisario, domiciliada en General Borgoño Nº
1204, comuna de Independencia, Santiago.
Prueba Pericial:
1. ROSE MARIE FUENZALIDA DE LA CRUZ, psiquiatra del Servicio Médico Legal de
Santiago, domiciliada para estos efectos en Avenida La Paz 1012 Independencia.
2. PATRICIA VIDAL CARDEMIL psicóloga del Servicio Médico Legal de Santiago.
3. ALEJANDRA ZULETA HERNANDEZ, psicóloga del DAM Santiago, Fundación León
Bloy, domiciliada para estos efectos en Coronel Santiago Bueras 182, Santiago.
4. NATALIE ESQUIVEL PEREZ, psicóloga del Instituto de Criminología de la Policía de
Investigaciones de Chile, domiciliada para estos efectos José Domingo Cañas Nº 2025,
Ñuñoa.
5. VERONICA ROMO FERNANDEZ, psicóloga del Instituto de Criminología de la
Policía de Investigaciones de Chile, domiciliada para estos efectos en José Domingo Cañas
Nº 2025, Ñuñoa.
6. XAVIERA CAMPLA BOLIVAR, psicóloga del Instituto de Criminología de la Policía de
Investigaciones de Chile, domiciliada para estos efectos José Domingo Cañas Nº 2025,
Ñuñoa,
7. MACARENA PEREZ ZAVALA, psicóloga del Instituto de Criminología de la Policía de
Investigaciones de Chile, domiciliada para estos efectos en José Domingo Cañas Nº 2025,
Ñuñoa.
8. LINA VERONICA ROTTMANN CHAVEZ, psicóloga, domiciliada en Centro Médico
Alasalud, calle José Leyán 854, Talagante.
9. ERNESTO JIMENO ARROYO, perito informático, Subcomisario de la Brigada
Investigadora del Ciber Crimen, domiciliado en General Mackenna 1314, 2º.
Prueba Documental:
2. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales LORENZA de la L.V.M
3. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales JESSICA del P.G.C
4. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales ROSA M.C.C
5. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales LINDA S.B.D
6. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales JENNIFER E. del C.G.V
7. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales ELENA M.A.E
8. Certificado de nacimiento de la victima de iniciales DANIELA A.G.C.
Otros medios de prueba:
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

1. Una fotografía de un set de 52 fotografías, de un lugar donde supuestamente se cometían


los ilícitos objeto de la acusación.
2. Un disco compacto que contiene diez pistas, con escuchas telefónicas entre los acusados.
4. 87 fotografías de un set de 193 fotografías, que contienen material pornográfico infantil,
extraídas desde el computador del imputado Ricardo Alberto Muñoz Quinteros.
5. 11 fotografías de un set de 116 fotografías, donde aparecen diversas mujeres, extraídas
desde el computador del imputado Ricardo Alberto Muñoz Quinteros.
6. Un disco compacto que contiene una grabación audiovisual donde aparece una menor
jugando y/o bailando.
SEPTIMO: Prueba de las Defensas. Que la Defensa de Pamela Alejandra Ampuero
Escobar hizo suya la prueba del Ministerio Público. A su vez, la defensa de Ricardo Alberto
Muñoz Quinteros, de igual manera hizo uso de la prueba rendida por el Ministerio Público y
presentó la siguiente prueba:
Prueba Pericial
1. PATRICIA CONDEMARÍN BUSTOS, Sicóloga Magister en Sicología, Doctorada en
Sicología de la Universidad de Chile, domiciliada en el Trovador 4280, oficina 811, de la
comuna de La Condes.
2. ISABEL MARGARITA PUGA, Sicóloga Clínica de la Pontificia Universidad Catolice de
Chile, Magister en convención de Sicología Clínica, domiciliada en Andrés Fuenzalida N° 99,
Oficina 302 de Providencia.
3. SEBASTIÁN SEPULVEDA TAURIS, Médico Siquiatra, especializado Siquiatría Legal y
forense, domiciliado en Guardia Viaja N° 255, Oficina 907.
4. FRANCO DE LA FUENTE FERNÁNDEZ, Sub Comisario de la Policía de
Investigaciones de Chile, domiciliado en General Mackenna N° 1314.
Prueba Documental
1. Certificado emanado del Obispado de Melipilla, donde consta las destinaciones fecha de
inicio y término de las mismas en calidad de sacerdote respecto del acusado.
2. Certificado de nacimiento de la hija menor del acusado, María Jesús Ampuero Ampuero.
3. Copia de la solicitud de no perseverar en el procedimiento presentada por el Fiscal Cristián
Cáceres, con fecha 10 de julio de 2009, en causa R.U.C No. 0700707923-5, RIT No. 846-
2009.
4. Resolución de fecha 10 de julio de 2009. que fijó audiencia de no perseverar en causa
R.U.C. No. 0700707923-5, R.I.T. No. 846-2009; y
5. Copia del acta de la audiencia de no perseverar de fecha 4 agosto de 2009, en causa R.U.C.
No. 0700707923-5, R.I.T. No. 846-2009..
20
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

OCTAVO: Alegato de Clausura del Ministerio Público. Que tras haber rendido su
prueba el Ministerio Público estima que se ha podido establecer delitos por los cuales se a
formulado acusación así como la participación culpable de los acusados, y luego de hacer
pormenorizado análisis de la prueba rendida concluye que se acreditó existencia de los
delitos de facilitación propia e impropia a la prostitución de menores de edad, de abusos
sexuales impropios, y de producción y almacenamiento de material pornográfico infantil así
como la participación culpable que le cupo a los acusados, por lo que solicita, se condene a
las penas solicitadas en la acusación.
Precisa además que el artículo 367 ter del Código Penal sanciona en forma especial
una modalidad de coautoría, respecto del sujeto activo que aprovecha los servicios sexuales
de una menor de edad, y que la creación de este tipo penal busca sancionar a uno de los
coautores de este delito que antes se encontraba impune.
Refiere que por su parte el artículo 367 del Código Penal sanciona en su inciso
segundo, con una mayor penalidad, a la habitualidad de esta conducta, lo que comúnmente se
llama proxenetismo, y que de la correcta interpretación de esa disposición no puede si no
concluirse que basta que se realice la conducta descrita una vez para que ya que se configure
el delito de facilitación propia la prostitución de menores de edad. De lo contario no tendría
sentido que el inciso segundo exija habitualidad para agravar la conducta, puesto que tal
circunstancia estaría ya contenida en la descripción del tipo penal que hace el inciso primero.
Refiere también que debe tenerse en consideración la afectación del bien jurídico
protegido, el cual consiste en la libertad y la indemnidad sexual de las menores afectadas,
señala que hay un daño en el desarrollo sicosexual de esas menores conforme lo han
expuesto las peritos, y esto no ha sido desvirtuado por las interrogaciones de la defensa en
orden a establecer su vida sexual anterior a estos hechos.
Precisa que se sanciona penalmente aún el acto consentido de prostitución, por
cuanto la tutela penal que proscribe que las adolecentes se prostituyan se encuentra en
consonancia con la Convención de Derechos del Niño, la cual en su artículo 1° señala que se
considera menores de edad a toda persona menor de 18 años, de momento en obliga a los
estado partes a tomar medidas positivas en contra de la prostitución infantil la cual
considerara una forma de explotación.
En la réplica, el Fiscal señala que deben desestimarse las alegaciones de la defensa
en orden a una supuesta incongruencia entre los hechos de la acusación y los hechos
acreditados toda vez que las eventuales discordancias que hubieran surgido en orden a las
fechas en que ocurrieron estos hechos no alteran el núcleo fáctico de la acusación. Señala que
el principio de congruencia no es sino el reflejo principio de legalidad, en cuanto los
21
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

elementos del hecho objeto de la acusación deben guardar correspondencia entre los
elementos típicos del injusto penal por el que se acusa y los que logran acreditar. En este
punto sólo cabe discutir si núcleo factico se da o no, y a ese respecto el Ministerio Público
afirma que el núcleo factico de su acusación está acreditado.
NOVENO: Alegato de Clausura de la Querellante. Señala que, a juicio del Servicio
Nacional de Menores, los hechos materias de la acusación se encuentran suficientemente
acreditados, así como la participación culpable de los acusados, razón por la cual
corresponde se les imponga las sanciones más altas que contempla la legislación.
En la réplica, la Querellante señala que debe desestimarse la alegación hecha por la
defensa de Ricardo Muñoz, en cuanto lo favorecería una atenuante de responsabilidad penal
en razón de su condición de Hipertimico la cual configuraría un supuesto de imputabilidad
disminuida, ya que el propio perito que trajo la defensa para dar cuanta de esa condición del
imputado señaló que éste se representaba sus conductas como malas, y aún así persistía en
su actuar, lo cual es incompatible con la hipótesis que se plantea.
En lo que refiere al delito de abuso sexual aclara que si bien la perito Fuenzalida le
contestó a la defensa que a la edad de la niña de iniciales M.J.A.A. era normal adorar al papá,
ésta también agregó que no es normal que una niña de esa edad se toque lo genitales
simulando un acto masturbatorio, que tome los muñecos y juegue con ellos situándoles en un
contexto de contacto sexuales, haciendo el gesto de un beso con lengua.
Refiere por último que no es efectivo que las víctimas no fijaran las épocas en que
ocurrieron estos hechos ya que lo hicieron al situarlos en función de sus experiencias vitales.
DECIMO: Alegato de Clausura de las Defensas. La defensa de Pamela Ampuero
Escobar señaló que este fue un juicio de corroboración, y al respecto corresponde
considerar quien correspondió el dominio del acto, y por otra parte si se estableció la
ocurrencia de los hechos.
Respecto hecho número 1, insiste en que este fue un juicio de corroboración, un
juicio de ratificación dos los hechos por los que se acusa y por el cual se pretende acreditar su
núcleo fáctico. Bajo esas consideraciones señala que los hechos consignados en la acusación
fijan su temporalidad durante el año 2008 y parte del 2009, mientras que el relato de la
víctima señala que esos hechos ocurrieron el año 2007 y se extendieron hasta el año 2008.
Por tanto el núcleo fáctico es contradictorio, y se están acreditando hechos por los cuales no
se formalizó ni se acusó. Por otra parte señala que la prueba adolece de precisión en cuanto
la víctima no dijo cuantas veces se produjeron estos encuentros sexuales a cambio de dinero,
dice que Pamela Ampuero la fue a dejar para juntarse con el cura, pero no recuerda cuantas
veces, tampoco recuerda cuantas veces se juntó con el cura, señala que también debe tenerse
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

en cuenta que la víctima manifestó que las últimas cuatro veces se comunicaba directamente
con el cura.
La defensa concluye que no se puede condenar a la imputada por un hecho
ocurrido en 2007 ya que eso afectaría la congruencia que debe existir con los hechos de la
acusación los cuales refieren hechos ocurridos en el año 2008 y 2009.
Agrega que la prueba de cargo no estableció número de veces que se realizó la
conducta típica; que no se estableció en qué consistía el concepto relación sexual, en
consideración a que el delito acusado es el de facilitación prostitución, entendida ésta como
una persona que a cambio de dinero mantiene relaciones sexuales con otra por vía oral, anal
o vaginal, extrapolando al efecto los verbos rectores de los delitos de violación y estupro del
Código Penal.
Refiere también que la conducta desplegada por la imputada se limitó a hacer el
enlace entre las víctimas y el imputado, y la conducta de favorecer supone que se ejecutan
actos directos y necesarios para que el hecho se concrete en su faz subjetiva. Por ello,
concluye, si el acto realizada por le imputada fue acercar persona para que imputado vaya con
ella a un motel, puede afirmarse que el dominio del acto corresponde al imputado ya que
perfectamente puede ocurrir que se produzca el traslado al motel y no obstante ello no haya
coito entre esas personas. Señala a este respecto que en la declaración de la perito Verónica
Romo, se expuso que la víctima narró que en el primer encuentro que tuvo con el imputado
no tuvo contacto sexual.
Por otra parte afirma, la facilitación prostitución, en jerga vulgar, es el denominado
cabrón, una persona que recibe un pago por su gestión y que verifica que se haya consumado
el acto sexual. A este respecto, afirma, el Ministerio Público no acreditó que las conductas de
la imputada se hayan producido previo pago de algún dinero. Es este carácter pecuniario el
que tiñe la relación entre la persona que favorece la prostitución y el cliente, es uno de los
elementos del delito en cuanto la misma supone una explotación, y si se da el caso de que no
hay explotación, entonces no hay favorecimiento a la prostitución.
Refiere también como observación a la prueba rendida que la perito Verónica
Romo perició a persona mayor de edad, en circunstancias de que en la sicología forense hay
consenso de prohibir la realización de peritajes de credibilidad para personas mayores de
edad, puesto que una persona mayor de edad, con desarrollo cognitivo normal, puede
desarrollar una mentira coherente, sin ser descubierto.
Respecto del hecho número 4, postula observaciones a la prueba similares a la
antes anotadas, en el sentido de que la víctima dijo haber tenido relaciones sexuales con el
imputado cuando tenía 16 años, no obstante el Ministerio Público consignó en su acusación
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que estos hechos ocurrieron desde junio del 2005, no obstante víctima no lo señaló. Refiere
que tampoco se estableció la forma espacio temporal en que habrían ocurrido los hechos.
Indica también, que la víctima lo único que señala es que se le preguntó si podía juntarse con
el imputado, a lo que contestó que si podía; que la imputada le dijo que le pagaban por tener
relaciones sexuales con el imputado; y que Pamela Ampuero llamó al cura para coordinar el
encuentro. A ese respecto, afirma, hay que fijar si el favorecimiento cumplió su objetivo,
esto es si se llevó a cabo el acceso carnal, por parte de sacerdote, a la víctima.
Critica también la falta de precisión de la víctima respecto del número de veces en
que esto ocurrió recordando la ella dijo que había sucedió más de una vez para luego indicar
que fueron unas 10 o 6 o 7 veces sin ninguna claridad.
Critica, además, que la víctima estaba 100 % segura de su edad pero no logra
establecer en qué año ocurrieron estos hechos. Por ello, asevera, no se puede establecer
espacio temporalmente como ocurre el hecho, ni las circunstancias delimitadas que
permitieron la facilitación.
Al respecto también, anota, la perito Macarena Pérez, dice que hay daño asociado
en la víctima respecto de estos hechos, pero hay que tener en cuenta que la víctima inició
vida sexual en forma muy temprana, y la perito no sondeó ni determinó que daño se asociado
pudo estar vinculado a ese inició sexual temprano antes que a estos hechos
Insiste en que el fiscal, a través de sus prueba de cargo, no estableció ni la fecha ni
la forma en se gestó el supuesto favorecimiento, y que, como en el caso anterior, atendida la
dinámica de los hechos, el dominio del acto nunca le correspondió a Pamela Ampuero.
Respecto del hecho numero 5, los hechos de la acusación consignan que estos
ocurrieron durante todo el año 2006, en circunstancias de que Rosa dice que esto ocurrió una
sola vez y a mediado del año 2007; cuando se le preguntó a la víctima como establecía que el
hecho ocurrió a mediados del 2007, refiere que recuerda la época como después de las
vacaciones de invierno, sin entregar otra certeza respecto de la ubicación temporal de los
mismos, siendo notoriamente impreciso ese antecedente.
También anota el defensor, que en su declaración la víctima le refiere que Pamela
Ampuero le dijo si quería ganar plata, en ningún momento refirió que Pamela Ampuero le
dijo que tenía que hacer para era ganar ese dinero, siendo tanto así que ella señaló que
pensaba era un ofrecimiento para hacer aseo en otro lugar.
Al respecto, indica la defensa, la perito que examinó a la víctima señaló que
encontró dos inconsistencia en su relato, una en la fecha en que habrían sucedido los
hechos, y la otra en la afirmación de la víctima de que cuando ocurrieron estos hechos ella se
encontraba en un estado hipnótico producto de un medicamento que le suministraron. Por
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

ello la perito consignó que en su conjunto el relato de esa víctima no podía ser valorado
como creíble.
Respecto del hecho numero 7, configurante de un delito abuso sexual impropio, la
defensa observa que la única forma de valorar la prueba es cuando ésta se produce en juicio,
y mediante la dinámica de interrogación y contra interrogación., sin embargo, anota, esto no
ocurrió porque víctima no compareció en estrados. De esta forma la defensa se vio
imposibilitada de preguntar y de esa forma contrastar el relato de la víctima. Al respecto,
agrega, el peritaje rendido como prueba de cargo no se pudo contrastar en su metodología y
conclusiones porque ese peritaje se hizo sólo por el Ministerio Público.
Observa también que no se hizo test proyectivo de la menor peritada para efecto de
establecer con certeza las conclusiones de los exámenes de credibilidad realizados.
En cuanto a esto test, cuestiona el que apliquen un metodología de evaluación de
credibilidad -el CVCA y el SDA-, que fue diseñada para evaluar daños de víctima de la
segunda guerra mundial, no obstante se haya ingresada al país, postula por último que estos
peritajes constituyen un juicio de valor que corresponde al juez de fondo valorar.
Refiere, también, que en este caso se suscita una situación en que una persona
concurre a manifestar en estrados que es creíble un relato el cual refiere como testigo de
oídas, no obstante al no poder corroborarse ese testimonio, con su exposición en estrados y
sujeto al juego del examen y no contra examen, no se puede dar por establecido lo que en él
se afirme.
Respecto del hecho número 10, delito de producir y almacenar material
pornográfico infantil, afirma que imputar ese mismo hecho como dos hipótesis penales
distintas a sancionar contravendría lo dispuesto en artículo 63 del Código Penal, en cuanto
una de estas conductas es necesaria para realizar la otra.
Cuestiona a su vez, la afirmación de cargo en orden a que el video de contenga
imágenes de significación sexual. Al respecto, refiere, no hay ninguna circunstancia en los
actos filmados que tengan la relevancia necesaria para presumir existencia del tipo penal en
cuestión. Por otra parte, anota, la fiscalía no logró corroborar quien produjo ese video ni
quien lo almacenó, por cuanto el mismo fue hallado en un domicilio que no sólo es habitado
por la imputada.
Refiere por último, que referente a la hipótesis reiteración del delito de facilitación
propia a la prostitución de menores de edad, en esta figura no se sanciona la reiteración si no
que la habitualidad, y a este respecto no se llamó a debatir su existencia habitualidad en su
comisión. Explica la defensa que el tipo penal excluye la posibilidad de que se le considere
reiterado por cuanto el inciso segundo del artículo 367 del Código Penal sanciona la
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

comisión habitual del mismo. Indica además que no se puede considerar reiterado este delito
de momento que el Ministerio Público no acreditó la existencia de una reiteración, esto
porque no acreditó el núcleo temporal de estos hechos. Así conforme se recoge en la
sentencia de la I. Corte de Apelaciones de San Miguel en sentencia rol corte 1596-2009, debe
considerarse este delito como delito continuado. Respecto de la agravante contemplada en el
368 del Código Penal señala que la imputada no tiene, respecto de las víctimas, ninguna de
las calidades que en dicho artículo se indican, por lo que su conducta no puede ser agravada,
además, las circunstancias que pudieren aplicársele ya se encuentran contempladas en el tipo
penal por lo que volver a considerarlas infringe el principio del non bis in ídem.
En la réplica, el Defensor reitera los argumentos ya expuestos.
A su vez en su alegato de clausura la defensa de Ricardo Muñoz Quinteros
Refiere hay que hacer distinción entre los tres delitos que se le imputan a Ricardo Muñoz.
Señala que respecto de los delitos señalados en la acusación con los números 1 y 3,
facilitación propia a la prostitución de adolecentes y producción y almacenamiento de
material pornográfico, estas figuras suponen la existencia de menores de edad las que
necesitan ser protegidas de terceras personas que pueden cometer delitos contra ellas, ya que
se encontrarían desvalidas para defenderse personalmente.
Señala que en relación al delito signado con el número 1, y que se encuentra
previsto y sancionado en el artículo 367 ter del Código Penal, todas las víctimas están dentro
de un rango etario mas o menos cumpliendo la mayoría de edad, más o menos perdiendo la
protección de la ley penal, porque al cumplir mayoría de edad la prostitución pasa a ser una
conducta atípica, y en ese contexto, argumenta, el Ministerio Público debió probar con
certeza la fecha en que ocurrieron estos hechos para establecer si las mujeres, a esa época,
eran o no menores de edad y, en consecuencia, si la conducta realizada era o no típica.
Explica que la ley en este caso requiere que exista precisión a la fecha de ocurrencia de los
hechos para efecto determinar si estamos en presencia de una menor de 18 años.
Agrega que sólo dos muchachas indicadas como víctimas en los hechos de la
acusación no existe duda de la minoría de edad ya que a la época de la detención del
imputado tenían aproximadamente 17 años y 7 u 8 meses, y a su respecto se ha alegado el
desconocimiento de la edad, por parte del imputado, respecto de estas víctimas o
supuestamente víctimas. Refiere que para estar en presencia de este tipo penal es
imprescindible que el imputado hubiere estado en conocimiento de la minoría de edad de las
víctimas –de hecho esta figura está siendo objeto de análisis por parte de la doctrina la que
postula que sólo puede ser cometido con dolo directo-, ya que el desconocimiento de la edad

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

incide en que el imputado haya incurrido en un error de lo típico, lo que necesariamente


excluye el dolo de su conducta, por lo que la misma no puede ser objeto de sanción.
Señala que hoy estamos en un contexto social, en que casi todas las víctimas
tuvieron su iniciación sexual a los 15 años, en que algunas de ella tenían hijos, no uno si no
hasta dos, en que todas ellas habían tenido experiencia sexuales previas, donde todas fueron a
casa de Pamela Ampuero y se prestaron para estos hechos de forma voluntaria, a cambio de
dinero u otras regalías, apreciable pecuniariamente, y que dentro de la consideración del
desvalor de la conducta es importante tomar en consideración a que fue destinado ese
dinero: a la compra de ropa, de perfumes, de teléfonos celulares o de sus recarga. Agrega que
el hecho de que se diga que menores estaban en situación de carencia económica no es tal.
Refiere que solo dos de las supuestas menores de edad Jessica y Jennifer no habían
cumplido la mayoría de edad a la fecha en que supuestamente ocurrieron estos hechos.
Respecto de las otras víctimas para poder determinar fechas en que ocurrieron estos hechos
es importante fijar que habrían comenzado a suceder desde que Pamela Ampuero se fue a
vivir al domicilio de calle El Parrón comienzos del año 2006, y a ese respecto la víctima
Lorenza señala que llegó a trabajar a esa casa, que era madre de un hijo, y que ella nació el
año 1988. Por tanto, a esa época ya era mayor edad.
Afirma que los hechos en cuestión son moralmente reprobables, que es claro que el
imputado debió haber guardado el voto de castidad que asumió y respetar las normas de
decoro exigida por la iglesia, pero justamente por ello se encuentra expulsado del sacerdocio.
Sin embargo, agrega que para el caso sub lite se debe aplicar la ley y esta se deba aplicar en
sentido estricto, en ese orden de ideas, indica, los peritos manifestaron que dos de las
supuestas víctimas refieren que no informaron de su edad a Ricardo Muñoz. Agrega que
menos podía él saber la edad de Elena, a quien ayudó en el año 2005, cuando esta tenía a su
hija enferma e internado en el hospital.
Señala que para el evento que se le imponga una sanción al imputado esto sólo debe
hacerse respecto de las supuestamente víctimas que cumplían mayoría de edad después de la
detención, pero en ese caso debe considerarse, no obstante, que el imputado se encontraba
en completo desconocimiento de su edad, existiendo circunstancia ciertas que lo llevaron a
considerarlas mujeres adultas.
Respecto del delito de abuso sexual impropio por el que se le acusa, figura
contemplada en el artículo 366 bis del Código Penal, refiere que no admite análisis a la luz de
los antecedentes que deben revisarse. Señala en primer término que este delito lo denunció
doña Pamela Ampuero a instancia del propio imputado, ya que reciben información de su
hija que fue víctima de un abuso por parte del llamado tío Jano, chofer del furgón que la
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

transporta. Ante esa denuncia el fiscal ordena una pericia de la menor, la que es realizada por
doña Rose Marie Fuenzalida, a quien la menor le devela que fue víctima de agresión sexual
por parte del tío Jano, indicando que este le bajaba los pantalones y le pasaba la culebrita
por el potito, refiere esa misma información respecto de tío Toño y recibe información que
había recibido caricias por parte de su padre, que éste le echa perfume, el toca la cabeza y le
hace cariño en la guatita. Luego, señala, la siquiatra le hace un test proyectivo, le muestra
figuras humana y la va induciendo para que la niña manifieste que fue víctima de abusos
sexual por parte de su padre. Agrega que la siquiatra dice que la niña presenta una
erotización con la figura de su padre, pero a una pregunta de la defensa responde que una
erotización de la figura paterna es normal a la edad de la niña peritada, no obstante ello
insiste en colocarlo al padre como una posible autor del abuso fundándose exclusivamente
en las carias que describir la niña.
La defensa señala como uno de los elementos más relevantes a considerar el que el
fiscal decidió no perseverar en aquella causa que se inició por la denuncia de Pamela
Ampuero, y en el cual constaba los informes periciales reseñados, y decide no perseverar,
afirma la defensa, porque estima que no hay delito. Agrega que el fiscal estima que esos
hechos constituyen un delito, únicamente, cuando se inicia esta causa contra imputado y
entonces tomó dos elementos de aquella causa -informe de Rose Marie Fuenzalida y de
Patricia Vidal- para sustentar esta imputación penal en contra de Ricardo Muñoz.
Indica que la Excma. Corte Suprema también ha señalado que en este tipo de
delitos los hechos deben ser analizados a la luz de otros antecedentes.
Refuerza su conclusión citando la declaración de la perito doña Patricia Condemarin
quien señalo que niña fue inducida a declarar, que no se siguió el protocolo en evaluación,
que en las pruebas proyectivas también fue objeto de inducción, que no es adecuada aplicar
test muñecos a una infante, y que el relato de la menor no da cuenta de un episodio de
abuso sexual.
Respecto del delito de producción y almacenamiento, refiere que a pesar de
esfuerzo Ministerio Publico, de los hechos que sustentan su acusación aparecen involucradas
sólo tres mujeres, y de las mismas dos eran mayores de edad a la época de las en que se
hicieron las imágenes. A continuación explica que la conducta del imputado consistía en
recibir fotografías de mujeres desnuda en situación de insinuación, luego las descargaba en
su computador y posteriormente las eliminaba. La defensa argumenta que el verbo rector del
tipo en cuestión es almacenar, y que la antítesis de ese verbo rector es eliminar. A ese
respecto llama tener en consideración que el perito que perició las imágenes, Franco de la

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Fuente, señaló que las fotografías en que aparecían posibles de menores de edad se
encontraban todas eliminadas.
En este mismo sentido argumenta que el Fiscal ofreció dos set de fotografías uno
193 imágenes y otro de 116 imágenes, no obstante no hay claridad de la fotografías que
fueron exhibidas ni a que set correspondían, puesto que las fotografías exhibidas se
seleccionaron en set especiales y fueron preparadas en photoshop. Concluye que el
Ministerio Publico redujo la exhibición de fotografías sólo a lo que le interesaba mostrar.
Refiere además que no pueden sancionarse estos delitos en ambos eventos –como
almacenamiento y producción-, toda vez que quien produce, necesariamente almacena.
Refiere que en ese delito debe ser absuelto respecto de la producción de material
pornográfico infantil, y también por el almacenamiento, ya que el imputado no almacenaba
porque eliminando siempre aquellas fotos que recibía. Agrega que el imputado siempre
estuvo en el convencimiento de que eliminaba las imágenes definitivamente, y tanto es así
que sólo persona con la experticia de los peritos y con procedimientos técnicos pudieron
recuperar esas imágenes eliminadas. Concluye que por esos argumentos el imputado debe ser
absuelto de los delitos de abuso sexual impropio, producción de material pornográfico
infantil y almacenamiento del mismo.
Refiere que para el evento de que se condene al imputado, por los delitos de
facilitación impropia a la prostitución de menores de edad no debe tomarse en cuenta ni la
reiteración de delitos ni la agravante del artículo 368 del Código Penal. Respecto de la
reiteración por cuanto el artículo 367 ter del Código Penal plantea la existencia de un sujeto
pasivo múltiple al hablar en plural de las víctimas, por lo que no se puede considerarse este
delito como reiterado ya que multiplicidad de víctimas está recogida, precisamente en la
descripción del hecho que da el tipo penal. Por su parte, tampoco resulta aplicable la
circunstancia agravante del artículo 368 del Código Penal de momento que quedó
meridianamente claro en la secuela del juicio que lo que hacía Ricardo Muñoz era,
precisamente, ocultar su situación de sacerdote. En ese contexto, señala, no hubo jamás
aprovechamiento de su calidad de ministro de culto, no hubo aprovechamiento de su calidad
de sacerdote para cometer este delito, tanto es así que los imputados inventaron la existencia
de un tal Albert –supuesto hermano gemelo del acusado- para que éste pudiera tener su
doble vida.
Invoca, por último y para el caso de ser condenado por los delitos reseñados en el
párrafo anterior, la atenuante de responsabilidad penal contemplada en el artículo 11 n°1 con
relación al artículo 10 n°1 del Código Penal: eximente incompleta por imputabilidad

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

disminuida configurada por situación mental de su cliente, dado el carácter de hipertimico


que padece.
En la réplica, el Defensor sostiene que el imputado desconocía la edad de la
mujeres a la época en que ocurrieron los hechos, y que debe tenerse en consideración que
muchas de las mujeres con que el imputado tuvo encuentros sexuales ya eran mayores de 18
años a la época en que estos ocurrieron. Señala que ha planteado la absolución del imputado
fundándola en un error de tipo, puesto que los casos que se ventilaron de mujeres que
todavía eran menores de edad, son de personas que tienen una constitución morfológica de
mujeres mayores. Por ello insiste en que para evento de que sea condenado sólo hay dos
casos de menores de edad a la fecha de ocurrencia de los hechos.
Respecto de abuso sexual, sostiene que el abogado del Sename lleva al extremo el
informe pericial de la víctima, puesto que la niña vivía en casa de Pamela Ampuero, y en esa
circunstancias vio cosas que no correspondían a su edad, además la menor le demostró a
Rose Marie Fuenzalida amor y respeto por su padre, manifestándole que nunca la hecho
nada malo, y la prueba rendida ha desvirtuado las conclusiones arribadas por las peritos del
Servicio Médico Legal.
Agrega por último que la imputabilidad disminuida invocada debe ser analizada por
el tribunal al tenor de las probanzas rendidas, y que el imputado, en el evento de ser
condenado, sólo puede serlo por dos casos del delito contemplado en el artículo 367 ter del
Código Penal.
UNDECIMO: Hechos acreditados y decisión de condena: En relación a los delitos configurados
por los hechos signados con los números 1, 2, 4, 6 y 8 (sólo en cuanto se refiere al almacenamiento de material
pornográfico infantil) de la acusación, e imputados a Ricardo Muñoz Quinteros.
Que en la oportunidad establecida en el artículo 339 del Código Procesal Penal, el
Tribunal decidió condenar al acusado Ricardo Muñoz Quinteros como autor de cuatro
delitos de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, en grados de
consumados, delitos que se encuentran previstos en el artículo 367 ter del Código Penal,
perpetrados durante el año 2008 y 2009; durante el mes de agosto del año 2008; desde de
julio del año 2005, y entre el mes de agosto al mes de noviembre de 2008; en perjuicio de
Linda S. B. D., de Jennifer G.V; de Lorenza V.M, y de Jessica G.C, respectivamente , y un
delito de almacenamiento de material pornográfico infantil delito previsto en artículo 374 bis
inciso segundo del Código Penal.
En efecto, mediante la prueba de cargo rendida ha podido acreditarse, más allá de
toda duda razonable, todos y cada uno de los elementos del tipo penal previsto en el artículo
367 ter y 374 bis inciso segundo del Código Penal. En los mismos términos, resultó
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

corroborada la participación culpable que en calidad de autor le fue atribuido al acusado, en


los términos descritos en el artículo 15 Nº 1 del Código Penal.
DUODECIMO: Acreditación del Hecho 1 de la acusación: Que estos hechos fueron
debidamente acreditados con la declaración de la víctima Linda S.B.D quien refiere, en
síntesis, que ella vendió su cuerpo por dinero. Dice que un día x iba a ir a los juegos, y una
amiga le dijo que pasaran a buscar a la hija de Pamela Ampuero, fueron con ella a los
juegos. Al día siguiente su amiga le dijo de nuevo que pasaran a buscar a la hija de Pamela.
Señala que en la casa de esa niña se encontraron con Pamela Ampuero, quien estaba
haciendo aseo, y que ella le dijo que su pareja tenía un hermano gemelo, que él le regalaba
cosas como chocolates y perfumes a una amiga, y le dijo que se arreglara, que se pudiera
bonita, y que lo fuera a conocer.
Llegó esa noche a la casa de Pamela Ampuero, y ahí conoció al cura, al que describe
como una persona canosa. Salió un par de veces con él, y no tuvieron relaciones sexuales, a
lo que Pamela Ampuero le dijo que era una fome, y que tenía que acostarse con él, o si no,
él se iba a aburrir y no le iba a dar más plata. Después de eso mantuvo relaciones sexuales
con el cura. Fue la única actuación de Pamela para que se acostara con el cura.
Confrontada con versión aportada en fiscalía en la cual señala: “me junte varias veces
con él, por tres semanas o un mes. La Pamela me dejaba en el enlace y de ahí la pasaba a
buscar él, la llevó a un motel a Casablanca, no recuerda el nombre, era bonito”. Explica que
la Pamela la llevó varias veces al enlace y ahí la pasaba a buscar el cura para llevarla al motel
de Casablanca.
Señala que el cura le pagaba $30.000 pesos por cada encuentro que tenían; a veces
variaba el monto entre 20, 25 o 30 mil pesos, sólo le daba dinero. No recuerda cuantas veces
se juntó con él, más de 10 veces en todo caso. Cuando empezó a hacer esto tenía 16 años y
meses, esto ocurrió el año 2007, y duró hasta antes de que cumpliera 18 años.
También se tomó fotografías, y que lo hizo por plata, eran fotografías en que salía
desnuda, el cura le pagaba $10.000 pesos por tres o cuatro fotos, era menor de edad cuando
se tomaba esas fotos, esto ocurrió en el año 2008 o 2009, desde que tuvo el celular que le
compró el cura. Señala tener ella un lunar en su pierna izquierda.
Se incorpora mediante su exhibición a la declarante del set de 193 fotografías
señalado en el auto de apertura la fotografías signadas con los número 4, 19 y 20 mediante la
exhibición a la testigo, quien refiere ella aparece en esas imágenes (se reconoce por el lunar
y por el calzón); dice que en esas fotos tenía 17 años. En ambas imágenes puede apreciarse el
cuerpo de una mujer semidesnuda, sin verse su rostro, vestida sólo con calzón.
El sacerdote sabía de su edad, porque Pamela Ampuero se lo había dicho.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Pamela era bien gorda y el cura era flaco y canoso, reconoce a ambos acusados en la
sala de audiencia por su vestimenta y ubicación.
No sabe si otras personas le mandaban fotografías de ellas, desnudas, al sacerdote.
Trabajó un mes en la casa de Pamela Ampuero. Cuidaba a Katy –su hija mayor- que
estaba enferma. Pamela tiene otros dos hijos más, un niño y una niña, y que su papá es el
cura; no sabe quién es el papá de la niña mayor; y sabe que el cura es el papá de los niños
chicos porque son iguales a él y porque Pamela Ampuero se lo dijo.
Agrega que el defensor del cura fue a su casa a molestar, diciendo que quería echarle
la culpa de todo a Pamela, esto se lo dijo a su mamá y ella escuchó porque estaba haciendo
aseo, su mamá lo echó de la casa. No se asustó, y que le dieron ganas de salir a tirarle agua,
porque esas preguntas debían hacerse en el juicio y no en la calle.
El cura sabía su edad, y que cuando cumplió 18 él mismo le dijo que “ya no le iban a
decir que se metía con menores”.
En la casa de Pamela la vida era bien loca, que pasaban todo el día acostados; Pamela
no se levantaba de la cama y había que prenderle hasta los cigarros; que a la hija mayor le
daba la locura, y le decía a Pamela que la iba a “sapear”, tiraba las cosas.
Una vez acompañó a Pamela al baño y Katty se quedó sola con el cura y ésta le dijo
que fuera a ver porque el cura se podía estar violando a Katty.
Sabe de otra menor de iníciales J del C.G. se metió con el cura.
El motel al que la llevó el cura queda en Casablanca y el otro motel en Santiago, por
Américo Vespucio.
Cuando conoció al cura llegó a la casa y el cura estaba en la cocina, le llegaba poca
luz estaba entre un mueble y un refrigerador, alcanzó a ver que era canoso y que estaba
vestido. La casa era en la que vivía Pamela.
Contra examinada por el defensor del acusado, señala que cumplió 18 años el 25 de
octubre de 2009; que mantuvo relaciones sexuales con el cura en los años 2008 y 2009, y que
lo conoció el año 2007, casi al final de ese año; tuvo relaciones sexuales a los dos meses de
conocerlo.
Confrontada con la versión aportada por la testigo en la fiscalía la que señala: “En el
año 2008 conoció a la hija de Pamela a través de una amiga llamada D.B se la presentó en los
juegos”. Explica que no se acuerda bien de fechas, pero dice recordar que en esa época
estaba cursando segundo medio, por segunda vez.
El cura sabía que era menor de edad porque sabe que Pamela le mando una foto de
su cara al cura y éste le preguntó si era menor de edad y Pamela le dijo que sí.
La última vez que vio al cura fue poco antes de cayera detenido.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Le empezó a mandar fotos como a los cuatro meses de conocerlo, cuando él le regaló
un celular.
Después de que cumplió los 18 años se juntó una vez más con el cura.
Las fotografías que le fueron exhibidas se las tomó el cura directamente.
Dice que no fue amenazada por los abogados del cura, ni ella ni su familia, sólo
estaban indagando y querían que hablara a favor del cura.
Agrega que Pamela hacía esto para que no la dejara el cura, ya que estaba gorda y él
no la pescaba, entonces ella le buscaba niñas para que no la dejara, ya que no podía
mantenerse.
No recuerda la fecha de la primera vez que le ofrecieron acostarse con el cura, dice
que esa vez respondió que iba a pensarlo.
Confrontado con la versión aportada por testigo en fiscalía en la que indica: “Yo le
dije que me había acostado con dos pololos no más y que no le iba dar la pasada a cualquier
culiado (sic)”. La testigo explica que antes sólo se había acostado con un pololo, que no
mintió en la fiscalía, porque cuando se empezó a juntar con este señor terminó con su
pololo, y después de estar con el cura comenzó a pololear con otra persona a quien le contó
lo que pasaba, él incluso hizo averiguaciones del cura y supo que el vehículo era del
arzobispado de Melipilla. Agrega que entre el primer pololo y el segundo pololo paso un año
y dos meses.
Señala que no se acuerda de los años que tenía cuando empezó a pololear con su
primer pololo o cuando se metió con el cura.
Cuando “estuvo” con su pololo era menor de edad, estaba en primero medio y que
cuando “estuvo” con su segundo pololo también era menor de edad.
Las cuatro últimas veces que se juntó con el cura, se comunicó directamente con él;
que esas veces se junto con él en Santiago, en Américo Vespucio; y que ella vivía en Curacaví
y viajaba a Santiago.
El aserto es refrendado por la declaración de Karina Fabiola Barrera Díaz, quien
señala que se presenta a declarar por los delitos que están acusando. Sabe de estos por la
señorita Charlotte la que le contó a que se dedicaban los acusados, que se dedicaban a llamar
a menores de edad para que tuvieran relaciones con el caballero. Conoció a la señorita
Charlotte quien era pareja de otra niña de nombre Francisca, y que la conoció en la casa de la
señora Pamela. Empezó a ir a la casa de la señora Pamela para buscar a su hermana Linda, y
ahí ella le pidió que le ordenara una ropa y después le pidió que fuera a lavar ropa. Había
muchas menores de edad en la casa, al principio no le llamó la atención porque

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

supuestamente eran amigas de sus hijas pero, después con más antecedentes le llamó la
atención que esas niñas se encerraban con Pamela en la pieza.
Una vez se quedó en la casa para cuidar a la hija mayor, porque no dormía ya que
tenía una depresión; la señora Pamela tiene tres hijos, el padre de los dos menores era el
señor presente, y le decían el tío Albert. Cuando lo conoció él estaba fumando un cigarro y
tomando un trago, estaba retando a los niños chicos y la señora Pamela le pidió que los
subiera al segundo piso.
El único día en que se quedó en la casa de Pamela, Albert entró a la pieza de Katty
como a las tres de la mañana. Katty se dormía con la tele prendida ella pudo ver el rostro de
Albert, y que Katty le decía “sale, sale,” ella se temió lo peor por los antecedentes que tenía.
En esos momentos despertó por que le tiraron un biblia en la cabeza y le dolió. Temió lo
peor, porque Katty había sido abusado cuando niña, eso se lo dijo Pamela, y la persona que
la abusó fue un hermano chico de Pamela. Otra vez Pamela le dijo que no dejara sola a
Katty porque temía que se la podía estar violando el Albert
Respecto de las niñas que tuvieron relaciones sexuales con Albert, estas niñas se
juntaban con él a la salida de Curacaví y las llevaba a un motel de Casablanca. Conoce a
algunas de esas niñas. A J.G, a J, no sabe el apellido, y a L.V; que es su hermana.
Después recibió una amenaza de la señora Pamela, que le dijo que si hablaba le iba a
matar a su hijo recién nacido, esto fue por teléfono y ocurrió alrededor de 6 o 7 veces, la
llamó desde dos números distintos. Textualmente le dijeron “si tu hablai maraca culiada, te
voi a matar a tu hijo y te voi a dejar la cagada”. Dos veces fue una mujer y otra un hombre,
reconoce que la mujer fue Pamela Ampuero por el número de teléfono que corroboró con su
hermana, y porque le reconoció la voz.
Manifiesta que después de esto con los antecedentes que corroboró, los nombres de
las niñas involucradas y de las patentes de los vehículos en que se movilizaban, fue a la
Policía de Investigaciones. Allí se enteró que las patentes de los vehículos correspondían al
arzobispado de Melipilla y se entero que Albert era cura, no abogado como le dijo su
hermana.
Señala que declaró en fiscalía, y que esto generó un gran problema en su familia ya
que esto afectó mucho a sus hermanas.
Cuando Albert entró a la pieza de Katy, ella gritaba: “Pamela, sácalo”. Katy no
estudiaba, estaba todo el día encerrada en su pieza, con las cortinas cerradas, fumando. Su
hermana le contó que Katy veía cosas, que gritaba y que no podía ver al cura.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que el cura iba algunos días a la casa. Que la niña mayor manejaba mucho
dinero, tenia celular y navegaba todo el día en internet, la única persona con ella que
conversaba era con su hermana.
En octubre de 2008, cuando nació su hijo, recibió un llamado de su mamá
preguntándole si era verdad lo que había contado anteriormente y como se había enterado,
refiere que en esos momentos Pamela Ampuero y su hermana estaban en la casa de su
mamá. Después su mamá fue a enfrentar a Albert; no sabe que pasó porque no estaba allí;
su mamá no le contó mucho; le dijo que él sólo le negó todo; y que su mamá le dijo que iba
a tener que responder ante dios por lo que estaba haciendo.
Señala que Charlotte le dijo que sacara a su hermana de esa casa porque ellos
reclutaban niñas para que se acostaran con el caballero y que Pamela se llevaba como una
comisión. Agrega, que escuchó a Pamela hablar por teléfono con su marido, y que le pidió
que le depositara $200.000 pesos.
A Pamela había que hacerle todo, pasarle hasta los cigarros el teléfono aunque lo
tuviera al lado. Ella tenía buen nivel de vida; manejaba plata o le sacaban plata de una
tarjeta; se iban de shoping; le conoció dos vehículos uno chiquitito verde y uno blanco. El,
chiquitito, blanco y la camioneta, supo después eran los autos del arzobispado.
Reconoce a ambos imputados en la sala por su ubicación y vestimenta.
Sus dos de sus hermanas se metieron con el cura y que una de ellas era menor de
edad cuando se metió con el cura.
Refiere que Charlotte le contó esto ha mediado del año 2008.
Conoció a Pamela Ampuero porque fue compañera de una hermana de ella, esto
desde el año 2002.
Contra examinada dice que en las conversaciones que escuchó, Pamela le pedía plata
al cura y le decía “o si no, tu sabis”, siempre hablan como en clave.
La vez que lo vio él estaba tomando un trago y fumando un cigarro, y la saludo.
En la conversación que escuchó la señora Ampuero le pedía $200.000 pesos y que él
le decía: “de adonde quieres que te saque, me pides plata a cada rato”, eso lo alcanzó a
escuchar por el teléfono.
Además, Linda le contó que tuvo más de una vez relaciones sexuales con el cura.
Su hermana en esa época se veía extraña, tuvo un cambio de actitud muy radical, ya
que pasaba todo el tiempo en la casa de la señora Pamela, cuidando a su hija Katy. Cuando
Pamela llamaba a Linda, ella le decía que su hermana no estaba pero ella insistía tanto que se
la terminaba pasando, agrega que entonces Pamela lograba convencer a su hermana para que
fuera a la casa.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Se apoya el aserto en el relato de la testigo María José Barrera Díaz, quien


también es su hermana, quien refiere que ella se acostaba con el caballero, con Ricardo, lo
hacía por plata y, que lo conoció por su hermana, que iba a la casa de Pamela, la señora de él.
Pamela la ayudó a juntarse con él, Pamela la llamó cuando estaba en su casa, y el cura la pasó
a buscar. Indica, a continuación, que primero intentó juntarse con él pero no pudo, después
un sábado en la mañana él la pasó a buscar a la esquina del pasaje en que vivía.
Pamela hablaba con ella, con sus hermanas, y las niñas que se juntaban con él, y
luego las contactaba con él. El cura la pasó a buscar en una camioneta, la llevó a un motel en
Casablanca, y tuvo relaciones sexuales con él, por eso le pagó $25.000 pesos, se repitió
como cuatro veces. No sabe si Pamela recibía dinero por esto.
Sabe que otras niñas que se acostaban con el cura L, M, J., y dice saber de tres niñas
menores de 18 años que se acostaban con el cura.
Pamela la llamaba a su celular, ella también pasaba en su casa porque trabaja
haciéndole aseo.
Reconoce a ambos imputado en la sala de audiencia por su vestimenta y ubicación.
Sabe que había tres menores que se acostaban con el cura, porque siempre se juntaba
con ellas y hablaban de eso.
Contra examinada dice tener 26 años actualmente, y que conoció al cura cuando tenía
22 o 23 años. Tuvo dos parejas sexuales más antes del cura y que no tiene sexo por dinero
con otras personas.
El aserto también encuentra apoyo en el testimonio de Marjorie Lizzie Acevedo
Aguilar, quien señala que el año 2009 una amiga le dijo que tenía un contacto. Explica que
primero pensaba en hacerlo, pero después se arrepentía, como tenía necesidades
económicas se decidió a ir a juntarse con él, con el señor éste. Fue Pamela quien las llevó
hasta la salida de Curacaví, y allí estaba el caballero, en una camioneta roja, esperando, y él
las llevó a un motel de Casablanca. Luego que tuvo relaciones sexuales con él le pagaron
18.000 pesos por eso y a su amiga le pagaron 25.000 pesos. Su amiga se llama Linda. Esto
fue solo una vez y no lo volvería a hacer nunca más.
Manifiesta que se contactó con Pamela, que ella le dijo que la esperaba a la salida del
pasaje en que vivía en ese momento y que mientras la llevaba a la salida de Curacaví, ella le
explicó de qué se trataba todo esto, que era por dinero, Pamela le dijo que también recibía
algo a cambio por todo esto.
Contra examinada refiere que cuando se juntó con este señor no sabía que se trataba
de un sacerdote; cuando se juntó con el cura tenía como 29 años y que fue Linda quien le
dijo que tenía ese contacto.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

El aserto indicado también se sustenta en el testimonio de Valeskca N.C.G, en el


cual, previamente juramentada, señala que vio dos veces al sacerdote en la casa de la Pamela,
agregando que ella fue a la casa de la Pamela a cuidar a sus hijos, y que Pamela le pagó
$10.000 pesos por eso. En la noche vio que llegó el cura. Agrega que trabajó dos días en casa
de Pamela, el segundo día, además, fue quedarse con la Katy, ahí se quedó en la casa y
Pamela le pagó $ 10.000 pesos también. Estuvo con la Katy hasta como las 5 de la mañana
en el computador, y al día siguiente fueron a Santiago a comprar ropa con la Katy, ya que la
Pamela le pasó plata, $ 200.000 pesos en total.
Pamela no trabajaba pasaba todo el día acostada, y por lo mismo no sabe de dónde
sacaba la plata. Pamela con sus hijos era mala. Con la Katy era muy mala reseñando que
cuando le pidió plata ese día le dijo a su madre: “oye, dame plata guatona culiada, o te voy a
sapear” (sic).
Pamela le contó que estaba con un sacerdote que se llamaba Albert, y que él iba a
quedarse en las noches. N o sabe quién es el padre de los hijos de Pamela, no sospecha quien
es.
Señala que donde escuchaba hablar a las chiquillas del Albert, ella le preguntó a
Pamela quién era, y ella le contestó que era un sacerdote. Vio menores llegar a esa casa, vio
llegar a la Linda, sólo a ella.
Confrontada con la versión aportada en fiscalía para superar una contradicción en la
cual señala que “las otras niñas que vio a llegar fue la Linda, la María José y la Paula”, explica
que esas niñas se iban a quedar a la casa de Pamela, que la Paula era amiga de la Katy, y que
tenía 16 años, la Linda no sabe qué edad tenía, dice que la vio en esa casa el año 2007.
Cuando se quedó con la Katy fue como el año 2007 o 2008. Exhibida su declaración
prestada en fiscalía como ayuda memoria, en la cual señala: “la única vez que me quede en
esa casa fue el 2007”, la testigo señala que ese fue el año en que se quedó. Por esa fecha fue
cuando vio a estas niñas quedarse.
La relación de Pamela con Albert era buena, nunca los vio discutir por nada, nunca
los escuchó hablar, porque Pamela se iba a hablar por teléfono a su pieza. Exhibida su
declaración prestada en fiscalía para superar contradicción en el cual se consigna: “Siempre
escuchaba que ella conversaba con el cura”. Explica que cuando Pamela conversaba con el
cura, subía a su pieza para hablar con él, agrega que ella veía el teléfono y decía Albert y se lo
pasaba a Pamela.
Dejó de ir a esa casa, porque su hermana le dijo que no tenía confianza en el cura,
que no era tan santito como se veía.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Pamela era gordita, de pelo no tan largo, de ojos achinados; que Albert era canoso, de
tez blanca, alto y flaco. La testigo reconoce a los acusados en la sala refiriendo su vestimenta,
características y ubicación.
Se afirma el aserto, a su vez, en el testimonio de Verónica Victoria Díaz Alarcón,
quien juramentada legalmente expuso que tiene hijas que conocieron a la señora Pamela y a
su hija, entablaron una amistad, como no tiene internet en su casa supuestamente la niña iba
a meterse a internet a casa de Pamela; como la hija de Pamela, Katy, tenía depresión pasaba
todo el día en cama, supuestamente habló con las niñas que les pagaba algo para que se
quedaran cuidándola de noche o de día, dejó a la niña que fuera, no desconfiaba, no le
gustaba mucho que fueran porque se desaparecían mucho tiempo de la casa, después a otra
de sus hijas ella le pagaba para que le hiciera aseo en la casa, la economía en su casa no era
muy buena y su hija M.J.B.D. ya tiene dos niños y además presenta un cáncer terminal, otra
hija que iba para allá es L.S.B.D.
Cuenta que sus hijas siempre pasaban allá, le iban a ayudar, la señora Pamela muchas
veces fue a su casa a pedir permiso a Linda y a María José para que fuera hacer las cosas, o a
alguna de sus hijas que fuera a quedarse con Katy porque no podía dormir, ella hacía uso de
eso. Después pasó que su hija se agravó y cayó al hospital. Recuerda que hubo un
cumpleaños en casa de Pamela, ésta fue hablar con ella porque supuestamente se le había
perdido la tarjeta y su hijo habría sacado un dinero del cajero, no lo podía creer y a fin de no
tener problemas con la señora le pidió a unos hijos que le giraran el dinero, estando María
José hospitalizada le fue a preguntar qué estaba pasando ya que Karina le dijo que “las niñas se
estaban prostituyendo en la casa de ella con el esposo”, pero su hija no le quiso decir nada, para una
madre es difícil creer lo que estaba pasando, cuando María José se enteró que ella la estaba
amenazando por el dinero que supuestamente su hijo habría sacado, ella habló, ante ello le
dijo a su hija Verónica que la acompañara a casa de ella donde lo encaró. Esto le ha causado
mucho daño como mamá y en su familia. Aclara que a Pamela Ampuero se le perdió una
tarjeta y los supuestos responsables era una de sus hijas y su hijo, Pamela la fue a amenazar a
la casa, que quería el dinero, hubo una amenaza que su hijo se iba a ir preso si ella hacía o
decía algo en contra de ella, porque ya había ido a su casa a confrontar a Pamela y a su
marido, los fue a confrontar por lo que había sabido respecto a sus hijas, ellos callaron,
Pamela se puso a llorar, el marido o conviviente de Pamela era sacerdote. Sus hijas se
prostituían, hay detalles que no sabe, ni los quiere escuchar, sabe lo básico pero sin detalles,
L.S.B.D. era menor de edad, debe haber tenido unos 16, 17 años. Cuando los confrontó, los dos
callaron, asumió que esto era cierto. La amenazaron en dos oportunidades, la segunda vez
fue porque supuestamente Pamela Ampuero se había enterado que había ido a fiscalía a
38
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

hacer el denuncio, pero eso lo hizo su hija Karina. Cuando se enteró de lo sucedido no quería
que sus hijas se acercaran a Pamela ni que salieran de la casa.
Cuenta que sabe que Pamela se mantenía del marido, que ella para todo pagaba,
siempre tenía diferentes vehículos, por las patentes se averiguó que los vehículos eran del
Arzobispado. No supo de otras menores que concurrían al lugar.
Describe que Pamela no era de mucha edad, bien gordita, pelo claro, tez blanca, y a él
lo vio el día que lo fue a confrontar, era delgado, mayor, canoso, reconociendo en la sala de
audiencia por su vestimenta y ubicación a Pamela Ampuero Escobar y Ricardo Muñoz
Quinteros.
Sus hijas se prostituían en casa de Pamela, que esto pasó como dos o tres años atrás,
no sabe el lapso de tiempo que fue todo eso, indica que encaró a Pamela porque ella sabía, su
hija le contó todo como era, que ella le llevaba las niñas, que ella las llevaba en el auto, y
también había otra cosa que era que él supuestamente tenía un hermano gemelo decían las
niñas pero al final era el mismo. Indica que asimismo supo que hacían páginas de Internet y
que sacan fotos, relatando que un día fue a casa de la señora Pamela a limpiar el patio y lavar
ropa, doblar ropa y a meterla en caja ahí había unas fotos y el niñito le tomó el celular y le
dijo “tía mire mi mamá tiene puras fotos de mujeres sin ropa”, vio que eran mujeres
desnudas, pero no vio de quien se trataba.
Interrogada por el querellante señala que María José le contó que ellas le prestaban
servicios a ese caballero y les pagaban, al marido de la Pamela, que Pamela las llevaba a
moteles, su hija le dijo que la perdonara, que lo había hecho porque la situación no era buena,
sólo le alcanzaba para lo básico de un hogar. Después que se supo la verdad aún están mal
todas.
Contra interrogada por el defensor Reyes indica que en cuanto al comportamiento de
sus hijas, María José siempre ha sido retraída, en general sus hijas no conversaban mucho con
ella, además que por su parte no estaba en la casa porque salía a trabajar. Se ha enterado de
cosas por su hija mayor, a sus hijas le ha preguntado algunas cosas, sabía que se juntaban en
motel porque se lo preguntó y ellas se lo confirmaron, donde mantenían relaciones sexuales
eso lo supo de boca de sus hijas, por eso fue a encarar a Pamela y a su marido. Señala que su
hija enferma trabaja en una fábrica de dulces, y su otra hija está en la casa cuidando a su papá.
Así mismo, se apoyó este aserto en el testimonio de Charlotte Andrea Corrotea
Montecinos, en el cual refiere, previamente juramentada, que trabajaba en la casa de Pamela
haciendo el aseo y cuidando a sus niños, esto en el año 2008. Indica que Pamela siempre
estaba en la casa, a veces salía con su hija, pero el mayor parte del tiempo estaba en la casa.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que trabajó como un año en esa casa. Precisa que no era invierno cuando empezó a
trabajar, que era verano porque hacía calor.
Mientras trabajó, se hacía cargo de los hijos chicos de Pamela, que con la Katy –la
hija mayor de Pamela- no tenía una buena relación porque pasaba metida en su pieza. Entre
sus labores ella bañaba al Luciano –hijo menor de Pamela-, que la Marita –la hija menor- no
se dejaba bañar, ella le llevaba el almuerzo a la Katy y a Pamela. Los niños menores eran
hijos del Albert, que esto lo sabe porque los niños le decían papá. Sabía que Albert era cura,
y que esto no lo supo desde el principio porque él le dijo que trabajaba en los pollos King,
pero, Pamela le contó finalmente que el Albert era cura. En todo caso en el pueblo había
rumores de que él era cura. Pamela le contó como lo conoció, que fue a través de su
hermano que era acolitó y como ella tenía a la Katy chica, Albert le mandaba a decir con su
hermano que bautizara a la niña y que fuera a hablar con él, y así una vez, en la oficina del
cura, se metió con él.
La casa la mantenía Albert, que traía caja de mercaderías que venían marcadas con
nombres de cursos de colegio, refiere que también veía bolsas, todo marcado como dirigido a
un curso. No sabía de dónde las sacaba, pero suponía que las sacaba del lugar en que
trabajaba.
Cuando trabajaba en esa casa las dos personas que más la frecuentaban eran la Linda
y la Jenny, y la hermana de la Jenny. Ellas siempre se estaban secreteando con la Pamela, y
salían con ella en auto y volvía sólo la Pamela. Una vez vio una foto de la Linda Mostrando
sus pechugas, esto como cuatro meses después de haber entrado a trabajar.
Sospechaba de donde provenían esas fotos y porque las tomaba, esto por llamados
que le hacía la Pamela a Albert en que le decía que “fuera a la casa que le convenía”, por esos
sospechaba que Albert pagaba por esas fotos.
Katy tenía mala relación con Albert, se encerraba en su pieza cuando él llegaba. Él le
traía cigarros pero ella se lo recibía y no lo pescaba. A Pamela le daba miedo que los dejaran
solos. Respecto de la relación de Albert con Marita, ésta le decía papá y dormía con Albert,
cuando él se quedaba a dormir se acostaba con la niña.
El nivel de vida que vio en esa casa era bueno, siempre tenía plata, Katy tenía todo
lo que quería, teléfono celular, siempre andaba con plata. Pamela, además, manejaba tarjetas
de banco. Cuando tenía más confianza con Pamela, ésta le ofreció si quería sacarse fotos
para mandárselas al Albert y que después arreglaban. Ella le dijo que no, porque tenía una
relación sentimental con Francesca.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Notaba que todas las niñas que iban para allá iban por algo, Pamela salía con las
niñas en el auto, con la Linda o la Cote y volvía sin las niñas. Ella le decía que las iba a dejar
y que se juntaban con el Albert.
No sabe si Francesca se sacó fotos, o si le hicieron algún ofrecimiento.
Cuando trabajaba en esa casa le pagaban Albert, que éste le pagaba $30.000 pesos
semanales. Esto al final de la semana y que tenía 18 años cuando comenzó a trabajar con ella.
En esa época Pamela era más gorda que ahora, que estaba todo el tiempo acostada o
en el sillón, y que en ese tiempo Pamela tenía el pelo rubio. Albert era de contextura normal
y que tenía el pelo cano. La testigo señalando su ubicación, vestimenta y características
reconoce a los acusados en la sala de audiencia.
Pamela siempre la trató bien, y de Albert no tiene nada que decir.
Pamela sacaba a Linda y Jenny en un auto chico. Una vez limpiando el auto encontró
unos papeles y vio que el auto estaba a nombre del arzobispado.
A las niñas que vio eran de situación económica normal, siempre andaban con plata
porque frecuentaban la casa de Pamela.
Respecto de las fotos en el celular, o las cosas raras que veía en la casa, nunca se las
comentó a nadie, sólo a Francesca con quien vivía. Desde que vio las fotos en el celular de
Pamela y hasta que dejó de trabajar debió haber pasado más de un año, y que esto sólo se lo
contó a Francesca. Lo que le llamó la atención de la foto fue Linda que estaba sin polera y
sin su parte de arriba.
Encuentra este aserto, otro sustento, en la declaración de Jennifer E. del C.G.V,
quien señala que va a prestar declaración porque fue víctima de un delito sexual. Señala que a
los 16 años tuvo relaciones sexuales con un hombre mayor al que llamaba el cura. Lo
conoció porque una amiga trabaja con Pamela en su casa, cuidando a su hija menor. Linda le
comentó que se metía con él y que le pagaban y que Pamela mandó a preguntar si ella
también se quería acostar con él y que le pagarían por eso. Cuando accedió a la petición fue a
la casa de Pamela. Pamela la llevó a la población les compró una botella de pisco y les dijo
que se lo tomaran. Después las llevó a una rotonda que queda afuera de Curacaví, que queda
en el aeródromo, y entonces llegó el cura en su camioneta doble cabina de color oscuro. Se
subieron a la camioneta, y él las llevo hasta un motel en Casablanca. Luego les dijo que se
quitaran la ropa, que ellas obedecieron y quedaron en calzón y polera con su amiga. Su amiga
le pidió que se fuera al baño ya que ella iba a ser la primera en tener relaciones sexuales y ella
debía esperar su turno, pasaron como 5 minutos, y entró su amiga y le dijo fuera ella.
Linda se quedaba allá (la casa de Pamela Ampuero) porque tenía que cuidar a la hija
mayor en la noche.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Su amiga (Linda) le dijo que el cura pagaba $20.000 pesos por tener relaciones
sexuales, cuando el cura las fue a dejar le pasó el dinero a Linda, y sólo les dijo “mucho
gusto”.
Se apoyó el aserto, por otra parte, en el testimonio de Francesca del Carmen
Chaban Godoy, en el cual señaló conocer a Pamela, precisando que la conoce porqué en
Curacaví conocía a la hermana de ella, del liceo ya que eran compañeras. En ese contexto
conoció a Pamela, y ella le ofreció que trabajara en su casa, ahí conoció a Pamela y sus tres
hijos, sabía quién era el padre de los hijos menores de Pamela, el Albert.
Iba todos los días a la casa de Pamela y cuidaba a los niños menores, estaban mal
cuidados, mal vestidos, iban de casa en casa, y que a veces no almorzaban.
Pamela tenía una hija mayor que no era hija de Albert y la relación de esa niña con
Albert era muy mala, no sabe porqué circunstancia. Agrega que cada vez que Albert iba a la
casa Katty –la hija mayor de Pamela- se ponía muy distante, no quería que él tocara las
puertas o que subiera al segundo piso. Albert frecuentaba la casa de Pamela y se quedaba en
las noches.
Pamela no trabajaba, y que se mantenía de lo que Albert traía. Con eso costeaba
cursos que trataba de hacer.
Vio menores de edad ingresar a esa casa de Pamela, a Linda, a Jenny, a Daniela, y
éstas iban a juntarse con Katty en las noches, de la Linda vio algo extrañó, que cuando fue a
hacer aseo a la pieza de Pamela vio el celular de ésta con fotos de Linda desnuda. Le llamó
mucho la atención, en el teléfono aparecían las fotos mandadas como mensaje al Albert.
También que escuchó una conversación entre Pamela y Albert, en la que Pamela le
decía que “tenía una niña de 15 años, virgen, nuevecita”, y que Albert le respondió “que
rico”. Agrega que esto lo escuchó pese a estar en otra pieza porque Pamela estaba hablando
con altavoz.
Albert le dijo que era dueño de los pollos Ariztía, y que nunca supo a ciencia cierta a
que se dedicaba, ella encontró una foto con Charlotte en que Albert salía vestido de cura,
bautizando, y que Pamela le dijo que ese era un hermano gemelo de Albert, después se dio
cuenta que eso era mentira y que eran la misma persona.
Una vez salió con Pamela y Linda, en un chevrolet corsa, Pamela las llevó a la
carreta, y ahí estaba Albert esperándola en una camioneta, agrega se bajó Linda y ella se
devolvió con Pamela.
Pamela le dijo si necesitaba plata, ella le contestó que sí, entonces la contacto con
Albert quien la llevó a un motel en Casablanca donde tuvieron relaciones sexuales y le sacó

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

fotos, ocurrió el año 2009 y que ella tenía 19 años. Dice que lo hizo por necesidad, porque
necesitaba la plata ya que estaba muy mal económicamente.
Pamela nunca le ofreció nada extraño, sólo dos veces le ofreció que se acostara con
Albert a cambio de plata. Albert le sacó varias fotos a cambió de dinero. Pamela nunca le
ofreció sacarse fotos a cambio de dinero, confrontada con la versión aportada ante la policía
por delegación del fiscal en la que se consigna “Pamela me ofreció sacarme fotos desnuda,
yo tenía como 16 o 17 años”. Explica que lo olvidó pero que esto si aconteció, y que ella
tenía como 16 o 17 años cuando se lo ofreció.
Sentía cariño por Pamela ya que nunca fue mala con ella, cuando necesitaba trabajar y
hacerle aseo nunca le dijo que no.
Refiere que tiene una pareja, ella se llama Charlotte.
En la fotografía que encontró en el celular de Pamela salía Linda y Pamela, en ella
salían linda mostrando los pechos y de cuerpo entero. No sabe la edad de Linda en esas
fotografías.
La testigo reconoce a los acusados en esta sala por las señas que da de sus
vestimentas y ubicación.
Antes le ofrecieron algo por no venir a declara en este juicio. Cuando dejó de trabajar
con Pamela, y en circunstancia de que no les habían pagado, se trajo un teléfono celular de
Katy. Pamela fue a su casa a buscar el teléfono, le pidió que hablaran, ahí le dijo que no
hablaran todo lo que sabían y que Albert les iba a depositar. Esto se le pidió Pamela.
Elena tuvo una relación con Albert, que esto lo supone porque siempre iba a casa de
Pamela, y siempre andaba con plata, y siempre tenía que ir a ver la cuenta porque le iban a
depositar. Elena tenía como 17 o 16 años en esa época.
Karin es hermana de la Pamela, y tuvo “algo con ella” hace tiempo, precisa iba a su
casa y estudiaban juntas, también que almorzaba en su casa.
Agrega que nació el 11 de enero de 1987.
No recuerda bien el año en que trabajó en casa de Pamela. Preciando que cuando
estaba en liceo conoció a Pamela.
Mantiene una relación sentimental con Charlotte, y que con Karin fue una relación
más de amistad.
Mantuvo relaciones sexuales con el acusado. Confrontada con la versión aportada en
fiscalía, para superar una contradicción, y en la que se consigna “es importante señalar que
el cura nunca se me insinuó, una vez comentó que era el dueño de los pollos Ariztía, que era
el jefe, y que tenía mucha plata”, explica que cuando dijo eso estaba nerviosa.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Confrontada con la versión aportada en fiscalía, en fecha diversa a la anterior, para


superar una contradicción, y en la cual se consigna “yo nunca me junté con el cura yo sólo le
envié fotos a cambio de dinero porque necesitaba la plata”. Dice que si se acostó con el cura,
y que no lo declaró en su oportunidad porque estaba nerviosa.
Después de que se acostó con el cura siguió trabajando con Pamela como 4 o 5
meses más, en ese periodo no se acostó con el cura ni le envió fotos.
Respecto de las fotografías que le tomaron cuando fue acostarse con él cura, fue el
propio cura quien se las sacó, fueron como 3 o 4 y que se las sacaron en la cama.
Señala que Pamela no le sacó fotos, ni tampoco le sacaron fotos en su casa.
No recuerda cuantas veces declaró con anterioridad y que declaró en dos fechas
distintas (el 10 y 26 de enero del año 2010), y precisa que cuando prestó sus declaraciones
estaba nerviosa. El día de hoy también está nerviosa, más nerviosa que en esas
oportunidades.
Pamela no le hizo ofrecimiento para sacarse fotografías. Las fotografías que le
sacaron fue en el motel y se las sacó el acusado.
También afirma el aserto señalado la declaración de funcionaria policial Cheseline
Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar que remitió
la fiscalía local de Curacaví, el El 15 de septiembre de 2009, y que en virtud de la cual
entrevisto a la víctima de nombre de Linda menor de edad, quien nació en el año 1991, la
cual también establecieron que había tenido relaciones con el imputado, ella refiere que a
través de Pamela había tomado contacto con el imputado, que Pamela la había trasladado en
una ocasión junto con Jennifer, para que se juntaran con el imputado y después fueron las
dos juntas al motel, en donde primero estuvo Linda con el imputado mientras Jennifer
esperaba en el baño y después salió Jennifer y Linda se quedó en el baño mientras Jennifer
estaba con el imputado, esta situación es señalada por las dos niñas de la misma manera.
Linda refiere que también le pagaban por estas situaciones y que concurrió en reiteradas
ocasiones a juntarse con el imputado, después cuando hubo cierta confianza él le solicitó
que se sacara fotografías y que ella accedió siempre y cuando no le sacara al rostro, o sea, le
sacaba las fotos del cuello hacia abajo desnuda o semi desnuda.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que curso una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias entrevisto María José, hermana de Linda, una de las afectadas,
quien le confirmó haber tenido relación sexual a cambio de dinero con la pareja de Pamela
Ampuero. Refiere que era menor de edad a esa época, des dijo que conoció a Pamela por
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

una amiga, esta le refirió que su pareja tiene un hermano gemelo y le preguntó si quería salir
con él y que le pidiera lo que quisiera ya que tenía plata. Dijo que empezó salir con él, y que
al principio él le pedía que se sacara la ropa y él le tocaba el cuerpo, le dijo que después de
varias citas Pamela le dijo que si no tenían relaciones sexuales se iban acabar las citas, y no
iba a haber mas dinero. Entonces le señaló que por eso comenzó a tener relaciones sexuales
con él, y le acepta sacarse fotos desnuda todo a cambio de dinero
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Linda, la que al entrevistarla les señaló que trabajo
en casa de Pamela Ampuero cuidando a la hija y haciendo aseo, dice que mantuvo relaciones
sexuales en numerosas oportunidades en moteles de Casablanca y Santiago. Refiere que en
labores de seguimientos del imputado se realizaron con posterioridad pudo verificar como se
trasladaba con Linda e ingresaba a un mote ubicado en la ciudad de Santiago, en todo caso la
muchacha ya era mayor de edad en ese momento.
Así mismo corrobora este aserto la declaración de la perito Verónica Patricia
Romo Fernández, quien refiere, previo juramento de rigor, que la Fiscalía le solicitó al
equipo del CAVAS, una evaluación respecto de Linda para establecer daños asociado al
hecho y un peritaje de credibilidad. Refiere que se le realzó una evaluación de 28 etapas, la
primera es evaluación de los antecedentes; evaluación clínica de la peritada; pruebas
complementarias, test de rochard, y pruebas graficas. Indica que esta se hace con una colega,
que hace control de sesgo, lo que permite visar la entrevista, y evitar que no se deslicen
preguntas sugestivas. Indica por último que todo es revisado por un sicólogo externo para un
nuevo control de sesgo.
Manifiesta que la peritada fue muy colaboradora, ajustándose más con sus emociones,
agrega que al momento de la evaluación presentaba cinco meses de embarazo.
Señala que en términos de resultado hay tres ejes; que se evaluaron sus competencias
testimoniales adecuadas; que ella presentó un funcionamiento psíquico inmaduro para su
edad, un funcionamiento normo ético menor a lo esperado, y muestra que funciona en base a
una lógica de ganancia y perdida.
Refiere que se distancia de la situación para evitar hacerse cargo de la situación, se
disocia de las circunstancias usando de una manera abusiva el humor, incluso fuera de
contexto. Indica que hay mermas en su autoestima, presenta alta demanda de afecto de
mamá, al padre lo aprecia como una figura distante. Revela consumo de alcohol.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que por todo esto ella se vuelca al mundo social nocturno, con muchos
amigos, gozando de estatus en ese ámbito.
Dice que le fue referido por ella que sufrió agresión sexual de parte del marido de una
vecina. Esto le genera daño en desarrollo psicosexual, crea una mirada del género masculino
estereotipado muy centrado en la sexualidad de las mujeres, y una visión de la sexualidad
cosificada. Estas se vuelven variables de vulnerabilidad para el comercio sexual.
Refiere, respecto de los hechos ella entrega, dos periodos, en los años 2008 y 2009,
en que tuvo relaciones sexuales con Ricardo Muñoz, los cuales fueron mediados por Pamela
Ampuero, y que se consumaron en la localidad de Casablanca, en un segundo momento ella
misma gestiona los encuentros con Ricardo Muñoz, y estos se consuman en la ciudad de
Santiago.
Refiere que el relato surge de manera libre y espontanea, presenta estructura lógica, y
se mantiene constante en el proceso, además logra describir estos episodios de manera fluida
entregando detalles que enriquecen lo que está contando, agrega que la peritada sitúa los
hechos en tiempo y espacios.
Refiere que la peritada manifestó que los encuentros sexuales comerciales, en un
primer momento ocurrieron en el primer semestre del año 2008 y hasta octubre de 2008,
para situarlos utiliza como referente su edad, indica que tenía 16 y todavía no cumplía 17
años, le refirió que estableció una relación de amistad con la acusada y trabajó el año 2008 en
su casa, cuidando a hija mayor. Luego le refirió que se produce un quiebre porque la acusada
le endilgó el robo de un teléfono celular, y eso produjo uno quiebre de los encuentres
sexuales con el imputado, los que se reanudan cuando se encuentra con la acusada, quien le
ofrece continuar con esos encuentros. Le señaló que entre octubre 2008 y marzo de 2009 se
reanuda el contacto con el acusado, que vuelve al colegio y se va a vivir con hermana Karina;
que a comienzos del año 2009 se va trabajar con una tía en Santiago, y vive en una bodega.
Le Refirió que partir del año 2009 contacta a imputado independientemente de Pamela
Ampuero, y que el año 2009 le manda tres fotos en que aparece desnudas al imputado por un
mensaje de texto, cesando el año 2009 todo encuentro con el acusado.
Señala que le refirió que los encuentros se gestionaban por la acusada la que
concertaba con el acusado los encuentros sexuales; que se le trasladaba por la acusada hasta
la salida de la ciudad en un rotonda, que Pamela se estacionaba tras al vehículo del acusad, y
ella se bajaba de un auto y se subía al otro trasladándose a moteles de Casablanca y Curacaví;
y que después cuando los encuentros los concertaban con el propio acusado y se trasladaban
a moteles de Santiago.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que la peritada también le señaló que Pamela Ampuero gestionaba los
encuentros y Ricardo Muñoz era el cliente.
Refiere que la peritada le relató cómo conoció a la imputada: fue con amiga a buscar a
hija de la imputada, ésta le abrió la puerta, ella recordaba que le sorprendió como se le
acercó, la aduló por su belleza fisca y usó engaño, por las condiciones de lo que estaba
ofreciendo, así como por la identidad del imputado, tanto de su condición de pareja de
Pamela como de su calidad de sacerdote. Refiere que le indicó que Pamela decía que tenía
“cuenteado” a su cuñado de que le tenía una polola, y le ofreció a ella, si quería, salir con él.
Refiere que la peritada se sorprendió mucho con diferencia etaria con el imputado, las
canas y entradas que ella asocia con su abuelito, y que estos impactos generan que no
concretara acciones de connotación sexual. Por ello imputada desplegó otra estrategia para
que se concretaran los encuentros sexuales, utilizando la promesa de beneficios pecuniarios
para motivarla. Según la peritada Pamela le decía que podía pedirle lo que fuera porque era
soltero, ingeniero y tenía plata, y que esto era tener como un pololo, que si no accedía él se le
iba aburrir. La peritada le refirió que enganchó por el tema de dinero por que podía tener
recursos para validarse en su medio social.
Refiere que la imputada tenía el control de la situación, la trasladaba, llamaba para
saber refiere que la donde estaban y le pedía que después fuera a su casa para que le contara
que había pasado.
Señala que peritada manifiesta que la imputada sabía su edad porque le dijo que tenía
16 años y la imputada le dijo hagamos que tienes 17 años.
Señala que peritada cuenta la estrategia del imputado para concretar el encuentro
sexual primero forma en que se concertaba con la imputada para realizar los encuentros,
imputada realizaba un llamado telefónico al imputado.
Explica que hubo una seducción a través de la entrega de sobre de dinero, de 30 y 35
mil pesos sobres de dinero cortados por la mitad. La peritada le indicó que también
presenció entregas de dinero a la imputada, esto lo presenció una vez que ella le reclamaba
que utilizaba bencina para acercarle las menores. También le refirió que le entregaba
depósitos en el sencillito, y que le regaló un celular y recargas telefónicas. Además da cuenta
de mantención de falseamiento de identidad del imputado, insistiendo que el imputado era
hermano de la pareja Pamela, y que él le pedía reserva para evitar tener malos entendidos.
Señala que la peritada le indicó que el imputado no respondía ningún teléfono que no
conociera y se insistían mucho no contestaba hasta que se le identificaran.
Refiere que peritada le señaló que el imputado estaba al tanto de sus edad ya que en
una primera conversación el dijo “pero es chica, tiene 16 años”; en un encuentro sexual en
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Santiago ella le dijo que tenía 17 años; y cuando cumplió 18 años el imputado el dijo “que
bueno, ya no pueden decir que ando con menores”.
Le dijo que los encuentros sexuales consistieron en tocaciones de sus pechos, besos,
y penetración vaginal, la que asocia a dolor por la escasa lubricación que tenía debido al bajo
deseo. Le Refiere dos encuentros con dos amigas más, pero no juntas si no que en forma
alternada, también el sacarse fotos y remitírselas al imputado.
Le dijo que estos encuentros los realizó por dinero, no por deseo. Le refirió que
cuando asistió con Marjorie, tiró a la chica a los leones primero, dado que pretendía evitar
que el imputado continuara con ella, tiró a la chica para que se cansara y así evitar el
encuentro con ella; le dijo que rechazó solicitudes como de penetración bucal; le dijo que lo
hacía porque estaba “copeteada”, y que en los cinco sentidos no lo hubiera podido hacer. Le
refiere que una vez la imputada le compró una botella de pisco y bebida, y que también lo
hizo con el imputado, y que en lo moteles también consumía alcohol. Le explicó que siempre
tenía relaciones sexuales con el imputado bajo los efectos del alcohol.
La perito explica que toda esta información se la aportó entregando detalles de las
conversaciones de los acusados, presentando estado subjetivos muy vivenciales, a modo
ejemplo recuerda que ella le dijo que cuando imputado estaba teniendo relaciones sexuales
con Marjorie se quedó en el baño tomando y fumando, y que cuando fue con Jennifer entró
al baño de la pieza con su celular con el volumen alto y tiró la cadena para no escucharlos,
indica que le dio más pudor porque era su amiga. Agrega detalles de vestimentas del vestir
que ella portaba para los encuentros.
Respecto de la cadena de develación, señala que da cuenta de un proceso tardío, la
primera develación se produce en octubre del 2008 por conflicto económico del hermano y
hermana, en razón de esto se produce una especie de reunión en su casa en que la
confrontaron y ella negó los hechos. Indica que después de eso Pamela Ampuero amenazó a
su mamá con que iba a denunciar a su hermano y a su hermana Karina, quien denuncia la
persona que denuncia estos hechos en términos formales. Agrega que la segunda develación
se produce en el año 2009, en circunstancia de que pide que le saquen un depósito del
sencillito, y ahí su hermana le cuenta a la madre lo que está sucediendo para que la
confronte. Indica que finalmente la última develación se produce en el año 2010, en
circunstancias que una vecina le cuenta a la madre que este caso salió en televisión. La perito
explica que esto la llevó a negar los hechos en un primer momento por la invasión a su
privacidad que se estaba produciendo dada la connotación pública de estos hechos.
Refiere que en términos de daño hay un quiebre en su vida, ella le dijo que si no
hubiera pasado esto sería niña normal. Le da cuenta de afectación emocional asociada al
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

rechazo materno. Refiere que realiza conductas de riesgo, y manifiesta que se sentía sucia y
que piensa que esto no iba a parar nunca
Refiere como sintomatología trastorno del sueño, pesadillas, pensamiento rumiante
persistente y muy agudo, intenso sentimiento de vergüenza, culpa por que estos hechos
fueran conocidos por su pareja, mucho sentimiento de abandono.
Explica que estos signos se asocian a los hechos porque están vinculados a los
imputados, al proceso de develación y son consistentes a la experiencia que ella denuncia.
Señala que el testimonio aportado consta con diversos criterios de credibilidad y
confiablidad, que permiten disminuir hipótesis alternativas al relato.
Se concluye daño asociado a los hechos vivenciados.
Explica la metodología empleada para realizar la evaluación: Metodología CASC -
inscrim, construido por el instituto de criminología en función de los conocimientos de
sicología del testimonio y criminología, establece serie de etapa que permite contraste de
información
Refiere que esta evaluación se Diferencia de la del Servicio Médico Legal porque éste
utiliza SVA el que igual que el CAVAS- inscrim utiliza análisis de criterios de los relatos.se
diferencia en que Cavas inscrim utiliza 17 criterios y SVA utiliza 19, en todo caso la
información siempre es confrontada con otra fuente de información. Amabas están
construidas del mismo modo, las diferencias son el números de criterios y que hay criterios
que no comparten, por ellos dice no son iguales pero son similares.
Refiere que se apoyan en un equipo de control de sesgo, y que el análisis de
credibilidad discursiva es una metodología cualitativa, y que resultado pueden ser erróneos
por eso debe tener un procedimiento riguroso de control para evitar que se introduzcan
comentarios o preguntas sugestivas, hay al final, además, un control de todo el proceso.
Refiere que el SVA fue creado en función víctimas, tanto adultas como niños, pero
se utiliza para víctimas niños porque los adulto tiene más recursos cognitivos y tiene
conocimiento de sexualidad, por eso se utiliza más en niño.
Agrega que la metodología cavas inscrim permite evaluar tanto niños como adultos.
Señala que un estudio de validación de la técnica, realizado en el año 2006, arrojó los
tópicos cuantitativos con que se construyeron los criterios de esta técnica que permiten
evaluar credibilidad discursiva.
Refiere que en la peritada, no se hizo un análisis cuantitativo de criterios, sino más
bien de criterios cualitativos. Se evalúa si el relato es consistente con la restante prueba que
permita hacer ver que todo va en la misma línea.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que hizo análisis de la carpeta antes de la evaluación para confeccionar


hipótesis secundarias.
Refiere que se le narró que el primer encuentro sexual fue a fines del primer semestre
del año 2008, en vacación de invierno, y continuaron hasta octubre del año 2008, época en
que se produce la primera develación y que ella lo asocia a su cumpleaños, y que el tema de
las fotos se produce en septiembre de 2009.
Refiere que se le narró que era habitual consumir alcohol para concretar los
encuentros sexuales. Le refiere que en una oportunidad haber ido con Jennifer y la imputada
a comprar alcohol y se fueron con el imputado, tomándoselo; que una vez la imputada le
ofreció un sobre con marihuana y que se lo rechazó, y que se produce un dialogo en que
aquella le dice “para pasarlo mejor”, a lo que le respondió “que acaso pensaba que lo pasa
chancho”, y lo tiró por la ventana.
Refiere que tiende a distanciarse emocionalmente de la situación, pero que hay un
momento en que se conecta y llora, precisa que maneja tono emocional bajo. Señala que es
consecuencia de esta situación y por estar con su pareja embarazada, viviendo con su pareja.
Concluye que ese correlato emocional no es falseable.
Señala que se puede concluir en vista a que si actitud era negarlo, y reconocer
encuentros sexuales comerciales le genera esos niveles de culpa y estigmatización no es lógico
que pudiera ganar algo con la develación, la que por el contrario le reporta un daño
psicosocial amplio. Indica que en ese sentido la peritada pudo haber continuado negando o
haber reconocido encuentros sexuales a seca, sin mediar dinero.
Agrega que no hay presión de terceros para esta develación, agrega que incluso un
adulto relevante para la imputada, se alió con ella para negar estos hechos.
Explica que en este caso debería haber ganancia muy elevada para sopesar estos
costos tan grandes que ha debido soportar, lo que en la especie no existe.
Señala que la peritada no presenta patologías siquiátricas ni tendencia fabuladoras.
Relata que la peritada le narró que la imputada se refería al agresor como un soltero,
ingeniero, de nombre Alfred, y que después se dio cuenta que la persona a la que los niños
le decían papá y era la pareja de Pamela, era la misma persona; que una vez le preguntó a la
acusada nombre de su marido y ella le dijo Alfred, pero estaba tan enviciada que no quería
creer; que una vez mientras volvían de un motel le preguntó al imputado si su hermano
estaba enamorado de Pamela y éste le dijo que creía que estaba más enamorado de sus hijos.
Le refirió que él nunca le dijo que su nombre, y que lo trataba de usted. Le dijo e que se dio
cuenta de la mentira, pero estaba enviciada con el dinero.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que la peritada no se percibe como víctima, pero reconoce como negativo el
estar enviciada con la plata. No le repartían satisfacción sexual estas relaciones.
Explica que la peritada después empieza sentirse víctima, una vez que se hacen
público todos estos hechos.
Refiere que Pamela Ampuero era persona significativa en la vida de Linda, por
relación de amistad que las vinculaba y porque la validó mucho, esa amistad se funda en
cosas que hacen juntos, comprar, conversar, compartir consumo de alcohol y cigarros, y que
eran bastantes habituales.
Indica que la imputada controlaba situación según hace referencia la propia evaluada.
Refiere que es perito forense hace 4 años, y que en delito sexuales a realizado unas
120 pericas aproximadamente.
Refiere que en este tipo de pericias, alrededor de 5 % de credibilidad discursiva no
cuentan con criterios de veracidad.
Refiere que capacidad de mentir es transversal a todo ser humano, por eso siempre
está presente en toda evaluación esa posibilidad, sin embargo lo que se constata es que si
dicho tiene correlato emocional el cual no es falseable, si eso se contrasta con otras líneas, y
con eso se puede decir que información no ha sido falseada.
Refiere que peritada tienen desarrollo psíquico un poco menor cercana a la pubertad.
Pero explica que la madurez síquica es distinta al nivel intelectual el que se presenta como
normal para la imputada.
Refiere que la peritada tenía más de 18 años de edad, con relación de convivencia con
más de una año y medio. Refiere que en segundo periodo en que ocurrieron estos hechos
ella estaba empezando salir con su pareja actual.
Refiere que la peritada le mencionó que llamó al imputado para que le recargara el
teléfono celular y que él le pidió que le mandara algo, especificándole una foto de ella
desnuda, y víctima accede a mandarle tres fotos desnuda por mensaje de texto.
Refiere que peritada reconoce haberle mentido al fiscal, haber falseado la
información que entregaba pero que la madre, como conocía al fiscal, le dijo que no podía
falsear la verdad ante la autoridad, refiriéndose además a la autoridad eclesiástica, por ello
decidió ir a contar su verdad a la fiscalía.
Refiere que el desarrollo físico de la peritada es acorde con el desarrollo mental que
ella presenta, explica que sin ser médico aparece concordancia en su apariencia con una chica
con 5 meses embarazo y de 18 años.
Refiere que para realizar el peritaje contó con las declaraciones del imputado, en dos
de ellas él se acogió a su derecho de guardar silencio y en otra reconoce haber tenido
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

contacto sexual comercial con Linda, esto se tomó en consideración para la evaluación, como
todos los antecedentes.
Refiere que no tiene antecedente de que la peritada ofreciera remitir fotos después del
año 2010.
Refiere que ella le señaló que tomó conocimiento de la detención del imputado por la
televisión y que había quedado de acuerdo en juntarse con él en los días previos de la
detención.
Señala que la peritada no se refiere al imputado en forma negativa, e indica que era
respetuoso y de pocas palabras, que nunca la trató mal, e incluso era respetuoso al entregarle
dinero. Por ello, en parte, no se visualiza como víctima.
Refiere que la víctima identifica agresor, circunstancia y naturaleza de la agresión.
Refiere, que puede decirse que una persona que ha sufrido una daño sicosexual sufre,
también, un daño emocional. Daño sicosocial supone que daño síquico produce afectación
en la esfera social, sin embargo, aclara, esto no fue objeto de la pericia, por ello no se indago
mayormente.
Refiere que la peritada le entregó antecedentes de su vida sentimental, parejas
sexuales previa que tuvo, como inicio relación con su actual pareja, indicando que le costó
iniciar conductas amorosas.
Señala por último que la edad de la víctima al hacer el informe a 18 años.
Por último, se apoyó este aserto en la prueba documental la cual consiste en
certificado de nacimiento de Linda S.B.D, el cual consigna como su fecha de nacimiento
el 25 de octubre de 1991.

Así las cosas, la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos y del
perito, fueron suficientes para dar por acreditado el siguiente hecho: Durante el año 2008 y
parte del año 2009, en reiteradas ocasiones, Ricardo Alberto Muñoz Quinteros, se reunió con la menor
Linda S.B.D. nacida el 25 de octubre de 1991, a objeto de mantener relaciones sexuales con ella, mediando
el pago de dineros por sumas que oscilaban entre los $20.000 a los $30.000 mil pesos y otras prestaciones
de índole pecuniarias, tales como, la facilitación de teléfonos celulares. Estos encuentros de orden sexual se
efectuaron principalmente en un motel situado en la localidad de Casablanca.
En efecto el relato de la víctima Linda S.B.D, impresiona como veraz, está dotado de
consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y una narración circunstanciada, no
apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede afirmarse
categóricamente que en el periodo que va del año 2008 hasta octubre del 2008, y aún siendo
menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero y otras

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

prestaciones. Pese a que ella no puede fijar con precisión los años en que ocurrieron estos
hechos si puede asociarlos a hitos de su historia vital, de modo que resulta palmario que
estos hechos ocurrieron antes de que alcanzara la mayoría de edad, en este orden de ideas
resulta especialmente significativo la forma en que ella sitúa temporalmente la ocurrencia de
los primeros hechos: cuando estaba cursando por segunda vez el segundo año de la
educación media, el cual cursaba con 17 años cumplidos. Luego ella puede establecer que
tenía 16 años la primera vez que mantuvo relaciones sexuales comerciales con el imputado.
También resulta consistente este relato en cuanto corrobora el conocimiento del imputado
respecto de la minoría de edad de Linda, toda vez que refiere que esto le fue informado por
la imputada, y que incluso -ese conocimiento-, motivo que él bromeara con esa circunstancia
al enterarse que había cumplido los 18 años en un encuentro sexual posterior.
A su vez tal testimonio es consistente y concordante con los relatos aportados por:
Karin Barrera, su hermana, cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda
la debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y
que se corresponde con la narración de Linda en cuanto refiere que estaba al tanto de las
conductas realizadas por su hermana con el imputado, y en que estas se repitieron en el
tiempo, lo que al ser develado produjo muchas problemas en su familia; María José Díaz
Barrera, su hermana, cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la
debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que
se corresponde al relato de Linda en cuanta indica que a instancia de Linda, y tras haberle
ésta contado que mantenía relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero, también
accedió a ello, teniendo diversos encuentros sexuales con el imputado; Marjorie Acevedo
Aguilar cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida
consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que se
corresponde al relato de víctima en cuanto indica tener conocimiento de lo que hacía Linda
con el imputado, que una vez se contactaron para ir a un motel junto al imputado, para
mantener relaciones sexuales con él, y que por esto recibieron un pago en dinero. En este
punto también hay concordancia con lo que Linda le relató a la perito Verónica Romo,
indicándole que hizo que Marjorie tuviera relaciones sexuales primero como una forma de
evitar tener que hacerlo ella después; Valeska. N.C.G, cuyo testimonio impresiona como
veraz, es coherente y guarda la debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y
circunstanciando su relato, y que se corresponde con el relato de Linda en cuanto refiere
haberla visto habitualmente en la casa de Pamela Ampuero; Verónica Díaz Alarcón, la madre,
cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida consistencia, dando
suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que se corresponde al relato de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

víctima, en cuanto se enteró por otra hija de lo que estaba haciendo Linda, prostituyéndose
con el imputado, y que Linda tenía en esa época 16 o 17 años; Charlotte Corrotea
Montesinos cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida
consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que se
corresponde al relato de la víctima en cuanto refiere que vio a Linda frecuentando el
domicilio de Pamela Ampuero, y que vio como ambas salían en auto volviendo, sólo, Pamela.
Lo que coincide con el modus operandi que establecieron los imputados para que se
concretaran los encuentros sexuales según describió Linda; Jennifer G.C cuyo testimonio
impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida consistencia, dando suficiente razón
de su dichos y circunstanciando su relato, y que se corresponde al relato de víctima en cuanto
refiere que Linda le contó lo que hacía, prostituirse, que ella aceptó acompañarla para tener
sexo con el imputado a cambio de dinero, que para ese efecto, en el mes de agosto del año
2008, se trasladaron juntas, con el imputado, hasta un motel en Casablanca donde tuvieron
relaciones sexuales con él, indicando que en ese momento ella tenía 16 años, por lo que,
siendo un año menor que Linda, ésta debió tener, necesariamente, 17 años a la misma fecha,
lo que es también coincidente con lo que ella relató. En este punto también hay concordancia
con lo que la Linda le relató a la perito en cuanto mientras Jennifer tenía relaciones sexuales
con el imputado ella ingresó al baño con la música de su celular a alto volumen y tiró la
cadena para efecto de no oírlos ya que le daba pudor lo que pasaba por ser, ésta, su amiga;
Francesca Chaban Godoy, quien pese a presentar un relato minado por serias inconsistencias
e incoherencia no presenta rémoras para validar las descripciones de las dinámicas de la vida
en casa de Pamela Ampuero, toda vez que en esa parte da un relato circunstanciado y con
suficientes razones de sus dichos, principalmente el hecho de haber trabajado allí, de esa
forma resulta correspondiente tal relato con los dichos de Linda, en cuanto la testigo la vio
habitualmente en el hogar de Pamela Ampuero; se corresponde el testimonio también con
los dichos de las tres funcionarias policiales Evelyn Díaz, Cheseline Ajraz y Lorena
Alvarado, relatos que dan razones del mismo y suficiente circunstancias, y en cuanto indican
los que les fue narrado por Linda que coincide con lo que ella expuso en esta audiencia.
Especialmente pertinente a este punto aparece lo que declara las testigos Díaz y Ajraz, en
cuanto a que al entrevistar a Linda y referirles ella su relato ella todavía era menor de edad.
También resulta pertinente lo señalado por la testigo Alvarado en cuanto a que en un
seguimiento posterior, pudo confirmar que el imputado se trasladaba con Linda, quien en
todo caso ya era mayor de edad, pero de lo que se fuere inferir que ésta era una conducta que
ya se repitió en el pasado; Se corresponde, también, el testimonio de la víctima con el relato
entregado por Pamela Ampuero Escobar, quien afirma, en forma univoca, que el imputado
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero con Linda, las que fueron mediadas por ella,
y siendo, aquella, menor de edad, de lo que estaban al tanto Pamela Ampuero como el
imputado. Tal testimonio impresiona como absolutamente veraz de momento en que, por el
mismo, la imputada está reconociendo participación en otro delito de la acusación, razón por
la cual, declarar en tal sentido no le reporta ninguna ventaja, y por el contrario compromete
su situación procesal; finalmente es también concordante la versión de la víctima con los
dichos de Ricardo Muñoz Quinteros, en cuanto éste reconoció haber mantenido relaciones
sexuales con Linda, sin perjuicio de que agrega, a objeto de eludir su responsabilidad penal, el
desconocimiento de la edad de la víctima;
Por su parte la declaración de la perito, la cual se encuentra suficiente avalada en su
experticia por los antecedentes expuestos, dio cuenta de una adecuada metodología, al cual
refrenda sus conclusión de que la el relato de Linda es creíble y cuanto hay un daño asociado,
con las particularidades del mismo en cuanto se vincula a la connotación social de este caso y
la estigmatización que lleva asociada su conducta. Por lo que, no existiendo divergencias
palpable entre sus conclusiones y las que el tribunal a determinado mediante la ponderación
de la prueba rendida, habiendo ella además realizado, conforme a las reglas de su ciencia, la
correspondiente evaluación y descarte de ganancia secundaria en la develación de la víctima,
el Tribunal considera tales conclusiones como un elemento más que permite dar por
corroborado los hechos descritos por la víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite a este tribunal
corroborar, mediante el simple cálculo aritmético, que a la época en que ocurrieron estos
hechos según establece la víctima a través de las referencia a sus hitos de vida, así como del
relato de experiencias vividas en común con otra víctimas, que ella en ningún caso era mayor
de edad a la fecha de ocurrencia de los mismos.

Que respecto de la declaración Ricardo Muñoz Quintero, recogida en el


considerando quinto de esta sentencia, no se acogerá la premisa fácticas planteada por el
imputado en su relato en orden a de desvirtuar la imputación que se le realiza, indicando que
si tuvo relaciones con Linda, pero que para él, ella era una mujer mayor de edad por su físico,
forma de ser y estilo de vida, tratando de plantear un escenario que sustente la teoría del caso
de su defensa en orden a que el habría incurrido en un error de tipo. Tal postura no tiene
asidero alguno desde que la víctima afirma categóricamente que el imputado estaba al tanto
de su edad, porque se la dijo Pamela Ampuero, lo que es refrendado por la declaración de la
propia Pamela Ampuero quien refiere haber estado al tanto de la edad de Linda cuando la
contacto con el imputado, y que él también estaba al corriente de ello. Por lo mismo tal

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

declaración parece sólo una versión acomodaticia de los hechos, sin sustento probatorio,
que busca desvirtuar el elemento dolo del delito que se le imputa.
Así, de acuerdo a los análisis de la prueba efectuados en los acápites precedentes,
atendida la congruencia, contundencia y concordancia de la prueba de cargo, se resta
absoluto valor a la versión dada por el acusado, la cual encuentra su explicación en la
necesidad de dar una respuesta a la situación que sea acomodaticia a sus intereses.
De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.
DECIMOTERCERO: Acreditación del Hecho 2 de la acusación: Que estos hechos
fueron debidamente acreditados con la declaración de la víctima Jennifer E. del C.G.V,
quien, previamente juramentada, señala que va a prestar declaración porque fue víctima de un
delito sexual. Señala que a los 16 años tuvo relaciones sexuales con un hombre mayor al que
llamaba el cura. Dice que lo conoció porque una amiga trabaja con Pamela en su casa,
cuidando a su hija menor. Dice que la Linda le comentó que se metía con él y que le pagaban
y que Pamela mandó a preguntar si ella también se quería acostar con él y que le pagarían
por eso. Dice que cuando accedió a la petición fue a la casa de Pamela, que Pamela la llevó a
la población les compró una botella de pisco y les dijo que se lo tomaran. Después las llevó a
una rotonda que queda afuera de Curacaví, que queda en el aeródromo, y entonces llegó el
cura en su camioneta doble cabina de color oscuro. Refiere que se subieron a la camioneta, y
él las llevó hasta un motel en Casablanca. Señala que luego les dijo que se quitaran la ropa,
que ellas obedecieron y quedaron en calzón y polera con su amiga. Agrega que después su
amiga le pidió que se fuera al baño y que ella iba a ser la primera en tener relaciones sexuales
y ella debía esperar su turno. Indica que pasaron como 5 minutos, y entró su amiga y le dijo
fuera ella. Dice que no se sacó la polera, tuvo relaciones sexuales con el cura pero fue muy
breve, duró como 3 minutos. Señala que no recuerda su rostro porque no le vio la cara
mientras tenían sexo, que no accedió a besarlo ni a tocarlo, porque sentía pudor. Agrega que
después de 3 minutos no quiso mas, se bajó de la cama y se fue al baño, se puso la ropa y
cuando salió del baño el cura ya estaba vestido. Señala que salieron de la pieza y el cura las
llevó de vuelta a Curacaví. Dice que las dejó en una pasarela que queda al lado de Curacaví y
que le pasó $40.000 pesos a su amiga, eran 20 mil pesos para cada una, señala que él se
despidió, les dijo “fue un gusto” y se fue.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que luego se fueron con su amiga a Santiago, dice que ella se compró un
pantalón y su amiga un polerón y una cartera. Agrega que cuando su familia le preguntó de
dónde sacó esa ropa, ella respondió que se la regaló su amiga.
Refiere que no volvió a tener relaciones con el cura, no volvió a conversar con él y no
volvió a la casa de Pamela.
Señala que como quedó embarazada, dejó de juntarse con Linda. Dice que su hija es
de otra persona, no del cura, pero que lo sospechó porque poco antes de acostarse con el
cura se acostó con el padre de su hija.
Dice que hizo esto de acostarse por dinero, porque su situación económica no era
buena, dice que no sabe en que estaba pensando, pero que no estaba en sus cinco sentidos,
dice que estuvo compartiendo con una amiga la noche anterior a esto y que volvió como a las
ocho de la mañana a su casa, después se junto con Linda y siguió tomando el alcohol que le
compró Pamela.
Dice que su familia no la ha rechazado, y que no le tocan el tema. Dice que no se lo
han reprochado porque saben que se siente mal por esto.
Dice que Pamela era gorda cuando pasó esto.
Reconoce a ambos acusados en la sala de audiencia por su vestimenta y ubicación.
Dice que la vez que pasó esto fue la última vez que fue a la casa de Pamela; dice que
ella vivía con sus tres hijos, la mayor, de 15 años, pasaba acostada. Dice que Linda se
quedaba allá porque tenía que cuidar a la hija mayor en la noche. Los dos chiquititos eran
hijos del cura, eso se lo dijo Linda. Señala que no sabe cómo era la relación del cura con sus
hijos.
Contra examinada señala que su amiga la convenció para ir donde el cura, antes de
esto no conocía al cura; que cuando lo vio esta persona no le ofreció dinero directamente, y
nunca habló de dinero; que Pamela Ampuero no le ofreció dinero directamente pero se lo
mandó a ofrecer con su amiga; y que fue voluntariamente al motel a juntase con el cura.
Responde que su amiga le dijo que el cura pagaba 20.000 pesos por tener relaciones
sexuales. Dice que cuando se fue el cura, éste le pasó el dinero a Linda, y sólo le dijo “mucho
gusto”.
Dice antes que tuvo relaciones con otra persona, y que esto fue sólo una vez.
Dice que pensó que había quedado embarazada del cura.
Este aserto se encuentra refrendado a su vez por la declaración de Linda S.B.D, en
cuanto en su ya citada declaración refirió que sabe de otra menor de iníciales J. del C.G.V.
que se metió con el cura.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

A su vez este aserto encuentra apoyo en el declaración de la perito Verónica Romo


Fernández, la cual ya ha sido citada, en cuanto refiere el relato que le aportó Linda al hacer
su evaluación y en el cual señala que cuando (Linda) fue con Jennifer (a un motel para tener
relaciones sexuales con el imputado) entró al baño con su celular con el volumen alto, y tiró
la cadena para no escucharlos, indica que le dio más pudor porque era su amiga.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que curso una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias entrevisto a Jennifer, víctima menor de edad, quien declaró en
fiscalía y señaló que una amiga de nombre de Linda le comentó que tenía un contacto bueno
de una persona que pagaba por tener relaciones sexuales con ella. Le propuso que fueran y
ella aceptó. Dijo que Linda se contactó con Pamela para hacer la coordinación. Luego se
juntan con Pamela quien les compró pisco y cigarrillos, y las traslado a la salida de Curacaví,
donde se reunieron con el acusado, trasladándolas este hasta un motel de Curacaví donde
mantienen relaciones sexuales con él.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Jennifer, quien les señala que cuando tenía
alrededor de 16 años mantuvo relaciones con el imputado. Refirió lo conoció en casa de
Pamela Ampuero, por medio de Linda que trabaja en la casa de la imputada, siempre las veía
cercanas y con mucho dinero. Les dijo Linda le comentó si quería mantener relaciones
sexuales con la pareja de Pamela Ampuero por dinero, le dijo que acepto y que se juntaron
con Pamela Ampuero la subió a su vehículo, les compró cigarrillos y alcohol y las dejó en el
aeródromo de Curacaví, donde el imputado las pasó a buscar, y las llevó a un motel de
Casablanca, donde él mantuvo relaciones sexuales primero con linda, mientras ella estaba en
el baño y después se cambiaron y ella mantuvo relaciones sexuales con el imputado. Les dijo
que esto ocurrió el año 2005 y ellas tendrían unos 16 años.
También encuentra asidero en los dichos de perito psicóloga Alejandra Constanza
Zuleta Hernández, prometió decir verdad, señalando que en mayo de 2010 se solicita a
través de la Fiscalía Local de Curacaví realizar una pericia psicológica con el objeto de ver la
credibilidad del relato de la joven y evaluar el daño asociado a una presunta experiencia de
connotación sexual. Con respecto a la metodología de esta evaluación, se efectuó dos
entrevistas a la joven destinadas a realizar un psicodiagnóstico, luego se hace una entrevista
destinada a evaluar la credibilidad del relato con la metodología del SVA, luego lo ideal es
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que se realice una entrevista con el adulto responsable de la joven lo que no fue posible,
entonces se hace una entrevista a una asistente social de un programa de explotación sexual
comercial en la que está ingresada la niña y a ella se le toman antecedentes con respecto al
contexto familiar y de la causa; luego se revisa y analiza la carpeta investigativa, y después se
lleva a análisis y supervisión el informe. Indica que concluyó que el relato es creíble en la
metodología del SVA, se ve que ella tiene la cantidad de criterios suficientes, cumple con la
entrevista semi estructurada y los criterios de validez. En cuanto a la evaluación de daño, se
concluye que el daño por la exposición a una presunta experiencia de connotación sexual
sería grave, con características reversibles siempre y cuando ella sea ingresada a un proceso
reparatorio.
Al fiscal le indica que evaluó a J.G.V., que al momento de pedir el relato, lo que se
hace es que ella de un relato libre, ella cuenta que en el mes de septiembre del año 2008 una
amiga de nombre Linda le dice que trabaja con Pamela Ampuero, que esta persona le habría
dicho si quería mantener relaciones sexuales con su pareja y ella le pagaba $20.000, la niña
cuenta que esto habría ocurrido en un contexto antes de ir a una discoteque, que en un
primer momento se niega, y señala “luego que terminamos de carretear y habíamos tomado
yo le dijo que sí, ella me llama al otro día como a las 10 u 11 de la mañana, y yo no estoy
segura pero me pasa a buscar”, dice que la pasa a buscar la pareja del presunto agresor y la
lleva en un auto blanco, pasan a una botillería que ella nombra como la “del pájaro”, y
compran una botella de pisco, una bebida y dos vasos, luego de esto ingresan al auto y siguen
hasta un cruce que ella dice que está cerca de los Carabineros y de un puente, en este cruce se
encuentran con el presunto agresor que viene en una camioneta verde, y que en esa
camioneta las niñas se suben -la peritada y su amiga- y son llevadas por el presunto agresor
hasta un motel que queda en Casablanca según lo que ella indica, en este motel ella dice que
al momento de pasar tienen que esconderse para que no las vean, y entran a una habitación,
el presunto agresor pide comida, pide churrascos para que coman, que la amiga de la peritada
los pide, y en ese momento la amiga es la primera en mantener un contacto sexual con éste
mientras la peritada se encuentra en el baño, la amiga le dice que se lleve un cigarro, algo para
tomar y su celular, ella sin ninguna intensión de escuchar lo que sucede afuera porque se
siente insegura de la decisión que ha tomado de concurrir a este lugar, luego la amiga entra al
baño y la peritada sale, en el momento que sale el presunto agresor le pide que se saque la
ropa pero ella se queda con polera, en ese momento mantiene el contacto sexual pero en un
momento que está ocurriendo el hecho ella siente rechazo, asco y se arrepiente, pasan pocos
minutos ella decide ir nuevamente al baño y le dice a su amiga que desea irse, ella se viste el
presunto agresor también, salen del lugar, él las deja en el camino y le paga a la amiga, y ésta
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

le entrega la parte que le corresponde a la peritada. Asimismo, la peritada dice que su amiga
se llama Linda.
Añade que a la fecha de la evaluación la peritada tenía 17 años, y a la fecha de los
hechos que fue en el año 2008 ella tenía 16 años, dice que la persona con la que tuvo
relaciones sexuales era la pareja de Pamela Ampuero y lo nombra como el “cura”.
Refiere que la peritada le señaló que la amiga en un primer momento al proponerle
esta conducta le dice que Pamela Ampuero le ofrecía pagarle dinero por mantener contacto
sexual con su pareja, entonces una vez terminado el acto y cuando se retiran del lugar el
presunto agresor entrega $40.000, $20.000 para la peritada y $20.000 para su amiga Linda.
Explica que el CBCA es uno de los tres elementos constitutivos de la metodología del
SVA, el CBCA tiene que ver con el análisis del contenido a través de criterios, al momento
de hacer la evaluación se encuentran los criterios que son más significativos, no hay que
olvidar que esta es una evaluación cualitativa, al momento de la evaluación se encuentran
ocho criterios de 19, si bien el CBCA tiene que ver con criterios pero está dentro de una
metodología cualitativa entonces los tres primeros criterios que son coherencia lógica, un
relato sin estructura y el engranaje contextual y la presencia de criterios, son los criterios más
importantes si éstos no están no se sigue con el análisis de la credibilidad, así dentro de los
ocho criterios encontrados están los fundamentales para el análisis, es decir, está el engranaje
contextual, la presencia de detalles sensoriales, un relato desestructurado, también existe una
reproducción de conversaciones, una descripción de interacciones, la peritada presenta
también auto desaprobación de los hechos, y existe también lo que tiene que ver con la
alusión del estado mental subjetivo de ese momento.
Indica que el listado de validez, luego de ver los criterios, de hacer la entrevista
semiestructurada, lo que se hace es ver la coherencia que existe entre el relato -cuando se
pide la credibilidad de éste- y las declaraciones anteriores que ha hecho la peritada, por lo
tanto, con el análisis de la carpeta investigativa ve la coherencia entre los distintos relatos y
las distintas versiones que ella da para ver si esto tiene una coherencia interna de los mismos,
de los elementos fundamentales que pueden encontrarse y no tiene que haber cosas que se
contrapongan de manera importante.
Añade que en el momento de la evaluación se parte con una entrevista psicológica
general tendiente hacer un psicodiagnóstico, y el objetivo de este es ver el funcionamiento
global de ella pasando por cada una de las áreas, es decir, el área intelectual, el conductual, el
interpersonal, el emocional y el contexto familiar. En cuanto al contexto familiar esta
información es recabada del relato de la peritada y de la información que entrega la
profesional de la ONG Raíces, la misma peritada refiere que no tenía necesidades
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

económicas para involucrarse en este hecho, es decir, que a ella le pagaran por mantener
contacto sexual con alguien, que de hecho eso fue lo único que le recriminó su familia al
momento de enterarse que ella estuvo inmiscuida en estos hechos.
Destaca que luego del análisis de la carpeta investigativa, las distintas declaraciones
que da la peritada coincide el año, la ubicación temporal, lo que ella relata, los involucrados, y
también el hecho de connotación sexual.
En cuanto al aspecto ganancial, señala que en el momento de hacer el análisis de
credibilidad se ven hipótesis y también el tema de la motivación, con respecto a la
motivación que tiene que ver con descartar ganancias secundarias, es importante destacar que
la develación se hace de manera involuntaria, tiene consecuencias negativas tanto a nivel
personal como familiar, incluyendo un embarazo adolescente y también trae mucha
afectación emocional a la peritada, entonces ella no tendría nada que ganar con contar los
hechos, es decir, llegan a su casa a buscarla luego que se hace la denuncia y ahí ella debe
contar que estuvo involucrada. Por lo mismo se descarta la inducción por parte de terceros,
ella cuenta que en un primer momento llega Policía de Investigaciones a su casa, ella niega
porque está acompañada de su abuela en ese momento, le da mucha vergüenza y miedo por
el castigo social, luego dice que cinco meses después aproximadamente la llevan a un cuartel
a tomar declaración y ahí tiene que decir la verdad, entonces ella dice que trató de ocultar,
por lo que se cae la hipótesis de inducción de terceros, ella la primera declaración la hace en
mayo de 2009, después en enero de 2010 y la evaluación la realiza en mayo de 2010, en estas
tres declaraciones hay coherencia y no se ve tergiversación de los hechos. Dice que no hay
tendencia a la fabulación porque la hipótesis del engaño se cae porque la develación no es
voluntaria.
Dice que la entrega de detalles es un criterio importante para el CBCA, al respecto la
peritada cuenta que al momento de estar en el motel con el presunto agresor, dice “me daba
asco, me sentía arrepentida, me sentía muy mal, de hecho ni siquiera lo miré a la cara”, por lo
mismo se produce una sintomatología de disociación luego del hecho porque ella boquea
esto, ella dice “trataba de no acordarme, lo bloquee, y cada vez que me acordaba me sentía
mal, me sentía arrepentida porque no tenía necesidad de hacerlo”.
En cuanto a la conducta observada en la peritada, se ve mucho auto reproche y culpa
respecto al involucramiento en el hecho, ella se responsabiliza de lo sucedido, dice que no
fue obligada pero al momento de tomar la decisión siempre se mantuvo insegura y
titubeando por lo mismo ella finaliza de manera abrupta el contacto sexual y dice querer
retirarse del lugar, la desaprobación tiene que ver con esto, ella siente mucha culpa y se
responsabilidad totalmente de lo sucedido, no se ve como una víctima sino como que ella se
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

involucra en esto, y también tiene que ver con el castigo social y la connotación pública, en
un primer momento ella se niega a seguir con la evaluación, de hecho ella falta y es su
abogada la que pide una segunda hora porque ella en todo momento se muestra muy molesta
y hostil, culpándose de lo sucedido y diciendo que no tenía necesidad y por la culpa de ella se
habría involucrado en esto, pero destaca que lo único bueno es el nacimiento de su hija.
Ilustra de acuerdo a su experticia que dentro de la fenomenología del abuso sexual,
cuando los niños o adolescentes se involucran en actos de facilitación de prostitución infantil
casi siempre hay una concepción de no sentirse víctima, porque ellos sienten que se han
involucrado por el dinero o por una mala decisión o por necesidad, entonces no está la
concepción que otro lo transgrede por medio de la fuerza o que los tome de manera
repentina, no existe la concepción de víctima como en el caso de abuso sexual o violación.
Explica que el castigo social está presente en cada uno de los casos, en el caso en particular la
peritada rescata el factor protector que es su familia, la familia la defiende, la contiene y la
apoya en todo momento.
Señala que concluyó que el relato es creíble, indica que la metodología para evaluar
credibilidad está estandarizada y todos los peritos deben utilizar el SVA.
En cuanto al daño se concluye que es grave, la víctima posee una sintomatología que
tiene que ver con altos mecanismos defensivos, con una conducta muy hostil, auto reproche,
culpabilidad de los hechos, embarazo adolescente, y un gran peso por la connotación social y
por el castigo social que reviste este hecho al momento que se enteran sus familiares y su
entorno más cercano. La peritada creía que el padre de su hija era el presunto agresor.
Interrogada por el querellante señala que las consecuencias al ser un daño grave son
importantes a nivel de todo su funcionamiento global, puesto que está afectado tanto lo
interpersonal como lo que tiene que ver con la afectación interna y el contexto familiar, por
esto mismo se sugiere que sea sometida a terapia de reparación para que no tenga
consecuencias mayores para su desarrollo. Indica que se debe recordar que hay un embarazo
adolescente que es involuntario, ella se da cuenta a los cuatro meses que estaba embarazada,
el embarazo adolescente es un factor de riesgo en esta etapa vital, porque corta procesos que
tienen que ver con la autonomía y con el desarrollo de la vida psicosexual, ella adelanta una
etapa.
En cuanto a la experiencia sexual previa, ello la peritada lo señala de manera vaga, no
lo ve como algo negativo dice que fue en un contexto de pololeo.
Contra interrogada por el defensor Disi indica que la carpeta investigativa se analiza
de manera general con respecto a los relatos de otros involucrados y de manera específica
con respecto a la declaración que ésta presta tanto en fiscalía como en investigaciones. La
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

peritada señala que habría tenido relaciones sexuales antes, con un pololo, no define fecha
pero que fue cuando ella tenía alrededor de 14 años. Ella dice que estaba embarazada cuando
llega Policía de Investigaciones a la casa, a la fecha de la pericia la hija ya había nacido. Indica
que los hechos, según el relato de la peritada, ocurren en el año 2008, las declaraciones se
hacen en el 2009 y 2010, pero el hecho en sí ella lo sitúa en el 2008. Señala que al momento
de la entrevista la peritada está ubicada témpora espacialmente, cumple con los parámetros
de normalidad, es decir, ella tiene juicio y sentido de la realidad conservado. La periciada
refiere que su amiga le dice que Pamela Ampuero le ofrece pagarle dinero por mantener
contacto sexual con su pareja, ella no da mayores detalles sobre la ganancia o motivación que
tendrían los presuntos agresores. La peritada señala que se trató de un episodio único, que
fue penetrada por el presunto agresor.

A la pregunta aclaratoria del Tribunal indica que al momento de la pericia la evaluada


tenía 17 años y 11 meses, la pericia se inicia y se concluye siendo ella menor de edad. En
cuanto al sistema de evaluación, SVA y CBCA, están validados para menores de edad, la
cláusula de la metodología es que no pueden ser mayores de edad, además tiene que ver con
las capacidades cognitivas y por eso se trabajan las hipótesis, la de la incapacidad, la del
engaño, sugestionabilidad.
Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la víctima
Jennifer E. del C.G.V, en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 27 de julio de
1992.
De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del
perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditar el siguiente hecho: Durante el
mes de agosto del año 2008, Ricardo Alberto Muñoz Quinteros mantuvo relaciones con la menor de edad
Jennifer E. del C.G.V, nacida el 27 de julio de 1992, a cambio de sumas de dinero, ascendentes a $20.000.
Encuentro que se concretó en la comuna de Casablanca. Existiendo así con los medios de prueba,
convicción acerca de la existencia del contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Jennifer E. del C.G.V, impresiona como veraz, está
dotado de consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y provee una narración
circunstanciada, no apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede
afirmarse categóricamente que en el mes de agosto del años del año 2008, y aún siendo
menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero. Al
respecto cabe tener presente que la atestada logra fijar con precisión la época en que ocurrió
este hecho, fijando además la edad que tenía al tiempo de ocurrir. Cabe indicarse que de su
aspecto morfológico así como del hecho de que esta víctima era amiga de Linda, de quien el

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

imputado conocía su minoría de edad, puede inferirse que esta era una circunstancia
conocida por el imputado, o que lo menos debió representarse.
A su vez tal testimonio es consistente y concordante con los relatos aportados por:
Linda S.B.D, cuyo testimonio, ya ponderado, se corresponde con la narración de Jennifer, en
cuanto la identifica, por sus iníciales, como la otra víctima menor de edad que hubo en estos
hechos; con el relato, como testigo de oídas de la perito Verónica Romo Fernández, quien
refiere el relato que le hizo Linda de los hechos, destacando a este respecto que indicó que
“mientras Jennifer tenía relaciones sexuales con el imputado ella ingresó al baño con la
música de su celular a alto volumen y tiró la cadena para efecto de no oírlos ya que le daba
pudor lo que pasaba por ser, ésta, su amiga”; se corresponde también ese testimonio con los
dichos de las funcionarias policiales Evelyn Díaz y Lorena Alvarado, relatos que dan razones
del mismo y suficiente circunstancias, en cuanto indican los que les fue narrado por Jennifer
y que coincide con lo que expuso en esta audiencia; por último coincide con el relato del
propio imputado quien reconoce haber ido a un motel con Jennifer y con Linda, aún pese a
que señala que no tuvo relaciones sexuales con la primera, ya que ello fue evidenciado como
una contradicción el exhibírsele su declaración prestada ante el fiscal, en el cual si reconoce
haber mantenido relaciones sexuales con esa menor.
Por su parte la declaración de la perito Alejandra Zulueta Hernández, la cual se
encuentra suficiente avalada en su experticia por los antecedentes expuestos, dio cuenta de
una adecuada metodología, al cual refrenda sus conclusión de que la el relato de Jennifer es
creíble y cuanto hay un daño asociado, con las particularidades del mismo en cuanto se
vincula a la connotación social de este caso y la estigmatización que lleva asociada su
conducta. Por lo que, no existiendo divergencias palpable entre sus conclusiones y las que el
tribunal a determinado mediante la ponderación de la prueba rendida, habiendo ella además
realizado, conforme a las reglas de su ciencia, la correspondiente evaluación y descarte de
ganancia secundaria en la develación de la víctima, el Tribunal considera tales conclusiones
como un elemento más que permite dar por corroborado los hechos descritos por la víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite a este tribunal
establecer, mediante un simple cálculo aritmético, que a la época de la detención del
imputado Jennifer continuaba siendo menor de edad, razón por lo cual estos hechos
ocurrieron, indefectiblemente, siendo ella menor de 18 años.

Que respecto de la declaración Ricardo Muñoz Quinteros, recogida en el


considerando quinto de esta sentencia, no se acogerá la premisa fácticas planteada por el
imputado en su relato en orden a de desvirtuar la imputación que se le realiza, al señalar que

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

el llevó a Jennifer hasta un motel pero no tuvo relaciones sexuales con ella ya que le molestó
su actitud y el hecho de que ella haya tomado trago, ya que tal versión se ve desvirtuada por
la categórica afirmación en contrario que formula la víctima, la que refrendada por el relato
que Linda le aportó a la perito Zulueta, donde refiere que tras haber concurrido al motel,
luego de tener sexo con el imputado, se encerró en el baño de la pieza mientras el imputado
tenía sexo con Jennifer y que puso el celular a máximo volumen además de tirar la cadena y
así no es escuchar los ruidos que hacían. Tal relato sólo puede calificarse como una versión
acomodaticia de los hechos por la cual busca desconocer la comisión de este delito, la cual
no encuentra asidero alguno en la prueba que se ha rendido, ni en lo propios testimonios que
el imputado dio en fiscalía donde sí reconoció haber tenido relaciones sexuales con Jennifer.
Así, de acuerdo a los análisis de la prueba efectuados en los acápites precedentes,
atendida la congruencia, contundencia y concordancia de la prueba de cargo, se resta
absoluto valor a la versión dada por el acusado, la cual encuentra su explicación en la
necesidad de dar una respuesta a la situación que sea acomodaticia a sus intereses.
De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.
DECIMOCUARTO: Acreditación del hecho 4 de la acusación. Que esto hechos fueron
debidamente acreditados con los dichos de la víctima Lorenza de la L.V.M, quien
prometió decir verdad, señalando que está citada por haber mantenido relaciones, cuando
tenía 16 años, con un cura. No recuerda bien el año, sabe que tenía 16 años porque se
acuerda de cosas que pasaron cuando tenía 16, en esos momentos había dejado el colegio
hacía varios meses, dejó de estudiar 3 meses antes de salir de octavo. Afirma que nació en el
año 1988. En cuanto a las relaciones con el cura, fue una propuesta de la señora Pamela
Ampuero, quien le dijo si quería tener relaciones sexuales a cambio de dinero con Albert,
esto se produjo en una conversación incluso había otra niña cuyo nombre comienza con E,
estaban conversando y ahí ella le dijo que había tenido dinero por haber tenido relaciones
con Albert, y le ofreció si también quería, le contestó que sí.
Dice que conoció a Pamela por dos situaciones, la primera situación porque se
juntaba con su vecina y ella iba a casa de la mamá de Pamela, después se hizo amiga porque
su hermana iba en el mismo colegio que ella, a los meses después conoció a Pamela.
Recuerda que aceptó el ofrecimiento, ella llama por teléfono y pregunta si él puede, y ella le
dice que si se podía y que la esperaba en su casa para hablar, eso se lo dijo Pamela. Indica que
a Pamela en un principio no la veía mucho, pero después fue más por el hecho de mantener
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

relaciones con Albert, ahí estuvo más tiempo con ella, Pamela llamaba por teléfono a Albert
y le decía si tenía libre o si podía, ahí él le decía que sí y ella arreglaba todo, la primera vez ella
la llevó en un taxi en la mañana temprano afuera del cementerio, está justo la Comisaría, él
estaba esperando en una camioneta de color burdeo, marca Toyota, de ahí se fueron al motel
de Casablanca donde mantuvo relaciones sexuales con él, ocurrió más veces esta situación
como una diez o seis o siete veces, fue con él porque le pagaba dinero por mantener
relaciones, le pagó $30.000 por esa vez, después le pagaba, les pasaba un sobre con dinero, a
veces les regalaba chocolate o tarjetas de teléfono, en todas hubo pago de dinero. En cuanto
a la edad a esa fecha no está 100% segura, pero si está segura de que era menor de 18 años,
empezó a mantener relaciones como en el tiempo del 18 de septiembre, el año anterior había
dejado el colegio, en octavo. Afirma que siempre intervino Pamela en esto, ella les
preguntaba si querían ir o no, lo llamaba a él para asegurar si iba o no, Pamela hacía esto por
dinero, parece que ella se llevaba una cuota por niña que llevaba, dice niñas porque habían
más involucradas, eso lo sabe porque a veces le preguntaban si conocían a más niñas, al
tiempo después vino a saber que habían más niñas, al principio era ella y la otra niña. Dice
que no siempre fue ella y el sacerdote al motel de Casablanca, ya que en una oportunidad
Pamela también fue, o sea, los tres fueron al motel, pero ella solamente miró como tenía
relaciones sexuales con Albert, esto fue dos veces, la otra vez fue en la casa de Pamela, no
había nadie, lo mismo hizo ella solamente miraba. Indica que trabajó en casa de Pamela la
ayudaba hacer el aseo, mandar los niños al colegio, trabajó varios meses, como tres o cuatro
meses.
Indica que no siempre supo que era cura, un día jueves que la acompañó a la iglesia,
ahí lo vio vestido de sacerdote, se quería morir, se impresionó demasiado. Añade que esta
persona –el cura- iba a casa de Pamela, al principio cuando ella se cambió de casa recuerda
que él iba los martes, al tiempo después comenzó a ir más seguido, iba a esa casa porque era
el papá de los hijos de Pamela, de los dos más chicos, Pamela tenía tres hijos, un hombre y
dos mujeres, la niña mayor no le gustaba quedarse sola en la casa cuando estaba él, no sabe
porqué, la niña se encerraba en la pieza y cerraba la puerta, la niña tenía como 12 años, y los
otros dos niños eran de unos 7 y 4 años, eran bien chiquititos.
Reconoce por su vestimenta y ubicación en la sala de audiencia a los acusados
Ricardo Muñoz Quintero y Pamela Ampuero.
Dice que se suponía que Albert era el cuñado del marido de ella, ella decía que eran
hermanos gemelos. Señala que las relaciones con él fueron por el tiempo que trabajó en la
casa, por esos tres o cuatro meses que trabajó, después con ella pelearon y de ahí no se
hablan.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Reitera que nació en 1988, los 20 años los cumplió en el 2008, los 18 años los
cumplió en el 2006, lo que pasó fue antes que cumpliera los 18, como dos años antes ocurrió
lo que ha contado, cuando tenía 16.
La relación del cura con sus hijos era buena, normal, la niña lo quería mucho, él
dormía con la niña más chica, en ocasiones en la misma cama, la habitación de la niña estaba
junto con la de la mamá, al principio dormía Pamela con la niña en la pieza de adelante al
igual que lo hacía Albert cuando venía, en la pieza de atrás dormía la niña con el niño,
después cambiaron las cosas, la niña mayor tenía una pieza aparte y Pamela dormía con los
dos niños más chicos.
Refiere que Pamela no trabajaba, al principio ella le cancelaba el dinero, como le
quedaba debiendo mucho, pelearon. El nivel de vida de ella era bueno, porque tenía alguien
que le hiciera las cosas, no trabajaba, ella adquiría cosas por ejemplo se cambió a vivir a una
mejor villa, la casa bien amoblada, bien cuidada, al principio no tenía vehículo después sí, ella
decía que su pareja, su pololo Alberto se lo había comprado.
Afirma que cuando lo vio vestido de cura fue en una capilla en Melipilla.
Indica que hizo esto por plata, por tener más cosas, compraba cosas que sus padres
no se lo podía comprar, lo hacía por necesidad, es horrible estar ahora en esta situación.
Interrogada por el querellante indica que la última vez Albert le sacó fotos desnudas,
él le pidió que no le dijera a Pamela, en esa época era menor de edad. En ese tiempo en la
casa de Pamela no vio ni una foto o poster, sólo vio una Biblia. Señala que nunca Albert la
llamó directamente para mantener relaciones sexuales, siempre fue por intermedio de
Pamela.
Contra interrogada por el abogado defensor Disi señala que después de haber visto al
cura en la iglesia no tuvo más relaciones con él. Señala que tiene dos hijos y que no trabaja.
Afirma que nació el 11 de abril de 1988, en el 2008 cumplió los 20 años. Está segura de la
edad que tenía cuando Pamela hizo el contacto, no del año. Dice que fue con Albert con
quien mantuvo relaciones, una vez fue con Pamela al motel de Casablanca y la otra vez se
juntaron en la casa de ella. Dejó de trabajar con Pamela cuando supo que Albert era cura, eso
fue a los meses después que tuvo relaciones con él. Señala que no recuerda el año que dejó el
colegio, pero iba en octavo, dejó de ir los últimos tres meses, y al año siguiente conoció a
Pamela, en octavo básico tenía 15 años, no está segura de la edad. Cuando trabajó en casa de
Pamela alojaba ahí, había una cama para la persona que se alojaba en esa casa. Adiciona que
Albert a la casa iba al principio los martes y después iba bien seguido, los martes, jueves,
domingo. La idea que se juntara con Albert fue una proposición de Pamela, incluso había

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

otra niña, después no se acostó con nadie más por plata. Indica que lo único raro que notó
fue que la niña mayor de Pamela no hablaba con Albert.
También afirma el aserto señalado la declaración de funcionaria policial Cheseline
Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar que remitió
la fiscalía local de Curacaví, el El 15 de septiembre de 2009, y que en virtud de la cual
entrevistó a la víctima de Lorenza, la cual a esa altura ya es mayor de edad, quien nació en el
año 1988, y cuando se le entrevista refiere que cuando tenía aproximadamente 16 o 17 años,
había trabajado en casa de Pamela Ampuero, en donde había conocido a la pareja de ésta –
que es el imputado-, que en un momento Pamela le propone tener relaciones a cambio de
dinero con un hermano gemelo de su pareja, a lo cual ella asiente después se da cuenta que
no era su hermano gemelo sino que se trataba de la misma pareja de Pamela, ella accede a
mantener las relaciones sexuales a cambio de dinero, refiere que se juntó en varias ocasiones
con el imputado y todas fueron coordinadas por Pamela Ampuero, que era ésta quien le
avisaba dónde y cuándo, y la trasladaba en un taxi, porque en ese tiempo no tenía vehículo, y
se juntaban en un cierto punto, donde ella posteriormente era trasladada por el imputado a
moteles donde se concretaban las relaciones sexuales.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que curso una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias entrevisto a Lorenza, una de las víctimas, quien les refirió haber
relaciones sexuales con el imputado, y que realizó tríos, con el imputado y Pamela
Ampuero, en un motel de Casablanca y en el domicilio imputada.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Lorenza, la que al entrevistarla les señaló Lorenza
que cuando tenía aproximadamente 16 años, Pamela le ofreció directamente que había un
hermano de su pareja que pagaba por tener relaciones sexuales con ella. Le dijo aceptó
porque necesitaba el dinero, Pamela se coordinó para trasladarla hasta la salida de Curacaví
donde es recogida por el imputado y trasladada hasta un motel de Casablanca donde tuvo
relaciones sexuales con el imputado, refiere, además, que una vez se junto con Pamela y el
imputado y los tres tuvieron relaciones sexuales.
Se refrenda el aserto con la declaración de la perito Macarena Francisca Pérez
Zavala, Quien, previamente juramentada, refiere en primer término la metodología utilizada
para realizar su peritaje, indica que se realizó dos entrevistas a la periciada, una entrevista
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

sicológica, a efecto de detectar presencia de trastornos, y la otra para el análisis de


credibilidad del relato. Explica que en la metodología utilizada se trabaja con dupla, la que se
ubica tras un espejo unidireccional, y que supervisa y guía la evaluación, y agrega que
participa un tercer sicólogo que controla todo el proceso.
Respecto de los antecedentes que aporta la periciada señala que ésta le
informó que se crío con madre y padrastro, que después de eso se fue a vivir con su abuelo,
y que después volvió a vivir con la madre. Explica que entorno vital de la periciada se
caracteriza por falta de figuras afectivas.
Refiere que periciada se percibe como muy pobre en recursos económicos, que
describe en su entorno la existencia violencia intrafamiliar, la que padece su madre de parte
del padrastro. Señal que también se detecta una temprana parentalización de la periciada, ya
que debió hacerse cargo de su hermana pequeña. Concluye que la periciada presenta
carencias afectivas y vulnerabilidad previa, violencia intrafamiliar, parentalización temprana,
carencias afectivas y carencia económicas.
Explica que también se le aplicó test proyectivos a la periciada, entre ellos el test de
Rorchard, mediante el cual se estableció que la peritada presenta un desarrollo intelectual
similar a su grupo etario, que sus relaciones interpersonales presentan gran interés en crear
relaciones con otras personas y eso la lleva a desertar del sistema escolar, ya que prefería
estar con amistades quienes suplían su carencias afectivas. Refiere que en esta dinámica
abandona su hogar para irse a vivir a la casa de la imputada.
Explica que se hizo análisis discursivo del relato en que se le refiere un hecho de
comercio sexual con una persona que identifica como Ricardo, coordinado por una persona
de nombre Pamela.
Refiere que el relato es fluido y abierto, esto es que se enriquece en la medida que
avanza la evaluación a través de las preguntas que se le hacen, lo que es un indicador de
credibilidad.
Refiere respecto de la ubicación temporal que la peritada fija la ocurrencia de los
suceso antes del 18 de septiembre de 2005, cuando tenía 16 años, indicando que lo precisa
de forma porque recuerda que Pamela le ofreció el intercambio sexual por dinero para que
se comprara ropa para la celebración del 18, por eso ubica la época señalando además que
tenía 16 o 17 cuando se fue de la casa, y estos hechos ocurrieron ese año. Refiere que cuando
se le ofreció trabajar en la casa de Pamela continuaron estos hechos.
Respecto de la ubicación espacial de donde ocurrieren estos hechos, le fue
informado que ocurrieron en un motel de Casablanca, Valparaíso, y en la casa de Pamela.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Respecto de la identificación de los agresores señala a Pamela como la persona que


organizaba esto y con quien habría participado en tríos sexuales un par de veces, y a Ricardo
como el hombre con quien mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero.
Refiere que la periciada le explicó cómo se iniciaron estos hechos, indicándole que
era amiga de Elena, hermana de Pamela a quien conoció al Colegio, en ese contexto tuvo un
primer contacto con Pamela, y después comenzó a frecuentar su casa y se le hizo la
propuesta de comercio sexual. Le fue referido por ella que Elena manejaba bastante dinero y
tarjetas de celular, ella le dijo que mantenía relaciones sexuales con el cuñado de Pamela y
que éste le entregaba dinero por ello.
Refiere que le peritada le señaló que después de ocurrido el encuentro sexual, la
imputada le ofreció que trabajara en su casa, lo que fue aceptado por ella, dejando el hogar
paterno. Explica la perito que esto se da en el contexto de las carencias ya señaladas.
Refiere que modus operandi de los acusados, era trasladar a la peritada en radio taxi
hasta la salida de Curacaví, y ahí se reunía con el imputado quien trasladaba hasta un motel.
Refiere que la peritada tuvo confusión con la identidad del acusado ya que una de
las estrategias desplegadas por los imputados era inventar que el imputado era un hermano
gemelo de la pareja de Pamela. Explica que después se enteró que eran la misma persona, y
después estableció que, además, era un sacerdote. Agrega exponiendo el relato que,
descubierto esto, la peritada dejó de trabajar con la imputada ya que, dada su formación
religiosa, esto le pareció más reprochable, y también porque se sintió traicionada por Pamela.
Perito refiere que la peritada le mencionó que Pamela le dijo que le mintiera al
imputado sobre su edad, que le dijera que tenía 18 años, pero la conversación de la edad no
se dio con el imputado.
Explicando las acciones sexuales que le refirió la peritada, señala que eran
penetraciones vaginales y tocaciones. También refiere una oportunidad en que hubo sólo
tocaciones y en que la idea era hacer un trío con Pamela y su pareja, y fueran ellos los que
tuvieran sexo, sin embargo, continúa, eso no se concretó por pudor del imputado.
Señala que la peritada le refirió que acudió a un motel donde también formó un
trío con Pamela y su pareja, oportunidad en Pamela sólo los observó mientras tenían sexo.
Señala que la peritada le refirió que el imputado le pagaba entre 30 y 40 mil pesos ,
y que uno de los encuentros en que participó Pamela le pagaron 80 mil pesos, fue mejor
remunerado.
La perito explica que con respecto al daño asociados a estos suceso, la peritada
menciona sentimientos de culpa; quiebre en su continúo vital ya que la peritada refiere sólo
haber tenido una pareja, con la quien tuvo relaciones sexuales con anterioridad. Precisa que
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

hay un quiebre en su continúo vital, ya que este episodio es disruptivo respecto de la vida que
llevaba antes y la que lleva actualmente, en que es dueña de casa y madre de familia. Agrega
que la peritada tiene, además, un problema de estigmatización y que no develó estos
hechos, justamente por su temor de ser juzgada por su familia, y por temor de que su pareja,
-quien no está enterado de estos hechos- lo quitara a su hijo. Se refiere también un daño en la
percepción de sí misma de la peritada y un sentimiento de traición respecto de la imputada a
quien la peritada consideraba su amiga.
Perito señala que el relato tiene elementos de credibilidad, como una estructura
lógica, consistencia y coherencia con detalles de la carpeta investigativa, además de los
analógicos y gestuales con que acompaña su narración, revelando detalles de la experiencia
vivida que son propio de este delito.
La perito concluye como daño asociado los sentimientos de culpa el quiebre
continúo vital y una afectación en desarrollo sicosexual.
Respecto de la diferencia de la metodología empleada Cavas Inescrim y respecto
de otras metodologías, la perito expresa la metodología CVCA se ocupa en varios países
para evaluar credibilidad, y que el SCA es el método de validar esas conclusiones. Explica
que Cavas Inescrim tiene la misma base teórica que esa metodología, pero se diferencia en
que es método elaborado con víctimas a nivel nacional, analizando la experiencia de más de
10 mil víctimas chilenas. Refiere como diferencia que el CVCA se malinterpretó, puesta que
nunca fijó un criterio cuantitativo de evaluación, aún cuando se otorgaba puntaje por
criterios ausentes o presentes, sin embargo la validez de sus conclusiones dependían de la
experticia del evaluador. Precisa que la metodología que ella empleó es cualitativa, que sus
criterios usados son más generales y podrían estar presentes en cualquier agresión de tipo
sexual. Agrega que este método usa hipótesis elaborada a partir de los antecedentes de la
investigación y de la fenomenología de las agresiones sexuales.
CVCA tiene 19 criterios, el método aplicado por cavas tiene 17 pero es una lógica
cualitativa no cuantitativa, hay una interpretación del contexto.
CVCA no permitía realizar peritaje a niños pequeños.
En este caso se encontró criterio de estructura lógica, consistencia, coherencia,
permanencia en el tiempo, el modo discursivo, relato episódico, relato abierto y fluido,
contiene ubicación temporal, ubicación especial, descripción del espacio físico. Descripción
agresor descripción de contexto relacional, descripción conducta sexuales, referencia
idiosincrática, presunto engaño de imputados por el sacerdote, en que imputado cambia
actuación, y elementos analógicos y gestuales que acompañan relato, refiere que el relato era
consistente con antecedente de la carpeta investigativa.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Desde el punto de vista subjetivo, se descartó hipótesis de elemento ganancial,


imputada no realiza denuncia, es realizada tiempo después de ocurrieran los hechos
denunciados, por otro lado refiere gran temor de que familia o pareja se entere de esto, teme
que le quiten a su hijo, en ese sentido no surgen elementos gananciales.
La perito descarta inducción por parte de terceros, y descarta Se descarta
sicopatología.
Refiere que revisó la carpeta investigativa, y no encontró elementos dicotómicos
con las versiones aportadas. Los detalles que recuerda son consistente como los de los
hermanos gemelos.
Refiere que las versiones de los imputados no la mencionan, imputado dice no
saber que era menor de edad, y la imputada refiere que su pareja mantuvo relación paralela
clandestina con joven que trabajo en su casa.
Señala que periciada inició actividad sexual a los 15 años, y precisa que una persona
que inició su vida sexual si es víctima de este tipo de delitos puede tener afectación de su
desarrollo sicosexual. Agrega que es apropiado el inició de actividad sexual en la
adolescencia pero de da contexto de los primeros encuentros amorosos.
Señala que el delito de explotación sexual tiene características de vulnerabilidad
previa que le son más propios.
Periciada es capaz de recordar con mayor vivencia el trío que realizó por que difiere
de los otros encuentros. Estaba en motel, y Pamela miraba mientras ellos tenían relaciones
sexuales, la que duraron más que las otras. Agrega que Pamela le dijo respecto del trío
realizado en su casa que como ella no tenía relaciones sexuales con su pareja quería tener
relaciones sexuales con su cuñado, y le indica que al final sólo hubo tocaciones.
Refiere que la peritada le indicó que la actividad se inició en el año 2005, y que los
encuentros se extendieron por siete meses, tres veces al mes. Dice que se fue por una traición
de Pamela, y porque no le pagaban su sueldo.
Refiere que al tiempo después, a los 18 años, conoce a su pareja y queda
embarazada de su primer hijo, y por necesidad vuelve a trabar con la imputada donde trabaja
hasta que su cumple 4 meses de edad.
Refiere que la pericia se realizó en junio del año pasado
Señala que la periciada no identifica factores protectoras, que de la relación con
Pamela Ampuero la identifica como una amiga, y es una figura significativa. Le indicó que
conoció a Pamela Ampuero de la época en que estaba en el Colegio.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Contra examinada señala que trabaja en el CAVAS, y que en junio próximo


cumple 2 años en la institución; que ha realizado 3 peritajes por mes; y que trabajó en un
DAM realizando peritaje a menores de edad, víctimas de delito sexuales.
Refiere que no maneja una cifra en qué casos ha arribado a conclusión de
credibilidad. Hay cifras estándar para estos casos.
Responde que tiene importancia que periciada tenga 22 años a fecha de pericia,
puede pesquisar como han ido evolucionando consecuencia del delito. Agrega que el hecho
de que la periciada tuviera 22 años pareja y dos hijos no afecta la conclusión de daño en
desarrollo sicosexual, ya que lo lleva en fuero interno, hay quiebre por situación que no era
acorde a su etapa.
Refiere que su Juicio de realidad está conservado.
Respecto de su ubicación temporal de los hechos, indica que se ubica por evento
más que por años.
Responde que el imputado no le preguntó por edad, pero la imputada le había
señalado que si le preguntaba le dijera que tenía 18 años de edad.
Refiere que los antecedentes que se lo otorgan dicen relación con carpeta
investigativa, la que fue recopilada por el Ministerio Público, y en la que cuentan con
declaraciones de todos los intervinientes, por ello, señala, no habría sesgo en la misma.
Refiere que no tuvo a la vista peritaje privados de la defensa.
Responde que diferencia de edad de la peritada con la pareja con que inicia
actividad sexual es mínima. Periciada Tiene dos hijos, y son de distinto padre.
Refiere que al momento de la pericia Lorenza tenía 22 años con dos meses, y vivía
en estado actual de convivencia.
Refiere la edad hijos de la peritada, tres años y un año.
Menciona que la peritada tuvo dos parejas después de estos hechos.
Refiere que peritada no tuvo una iniciación sexual precoz, se espera que sea dentro
de ese rango de edad, agrega que precoz es un juicio de valor.
Fija inició de estos hechos septiembre de 2005, la periciada señala que tenía 16 o17
años. Calculando la edad tendría 17 años y 4 o 5 meses.
Refiere que en la vulnerabilidad previa, los factores que inciden son parentalización
temprana, violencia intrafamiliar, escases de figuras afectivas, y búsqueda de afecto al exterior
de la familia, sentimiento de pobreza económica, percepción de entrega monetario como
afectiva.
Menor refiere que en su infancia mientras vivió con padre no hubo violencia
intrafamiliar, y que en la convivencia con su padrastro se iniciaron los episodios de violencia,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que le tocó vivir, precisando que la peritada señala que padrastro golpeaba a su madre, y que
eso la impactó mucho.
Señaló que la hermana menor de la peritada fue internada, ya que había sospecha de
agresión sexual por parte de padrastro, esto tras una visita de la asistente social. Agrega que
la periciada que con percepción de que hermana fue aportada porque eran pobres.
Periciada se siente bastante empobrecida en relación al medio que la rodea, indica
como factor de porque le quitaron a su hermana a los papás es por las pobreza, porque no
podían mantenerla adecuadamente.
Refiere que inició de vida sexual no tiene relación con la madurez emocional de la
persona.
Refiere que el desarrollo sicosexual tiene relación con desarrollo intelectual y con la
sociedad en que se desenvuelve, es una cuestión cultural también. La calificación de
adolescencia es una etapa evolutiva posterior.
Responde que peritada, con 22 años de edad, ya no era una adolecente al momento
de realizar el peritaje.

Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la víctima


Lorenza de L. V.M., en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 11 de abril de
1988. De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del
perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditar el siguiente hecho: Desde julio
de 2005 la victima Lorenza de la L.V.M nacida el día 11 abril del año 1988, a la sazón de 17 años de
edad, fue contactada con Ricardo Alberto Muñoz Quinteros, a objeto de que éste último mantuviera
relaciones sexuales con ella, pagando éste último por ello sumas que fluctuaban entre los $20.000 y $50.000
pesos, hechos que tuvieron lugar en diversos moteles de la ciudad de Santiago, como también en el domicilio de
Pamela Ampuero Escobar. Existiendo así, con los medios de prueba rendidos, convicción
acerca de la existencia del contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Lorenza de la L.V.M impresiona como veraz, está
dotado de consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y provee una narración
circunstanciada, no apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede
afirmarse categóricamente que desde el mes de julio del años del año 2005, y aún siendo
menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero. Al
respecto cabe tener presente que la atestada logra fijar con precisión la época en que ocurrió
este hecho a través de hitos de su vida, señalando que sabe que fue antes del 18 de
septiembre de ese año porque la tentaron indicándole que podría comprarse ropa para el
celebrar esa fiesta, por otro lado fija su edad al momento de ocurrir los hechos, recordando

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que estos hechos ocurrieron el mismo años que se fue de su casa indicando la edad que en
esa época.
A su vez tal testimonio es consistente y concordante con los dichos de las
funcionarias policiales Evelyn Díaz, Cheseline Ajraz y Lorena Alvarado, relatos que dan
razones del mismo y suficiente circunstancias, en cuanto indican los que les fue narrado por
Lorenza y que coincide con lo que expuso en esta audiencia; a su vez se corresponde con el
relato aportado por Pamela Ampuero Escobar, cuyo relato se corresponde con el de la
víctima en cuanto refiere que ella contactó a Lorenza con el imputado y que sabía que era
menor de edad, y que el imputado también lo sabía; que fue ella quien llevó a la víctima a
juntarse con el imputado; y afirma que Lorenza tenía 17 años cuando ocurrieron estos
hechos, al igual que en la valoración de la prueba realizada para el hecho 1 de la acusación, tal
testimonio impresiona como absolutamente veraz de momento en que, por el mismo, la
imputada está reconociendo participación en otro delito de la acusación, formulado en su
contra, razón por la cual, declarar en tal sentido no le reporta ninguna ventaja, y por el
contrario compromete su situación procesal. Cabe agregar a este respecto que no aparece
especialmente discordante los señalado por la perito en cuanto Lorenza le refirió que Pamela
dijo que mintiera sobre su edad al imputado, por cuanto la misma le refirió que este no se la
preguntó, y porque los encuentros se extendieron a mas de una vez en que el imputado se
pudo haber impuesto por la propia Pamela Ampuero de la edad de la Lorenza; También
resulta consisten y coherente ese relato con la declaración prestada por el imputado, Ricardo
Muñoz, en cuanto este reconoce haber mantenido relaciones sexuales con Lorenza, e,
incluso, haber realizado un relación sexual en trío con Lorenza y Pamela Ampuero.
Por su parte la declaración de la perito Macarena Pérez Zavala, la cual se encuentra
suficiente avalada en su experticia, referida por sus antecedentes, la que dio cuenta de una
adecuada metodología, la cual refrenda sus conclusión de que el relato de Lorenza es creíble,
cuanto hay un daño asociado, vinculado al quiebre en su continúo vital que formula la propia
víctima referente a las experiencia vividas. Por lo que, no existiendo divergencias palpable
entre sus conclusiones y las que el tribunal a determinado mediante la ponderación de la
prueba rendida, habiendo ella además realizado, conforme a las reglas de su ciencia, la
correspondiente evaluación y descarte de ganancia secundaria en la develación de la víctima,
el Tribunal considera tales conclusiones como un elemento más que permite dar sustento al
relato de los hechos realizado por la víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite, en concordancia que
su relato y las aseveraciones de la imputada, fijar un límite temporal dentro del cual estos
hechos ocurrieron mientras la imputada era menor de edad, esto es durante el año 2005.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.

DECIMOQUINTO: Acreditación del hecho 6 de la acusación. Que este hecho se


encuentra debidamente acreditado con la declaración de la víctima de Jessica del P.G.C,
quien juramentada legalmente expuso salió con el cura cuando lo conoció. Dice que lo vio
como dos veces y después, cuando su mamá trabajaba en la casa de la Pamela, lo vio una vez
que fue a buscar a su mamá. Indica que se le acercó el cura y le dijo que cualquier cosa que
necesitara se lo pidiera, dice, sin embargo, que como estaba embarazada de su hija no lo
tomó en cuenta. Luego señala que necesitó dinero porque en su familia no son de plata, que
por eso le pidió plata al cura y que él le entregó $30.000 pesos. Refiere que después volvió a
necesitar dinero y lo llamó para pedírselo, dice que él le pidió que se juntaran en una pasarela
de Chaitaco a la salida de Curacaví para entregárselo. Indica que él llegó en un auto blanco,
chico, y la llevó a un motel en Casablanca, dice que no tuvieron relaciones sexuales esa vez
que el cura le conversaba y le corrió mano, agrega que ella se fue al baño y después le dijo se
fueran, a lo que el cura accedió. Luego volvió a contactarlo porque necesitaba nuevamente
dinero, dice que se juntaron en Santiago, que fueron a un motel y que volvió a pasar lo
mismos, de nuevo le corrió mano, dice que ella le pidió que se fueran y él accedió y se
fueron del motel. A continuación manifiesta que se juntaron una tercera vez, que ella le
pidió dinero, que él de nuevo la llevó a un motel y ahí le dijo que si no tenían relaciones no
le iba a pasar plata, indica que por eso tuvo que acostarse con él, y accedió manteniendo
relaciones sexuales con el acusado, quien le entregó $60.000 pesos en esa oportunidad. Señala
después que esto se repitió sólo una vez más, en un motel de Santiago.
Refiere que el acusado tenía una foto semidesnuda de ella, y al respecto señala que
una amiga, Elena, le contó de una pelea que tuvo con la Pamela con el cura, en la que ésta le
decía como podía pagar por fotos. Indica que por esa razón lo llamaron, y él les dijo que las
pagaría por fotos que le mandaran, ellas le mandaron fotos por el teléfono celular, y les pagó
$30.000 pesos por ellas. Dice que fue el propio acusado quien les entregó el dinero.
Se incorpora mediante la exhibición a la testigo del set fotográfico de 116 imágenes
signado con el número 5 en el auto de apertura las fotografías 35 y 36 que la testigo
reconoce en dos fotografías de ella y que son las mismas que le mando al acusado. Se aprecia
en las imágenes una mujer semidesnuda, sin sus calzones.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Se incorpora mediante la exhibición a la testigo del Set de fotografías signado con


la n° 4 de 193 fotografía, la imagen número 10, que la testigo reconoce como una
fotografía de ella, y que es de las fotografías que le mandó al acusado. Se aprecia una imagen
de una mujer desnuda vestida con una capa un gorro.
Dice a continuación que unos abogados fueron a la casa de una amiga, le dijeron que
eran los abogados del Albert, y le dijeron que fuera a hablar con ellos, que ya sabían todo lo
que había hecho. Dice que los vio rondando cerca de su casa.
Dice que su madre estuvo de cumpleaños por estos días, y que Pamela no la fue a
visitar.
Refiere que tenía 16 años cuando se tomó la fotografía, y que tenía 16 años cuando se
acostó con Albert.
Dice que ella pensaba que se llamaba Albert, y que se enteró que él era cura cuando
se lo llevaron preso y salió en las noticias.
Refiere que le parece que los defensores no pueden comunicarse con los testigos o las
víctimas, sin embargo no se sintió amenazada o con miedo por estas personas que rondaban
su casa. Dice que a su amiga le dijeron que les contara lo que iban a declarar, y después,
cuando ésta se negó a hablar, empezaron a tomar fotos a su casa.
Dice que tuvo relaciones con Albert dos veces y que esto fue en el mes de junio.
Responde que entre la primera vez que tuvo contacto con Albert y la primera vez que
tuvo relaciones sexuales con él pasaron como dos meses. Precisa que la primera vez que lo
vio a él fue en octubre de 2007. Explica que recibió dinero antes de tener relaciones sexuales
con Albert, y señala que fue más de una vez que recibió dinero, esto cada vez que lo
necesitaba y que ella se lo pedía directamente. Dice que cuando fueron al motel la primera
vez él le iba pasar plata. Agrega que se juntaban y él le pasaba la plata. Luego dice que
después volvió a necesitar plata, y lo llamó, no sabía cuanta plata le iban a pasar cuando fue a
juntarse con él.
Confrontada por la defensa de Muñiz Quintero con el testimonio que la testigo
aportó ante funcionarios policiales y en la cual señala: “en una vez le regaló un celular nuevo
y se me perdió en total debó haber estado con él unas cuatro veces”. Explica que en sólo dos
de esas cuatro veces tuvo relaciones sexuales con el cura, en las otras ocasiones éste sólo la
tocó.
Refiere que el año en que todo esto se produjo fue el 2008. Agrega que el primero
de esos encuentros ocurrió a fines de mayo y la última vez que se junto con Albert fue a
comienzo de junio o fines de julio.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Precisa respecto de las veces que sólo la tocó, que esto fue por encima de la ropa y
que le tocó el trasero y los pechos.
También afirma el aserto señalado la declaración de funcionaria policial Cheseline Andrea
Ajraz Arancibia, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar que remitió la
fiscalía local de Curacaví, el El 15 de septiembre de 2009, y que en virtud de la cual
entrevistó a la víctima de nombre Jessica de 17 años, quien confirma la situación que se está
investigando, señala que en primera instancia tomó contacto con el imputado a través del
teléfono, le solicitó ayudas de dinero, que él se las mandaba y le solicitaba que se juntaran,
que ella le decía que sí, recibía el dinero pero no se juntaba con él, pero no obstante después
sí se concretaron las citas en las cuales tuvieron encuentros sexuales donde el imputado la
trasladaba a un motel, y ella posteriormente también accede a sacarse fotografías
semidesnudas a cambio de dinero, las cuales eran enviadas al imputado.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que curso una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias se ubicó a Jessica, quien relató ser amiga de Elena, hermana de
Pamela, y que en casa de Pamela conoció a Deisy, quien le refiere que tiene sexo con Ricardo
Muñoz a cambio de dinero. Como la menor había tenido un hijo y tenía problemas de
dinero, decide llamar a Ricardo muñoz para pedirle dinero. Él le insiste en que se junten, para
la traslada hasta un motel en Casablanca en que se producen sólo tocaciones, posteriormente
el imputado le exige que acceda a mantener relaciones sexuales con él a cambio del dinero, a
lo que la menor acepta concretándose estas en un motel de Santiago.
Refiere que Elena también le comentó que el acusado compraba fotografías de
menores como ellas, desnudas, y que se tomaron fotos juntas, para vendérselas.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Jessica la que les dijo que conoció a Pamela
Ampuero por ser amiga de la hermana de ella, Elena. Refiere que mantuvo relaciones
sexuales con el imputado cuando tenía 16 años de edad, por dinero.
También reafirma tal aserto los dichos de la perito Natalie Alexandra
Esquivel Pérez, quien refiere que realizó un informe a Jessica G el año 2010. Informa que
metodología utilizada fue la Cavas-Inescrim, la cual consta de varias etapas, la primera de
ellas es recabar información y contrastarla con los antecedentes relevantes con que se

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

cuente, luego se realiza entrevista a la afectada y se efectúa una medición de relato aportado,
existencia de sintomatología concomitante.
Refiere que estas evaluaciones se realizan con presencia de un par a fin de efectuar
un control de sesgo, y con presencia de psicóloga tras espejo para efecto de control sesgo
del proceso en su totalidad. Agrega que la tercera etapa consiste en la aplicación de pruebas
graficas, prueba figura humana y prueba de persona bajo la lluvia. Finalmente, refiere, la
última etapa es la elaboración informe.
Explica que la evaluación se solicitó por la fiscalía de Curacaví, para un
pronunciamiento sobre credibilidad y daño asociado.
En la exposición concreta de su peritaje, refiere que evaluó a Jessica González, de 18
años; que le realizó dos entrevista pericial, sumando en total, aproximadamente, 8 horas.
Señala como antecedentes relevantes que la joven periciada es la hija mayor de un
matrimonio con características distorsiónales, y que de joven fue testigo de violencia
intrafamiliar en su núcleo. Señala que esta familia se separa cuando la peritada tenía de 9
años de edad, y que ella sale del entono de su hogar a esa edad porque no le gusta estar en su
hogar, comenzando a frecuentar grupo de pares donde conoce a Elena, hermana de Pamela
Ampuero. Indica que la menor proviene de un grupo familiar de estrato social bajo,
cursando sólo hasta 8° básico.
Continua señalando que esta menor le refirió que a los 13 años inicia una relación con
un joven de 20 años, y que a los 14 años quedó embarazada; que esa relación duro hasta los
5 meses de embarazo del la hija, y que su pareja la ayudó sólo en forma ocasional, no
prestándole ayuda económica en la actualidad. Indica que la joven presenta un desarrollo
psicológico de adecuado.
Refiere que la menor periciada presenta una tendencia a la disociación y a la negación
de los hechos como mecanismo de protección del aparato síquico.
Refiere que el relato aportado por la joven periciada permanece consistente y
coherente presentado una pequeña discrepancia en fecha cuando se comenzó a vincularse
con Ricardo Muñoz.
Refiere que el relato aparece en forma espontanea y que por medio de las preguntas
aclaratorias se agregan gran cantidad de detalles.
Respecto al contenido, se señala que la joven expresa vivencia reiterada de conductas
sexuales consistente en tocaciones, contacto bucal mamario, penetración vaginal, exposición
fotográfica de su corporeidad, y que todas estas conductas las asocia exclusivamente a Albert
existiendo confusión respecto de su verdadera identidad.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que la joven periciada le manifestó que estas contactos con el imputado se
iniciaron el año 2006, y en circunstancias de que visitaba a Katherine, la hija mayor de la
señora Ampuero, y que después la madre de la joven decidió entrar a trabajar en casa de la
señora Ampuero, por lo que los contactos con el imputado comenzaron a hacerse más
frecuentes desde esa época. Indica que le fue referido por la joven que en abril de 2008 se
concreta contacto sexual por intercambio de dinero, y que el ofrecimiento se hace en casa de
Pamela Ampuero y el contacto sexual en un motel en la localidad de Casablanca.
Refiere que estrategia de victimización presenta un patrón por parte del imputado
acercándose en primer término para prestar apoyo a la víctima y aprovechándose del
conocimiento que tiene de las carencias socioeconómica de la joven y su familia.
Refiere que se ve conductas de auto cuidado de parte de la víctima en la cual en un
principio busca rechazar encuentro sexual, sin embargo, concluye, esta estrategia no fue del
todo efectiva pues imputado le representó que si no se concretaba un encuentro sexual no le
entregaría más dinero.
Refiere que el daño asociado para este caso está más vinculado a exposición pública
del mismo y las consiguiente estigmatización para la joven atendida la naturaleza del delito.
Refiere también una percepción de daño por victimización secundaria, debido a las
constantes declaraciones que debió prestar por estos hechos.
Manifiesta como sintomatología especifica de la joven periciada sentimientos de
culpa, sentimientos de suciedad, indefensión y rabia. Explica que eso lo contrapone con la
fenomenología de agresiones como ésta y es concordante, apareciendo ligado a la
ocurrencia de los hechos investigados
Concluye que el relato de la joven periciada es creíble en contenido y en forma
Refiere que las conductas de vulneración se encuentran asociadas exclusivamente
con la figura de Ricardo Muñoz.
Refiere que conforme al relato que le aportó al menor en octubre de 2006 se produce
la primera entrega de dinero por parte del imputado y en octubre de 2008 se produce la
primera relación sexual con él. Explica la joven no es precisa respecto de fecha en que se le
toman las fotografías. La perito manifiesta, en todo caso, que a la fecha de detención del
imputado la víctima tenía 17 años de edad.
Refiere que entre los antecedentes de la carpeta investigativa y sus versiones no hay
discrepancias relevantes, salvo la fecha en que conoció al imputado, pero que esto no incide
en la validez del relato.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que no se perciben ganancias secundarias por el daño le ocasionó la


develación, lo que se traduce en la exposición pública que esto generó, y el temor de la
menor a perder la custodia de su hija por estos hechos.
Refiere que tampoco existe antecedente de inducción del relato por parte de terceros,
indica que las características de relato, la apreciación subjetiva, apreciación sensorial, hacen
difícil que el relato sea inoculado.
Refiere que contrastado con las versiones que aparecen en la carpeta investigativa
concordante con lo declarado por la víctima en cuanto refiere que tuvo relaciones sexuales,
mediando pago de dinero, y siendo menor de edad.
Precisa que la conclusión de que un relato es creíble se hace en base a una apreciación
cualitativa. Agrega que en este caso de los criterios de credibilidad del relato, hay presente 15
criterios. Sin perjuicio de ello, reitera, evaluación es cualitativa.
Refiere que hay estudios de falsos positivos, en estas evaluaciones, y que porcentaje
sería del 7%, esto en población chilena.
Refiere que el nivel socioeconómico de la peritada es bajo, y que el principal sustento
sería el abuelo materno, no existiendo otras fuentes de ingreso.
Refiere que víctima le indicó que el imputado tenía conocimiento de su minoría de
edad, porque era amiga de Elena, y porque él sabía que ella quedó embarazada a los 15 años y
porque su madre trabajó en casa Pamela Ampuero.
Dice que víctima no se refirió a montos específicos de dinero que le entregaban, se
refería a montos genéricos, y que no sabe cuánto tiempo se extendió esta situación, pero dice
que fue ella quien decidió ponerle termino.
Refiere que peritada no se percibía como víctima, había una normalización de estas
conductas de vulneración sexual.
Refiere que en cuanto fotografías, reseñó una oportunidad en que le había ofrecido a
Elena sacarse fotos y accedieron para evitar tener actividad sexual de tipo penetrativo,
fotografías que realizaron juntas, y con fines monetarios para entregárselas a Ricardo Muñoz,
lo cual fue concretado por medio de un mensaje de texto.
Refiere un desarrollo en funcionamiento normal, sentimientos de estigmatización, de
vulneración, de suciedad, limitándose posibilidades laborales y escolares por ello, ya que al ser
Curacaví, una comunidad pequeña, todos estarían al tanto de lo ocurrido. Esto genera un
daño considerable, en una época en que se forma personalidad, por eso se recomienda para
ella una terapia a largo plazo.
Señala que la peritada refirió que a los trece años inició una relación de pareja y que a
los catorce años comenzó a tener relaciones sexuales quedando embarazada casi de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

inmediato. Le refirió, también, que no era muy frecuente las veces que tenía relaciones
sexuales, y que estas eran siempre consentidas.
Refiere que Jessica recibe una ayuda económica de Ricardo Muñoz, ofrecimientos
para apoyarla, lo que es valorado en forma positiva por la joven, pero después cambian la
solicitudes de esta personas, en el año 2008 ya se concreta encuentro sexuales por este apoyo
económico. Ella le dijo que no siempre accedía a estas solicitudes, que ella llamaba a esta
persona para solicitar ayuda económica.
Sin perjuicio de ello refiere que la pericia no se centró en si después lo llamaba para
concretar estas conductas de comercio sexual.
Refiere que existía la amenaza de que si no se concretaba el encuentro sexual no se le
iba pagar.
Refiere que haber iniciado su actividad sexual a lo trece años no supone alteración
desarrollo sicosexual, ya que esa es la edad promedio en que los jóvenes inician su actividad
sexual.
Dice que en literatura se indica que es posible asociar sintomatología específica a una
agresión sexual e inespecífica vinculada a la exposición pública, al estigmatización, la culpa.
Refiere que estos sentimientos de suciedad, estigmatización por sentirse diferente a los demás
se pudieron haber presentado, pese a no haber develación.
Explica que el daño se produjo por exposición asociado a la develación, pero también
asociado al abuso sufrido.
Señala que metodología es utilizada desde experiencia chilena.
Refiere que la percepción de daño supone sintomatología específica e inespecífica,
indicando como sintomatología de esta última clase la depresión.
Refiere que evaluación de entrevista en dos sesiones de cuatro horas es suficiente
para este caso y eso va dependiendo de cada persona.
Refiere que la víctima valoraba positivamente la actividad sexual que tuvo con su
pareja.
Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la víctima
Jessica de P.G.C., en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 20 de febrero de
1992.

De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del


perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditar el siguiente hecho: Entre el mes
de agosto y el mes de noviembre del año 2008, en diversas ocasiones, Ricardo Alberto Muñoz Quinteros,
tomó contacto con la menor Jessica del P.G.C. nacida el 20 de febrero 1992, a la sazón de 16 años de edad,

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

de quien obtuvo servicios sexuales, consistentes en mantener relaciones sexuales con aquella en diversos moteles
de la comuna de Santiago, mediando el pago a ésta, de cantidades que fluctuaban entre los $30.000 y los
$60.000 mil pesos y otras prestaciones de carácter pecuniario, tales como la facilitación de teléfonos celulares.
Existiendo así, con los medios de prueba rendidos, convicción acerca de la existencia del
contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Jessica del P.C.G impresiona como veraz, está
dotado de consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y provee una narración
circunstanciada, no apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede
afirmarse categóricamente que entre el mes de agosto y el mes noviembre del año 2008, y
aún siendo menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero
y otras prestaciones de naturaleza pecuniaria. Al respecto cabe tener presente que la atestada
recién cumplió con los 18 años después de la detención del imputado, por lo que, de
cualquier forma, las relaciones sexuales que tuvo con el imputado con ella, se consumaron
siendo ella menor de edad, circunstancia que no pudo menos que ser sabida por el imputado
de momento que tenía un conocimiento anterior de la víctima y que estaba al corriente de
particularidades de su historia de vida, como que había sido madre adolecente poco tiempo
antes de concretarse estos encuentros sexuales.
A su vez tal testimonio es consistente y concordante con los relatos de las
funcionarias policiales Evelyn Díaz, Cheseline Ajraz y Lorena Alvarado, relatos que dan
razones del mismo y suficiente circunstancias, y en cuanto estos indican los que les fue
narrado por Jessica y que coincide con lo que expuso en esta audiencia; con el relato
aportado por Ricardo Muñoz Quintero, cuyo relato se corresponde con el de la víctima en
cuanto refiere que, efectivamente se trasladó con la menor hasta un motel, pero que no
habría ocurrido nada, lo que es coincidente con la versión de Jessica en su descripción del
primero encuentro que tuvo con el imputado en un motel.
Por su parte la declaración de la perito Natalie Esquivel Pérez, la cual se encuentra
suficiente avalada en su experticia por los antecedentes expuestos, dio cuenta de una
adecuada metodología, al cual refrenda sus conclusión de que la el relato de Jennifer es
creíble y en cuanto hay un daño asociado, con las particularidades del mismo, en cuanto se
vincula a la connotación social de este caso y la estigmatización social que lleva asociada su
conducta. Por lo que, no existiendo divergencias palpable entre sus conclusiones y las que el
tribunal a determinado mediante la ponderación de la prueba rendida, habiendo ella además
realizado, conforme a las reglas de su ciencia, la correspondiente evaluación y descarte de
ganancia secundaria en la develación de la víctima, el Tribunal considera tales conclusiones

83
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

como un elemento más que permite dar sustento al relato de los hechos realizado por la
víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite dar por establecido de
forma irredargüible, atendida la fecha de detención del imputado, que estos hechos
ocurrieron mientras la víctima era menor de edad.

Que respecto de la declaración Ricardo Muñoz Quintero, recogida en el


considerando quinto de esta sentencia, no se acogerá la premisa fácticas planteada por el
imputado en su relato en orden a desvirtuar la imputación que se le realiza, indicando que a
Jessica la llevó hasta un motel, pero no tuvo relaciones sexuales con ella, perdiendo toda
contacto después de eso. Tal versión se encuentra en contradicción con la versión aportada
por la propia víctima la cual ha sido consistente en reiterar ante las distintas instancias de la
investigación y en este propio juicio, encontrándose avalada por la pericia de credibilidad que
se solicitó a su respecto, razón por la cual el relato del imputado se presenta como una
versión acomodaticia de los hechos con la que busca desconocer la comisión de los mismos.
Parece sintomático de esto el que, sólo respecto de aquellas dos víctimas que cumplieron la
mayoría de edad después de su detención, el imputado niegue haber tenido relaciones
sexualesAsí, de acuerdo a los análisis de la prueba efectuados en los acápites precedentes,
atendida la congruencia, contundencia y concordancia de la prueba de cargo, se resta
absoluto valor a la versión dada por el acusado, la cual encuentra su explicación en la
necesidad de dar una respuesta a la situación que sea acomodaticia a sus intereses.

De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.

DECIMOSEXTO: Acreditación del hechos 8 de la acusación sólo en cuanto se refiere


al almacenamiento de material pornográfico infantil. Que este hecho se encuentra debidamente
acreditado con la declaración de Jessica del P.C.G, en cuanto, previamente juramentada,
refiere que el acusado tenía una foto semidesnuda de ella, señala que una amiga le contó de
una pelea que tuvo la Pamela con el cura, en la que ésta le decía como podía pagar por fotos.
Indica que por esa razón lo llamaron, y él les dijo que las pagaría por fotos que le mandaran,
ellas le mandaron fotos por el teléfono celular, y les pago $30.000 pesos por ellas. Dice que
fue el propio acusado quien les entregó el dinero.
También se tiene por acreditado el aserto con la imagen número 10 del set de 193
fotografías signado con la n° 4 en la acusación, la cual se incorpora con su exhibición a
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

la testigo, la cual reconoce como una fotografía de ella, y como una de las fotografías que le
mandó al acusado. Se aprecia en ella la imagen de una mujer desnuda vestida con una capa y un gorro –
disfraz de bruja-, exhibiendo sus pechos, y con una mano sobre su pubis, en una pose que intenta ser
insinuante emulando las modelos de revistas eróticas.
Otro sustento de este aserto se encuentra en los dichos de Cheseline Andrea Ajraz
Arancibia, en cuanto, previamente juramentada, refiere el procedimiento policial que
terminó con la detención de los imputados, indicando que se procedió a solicitar la
interceptación telefónica de los teléfonos de los dos involucrados, en las escuchas se logró
establecer estos lazos en los cuales se ofrecían intercambio de fotografías, además de
establecer que Ricardo Muñoz mantenía relaciones con menores de edad. En base a los
antecedentes que se obtuvo de las escuchas y seguimientos, de una entrevista que se realizó a
la menor Jennifer en la cual ella también reconoce haber mantenido relaciones sexuales con
el imputado, se genera la orden de detención del Juzgado de Garantía y se produce la
detención simultanea de los dos imputados, incautando un computador desde el domicilio
del imputado, en el cual se encontraron numerosas fotografías de mujeres desnudas entre las
que se aprecia a Linda, Jessica y Elena.
Contra interrogada por el defensor Disi indica que tiene entendido que se
incautó un computador del domicilio del imputado, en el resultado de las pericias se indica
que se habrían encontrado fotografías de mujeres, entre las cuales reconocieron a tres
víctimas, Elena, Linda y Jessica. Se determinó la fecha en que fueron creados los archivos, no
cuando se tomó la fotografía, los archivos le parece que habían sido creados en el 2008, en
ese año sólo Elena podría haber sido mayor de edad por su fecha de nacimiento
Se sustenta, así mismo, en los dichos de la testigo Lorena Ivonne Alvarado
Ovando, quien, previamente juramentada, da cuanta de los resultados de una orden de
investigar que diligenció, recibida el día 15 de septiembre de 2009 por delitos de facilitación
a la prostitución infantil.
En base a estos refiere que a Elena y Jessica el imputado les sacaba fotografías, y
ellas se mismas se sacaban fotografías y se las mandaban a su celular del imputado,
fotografías desnudas por las que recibían dinero a cambio. Precisa que Jessica,
principalmente, se sacaba fotografías desnuda y se las mandaba al imputado.
Refiere que esas fotografías fueron ubicadas cuando se detuvo al imputado, y se les
encontró en su computador, el que estaba en el domicilio del imputado ubicado en calle
Carlos Wood, comuna de Melipilla.
Dice que estableció a través del relato de las víctimas, el que éstas eran menores de
edad en la fotografías incautadas, por lo que ellas le dijeron, sólo por sus dichos.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que en las fotografías identifica a Elena, a Linda, a Jessica, y otra mujer que
no recuerda nombre, pero que en todo caso era mayor.
Refiere que Jessica nació en el mes de febrero de 1992, y el imputado fue detenido
el 5 de enero del año 2010, por ello Jessica tenía a la fecha detención del imputado de 17
años, atendido ese hecho y los antecedentes del caso, dice que se puede concluir que las
fotografías de ella debieron tomarse cuando tenía menos de 18 años.
También se afirma el aserto en función de los dichos del perito Ernesto Nicolás
Jimeno Arroyo, quien previamente juramentado, refiere que realizó una pericia, conforme a
una solicitud de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores Metropolitana, en relación a un
computador y un disco duro que habrían sido materia de análisis anterior en un análisis
preliminar que se hizo con fecha 12 de enero de 2010, principalmente lo que se solicita es la
búsqueda de material de connotación sexual, del tipo imágenes y videos, y que se realice una
búsqueda de material que eventualmente se encontrara eliminado. Dice que la búsqueda se
realizada en un computador marca IBM, color blanco celeste, que contiene un disco duro en
su interior marca Fujitsu, de 13,5 GB de capacidad, y un disco duro marca Western digital de
15 GB de capacidad, estas especies fueron eventualmente levantadas en su momento del
domicilio del imputado, se procede a realizar la búsqueda y extracción de archivos tendiente a
determinar la cantidad de imágenes tanto almacenadas y la cantidad que se pudo rescatar. De
la búsqueda se pudo rescatar un total de 193 imágenes almacenadas, no se encontraron
videos ni otro tipo de documentos conforme a los criterios de búsqueda, de igual forma con
un software de recuperación de datos fue posible recuperar de forma completa 116 archivos
del tipo fotografías con el software forense, los que se remitieron en conjunto al informe en
un disco óptico. Añade que es importante determinar que el software forense permite a los
archivos mantener sus propiedades originales en el caso de los archivos almacenados, es
decir, mantienen su fecha de creación, modificación y ruta donde se encontraban
almacenados al momento de que se realiza la recuperación de los archivos, no obstante los
archivos que se recuperan y que se encuentran eliminados pierden todos sus atributos, es
decir, al momento de la recuperación no se recuperan con nombre ni fecha de creación ni el
lugar donde se encontraban originalmente, puesto que en el registro del equipo estos datos ya
no existen, o sea las propiedades que aparezcan para los archivos eliminados van a ser las del
momento de su recuperación. Como se dijo se almacenan estos archivos en un disco óptico y
se remiten junto al informe forense. Con respecto a la ruta donde se encontraron los
archivos que estaban almacenados, hacen referencia a la ruta de archivos de programa, a un
programa para realizar conexión de teléfonos celulares con computador, específicamente
para aparatos Motorola.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Al fiscal le indica que el grupo de 193 imágenes estaban en un carpeta en el


computador, el de 116 imágenes estaba eliminado, en cuanto a estas últimas, en el sentido de
la recuperación de archivos, para poder recuperar un archivo eventualmente tiene que existir
un almacenamiento previo de los documentos, por cuanto el disco duro funciona de tal
forma que cuando se elimina un archivo, el disco no lo elimina físicamente sino que le dice al
computador que ese espacio está disponible para que escriba ahí, si el computador no escribe
ahí eventualmente se puede recuperar el archivo, por ende esos archivos en algún momento
estuvieron almacenados en el equipo, y al momento de la extracción pierde los atributos de
las propiedades, no obstante lo que si tiene claridad es que en algún momento si existió
físicamente en ese dispositivo. En cuanto al grupo de 193 fotografías, esta carpeta estaba en
una ruta de archivos de programa, que hace referencia a un programa, es como una suite
móvil de teléfonos Motorola, es un programa que permite conectar equipos y poder extraer
cosas del teléfono, eventualmente se puede bajar cualquier contenido que esté en el teléfono
como fotografías, videos, lista de contactos, dice que de acuerdo a las características de las
fotografías que vio en esos archivos es probable que hayan sido bajadas desde un teléfono al
computador, que aquello es bastante probable por la calidad de las fotografías, la resolución
de las fotografías, y también porque a la vista se observa de cómo se pudo ver la
luminosidad, que fueron tomadas por un teléfono celular, de hecho en una de las fotografías
se ve un celular tomando las fotografías.
Ilustra que los archivos en el equipo tienen fecha de creación, los más antiguos son
del 2005, es un grupo bien particular, que son fotografías donde aparece una mujer bastante
mayor, podría ser de más de 30 años, y en el otro grupo donde aparecen mujeres
adolescentes son principalmente del año 2008 - 2009, éstas al momento de su extracción
mantienen sus propiedades originales. Dice que la fecha de creación de un archivo no
necesariamente es la misma fecha de la toma de la fotografía, la fecha de creación de un
dispositivo es cuando se crea en el dispositivo, es decir, si saco una fotografía con un
dispositivo, sea cámara o celular, y analizo ese dispositivo la fecha de creación va a
corresponder específicamente a cuando yo la tomé, pero por ejemplo si se tomó la fotografía
hace dos años y la pasó al computador, la fecha de creación va a ser la fecha de creación en el
computador. Informa que el contenido de las 116 y 193 fotografías era principalmente de
connotación sexual, no obstante también se puede apreciar que las edades de las personas
participes existe un grupo etario que es bastante avanzado de más de 30 años de algunas de
las partícipes, y otras son adolescentes o pre adolescentes, de hecho hay una fotografía en
particular donde sale una niña con un gorro de bruja, que a la vista evidentemente se trata de
una menor por las características físicas de la misma.
87
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Se exhibe parte del set de 193 fotografías del punto 4 de otros medios de prueba,
indicando el perito que en las fotografías 1 a 8 aprecia que aparece una mujer joven posando
de forma sensual, desnuda, en el caso de la fotografía 1 y 2 aparece con las manos en los
pechos, fotografía 3 aparece en una pose sensual y completamente desnuda, con las piernas
abiertas al igual que en la fotografía 4, en la fotografía 5 aparece la misma mujer haciendo una
pose sensual al igual que en la fotografía 6, en la 7 aparece tocándose los pechos, en la
fotografía 8 aparece también haciendo una pose sensual desnuda. En la fotografía 9 aparece
una mujer desnuda en un baño y se puede apreciar en el espejo del baño a una persona
tomando la fotografía con una cámara celular. En la fotografía 10 aparece una niña que al parecer es
menor de edad, vestida como una brujita, con un gorro, desnuda con una mano en los genitales. De las
fotografías 11 a 16 al parecer correspondería a la misma serie de fotografías, por el tipo de
foto, la persona que aparece y el fondo de la fotografía, en ella aparece una mujer con ropa
interior hasta la fotografía 13 haciendo poses sensuales, en la fotografía 14 exhibiendo su
órgano sexual al igual que en la fotografía 16 y en la fotografía 15 de torso desnudo. En las
fotografías 17 a 28 aparece una mujer no se alcanza a apreciar su rostro, la 17 y 18
completamente desnuda, en las fotografías 19 y 20 de torso desnudo posando frente a un
espejo, en el caso de la fotografía 21 está tomada de su parte trasera se le puede ver sus
nalgas y aparece con ropa interior. Fotografía 22 una mujer tocándose los pechos,
completamente desnuda, al igual que en las fotografías 23, 24 y 25. En las fotografías 26 y 27
aparece una mujer posando sentada en un vehículo color blanco, eventualmente con algo que
parece ser una falda roja, no obstante aparece levantada y exponiendo su órgano sexual. En
la fotografía 28 aparece una mujer realizando sexo oral, del cual sólo se puede observar el
órgano sexual de un hombre. En la fotografía 29 una mujer recostada sobre una cama, con
ropa interior no obstante puede apreciar su órgano sexual y tocándose sus senos. En las
fotografías 30 a 34 aparece una mujer vistiendo un baby doll del tipo sexy color rojo,
exhibiendo los senos en parte de las fotografías. En la fotografía 35 aparece una mujer
realizando sexo oral, se puede observar el órgano sexual de un hombre. En las fotografías 36
y 37 nuevamente esta mujer ya con el baby doll prácticamente quitado, se ve tocándose los
pechos. Indica que estas fotografías corresponden a las que se rescataron, estaban
almacenadas en una carpeta en el computador.
Continúa el fiscal exhibiendo el set de 193 fotografías del punto 4 de otros medios de
prueba, indicando el perito que en la fotografía 38 observa a una mujer en cuclillas de espalda
y se ven sus órganos sexuales; fotografía 39 aparece una mujer con ropa interior con el torso
desnudo mostrando sus pechos; fotografías 40 y 41 aparece la misma mujer en la fotografía
40 de frente y en la 41 de espalda; fotografía 42 se alcanzan a ver unos muslos y unas nalgas,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

y al parecer una ropa interior; fotografías 43, 44, 45 y 46 aparece una mujer desnuda de frente
a la cámara haciendo poses sexuales o eróticas; fotografías 47 a la 52 aparece una mujer al
parecer más adulta por los rasgos físicos, vestida con una falda y la parte de arriba con ropa
interior de color azul, y posteriormente aparece en una cama finalizando en la fotografía 51 y
52 en una cama exhibiendo sus órganos sexuales; fotografía 53 aparece una mujer realizando
sexo oral; fotografía 54 mujer de torso superior desnudo, una falda y ropa interior azul;
fotografía 55 parte posterior de una mujer al parecer con ropa interior de color azul;
fotografía 56 mujer recostada sobre una cama, torso superior desnudo, lencería de color azul;
fotografía 57 mujer recostada en cama, torso superior desnudo, lencería azul; fotografía 58
mujer recostada en una cama, torso desnudo y parte inferior desnuda exponiendo su órgano
sexual; fotografía 59 se aprecia la parte inferior de una mujer desnudo y se ven los órganos
sexuales; fotografía 60 aparece una mujer con la parte inferior al desnudo, no obstante esta
de lado y está con sostén en la parte superior; fotografía 61 la misma mujer de la fotografía
anterior, posando en forma sexy sin ropa interior en la parte baja; fotografía 62 parte trasera
de una mujer que se encuentra agachada, con un falda color negro; fotografía 63 mujer de
espalda vestida con una especie de baby doll blanco; fotografía 64 la misma mujer descrita
anteriormente, esta vez de frente con el seno izquierdo al aire y sin ropa interior en la parte
baja; fotografía 65 es una mujer sentada en un automóvil, que tiene en la parte superior una
especie de peto rojo sin ropa interior en la parte baja exhibiendo su órgano sexual; fotografía
66 se aprecia el rostro de mujer practicando sexo oral, se ve también el órgano masculino;
fotografía 67 una mujer en el interior de un vehículo, está de espalda a la cámara y se ve el
ano y la vagina de ella; fotografía 68 es una mujer de pie, vestida con una falda de puntos
blanco y rojos, con ropa interior rosada; fotografía 69 la misma descripción de la fotografía
anterior pero esta vez se ve el tercio inferior; fotografía 70 la misma mujer descrita
anteriormente, no se le observa el rostro, en una posición con una pierna levantada;
fotografía 71 es una mujer recostada en una cama, sin ropa interior en la parte de abajo
exponiendo su órgano sexual; fotografía 72 una mujer de pie, en una puerta que parece ser
un baño vestida con un traje negro; fotografía 73 la misma mujer antes descrita esta vez
agachada exponiendo sus nalgas a la cámara; fotografía 74 la misma mujer descrita en la
fotografía anterior esta vez de lado exhibiendo una especie de baby doll negro; fotografía 75
misma mujer del baby doll negro, esta vez se puede apreciar la parte inferior observándose
parte del órgano sexual; fotografía 76 una mujer practicando sexo oral, y se puede apreciar el
órgano sexual masculino; fotografía 77 misma descripción anterior se ve el rostro de la
participante; fotografía 78 de igual forma aparece una mujer realizando sexo oral mirando
hacia la cámara; fotografía 79 es la parte baja de una mujer, se aprecian los muslos y parte de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

la vagina; fotografía 80 una mujer en cuclillas sobre lo que parece ser una cama, de espaldas a
la cámara, está con ropa interior negra y se ven las nalgas de la mujer; fotografía 81 la misma
mujer descrita en la fotografía anterior, esta vez de frente a la cámara, de torso desnudo y sin
ropa interior en la parte baja, fotografía 82 se aprecia una mujer de frente a la cámara, torso
desnudo y sin ropa interior en la parte baja; fotografía 83 se aprecia como un recuadro donde
se observa la vagina de una mujer, parte de su torso y sus manos; fotografía 84 es una mujer
desnuda, de lado, posando en forma sensual; fotografía 85 mujer con seno izquierdo al
descubierto y lo que parece ser un baby doll de color blanco; fotografía 86 una mujer que
viste un baby doll blanco sentada en una silla, exponiendo parte de sus genitales; fotografía
87 una mujer de espalda a la cámara, que viste una falda ceñida al cuerpo y colales.
Reitera que el set de 193 fotografías estaba almacenado, el set de 116 fotografías
estaba eliminado, este último en algún momento tiene que haber pasado por el computador,
tiene que haber ocupado un espacio físico del disco duro del computador. Afirma que la ruta
donde se encontraban las fotografías hace referencia al directorio archivo de programa donde
se instalan los programas que residen en el equipo computacional, específicamente existían
dentro de una carpeta de nombre Motorola SBR, que hace referencia a un programa para
poder gestionar el aparato telefónico en el computador.
Contra interrogado por el defensor Disi señala que con respecto a la fotografía donde
señaló que aparece una menor de edad vestida de bruja, refirió que se trata de una menor de
edad desde el punto de vista empírico, sin tener conocimiento acabados en el área
antropomórfica para poder determinar lo que diferencia a un menor de un adulto, pero desde
el punto de vista empírico de cómo uno diferencia a un menor de un adulto, son que tiene un
desarrollo mamario poco avanzado, las características primarias de un menor, desde ese
punto de vista hizo esa apreciación. Señala que al explicar su pericia habló de adolescentes y
pre adolescentes por cuanto al mirar las imágenes podían corresponder al grupo etario de pre
adolescentes y adolescentes. Explica que cuando una fotografía es recuperada con un
proceso de recuperación de archivos, que eso fue lo que se realizó, cuando se elimina un
archivo de forma lógica del computador, quiere hacer la diferencia que aunque el
computador físicamente es un disco duro, lógicamente se administran espacios de memoria o
pequeños cuadraditos, por ejemplo le digo al equipo que no quiero ocupar esos espacios de
memoria entonces lo elimina lógicamente no físicamente, por lo tanto se sobre escribe en
esos registros, cuando se recupera el archivo lo puedo ver como es su estructura no obstante
éste pierde sus atributos, las fechas de creación, las rutas, el nombre original y el programa al
recuperarlo le otorga un número o un nombre por ejemplo recoveri1, recoveri2, etc.,
dependiendo del tipo de archivo de que se trate. Dice que efectivamente existen varias fotos
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que están duplicadas en ambos archivos lo que tiene una explicación técnica, cuando uno
crea un archivo en un directorio, por ejemplo si se descarga un archivo de Internet va a
quedar por defecto en la carpeta de descarga, lo abro y lo guardo en el escritorio, y
posteriormente lo borré del escritorio, al momento de recuperar se va a encontrar en la
carpeta de descarga como almacenado y en el escritorio como eliminado, puesto que existió
dos veces en dos partes distintas. Claramente los archivos que están contenidos en la carpeta
de eliminados tienen un nombre que se le otorgó el programa al recuperarlo, es decir todos
van a tener un nombre igual pero distintos números, por cuanto el sistema no entiende o no
puede encontrar un registro de cuál era su nombre. Aclara que el computador no hace nada
solo, todo es a petición del usuario, ya sea descargar un archivo o eliminar archivos,
aclarando que existen dos tipos de eliminación de archivos, cuando se envía un archivo a la
papelera de reciclaje lo que se está haciendo es guardándolo en una carpeta que se llama
papelera de reciclaje, pero no significa que se elimina del sistema, es decir, cuando se quiere
que se elimine un archivo o vació la papelera de reciclaje o también existe la opción de
eliminar el archivo con una propiedad que se puede hacer con el teclado que es eliminar
definitivamente, de esa forma no se va a la papelera de reciclaje y se elimina definitivamente
del sistema, pero siempre es a petición del usuario. Explica que cuando se descarga algo de
internet o se quiere abrir un archivo, el sistema operativo pregunta si se desea abrir o guardar
el archivo, si digo abrir queda en un registro temporal, es decir, lo abro, lo veo y lo cierro, se
almacena en un registro temporal que después se elimina solo, cuando se le dice que lo
quiero guardar se le asigna una ruta, por ejemplo en el escritorio, y lo guardo, lo veo, no me
gustó lo elimino, lo que va a generar que en algún momento estuvo guardado y después se
eliminó del equipo.
Efectivamente en su informe puso que existían imágenes con connotación sexual,
ello de acuerdo a un punto de vista empírico, además, había imágenes de mujeres desnudas,
mujeres manteniendo relaciones sexuales, sexo oral, exposición explícita de los órganos
sexuales y de senos, por cuanto entiende que para los criterios lógicos de una persona es un
contenido sexual o erótico, bajo ese criterio y a que ha hecho alrededor de 70 u 80 informes
sobre pornografía infantil, de pornografía y explotación sexual, ese es el criterio que utiliza,
haciendo hincapié que cuando se le solicita connotación sexual eventualmente puede estar
investigando un abuso sexual, una violación, no solamente almacenamiento de pornografía
infantil.
Continúa explicando que si una persona elimina un archivo de un computador no
significa que fue él quien lo almacenó, pero si el computador es mío y nadie más lo utiliza es
probable que sea el mismo quien almacenó y eliminó, el eliminar y el almacenar son actos
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

distintos. Dice que en el caso de los archivos que estaban almacenados no tienen fecha de
eliminación porque estaban almacenados, en el caso de los archivos eliminados como se
obtuvo con un proceso de recuperación de datos no se obtienen los atributos que tenían en
su momento por cuanto se pierden al momento de eliminarse del sistema. Insiste que en el
caso de los archivos almacenados, los más antiguos eran del año 2005 que eran donde
aparecía esta mujer que es más adulta, y en el otro grupo más masivo donde salían las
mujeres más jóvenes eran del 2008 - 2009.
Señala que en el disco duro que venía a parte del computador no encontró imágenes.
Refiriéndose al aspecto técnico, para producir debo crear, es decir, si yo creo una
fotografía o tomo una fotografía estoy produciendo pornografía infantil por cuanto no
existía hasta que yo lo creé, si efectivamente se logra determinar que una persona tomó una
fotografía a una menor y la subió a Internet, se dice producción y distribución, si se
encuentra a una tercera persona que la bajó y la almacenó, éste no produjo ni la distribuyó
sólo la almacenó, por ende para hablar de producción se entiende por la persona que crea el
material, puede ser una grabación, una fotografía, lo que se entiende por material
pornográfico infantil en cualquier soporte.
Dice que eventualmente es probable que de un teléfono a otro se manden fotografías
y que luego se descarguen en un computador, no obstante eso va a depender de las
características de la fotografía, porque en las características de una de las fotografías se
aprecia a una persona tomando la fotografía con un celular, se ve reflejada en el espejo. Las
fotografías por lo general tienen propiedades como fotos, dimensiones, sistemas de colores, a
la comparación pudo determinar que todas tienen un patrón común. Efectivamente con los
teléfonos más modernos se podría bajar una fotografía de Internet y pasarla al computador, y
no necesariamente eso va a reflejar que yo tomé esa foto.
Contra interrogado por el defensor Libretti señala que para ver algo en el equipo
eventualmente tiene que estar almacenado, pero hay una diferencia, existe la memoria física y
la memoria temporal, cuando se está trabajando en una memoria temporal, que en el
computador es la memoria RAM, que es una memoria que no almacena, esta memoria
también se apoya cuando son archivos muy grades en espacio físico del disco, entonces
evidentemente se podría recuperar un archivo por cuanto pasó por el computador.
A la pregunta aclaratoria del tribunal indica que si el computador escribe sobre el
espacio del archivo eliminado, ahí se elimina este último archivo.
Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la
víctima Jessica de P.G.C., en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 20 de
febrero de 1992.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del


perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditar el siguiente hecho: El acusado,
Ricardo Alberto Muñoz Quinteros, descargó y almacenó, conscientemente y a sabiendas, en el disco duro de
su computador marca IBM, la imagen de la menor Jessica del P.G.C, nacida el 20 de febrero del año
1992, de 17 años de edad a la fecha de la toma de la fotografía, exhibiendo sus senos y zona genital.
Existiendo así, con los medios de prueba rendidos, convicción acerca de la existencia del
contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Jessica del P.C.G impresiona como veraz, está
dotado de consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y provee una narración
circunstanciada, no apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede
afirmarse categóricamente que la víctima, siendo aún menor de edad, le mandó al
imputado, vía mensaje de texto a su teléfono celular, una imagen en la que aparece desnuda
exhibiendo sus senos y con su mano en la zona púbica. Al respecto cabe tener presente,
como en el caso anterior, que la atestada recién cumplió con los 18 años después de la
detención del imputado, por lo que, de cualquier forma, la imagen en cuestión debió ser
capturada, en circunstancia de que el imputado no pudo menos que saber que ella era menor
de edad, de momento que tenía conocía con anterioridad a la víctima y a que estaba al
corriente de particularidades de su historia de vida, como que había sido madre adolecente
poco tiempo atrás.
Por su parte las conclusiones expuestas por el perito Ernesto Jimeno Arroyo, se
encuentran suficientemente avaladas en su experticia, conforme a los antecedentes expuestos,
y dio cuenta de una adecuada metodología, la cual refrenda sus conclusiones en orden que de
la pericia del disco duro del computador del imputado fueron halladas 193 imágenes de
contendido eróticos las cuales estaban almacenada y 116 imágenes de igual connotación las
cuales estaban eliminadas, de entre las 193 imágenes se encontraba una en la que aparece una
menor desnuda, disfrazada de bruja. Tal imagen fue descargada al computador mediante un
programa para bajar contenido desde un teléfono celular

A su vez tal testimonio y la declaración del perito es consistente y concordante con la


prueba rendida al efecto, así, la imagen en cuestión que fue exhibida en la audiencia,
designándola con el número 10 del set de 193 fotografías indicado con el número cinco en la
acusación, y en ella se puedo apreciar a la menor Jessica, desnuda, vestida con una capa y un
gorro –lo que parece ser un disfraz de bruja- exhibiendo sus senos, y colocándose una mano
en su zona púbica, adoptando un posición sugerente, en abierta imitación a las modelos de
revistas eróticas, apreciándose de esa imagen que el fin buscado es, claramente, la exhibición

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

de la desnudez de la menor, con exposición de su genitalidad, en un contexto cuya finalidad


primordial es sexual; el relato de la testigo Cheseline Ajraz Arancibia, el cual es consistente y
coherente en sí mismo, guarda concordancia con la restante prueba rendida, da razón de sus
dichos y expone las circunstancias del caso, y se corresponde con el relato de la víctima en la
parte en que refiere haberse entrevistado con las víctimas Elena y Jessica, quienes le
refirieron el hecho de haberles sido solicitado por el imputado fotografías de ellas
semidesnudas ofreciendo por ellas distintas sumas de dinero, solicitud a las que ellas
accedieron, también es concordante con las conclusiones del perito en orden a establecer
que el computador en que se encontró la imagen en cuestión, le fue incautado al imputado
desde su domicilio, y que éstas le eran remitidas a su teléfono celular, por lo que vincular la
existencia de la imagen descubierta en el ordenador con la persona del imputado, que la tenia
posesión de ella; el relato de Lorena Alvarado Ovando el cual es consistente y coherente en sí
mismo, guarda concordancia con la restante prueba rendida, da razón de sus dichos y expone
las circunstancias del caso, y se corresponde con el relato de la víctima en la parte en cuanto
éste refiere que a Elena y Jessica el imputado les sacaba fotografías, y ellas se mismas se
sacaban fotografías y se las mandaban a su celular del imputado, fotografías desnudas por las
que recibían dinero a cambio. Precisando que Jessica, principalmente, se sacaba fotografías
desnuda y se las mandaba al imputado, es concordante a su vez con la declaración del perito
en cuanto señala que esas fotografías fueron ubicadas cuando se detuvo al imputado, y se les
encontró en su computador, el que estaba en su domicilio ubicado en calle Carlos Wood,
comuna de Melipilla, y la forma en que se descargaban al computador lo cual permite
vincular directamente la posesión de la imagen a la persona del imputado; por último guarda
concordancia con el relato aportado por Ricardo Muñoz Quintero, en cuanto refiere que,
efectivamente descargó en su computador una imagen que le fue remitida por la menor
Jessica del P.G.C., a su teléfono celular, agregando que tras verla la eliminó.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite dar por establecido de
forma irredarguible, atendida la fecha de detención del imputado, que estos hechos
ocurrieron mientras la víctima era menor de edad.
Que respecto de la declaración Ricardo Muñoz Quintero, recogida en el
considerando quinto de esta sentencia, no se acogerá la premisa fácticas planteada por el
imputado en su relato en orden a de desvirtuar la imputación que se le realiza, indicando que
la imagen en cuestión la revisó y la eliminó inmediatamente, ya que no resulta verosímil
atendida las palmarias conclusiones del perito en orden a indicar dónde estaba almacenada la
imagen en cuestión. Máxime si el alto número de imágenes almacenada y eliminada permiten
inferir que el imputado entendía claramente como realizar ambas operaciones en su
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

ordenador, y teniendo en consideración, además que éste solicitó expresamente que se le


instalara un programa para descargar fotografías desde su teléfono celular hacia su
computador. De esta forma no es consistente la afirmación que realiza respecto de que
cargaba las imágenes en el ordenador para verlas y luego eliminarlas, cuando aquello puedo
hacerlo directamente en su teléfono celular, sí su intención hubiere sido deshacerse de esa
imagen, de lo que puede inferirse que éstas las descargaba a objeto de revisarlas, y
seleccionar aquellas que almacenaría –entre las que se encuentra la imagen en cuestión- y
aquellas que eliminaría.
Así, de acuerdo a los análisis de la prueba efectuados en los acápites precedentes,
atendida la congruencia, contundencia y concordancia de la prueba de cargo, se resta
absoluto valor a la versión dada por el acusado, la cual encuentra su explicación en la
necesidad de dar una respuesta a la situación que sea acomodaticia a sus intereses.

De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.

DECIMOSEPTIMO: Prueba de la defensa referida al hecho n° 8 de la acusación. Que a


efectos de desvirtuar los hechos endilgados al imputado en el hecho 8 de la acusación, la de
defensa de Muñoz Quinteros presentó en estrados al perito Franco Raúl de la Fuente
Hernández, quien señaló que recibió oficio de la Brigada de delitos sexuales y menores
metropolitana por delito de facilitación de prostitución infantil, en la que se pedía establecer
la existencia de imágenes de carácter sexual. Con este objetico se perició con un software
forense un computador IBM con un disco duro de 13,5 gigabyte de capacidad, y un disco
western digital de 15 gigabyte, además de dos diskette y gran cantidad de discos ópticos.
Refiere como metodóloga que se utilizó tres criterios para contratar los archivos
clasificándolos en imágenes, videos, y archivos eliminados. Indica que como resultado se
encontró en el computador IBM, almacenadas, 193 imágenes de carácter pornográfico
adulto. Sin embargo, precisa, una de las imágenes que se encontró le generó dudas sobre la
edad de la persona retratada, la que por su morfología parecía ser menor, por ello hizo
respaldo de esa imagen y se la mandó a la unidad especializada de pornografía infantil.
Refiere que eliminadas, se encontraron 116 imágenes de pornografía, las que se respaldaron
en disco ópticos y se remitieron a las oficiales a cargo de la investigación, finalmente, se
realizó el informe pericial.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que todas esas imágenes, las 193 almacenadas y las 116 eliminadas
correspondían a imágenes pornográficas de personas adultas. Explica que un Software
forense va demostrando si las imágenes son de carácter infantil o de adultos. Precisa que no
hay criterio objetivo para demostrarlo, depende de la precisión del oficial. Indica que el
pudo precisar que eran adultas, pero que en una de las imágenes almacenadas le quedó la
duda, y por eso la respaldo y la mandó a la unidad que llevaba la investigación.
Responde que almacenar es bajar cualquier tipo de archivo y pasarlo a una carpeta; y
que producir es filmar o captar cualquier tipo de imagen.
Señala que si se recibe archivo por cualquier medio éste queda en el sistema, aunque
se elimine. Agrega que si se baja información esta queda respaldada en el disco duro en una
pista que se puede recuperar. Refiere que material archivado se trata de eso archivos que se
van almacenando en el ordenador. Refiere que pudieron ser bajados algunos de esos
archivos, guardados en disco ópticos, y luego eliminados.
Concluye señalando que en las otras especies peritadas no se encontró nada.
Respecto de este medio de prueba el tribunal concluye que en nada contradice los
asertos formulados en el considerando anterior en función de la prueba de la cargo. En
efecto en base a esas probanzas se estableció el almacenamiento de una imagen de carácter
pornográfico respecto de una persona menor de edad la cual se encontraba almacenada en el
ordenador del imputado. Por su parte el perito de la defensa señala que perició el ordenador
del imputado encontrando almacenada 193 imágenes de carácter pornográfico en las que,
prima facie, sólo se retrataban personas adultas, no obstante ello indica que una de las
imágenes le generó dudas, sospechando que podía tratarse de una menor de edad, por lo que
realizo una copia y la mando a la unidad pertinente.
Entre ambas afirmaciones no hay antinomia alguna, el tribunal llegó a la conclusión,
al tenor de las probanzas realizadas, de que en el ordenador del imputado se encontró una
sola imagen de carácter pornográfico infantil, el perito de la defensa concluye que encontró
en el ordenador del imputado 193 imágenes de las cuales, una, le generó dudas acerca de la
edad de la mujer fotografiada, por lo que realizó una copia y la remitió a la unidad
especializada a efectos de que ellos efectuaran un pronunciamiento, hay concordancia entre
estas aseveraciones respecto del núcleo típico de los hechos acreditados, la minoría de edad
de la víctima cuya imagen fue almacenada. Por lo que, en consecuencia, no hay ninguna
discordancia que plantee la prueba de la defensa que desvirtúe el aserto alcanzado en el
considerando anterior, no constituyendo ninguna rémora a las conclusiones que han sido
establecidas por este tribunal.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

DECIMOCTAVO: Calificación jurídica de los hechos acreditados. Que a juicio de este


Tribunal, los hechos de que se han tenido por acreditados en los considerandos
decimosegundo, decimotercero, decimocuarto y decimoquinto, son constitutivos de cuatro
delitos de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, previsto y sancionado
en el artículo 367 ter del Código Penal, todos en grado de consumado, toda vez que resultó
acreditado que un sujeto, mantuvo relaciones sexuales con menores de edad, mediando el
pago de dinero u otras prestaciones de carácter pecuniario a su favor de las menores. En tres
de estos hechos, correspondiente a los que se dieron por acreditados en los considerandos
decimosegundo, decimocuarto y decimoquinto, los mismos se repitieron más de una vez,
contra la misma víctima, realizando el mismo hecho típico, afectando el mismo bien jurídico:
la libertad sexual, lo que motiva que este tribunal califique aquellos hechos, sólo en cuanto
estos repitieron contra la misma víctima, como delitos continuado, toda vez que parece claro
que el imputado obró con un dolo que abarca la realización de todos los actos parciales, existentes con
anterioridad al agotamiento del primero de ellos, y reiteró, similarmente, la ejecución de su conducta en forma
típicamente idéntica, aumentando así la afectación del mismo bien jurídico, el que pertenece al mismo titular al
tratarse de una injerencia en la persona de éste. (Eugenio Raúl Zaffaroni, Derecho Penal, parte general,
pagina 865).
Por otra parte cabe consignarse en este punto que estos sentenciadores entiende que
el bien jurídico tutelado por la norma jurídica infringida por el imputado no es otro que la
libertad sexual de las menores de edad. Para ese efecto debe hacerse una breve reseña de lo
que se entiende por bien jurídico en una concepción del derecho penal acorde con Estado
Democrático de Derecho: refiere Claus Roxin que “la única restricción dada al legislador se
encuentra en los principios de la Constitución. Por tanto, un concepto de bien jurídico vinculante sólo se puede
derivar de los cometidos, plasmados en la ley fundamental, de nuestro Estado de Derecho. En consecuencia se
puede decir: los bienes jurídicos son circunstancias dadas o finalidades que son útiles para el individuo y su
libre desarrollo en el marco de un sistema social global estructurado sobre la base de esa concepción de los fines
o para el funcionamiento del propio sistema”. (Claus Roxin, Derecho Penal, parte general, tomo I, pagina
57)
A su vez, si el concepto de bien jurídico se vincula al principio del Estado de
Derecho plasmados en la ley fundamental, parece claro que la primera gran delimitación de
este concepto se desprende de los Derechos Fundamentales recogidos por la Constitución,
debiendo incluirse entre estos no sólo a aquellos expresamente recogidos en el catálogo del
artículo 19°, si no que, además todos aquellos que en virtud del artículo 5°, amplíen dicho
catálogo al recogerse en instrumentos internacionales ratificados por Chile.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Al respecto la Convención Internacional de Derecho del Niño, Tratado Internacional


ratificado por Chile, al fijar su ámbito de aplicación refiere en su artículo 1° que, se entiende
por niño todo ser humano menor de 18 años, a su vez el artículo 34 prescribe que: los estados partes se
comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y de abuso sexual. Con ese fin, los
estados partes tomarán, en particular, todas las medidas de carácter nacional…que sean necesarias para
impedir: b) la explotación del niño en la prostitución.
A su vez en el primer Congreso Mundial contra la explotación sexual comercial de
niños, niñas, y adolecentes de Estocolmo en 1996, definió el fenómeno, dotando de un
contenido el enunciado normativa antes citado, señalando que: la explotación sexual comercial es
una violación fundamental de los derechos del niño. Esta comprende el abuso sexual por adultos y la
remuneración en metálico o en otras especies al niño o niña y a una tercera persona o varias, el niño es
tratado como un objeto sexual y una mercancía. La explotación sexual comercial de los niños constituye una
forma de coerción y violencia contra los niños, que puede implicar el trabajo forzoso y formas contemporáneas
de esclavitud.
De estas definiciones resulta evidente que la explotación sexual es una forma de
vulneración de la libertad sexual de los menores de edad, y por ello suele asimilarse a otras
formas de violencia sexuales de las que diferencia en que en la prostitución infantil se
encuentra siempre presente el elemento intercambio y retribución en dinero o especies,
como elemento central para persuadir, forzar, o manipular a la víctima para que se involucre
con el adulto. Este es quid del fenómeno, en cuanto afecta derechos del los menores
involucrados, los que son objeto de una forma de coerción respecto de su libertad sexual a
partir de la posición económicamente mayor y de preeminencia que tiene el sujeto que
requeriré el contacto sexual, de forma que condiciona, negativamente, el libre ejercicio de la
sexualidad del menor, quien no consiente en forma espontanea a ese requerimiento, si no que
restringido por la remuneración que media, y que motiva su manifestación de voluntad.
A este respecto cabe tenerse también presente que en concordancia a lo señalado, y
en atención a esa “retribución” económica que reciben los menores, se formuló, en 1999, el
convenio 182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción
inmediata para su eliminación, abarcando como tal, en su artículo 3° letra b): el reclutamiento o la
oferta de niños para la prostitución. Este punto de la recomendación aclara que esta conducta se
encuadra dentro de las peores formas de trabajo infantil, y que la aceptación de realizar las
mismas, por parte de un menor, se entiende en un contexto en que no ejerce plenamente su
libertad sexual, si no que ve llevado a contemporizar respecto del “cliente”, en razón de esa
“retribución”.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

La identificación de la libertad sexual como bien jurídico tutelado queda más clara el
constatar la remisión que hace el artículo 367 ter del Código Penal a las circunstancias de
estupro, para el caso que estas también concurran, debiendo entonces sancionarse por ese
delito. Desde esta perspectiva parece claro que se emparentan, significativamente, ambas
figuras en la hipótesis del número 3 del artículo 363 de Código Penal, siendo ésta respecto de
aquella una circunstancia que vulnera en mayor medida la libertad sexual del menor, aún
cuando aparecen como modalidades de ejecución similares, tal consideración justificaría la
penalidad más intensa que se asocia al delito de estupro.
Que por otro lado los hechos descritos en el considerando decimosexto configuran a
juicio de este Tribunal, son constitutivos de un delito de almacenamiento de material
pornográfico infantil, en grado de consumado, el cual se encuentra previsto y sancionado en
el artículo 374 bis del Código Penal en relación al artículo 366 quinquies, inciso segundo,
toda vez que resultó acreditado que un sujeto, conscientemente y a sabiendas de la minoría
de edad de la persona retratada, descargó y mantuvo entre los archivos almacenados en su
ordenador, la imagen de una menor de edad en una postura insinuante, semidesnuda,
exhibiendo sus senos y colocando una mano sobre sus pubis, lo que importa una exhibición
de su genitalidad en un contexto erótico.
Consideran estos sentenciadores que el bien jurídico tutelados en este delito es la
dignidad del menor expuesto en un contexto de representación de su corporeidad con fines
primordialmente sexuales, lo que importa cosificarlo, reduciendo su propia imagen a un
objeto destinado a satisfacer los deseos sexuales de otro, alienándola de su calidad de sujeto
y, en definitiva, instrumentalizar una característica primordial en la constitución de la
personalidad, nuestra propia imagen.
DECIMONOVENO: Elementos del tipo penal Facilitación impropia a la prostitución de
menores de edad. Que conforme a lo preceptuado en el artículo 367 ter del Código Penal, para
que se configure el delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad se
requiere que la concurrencia de las siguientes elementos: a) que una persona obtenga
servicios sexuales de otra mayor. Se entiende que estos servicios sexuales deben consistir en
un acceso carnal, de momento en que la penalidad que se le asigna a esta figura es idéntica
que la que se le asigna a las figuras del abuso sexual propio, en las que, claramente, el
desvalor del acto es mayor, razón por la cual, y para una coherencia sistemática de la
proporcionalidad de las penas, entendemos que esta figura se circunscribe a los casos más
intensos de invasión a la esfera de la intimidad sexual; b) que la persona que presta los
servicios sexuales sea mayor de 14 pero menor de 18 años; c) que ese servicio sexual se
presté a cambió de dinero u otras prestaciones de cualquier naturaleza, las que no obstante
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

deben ser apreciable en dinero, de modo de hacer un reconstrucción coherente del tipo penal
con el bien jurídico tutelado y los medios con que se vulnera al mismo; y d) como
circunstancia negativa del tipo, no deben concurrir las circunstancias de la violación o del
estupro.
VIGECIMO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 1. En cuanto al elemento a) que
una persona obtenga servicios sexuales de otras (que supongan acceso carnal), se
configura de momento en que Linda S.B.D, mantuvo en diversas oportunidades, relaciones
sexuales con el imputado (lo que conforme al uso normal de ese concepto es el conjunto de
actos entre una pareja que finaliza en el coito); lo que quedó establecido de la declaración de
la propia Linda S.B.D; de Jennifer E. del C.G.V, de Marjorie Acevedo Aguilar; de la perito
Verónica Romo Fernández, así como de la declaración del propio imputado. En cuanto al
elemento b) que la persona que presta los servicios sexuales sea mayor de 14 pero
menor de 18 años, se configura de momento en que quedó establecido que Linda S.B.D
comenzó a tener relaciones sexuales de carácter comercial con el imputado cuando, a lo más,
tenía 17 años; lo que quedó establecido con la declaración de Linda S.B.D, de Jennifer G.V;
de Pamela Ampuero Escobar; de Karina Barrera Díaz; de María José Barrera Díaz; de la
perito Verónica Romo Fernández; y su certificado de nacimiento. En cuanto al elemento c),
que ese servicio sexual se presté a cambió de dinero u otras prestaciones de
cualquier naturaleza, la que no obstante deben ser apreciable en dinero, se configura
de momento en que quedó establecido que esta Linda S.B.D mantuvo relaciones sexuales
con el imputado a cambio del pago de sumas de dinero que oscilaban entre dinero los
$20.000 y los $30.000 pesos, así como la entrega de un teléfono celular y que ese dinero y esa
especie se entregó, justamente, con motivo de esos encuentros, lo que se determinó con la
declaración de Linda S.B.D, de Pamela Ampuero Escobar, de Jennifer G.V de Karina
Barrera Díaz; de María José Barrera Díaz. Finalmente, respecto del requisito d), cabe señalar
que respecto de estos hechos no concurre las circunstancias ni de la violación ni del estupro.
VIGECIMOPRIMERO Concurrencia de estos elementos en el hecho 2. En cuanto al
elemento a) que una persona obtenga servicios sexuales de otras (que supongan
acceso carnal), se configura de momento en que Jennifer E. del C.G.V, mantuvo relaciones
sexuales con el imputado (lo que conforme al uso normal de ese concepto es el conjunto de
actos entre una pareja que finaliza en el coito); lo que quedó establecido de la declaración de
la propia de Jennifer E. del C.G.V; de Linda S.B.D; y de la perito Alejandra Zulueta
Hernández. En cuanto al elemento b) que la persona que presta los servicios sexuales
sea mayor de 14 pero menor de 18 años, se configura de momento en que Jennifer E. del
C.G.V tuvo relaciones sexuales de carácter comercial con el imputado cuando, siendo menor
100
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

de edad toda vez que conforme a su certificado de nacimiento alcanzó la mayoría de edad
después de la detención del imputado. En cuanto c), que ese servicio sexual se presté a
cambió de dinero u otras prestaciones de cualquier naturaleza, la que no obstante
deben ser apreciable en dinero, se configura de momento en que quedó establecido que
esta Jennifer E. del C.G.V mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio del pago
de una suma de dinero que alcanzó los $20.000 pesos y que ese dinero se entregó,
justamente, con motivo de esos encuentros, lo que se determinó con la declaración de
Jennifer E. del C.G.V; y de Linda S.B.D y de la perito Alejandra Zulueta Hernández.
Finalmente, respecto del requisito d), cabe señalar que respecto de estos hechos no concurre
las circunstancias ni de la violación ni del estupro.
VIGESIMOSEGUNDO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 4. En cuanto al
elemento a) que una persona obtenga servicios sexuales de otras (que supongan
acceso carnal), se configura de momento en que Lorenza de la L.V.M, mantuvo, en diversas
oportunidades, relaciones sexuales con el imputado (lo que conforme al uso normal de ese
concepto es el conjunto de actos entre una pareja que finaliza en el coito); lo que quedó
establecido de la declaración de la propia Lorenza. de la L.V.M; de Pamela Ampuero
Escobar; de Ricardo Muñoz Quinteros; y de la perito Macarena Pérez Zavala Jennifer E. b)
que la persona que presta los servicios sexuales sea mayor de 14 pero menor de 18
años, se configura de momento en que Lorenza de la L.V.M comenzó a tener relaciones
sexuales de carácter comercial con el imputado cuando, a lo más, tenía 17 años; lo que quedó
lo que quedó establecido de la declaración de la propia Lorenza de la L.V.M; de Pamela
Ampuero Escobar; y de la perito Macarena Pérez Zavala. En cuanto al elemento c), que ese
servicio sexual se presté a cambió de dinero u otras prestaciones de cualquier
naturaleza, la que no obstante deben ser apreciable en dinero, se configura de
momento en que Lorenza de la L.V.M mantuvo relaciones sexuales con el imputado a
cambio del pago de sumas de dinero que oscilaban entre dinero los $20.000 y los $50.000
pesos y que ese dinero se entregó justamente con ese motivo, lo quedó establecido de la
declaración de la propia Lorenza de la L.V.M; de Pamela Ampuero Escobar; y de la perito
Macarena Pérez Zavala. Finalmente, respecto del requisito d), cabe señalar que respecto de
estos hechos no concurre las circunstancias ni de la violación ni del estupro.
VIGESIMOTERCERO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 6. En cuanto al
elemento a) que una persona obtenga servicios sexuales de otras (que supongan
acceso carnal), se configura de momento en que Jessica del P.C.G, mantuvo en diversas
oportunidades relaciones sexuales con el imputado (lo que conforme al uso normal de ese
concepto es el conjunto de actos entre una pareja que finaliza en el coito); lo que quedó
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

establecido de la declaración de la propia Jessica del P.C.G; y de la perito Natalie Esquivel


Pérez. En cuanto al elemento b) que la persona que presta los servicios sexuales sea
mayor de 14 pero menor de 18 años, se configura de momento en que Jessica del P.C.G
comenzó a tener relaciones sexuales de carácter comercial con el imputado cuando, a lo más,
tenía 16 años; lo que quedó establecido con la declaración su certificado de nacimiento el
cual da cuenta que ella cumplió la mayoría de edad con posterioridad a la detención del
imputado. En cuanto al elemento c), que ese servicio sexual se presté a cambió de
dinero u otras prestaciones de cualquier naturaleza, la que no obstante deben ser
apreciable en dinero, se configura de momento en que Jessica del P.C.G mantuvo
relaciones sexuales con el imputado a cambio del pago de sumas de dinero que oscilaban
entre dinero los $30.000 y los $60.000 pesos y la facilitación de teléfonos celulares y que ese
dinero y esa especie se entregó justamente, con motivo de esos encuentros, lo quedó
establecido de la declaración de la propia Lorenza de la L.V.M; de Pamela Ampuero Escobar;
y de la perito Natalie Esquivel Pérez, respecto del requisito d), cabe señalar que respecto de
estos hechos no concurre las circunstancias ni de la violación ni del estupro.
VIGESIMOCUARTO: Elementos del tipo penal almacenamiento del material pornográfico
infantil. Que conforme a lo preceptuado en el artículo 374 bis inciso segundo del Código
Penal, para que se configure el delito de almacenamiento del material pornográfico infantil,
se requiere que la concurrencia de los siguientes elementos: a) que una persona almacene
material pornográfico, cualquiera sea su soporte, y atendida la definición de pornografía que
hace el artículo 366 quinquies cuando se utilizan menores de edad; b) que en cuya
elaboración se hayan utilizado menores de 18 años; c) que ese almacenamiento sea malicioso,
lo que esto sentenciadores, entienden, define el dolo con que debe cometerse el delito, esto
es sólo dolo directo.
VIGESIMOQUINTO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 8. en cuanto al
elemento a) que una persona almacene material pornográfico, cualquiera sea su
soporte, se configura de momento en que Ricardo Muñoz Quintero, descargó y almacenó en
su computador una imagen de Jessica del P.C.G, desnuda, exhibiendo sus pechos, en
posición sugerente colocando una mano en su pubis desnudo, lo cual supone una exhibición
de la genitalidad con fines primordialmente sexuales; lo que quedó establecido de la
declaración de la propia Jessica del P.C.G; y de la imagen exhibida signada con el n° 10 del
set de 193 fotografías, y con la declaración del perito Ernesto Jimeno Arroyo. En cuanto al
elemento b) que en cuya elaboración se hayan utilizado menores de 18 años, se
configura de momento en que Jessica del P.C.G al fotografiarse en esa imagen tenía, a lo
más, 16 años; lo que quedó establecido con la declaración su certificado de nacimiento el
102
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

cual da cuenta que ella cumplió la mayoría de edad con posterioridad a la detención del
imputado. En cuanto al elemento c), que ese almacenamiento sea malicioso, se configura
de momento en que el imputado conocía personalmente a Jessica del P.G.C, estaba al tanto
de una serie circunstancia de su vida, como que había sido madre adolecente, razón por la
cual, necesariamente estaba al tanto que ella era menor al momento de descargar esa imagen
lo que quedó establecido con la declaración de la propia Jessica del P.G.C; de la perito
Natalie Esquivel Pérez; y de la declaración del propio imputado.
VIGESIMOSEXTO: Participación en el hecho 1 que se dio por acreditado. Que habiéndose
acreditado un delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad,
corresponde pronunciarse acerca de la participación del acusado en el hecho que se les
imputa.
Que la participación de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros ha quedado acreditada,
más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de Linda S.B.D, quien manifestó
que la persona con quien mantuvo relaciones sexuales de índole comercial siendo menor, es
el imputado Muñoz Quinteros, a quien reconoce en la sala de audiencia durante la secuela de
juicio; mediante la declaración de la perito Verónica Romo, quien evalúo el relato de la
víctima y conforme a las reglas de su ciencia concluyó, en forma suficientemente fundada
para este tribunal, que el relato su relato es creíble; con la declaración de Jennifer E. del
C.G.V quien acompañó en una oportunidad a Linda B. hasta un motel junto al imputado
lugar donde la primera tuvo relaciones sexuales con ambas, reconociendo al imputado en la
sala de audiencia en la secuela del juicio, con la declaración de Marjorie Acevedo Aguilar,
quien también refiere haber acompañado a Linda B. hasta un motel donde mantuvieron
relaciones sexuales con el imputado; con la declaración de la María José Barrera Díaz,
hermana de de Linda, y a quien Linda le contó lo que estaba haciendo con el imputado,
indicando que recibía dinero a cambio, lo que fue repetido por ella quien también se
prostituyó con el Muñoz Quinteros, a quien reconoció en la sala de audiencias durante la
secuela del juicio; con la declaración de Pamela Ampuero Escobar, quien refiere haber
contactado a Linda B. con Muñoz Quinteros, efecto que mantuvieran relaciones sexuales de
índole comercial, estando ambos enterados de la minoría de edad de la víctima.
Por último corrobora lo señalado la declaración del acusado, quien reconoce haber
mantenido relaciones sexuales con la víctima, sin perjuicio de negar el conocer la edad de la
víctima lo que quedó desmentido con los testimonios analizados.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación del acusado, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes referidos
es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Muñoz Quinteros tiene
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos, según lo establece


el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su ejecución de una manera
inmediata y directa.
VIGESIMOSEPTIMO: Participación en el hecho 2 que se dio por acreditado. Que
habiéndose acreditado el delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad,
corresponde pronunciarse acerca de la participación del acusado en el hecho que se les
imputa.
Que la participación de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros ha quedado acreditada,
más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de Jennifer E. del C.G.V quien
manifestó que la persona con quien mantuvo relaciones sexuales de índole comercial junto a
Linda B., siendo menor de edad, es el imputado Muñoz Quinteros, a quien reconoce en la
sala de audiencia durante la secuela de juicio; mediante la declaración de la perito Alejandra
Zulueta, quien evalúo el relato de la víctima y conforme a las reglas de su ciencia concluyó,
en forma suficientemente fundada para este tribunal, que el relato su relato es creíble; con la
declaración de Linda S.B.D, quien acompañó en esa oportunidad a Jennifer C. hasta un
motel junto al imputado lugar donde él tuvo relaciones sexuales con ambas, reconociendo al
imputado en la sala de audiencia en la secuela del juicio, con declaración de Pamela
Ampuero Escobar, quien contactó a Jennifer C. y Linda B. con el imputado Muñoz
Quintero, su pareja, y las trasladó hasta su encuentro, a efecto de que mantuvieran relaciones
sexuales con él a cambio de dinero.
Por último corrobora lo señalado la declaración del acusado, quien reconoce haber
mantenido relaciones sexuales con la víctima, sin perjuicio de negar el conocer la edad de la
víctima lo que quedó desmentido con los testimonios analizados.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación del acusado, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes referidos
es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Muñoz Quinteros tiene
participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos, según lo establece
el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su ejecución de una manera
inmediata y directa.
VIGESIMOCTAVO: Participación en el hecho 4 que se dio por acreditado. Que
habiéndose acreditado un delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de
edad, corresponde pronunciarse acerca de la participación del acusado en el hecho que se le
imputa.
Que la participación de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros ha quedado acreditada,
más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de la perito Macarena Pérez,
104
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

quien evalúo el relato de la víctima y conforme a las reglas de su ciencia concluyó, en forma
suficientemente fundada para este tribunal, que el relato su relato es creíble, mediante la
declaración de Lorenza de la L.V.M, quien manifestó que la persona con quien mantuvo
relaciones sexuales de índole comercial siendo menor de edad, es el imputado Muñoz
Quinteros, a quien reconoce en la sala de audiencia durante la secuela de juicio; con
declaración de Pamela Ampuero Escobar, quien contactó a Lorenza V. con el imputado
Muñoz Quintero, su pareja, a efecto de que tuvieran relaciones sexuales a cambio de dinero.
Por último corrobora lo señalado la declaración del acusado, quien reconoce haber
mantenido relaciones sexuales con Lorenza V., e incluso haber realizado un trío sexual con
ella y Pamela Ampuero, sin perjuicio de negar el conocer la edad de la víctima lo que quedó
desmentido con los testimonios analizados.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación del acusado, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes referidos
es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Muñoz Quinteros tiene
participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos, según lo establece
el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su ejecución de una manera
inmediata y directa.
VIGESIMONOVENO: Participación en el hecho 6 que se dio por acreditado. Que
habiéndose acreditado un delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de
edad, corresponde pronunciarse acerca de la participación del acusado en el hecho que se le
imputa.
Que la participación de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros ha quedado acreditada,
más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de Jessica del P.G.C, quien
manifestó que la persona con quien mantuvo relaciones sexuales de índole comercial siendo
menor de edad, es el imputado Muñoz Quinteros, a quien reconoce en la sala de audiencia
durante la secuela de juicio; mediante la declaración de la perito Natalie Esquivel, quien
evalúo el relato de la víctima y conforme a las reglas de su ciencia concluyó, en forma
suficientemente fundada para este tribunal, que el relato su relato es creíble.
Por último corrobora lo señalado la declaración del acusado, quien reconoce haberse
trasladado en una oportunidad con la víctima hasta un motel, sin perjuicio de negar el haber
mantenido relaciones sexuales con ella en esa o en otra oportunidad lo que quedó
desmentido con los testimonios analizados.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación del acusado, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes referidos
es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Muñoz Quinteros tiene
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos, según lo establece


el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su ejecución de una manera
inmediata y directa.
TRIGESIMO: Participación en el hecho 8 que se dio por acreditado. Que habiéndose
acreditado un delito de almacenamiento de material pornográfico infantil, corresponde
pronunciarse acerca de la participación del acusado en el hecho que se le imputa.
Que la participación de Ricardo Alberto Muñoz Quinteros ha quedado acreditada,
más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de la declaración de las funcionarias
policiales Evelyn Díaz Soto, Cheseline Ajraz Arancibia y Lorena Alvarado Obando,
quien son conteste en afirmar que el imputado adquiría fotografías de mujeres desnudas,
entre las cuales habría obtenido imágenes de Jessica G., indicando que incautaron un
computador del imputado desde su domicilio; con la declaración del perito Ernesto
Jimeno quien refiere haber periciado el computador del imputado que le fue incautado, y en
el cual encontró 193 imágenes almacenadas entre las cuales existe una en la que aparece una
menor de edad desnuda; con la declaración de Jessica del P.G.C, quien refiere haberle
mandado una fotografía al imputado en la que aparece desnuda, reconociendo esa imagen
entre las fotografías que fueron descubiertas, almacenadas, en el computador del imputado.
Por último corrobora lo señalado la declaración del acusado, quien reconoce haber
recibido una fotografía de Jessica G., vía mensaje de texto a su teléfono, la cual descargó en
su computador, sin perjuicio de señalar que la borró inmediatamente, lo que quedó
desmentido con los testimonios analizados.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación del acusado, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes referidos
es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Muñoz Quinteros tiene
participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos, según lo establece
el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su ejecución de una manera
inmediata y directa.
TRIGESIMOPRIMERO: Alegaciones de la defensa. Que las alegaciones realizadas por
la defensa de Muñoz Ampuero en orden a solicitar la absolución de su representado por los
delitos que se han dado por acreditados, así como se estableció su participación serán
desestimadas por los siguientes razonamientos:
En cuanto a los delitos de facilitación impropia de la prostitución de menores de
edad, configurada por los hechos 1 y 4 de la acusación, no es efectivo que el ministerio
Público no hubiere podido acreditar la época en que ocurrieron estos hechos respecto de de
las víctimas afectadas, toda vez que, si bien no se logró una determinación con fechas
106
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

precisas, si se estableció a través de los hitos de vida de ellas establecer, categóricamente, los
periodos en que estos hechos se sucedieron, y que conforme ya se analizó fue antes de que
ellas cumplieran 18 años de edad. Las imprecisiones que se suscitaron en las declaraciones de
las víctimas al momento de señalar las fechas de estos acontecimientos no son rémoras a
estas conclusiones, de momento que la memoria puede ser frágil al respecto, máxime si
muchas ha pasado por procesos sicológicos en que han ido bloqueando estos recuerdos, sin
perjuicio de lo cual sus declaraciones son coherentes al fijar los hitos de su historia vital
como los puntos dentro los cuales se pueden mensurar los periodos en que estos hechos
ocurrieron, resultando que los mismos aparece en concordancia con la restante prueba
rendida.
En cuanto a los delitos de facilitación impropia de la prostitución de menores de
edad, configurada por los hechos 1, 2 ,4 y 6 de la acusación, respecto de la alegación de un
error de tipo, en que habría incurrido el imputado al no conocer la minoría de edad de las
víctimas, lo cual excluye el dolo con que actuó.
Cabe señalar que esta es una circunstancia que debe ser acreditada por la defensa,
sobre ella pesa el omus probandi, para establecer las circunstancia que motivaron la errada
aprehensión de las contingencias el hecho –en este caso la edad de las víctimas-, de modo de
acreditar que el imputado efectivamente estimaba estar realizando una conducta atípica y que
por eso error realizó una conducta típica. Al respecto la defensa no rindió prueba tendiente a
acreditar una circunstancia de esa naturaleza, y centró su alegación en que las víctimas,
atendida su edad –cerca de cumplir los 18 años, su historia de vida –muchas de ella ya siendo
madres-, y por su aspecto morfológico, causaron una errada impresión en el imputado acerca
de la edad que tenían. Tal alegación podría ser atendida si el caso fuera encuentros azarosos
entre el imputado y las víctimas, de modo que solo tuviera a su alcance esos antecédete para
asumir la edad de las mujeres con de las cuales requería sus servicios sexuales mas, en la
secuela de juicio a quedado latamente demostrado que eso no era así el imputado tuvo
conocimiento de todos los antecedes de vida de las víctimas, del momento en que trabajaron
en la casa de su pareja, cuidando a sus hijos, habiéndose impuesto de que algunas de ellas
eran madres adolecentes, por lo demás, como señaló su pareja Pamela Ampuero quien
justamente le contactaba a estas mujeres para realizar estos encuentros sexuales de índole
comercial, esta circunstancia era sabida por el imputado. Por ende la defensa no demostró
que el imputado hubiese incurrido en un error acerca del elemento central del tipo –la
minoría de edad de las mujeres que le prestaron servicio sexuales-, estando suficientemente
acreditado, con la prueba de cargo rendida, que el imputado estaba en conocimiento de todos
los elementos típicos de sus conducta, y por lo tanto del carácter doloso de la misma.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

En cuanto a la alegación de considerar que todos los hechos acreditados configuran


un solo delito atendido el carácter de sujeto pasivo múltiple que se contiene en la descripción
del tipo, atendido que se utiliza la voz mayores de 14 años pero menores de 18 años, cabe
indicarse que para que exista un sujeto pasivo múltiple es necesario que el bien jurídico
afectado sea colectivo, de modo que con su afectación se perturba una pluralidad de sujetos
pasivos titulares de ese bien jurídico, lo que no es el caso, toda vez que, la conducta del
imputado ha afectado bienes jurídicos individuales -que como ya se asentó en el
considerando decimoctavo- implican la libertad sexual del menor- en forma independiente,
por una pluralidad de hechos, donde las víctimas de estos hechos aparecen como una
diversidad de sujetos pasivos antes que como solo sujeto pasivo con carácter de múltiple.
Razón por la cual también se rechazara esa alegación
En cuanto a la alegación de considerar el desvalor de la conducta del imputado en
función de la vida sexual de la víctimas o del destino que le dieron al dinero que se les
entregó, cabe señalarse que, tal como se indicó en el considerando decimoctavo, es la
libertad sexual de la menores, por lo mismo resulta irracional considerar el ejercicio de las
sexualidad de las adolecentes víctimas para aminorar el reproche penal que se le formula al
imputado, toda vez que la extensión de la protección penal del bien jurídico que el tipo penal
prevé, supone cautelar la libertad sexual de los menores de edad de injerencia en que un
sujeto que, dadas su capacidades económicas, se encuentra en una posición de poder que
termina ejerciendo una coerción respecto de esa libertad. En ese mismo sentido, si sigue la
tesis de la defensa en todo delito en que se afecte la libertad sexual -violación propia, abusos
sexuales propios, estupro- deberá considerar la forma en la víctima ha vivido su sexualidad
para efecto de establecer la intensidad del reproche del sujeto activo, claramente tal
conclusión es un absurdo que no puede ser considerado. A este mismo respecto cabe
considerar que la puerilidad de los objeto que fueron adquiridos por las víctimas con el
dinero que les entregó el imputado, según la defensa, demuestra hasta qué punto las carencias
socio económicas permitieron que la ascendencia del acusado, fundado en sus capacidades
económicas, coaccionara la libertad de las menores, quienes accedieron al requerimiento de
prestarles servicios sexuales al imputado, bajo la expectativa de adquirir bienes de un valor
poco significativo a los cuales, claramente, no tenían acceso.
Por último, y en lo que dice relación con el delito de almacenamiento de pornografía
infantil, se desestimará la alegación de la defensa conforme a la cual afirma que de las
imágenes en que eventualmente aparecían menores de edad se encontraban todas eliminadas,
de momento en que el considerando decimosexto al dar por acreditado el respectivo aserto
las probanza técnicas demostraron, indubitadamente, que en las imágenes almacenadas en el
108
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

computador de Muñoz Quintero, había una que correspondía a una menor de edad, Jessica
de P.G.C. Aserto que no fue desvirtuado por la probanza que se rindió por su parte, toda
vez que el perito Franco de la Fuente señaló en estrados que una de las 193 imágenes que
encontró en el computador del imputado al hacer su pericia, le mereció dudas respecto de la
edad de la persona retratada, razón por la cual realizó una copia de la misma y la mandó a la
unidad especializada correspondiente a efecto de que ellos emitieran un pronunciamiento.
Siendo ambas proposiciones absolutamente compatibles y no contradictorias.
TRIGESIMOSEGUNDO En relación al delito signado con el N°3 de la acusación. Que
para acreditar la existencia del hecho N°3 de la acusación, el Ministerio Público presentó en
estrados al perito doña Rose Marie Fuenzalida Cruz, quien previamente juramentada,
señaló el día 11 de junio de 2008 evaluó a la niña de iníciales M.J.A.A, refiere la niña tenía 4
años 8 meses al momento de la pericia, y que pericia fue solicitada por fiscalía. Refiere que
esa fecha el imputado era un transportista escolar del colegio donde la niña asistía. Señala
que el Protocolo utilizado fue el usual para este tipo de delitos establecido para el Servicio
Médico Legal. Información fue procesado conforme la metodología SVA, para establecer
la credibilidad del relato, la validez del testimonio, y evaluación de hipótesis alternativas.
Refiere que se solicitaba también informe de daño asociado lo cual se complemento
Refiere que el desarrollo físico y cognitivo de la peritada es adecuado a su edad,
agrega que tenía un relato simple, del lenguaje se advirtió que presentaba dislalia. Indica una
narrativa adecuada para su edad, precisando que cuando aumentaba nivel de angustia bajaba
nivel de colaboración. Indica que vestía de forma adecuada y tenía unos reflejos en su pelo –
lo cual llama la atención de la perito-, y tenía actitud muy coqueta para su edad, sobre todo
cuando se refería a su padre.
Respecto del relato entregado por la niña, le preguntó si sabe el motivo de su
evaluación, ella y ella le dice que no sabe. Luego, agrega, la niña le dice cosas familiares,
llegando al tema del colegio en forma anexa, cuando están hablando del colegio la niña le
entrega relato de agresión presunta por parte de transportista, a quien llama Tío Jano, le
entrega un relato en que esta persona la bajó los pantalones, y se angustia mucho, se le
pregunta si le pasó con alguien más y ella dice que si con el tía Toño, le dice que le bajó los
pantalones, le tocó el poto y le metió un bicho no logrando describirlo.
Indica que preguntado si alguien más le hacía esto, la niña dice que su papá sólo le
echa colina en todo el cuerpo.
Refiere que le mostró el dibujo de una niña y le preguntó donde le gustaba que le
hicieran cariño, y en ese contexto, al final le pregunta si a esa niña le han hecho cariño en
distinta partes del cuerpo, a lo que la niña le dice que si, el tío Jano, el tío Toño, y su papá.
109
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Dice que la niña le contó esto a su mamá, lo que le hacía el tío Janio, lo que es
conteste con los hechos denunciados.
Refiere que la niña señaló que no le contó a su mamá que su tío Toño le había
hecho, y que esto también conteste con los hechos de la denuncia, ya que en ella la mamá le
refiere que fue su hijo mayor quien le dijo que esta persona –el tío Toño- lo agredió a él y a
su hermana.
Refiere que la niña no le dijo a la mamá que el papá la tocaba ahí, la niña precisa
que una vez la madre descubrió al padre haciéndole cariño “ahí”, y que el padre de le dijo que
lo hacía para que se quedara dormida.
Refiere a continuación que la niña toma muñeca y muñeco, toma la mano del
muñeco y la pasa mano por zona de la vagina de muñeca. Dice que sólo el tío Jano y el tío
Toño, le metieron un bichito y que el papá solo la toca y que a ella le gusta porque le hace
cosquillitas y que ella le gusta, haciendo un gesto masturbatorio que es presenciado por la
perito.
Dice que toma los muñecos, los hace besarse en la boca, haciendo gesto de un beso
con lengua con su boca, y dice que la niña pololea con el papá, después dice que con la
mama, a lo que se confunde y aumenta su nivel de angustia.
Refiere que su relato es espontaneo, no esperado, y por ello la deriva a un peritaje
anexo.
Refiere que no se podía medir la credibilidad del relato, por ser relato de frases
cortas, fragmentado, razón por la cual no se podía aplicar los criterios de credibilidad.
Respecto del tío Jano, señala, no hay motivación ganancial para declarar en falso, no
hay presiones. Y lo mismo respecto del tío Toño, quien se encuentra fuera de familia
nuclear.
Señala que la menor hacia gran diferencia con su papa, donde se mostraba muy
seducida, hablando de las cosquillas que la hacía. Explica que ese testimonio daba cuenta, de
una afectividad de seducción, haciendo diferencia, la propia niña, con los otros casos que le
producen angustia, por ello concluye que la niña muestra afectividad acorde con lo relato.
Dice que vio conducta sexualizada en la niña, que la repite con los muñecos y que
aparece en test proyectivo que se realizó. Refiere que es consistente lo que habla la niña con
los que muestra a nivel no verbal. Agrega que la menor no se aprecia sugestionable.
Refiere que, además, no aprecian motivaciones para alegar en falso. Del relato
aparece que quiere mucho a su papa, indicando que lo que hace los otros tíos es malo, y lo
que le hace su papa le gusta, y que no parece presionada al hablar de esto.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Precisa que peritaje solicitado se refería a otros hechos, y que no existían otros
antecedentes con los cuales confrontar el relato aportado respecto del padre. Además era un
relato fragmentado lo que dificultaba hacer el SVA, indica que esta es una característica
común en el relato de los preescolares.
Refiere que constato como daño una altercación desarrollo sicosexual de la menor,
ella percibía que era normal interacción sexual entre un adulto y un niño, lo que es normal en
agresión sexuales de tipo intrafamiliar, donde el niño entiende que es normal comunicarse de
esa forma – de seducción, coquetería- con adultos, lo produce que sean víctima aun mas
vulnerables para agresiones posteriores.
Señala que, pese a que en el relato aparecen tres agresores distintos, no se puede
realizar test de credibilidad, pero que si se estableció el daño asociado.
Refiere que entrevista con la madre, ésta tuvo dificultad para establecer cuál era la
relación con papá de la niña, no pudo definir qué tipo de relación tenían, le dice que es
peculiar que vivía con el tres veces a las emana, pero no reconoce a los niños.
Señala que evaluación proyectiva era consistente con situación de vulnerabilidad de
la niña.
Explica que una cosa es establecer la credibilidad del relato, cuantos criterios están
presentes de los 19 criterios, sin embargo señala pueden haber relatos muy breves que
pueden ser analizados o relatos ser muy largos que no, y lo que define la procedencia o
improcedentica son los criterios que se aplican cuantitativamente.
Sin perjuicio de la anterior, agrega, hay otros análisis cualitativo, que toman en
consideración los afectos propios de lo que se está contando, las palabras utilizadas. Al
respecto, indica, el lenguaje usado por la niña es propio de ella, los afectos son propios con
lo narrado, que no parece ser una niña sugestionable. Desde esta perspectiva, manifiesta, por
pocas que sean las palabras, parece ser valido el relato que ha aportado.
Agrega que respecto de la niña no hay trastorno del lenguaje de la esfera autista que
le impida hacer el relato. No tiene alteración que la invalide a ser testigo.
Refiere finalmente que en lo que dice relación con la valides del relato se descarta
ganancias secundarias para alegar en falso.
Refiere que utilizó como hipótesis a descartar el que la menor no esté cambiando al
agresor. Al respecto señala que la menor hace diferencia entre lo que le hizo su papa de lo
que le hizo el tío Jano y el tío Toño, los que aparecen como episodio angustioso., en cambio
lo que le hizo el papa le gusta. Refiere que la menor intuye que lo que está haciendo con el
papá no es algo tan normal, y por eso hace asociación al decir que el papa le hacha colonia en

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

todo su cuerpo. Agrega que la confusión es descartable por diferenciación hecha, la que nace
en forma espontanea en cuanto que le pasó con uno y que le pasó con los otros.
Refiere que la carpeta investigativa iba encaminada a ver qué le pasaba con un tío
del furgón, pero, dice, como metodología siempre le pregunta a los peritados si los episodios
que narran les pasaban con otra persona.
Dice que menor es más vulnerable cuando agresión es intrafamiliar, ya que el
menor desarrolla forma de relacionarse de manera sexual con los adultos, agregando que si
hay una situación de carencias socioeconómicas, aumenta la posibilidad de que puedan ser
víctimas de de delitos de abuso sexual por otros adultos.
Refiere que hay no hay perfil de abusador porque hay muchos tipos de abusos
sexuales. Podría haber un abusador sexual en una persona con problemas de control de
impulso, por lo que es más fácil pasar de la esfera del pensamiento al acto.
Respecto del test proyectivo que se realizó, refiere que remetió los antecedentes a
una psicóloga del servicio, ella cuenta en su oficio lo que solicita y para qué. Con ello la
perito trabajó las interacciones y dinámicas familiares que la perito detecto en la evaluación.
Señala que entrevistó a madre de la niña, y que esta le refirió que ella no tenía
intimidad sexual con su pareja y que ella duerme con el hijo en una cama y que el imputado
duerme con la niña en otra cama. No tiene fecha exacta de cuando ocurre esto.
Señala que detecto la actitud seductora de la niña, cuando hablaba con su papá,
usaba una prosodia seductora, ponía una cara distinta al realizar los gestos que utiliza para
graficar los cariños llamados como cosquillitas. Cuando hablaba con su papa era notaria los
cambios de gestos que hacía.
Señala que se diferencia la actitud que toma cuando hablaba de tío Toño y del tío
Jano, donde mostraba miedo y angustia.
Señala que detectó este posible antecédete de abuso cuando hace primera referencia
al padre y que éste le echa colonia por toda el cuerpo, y cuando dice que zona genital se la
toca tío Toño, el tío Jano y el papá, que después, con la muñecos, la niña muestra donde la
toca el papá y que él le da besos, y finalmente cuando la niña describe una conversaciones
del papá con la mamá en que ésta le pregunta por qué toca a la niña allí, a lo que el papá le
responde porque le duele.
Señala que desde el punto de vista teórico niños no entregan mayor relato a esta
edad.
Refiere que se ha desempeñado los últimos siete años perito en el Servicio Médico
Legal, y que fue citada a declarar en una investigación, en la fiscalía local de Ñuñoa, donde,
en todo caso, no aparece como imputada.
112
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que realiza entre 120 y 130 pericas al año, y que el resultado de los informes
creíbles varía en general dentro de un 40 o 45%, como estadística personal refiere un 42 o
43% de informes creíbles y validos.
Refiere que el juicio por el que está declarando ahora no es el mismo cuyos
antecedentes evaluó, y que no conoce antecedentes de este juicio.
Señala que cuando hizo evaluación de antecedente para hacer su informe aparecían
dos presuntos abusadores, y que el tercer abusador –el padre- apareció en la misma perica.
Responde que normalmente una hija preescolar adora a su papa, y toma conducta de
coquetería al hablar de él. Sin embargo, señala, no es normal que una niña preescolar diga
que el papá le toca la vagina y siente cosquillita, tampoco es norma que haga a los muñecos
besarse en la boca, al personalizar en un juego de roles al padre con la hija.
Señala que la niña le dijo que el papá le echaba colonia en un contexto del baño. Sin
embargo cuando la niña refiere las tocaciones y se toca las entrepiernas haciendo un gesto
masturbatorio, no hay ese contexto del baño.
Refiere que la niña hace sola asociación del padre con las conductas abusivas que le
contaba.
Refiere que en general todas las situaciones estresantes que uno vive generan en algún
punto un daño, y, si eso ocurre por ser querido, eso va a causar un daño mas profundo. Así
los establece la literatura especializada.
Refiere que la evaluación sicológica proyectiva era consistente lo que había
descubierto.
Señala que se impuso de los antecedentes de este juicio por los antecedentes al recibir
la citación a este juicio – se refería a otros imputados- y por las noticias.
Refiere que hizo una recomendación al Ministerio Público para que se le hiciera a la
menor una terapia reparatoria y para que se tomara alguna medida de protección.
Refiere que respecto de la figura agresiva y voraz aparece a nivel proyectivo no es
contradictoria con la figura del padre puesto que puede dar mucho afecto, y también castigo
si no cumple con lo que le pide de ella.
Refiere que imagen que proyecta del padre es concordante con el tiempo que pasaba
con él. Precisa que el hecho que fuera poco tiempo, no es necesariamente una situación de
padre ausente, ya que tiene relación con cómo es el vínculo cuando el padre esté con ella.
Refiere que el encantamiento de hijo con su padre se refleja en que este dirá que él es
bueno, lindo, más no aparecerá como figura amenazante. Precisa que el encantamiento de la
peritada se diferencia de una niña normal por lo de las cosquillitas que relata.
Agrega que en el test proyectivo del inconsciente, surge el temor al padre.
113
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que lo proyectivo dice relación como periciada ha colocado aspecto de


sentimiento y pensamientos sin darse cuenta de que lo está haciendo, proyectando mundo
interno.
Concluye señalando que el resultado peritaje está acorde con la literatura
internacional.
A su vez presentó con eses fin estados a la perito Patricia Irene Vidal
Cardemil, psicóloga, quien previamente juramentada, señaló que en junio del año 2008
mientras desempeñaba funciones como perito sicólogo en el Servicio Médico Legal, se le
pidió una evaluación proyectiva para menor. Esto como una evaluación complementaria a la
pericia realizada por la perito psiquiatra Rose Marie Fuenzalida.
Explica que para evaluar a la menor ocupó una sola entrevista prolongada por edad
y características de la niña. Agrega que aplicó pruebas proyectiva, narrativa, CAT A, y
diversas prueba de dibujo proyectivo. Indica que la niña se mostró colaboradora, pero que
mostraba ansiedad a medida que tocan ciertos temas
Refiere que la figura materna aparecía desprotectora no escuchando sus necesidades
Refiere que la figura paterna aparecía como invasiva y voraz, pero, a la vez,
gratificante.
Refiere que la niña muestra una relación con la figura paterna teñida por elementos
de erotización, vínculo está erotizado, además es un vínculo con carácter de secreto. La niña
cuenta que hay secreto que no puede relevar, y que tiene aspecto placentero como
displacenteros. La niña muestra indicadores de daño asociados a la sexualidad, lo cual,
vinculado a la relación erotizada con padre, permite concluir que fue víctima de un abuso
sexual.
Refiere que la prueba CAT A consiste en serie de 10 laminas que representan
situaciones de la vida cotidiana pero ilustrado con animales. Esto para que el niño pueda
proyectarse mas fácilmente. Proyección hace que niños pongan en el exterior contenidos
internos. Señala que la pruebas graficas proyectivas consisten en hacer dibujar al niño con
ciertas consignas para luego hacerlos analizar estos dibujos.
Refiere que a este respecto le llamaba la atención varios elementos, como que la
menor dibuja espontáneamente la figura de una niña y traza líneas rojas sobre el área genital y
luego dos figuras más grandes del papá y la mamá y luego figura líneas divisorias entre el
papá y mamá y luego tacha las figuras parentales, explica le pregunta por la tacha sobre su
zona genital y la niña le dice que son heridas, refiere que tachar a los padres muestra
alteración de relación parental.

114
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que al dibujar relación con padre dibuja una imagen grande y ella como
figura chiquitita cayendo, lo que da cuenta de inestabilidad, en parte delantera del padre
dibuja una forma fálica y luego raya punta de figura fálica, al preguntarle por ello dice que es
el pelito, al preguntársele el porqué dibuja el pelito ahí la niña se muestra angustiada.
Respecto de la imagen fálica dice que puede ser un pene en erección o graficar una relación
simbiótica con el padre de manera no saludable.
Refiere que en el test de dibujo libre para que muestre sus intereses y capacidad
grafica, se dibuja ella y sus padres, en ese dibujo hay elementos de falta de protección, y falta
de confianza en las figuras parenterales.
Precisa que respecto del CAT A, se aplicó la prueba por completo y que le resulta
muy destacable una figura de familia de monos sentadas en sala de estar. La Niña verbaliza lo
que ve, dice el padre hacia cosas con la hija y tienen un secreto, niña se muestra angustiada al
señalar que existe secreto entre padre e hija. La niña imita voz seria y dice: “y el ángel dijo
que son pololos”, y ella se responde “son amigos pero hacen cosas en escondida” según
recuerda. Después de esto niña se angustia y responde que secreto tiene que ver con el
corazón.
Refiere una conclusión de que la figura materna es vista como desprotectora, y
padre es vista como agresiva y voraz y está teñida por erotización, esta es una vinculación no
esperada entre padre e hija y sobre la cual pesa un secreto que le reporta a la niña un aspecto
placentero, pero también angustiantes.
Refiere que antes de tener la evaluación revisó los antecedes e informe de la doctora
Fuenzalida. Informes que realizaron son compatibles, ya que aparece en la pericia de doctora
Fuenzalida otros antecedente de persona que pudieran abusar sexualmente de la niña, prueba
proyectiva muestra que la relación con el padre está cargado de erotización. Señal que la niña
se percibe con daño en el ámbito de la sexualidad.
Refiere que en el test proyectivos no aparece ni el tío Jano, ni el tío Toño.
Señala que la pericia no es subjetiva, subjetividad de la que se da cuenta es la del
niño está destinada a descubrir el mundo síquico del niño, es él quien pone los contenidos.
Refiere que la niña no muestra confusión respecto del padre como el sujeto que
identifica en relación erotizada.
Refiere que la niña inicia la evaluación en forma neutra, hasta alegre, y en la media
en que va entregando respuestas, entonces la niña comienza a mostrar angustia, cuando va
sacando por eso la niña comienza a desarmonizarse. Esto es muy indicador de perturbación
emocional.

115
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Dice que se le solicitó evaluar como la niña percibía vínculos parentales. En


aplicación de prueba CAT A hay distintas imágenes que permiten proyectar contenido
diversos, es una prueba más abierta que permite establecer como es vida escolar, relación con
otras personas, con sus pares.
Refiere que no aparece ninguna alusión en la respuesta de la niña de otra persona
que le hubiera hecho daño. Dice que pericia no iba destinada obtener relato por abuso
sexual. Es usual que se pida percepción de figuras parentales en forma complementaria a
pericia de abuso.
No puede descartar que otros sujetos fueran posibles abusadores ya que ello no fue
objeto de pericia.
Lo que pesquisa son las características del vínculo. Sí lo que ocurrió es que la niña
hizo una extrapolación de otras relaciones, refiere que no tiene antecedente para afirmar
algo así.
Características de relación entre padre e hijos son tan diversas como número de
familias. Lo normal es vinculación de afecto, que la niña se sienta acompañada, protegida
por figura paterna, que haya apego confianza, no erotización. Cuando se descubre eso es
porque adulto está forzando al niño a llevar relación más allá de sus límites para demostrar
sus afectos.
Señala que no tiene antecedente que permita decir que vínculo entre padre e hija se
encuentre erotizada por vivencias de abuso sexual con otras personas, pero no puede
descartarlo en todo caso.
TRIGESIMOTERCERO: Prueba de la defensa. Que para efectos de desvirtuar la
imputación realizada en contra de Ricardo Muñoz Quinteros, la defensa presentó en estrados
la declaración de Patricia Amalia Condemarin Bustos, quien prometió decir verdad,
señalando que el objetivo de su pericia corresponde a un pronunciamiento sobre los
procedimientos técnicos y los resultados del informe psicológico pericial realizado a la menor
de iniciales M.J.A.A., en la Unidad de Psiquiatría del Servicio Médico Legal. La metodología
utilizada consistió en una revisión de la carpeta de investigación y un estudio y análisis del
informe de psiquiatría infantil efectuado por la psiquiatra Rose Marie Fuenzalida Cruz en
junio de 2008, además, del informe psicológico pericial realizado por la psicóloga Patricia
Vidal Cardemil en julio de 2008, y el informe complementario realizado por la psiquiatra
Fuenzalida en julio de 2008, además revisó literatura especializada sobre evaluaciones
psicológicas en materia de delitos sexuales. El objetivo de la pericia anterior gira en torno a
dos puntos, uno es la evaluación de la credibilidad del relato y el otro el daño psicológico
asociado a los hechos materia de la investigación, esta evaluación se realiza a propósito de la
116
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

causa seguida por abuso sexual donde el imputado era Ramón Gajardo Miranda, se plantea
como metodología la utilizada habitualmente y estandarizada de parte del Servicio Médico Legal de la
Unidad de Psiquiatría Infantil, se señala que los resultados se analizan de acuerdo al sistema de
análisis de validez de las declaraciones. En ese informe de la Unidad de Psiquiatría se arriba a
dos líneas de conclusiones las que giran en torno al planteamiento que la menor da cuenta en
su relato de vivencias abusivas sexuales de parte de tres individuos, el imputado de la causa
Ramón Gajardo Miranda, un tío Toño hermano de la madre, y su padre, que los dichos son
entregados de manera suelta a lo largo de la entrevista por lo que no le es posible por su
extensión aplicar el CBCA. De todas maneras concluye de forma confirmatoria respecto a
vivencias sexuales abusivas en el relato de la menor, da cuenta de un vínculo desorganizado
con la madre y un vínculo erotizado con el padre, la niña presentaría un daño psicológico
grave asociado a estas dinámicas vinculares desorganizadas, se sugiere un tratamiento
psicoterapéutico a la niña y a la madre. Por otra parte en el informe psicológico pericial se
evalúa indicadores de abuso sexual a través de la aplicación de pruebas proyectivas, arribando
a conclusiones que la menor presentaría indicadores sexuales asociado a vivencia de abuso
sexual con el papá en una dinámica de secreto.
Con respecto al informe de psiquiatría, es posible señalar un conjunto de puntos
críticos que tienen que ver de manera relevante con los objetivos mixtos que organizan la
evaluación psicológica pericial, estos objetivos mixtos, es decir, por una parte al mismo
tiempo pretender valorar la credibilidad del testimonio y por otra evaluar daño psicológico
asociado exclusivamente a hechos materia de la investigación no resultan ser objetivos que
puedan convivir en una misma evaluación por razones teóricas ya que estos objetivos
corresponden a comprensiones diferentes del abuso sexual, son otras sus teorías de base, son
otros los enfoques evaluativos, son otros los procedimientos que se desarrollan, de manera
preocupante incluir desde el inicio el objetivo que gira en torno a establecer una asociación
exclusiva entre eventos vitales e indicadores conductuales en el ámbito de los delitos sexuales
resulta ser un objetivo imposible de responder, es decir, para la psicología establecer
asociaciones probabilísticas entre indicadores conductuales, indicadores psicológicos y
eventos vitales, en otros ámbitos de la justicia o a propósito de otros ordenamientos legales y
en otras áreas de aplicación de la psicología es posible de realizar a partir de un
procedimiento bastante específico, pero en el ámbito de los delitos sexuales implica una
pretensión que no tiene asidero en la investigación empírica en el sentido de que a partir de la
detección de supuestos efectos se pretende develar el evento que las origina, ese uso de una
estrategia causa a efecto en sentido inverso no es posible toda vez que el evento al cual se
hace alusión no ha sido corroborado por fuentes independientes a la psicología, y en este
117
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

caso a la psiquiatría o al uso que hace la psiquiatra de parte de la investigación sobre la


credibilidad del testimonio de la psicología, entonces incluir como un objetivo desde la
entrada, además, de los elementos teóricos y procedimentales que implica, afecta la necesaria
neutralidad y control de sesgos que el evaluador tiene que cuidar al momento de iniciar una
investigación de esta naturaleza. Esta mezcla de objetivos se va a traducir en que se va a
operar desde objetivos clínicos forenses y al mismo tiempo clínicos psicodiagnósticos, esta
mezcla teórica, conceptual y procedimental, va a afectar el sistema de selección de
información o en estricto rigor la estrategia metodológica para buscar información, es decir,
los elementos que marcan la diferencia entre una evaluación psiquiátrica psicodiagnóstica o
psicológica psicodiagnóstica de una evaluación psicológica forense, es el estructurar una
evaluación a partir de la elaboración e hipótesis rivales atingentes a la causa materia de la
investigación, este elemento permite marcar la diferencia entre este tipo de evaluaciones que
se pretende realizar dentro del ámbito forense de otro tipo de evaluaciones realizadas en el
ámbito clínico psicodiagnóstico, en el caso de este informe pericial no se reconoce el
desarrollo de una estrategia metodológica a partir de la definición de hipótesis rivales, este
elemento va a ser clave en la selección de información, en la selección de fuentes de
información y en general la búsqueda de información, de manera evidente no permite, a
pesar de la declaración que se realiza, la aplicación del Sistema de Análisis de Validez de las
Declaraciones, ya que ese procedimiento global solamente es posible de aplicarlo si se
desarrolla una investigación estructurada a partir de la elaboración de hipótesis rivales
atingentes a la causa materia de la investigación y a la menor testigo. Entonces, no se
reconoce estructurar una evaluación de esta naturaleza, se plantea un método estandarizado
desde el Servicio Médico Legal, el cual se evidencia el acceso a fuentes restringidas, ya que
como fuentes testificales se utiliza a la madre y a la menor, no se da cuenta del uso de un
protocolo de entrevista, variedad en la investigación psicológica forense, se señala por el
contrario el uso de bandera roja y bandera verde, el uso de muñecos, es decir, técnicas
sugestivas y contaminadoras que la literatura ha relevado como inconvenientes para ser
utilizadas en el marco de una investigación clínica forense. Se arriba a descripciones
psicológicas con el respecto al funcionamiento de la menor en términos de procesos
mentales y de características psicológicas y conductuales a partir de la observación, de la
apreciación, y no en base al desarrollo de una batería psicológica, además, no se define ni se
clarifica cuales son los constructos psicológicos relevantes a considerar a propósito de la
investigación que se realiza, entonces, se describe psicológicamente a la menor en base a la
observación y la apreciación, se deriva a una psicóloga para que aplique pruebas proyectivas y
que da cuenta de indicadores asociados a hechos de victimización sexual, esa afirmación no
118
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

tiene asidero en la investigación empírica a nivel internacional y a nivel nacional, es decir, no


ha sido posible el poder detectar criterios universales y exclusivos asociados a vivencias
exclusivas sexuales, no es posible para la psicología desarrollar una tecnología que permita a
partir de su aplicación el poder arribar a conclusiones de esa naturaleza. Las conclusiones a
las cuales se arriban, no se arriban a partir del uso de una metodología que esté asentada en la
investigación psicológica forense sobre la materia, no es posible arribar a este tipo de
conclusiones si es que no se ha utilizado un procedimiento validado y confiable en la
literatura psicológica y en ese sentido no se constituye en una pericia valida y confiable en el
contexto de causa seguida por abuso sexual.
Al defensor Disi señala que revisó la carpeta de investigación, donde no había
antecedentes respecto a este delito que se le imputa a Ricardo Muñoz. Dice que en los
antecedentes que revisó se da cuenta de tres supuestos agresores sexuales, se mencionaba a
Ramón Gajardo, el Tío Toño y el padre. Indica que no puede afirmar que el testimonio de la
niña haya sido influido por la evaluadora, pero puede señalar que existen cautelas necesarias
que un evaluador tiene que tener al momento de desarrollar un procedimiento con una pre
escolar, es decir, es muy relevante en cuanto a lo que se ha planteado en términos de la
investigación de que los procedimientos clínicos forenses pueden sugestionar o contaminar
dichos o recuerdos, el rol del evaluador es clave en este tipo de asuntos, no se trata de aplicar
una pauta objetiva, aquí el evaluador está involucrado en la construcción del procedimiento y
en la construcción de su testimonio experto de las conclusiones a las cuales arriba, en ese
sentido no se evidencian elementos que son claves para evitar las contaminaciones sobre
recuerdos o dichos. Dice que es inadecuado utilizar muñecos, así lo ha declarado la
investigación psicológica en la materia desde hace veinte años, ya que son sugestivas tanto
para el evaluado como para la evaluadora, o sea, sugestiona al evaluador en términos de los
“supuestos resultados” que son asociación a dinámicas abusivas sexuales. Indica que la
erotización que pueda ser observada en una menor puede ser explicable por un conjunto de
factores sociales, culturales y épocas. Señala que la calidad del procedimiento está puesto en
tela de juicio a propósito de los elementos que ha esgrimido, en ese sentido la calidad de las
conclusiones son parte del procedimiento por tanto están afectadas por no haberse
desarrollado dentro de los márgenes que la investigación psicológica ha señalado sobre la
materia, con independencia de los contenidos, la calidad de éstos no están validados toda vez
que no se ha considerado la aplicación de un procedimiento y además los elementos teóricos
que debieran haberse trabajado a propósito de iniciar una investigación de esta naturaleza a
partir de objetivos que poseen comprensiones del abuso sexual distintas.

119
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Contra interrogada por el fiscal indica que las evaluaciones para ser óptimas debieran
ser muy cercanas a la fecha de los supuestos hechos, en términos de considerar la edad y el
tiempo transcurrido entendiendo que la memoria tiene una dimensión social muy relevante.
Dice que no es lo mismo hipótesis alternativas que hipótesis rivales, tiene que ver con la
atingencia y la pertinencia, teóricamente varios autores han planteado un conjunto de
hipótesis alternativas genéricas, más tarde en investigación psicológica forense se evidenció
que esto no es suficientes para iniciar una estrategia metodológica contundente para una
evaluación de esta naturaleza, entonces se plantea desde comienzos de esta década la
necesidad de elaborar hipótesis rivales atingentes a la causa materia de investigación y al
testigo concreto y particular. Señala que en las pericias analizadas, el relato de la menor habría
dado cuenta de tres agresores sexuales. Dice que le pagan por la pericia, por su
comparecencia no le pagan, deben haberle pagado alrededor de $600.000. La metodología de
los meta peritajes está estandarizada, es un método de investigación que se aplica a distintas
áreas del conocimiento, en el ámbito de la psicología las meta pericias se utilizan en las
distintas áreas y adquieren mayor publicidad dentro del contexto de la psicología forense y
cierta publicidad en materias sexuales, la metodología es la misma en términos que lo que se
hace es analizar el informe psicológico en contraste con la investigación psicológica forense.
Indica que no sabe cómo era la menor desde el punto de vista psicológico, y a través de la
carpeta investigativa no puede describir como es la menor psicológicamente. No sabe cuando
nació la menor ni como es físicamente. Dice que la metodología del sistema de análisis de
validez de las declaraciones en la medida que se aplique de manera óptima permite arribar a
fallos menores que el azar.
Contra interrogada por el querellante indica que en mayo o junio del año pasado
concurrió a hablar con el abogado Disi.
A la pregunta aclaratoria del Tribunal señala que su pericia recae sobre el
procedimiento utilizado, no dice relación con la credibilidad y daño en la niña.

A su vez presentó prueba documental consistente en Copia de la solicitud de no


perseverar en el procedimiento presentada por el Fiscal Cristián Cáceres, con fecha 10 de
julio de 2009, en causa R.U.C No. 0700707923-5, RIT No. 846-2009, iniciada por la denuncia
de Pamela Ampuero Escobar respecto de un presunto delito de abuso sexual del que habría
sido víctima su hija M.J.A.A; Copia de resolución de fecha 10 de julio de 2009 que fijó
audiencia de no perseverar en causa R.U.C. No. 0700707923-5, R.I.T. No. 846-2009; y
Copia del acta de la audiencia de no perseverar de fecha 4 agosto de 2009, en causa

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

R.U.C. No. 0700707923-5, R.I.T. No. 846-2009, en la que se aprobó la decisión del fiscal
de no perseverar en el procedimiento.

TRIGESIMOCUARTO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,


consistente en las declaraciones del perito siquiatra Rose Marie Fuenzalida de la Cruz, y
la declaración de la perito sicóloga Patricia Vidal Cardenal, ha resultado del todo
insuficiente para que el tribunal adquiera convicción más allá de toda duda razonable sobre
los hechos materia de la acusación en el hecho signado con el número 3. En este sentido
debemos señalar, en primer término, que el ministerio público le ha imputado a Muñoz
Quinteros en forma específica la realización de una conducta, consisten en tocaciones a su
hija biológica, lo que habría ocurrido durante los años 2007 y 2009 en el domicilio de la
menor ubicado en calle El Parrón. Ese es el núcleo fáctico de su acusación y sus probanzas
debieron estar destinadas a acreditar el mismo.
Aclarado ese punto, estos sentenciadores afirman que la prueba rendida no ha sido
idóneas para demostrar la efectiva ocurrencia de las conductas descritas, conforme al relato
de la perito Fuenzalida, quien realizó un peritaje en base a otros hechos y respecto de otros
imputados, y en el cual fuera de obtener un relato de la menor que puede, sólo, calificarse de
ambiguo, y en el cual refiere una serie de conductas que pudieren, eventualmente, constituir
un un delito de abuso sexual. El relato es fragmentado por lo que refiere no pudo realizar un
peritaje de credibilidad, sin perjuicio de ello valida ese relato en función de otra elementos
presente en la entrevista, refiere la postura seductora cuando habla del padre, la prosapia que
emplea, sin embargo, no logra aclara de qué forma esas elementos que relata, y que le llaman
la atención no pudieron estar contaminados por episodios de abuso que hubiere sufrido
respecto de otras dos personas y por las cuales, justamente, se le requirió la pericia. No
explica tampoco, porque esa conducta, que la niña describe como cosquillitas, no pudo ser
realizada por el padre en contexto no erotizado, y que fuera la niña, atendido los abusos
vividos la que le asigna esa significación. Al margen de ello el relato de la niña, que es
ingresado por la perito no aporta, absolutamente ningún antecedente que permita establecer
la época o lugar de los supuesto abusos, así como tampoco en que consistieron ellos. Cabe
indicar a este respecto que la perito reconoció que no tuvo a la vista los antecedentes de esta
causa al momento de evacuar su pericia, por lo que hubiere sido relevante, atendido los
hechos por los cuales se le ha acusado al imputado, que la perito se refiriera a la forma en
que la situación de promiscuidad que se vivía en el domicilio de la menor puedo haber
alterado su normal desarrollo sicosexual, así como si pudo haberle generado conductas
imitativas de conductas sexuales que no era apropiado presenciara a su edad, de modo que

121
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

las reprodujera al momento de realizar la prueba de los muñecos que tanto llamaron la
atención de la perito.
A las mismas conclusiones se arriba con las conclusiones de la perito Vidal
Cardenal, por cuanto los evaluaciones realizadas a la niña, y en función de la cual detecta
vínculo erotizado con el padre, fueron realizado sin que la perito tuviera conocimiento de la
excéntrica dinámicas de vida de la familia de la menor, partiendo porque su padre es era un
sacerdote, el cual estaba involucrado junto a la madre de la menor en delitos de facilitación a
la prostitución infantil. Como esos antecedente no existían al momento de hacerse la pericia
es claro que no pudieron ser ponderados, pero resulta especialmente relevante en este punto
señalar que era imprescindible precisar en qué forma esa situación pudo alterar las
conclusiones a las que arribaron amabas profesionales. Al respecto también es importante
resaltar que el valor de estas pericias en orden a acreditar el delito de abuso sexual impropio
imputado a Muñoz Quinteros se particularmente minado ante la respuesta que da la perito al
defensor indicándole que: “que no tiene antecedente que permita decir que vínculo entre
padre e hija se encuentre erotizada por vivencias de abuso sexual con otras personas, pero no
puede descartarlo en todo caso”. Luego sus afirmaciones no pueden ponderarse como
afirmaciones categóricas, apareciendo un claro margen de error para las conclusiones que
sostiene.
Es evidente que atendido las circunstancias del caso, y como estas podían tener un
clara influencia en las evaluaciones de la niña, el Ministerio Público debió solicitar nuevos
peritajes acompañando esta vez, los antecedentes en que se fundó la acusación objeto de este
juicio.
Cabe señalar que esta la única prueba que el Ministerio Público rindió al efecto, no
existiendo para este caso ningún elemento que refrende la afirmación del núcleo fáctico de la
acusación.
Es importante resaltar, también, que desvirtúa el presupuesto fáctico de la acusación
en su declaración Pamela Ampuero Escobar desestima que Ricardo Muñoz haya realizado
estas conductas con su hija M.J.A.A, aseveración que debe tomarse en especial consideración
toda vez que en ella no aparece un ánimo de encubrir a su ex pareja respecto de los actos
ilícitos que pudiere haber cometido, siendo especialmente colaboradora en dar antecedentes
que lo involucran en otros delitos objetos de la acusación, aún a costo de comprometer su
situación procesal, por lo cual es un relato que impresiona como veraz.
Cabe indicar por último que de la prueba documental aportada por la defensa
consistente en la solicitud del mismo fiscal que sustenta la acusación en esta audiencia, de no
perseverar en el procedimiento respecto de las causas en que originalmente se evacuaron las
122
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

pericias señaladas como prueba de cargo, y el acto que aprobó la decisión del fiscal, nos
permite afirmar que, con exactamente los mismos antecedentes con que el fiscal plantea hoy
su acusación, en una fecha no muy anterior decidió que no había sustento suficiente para
acusar a alguien. Y esto, en circunstancias de que los informes de las peritos ya le señalaban
sospecha de abuso de parte del padre de la menor M.J.A.A, no obstante el decidió no seguir
esa hebra investigativa y conforme al merito de su carpeta investigativa consideró que no
existían antecedentes para acusar a determinada persona. Sin perjuicio de ello, resulta que
una vez iniciada la investigación penal contra el imputado, en razón de los distintos delitos
que se dieron por acreditados, el fiscal, con los mimos antecedentes con que en su
oportunidad hizo una calificación jurídica distinta, toma la decisión de acusar al imputado
también por estos hechos. En ese sentido cuesta imaginar que ejercicio intelectual realizó el
fiscal para transitar desde un convicción de no acusar a una convicción de acusar, sin mediar
ningún nuevo antecedente, salvo la investigación penal iniciada contra el imputado por otros
hechos que en nada inciden con el que motivan este considerando, salvo que, considere, que
en este caso debe aplicar una concepción del derecho penal de autor en que, lo relevante para
establecer la comisión de un delito es la forma de vida del imputado, lo cual está en las
antípodas con la concepción de un derecho penal acorde con un Estado Democrático de
Derecho, en el cual sólo se pueden sancionar actos.
En consecuencia este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido insuficiente e
imprecisa apara acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia de los hechos
materia de acusación, apareciendo además claros antecedentes que desvirtúan el núcleo
fáctico de ésta, y teniendo en cuenta que el fiscal, con los mismo antecedentes con que
sustenta la acusación adoptó la decisión de no perseverar respecto de los mismo hechos
objeto de su acusación.
No resulta necesario pronunciarse respecto del peritaje de la sicóloga Patricia
Condenaran, atendida las conclusiones a las que arribó el tribunal.
TRIGESIMOQUINTO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la configuración
de delito de abuso sexual impropio exige la concurrencia de los siguientes elementos
normativos: a.) la realización de una acción sexual; entendida como cualquier acto de
significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima, o
que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no hubiere
contacto corporal con ella; b.) Con una persona menor de 14 años; c.) Como elemento
negativo del tipo que la acción sexual no consista en un acceso carnal.
En cuanto al los elementos del tipo el Ministerio Público no logró acreditar la
concurrencia del primero elemento, lo que torna innecesario verificar la concurrencia de los
123
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

otros elementos toda vez que aquel contiene el verbo rector del delito en cuestión.
Efectivamente de la prueba rendida no se logró acreditar en la ocurrencia de una acción
sexual consistente en una tocación en los genitales de la menor, ni menos el que dicha
supuesta acción estuviera de dotada de significancia sexual y de relevancia, en vista de que las
únicas referencias que se tiene de tales hechos son apenas los fragmentos de relato, ambiguos
e imprecisos, que consignó la perito Fuenzalida en su informe y en virtud de los cuales, la
fiscalía debió acopiar otras clase de antecedentes que refrendaran los indicios que la siquiatra
alertó, si pretendía sustentar con éxito su acusación.
En consecuencia la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de abuso
sexual impropio, previsto y sancionado en el artículos 366 bis del con relación al artículo 366
ter del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer la existencia de
un acción sexual en los términos descritos en el núcleo fáctico de la acusación, por tanto y
en lo que concierne a este hecho Ricardo Muñoz Quinteros será absuelto.
TRIGESIMOSEXTO: Que por lo razonado precedentemente no resulta
procedente pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho.
TRIGESIMOSEPTIMO: En relación al delito signado con el N°5 de la acusación Que
para acreditar la existencia del hecho N°2 del auto de apertura, el Ministerio Público
presentó en estrados a Rosa M.C.C, quien refiere que conoce a Pamela, que la conoce hace
bastante tiempo. Indica que le tocó un día ir a un bingo en el cual ella asistió, se saludaron y
ella le dijo si quería trabajar en su casa haciendo el aseo y viendo a los niños, refiere que le
dijo que sí, pero le señaló que tenían que pedirle permiso a su mamá porque era menor de
edad en esa época. Esto fue cerca de las vacaciones de invierno del año 2007. Señala que
Pamela fue a su casa, y su mamá la autorizó para el trabajo, ya que era puertas adentro.
Refiere que se trasladó al domicilio de Pamela, y realizó las labores domesticas. Tiempo
después, ella les presentó a su pareja a quien llamaba “Albert”, y a quien califica como una
persona extraña, muy callada. Tiempo después le dijo que venía el hermano de Albert y se lo
iba a presentar. Tiempo después le preguntó si quería ganar más plata, le explicó que si iban a
juntar donde los carabineros, y que en ese lugar la iba a pasar a buscar Ricardo en un taxi y
que tenía que hacer lo que él quisiera. Pensó que se trataba de hacer aseo. Al llegar vio el auto
de don Albert, y al mirarlo reconoció a don Albert, por su ropa su mismo corte de pelo, su
mismo reloj.
Refiere que tenía 17 años a la época de ese encuentro. Esa persona le dijo que iban a
ir a Casablanca y llegaron a un motel, fueron en vehículo, era Suzuki blanco. Al llegar al
motel le entregó unos sobres con plata $50.000 pesos para Pamela y 30 o 35 mil para ella.
Dice que pensó que le pagaba antes para hacer las cosas de la casa. Refiere que le preguntó
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

qué tengo que hacer, y que él le dijo antes que nada ponte cómoda, y le entrega una caja con
celular nuevo, después le entregó una bolsa de regalo con una crema y una colonia, y después
le dijo que se pusiera cómoda y que se empezara a desvestir, ella le responde para qué, y él le
dijo que para eso viniste. Refiere que le obedeció por miedo de que le hiciera algo más grave
y se empezó a desvestir, él también se desvistió, y sacó un condón de su billetera, fue al baño
y volvió, ahí tuvieron relaciones sexuales.
Señala que una vez que terminaron él se fue al baño, y ella se vistió. El la fue a dejar
hasta un puente que queda antes de llegar a Curacaví, le explicó que más cerca no la podía
dejar. Iba con los sobres con dinero. Apenas llegó a la casa de Pamela ella le dijo si Ricardo le
había mandado algo, señala la testigo que le dijo que si y le pasó el sobre con $50.000 pesos.
Refiere que luego vino don Albert y le dijo que si necesitaba algo, que se lo pidiera a
Pamela y que ella se lo iba a hacer saber para mandárselo.
Dice que hizo contacto con Pamela, para que Ricardo le cargara por un tiempo el
celular. Supone que él compraba la tarjeta de recarga, y el código se lo mandaba por un
mensaje de texto. Cuando necesitaba recargar el celular se lo decía a Pamela y ella le
respondía que iba a llamar a Ricardo para que se lo recargara.
Señala que sólo tuvo relaciones sexuales una vez con Albert.
Dice que Pamela pasaba acostada, había que llevarle desayuno a la cama, almuerzo a
la cama, y otras veces la once. Precisa que tenía tres hijos, que la hija mayor es del padrastro
de Pamela –Katy-, los dos niños menores eran hijos de ella y de Albert. Refiere que la
relación de Ricardo y Katy no era buena, se producían peleas por Luciano, por que el niño es
medio molestoso y Katy le pegaba, cuando Albert venía, Luciano la acusaba y se ponían a
pelear.
Dice que la vida en esa casa era relativamente tranquila. Después empezó a llevar
gente para la casa, tipo carrete. En uno de esos carretes conoció a un amigo de Pamela que
manejaba taxi en Curacaví. Pamela estuvo presente un rato después se fue a dormir, con
pastillas. Abajo quedaban Katy, ella, y los invitados, Pamela se quedaba con Marita, y
Luciano se quedaba muy poco con ellos.
Confrontada con declaración aportada a Policía en la que señala que Pamela le insistía
en que se volviera a juntar con él, pero ella no quería porque se sintió muy mal cuando lo
hizo.
Señala que Ella –Pamela- le insistía preguntándole porque no quería, y ella le decía
que no porque se sentía mal, refiere que cayó en depresión por esto.
Dice que trabajó en casa de Pamela cerca de un mes
Reconoce a ambos acusados en la sala por sus vestimentas y ubicación.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Dice que la situación económica de Pamela era buena, no le faltaba nada, dice que su
estándar de vida era alto, se compraban cosas innecesarias por capricho de la hija, ropa,
computadores. Dice que Pamela no trabajaba, era él quien le entregaba la plata, no sólo
llevaba plata también llevaba mercadería, esta siempre llegaba en bolsas de Santa Isabel, dice
no saber de adonde la sacaba.
Dice que no vio en la casa de Pamela a otras menores de edad, no sabía que otras
menores les habían pasado lo mismo con Ricardo.
Dice que conocía a Pamela de muy chica por un tío de ella que era su padrastro.
Dice que vio que Albert se quedaba en la casa de Pamela un par de veces a la semana
nunca vio que durmiera con la menor María José, esto porque dormían a puertas cerradas.
Dice que su padrastro le dijo que para qué iba a ir al juicio, para que iba a meter más
en problemas a Pamela, le pidió que no viniera a declarar.
Señala que living de la casa era pequeño, tenían sillones, una mesa y mesas pequeñas
con lámparas, no recuerda haber visto figuras religiosa en las casa.
Señala que en habitación de Pamela Ampuero había una cama, una cómoda, y la
cama de María José.
Dice que no vio cámaras fotográficas en la casa.
Contra examinada dice que trabajo en casa de Pamela en el año 2007, poco antes de
las vacaciones de invierno, que la mercadería que llevaba el cura era prácticamente cada vez
que iba a la casa, y él iba como dos veces por semana, cerca de semana por medio. Dice que
vez que iba a la casa llegaba con algo. Precisa que las veces que lo vio llegar con algo fueron
como tres veces. Respecto de regalos lo vio llegar pocas veces con regalos.
Menciona que cerca de navidad ya no estaba trabajando en la casa de Pamela. Trabajo
ahí cerca de un mes.
Dice que cuando se quiso salir de trabajar, Pamela la acusó de que había sustraído un
celular de la hija, y una cámara digital. Pamela le dijo con Albert que si no devolvían esas
cosas la iban a denunciar a carabinero, le dijo que lo hiciera que le iban a poner una
contrademanda porque no tenía como acusarla.
Refiere que después que salió del trabajo, llegó con su hermana con un amigo, a hacer
escándalo, a recuperar el teléfono, incluso volvió con carabinero pidiendo que le devolviera el
teléfono, esto fue como una semana después.
Dice que después de tener relaciones sexuales con Albert, trabajó dos semanas más
en esa casa.
Dice que dos semanas o una semana y media después de que entrara a trabajar se le
hizo la proposición de que se juntara con Albert.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Para efecto de superar contradicciones en declaración prestada ante funcionarios


policiales por delegación del fiscal, señala que se le propuso tener relaciones sexuales con
Albert por plata, por un celular, y que le podía cargar el celular y que aceptó porque le
interesaba la plata.
Dice que señaló en audiencia otra cosa porque está nerviosa.
Dice que en una pelea entre Katy y Pamela, la Katy la amenazó y le dijo “queris que
todos sepan que te metís con un cura y todos sepan que tenis dos hijos de él”, y que ahí
comenzó a sospechar que pasaba algo raro.
Con el mismo fin prestó declaración la funcionaria Policial Cheseline Andrea Ajraz
Arancibia, quien refiere que en el curso de la investigación a que dio lugar la orden de la
fiscalía también se entrevistó a Rosa M.C.C, quien nació en el año 1989, y que refiere que a la
edad aproximada de 16 años, en el año 2006, habría trabajado en casa de Pamela Ampuero
en donde también ella le habría ofrecido mantener relaciones sexuales a cambio de dinero
con el hermano de su pareja, del cual ella siempre decía que era un gemelo de su pareja, Rosa
accede a esta situación no obstante se da cuenta que es la misma pareja de Pamela, accede en
una ocasión a mantener relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero.
A su vez presentó el testimonio de Lorena Ivonne Alvarado Ovando, quien refiere
haber diligenciado la orden de investigar despachada por la fiscalía por estos hechos y en
virtud de la cual se entrevistó Rosa M.C.C., quien le refirió que conoce a Pamela Ampuero
desde pequeña, que Rosa le manifestó haber tenido relaciones sexuales con el imputado
desde los 16 años, y que para ello fue contactada por Pamela Ampuero. También le refirió
que después de eso el imputado le pasó un sobre con dinero para ella y otro para la
imputada.
También presentó en estrado a la perito Xaviera Paz Campla Bolívar, quien señaló
que elaboró un informe psicológico a solicitud fiscalía apara evaluar credibilidad de relato y
daño asociado respecto de Rosa M.C.C., quien contaba con 20 años a la edad de la pericia.
Refiere que como metodología contó en análisis de todos los antecedentes de la carpeta
investigativa a la fecha del peritaje. Indica que se extrajo los elementos de relevancia, para
formular una hipótesis investigativa. Luego realizo entrevistas en tres días distintos, las
tuvieron un total de 11 horas. Se realizó prueba sicodiagnostica, de carácter proyectivo: test
de rochard. Refiere que todo el procedimiento se llevó a cabo en dupla para enriquecer el
análisis y controlar sesgos del evaluador. Señala que finalmente se realizó informe
enriquecido por el equipo y supervisado por persona externa para eliminar sesgo.
Refiere que la evaluada fue bastante colaboradora hasta que se abordaron los
hechos, momento en que se mostró incomoda.
127
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

En relación a su entorno familiar, refiere que la peritada es hija de relación informal


de su padres, no reconocida por su padre con quien no tiene relación. La madre se empareja
con padrastro, y ella se traslada a vivir con sus abuelos quienes conforman un componente
afectivo, no así su madre.
Refiere una historia de bastante violencia y conflicto en su núcleo familiar señala
haber ella misma defendido a madre, y su hermana.
Señala que se superara de sus abuelos, figuras de protección, cuando éstos se van al
sur.
Le refiere que fue víctima de abuso sexual por padrastro alrededor de unas 10 veces,
esto siendo niña.
Le refiere que no terminó enseñanza media, y que llegó sólo hasta 8° básico, repitió
primero medio en numerosas ocasiones. Tiene dificultad académica y otras de orden
vincular, le costó relacionarse con pares, dice que se sintió humillada por llegar a pie al
colegio y sus compañeros llegaban en auto.
Refiere que la peritada en el ámbito laboral no permanece de manera estable en
ninguna ocupación.
Refiere como parte de su historia vital que aficionada al tema del rodeo, y es
entornó donde desarrolla vida recreativa, señalando que toma bastante alcohol en esas
oportunidades y que ahí se reúne con su progenitor, ya que es algo que comparten.
Refiere que su funcionamiento síquico es disarmónico, con aéreas más desarrolladas
que otras, presenta inmadurez, tiene el juicio de realidad conservado. Su pensamiento es de
tipo concreto. Presenta dificultades para entender ideas abstractas, para calcular fechas,
sumar y restar.
Respecto de su emocionalidad ésta da cuenta de bastantes carencias, mostrando un
manejo difícil de las emociones rabiosas lo que se encuentra ligado a baja tolerancia de la
frustración.
Refiere que su desarrollo moral hay internalización de los criterios, rebeldía a la
autoridad y dificultad para adecuarse a las sitauciónes.
Refiere que resultado de la pericia se elabora por elemento de tipo formal, de
contenido y analógicos.
Refiere que la peritada vivenció un episodio único de intercambio sexual comercial,
en circunstancia de que vivía en casa de Pamela Ampuero trabajando, cuidando los niños y
haciendo el aseo. Refiere que este hecho ocurrió bajo un estado de conciencia alterado, esto
al introducirle algo en el alcohol que estaba bebiendo. Autor de encuentro sexual sería
Ricardo, y fue gestionado por Pamela Ampuero.
128
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Hay discrepancia en las fechas en que dice que ocurrió esto, en la carpeta señala el
año 2006, y después dice el 2007. También hay discrepancia del estado alterado, en que dice
se encontraba, señala que estabas dormida y presume penetración vaginal, en carpeta dice
que concretamente hubo penetración. También hay una discrepancia respecto de las razón
por la que se junto con Ricardo.
Refiere que relato presenta inconsistencias que le hacen perder logicidad. Es un
relato fluido de tipo abierto, ante preguntas abiertas entrega información rica en detalles. Se
ubica espacialmente, dice que el contacto en casa de Pamela, y que el encuentro sexual fue
encuentro sexual en motel Casablanca. En cuanto a la Temporalidad lo ubica antes de
cumplir 18 años y da distintos referentes con lo que se logra ubicar, como que volvió del
sur después de las vacaciones y que entró a trabajar y que esto ocurrió a los dos meses de
haber entrado a trabajar.
Contenidos da cuenta del espacio físico donde ocurrieron, características del motel,
mobiliario etc.
Refiere que realiza una identificación de los autores indicando dos personas, Pamela
Ampuero, a la que describe en un rol agente intermediario, la que lo gesta y se beneficia por
que se le enterrega por ello un sobre con aproximadamente $50.000 pesos y Ricardo la
persona con quien se produce encuentro sexual. Refiere que en el dentro del relato hay
elementos relacionales, como el esto previo se vinculó con Pamela por pertenezco por
afinidad, que retomo contacto por encuentro folclórico, ella la reconoció y le ofreció que
trabajara en su casa en labores de aseo. Dice que ella le pidió autorización a su madre, quien
se la dio. Refiere que la relación es positiva mientas trabaja en la casa, ella se deslumbra por
situación económica. Refiere que a Ricardo lo ve en rol de proveedor, era serio, e iba a
dormir de vez en cuando a la casa.
Señala que la fueron a dejar en automóvil y que se encontró con el imputado en
otro automóvil.
Refiere que al llegar al motel ingirió una bebida alcohólica y al volver se sintió muy
mal, se quedó dormida y despertó en ropa interior al que el acusado. Señala la perito que esta
versión es distinta a la entregada en las declaraciones en fiscalía, y va en la misma lógica que
tiene que ver con mostrarse menos participe en la situación. Ella le refiere la utilización de
engaños por partes de ambas figuras para esconder identidad de Ricardo de quien desconocía
su ocupación. Ella le refiere suponer que pudo ser amarrada ya que despertó con dolor en
muñecas, dolor vaginal, dolor corporal, como de haber hecho ejercicio físico.
Refiere que el relato tal como fue entregado presenta criterio que son creíble,
locación espacial, riqueza de la descripción del espacio, se trata de un relato abierto. No
129
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

obstante, las inconsistencias que presenta le hacen perder fiabilidad, hay, sin embargo, que lo
hacen creíble, por lo que no se puede descartar que haya sido víctima de la agresión.
Respecto de la evaluación del daño, víctima da cuanta de percepción de como esto
afectó su vida, refiere que estuvo muy impactada por una vivencia de carácter angustioso.
Por eso no se volvió a repetir estos episodios, pese a que se le ofreció un regalo para que
volviera repetir esa situación, y esto por el malestar interno que se le manifestó, y que
incluso la llevaron, como vía de escape, ha hacerse auto heridas para liberar angustia. Se ve
mucha culpa en ella principalmente por lo que sentiría su madre si se enterara de esta
situación.
Refiere que en evaluación clínica que se realiza se confirma vivencia de culpa que
aparece bastante espontanea y sin control. Esta se expresa también, en vivencias de
estigmatización del proceso, dando cuenta del temor a la pérdida en ella, sobre todo que por
la publicidad del caso, pueda acaecerle una pérdida del apoyo familiar e impacto en su
entorno cercano. Agrega que toda esta evaluación en torno a los elementos dañosos son de
pronóstico no posible de proyectar, porque la estructura de personalidad de la imputada da
cuenta de vulnerabilidad, sobre esta se instala la experiencia que ella menciona con un
funcionamiento síquico que no le ha permitido superarlo de forma favorable.
Dice que en relación a las fechas, victima da cuenta de varios elementos cuando
entrega el año 2007 como fecha de ocurrencia. En declaración anterior da el año 2006. La
perito dice que atendida su fecha de nacimiento – el 17 de febrero de 1989- en ambos casos
los hechos habrían cuando la víctima tenía 17 años de edad. Precisa que ella le cuesta
calcular fechas, pero puede ubicarse en elementos de su propia vivencia, esos elementos dan
mayor fiabilidad.
Refiere que la dicotomía del estado de consciencia, se ve como estrategia, ella crea
esa idea de un estado de alteración, al echarle algo a la bebida, para aparecer como no
estando consiente cuando ocurrieron estos hechos.
Refiere que el relato tal como ella lo entregó, en forma global, no puede evaluarse
como creíble por incorporar elementos que no lo hacen creíble. Pero presenta elemento de
credibilidad que hacen pensar que pudo ser víctima de esta situación y que concuerdan con el
daño
Confrontada con su peritaje para superar contradicción “por tanto lo anterior no
permite evaluar en credibilidad del relato en su globalidad”. Explica que en relación a las
conclusiones el relato fue evaluado, como relato completo, no es posible evaluarlo como
creíble por hay elementos que presentan dificultad. No obstante gran parte del relato si
presentan criterios de fiabilidad.
130
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que no obstante en el peritaje concluyo que hay Hipótesis que perdieron
fuerza, como que haya denuncias en falso por ganancias secundarias, o que se hubiere
repetido otros hechos de intercambio sexual.
Explica que respecto de hipótesis gananciales, no se vislumbraron considerando
que la develación fue hecha por una tercera persona. Dice que no sabe si los imputados
estaban en conocimiento de su edad, no hay ánimo de perjudicar. Precisa que ella no obtuvo
ganancia con la denuncia, al contrario se vio perjudicada. Refiere que no se ve inducción de
parte de terceros y que no presenta tendencia fabuladora.
Refiere que le parece como concordante su relato con los restantes relatos y los
otros elementos de la carpeta investigativa. Agrega que la peritada da cuenta de un modus
operandi que es similar al declarado por las otras víctimas.
Refiere que la víctima significó estos hechos desde el daño ocasionado, peritada da
cuenta a la vivencia subjetiva, vivencia de importante impacto emocional lo que le genera
vivencia de carácter angustioso. Estos le generaron aislamiento y la llevó a auto infligirse
cortes. Refiere que por esta vivencia le genera un profundo sentimiento de culpa, es una
situación que se le presenta como profunda revulsiva lo que la llevó a no aceptar estos
hechos.
Señala que hechos de esta naturaleza afecta desarrollo sicosexual de las víctimas. Sin
embargo, no se registró daño en este punto por la víctima, ni se evaluó, se produjo, eso sí,
daño sicosocial, desde esa la perspectiva de la construcción de personalidad.
Refiere que la víctima tenía 20 años cuando se le avaluó, entre junio y agosto del
año 2010. Ella cumple la mayoría de edad en septiembre el 2007, y ella sitúa hechos a
mediado del año 2007, los sitúa en función de las actividades que realizaba.
Respecto de la relación sexual con el imputado a juzgar de todos los elementos que
se acompañan es altamente posible, lo que no es confiable es alteración de conciencia.
Refiere que la peritada inicio vida sexual a los 16 años con pareja estable, y que
desconoce otras experiencias sexuales ya que tiene pareja única.
Precisa que la vulnerabilidad por su historia vital, no es la misma la vinculada al
daño producido por hechos investigado.
Señala que la peritada no denuncio estos hechos, por vergüenza por miedo a perder
su grupo familiar, y al rechazo social.
Precisa que la peritada manifestó que el imputado no tenía conocimiento de su
edad, que ella piensa que no estaba en conocimiento de su edad. Esa afirmación descarta
hipótesis de ganancia secundaria

131
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Señala que durante la pericia le refirió que ella pensaba que el dinero ofertado era
para hacer aseo en casa de Albert, solo cuando llegó al motel se da cuenta de que no iba a
hacer aseo. Dice que ella habría perdido consciencia por lo que refiere sólo presumir que
tuvo relaciones, por despertar en ropa interior, por ver un condón abierto y por el dolor
vaginal. Esta versión es discordante con las versiones aportadas en fiscalía. Esta
inconsistencia puede ser intencional como mecanismo para evitar tener que evitar dar detalles
de experiencia vivida.
Periciada señala que termino de relación laboral se produce porque fue acusada de
robo de un teléfono celular.
Refiere que el daño en el desarrollo emocional de la peritada se produce,
específicamente, por el hecho ocurrido, en tanto que las experiencias anteriores vividas, han
producido desmedro en desarrollo emocional y eso crea un riesgo de vulnerabilidad.
Refiere que en el peritaje de contempla toda vivencia previa de carácter traumático y
doloroso, se consideró victimización previa ya que forman parte del perfil victimológico, de
la periciada.
Precisa que la afirmación señalada, en cuanto a la credibilidad del relato, debe ser
comprendida en el contexto global del testimonio, por lo que, precisa, tal como éste fue
dado da elementos para considerarlo como no creíble, lo que hace valorarlo, globalmente,
como no creíble, sin perjuicio de la hipótesis de ocurrencia de esto hecho, la que no puede
ser descartada dado a que muchos elemento del relato apuntan a en esa dirección.
Finaliza respondiendo que es efectivo que relato en su totalidad no es creíble ya que
hay tres elementos discordantes, ya mencionados, que no lo hacen creíble.
También se acompaño el el certificado de nacimiento de Rosa M.C.C, en el
cual se consigna como su fecha de nacimiento el 17 de septiembre de 1989.
TRIGESIMOCTAVO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,
consistente en las declaraciones del perito siquiatra Rosa M.C.C, la declaración de las
funcionarias policiales Cheseline Ajraz Arroyo y Lorena Alvarado Ovando y de la perito
sicóloga Xaviera Campla Bolivar, y el certificado de nacimiento de Rosa M.C.C. ha
resultado del todo insuficiente para que el tribunal adquiera convicción más allá de toda
duda razonable sobre los hechos materia de la acusación en el hecho signado con el número
5. En este sentido debemos señalar, en primer término, que como bien a señalado la defensa
la protección que contempla el tipo penal de facilitación impropia a la prostitución de
menores de edad para el bien jurídico Libertad Sexual, sólo alcanza a las personas que se
encuentran dentro del rango de edad que la descripción del tipo contempla, esto es mayor de
14 años pero menor de 18 años. Luego, la conducta que ha realizado el imputado, si es
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

verificada con una persona mayor de 18 años deja de ser típica, y se transforma en una
conducta lícita. El tránsito de la antijurídica a la licitud del verbo rector del tipo penal viene
circunscrito exclusivamente por la edad del sujeto pasivo de este delito.
Conforme a lo antes expuesto estos sentenciadores pueden afirmar que la prueba de
cargo no ha logrado establecer este elemento central del tipo –la minoría de edad de la
víctima, puesto que, en primer lugar, la declaración de la víctima adolece de serias
imprecisiones en cuanto a la época en que ocurrieron estos hechos situándolos finalmente el
año 2007 después de las vacaciones de invierno (lo que ya plantea una discordancia con la
fecha señalada en núcleo fáctico de la acusación); conforme a ello en base al certificado de
nacimiento podemos tener por establecido que la víctima el día 17 de septiembre de ese año
cumplía la mayoría de edad. Por ende la menor fija un periodo muy pequeño de tiempo en el
cual pudo haber ocurrido este hechos siendo ella menor de edad, y en virtud del cual, dada la
poca claridad que tiene con las fechas en que ocurrieron estos y como situarse
temporalmente frente a ellos, perfectamente pudo ocurrir después de la fecha de su
cumpleaños número 18. Las declaraciones prestada por las funcionarias policiales tampoco
aportan claridad alguna sobre este punto dado que se limitan a reproducir la edad y fecha que
les aportó la propia víctima en su entrevista, las cuales, evidentemente, no son las mismas que
señaló en esta audiencia, ya que a ellas les dijo que esto ocurrió el año 2006 cuando tenía 16
años, y en estrados mencionó que los hechos ocurrieron el año 2007, cuando, por calculo
aritmético debía tener 17 años. Tampoco la declaración de la perito permite dilucidar la
impresión anotada, por cuanto ella misma refiere como uno de los elementos contradictorios
que observó en la pericia que le hizo a la menor su discordancia en orden a establecer las
fechas en que estos hechos ocurrieron, siendo este, justamente uno de los elementos que la
lleva a concluir que en su globalidad el relato de la peritada no es creíble.
En consecuencia este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido imprecisa para
acreditar la ocurrencia de los hechos materia de acusación, en particular que Rosa M.C.C.
fuera menor de edad a la fecha de la ocurrencia, lo que genera en estos sentenciadores una
duda más que razonable respecto de la existencia de esa circunstancia de tipo penal.
TRIGESIMONOVENO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la configuración
de delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad exige la concurrencia
de los siguientes elementos normativos: a) que una persona obtenga servicios sexuales de
otra mayor. Se entiende que estos servicios sexuales deben consistir en un acceso carnal, de
momento en que la penalidad que se le asigna a esta figura es idéntica que la que se le asigna
a las figuras del abuso sexual propio, en las que, claramente, el desvalor del acto es mayor,
razón por la cual, y para una coherencia sistemática de la proporcionalidad de las penas,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

entendemos que esta figura se circunscribe a los casos más intensos de invasión a la esfera de
la intimidad sexual; b) que la persona que presta los servicios sexuales sea mayor de 14 pero
menor de 18 años; c) que ese servicio sexual se presté a cambió de dinero u otras
prestaciones de cualquier naturaleza, las que no obstante deben ser apreciable en dinero, de
modo de hacer un reconstrucción coherente del tipo penal con el bien jurídico tutelado y los
medios con que se vulnera al mismo; y d) como circunstancia negativa del tipo, no deben
concurrir las la circunstancias de la violación o del estupro.
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar la concurrencia del segundo de los elemento lo que torna innecesario verificar la
concurrencia de los otros elementos toda vez que no constando, que Rosa M.C.C. era
menor de edad al momento de suceder los hechos que describe, existe una duda razonable
acerca de la comisión del mismo delito, ya que la conducta en sí realizada con una mayor de
edad es atípica. Por ello, en lo que respecta este hecho, se seguirá la tesis de la defensa en
cuanto a que los elementos dados por la prueba de cargo no permiten establecer, en forma
certera, la época de comisión del delito y la edad de la afectada, existiendo una posibilidad
cierta de que haya sido mayor de edad al fecha de ocurrir estos hechos.
En consecuencia la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de
facilitación impropia a la prostitución de menores, previsto y sancionado en el artículo 367
ter del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer la minoría de
edad de la persona afectada por esta conducta, por tanto y en lo que concierne a este hecho
Ricardo Muñoz Quinteros será absuelto.
CUADRAGESIMO: Que por lo razonado precedentemente no resulta procedente
pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho.
CUADRAGESIMO PRIMERO: En relación al delito signado con el N°9 de la acusación
Que para acreditar la existencia del hecho N°9 de la acusación, el Ministerio Público
presentó en estrados a Elena M.A.E, quien dice que está acá por el juicio de explotación a
menores. Dice que cuando tenía 16 años se juntó con el cura, con el objetivo de tener
relaciones sexuales. Se junto con él en Santiago. Esto ocurrió el año el 2006. Lo conoció ya
que él es el papá de sus sobrinos, y ella es hermana de Pamela. Sus sobrinos tienen 10 y 7
años. Ella lo veía de vez en cuando, cuando él iba a ver a sus hijos a la casa que tenía antes su
hermana. Dice que ella la iba a buscar lo veía solo de pasada, no sabe en qué parte de
Santiago tuvo relaciones sexuales con el imputado, pero en todo caso fue en un motel. Esto
lo hacía por necesidad, porque tenía a sus hijas enferma, su hija estaba hospitalizada no
estaba con el papa de la niña y tenía necesidad. El cura le pagaba cada vez que tenían
relaciones sexuales, le pagaba 20 o 30 mil pesos.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Reconoce al imputado en la sala de audiencia, por su vestimenta y ubicación.


Refiere que no solo tenían relaciones sexuales le pedía también fotos desnuda, ella se
las daba por que necesitaba la plata y en vez de juntarse con él prefería mandarle fotos, él le
pagaba por los fotos 40 o 50 mil pesos. Dice que ella se las mandaba, pero que una él le sacó
fotos en un motel, esto con un celular. Siempre le pagaba por las fotos. Agrega que tenía
como 16 años cuando empezó a sacarle las fotos. Estas relaciones se iniciaron cuando ella
tenía 16 años y duraron hasta que cumplió 19 años.
Refiere que no sabía que el cura tenía una relación similar con otras menores. Su
hermana no sabía de esto.
Señala que ha tenido problema por esto ya una vez llamó una persona diciendo que
era de la oficina de abogado que defendía al acusado Muñoz Quintero, diciendo que tenía
que hablar con ella, ella, refiere le dijo que no, y el sujeto le contestó que como no iban a
hablar si él sabía todo de ella. Sus vecinos le dijeron que esa persona andaba preguntando por
ella.
Refiere que la relación con hermana era más o menos, a veces peleaban, pero ella no
estaba. Dice que hizo todo esto por necesidad.
Tiene tres sobrinas, la mayor se llama Katherine. Ella rechaza al cura lo odia, pero no sabe
porqué.
Dice que cumplió los 18 años el año 2007.
Dice que Albert le pidió que se sacara fotografías, esto fue el año 2005, su hija tenía
un par de meses, y ella tenía 16 años cuando nació su hija.
Confrontada con versión dada ante funcionarios policiales por delegación del fiscal,
señala que fotografías se las mandó a finales del año 2006 comienzo del año 2007 hasta
comienzo del año 2009.
Dice que Jessica es una amiga, dice que se sacaron fotos y se las mandó a Albert, cada
una sacó la suya.
Dice que siempre sospechó que Albert era cura, pero preguntaba y le decían que no.
Todos en Curacaví sabían que era cura, y, agrega, si se acostaba con él los hacía por la plata.
Señala que su hermana nunca supo que se acostara con Albert. Las fotos se las
sacaba en su casa. Las fotos de Jessica se las tomó en su casa.
Indica que un par de fotos se las sacó él en un motel.
Señala que le mando como 100 fotos a Albert, no sabe número exacto pero sabe que
son hartas.
Refiere que él le pagó 40 o 50 mil pesos dependía de las fotos que le mandaba, pero
nunca era un monto fijo.
135
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Dice que las personas que defendían al cura y se le acercaron fueron amenazantes.
Nadie le pidió que declarara en contra de su hermana, pero si a favor del cura. Le decían que
querían arreglar algo antes del juicio, ella les dijo que se fueran.
Con el mismo fin prestó declaración la funcionaria Policial Cheseline Andrea Ajraz
Arancibia, quien refiere que en el curso de la investigación a que dio lugar la orden de la
fiscalía también se entrevistó a Elena que es hermana de Pamela Ampuero, quien les
reconoce que desde el año 2005 aproximadamente había mantenido relaciones con el
imputado, en las cuales él la trasladó a un motel, que primero se había producido el
acercamiento porque ella había tenido una hija, que había estado enferma, sabiendo que era
pareja de su hermana, él se comienza a acercar a ella ofreciéndole ayuda, primeramente sin
solicitarle nada a cambio para después comenzar a insinuarse que se juntaran, hasta que
finalmente terminan concretando un encuentro sexual, también, después el imputado le
solicita a ella que se saque fotografías desnuda o semi desnuda, por las cuales también le
pagaba sumas de dinero. En la entrevista de Elena, refiere que le había comentado esta
situación a una amiga suya de nombre Jessica, y que Jessica también habría accedido a sacarse
fotografías a cambio de dinero, siendo ella también menor de edad.
A su vez presentó el testimonio de la funcionaria policial Lorena Ivonne Alvarado
Ovando, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar despachada por la fiscalía
por estos hechos y en virtud de la cual se entrevistó Elena, hermana de la imputada, quien
señala que tuvo un primer encuentro con el imputado a los quince años. Refiere también que
se acercó al imputado porque tenía hija enferma y necesitaba dinero, señalando que el
imputado se lo facilitó. Agrega que después, el imputado comenzó a exigirle que a cambio
del dinero tuvieren relaciones sexuales.
Con el mismo fin prestó testimonio la funcionaria policial Evelyn Marisel Díaz
Soto, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar despachada por la fiscalía por
estos hechos y en virtud de la cual se entrevistó con Elena, nacida el año 1989, quien le dijo
que siempre intentó esconder esta situación a Pamela –su hermana-. Dice que esto se inició
porque, primero, Ricardo le ofrecía dinero, el que ella aceptaba por tener problemas
económicos, ya que en ese tiempo tenía a su hija enferma internada en el hospital, refiere que
posteriormente le siguió pidiendo dinero, y que él comenzó a insinuársele, de ahí comenzó
tener relaciones sexuales con él, en moteles de Casablanca.
También presentó en estrados a Francesca Chaban Godoy, quien señaló en su
declaración que Elena tuvo una relación con Albert, que esto lo supone porque ella siempre
iba a casa de Pamela, y siempre andaba con plata, y siempre tenía que ir a ver la cuenta
porque le iban a depositar. Precisa que Elena tenía como 17 o 16 años en esa época
136
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

También presentó en estrados a la perito Macarena Francisca Pérez Zavala, quien


realizo pericia de credibilidad a Lorenza de la L.V.M y refiere que en la entrevista de rigor
que esta le señaló Elena manejaba bastante dinero y tarjetas de celular, y que ella le dijo que
mantenía relaciones sexuales con el cuñado de Pamela y que éste le entregaba dinero por
ello.
También se acompaño el el certificado de nacimiento de Elena M.C.C, en el
cual se consigna como su fecha de nacimiento el 14 de Junio de 1989.
CUADRAGESIMO SEGUNDO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,
consistente en las declaraciones del perito siquiatra Elena M.A.E, la declaración de las
funcionarias policiales Cheseline Ajraz Arroyo y Lorena Alvarado Ovando y Evelyn
Marisel Díaz Soto, de la testigo Francesca Chaban Godoy, de la perito sicóloga
Macarena Francisca Pérez Zavala, y el certificado de nacimiento de Elena M.A.E, ha
resultado del todo insuficiente para que el tribunal adquiera convicción más allá de toda
duda razonable sobre los hechos materia de la acusación en el hecho signado con el número
9. En este sentido debemos señalar que, al igual que los hechos analizados en los
considerandos anteriores, la protección que contempla este tipo penal para el bien jurídico
Libertad Sexual, sólo alcanza a las personas que se encuentran dentro del rango de edad que
la descripción del tipo contempla, esto es mayor de 14 años pero menor de 18 años. Luego,
si la conducta que ha realizado el imputado, es verificada con una persona mayor de 18 años
deja de ser típica, y se transforma en una conducta lícita. El tránsito de la antijurídica a la
licitud del verbo rector del tipo penal viene circunscrito exclusivamente por la edad del sujeto
pasivo de este delito.
Conforme a lo antes expuesto estos sentenciadores pueden afirmar que la prueba de
cargo no ha logrado establecer este elemento central del tipo –la minoría de edad de la
víctima-, puesto que, en primer lugar, la declaración de la víctima no precisa en ningún caso
la época en que ocurrieron estos hechos, circunscritos exclusivamente a los actos de
prostitución. Esto es necesario tenerlo claro esto, puesto que del relato que la víctima le
aporta a la funcionarias policiales, aparece que el primer vínculo que nace entre ella y el
imputado es de índole económico, en que ella le pide dinero a él para cubrir sus necesidades
y él se los facilita, sin pedir nada a cambio, al tiempo esta situación comienza a cambiar y el
imputado se le insinúa, empezando a mantener relaciones sexuales consentida, y continuando
el imputado prestándole la ayuda económica que la víctima le requería. Desde esta
perspectiva, y teniendo presente la subjetividad del imputado, perfectamente se puede
afirmar que nunca hubo actos de comercio sexual en términos formales, puesto que para
víctima e imputado, la entrega de dinero estaba disociado del encuentro sexual. Así el
137
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

imputado pudo, justamente, cree que había iniciado una nueva relación amorosa –lo cual
hizo muchas veces en su vida- y que el dinero que le pasaba a la víctima era sólo en ese
contexto, habiendo, además, antecedentes en los dichos transcritos que ese dinero en
muchas ocasiones le fue entregado a Elena no con ocasión de los contactos sexuales si no
que en forma de depósitos de dinero en su cuenta. Tal conducta resulta atípica, puesto que
fuera de las circunstancias del artículo 363 y 367 ter del Código Penal, la legislación penal
reconoce que las adolecentes pueden disponer de su libertad sexual.
El relato de la víctima continúa señalando que posteriormente continúa manteniendo
relaciones sexuales con el imputado pero ya por montos fijos de entre $20.000 y $30.000
pesos. Tales actos ya toman el cariz de relación sexual de índole comercial, no obtente de los
relatos analizados no hay claridad de en qué momento se produjo este tránsito, en que el
dinero le era entregado a la víctima como una ayuda, a que le fuera entregado como una
“remuneración”, por sus servicios sexuales, lo que suscita en estos sentenciadores una duda
razonable de que esta conducta se haya cometido siendo la víctima menor de edad. Al
respecto aparece como muy relevante el que estos hechos se extendieron por un largo
periodo de tiempo que se va desde el año 2005 hasta el año 2007, desde que Elena era menor
de edad hasta que alcanzó la mayoría de edad, y con los antecedentes que se han aportados
no se puede afirmar que los primeros contactos sexuales, cuando la víctima era menor de
edad, no se hayan dado en el contexto de una relación (aunque a Elena la motivara sólo el
interés económico), y que los segundos contactos sexuales, ya de índole económico, se hayan
producido cuando ésta ya era mayor de edad. Al respecto cabe reiterar, que la prostitución
de personas mayores de edad es una conducta atípica en nuestro país, y lo que traslada esa
conducta hacia la antijuricidad es, exclusivamente, la circunstancia de que la persona que
preste los servicios sexuales sea menor de 18 años.
Todo lo anterior hace surgir en estos sentenciadores una duda razonable acerca de la
concurrencia de los elementos típicos del hecho objeto de la acusación, y en consecuencia
este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido imprecisa para acreditar la ocurrencia de
los hechos materia de acusación, en particular que Elena M.A.E. fuera menor de edad a la
fecha de la ocurrencia, lo que genera en estos sentenciadores una duda más que razonable
respecto de la existencia de esa circunstancia de tipo penal.
CUADRAGESIMO TERCERO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la
configuración de delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad exige la
concurrencia de los siguientes elementos normativos: a) que una persona obtenga servicios
sexuales de otra mayor. Se entiende que estos servicios sexuales deben consistir en un acceso
carnal, de momento en que la penalidad que se le asigna a esta figura es idéntica que la que se
138
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

le asigna a las figuras del abuso sexual propio, en las que, claramente, el desvalor del acto es
mayor, razón por la cual, y para una coherencia sistemática de la proporcionalidad de las
penas, entendemos que esta figura se circunscribe a los casos más intensos de invasión a la
esfera de la intimidad sexual; b) que la persona que presta los servicios sexuales sea mayor de
14 pero menor de 18 años; c) que ese servicio sexual se presté a cambio de dinero u otras
prestaciones de cualquier naturaleza, las que no obstante deben ser apreciable en dinero, de
modo de hacer un reconstrucción coherente del tipo penal con el bien jurídico tutelado y los
medios con que se vulnera al mismo; y d) como circunstancia negativa del tipo, no deben
concurrir las la circunstancias de la violación o del estupro.
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar, respecto de los hechos de los hechos acaecidos mientras Elena era menor de edad,
el signado con la letra c) esto es que las relaciones sexuales que ella mantuvo con el
imputado fueran a cambio de dinero u otras prestaciones. Y respecto de los hechos en que
Elena efectivamente mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero u otras
prestaciones, el Ministerio Publico no acreditó el elemento b), que a esa época Elena todavía
fuera menor de edad. Por ende se ha originado una duda razonable acerca de la comisión
del delito objeto de la acusación, ya que la conducta de tener relaciones sexuales con una
mujer mayor de 14 años pero menor de 18 años, sin que se haga a cambio de una retribución
es una conducta atípica; y a su vez, el mantener relaciones sexuales a cambio de una
retribución pero con una persona mayor de edad es también una conducta atípica.
De esta forma, y en lo que respecta este hecho, se seguirá la tesis de la defensa en
cuanto que los elementos dados por la prueba de cargo no permiten establecer, en forma
certera, la época de comisión del delito y, por ende, la edad de la afectada.
En consecuencia la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de
facilitación impropia a la prostitución de menores, previsto y sancionado en el artículo 367
ter del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer la minoría de
edad de la persona afectada por esta conducta, por tanto y en lo que concierne a este hecho
Ricardo Muñoz Quinteros será absuelto.
CUADRAGESIMO CUARTO: Que por lo razonado precedentemente no resulta
procedente pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho.
CUADRAGESIMO QUINTO: En relación al delito signado con el N°8 de la acusación,
relativo a la producción y almacenamiento de material pornográfico infantil. Que para acreditar la
existencia del hecho N°2 del auto de apertura, el Ministerio Público presentó en estrados a la
funcionaria Policial Cheseline Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere que en el curso de la
investigación a que dio lugar la orden de la fiscalía Afirma que cuando se realizaron las
139
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

detenciones en los domicilios, se incautaron computadores en los dos domicilios, se


mandaron a periciar, se habrían encontrado fotografías de tres de las menores que se
estableció como víctimas.
A su vez presentó el testimonio de la funcionaria policial Lorena Ivonne Alvarado
Ovando, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar despachada por la fiscalía
por estos hechos, y que en virtud de esta identifico a las víctimas de estos delitos y además se
intervino lo teléfono celulares de ambos imputados, agrega que se incautó un computador
del imputado en el que se encontraron diversas imágenes de mujeres desnudas.
Mediante su reproducción sonora se incorpora las escuchas telefónicas señaladas en
el número 2 de los otros medios de prueba de la acusación, al respecto la testigo señala:
A la escucha telefónica número 1, es una conversación entre Pamela Ampuero y
Ricardo Muñoz en que la primera le refiere que cuando fotografió Katherine, esta estaba
inconsciente, y que las otras fotografías, tomadas cuando estaba consciente, le dijo que ya
estaban borradas. Ella se las tomaba para mandársela al cura.; A la escucha telefónica
número 2, es una conversación entre Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz, e que el imputado
le solicita fotografías a Pamela Ampuero ya que esta se las ha cobrado, es una por cobro de
dinero de las fotos; A la escucha telefónica número 3, es una conversación entre Pamela
Ampuero y Ricardo Muñoz, él le señala que no hay trato, señalando que no tiene más plata,
para entrégasela, ella le señala que respecto de las fotografías, que después podía sacar de un
chip de la cámara para obtenerlas; A la escucha telefónica número 4, es una conversación
entre Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz queda establecido que Pamela Ampuero tenía una
fotografía que quería venderla al imputado, e iban a juntarse a la 10 de la noche, en Melipilla
y se iban a Curacaví, el le señala que no pudo juntar el dinero, por que una persona no se le
pasó. Las fotos eran de Katherine; A la escucha telefónica número 5, es una conversación
entre Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz, ella le señala que tenía 14 fotografías y él señala
que el trato era por 30 imágenes; A la escucha telefónica número 10, es una conversación
entre Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz, ella le indica que le pasaron $100.000 pesos a
Katherine, con los cuales Pamela Ampuero el pagaba a su hija por sacarles fotografías, para
entregárselas al acusado.
A su vez se incorporó mediante su exhibición a la testigo del Set de fotografías
signado en la acusación con n° 5, y que consta de 116 imágenes, las siguientes:
Fotografía 1 en que se ve a una mujer mostrando su pelvis desnuda, no se ve rostro,
apoyada contra vehículo corsa y del cual se alcanza a ver patente. La testigo señala que está
a cargo del imputado, es un vehículo de la iglesia. No recuerda quien es la mujer que
aparece.
140
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Fotografía 35, se ve mujer semidesnuda, testigo señala que es Jessica, una de las
víctimas, semidesnuda vestida solo con sostén mostrando su pelvis. La testigo refiere Jessica
nació en febrero del año 1992 y que el imputado fue detenido 5 de enero de 2010.
Fotografía 36 se ve una mujer semidesnuda. La testigo explica que es Jessica en ropa
interior, mostrando glúteos, y que a la fecha de detención del imputado Jessica tenía 17 años.
Fotografía 2 se ve mujer desnuda tendida en una cama. La testigo refiere que es
Elena
Fotografía 3, se ve una mujer haciéndole sexo oral a un hombre. Testigo refiere que
es una mujer mayor de edad con la que el imputado tuvo una hija.
Fotografía 4, se ve mujer desnuda, de pie a la salida de un baño. La testigo
identifica Helena, en espejo del baño se alcanza a ver al imputado, y señala que Elena le
refirió que esa fotografía se la tomo el imputado en un cuarto de motel con su teléfono
celular.
Fotografía 5, se ve una mujer desnuda en una cama. La testigo refiere que es Elena.
Fotografía 6, se ve una mujer desnuda con lo que parece ser un disfraz, con una
mano sobre su entrepierna, la testigo refiere que es una imagen de Jessica desnuda y
disfrazada de bruja, refiere que ella le contó que al imputado le gustaba que se disfrazaran
para las fotografías.
Fotografía 7, se ve una mujer desnuda posando, la testigo refiere que es Elena.
Fotografía 8, se ve a una mujer desnuda posando tocándose los pechos. La testigo
refiere que también se trata de Elena.
También se incorpora mediante su exhibición del set 193 imágenes, signado con el
número 4 de los otros medios de prueba de la acusación las siguientes fotografías.
Fotografía n° 6, se ve una mujer desnuda mostrando sus senos. La testigo reconoce
a Elena.
Fotografía 15, se ve a una mujer desnuda, no se ve su rostro. La testigo no
recuerda quien es la persona retratada.
Fotografía 16 mujer desnuda exhibiendo vagina y parte íntimas, no se ve rostro. La
testigo no la identifica.
Fotografía 19 mujer sin sostén, vestida sólo con calzones, tiene lunar en la pierna a
la altura del muslo. La testigo refiere que al exhibir estas fotografías a las víctimas, Linda
reconoció ser la joven de esa foto por el lunar en si muslo.
Fotografía 20, se ve una mujer semidesnuda mostrando los pechos. La testigo
reconoce a Linda, refiere que ésta le dijo que era menor de edad cuando se tomo esa foto,
tenía 16 años.
141
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Fotografía 35, se ve una mujer practicando sexo oral a un hombre. La testigo


reconoce a Elena.
Fotografía 36, se ve a una mujer desnuda vestida solo con calzón sobre una cama.
La testigo reconoce a Elena
Refiere que estableció a través de la víctimas, que éstas eran menores de edad en
la época en que se tomaron las fotografías, por los testimonios que dieron las víctimas, por
lo que ellas le dijeron, sólo por sus dichos.
Refiere que respecto de la fotografía en que no se ve la cara de Linda pero se
aprecia su lunar en el muslo, la fecha que maneja es la que le dio la víctima en su declaración.
Agrega que esa fotografía pudo haberse tomado cuando al imputado la llevó al motel siendo
mayor de edad, pero según relato de Linda se la tomó antes.
Refiere que la fecha de nacimiento de Elena es en Junio de 1989, y que Elena
cumplió 18 años en junio del año 2007, respecto de las fotografías que se exhibieron de
Elena no puede establecer en que época se tomaron.
Refiere que las personas que identifica en las imágenes son Elena, Linda, Jessica, y
otra mujer que no recuerda nombre pero era mayor.
Refiere que Jessica nació en febrero de 1992, y que el imputado fue detenido el 5
de enero del 2010, por lo que Jessica tenía a la fecha detención del imputado 17 años,
atendido ese hecho y los antecedentes puede concluir que fotografías debió tomarse cuando
Jessica tenía menos de 18 años.
También presentó a dar testimonio a la funcionaria policial Evelyn Marisel Díaz
Soto, quien refiere que en cumplimiento de una orden de investigar demanda de la fiscalía
local de Curacaví estableció y entrevistó a las personas afectadas por esos delitos, así como se
intervino los teléfonos de los imputados.
Refiere que Elena le comentó que el imputado comparaba fotos de menores como
ellas desnudas, y que se tomó fotos junto a Jessica para vendérselas.
A su vez refiere que Linda también le dijo que se sacaba fotos desnuda para
vendérselas al imputado.
Agrega que en el computador de Ricardo muñoz, que estaba en la casa parroquial
en Melipilla, se encontró fotografías que le fueron remitidas por las menores a cambio de
dinero.
Se reproduce con un medio sonoro las conversaciones telefónicas interceptadas, a
lo que la testigo señala que:

142
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

A la pista numero 1, es una conversación entre Pamela Ampuero y Ricardo


Muñoz, ella se refiere a fotografías que le sacó a su hija Katherine y pretende vendérselas a
él.
A la pista numero 2, es conversación de Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz, se
ponen de acuerdo de la forma en que le iba a entregar las fotos, si era por medio de cedé o
entro soporte. Afirma que sabe se hizo llamado entre estas personas por que se verificó que
fueran sus teléfonos colocándose cerca de ellos y llamándolos, para luego esperar que
contestaran. Señala que después ya les reconocían las voces.
A la pista número 3, es una conversación de Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz,
continúan poniéndose de acuerdo de cómo va obtener las fotos que están en la cámara
digital, en un chip, y ella le dice que pueden pasarse a un cedé.
A la pista número 4, es una conversación de Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz
habla del trato que habían hecho por unas fotografías, ella le pedía dinero a cambio ya que
ese dinero era para Katy, su hija, para seguir sacándole fotos. Refiere que Pamela Ampuero
no trabaja, ella le exigía a Ricardo diariamente dinero, esta relación se basaba en un chantaje.
Si no se lo daba, ella lo amenazaba que le iba hacer escándalo.
A la pista numero 5, es una conversación de Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz,
ella le dice la cantidad de fotos que tienen, no se le entiende lo que él responde.
A la pista número 8, es una conversación de Pamela Ampuero y Ricardo Muñoz, se
menciona que ya le ha pagado dinero por fotos de Katy y refiere que a él todavía no le llega
nada.
Se le exhibe a la testigo del set fotográfico las imágenes ya incorporado del set de
116 imágenes, a las que la testigo va señalando:
Fotografía 1 aparece Carmen Gloria quien tiene una relación de 20 años con
Ricardo Muñoz, tiene una hija de él. El vehículo en que está apoyada es del arzobispado de
Melipilla. No se ve rostro, aparece vestida solo con una polera exhibiendo sus genitales.
Fotografía n°2 es de la víctima llamada Linda, ella lo corroboró y por características
físicas se puede determinar, ella tenía una mancha, se ve mujer desnuda acostada boca arriba,
no se ve rostro. Esa fotos se sacó en un motel de Santiago, eso le determinaron al fijar el sitio
del suceso por la sabana y el lugar.
Fotografía n° 3 Carmen Gloria, haciendo sexo oral al imputado.
Fotografía n°4 Elena desnuda de pie, atrás de ella se ve un espejo en que aparece
imagen de Ricardo Muñoz. Al momento de tornarse es fotografía Linda es, aparentemente
menor de edad, eso lo determinó por que cuando se tomó esa fotografía su cuerpo era
distinto, la le dijo que tenía 16 o 17 años.
143
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que Elena, Linda y Jessica son las víctimas de las que descubrieron
fotografías.
Refiere que Jessica, por fecha de nacimiento, todavía era menor de edad la fecha de
detención del imputado.
Fotografía n° 5 Elena, desnuda, sentada en una cama.
Fotografía n°6 Jessica desnuda con disfraz de bruja, atrás se ve pared de madera,
pintada de color rosado.
Fotografía n°7 Elena desnuda sobre una cama, se aprecia foto fondo rosado de
madera igual al de la fotografía anterior.
Refiere que la declaración de ambas le confirma que fue el mismo lugar donde se
tomaron esas fotografías
Fotografía n°35 de Jessica vestida con peto y sostén, bajándose el calzón y
mostrando el vello púbico.
Fotografía n°36 Elena, de espalada, mirando a la cámara con peto, calzón y colales.
Se incorporan mediante su exhibición, además, del mismo set anterior las siguientes
imágenes.
Fotografía n°41, se ve mujer semidesnuda exhibiendo sus pechos a sobre el sostén,
de pide en habitación de fondo rosado. La testigo reconoce a Elena
Fotografía n°40 se ve una mujer desnuda vestida con un baby doll negro acotada
en una cama exhibiendo sus pechos y la entrepierna. La testigo reconoce a Elena y refiere
que en esa imagen se le aprecia más grande a helena pro tamaño pechos y por cabello mas
rubio.
Se incorpora mediante su exhibición del set de 52 fotografías, signado en la
acusación con el número 1 la siguiente fotografía:
Fotografía n° 52, se precia un cuarto de hotel en primer plano aparece un acama. La
testigo explica que corresponde a una imagen de un cuarto del motel M&M, de las sabanas
de la cama, y que se aprecia que éstas son muy similar a la que aparece en la fotografías n° 2
de el set antes mostrado y en la que aparece Linda desnuda.
Refiere que respecto de la pared rosada no puede reconocer de qué domicilio se
trata, lo único que saben es lo que le dijeron las niñas, que esas fotos se las tomaron en la
casa de Elena.
Refiere que en el computador incautado a Ricardo Muñoz se encontró muchas
fotos tras ser periciado. Agrega que no sabe si esas fotos estaban en un a fácil accesos o
eliminadas.

144
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que las fechas entre las cuales se interceptaron los teléfonos de los
imputados, fue entre noviembre de 2009 y enero de 2010.
Refiere que Jessica era menor de edad a la fecha de detención del imputado, por lo
que la fotografía en que aparece desnuda debe haberse tomado siendo ella menor de edad.
Refiere que Elena nació el año 1988 y cumplió en el año 2006 la mayoría de edad;
que la investigación se hizo en septiembre del año 2009 y que a esa fecha Elena era ya mayor
de edad. Precisa que, en el set exhibido, la mayor parte son fotografías son de Elena.
Refiere que hay una fotografía en que aparece Elena desnuda y se ve al imputado
tomarle una fotografía, sin embargo no sabe si Elena era menor de edad al momento de
hacerse esa fotografía.
También se presentó en estrados para estos efectos a la víctima Linda S.B.D, quien
refiere, en parte de su declaración, que también se tomó fotografías para el imputado, y que
lo hizo por plata, eran fotografías en que salía desnuda. Agrega que el cura le pagaba $10.000
pesos por tres o cuatro fotos, agregando que era menor de edad cuando se tomaba esas
fotos, precisando que esto ocurrió en el año 2008 o 2009. Refiere que esto pasó desde que
tuvo el celular que le compró el cura.
Señala que una vez que se juntaron el cura le pasó el celular, y que ella se lo había
pedido
Dice que tiene un lunar en su pierna izquierda.
Se incorpora mediante su exhibición del set de 193 fotografías señalado en el auto
de apertura la fotografías signadas con los número 4, 19 y 20 mediante la exhibición a la
testigo, quien refiere ella aparece en esas imágenes (se reconoce por el lunar y por el calzón);
dice que en esas fotos tenía 17 años. En amabas imágenes puede apreciarse el cuerpo de una
mujer semidesnuda, sin verse su rostro, vestida sólo con calzón.
También se presentó a estrados para estos efectos a la víctima Elena M.A.E, quien
refiere, en parte de su declaración, que no sólo tenían relaciones sexuales con el imputado,
sino que este le pedía también fotos de ella desnuda, ella se las daba por que necesitaba la
plata y en vez de juntarse con él prefería mandarle fotos, él le pagaba por los fotos 40 o 50
mil pesos. Dice que ella se las mandaba, pero que una vez él le sacó fotos en un motel, esto
con un celular. Siempre le pagaba por las fotos. Agrega que tenía como 16 años cuando
empezó a sacarle las fotos
Así mismo declaró en este punto la víctima Jessica del P.G.C, quien refiere, en
parte de su declaración, Refiere que el acusado tenía una foto semidesnuda de ella, y al
respecto señala que una amiga, Elena, le contó de una pelea que tuvo con la Pamela con el
cura, en la que ésta le decía como podía pagar por fotos. Indica que por esa razón lo
145
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

llamaron, y él les dijo que las pagaría por fotos que le mandaran, ellas le mandaron fotos por
el teléfono celular, y les pagó $30.000 pesos por ellas. Dice que fue el propio acusado quien
les entregó el dinero.
Se incorpora mediante la exhibición a la testigo del set fotográfico de 116 imágenes
signado con el número 5 en el auto de apertura las fotografías 35 y 36 que la testigo
reconoce en dos fotografías de ella y que son las mismas que le mando al acusado. Se aprecia
en las imágenes una mujer semidesnuda, sin sus calzones.
Se incorpora mediante la exhibición a la testigo del Set de fotografías signado con
la n° 4 de 193 fotografía, la imagen número 10, que la testigo reconoce como una
fotografía de ella, y que es de las fotografías que le mandó al acusado. Se aprecia una imagen
de una mujer desnuda vestida con una capa un gorro.
A su vez también presento en estrado a la testigo Francesca Chaban Godoy,
quien, en la parte pertinente de su declaración, refiere que de la Linda vio algo extrañó, que
cuando fue a hacer aseo a la pieza de Pamela vio el celular de ésta con fotos de Linda
desnuda. Refiere que esto le llamó mucho la atención. Agrega que en el teléfono aparecían
las fotos mandadas como mensaje al Albert
Por último, fue oído el perito Ernesto Nicolás Jimeno Arroyo, quien previamente
juramentado, refiere que realizó una pericia, conforme a una solicitud de la Brigada de
Delitos Sexuales y Menores Metropolitana, en relación a un computador y un disco duro que
habrían sido materia de análisis anterior en un análisis preliminar que se hizo con fecha 12 de
enero de 2010, principalmente lo que se solicita es la búsqueda de material de connotación
sexual, del tipo imágenes y videos, y que se realice una búsqueda de material que
eventualmente se encontrara eliminado. Dice que la búsqueda se realizada en un computador
marca IBM, color blanco celeste, que contiene un disco duro en su interior marca Fujitsu, de
13,5 GB de capacidad, y un disco duro marca Western digital de 15 GB de capacidad, estas
especies fueron eventualmente levantadas en su momento del domicilio del imputado, se
procede a realizar la búsqueda y extracción de archivos tendiente a determinar la cantidad de
imágenes tanto almacenadas y la cantidad que se pudo rescatar. De la búsqueda se pudo
rescatar un total de 193 imágenes almacenadas, no se encontraron videos ni otro tipo de
documentos conforme a los criterios de búsqueda, de igual forma con un software de
recuperación de datos fue posible recuperar de forma completa 116 archivos del tipo
fotografías con el software forense, los que se remitieron en conjunto al informe en un disco
óptico. Añade que es importante determinar que el software forense permite a los archivos
mantener sus propiedades originales en el caso de los archivos almacenados, es decir,
mantienen su fecha de creación, modificación y ruta donde se encontraban almacenados al
146
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

momento de que se realiza la recuperación de los archivos, no obstante los archivos que se
recuperan y que se encuentran eliminados pierden todos sus atributos, es decir, al momento
de la recuperación no se recuperan con nombre ni fecha de creación ni el lugar donde se
encontraban originalmente, puesto que en el registro del equipo estos datos ya no existen, o
sea las propiedades que aparezcan para los archivos eliminados van a ser las del momento de
su recuperación. Como se dijo se almacenan estos archivos en un disco óptico y se remiten
junto al informe forense. Con respecto a la ruta donde se encontraron los archivos que
estaban almacenados, hacen referencia a la ruta de archivos de programa, a un programa para
realizar conexión de teléfonos celulares con computador, específicamente para aparatos
Motorola.
Al fiscal le indica que el grupo de 193 imágenes estaban en un carpeta en el
computador, el de 116 imágenes estaba eliminado, en cuanto a estas últimas, en el sentido de
la recuperación de archivos, para poder recuperar un archivo eventualmente tiene que existir
un almacenamiento previo de los documentos, por cuanto el disco duro funciona de tal
forma que cuando se elimina un archivo, el disco no lo elimina físicamente sino que le dice al
computador que ese espacio está disponible para que escriba ahí, si el computador no escribe
ahí eventualmente se puede recuperar el archivo, por ende esos archivos en algún momento
estuvieron almacenados en el equipo, y al momento de la extracción pierde los atributos de
las propiedades, no obstante lo que si tiene claridad es que en algún momento si existió
físicamente en ese dispositivo. En cuanto al grupo de 193 fotografías, esta carpeta estaba en
una ruta de archivos de programa, que hace referencia a un programa, es como una suite
móvil de teléfonos Motorola, es un programa que permite conectar equipos y poder extraer
cosas del teléfono, eventualmente se puede bajar cualquier contenido que esté en el teléfono
como fotografías, videos, lista de contactos, dice que de acuerdo a las características de las
fotografías que vio en esos archivos es probable que hayan sido bajadas desde un teléfono al
computador, que aquello es bastante probable por la calidad de las fotografías, la resolución
de las fotografías, y también porque a la vista se observa de cómo se pudo ver la
luminosidad, que fueron tomadas por un teléfono celular, de hecho en una de las fotografías
se ve un celular tomando las fotografías.
Ilustra que los archivos en el equipo tienen fecha de creación, los más antiguos son
del 2005, es un grupo bien particular, que son fotografías donde aparece una mujer bastante
mayor, podría ser de más de 30 años, y en el otro grupo donde aparecen mujeres
adolescentes son principalmente del año 2008 - 2009, éstas al momento de su extracción
mantienen sus propiedades originales. Dice que la fecha de creación de un archivo no
necesariamente es la misma fecha de la toma de la fotografía, la fecha de creación de un
147
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

dispositivo es cuando se crea en el dispositivo, es decir, si saco una fotografía con un


dispositivo, sea cámara o celular, y analizo ese dispositivo la fecha de creación va a
corresponder específicamente a cuando yo la tomé, pero por ejemplo si se tomó la fotografía
hace dos años y la pasó al computador, la fecha de creación va a ser la fecha de creación en el
computador. Informa que el contenido de las 116 y 193 fotografías era principalmente de
connotación sexual, no obstante también se puede apreciar que las edades de las personas
participes existe un grupo etario que es bastante avanzado de más de 30 años de algunas de
las partícipes, y otras son adolescentes o pre adolescentes, de hecho hay una fotografía en
particular donde sale una niña con un gorro de bruja, que a la vista evidentemente se trata de
una menor por las características físicas de la misma.
Se exhibe parte del set de 193 fotografías del punto 4 de otros medios de prueba,
indicando el perito que en las fotografías 1 a 8 aprecia que aparece una mujer joven posando
de forma sensual, desnuda, en el caso de la fotografía 1 y 2 aparece con las manos en los
pechos, fotografía 3 aparece en una pose sensual y completamente desnuda, con las piernas
abiertas al igual que en la fotografía 4, en la fotografía 5 aparece la misma mujer haciendo una
pose sensual al igual que en la fotografía 6, en la 7 aparece tocándose los pechos, en la
fotografía 8 aparece también haciendo una pose sensual desnuda. En la fotografía 9 aparece
una mujer desnuda en un baño y se puede apreciar en el espejo del baño a una persona
tomando la fotografía con una cámara celular. En la fotografía 10 aparece una niña que al parecer es
menor de edad, vestida como una brujita, con un gorro, desnuda con una mano en los genitales. De las
fotografías 11 a 16 al parecer correspondería a la misma serie de fotografías, por el tipo de
foto, la persona que aparece y el fondo de la fotografía, en ella aparece una mujer con ropa
interior hasta la fotografía 13 haciendo poses sensuales, en la fotografía 14 exhibiendo su
órgano sexual al igual que en la fotografía 16 y en la fotografía 15 de torso desnudo. En las
fotografías 17 a 28 aparece una mujer no se alcanza a apreciar su rostro, la 17 y 18
completamente desnuda, en las fotografías 19 y 20 de torso desnudo posando frente a un
espejo, en el caso de la fotografía 21 está tomada de su parte trasera se le puede ver sus
nalgas y aparece con ropa interior. Fotografía 22 una mujer tocándose los pechos,
completamente desnuda, al igual que en las fotografías 23, 24 y 25. En las fotografías 26 y 27
aparece una mujer posando sentada en un vehículo color blanco, eventualmente con algo que
parece ser una falda roja, no obstante aparece levantada y exponiendo su órgano sexual. En
la fotografía 28 aparece una mujer realizando sexo oral, del cual sólo se puede observar el
órgano sexual de un hombre. En la fotografía 29 una mujer recostada sobre una cama, con
ropa interior no obstante puede apreciar su órgano sexual y tocándose sus senos. En las
fotografías 30 a 34 aparece una mujer vistiendo un baby doll del tipo sexy color rojo,
148
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

exhibiendo los senos en parte de las fotografías. En la fotografía 35 aparece una mujer
realizando sexo oral, se puede observar el órgano sexual de un hombre. En las fotografías 36
y 37 nuevamente esta mujer ya con el baby doll prácticamente quitado, se ve tocándose los
pechos. Indica que estas fotografías corresponden a las que se rescataron, estaban
almacenadas en una carpeta en el computador.
Continúa el fiscal exhibiendo el set de 193 fotografías del punto 4 de otros medios de
prueba, indicando el perito que en la fotografía 38 observa a una mujer en cuclillas de espalda
y se ven sus órganos sexuales; fotografía 39 aparece una mujer con ropa interior con el torso
desnudo mostrando sus pechos; fotografías 40 y 41 aparece la misma mujer en la fotografía
40 de frente y en la 41 de espalda; fotografía 42 se alcanzan a ver unos muslos y unas nalgas,
y al parecer una ropa interior; fotografías 43, 44, 45 y 46 aparece una mujer desnuda de frente
a la cámara haciendo poses sexuales o eróticas; fotografías 47 a la 52 aparece una mujer al
parecer más adulta por los rasgos físicos, vestida con una falda y la parte de arriba con ropa
interior de color azul, y posteriormente aparece en una cama finalizando en la fotografía 51 y
52 en una cama exhibiendo sus órganos sexuales; fotografía 53 aparece una mujer realizando
sexo oral; fotografía 54 mujer de torso superior desnudo, una falda y ropa interior azul;
fotografía 55 parte posterior de una mujer al parecer con ropa interior de color azul;
fotografía 56 mujer recostada sobre una cama, torso superior desnudo, lencería de color azul;
fotografía 57 mujer recostada en cama, torso superior desnudo, lencería azul; fotografía 58
mujer recostada en una cama, torso desnudo y parte inferior desnuda exponiendo su órgano
sexual; fotografía 59 se aprecia la parte inferior de una mujer desnudo y se ven los órganos
sexuales; fotografía 60 aparece una mujer con la parte inferior al desnudo, no obstante esta
de lado y está con sostén en la parte superior; fotografía 61 la misma mujer de la fotografía
anterior, posando en forma sexy sin ropa interior en la parte baja; fotografía 62 parte trasera
de una mujer que se encuentra agachada, con un falda color negro; fotografía 63 mujer de
espalda vestida con una especie de baby doll blanco; fotografía 64 la misma mujer descrita
anteriormente, esta vez de frente con el seno izquierdo al aire y sin ropa interior en la parte
baja; fotografía 65 es una mujer sentada en un automóvil, que tiene en la parte superior una
especie de peto rojo sin ropa interior en la parte baja exhibiendo su órgano sexual; fotografía
66 se aprecia el rostro de mujer practicando sexo oral, se ve también el órgano masculino;
fotografía 67 una mujer en el interior de un vehículo, está de espalda a la cámara y se ve el
ano y la vagina de ella; fotografía 68 es una mujer de pie, vestida con una falda de puntos
blanco y rojos, con ropa interior rosada; fotografía 69 la misma descripción de la fotografía
anterior pero esta vez se ve el tercio inferior; fotografía 70 la misma mujer descrita
anteriormente, no se le observa el rostro, en una posición con una pierna levantada;
149
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

fotografía 71 es una mujer recostada en una cama, sin ropa interior en la parte de abajo
exponiendo su órgano sexual; fotografía 72 una mujer de pie, en una puerta que parece ser
un baño vestida con un traje negro; fotografía 73 la misma mujer antes descrita esta vez
agachada exponiendo sus nalgas a la cámara; fotografía 74 la misma mujer descrita en la
fotografía anterior esta vez de lado exhibiendo una especie de baby doll negro; fotografía 75
misma mujer del baby doll negro, esta vez se puede apreciar la parte inferior observándose
parte del órgano sexual; fotografía 76 una mujer practicando sexo oral, y se puede apreciar el
órgano sexual masculino; fotografía 77 misma descripción anterior se ve el rostro de la
participante; fotografía 78 de igual forma aparece una mujer realizando sexo oral mirando
hacia la cámara; fotografía 79 es la parte baja de una mujer, se aprecian los muslos y parte de
la vagina; fotografía 80 una mujer en cuclillas sobre lo que parece ser una cama, de espaldas a
la cámara, está con ropa interior negra y se ven las nalgas de la mujer; fotografía 81 la misma
mujer descrita en la fotografía anterior, esta vez de frente a la cámara, de torso desnudo y sin
ropa interior en la parte baja, fotografía 82 se aprecia una mujer de frente a la cámara, torso
desnudo y sin ropa interior en la parte baja; fotografía 83 se aprecia como un recuadro donde
se observa la vagina de una mujer, parte de su torso y sus manos; fotografía 84 es una mujer
desnuda, de lado, posando en forma sensual; fotografía 85 mujer con seno izquierdo al
descubierto y lo que parece ser un baby doll de color blanco; fotografía 86 una mujer que
viste un baby doll blanco sentada en una silla, exponiendo parte de sus genitales; fotografía
87 una mujer de espalda a la cámara, que viste una falda ceñida al cuerpo y colales.
Reitera que el set de 193 fotografías estaba almacenado, el set de 116 fotografías
estaba eliminado, este último en algún momento tiene que haber pasado por el computador,
tiene que haber ocupado un espacio físico del disco duro del computador. Afirma que la ruta
donde se encontraban las fotografías hace referencia al directorio archivo de programa donde
se instalan los programas que residen en el equipo computacional, específicamente existían
dentro de una carpeta de nombre Motorola SBR, que hace referencia a un programa para
poder gestionar el aparato telefónico en el computador.
También se acompaño el certificado de nacimiento de Linda S.B.D, en el cual
se consigna como su fecha de nacimiento el 25 de octubre de 1991; el certificado de
nacimiento de E. de la M.A.E., en el cual se consigna como su fecha de nacimiento el 14
de junio de 1989; y el certificado de nacimiento de Jessica del P.G.C, en el cual se
consigna como su fecha de nacimiento el 20 de febrero de 1992.
CUADRAGESIMO SEXTO: Prueba de la defensa. Prueba de la defensa referida al hecho n°
8 de la acusación. Que a efectos de desvirtuar los hechos endilgados al imputado en el hecho 8
de la acusación, la de defensa de Muñoz Quinteros presentó en estrados al perito Franco
150
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Raúl de la Fuente Hernández, quien señaló que recibió oficio de la Brigada de delitos
sexuales y menores metropolitana por delito de facilitación de prostitución infantil, en la que
se pedía establecer la existencia de imágenes de carácter sexual. Con este objetico se perició
con un software forense un computador IBM con un disco duro de 13,5 gigabyte de
capacidad, y un disco western digital de 15 gigabyte, además de dos diskette y gran cantidad
de discos ópticos. Refiere como metodóloga que se utilizó tres criterios para contratar los
archivos clasificándolos en imágenes, videos, y archivos eliminados. Indica que como
resultado se encontró en el computador IBM, almacenadas, 193 imágenes de carácter
pornográfico adulto. Sin embargo, precisa, una de las imágenes que se encontró le generó
dudas sobre la edad de la persona retratada, la que por su morfología parecía ser menor, por
ello hizo respaldo de esa imagen y se la mandó a la unidad especializada de pornografía
infantil. Refiere que eliminadas, se encontraron 116 imágenes de pornografía, las que se
respaldaron en disco ópticos y se remitieron a las oficiales a cargo de la investigación,
finalmente, se realizó el informe pericial.
Refiere que todas esas imágenes, las 193 almacenadas y las 116 eliminadas
correspondían a imágenes pornográficas de personas adultas. Explica que un Software
forense va demostrando si las imágenes son de carácter infantil o de adultos. Precisa que no
hay criterio objetivo para demostrarlo, depende de la precisión del oficial. Indica que el
pudo precisar que eran adultas, pero que en una de las imágenes almacenadas le quedó la
duda, y por eso la respaldo y la mandó a la unidad que llevaba la investigación.
Responde que almacenar es bajar cualquier tipo de archivo y pasarlo a una carpeta; y
que producir es filmar o captar cualquier tipo de imagen.
Señala que si se recibe archivo por cualquier medio éste queda en el sistema, aunque
se elimine. Agrega que si se baja información esta queda respaldada en el disco duro en una
pista que se puede recuperar. Refiere que material archivado se trata de eso archivos que se
van almacenando en el ordenador. Refiere que pudieron ser bajados algunos de esos
archivos, guardados en disco ópticos, y luego eliminados.
Concluye señalando que en las otras especies peritadas no se encontró nada.
CUADRAGESIMO SEPTIMO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,
consistente en las declaraciones de las funcionarias policiales Cheseline Andrea Ajraz
Arancibia, Lorena Ivonne Alvarado Ovando, y Evelyn Marisel Díaz Soto, de la
víctimas Linda S.B.D, Jessica del P.G.C, de la testigo Francesca Chaban Godoy, del
perito Ernesto Nicolás Jimeno Arroyo, y la documental consistente en el certificados de
nacimiento de Linda S.B.D, certificado de nacimiento de Elena de la M.A.E., y de
Jessica del P.G.C, ha resultado del todo insuficiente para que el tribunal adquiera
151
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

convicción más allá de toda duda razonable sobre los hechos materia de la acusación en el
hecho signado con el número 8. En este sentido debemos señalar, en primer lugar, que la
conducta de producción de material pornográfico, no es en sí mismo una conducta típica,
siendo licito conforme, a nuestra legislación, elaborar imágenes o videos cuyo contendido se
encuadre en la definición del artículo 366 quinquies del Código Penal, siempre y cuando en
estas participen sólo personas mayores de edad, el tránsito hacía la antijuridicidad de esa
conducta viene dado, por la edad de los participes, si estas son menores de edad entonces tal
conducta pasa a configurar figura establecida en el artículo 366 quinquies inciso primero del
Código Penal. Por otra lado los mismo puede afirmarse del almacenamiento de material
pornográfico, tipificado en el artículo374 bis del Código Penal, no es la carácter pornográfico
lo que determina la ilicitud de la conducta si no que la edad de los participes. De esta forma
es central en la acreditación de esto delitos determinar la edad de las personas que aparecen
en las imágenes calificada de pornográficas, sólo después de esto tiene sentido establecer si
las imágenes en cuestión son o no pornográficas.
Cabe agregarse también que respecto de la conducta de delito de producción de
material pornográfico infantil supone, como se desprende de su verbo rector que alguien
participe en la fabricación o elaboración de ese material independiente de cuál sea su
soporte, de modo que debe realizar acciones positiva tendientes a realizar esa producción.
Conforme a lo antes expuesto estos sentenciadores pueden afirmar que la prueba de
cargo no ha logrado establecer este elemento central del tipo –la minoría de edad de las
víctimas, puesto que. El único elemento con que se ha contado para ello son los dichos de las
propias víctimas, quien refiere haberse tomado fotografías, o que el imputado les tomó
fotografías, siendo menores de edad.
Respecto de Linda esta se identifica en las fotografías que le fueron expuestas
signadas con los números 4, 19 y 20 y dice que a esa fecha tenía 17 años. No obstante en su
declaración ella refiere que se tomó fotografías desnuda para el imputado entre el año 2008 y
2009, y conforme a su certificado de nacimiento, para ese último año ella ya era mayor de
edad. Siendo las exhibidas fotografías en la que ni siquiera aparece su rostro (se identifica por
un lunar) no se explica cómo puede establecer que en tal imágenes ella tenía 17 años de edad,
máxime si en todas las fotografías en la que ella aparece, son de similar tono sin que nunca
aparezca su rostro. Por ende tal afirmación no encuentra sustento lógico suficiente siendo
absolutamente posible que esas fotografías se hayan registrados siendo ella mayor de edad.
Por tanto la declaración de la testigo como el reconocimiento de las fotografías en que
aparece no es un antecedente categórico que permita a este tribunal formarse una convicción
de condena. En este sentido sin bien la testigo Evelyn Díaz reconoce en del set n°4 en la foto
152
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

2 a Linda, y vincula esa fotografía con la exhibida con el n° 1 del set 54 fotos signado con el
numero 1 en la acusación (única imagen cuya producción se podría imputado Muñoz
Quinteros), ya que coinciden las sabanas que aparecen en una y otra imagen, y siendo ese
motel al que acudía con el imputado puede inferirse que esa imagen fue capturada por él, no
obstante con tales antecedentes tampoco se establece que Linda haya sido menor de edad al
momento de que le tomaren esa fotografía. De las restantes fotografías que fueron exhibidas
no ningún elemento que permita establecer que el imputado allá tomado las fotografía,
resultando relevante considerar al respecto que Francesca Chaban señaló que descubrió una
fotografía de Linda desnuda en el teléfono de Pamela Ampuero, y que ésta aparecía remitida
a Ricardo Muñoz por mensaje de texto. Cabe tenerse presente que esta víctima refirió que
solían tomarse fotografías desnudas y mandárselas al imputado el que pagaba un precio por
ellas. De lo que se sigue que su conducta habitual era comprar este tipo de imágenes antes
que elaborarlas él mismo.
Respecto de lo que refiere Elena M.A.E, ésta dice que le mandaba fotografías
desnudas al imputado y que esto lo hacía a cambio de dinero, él le pagaba por las fotos 40 o
50 mil pesos. Agrega que una vez él le sacó fotos en un motel, esto con un celular.
Nuevamente no se indica en qué fecha sucedió esto, para el caso de Elena también es
relevante indicar que ella cumplió la mayoría de edad el año 2007, y que según declara el
perito Ernesto Jimeno la fecha en que las imágenes aparecen como almacenada es entre el
año 2008 y 2009, es decir en un época en que Elena ya era mayor de edad. A su respecto la
declaraciones de la testigos Lorena Alvarado y Evelyn Díaz sólo dan cuenta de identificar
estas tres víctimas en los set que se le exhibieron de los cuales el que fue designado con el
número 5 en la acusación contiene sólo imágenes que fueron eliminadas desde el
computador del imputado. La edad de ellas, y su afirmación de que son menores de edad se
funda sólo en la relatos que la aportaron las propias víctimas. No obstante no se señaló
respecto de las fotos almacenadas la fecha exacta en que se creó el archivo correspondiente,
la que podría establecerse a través del peritaje que se realizó al computador del imputado.
Cabe señalarse además que en solo una de las imágenes de Elena, (la fotografía n° 4 del set
N°5) aparece claramente el imputado tomando la fotografía por salir su reflejo en un espejo
que estaba tras la mujer, no obstante, tampoco se estableció la fecha de creación de ese
archivo. De las restantes imágenes de Elena, incluida aquella en la que aparecería haciendo
sexo oral a un hombre (fotografía 35 del set de 193 imágenes signado como número 4) según
declaran las funcionarias policiales Díaz y Alvarado, no puede establecerse que haya sido
registradas por el imputado y tampoco puede establecerse la edad de la víctima, para efecto
de descartar que haya sido mayor de edad. Cabe tenerse presente que esta víctima refirió que
153
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

solía tomarse fotografías desnudas y mandárselas al imputado el que pagaba un precio por
ellas.
Respecto de la víctima Jessica del P.G.C, quien refiere que ellas (incluye a Elena) le
mandaron fotos por el teléfono celular al imputado, y les pagó $30.000 pesos por ellas. De
esto se desprende que, el imputado no registró ninguna de las imágenes en que aparece ella
desnuda, ya que las mismas fueron capturadas, según sus dichos en por la misma Jessica y
por Elena. Al respecto cabe tener presente que de entre las fotos que fueron encontradas en
el computador del imputado y en que aparece Jessica desnuda, las fotografías 35; 36 y 6 (que
le fueron exhibidas a la funcionaria policial Lorena Alvarado, y que ella dice reconocer a
Jessica) todas corresponden a un set de 116 fotografías que estaban eliminadas del
computador del imputado que fue periciado.
Conforme a lo expuesto por el perito, solo se puede se concluir que las imágenes en
cuestión que corresponden a las halladas en el ordenador del imputado 116 imágenes estaban
eliminadas y 193 imágenes se encontraban almacenadas.
Conforme a lo ya analizado resulta que de las imágenes que fueron en total exhibidas
sólo respecto dos, que corresponden a Linda y a Elena ( imágenes 2 y 4 del set de 166
fotografías signada con el numero 5) puede afirmarse que fueron capturadas por el imputado,
respecto de las imágenes restantes no hay elemento alguno que permita así afirmarlo, al
respecto cabe señalar que si bien Linda y Elena refieren que fueron fotografiadas desnuda
por el imputado, fuera de sus declaraciones no hay otro antecedente que permita así
establecerlo, a esto se añade que las fotografías no le fueron exhibidas en su totalidad a
ambas víctimas, y siendo todas de un tenor similar, y habiéndose tomado ellas esta clase de
fotografías después de alcanzar la mayoría de edad, no se ha podido determinar cuáles
imágenes, fueron captadas por el imputado, o cuales fueron captadas por ellas mismas para
luego enviárselas por el pago de dinero.
Ahora bien respecto de las imágenes que corresponden a Linda y a Elena (imágenes 2
y 4 del set de 166 fotografías signado con el número 5) tampoco hay antecedente alguno que
permita establecer que ellas eran menores de edad al momento de que el imputado registrara
esas imágenes.
Por lo tanto, por un lado, no se puede hablar de producción de material pornográfico
del momento en que no se estableció en forma cierta que el imputado haya registrado las
imágenes que fueron descubiertas en su computador, y por el otro respecto de aquellas dos
imágenes cuya creación si puede atribuirse a él, no se pudo establecer que las personas
fotografiadas fueran menores de edad. Y de cualquier forma, salvo las imágenes de Jessica del
P.C.G, no existe ni un antecedente (fuera de los dichos de Elena y Linda) que permita
154
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

establecer la minoría de edad de las mujeres fotografiadas, teniendo en cuenta que la fecha
de creación de los archivos de las imágenes almacenadas se ubica entre los años 2008 y 2009,
y que las mismas víctimas reconocen que siguieron vendiéndoles fotografías, de ellas
desnudas, al imputado después de alcanzada la mayoría de edad, pudiendo corresponder
todas las imágenes en cuestión a esa etapa. De eta se forma estos sentenciadores postulan
que existen dudas más que razonable, respecto de la acción de fabricar las imágenes en
cuestión que se le endilga al imputado, y respecto a que en las imágenes que él si pudo haber
fabricado, se hayan retratado menores de edad.
Por otra parte también se indicado como hecho de la acusación, la conducta
establecida en el artículo 374 bis inciso 2° del Código Penal, almacenamiento de material
pornográfico infantil. Al respecto es importante hacer la siguiente acotación, necesariamente
la conducta de eliminar archivos de un computador se antepone a la conducta de almacenar,
máxime si esos archivo se tornan irrecuperables salvo el caso de utilizarse un software
forense que permite su recuperación desde el disco duro del ordenador, lo que no está al
alcance del lego si se requiere la experticia de peritos para lograra esa operación. Por ende
estos sentenciadores entiende que la conducta de eliminar un archivo desde el ordenador se
antepone a la conducta de almacenar, que configura el verbo rector del delito en cuestión.
Aclarado este punto hay que traer a colación las afirmaciones del perito Ernesto
Jimeno, quien señaló quien al exponer su peritaje señaló que en el computador periciado,
perteneciente al imputado, existían 193 imágenes que se encontraba almacenadas, y 116
imágenes que se encontraba eliminadas, del resto de su declaración solo describe una larga
serie de fotografías en las cuales no puede aportar ningún antecedente sobre la edad de las
personas fotografiadas y que se aprecian simple vista como mayores de edad. Al respecto, el
Ministerio Público presento el primer grupo de fotos en el set signado con el número 4 de la
acusación y el segundo grupo en el set signado con el número 5 de la acusación.
De estos dos set de fotografías, sólo de las contenidas en el primero puede hablarse
de almacenamiento de material pornográfico infantil, toda vez que el segundo set
corresponde sólo a imágenes eliminadas, las que desde luego no pueden ser consideradas
como almacenamiento. De aquellas fotos, las almacenadas solo hay una imagen que
corresponde a una menor de edad – la imagen n° 10 del set n°4 correspondiente a Jessica-, y
por la cual ya se dio por acreditado la existencia del delito de almacenamiento de material
pornográfico infantil en el considerando decimosexto. De las restantes imágenes
almacenadas y en la que se registra a Elena y Linda, no se ha podido establecer en forma
certera que ellas hayan sido menores de edad al momento de tomarse esas imágenes. Como
ya se expuso latamente más arriba, aquellas imágenes están en archivos que registran época
155
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

de creación entre los años 2008 a 2009, fecha en que Elena ya era mayor de edad, y Linda
estaba por serlo. Por lo demás no se hizo un pareo entre cada una de las fotos de estas
víctimas, la edad en que ellas refieren haber sido fotografiadas, y la fecha de creación del
archivo de forma tal que se pudiera delimitar la época de creación de esas imágenes, lo que
resultaba indispensable para acreditar esta circunstancia, teniendo en cuenta de que ambas
reconocen que siguieron tomándose fotos desnudas para el imputado después de alcanzada
la mayoría de edad. De esta forma existe la posibilidad cierta que todas y cada una de las
imágenes almacenadas que corresponden a Linda y Elena, fueran tomadas cuando ellas eran
mayores de edad, no siendo suficiente la prueba de cargo para descartar tal hipótesis,
suscitándose, por ende, una duda más que razonable que, sólo respecto de Linda S.B.D y
Elena de la L.V.M., se hayan almacenado fotografías con carácter pornográfico infantil.
En consecuencia este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido imprecisa para
acreditar la ocurrencia de los hechos materia de acusación, en particular que el imputado haya
registrado imágenes con carácter pornográfico infantil de Jessica del P.G.C, de Linda S.B.D
y Elena de la L.V.M; y que el imputado haya almacenado imágenes con carácter de
pornográfico respecto de Linda S.B.D y Elena de la L.V.M siendo ellas menores de edad,
lo que genera en estos sentenciadores una duda más que razonable respecto de la existencia
de esas circunstancias de los tipo penales por lo que se ha acusado, por tanto y en lo que
concierne a este hecho Ricardo Muñoz Quinteros será absuelto.
CUADRAGESIMO OCTAVO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la
configuración de delito producción de material pornográfico infantil exige la concurrencia
de los siguientes elementos normativos: a) que una persona participe en la elaboración de
material pornográfico, cualquiera sea su soporte, conforme a la definición de este concepto
que da el inciso segundo del artículo 366 quinquies b) que en cuya elaboración se hayan
utilizado menores de 18 años, c), que ese almacenamiento sea malicioso,
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar la concurrencia del primero de los elemento, toda vez que no existe constancia de
que el imputado haya registrado las imágenes que fueron encontradas en su computador
salvo dos imágenes de Linda y Elena, y respecto de esas imágenes el Ministerio Público no
logró acreditar el segundo de los elementos del tipo que Elena y Linda fueran menores de
edad al momento de registrase esa fotografía, toda vez que si no lo eran esa conducta es
atípica.
A su es vez la configuración de delito almacenamiento de material pornográfico
infantil exige la concurrencia de los siguientes elementos normativos: a) que una persona

156
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

almacene material pornográfico, cualquiera sea su soporte, b) que en cuya elaboración se


hayan utilizado menores de 18 años, c), que ese almacenamiento sea malicioso.
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar la concurrencia del segundo de ellos por cuanto no se estableció en forma
fehaciente que las imágenes de Elena y Linda que el imputado guardaba en su computador,
hubieran sido obtenidas cuando ellas eran menores edad, existiendo, dadas las circunstancias
del caso, una duda razonable respecto, por lo que es muy posible que no lo fueren de lo que
la conducta del imputado devendría en atípica.
En consecuencia, la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de
facilitación impropia a la prostitución de menores, previsto y sancionado en el artículo 367
ter del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer la minoría de
edad de la persona afectada por esta conducta, por tanto y en lo que concierne a este hecho
Ricardo Muñoz Quinteros será absuelto.
CUADRAGESIMO NOVENO: Que por lo razonado precedentemente no resulta
procedente pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho.
QUINCUAGESIMO: Hechos acreditados y decisión de condena: En relación a los delitos
configurados por los hechos signados con los números 1, 4 y 10 de la acusación, e imputados a Pamela
Ampuero Muñoz. Que en la oportunidad establecida en el artículo 339 del Código Procesal
Penal, el Tribunal decidió condenar a la acusada Pamela Ampuero Escobar como autora de
dos delitos de facilitación propia a la prostitución de menores de edad, en grados de
consumados, delitos que se encuentran previstos en el artículo 367 del Código Penal,
perpetrados durante el año 2008; desde de julio del año 2005, y entre el mes de agosto al mes
de noviembre de 2008; en perjuicio de Linda S. B. D. y de Lorenza V.M. y un delito de
abuso sexual impropio delito previsto en artículo 366 bis del Código Pena en perjuicio de
Daniela A.G.C ocurrido entre los años 2006 y 2009.
En efecto, mediante la prueba de cargo rendida ha podido acreditarse, más allá de
toda duda razonable, todos y cada uno de los elementos del tipo penal previsto en el artículo
367 y 366 bis del Código Penal. En los mismos términos, resultó corroborada la participación
culpable que en calidad de autor le fue atribuido al acusado, en los términos descritos en el
artículo 15 Nº 1 del Código Penal.
QUINCUAGESIMO PRIMERO: Acreditación del Hecho 1 de la acusación: Que estos
hechos fueron debidamente acreditados con la declaración de la víctima Linda S.B.D quien
refiere, que ella vendió su cuerpo por dinero. Dice que un día x iba a ir a los juegos, y una
amiga le dijo que pasaran a buscar a la hija de Pamela Ampuero, y fueron con ella a los
juegos. Agrega que al día siguiente su amiga le dijo de nuevo que pasaran a buscar a la hija de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Pamela, que en la casa de esa niña se encontraron con Pamela Ampuero, quien estaba
haciendo aseo, y que ella le dijo que su pareja tenía un hermano gemelo, que él le regalaba
cosas como chocolates y perfumes a una amiga, y le dijo que se arreglara, que se pusiera
bonita, y que lo fuera a conocer. Señala que llegó esa noche a casa de Pamela Ampuero y ahí
conoció al cura, al que describe como una persona canosa, que salió un par de veces con él,
pero no tuvieron relaciones sexuales, a lo que Pamela Ampuero le dijo que era una fome, y
que tenía que acostarse con él, o si no, él se iba a aburrir y no le iba a dar más plata. Indica
que después de eso mantuvo relaciones sexuales con el cura. Precisa que esa fue la única
actuación de Pamela para que se acostara con el cura.
Confrontada con versión aportada en fiscalía en la cual señala: “me junté varias veces
con él, por tres semanas o un mes. La Pamela me dejaba en el enlace, y de ahí la pasaba a
buscar él, de ahí la llevó a un motel a Casablanca, no recuerda el nombre, era bonito”.
Explica que Pamela la llevó varias veces al enlace y ahí la pasaba a buscar el cura para llevarla
al motel de Casablanca.
Señala que el cura le pagaba $30.000 pesos por cada encuentro que tenían; que a
veces variaba el monto entre 20, 25 o 30 mil pesos, y que sólo le daba dinero.
Indica que no recuerda cuantas veces se juntó con él, más de 10 veces en todo caso.
Señala que cuando empezó a hacer esto tenía 16 años y meses, esto ocurrió el año
2007, y duró hasta antes de que cumpliera 18 años.
Informa que también se tomó fotografías, y que lo hizo por plata, eran fotografías en
que salía desnuda. Agrega que el cura le pagaba $10.000 pesos por tres o cuatro fotos, que era
menor de edad cuando se tomaba esas fotos, precisando que esto ocurrió en el año 2008 o
2009. Refiere que esto pasó desde que tuvo el celular que le compró el cura. Señala que una
vez que se juntaron el cura le pasó el celular, ya que ella se lo había pedido.
Dice que tiene un lunar en su pierna izquierda.
Se incorpora mediante su exhibición del set de 193 fotografías señalado en el auto de
apertura las fotografías números 19 y 20 de los otros medios de prueba punto 4, señalando
que en ambas aparece ella, sabe que es ella por el lunar y el calzón, ahí tenía 17 años, el cura
sabía de su edad porque Pamela Ampuero le había dicho.
Señala que Pamela era bien gorda y el cura bien flaco, blanco, canoso, reconoce en la
audiencia por su ubicación y vestimenta a los acusados Pamela Ampuero Escobar y a Ricardo
Muñoz Quinteros.
Indica que conoció la casa de Pamela Ampuero porque trabajó por un mes cuidando
a Katy que estuvo enferma ya que no dormía en las noches, es la hija mayor de Pamela, quien

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

también tiene dos hijos más, el cura es el papá de los dos menores, de la mayor no sabe quién
es el padre, eso se lo contó Pamela.
Añade que el defensor del cura llegó a su casa a molestar a su mamá, en cierta forma
él quería echarle la culpa a Pamela Ampuero, escuchó todo desde la ventana, su mamá no los
hizo pasar, el defensor anduvo en varias partes preguntando sobre Pamela, sobre ellas,
buscando defensa para él, quería que le echaran la culpa a Pamela, que Pamela era la enferma
que lo obligaba poco menos a hacer todo lo que había hecho él, recuerda que esa persona
andaba en un auto blanco, era flaco, pelo negro, eso fue en enero.
Refiere que el cura sabía de su edad, cuando cumplió 18 él le dijo “ah por lo menos ya no van a
decir que me meto con menores”.
Adiciona que la vida en casa de Pamela era loca, todo el día estaban todos acostados,
Pamela no se levantaba de la cama, había que prenderle hasta los cigarros, a la hija mayor le
daba la locura y le decía a Pamela “Pame te voy a sapear”, no sabe de qué. Nunca vio alguna
una relación entre Katy y el cura, incluso una vez bajó a acompañar a Pamela al baño, en eso
Katy gritó y Pamela le dice “anda a ver que se la puede estar violando”, fue a ver pero Katy
estaba sola en la pieza, no estaba él. Afirma que sabe que el cura tuvo relaciones con otras
menores, conoce a J. del C.G, de las otras que sabe son mayores.
A la pregunta dice que se juntó con él en Santiago por Américo Vespucio también en
un motel.
Dice que le afectó esta situación en todo ámbito porque no era algo grato, siempre
hay una familia detrás.
Al querellante señala que la primera vez que vio al cura fue en casa de Pamela.
Contra interrogada por el defensor Reyes indica que cumplió los 18 años el 25 de
octubre de 2009, tuvo relaciones con el cura en el 2008, 2009, a él lo conoció cree que en el
2007 casi al final de ese año, pasó un mes o dos meses después que lo conoció cuando
tuvieron relaciones sexuales, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 332 del Código
Procesal Penal, a fin de superar contradicción, se exhibió su declaración prestada el 26 de
enero de 2010 donde indicó “en el año 2008 conocí a la K hija de Pamela, a través de una
amiga D, me la presentó en los juegos”, dice que en fechas no recuerda bien, cuando fue al
psicólogo hicieron un orden cronológico, recuerda que estaba cursando segundo medio por
segunda vez. Dice que le consta que el cura sabía que era menor de edad porque cuando
conoció a Pamela y supuestamente tenía un hermano gemelo, ella le mandó una foto de la
cara suya, y él devuelta le mandó un mensaje preguntándole si era mayor o menor de edad y
Pamela le respondió, estuvo presente cuando eso ocurrió. Señala que la última vez que se
junto con el cura fue un poco antes que lo tomaran detenido, a fines de 2009, en más de una
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

ocasión le envío fotos, después de cuatro meses de haberlo conocido él le regaló un celular
usado, luego que cumplió 18 años no le envío más fotografías ya que después de esa fecha se
juntó una sola vez con él. No recuerda las fechas de las fotografías que se le exhibió, pero esas
fotos se las sacó él directamente.
Las personas que fueron a su casa querían cosas a favor del cura, querían saber sobre
la reputación de las niñas que estaban involucradas, no sabe si se amenazó a alguien, por lo
menos a ella no.
Indica que se reunió varias veces con el cura, lo hizo voluntariamente por dinero,
cada vez que terminaban se iba altiro porque se sentía igual de mal.
Contra interrogada por el defensor Libretti indica que Pamela tenía miedo que el cura
la dejara porque Pamela era gorda, “este gallo no la pescaba”, cree que por eso ella le buscaba
niñas para que tuvieran relaciones sexuales con él a cambio de dinero para que no la dejara a
ella y tener como mantenerse. Señala que cuando Pamela le ofreció eso, por su parte le
contestó que lo iba a pensar. Cuenta que con anterioridad había tenido un pololo, con él
había estado, y por causa de esto terminaron, pero era menor de edad, eso fue sólo con su
pololo antes del cura, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 332 del Código
Procesal Penal, a fin de salvar una contradicción, en su declaración de fecha 1 de abril de
2009 donde indicó “yo le dije que me había acostado con dos pololos no más, que no le iba
estar dando la pasada a cualquier culiao”, indica que estuvo con un pololo antes del cura, no
mintió en fiscalía en ese tiempo terminó con su pololo, en eso que se juntaba con este señor
tuvo otro pololo, quien le averiguó la vida, le averiguó las patentes, que el auto era del
Arzobispado de Melipilla. Recuerda que su primer pololo fue a principios de 2007, cuando
tenía 16 años estuvo con el cura y el otro pololo, pasó un año y dos meses entre un pololo y
el otro, aclara que tenía un pololo antes, después cuando empezó a tener relaciones con el
cura tuvo otro pololo con quien tuvo relaciones, cuando estuvo con su primer pololo era
menor de edad a éste lo conoció en primero medio, cuando estuvo con su segundo pololo
también era menor de edad. Dice que se comunicó directamente con el cura las cuatro
últimas veces, se reunían en Américo Vespucio, en ese tiempo vivía en Curacaví.
Por último al Tribunal señala que nació el 25 del octubre de 1991.
El aserto es refrendado por la declaración de Karina Fabiola Barrera Díaz, quien
señala que se presenta a declarar por los delitos que están acusando. Señala que sabe de estos
por la señorita Charlotte la que le contó a que se dedicaban los acusados, que se dedicaban a
llamar a menores de edad para que tuvieran relaciones con el caballero. Dice que conoció a la
señorita Charlotte quien era pareja de otra niña de nombre Francisca, y que la conoció en la
casa de la señora Pamela. Cuenta que empezó a ir a la casa de la señora Pamela para buscar a
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

su hermana Linda, y ahí ella le pidió que le ordenara una ropa y después le pidió que fuera a
lavar ropa, que había muchas menores de edad en la casa, que al principio no le llamó la
atención porque supuestamente eran amigas de sus hijas, pero después con más antecedentes
le llamó la atención que esas niñas se encerraban con Pamela en la pieza.
Dice que una vez se quedó en la casa para cuidar a la hija mayor, porque no dormía
ya que tenía depresión; que la señora Pamela tiene tres hijos, el padre de los dos menores era
el señor presente, y que le decían el tío Albert. Agrega que cuando lo conoció él estaba
fumando un cigarro y tomando un trago, dice que estaba retando a los niños chicos y que la
señora Pamela le pidió que los subiera al segundo piso.
Señala que el único día en que se quedó en la casa de Pamela, Albert entró a la pieza
de Katty como a las tres de la mañana. Explica que como Katty se dormía con la tele
prendida ella pudo ver el rostro de Albert, y que Katty le decía “sale, sale,” y que ella se
temió lo peor por los antecedentes que tenía. Dice que en esos momentos despertó por que
le tiraron un biblia en la cabeza y le dolió. Cuenta que temió lo peor, porque Katty había sido
abusada cuando niña, eso se lo dijo Pamela, y que la persona que la abusó fue un hermano
chico de Pamela.
Afirma que otra vez Pamela le dijo que no dejara sola a Katty porque temía que se la
podía estar violando el Albert.
Dice que respecto de las niñas que tuvieron relaciones sexuales con Albert, estas
niñas se juntaban con él a la salida de Curacaví y las llevaba a un motel de Casablanca.
Indica que conoce a algunas de esas niñas a J.G, a J, no sabe el apellido, y a L.V, que
es su hermana. Refiere también que le contó a su mamá lo que estaba pasando.
Dice que después recibió una amenaza de la señora Pamela, que le dijo que si hablaba
le iba a matar a su hijo recién nacido, esto fue por teléfono y ocurrió alrededor de 6 o 7
veces, la llamó desde dos números distintos. Señala que textualmente le dijeron “si tu hablai
maraca culiada, te voi a matar a tu hijo y te voi a dejar la cagada”. Refiere que dos veces fue
una mujer y otra un hombre, reconoce que la mujer fue Pamela Ampuero por el número de
teléfono que corroboró con su hermana, y porque le reconoció la voz.
Manifiesta que después de esto con los antecedentes que corroboró, los nombres de
las niñas involucradas y de las patentes de los vehículos en que se movilizaban, fue a la
Policía de Investigaciones, allí se enteró que las patentes de los vehículos correspondían al
arzobispado de Melipilla y se entero que Albert era cura, no abogado como le dijo su
hermana.
Señala que declaró en fiscalía. Refiere que esto generó un gran problema en su familia
ya que esto afectó mucho a sus hermanas.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Adiciona que cuando Albert entró a la pieza de Katy, ella gritaba: “Pamela, sácalo”.
Dice que Katy no estudiaba, estaba todo el día encerrada en su pieza, con las cortinas
cerradas, fumando. Dice que su hermana le contó que Katy veía cosas, que gritaba. Agrega
que Katy no podía ver al cura.
Señala que el cura iba algunos días a la casa. Que la niña mayor manejaba mucho
dinero, tenía celular y navegaba todo el día en internet, la única persona con la que ella
conversaba era con su hermana.
Cuanta que en octubre de 2008, cuando nació su hijo, recibió un llamado de su mamá
preguntándole si era verdad lo que habían contado anteriormente y como se había enterado,
refiere que en esos momentos Pamela Ampuero y su hermana estaban en la casa de su mamá.
Dice que después su mamá fue a enfrentar a Albert; que no sabe que pasó porque no estaba
allí; que su mamá no le contó mucho, le dijo que él sólo le negó todo; y que su mamá le dijo
que iba a tener que responder ante Dios por lo que estaba haciendo.
Señala que Charlotte le dijo que sacara a su hermana de esa casa porque ellos
reclutaban niñas para que se acostaran con el caballero y que Pamela se llevaba como una
comisión. Dice que escuchó a Pamela hablar por teléfono con su marido, y que le pidió que
le depositara $200.000 pesos.
Dice que a Pamela había que hacerle todo, pasarle hasta los cigarros, el teléfono,
aunque lo tuviera al lado, tenía un buen nivel de vida, manejaba plata, se iban de shopping,
que le conoció dos vehículos uno chiquitito verde y uno blanco, el chiquitito blanco y la
camioneta, supo después que eran los autos del arzobispado.
Reconoce a ambos imputados en la sala por su ubicación y vestimenta.
Dice que dos de sus hermanas se metieron con el cura y que una de ellas era menor
de edad cuando se metió con el cura.
Refiere que Charlotte le contó esto ha mediado del año 2008.
Explica que conoció a Pamela Ampuero porque fue compañera de una hermana de
ella, esto desde el año 2002.
Contra examinada dice que en las conversaciones que escuchó, Pamela le pedía plata
al cura y le decía “o si no, tu sabis”, siempre hablan como en clave.
Refiere que la vez que lo vio él estaba tomando un trago y fumando un cigarro, él
sólo la saludó.
Explica que, en la conversación que escuchó la señora Ampuero le pedía $200.000
pesos y que él le decía: “de adonde quieres que te saque, me pides plata a cada rato”, eso lo
alcanzó a escuchar por el teléfono.
Responde que Linda le contó que tuvo más de una vez relaciones sexuales con el cura.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Recuerda que su hermana en esa época se veía extraña, tuvo un cambio de actitud
muy radical, ya que pasaba todo el tiempo en la casa de la señora Pamela cuidando a Katy.
Cuenta que cuando Pamela llamaba a Linda, ella le decía que su hermana no estaba
pero ella insistía tanto que se la terminaba pasando, agrega que entonces Pamela lograba
convencer a su hermana para que fuera a la casa.
Se apoya el aserto en el relato de la testigo María José Barrera Díaz, quien
también es su hermana, la que refiere que ella se acostaba con el caballero, con Ricardo, que
lo hacía por plata. Dice que lo conoció por su hermana, que iba a la casa de Pamela, la señora
de él. Refiere que Pamela la ayudó a juntarse con él, que Pamela la llamó cuando estaba en su
casa, y el cura la pasó a buscar. Indica, que primero intentó juntarse con él pero no pudo,
después un sábado en la mañana él la pasó a buscar a la esquina del pasaje en que vivía.
Señala que Pamela hablaba con ella, con sus hermanas, y las niñas que se juntaban
con él, y luego las contactaba con él.
Refiere que el cura la pasó a buscar en una camioneta, la llevó a un motel en
Casablanca, y tuvo relaciones sexuales con él, por eso le pagó $25.000 pesos, que esto se
repitió como cuatro veces. Dice no saber si Pamela recibía dinero por esto.
Afirma saber de otras niñas que se acostaban con el cura L, M, J, y dice saber de tres
niñas menores de 18 años que se acostaban con el cura.
Narra que Pamela la llamaba a su celular, y que ella también pasaba en su casa porque
trabaja haciéndole aseo.
Reconoce a ambos imputado en la sala de audiencia por su vestimenta y ubicación.
Dice saber que había tres menores que se acostaban con el cura, porque siempre se
juntaba con ellas y hablaban de eso.
Contra examinada dice tener 26 años actualmente, y que conoció al cura cuando tenía
22 o 23 años. Señala que tuvo dos parejas sexuales más antes del cura. Dice no tener sexo
por dinero con otras personas.
El aserto también encuentra apoyo en el testimonio de Marjorie Lizzie Acevedo
Aguilar, quien señala que el año 2009 una amiga le dijo que tenía un contacto. Explica que
primero pensaba en hacerlo, pero después se arrepentía. Agrega que como tenía necesidades
económicas se decidió a ir a juntarse con él, con el señor éste. Refiere que fue Pamela quien
las llevó hasta la salida de Curacaví, y que allí estaba el caballero en una camioneta roja,
esperando, y que él las llevó a un motel de Casablanca. Señala que tuvo relaciones sexuales
con él. Agrega que le pagaron $18.000 pesos por eso y a su amiga le pagaron $25.000 pesos.
Indica que su amiga se llama Linda. Dice que esto fue sólo una vez y no lo volvería a hacer
nunca más.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Continua señalando que se contactó con Pamela, que ella le dijo que la esperaba a la
salida del pasaje en el que ella vivía en ese momento; que mientras la llevaba a la salida de
Curacaví ella le explicó de qué se trataba todo esto, que era por dinero, Pamela le dijo que
también recibía algo a cambio por todo esto.
Contra examinada refiere que cuando se juntó con este señor no sabía que se trataba
de un sacerdote; que cuando se juntó con el cura tenía como 29 años; y que fue Linda quien
le dijo que tenía ese contacto.
El aserto indicado también se sustenta en el testimonio de Valeskca N.C.G, en el
cual, previamente juramentada, señala que vio dos veces al sacerdote en la casa de la Pamela,
agregando que ella fue a la casa de Pamela a cuidar a sus hijos, y que Pamela le pagó $10.000
pesos por eso. Indica que en la noche vio que llegó el cura. Afirma que trabajó dos días en
casa de Pamela, el segundo día, además, fue quedarse con la Katy, señala que ahí se quedó en
la casa y Pamela le pagó $10.000 pesos también. Explica que estuvo con Katy hasta como las
5 de la mañana en el computador y al día siguiente fueron a Santiago a comprar ropa con la
Katy, ya que la Pamela le pasó plata, $200.000 pesos en total.
Dice que Pamela no trabajaba pasaba todo el día acostada, y por lo mismo no sabe de
dónde sacaba la plata. En cuanto a la relación de Pamela con sus hijos era mala, con Katy era
muy mala reseñando que cuando le pidió plata ese día le dijo a su madre: “oye, dame plata
guatona culiada, o te voy a sapear” (sic).
Señala que Pamela le contó que estaba con un sacerdote que se llamaba Albert, y que
él iba a quedarse en las noches.
Refiere que no sabe quién es el padre de los hijos de Pamela, no sospecha quien es.
Dice que donde escuchaba hablar a las chiquillas del Albert, ella le preguntó a Pamela
quién era, y ella le contestó que era un sacerdote.
Indica que vio menores llegar a esa casa, vio llegar a la Linda, sólo a ella. Confrontada
con la versión aportada en fiscalía para superar una contradicción en la cual señala que “las
otras niñas que vio a llegar fue la Linda, la María José y la Paula”, explica que esas niñas se
iban a quedar a la casa de Pamela, que la Paula era amiga de la Katy, y que tenía 16 años, la
Linda no sabe qué edad tenía, dice que la vio en esa casa el año 2007.
Adiciona que cuando se quedó con la Katy fue como el año 2007 o 2008. Exhibida su
declaración prestada en fiscalía como ayuda memoria, en la cual señala: “la única vez que me
quede en esa casa fue el 2007”, la testigo señala que ese fue el año en que se quedó. Por esa
fecha fue cuando vio a estas niñas quedarse.
Dice que la relación de Pamela con Albert era buena, nunca los vio discutir por nada,
dice que nunca los escuchó hablar, porque Pamela se iba a hablar por teléfono a su pieza.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Exhibida su declaración prestada en fiscalía para superar contradicción en el cual se consigna:


“Siempre escuchaba que ella conversaba con el cura”, explica que cuando Pamela conversaba
con el cura, subía a su pieza para hablar con él, agrega que ella veía el teléfono y decía Albert
y se lo pasaba a Pamela.
Refiere que dejó de ir a esa casa, porque su hermana le dijo que no tenía confianza en
el cura, que no era tan santito como se veía.
Dice que Pamela era gordita, de pelo no tan largo, de ojos achinados; que Albert era
canoso, de tez blanca, alto y flaco, reconociendo a los acusados en la sala refiriendo su
vestimenta, características y ubicación.
Se afirma el aserto, a su vez, en el testimonio de Verónica Victoria Díaz Alarcón,
quien juramentada legalmente expuso que tiene hijas que conocieron a la señora Pamela y a
su hija, entablaron una amistad, como no tiene internet en su casa supuestamente la niña iba
a meterse a internet a casa de Pamela; como la hija de Pamela, Katy, tenía depresión pasaba
todo el día en cama, supuestamente habló con las niñas que les pagaba algo para que se
quedaran cuidándola de noche o de día, dejó a la niña que fuera, no desconfiaba, no le
gustaba mucho que fueran porque se desaparecían mucho tiempo de la casa, después a otra
de sus hijas ella le pagaba para que le hiciera aseo en la casa, añade que la economía en su
casa no era muy buena y su hija M.J.B.D. ya tiene dos niños y además presenta un cáncer
terminal, otra hija que iba para allá es L.S.B.D.
Cuenta que sus hijas siempre pasaban allá, le iban a ayudar, la señora Pamela muchas
veces fue a su casa a pedir permiso a Linda y a María José para que fuera hacer las cosas, o a
alguna de sus hijas que fuera a quedar con Katy porque no podía dormir, ella hacía uso de
eso. Después pasó que su hija se agravó y cayó al hospital. Recuerda que hubo un
cumpleaños en casa de Pamela, ésta fue hablar con ella porque supuestamente se le había
perdido la tarjeta y su hijo habría sacado un dinero del cajero, no lo podía creer y a fin de no
tener problemas con la señora le pidió a unos hijos que le giraran el dinero, estando María
José hospitalizada le fue a preguntar qué estaba pasando ya que Karina le dijo que “las niñas se
estaban prostituyendo en la casa de ella con el esposo”, pero su hija no le quiso decir nada, para una
madre es difícil creer lo que estaba pasando, cuando María José se enteró que ella la estaba
amenazando por el dinero que supuestamente su hijo habría sacado, ella habló, ante ello le
dijo a su hija Verónica que la acompañara a casa de ella donde lo encaró. Afirma que esto le
ha causado mucho daño como mamá y en su familia. Aclara que a Pamela Ampuero se le
perdió una tarjeta y los supuestos responsables era una de sus hijas y su hijo, Pamela la fue a
amenazar a la casa, que quería el dinero, hubo una amenaza que su hijo se iba a ir preso si ella
hacía o decía algo en contra de ella, porque ya había ido a su casa a confrontar a Pamela y a
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

su marido, los fue a confrontar por lo que había sabido respecto a sus hijas, ellos callaron,
Pamela se puso a llorar, el marido o conviviente de Pamela era sacerdote. Señala que sus hijas
se prostituían, hay detalles que no sabe, ni los quiere escuchar, sabe lo básico pero sin
detalles, L.S.B.D. era menor de edad, debe haber tenido unos 16, 17 años. Dice que cuando los
confrontó, y los dos callaron, asumió que esto era cierto. Adiciona que la amenazaron en dos
oportunidades, la segunda vez fue porque supuestamente Pamela Ampuero se había enterado
que había ido a fiscalía a hacer el denuncio, pero eso lo hizo su hija Karina. Cuando se enteró
de lo sucedido no quería que sus hijas se acercaran a Pamela ni que salieran de la casa.
Cuenta que sabe que Pamela se mantenía del marido, que ella para todo pagaba,
siempre tenía diferentes vehículos, por las patentes se averiguó que los vehículos eran del
Arzobispado.
Señala que no supo de otras menores que concurrían al lugar.
Describe que Pamela no era de mucha edad, bien gordita, pelo claro, tez blanca, y a él
lo vio el día que lo fue a confrontar, era delgado, mayor, canoso, reconociendo en la sala de
audiencia por su vestimenta y ubicación a Pamela Ampuero Escobar y Ricardo Muñoz
Quinteros.
Indica que sus hijas se prostituían en casa de Pamela, que esto pasó como dos o tres
años atrás, no sabe el lapso de tiempo que fue todo eso, indica que encaró a Pamela porque
ella sabía, su hija le contó todo como era, que ella le llevaba las niñas, que ella las llevaba en el
auto, y también había otra cosa que era que él supuestamente tenía un hermano gemelo
decían las niñas pero al final era el mismo. Indica que asimismo supo que hacían páginas de
Internet y que sacan fotos, relatando que un día fue a casa de la señora Pamela a limpiar el
patio y lavar ropa, doblar ropa y a meterla en caja ahí había unas fotos y el niñito le tomó el
celular y le dijo “tía mire mi mamá tiene puras fotos de mujeres sin ropa”, vio que eran
mujeres desnudas, pero no vio de quien se trataba.
Interrogada por el querellante señala que María José le contó que ellas le prestaban
servicios a ese caballero y les pagaban, al marido de la Pamela, que Pamela las llevaba a
moteles, su hija le dijo que la perdonara, que lo había hecho porque la situación no era buena,
sólo le alcanzaba para lo básico de un hogar. Después que se supo la verdad aún están mal
todas.
Contra interrogada por el defensor Reyes indica que en cuanto al comportamiento de
sus hijas, María José siempre ha sido retraída, en general sus hijas no conversaban mucho con
ella, además que por su parte no estaba en la casa porque salía a trabajar. Dice que se ha
enterado de cosas por su hija mayor, a sus hijas le ha preguntado algunas cosas, sabía que se
juntaban en motel porque se lo preguntó y ellas se lo confirmaron, donde mantenían
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

relaciones sexuales eso lo supo de boca de sus hijas, por eso fue a encarar a Pamela y a su
marido. Señala que su hija enferma trabaja en una fábrica de dulces, y su otra hija está en la
casa cuidando a su papá.
Asimismo, se apoyó este aserto en el testimonio de Charlotte Andrea Corrotea
Montecinos, quien refiere, previamente juramentada, que trabajaba en la casa de Pamela
haciendo el aseo y cuidando a sus niños, esto en el año 2008. Indica que Pamela siempre
estaba en la casa, a veces salía con su hija, pero la mayor parte del tiempo estaba en la casa.
Señala que trabajó como un año en esa casa. Precisa que no era invierno cuando empezó a
trabajar, que era verano porque hacía calor, que mientras trabajó, se hacía cargo de los hijos
chicos de Pamela, que con la Katy –la hija mayor de Pamela- no tenía una buena relación
porque pasaba metida en su pieza. Explica que entre sus labores ella bañaba al Luciano –hijo
menor de Pamela-, que la Marita –la hija menor- no se dejaba bañar, agrega que ella le llevaba
el almuerzo a la Katy y a Pamela. Refiere que los niños menores eran hijos del Albert, que
esto lo sabe porque los niños le decían papá. Dice que sabía que Albert era cura, y que esto
no lo supo desde el principio porque él le dijo que trabajaba en los pollos King, pero Pamela
le contó finalmente que Albert era cura. Refiere que en todo caso en el pueblo había rumores
de que él era cura. Agrega que Pamela le contó como lo conoció, que fue a través de su
hermano que era acolitó y como ella tenía a la Katy chica, Albert le mandaba a decir con su
hermano que bautizara a la niña y que fuera a hablar con él, y así una vez, en la oficina del
cura, se metió con él.
Dice que la casa la mantenía Albert, que traía caja de mercaderías que venían
marcadas con nombres de cursos de colegio, refiere que también veía bolsas, todo marcado
como dirigido a un curso. Agrega que no sabía de dónde las sacaba, pero suponía que las
sacaba del lugar en que trabajaba.
Señala que cuando trabajaba en esa casa las dos personas que más la frecuentaban
eran la Linda, la Jenny y la hermana de la Jenny. Dice que ellas siempre se estaban
secreteando con la Pamela, y salían con ella en auto y volvía sólo Pamela. Refiere que una
vez vio una foto de la Linda mostrando sus pechugas, esto como cuatro meses después de
haber entrado a trabajar.
Refiere que sospechaba de donde provenían esas fotos y porqué las tomaba, esto por
llamados que hacía Pamela a Albert en que le decía que “fuera a la casa que le convenía”, por
esos sospechaba que Albert pagaba por esas fotos.
Dice que Katy tenía mala relación con Albert, que se encerraba en su pieza cuando el
llegaba. Agrega que él le traía cigarros pero ella se lo recibía y no lo pescaba. Refiere que a
Pamela le daba miedo que los dejaran solos.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

En cuanto a la relación de Albert con Marita, ésta le decía papá y que ella dormía con
Albert, que cuando él se quedaba a dormir se acostaba con la niña.
Dice que el nivel de vida que vio en esa casa era bueno, siempre tenían plata, Katy
tenía todo lo que quería, teléfono celular, siempre andaba con plata. Agrega que Pamela,
además, manejaba tarjetas de banco.
Señala que cuando tenía más confianza con Pamela, ésta le ofreció si quería sacarse
fotos para mandárselas al Albert y que después arreglaban, ella le dijo que no, porque tenía
una relación sentimental con Francesca, precisa que al tiro le dijo que no.
Dice que notaba que todas las niñas que iban para allá iban por algo, refiere que
Pamela salía con las niñas en el auto, como la Linda o la Cote y volvía sin las niñas. Refiere
que ella le decía que las iba a dejar y que se juntaban con el Albert.
Señala no saber que Francesca se sacó fotos, o si le hicieron algún ofrecimiento.
Refiere que cuando trabajaba en esa casa le pagaba Albert, que éste le pagaba $30.000
pesos semanales, esto al final de la semana.
Afirma que tenía 18 años cuando comenzó a trabajar en esa casa, que en esa época
Pamela era más gorda que ahora, que estaba todo el tiempo acostada o en el sillón, y que en
ese tiempo Pamela tenía el pelo rubio. Respecto del Albert refiere que era de contextura
normal y que tenía el pelo cano.
La testigo señalando su ubicación, vestimenta y características reconoce a los
acusados en la sala de audiencia.
Afirma que Pamela siempre la trató bien, y de Albert no tiene nada que decir.
Dice que Pamela sacaba a Linda y a Jenny en un auto chico, que una vez limpiando el
auto encontró unos papeles y vio que el auto estaba a nombre del Arzobispado.
Señala que las niñas que vio eran de situación económica normal, siempre andaban
con plata porque frecuentaban la casa de Pamela.
En cuanto a las fotos en el celular o las cosas raras que veía en la casa, nunca se las
comentó a nadie, sólo a Francesca con quien vivía. Dice que desde que vio las fotos en el
celular de Pamela y hasta que dejó de trabajar pasó más de un año, y que esto sólo se lo
contó a Francesca. Agrega que lo que le llamó la atención de la foto fue a Linda que estaba
sin polera y sin su parte de arriba.
Se apoyó el aserto, por otra parte, en el testimonio de Francesca del Carmen
Chaban Godoy, en el cual señaló conocer a Pamela, precisando que la conoce porqué en
Curacaví conocía a la hermana de ella, del liceo ya que eran compañeras. Explica que en ese
contexto conoció a Pamela, quien le ofreció que trabajara en su casa, ahí conoció a Pamela y
sus tres hijos. Señala que sabía quién era el padre de los hijos menores de Pamela: el Albert.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que iba todos los días a casa de Pamela y cuidaba a los niños menores, y que
estos estaban mal cuidados, mal vestidos, iban de casa en casa y que a veces no almorzaban.
Señala que Pamela tenía una hija mayor que no era hija de Albert. Dice que la relación
de esa niña con Albert era muy mala, no sabe porqué circunstancia. Agrega, que cada vez que
Albert iba a la casa Katty –la hija mayor de Pamela- se ponía muy distante, no quería que él
tocara las puertas o que subiera al segundo piso.
Señala que Albert frecuentaba la casa de Pamela y se quedaba en las noches.
Cuenta que Pamela no trabajaba, y que se mantenía de lo que Albert traía, con eso
costeaba cursos que trataba de hacer.
Dice que vio menores de edad ingresar a esa casa de Pamela, a Linda, a Jenny, a
Daniela, y éstas iban a juntarse con Katty en las noches.
Afirma que de la Linda vio algo extrañó, que cuando fue a hacer aseo a la pieza de
Pamela vio el celular de ésta con fotos de Linda desnuda, que esto le llamó mucho la
atención. Agrega que en el teléfono aparecían las fotos mandadas como mensaje al Albert.
Señala, también, que escuchó una conversación entre Pamela y Albert, en la que
Pamela le decía que “tenía una niña de 15 años, virgen, nuevecita”, y que Albert le respondió “que
rico”, que esto lo escuchó pese a estar en otra pieza porque Pamela estaba hablando con
altavoz.
Dice que Albert le dijo que era dueño de los pollos Ariztía, pero ella nunca supo a
ciencia cierta a que se dedicaba.
Añade que ella encontró una foto con Charlotte en que Albert salía vestido de cura,
bautizando, y que Pamela le dijo que ese era un hermano gemelo de Albert. Agrega, que se
dio cuenta que eso era mentira y que eran la misma persona.
Refiere que una vez salió con Pamela y Linda, en un chevrolet corsa, Pamela las llevó
a la carreta, y ahí estaba Albert esperándola en una camioneta, agrega que se bajó Linda y ella
se devolvió con Pamela.
También afirma el aserto señalado la declaración de funcionaria policial Cheseline
Andrea Ajraz Arancibia, quien –en lo puntual- expuso que participó en una investigación
que se desarrolló a fines de 2009 y principios de 2010, investigación que nace a raíz de una
denuncia que se generó y fue investigada en primera instancia en la Bicrim Melipilla, en la
cual la señora Karina denuncia que sus dos hermanas, una menor de edad y otra mayor de
edad, de nombres Linda y María José, estarían siendo prostituidas por la señora Pamela
Ampuero. Cuenta que entrevistó a la víctima de nombre de Linda, menor de edad, quien
nació en el año 1991, la cual también establecieron que había tenido relaciones con el
imputado, ella refiere que a través de Pamela había tomado contacto con el imputado, que
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Pamela la había trasladado en una ocasión junto con Jennifer, para que se juntaran con el
imputado y después fueron las dos juntas al motel, en donde primero estuvo Linda con el
imputado mientras Jennifer esperaba en el baño y después salió Jennifer y Linda se quedó en
el baño mientras Jennifer estaba con el imputado, esta situación es señalada por las dos niñas
de la misma manera. Linda refiere que también le pagaban por estas situaciones y que
concurrió en reiteradas ocasiones a juntarse con el imputado, después cuando hubo cierta
confianza él le solicitó que se sacara fotografías y que ella accedió siempre y cuando no le
sacara al rostro, o sea, le sacaba las fotos del cuello hacia abajo desnuda o semi desnuda.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración –en lo que respecta a este delito-
, que cursó una orden de investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de
septiembre de 2009, y que en virtud de esas diligencias entrevistó a María José, hermana de
Linda, una de las afectadas, quien le confirmó haber tenido relación sexual a cambio de
dinero con la pareja de Pamela Ampuero. Refiere que era menor de edad a esa época, le dijo
que conoció a Pamela por una amiga, ésta le refirió que su pareja tiene un hermano gemelo y
le preguntó si quería salir con él y que le pidiera lo que quisiera ya que tenía plata. Dijo que
empezó salir con él, y que al principio él le pedía que se sacara la ropa y él le tocaba el
cuerpo, le señaló que después de varias citas Pamela le dijo que si no tenían relaciones
sexuales se iban acabar las citas, y no iba a haber más dinero. Entonces le señaló que por eso
comenzó a tener relaciones sexuales con él, y le acepta sacarse fotos desnuda, todo a cambio
de dinero.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví el 15 de septiembre de 2009, en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Linda, la que al entrevistarla les señaló que trabajó
en casa de Pamela Ampuero cuidando a la hija y haciendo aseo, dice que mantuvo relaciones
sexuales en numerosas oportunidades en moteles de Casablanca y Santiago. Refiere que en
labores de seguimientos del imputado se realizaron con posterioridad pudo verificar como se
trasladaba con Linda e ingresaba a un motel ubicado en la ciudad de Santiago, en todo caso la
muchacha ya era mayor de edad en ese momento.
Asimismo, corrobora este aserto la declaración de la perito Verónica Patricia
Romo Fernández, quien refiere, previo juramento de rigor, que la Fiscalía le solicitó al
equipo del CAVAS, una evaluación respecto de Linda para establecer daño asociado al hecho
y un peritaje de credibilidad. Refiere que se le realizó una evaluación de 28 etapas, la primera
es evaluación de los antecedentes; evaluación clínica de la peritada; pruebas complementarias,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

test de Roschart, y pruebas gráficas. Indica que esta se hace con una colega, que hace control
de sesgo, lo que permite visar la entrevista y evitar que no se deslicen preguntas sugestivas.
Indica por último que todo es revisado por un sicólogo externo para un nuevo control de
sesgo. Manifiesta que la peritada fue muy colaboradora, ajustándose más con sus emociones,
y que al momento de la evaluación presentaba cinco meses de embarazo.
Señala que las competencias testimoniales en la peritada eran adecuadas, ella presentó
un funcionamiento psíquico inmaduro para su edad, un funcionamiento normo ético menor
a lo esperado, y muestra que funciona en base a una lógica de ganancia y pérdida. Refiere que
se distancia de la situación para evitar hacerse cargo de la misma, se disocia de las
circunstancias usando de una manera abusiva el humor, incluso fuera de contexto. Indica que
hay mermas en su autoestima, presenta alta demanda de afecto de mamá, al padre lo aprecia
como una figura distante. Revela un consumo de alcohol. Por todo esto, ella se vuelca al
mundo social nocturno, con muchos amigos, gozando de estatus en ese ámbito.
Dice que le fue referido por ella que sufrió agresión sexual de parte del marido de una
vecina. Esto le genera daño en el desarrollo psicosexual, crea una mirada del género
masculino estereotipado muy centrado en la sexualidad de las mujeres, y una visión de la
sexualidad cosificada. Estas se vuelven variables de vulnerabilidad para el comercio sexual.
Respecto de los hechos ella entrega, dos períodos, en los años 2008 y 2009, en que
tuvo relaciones sexuales con Ricardo Muñoz, los cuales fueron mediados por Pamela
Ampuero, y que se consumaron en la localidad de Casablanca, en un segundo momento ella
misma gestiona los encuentros con Ricardo Muñoz, y estos se consuman en la ciudad de
Santiago.
Refiere que el relato surge de manera libre y espontánea, presenta estructura lógica, y
se mantiene constante en el proceso, además logra describir estos episodios de manera fluida
entregando detalles que enriquecen lo que está contando, agrega que la peritada sitúa los
hechos en tiempo y espacios.
Indica que la peritada manifestó que los encuentros sexuales comerciales, en un
primer momento ocurrieron en el primer semestre del año 2008 y hasta octubre de 2008,
para situarlos utiliza como referente su edad, indica que tenía 16 y todavía no cumplía 17
años, le refirió que estableció una relación de amistad con la acusada y trabajó el año 2008 en
su casa, cuidando a hija mayor. Luego le refirió que se produce un quiebre porque la acusada
le endilgó el robo de un teléfono celular, y eso produjo un quiebre de los encuentros sexuales
con el imputado, los que se reanudan cuando se encuentra con la acusada, quien le ofrece
continuar con esos encuentros. Le señaló que entre octubre de 2008 y marzo de 2009 se
reanuda el contacto con el acusado, que vuelve al colegio y se va a vivir con su hermana
171
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Karina; que a comienzos del año 2009 se va trabajar con una tía en Santiago, y vive en una
bodega. Le Refirió que partir del año 2009 contacta al imputado independientemente de
Pamela Ampuero, y que el año 2009 le manda tres fotos en que aparece desnuda al imputado
por un mensaje de texto, cesando el año 2009 todo encuentro con el acusado.
Señala que le refirió que los encuentros se gestionaban por la acusada la que
concertaba con el acusado los encuentros sexuales; que se le trasladaba por la acusada hasta
la salida de la ciudad en un rotonda, que Pamela se estacionaba tras al vehículo del acusado, y
ella se bajaba de un auto y se subía al otro trasladándose a moteles de Casablanca y Curacaví;
y que después cuando los encuentros los concertaban con el propio acusado, se trasladaban a
moteles de Santiago.
Refiere que la peritada también le señaló que Pamela Ampuero gestionaba los
encuentros y Ricardo Muñoz era el cliente.
Dice que la peritada le relató cómo conoció a la imputada: fue con una amiga a
buscar a la hija de la imputada, ésta le abrió la puerta, ella recordaba que le sorprendió como
se le acercó, la aduló por su belleza física y usó engaño, por las condiciones de lo que estaba
ofreciendo, así como por la identidad del imputado, tanto de su condición de pareja de
Pamela como de su calidad de sacerdote. Refiere que le indicó que Pamela decía que tenía
“cuenteado” a su cuñado de que le tenía una polola, y le ofreció a ella, si quería, salir con él.
Cuenta que la peritada se sorprendió mucho con la diferencia etárea con el imputado,
las canas y entradas que ella asocia con su abuelito, y que estos impactos generan que no
concretara acciones de connotación sexual, por ello la imputada desplegó otra estrategia para
que se concretaran los encuentros sexuales, utilizando la promesa de beneficios pecuniarios
para motivarla. Según la peritada Pamela le decía que podía pedirle lo que fuera porque era
soltero, ingeniero y tenía plata, y que esto era tener como un pololo, que si no accedía él se le
iba aburrir. La peritada le refirió que enganchó por el tema del dinero por que podía tener
recursos para validarse en su medio social.
Refiere que la imputada tenía el control de la situación, la trasladaba, llamaba para
saber dónde estaban y le pedía que después fuera a su casa para que le contara que había
pasado. Asimismo la peritada manifiesta que la imputada sabía su edad porque le dijo que
tenía 16 años y la imputada le dijo hagamos que tienes 17 años.
Señala que la peritada cuenta la estrategia del imputado para concretar el encuentro
sexual primero la forma en que se concertaba con la imputada para realizar los encuentros, la
imputada realizaba un llamado telefónico al imputado.
Explica que hubo una seducción a través de la entrega de sobre de dinero, de 30 y 35
mil pesos. sobres de dinero cortados por la mitad. La peritada le indicó que también
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

presenció entregas de dinero a la imputada, esto lo presenció una vez que ella le reclamaba
que utilizaba bencina para acercarle las menores. También le refirió que le entregaba
depósitos en el sencillito, y que le regaló un celular y recargas telefónicas. Además da cuenta
de mantención de falseamiento de identidad del imputado, insistiendo que el imputado era
hermano de la pareja de Pamela, y que él le pedía reserva para evitar tener malos entendidos.
Señala que la peritada le indicó que el imputado no respondía ningún teléfono que no
conociera y si insistían mucho no contestaba hasta que se le identificaran.
Refiere que la peritada le señaló que el imputado estaba al tanto de sus edad ya que en
una primera conversación el dijo “pero es chica, tiene 16 años”; en un encuentro sexual en
Santiago ella le dijo que tenía 17 años; y cuando cumplió 18 años el imputado el dijo “que
bueno, ya no pueden decir que ando con menores”. Le dijo que los encuentros sexuales
consistieron en tocaciones de sus pechos, besos y penetración vaginal, la que asocia a dolor
por la escasa lubricación que tenía debido al bajo deseo. Le contó de dos encuentros con dos
amigas más, pero no juntas sino que en forma alternada, también el sacarse fotos y
remitírselas al imputado.
Asimismo, le dijo que estos encuentros los realizó por dinero, no por deseo, que
cuando asistió con Marjorie, tiró a la chica a los leones primero, dado que pretendía evitar
que el imputado continuara con ella, tiró a la chica para que se cansara y así evitar el
encuentro con ella; le señaló que rechazó solicitudes como de penetración bucal; dijo que lo
hacía porque estaba “copeteada”, y que en los cinco sentidos no lo hubiera podido hacer. Le
refiere que una vez la imputada le compró una botella de pisco y bebida, y que también lo
hizo con el imputado, y que en los moteles también consumía alcohol. Le explicó que
siempre tenía relaciones sexuales con el imputado bajo los efectos del alcohol.
La perito explica que toda esta información se la aportó la peritada entregando
detalles de las conversaciones de los acusados, presentando estado subjetivos muy
vivenciales, a modo de ejemplo recuerda que ella le dijo que cuando el imputado estaba
teniendo relaciones sexuales con Marjorie, ella se quedó en el baño tomando y fumando, y
que cuando fue con Jennifer entró al baño de la pieza con su celular con el volumen alto y
tiró la cadena para no escucharlos, indica que le dio más pudor porque era su amiga. Agrega
detalles de vestimentas que ella portaba para los encuentros.
Respecto de la cadena de develación, señala que da cuenta de un proceso tardío, la
primera develación se produce en octubre del 2008 por conflicto económico del hermano y
hermana, en razón de esto se produce una especie de reunión en su casa en que la
confrontaron y ella negó los hechos. Indica que después de eso Pamela Ampuero amenazó a
su mamá con que iba a denunciar a su hermano y a su hermana Karina, quien denuncia estos
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

hechos en términos formales. Agrega que la segunda develación se produce en el año 2009,
en circunstancia que pide que le saquen un depósito del sencillito, y ahí su hermana le cuenta
a la madre lo que está sucediendo para que la confronte. Indica que finalmente la última
develación se produce en el año 2010, en circunstancias que una vecina le cuenta a la madre
que este caso salió en televisión. La perito explica que esto la llevó a negar los hechos en un
primer momento por la invasión a su privacidad que se estaba produciendo dada la
connotación pública de estos hechos.
Refiere que en términos de daño hay un quiebre en su vida, ella le dijo que si no
hubiera pasado esto sería una niña normal. Le da cuenta de afectación emocional asociada al
rechazo materno. Cuenta que realiza conductas de riesgo, y manifiesta que se sentía sucia y
que piensa que esto no iba a parar nunca. Como sintomatología presentaba trastorno del
sueño, pesadillas, pensamiento rumiante persistente y muy agudo, intenso sentimiento de
vergüenza, culpa por que estos hechos fueran conocidos por su pareja, mucho sentimiento
de abandono.
Explica que estos signos se asocian a los hechos porque están vinculados a los
imputados, al proceso de develación y son consistentes a la experiencia que ella denuncia.
Señala que el testimonio aportado consta con diversos criterios de credibilidad y
confiablidad, que permiten disminuir hipótesis alternativas al relato.
Se concluye daño asociado a los hechos vivenciados.
Explica la metodología empleada para realizar la evaluación: Metodología CASC -
inscrim, construido por el instituto de criminología en función de los conocimientos de
sicología del testimonio y criminología, establece una serie de etapa que permite contraste de
información.
Refiere que esta evaluación se diferencia de la del Servicio Médico Legal porque éste
utiliza SVA el que igual que el CAVAS- inscrim utiliza análisis de criterios de los relatos. Se
diferencia en que el Cavas inscrim utiliza 17 criterios y SVA utiliza 19, en todo caso la
información siempre es confrontada con otra fuente de información. Amabas están
construidas del mismo modo, las diferencias son el números de criterios y que hay criterios
que no comparten, por ello dice que no son iguales pero son similares.
Señala que se apoyan en un equipo de control de sesgo, y que el análisis de
credibilidad discursiva es una metodología cualitativa, y que el resultado puede ser erróneos
por eso debe tener un procedimiento riguroso de control para evitar que se introduzcan
comentarios o preguntas sugestivas, hay al final, además, un control de todo el proceso.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que el SVA fue creado en función de víctimas, tanto adultas como niños,
pero se utiliza para víctimas niños porque los adultos tienen más recursos cognitivos y tienen
conocimiento de sexualidad, por eso se utiliza más en niño.
Agrega que la metodología cavas inscrim permite evaluar tanto niños como adultos.
Señala que un estudio de validación de la técnica, realizado en el año 2006, arrojó los
tópicos cuantitativos con que se construyeron los criterios de esta técnica que permiten
evaluar credibilidad discursiva.
Refiere que en la peritada, no se hizo un análisis cuantitativo de criterios, sino más
bien de criterios cualitativos. Se evalúa si el relato es consistente con la restante prueba que
permita hacer ver que todo va en la misma línea.
Dice que hizo análisis de la carpeta antes de la evaluación para confeccionar hipótesis
secundarias.
Cuenta que se le narró que el primer encuentro sexual fue a fines del primer semestre
del año 2008, en vacación de invierno, y continuaron hasta octubre del año 2008, época en
que se produce la primera develación y que ella lo asocia a su cumpleaños, y que el tema de
las fotos se produce en septiembre de 2009.
Refiere que se le narró que era habitual consumir alcohol para concretar los
encuentros sexuales, que en una oportunidad haber ido con Jennifer y la imputada a comprar
alcohol y se fueron con el imputado, tomándoselo; que una vez la imputada le ofreció un
sobre con marihuana y que se lo rechazó, y que se produce un dialogo en que aquella le dice
“para pasarlo mejor”, a lo que le respondió “que acaso pensaba que lo pasa chancho”, y lo
tiró por la ventana.
Afirma que la periciada tiende a distanciarse emocionalmente de la situación, pero
que hay un momento en que se conecta y llora, precisa que maneja tono emocional bajo, que
es consecuencia de esta situación y por estar con su pareja embarazada, viviendo con su
pareja.
Finalmente concluyó que ese correlato emocional no es falseable.
Señala que se puede concluir en vista a que si la actitud era negarlo, y reconocer
encuentros sexuales comerciales le genera esos niveles de culpa y estigmatización no es lógico
que pudiera ganar algo con la develación, la que por el contrario le reporta un daño
psicosocial amplio. Indica que en ese sentido la peritada pudo haber continuado negando o
haber reconocido encuentros sexuales a seca, sin mediar dinero.
Agrega que no hay presión de terceros para esta develación, agrega que incluso un
adulto relevante para la imputada se alió con ella para negar estos hechos.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Explica que en este caso debería haber ganancia muy elevada para sopesar estos
costos tan grandes que ha debido soportar, lo que en la especie no existe.
Señala que la peritada no presenta patologías siquiátricas ni tendencia fabuladoras.
Relata que la peritada le narró que la imputada se refería al agresor como un soltero,
ingeniero, de nombre Alfred, y que después se dio cuenta que la persona a la que los niños le
decían papá y era la pareja de Pamela, era la misma persona; que una vez le preguntó a la
acusada el nombre de su marido y ella le dijo Alfred, pero estaba tan enviciada que no quería
creer; que una vez mientras volvían de un motel le preguntó al imputado si su hermano
estaba enamorado de Pamela y éste le dijo que creía que estaba más enamorado de sus hijos.
Le refirió que él nunca le dijo su nombre, y que lo trataba de usted. Le dijo que se dio
cuenta de la mentira, pero estaba enviciada con el dinero.
Explica la especialista que la peritada no se percibe como víctima, pero reconoce
como negativo el estar enviciada con la plata. No le repartían satisfacción sexual estas
relaciones.
Señala que la peritada después empieza a sentirse víctima, una vez que se hacen
público todos estos hechos.
Refiere que Pamela Ampuero era persona significativa en la vida de Linda, por
relación de amistad que las vinculaba y porque la validó mucho, esa amistad se funda en
cosas que hacen juntas, comprar, conversar, compartir consumo de alcohol y cigarros, y que
eran bastantes habituales. Indica que la imputada controlaba la situación según hace
referencia la propia evaluada.
Expone que la capacidad de mentir es transversal a todo ser humano, por eso
siempre está presente en toda evaluación esa posibilidad, sin embargo, lo que se constata es
que si lo dicho tiene correlato emocional, este no es falseable, si eso se contrasta con otras
líneas, se puede decir que la información no ha sido falseada.
Refiere que la peritada tienen desarrollo psíquico un poco menor cercana a la
pubertad. Pero explica que la madurez síquica es distinta al nivel intelectual el que se presenta
como normal para la imputada.
Describe que la peritada tenía más de 18 años de edad, con relación de convivencia
con más de una año y medio, que en un segundo período en que ocurrieron estos hechos ella
estaba empezando salir con su pareja actual.
Señala que la peritada le mencionó que llamó al imputado para que le recargara el
teléfono celular y que él le pidió que le mandara algo, especificándole una foto de ella
desnuda, la víctima accede a mandarle tres fotos desnuda por mensaje de texto.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Apunta que la peritada reconoce haberle mentido al fiscal, haber falseado la


información que entregaba pero que la madre, como conocía al fiscal, le dijo que no podía
falsear la verdad ante la autoridad, refiriéndose además a la autoridad eclesiástica, por ello
decidió ir a contar su verdad a la fiscalía.
Ilustra que el desarrollo físico de la peritada es acorde con el desarrollo mental que
ella presenta, explica que sin ser médico aparece concordancia en su apariencia con una chica
con 5 meses embarazo y de 18 años.
Expresa que para realizar el peritaje contó con las declaraciones del imputado, en dos
de ellas él se acogió a su derecho de guardar silencio y en otra reconoce haber tenido
contacto sexual comercial con Linda, esto se tomó en consideración para la evaluación, como
todos los antecedentes.
Refiere que no tiene antecedente de que la peritada ofreciera remitir fotos después del
año 2010.
Cuenta que ella le señaló que tomó conocimiento de la detención del imputado por la
televisión y que había quedado de acuerdo en juntarse con él en los días previos de la
detención. Dice que la peritada no se refiere al imputado en forma negativa, e indica que era
respetuoso y de pocas palabras, que nunca la trató mal, e incluso era respetuoso al entregarle
dinero, por ello, en parte, no se visualiza como víctima.
Relata que la víctima identifica agresor, circunstancia y naturaleza de la agresión.
Explica que puede decirse que una persona que ha sufrido un daño psicosexual sufre,
también, un daño emocional, que un daño psicosocial supone que el daño síquico produce
afectación en la esfera social, sin embargo, aclara, esto no fue objeto de la pericia, por ello no
se indagó mayormente.
Refiere que la peritada le entregó antecedentes de su vida sentimental, parejas
sexuales previa que tuvo, cómo inició relación con su actual pareja, indicando que le costó
iniciar conductas amorosas.
Señala por último que la edad de la víctima al hacer el informe era 18 años.
Por último, se apoyó este aserto en la prueba documental la cual consiste en
certificado de nacimiento de Linda S.B.D, el cual consigna como su fecha de nacimiento
el 25 de octubre de 1991.
Así las cosas, la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos y de la
perito, fueron suficientes para dar por acreditado el siguiente hecho: Durante el año 2008 y
parte del año 2009, en reiteradas ocasiones, PAMELA ALEJANDRA AMPUERO ESCOBAR,
domiciliada en Calle El Parrón Villa Padre Hurtado Nº 420, comuna de Curacaví, contacto y coordinó,
por el pago de cantidades de dinero que fluctuaban entre los $20.000.- y los $50.000.- mil pesos, encuentros
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

para mantener relaciones sexuales entre RICARDO ALBERTO MUNOZ QUINTEROS, y la menor
Linda S.B.D. nacida el 25 de octubre de 1991. Existiendo así con los medios de prueba,
convicción acerca de la existencia del contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Linda S.B.D, impresiona como veraz, está dotado de
consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y una narración circunstanciada, no
apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede afirmarse categóricamente
que en el período que va del año 2008 hasta octubre del 2008, y aún siendo menor de edad,
fue contactada por Pamela Ampuero a objeto de que mantuviera relaciones sexuales con el
imputado a cambio de dinero. Pese a que ella no puede fijar con precisión los años en que
ocurrieron estos hechos si puede asociarlos a hitos de su historia vital, de modo que resulta
palmario que estos hechos ocurrieron antes de que alcanzara la mayoría de edad, en este
orden de ideas resulta especialmente significativo la forma en que ella sitúa temporalmente la
ocurrencia de los primeros hechos: cuando estaba cursando por segunda vez el segundo año
de la educación media, el cual cursaba con 17 años cumplidos. Luego ella puede establecer
que tenía 16 años la primera vez que mantuvo relaciones sexuales comerciales con el
imputado. También resulta consistente este relato en cuanto corrobora el conocimiento del
imputado respecto de la minoría de edad de Linda, toda vez que refiere que esto le fue
informado por la imputada, y que incluso -ese conocimiento-, motivó que él bromeara con
esa circunstancia al enterarse que había cumplido los 18 años en un encuentro sexual
posterior.
A su vez, tal testimonio es consistente y concordante con los relatos aportados por:
Karin Barrera, su hermana, cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la
debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que
se corresponde con la narración de Linda en cuanto refiere que estaba al tanto de las
conductas realizadas por su hermana con el imputado, y en que estas se repitieron en el
tiempo, lo que al ser develado produjo muchas problemas en su familia; María José Díaz
Barrera, su hermana, cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la
debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que
se corresponde al relato de Linda en cuanta indica que a instancia de Linda, y tras haberle
ésta contado que mantenía relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero, también
accedió a ello, teniendo diversos encuentros sexuales con el imputado; también concuerda a
este respecto el relato Marjorie Acevedo Aguilar cuyo testimonio impresiona como veraz, es
coherente y guarda la debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y
circunstanciando su relato, y que se corresponde al relato de víctima en cuanto indica tener
conocimiento de lo que hacía Linda con el imputado, que una vez se contactaron para ir a un
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

motel junto al imputado, para mantener relaciones sexuales con él, y que por esto recibieron
un pago en dinero. Precisando que fue Pamela Ampuero quien las trasladó hasta la salida de
Curacaví donde fueron recogidas por el imputado; del relato de Valesca. N.C.G, cuyo
testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida consistencia, dando
suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que se corresponde con el relato
de Linda en cuanto refiere haberla visto habitualmente en la casa de Pamela Ampuero;
Verónica Díaz Alarcón, la madre, cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y
guarda la debida consistencia, dando suficiente razón de su dichos y circunstanciando su
relato, y que se corresponde al relato de víctima, en cuanto se enteró por otra hija de lo que
estaba haciendo Linda, prostituyéndose con el imputado a instancias de Pamela Ampuero, y
que Linda tenía en esa época 16 o 17 años, indicando que recibió amenaza de Pamela
Ampuero por la denuncia que se formuló por estos hechos; Charlotte Corrotea Montesinos
cuyo testimonio impresiona como veraz, es coherente y guarda la debida consistencia, dando
suficiente razón de su dichos y circunstanciando su relato, y que se corresponde al relato de
la víctima en cuanto refiere que vio a Linda frecuentando el domicilio de Pamela Ampuero, y
que vio como ambas salían en auto volviendo sólo Pamela. Lo que coincide con el modus
operandi que establecieron los imputados para que se concretaran los encuentros sexuales
según describió Linda; Francesca Chaban Godoy, quien pese a presentar un relato minado
por serias inconsistencias e incoherencia no presenta rémoras para validar las descripciones
de las dinámicas de la vida en casa de Pamela Ampuero, toda vez que en esa parte da un
relato circunstanciado y con suficientes razones de sus dichos, principalmente el hecho de
haber trabajado allí, de esa forma resulta correspondiente tal relato con los dichos de Linda,
en cuanto la testigo la vio habitualmente en el hogar de Pamela Ampuero; se corresponde el
testimonio también con los dichos de las tres funcionarias policiales Evelyn Díaz, Cheseline
Ajraz y Lorena Alvarado, relatos que dan razones del mismo y suficiente circunstancias, y en
cuanto indican lo que les fue narrado por Linda que coincide con lo que ella expuso en esta
audiencia. Especialmente pertinente a este punto aparece lo que declara las testigos Díaz y
Ajraz, en cuanto a que al entrevistar a Linda y referirles ella su relato ella todavía era menor
de edad; Se corresponde, también, el testimonio de la víctima con el relato entregado por
Pamela Ampuero Escobar, quien afirma, en forma univoca, que el imputado mantuvo
relaciones sexuales a cambio de dinero con Linda, las que fueron mediadas por ella, siendo,
aquella, menor de edad, de lo que estaban al tanto Pamela Ampuero y el imputado. Tal
testimonio impresiona como absolutamente veraz desde el momento en que, por el mismo,
la imputada está reconociendo participación en otro delito de la acusación, razón por la cual,

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

declarar en tal sentido no le reporta ninguna ventaja, y por el contrario compromete su


situación procesal.
Por su parte la declaración de la perito, la cual se encuentra suficiente avalada en su
experticia, descrita por sus antecedentes profesionales, dio cuenta de una adecuada
metodología, al cual refrenda sus conclusión de que la el relato de Linda es creíble y cuanto
hay un daño asociado, con las particularidades del mismo en cuanto se vincula a la
connotación social de este caso y la estigmatización que lleva asociada su conducta. Por lo
que, no existiendo divergencias palpable entre sus conclusiones y las que el tribunal ha
determinado mediante la ponderación de la prueba rendida, habiendo ella además realizado,
conforme a las reglas de su ciencia, la correspondiente evaluación y descarte de ganancia
secundaria en la develación de la víctima, el Tribunal considera tales conclusiones como un
elemento más que permite dar por corroborado los hechos descritos por la víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite a este tribunal
corroborar, mediante el simple cálculo aritmético, que a la época en que ocurrieron estos
hechos según establece la víctima a través de las referencia a sus hitos de vida, así como del
relato de experiencias vividas en común con otra víctimas, que ella en ningún caso era mayor
de edad a la fecha de ocurrencia de los mismos.
Así, de acuerdo a los análisis de la prueba efectuados en los acápites precedentes,
atendida la congruencia, contundencia y concordancia de la prueba de cargo, se resta
absoluto valor a la versión dada por el acusado, la cual encuentra su explicación en la
necesidad de dar una respuesta a la situación que sea acomodaticia a sus intereses.
De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.
QUINCUAGÉSIMO SEGUNDO: Acreditación del hecho 4 de la acusación. Que estos
hechos fueron debidamente acreditados con los dichos de la víctima Lorenza de la L.V.M,
quien prometió decir verdad, señalando que está citada por haber mantenido relaciones,
cuando tenía 16 años, con un cura. No recuerda bien el año, sabe que tenía 16 años porque
se acuerda de cosas que pasaron cuando tenía 16, en esos momentos había dejado el colegio
desde hace varios meses, dejó de estudiar 3 meses antes de salir de octavo. Afirma que nació
en el año 1988. En cuanto a las relaciones con el cura, fue una propuesta de la señora Pamela
Ampuero, quien le dijo si quería tener relaciones sexuales a cambio de dinero con Albert,
esto se produjo en una conversación incluso había otra niña cuyo nombre comienza con E,

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

estaban conversando y ahí ella le dijo que había obtenido dinero por haber tenido relaciones
con Albert, y le ofreció si también quería, le contestó que sí.
Dice que conoció a Pamela por dos situaciones, la primera situación porque se
juntaba con su vecina y ella iba a casa de la mamá de Pamela, después se hizo amiga porque
su hermana iba en el mismo colegio que ella, a los meses después conoció a Pamela.
Recuerda que aceptó el ofrecimiento, ella llama por teléfono y pregunta si él puede, y ella le
dice que si se podía y que la esperaba en su casa para hablar, eso se lo dijo Pamela. Indica que
a Pamela en un principio no la veía mucho, pero después fue más por el hecho de mantener
relaciones con Albert, ahí estuvo más tiempo con ella, Pamela llamaba por teléfono a Albert
y le decía si tenía libre o si podía, ahí él le decía que sí y ella arreglaba todo, la primera vez ella
la llevó en un taxi en la mañana temprano afuera del cementerio, está justo la Comisaría, él
estaba esperando en una camioneta de color burdeo, marca Toyota, de ahí se fueron al motel
de Casablanca donde mantuvo relaciones sexuales con él, esta situación ocurrió más veces,
como unas diez o seis o siete veces, fue con él porque le pagaba dinero por mantener
relaciones, le pagó $30.000 pesos por esa vez, después le pagaba, les pasaba un sobre con
dinero, a veces les regalaba chocolates o tarjetas de teléfono, en todas hubo pago de dinero.
En cuanto a la edad, a esa fecha no está totalmente segura, pero si está segura de que era
menor de 18 años, empezó a mantener relaciones como en el tiempo del 18 de septiembre, el
año anterior había dejado el colegio, en octavo. Afirma que siempre intervino Pamela en
esto, ella les preguntaba si querían ir o no, lo llamaba a él para asegurar si iba o no, Pamela
hacía esto por dinero, parece que ella se llevaba una cuota por niña que llevaba, dice niñas
porque habían más involucradas, eso lo sabe porque a veces le preguntaban si conocían a
más niñas, al tiempo después vino a saber que habían más niñas, al principio era ella y la otra
niña. Dice que no siempre fue ella y el sacerdote al motel de Casablanca, ya que en una
oportunidad Pamela también fue, es decir, los tres fueron al motel, pero Pamela solamente
miró como tenía relaciones sexuales con Albert, esto fue dos veces, la otra vez fue en la casa
de Pamela, no había nadie, Pamela hizo lo mismo, solamente miraba mientras ella tenía
relaciones sexuales con Albert. Indica que trabajó en casa de Pamela la ayudaba hacer el aseo,
mandar los niños al colegio, trabajó varios meses, como tres o cuatro meses.
Indica que no siempre supo que era cura, un día jueves que la acompañó a la iglesia,
ahí lo vio vestido de sacerdote, se quería morir, se impresionó demasiado. Añade que esta
persona –el cura- iba a casa de Pamela, al principio cuando ella se cambió de casa recuerda
que él iba los martes, al tiempo después comenzó a ir más seguido, iba a esa casa porque era
el papá de los hijos de Pamela, de los dos más chicos, Pamela tenía tres hijos, un hombre y
dos mujeres, a la niña mayor no le gustaba quedarse sola en la casa cuando estaba él, no sabe
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

porqué, la niña se encerraba en la pieza y cerraba la puerta, la niña tenía como 12 años, y los
otros dos niños eran de unos 7 y 4 años, eran bien chiquititos.
Reconoce por su vestimenta y ubicación en la sala de audiencia a los acusados
Ricardo Muñoz Quintero y Pamela Ampuero.
Dice que se suponía que Albert era el cuñado del marido de ella, ella decía que eran
hermanos gemelos. Señala que las relaciones con él fueron por el tiempo que trabajó en la
casa, por esos tres o cuatro meses que trabajó, después con ella pelearon y de ahí no se
hablan.
Reitera que nació en 1988, los 20 años los cumplió en el 2008, los 18 años los
cumplió en el 2006, lo que pasó fue antes que cumpliera los 18, como dos años antes ocurrió
lo que ha contado, cuando tenía 16 y menciona que Pamela no trabajaba, al principio ella le
cancelaba el dinero, como le quedaba debiendo mucho, pelearon. El nivel de vida de ella era
bueno, porque tenía alguien que le hiciera las cosas, no trabajaba, ella adquiría cosas, por
ejemplo, se cambió a vivir a una mejor villa, la casa bien amoblada, bien cuidada, al principio
no tenía vehículo después sí, ella decía que su pareja, su pololo Alberto se lo había comprado.
Indica que hizo esto por plata, por tener más cosas, compraba cosas que sus padres
no le podían comprar, lo hacía por necesidad, y agrega “es horrible estar ahora en esta
situación”.
Contra interrogada por el abogado defensor, el señor Disi, la testigo señala que
después de haber visto al cura en la iglesia no tuvo más relaciones con él. Señala que tiene
dos hijos y que no trabaja. Afirma que nació el 11 de abril de 1988, en el 2008 cumplió los 20
años. Está segura de la edad que tenía cuando Pamela hizo el contacto, no del año. Dice que
fue con Albert con quien mantuvo relaciones, una vez fue con Pamela al motel de
Casablanca y la otra vez se juntaron en la casa de ella. Dejó de trabajar con Pamela cuando
supo que Albert era cura, eso fue a los meses después que tuvo relaciones con él. Señala que
no recuerda el año que dejó el colegio, pero iba en octavo, dejó de ir los últimos tres meses, y
al año siguiente conoció a Pamela, en octavo básico tenía 15 años, no está segura de la edad.
Cuando trabajó en casa de Pamela alojaba ahí, había una cama para la persona que se alojaba
en esa casa. Adiciona que Albert a la casa iba al principio los martes y después iba bien
seguido, los martes, jueves, domingo. La idea de que se juntara con Albert fue una
proposición de Pamela, incluso había otra niña, después no se acostó con nadie más por
plata. Indica que lo único raro que notó fue que la niña mayor de Pamela no hablaba con
Albert.
También afirma el aserto señalado la declaración de funcionaria policial Cheseline
Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar que remitió
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

la fiscalía local de Curacaví, el El 15 de septiembre de 2009, y que en virtud de la cual


entrevistó a la víctima de Lorenza, la cual a esa altura ya es mayor de edad, quien nació en el
año 1988, y cuando se le entrevista refiere que cuando tenía aproximadamente 16 o 17 años,
había trabajado en casa de Pamela Ampuero, en donde había conocido a la pareja de ésta –
que es el imputado-, que en un momento Pamela le propone tener relaciones a cambio de
dinero con un hermano gemelo de su pareja, a lo cual ella asiente después se da cuenta que
no era su hermano gemelo sino que se trataba de la misma pareja de Pamela, ella accede a
mantener las relaciones sexuales a cambio de dinero, refiere que se juntó en varias ocasiones
con el imputado y todas fueron coordinadas por Pamela Ampuero, que era ésta quien le
avisaba dónde y cuándo, y la trasladaba en un taxi, porque en ese tiempo no tenía vehículo, y
se juntaban en un cierto punto, donde ella posteriormente era trasladada por el imputado a
moteles donde se concretaban las relaciones sexuales.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que cursó una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias entrevisto a Lorenza, una de las víctimas, quien les refirió haber
tenido relaciones sexuales con el imputado, y que realizó tríos, con el imputado y Pamela
Ampuero, en un motel de Casablanca y en el domicilio imputada.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y en virtud de la cual se logró
contactar a una de las víctimas de nombre Lorenza, la que al entrevistarla les señaló que
cuando tenía aproximadamente 16 años, Pamela le ofreció directamente que había un
hermano de su pareja que pagaba por tener relaciones sexuales con ella. Le dijo aceptó
porque necesitaba el dinero, Pamela se coordinó para trasladarla hasta la salida de Curacaví
donde es recogida por el imputado y trasladada hasta un motel de Casablanca donde tuvo
relaciones sexuales con el imputado, refiere, además, que una vez se junto con Pamela y el
imputado, y los tres tuvieron relaciones sexuales.
Se refrenda el aserto, además, con la declaración de la perito Macarena Francisca
Pérez Zavala, quien, previamente juramentada, refiere en primer término la metodología
utilizada para realizar su peritaje, indica que se realizó dos entrevistas a la periciada, una
entrevista sicológica, a objeto de detectar presencia de trastornos, y la otra para el análisis de
credibilidad del relato. Explica que en la metodología utilizada se trabaja con dupla, la que se
ubica tras un espejo unidireccional, y que supervisa y guía la evaluación, y agrega que
participa un tercer sicólogo que controla todo el proceso.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Respecto de los antecedentes que aporta la periciada señala que ésta le informó que
se crío con madre y padrastro, que después de eso se fue a vivir con su abuelo, y que después
volvió a vivir con la madre. Explica que entorno vital de la periciada se caracteriza por falta
de figuras afectivas, precisando que la periciada se percibe como muy pobre en recursos
económicos, que describe en su entorno la existencia violencia intrafamiliar, la que padece
su madre de parte del padrastro. Señala que también se detecta una temprana parentalización
de la periciada, ya que debió hacerse cargo de su hermana pequeña. Concluye que la periciada
presenta carencias afectivas y vulnerabilidad previa, violencia intrafamiliar, parentalización
temprana, carencias afectivas y carencia económicas.
Explica que también se le aplicó test proyectivos a la periciada, entre ellos el test de
Rorschard, mediante el cual se estableció que la peritada presenta un desarrollo intelectual
similar a su grupo etario, que sus relaciones interpersonales presentan gran interés en crear
relaciones con otras personas y eso la lleva a desertar del sistema escolar, ya que prefería estar
con amistades, quienes suplían su carencias afectivas. Refiere que en esta dinámica abandona
su hogar para irse a vivir a la casa de la imputada y explica que se hizo un análisis discursivo
del relato, en que se le refiere un hecho de comercio sexual con una persona que identifica
como Ricardo, coordinado por una persona de nombre Pamela.
La perito continua su declaración señalando que el relato es fluido y abierto, esto es,
que se enriquece en la medida que avanza la evaluación a través de las preguntas que se le
hacen, lo que es un indicador de credibilidad y respecto de la ubicación temporal, que la
peritada fija la ocurrencia de los sucesos antes del 18 de septiembre de 2005, cuando tenía 16
años, indicando que lo precisa de esa forma porque recuerda que Pamela le ofreció el
intercambio sexual por dinero para que se comprara ropa para la celebración del 18, por eso
ubica la época señalando además que tenía 16 o 17 cuando se fue de la casa, y estos hechos
ocurrieron ese año, agregando que cuando se le ofreció trabajar en la casa de Pamela
continuaron estos hechos.
Por su parte respecto de la ubicación espacial de donde ocurrieren estos hechos, le
fue informado que ocurrieron en un motel de Casablanca, Valparaíso, y en la casa de Pamela
y respecto de la identificación de los agresores señala a Pamela como la persona que
organizaba esto y con quien habría participado en tríos sexuales un par de veces, y a Ricardo
como el hombre con quien mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero.
Refiere que la periciada le explicó cómo se iniciaron estos hechos, indicándole que
era amiga de Elena, hermana de Pamela a quien conoció en el Colegio, en ese contexto tuvo
un primer contacto con Pamela, y después comenzó a frecuentar su casa y se le hizo la
propuesta de comercio sexual. Le fue referido por ella que Elena manejaba bastante dinero y
184
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

tarjetas de celular, ella le dijo que mantenía relaciones sexuales con el cuñado de Pamela y
que éste le entregaba dinero por ello, mencionando que la peritada le señaló que después de
ocurrido el encuentro sexual, la imputada le ofreció que trabajara en su casa, lo que fue
aceptado por ella, dejando el hogar paterno. Explica la perito que esto se da en el contexto de
las carencias ya señaladas.
Refiere que l modus operandi de los acusados, era trasladar a la peritada en radio
taxi hasta la salida de Curacaví, y ahí se reunía con el imputado quien la trasladaba hasta un
motel.
La perito explica que la peritada tuvo una confusión con la identidad del acusado ya
que una de las estrategias desplegadas por los imputados era inventar que el imputado era un
hermano gemelo de la pareja de Pamela, explica que después se enteró que eran la misma
persona, y después estableció que, además, era un sacerdote. Agrega exponiendo el relato
que, descubierto esto, la peritada dejó de trabajar con la imputada ya que, dada su formación
religiosa, esto le pareció más reprochable, y también porque se sintió traicionada por Pamela,
acotando la perito que la evaluada le mencionó que Pamela le dijo que le mintiera al
imputado sobre su edad, que le dijera que tenía 18 años, pero la conversación de la edad no
se dio con el imputado.
Explicando las acciones sexuales que le refirió la peritada, señala que eran
penetraciones vaginales y tocaciones. También refiere una oportunidad en que hubo sólo
tocaciones y en que la idea era hacer un trío con Pamela y su pareja, y fueran ellos los que
tuvieran sexo, sin embargo, continúa, eso no se concretó por pudor del imputado, agregando
que la peritada le refirió que acudió a un motel donde también formó un trío con Pamela y
su pareja, oportunidad en Pamela sólo los observó mientras tenían sexo.
Señala que la peritada le refirió que el imputado le pagaba entre $30.000 y $40.000
pesos, y que uno de los encuentros en que participó Pamela le pagaron 80 mil pesos, fue
mejor remunerado.
La perito explica que con respecto al daño asociado a estos suceso, la peritada
menciona sentimientos de culpa; quiebre en su continúo vital ya que la peritada refiere sólo
haber tenido una pareja, con quien tuvo relaciones sexuales con anterioridad. Precisa que hay
un quiebre en su continúo vital, ya que este episodio es disruptivo respecto de la vida que
llevaba antes y la que lleva actualmente, en que es dueña de casa y madre de familia. Agrega
que la peritada tiene, además, un problema de estigmatización y que no develó estos hechos,
justamente por su temor de ser juzgada por su familia, y por temor de que su pareja, -quien
no está enterado de estos hechos- lo quitara a su hijo. Se refiere también un daño en la

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

percepción de sí misma, de la peritada, y un sentimiento de traición respecto de la imputada a


quien la peritada consideraba su amiga.
La perito señala que el relato tiene elementos de credibilidad, tales como una
estructura lógica, consistencia y coherencia con detalles de la carpeta investigativa, además
de los analógicos y gestuales con que acompañan su narración, revelando detalles de la
experiencia vivida que son propio de este delito y concluye como daño asociado los
sentimientos de culpa el quiebre continúo vital y una afectación en el desarrollo sicosexual.
Respecto de la diferencia de la metodología empleada Cavas Inescrim respecto de
otras metodologías, la perito expresa que la metodología CVCA se ocupa en varios países
para evaluar credibilidad, y que el SCA es el método de validar esas conclusiones. Explica que
Cavas Inescrim tiene la misma base teórica que esa metodología, pero se diferencia en que es
un método elaborado con víctimas a nivel nacional, analizando la experiencia de más de 10
mil víctimas chilenas. Refiere como diferencia que el CVCA se malinterpretó, puesto que
nunca fijó un criterio cuantitativo de evaluación, aún cuando se otorgaba puntaje por
criterios ausentes o presentes, sin embargo la validez de sus conclusiones dependían de la
experticia del evaluador. Precisa que la metodología que ella empleó es cualitativa, que los
criterios usados son más generales y podrían estar presentes en cualquier agresión de tipo
sexual. Agrega que este método usa hipótesis elaboradas a partir de los antecedentes de la
investigación y de la fenomenología de las agresiones sexuales. Indica que el CVCA tiene 19
criterios, el método aplicado por cavas tiene 17 pero es una lógica cualitativa no cuantitativa,
hay una interpretación del contexto, por lo que el CVCA no permitía realizar peritaje a niños
pequeños.
En este caso se encontró criterio de estructura lógica, consistencia, coherencia,
permanencia en el tiempo, el modo discursivo, relato episódico, relato abierto y fluido,
contiene ubicación temporal, ubicación espacial, descripción del espacio físico. Descripción
agresor descripción de contexto relacional, descripción conducta sexuales, referencia
idiosincrática, presunto engaño de imputados por el sacerdote, en que imputado cambia
actuación, y elementos analógicos y gestuales que acompañan relato, refiere que el relato era
consistente con antecedente de la carpeta investigativa.
Desde el punto de vista subjetivo, se descartó hipótesis de elemento ganancial, dado
que la imputada no realiza denuncia, es realizada tiempo después de que ocurrieran los
hechos denunciados, por otro lado refiere gran temor de que su familia o pareja se entere de
esto, teme que le quiten a su hijo, en ese sentido no surgen elementos gananciales, agregando
la perito descarta inducción por parte de terceros, y descarta la presencia de una
sicopatología.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Refiere que revisó la carpeta investigativa, y no encontró elementos dicotómicos


con las versiones aportadas. Los detalles que recuerda son consistente como los de los
hermanos gemelos, que las versiones de los imputados no la mencionan, imputado dice no
saber que era menor de edad, y la imputada refiere que su pareja mantuvo relación paralela
clandestina con joven que trabajo en su casa. Señala que la periciada inició actividad sexual a
los 15 años, y precisa que una persona que inició su vida sexual si es víctima de este tipo de
delitos puede tener una afectación de su desarrollo sicosexual. Agrega que es apropiado el
inició de actividad sexual en la adolescencia pero si eso se da en el contexto de los primeros
encuentros amorosos, precisando que el delito de explotación sexual tiene características de
vulnerabilidad previa que le son más propios.
Periciada es capaz de recordar con mayor vivencia el trío que realizó por que difiere
de los otros encuentros. Estaba en motel, y Pamela miraba mientras ellos tenían relaciones
sexuales, las que duraron más que las otras. Agrega que Pamela le dijo respecto del trío
realizado en su casa que como ella no tenía relaciones sexuales con su pareja quería tener
relaciones sexuales con su cuñado, y le indica que al final sólo hubo tocaciones.
Reitera que la peritada le indicó que la actividad se inició en el año 2005, y que los
encuentros se extendieron por siete meses, tres veces al mes. Dice que se fue por una traición
de Pamela, y porque no le pagaban su sueldo, agregando que al tiempo después, a los 18
años, conoce a su pareja, queda embarazada de su primer hijo, y por necesidad vuelve a
trabajar con la imputada donde trabaja hasta que su cumple 4 meses de edad.
La perito continua su exposición indicando que la pericia se realizó en junio del año
pasado y que la periciada no identifica factores protectores, que en la relación con Pamela
Ampuero la identifica como una amiga, y es una figura significativa. Le indicó que conoció a
Pamela Ampuero de la época en que estaba en el Colegio.
Luego al ser contra examinada, la perito señala que trabaja en el CAVAS, y que en
junio próximo cumple 2 años en la institución; que ha realizado 3 peritajes por mes; y que
trabajó en un DAM realizando peritajes a menores de edad, víctimas de delito sexuales, que
no maneja una cifra acerca de en cuantos casos ha arribado a una conclusión de credibilidad,
pero indica que hay cifras estándar para estos casos.
Responde que tiene importancia que la periciada tenga 22 años a la fecha de la
pericia, puede pesquisar como han ido evolucionando las consecuencias del delito y agrega
que el hecho de que la periciada tuviera 22 años, que tuviera una pareja y dos hijos, no afecta
la conclusión de daño en su desarrollo sicosexual, ya que lo lleva en su fuero interno, hay un
quiebre por una situación que no era acorde a su etapa.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Puntualiza que el juicio de realidad está conservado; respecto de la ubicación


temporal de los hechos, indica que se ubica por evento más que por años.
Responde que el imputado no le preguntó por edad, pero la imputada le había
señalado que si le preguntaba le dijera que tenía 18 años de edad.
Refiere que los antecedentes que se le otorgan dicen relación con la carpeta
investigativa, la que fue recopilada por el Ministerio Público, y en la que cuentan con
declaraciones de todos los intervinientes, por ello, señala, no habría sesgo en la misma y que
no tuvo a la vista peritaje privados de la defensa.
Responde que la diferencia de edad de la peritada con la pareja con que inicia
actividad sexual es mínima, agregando que la periciada tiene dos hijos, y que estos son de
distinto padre, reiterando que al momento de la pericia Lorenza tenía 22 años con dos meses,
y vivía en estado actual de convivencia.
Refiere la edad hijos de la peritada, tres años y un año, mencionando que la peritada
tuvo dos parejas después de estos hechos, precisando que la evaluada no tuvo una iniciación
sexual precoz, se espera que sea dentro de ese rango de edad, agregando que precoz es un
juicio de valor.
Continua la perito su declaración, indicando que fija el inició de estos hechos en
septiembre de 2005, la periciada señala que tenía 16 o 17 años y calculando la edad tendría 17
años y 4 o 5 meses.
En cuanto a la vulnerabilidad previa, refiere que los factores que inciden son
parentalización temprana, violencia intrafamiliar, escases de figuras afectivas, y búsqueda de
afecto al exterior de la familia, sentimiento de pobreza económica, percepción de entrega
monetaria como afectiva, destacando que la menor refiere que en su infancia mientras vivió
con su padre no hubo violencia intrafamiliar, y que en la convivencia con su padrastro se
iniciaron los episodios de violencia que le tocó vivir, precisando que la peritada señala que su
padrastro golpeaba a su madre, y que eso la impactó mucho.
Señaló que la hermana menor de la peritada fue internada, ya que había sospechas
de una agresión sexual por parte de su padrastro, esto tras una visita de la asistente social.
Refiere que la periciada tiene la percepción de que se llevaron a su hermana porque eran
pobres.
Agrega que la periciada se siente bastante empobrecida en relación al medio que la
rodea, indica como factor de porque le quitaron a su hermana a los papás, que es por la
pobreza, porque no podían mantenerla adecuadamente.
La perito prosigue su relato refiriendo que el inicio de la vida sexual no tiene
relación con la madurez emocional de la persona, que el desarrollo sicosexual tiene relación
188
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

con el desarrollo intelectual y con la sociedad en que el individuo se desenvuelve, es una


cuestión cultural también. La calificación de adolescencia es una etapa evolutiva posterior y
que la peritada, con 22 años de edad, ya no era una adolecente al momento de realizar el
peritaje.

Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la víctima


Lorenza de L. V.M., en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 11 de abril de
1988. De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del
perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditado el siguiente hecho: Desde julio
de 2005 la victima de iniciales Lorenza de la L.V.M nacida el día 11 abril del año 1988, a la sazón de
17 años de edad trabajó, como empleada domestica en el domicilio de PAMELA ALEJANDRA
AMPUERO ESCOBAR, ubicado en Calle El Parrón Villa Padre Hurtado Nº 420, comuna de
Curacaví,, en esa calidad AMPUERO ESCOBAR contactó y coordinó, encuentros para concretar
relaciones sexuales entre el acusado RICARDO ALBERTO MUÑOZ QUINTEROS y la menor L.
de la L.V.M., pagándose a ésta, cantidades que fluctuaban entre los $20.000 y $30.000 pesos.
Existiendo así, con los medios de prueba rendidos, convicción acerca de la existencia del
contenido fáctico de la acusación.
En efecto el relato de la víctima Lorenza de la L.V.M impresiona como veraz, está
dotado de consistencia y coherencia, dando razón de sus dichos, y provee una narración
circunstanciada, no apreciándose discordancias importantes, y conforme al cual puede
afirmarse categóricamente que desde el mes de julio del años del año 2005, y aún siendo
menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero, lo cual le
fue propuesto y concertado por Pamela Ampuero. Al respecto cabe tener presente que la
atestada logra fijar con precisión la época en que ocurrió este hecho a través de hitos de su
vida, señalando que sabe que fue antes del 18 de septiembre de ese año, porque la tentaron
indicándole que podría comprarse ropa para el celebrar esa fiesta, por otro lado fija su edad al
momento de ocurrir los hechos, recordando que estos hechos ocurrieron el mismo año que
se fue de su casa indicando la edad que tenía en esa época.
A su vez tal testimonio es consistente y concordante con los dichos de las
funcionarias policiales Evelyn Díaz, Cheseline Ajraz y Lorena Alvarado, relatos que dan
razones del mismo y suficientes circunstancias, en cuanto indican lo que les fue narrado por
Lorenza y que coincide con lo que expuso en esta audiencia; a su vez se corresponde con el
relato aportado por Pamela Ampuero Escobar, cuya declaración se corresponde con el de la
víctima en cuanto refiere que ella contactó a Lorenza con el imputado y que sabía que era
menor de edad, y que el imputado también lo sabía; que fue ella quien llevó a la víctima a

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

juntarse con el imputado; y afirma que Lorenza tenía 17 años cuando ocurrieron estos
hechos, al igual que en la valoración de la prueba realizada para el hecho 1 de la acusación, tal
testimonio impresiona como absolutamente veraz de momento en que, por el mismo, la
imputada está reconociendo participación en otro delito de la acusación, formulado en su
contra, razón por la cual, declarar en tal sentido no le reporta ninguna ventaja, y por el
contrario compromete su situación procesal. Cabe agregar a este respecto que no aparece
especialmente discordante lo señalado por la perito en cuanto Lorenza le refirió que Pamela
dijo que mintiera sobre su edad al imputado, por cuanto la misma le refirió que este no se la
preguntó, y porque los encuentros se extendieron a más de una vez en que el imputado se
pudo haber impuesto por la propia Pamela Ampuero de la edad de la Lorenza.
Por su parte la declaración de la perito Macarena Pérez Zavala, la cual se encuentra
suficiente avalada en su experticia, descrita por sus antecedentes profesionales, la que dio
cuenta de una adecuada metodología, la cual refrenda en sus conclusiones que el relato de
Lorenza es creíble, cuanto hay un daño asociado, vinculado al quiebre en su continúo vital
que formula la propia víctima referente a las experiencia vividas. Por lo que, no existiendo
divergencias palpables entre sus conclusiones y las que el tribunal ha determinado mediante
la ponderación de la prueba rendida, habiendo ella además realizado, conforme a las reglas de
su ciencia, la correspondiente evaluación y descarte de ganancia secundaria en la develación
de la víctima, el Tribunal considera tales conclusiones como un elemento más que permite
dar sustento al relato de los hechos realizado por la víctima.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite, en concordancia con
su relato y las aseveraciones de la imputada, fijar un límite temporal dentro del cual estos
hechos ocurrieron mientras la imputada era menor de edad, esto es durante el año 2005.
De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.
QUINCUAGESIMO TERCERO: Acreditación del hecho 7 de la acusación. Que estos
hechos fueron debidamente acreditados con los dichos de la funcionaria policial Cheseline
Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere haber diligenciado la orden de investigar que remitió
la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, en virtud de la cual entrevistó a la
hermana de Jessica, de nombre Daniela, de 12 años, la cual concurría mucho a casa de
Pamela Ampuero, por lo tanto tenían ciertas sospechas que pudiese ser una posible víctima,
la entrevistaron, ella era un tanto reticente al tema, no obstante después señaló que
efectivamente concurría seguido a casa de Pamela porque ella tenía una relación de amistad
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

con Kathy, hija mayor de Pamela, y que generalmente se iba todos los fines de semana para
allá quedándose desde el día viernes hasta el día domingo en casa de Pamela, que ahí había
aprendido a fumar, que bebían cerveza, que ella en esa casa se sentía como libre, y al
consultarle sobre las proposiciones que habían establecido que Pamela hacía para que
tuvieran relaciones con su pareja, ella refiere que no, pero en una segunda entrevista dice que
Pamela se había portado mal con ella, al indagar un poco más Daniela finalmente termina
contando que había sido abusada sexualmente por Pamela, que cuando se quedaba en esta
casa a veces se bañaban en una piscina que tenían en el patio, en donde Pamela le decía que
se bañara desnuda junto con su hija menor María Jesús, y que ahí le había sacado fotografías
desnudas por las cuales le ofrecía $5.000, que también Pamela la hacía dormir con ella, que la
hacía dormir desnuda, que Pamela también se acostaba desnuda, en donde procedía a
efectuarle tocaciones en sus genitales y senos, además, la niña dice que no la besaba en la
boca pero le daba “piquitos”, la niña dice que tenían relaciones sexuales entre ellas. Refiere
que la chica estaba muy afectada ante esta situación ella manifiesta que le tenía mucho cariño
a Pamela pero le incomodaba la situación que la hiciera dormir con ella, Daniela se mostró
siempre muy afectada al develar esta situación.
En el mismo sentido se afirma el aserto por la declaración de la funcionaria policial
Evelyn Marisel Díaz Soto, quien refiere en su declaración, que cursó una orden de
investigar remitida por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009, y que en
virtud de esas diligencias entrevistó a la hermana de Jessica, de nombre Daniela, la que nació
el año 1997. Ella les señaló que cuando tenía siete u ocho años llegó a casa de Pamela
Ampuero, ya que era amiga de Katherine, hija de Pamela, quien tendría problemas
siquiátricos, y por eso la cuidaba. Les indicó que tenía una buena relación con Pamela y que
le llamaba la atención que les sacaba fotos desnudas a mujeres mayores y menores y se las
mandaban al imputado. Agregó que también le tomó fotos a ella, en la piscina, desnuda, y
también le tomó otras en su dormitorio. Luego les refirió que fue abusada por Pamela
Ampuero quien la llevó a su pieza donde le tocó los genitales y le dio besos en la boca.
Precisa que en otra entrevista les señaló además que Pamela con los dedos le tocaba la vagina
y hacía que la menor también la tocara y le besara los pechos. Señala que Cuando entrevistó a
la menor, ésta tenía 12 años, y que al principio fue reticente, no quería hablar, tenía mucha
vergüenza, les precisó que cuando ocurrieron estos hechos tenía 8 o 9 años, y que llegó a la
casa de Pamela Ampuero por la relación de amistad entre la imputada y la madre de la niña,
además de la relación de amistad de ella con Katy.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Explica que Daniela, se quedaba a dormir en casa de Pamela Ampuero porque era
amiga de Katherine, la hija mayor de Pamela, y agrega que a su madre no le hacía caso, se
escapaba a la casa de Pamela donde podía consumir cigarrillos y alcohol.
Dice que fue complicado llegar ella, ya que tenía vergüenza y se sentía complicada,
sobre todo porque como habían ocurrido los hechos.
Describe a Daniela como una joven de mediana estatura, gordita, de poca
personalidad, que mostró mucha vergüenza al contar estos hechos, y que se puso llorar al
contar toda su historia, recalcando que mientras los hizo miraba siempre al suelo. Señala que
la menor les dijo que no estaba dispuesta a declarar nuevamente, y que se notaba que no iba
poder pasar por eso en otra oportunidad.
Refiere por último que Daniela no narró cuantas veces le ocurrió esto, pero dice
que fue desde que tenía 8 años de edad. También les dijo que ella no quería dormir con
Pamela por que la hacía dormir desnuda, la abusaba y eso la incomodaba.
El mismo objetivo cumple la declaración de la funcionaria policial Lorena Ivonne
Alvarado Ovando, quien también refiere haber diligenciado una orden de investigar remitida
por la fiscalía local de Curacaví, el 15 de septiembre de 2009 y que en virtud de esas
diligencias entrevistó a la hermana de Jessica, de nombre Daniela, nacida el año 1997, y que
se pudo constatar que esa niña estaba muy afectada. Les refirió que le dijo que quería a la hija
de la tía Pamela, refiere que le enseñaron a fumar en esa casa, y que le gustaba ir a la casa, ya
que en el patio había una piscina y se sacaba la ropa para bañarse. Les dijo que en mientras se
bañaba en la piscina estaba Ricardo Muñoz y que le ofrecieron plata por sacarse la ropa. Les
señaló que su tía Pamela no se portó muy bien con ella, ya que le pidió que se acostaran
desnudas, y que después comenzó a concretar abusos sexuales, tocando sus pechos, su
vagina, y sus nalgas, dándole besos en la boca.
Refiere además que estaba muy afectada, lloraba mucho cuando se le tomó la
declaración, no podía contar lo que le pasó porque le daba vergüenza, esto por haber sido
agredida por una mujer, ella se sentía culpable por esto. También le afectaba que su madre
fuera amiga de Pamela.
Se refrenda así también el aserto con la declaración de la perito Lina Verónica
Rottmann Chávez, quien, previamente juramentada, expuso que realizó un informe pericial
a la niña Daniela Andrea González Carrera, a petición de la fiscalía de Curacaví por el delito
de promover o facilitar la prostitución de menores y abuso sexual. Indica que Daniela a la
fecha de la evaluación -4 de febrero de 2010- tenía 12 años. En cuanto a la metodología
utilizada, se efectúa una entrevista semi estructurada, una entrevista a la madre de la menor,
la revisión de criterios de validez y de contenido, y la revisión de la carpeta investigativa que
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

le fue remitida, esto es, el parte policial, las dos declaraciones de la menor, declaraciones de
víctima y el informe forense del Servicio Médico Legal. En cuanto a los antecedentes
relevantes de la menor, es la segunda hija matrimonial de un matrimonio disuelto, viviría con
su madre, el conviviente de ésta, su hermana mayor, otra hermana menor, y una sobrina hija
de su hermana mayor de nombre Jessica. Luego informó que ha tenido dos repitencias de
quinto básico, además describe un patrón de maltrato físico hacia su persona y un importante
abandono emocional hacia ella por parte de los padres. En cuanto a los antecedentes
relevantes a la causa, la niña refiere que los hechos investigados surgen a raíz de una relación
de amistad con una menor de nombre Katherine, comenzando a concurrir regularmente al
domicilio de esta niña, donde residiría, además, su madre Pamela Ampuero, el conviviente de
ésta que se llamaba Ricardo Muñoz y dos hijos de la relación a los que se refería como
“Lucianito y Marita”.
En cuanto a la conducta que presentó la niña, fue un intenso rechazo a la
evaluación, señaló no querer referirse a los hechos investigados, mantuvo una conducta
bastante distante, con escaso contacto ocular, fue una evaluación compleja, la niña
físicamente presentaba sobrepeso, con una apariencia descuidada, un lenguaje con jerga
callejera, con dificultades en la pronunciación y en la expresión de sus ideas, lo que da cuenta
de una mala estimulación en general y mal rendimiento intelectual por de privación y no por
falla neurológica. En cuanto a los resultados, en el diagnóstico establece que la menor
presenta un trastorno mixto de la conducta y de las emociones, lo que resulta de una
combinación de una conducta agresiva, asocial, desafiante, y de la presencia de intensos
sentimientos de ansiedad y depresión, al momento de la evaluación la niña presentaba
autoagresiones, se cortaba los ante brazos, ideación suicida, ideas de muerte permanente,
mucha labilidad emocional, un sentimiento importante de abandono parental y de soledad,
vincula este cuadro a la evidencia reiterada de victimización física, sexual y psicológica tanto
por la crianza y por los hechos que ella devela, siendo esto una doble vulneración en que la
niña por una parte aparece muy demandante de afecto y por otra no es adecuadamente
protegida, por lo tanto puede ser un blanco de abuso con mucha facilidad, concluye que este
cuadro dado su cronicidad se consigna de una perdurabilidad en el tiempo en la niña, esto es,
que pudiera tener consecuencias permanentes en su funcionamiento psicológico, en su
estructura de personalidad. En lo referente al relato, respecto a los criterios de contenido la niña
presenta un relato coherente, además de criterios específicos en relación a la descripción del
contexto, la niña describe que los hechos ocurrieron en una convivencia habitual con la
imputada, dice que ella conoció a la niña de nombre Katherine que su madre –la imputada en
este caso- de nombre Pamela, y ella en una convivencia regular con esa familia a partir de los
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

7 años se quedaba regularmente fines de semana o semanas en la casa de esta persona y que a
partir de los 10 años la madre de su amiga Katherine, a quien se refería como “la Pamela” le
tocaba sus pechos, su vagina, sus nalgas, le daba besos en la boca, esto estando acostada en la
cama con ella, y que esto se suscitó entre los 10 años hasta noviembre de 2009 donde la madre le
señala que no puede ir más a esta casa. La niña describe este contexto regular de
interacciones que es habitual, además, entrega detalles de las interacciones con esta mujer,
ella dice: “ella me decía venga mi chiquitita a acostarse conmigo”, dando cuenta también de
la percepción de los estados internos de esta persona, que si en general ella no accedía a ir a
acostarse con esta persona, por ejemplo si la llamaba su amiga “ven a mi pieza” y si la
llamaba “la Pamela” y ella no iba “la Pamela” se enojaba con ella. Como contenidos
peculiares que presenta el relato de esta menor, aparecen elementos inusuales, esto es la
suministración de fármacos hipnóticos, ella refería que “la Pamela” le administraba los
medicamentos que le daban a su amiga, que aquello era algo habitual durante la noche, la
hacía dormir con ella y le administraba estos fármacos, además, entrega detalles superfluos
como el tipo de ropa que usaba “la Pamela para dormir”, y además asociaciones externas que
en este caso son muy relevantes, esto es que en esta casa regularmente había muchos bienes
materiales dando vuelta, alcohol, regalos, cigarros, que por ejemplo “la Pamela” la invitaba en
auto a comprar cerveza, incluso especifica cuál era la marca de cerveza que regularmente “la
Pamela” le daba, dando cuenta de un ambiente que para ella en su condición socioeconómica
era muy llamativo. En lo referente a los detalles específicos de la ofensa, la niña da cuenta de
algo que se describe regularmente en las agresiones sexuales extra familiares realizadas por conocidos, esto
es, según lo describe la literatura, donde el abusador escoge una víctima en una situación de
carencia socioeconómica evidente y le entrega una relación que tiene muy pocas
frustraciones, y manipula de este modo a la víctima proporcionándole el afecto que esa
víctima necesita y las condiciones materiales que es evidente que también necesita. En lo
referido a los criterios de validez, la niña presentó un lenguaje adecuado para su edad y nivel
de desarrollo, presentando un afecto considerablemente alterado en relación a la ansiedad y la
vergüenza, esto en consideración a que la niña refirió actos de connotación sexual realizados
por otra mujer, en ese caso la niña presentaba mucha interferencia emocional al referirse a
esto, dado que además la vio muy contingentemente a la develación de los hechos, ella los
develó un día 15 de enero y por su parte la vio el 4 de febrero, por tanto había muchas cosas
que al momento que la entrevistó se imagina que la menor no había elaborado bien, entonces
el decirlo le generaba intensa ansiedad. Añade que la menor no aparece con índices de ser
sugestionable, ella escasamente miraba, no respondía preguntas, hablaba de lo que ella quería
hablar; con respecto a antecedentes que pudieran pensar de una motivación para informar en
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

falso, en este caso se hace muy relevante que la judicialización no es realizada por la menor
sino que es dentro de un hallazgo fortuito de funcionarias de PDI, que interrogándola acerca
de otros hechos delictuales ella devela los hechos en contra de la imputada. Finalmente la
menor resulta muy consistente con respecto a la declaración de su hermana Jessica, en cuanto
a que pasaban largos periodos en casa de la imputada, lo mismo que fue referido por la
madre, y además ella entrega información sobre otras menores involucradas en la que señala
a Linda como una menor que iba a la casa y tenía relaciones sexuales a cambio de dinero con
la pareja de la señora Ampuero.
En cuanto a las conclusiones, la menor presenta un trastorno mixto de las emociones
y de la conducta, lo que da resultado una combinación de una conducta asocial, agresiva y
desafiante, y la presencia de intensos sentimientos de ansiedad, depresión, secundarios a una
vivencia reiterada de victimización sexual, física y psicológica. Asimismo, de acuerdo a los
criterios de contenido y validez, la niña presenta un relato altamente creíble, además, presenta
daño asociado, este daño tiene que ver en primer lugar con una vivencia corporal constante
de malestar porque ella se sentía permanentemente angustiada, con sentimientos de
repugnancia respecto de los hechos que vivió, en segundo lugar, consecuencia psicológica, lo
más grave que padece la menor que en esta condición de vulnerabilidad afectiva y social en la
que estaba, la menor considera que los hechos cometidos por la imputada son cometidos por
alguien que hasta ese momento había sido una figura de madre sustituta, ella le tenía mucho
afecto a la imputada, aparecía ella como una figura muy relevante en su vida, por tanto esta
transgresión que realiza introduciéndola a prácticas como el consumo de alcohol, cigarros, y
prácticas sexuales, es para ella una vivencia muy devastadora, al momento de la entrevista ella
sólo quería morirse permanentemente, el otro signo de daño es el rechazo de la menor a
referirse a los hechos, ella en ese momento tenía dos intensos temores que hacían pensar en
una difícil declaración en juicio oral, ya que por una parte no quería referirse a los hechos, ya
que habían sido cometidos por una mujer, por una judicialización, esto es, tener que hablar
en público frente a otras personas, y además mucho temor porque esto se hiciera público y
conocido. Finalmente, señala que la niña debiese tener una atención especializada.
Interrogada por el fiscal informa que la metodología estandarizada que se le solicita
como perito externo, esto es, hacer una entrevista semiestructurada sin preguntas directivas,
a través de un relato libre, utilizando criterios de validez y contenido que son los
estandarizados para nuestro país que son el CBCA y SVA, y con acceso a antecedentes de la
carpeta investigativa. Señala que apreció que la menor presentaba gran parte de los criterios
de contenido requeridos por el CBCA para determinar una condición creíble del relato en un
peritado menor de edad, en este caso apreció aproximadamente 14 criterios de los 19, los
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

otros no estaban. En cuanto al listado de validez son 11 criterios y estaban casi todos, los
criterios varían de acuerdo a la situación, en el caso de ella era la adecuación del afecto, ella
tenía un intenso afecto interviniente de vergüenza y ansiedad con respecto a lo que relataba,
no tenía criterios de sugestión y uno de los más relevante en este caso en particular es la
ausencia de motivación para declarar en falso, la develación de los hechos es fortuita. Indica
que la niña tenía una escasa percepción de considerarse víctima, porque para tener la
concepción de víctima uno debe ser adecuadamente cuidado y tener algo con qué comparar,
pero ella permanentemente ha sido maltratada por tanto no se sentía víctima, no obstante lo
más dañino es que sí tenía mucha culpa porque por una parte ella era una niña que si bien
tenía 12 años, tenía una socialización de adulto, se sentía muy responsable, sobre todo
porque ella decía que hasta el momento no había tenido ningún tipo de actividad sexual con
hombre, ella decía “yo no sé”, ella se auto desaprobaba y le daba culpa decir que ella era
como una mamá, “las mamás duermen con las hijas, las mujeres no le debieran hacer nada a
los niños, por tanto yo no iba a dormir en el suelo, y si ella me invitaba a dormir a su cama yo
iba”, no obstante eso, el haber accedido le generaba culpa.
Cuenta que la niña señaló que eran fármacos de inducción del sueño, hipnóticos, ella
más que tener una alteración de realidad lo que pasaba muchas veces era que recordaba
partes de los hechos porque estaba en un estado de somnolencia, o sea, la percepción no se
altera se disminuye, eso fue a lo que ella aludió a falta de memoria como criterio de
contenido, la menor con mucha vergüenza le señaló el tipo de agresión sexual de la que fue víctima y lo
señaló como algo reiterado, en donde la imputada a la que se refería como “la Pamela” le tocaba los pechos,
ella le dijo “dormíamos como cucharita, me tocaba los pechos, la vagina, las nalgas, me daba besos en la
boca”, y a veces estando ella también con administración de fármacos le pedía que ella le
tocara el cuerpo de “la Pamela”, en cuanto a criterios de contenido ella da referencia directa
de haberlo vivido corporalmente. De acuerdo a su experiencia es inusual el conocimiento
sexual en menores de edad, y lo más inusual es que ella devela victimización sexual por parte
de una mujer, lo que dentro de la literatura especializada es muy poco habitual, es decir, el
94% de las agresiones sexuales son cometidas por hombre y aproximadamente el 6% por
mujeres a niños y niñas, por tanto que ella devele este conocimiento y hecho por una mujer
es muy poco habitual.
Dice que cuando hablaba con la menor, ella oscilaba entre taparse la cara, no querer
responder y llorar, esto es que su respuesta emocional no era estable sino que variaba. En
cuanto a la hostilidad, ella no quería responder, contestaba con monosílabos inicialmente,
teniendo un fuerte rechazo a la entrevista tapándose la cara mirando para otro lado, esa fue

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

inicialmente su reacción la que fue luego cambiando a mucha angustia y sí pudo verbalizar
los hechos que se estaban investigando.
Ilustra que la retractación es cuando inicialmente una víctima señalando un relato de
agresión o victimización sexual posteriormente se desdice de sus dichos señalando que no
fue así, la literatura especializada señala que la retractación es muy habitual en niños
pequeños, menores de 10 u 11 años, y que se da en un fenómeno cuando principalmente el
abuso es intrafamiliar en tanto el niño es conminado por una lealtad familiar a desdecirse de
los dichos. Hay un número menor que trata de retractación por un fin pecuniario, con dinero
de por medio, en lo personal lo ha visto cuando son víctimas de agresores del mismo sexo,
en que no es que se retracten sino que evitan la declaración porque evitar decirlo es una
forma de hacer como que nunca existió.
Adiciona que la niña no quería declarar en juicio, ella tenía una clara evidencia de lo
ilícito de los hechos y en su fuero interno deseaba mucho que existiera justicia con respecto
de lo vivido, no obstante, y en consideración a que el lugar donde reside es una localidad
pequeña, ella había visto las noticias por televisión, tenía mucho temor que se supiera lo que
a ella le había sucedido, lo que puede hacer que finalmente ella se niegue hablar en juicio.
Detalló en los signos de daño, que efectivamente lo más pernicioso en esta niña era la
transgresión de un vínculo inicialmente sentido como materno, dentro de las figuras
significativas que ella nombró a sus 12 años estaba su madre biológica, su padre a quien veía
ocasionalmente y Pamela Ampuero, esta última era una figura cercana que inicialmente fue
cariñosa, que se preocupaba de su apariencia física, era una relación con alguien que
generalmente no le negaba nada.
Indica que en el punto respecto a la motivación para declarar en falso, aquí es por el
contrario, en el caso de esta niña hacer el develamiento tiene muchas consecuencias negativas
para ella, porque devela que el agresor sexual es una mujer y eso probablemente va a tener
muchas repercusiones, tal vez la única instancia que pudiera ella percibir como cierta
ganancia es el alivio que le generó, ella dijo “después de hablarle a las Carabineras yo me sentí
muy bien, como liberándome de algo”.
En cuanto al daño la menor presenta un daño en su concepción corporal, un daño
con consecuencias psicológicas importantes, es decir, esta transgresión del vínculo materno a
ella la deja devastada, ella no cuenta con nadie, no existe ningún adulto como una figura
razonablemente buena, por tanto ella permanentemente quiere morirse, y luego está el
intenso problema que le genera hablar respecto de eso, que sea citada a declarar y que este
caso se haga público, los daños que ella presenta en general se pudiera suponerlos como
extensos y profundos.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Afirma que la niña refirió que inició visitas en esta casa a los 7 años, pero las agresiones
comenzaron a los 10 años y que habrían durado hasta antes de cumplir los 12 años, por su parte la evaluó
cuando tenía 12 años.
Interrogada por el querellante indica que la niña identificó que quien le daba las
sustancias –alcohol y medicamentos- era Pamela Ampuero. En el diagnostico de la niña
señaló que dada la cronicidad y la profundidad del cuadro observado que estas repercusiones
iban a ser de por vida, una alteración perdurable en el funcionamiento de su personalidad.
Indica que el ser víctima de agresiones sexuales aumenta la posibilidad de seguir siendo
víctima de relaciones sexuales abusivas. Señala que en este caso el padre era una figura que
existía pero muy intermitentemente, la madre aparecía como una figura que proporcionaba
maltrato físico a la menor en un ambiente muy hostil, de hecho el día que la evaluó ella le
dijo que hubo una discusión en su casa donde la madre le decía a su hermana Jessica “y vo
maraca que te metiste con el cura”, ese era el contexto habitual que ella escuchaba en su
domicilio. Pamela utilizó ese espacio de ser una figura inicialmente protectora, y por su
necesidad afectiva es donde la niña se vincula, no obstante es una seudo figura protectora
porque lo que ella hace es abusar de ese rol de figura protectora.
Contra interrogada por el defensor Libretti indica que la peritada era una niña de 12
años con un trastorno en la conducta y en las emociones, en general para las pruebas
periciales no se sugiere utilizar pruebas proyectivas ya que el criterio de llegar a los resultados
tiene un criterio subjetivo muy alto, las pruebas proyectivas se sugieren para otro tipo de
evaluaciones.
Señala que de acuerdo a las indicaciones de la Fiscalía Nacional solamente están
estandarizados en Chile para menores de 18 años el CBCA y SVA, y son los que se sugieren
desde la Fiscalía Nacional para ser utilizados en las pericias de credibilidad en niños. Ilustra
que el Cavas tiene otro formato de evaluación muy útil que se usa más que nada en víctimas
donde no hay un relato fluido. Añade que si bien en este caso la víctima entregó un relato no
lo podríamos decir florido, pero entregó toda la información que tenía que entregar como
para aplicar adecuadamente el CBCA y SVA.
Explica que en Chile está adaptado el CBCA y SVA que en el fondo son
complementarios, a estándares nacionales, esto es, criterios estadísticos que se repiten en una
población, para víctimas de agresiones sexuales menores de 18 años, cada criterio está
redactado de cierta forma y se debe ver si ese criterio es aplicable al estándar nacional o no.
Dice que el rol del perito es más amplio que aplicar un cuestionario o aplicar escalas,
sino sería una práctica muy tecnificada, en su experiencia las escalas son muy útiles a la hora
de ordenar la información y considerar respecto de cuales criterios estadísticamente son más
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

significativos cuando ha habido existencia de delito comprobado, porque cada criterio no


tiene el mismo peso determinadas las circunstancias, no es que una víctima burle el sistema,
realizando una buena aplicación de la escala de valides, parte importante es revisar la
consistencia con las leyes de la naturaleza y la consistencia con las investigaciones.
Explica que de acuerdo a la clasificación internacional de enfermedades en su versión
N° 10, esto es, el manual que se usa en Chile, para referirse en un lenguaje homologable de
patologías, la menor tenía un F.9, es decir, un trastorno mixto de las emociones y de la
conducta, caracterizado por presentar conductas alteradas, agresividad, conductas asociales,
ser desafiante y sentimientos intensos de depresión y angustia. La periciada no tenía una
alteración bipolar del ánimo. Indica que cuando dice mixto porque es de la conducta y de las
emociones, no solamente en el ánimo.
Explica que cuando se hace una evaluación primero se conocen antecedentes de la
persona y establece un vínculo adecuado, inicialmente se habla con la víctima de su vida en
general, aspectos escolares, y luego de ello, no obstante la víctima en este caso mantuvo
cierta resistencia, la víctima le preguntó el objetivo de la evaluación, luego de entenderlo le
pidió que le explicara qué fue lo que ella había contado frente a las detectives y lo que ella
hizo fue presentar un relato libre.
Según lo que informó la víctima el hecho se daba una importante cantidad de veces
en esas condiciones, esto es, bajo el suministro de fármacos, la niña se criticaba una falta de
memoria, que eso es un criterio de validez, asumir falta de memoria no es esperable en
relatos no verídicos porque la gente tiende a fabular, el no recordar lo asoció a que estaba la
gesta de fármacos hipnóticos frecuentemente asociados a estos episodios.
Dice que la entrevista fue el 4 de febrero de 2010 y tuvo una duración aproximada de
una hora y media.
A la pregunta aclaratoria del Tribunal señala que perició a la evaluada cuando tenía 12
años de edad, los últimos hechos habrían ocurrido en noviembre de 2009, el primero de los
hechos ella lo sitúa aproximadamente a los 10 años de edad y lo asocia con tercero básico,
ella señalaba que la imputada le introducía los dedos en la vagina a veces por sobre la ropa o
por bajo de la ropa, que además a veces ésta le pedía que tocara su zona genital, aquello lo
señaló como algo reiterado en el tiempo, que esto ocurría en la casa de la imputada, en el
dormitorio, en la cama de ésta, ella dio un relato con lugar, tiempo y ubicación espacial
determinado, ella dice dónde, en qué momento, en qué lugares, en qué tipo de interacción, en
tiempo y lugar ella siempre recurre que se quedaba el fin de semana y en la semana, en el
dormitorio durante las noches, incluso hace alusión al tipo de cubrecama.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Por último se refrenda el aserto con el certificado de nacimiento de la víctima


Daniela A.G.C., en el cual se consigna como fecha de nacimiento el 27 de agosto de 1997.
De esta forma la prueba de cargo consistente en las declaraciones de testigos, del
perito, y documental fueron suficientes para dar por acreditado el siguiente hecho: Desde el
año 2006 y hasta el año 2009, en diversas ocasiones, la acusada, PAMELA ALEJANDRA
AMPUERO ESCOBAR, procedió a besar en la boca y tocar en sus glúteos y genitales a la niña Daniela
A.G.C. nacida el 27 de agosto del año 1997, los que se verificaron en el domicilio de AMPUERO
ESCOBAR, ubicado en Calle El Parrón Villa Padre Hurtado Nº 420, comuna de Curacaví.
Existiendo así, con los medios de prueba rendidos, convicción acerca de la existencia del
contenido fáctico de la acusación. En efecto los relatos de las funcionarias policiales Evelyn
Díaz, Cheseline Ajraz y Lorena Alvarado, relatos que dan razones del mismo y que cuentan
con suficientes circunstancias, permiten dar cuenta no sólo del que les aportó la víctima si no
de las particulares circunstancias de la forma en que esta menor lo expuso, así además de
incorporar la información de que Daniela G.C fue víctima de tocaciones en su cuerpo por
parte de Pamela Ampuero, quien para ello la hacía acostarse en su cama, desnuda, tocando su
vulva, sus nalgas y sus pechos, además de darle besos en la boca, y conminándola a que ella le
hiciera lo mismo, se dio cuenta del estado sicológico de la menor y de las diferentes
emociones que la asaltaron al dar ese relato. Así el tribunal se pudo imponer de que la niña se
encontraba muy afectada por los hechos que vivió al punto de ponerse a llorar al narrarlos y
no pudiendo levantar su vista al hacerlo, las testigos también describen circunstancias muy
particulares de los estados de ánimo de la niña al ser entrevistada, así mencionan que ella
siente vergüenza por lo sucedido, vergüenza por haber sido agredida por una mujer, lo que
claramente se le plantea como algo anómalo, también tiende tener sentimientos
contradictorios al denunciar esta situación ya que aún tras lo ocurrido la menor siente afecto
por las personas que viven en esa casa, siendo ella amiga de Katherine, la hija mayor de
Pamela. Todos estos partes del relato que han descrito las funcionarias policiales, pese que no
ha sido percibido de un modo directo si no que, mediados por su experiencia. No obstante,
ello no puede ser óbice para valorar positivamente un relato que dadas las circunstancias
particulares del caso, la grave afectación que estos hechos le han producido a la menor y la
consiguiente victimización secundaria al tener que exponerlos nuevamente, no puede ser
oído de primera fuente. Si tal fuera el caso, y la valoración de un relato sólo fuera posible al
oírlo únicamente de la persona que vivió las experiencias que narra, entonces se caería en el
absurdo de que en todo caso en hubiera una ausencia de víctima, sea porque esta falleció, sea
porque cayó en una incapacidad mental que le impide dar ese relato, debería descartarse de
plano la versión de la víctima, ya que no puede ser apreciado directamente por los
200
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

juzgadores. Tal planteamiento resulta ilógico a la luz de sus consecuencias, y esto


sentenciadores dan por sentado que las testimonios de oídas de las funcionarias policiales dan
suficientes luces sobre los hechos que sufrió la víctima, así como las consecuencias
emocionales que le produjo, teniendo presente que según se ha relatado éstas se exponían
con mayor intensidad, al revivir la menor las experiencias sufridas, a través de su narración.

Por su parte la declaración de la perito Lina Rottman Chávez, la cual se encuentra


suficiente avalada en su experticia, descrita por sus antecedentes profesionales, la que dio
cuenta de una adecuada metodología, la cual refrenda en sus conclusiones que el relato de
Daniela es creíble, y en cuanto señala que hay un daño asociado a estos hechos, vinculado a
la transgresión del vínculo materno que se había configurado con la imputada, a quien veía
como una figura significativa y en cuanto refiere de constante malestar corporal en que la
menor se siente permanentemente angustiada , con sentimientos de repugnancia respecto de
los hechos que vivió. Respecto de la credibilidad del relato, impresiona por su contundencia
la referencia que hace la perito en cuanto a lo inusual que resulta en la experiencia
profesional, el conocimiento sexual en menores y que la develación de una agresión sexual
por parte de una mujer, de modo que ese detalle, el conocimiento expresado por la menor de
una experiencia sexual con una persona de su mismo sexo, dota de una alta sustentabilidad la
credibilidad del relato que se aportado a través de los testigos de oídas.
Cabe indicarse que la perito supo resolver satisfactoriamente la cuestiones que
planteo el defensor de Pamela Ampuero, en cuanto a la aplicabilidad de los métodos
empleados para evaluar la credibilidad del relato, señalando que no obstante las
observaciones que él realiza, en orden a la inaplicabilidad de los criterios para los casos en
cuestión, dadas las circunstancias de su elaboración, los criterios de evaluación han sido
rediseñados y adaptados a la realidad de víctimas de delito sexuales, conforme a las
características de la realidad nacional.
Al respecto esto sentenciadores valoran positivamente que se incorpora además, a
través de su declaración, otras circunstancias que le fueron narradas por la víctima, y que,
estando en consonancia con las versiones que le aportó a las funcionarias policiales,
enriquece las circunstancias de su relato, así el tribunal se pudo imponer de la dinámica en
que ocurrían estos abusos, el momento en que Pamela Ampuero acostaba a la niña con ella
en su cama; en qué consistían estos abusos, tocaciones en los genitales de la menor como en
sus nalgas y pechos, además de darle besos en la boca; fija un espacio temporal en que sesto
ocurrieron, entre los 10 y los 12 años, además del espacio físico, la casa de Pamela Ampuero,
le aporta circunstancias de la vida familiar que presenció en la casa de la imputada; y por

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

último agrega un detalle de la dinámica del abuso, la imputada le habría dado un


medicamento hipnótico, con el cual trataba a su hija Katherine, lo cual le producía una
disminución de su percepción.
Por ende, no existiendo divergencias palpables entre sus conclusiones y las que el
tribunal ha determinado mediante la ponderación de la prueba rendida, habiendo ella,
realizado, conforme a las reglas de su ciencia, la correspondiente evaluación y descarte de
ganancia secundaria en la develación de la víctima, el Tribunal considera tales conclusiones
como un elemento más que permite dar sustento al relato de los hechos, apreciados a través
de las declaraciones de las testigos de oídas.
Por último, el certificado de nacimiento de la víctima permite, en concordancia con
su las aseveraciones su relato consignadas en los testimonios de oídas, fijar un límite
temporal dentro del cual estos hechos ocurrieron esto es durante los años 2006 a 2009.
De esta forma y conforme lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal,
habiéndose valorado libremente la prueba, sin contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, se ha podido
acreditar, más allá de toda duda razonable la ocurrencia del hecho antes señalado.
QUINCUAGESIMO CUARTO: Calificación jurídica de los hechos acreditados. Que a
juicio de este Tribunal, los hechos que se han tenido por acreditados en los considerandos
quincuagésimo primero y quincuagésimo segundo, son constitutivos de dos delitos de
facilitación propia a la prostitución de menores de edad, previsto y sancionado en el artículo
367 del Código Penal, todos en grado de consumado, toda vez que resultó acreditado que un
sujeto, promovió el contacto de menores de edad con un adulto a objeto de que
mantuvieran relaciones sexuales, a cambio de retribuciones en dinero o especies a favor de
las menores. Estos hechos se repitieron más de una vez, contra la misma víctima, realizando
el mismo hecho típico, afectando el mismo bien jurídico: la libertad sexual, lo que motiva que
este tribunal califique aquellos hechos, sólo en cuanto estos se repitieron en contra de la
misma víctima, como delitos continuados, por las razones doctrinarias que ya se explicaron
en el considerando decimoctavo.
Por otra parte cabe consignarse en este punto que estos sentenciadores entienden que
el bien jurídico tutelado por la norma jurídica infringida por el imputado es la libertad sexual
de las menores de edad, por los argumentos que ya se desarrollaron en el mismo
considerando decimoctavo
Que por otro lado los hechos descritos en el considerando quincuagésimo tercero, a
juicio de este Tribunal, son constitutivos de un delito de abuso sexual impropio, en grado de
consumado, el cual se encuentra previsto y sancionado en el artículo 366 bis en relación al
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

artículo 366 ter del Código Penal, toda vez que resultó acreditado que un sujeto, realizo una
acción sexual, distinta al acceso carnal, respecto de otra persona-consistente en tocaciones en
sus genitales, pechos y nalgas, en circunstancia de que la mantenía desnuda, dándole, además
besos en la boca-, siendo esa persona menor de 14 años. Estos hechos se repitieron más de
una vez, contra la misma víctima, realizando el mismo hecho típico, afectando el mismo
bien jurídico: la indemnidad sexual, lo que motiva que este tribunal califique aquellos
hechos como un delito continuado, por las razones doctrinarias que ya se explicaron en el
considerando decimoctavo.
Consideran estos sentenciadores que el bien jurídico tutelados en este delito es la
indemnidad o intangibilidad sexual del menor, mediante la cual se busca dar protección a los
menores a fin de evitar ciertas influencias que inciden de manera negativa en el desarrollo
futuro de su personalidad, de forma que cuando sean adultos puedan decidir su libertad
sexual. Es por esta razón que el consentimiento del menor es irrelevante en descripción
típica del injusto.
QUINCUAGESIMO QUINTO: Elementos del tipo penal Facilitación propia a la
prostitución de menores de edad. Que conforme a lo preceptuado en el artículo 367 del Código
Penal, para que se configure el delito de facilitación propia a la prostitución de menores de
edad se requiere que la concurrencia de las siguientes elementos: a) que una persona
promueva o facilite la prostitución de otra, esto que es que la incite a ejercer el comercio
sexual; b) que la persona incitada a ejercer el comercio sexual sea menor de edad –menor de
18 años-; y c) que esta conducta sea realizada para satisfacer los deseos de otro. Se trata de
un elemento subjetivo del tipo, y se configura aun cuando no se proceda con ánimo de lucro.
QUINCUAGESIMO SEXTO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 1. En cuanto
al elemento a) que una persona promueva o facilite la prostitución de otra, se configura
del momento en que Linda S.B.D, mantuvo en diversas oportunidades, relaciones sexuales
de índole comercial con el imputado, a instancia de Pamela Ampuero, quien le advirtió la
actividad sexual que debía realizar y las ventajas económicas que esto le reportaría,
trasladándola incluso para que reuniera con el imputado, con quien se dirigía a distintos
moteles, lo que quedó establecido de la declaración de la propia Linda S.B.D, relato periciado
positivamente en su credibilidad por la perito Verónica Romo Fernández, así como por los
relatos de Marjorie Acevedo Aguilar; de Karina Barrera Díaz, de María José Barrera Díaz,
de Marjorie Acevedo Aguilar, de Verónica Díaz Alarcón, todos los cuales son contestes en la
dinámica de los imputados para incentivar la víctima a que ejercer la prostitución:
ofreciéndole una ventaja económica para luego coordinar y concretar el encuentro con el
imputado; así también de la declaración de la propia imputada. En cuanto al elemento b)
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que la persona incitada a ejercer el comercio sexual sea menor de edad, se configura
del momento en que quedó establecido que Linda S.B.D comenzó a tener relaciones
sexuales de carácter comercial con el imputado cuando, a lo más, tenía 17 años; lo que quedó
establecido con la declaración de Linda S.B.D quien así lo señala, de Jennifer G.V, quien
acompañó a Linda en uno de estos encuentros sexuales con el imputado; de Pamela
Ampuero Escobar quien reconoce haber sabido que Linda era menor de edad cuando la
contacto con el imputado; de Karina Barrera Díaz, hermana de Linda quien se enteró de que
su hermana se estaba prostituyendo con el cura, cuando ésta todavía era menor de edad; de
María José Barrera Díaz madre de la víctima a quien le fue referido por su hija Karina que
Linda se estaba prostituyendo con el imputado, esto en una fecha en que la víctima aun era
menor de edad; de la perito Verónica Romo Fernández; y el certificado de nacimiento de
ésta, antecedentes todos que permiten fijar el periodo en que ocurrieron estos hechos
durante el 2008 y parte del 2009, años en que a víctima aún era menor de edad. En cuanto al
elemento de carácter subjetivo, c) que esta conducta sea realizada para satisfacer los
deseos de otro, se configura del momento en que quedó establecido que esta Linda S.B.D
tuvo encuentros sexuales de índole comercial con el imputado, por las gestiones de Pamela
Ampuero, quien no sólo indujo a la víctima a realizar estos actos de prostitución, si no que,
también los coordinó al punto de trasladarla a efecto de que se reuniera con el imputado,
teniendo siempre claro cuál era el objeto de ese encuentro, lo que se determinó con la
declaración de Linda S.B.D quien refiere esas circunstancias, de Pamela Ampuero Escobar
quien reconoce haber trasladado a Linda a reunirse con el cura, y que esto o hacia para que él
la quisiera y para que no dejara de ir a su casa, de Marjorie Acevedo, quien refiere como en
una oportunidad fue trasladada por junto a Linda hasta la salida de Curacaví donde se
encontraron con el imputado, el que la llevó un motel y tuvieron relaciones sexuales con él,
de María José Barrera Díaz, quien se enteró por su hermana Jessica de que ella se prostituía
con el imputado, y cuál era el modus operandi, contactándose ella también con Pamela
Ampuero, quien coordino un encuentro con e imputado y la traslado hasta el lugar en que él
las pasaba a recoger para llevarlas a un motel.
QUINCUAGESIMO SEPTIMO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 4. En
cuanto al elemento a) que una persona promueva o facilite la prostitución de otra, se
configura del momento en que Lorenza de la L.V.M, fue captada por Pamela Ampuero
mientras trabajaba en casa de ella para que mantuviera relaciones sexuales con el imputado,
en diversas oportunidades, coordinando los encuentros con el imputado y trasladando a la
víctima a objeto de que reuniera con él, lo que quedó establecido de la declaración de la
propia Lorenza de la L.V.M; quien refirió como Pamela Ampuero Escobar el ofreció que
204
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

mantuviera relaciones sexuales con el imputado a cambio de dinero, como hizo la


coordinación y el traslado de ella hasta un punto de encuentro con el imputado quien la llevó
a un motel; y de la propia Pamela Ampuero quien reconoce haber contactado a Lorenza
para que mantuviera relaciones sexuales con su pareja; b) que la persona incitada a ejercer
el comercio sexual sea menor de edad, se configura del momento en que Lorenza de la
L.V.M fue inducida por Pamela Ampuero a mantener relaciones sexuales de carácter
comercial con el imputado cuando, a lo más, tenía 17 años; lo que quedó lo que quedó
establecido de la declaración de la propia Lorenza de la L.V.M, quien refirió que esa era su
edad cuando comenzaron estos hechos; de Pamela Ampuero Escobar quien refiere haber
estado al tanto de la edad de Lorenza cuando la invitó a mantener relaciones sexuales por
dinero con su pareja; En cuanto al elemento c), que esta conducta sea realizada para
satisfacer los deseos de otro, se configura del momento en que Pamela Ampuero contacto
a Lorenza de la L.V.M específicamente para que mantuviera relaciones sexuales con el
imputado, dándoselo así a entender en su ofrecimiento. Lo que quedó establecido de la
declaración de la propia Lorenza de la L.V.M, quien refiere que Pamela Ampuero
formalmente le ofreció que mantuviera relaciones sexuales con el imputado a cambio de
dinero; y por la declaración de Pamela Ampuero Escobar quien reconoce que contactó a
Lorenza con el imputado a objeto de que mantuvieran relaciones sexuales.
QUINCUAGESIMO OCTAVO: Elementos del tipo penal abuso sexual impropio. Que
conforme a lo preceptuado en el artículo 366 bis con relación al artículo 366 ter del Código
Penal, para que se configure el delito de abuso sexual impropio se requiere que la
concurrencia de las siguientes elementos: a) que una persona realice una acción sexual,
entendida como un acción significación sexual y de relevancia, o que haya afectado los
genitales, el ano o la boca de la víctima; b) que la persona contra la cual se realiza esta acción
sexual sea menor de 14 años, y c) como elemento negativo del tipo, que esta acción sexual
no consista en un acceso carnal.
QUINCUAGESIMO NOVENO: Concurrencia de estos elementos en el hecho 7. En
cuanto al elemento a) que una persona realice una acción sexual, se configura del
momento en que Pamela Ampuero procedió a realizar tocaciones en el cuerpo de la víctima,
mientras estaba acostada con ella y la mantenía desnuda, tocándole específicamente su
genitales, sus nalgas y pechos además de darle besos en la boca, acciones todas que, por si
solas, describen la segunda de la hipótesis de incidencia que se construye en la conjunción de
enunciados normativos del artículo 366 bis y 366 ter del Código Penal, hay acción sexual al
haber un contacto corporal con los genitales de la víctima. Sin perjuicio de ello cabe señalar
que además esas conductas cumplen con la primera hipótesis de incidencia que define una
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

acción sexual, la conducta desplegada por la imputada no tiene ninguna otra significación que
no sea sexual, el contexto en que hace esas caricias, buscando la desnudes de la víctima, el
contacto con sus zonas erógenas, besarla en la boca, determina lo que, inequívocamente, es
una conducta de significado sexual en nuestro tramado cultural, entendiendo los jueces que
tal concepto es un elemento normativo del tipo, también resultan de relevancia atendida la
grave intromisión en la intimidad de la víctima que estos actos suponen, alcanzando ella a
entender el contexto anómalo y profundamente invasivo de esa situación, lo que queda claro
cuando la perito señaló el daño se traducía en un profundo sentimiento de culpa que se
expresaba en que “por una parte no quería referirse a los hechos, ya que habían sido
cometidos por una mujer, por una judicialización, esto es, tener que hablar en público frente
a otras personas, y además mucho temor porque esto se hiciera público y conocido”, queda
también de manifiesto esta relevancia en la profunda afectación que estas acciones
produjeron en la víctima a un nivel psicológico. Esto elemento del tipo fue establecido con la
declaración de las funcionarias policiales Cheseline Ajraz, Evelyn Díaz y Lorena Alvarado,
quienes dieron cuenta en estrados del relato que les aportó Daniela A.G.C, la que en forma
espontanea y a raíz de otras indagaciones les señaló que había sido víctima de esas conductas
por parte de la imputada, manifestando mucha vergüenza y angustia al prestar ese relato; y en
la declaración de la perito Lina Rottman Chávez, quien refiere el relato que le contó a víctima
en la entrevista metodológica que realizo aportando detalles y circunstancia que no estaban
en el relato de las funcionarias policiales, y en el cual expresa como elemento de validación
del relato la circunstancia de que resulta difícil que una menor tenga conocimientos de
experiencia sexuales, más sobre todo si estas se han concretado con mujeres, de lo que
resulta difícil que la víctima este fabulando su narración. b) que la persona contra la cual
se realiza esta acción sexual sea menor de 14 años, se configura del momento en que la
menor tenía 10 años cuando comenzó a sufrir estas tocaciones las que se extendieron hasta
que cumplió los 12 años. Lo que quedó establecido de la declaración de declaración de las
funcionarias policiales Cheseline Ajraz, Evelyn Díaz y Lorena Alvarado; y la declaración de la
perito Lina Rottman Chávez quienes refieren como testigo de oídas la edad qué tenía la
menor al momento de ocurrir estos hechos, la cual es concordante con certificado de
nacimiento conforme al cual a octubre del año 2007 había cumplido recién 12 años. En
cuanto al elemento c), como elemento negativo del tipo, que esta acción sexual no
consista en un acceso carnal, se configura del momento en que en la sujeto activo de este
delito es una mujer lo que torna imposible un acceso carnal.

206
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

SEXAGESIMO: Participación en el hecho 1 que se dio por acreditado. Que habiéndose


acreditado un delito de facilitación propia a la prostitución de menores de edad, corresponde
pronunciarse acerca de la participación de la acusada en el hecho que se les imputa.
Que la participación de Pamela Alejandra Ampuero Escobar ha quedado
acreditada, más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de Linda S.B.D, quien
manifestó que la persona con quien contacto e incitó a que tuviera relaciones sexuales de
índole comercial siendo menor de edad, es la imputada Ampuero Escobar, quien a ese efecto
también la trasladó al lugar donde se reunió con el imputado Muñoz Quintero, y a la cual
reconoce en la sala de audiencia durante la secuela de juicio; mediante la declaración de la
perito Verónica Romo, quien evalúo el relato de la víctima y conforme a las reglas de su
ciencia concluyó, en forma suficientemente fundada para este tribunal, que el relato su relato
es creíble y exento de ganancias secundarias; Marjorie Acevedo Aguilar, quien también
refiere haber sido contactada por Pamela Ampuero para ejercer la prostitución con Muñoz
Quintero, agregando que una oportunidad la traslado junto a Linda B. al punto de encuentro
con Muñoz Quintero para que se las trasladara hasta un motel donde mantuvieron relaciones
sexuales con el imputado.
Por último corrobora lo señalado la declaración de Pamela Ampuero Escobar
acusado, quien reconoce haber contactado a Linda B. con Muñoz Quinteros, efecto que
mantuvieran relaciones sexuales de índole comercial, estando ambos enterados de la minoría
de edad de la víctima.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación de la acusada, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes
referidos es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Ampuero
Escobar tiene participación y responsabilidad en calidad de autor de estos hechos típicos,
según lo establece el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su
ejecución de una manera inmediata y directa.
SEXAGESIMO PRIMERO: Participación en el hecho 4 que se dio por acreditado. Que
habiéndose acreditado un delito de facilitación propia a la prostitución de menores de edad,
corresponde pronunciarse acerca de la participación de la acusada en el hecho que se le
imputa.
Que la participación de Pamela Alejandra Ampuero Escobar ha quedado
acreditada, más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de Lorenza de la
L.V.M, quien manifestó que la persona con quien mantuvo relaciones sexuales de índole
comercial siendo menor de edad, es el imputado Muñoz Quinteros, a quien reconoce en la
sala de audiencia durante la secuela de juicio, mediante la declaración de la perito Macarena
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Pérez, quien evalúo el relato de la víctima y conforme a las reglas de su ciencia concluyó, en
forma suficientemente fundada para este tribunal, que el relato su relato es creíble,
descartando ganancias secundarias.
Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación de la acusada, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes
referidos es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Ampuero
Escobar tiene participación y responsabilidad en calidad de autora de estos hechos típicos,
según lo establece el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su
ejecución de una manera inmediata y directa.
SEXAGESIMO SEGUNDO: Participación en el hecho 7 que se dio por acreditado. Que
habiéndose acreditado el delito abuso sexual impropio, corresponde pronunciarse acerca de
la participación de la acusada en el hecho que se les imputa.
Que la participación de Pamela Alejandra Ampuero Escobar ha quedado
acreditada, más allá de toda duda razonable, mediante la declaración de la funcionaria policial
Cheseline Ajraz Arancibia quien relató la versión que le fue referida por la menor Daniela
A.G.C, dando cuanta que la autora de los abusos sexuales que sufrió fue Pamela Ampuero;
mediante la declaración de funcionaria policial Lorena Alvarado Obando quien relató que
en la entrevista que le tomo a la menor Daniela A.G.C, ésta sindicó a Pamela Ampuero,
como la autora de los abusos sexuales que develó; mediante la declaración de funcionaria
policial Evelyn Díaz Soto quien relato la versión que le fue referida por la menor Daniela
A.G.C, dando cuanta que la autora de los abusos sexuales que sufrió fue Pamela Ampuero; y
mediante la declaración de la perito Lina Rottman Chávez, quien evalúo el relato de la
víctima, y el daño asociado y conforme a las reglas de su ciencia concluyó, en forma
suficientemente fundada para este tribunal, que el relato es creíble, descartando hipótesis de
ganancias secundarias, aportando además, a través de la descripción de la metodología
utilizada una relato mas detallado de la versión narrada por Daniela A.G.C., en el cual se
puede establecer la dinámica del hogar de Pamela Ampuero, y como, en esta dinámica, la
menor fue seducida por un hogar carente de reglas donde logra la atención de la imputada, y
en ese contexto ella abusó sexualmente de la menor. Particularmente relevante a este punto
resulta la conclusión del daño asociado, en la cual la perito pudo establecer que parte
significativa de ese daño venía dada por el hecho de que la agresora era una persona a quien
la niña le había asignado un rol significativo, y con quien había construido un siu generis
vínculo maternal, dando cuenta que la persona de la agresora se encuentra perfectamente
definida no sólo por las apreciaciones de la niña, también por las consecuencias dañosas que
este hecho le generó a nivel sicológico.
208
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Que de esta manera, al existir prueba de cargo suficiente que permite establecer la
participación de la acusada, a juicio de este Tribunal, con los medios de prueba antes
referidos es posible adquirir convicción, más allá de toda duda razonable, que Ampuero
Escobar tiene participación y responsabilidad en calidad de autora de estos hechos típicos,
según lo establece el Artículo 15 N° 1 del Código Penal, por haber intervenido en su
ejecución de una manera inmediata y directa.
SEXAGESIMO TERCERO: Alegaciones de la defensa. Que las alegaciones realizadas
por la defensa de Ampuero Escobar en orden a solicitar la absolución de su representado
por los delitos que se han dado por acreditados, así como se estableció su participación, serán
desestimadas por los siguientes razonamientos:
En cuanto al delito de facilitación propia de la prostitución de menores de edad,
configurada por el hecho 1, no es efectivo que exista falta de congruencia entre los hechos de
la acusación y los hechos que se han dado por acreditados, toda vez que los hechos que se
han dado por acreditado son los ocurridos entre el año 2008 y el año 2009, durante los cuales
también se acreditó la comisión de este delito, no obstante ello, aun cuando se hubiere
acreditado hechos acaecidos durante el 2007, cabe indicársele a la defensa que, según ha
resuelto la Excma. Corte Suprema el principio de congruencia no importa una igualdad
absoluta entre los hechos planteados en la acusación, con lo establecido en definitiva en la
sentencia por el tribunal a quo, sino que racionalmente debe entenderse como una identidad
esencial en cuanto a los hechos y a las personas, supone conformidad concordancia o
correspondencia entre la determinación fáctica del fallo en relación a los hechos y
circunstancias penalmente relevantes que han sido objeto de la imputación contenida en la
acusación, que fueren de importancia para la calificación jurídica ( C.S. rol 819 sentencia 18
de abril de 2005). Por ende la correspondencia que tal principio exige entre la descripción de
los hechos de la acusación y los hechos fijados en la sentencia, es sólo en cuanto refieren la
hipótesis de incidencia del tipo penal y sus circunstancias relevantes para su calificación
jurídica. Para este caso en cuestión si el delito se cometió en el año 2007 o 2008 o 2009, es
algo irrelevante a luz del contenido que la Excma. Corte Suprema ha propuesto para tal
principio, toda vez que todos esos años la víctima seguía siendo menor de edad, resultando
en definitiva una cuestión accesoria sin ninguna incidencia en la descripción típica de la
conducta a penar.
En cuanto a que la prueba fue imprecisa al no poder establecer cuantas veces se
produjeron estos encuentros sexuales, o cuantas veces Pamela Ampuero la fue a dejar donde
el imputado, también es una cuestión irrelevante para la calificación jurídica que se ha
realizado, basta un sola vez que se hubiera realizado esta conducta para que ya se entienda
209
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

configurado el delito. Cabiendo hacer presente que esta circunstancia no ha sido


desconocida por la imputada, quien reconoció su participación en todos y cada uno de los
elementos del delito en cuestión.
En cuanto a la que la prueba de cargo no haya podido establecer en que consistieron
las relaciones sexuales, precisando la defensa que debió haber un acceso carnal por vía oral,
anal o vaginal, lo cierto es que el uso normal del concepto relación sexual, así como su uso
antropológico, entiende que esta abarca la serie de actos entre una pareja que finaliza con el
coito, de lo que se sigue que cuando se ha hecho mención por la víctima que tuvo relaciones
sexuales con el imputado está señalando que hubo un acceso carnal. No obstante esta
alegación es totalmente irrelevante atendido el delito que se le atribuye a la imputada, en el
cual el verbo rector refiere sólo la facilitación a la prostitución, y, conforme ha resuelto la
Excma. Corte Suprema, esta consiste en la realización de cualquier acto de cooperación que
haga posible o más expedito el desarrollo del comercio sexual …Bastara entonces que el
sujeto activo realice tendientes a ese fin aun cuando la prostitución no se produzca. (C.S rol
5576-2007), la conducta de la imputada agotó la descripción típica del momento en que
realizó la conducta de facilitar la prostitución, estando al corriente que esta iba dirigida a
satisfacer los deseos de otro.
En cuanto a la alegación de la defensa de que la conducta de la imputada se limitó a
hacer el enlace entre las víctimas y el imputado. No realizando actos directos y necesarios
para que el hecho se concrete en su faz subjetiva, cabe indicar que el tipo penal en cuestión
sí se encuentra agotado en su faz subjetiva, tanto en el elemento subjetivo del injusto que
establece la descripción del tipo, en cuanto la imputada estaba perfectamente consciente del
fin con que contactaba y hacia de enlace entre la víctima y el imputado: para satisfacer los
deseos de otro, y en cuanto al dolo con que actúo, como elemento subjetivo del tipo común
a todos delitos dolosos, toda vez que la misma refirió saber que la víctima era menor de edad
a esa época.
En cuanto a la afirmación de la defensa de que la facilitación a la prostitución supone
alguien que recibe un pago por su gestión y verifica que se consume el acto sexual,
ilustrando pintorescamente su punto al referirse al vulgarmente llamado “cabrón” por quien
realiza esa actividad. Cabe señalar que tal hipótesis es digna de un trabajo sociológico que
analice el fenómeno del proxenetismo y la prostitución, mas no reviste ni una relevancia
jurídica, toda vez que busca desconocer la configuración del tipo penal planteando,
agregando elementos que no se encuentran en la descripción típica, en una interpretación
que excede, con creces, el enunciado normativo que contempla a este injusto. La figura penal
sub lite exige exclusivamente la comisión del verbo rector, facilitación a la prostitución,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

sujeto pasivo menor de edad, y que ese verbo rector se dirija a satisfacer los deseos de otro.
Que se concrete o no el acto sexual no es una cuestión que incida en la consumación de este
delito, como tampoco lo es el que se reciba o no un pago por esta actividad, puesto que,
como ya señaló, la única motivación con relevancia jurídico penal para la configuración de
este delito es que la conducta del sujeto activo este dirigida a satisfacer los deseos de otro.
En cuanto a la alegación de que la imputada no tenía el dominio del hecho ya que
residió finalmente en el imputado la decisión de concretar o no el acceso carnal, cabe señalar
que, como se indicó, el delito en cuestión se agota en haber realizado la conducta de
cooperación que haga más expedito el desarrollo del comercio sexual, no siendo necesario
que éste se concrete. Desde esa perspectiva, Pamela Ampuero dominó siempre la
realización de su acción –la facilitación a la prostitución-, no existiendo ningún antecedente
de que la misma fuera ejecutada por Muñoz Quintero a través de Pamela Ampuero, en una
hipótesis de autoría mediata, la que tampoco ha sido alegada por la defensa.
En cuanto a la alegación de que se encuentra prohibido realizar pericias de
credibilidad a personas adultas, tal afirmación fue desvirtuada por las explicaciones que
ofrecieron las peritos que declaración en estrados, precisando que tales pericias no se
encontraban recomendadas para personas adultas, más no estaban prohibidas, y esto
atendido los recursos intelectuales así como el conocimiento sexual de un adulto. Dando una
circunstancia que incidirá únicamente en la forma en que se pondere esa prueba.
Respecto a sus alegaciones referida a los delitos de facilitación propia de la
prostitución de menores de edad, configurada por el hecho 4, cabe reiterar que no es
relevante el que la víctima no hay señalado la fecha en que ocurrieron los hechos, toda vez
que la misma se puede determinar en función de la edad que ella dice tenía a esa época y su
fecha de nacimiento. Tampoco incide en la acreditación del delito el número de veces que
ocurrió él mismo, siendo suficiente un solo acto de facilitación para su configuración.
En cuanto a la alegación de la conducta que realizó Pamela Ampuero sólo limitó
realizar los contactos pero no verificó si el favorecimiento cumplió su objetivo, esto es si
hubo acceso carnal. Cabe indicar, como ya se explicó más arriba, que tal circunstancia no
constituye ninguna rémora para dar por acreditado el delito, ya que tal conducta se
circunscribe, íntegramente, en la descripción típica del injusto, el acceso carnal es sólo una
exigencia de la facilitación impropia a la prostitución de menores, figura independiente que se
encuentra prevista y sancionada en el artículo 367 ter del Código Penal. Por último como ya
se planteó más arriba se descarta la posibilidad que Pamela Ampuero no tuviera el dominio
del acto que ejecutó, ya que la acción que alega la defensa, quedaba a resorte exclusivo del

211
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

imputado realizar no es propia del delito por el cual se le ha acusado sino que de uno distinto
que le fue imputado, en forma exclusiva, a Muñoz Quinteros.
Respecto a sus alegaciones referida a los delitos de abuso sexual impropio,
configurada por el hecho 7, cabe indicarse que la ausencia de una víctima no puede ser un
óbice para valorar su relato, es Código Procesal no excluye a los testigos de oídas, y los
mismo deberán ser ponderados en su valor probatorio en razón del merito de sus relatos. Sí
para la defensa era tan esencial a su teoría del caso contar con la declaración directa de la
víctima y así poder interrogarla, atendido que también había ofrecido el testimonio de la
menor Daniela A.G.C, perfectamente pudo haber solicitado al tribunal su comparecencia por
medios compulsivos. No obstante, no lo hizo. Por lo mismo parece un exceso que refiera
haberse visto limitado en su ejercicio al derecho a la defensa al no poder interrogar o contra
interrogar directamente a la víctima en circunstancia que él mismo optó por no ejercer todas
las facultades que le asiste la ley para cumplir con ese derecho a cabalidad, liberando a la
testigo en su oportunidad.
Cabe señalarse por último, que respecto de las alegaciones de la defensa en orden a
que el delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, no se puede
considerar reiterado, ya que para el caso de que cometa una pluralidad de estos delitos, sólo
puede calificarse estos como habitualidad, figura contemplada en el inciso segundo del
artículo 367 del Código Penal, y la cual no fue considerada por el ministerio Público en su
acusación. A este respecto lo primero que hay que considerar es quela penalidad establecida
por tal disposición es mayor que la queresulta de la aplicación del artículo 351 del Código
Procesal Penal para sancionar la reiteración, toda vez que alcanza el presidio mayor en su
agrado máximo, agregándose además una pena pecuniaria. Tal aumento en la intensidad del
reproche penal no se puede justificar meramente en la pluralidad de estos delitos, toda vez
que, desde la racionalidad del sistema, no se entiende que el legislador sustrajera esta figura
de las reglas generales del concurso de delitos agregando una pena mucho más grave, por el
solo hecho de la pluralidad de ellos. La intensidad del reproche debe tener su justificación en
otra razón fuera de solo hechos concursal, de lo contrario tal pena quebraría la adecuada
proporción que exige el principio de culpabilidad. De esta forma, estos sentenciadores
entienden que la reiteración de estos delitos es procedente conforme a normativa penal
vigente, la habitualidad es una figura distinta al mero concurso de estos delitos,
constituyendo una hipótesis agravada de la conducta típica del 367 inciso primero del Código
Penal.
SEXAGESIMO CUARTO: En relación al delito signado con el N°5 de la acusación Que
para acreditar la existencia del hecho N°2 del auto de apertura, el Ministerio Público
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

presentó en estrados a Rosa M.C.C, quien refiere que conoce a Pamela, que trabajo para
ella; que en ese trabajo empezó cerca de las vacaciones de invierno del año 2007; que para
ese fin se trasladó al domicilio de Pamela, y realizó las labores doméstica; que tiempo después
Pamela le presentó a su pareja a quien llamaba “Albert”, tiempo después le dijo que venía el
hermano de Albert y se lo iba a presentar. Agrega que un día le preguntó si quería ganar más
plata, y le explicó que si iban a juntar con él donde los carabineros, y que en ese lugar la iba a
pasar a buscar Ricardo –supuesto hermano de Albert- en un taxi y que tenía que hacer lo que
él quisiera. Indica que pensó que se trataba de hacer aseo; que al llegar vio el auto de don
Albert, y al mirarlo reconoció a don Albert, por su ropa, por su mismo corte de pelo, y por
su mismo reloj.
Refiere que tenía 17 años a la época de ese encuentro. Esa persona le dijo que iban a
ir a Casablanca y llegaron a un motel, fueron en vehículo, era Suzuki blanco. Al llegar al
motel le entregó unos sobres con plata $50.000 pesos para Pamela y 30 o 35 mil para ella.
Dice que pensó que le pagaba antes para hacer las cosas de la casa. Refiere que le preguntó
“qué tengo que hacer”, y que él le dijo antes que nada que se pusiera cómoda, le entregó una
caja con celular nuevo, después le entregó una bolsa de regalo con una crema y una colonia, y
después le dijo que se pusiera cómoda y que se empezara a desvestir, ella le respondió para
qué, y él le dijo “para eso viniste”. Refiere que le obedeció por miedo de que le hiciera algo
más grave y se empezó a desvestir, él también se desvistió, y sacó un condón de su billetera,
fue al baño y volvió, ahí tuvieron relaciones sexuales.
Señala que una vez que terminaron él se fue al baño, y ella se vistió. El la fue a dejar
hasta un puente que queda antes de llegar a Curacaví, le explicó que más cerca no la podía
dejar. Iba con los sobres con dinero. Apenas llegó a la casa de Pamela ella le preguntó si
Ricardo le había mandado algo, la testigo indica que le dijo que si y le pasó el sobre con los
$50.000 pesos.
Refiere que luego vino don Albert y le dijo que si necesitaba algo, que se lo pidiera a
Pamela y que ella se lo iba a hacer saber, para mandárselo.
Dice que hizo contacto con Pamela, para que Ricardo le cargara por un tiempo el
celular. Supone que él compraba la tarjeta de recarga, y el código se lo mandaba por un
mensaje de texto. Cuando necesitaba recargar el celular se lo decía a Pamela y ella le
respondía que iba a llamar a Ricardo para que se lo recargara.
Señala que sólo tuvo relaciones sexuales una vez con Albert.
Reconoce a ambos acusados en la sala por sus vestimentas y ubicación.
Dice que la situación económica de Pamela era buena, no le faltaba nada, dice que su
estándar de vida era alto, se compraban cosas innecesarias por capricho de la hija, ropa,
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

computadores. Dice que Pamela no trabajaba, era él quien le entregaba la plata, no sólo
llevaba plata también llevaba mercadería, esta siempre llegaba en bolsas de Santa Isabel, dice
no saber de donde la sacaba.
Contra examinada dice que trabajó en casa de Pamela en el año 2007, poco antes de
las vacaciones de invierno, que la mercadería que llevaba el cura era prácticamente cada vez
que iba a la casa, y él iba como dos veces por semana, cerca de semana por medio. Dice que
vez que iba a la casa llegaba con algo. Precisa que las veces que lo vio llegar con algo fueron
como tres veces. Respecto de regalos lo vio llegar pocas veces con regalos.
Dice que cuando se quiso salir de trabajar, Pamela la acusó de que había sustraído un
celular de la hija, y una cámara digital. Pamela le dijo con Albert que si no devolvían esas
cosas la iban a denunciar a carabinero, le dijo que lo hiciera que le iban a poner una
contrademanda porque no tenía como acusarla.
Dice que dos semanas o una semana y media después de que entrara a trabajar se le
hizo la proposición de que se juntara con Albert.
Con el mismo fin prestó declaración la funcionaria Policial Cheseline Andrea Ajraz
Arancibia, quien refiere que en el curso de la investigación a que dio lugar la orden de la
fiscalía también se entrevistó a Rosa M.C.C, quien nació en el año 1989, y que refiere que a la
edad aproximada de 16 años, en el año 2006, habría trabajado en casa de Pamela Ampuero
en donde también ella le habría ofrecido mantener relaciones sexuales a cambio de dinero
con el hermano de su pareja, del cual ella siempre decía que era el gemelo de su pareja, Rosa
accede a esta situación no obstante se da cuenta que es la misma pareja de Pamela, le indico
que esto ocurrió en una sola ocasión, el mantener relaciones sexuales con el imputado a
cambio de dinero.
A su vez presentó el testimonio de Lorena Ivonne Alvarado Ovando, quien refiere
haber diligenciado la orden de investigar despachada por la fiscalía por estos hechos y en
virtud de la cual se entrevistó Rosa M.C.C., quien le refirió que conoce a Pamela Ampuero
desde pequeña, que Rosa le manifestó haber tenido relaciones sexuales con el imputado
desde los 16 años, y que para ello fue contactada por Pamela Ampuero. También le refirió
que después de eso el imputado le pasó un sobre con dinero para ella y otro para la
imputada.
También presentó en estrado a la perito Xaviera Paz Campla Bolívar, quien señaló
que elaboró un informe psicológico a solicitud fiscalía apara evaluar credibilidad de relato y
daño asociado respecto de Rosa M.C.C., quien contaba con 20 años a la edad de la pericia.
Refiere que como metodología contó en análisis de todos los antecedentes de la carpeta
investigativa a la fecha del peritaje. Indica que se extrajo los elementos de relevancia, para
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

formular una hipótesis investigativa. Luego realizó entrevistas en tres días distintos, las
tuvieron un total de 11 horas. Se realizó prueba sicodiagnostica, de carácter proyectivo: test
de rochard. Refiere que todo el procedimiento se llevó a cabo en dupla para enriquecer el
análisis y controlar sesgos del evaluador. Señala que finalmente se realizó informe
enriquecido por el equipo y supervisado por persona externa para eliminar sesgo.
Le peritada le refiere que fue víctima de abuso sexual por padrastro alrededor de
unas 10 veces, esto siendo niña.
Refiere que su funcionamiento síquico es disarmónico, con aéreas más desarrolladas
que otras, presenta inmadurez, tiene el juicio de realidad conservado. Su pensamiento es de
tipo concreto. Presenta dificultades para entender ideas abstractas, para calcular fechas,
sumar y restar.
Refiere que resultado de la pericia se elabora por elemento de tipo formal, de
contenido y analógicos.
Refiere que la peritada vivenció un episodio único de intercambio sexual comercial,
en circunstancia de que vivía en casa de Pamela Ampuero trabajando, cuidando los niños y
haciendo el aseo. Refiere que este hecho ocurrió bajo un estado de conciencia alterado, esto
al introducirle algo en el alcohol que estaba bebiendo. Autor de encuentro sexual sería
Ricardo, y fue gestionado por Pamela Ampuero.
Hay discrepancia en las fechas en que dice que ocurrió esto, en la carpeta señala el
año 2006, y después dice el 2007. También hay discrepancia del estado alterado, en que dice
se encontraba, señala que estabas dormida y presume penetración vaginal, en carpeta
investigativa señala concretamente hubo penetración. También hay una discrepancia
respecto de las razón por la que se junto con Ricardo.
Refiere que relato presenta inconsistencias que le hacen perder logicidad. Es un
relato fluido de tipo abierto, ante preguntas abiertas entrega información rica en detalles. Se
ubica espacialmente, dice que el contacto fue en casa de Pamela, y que el encuentro sexual
fue en un motel Casablanca. En cuanto a la Temporalidad lo ubica antes de cumplir 18 años
y da distintos referentes con lo que se logra ubicar, como que volvió del sur después de las
vacaciones y que entró a trabajar y que esto ocurrió a los dos meses de haber entrado a
trabajar.
Contenidos da cuenta del espacio físico donde ocurrieron, características del motel,
mobiliario etc.
Refiere que realiza una identificación de los autores indicando dos personas, Pamela
Ampuero, a la que describe en un rol agente intermediario, la que lo gesta y se beneficia por

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

que se le entrega por ello un sobre con aproximadamente $50.000 pesos y Ricardo la persona
con quien se produce encuentro sexual.
Señala que la fueron a dejar en automóvil y que se encontró con el imputado en
otro automóvil.
Refiere que al llegar al motel ingirió una bebida alcohólica y al volver se sintió muy
mal, se quedó dormida y despertó en ropa interior, igual que el acusado. Señala la perito que
esta versión es distinta a la entregada en las declaraciones en fiscalía, y va en la misma lógica
que tiene que ver con mostrarse menos participe en la situación. Ella le refiere la utilización
de engaños por partes de ambas figuras para esconder identidad de Ricardo de quien
desconocía su ocupación. Ella le refiere suponer que pudo ser amarrada ya que despertó
con dolor en muñecas, dolor vaginal, dolor corporal, como de haber hecho ejercicio físico.
Refiere que el relato tal como fue entregado presenta criterio que son creíble,
locación espacial, riqueza de la descripción del espacio, se trata de un relato abierto. No
obstante las inconsistencias que presenta y que le hacen perder fiabilidad, hay elementos que
lo hacen creíble, por lo que no se puede descartar que haya sido víctima de la agresión.
Respecto de la evaluación del daño, víctima da cuanta de percepción de como esto
afectó su vida, refiere que estuvo muy impactada por una vivencia de carácter angustioso.
Por eso no se volvió a repetir estos episodios, pese a que se le ofreció un regalo para que
volviera repetir esa situación, y esto por el malestar interno que se le manifestó, y que
incluso la llevaron, como vía de escape, ha hacerse auto heridas para liberar la angustia. Se ve
mucha culpa en ella principalmente por lo que sentiría su madre si se enterara de esta
situación.
Refiere que en evaluación clínica que se realiza se confirma vivencia de culpa que
aparece bastante espontanea y sin control. Esta se expresa también, en vivencias de
estigmatización del proceso, dando cuenta del temor a la pérdida en ella, sobre todo que por
la publicidad del caso, pueda acaecerle una pérdida del apoyo familiar y un impacto en su
entorno cercano. Agrega que toda esta evaluación en torno a los elementos dañosos son de
pronóstico no posible de proyectar, porque la estructura de personalidad de la imputada da
cuenta de vulnerabilidad, sobre esta se instala la experiencia que ella menciona, con un
funcionamiento síquico que no le ha permitido superarlo de forma favorable.
Refiere que la dicotomía del estado de consciencia, se ve como estrategia, ella crea
esa idea de un estado de alteración, al echarle algo a la bebida, para aparecer como no
estando consiente cuando ocurrieron estos hechos.
Refiere que el relato tal como ella lo entregó, en forma global, no puede evaluarse
como creíble por incorporar elementos que no lo hacen creíble. Pero presenta elemento de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

credibilidad que hacen pensar que pudo ser víctima de esta situación y que concuerdan con el
daño, así ,respecto de la relación sexual con el imputado, a juzgar de todos los elementos que
se acompañan es altamente posible, lo que no es confiable es alteración de conciencia.
Precisa que la peritada manifestó que el imputado no tenía conocimiento de su
edad, que ella piensa que no estaba en conocimiento de su edad. Esa afirmación descarta
hipótesis de ganancia secundaria
También se acompañó el el certificado de nacimiento de Rosa M.C.C, en el
cual se consigna como su fecha de nacimiento el 17 de septiembre de 1989.
SEXAGESIMO QUINTO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,
consistente en las declaraciones de Rosa M.C.C, la declaración de las funcionarias
policiales Cheseline Ajraz Arroyo y Lorena Alvarado Ovando y de la perito sicóloga
Xaviera Campla Bolivar, y el certificado de nacimiento de Rosa M.C.C. ha resultado
del todo insuficiente para que el tribunal adquiera convicción más allá de toda duda
razonable sobre los hechos materia de la acusación en el hecho signado con el número 5. En
este sentido debemos señalar, que la descripción típica de la conducta de facilitación a la
prostitución de menores de edad requiere que esta se realice respecto de menores de edad, si
la misma conducta se realiza con una persona mayor de 18 años tal conducta no es
antijurídica, y por lo mismo resulta atípica. El tránsito de la antijurídica a la licitud del verbo
rector del tipo penal viene circunscrito exclusivamente por la edad del sujeto pasivo de este
delito.
Conforme a lo antes expuesto estos sentenciadores pueden afirmar que la prueba de
cargo no ha logrado establecer este elemento central del tipo –la minoría de edad de la
víctima puesto que, en primer lugar, la declaración de ésta adolece de serias imprecisiones en
cuanto a la época en que ocurrieron estos hechos situándolos finalmente el año 2007 antes de
las vacaciones de invierno (lo que ya plantea una discordancia con la fecha señalada en
núcleo fáctico de la acusación), no obstante a la sicóloga le refirió que ocurrieron dos meses
después de las vacaciones de invierno; conforme a ello en base al certificado de nacimiento
podemos tener por establecido que la víctima el día 17 de septiembre de ese año cumplía la
mayoría de edad. Por ende la menor fijó un periodo muy pequeño de tiempo en el cual pudo
haber ocurrido estos hechos siendo ella menor de edad, y en virtud del cual, dada la poca
claridad que tiene con las fechas en que ocurrieron estos y como situarse temporalmente
frente a ellos, perfectamente pudo ocurrir después de la fecha de su cumpleaños número 18.
Las declaraciones prestada por las funcionarias policiales tampoco aportan claridad alguna
sobre este punto dado que se limitan a reproducir la edad y fecha que les aportó la propia
víctima en su entrevista, las cuales, evidentemente, no son las mismas que señaló en esta
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

audiencia, ya que a ellas les dijo que esto ocurrió el año 2006 cuando tenía 16 años, y en
estrados mencionó que los hechos ocurrieron el año 2007, cuando, por cálculo aritmético
debía tener 17 años. Tampoco la declaración de la perito permite dilucidar la impresión
anotada, por cuanto ella misma refiere como uno de los elementos contradictorios que
observó en la pericia que le hizo a la menor su discordancia en orden a establecer las fechas
en que estos hechos ocurrieron, siendo este, justamente uno de los elementos que la lleva a
concluir que en su globalidad el relato de la peritada no es creíble.
En consecuencia este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido imprecisa para
acreditar la ocurrencia de los hechos materia de acusación, en particular que Rosa M.C.C.
fuera menor de edad a la fecha de la ocurrencia, lo que genera en estos sentenciadores una
duda más que razonable respecto de la existencia de esa circunstancia de tipo penal.
SEXAGESIMO SEXTO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la configuración
de delito de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad exige la concurrencia
de los siguientes elementos normativos: a) que una persona promueva o facilite la
prostitución de otra, esto que es que la incite a ejercer el comercio sexual; b) que la persona
incitada a ejercer el comercio sexual sea menor de edad –menor de 18 años-; y c) que esta
conducta sea realizada para satisfacer los deseos de otro. Se trata de un elemento subjetivo
del tipo, y se configura aun cuando no se proceda con ánimo de lucro.
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar la concurrencia del segundo de los elemento, lo que torna innecesario verificar la
concurrencia de los otros, toda vez que no constando, que Rosa M.C.C. era menor de edad al
momento de suceder los hechos que describe, existe una duda razonable acerca de la
comisión del mismo delito, ya que la conducta en sí realizada con una mayor de edad es
atípica. Por ello, en lo que respecta este hecho, se seguirá la tesis de la defensa en cuanto a
que los elementos dados por la prueba de cargo no permiten establecer, en forma certera, la
época de comisión del delito y la edad de la afectada, existiendo una posibilidad cierta de que
haya sido mayor de edad a la fecha de ocurrir estos hechos.
En consecuencia la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de
facilitación propia a la prostitución de menores, previsto y sancionado en el artículo 367 ter
del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer la minoría de edad
de la persona afectada por esta conducta, por tanto y en lo que concierne a este hecho
Pamela Ampuero Escobar será absuelta.
SEXAGESIMO SEPTIMO: Que por lo razonado precedentemente no resulta
procedente pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

SEXAGESIMO OCTAVO: En relación al delito signado con el N°10 de la acusación Que


para acreditar la existencia del hecho N°2 del auto de apertura, el Ministerio Público
presentó en estrados a la testigo Karina del Carmen Ruminot Lara, quien refiere que llegó
a cuidar la casa de El Parrón 420, la que estuvo tres semanas sola antes de ir a habitarla, no
sabía lo que pasó en la casa. Señala que empezó a sacar basura y limpiar, en esa actividad
encontró, detrás de un cuadro de Juan Pablo II y pegado con un scotch, un chip de teléfono
y un chip de cámara fotográfica. En primera instancia lo iba a votar pero informada de los
vecinos de lo que pasó en la casa decidió guardarlo. Luego de que familiares de Pamela
Ampuero quisieron entrar a la casa ella entregó esos chips a la fiscalía
También presentó en estrados a Cheseline Andrea Ajraz Arancibia, quien refiere
Afirma que cuando se realizaron las detenciones en los domicilios, se incautaron
computadores en los dos domicilios, se mandaron a periciar, se habrían encontrado
fotografías de tres de las menores que se estableció como víctimas. Pasado el tiempo se
obtuvo el antecedente que en el inmueble de Pamela Ampuero se había encontrado unos
chips donde aparecían unas grabaciones de su hija menor en un baile con el pantalón como a
medio trasero Informa que el chip habría sido encontrado por una persona que llegó a
arrendar el inmueble posteriormente a que se realizó la detención de Pamela Ampuero, cree
que la persona encontró el chip detrás de un cuadro, le parece que era del Papa.
Se incorpora mediante su exhibición a la testigo una grabación audiovisual
signada con el numero 6 dentro de los otros medios de prueba de la acusación, la que
contiene una filmación video casera de una niña bailando, el estilo de bailes de moda entre la
juventud, tiene su pantalón caído a la altura de la mitad de las nalgas, en un momento se para
al lado de un lámpara de pie, gira a su alrededor para luego agacharse.
La testigo dice que se ve una menor de edad, la hija menor de Pamela Ampuero y el
imputado, bailando de forma erotizada y con su pantalón exhibiendo su trasero, según su
apreciación es una niña que se encuentra sexualizada, porque esas son conductas que no son
acordes a la edad que tiene, no es algo normal en una niña de esa edad.
SEXAGESIMO NOVENO: Que la prueba rendida por el Ministerio Público,
consistente en las declaraciones Karina del Carmen Ruminot Lara, la declaración de las
funcionaria policial Cheseline Ajraz Arroyo, y grabación audiovisual signada con el
numero 6 dentro de los otros medios de prueba de la acusación, ha resultado del todo
insuficiente para que el tribunal adquiera convicción más allá de toda duda razonable sobre
los hechos materia de la acusación en el hecho signado con el número 10. En este sentido
debemos señalar, que la calidad de pornográfico es concepto normativo, el cual debe
determinarse a la luz de la definición de pornografía infantil que da el artículo 366 quinquies
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

inciso segundo del Código Penal, esto es toda representación de menores de edad dedicados
a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de sus partes
genitales con fines primordialmente sexuales.
Conforme a lo antes expuesto, estos sentenciadores pueden afirmar que la prueba de
cargo no ha sido pertinente para demostrar la existencia del delito de producción de material
pornográfico infantil, por cuanto las imágenes que fueron exhibidas desde un soporte digital
no se encuadran dentro de la definición normativa de pornografía infantil que se ha anotado.
Ciertamente el video exhibido no registra actividades sexuales explícitas, reales o simuladas,
ni tampoco hay una representación de sus partes genitales. Lo único que se aprecia en el
video son las imágenes de una niña menor de edad bailando con sus pantalones caídos, un
tipo de baile que perfectamente pudo aprender de los programas vespertinos de televisión
abierta. Si lo que motivo al fiscal a calificar tal conducta como producción de material
pornográfico infantil es el hecho de que en esa imágenes se pueda apreciar parte de las nalgas
de la niña, parece entonces que se obró con exceso de celo, por cuanto la sola exhibición del
cuerpo de una menor no configura, automáticamente una hipótesis de pornografía infantil, la
misma requiere que la genitalidad del menor sea representada con fines primordialmente
sexuales, lo que no es el caso en cuestión puesto que el video puede corresponder a una
intrascendente filmación de la vida domestica. Los términos imperativos con que se
establece requisito importa que el fin de las imágenes no sea otro que el sexual, cuestión que
está lejos de ser clara respecto del video que fue exhibido.
En consecuencia este tribunal estima que la prueba de cargo ha sido imprecisa para
acreditar la ocurrencia de los hechos materia de acusación, en particular que las imágenes que
fueron encontradas en la casa que ocupaba Pamela Ampuero correspondieran a Pornografía
Infantil, lo que genera en estos sentenciadores más que una duda razonable respecto de la
existencia de esa circunstancia de tipo penal.
SEPTUAGESIMO: Que siguiendo el razonamiento anterior, la configuración de
delito de producción de material pornográfico infantil requiere la concurrencia de los
siguientes elementos normativos: a) que una persona participe en la elaboración de material
pornográfico, cualquiera sea su soporte, conforme a la definición de este concepto que da el
inciso segundo del artículo 366 quinquies del Código Penal; y b) que en cuya elaboración se
hayan utilizado menores de 18 años.
En cuanto a los elementos del tipo en cuestión el Ministerio Público no logró
acreditar la concurrencia del primero de los elemento, puesto que como ya se señaló en el
considerando anterior en ningún caso el video que fue exhibido en la audiencia es
constitutivo de material pornográfico infantil, toda vez que no puede clasificarse dicho
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

material en esos términos conforme las definiciones del artículo 366 quinquies del Código
Penal, por lo que existe más que una duda razonable de la comisión del delito acusado. Por
ello, en lo que respecta este hecho, se seguirá la tesis de la defensa en cuanto a que los
elementos dados por la prueba de cargo no permiten establecer, que la filmación de la menor
contenga actos de relevancia tal para considerar las imágenes como captadas con un fin
primordialmente sexual.
En consecuencia la prueba reunida, no permite configurar el hecho ilícito de
facilitación propia a la prostitución de menores, previsto y sancionado en el artículo 367 ter
del Código Penal, por el que se acusó, toda vez que no se logró establecer que se hubiera
producido un material que califique como pornográfico infantil conforme lo define el
artículo 366 quinquies del Código Penal, por tanto, y en lo que concierne a este hecho,
Pamela Ampuero Escobar será absuelta.
SEPTUAGESIMO PRIMERO: Que por lo razonado precedentemente no resulta
procedente pronunciarse sobre la participación que le haya cabido al acusado en este hecho
no obstante ello, y mayor abundamiento, debe señalarse que la prueba de cargo tampoco
permite establecer que la autora del video en cuestión fue la imputada toda vez que el video
en cuestión fue encontrado en un casa que, según se estableció en el curso del juicio, era
frecuentada por gran cantidad de personas, cualquiera de los cuales pudo registrar esas
imágenes, no determinándose tampoco en que habitación se encontró el chip donde estaba la
grabación, ni a quien le pertenecía dicho cuarto, de modo que no hay forma de vincular la
posesión de ese chip con la filmación de la menor, ni menos que la filmación del mismo haya
sido hecha por Pamela Ampuero.

SEPTUAGÉSIMO SEGUNDO: Prueba desestimada. Que sin perjuicio de lo ya


razonado, corresponde que el tribunal se haga cargo de las demás probanzas acompañadas al
juicio y que son desestimadas, conforme de detallara a continuación:
Respecto de la prueba del Ministerio Público
a) En cuanto a la declaración de la testigo Carmen Gloria Maulen Martínez, quien
señaló la relación sentimental que la vinculó al imputado sin dar ningún
antecedente que guarde relación con los hechos materia de la acusación toda vez
que ella no tuvo noticia de los mismos.
b) En cuanto a la declaración de la testigo Elizabeth Sandoval Venegas, en cuanto
no aportó ningún antecedente pertinente a los hechos de la acusación,
limitándose a ilustrar las particulares dinámicas familiares de los imputados.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

c) Las escuchas telefónicas signadas como pista número las cuales dan cuenta de
conversaciones entre imputada e imputada sin incidencia alguna en los hechos
materia de la acusación.
Respecto de la prueba de la defensa
a) El certificado del obispo de Melipilla que da cuenta de la destinaciones como
sacerdote del el imputado, la cual no guarda ninguna pertinencia a su teoría
del caso, dando cuenta de hechos que el mismo imputado señaló en su
declaración y que no son controvertidos.
b) Certificado de nacimiento de la menor M.J.A.A, la cual no guarda ninguna
pertinencia con la teoría del caso de la defensa, no siendo controvertida la
edad esa menor.
c) Copia de la resolución del Juzgado de garantía de Curacaví en causa rit 846-
2009, dictada con fecha 10 de julio de 2009 en cuanto da cuenta de un
resolución de mero tramite que fija una audiencia, lo que no guarda relación
con la teoría del caso de la defensa.
d) La declaración de la sicóloga Isabel Margarita Puga Yonug, quien da cuenta
del resultado de su peritaje realizado al imputado dando cuenta de una análisis
de su personalidad, el cual no tiene incidencia alguna en la teoría del caso de
la defensa, ya que no da cuenta de ningún trastorno que pudiere influir en su
imputabilidad.

DE LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE


RESPONSABILIDAD PENAL
SEPTUAGÉSIMO TERCERO: Que la defensa del imputado invocó a su favor
la concurrencia de las siguientes circunstancias atenuantes: la contemplada en el artículo 11
n° 6 del Código Penal, irreprochable conducta anterior del Ricardo Muñoz Quintero,
fundado en su extracto de filiación exento de anotaciones pretéritas la que pide se le tenga
por muy calificada atendida la profesión de sacerdote que ejerció hasta la fecha de su
detención; la del artículo 11 N° 9 del Código Penal, fundándola en que el prestó declaración
en el transcurso del juicio; a su vez solicitó se le reconozca la circunstancia atenuante
contemplada en el artículo 11 n°1 con relación al artículo 10 n°1 imputabilidad disminuida, la
cual se configuraría a raíz de una condición siquiátrica del imputado: el ser hipertimico.
A efecto de acreditar tal circunstancia la defensa de Muñoz Ampuero presentó
prueba pericial consistente en la declaración del siquiatra Juan Sebastián Sepúlveda
Tauris, quien refiere de su peritaje que logró establecer el imputado lleva mecanismo de alta

222
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

exigencia desde antigua data, duerme cerca de 4 horas semanales, su hermano refiere que es
común en la familia, que todos son trabajólicos y duermen poco. Cree que el señor Muñoz
tiene un mecanismo de hipertimia, un ánimo exacerbado, una fuga hacia adelante, no se
detiene a mirar hacia atrás las consecuencias de sus actos. Explica que un mecanismo de la
hipertimia como estructura es lo que se ve en los enfermos bipolares en su fase maniaca, el
acusado no tiene esa estructura, si no que solo presenta los rasgos maniacos. Dice que
interpreta la situación del imputado -la negación- más que propia de un mecanismo perverso
como proveniente de la hipertimia. La estructura perversa proviene de la imposibilidad de
reprimir pulsiones desviadas de sexualidad normal. Dice que lo que está detrás de este
comportamiento reconocido por el acusado, es una incapacidad de mirar atrás, son impulsos
anímicos, que pertenece más a lo anímico que a la estructura perversa. Confirma esto que el
señor Muñoz nunca haya recurrido a la confesión, que es una característica voyerista propia
del perverso. Indica que en la hipertimia está el actuar sin medir consecuencias y no
detenerse a preguntar edades o si el dinero que se está pagando es prostitución. Señaló que el
imputado al verse compelido de los problemas de su vida marital, por problemas con su
pareja y ante la necesidad de satisfacer su sexualidad, por fuerza hipertimica, y al producirse
la oferta por parte de la pareja de proveerlo de niñas, acepto realizar tales conductas; agrega
que el señor Muñoz refiere que casi siempre hubo intervención de su pareja con excepción
de una de la chicas, la hermana de su pareja con quien tuvo una relación individual. Indica
que luego la situación se produce con más fuerza, ya que su pareja no está dispuesta a tener
vida sexual con él, pero no se detiene a enterarse que estas mujeres, con las que se involucra
podían ser menores de edad y que entregar dinero no era para pagar lo que se les debía por
los trabajos de las casas sino por otras cosas. Señaló como conclusiones de su peritaje: que el
imputado reconoce haber tenido sexo con menores de edad, enterándose después de dicha
circunstancia; hipesexualidad patológica sostenida por mecanismo tímico más que perverso,
el que se ve en su vida familiar. refiere que en algunas ocasiones el hipertimico, puede perder
sentido de la realidad, en caso muy acotados; indica que no se puede afirmar que en estas
relaciones sexuales sucesivas con este tipo de mujeres haya pérdida del sentido de realidad; en
este tipo de casos existe exacerbación del tema sexual, se encuentra presente en toda su vida;
es el centro de su existencia, desde que es ordenado sacerdote, ya tempranamente inicia una
relación amorosa en el monte; Refiere que el imputado es una persona extremadamente
activa, que funciona por 20 horas, y que hay un momento en que hay un instinto sexual
bastante irrefrenable y que esta hipertimia le impiden detenerse a pensar. Señala que el
hipertimico, teóricamente puede ser calificado como una persona que conserva su juicio de
realidad, pero que es una persona que no tiene control de las emociones, una persona
223
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

hiperactiva, que no duerme y que es hipersexualizada. Refiere que en algunos casos puede
discutirse hasta que punto fueran presa de una emoción que no le permitió actuar con
libertad. Indica que el imputado no quiere tener conciencia de que son menores de edad, lo
que piensa que es mecanismo de fuga hacia delante; Agregó que su hipertimia no le permite
tomar cuidado en detalles importantes como que las mujeres eran menores de edad.
Que respecto de esas solicitudes se acogerá reconocer favor del imputado la
circunstancia atenuante contemplada en el artículo 11 n° 6 del Código Penal, sin perjuicio de
que no se hay acompañado el extracto de filiación del imputado, toda vez que el fiscal señaló
haber tenido tal documento a la vista y constarle que se encuentra exento de anotaciones
penales pretéritas, sin perjuicio de ello no accederá a calificar tal circunstancia atenuante
atendido, que para proceder de esa forma, resulta necesario encontrarse con una conducta
que fuera de de estar libre de reproches penales, debe destacarse en el ámbito social por su
rectitud o compromiso, destacándola por sobre el promedio de las personas, que por regla
general no cometen delitos, lo que no es el caso de Muñoz Quintero quien desde recién
ordenado sacerdote rompió su voto de celibato, iniciando distintas relaciones de pareja con
mujeres que frecuentaban sus parroquia, e incluso teniendo hijos con algunas de ellas, hijos
que lógicamente el imputado no ha reconocido – esto según la propia defensa-, a lo que cabe
agregar la poco decorosa conducta del imputado de solventar uno de esos grupos familiares
que formó con especies que le eran entregadas a él a titulo de donaciones para caridad,
resulta evidente que solo esa dos circunstancias descalifican la conducta del imputado quien
si bien no registraba antecedentes penales pretéritos, si había demostrado un forma de vida
plagada de acciones reprochables socialmente, y que distan mucho de lo que se califica como
una conducta especialmente recta o de compromiso con la sociedad, a este punto no deja de
ser ilustrativo que el propio abogado defensor de Muñoz Quintero, reseñando la vida
amorosa de su representado en su alegato de apertura, señaló que en razón de ésta y de su
calidad de sacerdote no pediría en su oportunidad calificar la irreprochable conducta anterior
de su representado. Respecto de la solicitud de reconocer a su favor las circunstancias
atenuante contemplada en el artículo de 11 n°9, será desestimada por estos sentenciadores
toda vez que en la declaración prestada por la imputada no aparece ninguna circunstancia que
permita esclarecer los hechos constitutivos del presupuesto fáctico de la acusación. En tal
declaración el acusado pretende justificar su conducta señalando desconocer que las
víctimas eran menores de edad, o derechamente negando haber mantenido relaciones
sexuales con ellas hecho, ambas situaciones fueron asentadas debidamente en la audiencia
mediante la prueba de cargo rendida. Por ende su declaración no puede calificarse como una
colaboración de momento que se limita reasignar el sentido de los hechos que se establecen
224
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

por la prueba de cargo, un sentido que importe la inexistencia de los delitos por los que se le
acusa, ni menos de ser sustancial. Respecto de reconocer una imputabilidad disminuida
respecto del imputado atendido lo dispuesto en el artículo 11 n°1 con relación al artículo 10
n°1 también se rechazará tal solicitud de momento que no se encuentra suficientemente
acreditado la condición siquiátrica que supuestamente padece el imputado, apareciendo
suficientemente claro, de la apreciaciones planteadas por el perito de la defensa, que la misma
no altera en nada el juicio de realidad del imputado el cual se encuentra conservado, de ese
modo el tribunal puede concluir que él se encontraba completamente capacitado para
entender las conductas que realizó, no obstante ese carácter timico que se le atribuye, y que
según señaló el perito los impulsa en una “fuga hacia adelante”, “sin detenerse a analizar detalles de
la situación”, precisando que “el imputado no quiere tener conciencia de que son menores de edad, lo que
es mecanismo de fuga hacia delante”;. Así, queda claro de la exposición que ha realizado el galeno,
que el imputado siempre entendió la conducta que estaba realizando, entendía que esta no
era licita y siempre pudo adecuar su comportamiento conforme a ella, sin perjuicio de que
atendida su condición no repara en las consecuencias de esos actos, lo cual importa que pese
a la condición señalada de hipertimco, la imputabilidad del Muñoz Quinteros no se
encuentra disminuida, en cuanto concurren en sus conducta todos los elementos de dolo del
tipo penal en cuestión, tanto intelectivo como volitivo. Configurándose, en último caso, una
hipótesis de dolo eventual atendido que imputado actúo aun representándose la ilicitud de su
conducta.
SEPTUAGÉSIMO CUARTO: Que respecto de la imputada Pamela Ampuero
Escobar invocó a su favor la concurrencia de las siguientes circunstancias atenuantes: la
contemplada en el artículo 11 n° 6 del Código Penal, irreprochable conducta anterior del
Ricardo Muñoz Quintero, fundado en su extracto de filiación exento de anotaciones
pretéritas, y la del artículo 11 N° 9 del Código Penal, fundándola en que el prestó declaración
en el transcurso del juicio.
Que respecto de esas solicitudes se acogerá reconocer favor del imputado la
circunstancia atenuante contemplada en el artículo 11 n° 6 del Código Penal, sin perjuicio de
que no se hay acompañado el extracto de filiación del imputado, toda vez que el fiscal señaló
haber tenido tal documento a la vista y constarle que se encuentra exento de anotaciones
penales pretéritas. Respecto de la solicitud de reconocer a su favor las circunstancias
atenuante contemplada en el artículo de 11 n°9, también se acoge tal solicitud, teniendo
especialmente en cuenta que tal declaración ha sido fundamental para establecer los delitos
de facilitación propia a la prostitución que se le atribuyen a la imputada en todo los
elementos del tipo tanto objetivos como subjetivos, sí como para determinar su participación
225
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

en los mismos, pero además su declaración ha sido especialmente relevante para demostrar la
existencia de los delitos de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad que se
le atribuyen al coimputado Muñoz Ampuero, así como su participación de modo que
declaración admite las calificaciones de colaboración, toda vez que sirvió para dar cuenta de
las circunstancias anotadas, y de sustancial por cuanto fue muy relevante a esos efectos.
SEPTUAGÉSIMO QUINTO: Que el fiscal solicitó en su acusación se considera
concurrente, respecto del imputado Muñoz Ampuero la circunstancia agravante especial para
los delitos sexuales contemplada en el artículo 368 del Código Penal, atendida su calidad de
sacerdote, y en cuanto tal disposición establece una agravación de pena cuando los delitos
que indica –entre los cuales se encuentra la facilitación impropia a la prostitución de
menores- hubieren sido cometidos por ministro de un culto religioso.
Que al respecto debe aclarase que atendido los principios de un Derecho Penal
racional, no se justifica una agravación de pena, un aumento en el reproche penal, fundado
sólo en consideración moral, esto es lo reprochable que resulta éticamente que un ministro
de culto realice tales conductas. La justificación del aumento del reproche, sólo puede tener
sentido en cuanto tal circunstancia aumenta el disvalor de la conducta, y resultará mas
disvaliosa esa circunstancia cuando permita la facilitación de la comisión del delito, cuando el
imputado se prevalezca de ella para esa comisión, aprovechándose de la ascendencia que tal
calidad tiene sobre la víctima.
Por ende la prueba que del Ministerio Público debió tender también a acreditar tal
circunstancia, dando cuenta que el imputado se prevalió de su calidad de sacerdote en su
actuar, no obstante la prueba de cargo no sólo fue inidónea a tal efecto, si no que acreditó
todo lo contario: el imputado siempre escondió su calidad de sacerdote desarrollando,
incluso, con la coimputada un estratagema para ocultar su identidad en virtud del cual la
persona que se juntaba con las víctimas era supuestamente un hermano gemelo del
imputado, quien trabajaba en la empresa de de pollos Ariztía, así lo han señalado todos los
testimonios aportados por la víctimas y las mujeres que también tuvieron encuentros sexuales
con él. Teniendo en cuenta tal situación, en ningún caso puede afirmarse que la calidad de
sacerdote haya sido utilizada por el imputado para facilitarse la comisión de estos delitos, por
lo que no se puede afirmar que tal condición haya aumentado el disvalor de su conducta,
luego no resulta pertinente considerar concurrente la agravante invocada por el Ministerio
Público al no concurrir su presupuesto fáctico.
También se solicitó por el ente persecutor se aplicara esta circunstancia agravante, del
artículo 368 del Código Penal, respecto de la imputada Ampuero Escobar, sin explicar cuál
de la hipótesis expresadas en esa disposición se encuadra en la conducta de Ampuero
226
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Escobar de la lectura del artículo 368, se infiere que la única calidad que le podría ser
aplicable es la aquel sujeto activo encargado por cualquier título del cuidado del ofendido.
A este respecto también era cargo del Ministerio Público acreditar tal presupuesto
fáctico, que las víctimas Linda S.B.D, Lorenza de la L.V.M, y Daniela A.G.C se encontraban
al cuidado de Pamela Ampuero. Desde esta perspectiva puede aseverarse que las probanzas
del ente persecutor fueron inidóneas para tal efecto, toda vez que respecto de Linda B. y
Lorenza V. se estableció que ambas tuvieron una relación laboral con la imputada realizando
el servicio doméstico de la casa de la imputada, siendo en ese contexto que les fue realizado
el ofrecimiento de ejercer la prostitución con el imputado. De este aserto no se infiere en
ningún caso que la imputada haya tenido a su cargo el cuidado de ambas víctimas las cuales
frecuentaban su casa exclusivamente por la relación laboral que las vinculó. Luego, estos
sentenciadores no pueden dar por establecido la existencia de tal hipótesis fáctica de la
norma en cuestión, lo que hace inconcurrente la agravante invocada contra Ampuero
Escobar respecto de los delitos de facilitación propia a la prostitución infantil por los que ha
sido condenada.
También era cargo del Ministerio Público acreditar tal presupuesto fáctico, respecto
de la víctima Daniela A.G.C. no obstante de los antecedentes vertidos en este juicio, no hay
probanza alguna que pueda dar cuenta de que la imputada se encontraba al cuidado de esa
menor, siendo muy azarosa las circunstancia por las que ellas visitaba ese hogar, las cuales se
relacionan con la amistad de la víctima con la hija de Pamela Ampuero, y aunque según se ha
reseñado la menor pasaba largas temporadas en la casa de la imputada, tal situación no torna
la relación de amistad que pudo haber tenido con la imputada y su hija, en un vínculo en que
esta última estuviera al cuidado de la primera. Máxime si el perito Lina Rottman dio cuenta
de que aun cuando vivía en hogar disfuncional la menor se encontraba al cuidado de su
madre. Luego, estos sentenciadores no pueden dar por establecido la existencia de tal
hipótesis fáctica de la norma en cuestión, lo que hace inconcurrente la agravante invocada
contra Ampuero Muñoz respecto del delito de abuso sexual impropio por el que ha sido
condenada
SEPTUAGÉSIMO SEXTO: En la oportunidad procesal a que se refiere el artículo
343 del Código Procesal Penal, el Fiscal, solicitó se le impusieran a los imputados las penas
originalmente pedidas en su acusación, señalando que se corresponde dicha penalidad
atendido los delitos por los que han sido condenados. En el mismo sentido alegó la
querellante.
Por su parte la defensa de Pamela Ampuero Escobar, señaló que atendido la
concurrencia de dos circunstancias atenuantes y atendido lo dispuesto por el artículo 68 del
227
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Código Penal, corresponde se haga una rebaja de dos grados respecto de la pena mínima
señalada en la ley para los delitos de facilitación a la prostitución, solicitando en definitiva se
le impongan dos pena de 61 días de presidio menor en su grado mínimo, respecto del delito
de abuso sexual impropio y también en razón de lo dispuesto en el artículo 68 del Código
Penal, señala que es procedente que se haga un rebaja de un grado respecto de la pena
mínima señalado en la ley para ese delitos, solicitando en definitiva se le aplique una pena de
541 días de presidio menor en su grado medio. Respecto de todas estas penas solicita se le
conceda el beneficio de remisión condicional de la pena, presentado al efecto prueba
documental consistente en un certificado de residencia de la imputada y un informe social en
que: “sugiere para la imputada un beneficio de la ley 18.216 ya que las características sociales,
familiares y personales de la peritada permitan el cumplimiento en forma óptima de estas
medidas legales”. Que respecto a la solicitud de penas de la defensa de Pamela Ampuero
estas serán desestimadas conforme a los argumentos que se exponen en el considerando que
sigue. Respecto de su solicitud de concederle el beneficio de la remisión condicional de la
pena esta se rechazada por los argumentos que se desarrollaran en el considerando
pertinente.
La defensa de Muñoz Quintero solicitó por su parte que se considere la concurrencia
de dos atenuantes a su respecto, la contemplada en el artículo 11n° 6 del Código Penal,
solicitando se tenga por muy calificada y la del artículo 11n°9 del mismo Código, en virtud
de ello solicita se de aplicación a lo dispuesto en el artículo 68 del Código Penal, se hagan las
rebajas que procedan respecto de los mínimos legales establecidos para las penas que
corresponda imponerle atendido los delitos por los cuales ha sido condenado su
representado, y que respecto de esas penas, siendo procedente, se le conceda alguno de los
beneficios que contempla la ley 18.216. Tales alegaciones serán desestimadas atendido que al
imputado se ha reconocido favorecerle sólo una atenuante, la establecida en el artículo 11
n° 6 del Código Penal como y se estableció en el considerando septuagésimo primero, la cual
no se consideró como muy calificada.
SEPTUAGÉSIMO SEPTIMO: Pena aplicable. Que respecto del imputado Ricardo
Muñoz Quinteros se ha acreditado su autoría en la comisión de cuatro delitos de facilitación
impropia a la prostitución de menores de edad, y en la comisión de un delito de
almacenamiento de material pornográfico infantil. La primera de estas figuras penales se
encuentra sancionada en el artículo 367 ter del Código Penal con una pena de presidio menor
en su grado máximo, a su vez la segunda de esas figuras penales se encuentra sancionada en
el artículo 374 bis inciso segundo, del mismo Código, con una pena de presidio menor en su
grado medio a máximo.
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Si se procede conforme lo dispone el artículo 74 del Código Penal, atendida la


circunstancia atenuante que concurre a su favor deberá apaliársele cuatro penas de presidio
menor en su grado máximo, y estas en su mínimum conforme lo establece el artículo 67 del
Código Penal, cuya extensión temporal comienza en tres años y un día, y una pena de
presidio menor en su grado medio cuya extensión temporal parte en 541 días, al excluirse el
grado máximo del marco penal previsto para este delito conforme lo establece el artículo 68
del Código Penal,. Resultando de esta forma una pena cuya extensión alcanzaría 13 años y
180 días.
Ahora bien se procede conforme lo dispone el artículo 351 del Código Procesal
Penal, atendido que los delitos de reiterados de facilitación impropia a la prostitución de
menores de edad son delitos de la misma especie y son infracciones de igual naturaleza,
deberá considerárseles como un solo delito, e imponiendo la pena correspondiente a las
diversas infracciones consideradas como un solo delito aumentada en uno o dos grados.
Atendido que el número delitos el aumento debe ser el máximo contemplado en la ley, por lo
que resulta a imponer una pena de presidio mayor en su grado medio, debiendo aplicarse ésta
en su mínimum por la atenuante concurrente y conforme lo establece el artículo 67 del
Código Penal. Luego la pena parte su extensión temporal en 10 años y un día. Si esta pena se
le suma la pena asignada al delito de almacenamiento de material pornográfico infantil, la cual
atendida su bien jurídico protegido no puede aplicársele la regla precitada, resulta que la
duración total de la sanción impuesta es de 11 años y 176 días.
De un simple ejercicio de aritmético puede establecerse que la pena establecida
conforme a las reglas del artículo 351 del Código Procesal Penal, resulta ser una pena menor
para los delitos de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, razón por la
cual no se dará aplicación, a su respecto, a lo establecido en el artículo 74 del Código Penal,
considerándoseles, en definitiva, como un delito reiterado. Así la pena a imponer por este
delito es presidio mayor en su grado medio, la cual se aplicará en su mínimum atendía la
circunstancia atenuante que concurre y lo dispuesto en el artículo 67 del Código Penal.
Ahora bien estas penas se aplicarán, todas, en sus rangos mínimos teniendo
especialmente en consideración, lo dispuesto en el artículo 69 del Código Penal, y a la menor
extensión del mal causado con su conducta por el imputado, toda vez que los daños
sicológicos de las víctimas no pueden ser atribuida a su responsabilidad penal atendido que,
conforme expusieron las peritos que evaluaron a la víctimas, gran parte de ese daño se
asoció a la estigmatización social vinculada a las víctimas de estos delitos y a la exposición
pública de este caso.

229
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Que respecto del imputado Pamela Ampuero Escobar se ha acreditado su autoría en


la comisión de dos delitos de facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, y en
la comisión de un delito de abuso sexual impropio. La primera de estas figuras penales se
encuentra sancionada en el artículo 367 del Código Penal con una pena de presidio menor
en su grado máximo, a su vez la segunda de esas figuras penales se encuentra sancionada en
el artículo 366 bis del Código Penal con una pena de presidio menor en su grado máximo a
presidio mayor en su grado mínimo.
Si se procede conforme lo dispone el artículo 74 del Código Penal, atendida las
circunstancias atenuantes que concurren a su favor deberá aplicársele, por los delitos de
facilitación impropia a la prostitución de menores de edad, dos penas de presidio menor en
su grado máximo debiendo rebajarse en un grado del mínimo legal tales penas, atendido las
dos atenuantes que concurren y lo que establece el artículo 68 del Código Penal, de lo que
resulta a imponer dos penas de presidio menor en su grado medio cuya extensión temporal
comienza en 541 días, y un día. A esto debe agregarse la pena de presidio menor en su
grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo por el delito de Abuso Sexual
impropio, respecto de la cual también procede hacer un rebaja en un grado del mínimo legal
de la pena, atendido las dos atenuantes que concurren y lo que establece el artículo 68 del
Código Penal, de lo que resulta a imponer un apena de presidio menor en su grado medio,
cuya extensión temporal parte en 541 días y termina en 3 años, dejando por sentado ya que,
para este delito, atendido la extensión del mal causado, no se impondría esa pena en su rango
mínimo. Resultando de esta forma una pena cuya extensión alcanzaría los 6 años.
Ahora bien se procede conforme lo dispone el artículo 351 del Código Procesal
Penal, atendido que los delitos en cuestión afectan un mismo bien jurídico la libertad o
indemnidad sexual, sin perjuicio de ello y atendido que son infracciones de diversa
naturaleza deberá considerar aquella que atendida las circunstancias del caso merezca la pena
más grave. Esta es la pena asignada al delito de abuso sexual, al que atendido las
circunstancias atenuantes que concurren y lo dispuesto en el artículo 68 del Código Penal, se
rebajara en un grado resultando una pena a imponer de presidio menor en su grado medio, la
cual deberá ser aumentada en uno o dos grados. Atendido que el número delitos el aumento
debe ser el máximo contemplado en la ley, por lo que resulta a imponer una pena de presidio
mayor en su grado mínimo. Luego la pena parte su extensión temporal en 5 años y un día.
De un simple ejercicio de aritmético puede establecerse que la pena establecida
conforme a las reglas del artículo 351 del Código Procesal Penal, resulta una pena menor,
razón por la cual no se dará aplicación a su respecto a lo establecido en el artículo 74 del

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

Código Penal considerándoseles como un delito reiterado. Así la pena a imponer por este
delito es presidio mayor en su grado mínimo.
Ahora bien esta pena se aplicará en su rangos mínimo teniendo especialmente en
consideración, al tenor dispuesto en el artículo 69 del Código Penal, que la gravedad de la
misma comprende la gravedad de la extensión del mal causado, constituido por el daño
sicológico producido en la víctima a raíz de estos hechos, cuyas luctuosas reverberaciones se
extenderán a lo largo de su vida.
SEPTUAGÉSIMO OCTAVO: concesión de beneficios contemplados en la ley 18.216. Que
atendida las penas impuestas a los imputados no resulta procedente la concesión de ninguno
de los beneficios contemplados en la ley 18.216.
SEPTUAGÉSIMO NOVENO: Comiso. Que conforme lo prescrito en el artículo 31
del Código Penal Se ordena el comiso y destrucción de la imagen de Jessica del P.C.G que le
fue hallada al imputado archivada en su ordenador, así como el computador marca IBM,
serie 23TN4HT, que fue incautado desde el domicilio del imputado.
OCTOGESIMO: Costas. Que en atención a lo dispuesto en el artículo 600 del Código
Orgánico de Tribunales, se eximirá a la imputada Pamela Ampuero Escobar del pago de las
costas de la causa, al ser representada por la Defensoría Penal Pública.
Por su parte, también se exime del pago de las costas de la causa al imputado
Ricardo Muñoz Quinteros atendido que no fue totalmente vencido en esta causa al ser
absuelto de cuatro de las acusaciones que se le estaban formulando.
Así también se eximirá al Ministerio Público del pago de las costas de la causa, al
dictarse una sentencia condenatoria, en las que se acreditó cinco hechos que le atribuyó al
imputado Muñoz Quinteros, y tres hechos que le atribuyó a la imputada Ampuero Escobar.
OCTOGESIMO PRIMERO: Que, atento lo dispuesto en los artículos 5°, 16 y 17
de la Ley 19.970, y habiendo sido condenados Pamela Alejandra Ampuero Escobar y Ricardo
Alberto Muñoz Quinteros, por delitos previstos en la letra b) del inciso segundo del artículo
17 de la Ley N° 19.970, se ordena determinar, previa toma de muestras biológicas si fuere
necesario, la huella genética de los sentenciados para ser incluidas en el Registro de
Condenados, una vez que el presente fallo se encuentre ejecutoriado. Póngase lo previamente
resuelto en conocimiento del Servicio Médico Legal, en la oportunidad procesal
correspondiente y para efectos de su cumplimiento.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 1, 7, 11 N° 6,
11 N° 9,14 N° 1, 15 N° 1, 18, 25, 26, 28, 29, 31, 68, 69, 366 bis, 366 quinquies inciso
segundo, 367, 367 ter, 372, 374 bis inciso del Código Penal; 295, 297, 325 y siguientes, 340,
341, 342, 343, 347, 348 y 351 del Código Procesal Penal, y la ley 19.970 se declara:
231
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

I. Que se condena a Ricardo Alberto Muñoz Quintero, ya individualizado, a la


pena única de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio, y a las accesorias de
inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y de
inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, y a la sujeción a la
vigilancia de la autoridad por el lapso de los diez años siguientes al cumplimiento de su
sentencia debiendo informar a Carabineros de Chile cada tres meses su actual domicilio, por
su participación en calidad de autor del delito reiterado de facilitación impropia a la
prostitución de menores de edad, en grado de consumados, en contra de Linda. S.B.D, de
Jennifer E, del C.G.V, de Lorenza de la L.V.M, y de Jessica del P.G.C, los que le fueron
atribuidos como los hechos 1, 2, 4 y 6 de la acusación, y que se perpetraron durante el 2008
y parte del 2009 el primero, durante el mes de agosto del 2008 el segundo, desde julio del
2005 el tercero, y entre los meses de agosto a noviembre del año 2008 el cuarto, y a la pena
de quinientos cuarenta y un días de presidio menor en su grado medio, a las accesorias
de suspensión de cargo u oficios públicos mientras dure la condena por su participación en
calidad de autor de un delito de almacenamiento de material pornográfico infantil, sólo
respecto de una imagen de Jessica del P.C.G, hecho ocurrido en la comuna de Melipilla.
II. Que se absuelve a Ricardo Alberto Muñoz Quintero, ya individualizado, de
la acusación que lo sindica como autor del delito de abuso sexual impropio, que se le
atribuyó en el hecho N° 3 de la acusación, el que se habría perpetrado entre los años 2007 a
2009 en la comuna de Curacaví; de dos delitos de facilitación impropia a la prostitución
de menores de edad en contra de Rosa M.C.C, el que habría cometido durante el año 2006,
y en contra de Elena M.A.E., el que habría cometido desde el año 2005 al año 2007, los que
se le atribuyeron en los hechos 5 y 9 de la acusación, y del delito de producción y
almacenamiento de material pornográfico infantil, que se le atribuyó en el hecho 8 de la
acusación, excluyéndose de este hecho, el hallazgo de una imagen de Jessica del P.C.G, la que
le fue encontrada almacenada en su ordenador, hecho por el que ha sido condenado en esta
causa.
III.- Que se condena a Pamela Alejandra Ampuero Escobar, ya individualizada, a
la pena única de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, y a las
accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos
políticos, y de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, y a
la sujeción a la vigilancia de la autoridad por el lapso de los diez años siguientes al
cumplimiento de su sentencia debiendo informar a Carabineros de Chile cada tres meses su
actual domicilio, por su participación en calidad de autora de dos delitos continuados, lo
que se encuentran en grado de consumados, de facilitación propia a la prostitución de
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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

menores de edad, en contra de Linda. S.B.D y de Lorenza de la L.V.M, los que fueron
descritos como los hechos 1 y 4 de la acusación, y que se perpetraron durante el 2008 y
parte del 2009 el primero, y desde julio del 2005 el segundo, y por su participación en
calidad de autora de un delito continuado de abuso sexual impropio, en grado de
consumado, cometido en contra de Daniela A.G.C, hecho ocurrido entre el año el 2006 a
2009 en la comuna de Curacaví, y que se le atribuyó en el hecho 7 de la acusación.
IV. Que se absuelve a Pamela Alejandra Ampuero Escobar, ya individualizada,
de la acusación que la sindica como autora del delito de facilitación propia a la
prostitución de menores de edad, en contra de Rosa M.C.C, el que habría cometido
durante el año 2006, el que se le atribuyó en los hechos 5 de la acusación y del delito de
producción y almacenamiento de material pornográfico infantil, el que se le atribuyó
en el hecho 10 de la acusación.
V.- Que atendida la pena que le fue impuesta a Ricardo Alberto Muñoz Ampuero,
no corresponde concederle ninguno de los beneficios contemplado en la ley 18. 216,
debiendo cumplir la pena privativa de libertad que se le ha impuesto en forma efectiva,
abonándose al cumplimiento de dicha pena el tiempo que ha permanecido privado de
libertad en forma ininterrumpida con motivo de esta causa, sujeto a la medida cautelar de
prisión preventiva en principio y de arresto domiciliario total después, esto es desde el 5 de
enero de 2010 a la fecha, según consta en los antecedentes.
VI.- Que atendida la pena que le fue impuesta a Pamela Alejandra Ampuero
Escobar, no corresponde concederle ninguno de los beneficios contemplado en la ley 18.
216, debiendo cumplir la pena privativa de libertas que se le ha impuesto en forma efectiva,
abonándose al cumplimiento de dicha pena el tiempo que ha permanecido privado de
libertad en forma ininterrumpida con motivo de esta causa, sujeto a la medida cautelar de
prisión preventiva en principio y de arresto domiciliario total después, esto es desde el 5 de
enero de 2010 a la fecha, según consta en los antecedentes.
VII.- Se ordena el comiso y destrucción de la imagen de Jessica del P.C.G que le fue
hallada al imputado archivada en su ordenador, así como el computador marca IBM, serie
23TN4HT, que fue incautado desde el domicilio del imputado.
VIII.- Que en atención a lo resuelto en considerando octogésimo sexto, se exime a los
intervinientes del pago de las costas de la causa.
XI.- Dese estricto cumplimiento a lo resuelto en el considerando octogésimo primero
de esta sentencia
Devuélvanse los documentos acompañados por los intervinientes.

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TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE MELIPILLA

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