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EL TRABAJO TERAPEUTICO CON ESTADOS NO ORDINARIOS DE CONCIENCIA

RESPIRACION HOLOTROPICA

Nuestra cultura occidental es la única que no le da un espacio a los estados no


ordinarios de conciencia. Y además los hace o cree patológicos.
Al mismo tiempo es una cultura fragmentada, llena de contradicciones, es una cultura
con hambre de significados profundos.
Es que el estado de conciencia en el que vivimos la mayor parte del tiempo deja de
lado una enorme porción del universo y de nuestra naturaleza.
Vivimos en una especie de “samsara” cultural. Se nos enseña quienes somos y como
debemos movernos, pensar y actuar.
Cuando entramos en estados de conciencia ampliados la visión de nosotros mismos
se modifica; accedemos a aspectos nuestros que habitualmente nos están vedados. Y
también logramos conectar muchas veces con partes del universo que desconocemos,
pudiendo llegar a sentirnos una parte viviente de ese mismo universo.
El arte (escultura, pintura, música) muchas veces fueron inspirados en estos tipos de
estados. Las diferentes religiones fueron empezadas por personas que estaban en estados
visionarios. La Biblia misma está llena de este tipo de experiencias.
Los shamanes usaban, o lo siguen haciendo hoy mismo, este tipo de estados para
curar, para visualizar el futuro y ayudar a la tribu; también servían para que toda la tribu se
uniera en distintas ceremonias. Curación, diagnosis, ritual.
También sirven para desarrollar la intuición.
Pero la medicina tradicional generalmente interpreta estos estados como psicóticos y
trata al que los tiene con tranquilizantes (emergencias espirituales). No se conoce el
potencial curativo que traen aparejado.
Por eso las investigaciones y estudios que hay sobre el tema vienen de disciplinas
tales como la antropología. la tanatología y actualmente las modernas investigaciones sobre
la conciencia.
Los estados holotrópicos que nosotros promovemos a través de la respiración son
una de las formas de estados no ordinarios. Pero no todos estos estados son sanadores; un
delirio o el estado de un enfermo grave pueden ser también estados no ordinarios pero no
son holotrópicos.
HOLOTROPICO significa movimiento hacia la totalidad. (Del griego holos (totalidad) y
el verbo trepain: ir hacia). Los ESTADOS HOLOTROPICOS entonces son estados ampliados
ampliados de conciencia pero que llevan siempre hacia una integración del ser y hacia la
salud.

La psicoterapia fue durante un tiempo sinónimo de estados ordinarios y de hablar


(asociación libre). Años 50.
Antes había un interés por los estados ampliados que se perdió. (Charcot, hipnosis,
Freud).
En los años 60 con la psicología humanística de Rollo May, Maslow, etc., surge una
alternativa al psicoanálisis. LO que se busca, principalmente es modificar la idea
psicoanalítica de que nuestra naturaleza estaba gobernada por el instinto de muerte y por
mecanismos patológicos. Se quiere dar un lugar a la normalidad, la prevención y la salud
dentro del trabajo terapéutico.
Además comienza la psicoterapia experiencial; se empieza a usar el cuerpo, a curar a
través del cuerpo. A darle la mano o un abrazo al paciente si fuera necesario.
El nivel de conciencia con el que se trabaja en estos encuadres es el ordinario.
Todavía se mantenía, (por ej. en Esalen) el nivel biográfico de interpretación y el que la
persona no se desorganizara con sus emociones.
Las terapias gradualmente se fueron especializando en trabajar cada vez más con las
emociones, con su expresión hasta agotarlas, reelaborarlas; y también a nivel del cuerpo en
desbloquear emociones reprimidas.
Con esta técnica estamos retornando a lo que se hacía en las tradiciones más
antiguas como el chamanismo, que es volver a los estados no ordinarios como un modo de
curación. El método al que nos estamos refiriendo comenzó junto con el hombre; en las
cuevas de Altamira ya hay imágenes que representan el trabajo de chamanes 20 o 30.000
años atrás.
Lo que hace que estos estados holotrópicos sean curativos no es solamente el poder
viajar hacia atrás a encontrar el episodio traumático que subyace a una dolencia, sino
fundamentalmente el poder trabajar desbloqueando la energía condensada en un síntoma.
La medicina clásica identifica al síntoma con la enfermedad. A más síntoma más
enfermedad. Por ello en psiquiatría se busca controlar los síntomas con medicamentos, por
ejemplo.Nosotros pensamos que los síntomas son manifestaciones de la curación y no de la
enfermedad. Son los esfuerzos que está haciendo el cuerpo por curarse. Por ello no hay que
hacerlos desaparecer sino que hay que trabajarlos ayudándolos a expresar el secreto que
esconden y a desbloquear la energía que acumulan.
El trabajo nuestro es el de quitar los velos y las trabas a las emociones, raramente el
frenarlas (salvo que haya algún tipo de riesgo) .Es más, si logramos que una emoción se
exprese en su totalidad estamos curando el padecimiento a ella asociado. Lo fantástico de
este encuadre es que permite, a través de un extremo cuidado, la total expresión de lo que
emerge.

Los estados holotrópicos nos permiten incluir el nivel biográfico como origen de los
síntomas, pero también nos llevan a dos niveles más profundos. No todos los traumas son
postnatales, algunos son perinatales (tienen que ver con el nacimiento) y otros
transpersonales (del inconsciente colectivo o de planos espirituales).
(El budismo zen nos dice que no sirve entender a un hecho con la explicación
de lo que pasó en un momento a menos de que se pueda incluir al universo en la
explicación, ya que todo está en última instancia interconectado).
Este tipo de abordaje piensa también que la psiquis tiene dimensiones cósmicas. El
intelecto es sólo una parte de la persona y nosotros lo utilizamos para trabajar en la
elaboración de lo vivido luego de la sesión.
Durante la misma se busca conectar a la persona con su curador interior o higher self,
que es el verdadero artífice del cambio. La curación se da en ese momento y gracias a la
misma persona; el terapeuta es sólo un facilitador que ayuda a que ese proceso ocurra.

El nivel de contención y cuidado que existe en este tipo de trabajo hace posible que la
persona pueda ingresar y transitar estos espacios con un nivel de profundidad raras veces
alcanzados en otras técnicas psicoterapéuticas y curar síntomas que no han podido ser
modificados con otros tipos de trabajos.
Por la índole o calidad de trabajo se hace contraindicado para personas que sufran de
hipertensión o de patologías cardiovasculares.

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