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E D

DIDÁCTICA GENERAL

Diplomatura de Educación Social


Universidad Nacional
de Educación a Distancia
España

Bloques I y II
1er cuatrimestre
Curso 2007-2008

Equipo Docente
Educación Social
Índice

BLOQUE I

Tema 1: La didáctica de la intervención socioeducativa

¿Por qué este tema? .......................................................................4


Objetivos del tema ...........................................................................4
Organizador gráfico .........................................................................4
Comentario ......................................................................................5
¿Qué es un contexto educativo? .....................................................5
Habilidades para la intervención socioeducativa .............................6
Planificar la intervención educativa................................................17
Técnicas verbales asertivas...........................................................24
Los recursos (1ª parte) ..................................................................32
Textos para la reflexión..................................................................40

Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

¿Por qué este tema? .................................................................... 42


Objetivos del tema .........................................................................42
Organizador gráfico .......................................................................42
Comentario ....................................................................................43
Contexto educativo de carácter generalista...................................43
Las habilidades básicas del educador:
aprender de la propia experiencia..................45
La formación permanente del educador social ..............................56
La comunicación no verbal ............................................................67
Los recursos (2ª parte) ..................................................................74
Textos para la reflexión..................................................................81

Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

¿Por qué este tema? .....................................................................85


Objetivos del tema .........................................................................85
Organizador gráfico .......................................................................85
Comentario ....................................................................................86
Un contexto caritativo y social .......................................................86
Resolver los dilemas éticos del educador/a...................................87
El código deontológico del educador social ...................................92
Estrategias para el acopio y la organización
de las ideas antes de hablar o escribir (1ª parte)......95
La creatividad como habilidad del educador social........................99
Textos para la reflexión ...............................................................113

p. 2
BLOQUE II

Tema 4: La diversidad educativa

¿Por qué este tema? ...................................................................116


Objetivos del tema .......................................................................116
Organizador gráfico .....................................................................116
Comentario ..................................................................................117
El educador social en el ámbito educativo formal........................117
La habilidad de integrar a la diversidad .......................................119
Las necesidades educativas especiales ......................................125
Los sistemas no habituales de comunicación humana................132
Dibujar para la comunicación.......................................................142
Textos para la reflexión................................................................150

Tema 5: Trabajar con información e ideas

¿Por qué este tema? ...................................................................154


Objetivos del tema .......................................................................154
Organizador gráfico .....................................................................154
Comentario ..................................................................................155
Un contexto humanitario y social .................................................155
El trabajo colaborativo en la
profesionalización del educador social..............................156
Técnicas e instrumentos de recogida de información ..................161
Estrategias para acopio y ordenación
de las ideas antes de hablar o escribir (2ª parte) ..............169
Recursos. La máquina de fotos digital (1ª parte) .........................174
Textos para la reflexión................................................................184

Tema 6: La Evaluación en Educación Social

¿Por qué este tema? ...................................................................187


Objetivos del tema .......................................................................187
Organizador gráfico .....................................................................187
Comentario ..................................................................................188
Un contexto educativo basado en medios de comunicación .......188
La habilidad de evaluar del educador social ................................189
La evaluación como eje del desarrollo profesional ......................195
La competencia pragmática.........................................................206
Recursos. La máquina de fotos digital (2ª parte) .........................214
Textos para la reflexión................................................................224

p. 3
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

La didáctica de la intervención socioeducativa


© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


En este tema, nos adentramos en las bases de la intervención social. Empezamos
por el análisis de los contextos educativos. Reflexionamos sobre las habilidades
necesarias para la intervención y revisamos la necesidad y la forma de planificar.
Revisamos asimismo las habilidades para la comunicación y la primera parte del
concepto de recursos en la intervención socioeducativa.
2. Objetivos del tema
 Analizar los contextos de intervención educativa.
 Reflexionar sobre las habilidades de un educador social.
 Comprender la importancia de la planificación didáctica en Educación Social.
 Desarrollar las habilidades comunicativas propias de un educador social.
 Describir y caracterizar los recursos para la intervención socioeducativa.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

p. 4
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Comentario

Planificamos la intervención socioeducativa para desarrollarla en un contexto de

intervención. A través de las diversas habilidades, especialmente de las comunicativas,

el educador social logra articular los recursos necesarios para llevarla a cabo.

En un lugar de la Mancha...

¿QUÉ ES UN CONTEXTO EDUCATIVO?1


Entendemos por contexto educativo un centro, programa, institución, asociación,
organización, etc. en el que está trabajando o podría trabajar un educador social. No
estamos hablando del contexto envolvente (cultura, política, economía, etc.) sino del
contexto inmediato que da soporte y en el que se desarrolla la intervención
socioeducativa.
En ese sentido, puede distinguirse el contexto de otros dos conceptos afines:
• El entorno: es el marco cultural, social, natural, político, etc. que envuelve el
contexto de intervención. El entorno rodea el contexto de modo que nos influye
tanto diacrónica como sincrónicamente. El contexto educativo forma parte del
entorno y contribuye a la integración de los más nuevos en el mismo, bien por
edad, bien por recién llegados, y de aquellas personas que presentan dificultades
para ello por cualquier motivo personal o social.
• La situación: es el escenario concreto en el que se desarrolla una intervención
educativa. Se caracteriza por unas circunstancias o condiciones en las que se
desarrolla tanto ambientales (espacio y tiempo) como sociorrelacionales. La
situación es fruto de la confluencia de una previsión que realizamos con
anterioridad y su puesta en práctica en un contexto determinado.
Análisis de un contexto formativo
Para analizar y comprender un contexto educativo o para organizarlo, proponemos
las siguientes dimensiones:
1. Identificación de la entidad
2. Creación y desarrollo
3. Objetivos de la entidad
4. Estructura orgánica
5. Líneas de trabajo
6. Prioridades prácticas
7. Colectivo(s) al / a los que se dirige

1
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

p. 5
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

8. Mecanismos de promoción y captación


9. Tipo de acción social desarrollada
10. Tipo de profesionales y misión de cada uno
11. Selección del personal
12. Organización del personal
13. Planificación del trabajo
14. Tipo de actividades realizadas
15. Recursos y medios utilizados
16. Papel de los educadores o educadoras sociales
17. Relación / colaboración con otras entidades
18. Espacios utilizados
19. Organización temporal
20. Mecanismos de evaluación, seguimiento y / o control utilizados
21. Cualidades necesarias para la intervención

Le molió como cibera...

HABILIDADES PARA LA INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA2


Educar, esa gran palabra que tanto se utiliza. En su origen, educar3 es criar,
alimentar, cuidar. Ése es, además, el sentido tradicional en la cultura occidental
europea de la educación. Por tanto, aunque es cierto que existe otra forma latina
emparentada – educere – no es la que ha dado educar. Educere significa sacar de
un lugar y procede de ducere que es conducir. Se aplicaba en el sentido físico del
movimiento, como cuando decimos que sacamos un objeto de un lugar. Es cierto
que esta familia léxica es muy sugerente ya que evoca otra forma de entender el
desarrollo de las personas. Sin embargo, incluso cuando se ha utilizado con el
sentido educativo, educere ha significado también criar (Blánquez Fraile, 1985). Eso
se debe a que los campos semánticos como el educativo tienen una alta carga
ideológica y científica. No se puede pretender que en la época romana – al igual que
hasta hace muy poco – se pudiese entender la educación más allá de la simple
crianza. Fíjese que, hasta en términos intelectuales, la educación se ha venido
considerando un tipo de alimentación, esta vez, del conocimiento. Un ejemplo del
autor citado (op. cit.4, p. 564) nos ilustrará esos significados emparentados cuando
da este ejemplo:
Educit obstetrix, educat nutrix, instituit paedagogus, docet magíster (nos
hace salir a la luz la comadrona, nos cría la nodriza, nos educa el pedagogo
y nos instruye el maestro)
Por tanto y aunque es un recurso escolástico ingenioso, la etimología nos aclara
bien poco sobre el sentido de la educación. Sin embargo, esta clarificación nos

2
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.
3
Del lat. Educare.
4
Op. cit. es la abreviatura de la expresión latina Opus Citatem, obra citada, que se suele utilizar para omitir la
referencia a una obra ya citada con anterioridad en el documento.

p. 6
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

introduce en uno de los focos más prolíferos de debate sobre el sentido de la


educación: si es un proceso exógeno o endógeno.
En todo caso, tendrá el sentido que queramos que tenga y deberemos explicitarlo.
Educar es de las palabras más definidas en el campo educativo. Parece normal.
Podemos echar mano de algunas ilustres definiciones aunque parece más propio del
campo de la Teoría de la Educación. Podemos decir entonces que educar es
establecer una interacción dialéctica entre estímulos externos organizados y las
potencialidades internas de desarrollo, preparar el medio de forma que se produzcan
cambios estables en la persona, organizar estímulos o acciones del entorno para
que se reorganice la personalidad.
1. ¿Qué es una intervención educativa?
En la actualidad, sobre todo en contextos educativos no académicos, es frecuente
hablar de intervención educativa. Mientras, en contextos más académicos, son más
tradicionales otros términos como enseñanza, aprendizaje o instrucción. Intervenir5
tiene muchas acepciones aunque no nos interesa como verbo transitivo. Un
educador no interviene algo; acaso interviene para alguien o algo, con alguien o algo
o sobre alguien o algo. Estos son todos sentidos intransitivos:
1. Tomar parte, participar, colaborar o contribuir en un proceso.
2. Ofrecer o proponer su facultad o capacidad para realizar una actividad.
3. Interceder o mediar por alguien.
4. Interponerse entre dos o más que están en desacuerdo.
Este cuarto aspecto no es baladí ya que enlaza adecuadamente con la idea de
acompañamiento, mediación, participación, ofrecimiento, intercesión, interposición,
comunicación o interacción. Todas ellas hacen justicia a su origen compuesto (inter-
-venir, es decir, venir entre) y entroncan muy oportunamente con las perspectivas
contemporáneas de la educación a la vez que sitúan al educador en una posición
muy pertinente tanto antropológica como deontológicamente. Ahora bien, la
intervención es tanto la acción como el efecto de intervenir. Veamos el interés de
este matiz.
2. La intervención como acción y como efecto
Como decimos, una intervención6 es tanto la acción como el efecto de intervenir.
Esta primera particularidad es importante. La acción nos remite al proceso entendido
como desarrollo de una actividad, eso es, al hacer mientras sucede. Ello nos deriva
a un campo semántico de suma importancia para la actividad didáctica: la acción, la
actividad, el acto, la actuación, el curso, el desarrollo, el ejercicio, el encuentro, la
energía, el entusiasmo, la evolución, las fases, el hecho, la labor, la maniobra, la
marcha, la mediación, el medio, el movimiento, la obra, la operación, la participación,
el procedimiento, el procesamiento, la serie, la sucesión, el suceso, la tarea, la
técnica, el trabajo, la transformación o el tratamiento.
Las acepciones centradas en el efecto no son menos interesantes. El efecto nos
remite a lo que resulta del proceso. Así enlazamos con otro campo semántico: la
alteración, el beneficio, el cambio, la conclusión, la consecuencia, el corolario, la
deducción, la derivación, el desenlace, el efecto, la elaboración, el fruto, el impacto,

5
Del lat. Intervenīre. A su vez, procedente de inter y venīre.
6
Del lat. interventĭo, -ōnis.

p. 7
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

la impresión, la inferencia, la producción, el producto, el provecho, el rendimiento, el


resultado o la secuela.
Consecuentemente, esta segunda perspectiva nos aboca a observar lo que se logra
o no y si se alcanza voluntariamente o no. Ambas perspectivas son relevantes: la
educación es un proceso intencional y, por tanto, deseado, deseable, esperado,
pretendido. Deseamos los efectos que consideramos valiosos. Por eso, lo prevemos,
lo preparamos, lo planificamos, lo programamos, lo diseñamos. En ese sentido, lo
deseado ha de ser valioso, apreciable, provechoso, beneficioso, conveniente,
oportuno, pertinente, adecuado para la persona. No se puede entender la educación
si no es para la plenitud de la persona, para su crecimiento, su perfección, su
avance, su mejora y su progreso, tanto individual como socialmente.
Pero para entender este efecto de integración y síntesis educativa que se produce
en la persona individuo-sociedad, no podemos descuidar la primera de las
dimensiones a las que nos abocó el análisis de la palabra intervención: el proceso.
No vale cualquier camino para alcanzar la meta. No puede servir cualquier vía para
alcanzar un fin. No puede equipararse cualquier itinerario por el simple hecho de que
se van a conseguir los mismos efectos. Del mismo modo que los efectos son
relevantes y por ello los transformamos en metas, los medios no lo son menos. Y
ello es así porque trabajamos con personas. La persona es siempre la referencia: el
marco y el dibujo, el medio y el fin, la salida y la llegada, el punto de partida y la
meta.
En definitiva, nos remite a un esquema tan potente como simple en Educación: el
medio y el fin. En sí mismo, este esquema conlleva muchos otros pero nos
queremos centrar en esencia sobre ellos mismos y sobre la implicación que conlleva
para el educador. ¿Cómo debo ser para ser un buen educador? ¿Qué debo
conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo decir? ¿Cómo debo hacerlo? ¿Qué debo
creer? Éstas son las cuestiones que nos vamos a plantear en este epígrafe: las
habilidades del educador.
3. ¿Qué son las habilidades?
Una habilidad7 es la disposición para responder a una situación con destreza y arte.
Un educador es hábil porque, en una situación determinada, responde con destreza
y arte. No basta, pues, responder, ni siquiera basta conseguir un determinado
resultado. No hay habilidad si no se realiza de una forma adecuada. Nos
encontramos con la consecución de lo que se pretende pero también con la forma
en que se consigue. Recurriendo al citado y muy polivalente heurístico8, podemos
pensar en la Educación como la organización de medios para conseguir fines. En
consecuencia, una habilidad se debe definir con dos dimensiones, que entendemos
deben ser complementarias:
• Por su eficiencia para conseguir un fin que se ha definido y que se entiende que
es valioso en términos educativos.
• Por su proximidad a un patrón conductual acorde a unos valores, que se da por
óptimo.

7
Del lat. habilĭtas, -ātis.
8
Utilizamos aquí esta palabra en el sentido de mecanismo de análisis, organización o creación.

p. 8
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

No puede entenderse la habilidad sólo desde una de las perspectivas: no es


habilidad la competencia9 de alcanzar fines a través de cualquier medio, ni es
habilidad la utilización de unos medios independientemente de los efectos que éstos
tengan. Aunque tradicionalmente se ha centrado la Didáctica especialmente en esta
segunda faceta – los medios –, creemos que no debe descuidarse la anterior. En
efecto, ¿para qué queremos medios estupendos si los fines atentan contra la
dignidad humana o desprecian los valores más esenciales de las personas? Una
adecuada combinación nos parece la posición adaptada. Pero no es nuestro
propósito plantearlo en términos absolutos sino explicitar las bases sobre las que
desarrollamos este epígrafe. Nuestra propuesta se desarrolla en consecuencia.
La habilidad se basa sobre un soporte previo, sin dudas, que podemos llamar aptitud
y que podemos definir como el talento o cualidad de la que dispone una persona
para determinada actividad. Se supone que una aptitud existe antes de la formación
y de la experiencia. Sin embargo, es difícil discernir su etiología y excede nuestro
propósito en este tema. Queremos decir que es difícil distinguir la proporción de una
aptitud que realmente corresponde a lo innato o congénito y la parte que se adquiere
o desarrolla debido a la experiencia a partir de las potencialidades que tenemos al
nacer. Estas potencialidades deberían ser las aptitudes pero ¿quién se atreve a
decir si las aptitudes que observamos de una persona son realmente congénitas o
debidas a su experiencia?
4. Habilidades para la intervención
Si una habilidad es la disposición para responder a una situación con destreza y
arte, podría definirse como una competencia desarrollada con destreza que
manifiesta una capacidad. Integramos de este modo otros tres conceptos básicos de
actualidad en el campo de la intervención profesional: capacidades, destrezas y
competencias.
Una capacidad supone una disposición natural. Podemos hablar porque disponemos
de la potencialidad para ello cuando nacemos. No puede hablar cualquier animal.
Nosotros, los seres humanos, tenemos esa capacidad, del mismo modo, los delfines
tienen la capacidad de comunicarse de un modo que no entendemos, porque no
estamos capacitados para ello. Por otra parte, una misma capacidad puede
conllevar realizaciones prácticas muy diferentes. Nuestra capacidad para hablar no
ha producido una única forma de hacerlo sino multitud. La capacidad faculta para un
abanico de posibles realizaciones prácticas. La noción de potencialidad que subyace
a la de capacidad es muy ilustrativa: la potencialidad ni se desarrolla unívocamente
ni tiene por qué desarrollarse. Es evidente que las capacidades son enunciados muy
genéricos. Por ello cuando enunciamos objetivos en términos de capacidades los
expresamos en infinitivo, una forma verbal que expresa la acción de un modo vago e
indeterminado.

9
Del lat. Competentĭa. Se toma aquí en el sentido de competencia profesional, no como sustantivo de competir.
Tampoco se toma aquí como indicador de responsabilidad como cuando decimos es competencia de esta
persona.

p. 9
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

La destreza10 conlleva una determinada forma de proceder. Supone un buen hacer.


La destreza supone un arte, maestría o cualidad con que se hace algo. La destreza
es, en nuestro análisis, la parte cualitativa del procedimiento. Este valor implícito es
importante. Supone que no toda realización de la capacidad es hábil.
Consecuentemente, cabe plantearse cuál es el criterio que nos indica lo que es una
destreza y lo que deja de serlo. De alguna forma, nos remite a la necesidad de tener
un criterio para evaluar lo que observamos. En este sentido, parece que el
normotipo, la referencia utilizada, debe centrase en mayor medida en la orientación
criterial de la evaluación antes que normativa (Castillo y Cabrerizo, 2003). Una
evaluación normativa tiene por referencia el grupo o población en el que se da un
comportamiento para evaluarlo; una evaluación criterial se rige por un criterio o
patrón establecido, porque se cree que es el adecuado o pertinente, aunque no sea
el más común o el más frecuente. Este criterio puede ser el que se consigan unos
objetivos previstos. Sería diestra aquella persona que alcanza mejor unos objetivos.
Sin embargo, ello no retrotrae a la vieja cuestión de los fines y lo medios: ¿cualquier
fin justifica lo medios? Desde el punto de vista educativo, de ningún modo. El medio,
la forma o la vía por la que se alcanza el objetivo es tan importante como el
alcanzarlo. Forma parte del contenido del aprendizaje. Adiestra en los
procedimientos e impregna de valores. Consecuentemente, el criterio no puede ser
sólo y exclusivamente la eficiencia, el alcanzar el objetivo con más facilidad. El
criterio debe ser dual: debe valorar también la forma, el modo, el proceso, la vía, el
itinerario, el procedimiento, el método, la vivencia, el transcurso, el desarrollo. El
problema reside en considerar como se valora el proceso. Y en ello entran los
principios educativos de la intervención y su fundamentación científica. Pero sería
demasiado simple si no estuviésemos implicando principios personales y/o
profesionales, con claras reminiscencias valorales. ¿Por qué el sentido lúdico, por
qué la individualización, por qué la creatividad? Entramos entonces en un terreno
complejo pero que necesariamente debemos abordar. Por ello, el tema de las
habilidades requiere una atención muy específica, especialmente desde la Didáctica.
Detengámonos ahora en el tercer concepto de suma actualidad en la formación de
profesionales: las competencias. La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y la
Secretaría de Políticas Públicas de Empleo del Ministerio de Trabajo y Empleo
(MTE) de Brasil (2003) definen la competencia como la
Capacidad de articular y movilizar condiciones intelectuales y emocionales
en términos de conocimientos, habilidades, actitudes y prácticas, necesarias
para el desempeño de una determinada función o actividad, de manera
eficiente, eficaz y creativa, conforme a la naturaleza del trabajo. Capacidad
productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño
real y demostrando en determinado contexto de trabajo y que no resulta
solo de la instrucción, sino que, de la experiencia en situaciones concretas
de ejercicio ocupacional.
La primera parte de la definición focaliza claramente la capacidad para organizar y
entrar en acción (articular y movilizar) de condiciones no sólo intelectuales sino
también emocionales en diversos planos: los conocimientos, las habilidades, las
actitudes y las prácticas. En este caso, parece que se consideran las habilidades
10
De diestro, el que tiene tendencia lateral derecha en los órganos simétricos. Como se sabe, el uso del lado
izquierdo se ha visto tradicionalmente como un defecto que se debía superar. Ser diestro era utilizar el lado
adecuado, lo que explicaba que fuese más hábil. Por otro lado o quizás consecuentemente, en la tradición
judeocristiana, la posición a la derecha (o diestra) manifiesta un valor de preferencia para la persona de
referencia.

p. 10
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

como uno de los elementos que pone en acción la competencia. Pero, uno podría
preguntarse si eso en sí mismo no es una habilidad. Poder articular y movilizar esas
condiciones debe hacerse con la habilidad requerida.
Y por lo antes dicho, no creemos que se puedan analizar las habilidades en términos
sólo de resultados, como parece indicar la segunda parte de la definición,
claramente identificada en parámetros productivos de mercado. Por ello, no basta
con articular y movilizar, si no es de acuerdo a ciertos parámetros que debemos
establecer.
Otra definición, que introduce parámetros diferentes a los anteriores, es la de Ducci
(1997, p. 20):
La competencia laboral es la construcción social de aprendizajes
significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de
trabajo que se obtiene, no sólo a través de la instrucción, sino también – y
en gran medida – mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones
concretas de trabajo.
Además de hablar de construcción social, lo que conlleva que no pueden entenderse
las competencias profesionales de forma univoca o unilateral si no es en
consonancia con el contexto socio-histórico en el que se desarrolla, y de plantear
explícitamente la significatividad y la utilidad, lo que introduce elementos valorales
importantes que no tenían por qué reducirse a términos productivos como hace, es
interesante el papel nuclear que le asigna al aprendizaje por experiencia. Aprender
de la experiencia será precisamente una de las habilidades que analizaremos en
esta sección.
5. Tipos de habilidades según su grado de generalidad:
De acuerdo con lo expuesto y sobre todo con los análisis de competencias que
están al orden del día, parece razonable que las habilidades vayan en consonancia
con las mismas, por ejemplo, con las descritas en el glosario de la Oficina
Internacional del Trabajo (OIT) y la Secretaría de Políticas Públicas de Empleo del
Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE) de Brasil (op. cit.). Ello nos permite distinguir
varios tipos de habilidades según su grado de generalidad:
5.1. Habilidades básicas:
Las que se desarrollan en los primeros niveles escolares como la lecto-escritura.
Muchas habilidades de esta etapa nos permiten desarrollar otras más específicas
posteriormente. Las habilidades básicas de expresión y comprensión, por ejemplo,
fundamentan y posibilitan el desarrollo de muchas otras habilidades. Por ello, los
fallos o lagunas en su desarrollo suelen ser causa de dificultades escolares
posteriores (Feliz Murias y González Galán, 2002). Las habilidades básicas no sólo
son comunes a todas las profesiones sino que constituyen el bagaje básico
formativo en un contexto socio-histórico.
5.2. Habilidades genéricas:
Son habilidades útiles para el ejercicio de cualquier actividad profesional. Se
entiende que son desarrollos de las básicas en orden a cualquier profesión. Estas
habilidades pueden desglosarse de muchas formas pero deberán abarcar a la
totalidad de la personalidad. Es razonable incluir, por tanto, no sólo habilidades de
carácter intelectual o cognitivo, sino también aspectos psicomotrices,
procedimentales, emocionales, valorales y actitudinales. En realidad, es una
hipérbole el generalizar tanto este tipo de competencias. Siempre hay alguna forma

p. 11
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

de encontrar adaptaciones a los puestos laborales a las personas discapacitadas. El


Centro estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas tiene experiencias muy
interesantes en ese sentido. Un ejemplo de actualidad es la accesibilidad al
ordenador para personas con discapacidad (Candelas Arnao y Lobato Galindo,
1996).
5.3. Habilidades específicas:
Serían las habilidades desarrolladas para y en una profesión específica. Son las que
deberíamos desarrollar si queremos formarnos para una profesión o si cambiamos
de trabajo. Puede haber diversos grados de especificidad. Hay un nivel más
universal en el que se definirían las habilidades propias del conjunto de los titulados
o profesionales, por ejemplo, características de todos los Educadores Sociales. Sin
embargo, hay especificidades propias de los perfiles que se establezcan, por
ejemplo, por áreas de intervención (personas inmigrantes, ocio, personas mayores,
etc.), e incluso de los propios puestos de trabajo. En cada situación laboral,
podemos encontrar, dentro de un determinado perfil, especificidades. Por ejemplo,
un educador con perfil de personas inmigrantes tendrá que desarrollar habilidades
propias de su puesto si trabaja con personas procedentes de las pateras en Las
Palmas o con trabajadores/as de la construcción inmigrantes en un barrio periférico
de Barcelona (incluso, podría darse el caso que tuviese que desarrollar habilidades
específicas si son trabajadores o trabajadoras). Esta percepción es muy evidente
cuando comparamos las habilidades o competencias descritas para los docentes
escolares (Perrenoud, 2004).
5.4. Habilidades transversales:
Estas habilidades son comunes a diversas actividades profesionales sin ser por ello
generales. Podemos plantear sin dificultad que muchas habilidades son útiles para
cualquier educador, sea escolar o no, sea del nivel que sea. Estas habilidades
transversales facilitan la adaptación a nuevas situaciones y también pueden
jerarquizarse según sean transversales a familias profesionales, figuras
profesionales, perfiles profesionales y/o actividades profesionales (véase la figura nº
1). Siendo la actividad profesional la actividad realizada en un puesto de trabajo
concreto, los demás niveles van englobándose de forma inclusiva, pudiendo
establecer relaciones transversales entre sí. Varias actividades profesionales con
rasgos comunes forman un perfil profesional; varios perfiles profesionales con
características comunes forman una figura profesional; varias figuras profesionales
con componentes comunes forman una familia profesional.
Ello permite que hablemos de familias profesionales, que, a su vez, agrupan
diversas actividades profesionales y éstas se pueden agrupar y relacionar formando
trayectorias profesionales. La idea es una representación jerarquizada de las
actividades y trayectorias profesionales de modo que se puede entender que hay
una cierta progresión en la dificultad o responsabilidad. Ello nos permite un análisis
funcional de una familia profesional o sector laboral, que dará origen a las figuras y
perfiles profesionales así como a un proceso de inferencia y categorización de las
capacidades requeridas para cada nivel, especialmente en cada campo ocupacional
y en cada perfil profesional (Sladogna, Fernández y Varela, 1999).

p. 12
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Figura nº 1: Estructuración conceptual de una familia profesional

6. Tipos de habilidades según el momento en que se desarrolla:


Asimismo, otra distinción sumamente interesante es la que podemos hacer respecto
del momento en que se desarrolla. Suele decirse que la experiencia es un grado.
Como tendremos ocasión de ver, la experiencia es un valor por sí mismo pero es,
además, una fuente de formación. Por tanto, podemos distinguir fácilmente entre
habilidades desarrolladas en la formación inicial y las desarrolladas por el ejercicio
profesional. Sin embargo, puede que haya más. En el documento citado
anteriormente de la OIT y la Secretaría de Políticas Públicas de Empleo del MTE de
Brasil, se indican en términos de competencias que la formación puede ser resultado
por una parte del aprendizaje en el sistema formativo, por otra del ejercicio
profesional pero también de la interacción entre ellos dos. Veamos.
6.1. Habilidades desarrolladas en la formación inicial:
Si entendemos por formación inicial la que se desarrolla para obtener la titulación o
el diploma que habilita para el ejercicio de una profesión o actividad profesional,
puede tener diferentes naturalezas: formación profesional reglada, formación
profesional no reglada (cursos de capacitación, actualización o reciclaje), otros
cursos de formación no formal o formación universitaria como la Diplomatura de
Educación Social. Sin entrar en detalles, lo que tienen en común estas titulaciones o
acreditaciones es que pretenden dar una capacitación mínima para permitir el
ejercicio de la profesión. Sin embargo esa formación inicial, teniendo un valor
inestimable, tiene también fecha de caducidad. Como nos indica Perrenoud (op. cit.,
p. 9):
La profesión no es inmutable. Sus transformaciones pasan sobre todo por la
aparición de nuevas competencias (relacionadas, por ejemplo, con el
trabajo con otros profesionales con la evolución de las didácticas) o por el
énfasis de competencias reconocidas, por ejemplo, para hacer frente a la
heterogeneidad creciente de los públicos y a la evolución de los programas.
Cualquier referencial tiende a pasar de moda, a la vez porque las prácticas
cambian y porque el modo de concebirlas se transforma. Hace treinta años,
no se hablaba de un modo tan corriente del tratamiento de las diferencias,
evaluación formativa, situaciones didácticas, práctica reflexiva o
metacognición.

p. 13
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

En consecuencia, una de las capacitaciones que ha de recibir el educador en su


formación inicial es precisamente aprender a actualizar esa formación y mejorarla
con el ejercicio de la profesión y otros medios.
6.2. Habilidades desarrolladas en el ejercicio profesional:
El conocimiento práctico fue analizado ya por Aristóteles que distinguía entre
phronesis o prudencia, que consiste en saber dirigir correctamente la vida, y tékhne
o arte, que es la habilidad para la creación y transformación de la materia
(Echegoyen Olleta, 1995). Estas formas de conocimientos son difíciles de desarrollar
sin la experiencia o, como decía Kant, a priori. Se requiere el ejercicio de la
profesión para poder adquirir ciertas habilidades o ciertos componentes de las
mismas.
La práctica es una fuente de formación, sin duda. Sin embargo, debemos formar a
los educadores en su formación inicial para que puedan aprender a aprender. No es
evidente que el simple ejercicio de una actividad ocasiona formación per se o al
menos toda la formación que puede producir. Claro que aprendemos por el simple
hecho de ejercer, pero muchas prácticas se vuelven rutinarias y encorsetan a las
personas que las realizan, llegando a crear hábitos que les impiden ver siquiera lo
que pasa ante ellas. Por tanto, es necesario insertar un componente reflexivo que
rompa con la costumbre y produzca un cierto extrañamiento, tener una visión de los
hechos con cierta distancia. Hay muchos medios para ello, como veremos cuando
lleguemos a ello.
6.3. Habilidades desarrolladas por la interacción entre la formación – inicial y
continua – y el ejercicio profesional:
Es evidente que ambos componentes formativos – formaciones inicial y continua y el
ejercicio profesional – no pueden mantenerse aislados. Por la propia naturaleza
humana, la personalidad tiene una unidad en la que se integran todos los aspectos
que la conforman. Sin embargo, es posible que no interactúen de la forma necesaria.
Es decir, es posible que una persona no llegue nunca a relacionar lo que ha
aprendido sobre psicología del desarrollo y las características de las personas con
las que trabaja. O es posible que no llegue a llevar a la práctica las técnicas
aprendidas en un curso de actualización. Ello significa que no basta con tener el
conocimiento para llevarlo a la práctica. Siendo esos conocimientos de naturaleza
diferentes, pueden mantenerse desconectados porque nadie nos ha enseñado a
relacionarlos y, consecuentemente, no vemos la oportunidad o la pertinencia de su
aplicación.

Figura nº 2: Interacción entre teoría y práctica.

p. 14
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Consecuentemente, lo que se aprende en la práctica puede proceder de la propia


práctica pero también de la interacción de la misma con la formación teórica que se
ha recibido inicialmente o en alguna actividad de formación continua. Sin embargo,
esta interacción también se produce sobre la formación teórica, especialmente la
inicial, gracias a los procesos de inmersión o prácticas en centros de trabajo (figura
nº 2). El Prácticum, como venimos denominando a la materia que se encarga de
este proceso, se plantea consecuentemente sobre dos ejes articuladores: la vivencia
o experiencia que se adquiere, por una parte, y la reflexión sobre la misma. Para
ello, se articulan recursos como el diario, las rejillas de observación, los
cuestionarios, etc. (Varios autores, 2004). Esta parte reflexiva es un componente
esencial de la formación de los educadores en la actualidad: la práctica debe ser
reflexiva (Schön, 1994).
7. ¿Por qué queremos hablar de habilidades para educar?
El deseo de ayudar no es suficiente, ni justifica, ni mucho menos asegura nuestra
ayuda. Por ello, considerar la formación de un educador es también y
necesariamente ayudarle a encauzar su deseo de intervención para conseguir dos
logros: contribuir a lograr las metas valiosas que se establezcan y facilitar los
procesos de intervención aprovechando las aptitudes del educador, respetando los
deseos y necesidades de los participantes y ajustando inteligentemente el esfuerzo
a los medios disponibles.
Expliquemos nuestra propuesta:
• Contribuir: porque la formación sólo pone las bases. Hay muchas otras fuentes
de formación, empezando por la propia experiencia.
• Lograr las metas valiosas que se establezcan: la educación no puede pretender
metas no valiosas.
• Y facilitar los procesos de intervención: es uno de los papeles de la Didáctica,
hacer accesible y llevadero el camino.
• Aprovechando las aptitudes del educador: siendo el educador el motor de
nuestra propuesta es necesario partir de y contar con sus aptitudes para
desarrollar su formación.
• Respetando los deseos y necesidades de los participantes: los participantes,
usuarios o alumnos son el otro eje sobre el que se articula la formación. Es
necesario respetarlos pero también responder a sus necesidades aunque no
siempre sean conscientes de ellas. Es el dilema entre necesidades y demandas.
• Y ajustando inteligentemente el esfuerzo a los medios disponibles: la falta de
recursos no es excusa para no intervenir pero también se deben pensar las
estrategias más oportunas para hacer una combinación fructífera. Ni quedarse
corto, ni excederse en la pretensión.
En definitiva, explicitamos dos cuestiones importantes ya mencionadas y
irrevocablemente indisociables: los fines y los medios; el qué buscamos y el cómo lo
pretendemos; la meta y el camino; el producto y el proceso; el deseo y el
procedimiento; la aspiración y la potencialidad; la finalidad y el método; el objetivo y
la estrategia.
Pero hemos introducido intencionalmente dos dimensiones en permanente debate
en la Didáctica y que, de alguna forma, deberás buscar a armonizar: el arte y la
técnica. Con ello, tratamos que la intervención sea a la vez gratificante y eficiente.
Mientras la técnica nos capacita para disponer los medios para lograr las metas, el

p. 15
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

arte nos impregna de un saber hacer de forma motivadora y creadora. Ambas


dimensiones son necesarias para lograr intervenciones plenamente educativas:
responsabilizadoras, socializadoras, liberadoras y fortalecedoras. En los próximos
capítulos, veremos estas habilidades orientadas a esta perspectiva de desarrollo
personal y profesional del educador social.
Recurriendo a un heurístico muy polivalente, podemos pensar en la Educación como
la organización de medios para conseguir fines. En consecuencia, una habilidad se
puede definir de dos formas, que entendemos que deben ser complementarias:
• Por su eficiencia para conseguir un fin que se ha definido.
• Por su proximidad a un patrón conductual, que se da por óptimo.
No puede entenderse la habilidad sólo desde una perspectiva: no es habilidad la
competencia de alcanzar fines a través de cualquier medio ni es habilidad la
utilización de unos medios independientemente de los efectos que éstos tengan.
Aunque tradicionalmente se ha centrado la Didáctica especialmente en esta
segunda faceta – los medios –, creemos que no debe descuidarse la anterior. En
efecto, ¿para qué queremos medios estupendos si los fines atentan contra la
dignidad humana o desprecian los valores más esenciales de las personas? Una
adecuada combinación nos parece la posición aceptable. Pero no es nuestro
propósito plantearlo en términos absolutos sino explicitar las bases sobre las que
desarrollamos este epígrafe. Nuestra propuesta se desarrolla en consecuencia.
Bibliografía
BLÁNQUEZ FRAILE, A. (1985): Diccionario latino-español, español-latino.
Barcelona: Ed. Sopena.
CANDELAS ARNAO, A. y LOBATO GALINDO, M. (1996): Guía de acceso al
ordenador para personas con discapacidad. Madrid: Centro Estatal de Autonomía
Personal y Ayudas Técnicas.
DUCCI, A. (1997): El enfoque de competencia laboral en la perspectiva
internacional. En: Formación basada en competencia laboral. Montevideo:
Cinterfor/OIT.
ECHEGOYEN OLLETA, J. (1995): Historia de la filosofía (Tomo 1): Madrid: Editorial
Edinumen.
FELIZ MURIAS, T. y GONZÁLEZ GALÁN, A. (2002): Dificultades de aprendizaje en
las matemáticas. En J. González-Pérez: Necesidades educativas especiales e
intervención psicopedagógica. Madrid: Universidad de Alcalá. Tomo I. Pp. 249-268.
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT) Y SECRETARÍA DE POLÍTICAS
PÚBLICAS DE EMPLEO DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y EMPLEO (MTE) DE
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PERRENOUD, P. (2004): Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona:
Graó.
SLADOGNA, M.G.; FERNÁNDEZ, E. y VARELA, M.I. (1999): El diseño de familias
profesionales en Turismo. Buenos Aires: INET.

p. 16
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Armado caballero...

PLANIFICAR LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA11


1. El programa de intervención
1.1. Concepto
Con carácter general se entiende por programa la disposición anticipada y
planificada de un conjunto de acciones y recursos ordenados en el tiempo y dirigidos
a la consecución de determinados objetivos. Se trata de un conjunto de acciones
convenientemente planificadas que pretenden dar respuesta a necesidades
concretas en un determinado ámbito de intervención, ya sea en una localidad, en
una provincia, en una comunidad autónoma o en el conjunto del estado, y que no
son improvisadas, sino que por el contrario están adecuadamente planificadas. O
también, podemos definir un programa de intervención socioeducativa como: el
conjunto de elementos aplicados a una situación o ámbito determinado sobre la
base de una acción previa planificada para solventar las necesidades de un
individuo o de un grupo, en una situación desfavorecida.
Espinoza (1986) define un programa como: un instrumento destinado a facilitar el
logro de los objetivos y metas de carácter específico que serán alcanzados mediante
la ejecución de un conjunto de acciones integradas.
Para Ponce (1994), la intervención socioeducativa no puede ser concebida en
abstracto, sino siempre en interacción específica con, al menos, tres ámbitos que
fundamentan el proceso de intervención socioeducativa: el sociológico, el
psicológico y el pedagógico.
a) Ámbito sociológico, que determina las características del contexto de la
intervención socioeducativa, con sus sistemas institucionales y legislativos, y que
está compuesto por factores de tipo social, ideológico, económico y legal.
b) Ámbito psicológico, relacionado con los procesos evolutivos de las personas que
van a ser objeto de la intervención socioeducativa y con sus características
personales, y que tiene por objeto hacer a cada persona se conozca mejor a si
misma, que sea responsable de sus actos y consecuencias, para ella y para su
comunidad.
c) Ámbito pedagógico, que tiene por objeto promover acciones socioeducativas
planificadas que permitan el desarrollo y aplicación del diseño para la intervención
socioeducativa, de la forma más individualizada posible.
1.2. Características
Un programa de intervención socioeducativa debe responder a las siguientes
características:
▪ Debe ser concebido como un proceso fundamentado en una teoría, respecto a las
necesidades de las personas a las que va dirigido.

11
Una contribución del profesor Jesús Cabrerizo Diago.

p. 17
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

▪ Debe ser realista y no ser planteado con objetivos inalcanzables.


▪ Ha de convertirse en un instrumento activo y dinamizador con la finalidad de
mejorar la situación de las personas a las que se aplica.
▪ Ha de ser a la vez coherente y gestionado con eficacia.
▪ Ha de ser útil, válido, legítimo y preciso.
Otra de las características de cualquier programa de intervención socioeducativa es
su aplicabilidad, que según Anguera (1990) está en función de unos cánones, que
se resumen en:
 “Planteamiento de objetivos (primarios y secundarios), su diferencia y delimitación.
 Inventario de recursos necesarios que posibiliten la implementación del programas.
 Propuesta y validación del sistema de indicadores en intervención educativa.
 Construcción de los instrumentos a utilizar para la recogida de información fiable y
válida o toma de decisiones a favor de algunos ya existentes.
 Elaboración del diseño de evaluación.
 Implementación del programa en los ámbitos previstos.
 Estudio empírico de la realidad educativa: perfil correspondiente al colectivo de
beneficiarios del programa.
 Evaluación de los efectos.
 Análisis de coste-efectividad y costo –beneficio.
 Análisis de los logros”.
En relación con el grado de aplicabilidad de los programas de intervención
socioeducativa, se pueden presentar las siguientes cuestiones, como elementos de
análisis o revisión:
UN PROGRAMA ES APLICABLE:
√ Si están delimitados adecuadamente los objetivos del mismo
√ Si tenemos los recursos humanos y materiales necesarios para el desarrollo del
mismo
√ Si se ha validado anteriormente
√ Si se adapta a la realidad investigada
√ Si Existe una relación entre los datos obtenidos y las acciones llevadas a cabo
√ Si se ha llevado a cabo una temporalización adecuada para el desarrollo de
distintas actividades
√ Si está delimitado los destinatarios de la acción
√ Si se han tenido en cuenta la validez interna del mismo
√ Si existe relación entre los criterios establecidos con los logros obtenidos
√ Si se prevén resultados y efectos para futuras intervenciones

Un esquema acerca de la aplicabilidad de un programa de intervención, se muestra


en el gráfico siguiente:

APLICABILIDAD

▪ EVALUACIÓN DE LA PERTINENCIA ▪ IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES


▪ EVALUACIÓN DE LA VIABILIDAD ▪ ANÁLISIS DE PROBLEMAS
▪ EVALUACIÓN DE LA EFICACIA
▪ ANÁLISIS DE OBJETIVOS

▪ ACTUACIONES DE SEGUIMIENTO ▪ PROGRAMACIÓN DE RECURSOS


▪ EJECUCIÓN DE ACTIVIDADES ▪ PROGRAMACIÓN DE ACTIVIDADES
▪ PLAN DE EJECUCIÓN ▪ FACTORES DE VIABILIDAD

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Independientemente de los criterios anteriores, para que un programa de


intervención socioeducativa sea aplicable, no solamente ha de estar bien elaborado,
sino que ha de estar bien gestionado. A este respecto, la Agencia Española para la
Cooperación Internacional (AECI), estableció en el año 2000, el modo en que ha de
estar gestionado un programa o proyecto de desarrollo, que se presenta en el
gráfico siguiente:

PROGRAMA

INFORME DE
EVALUACIÓN FICHA DE
IDENTIFICACIÓN

INFORME FINAL

DOCUMENTO DE
FORMULACIÓN

INFORME DE SEGUIMIENTO

EJECUCIÓN

Ciclo de intervención
Líneas de influencia
La finalidad básica de todo programa de intervención socioeducativa es convertirse
en un instrumento para mejorar a personas o grupos concretos en situación de
desventaja, partiendo de sus necesidades reales, por lo que ha de ser concretado en
la práctica en un ámbito de intervención con la finalidad de solventar las dificultades
y necesidades detectadas en el mismo. Es necesario que en la elaboración y
planificación de un programa de intervención socioeducativa participen, además de
Educadores Sociales, profesionales de otros campos (Psicólogos, Pedagogos,
Profesores), formando un equipo multidisciplinar para dar respuesta a las
necesidades que surjan en cada caso.
2. Planificación de la intervención
El término planificación hace referencia a la elaboración de un plan, de un proyecto o
un programa de acción. Nosotros entendemos que planificar es un proceso de
organización y preparación que permite adoptar decisiones sobre la forma más
conveniente de lograr una serie de objetivos propuestos.
Hay que tener presente que:
► planificar implica: organizar, coordinar
► en una planificación está presente la idea de decidir por anticipado lo que se va a
hacer
► en una planificación también está presente el establecimiento de unas
actuaciones para alcanzar unos determinados objetivos.

p. 19
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Gairín (1996), en vez de definir el término planificación, prefiere enumerar los rasgos
que la caracterizan. Para este autor la planificación se caracteriza por:
▪ Es una anticipación de futuro
▪ Integra actuaciones que afectan a diferentes sectores de la sociedad
▪ Es un proceso continuo y unitario
▪ Tiene un sentido de provisionalidad
▪ Lleva consigo necesariamente, la toma de decisiones que son sucesivas, pero
independientes.
▪ La complejidad de las situaciones exige que los procesos de planificar sean lo más
inteligentes posible.
Con carácter general, la planificación de la intervención socioeducativa, debe
guiarse por una serie de principios, que son los siguientes:
► Principio de racionalidad, que significa que el planificador ha de tener un
conocimiento previo fundado en bases científicas, y de la realidad del ámbito y de
las personas a las que irá destinada la intervención.
► Principio de globalidad, ya que el planificador ha de incluir en el programa el
mayor número posible de variables que intervengan directa o indirectamente en los
planteamientos del programa.
► Principio de continuidad, ya que todos los elementos que componen el programa
de intervención socioeducativa han de ser aplicados de forma continua y
sistemática.
► Principio de secuenciación, ya que el planificador debe tener en cuenta que todos
los elementos que componen el programa deben estar interrelacionados.
► Principio de univocidad, ya que la redacción del programa de intervención
socioeducativa ha de hacerse de forma, que todos los términos utilizados puedan
ser entendidos en el mismo sentido.
► Principio de comprensividad semántica, ya que todos los términos utilizados en la
redacción de un programa de intervención socioeducativa han de ser fácilmente
comprensibles por todos.
► Principio de flexibilidad, ya que la planificación debe ser flexible, permitiendo la
introducción de cuantas modificaciones sean necesarias, y en cualquier momento
del proceso.
► Principio de variedad, que significa que el equipo planificador deberá ser creativo
y original en la elaboración del programa.
► Principio de realismo, ya que la elaboración del programa ha de partir de un
análisis previo y solidamente apoyado en la realidad del ámbito en el que se va a
aplicar.
► Principio de participación, ya que el equipo planificador ha de estar abierto a la
participación de otras personas o entidades.
Ahora bien, para que la planificación sea eficaz, ha de tener distintos niveles, y con
diferentes enfoques:
► En primer lugar, se ha de reflexionar sobre la filosofía del programa y planificar
aspectos como:
▪ Criterios generales de intervención

p. 20
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

▪ Estrategias de acción
▪ Tipo de proceso...
► En segundo lugar, ha de planificarse la forma de obtener los datos necesarios
sobre el ámbito de intervención:
▪ Composición demográfica del ámbito
▪ Características lingüísticas
▪ Estructura socioeconómica
▪ Actitudes de las personas implicadas
► En tercer lugar, es necesario planificar las metas u objetivos a conseguir, teniendo
en cuenta que han de ser realistas y ajustados a las necesidades de las personas
sobre las que se va a realizar la intervención socioeducativa. Habrá que planificar:
▪ El ajuste de los objetivos a la realidad socioeducativa
▪ La adecuación a las necesidades a intervenir
▪ La priorización en su consecución
La fijación adecuada de los objetivos es de gran importancia, ya que lo fundamental
de un programa de intervención socioeducativa lo constituyen los objetivos, que son
los que lo definen, orientan y dan sentido. Los objetivos, pueden ser generales, o de
carácter más específico, entendiendo por objetivo específico (García y Ramírez,
1996): el cruce de un objetivo general con una situación específica. Su fijación debe
responder a una serie de criterios:
● Los objetivos deben representar los efectos o impactos de la acción
● Deben ser alcanzables
● Deben ser limitados en el tiempo
● Deben ser unidimensionales, es decir, que se refieran sólo a un problema
específico
● Deben ser claros y comprensibles
● Deben ser inequívocos, que no se presten a diferentes interpretaciones
Hay que tener presente, que la formulación del objetivo define qué es lo que se
pretende lograr en el programa de intervención.
► En cuarto lugar, hay que planificar los recursos disponibles:
▪ Recursos humanos
▪ Recursos materiales
▪ Localización espacial de los mismos...
Para Ander-Egg (2000), la planificación de un programa de intervención
socioeducativa debe considerar los siguientes elementos:
▪ Naturaleza del programa: qué se quiere hacer
▪ Origen y fundamento: por qué se quiere hacer
▪ Objetivos: para qué se quiere hacer
▪ Metas: cuánto se quiere hacer
▪ Localización física: dónde se quiere hacer
▪ Metodología: cómo se quiere hacer
▪ Recursos humanos: quiénes lo van a hacer
▪ Recursos materiales: con qué se va a hacer

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

▪ Recursos financieros: con qué se va a costear


▪ Evaluación: cuáles van a ser los criterios de evaluación.
Hay que tener presente que en España la intervención socioeducativa está
participada por instituciones públicas y privadas con un grado considerable de
descentralización, ya que las competencias se encuentran repartidas entre el
Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales:
● Administración del Estado: Asume las competencias de la planificación en todo el
territorio nacional, la coordinación de recursos y la tutela de algunas instituciones
públicas y de las privadas.
● Comunidades autónomas: que con la asunción de la práctica totalidad de las
competencias en este ámbito, han adquirido capacidad normativa, por lo que las
normas emanadas en cada una de ellas son diferentes a las del resto porque sus
necesidades también son diferentes. Diseñan programas de intervención de acuerdo
a su realidad socioeducativa en los diferentes ámbitos, según sus necesidades.
● Ayuntamientos: son las entidades más cercanas al ciudadano y tienen como
misión organizar los recursos de que disponen en este ámbito y los que les
proporcionan las comunidades autónomas en su territorio.
Los programas de intervención socioeducativa son diseñados y planificados,
generalmente desde las comunidades autónomas junto a los ayuntamientos
implicados, y sirven de marco de referencia y actuación para cualquier intervención y
en cualquier ámbito de aplicación. La intervención socioeducativa necesita, por lo
tanto, concretarse en el seno de un programa de intervención con la finalidad de que
su actuación llegue a sus destinatarios en la forma prevista.
2.1. Fases
Un esquema de las fases de un programa de intervención socioeducativa es el
siguiente:

ESQUEMA DEL DISEÑO Y PLANIFICACIÓN DE UN PROGRAMA


DE INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA

1. DETERMINACIÓN Y SELECCIÓN DEL CASO


INICIAL
FASE

2. DETERMINACIÓN DE NECESIDADES
3. OBTENCIÓN Y SELECCIÓN DE DATOS
4. FIJACIÓN DE OBJETIVOS

5. PUNTO DE PARTIDA
EJECUCIÓN

- Objetivos
FASE DE

- Medios y Recursos
6. DISEÑO DEL PROGRAMA
- Estrategias
- Temporalización
7. APLICACIÓN DEL PROGRAMA
VALORACIÓN
FASE DE

8. EVALUACIÓN DEL PROGRAMA


9. CONCLUSIONES FINALES
10. ELABORACIÓN DEL INFORME

p. 22
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Fase inicial o de preparación.


Se trata de analizar de forma sistemática y rigurosa la realidad social ó ámbito de
intervención, con la finalidad de conocer esa realidad de la forma más completa
posible. En esta fase diagnóstica de la planificación: se estudia la naturaleza y
características del ámbito en el que se va a realizar la intervención socioeducativa,
se selecciona el caso, se intenta conocer las necesidades existentes, se obtienen los
datos previos necesarios y se fijan los objetivos.
Fase de ejecución.
Ésta segunda fase, llamada también de ejecución, es la fase central, y la más
importante de todas. Con todos los datos ya disponibles, y una vez fijados los
objetivos, se trata de establecer un punto de partida, diseñar el programa de
intervención socioeducativa propiamente dicho y ponerlo en práctica. El diseño y
elaboración del programa de intervención socioeducativa propiamente dicho, deberá
comprender:
► Los objetivos ya fijados
► Los medios y recursos disponibles para lograr los objetivos:
▪ Instalaciones e inmuebles disponibles
▪ Plantilla o personas disponibles
▪ Presupuesto para la adquisición y mantenimiento de esos medios
▪ Disponibilidad presupuestaria para ayudas económicas a familias
▪ Condiciones de uso de esos medios
▪ Procedimientos de gestión de los mismos
▪ Responsables directos...
► Las estrategias de acción establecidas, en función de los elementos anteriores
▪ Actuaciones en clases
▪ Actuaciones en talleres
▪ Número de sesiones
▪ Método de trabajo...
► Una temporalización de las actuaciones.
▪ Calendario de actuaciones
▪ Horarios establecidos
▪ Número de actuaciones por grupo, o taller...
Las opiniones de los agentes de intervención estarán condicionadas en cada
momento por determinados factores, algunos de ellos imprevistos, que les llevarán a
adoptar decisiones en cada caso, en función de cada momento y realidad. En este
punto es necesario reiterar la necesidad de que en su elaboración participen los
diferentes profesionales del equipo multidisciplinar encargado después de su
ejecución: Educador Social, Psicólogo, Pedagogo, Profesores...).
Fase de valoración.
Consiste en evaluar el programa y su aplicación, y que comprenderá, tanto la
evaluación de cada uno de sus componentes como los resultados de la aplicación
del mismo, para llegar a unas conclusiones finales que deberán ser reflejadas en el
correspondiente informe de evaluación.

p. 23
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Bibliografía
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-(2000): Introducción a la planificación. Buenos Aires. Humanitas.
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(coord.): Dirección participativa y evaluación de Centros. ICE. Universidad de Bilbao.
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PÉREZ SERRANO, G. (2002): Elaboración de Programas y Proyectos, en Sarrate
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PONCE, C. (1994): La intervención didáctica en los procesos de integración social.
Universidad Rovira i Virgili.

Has de saber amigo Sancho...

**TÉCNICAS VERBALES ASERTIVAS12


Todos nos hemos encontrado alguna vez en situaciones que nos
confunden. Un amigo, por ejemplo, nos pide que vayamos a buscar al
aeropuerto a su tía, que llega en avión… a las seis de la tarde. Lo último
que deseamos en este mundo pecador es vernos obligados a enfrentarnos
con el denso tráfico de la carretera del aeropuerto. (…)
En situaciones de esta clase, todos tendemos a decir: “cuando digo “No”,
me siento culpable, pero si digo “Sí” me daré asco a mí mismo”. (…) ¿Qué
podemos decir? Si digo “No”, mi amigo puede sentirse herido o rechazado.
Es posible que deje de sentir afecto por mí. Pensará que soy un egoísta, o,
por lo menos, muy poco amable. Si no lo hago, ¿debo sentirme como un
fresco, un egoísta? Si digo “Sí”, ¿por qué será que siempre me encuentro
con esos compromisos? ¿Seré un cobarde? ¿O será el precio que debo
pagar para convivir con los demás? (Smith, 1998, p. 37)
Esta breve cita (estamos seguros) ha despertado en ti recuerdos y sensaciones
inquietantes de situaciones similares a la descrita, en las que experimentaste la
angustia de tener que optar entre un “SÍ” que te dejaría un regusto de insatisfacción
personal y un “No” que te podría crear problemas con tu interlocutor. El dilema era
quedar mal diciendo “NO” o quedarte mal diciendo “SÍ” a algo que no querías hacer.
Posiblemente en la historia, más o menos larga, de nuestra vida todos tenemos
archivadas experiencias de este tipo.
Y, sin embargo, hay un modo de escaparse de ese dilema maldito: es posible decir
NO sin quedar mal (sin perder amigos) ni quedarse mal (sin sentirse culpable o
cobarde). El modo es siendo asertivos, es decir, mediante la asertividad.

12
Una contribución del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 24
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

1. Conexión con el tema anterior


En un tema anterior nos hemos ocupado de las habilidades comunicativas básicas
que un buen educador social debe dominar como emisor y como receptor: tanto las
referidas a la lengua oral (hablar y escuchar) como las que pertenecen al lenguaje
escrito (leer y escribir). Pero el retrato que nos salía era el retrato ideal de un
comunicador ideal, en una situación ideal, independiente del contexto en que se
producía la interacción comunicativa.
También hemos aprendido que una de las funciones básicas del lenguaje es la
función apelativa, la que se produce cuando el emisor intenta influir en el oyente
para que éste haga o deje de hacer algo. Pues bien, la asertividad (y con ello nos
vamos acercando al concepto), es un caso especial de interacción verbal, de
intercambio comunicativo interpersonal, en el que una persona usa el lenguaje como
instrumento de presión o de manipulación sobre otra. Y a esta otra, en ese
momento, se le plantea el problema que nos ocupa en este tema: ¿qué puede hacer
ante un emisor (hablante) que pretende que haga algo que no quiere hacer? ¿Qué
tipos de respuesta verbal caben en una situación así?
2. Concepto de asertividad
En su Manual de evaluación y entrenamiento en habilidades sociales (1993, 5),
Caballo recoge varias de definiciones de habilidad social, que él identifica con
asertividad. He aquí algunas:
La conducta interpersonal que implica la honesta y relativamente directa
expresión de sentimientos (Rimm, 1974).
La habilidad de buscar, mantener o mejorar el reforzamiento en una
situación interpersonal a través de la expresión de sentimientos o deseos,
cuando esa expresión se arriesga a la pérdida del reforzamiento o incluso al
castigo. (Rich y Schroeder, 1976).
La capacidad de expresar interpersonalmente sentimientos positivos y
negativos, sin que dé como resultado una pérdida de reforzamiento social
(Hersen y Bellack, 1977).
La conducta que permite a una persona actuar según sus intereses más
importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente
sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los
derechos de los demás. (Alberti y Emmons, 1978).
Le expresión manifiesta de las preferencias (por medio de palabras o
acciones) de una manera tal que haga que los otros las tengan en cuenta
(Mac Donald, 1978).
El grado en que una persona se puede comunicar con los demás de manera
que satisfaga sus propios derechos, necesidades, placeres u obligaciones
hasta un grado razonable sin dañar los derechos, necesidades, placeres u
obligaciones similares de la otra persona y comparta esos derechos, etc.
con los demás en un intercambio libre y abierto (Phillips, 1978).
A la vista de estas definiciones se atisba inmediatamente que, bajo la denominación
de asertividad, estamos hablando de dos aspectos distintos, aunque íntimamente
relacionados:
a. la asertividad como conducta, (como comportamiento o como estilo de
actuación) y
b. la asertividad como habilidad comunicativa verbal. De ambos aspectos nos
vamos a ocupar, siquiera someramente.

p. 25
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

2.1. La asertividad como comportamiento (conducta o estilo de actuación)


La asertividad como comportamiento (“comportamiento asertivo”) se define en
contraposición a agresividad, por un lado, y a pasividad o inhibición, por otro.
Podríamos irnos acercando al concepto si decimos que un comportamiento asertivo
es aquel que no es ni agresivo ni pasivo. Pero ello nos obliga a definir el
comportamiento agresivo y el comportamiento pasivo.
Tiene un comportamiento agresivo quien no respeta los derechos de los demás y
no tiene empacho en conculcarlos si lo necesita para conseguir lo que desea. No le
importa “pasar por encima” de los otros (y pisarlos, si fuera preciso) para conseguir
sus propósitos. El objetivo fundamental del comportamiento agresivo es el dominio
del otro: dominio que consigue mediante la humillación y la degradación de éste.
Aunque puede acompañarlo, el comportamiento agresivo no siempre lleva aparejada
la violencia física. Puede ser solamente verbal o, incluso, moral.
Muestra un comportamiento pasivo o inhibido quien no defiende sus propios
derechos, quien no se respeta a sí mismo, quien piensa que los derechos de los
demás son más importantes que los suyos, quien se asusta ante la idea de
desagradar a los demás o de ser rechazado por ellos si intenta defender sus propios
derechos y afirmarse ante ellos. La pasividad o inhibición es una muestra clara de
baja autoestima. Según Smith (1986, 90), “las tres características conductuales
negativas más comunes de la persona no asertiva típica son: 1) falta de tenacidad
en aferrarse a su objetivo frente a la oposición; 2) excesiva sensibilidad emocional
y/o reacción conductual a las críticas, ya sean éstas constructivas o destructivas; y
3) una reacción excesiva de angustia y culpa cada vez que se comete un error”.
En cambio, presenta un comportamiento asertivo quien expresa sus
pensamientos, sentimientos, creencias y opiniones de modo sincero y claro, al
tiempo que respeta los pensamientos, sentimientos, creencias y opiniones de los
otros. Se afirma a sí mismo ante los demás sin agredirlos. La asertividad, en este
sentido, tiene que ver al mismo tiempo, con valentía y cortesía: (“Lo cortés no quita
lo valiente”, dice el refrán y, por lo mismo, “lo valiente no quita lo cortés).
En definitiva, es asertiva la persona que conoce sus derechos asertivos y los
defiende, al paso que reconoce y respeta los derechos asertivos de los demás.
2.2. Los derechos asertivos
El propio Smith (1975) enumeró los principales diez derechos asertivos poniéndolos
en contradicción con otras tantas “creencias infantiles erróneas”, que se nos han
inculcado desde muy pequeños. Los recogemos en el cuadro siguiente. El mismo
autor, años más tarde (1986), ofreció una doble versión de los derechos asertivos:
los del adulto (que coinciden con los de 1975) y los del niño. Por su interés, la
reproducimos en la sección de “documentos para la reflexión”.
Derechos asertivos Creencias infantiles erróneas
1º. Tenemos derecho a juzgar nuestro 1ª No debemos formular juicios independientes acerca de nosotros mismos y
propio comportamiento, nuestros de nuestras acciones. Debemos ser juzgados por unas normas externas, según
pensamientos, nuestras emociones, y a determinados procedimientos, y por una autoridad más capaz y más grande
tomar la responsabilidad de su iniciación que nosotros.
y de sus consecuencias

2º. Tenemos derecho a no dar razones o 2ª. Debemos explicar las razones de nuestro comportamiento a los demás,
excusas para justificar nuestro puesto que somos responsables ante ellos de nuestras acciones.
comportamiento.

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

3º. Tenemos derecho a juzgar si nos 3ª. Tienes ciertos deberes con respecto a algunas cosas e instituciones más
incumbe la responsabilidad de encontrar grandes que tú, creadas por grupos de otras personas para dirigir la tarea de
soluciones para los problemas de otras vivir. Debes sacrificar tus propios valores para impedir que esos valores se
personas. desintegren. Si en tus relaciones con esos sistemas se te plantean problemas,
esos problemas serán tuyos y en ningún modo imputables a los sistemas.

4º. Tenemos derecho a cambiar de 4ª. No debes cambiar de parecer una vez que te has comprometido. Si cambias
parecer. de parecer hay algo que no marcha como debiera. Debes justificar tu nueva
opinión o reconocer que estabas en un error. Si te equivocaste una vez,
demuestras que eres un irresponsable y que es probable que vuelvas a
equivocarte y plantees problemas. Por consiguiente no eres capaz de tomas
decisiones por ti mismo.

5º. Tenemos derecho a cometer 5ª. No debes cometer errores, Los errores son malas acciones y causan
errores… y a ser responsables de ellos problemas a los otros. Si cometes errores, debes sentirte culpable. Es posible
que cometas más errores y causes más problemas, y por consiguiente no
puedes reaccionar como se debe ni tomas las decisiones apropiadas. Otras
personas deben regular tu comportamiento y decidir por ti, para que no sigas
planteando problemas; de este modo repararás el mal que causaste.

6.º Tenemos derecho a decir: “No lo sé” 6ª. Debemos tener respuesta para cualquier pregunta acerca de las posibles
consecuencias de nuestras acciones, porque si no tenemos respuesta no
tenemos conciencia de los problemas que plantearemos a los demás y, por
consiguiente, somos irresponsables y necesitamos un control.

7º. Tenemos derecho a ser 7ª. Debes contar con la buena voluntad de las personas con las que te
independientes de la buena voluntad de relacionas porque de lo contrario pueden impedirte hacer algo. Necesitas la
los demás antes de enfrentarnos con cooperación de los demás para sobrevivir. Es muy importante que las personas
ellos. sientan simpatía por ti.

8º. Tenemos derecho a tomar decisiones 8ª. Debemos ajustarnos a la lógica porque nadie puede formularse mejores
ajenas a la lógica. juicios que ella

9º. Tenemos derecho a decir: “No lo 9ª. Debemos anticiparnos y mostrarnos sensibles a las necesidades ajenas si
entiendo”. queremos vivir todos unidos y sin discordias. Se espera de nosotros que
comprendamos cuáles son esas necesidades sin plantear problemas, obligando
a los demás a que nos formulen explícitamente sus necesidades. Si no
sabemos comprender sin necesidad de que se nos repita constantemente qué
desean los demás, no somos capaces de vivir en armonía con los demás y
somos irresponsables o ignorantes.

10º. Tenemos derecho a decir: “No me 10ª. A causa de nuestra condición humana, somos ruines y tenemos muchos
importa”. defectos. Debemos tratar de compensar esta condición humana esforzándonos
por mejorar hasta alcanzar la perfección en todo. Siendo como somos
humanos, probablemente no alcanzaremos esta meta, pero de todos modos
debemos aspirar a perfeccionarnos. Si alguien nos señala cómo podemos
mejorar, tenemos el deber de seguir esa dirección. Y si no lo hacemos, somos
unos seres corrompidos, perezosos, degenerados e indignos del respeto de los
demás y del propio.

2.3. La asertividad como habilidad comunicativa verbal


En este punto nos referimos a la asertividad como el conjunto de habilidades
verbales (con sus estrategias o técnicas correspondientes) que debemos conocer y
dominar para defendernos de la manipulación ajena (la manipulación es una forma
de agresividad, aunque no se traduzca en violencia física o verbal). Se trata de cómo
lograr que nadie nos pueda llevar a donde no queremos ir, de que nadie nos fuerce
a decir NO cuando queramos decir SI, o al revés, a decir SÍ cuando lo que nos

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

apetece es decir NO. Y eso sin ofender a los demás, sin quedar mal con ellos ni
sentirnos mal con nosotros mismos. En resumen, a afirmar nuestra postura frente a
las manipulaciones ajenas y sin manipular tampoco a los otros. Se trata de una
conducta verbal fundamentalmente oral. A las palabras manipuladores hemos de
contraponer respuestas asertivas. ¿Cuáles son estas?
La asertividad se puede aprender y, en consecuencia, enseñar. Se puede enseñar y
aprender cuáles son las estrategias de los manipuladores y, además, las técnicas
asertivas con las que nos podemos defender de la manipulación.
2.4. Los manipuladores y sus tácticas
No estorba conocer y distinguir las tácticas de los manipuladores. Lee el siguiente
texto en el que se enumeran diez de las tácticas que emplean los manipuladores (el
autor los llama “aprovechados”). Seguro que tú puedas añadir algunas más a este
decálogo.

DECÁLOGO DEL APROVECHADO

1. Atribuirás a otros tus intenciones o deseos, para que sean satisfechas.


2. Nunca te enfrentarás a los problemas: Que lo hagan quienes te quieren.
3. Darás por supuesto que las cosas han de hacerse como tú quieres y exigirás el escrupuloso
cumplimiento.
4. Te esforzarás por crear, detectar, publicar y ridiculizar los errores de todos aquellos que te rodean.
5. Culpabilizarás a los demás de tus fracasos y fallos.
6. Te atribuirás los méritos de los éxitos de los otros.
7. No hablarás ni escucharás más que de aquello que te beneficia.
8. Cuando tengas que pedir algo, lo harás de forma indirecta.
9. Socialmente, aparentarás ser humilde, generoso y esforzado para conseguir el bien de quienes te
rodean.
10. Harás ver a todo el mundo que eres la víctima injusta de los que se relacionan contigo.
Estos diez mandamientos se resumen en dos: Sólo tú decidirás lo que está bien o mal, y nunca darás
la cara más que para atribuirte los méritos de tus éxitos y los ajenos.

Juan Carlos Vicente Casado

2.5. Técnicas asertivas


Conocidos nuestros derechos asertivos y las tácticas con que los puede atacar el
manipulador, hemos de pasar a conocer las técnicas asertivas más eficaces para
defender nuestros derechos.
a) Técnica del disco rayado
Esta técnica se fundamenta en la persistencia: en la capacidad de repetir una y otra
vez lo que queremos (nuestra posición), hasta que nuestro interlocutor se canse y
acabe desistiendo, sin ablandarnos ante las razones de todo tipo que pueda esgrimir
nuestro interlocutor y sin tener que justificar ante él las razones de nuestra postura.
Porque si se le dan razones, le estamos dando pie para que, a su vez, pueda seguir
insistiendo en sus propósitos. Y todo ello con buenos modos, sin levantar la voz ni
enfadarnos. Lo importante es que el manipulador se convenza de que no le servirá
de nada su manipulación.

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Estás con unos amigos en un bar. Ya habéis tomado dos cañas y no te apetece beber más.
Tu amigo.- Vamos por la tercera.
Tú.- Yo no quiero más, ya he bebido bastante
Tu amigo.- ¡No seas aburrido, hombre, Si estamos empezando!
Tú.- No, no, no quiero más. He bebido suficiente. (DISCO RAYADO)

La negativa se puede suavizar con fórmulas como:


- “Entiendo [lo que dices, cómo te sientes], pero…”
- Enunciado-espejo: repetir lo que dice el otro y, a continuación, el disco rayado.
b) Técnica del compromiso viable
¿Y si nuestro interlocutor no cede a pesar de nuestro uso del disco rayado?
En este caso, nos queda el recurso de llegar a una negociación, a un compromiso,
siempre que ese compromiso no afecte a nuestros compromisos personales ni al
respeto que nos debemos a nosotros mismos.
Smith señala dos casos en los que es necesario llegar a ese compromiso: en
aquellas ocasiones en que no tenemos el control físico de la situación, como delante
de un juez o un agente de la autoridad, o cuando nos encontramos físicamente a
merced de otra persona, como en un atraco.
2.6. Cómo reaccionar ante las críticas manipulativas
a) Técnica de la aserción negativa
Si nuestros críticos tienen razón en sus críticas, si lo que dicen de nosotros es
verdad, nuestra respuesta puede ser la aceptación serena de nuestro error, sin
necesidad de reacciones negativas ni puramente defensivas, sin vernos obligados a
negar la evidencia. Esto nos permite aplicar nuestro derecho asertivo a ser “jueces
de nosotros mismos”. (Ver el 5º derecho asertivo de la lista de Smith). Esta técnica
nos permite aceptar nuestros errores o fallos sin sentirnos mal.
Con la aserción negativa dejamos claro “que está perfectamente bien y es
totalmente humano equivocarse, que uno no debe dejarse intimidar por sus errores,
sino seguir probando, y que en todo lo que uno haga en la vida, con toda seguridad
habrá errores. Tú decides que has de sentirte culpable, tonto o ignorante por el error
cometido”. (Smith, 1986, 122)
Ejemplos de enunciados asertivos negativos:
• “Fue una desconsideración de mi parte”
• “No me explico cómo he podido hacer esta tontería”.
• ¡Vaya, qué torpe estoy hoy…”)
• ” Me siento mal por haberlo hecho”…
(Con estas expresiones no se quiere decir que uno sea desconsiderado, malo o
tonto…, sino que nuestro comportamiento no siempre es perfecto…).

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

b) Técnica del banco de niebla


Cuando no está tan claro, como lo estaba en el caso anterior, que has cometido el
error que te achaca tu crítico, se puede echar mano de la técnica “banco de niebla”.
Consiste en aceptar del todo o en parte la crítica, pero dejando claro que somos
nosotros los que tenemos derecho a ser nuestros propios jueces.
Caben tres formas de banco de niebla:
• reconocer la verdad de la crítica: “Tiene usted razón…”
• reconocer la posibilidad de la verdad: “Es posible que tengas razón…”
• reconocer, en principio, que el interlocutor dice lo que cree que es verdad, pero
no se acepta el hecho: “Entiendo que tú creas que eso es así, pero…”
c) Técnica de la interrogación asertiva negativa
Con esta técnica hacemos frente a las críticas negativas forzando a la otra persona
a razonar y explicar su crítica, en lugar de limitarnos a defendernos de ella o negarla.
Es una forma de, como decimos coloquialmente, “poner la pelota en el tejado del
otro”.
Fórmula posible: ¿Qué tiene de malo [de raro, de burdo, o de lo que sea] la persona
o el objeto del que se ha emitido la crítica?

Crítica: Llevas una corbata que da pena.


Interrogación asertiva negativa: ¿Qué tiene de malo esta corbata?

3. Técnicas asertivas para el mantenimiento de relaciones personales


En este último apartado hacemos mención de dos técnicas asertivas cuyo propósito
no es defenderse de la injerencia manipuladora de los otros, sino facilitar el
intercambio conversacional. Son la libre información (o información gratuita) y la
autorrevelación.
3.1. Técnica de la libre información
Esta técnica consiste estar atento a la información que, a lo largo de la
conversación, nos da nuestro interlocutor sobre él mismo sin pedírsela, y
aprovecharla para mantener el intercambio, evitando así los silencios engorrosos
que a veces se producen. Se trata del arte de captar las claves que los demás nos
dan sobre ellos mismos y aprovecharlas para “engrasar” la comunicación.
3.2. Técnica de la autorrevelación
Esta técnica consiste en revelar a los demás, de forma asertiva, sobre nosotros
mismos lo que pensamos, cómo nos sentimos…, facilitando así que la comunicación
social discurra con fluidez en ambas direcciones.
Smith aconseja que se emplee esta técnica en combinación con la del disco rayado.
Suaviza en poco la brusquedad de la negativa mediante el disco rayado.

A.- ¿Me prestas el coche para este fin de semana?


B. - No, no te lo voy a dejar.
A.- Me haces polvo, yo contaba con él sin falta.
B.- No, no te lo presto (DISCO RAYADO). Cada vez que presto el coche, después me siento
muy mal. (AUTORREVELACIÓN).

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

4. Entrenamiento en la asertividad
Las personas no nacemos asertivas, nos hacemos asertivas. Ya lo hemos dicho
antes. La asertividad se puede aprender y, por tanto, se puede y debe enseñar. En
el caso de un Educador social, la exigencia es doble: él ha de ser asertivo y,
además, ha de estar preparado para enseñar la asertividad a otros.
Las siguientes palabras de Smith (1976, pp. 35-36) apuntan a las causas que
obligan a enseñar la asertividad:
(...) usted y yo, y la mayoría del resto de la población fuimos adiestrados
para responder al control emocional manipulativo desde que fuimos
capaces de hablar y entender lo que nos decían los demás. Los cordones
psicológicos, de marioneta, que nuestros padres nos atan por medio de los
sentimientos aprendidos de nerviosismo o ansiedad, ignorancia o
culpabilidad, controlan nuestra asertividad infantil. Nos alejan con eficacia y
eficiencia de los peligros reales o imaginarios que acechan a los niños y
facilitan enormemente la existencia de las personas adultas que nos rodean.
Pero esos cordones emocionales tienen un efecto secundario indeseable.
Cuando llegamos a la edad adulta y pasamos a ser responsables de
nuestro propio bienestar, esos cordones no desaparecen por arte de magia.
Seguimos experimentando sentimientos de ansiedad, ignorancia y
culpabilidad que pueden ser utilizados –y lo son- por otras personas para
obligarnos a hacer lo que ellas quieren, independientemente de si nosotros
queremos o no hacerlo.
La educación en la asertividad tendrá como objeto:
(...) la reducción, por lo menos, si no la eliminación total, de esas emociones
aprendidas, en nuestro trato con los demás, en las experiencias ordinarias
de nuestra vida. En particular, [...] 1) las creencias no asertivas que
adquirimos a causa de nuestros sentimientos de ansiedad, ignorancia y
culpabilidad, y de cómo esas creencias permiten a otras personas
manejarnos a su antojo; 2) de los derechos que tenemos como seres
humanos a poner término de manera asertiva a la manipulación de nuestro
comportamiento por otros; y 3) las técnicas verbales sistemáticas que se
aprenden fácilmente en situaciones cotidianas, encaminadas a permitirnos
imponer nuestros derechos humanos asertivos frente a miembros de la
familia, parientes, padres, hijos, amigos, colegas de trabajo, jefes, operarios,
jardineros, vendedores y gerentes; en suma, frente a otros seres humanos,
sea cual sea la relación que los une a nosotros.
Bibliografía
CABALLO, V.E. (1987): Teoría, evaluación y entrenamiento de las habilidades
sociales. Valencia: Promolibro.
VICENTE CASADO, J.C. Decálogo del aprovechado.
http://www.geocities.com/jc_vicente/sobrevivir/manda.htm
CASTAÑER, O. (1999): La asertividad, la expresión de una sana autoestima. Bilbao:
Desclée de Brouwer.
FERNSTERHEIM, H. y BAER, J. (1975): No diga sí cuando quiera decir no.
Barcelona: Grijalbo-Mondadori.
GOLDSTEIN, A.P. y otros (1989): Habilidades sociales y autocontrol en la
adolescencia. Barcelona: Martínez Roca.
GÜELL, M. (2004): ¿Por qué he dicho blanco si quería decir negro? (Técnicas
asertivas para el profesorado y formadores): Barcelona: Graó.
SMITH, M. J. (1998, 1ª edición 1995): Cuando digo no me siento culpable.
Barcelona: Grijalbo-Mondadori.
SMITH, M. J. (1986): Sí, puedo decir no. Barcelona: Grijalbo-Mondadori.

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Los gigantes...

LOS RECURSOS (1ª parte)13


De todo educador/a y en especial de toda persona que trabaja en lo social, se debe
poder decir que es "un hombre/mujer de recursos". Hay quienes parece que nacen
con esa habilidad, todos los demás la hemos de adquirir, ir lográndola poco a poco.
Incluso esas personas que parecen poseer innata esa forma de personalidad, sólo
tienen desarrollada alguna faceta de lo que implica el disponer de recursos: los
aspectos restantes los deberán adquirir. Tener una somera visión de lo que es el
mundo de los recursos te ayudará a acabar poseyendo muchos, todos los posibles,
y, especialmente aquellos que más se adaptan a tu personalidad.
Nota: En esta sección no volveremos a aludir a ambos géneros: usaremos el
masculino genérico.
1. Forma de estudiar.
La forma de trabajo va a consistir en lo siguiente: Comienzas por la lectura de los
siguientes relatos. A continuación se te ofrecerá una breve clasificación de los
recursos. Mas tarde, se te pedirá que clasifiques y comentes los recursos contenidos
en varios nuevos relatos (comentar y describir mientras se clasifica). Aunque
encuentres alguna clasificación comentada de cada uno, procura no leerla sin haber
emitido previamente tu propio criterio justificado.
2. Ejemplos de Recursos.
Hace poco, un experto tuvo que dar una conferencia sobre algunas facetas de la
creatividad en la Universidad de Lérida. Comenzó pidiendo a los asistentes que
perdieran un rato en improvisar algo que permitiese apagar la luz de la sala (los
interruptores se encontraban en la puerta) accionando desde la mesa del orador
cuando se fuese a usar el cañón de proyección. Los asistentes entraron en el juego
y buscaron con qué. De entre las varias ideas que se aportaron se recurrió a éstas:
alguien comentó que había visto sacar tiras de una bolsa de plástico, que, si se
cortan en una dirección concreta, se pueden estirar y resultan muy largas y
resistentes. Otro encontró cinta adhesiva, otro sacó el clip metálico de su bolígrafo.
En doce minutos (los minutos de cortesía que a veces se espera para comenzar)
estaba listo y probado el "invento": al tirar de una cuerda (hechas con tiras de bolsa)
se encendían las luces; al tirar de la otra se apagaban. Está claro que el “invento” de
las cuerdas era más bien inútil, pero sirvió para que a lo largo de la conferencia
fueran constantes las referencias al acto de resolución del problema de apagar y
encender la luz, ya que se trató, además de la creatividad, el pensamiento
tecnológico, las propuestas de trabajo, los procedimientos de autogestión en la
resolución de problemas, el método de proyectos, etc. Todo el auditorio reconoció
que el tiempo perdido inicialmente, permitió que las ideas aterrizasen en hechos
reales gracias al despilfarro inicial de tiempo dedicado a una actividad ejemplificante.

13
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

¿Por qué recurrió a este sistema? Porque se sentía incapaz de lograr sólo con
palabras que su auditorio se imaginase las fases y el interés de una propuesta de
proyecto de trabajo. En otras palabras: lo hizo por una carencia personal. Desde el
punto de vista del educador el recurso siempre palia una carencia o potencia una
habilidad.
Juego dramático.
El mismo día en que Pedro de San Luis tenía que dar una clase sobre legislación
para monitores de tiempo libre, otro profesional impartía la misma enseñanza a otro
grupo similar de futuros monitores. Pedro hizo dos grupos, el primero adoptaba el rol
de responsables de un campamento que lo querían instalar en un pueblo norteño. El
segundo se suponía que eran miembros del ayuntamiento de ese mismo pueblo,
que ponían todas las trabas posibles a la realización del campamento. A ambos
grupos les proporcionó varias copias de la normativa legal. Cada grupo disponía de
seis minutos para aportar su solicitud y las alegaciones en contra o en pro. Los
turnos de seis minutos se fueron sucediendo alternativamente durante todo el tiempo
que duró la sesión.
El otro profesional que exponía las mismas enseñanzas de legislación lo hizo
mediante el método magistral, consistente en contar a los principales artículos de la
ley que afectan a estas instalaciones.
Casualmente pudimos oír los comentarios de alumnos de ambos grupos. Los del
método magistral acabaron preguntando al profesor si no había una forma más
amena de exponer ese tema. Su respuesta casi literal fue: "La ley es así. ¿O queréis
que yo me invente una ley más divertida?". Los alumnos del método dramatizado no
querían terminar la sesión. Comentaron a Pedro que no sólo conocían muy bien la
legislación, sino que habían aprendido algo mucho más importante: cómo enseñar.
Ambos conferenciantes tenían la misma carencia: se enfrentaban a una materia
árida. Uno de ellos la llevó a cabo con su capacidad oratoria; el otro no se fió de sus
dotes y prefirió complementarlas con un recurso.
Si el catálogo de habilidades que pueden adornar a un educador es muy numeroso,
se comprende que los recursos tendrán que ser casi infinitos, puesto que cada
habilidad puede ser ayudada por muchos recursos diferentes.
Nos prometemos la definición de recurso algo más adelante. Debemos desconfiar de
las definiciones: son letra muerta. Sólo tendrán interés si son capaces de
dinamizarnos de alguna forma. De momento, para la definición, ya tenemos un
elemento: Los recursos se invocan cuando el educador reconoce una carencia:
Siempre que percibamos que algo no va salir bien. Es mejor pararse, no empezar, y
buscar un recurso adecuado. La diferencia entre un profesional bueno y otro
mediocre puede ser muy pequeña: ambos poseen cualidades parecidas, pero el
primero usa recursos.
(Más ideas similares en http://www.edualter.org/material/dona/que2.htm)
Uno presenta a otro.
Cuando D.G. recibió a los alumnos de una promoción, todos ellos adultos y
provenientes de diferentes lugares, antes de impartir la charla prevista montó la
siguiente rueda de presentaciones: en lugar de presentarse cada uno a sí mismo,
recurrió a este sistema: durante cierto tiempo cada uno charlaría con la persona que
se había sentado a su lado. Después, cada uno presentaría al otro haciendo

p. 33
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

hincapié en los aspectos más relacionados con el proyecto que estaban


comenzando. De esa forma se consiguieron al mismo tiempo varias metas: romper
el hielo, vencer el pudor que le produce a cada persona el decir detalles positivos de
sí mismo, pero que quedan muy bien contados por otra persona.
Post-it en la espalda.
Petri cuenta que para realizar un ejercicio romper el hielo el día de conocerse
recurre a los post-its de colores: Pega en la espalda de cada uno un post-it. Hay
tantos colores como grupos se quieren formar. Las normas son: 1) Hay que
agruparse por colores. 2) Hay que agrupase sin mirar su propio papel. 3) No se
puede hablar hasta que no estén formados todos los grupos. Los inicios de la
solución del problema son desconcertantes: las iniciativas de resolverlo de forma
autónoma fracasan. Inicialmente se ponen a dar vueltas y no saben qué hacer. Llega
un momento en que se percatan de que se necesitan la colaboración como única
fórmula viable. Las miradas, el tocarse, el empujarse suavemente, además de
ayudar a que se junten entre sí dos personas que llevan el color azul, es también
una manera de reconocerse y conocerse... Si no hay papeles de colores se puede
pintar en cada papel un dibujo tantas veces repetido como miembros ha de tener el
grupo. Si se trata de personas muy conocedoras de estos juegos, en lugar de tres
normas se puede dar sólo una: la de que no se puede hablar. Acabarán deduciendo
que se han de agrupar. Si son listísimos, se pueden escribir palabras, todas
diferentes, pero unas son frutas, otras signos del zodiaco, otras ciudades, otras
marcas de coches, futbolistas... (Más ideas similares: por teléfono, con palillos,
globos... en http://www.paralideres.org/sections/section_63.asp)
Me agrada de ti.
Paula quiere mejorar la autoestima de las señoras con las que trabaja (en
habilidades básicas para la búsqueda de empleo). Recurre para ello a: Se preparan
hojas, en cuya parte superior pone el nombre de cada una. A continuación: "Me
agrada de ti". Se reparten sin que corresponda a cada una su propio nombre. Cada
una tiene que decir de esa compañera tres cosas que le agraden. Luego se recogen,
se barajan, las va leyendo Paula sin decir nombres. Tienen que intentar descubrir
qué compañera es a la se está refiriendo. A cada una se le devuelve después su
hoja y ha de añadir otras tres cosas que cree que tiene buenas, pero que no estén
relacionadas (en ambos casos) ni con el papel de madre, ni con el papel de esposa.
Si se ha incorporado alguna persona nueva, también: aunque no se diga más que lo
que se deduce de la primera impresión: me encanta el color de sus ojos... me gusta
cómo te arreglas... No se trata de decirle a una persona que vale mucho. Hay que
visualizarlo. Lo de evitar asociar sus aspectos positivos a los roles de madre o
esposa se debe a que para ellas esos aspectos, un tanto esclavizantes, son tan
obligatorios y asumidos por ellas, que una buena tutorización no los debe recalcar.
Nuevamente, nos encontramos con un juego en el que entre risas y apreciaciones
aparentemente frívolas se obtienen con facilidad los resultados apetecidos.
(Algo más sobre el tema:
http://www.devida.gob.pe/documentacion/documentosdisponibles/facilitador.pdf)
Construir un Juguete.
Reme tenía que encargarse toda la tarde de dos niños. Decidió construir un juguete
con cartón: el "Qué es qué" (recuerda al quién es quién, pero con objetos recortados

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Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

de dos revistas iguales pegados en naipes). La construcción les encantó. Luego


jugaron. O mejor: ¡aprendieron jugando y aprendieron a jugar...! Pero lo mejor, la
construcción.
(Algo más en http://www.uned.es/inteligencialudica/ La foto primera es la del "Qué es
qué".)
¿Salgo a bailar?
El grupo iba de excursión. Los miembros del grupo se conocían poco entre sí. Oscar
estaba al cargo. Tras la cena había baile. Pocos se animaban. Oscar organizó un
juego. Todos en la pista y cuando la música se parase diría un número. Si era el
tres, se agruparían de tres en tres. Los que se agrupasen de otra forma perdían y
abandonarían la pista. El último que se quede sólo gana. La indiferencia previa se
tornó en grandes abrazos bailando cuando se decía cada número. Al final sólo
quedaban tres. Al decir Oscar un "¡Dos!" corrieron a formar grupo dos personas muy
amigas, dejando a la otra sola. Entonces el monitor recordó que ganaba el quien
quedase sólo el último. La primera vez fue de prueba. Nueva ronda. ¡Qué diferencia
con la apatía inicial!
Reuniones.
Los educadores sociales que atienden a adultos con acompañamiento social de una
capital levantina se reúnen a fin de estudiar la forma de obtener el máximo resultado
de los "recursos de zona": Bibliotecas, Centros Públicos de Acceso a Internet
(CAPI), Casa de la Cultura, Área de Mujer... Es una reunión cuatrimestral muy útil a
la hora de tratar los temas de las derivaciones, los equipos psicológicos, la ayuda
judicial... Saben que sólo por el hecho de reunirse se sienten mucho más
dinamizados.
Calendarios.
La Escuela de Adultos de un municipio isleño realiza una actividad intercultural
consistente en montar una investigación sobre los calendarios, y las efemérides de
cada cultura (árabe, china, rumana, gitana, peruana, india,...). Cada grupo pregunta,
entrevista, reúne material sonoro (canciones), culinario (recetas propias de cada
fiesta), gráfico, verbal... Los elementos marginales son los más buscados, lo extraño
y diferente, en lugar de ser obviado, ignorado, es lo más valioso...
Aprendo: Incorporo recursos a mi persona.
María Fe está aprendiendo simultáneamente quinientas palabras y doscientas frases
en árabe, y servo-rumano. Es policía y está acabando Educación Social. Está
empeñada en encontrar una línea vocacional no represiva para el policía de zona:
más centrada en la vigilancia para el servicio que en la punición, incluso ante el
delito. El recurso, en este caso, no consiste, (como en el caso de los grupos durante
el baile, o los post-its) en la mejora de una actividad, sino en la mejora (promoción)
del propio educador.
Microteatros.
David cuenta con muy buena formación informática, y lleva a su aula de Educación
Compensatoria todo lo que consigue de ordenadores, impresoras, escáner... Pero
contra lo que podría parecer está recogiendo algún retroproyector, proyectores de
diapositivas, incluso un episcopio y una fotocopiadora. Abundan los magnetófonos y
walkman. Considera esos artefactos buenos recursos, y muy baratos. Con ellos, por

p. 35
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

grupos, el año pasado, diseñaron y construyeron microteatros de cartón, con


dibujos, fotos, todos los personajes y decorados que le permitieran representar (a
cada grupo) un breve sainete. Este año están preparando coches de época.
(Más en http://dewey.uab.es/pmarques/mav.html)
3. Clases de Recursos.
Si tuviésemos que definir el recurso en sólo tres palabras, diríamos "Ayuda para
Carencia". La primera parte se refiere a lo que se aporta: la colaboración, la idea, el
apoyo... la segunda parte al problema que hay que resolver. Podríamos clasificar los
recursos en función de cualquiera de sus facetas pero sólo nos vamos a fijar en
algunos aspectos de la primera parte de nuestra definición: la ayuda: el tipo de
auxilio, aportación, idea, colaboración...
Cuando hayas acabado de leer esta clasificación te pediremos (y en eso consiste tu
"estudio" del tema) que clasifiques algunos recursos concretos que te
propondremos, es decir, indiques razonadamente a qué tipo pertenecen.
Caso de que creas que falta alguna categoría, la creas tú. Nunca confíes demasiado
en las clasificaciones, siempre se pueden mejorar y, además son inútiles si no nos
ayudan a optimizar el conocimiento. La gran forma de mejorarlas es personalizarlas:
adaptarlas a tu forma de entender y comprender el universo de datos que se han de
clasificar.
Entidad física Estructura Emisor Uso

Dialécticos Detalle Personal Clásico o habitual


De objeto Cuña procedimental De persona Novedoso
Medios Incorporación De Institución Adaptado
Logísticos Actividad
Complejos Sesión
Unidad de intervención
Bloque de intervención
Proyecto asistencial

Como se aprecia en el cuadro anterior, y atendiendo (insistimos) a la primera parte


de la definición (la ayuda), podemos fijarnos en las categorías: aspectos físico y
estructural de la ayuda o acción, el emisor que la presta, y el carácter usual o
creativo que caracteriza al recurso.
3.1. Entidad física del apoyo
3.1.1. Recursos dialécticos.
El único (o el principal) objeto que aparece es la palabra. Ejemplos, el cuento, el
chiste que se incluye en una disertación para fijar una idea, el relato...
Ciertamente casi es imposible realizar cualquier labor sin la palabra: cuando se
realiza una práctica de aire libre, aunque se emplee constantemente la palabra, es
posible que los recursos sean instrumentos de senderismo y su importancia eclipse
de tal forma a los aspectos conversacionales, que no se deban ni mencionar. En una
sesión de terapia grupal, el valorar entre todos a cada persona sus logros en la
adquisición de un hábito, tiene un componente casi exclusivamente dialéctico.
3.1.2. Objetos.

p. 36
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Los post-it de Petri tienen tanta relevancia en el relato que los podemos considerar
un recurso de objeto. Ciertamente había más ingredientes, y, al analizar esa
actividad, habrá que completarla con otros elementos, pero no cabe duda de que el
objeto en sí presta una ayuda. Lo mismo ocurrió cuando Reme pensó en la
construcción del juguete "Qué es qué", confiaba el entretenimiento de esa tarde a un
objeto: No se sentía capaz de entretener a los niños con su sola habilidad, pero
sabía que con ese juguete la diversión estaba asegurada.
3.1.3. Medios.
El microteatro de cartulina y grabaciones de David está muy apoyado en
audiovisuales de uso corriente: magnetófonos, libros con imágenes y relatos,
fotocopiadora, impresora... Nos referimos tanto a los medios impresos, como a los
audiovisuales, o a los recursos informáticos, grabaciones de discos, cintas, CDs,
imágenes y sonidos de Internet, radio, TV., prensa, etc. Reciben este nombre
algunos recursos genéricos capaces de auxiliar muchas situaciones de
comunicación. Desde la pizarra de tiza hasta la pizarra digital, desde el cartel o la
octavilla, a las páginas Web, nos encontramos con un arco de posibilidades, (todos
ellos) con una potencia comunicativa poderosísima, pero dependiente, desde el
punto de vista educativo, de la habilidad de quien los usa.
Todos ellos tienen carácter instrumental al servicio -cada uno de ellos- de
innumerables situaciones o problemas. El mismo retroproyector que permite ampliar
un dibujo para hacer un decorado, se presta para dinamizar llevar una reunión de
vecinos o jugar a ajedrez al aire libre...
El mismo cañón de proyección digital con que vemos la película de los "Días de vino
y rosas" en una sesión de terapia para drogodependientes nos permite realizar una
sesión de animación a la lectura contando el cuento "Ricitos de Oro" (idea de F.
Blanco Rubio) a partir de los dibujos de los pequeñines en la Biblioteca Municipal.
3.1.4. Recursos logísticos.
Los hay de varios tipos:
a) Humanos. Es algo más amplio y oficial que los recursos de persona que veremos
después. Se trata de la posibilidad de disponer de profesionales especializados en
cada una de las diferentes áreas que podemos encontrar en el ámbito social sobre el
que vayamos a trabajar: mujeres, menores, toxicomanías...
b) Locales. Casi nada se puede hacer si no se dispone de un espacio. Y en muchas
ocasiones la falta del mismo supone conflicto o supresión de la actividad. Locales
que pueden ser cedidos, alquilados, comprados, compartidos... y que resultan
imprescindibles.
c) Económicos. No los podemos ni desdeñar ni idolatrar. Basar todo en lo económico
es perverso; desentendernos, como si no fuéramos de este mundo, puede ser
frivolidad. Las instituciones afines a la educación social nacieron gracias a una
buena idea en la mente de un emprendedor, pero hubieran muerto inmediatamente
de no haber habido cerca un buen gestor de la economía. Para obtener fondos se
precisa:
· Una buena causa. Es imprescindible partir de una necesidad muy clara y muy
vivida.

p. 37
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

· Personas que creen con entusiasmo en esa buena causa y son capaces de
contagiar de esa necesidad a los que pueden otorgar partidas económicas.
· Un buen proyecto. Actualmente la materialización de ese entusiasmo en un
material escrito, donde se explicite de forma potente lo que se persigue y el uso que
se dará a los fondos, significa una imprescindible condición de éxito. Aunque no lo
garantiza, lo condiciona.
· Protocolos de control de las variables sociopolíticas. La concesión de fondos no
siempre está asociada a las más imperiosas necesidades, sino a la rentabilidad
política que pueda obtener quien toma las decisiones. Por ello hay que sabérselo
presentar desde la visión negativa de los inconvenientes que para su persona o su
partido tendría la no concesión, y desde la vertiente positiva de los beneficios que en
el mismo sentido reportaría la solución de los problemas a que se destinan dichos
fondos. Disponer de medios económicos no garantiza el éxito educativo de las
empresas a las que se destina. Frecuentemente, por desgracia, es (nuevamente)
una condición imprescindible. Pero se puede correr el riesgo (muy frecuente) de
perder el norte y emplear más esfuerzo en la gestión de ese patrimonio que en su
eficacia educativa.
d) Otros: materiales, suministros, transporte, propaganda, gestión, estudio de
riesgos...
3.1.5. Entidad física compleja.
Puede haber talleres que necesiten sólo papel, por ejemplo: de redacción de
currículums... frente a otros que precisen de sprays, ordenadores, telas... tal sería el
caso de un taller de estampación de camisetas. En el primer caso no aludiríamos a
su entidad, en el segundo sí, haciendo posiblemente una enumeración de los
recursos instrumentales que se prevén.
3.2. Atendiendo a la estructura del elemento añadido
3.2.1. Detalle.
Durante una conferencia se interpela a uno de los presentes. Estamos entrevistando
a un reincidente después de desintoxicación y como elemento añadido al protocolo
de entrevista vamos a incluir preguntas relativas al recuerdo de los aspectos lúdicos
de las actividades del primer tratamiento. Si este elemento no lo prevemos con
mayor nivel de complejidad lo reseñamos como detalle.
Estamos en una sesión con las mujeres que están realizando actividades para la
búsqueda de empleo. Vamos a llevar a cabo un ejercicio para ubicar el “locus de
control” (saber si se culpan a sí mismas o culpan a la sociedad de sus dificultades):
rellenarán una hoja en la que “echan las culpas” de pequeños detalles a varios
factores a elegir. Se está explicando cómo realizar las sumas finales. De repente
una exclamación: “¡Sara, qué botas! ¡Te quedan de miedo...!”. (Casi después de año
y medio insistiendo para que se arreglen más, por fin hoy Sara ha decidido no venir
en zapatillas). La educadora lo vio antes de que Sara entrase, pero reservó la
apreciación para el momento más oportuno.
3.2.2. Cuñas procedimentales.
Cuando D.G. preparaba su intervención, decidió incluir una presentación algo
elaborada: primero hablaban por parejas y luego cada uno presentaba al otro
(¿recuerdas?). Estaba intercalando una cuña procedimental. Ahora nos podemos

p. 38
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

formular la pregunta siguiente: ¿Corresponderían a esta categoría la actividad de


juego dramático que incluyó Pedro de San Luis para dinamizar a su grupo? La
respuesta es no. Las inclusiones a las que nos referimos son de menor entidad.
Todas las estrategias que tienen nombre reconocible se salen de esta categoría y
pasan a las correspondientes al apartado siguiente: (“incorporaciones”).
Las cuñas procedimentales normalmente deben ser explicadas, porque carecen de
nombre, y necesitan ser descritas por medio de la enumeración o descripción del
pequeño proceso de que constan.
Un grupo de niños que juega con los robots de Lego. En medio del trabajo se realiza
una inclusión: se avisa que uno de los robots va a perder el programa. Se comenta
cómo volverlo a conseguir. Cuando lo han entendido, por sorteo, se le borra a un
equipo su software. Todos comprueban si lo van haciendo bien, o comentan en qué
se equivocan al intentar recuperarlo. Ha sido una actividad procedimental incluida
como recurso en el desarrollo normal de la sesión.
Cuando una cuña va logrando reconocimiento y basta una breve alusión para que
otras personas sepan a lo que nos referimos deja de ser cuñas y van adquiriendo de
categoría de “estructuras completas”.
Podemos decir (aunque con cierto nivel de simplismo) que todas aquellas entidades
procesuales que carecen de nombre (con gran nivel de reconocimiento)
corresponden al grupo de las cuñas procedimentales.
3.2.3. Incorporaciones (de estructuras procesuales completas y reconocidas).
Un campamento, un viaje, o un brainstorming son mucho más que un detalle o una
pequeña secuencia procedimental. Para contar de forma resumida la anécdota de
Pedro de San Luis en su curso para monitores, podemos decir “... y dedicó una
sesión a realizar un ‘Role Playing’ para abordar el tema Legislación”. La palabra
incorporación evoca el uso de estructuras procesuales (daría lo mismo decir
“procedimentales”) completas, cerradas y reconocidas. El programar (dentro de un
proceso) el uso de la estrategia del “Amigo Invisible” lo consideramos una
incorporación, dado el reconocimiento casi universal de: a) el significado, b) la
secuencia de acciones, y c) el uso habitual de dicho juego. No tiene (de momento)
esa categoría la cuña consistente en escribir lo que nos agrada de otra persona, tal
como lo realizaba Paula, aunque por el hecho de que le hemos dado nombre (“Me
agrada de ti”), a partir de ahora seguramente se pueda usar como incorporación al
menos en los foros de nuestra asignatura. Lo mismo ocurrirá con las
“Presentaciones Pos-it” o las “Parejas de presentación”, ya que es posible que
algunos las citen usando sólo su nombre.
Todas las técnicas de Dinámica de Grupos, así como los recursos organizativos de
gran calado o tradición, como talleres, gymkhana, safari fotográfico, dramatización,
concurso, puesta en común, campamento urbano, entrevista personal, actividades
deportivas conocidas, fórmulas docentes usuales (charla, videoconferencia, foro
temático, sermón, proyecto en grupo, cine forum, visita guiada,...) infinito etcétera,
son estructuras procesuales cerradas y reconocidas y que se pueden “incorporar” a
nuestras intervenciones.
3.2.4. Actividad, sesión, bloque, proyecto.
Aluden en orden creciente a la magnitud estructural de la intervención.
(Continúa en el siguiente tema)

p. 39
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

Llenósele la fantasía...

14
Texto 1: Los derechos asertivos de los adultos y de los niños
Derechos asertivos de los ADULTOS Derechos asertivos de los NIÑOS
1. Tienes derecho a ser juez de tus propias 1. Tienes derecho a ser juez de tus propias
emociones, pensamientos y emociones, pensamientos y comportamientos, y
comportamientos, y eres responsable de la eres responsable de la ejecución y de las
ejecución y de las consecuencias de lo que consecuencias de lo que sientes, piensas y
sientes, piensas y haces. haces.
2. Tienes derecho a no dar a nadie 2. No tienes que dar excusas a todo el mundo
razones que justifiquen tu comportamiento. por lo que haces.
3. Tienes derecho a juzgar si eres tú el 3. Sin las cosas van mal, no eres
responsable de encontrar solución a los necesariamente por tu culpa.
problemas de otras personas. 4. Puedes cambiar de opinión si te sientes
4. Tienes derecho a cambiar de opinión. incómodo.
5. Tienes derecho a cometer errores, y a 5. Cuando cometes un error puedes admitirlo sin
ser responsables de ellos avergonzarte.
6. Tienes derecho a decir que no sabes. 6. No tienes obligación de saberlo todo. Puedes
7. Tienes derecho a decidir si para estar a decir “No sé” sin sentirte mal.
la altura de una situación necesitas de la 7. No tienes por qué ser amigo de todos, ni tiene
buena voluntad de otros por qué gustarte lo que todo el mundo hace.
8. Tienes derecho a ser ilógico cuando 8. No tienes por qué demostrar a nadie que
tomas decisiones. tienes razón.
9. Tienes derecho a decir: “No entiendo”. 9. No tienes que entenderlo todo, y puedes decir
10. Tenemos derecho a decir: “No me que no entiendes sin sentirte mal.
importa”. 10. No es necesario que seas perfecto, y no
tienes por qué sentirte mal cuando eres
simplemente tú.
Smith, M. J. (1986) Sí, puedo decir no. Barcelona: Grijalbo-Mondadori.

Texto 2: El anciano y el niño


(Cuento anónimo hindú)
Eran un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo. Llegaron a una aldea
caminando junto al asno y, al pasar por ella, un grupo de mozalbetes se rió de ellos, gritando:
- ¡Mirad qué par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado.
Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por
el mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño
caminando al lado. Dijeron:
- ¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos. Siguieron haciendo camino hasta
llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
- ¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Han visto algo semejante? El muchacho montado en el burro
y el pobre anciano caminando a su lado.
- ¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo
de ambos sobre sus lomos. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y éstos comenzaron a
vociferar:
- ¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tienen corazón? ¡Van a reventar al pobre animal!

14
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 40
Bloque I. Tema 1: La intervención socioeducativa

El anciano y el niño optaron por cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al
siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se
mofaban gritando:
- Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a
cuestas. ¡Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos!
De repente, el burro se revolvió, se precipitó en un barranco y murió.

Texto 3º: Listado de habilidades sociales

Grupo I. Primeras habilidades sociales 27. Defender los propios derechos.


28. Responder a las bromas.
1. Escuchar 29. Evitar los problemas con los
2. Iniciar una conversación. demás.
3. Mantener una conversación. 30. No entrar en peleas.
4. Formular una pregunta.
5. Dar las «gracias». Grupo V. Habilidades para hacer frente
6. Presentarse. al estrés
7. Presentar a otras personas.
8. Hacer un cumplido. 31. Formular una queja.
32. Responder a una queja.
Grupo II. Habilidades sociales 33. Demostrar deportividad después
avanzadas de un juego.
34. Resolver la vergüenza.
9. Pedir ayuda. 35. Arreglárselas cuando le dejan de
10. Participar. lado.
11. Dar instrucciones. 36. Defender a un amigo.
12. Seguir instrucciones. 37. Responder a la persuasión.
13. Disculparse. 38. Responder al fracaso.
14. Convencer a los demás. 39. Enfrentarse a los mensajes
contradictorios.
Grupo III. Habilidades relacionadas con 40. Responder a una acusación.
los sentimientos 41. Prepararse para una conversación
difícil.
15. Conocer los propios sentimientos 42. Hacer frente a las presiones del
16. Expresar los sentimientos. grupo.
17. Comprender los sentimientos de
los demás. Grupo VI. Habilidades de planificación
18. Enfrentarse con el enfado de otro
19. Expresar afecto. 43. Tomar decisiones.
20. Resolver el miedo. 44. Discernir sobre la causa de un
21. Autorrecompensarse. problema.
45. Establecer un objetivo.
Grupo IV. Habilidades alternativas a la 46. Determinar las propias
agresión habilidades.
47. Recoger información.
22. Pedir permiso. 48. Resolver los problemas según su
23. Compartir algo. importancia.
24. Ayudar a los demás. 49. Tomar una decisión.
25. Negociar. 50. Concentrarse en una tarea.
26. Empezar el autocontrol.

Goldstein, A. P. (1989). Habilidades sociales y autocontrol en la adolescencia. Barcelona: Martínez Roca.

p. 41
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Una profesión en constante desarrollo


© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


Este tema resulta efectivamente definitorio en el plan de estudios de la asignatura. En
efecto, es necesario reflexionar sobre el sentido y significado de la formación que estás
iniciando y el modo de hacerla realmente efectiva en un marco de profesionalidad y cambio
social constante. La formación inicial tiene un alcance limitado, que se diluye en el tiempo, si
no somos capaces de actualizarla y avivarla, cuando no mejorarla. Por ello parece
importante proponer una habilidad propia del educador para aprender de su propia
experiencia. Asimismo y en este contexto, parece apropiado plantear la necesidad de
aumentar la capacidad de percepción y utilización del lenguaje no verbal para la
comunicación didáctica. Por otro lado, es conveniente que aprendamos a conocer los
recursos que los educadores podemos utilizar.
2. Objetivos del tema
 Comprender la necesidad de una formación permanente para el educador social,
conocer sus posibilidades e identificar los factores que la condicionan.
 Explorar las posibilidades de la reflexión en la acción como modalidad de formación del
educador social y la habilidad de aprender de la experiencia propia.
 Aumentar la capacidad de percepción y utilización del lenguaje no verbal para la
comunicación didáctica.
 Conocer los tipos de recursos y su análisis.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

Recursos

p. 42
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Comentario

Los recursos son el motor que mueve el coche de la intervención educativa. La


formación permanente nos permite vehiculizar nuestro desarrollo profesional gracias
a la habilidad de aprender de la experiencia y otros mecanismos como la reflexión
sobre uno mismo. Los lenguajes, verbal y no verbal, nos permiten avanzar en ese
desarrollo al posibilitar y facilitar la comunicación didáctica.

En un lugar de la Mancha...

CONTEXTO EDUCATIVO DE CARÁCTER GENERALISTA1


En otras Unidades Didácticas te pediremos que te asomes a otros entornos propios
de un Educador Social y te centres en alguna actividad concreta con la finalidad de
conocerla un poco más a fondo. Esta vez no: ahora te pedimos que te asomes a un
amplio escaparate (muy bien presentado por cierto) de las actividades realizadas por
una entidad muy concreta que te vamos a proponer.
Mira: tienes que entrar en Internet en la página http://www.larueca.info/
Consejos para el estudio de esta sección
Primero: navega por la página por simple curiosidad durante unos minutos. No hace
falta que te adentres mucho en el organigrama. Lo comprenderás muy bien un poco
más tarde.
Segundo: lee las preguntas que te proponemos e intenta contestarlas ya de
memoria. Muchas no sabrás responderlas de momento, pero es una buena forma
para que después te fijes mejor y te cueste menos localizar todas las respuestas.
Tercero: ve pasando por la página, ya de forma sistemática, y anotando las
respuestas a las preguntas. Tus anotaciones son tu texto de estudio.
Cuarto: cuando termines dales los repasos necesarios para poder contestar (ya sin
mirar a tus apuntes) a cada cuestión con cierta precisión
Preguntas
1. La entidad (a que se refiere esa página Web) está constituida por personas que
se declaran:
a) Trabajadores sociales

1
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

p. 43
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

b) Educadores sociales
c) Profesionales afines al campo de lo social
2. Dejando aparte los nombres artificiosos inventados (muy bien buscados, por
cierto; por ejemplo: “Barataria”)... o los acrónimos (por ejemplo: CRI) relativos las
actividades que lleva a cabo la asociación, busca las actividades realizadas con los
jóvenes y describe tres, recurriendo (para describirlas) a indicar en qué consiste la
actividad realizada.
3. En el menú principal se aprecia muy bien que clasifican sus actividades en cuatro
grupos. Uno de ellos (I+D+i) agrupa varias actividades “sueltas” ¿Cuáles son el resto
de las categorías del menú principal?
4. El término “I+D” es se ha generalizado bastante en el mundillo de la teorización
empresarial ¿Qué significa exactamente? Cuando se refieren a dichas siglas añaden
una i minúscula ¿A qué se refiere? Cita dos actividades que agrupan bajo este
epígrafe. (No uses nombres artificiosos inventados, sino la descripción de dichas
actividades).
5. ¿Has encontrado actividades en las que se enseñe a inmigrantes? ¿Qué se les
enseña?
6. ¿Alguna actividad de formación está relacionada directamente con la salud? ¿Qué
aspectos saludables trata?
7. ¿Otras están referidas a la mujer? Cita al menos tres acciones educativas de este
tipo.
8. En alguna actividad se trabaja sobre el Currículum Vitae. Parece lógico que sean
las referidas a la búsqueda de empleo. Cita dos. ¿Alguna no es referida a búsqueda
de empleo?
9. Aunque no conozcas las calles de la ciudad en que tienen lugar las diferentes
acciones, di si te parece que los lugares para la formación están agrupados en un
edificio de forma concentrada o están repartidos en edificios separados y distantes.
10. Cita dos objetivos educativos a lograr con personas adultas diferentes del de
conseguir su alfabetización.
11. Excluyendo la dedicación a la limpieza, cita tres áreas a las que pueden referirse
las acciones relativas a la formación para la búsqueda de empleo con mujeres.
12. Parece recurrente el uso de la informática en las actividades de formación. Cita
tres proyectos (no por su nombre artificioso inventado sino por su acción específica)
que parezca que emplean como recurso el uso del ordenador.
13. En alguna ocasión esta asociación usa con fines educativos otros servicios de la
comunidad. Cita dos de estos servicios, diferentes de la Biblioteca Municipal.
14. De entre los objetivos de la Asociación, cita otro diferente del de “la planificación
y desarrollo de programas técnicos en materia de Servicios Sociales”
Para quien no tiene Internet
Caso de que por no disponer de Internet no puedas acceder a la página que te
hemos recomendado te sugerimos sustituirlo por una de estas dos opciones:
a) Busca una asociación a la que tú tengas acceso y que te pueda proporcionar
información sobre como trabaja con adultos, jóvenes o formación para el empleo,

p. 44
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

y descríbenos las actividades que en ese sentido realizan. En el caso de no


encontrar una asociación que atienda a todos estos aspectos puedes recurrir a
varias de manera que entre todas ellas se complementen para que puedas
obtener dicha información.
b) Si en tu localidad no encuentras ninguna asociación ni tienes ocasión de hablar
con nadie por correo o teléfono, te tocaría a ti inventar cuáles pueden ser las
actividades de entidades sociales y de qué forma irían atendiendo a cada uno de
los tres aspectos que hemos citado anteriormente.
En el caso de que en el examen te salgan preguntas de este tipo y no hayas podido
acceder a Internet, en el momento de contestar indica que, para poder responder,
has recurrido a tal asociación, o explícanos que, como no has podido disponer
tampoco de una asociación, las ideas que expones son fruto de tu propia invención.

Le molió como cibera...

LAS HABILIDADES BÁSICAS DEL EDUCADOR: APRENDER DE LA PROPIA


EXPERIENCIA2
Una de las habilidades básicas del Educador es aprender de la propia experiencia.
Al menos, así nos lo parece. Nuestro planteamiento es el que sigue: por muy buena
que sea nuestra formación inicial, la que adquirimos para obtener nuestra titulación,
tiene unas características que la invalidarán tan pronto como crucemos el umbral de
la puerta de salida:
• Su caducidad: no hay conocimiento por polivalente y básico que sea que resulte
perenne indefinidamente. La evolución imparable de la ciencia, de la tecnología, de
la sociedad, de la persona y de la profesión requiere nuestra actualización
permanente.
• Su estaticidad: la formación se enfoca raras veces con dinamicidad y no
prepara para la realidad venidera y el cambio. Nos prepara a lo sumo para resolver
situaciones conocidas con mecanismos aprendidos.
• Su teoricidad: el conocimiento adquirido en las titulaciones iniciales suele tener
un componente conceptual, teórico y verbal muy elevado. Los conceptos teóricos
verbalizados son raramente de fácil aplicación a la práctica.
• Su universo acotado: la formación se planifica y desarrolla en programas
acotados y delimitados que difícilmente pueden abarcar la variedad y riqueza de la
realidad.
• Su impermeabilidad: las instituciones formativas suelen mantenerse aisladas y
limitan su contacto e intercambio con la realidad vital y profesional para la que
forman.

2
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

p. 45
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Por todo ello, parece conveniente, estratégico y beneficioso que incluyamos una
habilidad de carácter profesional que evite esas limitaciones, supere la inevitable
caducidad, dinamice el corpus de conocimientos adquiridos, haga interactuar la
teoría con la práctica, rompa los límites de los propios programas y genere
permeabilidad osmótica entre la experiencia y el conocimiento. A ello contribuye la
habilidad de aprender de la experiencia.
1. ¿Qué es aprender de la experiencia?
Dice un dicho gallego Morrendo e aprendendo3, lo que significa que no terminamos
nunca de aprender hasta el último suspiro de nuestra vida. Es evidente que hay
muchas formas de aprender y el Educador debe ser un especialista en ello. Por
consiguiente y en coherencia con este principio, debe ser capaz de aprender de sí
mismo y de la experiencia que vive cada día de su vida. La experiencia es un valor
en sí pero lo es sobre todo porque permite la mejora de las habilidades iniciales del
Educador. Para ello, es necesario desarrollar la habilidad de formarse a partir de la
propia experiencia, transformando esa experiencia práctica en conocimiento. Esta
construcción de conocimiento se basa en diversos mecanismos a lo largo de un
proceso escalonado y gradual que pasa por la simple intuición, la comprensión de
las experiencias, la explicación verbalizada los hechos, la resolución de problemas,
el conocimiento compartido y el conocimiento científico. La intuición es el acto
cognitivo inmediato, sin el requerimiento de la verbalización de esa percepción de
los hechos (utilizamos aquí la palabra intuición en el sentido de percepción
inmediata, no verbalizada; no se trata de una anticipación a hechos venideros).
Para lograr el desarrollo de esta habilidad, tenemos que estar convencidos de que la
experiencia es una fuente de formación y los problemas son una fuente de
aprendizaje. Ello no significa que sólo por tener experiencia se transforma en
formación o que la simple resolución de problemas se convierte en aprendizaje. La
acción requiere reflexión y mecanismos que la conviertan en conocimiento. Algunos
autores entienden que sólo este componente reflexivo asegura la formación de
profesionales realmente capacitados (Schön, 1992). Ello supone replantear el diseño
tanto de la enseñanza como del aprendizaje en las profesiones. Por tanto, la
experiencia es una fuente valiosa de aprendizaje si se sabe aprender de ella. Por
ello, la biografía personal es un activo propio. En ella, se van reflejando seguramente
muchos hechos desagradables o inoportunos de los que también podemos
aprender. Para aprender de ellos, es necesario atenuar su componente emocional y
trabajar con los hechos como material de aprendizaje. La huida o el enfado – dos
emociones habituales en situaciones de conflicto – no suelen ser conductas
adecuadas para el conocimiento, aunque, adecuadamente gestionadas, puedan ser
oportunas en las relaciones humanas. Asimismo, las valoraciones afectivas y las
atribuciones no contrastadas pueden oscurecer nuestra capacidad de entendimiento.
Pero las emociones también nos proporcionan momentos de especial lucidez.
2. El gradiente creciente en el conocimiento práctico
La comprensión de las experiencias supone un acto, no necesariamente
verbalizado, pero de mayor grado de aprehensión de los hechos que la simple
percepción. Comprender es aprehender los hechos de modo que los situamos en
nuestro universo cognitivo, no sólo conceptual sino también socioafectivo y de la

3
Muriendo y aprendiendo. Expresión utilizada cuando se descubre algo casualmente o se aprende de la situación
o persona menos esperada.

p. 46
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

acción. A veces la sensación de incomprensión no es tanto fruto de un obstáculo en


la captación del concepto como de una colisión emocional con nuestra forma de
entender la realidad o de la falta de respuesta para actuar. La comprensión no
supone la capacidad de verbalizar o explicar lo que hemos percibido sino el simple
hecho de situarlo en nuestro universo. Ello significa que es un acto de naturaleza
intuitiva, una vivencia personal e intransferible (como todas las vivencias, por otro
lado). Pero tal vivencia no significa ni asegura que realmente hayamos comprendido
adecuadamente los hechos. Durante muchos siglos, hemos creído que el sol giraba
alrededor de la tierra: comprendíamos el fenómeno pero, como se demostró
posteriormente, esa comprensión de los hechos no se correspondía con la
explicación real del mismo.
La explicación verbalizada de los fenómenos conlleva un mayor grado de
comprensión, interpretación y capacidad de organización de esos hechos para poder
transmitirlos a otras personas. En la medida en que somos capaces de verbalizar
una explicación, de dar cuenta de lo que hemos percibido, de exteriorizar lo que
hemos aprehendido o de manifestar nuestro discernimiento a través de la palabra,
logramos una construcción conceptual, aunque sea subjetiva. Posiblemente, la
construcción verbal conlleve un acto de transformación de la realidad. Al tener que
expresarla con palabras, posiblemente tenga que amoldarse a ellas. De hecho, el
lenguaje y el pensamiento guardan una estrecha relación en su desarrollo. Pero
siendo una construcción social, el lenguaje tiene que aportar elementos no
necesariamente intrínsecos al pensamiento, lo que explicaría la dificultad para
encontrar los elementos comunes a todas las lenguas que se hablan y/o escriben
sobre la tierra. Consecuentemente, si hacemos un esfuerzo por verbalizar nuestra
comprensión de un hecho, lo estamos integrando en una forma comunitaria y
compartida de conocimiento: la construcción social del conocimiento. Supone otro
grado de aprendizaje.
Si, además, podemos aplicar la resolución de problemas, significará que esa
comprensión de los hechos puede operativizarse para mejorar la intervención. Este
estadio de aprehensión es sumamente interesante en términos profesionales. El
problema es una situación que requiere respuesta, que precisa de intervención. Esa
respuesta en la acción, basada en un proceso reflexivo, constituye toda una línea de
trabajo en la formación de los profesionales de la educación y en la investigación
educativa en la última parte del siglo XX: la investigación-acción. Autores como
Stenhouse (1987) o Kemmis y MacTaggart (1988) han puesto de manifiesto el
interés por trabajar sobre los problemas prácticos y convertirlos en motores del
desarrollo profesional e institucional de los centros educativos. El hecho de implicar
nuestro conocimiento de la realidad en la propia realidad para resolver problemas
prácticos es un grado muy operativo que requiere de un mayor dominio de la
situación. Constituye un aprendizaje más profundo: su aplicación a la práctica.
El siguiente paso sería compartir ese conocimiento con los propios participantes,
profesionales de la entidad o de otras instituciones, o con el resto de la sociedad,
como sucede en el caso de grupos de trabajo, comunicaciones sobre experiencias
en encuentros o artículos de divulgación. Ese conocimiento compartido, que también
se produce en los procesos de investigación-acción es otra forma de socialización
del conocimiento que, en sus diversos ámbitos, requiere de procedimientos y de
lenguajes propios. No hablamos de igual modo de los hechos con los usuarios o
participantes – sobre todo si no son profesionales en educación – o con los demás
educadores de la institución; tampoco nos comunicamos de igual modo con éstos o

p. 47
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

con otros profesionales de la institución que no sean educadores; ni lo hacemos con


otros que no trabajen con nosotros, ni cuando nos dirigimos a la sociedad en
general. En cada caso, seleccionamos el contenido y adaptamos nuestra forma de
comunicación, especialmente el léxico utilizado. Este esfuerzo por adaptar el
conocimiento al interlocutor supone mayor habilidad y, consecuentemente, un mayor
grado de aprendizaje.
Finalmente, se trataría de construir conocimiento científico a partir de la elaboración
de ese conocimiento empírico o del desarrollo de propuestas de investigación
específicas. El conocimiento científico de la educación es muy diverso. Son
numerosas las aproximaciones que se han realizado históricamente. Siguiendo el
estudio de Popkewitz (1988, p. 36 y siguientes), se distinguen tres grandes
corrientes de investigación:
• Las ciencias empírico-analíticas (“teorías del comportamiento social basadas
en leyes”), que se basan en un modelo experimental de comprobación de hipótesis y
mecanismos de control empíricos.
• Las ciencias simbólicas (“la vida social como normas de hacer y dirigir”), que
interpretan los hechos en su contexto social en el que juega un papel central la
propia interacción social.
• La ciencia social crítica (“las relaciones sociales como expresión histórica”),
que participa de los procesos de transformación social para afrontar los problemas
suscitados.
Todas ellas tienen sus formas de aproximación con sus valores y problemas y
recomendamos que se utilicen las aproximaciones más pertinentes a los problemas
investigados e incluso que se combinen para contrastar los resultados obtenidos por
diversas vías. Ésa es una forma de triangulación, es decir, de contraste del
conocimiento obtenido (Castillo y Cabrerizo, 2004).
3. La experiencia práctica como fuente de aprendizaje
Todo ello requiere de nosotros que conozcamos los mecanismos para aprender de
la experiencia práctica discerniendo los hechos de las valoraciones y las vivencias
de las explicaciones. Las técnicas de extrañamiento o distanciamiento son múltiples
y muy diversas pero deben conllevar bien una distancia en el tiempo, bien una
distancia emocional. En el primer caso, se trata de dejar pasar un lapso de tiempo
entre los hechos y el momento de análisis. El dicho de contar hasta diez antes de
hablar es un ejemplo. El problema suele ser o que se necesita en muchos casos una
respuesta inmediata o con poco tiempo, o que se mantiene demasiado viva la
situación – físicamente, por la presencia de personas u otros estímulos
desencadenantes, o vivencialmente, porque mantenemos pensamientos
perturbadores en nuestra mente – como para lograr la distancia emocional.
Finalmente, lo que pretendemos es lograr esa distancia emocional de los hechos y,
por tanto, de las vivencias. Por ello, otra forma de distanciarnos es compartir la
experiencia con otras personas. El conocimiento que se comparte se objetiviza. En
la medida que somos capaces de verbalizarlo y hacerlo comprensible a otra
persona, logramos un cierto distanciamiento de los hechos. Tanto si las personas
han participado en los mismos hechos como si no, este proceso es interesante
aunque tenga sus limitaciones propias en cada caso.
Para asegurar el proceso de interpretación de los hechos, se requiere una adecuada
comprensión que sólo se logra si hemos contextualizado los hechos. Esta

p. 48
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

contextualización se debe dar en una doble dimensión teórica y práctica. En el


primer caso, nos debe ayudar a ello nuestra formación pedagógica; en el segundo,
nuestro conocimiento de la intervención: sus determinantes, sus bases, sus
consecuencias y efectos, sus finalidades y procesos, así como sus previsiones y
resultados. La interpretación se concibe entonces como un proceso dialéctico entre
el hecho y la explicación que construimos en nosotros y entre nosotros, en el que
entran en juego las hipótesis que planteamos a partir de los indicios, que leemos,
hipótesis que contrastamos con las teorías, experiencias y conocimientos que
tenemos, refutando o apoyando la línea de indagación iniciada. En ese proceso de
construcción, confluyen numerosos factores que no abordaremos en este momento
pero que debemos tener en cuenta y que formarán parte a su vez de ese proceso de
elaboración.
4. Instrumentos para la reflexión
Para ello, es interesante la clarificación de los fenómenos vivenciales y la
verbalización de las percepciones. Algunos instrumentos como el diario, el
anecdotario, las rejillas de observación, las escalas de valoración, el autoinforme, la
autograbación, los cuestionarios de autoevaluación, el grupo de discusión, los foros
virtuales de debate, los weblogs, etc. son útiles sobre todo si los concebimos como
instrumentos para la mejora y el aprendizaje. Para ello es necesario utilizarlos como
estímulos que generan ideas, evocan recuerdos, estimulan hipótesis, ilustran teorías
personales, etc. Ello es muy evidente en los instrumentos no estructurados o poco
estructurados como el diario o el anecdotario pero puede serlo también en el uso de
escalas o cuestionarios estructurados. Cabe recordar, no obstante, que esta
propuesta no es novedosa sino que ya se viene aplicando desde hace cierto tiempo
en las técnicas de diagnósticos del potencial de aprendizaje. Para ello, se puede
utilizar, por ejemplo, el Test de las Matrices Progresivas de Raven4, no para medir la
inteligencia de una persona sino para dialogar con ella sobre cómo y por qué
resuelve las series de una forma u otra e intentar comprender su forma de pensar y
de resolver la situación (Feuerstein, 1993).
5. Técnicas de análisis
También pueden ser útiles las técnicas, mecanismos o procedimientos organizados
de análisis con base en elementos elaborados por otros autores (Feliz y Ricoy,
2003). Veamos algunas sugerencias: teorías ya elaboradas (por ejemplo, la teoría
racional-emotiva de Ellis, 1997), investigaciones previas (por ejemplo, las
investigaciones observacionales sobre la comunicación en el aula de Flanders,
1966), modelos de intervención (por ejemplo, el modelo de resolución de problemas
de Bransford y Stein, 1987), modelos institucionales (el modelo organizativo del
currículum de la LOGSE, 19905) o acuerdos de una colectividad profesional o
comunidad de científicos (el Código Deontológico de los Educadores Sociales,
2004).

4
El test presenta 3 composiciones geométricas (por ejemplo, un círculo, un cuadrado y un triángulo) que van
cambiando siguiendo un criterio lógico. En nuestro ejemplo, supongamos que el triángulo cambia de tamaño
alternando formas grandes y pequeñas y el círculo se va superponiendo a cada vértice del cuadrado en el sentido
de las agujas del reloj. Se proponen entonces otras 3 posibilidades para la próxima figura y se pregunta cuál de
ellas es. La próxima será la que cumple los criterios de transformación, que tiene que descubrir el sujeto. En
España, lo ha publicado TEA Ediciones, una editorial especializada en la comercialización pruebas
psicodiagnósticas.
5
Algunos elementos han dejado especial poso como la división de los contenidos en conceptuales, actitudinales
y procedimentales.

p. 49
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Ello debe plasmarse en un instrumento como una lista de preguntas o indicadores,


un esquema de análisis (dicotomías o taxonomías), escalas de valoración, nuevas
formulaciones de modelos o teorías, mecanismos heurísticos, rejillas o matrices
(Feliz y Ricoy, 2003). Unos ejemplos de rejillas o matrices de análisis son el DAFO6
o la Ventana de Johari.

Figura nº 1: DAFO

Figura nº 2: La Ventana de Johari


El primero (Johnson, Scholes y Sexty, 1989) es una rejilla que permite analizar un
hecho, persona, situación, programa o institución reflexionando sobre los factores
facilitadores u obstaculizadores tanto internos como externos. Así se sitúan las
Debilidades (obstáculos internos), Amenazas (obstáculos externos), Fortalezas
(facilitadores internos) y Oportunidades (facilitadores externos) que se disponen en
una tabla de doble entrada (figura nº 1). La Ventana de Johari7 (Luft, 1976) es una
rejilla que permite analizar lo que conocemos o desconocemos de nosotros mismos
o lo que conocen o desconocen los demás de nosotros (figura nº 2). De este modo,
se construye en cada cuadrícula el Conocimiento Publico (1), los Puntos Ciegos (2),
el Conocimiento Enmascarado (3) y el Territorio No Descubierto (4). Ambas técnicas
son de interés para el análisis y clarificación.
También es valioso el conocimiento de las principales teorías interpretativas de la
realidad, especialmente las vinculadas a la Educación, aunque los planteamientos
procedentes de la Psicología, la Sociología, la Etnografía, la Antropología, la
Filosofía o el Trabajo Social pueden resultar de sumo interés. En la misma línea,
contribuyen de forma consistente a nuestra capacidad interpretativa le formación en
las diversas metodologías para el conocimiento e interpretación de la realidad, es

6
También aparece con las siglas de FODA (evítese en gallego o portugués) y diferentes versiones inglesas de
SWOT (u otras ordenaciones) que son las iniciales de Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats.
7
Johari es un acrónimo de sus autores: Joseph Luft y Harry Ingham.

p. 50
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

decir, la metodología científica de las Ciencias Sociales en sus diversas perspectivas


y aproximaciones, evitando, a nuestro juicio, confrontaciones metodológicas poco
útiles para la práctica (Reichardt y Cook, 1986).
6. ¿Sólo aprende el Educador de la experiencia?
Ahora bien, cabe preguntarse si este conocimiento es simplemente una habilidad
que nos va consolidando profesionalmente o si cabe hacerlo recaer sobre el propio
proceso y, en ese caso, en qué momento y de qué modo. Tal y como se ha
planteado hasta el momento, estaríamos cubriendo la primera vertiente: ganamos en
eficiencia porque hacemos mejor al Educador. Sin embargo, es evidente que, en la
medida en que somos capaces de hacer retrotraer información útil sobre el propio
proceso, lo mejoramos y el propio proceso aprende. Ésta es la finalidad de la
retroalimentación: fortalecer los procesos introduciendo las mejoras que se
consideren necesarias y pertinentes. La retroalimentación o feedback es una de las
claves identificativas del modelo sistémico de Bertallanfy (1976). De forma
esquemática, describe que todo proceso se puede explicar distinguiendo las
entradas, los procesos y las salidas. Para que el proceso mejore, describe un flujo
de información desde la salida hacia los componentes internos anteriores con el fin
de mejorar los productos de la salida.
De ello, deducimos la importancia de la retroalimentación pero también que los
procesos no son entes per se sino que tienen sentido porque hay elementos en
funcionamiento. En el caso educativo, retroalimentar el proceso significa
retroalimentar los participantes del mismo, ya que son agentes del propio proceso y
responsables de los recursos implicados. Ello conlleva que la información útil debe
recaer no sólo sobre los Educadores en acción – motores centrales del propio
proceso de retroalimentación – de modo que implementen todo lo que depende de
ellos (diseño, recursos, desarrollo, etc.) sino que deben favorecer la
retroalimentación de otros participantes directamente implicados, como los propios
usuarios o alumnos, u otros indirectamente implicados como el resto del equipo de
educadores o profesionales, directivos y organizadores o autoridades responsables
o financiadoras. Veamos de qué modo:
• Los usuarios o alumnos no pueden ser considerados de forma genérica sino de
acuerdo a sus rasgos personales y estos parecen ser determinantes del tipo de
intervención que diseñemos, y dentro de ella también del tipo de participación que
pretendamos. Parece razonable que el grado y forma de participación se considere
en función de su edad, género, clase social, experiencia vital, experiencia formativa,
etc. Para ello, siempre debemos considerar los rasgos de forma dinámica y flexible
los datos obtenidos del diagnóstico inicial y enriquecerlos a través de la experiencia
y la observación habitual. Y el proceso de cambio puede ser espontáneo o
pretendido: por ejemplo, una persona de cierta edad puede considerarse poco apta
para la formación y cambiar de autoconcepto a lo largo del proceso; del mismo
modo, las diferencias de género pueden ser trabajadas desarrollando la conciencia
de la capacidad de aptitudes atribuidas al oro género. Todo ello debe considerarse
para encauzar el proceso de retroalimentación de forma beneficiosa. Ello no elude el
conflicto emocional, que, por otra parte, puede surgir sin que uno lo pretenda, ni el
conflicto cognitivo, otra forma de provocar reajustes. El problema es no perder
capacidad de regulación del proceso.
En este sentido, las formas de informar o asesorar a las personas deben elegirse y
combinarse de modo inteligente y estratégico. Las fórmulas grupales, incluso

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

asamblearias, tienen su momento y su finalidad pero hay seguramente otros casos


en que procede reunir sólo a las personas implicadas o entrevistarse directamente
con la afectada. Asimismo, la actividad de retroalimentación no tiene por qué ser
presencial. Podemos utilizar muchos recursos técnicos (síncronos como el chat y la
videoconferencia, o asíncronos como el correo electrónico o el foro8) e incluso
personales, como sería la figura de un mediador. Es evidente que la forma debe
valorarse en función del caso y de las situaciones.
Cabe añadir una reflexión sobre las características del propio proceso. Queremos
decir que se debe considerar el tipo de intervención así como el estadio de
desarrollo del mismo y su biografía. Algunos tipos de intervención están orientados
en mayor medida a la integración de las personas y/o su crecimiento personal y
deben considerar de forma nuclear la participación de modo creciente, porque es a
la vez fin y medio de la intervención. Asimismo, esta idea de gradiente progresivo es
aplicable al propio desarrollo de la intervención: a medida que avanzamos en el
mismo, la cohesión del grupo, el conocimiento del proceso, la confianza alcanzada y
la autonomía de los participantes puede hacer recomendable (tiene que hacer
recomendable) que devolvamos información y orientaciones retroalimentarias a los
usuarios y participantes.
• El equipo de educadores o profesionales debe tener sus mecanismos de
coordinación. En ellos debe intercambiarse esa información útil para que el propio
equipo aprenda de la experiencia compartida con los compañeros. Ese aprendizaje
colaborativo de carácter profesional es sumamente importante para la consolidación
de los proyectos y la coherencia de los diferentes ejes o planos de la intervención,
es decir, cuando actúen sobre el mismo grupo de personas diversos educadores o
profesionales. Además de las reuniones periódicas, un recurso muy habitual, caben
otras modalidades de trabajo síncronas presenciales (grupos de discusión, cita de
padres y madres o entrevista de asesoramiento) o virtuales (el teléfono o la
videotransmisión en directo, por añadir alguna a las anteriormente mencionadas) o
modalidades de trabajo asíncronas presenciales (diario compartido, cuaderno de
anotaciones, grabaciones audio o rejillas de balance periódico9) o virtuales
(grabaciones de vídeo en línea o envío de documentos a discos duros virtuales10).
No cabe duda que, a este nivel, es inevitable plantear la necesidad de estrategias
consensuadas de retroalimentación o de estrategias personales cuando no existan
las anteriores. Con ello, queremos decir que no todos estamos preparados para
recibir información sobre o que hacemos o sobre lo que hacen los demás. No
siempre es fácil comunicar este tipo de información aunque convengamos que es útil
y necesario. En sus efectos, entran en juego el momento, el modo y la propia
personalidad, campo y experiencia de los profesionales implicados.
• Los directivos y organizadores requieren de tener información para aprender del
proceso. Al no participar del mismo directamente, salvo que compartan funciones,
las personas que dirigen u organizan el programa, el proyecto o la entidad necesitan
8
Es síncrono el medio que requiere de la coincidencia de varios usuarios para poder ser utilizado; es asíncrono
aquel que no lo requiere, siendo la respuesta aplazada o demorada en el tiempo. Muchos medios asíncronos
pueden ser utilizados de modo sincrónico.
9
Se trata de compartir medios, que podrían ser individuales, entre varias personas que no coinciden en el tiempo,
por ejemplo porque realizan turnos sucesivos de trabajo. Cada uno va cubriendo lo que le corresponde a la vez
que tiene acceso a lo que escribe el resto del equipo.
10
Un ejemplo de grabaciones de vídeo en línea son los Teleactos de la UNED en www.teleuned.com o de discos
duros virtuales el espacio de descarga ofrecido por algunas compañías como Telepolis en www.telepolis.com.

p. 52
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

la recepción de forma más o menos estructurada y organizada. Los cauces y las


formas pueden ser muy diversos y tendrán que estar en consonancia con la
naturaleza, el tamaño y la complejidad organizativa de las instituciones.
La naturaleza de las instituciones juega un papel importante. La naturaleza pública,
por ejemplo, conlleva la aplicación del procedimiento administrativo y unos diseños
organizativos y mecanismos informativos prefijados, con pocas posibilidades de
cambio. El tamaño de una entidad supone la implicación de un mayor o menor
número de profesionales con lo que significa de fuentes informativas. El número de
profesionales es una variable importante sobre todo en entidades de programas
financiados y organigrama estirado a lo ancho (muchos profesionales y pocos
directivos). La complejidad organizativa puede deberse a la diversidad territorial o a
la arquitectura orgánica y también supone mecanismos informativos específicos. En
general, la información será mejor cuanto más operativa sea y normalmente lo será
si se evitan filtros o reelaboraciones intermedias y se acortan las distancias entre los
que deciden, los que planifican y los que desarrollan la intervención.
• Las autoridades responsables o financiadoras también aprenden del proceso y
para ello requieren obtener información. El sector de la intervención socioeducativa
está aún poco institucionalizado y se mueve a menudo con programas no
permanentes y de financiación poco estable. Además de las dificultades funcionales
que ello significa, supone que las entidades responsables o financiadoras requieren
la justificación de la intervención y del gasto ocasionado. No cabe duda que una de
las dificultades propias de este sector de intervención social es la justificación de los
beneficios sociales. Son difíciles de plasmar en términos concretos, requieren de
sistemas de evaluación específicos y suelen proyectarse en los usuarios y el medio
de forma muy paulatina. Sin embargo, en la medida en que somos capaces de hacer
llegar los efectos logrados hasta las autoridades con capacidad de decisión y de
financiación, éstas aprenden también de la práctica de los programas. Entran en
juego aquí todo un elenco de estrategias que se deben promover como la
proyección social de la imagen institucional o los actos de manifestación pública de
la actividad (encuentros, fiestas, folletos, participación en congresos o jornadas
profesionales, artículos divulgativos, etc.) que proyectan la imagen de las
autoridades responsables o financiadoras.
7. En síntesis
Aprendemos pues de nuestro día a día, pero este aprendizaje no puede ser sólo
intuitivo o espontáneo sino que debe apoyarse y favorecerse a través de estrategias
y recursos adecuadamente organizados. La reflexión juega aquí un papel importante
y debe articularse con soportes técnicos que la alimenten de forma estable. En ello,
son esenciales los mecanismos de evaluación. Como veremos en el tema
específico, son muchas las formas en que podemos realizar el seguimiento y la
recogida de información útil para mejorar y orientar el proceso.
Todo ello nos lleva, en síntesis, a plantear que sólo aprendemos de la realidad pero
que, a su vez, hemos aprendido de muchas otras fuentes. Y eso se aplica a
cualquier campo: si una arquitecta o un albañil tuviesen que volver a descubrir todo
los conocimientos de sus respectivas profesiones por sí mismos y desde cero, no
sólo tardarían bastante en alcanzar un nivel de competencia razonable sino que,
además, posiblemente no habríamos avanzado como Humanidad. El conocimiento
compartido es de este modo uno de los motores del progreso de la Humanidad.

p. 53
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Ello posibilitará asimismo la incorporación de información útil sobre el proceso a lo


largo del mismo que permita reorientarlo e implementar sobre el propio desarrollo.
Necesitamos conocer con profundidad el desarrollo del proceso y contrastarla con la
previsión realizada a través de los mecanismos de evaluación. Debemos pensar
adecuadamente los instrumentos más adecuados para la recogida de la información
sobre le proceso y disponer de mecanismos para detectar problemas y escuchar las
sugerencias que los participantes quieran hacer. Esa información útil debe recaer
sobre en el proceso a través de las implementaciones adecuadas y retroalimentar a
todos lo implicados en los diferentes niveles y estamentos.
A continuación, planteamos algunas preguntas que debemos hacernos para
reflexionar sobre esta habilidad así como su desarrollo práctico.

8. Claves operativas
¿Qué debo preguntarme?

• ¿Qué sucede cuando trabajo?


• ¿Cómo puedo mejorar la intervención?
• ¿Qué relación guardan los hechos con las teorías o conocimientos teóricos que
tengo al respecto?
• ¿Qué puedo aprender de mi experiencia?
• ¿Cómo puedo explicar los hechos?
• ¿Qué puedo verbalizar de lo que percibo y experimento?
• ¿Cómo puedo compartir con los demás participantes lo que aprendo?
• ¿Cómo hacer llegar la información de interés para la institución o los
responsables?
¿Qué debo hacer?

• Disponer de medios y recoger datos de interés sobre la intervención para que


reviertan sobre la propia intervención o futuras intervenciones.
• Convertir la experiencia en fuente de formación.
• Contrastar las teorías y conocimientos teóricos con la práctica.
• Propiciar el descubrimiento de intuiciones a partir de la experiencia.
• Buscar la comprensión de los hechos y tratar de verbalizar su explicación o
interpretación.
• Resolver las situaciones disonantes como problemas disponiendo los hechos y
tomando decisiones al respecto.
• Compartir el conocimiento experiencial y convertirlo en el conocimiento empírico.
¿Cómo debo hacerlo?

• Mantener al día mi formación científica teórico-práctica.


• Prever mecanismos de conocimiento de la intervención y de retroalimentación.
• Provocar situaciones para el conocimiento, la respuesta de los participantes y el
aprendizaje personal.
• Estar abierto a aceptar las limitaciones, comprender los hechos y mejorar la
intervención.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Terminamos este epígrafe sobre el aprendizaje de la experiencia con unos ejemplos:


Ejemplos paradigmáticos

Son buenos ejemplos de aprendizaje a partir de la experiencia los procesos de


prácticas en centros de trabajo – tanto durante la carrera como posteriormente a
través de los centros de orientación laboral – o los procesos de inserción laboral que
se ponen en marcha para la incorporación y adaptación de nuevos profesionales en
algunas instituciones. El planteamiento de la inmersión pasa por la posibilidad de
observar, poner en práctica progresivamente y reflexionar sobre la experiencia propia
compartiendo con los demás profesionales y participantes la vivencia. Estos
mecanismos deberían permanecer a lo largo del tiempo como formas propias del
trabajo realizado a través de actividades como las reuniones de coordinación, los
procesos de evaluación continua y/o periódica o instrumentos de seguimiento como
el diario o el anecdotario.
Ejemplos perversos

Son ejemplos de mala aplicación de esta habilidad algunas prácticas formativas que
sólo se basan en la participación sin provocar la reflexión sobre la práctica, llegando
en algunos casos a suplir puestos de profesionales por alumnos en prácticas. Otro
ejemplo inapropiado es cuando la práctica se convierte en una rutina tan asentada
que ya no admite innovaciones o mejoras. Precisamente la incorporación de
estudiantes en prácticas o nuevos profesionales debería ser una oportunidad para
reflexionar sobre el funcionamiento de la institución, el desarrollo de los programas y
el clima de trabajo.

Bibliografía
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Educador/a Social. [http://www.eduso.net/archivos/codigocast.doc] Comprobado con
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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

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Madrid: Morata. Pp. 25-58.
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diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones. Madrid: Ediciones
Piados.
STENHOUSE, L. (1987): Investigación y desarrollo del currículum. Madrid: Ediciones
Morata.

Armado caballero...

LA FORMACIÓN PERMANENTE DEL EDUCADOR SOCIAL11


La intervención socioeducativa es entendida en general, como el conjunto de
actuaciones, de carácter motivacional, pedagógico, metodológico, de evaluación,
etc., que se desarrollan por parte de los agentes de intervención, bien sean
institucionales o personales, para llevar a cabo un programa previamente
programado, y cuyo objetivo es intentar que la persona o grupo con los que se
interviene alcance, en cada caso, los objetivos propuestos en dicho programa.
Agentes de intervención socioeducativa son todos cuantos participan en un
programa de intervención socioeducativa, ya sean de carácter institucional o
personal. Agentes de intervención socioeducativa personales son todos aquellos
profesionales diferenciados y especializados que participan, individualmente o en
equipo, en un proceso de intervención socioeducativa y que tienen como objetivo la
mejora personal, social, laboral, física y psicológica de los destinatarios de sus
intervenciones.
El educador social es un agente de intervención socioeducativa que desarrolla su
actividad en contextos educativos, mediante acciones mediadoras y formativas,
dirigidas a dar respuesta a las necesidades educativas de la sociedad, tanto dentro
del ámbito escolar como fuera de él. Generalmente forma parte de un equipo de
personas con una misma finalidad u objetivo, por lo que la actividad del educador
social suele desarrollarse en el seno de un equipo de trabajo.
Sus ámbitos de actuación son muy variados y casi siempre inmersos en el desarrollo
y aplicación de programas de servicios sociales, que pueden estar relacionados con
11
Una contribución del profesor Jesús Cabrerizo Diago.

p. 56
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

la prevención de la marginación e inadaptación social, desarrollando su labor en este


caso, en centros de acción educativa para la infancia y adolescencia (pisos
tutelados), en centros de acogimiento familiar, en centros especializados en la
atención a las necesidades educativas especiales, en centros de día de todo tipo, en
centros de acogida para inmigrantes, para mujeres maltratadas, para madres
solteras, en albergues para transeúntes, en centros especializados en el tratamiento
de drogodependencias, en centros o instituciones penitenciarios o post-
penitenciarios, en talleres de reinserción laboral y social, en centros de salud mental,
en centros de educación compensatoria, en hospitales de día, en centros sanitarios
asistidos, en centros residenciales para las personas mayores, en servicios de
atención especializada a domicilio...
También puede el educador social desarrollar su labor en la atención a adultos:
escuelas de adultos, centros de animación socio-cultural, colectivos laborales
concretos, centros de formación profesional adaptada, planes de ocupación,
programas de preparación a la jubilación, talleres protegidos, centros del INEM,
centros de prevención, centros ocupacionales, talleres de trabajo y reinserción
social, residencias de mayores, y otros.
En relación con la animación sociocultural, el educador social puede colaborar en el
desarrollo de programas con una finalidad educativa, lúdica y cultural, mediante
programas socioculturales de los ayuntamientos, concejalías de cultura, áreas de
deportes, mujer, servicios sociales, juventud, medio ambiente, etc.
En relación con el ámbito educativo, el educador social puede colaborar en el
desarrollo de programas extra-escolares en escuelas e institutos, en centros
sanitarios, en relación con el medio ambiente, en centros de ocio y tiempo libre, en
colonias de verano y albergues, en campos de trabajo, en bibliotecas, museos, etc.
1. La formación permanente del educador social
Uno de los principios del Código deontológico del educador social, el referido a la
formación permanente, establece que: El educador social tiene el deber y el derecho
de formarse de manera permanente y continua, e ir avanzando, no sólo en cuanto a
conocimientos, sino también en referencia a la calidad de la acción educativa a
través del análisis crítico de su experiencia. Esto significa, un proceso continuo de
aprendizaje que permita el desarrollo de recursos personales que favorezcan la
actividad profesional.
En este principio se establece con claridad que el educador social, tiene la
obligación de seguir formándose, de estar en constante reciclaje para no quedar
obsoleto en el ejercicio de su profesión, para evitar las rutinas profesionales, y en
definitiva para hacer efectivo el principio básico de calidad profesional. Para ello, el
educador social debe hacer factible la formación permanente a lo largo de toda su
carrera docente, ya que esa formación permanente se torna imprescindible por
diversas causas, entre las que cabe destacar:
a) Las limitaciones, carencias y vacíos que deja la formación inicial. Hay que tener
en cuenta, que en tres años de carrera no se puede llegar a percibir y a acceder a
toda la formación que se demanda al educador social como profesional. Además, la
ausencia en los planes de estudio de algunos campos de conocimiento, tanto
teóricos como prácticos, que pueden resultar útiles, necesarios e imprescindibles
para su futuro quehacer educativo, hacen que el educador social esté obligado a
seguir formándose para mejorar su capacitación de cara a proporcionar un servicio

p. 57
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

acorde con las necesidades que se le demandan en cada momento y en cada


situación.
b) La necesidad de adaptarse y acomodarse a los cambios que se van produciendo
en la sociedad. La tarea que se encomienda al educador social de formar personas
responsables y maduras en la ejecución de sus actos, adaptadas y preparadas para
desarrollarse y vivir en relación con otras personas, como miembros activos de la
sociedad en la que se encuentran y de la que forman parte, hace que su actuación
profesional deba ser especialmente responsable y adecuada a cada caso. Esa
responsabilidad le obliga a estar actualizado permanentemente, a conocer las
últimas técnicas y estrategias a poner en práctica con cada colectivo y en cada
situación, y a conocer las necesidades y prioridades que en cada momento afectan a
su entorno para poder actuar e intervenir sobre ellas, de la forma más adecuada,
completa e individualizada posible.
c) El educador social ejerce su acción en diferentes ámbitos o sectores, que aunque
no siempre están relacionados con lo estrictamente escolar, se encuentran en
continua y constante relación con la educación formal. Por tanto, en el momento
actual no se pueden ni se deben producir discordancias entre ambas modalidades
educativas, formal y no formal, sino que por el contrario, la dos deben
complementarse en el desarrollo de su labor cultural y humana.
Esta situación implica que, ante el número tan heterogéneo de profesionales
responsables de la educación y de la cultura, se exija una continua coordinación y
trabajo en común de todos ellos, y un mayor conocimiento y perfeccionamiento de
sus tareas y responsabilidades, con el objeto de proporcionar una adecuada
respuesta a todas las necesidades que van surgiendo.
Teniendo en cuenta, que tanto la educación formal como la no formal unidas a la
educación informal, presentan matices cada vez más sociales, el educador social
está obligado a estar en contacto con los problemas que se generan en la sociedad
y a tener una mayor formación y perfeccionamiento. Por ello tiene la obligación de
establecer una formación continua en coherencia con sus intereses y los de la
sociedad a la que sirve.
1.1. Dimensiones de la formación continua del educador social
Desde este punto de vista, la formación continua de los educadores sociales debe
tener en cuenta dos dimensiones:
► Por un lado, se debe seguir profundizando en el ámbito de la teoría, para seguir
adquiriendo nuevos conocimientos y un mayor bagaje teórico-profesional.
► Y además, debe contar con una experiencia práctica permanentemente
actualizada que dé sentido a la teoría y que se adecue a sus intereses y objetivos
profesionales. Se trata en definitiva de basar su formación en una reflexión sobre la
práctica (reflexión en la acción), de la que trataremos más adelante.
Hay que tener presente, que la vida profesional del educador social supone un largo
recorrido dentro de su trayectoria vital. En un mundo con un dinamismo de cambio
tan acelerado, con la constante aparición de nuevos conocimientos, con la
incorporación de las nuevas tecnologías y las mayores exigencias de niveles de
calidad en las actuaciones profesionales, es imprescindible que el educador social
esté en permanente estado de aprendizaje y de formación. Desde la formación
inicial que recibió en la universidad, hasta el desarrollo pleno de sus funciones, hay

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

una sucesión constante de momentos y actitudes que hacen necesaria una


formación permanente a lo largo de toda la vida.
El educador social comienza su andadura con la formación inicial que recibe como
estudiante en la universidad, y la titulación académica le permite ejercer sus
funciones. Sin embargo, esta posibilidad no siempre va acompañada de la necesaria
formación. Esta situación obliga a las instituciones de formación a plantearse en qué
condiciones de partida se encuentran los futuros profesionales para poder ejercer su
profesión con la debida solvencia. De ahí también la necesidad de establecer la
relación que la teoría tiene con la práctica desde el principio de la formación inicial,
ya que lo habitual es que el educador social novato, cuando comienza el ejercicio de
su profesión, se encuentre con las dificultades normales de todo principiante.
Hay que tener presente, que los sistemas educativos representan realidades no
independientes del sistema social, económico y político, por lo que es lógico pensar
en dependencias múltiples entre estas realidades externas previas: la
institucionalización de la enseñanza universitaria, la definición del papel del
educador social y la formación de éste.
En esa formación, su independencia profesional es una aspiración más que un punto
de partida. Las instituciones y el funcionamiento de todo este subsistema de
formación, concretan y expresan de alguna manera la realidad institucionalizada del
puesto de trabajo a desempeñar, en coherencia con la función social que el propio
sistema educativo cumple. Los problemas relacionados con el educador social y con
su formación no son sólo de carácter técnico, sino que es preciso plantear las
interrelaciones con realidades más amplias, mediante mecanismos que afectan a las
relaciones sociales en las sociedades complejas: la división del trabajo, la estructura
del control y el reparto del mismo en el sistema universitario y en la sociedad. Ser
educador social tiene que ver por tanto, con el dominio de conocimientos y
habilidades especializados, pero antes que nada tiene que ver con las condiciones
culturales e intelectuales de partida, y con las actitudes personales y las formas de
concebir el mundo.
2. El proceso de formación permanente del educador social
La formación permanente del educador social debe constituir un proceso bien
planificado y estructurado, que debe partir de un análisis de su situación profesional
y una valoración de la misma en relación con el desempeño de sus tareas.
Si lo que se pretende es una intervención socioeducativa eficaz, analizar y evaluar la
práctica del educador social, como agente de intervención socioeducativa, es una
necesidad, ya que supone conocer todos los aspectos de su práctica profesional que
más favorecen el desarrollo del proyecto de intervención y sobre aquellos que lo
dificultan, y adoptar decisiones sobre ellos. Para Cardona (1994) la finalidad de
analizar y valorar la práctica profesional del agente de intervención socioeducativa
es, tanto su propio perfeccionamiento profesional y personal como la mejora del
programa o proyecto socioeducativo en su conjunto. Para este autor los fines
específicos de la valoración de la práctica profesional del agente son:
• “El conocimiento más crítico posible de su acción metodológica
• Motivar / incentivar la reconsideración y readaptación si procede de su acción
educadora como totalidad

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

• Facilitar la experimentación de nuevos métodos y técnicas a través de la reflexión


de su práctica cotidiana como vía de innovación y de su personal autorrealización
humana
• Generar un clima positivo de cara a la emergencia de nuevas informaciones, que
contribuyan a la progresiva elaboración de la teoría educativa”.
La fijación, cantidad y variedad de los criterios a utilizar para analizar y valorar la
situación profesional del educador social, estarán en función de factores diversos,
unos relacionados con su propia formación, otros con sus puntos de vista sobre la
misma, con la propia estructura de los programas en los que participa, con la
institución que patrocina o promueve esos programas, etc.
2.1. Criterios e indicadores
Una vez fijados los criterios que se utilizarán para analizar y valorar la situación
profesional del educador social, el siguiente paso debería ser seleccionar los
indicadores que permitirán realizar tal valoración. Los criterios e indicadores que
pueden utilizarse para analizar y valorar la situación profesional del educador social
pueden ser muy diversos, en la medida en que su actividad se desarrolla en ámbitos
muy diferentes en cuanto a personas, colectivos, dificultades concretas, situaciones
de partida diferentes, características de su intervención, etc. Es por ello que el
análisis y la valoración de la situación profesional del educador social ha de
considerar en cada caso la singularidad de sus acciones y su proyección real en
relación con las personas o grupos a los que se dirija, teniendo en cuenta que su
intervención estará condicionada por su formación, que es la que va a determinar el
tipo de intervención a realizar.
TIPOS FUNDAMENTALES DE VALORACIÓN PARA LA FORMACIÓN
VALORACIÓN DE LAS
CAMPOS DE ACTIVIDADES VALORACIÓN DE LOS AGENTES
INTERVENCIONES
- Valoración de actividades y
-Valoración de los perfiles sociales.
Producción de medios procesos de evolución social.
-Cualificación social
- Valoración de los perfiles
- Valoración de actividades o
Ejercicio del trabajo profesionales.
procesos de evolución profesional.
- Cualificación profesional
- Valoración de los perfiles de
formación. - Valoración de acciones o de
Formación
-Certificación. actividades de formación.
-Cualificación escolar
- Valoración de los niveles de - Valoración de trabajo pedagógico
Pedagogía actuación pedagógicos. de los métodos pedagógicos o de
-Calificación las secuencias pedagógicas.
1. Designación de comportamientos
pertinentes, susceptibles de servir de
Operaciones de constitución de los
instrumentos de aprehensión del 1. Determinación de indicadores de
datos de referencia:
estado que interesa. funcionamiento y de resultados de
1. Determinación de Indicadores.
2. Aprehensión de actuaciones la acción.
2. Producción de información
concretas, autónomas, estables y
diferenciadas.
Operaciones de constitución del 1. Identificación de modelos de
1. Explicación de estrategias.
referente: comportamientos.
2. Especificación de criterios de
1. Identificación de objetivos. 2. Elaboración de normas y escalas
realización de proyectos.
2. Especificación de criterios. de actuación.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

- El derecho a valorar es de todos.


- El poder de valorar recae en la
Ejercicio unilateral para detectar
Relaciones de valoración organización de referencia.
modelos de conducta
- La valoración tiende a explicitar el
poder de la organización.
Balance de puntos fuertes y débiles
Juicio de valor Clasificación
de la acción valorada.

En general, al analizar y valorar la situación profesional del educador social, ha de


tenerse en cuenta que:
► Es necesario realizar un proceso de detección adecuado
► Es importante establecer contactos con otros profesionales
► Y en general, es necesario obtener datos suficientes en cantidad y calidad.
En cualquier caso, auque mediante el análisis y la valoración de la situación
profesional del educador social, se trata de desarrollar una valoración formativa que
beneficia al propio educador social y a su trabajo, a la hora de realizarla surgen
cuestiones, a veces de fondo, que ponen de manifiesto ciertas resistencias a ser
valorados.
2.2. Análisis y valoración
Una de las cuestiones que surgen a la hora de analizar y valorar la situación
profesional del educador social, es qué modalidad de análisis y valoración deben
realizarse y quién debe llevarla a cabo. A este respecto, podemos pensar en la
práctica en tres posibilidades:
a) Análisis y valoración por alguien que participa del mismo programa de
intervención socioeducativa (co-valoración interna con otros agentes de
intervención).
b) Análisis y valoración por alguien ajeno al programa de intervención (valorador
externo).
c) Por medio de una autovaloración.

a b c

Sea bajo la modalidad que fuere, y con independencia de que las instituciones
responsables diseñen estrategias y pongan en práctica diferentes modalidades para

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

analizar y valorar la situación profesional del educador social, es el propio educador


social quien debe tener un papel fundamental en el análisis y valoración de su
situación profesional (él es quien diseña y desarrolla su intervención, aunque esté
muy condicionada por factores ajenos a él), por lo que la tercera modalidad de las
presentadas (autovaloración) cobra, en el análisis y la valoración de la situación
profesional del educador social, un papel fundamental.
Es importante tener en cuenta que en el análisis y valoración de la situación
profesional de un educador social influyen muchos factores, ya que su realidad
profesional es muy diversa y compleja. Por esta razón, es conveniente seleccionar la
técnica adecuada para hacerlo, en función de cada caso particular: registro de
conductas, análisis de reacciones in situ, análisis de actuaciones o producciones,
intervenciones realizadas, etc. La técnica de autoinforme es otra opción
recomendable.
Cuando se lleva a cabo el análisis y valoración de la situación profesional de un
educador social, durante un largo periodo de tiempo, decimos que se adopta una
perspectiva diacrónica, que es aconsejable a la hora de valorar procesos complejos,
tales como el seguimiento de la aplicación de un programa, la ejecución de
sucesivas actividades, la capacidad de liderazgo, etc., siendo la observación, en
cualquiera de sus formas, un instrumento válido.
Si se adopta una perspectiva sincrónica para analizar y valorar la situación
profesional de un educador social durante, habrá de estar referida a una actuación
determinada, o realizarse en un corto periodo de tiempo, pudiendo utilizarse técnicas
como la observación, la entrevista, o el auto-informe.
2.3. Modalidades
Con respecto a la modalidad de análisis y valoración que se practique, en el caso de
que un educador social valore la situación profesional de otro, se habla de
heteroanálisis o heterovaloración. Hablamos de coanálisis o covaloración cuando se
realiza una valoración recíproca entre dos educadores sociales, y hablamos de
autoanálisis o autovaloración, cuando el educador social se analiza y valora a sí
mismo, siendo esta la modalidad más practicada y más recomendable.
En un sentido amplio puede decirse, por tanto, que se produce autovaloración
cuando una persona analiza y valora sus propias actuaciones. Referida al ámbito de
la educación social, el análisis y autovaloración de la situación profesional es una
modalidad que consiste en que cada educador social realiza una valoración de sus
propias actuaciones en un momento determinado de su actividad profesional, previo
análisis de la misma, convirtiéndose en la práctica en un elemento muy motivador y
con un marcado carácter formativo. Decimos que es motivador porque el
autoanálisis y la autovaloración desarrollan una capacidad de valorar su práctica
profesional, lo que le va a permitir asumir una mayor responsabilidad en futuras
actuaciones.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

La autovaloración supone, para cualquier educador social, la realización de un


proceso de reflexión personal acerca de sus logros profesionales y de los posibles
errores cometidos, lo que la convierte en un factor desencadenante de estímulos
para lograr la superación y actualización profesional de cara al futuro.
3. La formación en la acción
Se puede considerar la formación en la acción como un proceso de formación de un
profesional mediante el cual se definen, orientan, corrigen y evalúan los problemas
de su práctica profesional diaria, y se toman decisiones respecto de ellos, con la
finalidad de mejorarlos o modificarlos en función de los resultados obtenidos.
3.1. Características
La formación en la acción se enmarca dentro de la formación aplicativa u operativa,
y sus características fundamentales son:
► Su carácter procesual y continuo, ya que su interés radica en mejorar
continuamente la realidad profesional del que la lleva a cabo.
► La elección de las intervenciones socioeducativas objeto de estudio y análisis
surge de la práctica cotidiana de la práctica profesional.
► Los formadores son los propios profesionales que están implicados en la realidad
que analizan y estudian.
► La influencia de sus hallazgos es inmediata sobre el perfeccionamiento de su
propio trabajo profesional.
► Tiene una dimensión formativa, reguladora y autoevaluadora.
La formación en la acción propugna una formación en y desde la práctica profesional
basado en la reflexión. En el caso del educador social esa dimensión reflexiva puede
completarse con un autoanálisis biográfico y profesional, en el sentido de que pueda
analizar su propia experiencia personal como un elemento más de su propia práctica
profesional, teniendo en cuenta que cualquier proceso de formación en la acción
está relacionado, tal y como ya se ha expuesto, con el modo en que se concibe la
intervención socioeducativa.
3.2. Procedimientos y actuaciones
Entre los procedimientos y actuaciones que caracterizan este método de
autoformación del educador social se pueden resaltar las siguientes:

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

► La formación está referida a las intervenciones que conciernen directamente a los


educadores sociales en relación con su actividad profesional.
► La formación en la acción debe ser práctica, de modo que proporcione respuestas
o resultados al educador social que la lleva a cabo.
► La formación en la acción contribuye a producir la información necesaria para que
el educador social pueda abordar la resolución de situaciones prácticas y concretas,
a la vez que a adquirir una perspectiva más adecuada para afrontar nuevos
problemas en el futuro.
En el proceso de formación en la acción se concede una gran importancia a la tarea
de descubrir las dimensiones fundamentales de las situaciones objeto de estudio y
análisis, es decir, a la función diagnóstica de la formación en la acción, definiendo
con la mayor claridad posible el estado de la situación que se quiere analizar. Los
procedimientos metodológicos que se pueden emplear son tanto cuantitativos como
cualitativos, aunque se emplean más estos últimos. En el proceso de formación en la
acción pueden formularse las denominadas hipótesis-acción, que surgen de la
lectura del material obtenido en los análisis y estudios de casos realizados. Al
tratarse de una reflexión a posteriori sobre todo del proceso, permite poder abordar
posteriormente nuevas situaciones, a la vez que tomar decisiones sobre la
intervención analizada y estudiada. El esquema de funcionamiento según esa
perspectiva sería:
1. Exploración diagnóstica de la situación.
2. Enunciado de una situación de estudio y
análisis
3. Formulación de hipótesis-acción
4. Reflexión sobre la situación planteada
5. Presentación y análisis de los resultados
6. Interpretación, conclusiones y toma de
decisiones.

Los participantes en un proceso de formación en la acción, después de haber


explorado y analizado la situación, y después de enunciado la situación de estudio y
análisis, pueden formular una o varias hipótesis-acción. Posteriormente se reflexiona
sobre la situación planteada, y se presentan y analizan los resultados obtenidos.
Una vez que se llega a este punto, el proceso de formación en la acción puede
decirse que ha calado en el interior de cada participante. En la fase final del proceso,
se interpretan los datos, se presentan conclusiones y se toman las decisiones
pertinentes, lo que supone una concienciación sobre la situación analizada y sobre
su propia actuación en la misma. Puede decirse por lo tanto, que la formación en la
acción:
► Considera las intervenciones socioeducativas como susceptibles de mejora,
proponiendo cambios y perfeccionamientos personales y profesionales de los
propios educadores sociales.
► Permite desarrollar hábitos de colaboración como medio de lograr cambios de
actitudes mediante la creación de grupos de trabajos autorreflexivos que adquieran
el compromiso del cambio propio y de su práctica.

p. 64
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

► Persigue la unión de teoría y praxis.


► Su desarrollo describe una espiral de ciclos de similar naturaleza: plan de acción,
actuación para ejecutar el plan, observación crítica y sistemática de sus efectos,
reflexión como bases de una nueva planificación, observación…
► Exige que las personas implicadas, realicen análisis críticos de las situaciones
problemáticas que se les presentan.
► Utiliza un discurso próximo a los lenguajes y significados de los participantes
► Aporta un modelo de formación flexible, que trata de descubrir y solucionar las
problemáticas que se presentan en la práctica profesional del educador social desde
su propia realidad (perspectiva ecológica). Se construye desde y en la realidad
social y formativa.
► Incorpora las mejoras que se produzcan a través del desarrollo del proceso.
En la siguiente figura se refleja gráficamente las características que definen la
formación en la acción:

3.3. La reflexión en la acción


La formación en la acción debe partir de una indagación constante, donde la
reflexión del profesional sobre su práctica es la fuente fundamental de su
conocimiento. Parte de una perspectiva constructivista del conocimiento y de la
acción, donde los profesionales son los generadores de ese conocimiento, y a la vez
los competentes para contribuir a su propia formación. Ese conocimiento se va
construyendo a partir de su experiencia personal, como consecuencia de
interacciones en situaciones reales. La clave de los procesos de formación, desde
esta perspectiva, estaría en el diseño y desarrollo de acciones formativas basadas
en la reflexión. Las características de esta reflexión son:
• La reflexión expresa una orientación hacia la acción y se refiere a las relaciones
entre pensamiento y acción en las situaciones en que nos encontremos.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

• La reflexión no es una forma individualista de trabajo mental, ya sea mecánica o


manipulativa, sino que presupone y prefigura relaciones sociales.
• La reflexión no es ni indiferente ni pasiva ante el orden social, sino que
activamente reproduce o transforma las prácticas que están en la base del orden
social.
• La reflexión es una práctica que expresa nuestro poder para reconstruir la vida
social al participar en la comunicación, en la toma de decisiones y en la acción
social.
Se admite el valor de la reflexión como recurso de la formación en la acción, y como
una necesidad para el desarrollo profesional del educador social. Sus características
serían (Torres, 1996):
• Frente al culturalismo de las prácticas vigentes, enfatiza la formación de la lógica
como instrumento crítico y técnico para la práctica.
• Frente al modelo psicologista plantea la no disociación entre la formación
personal y profesional sin reducir la segunda a la primera.
• Frente al modelo de competencias, plantea la necesidad de considerarlas como
destrezas abiertas.
Para poder desarrollar adecuadamente un proceso de formación en la acción del
educador social basado en la reflexión, como impulso del desarrollo profesional, han
de tener lugar algunas acciones:
• Es necesaria una adecuada disposición inicial positiva por parte del educador
social, que facilite el desarrollo de la reflexión en la acción.
• Será necesario planificar acciones, momentos y elementos de análisis,
identificando las necesidades y expectativas profesionales.
• Las actividades de formación en la acción serán diversas y de una duración
flexible, proponiendo una pluralidad de estrategias.
• Ha de constatarse la eficacia del programa de formación en la acción, no sólo
desde la dimensión del grado de rendimiento e implicación de los profesionales que
intervienen, sino también desde los cambios que se hayan podido producir en el
pensamiento y las creencias de los propios profesionales.
• Se propiciará una revisión continua de la incorporación de la innovación reflexiva
a la práctica profesional.
Desde estas premisas, es previsible que cada vez se desarrollen más programas
formativos basados en la formación en la acción y en el desarrollo profesional
colaborativo, que permitan al educador social formarse a partir de un proceso de
indagación, acción y reflexión propias.
Bibliografía:
CASTILLO, S. y CABRERIZO, J. (2003): Evaluación de agentes y ámbitos de
intervención socioeducativa. Madrid: Pearson.
CARDONA, J. (1994): Metodología innovadora de evaluación de centros educativos.
Madrid: Sanz y Torres.
GARCÍA MOLINA, J. (2003): Dar (la) palabra. Deseo, don y ética en la Educación
Social. Barcelona: Gedisa.

p. 66
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

GARCÍA MOLINA, J. (coord.) (2003): De nuevo, la Educación Social. Madrid:


Dykinson.
GONZÁLEZ, A. P.; MEDINA, A. y DE LA TORRE, S. (2001): Didáctica General:
Modelos y estrategias para la intervención social. Madrid: Universitas.
TORRES, J. A. (1996): La formación del profesor como orientador. Jaén:
Universidad de Jaén.

Has de saber amigo Sancho...

LA COMUNICACIÓN NO VERBAL12
Dos puntos para empezar a pensar:
1º. Una cita
George du Maurier escribió: el lenguaje es una cosa muy pobre. Se llenan los pulmones
de aire, vibra una pequeña hendidura en la garganta, se hacen gestos con la boca, y eso
estremece el aire; y el aire hace vibrar, a su vez, un par de membranitas en la otra
cabeza… y el cerebro capta toscamente el mensaje ¡Cuántos circunloquios y qué
pérdida de tiempo…!
Y así podría ser, si las palabras lo fueran todo. Pero son sólo el comienzo, porque detrás
de ellas está el cimiento sobre el cual se construyen las relaciones humanas: la
comunicación no verbal. Las palabras son hermosas, fascinantes e importantes, pero las
hemos sobreestimado en exceso, ya que no representan la realidad, ni siquiera la mitad
del mensaje. Más aún, como sugirió cierto científico: “Las palabras pueden muy bien ser
lo que emplea el hombre cuando le falla todo lo demás”.
(Flora Davis: La comunicación no verbal, Alianza editorial, Madrid, 1973, pág. 21)
2º. Unas cifras
Albert Mehrabian halló que el impacto total de un mensaje es verbal en un 7% (palabras
solamente), 38 % vocal (incluye el tono de la voz, los matices y otros sonidos) y 55% no
verbal. El profesor Birdwhistell hizo cálculos similares de la proporción de comunicación
no verbal entre seres humanos. Calculó que la persona media dice palabras durante un
total de diez a once minutos al día y que la frase media se dice en solamente 2,5
segundos. Al igual que Mehrabian descubrió que el componente verbal de una
conversación cara a cara es menor al 35% y que más del 65% de la comunicación es de
tipo no verbal.
(Allan Pease: El lenguaje del cuerpo (cómo leer el pensamiento de los otros a través de
sus gestos, Paidós, Barcelona, 1991, pág. 12)
1. Introducción
Después de que, en dos capítulos anteriores, hemos estudiado la comunicación
verbal (con atención a las cuatro habilidades comunicativas básicas, en uno, y a la
comunicación asertiva, en el otro), vamos a fijarnos en este tema en la llamada
comunicación no verbal, de cuya importancia dan fe los dos textos anteriormente
citados.

12
Una contribución del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 67
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Últimamente, se están levantando voces contra esta denominación de


“comunicación no verbal”. Dicen que “no verbal” no es una definición positiva; sólo la
define por negación: “la comunicación por otros medios que no sean las palabras”.
Preferirían otras denominaciones que se están extendiendo, como: “lenguaje
corporal”, “lenguaje de los gestos”, “comunicación corporal”, “comunicación a través
de los gestos” y otras denominaciones equivalentes. Pero, pese a esta resistencia,
se sigue hablando de comunicación no verbal por tener esta denominación un
carácter más amplio, más abarcador; y, sobre todo, por la dificultad para definirla y
para delimitar sus contenidos. Por eso, aun sabiendo que el término está en
discusión, lo mantenemos aquí.
Sería descabellada y ridícula la pretensión de ofrecer, en menos de diez páginas, un
tratado completo de comunicación no verbal. Buscamos solamente (y esperamos
conseguirlo) iniciarte en este misterioso y apasionante mundo de la comunicación a
través de otros medios que no son la palabra, de modo que, tras la lectura atenta de
estas páginas, puedas enfrentarte con trabajos más amplios sobre esta materia y
leerlos con provecho.
2. Qué es la comunicación no verbal
Berjano y Picazo (2001:61-62) proponen una serie de definiciones que van desde las
muy generales y amplias a las más estrictas o restringidas. Como ejemplo de una
visión general y amplia, proponen la del propio Berjano:
La comunicación verbal es toda una serie de comportamientos humanos
que se llevan a cabo en procesos interactivos, con intencionalidad
manifiesta o sin ella, que no pertenecen al lenguaje verbal (...) y que suelen
ser interpretados por el receptor de este tipo de comunicaciones.
Entre las definiciones más restrictivas citan la de Fraseer (1978), que propone
concentrarse en:
(...) aquella conducta no verbal que parece formar parte de un sistema de
comunicación y que suele acompañar al lenguaje.
Algo, sin embargo, hay que tener presente: sólo es posible la comunicación cuando
entre emisor y receptor hay un código de señales compartido, es decir, unos signos
a los que tanto el que los emite como el que los recibe les dan un mismo significado.
Esto, que es evidente con los signos verbales (con la comunicación verbal), no lo es
tanto con los signos no verbales. Por eso es importante la distinción que algunos
autores establecen entre comunicar e informar. Hay comunicación si existe un
código compartido (un conjunto de signos y de reglas para combinarlos) y, además,
una intención explícita de comunicar un mensaje. Si no existe esa intención
explícita, puede haber información, pero no comunicación. Por ejemplo, solo con oír
la voz, sabemos si quien nos habla es hombre o mujer. El timbre de la voz nos
informa del sexo del hablante, pero no nos comunica.
3. Componentes esenciales de la comunicación no verbal
Sin entrar en discusiones teóricas que nos ocuparían demasiado tiempo, en este
punto vamos a seguir la opinión más generalizada entre los especialitas: dentro de la
comunicación no verbal suelen incluir, tradicionalmente, tres grandes apartados, que
hoy constituyen tres disciplinas distintas: la kinésica (quinésica o cinésica), la
proxémica y la paralingüística (paralenguaje).

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

3.1. Kinésica (quinésica o cinésica)


Es la disciplina que estudia el significado de los gestos y movimientos. Las
principales áreas de comportamiento kinésico estudiadas han sido: la postura
corporal, los gestos, la expresión facial y la mirada.
a) Mediante la postura corporal, se muestra la disposición a admitir a otros en la
interacción. Hay posturas más abiertas (de aceptación del otro) o más cerradas (de
defensa). Nos podemos situar de frente, en ángulo recto o de espaldas: cuanto más
de frente se sitúe uno con referencia a los otros, mayor será su nivel de implicación.
Por ejemplo, se suele señalar, que una postura avanzada e inclinada hacia delante
transmite ‘interés’, ‘apertura al diálogo’, ‘actitud activa’. Por el contrario, una posición
desplazada o invertida trasmite ‘desinterés’, ‘temor’, ‘inseguridad’, ‘desconfianza’.
Si este aspecto de la kinésica te interesa puedes leer con provecho:
• Gordon R. Wainwright (1991), el capítulo 6: “La postura y el porte”.
• Erhard Thiel (1991), capítulo 3: “Sentado o de pie: una cuestión de asumir
posiciones”, páginas 31-38).

b) Los gestos son el área más estudiada dentro de la conducta no verbal. Desde
Ekman y Friezen (1969), los gestos se vienen catalogando en cinco apartados:
emblemas, ilustradores, adaptadores, muestras de afecto, reguladores.
Emblemas: signos no verbales que admiten una traducción verbal directa en una o
varias palabras. Por ejemplo, el gesto de ‘adiós’, el gesto de ‘OK’ o el signo de
‘victoria’. Sustituyen a la palabra.
Ilustradores: acompañan al habla y sirven para ilustrar lo que se está diciendo,
recalcarlo, matizarlo, enfatizarlo. Son auxiliares de la palabra. Ejemplos: ir contando
con los dedos las distintas partes en que se divide una exposición oral, al mismo
tiempo que se dice: “una”, “dos”, etc.
Gestos que muestran emociones o estados de ánimo: sirven para reflejar el estado
de ánimo de hablante. Las seis emociones básicas que se pueden expresar
mediante gestos son: sorpresa, miedo, cólera, disgusto, felicidad, tristeza.
Reguladores: sirven para controlar el proceso comunicativo verbal: señales al
interlocutor para que siga, para que te deje intervenir, para que vaya más deprisa o
más despacio, etc. Pueden ser gestos con la cabeza, con las manos, etc.
Adaptadores: son manipulaciones del propio cuerpo como cogerse, frotarse,
apretarse, rascarse a sí mismo. Ejemplos: taparse la boca puede indicar que se está
mintiendo.
Por falta de espacio, nos limitaremos a señalar sólo algunos ejemplos de gestos
atendiendo al órgano con que se realizan con:
• las manos: las palmas hacia arriba indicarían ‘sumisión’; ‘franqueza’; las palmas
hacia abajo, ‘autoridad’, ‘mando’.
• los brazos: los brazos cruzados indicarían ‘actitud defensiva, negativa’, que
impide la comunicación; los brazos abiertos, ‘apertura’, ‘acogimiento’.
• las piernas: las piernas cruzadas, generalmente la derecha sobre la izquierda,
mostrarían ‘actitud defensiva’.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Sobre este punto de los gestos, puedes aprender más en:


• Allan Pease (1981), capítulos III (“Los gestos con las palmas”), IV (“Gestos con
las manos y los brazos”), V (“Las manos en la cara”), VI (“Los brazos defienden”),
VII (“Las piernas defienden”), VIII (“Las señales con los ojos”), X (“Los gestos y los
signos de la coquetería”), XII (“Los gestos de la posesión”). En realidad, todo el libro
es muy útil porque, además, cada gesto viene con su ilustración correspondiente.
• Gordon R. Wainwright (1991), capítulo 5: “Los gestos y movimientos
corporales”, páginas 54-68.
• Erhard Thiel (1991), capítulo 4: “Las manos hablan”, páginas 39-64; Capítulo 5:
“Barreras de brazos y piernas”, páginas 65- 79.
• Flora Davis (1983), los capítulos 6: “El rostro humano”; 7: “Lo que dicen los
ojos”; 8: “La danza de las manos”; 1: “La interpretación de la postura”.
• Knapp, Mar L. (1992), capítulo 9: “Los efectos de la conducta visual”, páginas
257- 281.

a. La expresión facial: son movimientos de los músculos de la cara, que forman


parte de la reacción emocional a determinados estímulos y pueden, además,
regular la interacción al manifestar a los otros los estados afectivos.
Aprenderás mucho sobre las expresiones del rostro, si lees el capítulo 8
de Knapp: “Los efectos de las expresiones faciales”, páginas 229-253).

b. La mirada. Por la gran importancia que la mirada adquiere en la comunicación no


verbal, vamos a reproducir las que Wainwright (1991:19) llama “reglas de la
gramática visual”, que resumen magníficamente el uso que, en nuestra
civilización, se hace del lenguaje de la mirada.
 Un excesivo contacto visual (como el mirar fijamente o con frecuencia a otra
persona) se considera generalmente como manifestación de superioridad (o al
menos la sensación de que así es), falta de respeto, amenaza o actitud
amenazante y ganas de insultar.
 Un escaso contacto ocular suele ser interpretado como falta de atención,
descortesía, falta de honradez o timidez.
 El dejar de mirar a los ojos bajando la vista suele ser tomado como signo de
sumisión.
 Una persona mirará mucho a la otra: cuando están muy separadas entre sí,
cuando están hablando de temas impersonales o sencillos, cuando está
interesada por el otro y sus reacciones, cuando ama o le gusta la otra persona,
cuando intenta dominar al otro o influir en él, si es extrovertido, si depende de la
otra persona y ésta no da señal de respuesta.
 Una persona mirará muy poco a otra: si están muy juntos, si están discutiendo
un asunto íntimo o difícil, si no está interesada en las reacciones de la otra
persona, si no le gusta la otra persona, si tiene un estatus superior, si es un
introvertido, si padece ciertas formas de enfermedad mental.
 La comunicación entre dos personas será más efectiva cuando su interacción
contenga una proporción de contacto ocular que ambos consideren apropiada a
la situación.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

3.2. La proxémica
Es la disciplina que se dedica al estudio del uso del espacio en la comunicación. Fue
Edward T. Hall quien propuso el término “proxémica” para referirse a la disciplina
que estudia el espacio personal del hombre. El modo en que utilizamos el espacio
tiene repercusiones en nuestra capacidad para relacionarnos con los demás. Dentro
de este espacio personal, Hall distinguió cuatro zonas.
A la primera la denominó zona íntima (entre 0 y 0,5 metros): es la zona en la que
dejamos entrar a personas muy cercanas, de mucha confianza; es la zona de las
relaciones familiares y amorosas. Cuando una persona entra en esa zona sin
autorización, se considera hostil.
A la segunda la llamó zona personal” (entre 0,5 metros 1,20 metros): es la distancia
que separa a las personas en la vida relación habitual, en reuniones sociales o en la
calle.
La tercera es la zona social (entre 1,20 y 3,6 metros): es la distancia que nos separa
de los extraños, o de aquella gente a la que no conocemos bien, en oficinas, tiendas,
etc.
Por último, la cuarta es la que llama zona pública (a partir de los 3,6 metros): es la
distancia cómoda para dirigirnos a un grupo de personas en conferencias, clases,
etc.
Aunque conviene advertir que esta percepción del espacio no es la misma en todas
las culturas. Hay lo que podríamos llamar “culturas de contacto” (como son los
árabes, mediterráneos y africanos) y “culturas de no contacto” (como son los
norteamericanos, los anglosajones, escandinavos y asiáticos). Las distancias
propuestas por Hall se refieren a la sociedad americana, por lo que no son
aplicables, sin la corrección pertinente, a otras culturas.
A un educador social, cuyo trabajo lo lleva a estar en contacto permanente con otras
personas, en las más variadas situaciones, le es muy necesario conocer estas ideas
básicas de proxémica y tenerlas siempre muy presentes en sus intervenciones
educativas: hay que medir con muchísimo cuidado estas distancias si no queremos
ser considerados por los otros como “invasores de su territorio” y como intrusos.
Pero también hay que cuidarse de no poner demasiada distancia entre uno mismo y
nuestros interlocutores.

• Para aprender más sobre este apasionante asunto de la proxémica, puedes acudir a:
- Allan Pease (1981), cap. II: “Los territorios y las zonas”, páginas 24-34.
- Thiel (1991), capítulo 8: “Entrar en contacto y guardar la distancia”, páginas 97-103.
- Flora Davis (1983), capítulo 10 “Mensajes a distancia y en proximidad”.
• Y si aún quieres profundizar más puede leer:
- Mark L. Knapp (1992), el capítulo: “Los efectos del territorio y del espacio personal”, páginas
113-139.

3.3. Paralenguaje
Una cosa es “lo que decimos” y otra es “cómo lo decimos”. O lo que es lo mismo:
una misma idea la podemos expresar de muchos modos: desde un tono

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

completamente neutro, hasta el más emotivo. El paralenguaje se ocupa de esos


aspectos vocales (pero no verbales) que acompañan a la palabra:
a) las cualidades físicas de la voz (intensidad, duración, tono y timbre);
b) las manifestaciones sonoras de la emoción;
c) los elementos cuasi-léxicos;
d) las pausas y silencios.
Detengámonos un poco en cada uno de ellos.
a) Las Cualidades físicas de la voz
• La intensidad es la fuerza o potencia de emisión de la voz, dependiente de la
presión que el aire ejerce sobre las cuerdas vocales. Cuanto mayor es la energía
articulatoria que empleamos en la emisión de un sonido, mayor será la intensidad.
En la mayor o menor intensidad con que emitimos las palabras pueden influir desde
factores externos (como el lugar donde se habla), a elementos internos (como la
emoción del momento).
• La duración es el tiempo que empleamos en la emisión de un sonido. Se le llama
también cantidad.
• El tono es el resultado del número de vibraciones de las cuerdas vocales en un
segundo: a mayor número de vibraciones, la voz se eleva se hace más aguda; a
menos vibraciones, la voz desciende y se hace más grave. El tono es una de las
cualidades de la voz más determinadas por las circunstancias emocionales del
hablante.
• El timbre depende del volumen y abertura de las cavidades de resonancia donde
se produce.
Mediante la alteración de cualquiera de estas cualidades de la voz, o de varias de
ellas a la vez, puede proporcionar aspectos emotivos a la expresión lingüística. Por
ejemplo, el énfasis, que se logra acentuando alguna de esas cualidades. Se puede
lograr: 1) reforzando la energía espiratoria en la sílaba acentuada (énfasis de
intensidad); 2) o elevando el tono, con lo que se consigue un sentido ponderativo
sobre la palabra afectada (énfasis de entonación); 3) o bajando y ahondando el tono,
a la vez que se retarda la pronunciación (énfasis de gravedad y duración).
b) Manifestaciones sonoras de la emoción: entonación emocional.
A este respecto dice Navarro (1971: 152-154). Aunque la cita es larga, merece la
pena que mantengamos sus mismas palabras:
En realidad toda frase enunciativa, interrogativa o volitiva, al salir de los
labios, aparece más o menos matizada por el estado de ánimo en que ha
sido dicha. Emoción hay en el esmero o descuido con que se expone un
asunto, en la animación o desmayo con que se relata un suceso, en el
interés que se pone en la pregunta y en el gusto, indiferencia o frialdad con
que se corresponde a un saludo.
(…) Los infinitos aspectos con que la emoción se manifiesta en la palabra
hablada tienen… su medio habitual de expresión en los movimientos
melódicos de la voz.
(…) La correspondencia justa entre el tono, la emoción y la palabra da al
lenguaje humano su máxima plenitud expresiva. Cualquier frase, por
corriente y gastada que sea, se llena de sentido bajo la coincidencia de
esos factores. No basta hallar las palabras adecuadas a la emoción que se
siente, si no se acierta a decirlas con el tono a que dicha emoción

p. 72
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

corresponde. Las palabras parecen apagadas y faltas de relieve sin el


complemento adecuado de la entonación emocional. En ocasiones, una
frase, explicación o discurso malogran su eficacia y hasta llegan a producir
efecto contrario al que se desea por no haber acertado a darles el tono
conveniente. (…)
El hallar el tono adecuado, el medir la altura y movimientos de la voz de
modo que no resulten ni deficientes ni excesivos, el emplear la inflexión
melódica que define y precisa el matiz afectivo que se quiere expresar, no
son hechos sencillos que se produzcan por impulso meramente intuitivo.
Aun las personas mejor dotadas el ejercicio de las artes de la palabra
hablada no suelen alcanzar dicho dominio sin especial esfuerzo y estudio.
c) Sonidos fisiológicos y emocionales: son el llanto, el sollozo, la risa, el suspiro,
el grito, la tos, el carraspeo, el bostezo. Se trata de signos sonoros paralingüísticos
que se emiten consciente o inconscientemente.
d) Elementos cuasi-léxicos: como las interjecciones y las onomatopeyas.
e) Pausas y silencios. Alguien ha dicho que podemos callarnos, pero no podemos
dejar de comunicar. Aun cuando estamos callados, la comunicación no verbal no se
corta. Pero es más, el silencio voluntario, pretendido, también es un elemento
tremendamente comunicativo. Acerca de este tipo de silencio comunicador, dice
Poyatos (1994, I: 183):
Sólo viéndolo como parte de la estructura triple lenguaje-paralenguaje-
kinésica y no considerándolo jamás como un vacío, una simple laguna entre
actividades verbales o no verbales, podemos analizar el silencio
correctamente y, en el terreno práctico de la interacción social, interpretarlo
en todo su significado.
4. Situación de la comunicación no verbal en el proceso total de la
comunicación
Unas palabras de Knapp (1992: 26) nos advierten que la comunicación no verbal ha
de contemplarse en un contexto amplio de comunicación:
Existe el peligro de que el lector olvide que la comunicación no verbal no se
puede estudiar aislada del proceso total de la comunicación. La
comunicación verbal y la no verbal deberían tratarse como una unidad total e
indivisible.
Con respecto al comportamiento verbal, la conducta no verbal puede desempeñar
estas funciones:
a) Repetir el mensaje comunicado mediante las palabras: el gesto acompaña la
información verbal sin añadir nada nuevo.
b) Sustituir a las palabras: un gesto de abatimiento puede hacer innecesaria la
explicación verbal.
c) Acentuar el mensaje verbal mediante los gestos o el énfasis en la entonación.
d) Regular las conductas verbales, por ejemplo, para regular el turno de palabra en
la conversación
e) Contradecir el mensaje verbal: por ejemplo, con la entonación irónica podemos
expresar lo contrario de lo que dicen textualmente las palabras.
Pero hay varios campos en los que la comunicación no verbal es prácticamente
insustituible, como ya hemos señalado en puntos anteriores: para la expresión de las

p. 73
Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

emociones, para la transmisión de actitudes personales (como el gusto o disgusto) y


para mostrar aspectos de la propia personalidad difícilmente traducibles a palabras.
Bibliografía
BERJANO, E. y PINAZO, S. (2001): Interacción social y comunicación. Valencia:
Tirant lo Blanch.
BIRDWHISTELL, R. L. (1979): El lenguaje de la expresión corporal. Filadelfia:
University of Pennsylvania Press.
DAVIS, F. (1983): La comunicación no verbal. Madrid: Alianza editorial.
EKMAN P. y FRIEZEN W. V. (1969): “The Repertoire of Nonverbal Behabior:
Categories, Origins, Usage and Codings”, en Semiótica, 1 (citado por Knapp, M. L.).
HEINNEMAN, P. (1980): Pedagogía de la comunicación no verbal. Barcelona:
Editorial Herder.
KNAPP, M. L. (1992): La comunicación no verbal. Barcelona: Paidós.
NAVARRO, T. (1974): Manual de entonación española. Madrid: Guadarrama.
PEASE, A. (1981): El lenguaje del cuerpo. Cómo leer el pensamiento de los otros a
través de sus gestos. Barcelona: Paidós.
POYATOS, F. (1994): La comunicación no verbal, 1. Madrid: Ediciones Istmo.
THIEL, E. (1991): El lenguaje del cuerpo revela más que las palabras. Barcelona:
Elfos.
WAINWRIGHT, G. R. (1991): El lenguaje del cuerpo. Madrid: Ediciones Pirámide.

Los gigantes...

LOS RECURSOS (2ª parte) 13


3.3. Atendiendo a quien los presta, emergen los recursos:
3.3.1. Personales.
María Fe, la policía, declaraba estudiar para mejorar su faceta no represiva.
Recursos personales son los que tú, por tu preparación, tus aficiones, o tus
cualidades puedes poseer. Si piensas hacer un curso para lograr una habilidad,
estas pensando en mejorar un recurso personal. Si te consideras especialmente
hábil en alguna faceta, por ejemplo en organizar y animar juegos de aire libre, ese es
un recurso personal.
En esta sección encontrarás desarrollados (en otros temas) más recursos
personales, por ejemplo: el de gozar de mayor creatividad, o el de ser capaz de
dibujar aceptablemente. Se exponen con la intención de que, si no los posees,
puedas crecer en esas habilidades.
La diferencia entre el recurso personal y el recurso de persona radica en su uso: si al
planificar decides usar a la otra persona que posee ese recurso (aunque esté en tu
misma institución o empresa) se trata de un recurso de persona. Si al planificar

13
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

decides usar una habilidad que tú posees, esa habilidad es un recurso personal. Si
al planificar, notas una carencia que añoras poseer estás echando de menos un
recurso personal.
Toda la Didáctica General podría conceptualizarse como un conjunto de recursos
personales que estás intentando "aprehender".
Muchos capítulos de Didáctica proporcionan recursos tan importantes que no se
tratan el en el apartado "recursos" porque merecen sus propias secciones en un
curso de Didáctica General: Comunicación, planificación, diagnóstico, evaluación...
3.3.2. Recursos de persona.
Frecuentemente lo importante no es saber hacer bien todas las cosas, sino saber a
quién recurrir. Tememos asumido que debemos utilizar profesionales para muchas
tareas, y les pagamos por ello: médico, mecánico, informático, gestor, abogado...
Son recursos de persona. Pero hay otras mil tareas en las que reconocemos que
otra persona lo puede hacer mejor y es sabio el recurrir a ellas: El compañero que te
resuelve una duda de estilo al escribir, el que sabe organizar una salida, el que
recuerda dónde encontrar un suministro, el que interpreta bien un proyecto... dibuja
un croquis, el que sabe dar a un proyecto el "toque" adecuado para que lo aprueben
con toda seguridad, el que ya preparó sus exámenes y te puede aportar esa fuerza
especial que se precisa para comerse el mundo...
Dos tipos de recursos de persona muy especiales son los siguientes:
- Las derivaciones. Consisten en el traspaso del "caso" a otro profesional.
Prácticamente la derivación es una institucionalización del uso de los recursos de
persona. Algunas derivaciones son obligatorias, ya que los diagnósticos piden la
intervención del psicólogo, el asistente social, el jurista... En otras ocasiones no
existen razones de competencia profesional, pero el reconocimiento entre
compañeros de habilidades especiales para ciertos tratamientos permite un
intercambio colaborativo justificado por el bien del sujeto.
- Las reuniones. Si son voluntarias siempre son mágicas. Si son institucionalizadas,
la presencia o carencia de esa magia es el gran indicador de su fertilidad. Cuando
dos profesionales "quedan" para intercambiar sus casos, es porque al menos uno de
ellos está pensando en los "recursos de persona". La materialización habitual de los
frutos de la reunión no es una derivación sino consejos, opiniones, decisiones. Una
buena reunión debe ser: a) solicitada, b) preparada c) cálida, d) breve.
Es útil reunirse e intercambiar, con educadores no cercanos. Relativizar los
problemas en cuanto al espacio y al tiempo da mayor visión. Frecuentemente se
aprende de personas que viven los mismos problemas con otros parámetros.
3.3.3. De institución.
Todas las sociedades se organizan de modo que, en la medida en que sus recursos
lo permiten, acaban creando sistemas de ayuda de los que se puedan beneficiar
todos sus miembros. Algunas de estas organizaciones se mueven con afán de lucro.
Ello no es malo. Si son eficaces, el precio de la prestación siempre compensa. Con
la llegada del Estado del Bienestar muchas de estas entidades nacen sólo como
servicio: van resultado cada día más numerosas, presentes, organizadas y eficaces.
Su acción incide especialmente en los grupos más desfavorecidos. Muchas las
promueven las comunidades locales nacionales o internacionales. Otras muchas

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

(ONGs) prefieren no verse vinculadas a ningún movimiento político, a pesar de que,


por este motivo, se pueda resentir en parte su solvencia económica.
No es este el momento de clasificar las instituciones que constituyen un recurso para
la acción educativa de carácter social, pero quede claro que debemos incluir en este
epígrafe toda ayuda procedente de cualquier equipo organizado.
Si recurres a una institución para que te ayude a resolver un caso, o bien para
derivárselo, estás buscando un recurso institucional. Los cauces institucionales
suelen tener el tributo de cierto protocolo burocrático.
3.4. Atendiendo al uso que se puede dar a un recurso, surge en primer lugar el
uso:
3.4.1. Habitual.
Llamamos así a los recursos conocidos, cuando se aplican de la forma usual y con
la finalidad con la que está familiarizado cualquier profesional de la educación, de la
psicología o de la comunicación. Ejemplo: Los calendarios preparados por el Centro
de Formación de Personas Adultas del municipio isleño (relatado anteriormente),
parece que estaban realizando "Proyectos de Investigación". La dinámica de grupos
que empleaba Paula ("me agrada de ti") es posible que no sea muy conocida, pero si
fuese la del "Amigo Invisible", por ser más conocida, ya no precisaría mayor
descripción. Las incorporaciones, salvo advertencia en contra, recurren al uso
clásico o habitual.
3.3.2. Novedoso.
Supongamos que Oscar inventó su juego para dinamizar a los miembros de la
excursión, excesivamente aislados e individualistas (mientras bailaban). Lo
catalogaríamos de novedoso. El recurso del experto en la Universidad de Lérida
parece también novedoso. Lo mismo ocurre con todos los recursos expuestos al
principio, excepto el de Pedro con su clase de Legislación, Reme y su juguete, las
reuniones del equipo levantino y el estudio de María Fe. Para una persona poco
iniciada en el mundo de los recursos es posible que todo le parezca
deslumbrantemente nuevo: no cabe duda de que se trata de una categorización un
poco subjetiva. Ciertamente, los recursos que tú inventes serán novedosos, a pesar
de que cabe la posibilidad de que alguno ya exista, esté catalogado, y sea conocido.
3.4.3. Adaptado.
Llamamos así al recurso conocido (habitual) que modificamos de forma novedosa.
Supongamos que hacemos el juego del Amigo Invisible sin salir de la sala en que
nos encontramos. Cada uno sabe a quién le va a regalar algo, pero, como todos los
objetos que hay en la sala son conocidos, supondrá poca sorpresa para quien lo
reciba. Lo cambiamos, y ahora la gracia consistirá en la nota escrita que acompañe
al regalo. “Le regalo a Luisa la bola del mundo que hay en la estantería, porque con
su simpatía se está haciendo la dueña del mundo. Además quiero que se lo imagine
de mazapán, porque sé que por el mismo motivo, que es capaz de comerse el
mundo”. Acabamos de crear un recurso adaptado.
Rellenar un autodefinido es considerado habitualmente como un pasatiempo; si el
educador recurre a ello para afianzar conocimientos, desarrollar la atención, adquirir
autoestima está utilizándolo con otro fin: es una adaptación. Mirar las ofertas de
empleo en los periódicos de la biblioteca, cuando es usado no para la búsqueda de
empleo sino para conocer la biblioteca supone la adaptación de una actividad

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

habitual. Ambos recursos no han cambiado en cuanto al aspecto o forma de realizar


las acciones correspondientes, pero los consideramos recursos adaptados al haber
modificado la intención de los mismos.
4. Repensando la teoría
Hasta ahora, hemos descrito de forma teórica (inductiva) lo que entendemos por
recursos. Te proponemos que repensemos lo que hemos visto desde esa
perspectiva. Veamos ejemplos de recursos e intenta construir tu propia teoría a partir
de ellos. Intenta clasificarlos comentando las razones. Si se echa de menos alguna
categoría no hay inconveniente en crearla. Lo interesante no es acertar con las
categorías a las que pertenece el recurso, sino verlo bajo una perspectiva fecunda.
El intento de clasificación debe ayudar a ahondar un poco en la utilidad del recurso.
Caso 1.
La Consellería de Familia, Xuventude, Deporte e Voluntariado monta un campamento de verano.
Matías, que trabaja como acompañante de menores tutelados (niños cuyos padres fallecieron o están
en prisión, o son menores emigrantes que llegaron solos) está haciendo gestiones para que dos de sus
tutelados realicen el campamento.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo. Luego los comparas. Si escribes unas líneas, mejor: el
pensamiento aterriza un poco más al escribir. ¡Aunque sea a vuelapluma y sólo para ti. Es posible que tu comentario sea
más rico y completo que el que sigue.]
Matías no está derivando. Mantiene la responsabilidad sobre estos muchachos. En
las derivaciones la responsabilidad y seguimiento pasa a otra persona o entidad.
Matías utiliza los recursos de otra institución para atender a las necesidades
vacacionales de sus tutelados, que por sí mismo no lograría cubrir. Matías seguirá
“velando” por ellos durante, incluso, el mismo campamento. Cuando se deriva
(aunque no sea más que por salud mental del derivador) se trasladan las
responsabilidades y seguimiento a la persona o entidad que lo recibe.
Está utilizando, por tanto, un recurso de Institución. Al clasificar se puede empezar
por la categoría más sobresaliente. En este caso, este factor destaca, tanto por el
número de profesionales que implica, como por el esfuerzo burocrático que le
supone a Matías. No hace falta aludir a la entidad física, aunque la consideramos
lógístico-compleja. Se trata, además de una incorporación, ya que incluye en la
programación asistencial de Matías un recurso conocido. Su uso, con toda seguridad
es adaptado, ya que los actos de seguimiento para con estos muchachos tendrán
un apoyo suplementario por parte del equipo responsable del campamento.
Parece impensable que el campamento resulte ser una actividad yuxtapuesta y
añadida al proyecto asistencial de Matías: con toda seguridad se ha previsto una
preparación adecuada (y diseñada con los educadores del campamento) para llegar
habiendo trabajado el esfuerzo personal y los valores asociados a la convivencia:
honradez, puntualidad, aseo, respeto a las normas... como condiciones previas a la
inscripción. De igual forma, en cuanto acabe el campamento, lo hecho, vivido y
aprendido será objeto de adecuadas actividades de refuerzo.
Caso 2.
La Asociación Juvenil Don Bosco de Alicante monta Campamentos Urbanos. Paloma informa e insiste
en el grupo de mujeres con el que trabaja para que logren inscribir a sus hijos en dichos campamentos
durante los meses de verano en que ellas han de buscar empleo.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Cuesta ver cuál es la necesidad predominante: muy a primera vista y sin profundizar
parece que se trata de dotar a estas mujeres de tiempo para su búsqueda de
empleo. Ahondando en la intención de Paloma, está claro que esta sesión en
realidad les está preparando psicológicamente para motivarles a emplear a fondo su
tiempo en las gestiones de búsqueda de empleo.
Por ora parte, el simple hecho de rellenar formularios (y mejor si es realizado de
forma grupal) es una manera de ir adquiriendo alguna de las habilidades básicas
para dicha búsqueda.
Una tercera intención de Paloma se centra en enseñar a estas personas a gestionar
su tiempo (entrenamiento organizativo) para que no les ocurra (lo que es frecuente)
que les sale un empleo y lo rechazan porque les parece impensable que una madre
pueda usar su tiempo en algo diferente de las tareas domésticas.
Teniendo en cuenta todos estos pormenores, podemos considerar el rellenar
formularios como una cuña procedimental incardinada en una unidad de
intervención más amplia, destinada a aprender a gestionar el tiempo de la mujer,
ubicada, a su vez, en un bloque de intervención que incorpora el campamento
urbano (recurso habitual), pero adaptado a la segunda intención de servir de
argumento y excusa para dedicarse, entonces, con máximo ánimo aprender a
sacudir los lastres que pueden dificultar su paso a la vida laboral.
Caso 3.
Patricia ha detectado en el grupo de jóvenes estudiantes de Educación Secundaria con el que trabaja
cierta desinformación y poca sensibilidad respecto al consumo de drogas. Se reúne con Natalia,
psicóloga del Centro de Atención al Drogodependiente del municipio para que realice un vídeo-forum e
imparta algunas sesiones sobre el tema.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Podemos verlo desde varias perspectivas: 1) Trabaja con estudiantes pero está
claro que ella no sabe informar sobre este tema. Para paliar esta carencia recurre a
Natalia: es un recurso de persona. 2) Bloque de intervención compuesto por
varias sesiones que incluye la actuación de un experto (incorporación), que, a su
vez, anida otro recurso conocido (habitual) utilizado durante esa visita
(incorporación): se tata del video-forum, que resulta ser una aplicación didáctica de
uno de los medios audiovisuales (el vídeo).
Caso 4.
María y Raquel se reúnen para presentar al Ayuntamiento la viabilidad de un proyecto de
acompañamiento social a "abuelos canguros" que les permita aprender a trabajar habilidades
comunicativas y asertivas y adquisición de hábitos de ocio y tiempo libre saludables, para, poco a poco,
liberarse del exceso de carga de tareas relacionadas con los nietos.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Lo que más llama la atención en el relato es la reunión, para emplear los recursos
personales de ambas (cada una confía en la complementariedad de las ideas de la
otra), a fin de lograr la aprobación. También se puede ver, pero ya en segundo
plano, como un recurso de institución, puesto que van a recurrir al ayuntamiento
para que preste su apoyo. Si ponemos el énfasis en la aprobación estamos
buscando recursos logísticos, puesto que financiación, locales, medios... sólo se
lograrán si el proyecto resulta convincente y es aceptado.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

Todas estas facetas anidan (incluyen) la otra visión, centrada en los abuelos, que
van a recibir la formación que les ayudará a gestionar su tarea familiar con mayor
acierto. No conocemos cómo se llevará a cabo, pero, si se ha de aprobar, seguro
que se trata de un proyecto asistencial.
Caso 5.
Mauricio es educador de personas con minusvalía psíquica. A Mauricio siempre le ha gustado el campo
y prácticamente sale cada fin de semana a realizar senderismo con sus amigos /as a la sierra
madrileña. Como actividad de fin de curso ha organizado una comida en Peña Corta donde se
realizarán juegos al aire libre y se conocerá el entorno así como las características más importantes de
la fauna y flora.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Resulta evidente que monta esta actividad gracias a su afición. No se detalla en qué
consistirá. Seguramente se trate de algún tipo de recolección o avistamiento. Es
posible que la prepare previamente, y que lo que se realice en el campo esté
incluido en un bloque de intervención más extenso, por ejemplo, a) preparación
con audiovisuales respecto a animales y manejo de un sencillo herbario, b) durante
la excursión, recolección de hojas y toma de fotos de animales, c) revisión (ya en el
aula) del material recogido... Se trataría, por tanto, de un bloque de intervención de
entidad física compleja, con inclusión (la salida al campo), que
complementariamente anida al reconocimiento del medio natural, que se evidencia
como un recurso personal de Mauricio.
Caso 6.
Ana es profesora de Español para Extranjeros en una Escuela de Adultos en un pequeño pueblo.
Trabaja con inmigrantes que llevan poco tiempo en España. Algunos son personas sin regularizar, con
gran desconocimiento del entorno. Le preocupa especialmente la falta de movilidad de muchos de
ellos. Ha pedido permiso a la directora de su centro para ir a ver una película de cine al centro de la
ciudad más cercana, al que irán en transporte público.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Tal como se expresa parece la inclusión de una película en una intervención, con
finalidad novedosa. Aunque, seguramente hay mucho más, que no se explicita,
pero parece imprescindible, y, por tanto, Ana lo estará contemplando: habrá una
revisión de planos de la ciudad y de mapas de itinerarios de autobuses y sus
horarios. Son tres documentos correspondientes a los medios impresos muy
sencillos de conseguir si se prevé con tiempo suficiente. Con toda seguridad habrá
igualmente revisiones por Internet de callejero, callejero fotográfico, y buscador de la
línea de autobús que emplee recorrido más breve o recorrido con menor tiempo
caminando etc. De modo que a la hora de ir al cine esté discutida y decidida la mejor
opción, llevando a mano planos y fotos obtenidos con la impresora, y planes
consensuados. Ello significa que la actividad es parte de un taller de reconocimiento
de la ciudad (o de la ciudad cercana), es decir, de soporte físico complejo, con
estructura de unidad de intervención, una de cuyas actividades es la que se
propone en el presente relato.
Caso 7.
Alicia enseña español a jóvenes marroquíes. Tiene serias dificultades para enseñarles a conjugar los
verbos. Por esa razón, Alicia, que estudió árabe durante la carrera, ha recuperado parte de sus

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

apuntes y se ha comprado un libro de gramática árabe-español que le está facilitando la enseñanza del
español en sus clases.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Carencia: comunicar con los alumnos marroquíes para poder enseñarles los verbos.
Recurso: su propio conocimiento de árabe (que además está trabajando para
optimizarlo). Es un recurso personal. No se puede aventurar la forma cómo luego
usará estos conocimientos en su labor docente, ya que no hay indicios para
deducirlo. Está claro que sí se adivina el posterior recurso dialéctico consistente en
dirigirse a ellos empleando correctamente alguna expresión en su lengua.
Caso 8.
Miguel ha pedido ayuda a Aurora, amiga psicóloga para que le enseñe a ser amable, pero inflexible con
sus alumnos de Garantía Social. Reconoce Miguel que, por temperamento, es muy proclive a dejarse
convencer y hacer concesiones que a la larga no sólo no agradecen los educandos, sino que les
desorientan. Se ha reunido tres veces, ella le ha trazado un programa de autoayuda destinado a
identificar "límites" a nivel personal. Una vez conseguido el objetivo de reconocerlos y respetarlos,
aprenderá a educar en esos mismos logros a sus alumnos.
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
En primer plano hay un recurso de persona: Aurora es experta y ayuda a Miguel,
que no se sabe ayudar a sí mismo (es la carencia más explícita). En segundo plano
hay un enriquecimiento profesionalizante: es un recurso personal (controlar los
límites entre las exigencias y las concesiones). En tercer plano se aprecia un recurso
didáctico: someterse al aprendizaje de aquello que se va a enseñar. Todavía hay un
cuarto plano, que no está muy descrito: se percibe como un objetivo (educar a los
alumnos de Miguel para que aprendan a reconocer con claridad lo permitido y lo no
permitido, respetando las normas que ello implique) que seguramente se tratará de
forma transversal a lo largo de al menos un bloque de intervención, del que no se
hace ninguna mención.
Caso 9.
Obimar está trabajando como educadora en la prisión de Palma. Seis madres se encuentran en esta
situación: sus hijos hace tiempo que han dejado de convivir con ellas en prisión por haber superado los
tres años de edad. Están ansiosas por poder regalarles juguetes hechos por ellas. Obimar no sabe
hacer juguetes, pero ha pedido autorización al Sr. Subdirector de Tratamiento para introducir algunas
herramientas. Con muchas limitaciones se aprueba este taller. Nuestra educadora está consiguiendo
los permisos para que Rodolfo pueda acceder como profesor invitado en tres ocasiones (inicialmente)
para comenzar el proceso de aprendizaje de construcción de juguetes. ¡Con qué ilusión esperan que
vengan los niños para enseñarles a jugar y regalarles los juegos o juguetes confeccionados...!
Análisis: [No leas este análisis sin aventurar el tuyo.]
Primera carencia que se advierte: no sabe hacer juguetes. Ayuda: recurre al experto
(Rodolfo). Es un recurso de persona. En segundo plano está el taller: Carencia:
responder a la demanda de las madres (demanda afectiva, terapéutica, de
entretenimiento...). Ayudar: el taller: recurso habitual de acción. En tercer plano se
ve el recurso de objeto: los juguetes presentes en el encuentro con los niños:
aparentemente se puede ver como un recurso motivacional para añadir un nuevo
aspecto de interés por parte de las reclusas, pero, puesto que en un Centro
Penitenciario toda actividad (y sobre todo las de carácter manipulativo, como este
taller) es siempre acogida con entusiasmo, parece preferible entenderlo como una

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

estrategia potenciar el vínculo madre-hijo. Se trata, por tanto de una incorporación


novedosa, al menos en cuanto a sus fines.

Llenósele la fantasía...

14
Texto 1º: Pedagogía
Este texto recoge unos fragmentos entresacados de la parte II, 1, titulada “Pedagogía”, de la novela
El doctor Centeno, de Benito Pérez Galdós. Revive las horas de escuela del protagonista, Felipe
(apodado “doctor Centeno”), en el colegio del capellán Pedro Polo. Retrata el “clima del aula”, “los
métodos didácticos” del capellán y los pensamientos del chiquillo.
“Esto último era como la señal para entrar en el local de la escuela, cuyas puertas se abrían a las
ocho en verano y a las nueve en invierno.
Hemos dicho que se abrían las puertas. ¡María Santísima, qué ruido, qué pataditas, que empujones!
La vetusta casa temblaba como en amenaza de desplomarse. Y el estruendo duraba hasta que
aparecía don Pedro, no diré repartiendo bofetones, sino sembrándolos con gesto semejante al del
labrador que arroja en tierra la semilla. Luego daba una gran voz, ¡vaya un silencio, camaradas! Creo
que se podría oír el ruido que hiciera una mosca frotándose la trompa con las patas… Después,
poquito a poquito, saltaba un murmullo, una sílaba, una palabra, y de eso se iba formando susurro
hondo y creciente que no se sabe adónde llegaría si don Pedro con su potente quos ego no lo
atajara. […]
La clase duraba horas y más horas. Era la vida perdurable, un lapso secular, sueño del tiempo y
embriaguez de las horas. Nunca se vio más antipática pesadilla, formada de horripilantes
aberraciones de Aritmética, Gramática o Historia Sagrada, de números ensartados, de cláusulas
rotas. Sobre el eje del fastidio giraban los graves problemas de sintaxis, la regla de tres, los hijos de
Jacob, todo confundido en el común matiz del dolor, todo teñido de repugnancias, trazando al modo
de espirales que corrían premiosas, ásperas, gemebundas. Era una rueda de tormento, máquina
cruelísima, en la cual los bárbaros artífices arrancaban con tenazas una idea del cerebro, sujeto con
cien tornillos, y metían otra a martillazos, y estiraban conceptos e incrustaban reglas, todo con
violencia, con golpe, espasmo y rechinar de dientes por una y otra parte.
En la cavidad ancha, triste, pesada, jaquecosa de la escuela, se veían cuadros terroríficos: allá un
Nazareno puesto en cruz; aquí dos o tres mártires de rodillas con los calzones rotos; a esta parte,
otro condenado, pálido, cadavérico, todo lleno de congojas y trasudores porque se le había
atragantado una suma; más lejos otro, con un cachirulo de papel en la cabeza y orejas de burro,
porque sin querer se había comido una definición. Como el sol reverbera sobre el rocío, así, por toda
la extensión de la clase, las sonrisas abrillantaban las lágrimas cuando no las secaba el ardor de las
mejillas. Los números y las rayas trazadas en los encerados daban frío, y mareaban los grandes
letreros y las máximas morales escritas en carteles. Las negras carpetas, al abrirse, bostezaban, y los
tinteros, ávidos de marchar, hacían todo lo posible por intentar ocasión de volcarse… Daba grima ver
tanto dedo torpe y rígido agarrando una pluma para trazar palotes, que más se torcían cuanto mayor
era el empeño en enderezarlos. Las bocas, nerviositas, hacían muecas con el difícil rasgueo de la
pluma… A lo mejor, un cráneo sonaba seco al golpe de un puño cerrado y duro. Restallaban mejillas
sacudidas por carnosa mano. Los pellizcos no cesaban, y a cada segundo se oía un ¡ay! Se
confundían a veces las voces de bruto, acémila, con los lamentos, las protestas y el lastimoso y
terrorífico yo no he sido. La palmeta iba cayendo de mano en mano, incansable, celosa de su misión
educatriz, aporreando sin piedad todo el que cogía. La quemazón de la sangre, el cosquilleo, el dolor
agudísimo, daban entendimiento al torpe, mesura al travieso, diligencia al indolente, silencio al
lenguaraz, reposo al inquieto. Y como auxiliares de aquel docto instrumento, una caña y a veces
flexible vara de mimbre sacudían el polvo. Había nalgas como tomates, carrillos como pimientos, ojos

14
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

como llamaradas, frentes mojadas de sudor de agonía, y todo era picazones, escozor, cosquilleo,
latidos, ardor y suplicio de carnes y huesos.
Salvadas las contadas ocasiones en que se veía cruzar por el aire una mosca con rabo de papel,
sucediendo a esto la algazara propia del caso, el aburrimiento llenaba las horas de la clase, aquellas
horas que avanzaban arrastrándose como las babosas sobre una peña. Los miembros se
entumecían, y no había fuerza humana capaz de impedir las patadas, los desperezos, el acostar la
cabeza sobre los brazos cruzados, el cuchicheo, la inquietud… Una autoridad férrea, despótica, a
quien la conciencia del deber daba algo de la crueldad sublime que enalteció a Junio Bruto, Gefté y
Guzmán el Bueno, recorría los bancos desde que se notaban los primeros síntomas de la rebelión al
fastidio. A la manera que el cómitre de una galera iba sacudiendo con duro látigo la pereza de los
infelices condenados al remo, así don Pedro ponía rápido correctivo con su vara o su mano al
arrastrar de suelas, a las pandiculaciones, al cuchicheo, al mirar, al reír. ¡Pobres orejas! ¡Cuántas
veces se veía la mano del amaestro levantar muy alto una cabeza suspendida de una oreja, o
empujar otra sobre la carpeta con tal fuerza que a poco más se incrusta la nariz en la tabla!… Su
máxima era: “Siembra coscorrones y recogerás sabios”. […]
Todo lo enseñaba Polo según el método que él empleaba en aprenderlo; mejor dicho, Polo no
enseñaba nada: lo que hacía era introducir en la mollera de sus alumnos, por operación que
podríamos llamar inyectocerebral, cantidad de fórmulas, definiciones, reglas, generalidades y recetas
científicas, que luego se quedan dentro indigeridas y fosilizadas, embarazando la inteligencia sin
darla un átomo de sustancia ni dejar fluir las ideas propias, bien así como las piedras que obstruyen
el conducto de una fuente. De aquí viene que generaciones enteras padezcan enfermedad
dolorosísima, que no es otra cosa que el mal de piedra del cerebro. […]
Y no comprendía Polo la enseñanza de otra manera. Se le representaba el entendimiento de un niño
como un castillo que debía se embestido y tomado a viva fuerza, y a veces por sorpresa. La máxima
antigua la letra con sangre entra tenía dentro del magín de Polo la fijeza de esos preceptos intuitivos
y primordiales del genio militar que en otro orden de cosas han producido hechos tan sublimes. Así,
cuando movido de su convicción profundísima, descargaba los nudillos sobre el cráneo de un alumno
rebelde, esta cruel enseñanza iba acompañada de la idea de abrir un agujero por donde a la fuerza
había de entrar el tarugo intelectual que allí dentro faltaba. Los pellizcos de sus acerados dedos eran
como punturas por las cuales se hacían, a través de la piel, inyecciones de la sabiduría alcaloide de
los libros de texto. […]
Los capones y pellizcos, los palmetazos y nalgadas, las ampliaciones de orejas, aplastamiento de
carrillos, vapuleo de huesos y maceración de carnes, con completaban el código penitenciario de
Polo. Además de la pena infamante de las orejas de burro, había la de dejar de comer, aplicada con
tanta frecuencia, que si las familias no sacaban de ella grandes ahorros, es porque no querían. Todos
los días, al sonar las doce, se quedaban en la clase con el libro delante y las piernas colgando, tres o
cuatro individuos que se habían equivocado en una suma o confundido a Jeroboán con Abimelech, o
levantado algún falso testimonio a los pronombres relativos. Los autores de estos crímenes no habían
de alcanzar de nuestro Eterno Padre el pan de cada día, que todos piden, pero que se da sólo a
quien lo merece. […]
Es forzoso repetir que la crueldad de don Pedro era convicción, y su barbarie fruto áspero, pero
madurísimo, de la conciencia. No era un maestro severo, sino un honrado vándalo. Entraba a saco en
los entendimientos y arrasaba cuanto se le ponía delante. Era el evangelista de la aridez, que iba
arrancando toda flor que encontrase y asolando las amenidades que embelesan el campo de la
infancia, para plantar luego las estacas de un saber disecado y sin jugo. Pisoteaba rosas y plantaba
cañas. Su aliento de exterminio ponía la desolación allí donde estaban las gracias; destruía la vida
propia de la inteligencia para erigir en su lugar muñecos vestidos de trapos pedantescos. Segaba
impío la espontaneidad, arrancaba cuanto retoño brotara de la savia natural del sabio esfuerzo de la
Naturaleza, y luego aquí y allí ponía flores de papel inodoras, pintorreadas, muertas. Por uno de esos
errores que no se comprenden en hombre tan bueno, estaba muy satisfecho de su trabajo, y veía con
gozo que sus discípulos se lucían en los institutos, sacando a espuertas las notas de sobresaliente.
Don Pedro decía: “Ellos llevan el cuerpo bien punteado de cardenales, pero bien sabidos van”. […]
Había hecho fatigosos y titánicos esfuerzos por retener las sabias respuestas de los libros, y las
palabras se le salían de la memoria como se saldrían las moscas si se las quisiera encerrar en una
jaula de pájaros. El Doctor Centeno para nada servía, absolutamente para nada. ¡Maditos libros y
cómo los odiaba! Y era tan bobo Felipe, que se le había ocurrido aprender muchas cosas
preguntándolas al pasante. Porque en los cansado libros no se mentaba nada de lo que a él le ponía

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

tan pensativo, nada de tanto y tanto problema constantemente ofrecido a su curiosidad ansiosa. ¡Oh!,
si el doctísimo don José le respondiese a sus preguntas. ¡Cuánto aprendería! Adquiriría infinitos
saberes; verbigracia: por qué las cosas, cuando se sueltan al aire, caen al suelo; por qué el agua
corre y no se está quieta; qué es llover; qué es el arder una cosa; qué virtud tiene una pajita para
dejarse quemar, y por qué no la tiene un clavo; por qué se quita el frío cuando uno se abriga, y por
qué el aceite nada sobre el agua; qué parentesco tiene el cristal con el hielo, que el uno se hace agua
y el otro no; por qué una rueda da vueltas; qué es esto de echar agua por los ojos cuando uno llora;
qué significa el morirse, etc.
Hay versión de la novela en el Biblioteca Virtual del Instituto Cervantes:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12474969722365940098435/index.htm

Texto 2º: El Criterio


Este texto lo componen fragmentos de El Criterio, de Jaime Balmes. Verás cómo, a pesar del tiempo
trascurrido desde su publicación, hay ideas que podría firmar el pedagogo actual más en línea.
I. La inspiración
Es un error el figurarse que los grandes pensamientos son hijos del discurso; éste, bien empleado,
sirve algún tanto para enseñar, pero poco para inventar. Casi todo lo que el mundo admira de más
feliz, grande y sorprendente es debido a la inspiración, a esa luz instantánea que brilla de repente en
el entendimiento del hombre, sin que él mismo sepa de dónde le viene. Inspiración, la apellido, y con
mucha propiedad, porque no cabe nombre más adaptado para explicar este admirable fenómeno.
Está un matemático dando vueltas a un intrincado problema; se ha hecho cargo de todos los datos,
nada le queda que practicar de lo que para semejantes casos está prevenida. La resolución no se
encuentra; se han tanteado varios planteos y a nada conducen. Se han tomado al acaso diferentes
cantidades por si se da en el blanco; todo es inútil. La cabeza está fatigada, la pluma descansa sobre
el papel, nada escribe. La atención del calculador está como adormecida de puro fija; casi no sabe si
piensa. Cansado de forcejear, por abrir una puerta tan bien cerrada, parece que ha desistido de su
empeño y que se ha sentado en el umbral aguardando si alguien abrirá por la parte de adentro. «Ya
lo veo -exclama de repente-; esto es...». Y, cual otro Arquímedes, sin saber lo que le sucede, saltaría
del baño y echaría a correr gritando: «¡Lo he encontrado!... ¡Lo he encontrado!».
Acontece a menudo que después de largas horas de meditación no se ha podido llegar a un resultado
satisfactorio; y cuando el ánimo está distraído, ocupado en asuntos totalmente diferentes, se le
presenta de improviso la verdad como una aparición misteriosa. Hallábase Santo Tomás de Aquino
en la mesa del rey de Francia, y como no debía de ser malcriado y descortés, no es regular que
escogiese aquel puesto para entregarse a meditaciones profundas. Pero antes de la hora del convite
estaría en la celda ocupado en sus ordinarias tareas, aguzando las armas de la razón para combatir a
los enemigos de la Iglesia. Natural es que le sucediese lo que suelen experimentar todos los que
tienen por costumbre penetrar en el fondo de las cosas, que aun cuando han dejado la meditación en
que estaban embebidos, se les ocurre con frecuencia el punto en cuestión, como si viniese a llamar a
la puerta, preguntando si le toca otra vez el turno. Y he aquí que, sin saber cómo, se siente inspirado,
ve lo que antes no veía, y, olvidándose de que estaba en la mesa del rey, da sobre ella una palmada,
exclamando: “Esto es concluyente contra los maniqueos!...”. […]
III. Invención y enseñanza
De esto nace la diferencia entre el método de enseñanza y el de invención; quien enseña sabe
adónde va y conoce el camino que ha de seguir, porque ya le ha recorrido otras veces; mas el que
descubre, tal vez no se propone nada determinado, sino examinar lo que hay en el objeto que le
ocupa; quizá se prefija un blanco, pero ignorando si es posible alcanzarle o dudando si existe, si es
más que un capricho de su imaginación; y, en caso de estar seguro de su existencia, no conoce el
sendero que a él le ha de conducir.
Por este motivo los más elevados descubrimientos se enseñan por principios muy diferentes de los
que guiaron a los inventores; y el cálculo infinitesimal es debido a la geometría, y ahora se llega a sus
aplicaciones geométricas por una serie de procedimientos puramente algebraicos. Así, se levanta en
una cordillera de escarpadas montañas un picacho inaccesible, donde, al parecer, se divisan algunos
restos de un antiguo edificio; un hombre curioso y atrevido concibe el designio de subir allá; mira,
tantea, trepa por altísimos peñascos, se escurre por pasadizos impracticables, se aventura por el

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Bloque I. Tema 2: Una profesión en constante desarrollo

estrechísimo borde de espantosos derrumbaderos, se ase de endebles plantas y carcomidas raíces y,


al fin, cubierto de sudor y jadeando de cansancio, toca la deseada cumbre y, levantando los brazos,
clama con orgullo: «¡Ya estoy arriba!». Entonces domina de una ojeada todas las vertientes de las
cordilleras, lo que antes no veía sino por partes ahora lo ve en su conjunto; mira hacia los puntos por
donde había tanteado, ve la imposibilidad de subir por allí y se ríe de su ignorancia. Contempla las
escabrosidades por donde acaba de atravesar, y se envanece de su temeraria osadía. Y ¿cómo será
posible que por estas malezas suban los que te están mirando? Pero ved ahí un sendero muy fácil;
desde abajo no se descubre, desde arriba sí. Da muchos rodeos, es verdad; se ha de tomar a larga
distancia, pero es accesible hasta a los más débiles y menos atrevidos. Entonces desciende
corriendo, se reúne con los demás, les dice: «Seguidme», los conduce a la cima, sin cansancio ni
peligro, y allí les hace disfrutar de la vista del monumento y de los magníficos alrededores que el
picacho domina.
IV. La intuición
Mas no se crea que las tareas del genio sean siempre tan laboriosas y pesadas. Uno de sus
caracteres es la intuición, el ver sin esfuerzo lo que otros no descubrían sino con mucho trabajo, el
tener a la vista el objeto inundado de luz cuando los demás están en tinieblas. Ofrecedle una idea, un
hecho, que quizá para otros serán insignificantes; él descubre mil y mil circunstancias y relaciones
antes desconocidas. No había más que un pequeño círculo, y al clavarse en él la mágica mirada, el
círculo se agita, se dilata, va extendiéndose como la aurora al levantarse el sol. Ved: no había más
que una débil ráfaga luminosa; pocos instantes después brilla el firmamento con inmensas madejas
de plata y de oro; torrentes de fuego inundan la bóveda celeste del oriente al ocaso, del aquilón al
sur.
De lo dicho inferiré que para pensar bien no es buen sistema poner el espíritu en tortura, sino que es
conveniente dejarle con cierto desahogo. Está meditando sobre un objeto; al parecer no adelanta; con
la atención sobre una cosa, diríase que está dormitando. No importa; no lo violentéis; mira si
descubre algún indicio que le guíe; se asemeja al que tiene en la mano una cajita cerrada con un
resorte misterioso, en la cual se quiere poner a prueba el ingenio, por si encuentra el modo de abrirla.
La contempla largo rato, la vuelve repetidas veces, ora aprieta con el dedo, ora forcejea con la uña,
hasta que, al fin, permanece un instante inmóvil y dice: «Aquí está el resorte; ya está abierta».
(Extractos del capítulo XVI “No todo lo hace el discurso”)

Texto 2B: El talento de invención. -Carrera del genio


Si el entendimiento es tal que pueda conducirse a sí mismo; si al examinar las obras de los grandes
escritores se siente con fuerza para imitarlos y se encuentra entre ellos no como pigmeo entre
gigantes, sino como entre sus iguales, entonces el método de invención le conviene de una manera
particular, entonces no debe limitarse a saber los libros, es preciso que conozca las cosas; no ha de
contentarse con seguir el camino trillado, sino que ha de buscar veredas que le lleven mejor, más
recto y, si es posible, a puntos más elevados. No admita idea sin analizar, ni proposición sin discutir,
ni raciocinio sin examinar, ni regla sin comprobar; fórmese una ciencia propia, que le pertenezca
como su sangre, que no sea una simple recitación de lo que ha leído, sino el fruto de lo que ha
observado y pensado.
¿Qué reglas deberá tener presentes? Las que se han señalado más arriba para todo pensador. El
entrar en pormenores sería inútil y tal vez imposible, que el empeño de trazar al genio una marcha fija
es no menos temerario que el de sujetar las expresiones de animada fisonomía al mezquino círculo
de compasados gestos. Cuando le veis abalanzarse brioso a su gigantesca carrera no le dirijáis
palabras insulsas, ni consejos estériles, ni reglas que no ha de observar; decidle tan sólo: “Imagen de
la divinidad, marcha a cumplir los destinos que te ha señalado el Criador; no te olvides de tu principio
y de tu fin; tú levantas el vuelo y no sabes adónde vas. Alza los ojos al cielo y pregúntaselo a tu
hacedor. Él te mostrará su voluntad; cúmplela fielmente, que en cumplirla están cifrados tu grandor y
tu gloria”
(Extracto del capítulo VII: “La enseñanza”)
Hay edición digital en la Biblioteca virtual Cervantes:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01593963324585953092257/index.htm

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa


© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


La intervención socioeducativa requiere parámetros diferenciados propios para su diseño,
desarrollo y evaluación. Por una parte, debe crearse una identidad específica,
diferenciándola de otros ámbitos de intervención didáctica, propios de contextos más
escolares. Por otro lado, debe consolidar su singularidad respecto de otros modos de
intervención social, característicos de otros profesionales como los trabajadores sociales.
Este campo emergente, con derecho propio y sobradamente justificado, precisa de unas
nuevas coordenadas para asentarse y dar cuerpo a la tendencia de la segunda mitad del
siglo XX en la que se aprecia un indudable interés por dotar de carácter perenne a la
intervención social, especialmente a través de la dotación y el desarrollo de acciones de
naturaleza educativa. En ese empeño, esperamos contribuir con nuestra aportación.
2. Objetivos del tema
 Reflexionar y fundamentar la habilidad para desarrollar una intervención socioeducativa
basada en principios deontológicos.
 Comprender la utilidad y contenido del Código Deontológico del Educador Social.
 Perfeccionar las habilidades propias de la comunicación asertiva didáctica.
 Desarrollar algunas habilidades de didáctica creativa.
 Relacionar los diferentes planos de las habilidades con la intervención socioeducativa.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Comentario
La intervención socioeducativa requiere de unos parámetros éticos, orientadores de la acción.
Esos principios se deben poner en práctica con las habilidades que identifiquen a un buen
profesional. Entre éstas, son especialmente importantes las relacionadas con la comunicación,
que debe ser asertiva y creativa. Te invitamos a que lo descubras.

En un lugar de la Mancha...

UN CONTEXTO CARITATIVO Y SOCIAL1


Se trata de Cáritas Española, una institución vinculada a la Iglesia Católica, cuyos
principales objetivos fundacionales son el apoyo a la promoción humana y el desarrollo
integral de quienes se hallan en situación de precariedad. Según propia confesión, Cáritas
“participa del compromiso por la justicia propio de toda la comunidad eclesial y lo hace
viable a través del compromiso temporal de los laicos. Al cuestionar los sistemas que
engendran injusticia, la caridad adquiere el rostro del esfuerzo continuado por la justicia y
por el cambio de las estructuras injustas”.
En consecuencia con sus principios fundacionales, la acción social de Cáritas no se
restringe a su vertiente asistencial y de rehabilitación o inserción social de las víctimas de
la pobreza y la exclusión social, sino que se dirige igualmente a la denuncia de las causas
injustas de las situaciones que se propone remediar. Muestra así su “preocupación por
una acción caritativa que se realice como acción social y no sólo como acción asistencial”.
Para conferir fundamento y método a dicha acción, Cáritas lleva a cabo frecuentes
estudios y análisis de carácter predominantemente sociológico.
Tanto la actividad de Cáritas, en sus propias manifestaciones, como los datos o
conclusiones derivados de sus investigaciones, constituyen un referente valioso para el
educador social.
Las siguientes cuestiones os ayudarán a completar la imagen de la institución
(http://www.cáritas.es):
1. ¿Tiene Cáritas personalidad civil jurídica propia?
2. ¿Existe una organización internacional de Cáritas?
3. ¿Cómo se financia Cáritas Española?
4. ¿Qué importancia tiene el trabajo gratuito en el conjunto de recursos humanos de
la organización?
5. ¿Realiza Cáritas actividades de emergencia?
6. ¿Lleva a cabo campañas con fines específicos?

1
Una contribución de la profesora Pilar Pernil Alarcón.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

7. ¿Coordina Cáritas la acción social desarrollada en las Diócesis y parroquias?


8. ¿Realiza Cáritas tareas de información dirigida a colectivos concretos?
9. ¿Dispone de publicaciones periódicas propias?
10. ¿Dispone de alguna Fundación propia?

Le molió como cibera...

RESOLVER LOS DILEMAS ÉTICOS DEL EDUCADOR/A2


Son numerosas las referencias a la necesidad de un compromiso ético en la actividad
educativa (Romans, Petrus y Trilla, 2000). Desde hace unos años, se viene trabajando en
la elaboración de pautas para la orientación de la intervención socioeducativa y parece
que ha encontrado su mejor materialización en la elaboración de un Código Deontológico
(Pantoja, 1998). Sin embargo, cualquier código o pauta de intervención no está exenta de
dificultades en su aplicación a la práctica produciendo los momentos de fricción como los
dilemas éticos.
1. ¿Qué es un dilema ético?
Identificamos como dilema ético el conflicto que se plantea entre valores o principios de
actuación. El Código Deontológico del Educador Social (2004) no es un simple recetario
que se pueda aplicar sin dificultad. Por el contrario, la complejidad de la acción educativa
nos aboca a encontrarnos permanentemente con situaciones en que la toma de
decisiones no será lineal ni automática sino que confluirán numerosos condicionantes y
factores que deberemos considerar.
El citado código establece 10 principios que nos pueden iluminar:
1. Profesionalidad
2. Acción socioeducativa
3. Justicia social
4. Información responsable y confidencialidad
5. Formación permanente
6. Solidaridad profesional
7. Respeto a los sujetos de la acción socio-educativa
8. Coherencia institucional
9. Participación comunitaria
10. Complementariedad de funciones y coordinación
Los principios constituyen compromisos del educador en el desarrollo de su actividad
profesional. Los dilemas éticos se producen cuando entran en conflicto diversos principios
de actuación. En este sentido, los dilemas se manifiestan como problemas a resolver,
elecciones que se nos presentan y en las que debemos establecer prioridades.

2
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

2. Las interferencias en la toma de decisiones


Empezaremos por analizar la dificultad que supone la interferencia de elementos extraños
al foco del problema y que se suman a los conflictos entre principios de actuación:
• Los sentimientos:
El conocimiento de las personas produce afinidades y rechazos, propios de nuestra
naturaleza humana. Es difícil que consideremos a todos por igual. Lo habitual es que se
establezcan vínculos. Incluso cuando no son discriminatorios, pueden establecerse con
carácter general con los usuarios y enfrentarse a obligaciones con la institución o con el
marco normativo o legal en el que desarrollamos nuestra actividad.
• Las experiencias:
La experiencia es fuente de sabiduría y nos ayuda a establecer prioridades. Sin embargo,
esa experiencia puede entrar en contradicción con las prioridades deontológicas.
Podemos asumir el principio de coordinación, pero nos costará si sabemos que en
ocasiones anteriores nos han fallado en la reciprocidad.
• Las circunstancias:
Los principios son siempre reelaborados en cada contexto y situación. Los contextos y
entornos no son siempre igual de institucionalizados y estructurados. Las situaciones y
escenarios son cambiantes y se introducen en numerosas ocasiones elementos y
contingencias imprevistas o imprevisibles. Todo ello debe hacernos repensar las
opciones.
• Las coacciones:
En ocasiones, sufrimos coacciones por parte de los usuarios, de sus familias, de la
institución, del entorno social o de agentes de la autoridad. Las coacciones pueden ser
implícitas o explícitas y pueden tener formas y grados diversos. Las coacciones impiden el
ejercicio libre y consciente del desarrollo profesional. Cada persona debe decidir en ese
caso incluso si debe permanecer en ese puesto u optar por cambiar, lo que no siempre es
fácil por otros condicionamientos de carácter personal, familiar, social o profesional.
• Los compromisos:
A lo largo del desarrollo de nuestra actividad, acabamos estableciendo compromisos u
obligaciones con otras personas. Eso es así como fruto de nuestra actividad con
personas. A veces, la intercesión o mediación de otras personas ayudan a resolver
situaciones o tareas. Evidentemente, este agradecimiento o reconocimiento entra a pesar
en nuestras decisiones hasta donde decidamos, pero no pueden ser ignoradas.
3. El conocimiento del Código Deontológico como base
Para Desarrollar la habilidad ético-profesional es necesario conocer el Código
Deontológico. Sin embargo, el simple conocimiento de los principios y compromisos a los
que nos comprometemos cuando aceptamos este código no garantiza su aceptación y
cumplimiento. No en vano, los principios se definen frecuentemente con el verbo deber.
Por ejemplo, leemos en el mismo:
El educador/a social debe planificar la acción socioeducativa y no dejar al azar los elementos
de la misma. Además, deberá mantener una actitud de evaluación crítica continua. (Artículo 1)
Se observan las expresiones debe, deberá, se debe (artículo 2) o no debe (artículo 3).
Ello define el estilo expresivo del texto: indica qué se obliga a hacer o no hacer quien los
suscriba. Sin embargo, el conocimiento no se limita a la comprensión del código sino a
sus implicaciones prácticas y a su reflejo en la realidad. Conocer un código deontológico

p. 88
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

es también comprender qué significa en mis pautas de conducta y cómo lo materializo en


mi toma de decisiones. Ésta es una dimensión esencial: el paso del conocimiento a la
acción. Si el Código Deontológico no se lleva a la práctica real no sólo carece de sentido
sino que se niega a sí mismo. Se cae en el formalismo vacío o la hipocresía.
Pensemos en el artículo 32:
Debe estar atento y ser crítico con las informaciones manipuladas o inexactas de los medios de
comunicación que puedan contribuir a la estigmatización de personas o grupos.
Si no sabe como hacerlo, difícilmente va a hacerlo. Ello significa plantear prácticas de
trabajo acordes al código y estrategias de ejercicio profesional para salvar los obstáculos
y avanzar de acuerdo al mismo, estrategias de carácter personal, colectivo e institucional
que nos permitan viabilizar las prácticas y resolver las dificultades que encontremos sobre
el camino. Es cierto que un buen clima laboral es facilitador pero no asegura una buena
práctica deontológica. Por el contrario, podría haberse creado un ambiente proclive al
embrollo, la parcialidad y el enredo. Debemos prever, además, que el contexto sea
adverso a la buena práctica profesional, por lo que ello también requiere habilidades para
mantener la compostura y tomar las decisiones más adecuadas, que pueden llegar a la
decisión de cambiar de trabajo o de profesión, ¿por qué no?
4. El conocimiento no es suficiente
Según Ansoleaga San Antonio y Gómez Gutiérrez (2004, p. 2):
El componente ético presente en toda práctica profesional es un proceso individual que
integra, al menos, tres funciones:
• reflexión: capacidad del profesional de reconocer la necesidad de analizar su
actuación, conforme a una sensibilidad y conciencia ética;
• discriminación: capacidad de discernir la orientación que debe dar a su actuación,
en función de la interiorización de un determinado valor o criterio ético;

• decisión: capacidad de ajustar el comportamiento al patrón o modelo ético de


referencia asimilado.
Dejando al margen la consideración individual que hacen estos autores y que no
compartimos, es cierto que además de reflexionar sobre la intervención y discernir la
oportunidad de la actuación, es necesario un acto volitivo de decisión para la acción.
Además de conocer el Código y cómo se aplica, debe desearse su aplicación. Parece
razonable. Para ello, debemos creer en la necesidad de un Código Deontológico como
acuerdo y compromiso de actuación de un colectivo profesional, en este caso, de
educadores sociales. Los acuerdos son revisables y requieren de una contextualización.
No se aplican automáticamente. Pero ese acuerdo es la confluencia de muchos
profesionales y debe orientarnos en nuestra actividad. Nuestro deseo es compartido por
toda una colectividad y ayudará a crear la necesaria profesionalidad en nuestro colectivo
que se transmitirá al conjunto de la sociedad consolidando el espacio de desarrollo
profesional que nos corresponde.
Asimismo, debemos creer en su aplicabilidad en una doble dimensión: supone que somos
capaces de aplicarlo y que la realidad nos permite aplicarlo. No es suficiente con desear
su aplicación si no creemos en la posibilidad real de aplicación. Los dos polos de la
aplicación están dentro y fuera de nosotros. Somos nosotros mismos y la realidad
circundante. Por ello decimos que nosotros debemos creernos capaces de aplicarlo y
debemos pensar que es aplicable en el contexto en el que intervenimos. Cualquier
negación de estos supuestos dificultaría o imposibilitaría una adecuada práctica
deontológica.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

5. Orientaciones para la toma de decisiones


Teniendo en cuenta estos condicionantes, vamos a proponer un orden de apoyo a la toma
de decisiones que pueda orientarnos en los dilemas éticos que se nos presenten:
1º La persona es lo primero. Todas las personas deben ser respetadas y deben participar
de su formación.
2º Yo estoy en esa situación por mi profesión. No en una actuación personal.
3º Mi profesión es acción. La ausencia de recursos no puede impedir la intervención.
4º No toda intervención o todas las partes de la misma se corresponden a mi profesión. A
veces, será necesario contar con otros para actuar (colaboración y derivación).
5º Sólo un buen conocimiento del contexto y de la situación me permite tomar decisiones
acertadas.
6º Las decisiones son hipótesis de intervención, que deben ser revisadas a la luz de su
evolución.
7º Las intervenciones deben ser preparadas y apoyadas durante su desarrollo. Ello
incluye vías de seguimiento y retroalimentación.
8º Las consecuencias de la intervención producen su propia evaluación tanto durante
como después de la misma.
9º Equivocarse es inevitable. Cambiar es imprescindible. Aprender es la vida misma.
10º Sólo el riesgo nos aboca a acertar. Ser consciente del riesgo pero sin que nos impida
actuar. A veces, probablemente no sea posible acertar.
A continuación, planteamos algunas preguntas que debemos hacernos para reflexionar
sobre esta habilidad así como su desarrollo práctico.
6. Claves operativas
¿Qué debo preguntarme?

• ¿Cuáles son mis principios deontológicos?


• ¿Cuáles son las lagunas o debilidades que tiene mi acción respecto del Código
deontológico?
• ¿Dónde están mis limitaciones o condicionantes personales, profesionales o sociales?
• ¿Qué obstáculos encuentro?
¿Qué debo hacer?

• Reflexionar sobre mi práctica educativa.


• Participar en asociaciones o grupos de carácter profesional que me apoyen en mi
reflexión profesional.
• Articular estrategias para detectar los problemas de funcionamiento y resolver los
conflictos.
• Enfrentar los problemas y dificultades con responsabilidad y profesionalidad.
• Asumir los errores y limitaciones personales.
¿Cómo debo hacerlo?

• La actitud de sinceridad y honestidad contigo mismo te ayudará a reconocer tus


limitaciones y puntos fuertes para enfrentar la tarea.
• El apoyo en un grupo o colectivo profesional te ayuda a vencer la soledad y mantener
un alto grado de motivación.
p. 90
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

• En situaciones de transformación, es importante planificar el cambio y apoyarse en


instrumentos de reflexión como el diario.
• Se puede provocar la confrontación con los dilemas éticos como una actividad habitual
del equipo de trabajo para la toma de decisiones colegiada y compartida.

Terminamos este epígrafe sobre el aprendizaje de la experiencia con unos ejemplos:


Ejemplos paradigmáticos

Son ejemplos de buenas prácticas deontológicas las reuniones regulares del equipo de
profesionales para coordinar y reflexionar sobre la acción. La acción educativa es una
actividad de equipo no solitaria. Sin embargo, es necesario que en ocasiones algunas
personas sean especialmente firmes para recordar al grupo el mantenimiento de los
principios de actuación deontológicos. Por otra parte, no siempre es mejor un tono
aseverativo. Puede dar buenos resultados la interrogación: cuestionar las prácticas, pedir
su justificación o preguntar por su finalidad. La interacción en un clima de colaboración y
buen entendimiento facilitará el desarrollo profesional, aunque no lo asegura.
Ejemplos perversos

El ejemplo más habitual de mala práctica deontológica es el formalismo vacío. No hay


principio ético más perverso que el que se queda en su estadio de verbalización o el que
se utiliza para justificar prácticas contrarias. Raras veces se manifiesta la práctica no
deontológica de forma explícita sino encubierta o disfrazada de modo que no se pueda
atacar abiertamente.

Bibliografía:
ASOCIACIÓN ESTATAL DE EDUCACIÓN SOCIAL (2004) Código Deontológico del
Educador/a Social. Obtenido de http://www.eduso.net/archivos/codigocast.doc
(comprobado con fecha de 1 de marzo de 2005).
PANTOJA, L (1998): “Un esbozo de código deontológico del educador social”, en Claves
de Educación Social, nº 3, abril, pp. 41-48.
ROMANS, M.; PETRUS, A, y TRILLA, J. (2000): De profesión: educador(a) social.
Barcelona: Paidós.
ANSOLEAGA SAN ANTONIO, D. y GÓMEZ GUTIÉRREZ, J. L. (2004): “La reflexión ética
en la práctica de la educación social”. Comunicación al IV Congreso Estatal del/a
Educador/a Social. Santiago de Compostela, 30 de septiembre al 2 de octubre 2004.
Obtenido de http://www.eduso.net/archivos/IVcongreso/comunicaciones/c44.pdf (15 de
mayo de 2005).

p. 91
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Armado caballero...

EL CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL EDUCADOR SOCIAL3


Un Código Deontológico es un conjunto de normas que orientan la acción y la conducta
de un profesional, y que le ayudan en el ejercicio de su profesión para mejorar la calidad
del trabajo que realiza.
La existencia de un Código Deontológico para los profesionales de la Educación Social es
necesaria, ya que esta profesión es “delicada” y con riesgos éticos por razón de la
condición social de las personas a quienes presta sus servicios.
La presentación del Código Deontológico del profesional de la Educación Social se realizó
en Santiago de Compostela el día 1 de octubre de 2004, en el marco del IV Congreso
Estatal del Educador Social. Este Código es un elemento importante, ya que orienta la
labor de unos profesionales que suelen trabajar con personas de especial vulnerabilidad.
En cuanto a su estructura, el Código Deontológico del Educador Social consta de 7
capítulos y una disposición adicional:
CAPÍTULO I. ASPECTOS GENERALES (resumen)
El presente Código se fundamenta legalmente en la Constitución Española, en la
Declaración universal de los derechos de las personas (1948), en la Convención Europea
para la salvaguardia de los derechos de las personas (1950), en la Carta Social Europea
(1965), en la Convención sobre los derechos de los niños (Nueva York, 1989), anunciados
en la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea (2000) y que fundamentan y
legitiman a la Educación Social como derecho de toda la ciudadanía.
Este derecho se concreta en el reconocimiento de que la de Educador Social es una
profesión de carácter pedagógico, generadora de contextos educativos y de acciones
mediadoras y formativas, que son su ámbito de competencia profesional.
La construcción de un código deontológico representa la asunción de la defensa de unos
principios éticos comunes a la profesión, que pasa por su responsabilidad ante una
población, en la mayor parte de las ocasiones, en situación de dificultad y de dependencia y
que los sitúa en la posibilidad de modificar esta dependencia a través de un saber y una
práctica profesional.
La práctica educativa diaria del Educador Social corresponde a tres categorías o criterios
organizadores,
a. Actuaciones de contexto, aquellas acciones y tareas que se dirigen a posibilitar un
contexto educativo o a mejorarlo y dotarlo de recursos
b. Actuaciones de mediación, y
c. Actuaciones formativas e instructivas con personas o grupos.

3
Una contribución del profesor Jesús Cabrerizo Diago.

p. 92
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

CAPÍTULO II. PRINCIPIOS DEONTOLÓGICOS GENERALES (resumen)


1. Principio de la profesionalidad
Respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido de la
responsabilidad, competencia profesional y prudencia en la utilización de herramientas y
técnicas educativas.
2. Principio de la acción socioeducativa
El Educador Social es un profesional de la educación que tiene como función básica la
creación de una relación educativa que facilite a la persona ser sujeto y protagonista de su
propia vida.
3. Principio de justicia social
La actuación del Educador Social debe basarse en el derecho al acceso, que tiene todo
ciudadano, al uso y disfrute de los servicios sociales y educativos del Estado.
4. Principio de la información responsable y de la confidencialidad
Constituye una obligación ineludible para el Educador Social guardar el secreto profesional
en relación a todas aquellas informaciones obtenidas directa o indirectamente acerca de las
personas con las que ejerce su profesión.
5. Principio de la formación permanente
El Educador Social tiene el deber y el derecho de formarse de manera permanente y
continua, e ir avanzando, no sólo en cuanto a conocimientos, sino también en referencia a la
calidad de la acción educativa a través del análisis crítico de su experiencia.
6. Principio de la solidaridad profesional
El Educador Social debe mantener una postura activa, constructiva y solidaria en lo referente
a la práctica de su profesión.
7. Principio de respeto a los sujetos de la acción socio-educativa
El Educador Social debe respetar la autonomía, la libertad y la dignidad de las personas con
las que trabaja.
8. Principio de la coherencia institucional
El Educador Social debe conocer y respetar el proyecto educativo y reglamento de régimen
interno de la institución donde trabaja.
9. Principio de la participación comunitaria
El Educador Social debe promover la participación de las personas y de la comunidad en la
labor educativa.
10. Principio de complementariedad de funciones y coordinación
El Educador Social trabajará siempre inserto en equipos, de una forma coordinada, junto con
otros profesionales.
CAPÍTULO III: EL EDUCADOR SOCIAL EN RELACIÓN A SU PROFESIÓN
Artículos 1 al 6: (resumen)
El Educador Social debe planificar la acción socioeducativa y no dejar al azar los elementos
de la misma. Además, deberá mantener una actitud de evaluación crítica continua. No
avalará ni encubrirá con su titulación la práctica profesional realizada por personas no
tituladas y/o no habilitadas, y denunciará los casos de intrusismo cuando lleguen a su
conocimiento.

p. 93
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

El Educador Social debe recoger toda la información que le sea posible en cada caso y
analizar cada situación objetivamente con responsabilidad, y con rigor metodológico. En sus
acciones socioeducativas debe representar correctamente a la profesión a la que pertenece
de manera que no la perjudique con su modo de actuar. El Educador Social debe conocer y
cumplir las normas establecidas en los Estatutos Generales de los Colegios Oficiales de
Educadores Sociales
CAPÍTULO IV: EL EDUCADOR SOCIAL EN RELACIÓN A LOS SUJETOS DE LA
ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA
Artículos 7 al 16: (resumen)
El Educador Social debe mantener siempre, una rigurosa profesionalidad en el tratamiento
de la información, a la par, que tiene derecho a recibir toda información relativa a los sujetos
que tenga relación con la acción socio educativa, debe preservar su confidencialidad.
El Educador Social debe ser consciente de cuál es la información relevante que precisa
obtener de los propios sujetos y/o de su entorno. Sólo puede transmitir información veraz,
contrastada, con conocimiento del sujeto, separando en todo caso información de
valoraciones, opiniones o pronósticos.
En su relación con el sujeto, el Educador Social debe guardar un trato igualitario sin
discriminación por razón de sexo, edad, religión, ideología, raza, idioma o cualquier otra
diferencia, y no debe recurrir a métodos y técnicas que atenten contra la dignidad de los
sujetos.
CAPÍTULO V: EL EDUCADOR SOCIAL EN RELACIÓN AL EQUIPO
Artículos 17 al 24: (resumen)
El Educador Social ha de ser consciente de su pertenencia a un equipo y ser coherente con
su proyecto educativo, a la vez que debe transmitir toda aquella información que pueda
beneficiar al ejercicio de la labor socioeducativa del equipo y de sus miembros.
El Educador Social debe cooperar con el resto del equipo en la planificación, diseño y puesta
en funcionamiento de las intervenciones socioeducativas. Asimismo, debe respetar y asumir
las decisiones del equipo tras ser contrastadas, argumentadas y acordadas, aún en el caso
de que no las comparta, haciéndolas suyas a la hora de desarrollar la acción socioeducativa.
CAPÍTULO VI: EL EDUCADOR SOCIAL EN RELACIÓN A LA INSTITUCIÓN DONDE
REALIZA SU TRABAJO
Artículos 25 al 27: (resumen)
El Educador Social deberá ser consecuente con las normas existentes en la institución
donde realiza su trabajo profesional. Deberá informar a quien competa, a través de los
cauces pertinentes, acerca de las irregularidades detectadas cuando perjudiquen seriamente
la dignidad y el respeto de las personas en el ejercicio profesional.
El Educador Social deberá conocer el ideario y el proyecto educativo de la institución donde
realiza su trabajo.
CAPÍTULO VII: EL EDUCADOR SOCIAL EN RELACIÓN A LA SOCIEDAD EN GENERAL
Artículos 28 al 32: (resumen)
El Educador Social debe colaborar con los distintos servicios existentes en la comunidad,
intentando optimizar los recursos y la oferta de los servicios socioeducativos. Ha de trabajar,
de una manera efectiva, con la sociedad en donde realiza su trabajo, potenciando la vida
social y cultural del entorno.

p. 94
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

DISPOSICIONES ADICIONALES (resumen)


Todo Educador Social debe atenerse y cumplir en sus actuaciones socioeducativas el
Código Deontológico propio de su profesión.
Este Código Deontológico deberá ser aplicado en todo el territorio nacional y por los
educadores colegiados o asociados en las Asociaciones Profesionales.
El Código Deontológico será tenido en cuenta en la provisión de plazas de Educador Social
por parte de las Instituciones contratantes.
Bibliografía
ASOCIACIÓN ESTATAL DE EDUCACIÓN SOCIAL (2004) Código Deontológico del
Educador/a Social. [http://www.eduso.net/archivos/codigocast.doc] Comprobado con
fecha de 1 de marzo de 2005.

Has de saber amigo Sancho...

ESTRATEGIAS PARA EL ACOPIO Y LA ORGANIZACIÓN


DE LAS IDEAS ANTES DE HABLAR O ESCRIBIR4
En toda comunicación lingüística (oral o escrita) tenemos (como ya sabéis) un emisor que
codifica un mensaje y lo dirige a un receptor que, gracias a que posee y usa el mismo
código que el emisor, lo descodifica y lo entiende. Sabéis también por temas anteriores
que todo mensaje tiene un referente, es decir, aquello sobre lo que versa el mensaje,
aquello de lo que trata el mensaje.
En temas anteriores hemos profundizado bastante en las condiciones que hacen de una
persona un buen emisor (hablante o escritor) y las que lo definen como bien receptor
(oyente o lector). En éste y en el siguiente nos ocuparemos del referente.
Cuando nos vemos en la precisión de hablar para un público o de escribir para unos
lectores, nos podemos encontrar en dos situaciones distintas: que el tema nos sea
impuesto por otros o que seamos nosotros mismos quienes lo elegimos. En cualquiera de
los casos, la pregunta siguiente es: ¿Y qué puedo yo decir sobre este tema?
Aunque parezca una perogrullada, hay que señalar que, ante todo y sobre todo, para
hablar en público o para escribir lo más urgente es TENER ALGO QUE DECIR y
TENERLO EN ORDEN.
En este apartado (y en el correspondiente del tema siguiente) nos vamos a enfrentar con
el denominado “síndrome del folio en blanco”, proponiendo una serie de estrategias para
romper el hielo, para acabar con esa sensación tan desagradable de no saber cómo
empezar o, simplemente, de no tener nada que decir.
Para salvar ese escollo hace bastantes años que los autores que tratan de la escritura o
de la oratoria vienen proponiendo una serie de estrategias que nos ayuden en ese paso
complicado de decidir el tema sobre el que vamos a tratar, a acopiar ideas sobre él ya a
ordenarlas convenientemente.

4
Una contribución del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 95
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

2. Estrategias para el acopio y ordenación de las ideas


Para generar las ideas se pueden utilizar fundamentalmente dos tipos de estrategias. Las
hay no estructuradas (o intuitivas), como el brainstorming (torbellino de ideas) y la escritura
libre (llamada también "escritura rápida"). Estas estrategias intuitivas se basan en la
suposición de que, si el escritor se desentiende de preocupaciones de corrección gramatical
y deja que fluyan libremente las ideas, encontrará material más que suficiente para escribir.
Es seguro que sobre cualquier tema que se nos pueda ocurrir o nos puedan proponer
sabemos muchas más cosas de las que creemos. A lo largo de nuestra existencia hemos
vivido muchas cosas, nos han contado o hemos leído muchas más, hemos imaginado o,
incluso, soñado muchísimas otras. Pues bien, las estrategias que veremos a continuación
pueden servirnos de “sacaideas”, de instrumentos para despertar, reavivar y descubrir
muchas cosas que están dentro de nosotros como dormidas y que solo esperan que alguien
o algo las despierte. Esto me recuerda aquellos versos de Bécquer hablando de la lira,
olvidada en el ángulo oscuro de un rincón:
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
Como el pájaro duerme en las ramas,
Esperando la mano de nieve
Que sepa arrancarlas!
Existen además otras estrategias más estructuradas, que responden en realidad a "patrones
textuales" muy útiles para cierta clase de temas. De este tipo son, por ejemplo, las cinco WH
(what, who, where, when, why) típicas del relato periodístico; el esquema del "cubo" (con sus
seis caras: descripción, comparación, relación, análisis, aplicación, argumentación); el
esquema de orden cronológico; el esquema causa/efecto; el de comparación/contraste; el de
clasificación; el de problema/solución, entre otros (ver Flower, 1989; Elbow, 1973), Cassany,
1995). Debemos añadir otros medios como la búsqueda y consulta de todo tipo de fuentes,
como diccionarios, enciclopedias o textos.
Hoy nos vamos a ceñir a las estrategias no estructuradas y a la propuesta de la
metodología de Mª Teresa Serafini quien, partiendo de un comienzo no estructurado para
acopiar las ideas, llega mediante pasos sucesivos a ordenar las ideas acopiadas. En el
tema siguiente nos ocuparemos, por el gran valor que pueden tener para nuestra vida
laboral, de las estrategias estructuradas.
3. Estrategias no estructuradas
Son muy útiles para aportar rápidamente gran número de ideas que luego podremos
utilizar para nuestra intervención oral o en nuestro escrito. Entre ellas, cabe destacar dos:
el brainstorming (que en este contexto se suele llamar también lista desordenada o,
simplemente, listado de ideas) y la escritura rápida (llamada también escritura libre)
3.1. El brainstorming o “listado de ideas”.
Como ya has estudiado esta estrategia en temas anteriores, no nos detendremos en
describirla. Únicamente señalamos que, en esta estrategia, es esencial anotar todas
cuantas ideas se nos ocurran y lo más rápidamente posible. No importa si las ideas están
más o menos desarrolladas: pueden ser palabras sueltas, anotaciones rápidas o frases
más estructuradas. Si esta estrategia se llevara a cabo entre varios, hay que tener mucho
cuidado de no criticar las aportaciones de los otros; todas las ideas apuntadas se podrán
utilizar después de un modo o de otro.
3.2. La escritura rápida o escritura libre
Consiste esencialmente en ponernos a escribir rápidamente, pero ahora construyendo
discurso, aunque despreocupándonos del orden, de la división de los párrafos, de la
ortografía y de la puntuación. Interesa construir sobre un tema el mayor número de ideas

p. 96
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

y lo más rápidamente posible, para luego, con más detenimiento, revisarlas, ordenarlas y
“arreglarles la cara”. No nos debe preocupar que alguna o bastantes de las frases que
construyamos en esta fase luego no se puedan mantener o, por lo menos, no en el sitio
en que han sido escritas o con la forma exacta con que las anotamos. Importa ante todo,
como en el caso del brainstormig, de allegar muchas ideas, el mayor número posible,
dejando para más tarde el orden y los atributos formales del discurso. En definitiva, con
esta estrategia, como con la anterior, se busca más la fluidez que la exactitud, propiedad
o corrección formal, que se dejan para la fase posterior de revisión tanto del contenido
como de la forma.
A nadie se le escapa que las ideas acaparadas con estas dos técnicas son solo eso: los
materiales con los que más tarde habremos de construir nuestro discurso oral o escrito.
Son un material en bruto que no se puede usar tal cual, sino que hay que ordenar.
4. Propuesta de María Teresa Serafini
Como un método excelente de organizar las ideas a partir de una estrategia inicial no
estructurada, podemos recomendar la metodología desarrollada por María Teresa Serafini
en su libro Cómo redactar un tema. Por los buenos resultados que da en la práctica, me
atrevo a recomendártelo encarecidamente. En la fase previa a la redacción (lo mismo
cabe decir de la fase de preparación de un discurso o charla), distingue tres pasos:
4.1. La lista desordenada
Se trata de vencer, como apuntábamos al principio, el "síndrome del papel en blanco". Sin
reflexión detenida y sin pretensiones de orden, vamos anotando (a solas o en grupo) todo lo
que se nos vaya ocurriendo sobre el tema. Conforme las ideas van acudiendo a nuestra
mente, y en el mismo orden con que afloran a nuestra conciencia, las anotamos en un papel.
La lista resultante será el material en bruto sobre el que construiremos más tarde nuestro
escrito. Interesa no ser crítico en esta fase, sino dejar fluir con libertad las ideas, cuantas
más y más rápidamente mejor.
Vemos el ejemplo de Serafini sobre el tema "El tráfico en las grandes ciudades":
-ruido
- ayer, en el atasco de la carretera de circunvalación, anduvimos 10 kms. a paso normal
- contaminación
- mal olor
- polvo negro sobre los alféizares
- sobre todo de noche, suceden muchos incidentes
- de noche la gente no respeta los semáforos y a veces ni siquiera lo hace de día
- la gente compra coches cada vez más pequeños para la ciudad
- el intenso tráfico se debe a las calles muy estrechas y también al hecho de que todos
usamos el automóvil privado en lugar del transporte público
- cuando en Sevilla se prohibió el tráfico en algunas calles del centro protestaron los
comerciantes
- pero los medios públicos son pocos, incómodos y lentos
- la gente no respeta el stop y no se detiene en los pasos de peatones -querría una
moto para no tener que tomar el autobús, pero los míos dicen que es peligroso
- mi tío tenía un agotamiento nervioso por el ruido y la barahúnda de su barrio se fue a
vivir al campo
- en París hay un metro veloz y bellísimo y no se nota el tráfico
- la estatua de Marco Aurelio en Roma ha quedado deteriorada por la contaminación
atmosférica.

Conviene advertir que no siempre las ideas afloran tan elaboradas dentro de oraciones
largas y complejas. Muchas veces son simples ideas y palabras sueltas.

p. 97
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

4.2. Agrupamiento asociativo


El agrupamiento asociativo tiene una gran ventaja sobre la lista desordenada: se "ven" las
asociaciones entre las ideas, que no aparecían de forma evidente en la lista desordenada. Al
tiempo, se facilita la producción de nuevas ideas y nuevas asociaciones entre éstas. Serafini
lo plantea como alternativa a la lista desordenada. Sin embargo, da muy buenos resultados
como primera ordenación de los datos conseguidos en la lista desordenada.
Conviene insistir en que este paso es también creativo: una vez situados todos los datos que
ofrecía la lista desordenada, se pueden completar con ideas nuevas los brazos que han
surgido en el agrupamiento.
Veamos el ejemplo de Serafini:

4.3. Mapa de ideas o mapa conceptual:


La construcción del mapa conceptual o de ideas es un paso más en la organización de los
datos. Observa el ejemplo de Serafini:

p. 98
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Como puedes ver, alrededor del círculo central no aparecen ya los datos de los dos pasos
anteriores, sino unas palabras (causas, consecuencias, soluciones) que son fruto de una
abstracción, de una categorización de las ideas de las fases anteriores: todo lo que en estas
fases se había señalado se pueden agrupar bajo tres categorías (causas del mal tráfico,
consecuencias de ese mal tráfico y posibles soluciones). Cada tema exigirá (o permitirá) una
categorización diferente que dé cuenta de todos las ideas generadas anteriormente: podrán
ser causa/efecto, comparación/contraste, pros/contras, desarrollo cronológico, etc., etc.
Sobre este modo de encarar el acopio y organización de las ideas quiero señalar tres
características esenciales: a) se trata de un proceso de generalización, que va de los datos a
las categorías; b) la estructura definitiva del texto será la que mejor dé cuenta de todos los
datos, c) aporta la viveza de los datos de experiencia, que normalmente no aparecerían si
procediéramos desde las categorías a los datos, de lo general a lo particular.
Una última consideración sobre el mapa de ideas: este paso, como el agrupamiento
asociativo, puede y debe ser, a su vez, creativo: una vez situados todos los datos anteriores
alrededor del círculo central, es posible "generar nuevas ideas", con la ventaja añadida de
que estas nuevas ideas nacen ya "ordenadas", en el sitio que les corresponde.
Bibliografía:
SERAFINI, M. T. (1985) Cómo redactar un tema, Barcelona, Paidós.
SERAFINI, M. T. (1994). Cómo se escribe. Barcelona: Paidós.

Los gigantes...

LA CREATIVIDAD COMO HABILIDAD DEL EDUCADOR SOCIAL5


1. La paradoja de estudiar haciendo
Aunque este tema esté tratado desde el punto de vista práctico, debe ser considerado un
tema de estudio. La forma de estudiarlo y poder responder a las preguntas de examen
consiste en poner en práctica las actividades que se proponen. No todas. Bastará poner
en práctica dos y haber leído las demás.
Es interesante realizar las actividades elegidas pensando en que, si de verdad se llega a
asimilar el bagaje de técnicas y a poseer la actitud que subyace a ellas, el/la estudiante
será, a partir de entonces, una persona diferente: más valiosa. Y ello no sólo para su
actividad profesional en Educación Social, sino para todas las facetas de su vida: familia,
aficiones, salud,... Torrance y Myers (1979), afirman que:
La educación “para” la creatividad pasa necesariamente por la educación “en”
creatividad, que implica tanto el aprendizaje como la enseñanza creativa.
El título de este apartado (estudiar haciendo) es una contradicción; es como decir “la
bajada que sube”. En la mente del estudiante actual estudiar es memorizar; mientras que
hacer equivale a entretenerse, zascandilear,... Todo menos memorizar.

5
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

p. 99
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

La vida trae consigo la antiparadoja: habitualmente, a los pocos días del examen se olvida
lo que se aprendió estudiando y se recuerda (si no es que se refuerza más cada día) lo
que se aprendió haciendo.
Torres, M. R. (2000), preconiza el uso de los métodos activos como distintivo de la
educación no-formal y de la educación de adultos.
Las tres primeras técnicas te las presentaremos asociadas a algunos problemas
concretos. A pesar de ello, será bueno que tú realices un cambio y, en cada caso, la
apliques a un problema muy similar, pero mucho más próximo a ti y a tus intereses. De lo
contrario, corremos el peligro de conocer sin experimentar, y eso es conocer muy poco.
Tan poco, que equivale a “no conocer” (cuando nos referimos al logro de los objetivos que
se persiguen en ti con este capítulo).
Si, por algún motivo, no pudieses hacer otra cosa que “tomar notas” de este capítulo para
poder responder a las preguntas de un examen, considera que, a pesar de todo, tendrías
contraída una deuda para contigo mismo/a muy agradable de cumplir. (Nota: A partir de
ahora no volveremos a poner el “o/a” para referirnos a ambos géneros en este capítulo;
por simplicidad recurriremos al masculino genérico). Sería una pena que acabases esta
signatura sin disfrutar de una mínima formación en creatividad.
Haz el favor... de no hacer esfuerzos por aprender los nombres de los autores que se
citan. Si los recuerdas, mejor, pero no vayas a matar el “método” por tener una actitud
academicista: si te sale en el examen un ejercicio de reelaboración que incluya algo de
creatividad, da a esta sección un carácter narrativo (más parecido a cuando relatas la
práctica de los cuadernillos que a un examen clásico de conocimientos).
Eso no significa que al otro término de la reelaboración no le des un tratamiento que
demuestre tu erudición. Ejemplo: si se te pregunta sobre cómo utilizarías una Técnica
Creativa para mejorar la Formación en la Acción... a) enumeras en plan académico, por
ejemplo, los procedimientos de conseguir este tipo de Formación Permanente, b) relatas
una Técnica de Creatividad que hayas practicado, c) expones cómo mejorarías algún
procedimiento creativamente mediante esa técnica. Pues bien: la sección ´b´ no debe
demostrar erudición, sino hacer ver que se ha practicado. (¡Tampoco estorbaría citar en
´b´ algún dato o nombre: no exageremos!).
O sea: Creatividad no se estudia, se practica (!).
2. Las técnicas creativas
Existen muchas técnicas. Algunas muy célebres. Sólo vamos a estudiar seis. Tres (ya lo
dijimos) se describirán ejemplificándolas en un problema concreto cada una. Otras tres
simplemente las describiremos.
Problema 1.
Supón que tienes siempre excesivos papeles sobre la mesa, pasas mucho tiempo
buscando un papel concreto y tropiezas una y mil veces con el mismo papel cuando
buscas cualquier otro. Estás dispuesto a resolver para siempre esta dificultad.
A la solución que se nos pueda ocurrir –para resolver el problema- le pediríamos que
cumpliese con los siguientes objetivos:
1. Que, a ser posible, un papel se maneje sólo una vez, o a lo sumo dos: cuando se
recibe y cuando se resuelve.
2. Que el guardar los papeles no signifique olvidarlos y nos demos un susto cuando
mucho más tarde recordemos que quedaba un tema pendiente que olvidamos abordar (la
carpeta de temas urgentes suele ser un cementerio de tareas).

p. 100
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

3. Que, si un documento lo vamos a volver a necesitar, lo sepamos encontrar.


Nota: Te recordamos que, en cada caso, el problema que proponemos como ejemplo lo
deberás sustituir por otro más cercano a ti dentro de tus quehaceres profesionales, de
hogar, de aficiones... A pesar de ello, de momento, para conocer la técnica que nos
proponemos transmitirte, sigue pensando en lo de los papeles de tu mesa.
Solución no creativa.
Supongamos que te pones a pensar y la única solución que te viene a la mente es la de
abrir una carpeta de anillas con separadores que lleven títulos y que vayan acogiendo por
temas los diferentes documentos.
Esa solución puede ser muy correcta, pero adolece de un defecto: no la consideras
creativa. Es la primera que se te ocurrió. Es como el ama de casa que, para una
celebración especial, no tuviese más ocurrencia que preparar, para la comida, el cocido
de siempre. Puede estar muy rico, pero esta vez, si quería ser creativa, no lo ha
conseguido.
Si queremos ser creativos, tenemos que huir del defecto de aceptar como buena la
primera idea que se nos ocurre. Hemos de evitar emplear caminos de pensamiento
excesivamente trillados por nosotros mismos. Nuestro pensamiento se parece a las gotas
de agua que caen en un punto concreto de una ladera de la montaña cuando llueve:
recorrerán siempre el mismo camino para ir hacia el río. Son caminos “trillados”.
¿Cómo lograríamos que el agua lleve otro camino? ¿Cómo conseguiríamos pensar de
manera diferente a la “de siempre”?
Técnica 1: Pensar con la mente de otro.
Se trata de un proceso que comienza por:
- Primero: preguntar a una persona que no conozca métodos de organización ofimática, y
trabajar a partir de esa sugerencia, que necesariamente te sacará de tus “casillas”, que te
descolocará bastante.
- Segundo: Intentas hermanar esa solución extraña con tu problema y, así, obtienes ideas
diferentes a la solución que a ti se te ocurría inicialmente. Todavía no son soluciones: les
llamaremos “ideas germen”.
- Tercero: madurar y modificar alguna de esas semisoluciones anteriores, y convertirla en
una solución eficaz.
Siguiendo con el ejemplo: preguntas al abuelo cómo lo haría él, y te dice que en su taller
ponían los papeles en un clavo que había en la pared, y de esa forma no se dispersaban,
y siempre encontraban el que se necesitaba...
Si inicialmente adoptas la idea del clavo, ya estás pensando con la mente de otro. Se ha
operado el milagro de sacarte de tus caminos trillados de pensamiento, y en tu mente hay
una “medio-idea”: la del clavo pinchado en una tablita sobre tu mesa, en la que vas
clavando los papeles según llegan.
“La primera tarea de un creador es inventar proyectos creadores. Antes, por
supuesto, ha tenido que construir su propia subjetividad, el complicado organismo
del que van a surgir sus ocurrencias y sus evaluaciones”. Marina (1993)
El valor de las “soluciones germen”.
La idea del clavo tendrá que madurar, pero antes de ver cómo, conviene que nos
paremos un momento a valorar esas ideas que no convencen, pero, además de ser
“diferentes” tienen una característica muy interesante: tienen “fuerza”. Es posible que la

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

fuerza se la dé su carácter de inacabadas. Son dinámicas porque son molestas y son


incisivas. Por no servir para lo que se necesitan, son absurdas y, por ello, te estorban en
la mente: no te costará hacerles evolucionar.
Conversión de la “solución germen” en solución.
Poco a poco, te van pasando por la mente modificaciones de la imagen que se formó en ti
gracias a la sugerencia del abuelo, hasta que una de ellas te convenza más que las
demás. Y la adoptas. Por acabar de ilustrar el relato, las ideas que llegaste a imaginar
son, entre otras, las siguientes:
a) Tres clavos en la pared. Serían simples clips abiertos. Cada uno iría grapado a un
cartoncillo que se sujetaría en la pared, para no dañarla, con dos o tres chinchetas, y en
cada cartón un pequeño rótulo: “Urgente”, “Tirar al mes”, “Banco”.
b) Algo similar, pero colocado detrás de una de las puertas del armario escritorio donde
se guardan algunas cajas y carpetas.
c) Sustituir los cartones con clip por un dispositivo un poco más complejo. Tiene algo de
invento: en las ferreterías venden alambre acerado en forma de pequeños rollos. Preparar
tres trozos de medio metro con las puntas redondeadas. Cada trozo de alambre servirá de
“pincho” en el que se clavarán los papeles.
El soporte de los alambres sería el mismo cartón con una cuña inmovilizadora: por arriba
sobresale un poco de alambre en ángulo de 45 grados para recibir a los papeles que ahí
se pinchen, por abajo cuelga (tocando a la pared) el resto del alambre.
Así se consigue un clavo extensible y extraíble. Si se tuviese que mirar un papel de banco
muy atrasado, se tiraría del alambre. Eso crea un clavo muy largo que permite revisar ese
papel sin sacar todos los demás. Cuando cada mes se revisan los extractos del banco
que han llegado por correo o Internet, se saca todo el alambre y se tira a la basura la
mitad trasera de los papeles.
La última idea (supongamos que) te gusta. Los tres cartones con los pinchos extensibles
estarían en lugares discretos, pero muy a mano: que puedas pinchar los papeles sin tener
que levantarte de la silla. Pero decides probar primero con la segunda idea y, si se
cumplen los objetivos, se va preparando la tercera. Como es lógico, otros documentos de
otra naturaleza irán a sus carpetas, como siempre.
Te da la impresión de que has avanzado mucho en la gestión de tus papeles. Sientes
satisfacción al imaginar el sistema funcionando e, incluso, enseñando a los amigos sus
interesantes ventajas. Todo eso no hubiera sido posible si no hubieses introducido un
mecanismo que drásticamente te hubiese sacado de tus rutinas mentales: pensar con la
mente de otro.
Guilford estudió y definió el “pensamiento divergente”, como la operación mental más
asociada a la creatividad. Encontró 24 factores mentales constituyentes del pensamiento
divergente, responsables de que seamos capaces de salir de los caminos “trillados” de
pensamiento. Cfr. Guilford (1977).
3. Cómo se ha creado. El proceso de crear
Acabas de crear, pero es importante que recapitulemos, y percibamos bien en qué ha
consistido el proceso, porque esta reflexión servirá para casi todas las técnicas ¿Qué ha
ocurrido?
a. Todo empieza por el enunciado de un problema. Algunas veces el problema
simplemente se percibe como tal. Otras veces es un encargo, o un reproche... Un
problema para algunas personas es una barrera. Para otras es una propuesta de trabajo.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Dicho de otra forma: para la misma persona el mismo problema puede constituir en
algunas ocasiones un freno, y en otras un impulso. El pusilánime lo ve siempre desde el
punto de vista negativo... la persona con iniciativa lo ve como un reto.
b. La intención de crear. Algunas veces, ante un problema, simplemente nos
comportamos como personas resueltas y lo atajamos con soluciones “al uso”. Otras veces
nos sentimos creativos, y nos proponemos hacer algo diferente a lo usual. Hay personas
que habitualmente son rutinarias. A otros les cuesta más recurrir a las soluciones de
siempre. Son los creativos.
Eso no quiere decir que el creativo resuelva más situaciones problemáticas. Es otra cosa:
el creativo no se conforma con resolver. Cuando nos proponemos hacerlo de forma
diferente tenemos actitud creativa. Cuando nos lo proponemos con frecuencia, puede
decirse que somos creativos.
c. Pero sólo se crea desde una plataforma de conocimiento. Quien no conoce nada
de informática no puede crear soluciones con programas. Necesitará un mínimo dominio.
Quien no ha cocinado nunca, no encontrará soluciones culinarias y, por tanto, tampoco
podrá ser novedoso en la implementación de esas soluciones...
d. Uso de alguna técnica. Lo de pensar con la mente de otro es sólo una técnica.
Existen miles. No será posible conocerlas todas, pero con ésta nos empezamos a dar
cuenta de lo que son las técnicas creativas y lo que hacen.
e. Las “soluciones germen”. Son de capital importancia y nos detendremos después
un poco en estudiar sus características.
La incubadora: Llamaremos así al momento y el procedimiento que logra ir convirtiendo
las soluciones germen en soluciones. También a este elemento le daremos importancia,
pero más adelante.
4. Características de las soluciones germen
Suelen ser infravaloradas. Se trata de aquello que consideramos o pobre o absurdo. Al
pensarlas o a emitirlas suelen generar reprobación: “No lo repitas ni en broma”, “Que
nadie te oiga decir eso”, “Seamos prácticos”, “Seamos serios”, “Muy caro”... Son ideas-
fuerza. Cuando una solución no sirve, nos deja siempre la mente activada para buscar su
mejora, bien mediante la evolución de esa misma idea, bien mediante otra idea mejor. Las
ideas “a medias” tienen como principal característica su carácter de semilla, de germen.
Son como un tubérculo al que le aparecen pequeños inicios del nuevo brote.
Esa semilla –al contrario de lo que ocurre en la naturaleza- puede germinar dando lugar a
otra idea que nada tenga que ver con la “idea germen” que la genera. Su germen consiste
en la incomodidad que produce el carácter de “recordatorio” que tiene la idea germen
(para decirte que aún no has encontrado la solución). Es como una espinita que llevas en
la piel y sufres hasta que te la quitas. Con muchísima frecuencia la solución surge como
evolución, mejora o complementación de la solución germen. Persona creativa es la que
aprovecha las soluciones germen o absurdas. La carencia de actitud creativa genera
rechazo o hace sufrir con las ideas absurdas o germen.
La “Incubadora”: mejora de las soluciones germen.
Nota: estas palabras (incubadora, germen) un tanto ridículas en otros contextos, suelen
ser bienvenidas en tratados de creatividad. Las situaremos más tarde en el apartado
“organizadores / heurísticos”. Comella (1975) afirma respecto al periodo de incubación:
“En esta etapa del proceso, la persona creativa se caracteriza por un monto especial de
energía mental (...). Tal persistencia intelectual lleva el interés por el problema hacia
niveles cada vez más profundo de conciencia”.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

Entrada a la incubadora.
El carácter efímero de las ideas fugaces provoca que no lleguemos reparar en ellas, o que
no las retomemos después. Es necesario “atraparlas” de alguna forma y encerrarlas (en la
incubadora). Para que una idea pobre tenga carácter de “germen”, es necesario
magnificarla de alguna manera. ¿Cómo se pueden magnificar?
o Pensamiento insistente. Los pensamientos fugaces carecen de eficacia motriz. Sólo si
son insistentes empezaremos a considerarlos. Normalmente, ante estos pensamientos el
sujeto adopta una actitud pasiva. Es el pensamiento el que ha atrapado al sujeto y no al
revés, como ocurrirá con las restantes fórmulas para evitar que las ideas se desvanezcan.
La recurrencia (dificultad para olvidarlas) se debe a que están muy asociadas a la
consulta que hicimos a esa “otra” persona, y esa asociación sirve de mnemotécnico que
nos atrapa.
o Comentarlas a otra persona. Es una buena fórmula. No siempre es fácil transmitir a
otro lo inacabado, lo provisional, lo absurdo. Si esa otra persona está “en el ajo” (si
conoce que estás utilizando una técnica creativa que usa ideas inacabadas para buscar
ideas nuevas), puede ser una gran colaboradora.
o Escribirlas. Sólo por el hecho de haberlas escrito cobran cierta personalidad y
empiezan a estimular tu capacidad de pensar.
o Dibujarlas. La persona que sabe o se decide a dibujar lleva cierta ventaja, porque está
estimulando su imaginación por más canales.
o Grabarlas. Para muchas personas el rato de encuentro consigo mismo es el del paseo
(con frecuencia con el perro). En esas circunstancias las nuevas tecnologías son un gran
aliado: PDAs, grabadoras digitales, o incluso los viejos y humildes grabadores
magnetofónicos walkman. Puesto que las grabadoras digitales se pueden ordenar por
carpetas, una carpeta puede estar destinada a ideas que hay que repensar. Esa sería la
incubadora.
o Empezar a ponerlas en práctica. Supongamos que tienes preocupación porque te
aburren los ratos de estudio teórico. Pronto te has distraído y ya no piensas más que en ir
a la nevera. Decides inventar un método para hacer más ameno el estudio. Preguntas a
alguien y te dice: “Yo no me aburro decorando”. Se te ocurre la idea germen de estudiar
decorando. Y empiezas: vas a poner un subcapítulo del tema “Evaluación” en tu viejo reloj
despertador. Preparas trocitos de etiqueta con palabras clave, que vas pegando en sitios
destacados del despertador. No sabes cómo lograrás recordar eso, ni tienes seguridad de
que este sistema resultará ameno. Pero sí tienes seguridad de que esa idea ya no es
efímera. La irás recordando y le harás germinar a otra mejor.
Cómo lograr que las ideas que han “entrado” germinen.
Las aves y la incubadora emplean el mismo procedimiento: le dan calor (al huevo) y le
dan vueltas. La naturaleza hace lo demás.
No existe un procedimiento para promover que el cerebro genere la idea novedosa.
Podemos poner los medios, y es previsible que tarde o temprano surja. Aunque es muy
improbable que generemos una idea genial, podemos estar seguros que, si existe una
solución accesible, la encontraremos. ¿Cuáles son esos medios? Darle calor y darle
vueltas.
1. Darle calor. Estar en ello. Dedicarse a la búsqueda. No suele ser bueno buscarlo con
ansiedad, pero todos los creadores dicen que las musas les vienen por la silla: trabajando.
Las aves incuban calentando por proximidad física. Hay más probabilidades de dar con la
clave del tema si se está sobre él que si se olvida. Algún autor (De Bono) utiliza la

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

metáfora del problema como prenda con la que te vistes. Podemos ver el problema como
una o prenda que llevamos puesta y nos acompaña con bastante constancia.
2. Darle vueltas. En castellano la expresión “dar vueltas” a algo es muy expresiva.
Implica:
 Retomar el problema con frecuencia e insistencia.
 Cambiar un poco la perspectiva cada vez que se aborda.
 Emitir frecuentes hipótesis de solución.
 Imaginar los resultados que arrojaría cada una de las conjeturas barajadas.
 Hacerlo de forma no sistemática.
Este último punto marca la diferencia entre los procedimientos heurísticos y los
procedimientos algorítmicos. La creación huye un poco de lo sistemático, lo técnico, lo
programado. Necesita un poco de libertad, de tiempo, de concesión a lo improvisado, lo
artístico, lo libre. Se llama algoritmo a una secuencia procedimental que, si se sigue,
conduce al éxito. La receta de cocina es un algoritmo. Pero el resultado no es novedoso.
La tarea de “dar vueltas” a una idea no tiene por qué ser exclusivamente mental. Con
frecuencia hay que recurrir a:
Construir una poco para ver qué pinta tiene. Construir aquí tiene un sentido muy amplio:
 A veces puede ser escuchar en el piano cómo suena (si lo que buscamos es una
melodía).
 O dibujar un boceto para ver si gusta
 Probar el sabor de una mezcla...
 Dar al barro una forma
 Confeccionar una maqueta
 Pedir a varios amigos que nos den ideas complementarias
 Volver al lugar donde ocurrió el problema para ver cómo encajan con la realidad los
nuevos atisbos...
Dar salida a las ideas.
La incubadora puede ser el sepulcro de las ideas. Si la incubadora no se abre a tiempo
los polluelos mueren. Muchos tontos tienen ideas geniales y no se enteran: las ideas
mueren sin haber nacido. Que todo el esfuerzo por dar con la gran solución no se vaya a
venir abajo por no recuperar la idea e implementarla (ponerla en práctica).
Problema 2.
Estás trabajando con un niño paralítico cerebral (ocho años). Te das cuenta de que no
sabe leer. Es más: no podrá leer. Un fallo de una conexión cerebral motivado por
cualquier lesión se lo impide. A pesar de todo presientes que sí podrá tener el placer de
manejar libros, porque puede reconocer imágenes que representen la realidad.
Pretendes hacer un libro para él. Tendrá dibujos, y de alguna forma tendrá que poder
constatar que lo que lee es cierto y, por tanto, percibirá la maravillosa sensación (para él)
de leer imágenes.
Las primeras ideas que se te ocurren son las de la representación de un cuento. La
constatación de que lo leído va siendo bien interpretado se lograría mediante la entrega
(con el libro) de un material que permitiese ir representando el cuento. Esta primera idea
no te parece mal, pero recelas de “la primera idea”, y quieres poder alguna otra alternativa
a esa primera idea. Para ello recurres a dos tipos de asociaciones:
1. Lo que esté “escrito” en el libro tendrá que responder a lo que logren sugerir en tu
mente una pareja de palabras.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

2. Esas palabras surgirán como consecuencia de un juego. Puede ser el de palabras


encadenadas por las sílabas final – inicial.
Segunda técnica. Asociaciones: el Binomio Fantástico.
Pides a otra persona que te haga una secuencia de unas ocho o diez palabras (nombres
de cosas) partiendo de la primera ilustración que sale a abrir un libro. Sobre la mesa está
el “Don Quijote de la Mancha”. En la ilustración (abriendo al azar) se ve en primer plano
una rata (grabado de Doré para cap. XVI).
La secuencia de palabras que la otra persona forma es: rata- tacón – conífera (pino) –
radio – Opel (coche) – peluco (reloj) – cocodrilo – lobo – bostezo – zócalo.
Se sortea y salen los números siete y nueve: cocodrilo y bostezo. Si hubiesen salido dos
palabras muy similares, volveríamos a sortear. Eso significa que ya contamos con dos
elementos:
• El deseo de escribir un libro de imágenes acompañado de un material capaz de
corroborar que lo que se va “leyendo” se corresponde bien con la realidad.
• El binomio de palabras que el azar nos ha ofrecido
A partir de este momento comienza un proceso parecido al de la técnica anterior,
consistente en generar “ideas germen”, y luego convertir una de ellas en idea realizable o
solución. No insistimos en el proceso, porque es muy parecido a lo de la incubadora. El
caso es que el resultado final es el siguiente: un libro (cuaderno) de imágenes y una caja
con piezas diversas colocadas sin orden.
El resultado final del binomio ejemplificado y la relación entre libro y caja son los
siguientes: el niño se encuentra en la primea página con el dibujo de una pieza de madera
que tiene una forma muy concreta y algunos detalles extraños que lleva pegados. Se trata
de la base de lo que será el cocodrilo. El niño la debe buscar y ponerla sobre la mesa. Los
dibujos están en las páginas impares. Las pares (a la derecha) están en blanco.
Pasa página y se ve otra pieza. Hay que buscarla y ponerla sobre la mesa. Es la cola del
cocodrilo.
Pasa página y se ve cómo la cola se ha colocado en un pasador vertical que le permite
hacer un movimiento horizontal...
Tras unas quince páginas, el cocodrilo está montado y, si lo arrastra por el suelo con la
mano (lleva ruedas), mueve la cola y avanza abriendo y cerrando la boca. El último dibujo
(de esta primera parte), efectivamente, representa al niño fuera de la mesa, en el suelo y
realizando ese arrastre.
Se ve que el libro tiene una segunda parte, que se realizará otro día, para la que hay más
hojas y la caja tiene un compartimento con más piezas. Consistirá en añadir al cocodrilo
motor (de juguete), pila, y algún otro aditamento, que permiten al cocodrilo tener
automovimiento.
Cómo funciona el “binomio fantástico”
Hemos creado mediante asociaciones. Este tipo de asociaciones (binomio) ya es clásico
en creatividad. Responde a unas premisas muy sencillas. Son las siguientes:
1. “Post hoc ergo propter hoc”, reza una máxima de la filosofía antigua: (“Si va detrás es
por que es consecuencia de lo anterior”). En una argumentación, si enuncias dos
aseveraciones seguidas, el auditorio las une y siempre les ve una conexión. Balmes en El
Criterio habla de la causalidad y afirma que cuando algo va detrás de otro concepto, se
tiende a interpretar que lo segundo es efecto de lo primero.

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2. Otra ley de la “pragmática” considera que el ser humano tiende a interpretar como
verdad lo que se le dice, mientras no se evidencie lo contrario. Por lo que el oyente
intentará “dar sentido” a lo que oye aunque, a primera vista, le parezca extraño.
De la unión de ambos principios surge el que tengamos cierta predisposición a disparar
esos mecanismos naturales de asociación, y generar una chispa de idea novedosa que, si
se trabaja, fragua en una invención.
El término “binomio fantástico” lo acuñó Gianni Rodari en su libro Gramática de la
fantasía, como técnica para inventar argumentos para relatos literarios. El libro (una joya)
incluye más técnicas: la hipótesis fantástica, el juguete como personaje, el niño como
protagonista, el tratamiento de cuentos clásicos, fábulas, personajes de diversos
materiales, construcción de adivinanzas, limerick (creación de poesías con un contenido
concreto para cada verso), historias equivocadas y muchas más. Si las quieres ver con
más detalle, mira en http://almez.pntic.mec.es/~cgalle2/pagina_n4.htm
Ciertamente para ti no existirá un binomio más fantástico que el hecho de que te
encuentres con un problema real (que desees resolver), y una buena pareja de palabras
que te “rapten” respecto a las soluciones usuales.
Problema 3.
Supón que tienes un problema doméstico: has reñido con tu pareja. ¡Qué tendrá nuestra
naturaleza para que eso sea algo frecuente! Tras un rato de calma te das cuenta de que
no merece la pena generar tanta disensión por problemas frecuentemente pequeños o
fácilmente soslayables. Decides ponerte por un rato en la postura del otro, pero te parece
imposible. Para ello recurres a un heurístico.
Tercera técnica: Heurísticos
Tu problema es parecido al de las casas que preparan los antivirus. Cuando aparece un
virus nuevo, nadie lo conoce, pero el reto de los creadores de antivirus consiste en cazar
lo desconocido a partir de ciertas características que se presume que estarán presentes
en el nuevo virus.
Tú buscas unas ideas, unas normas de conducta, unas visiones que ahora no conoces y
que sabes que reorganizarán vuestra relación. Buscas unas pautas más sensatas y
serenas que las que estaban vigentes cuando comenzó la pelea. Son ideas que están o
nacerán en ti, que ahora no identificas, pero las irás reconociendo por ciertas
características que supones reunirán.
Nuestra vida está llena de heurísticos. Se han perdido las llaves del trastero. Cuando toda
la familia se ha hartado de buscar, surge una persona sensata que crea el protocolo de
búsqueda: ¿Quién las tuvo el último? ¿Qué fuiste a hacer? ¿Cerraste? ¿Qué llevabas en
las manos al volver? ¿Dónde están ahora (esas bolsas que trajiste)?... y dentro de una de
esas bolsas aparecen las llaves... (o lo mismo respecto a qué prendas llevabas en ese
momento)...
Vamos a usar el heurístico “Los cuatro sobres”
Nota: Seguimos usando el masculino genérico: no hay intención al hacer masculino al
protagonista de estas revisiones.
Seguimos con el problema de la pareja que había reñido. Para comenzar haces un repaso
de los reproches que te haces o que has recibido. Algo así:
“He estado insistente y obcecadamente defendiendo mi postura sin necesidad. Soy un
insistente... Tiene que ser un tormento vivir con un obcecado... Por un rato he sido un

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

irracional. Una persona irracional no es un interlocutor... es un extraño... un pequeño


loco...eso tiene que asustar...”
Buscas algunas frases que te parezca que pueden ser el título (o encabezado) de otras
ideas. Sirven aunque estén inacabadas. Son las siguientes:
 “He sido un....”
 “Tiene que ser un tormento vivir con un...”
 “Ofuscado”
Por otra parte, entresacas también algunas ideas de los reproches iniciales, que escribes
en papeles que vas metiendo en esos sobres:
 “Irracional”
 “No es interlocutor”
 “Tiene que asustar”
 “Todo por mantener a ultranza una opinión que me da igual”
Ya tenemos una base que se puede ir completando. No hay normas con respecto a la
forma de generar sobres y papeles. Sí respecto a la forma de terminar, como después
veremos. Con el tiempo han aparecido más sobres:
 “Para que no se repita...”
 “Y si me pone en el disparadero...”
 “Acusar no es ponerse en lugar del otro: en vez de acusar debo...”
Está claro que los sobres son títulos de “categorías” que acogen a las ideas que
contienen. Sirven para lograr dos metas: a) organizar las ideas que ahora tenemos, b)
Actúan como catalizador (y esta es su función heurística) para que inventemos nuevas
ideas. Como las cerezas, que vienen unas colgando de las otras, las ideas generan
sobres y los sobres generan ideas.
En los papeles no sólo se escribe el enunciado de las ideas. Conviene desarrollarlas
mínimamente siempre que alguna frase explique o enriquezca su contenido.
No hace falta, ni es bueno llenar los sobres de contenido de una sentada. No estamos
organizando una información que ya se posee, sino que la estamos creando. Los
manantiales de la mente creadora siempre son lentos y eso son procesos lentos. Ante
problemas importantes (no es lo mismo una peleílla de nada que una crisis de pareja),
ocurre que:
a) Merece la pena dedicarle tiempo.
b) Esa temporada que se emplea en trabajar los cuatro sobres ya se hace con un
nuevo talante, y no es urgente tener todas las respuestas.
Normas para la técnica de los cuatro sobres.
Son sólo tres normas bastante sencillas:
1ª. Aunque inicialmente hayan nacido muchos sobres, hemos de dejar sólo cuatro. Los no
seleccionados se convierten en papeles para meterlos dentro de otros sobres... o van a la
papelera. Provisionalmente puede haber alguno más, hasta que veamos claro cual es el
que debe prevalecer.
2ª. Dentro de los sobres habrá siempre cuatro papeles, pero no más de cuatro papeles.
Provisionalmente puede haber alguno más, hasta que veamos claro cual es el que debe
prevalecer.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

3ª. Cada papel sólo puede tener una idea. Puede estar explicada si es necesario con
varias frases, pero sólo una. Si hubiese más hay que repartir alguna o destruir esa
información.
Al principio es bueno generar sobres en exceso. Al final, si queremos crear un nuevo
sobre, siempre habrá que quitar otro.
Si hubiese sobres imprescindibles que no se pueden tirar, se dejan aparte para otra
ocasión en que se considere que hay que emprender otra edición diferente de los cuatro
sobres. Ya se pensarán entonces. Ahora a lo de ahora.
Una buena forma de destruir la información innecesaria es meterla en otro sobre grande
al que llamamos “papelera”. El proceso, al final, es tan espléndido que gusta recordarlo y
conservar los papelillos testigos de su evolución.
Si vamos a emplear este heurístico para ayudar a otros, puede ser buena idea sugerirle
que lleve un diario, indicando qué hace cada día: qué sobres o papeles genera, cuáles
anula y por qué...
Los cuatro sobres bajo dinámica de grupos.
Si esta técnica se emplea para organizar información existente (extrayendo lo más
relevante, y enriqueciéndola), se puede trabajar entre varias personas o entre varios
grupos. Supongamos que estamos organizando un campamento y se nos pide que
pensemos si podemos incluir a un grupo de niños con necesidades educativas especiales
(concretamente, ciegos). Hay opiniones encontradas y se decide estudiarlo de forma
grupal. No se desea (de momento) tomar una decisión sino ser creativos y muy objetivos
al discutir. Por eso lo de los cuatro sobres.
o Se comienza con una sesión general en la que se trabaja hasta que se han
generado al menos cuatro sobres.
o Los sobres existentes se reparten entre los grupos para irlos llenando. Los
subgrupos se sitúan en rincones de la misma sala y hablan cuchicheando. Surgirán
nuevos sobres y papeles con ideas. Si alguna idea debe ir al sobre de otro grupo, se lleva
directamente. Si se genera algún sobre que (en función de su temática) tiene que ir a otro
subgrupo, se solicita tiempo de atención general.
o Cuando un grupo solicite atención general, se avisa a todos de que dentro de cinco
minutos pararemos momentáneamente para intercambios. El portavoz del grupo
solicitante explica al gran grupo el motivo de haber generado un nuevo sobre. El gran
grupo decide si admite ese muevo sobre. Si lo admite, lo encomienda, si procede, a un
equipo, y a este último le toca la patata caliente de decidir a qué otro sobre sustituir
(porque lo que trata el que va a ser desechado tenga menor relevancia).
o Lo mismo harán los grupos con los sobres o ideas que no entregan a otros grupos.
o Al acabar, en una sesión general se presentan los resultados. Estos resultados son
deliberativos: no se decide nada. Se han ordenado, generado y jerarquizado ideas.
No se elabora un informe final. Al acabar se han de dejar cuatro sobres con cuatro ideas
dentro de cada sobre. Ese es el (aparente) resultado. Aparente, porque, además, está el
sobre “papelera”, y el gran resultado es el revulsivo que ha supuesto, los cambios de
opinión que ha generado, el nacimiento de nuevas ideas y el saber que, a la luz de lo
ocurrido, habrá que dar una respuesta a la Comunidad cuando, pasados unos días, se
tome la decisión definitiva respecto a la inclusión de niños ciegos en el campamento.
Está claro que la estrategia (malicia) de reducir todo a veinte ideas (cuatro sobres y
dieciséis papeles), no se hace con el ánimo de simplificar, sino de promover mayor

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

reflexión. Una idea nueva, una vez escrita (como ocurre con otros heurísticos), se puede
olvidar. Una idea derrocada ha sido muy tenida en cuenta durante el proceso de
jerarquización y selección... y, por otra parte, sirve para dar mayor importancia a la idea
seleccionada.
Siempre surgen (como fruto adicional) esos sobres que, siendo valiosos (por eso no van a
la papelera), se dejan para otra otro debate.
Diferencia entre Organizador y Heurístico.
Colocar la información existente, de modo que se vea con claridad, es usar un
“Organizador”. Si, además, se crea, estamos usando un “Heurístico”.
De acuerdo con ello, a nivel filosófico, en educación, el proceso heurístico se puede
reconocer porque se crea mientras se jerarquiza, o se jerarquiza mientras se crea.
Si te apetece conocer muchos organizadores susceptibles de ser convertidos en
heurísticos, visita http://www.eduplace.com/graphicorganizer/ Aunque está en inglés tiene
un botón para leer casi todo en español.
Si te interesa conocer más a fondo la filosofía de los heurísticos, visita
http://www.cita.es/buscando/
Una curiosidad: es posible que el pensamiento científico se deba en gran parte a los
heurísticos que la religión (concretamente las prácticas jesuíticas) introdujo en el
pensamiento de Descartes. Si te interesa: www.mat.ucm.es/deptos/am/guzman/
valorheuristico/valorheuristico.html
“Los cuatro sobres” como terapia de grupo.
La dinámica anterior dura una sesión o a lo sumo dos. Cuando se va a usar para ayudar a
un colectivo a resolver su problema, conviene que se prolongue mucho en el tiempo.
Supón que estás trabajado con un grupo de “cocas” (cocainómanos). Estás haciendo
terapia cognitiva: que sepan (conozcan) que puede haber otras formas de reaccionar
diferentes de sus conductas habituales. Cuenta alguien que, como Fulanito es un chulo y
se le ha colocado delante, han tenido una riña. De su relato deducimos que... “Tu forma
habitual de relacionarte cuando tienes un problema es siempre violenta”. Provocamos el
debate “La machada de ceder”. Cualquiera de las primeras frases que se pronuncien se
convierte en uno o dos sobres.
No urge sacar conclusiones. No hace falta referirlo a su consumo. Si aprenden que la
dignidad puede no estar en los puños y lo ejercen, estamos avanzando. Los sobres se
van rellenando con relatos de nuevas experiencias y percepciones de cada día... El
decidir qué cuatro conclusiones importantes se van dejando, y dentro de qué cuatro
sobres, es el hilo conductor de debates y actividades complementarias.
5. Tres técnicas creativas clásicas
Crear durmiendo
Bases:
El tiempo de tránsito entre el sueño y la vigilia plenamente consciente tiene características
especialmente adecuadas para la creación:
a) la mente quedó liberada y entregada a las fantasías del sueño.
b) todavía no ha sido atrapada (la mente) por los hábitos de pensamiento o las rutinas
mentales que marcan a cada individuo.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

c) los problemas diarios pierden en ese momento sus dimensiones reales: para algunas
personas se agigantan y se sobredimensionan aparatosa y gratuitamente. Para otras se
simplifican infantilmente.
d) Hay alta probabilidad de que el inconsciente se manifieste con su propia libertad.
e) Las interacciones entre los problemas y el pensamiento no se rigen por las reglas de la
lógica.
f) La realidad de lo onírico es personal e intransferible (Marivonic).
Metodología:
1. Se comentan o se escribe sobre los problemas antes de acostarse. Si se trata de una
técnica de grupo, hay que haberlo tratado muy recientemente, o tener algún registro
(lectura, grabación de vídeo o de audio)... O intercambiar a última hora comunicación
telefónica o de correo electrónico...
2. Se deja en la mesilla algún método ágil de registrar el pensamiento: grabador de
mensajes, magnetófono, block y lápiz... Estas anotaciones son breves superficiales e
incoherentes, a fin de que, siendo muy breves, se logre prolongar en la medida de lo
posible el tiempo de inconsciencia. Pocas aclaraciones.
3. Una vez recuperada la conciencia, hacer entendible lo registrado. No se trata de darle
coherencia, sino de completar lo que la brevedad impuesta por la norma 2 pueda suponer
de pérdida de información.
4. Si se trabaja en grupo, las ideas se llevan a la asamblea y se estudia la viabilidad de
cada una de ellas tras las modificaciones y ocurrencias complementarias que surjan en
esa sesión.
Si se trabajan a nivel individual, se recurre a una metodología similar a la descrita en el
apartado “Incubadora” de la primera técnica expuesta en este capítulo.
Señala Guy Aznar que fue en este periodo de entresueños cuando Coleridge ideó su
poema Kubla Khan, Wagner el preludio de El Oro del Rhin, Kekulé la estructura molecular
en anillo de la química orgánica... Refiere Muñoz Adánez (1994) que Dalí empleaba una
variante: intencionadamente se quedaba dormido en un sillón con una cuchara en las
manos. Cuando, a causa del sueño, se le caía, y el ruido le despertaba. Así lograba cazar
los momentos de su pensamiento más libre.
Fresneda sugiere parafraseando a Osborn que no podemos despreciar las ideas
producidas en este periodo por ser muy superiores a las originadas durante la vigilia.
Propone resolver por este sistema problemas como “idear un nuevo método de recogida
de basuras, hacer más amena la clase, mejorar las ventas en un supermercado”
Otras variantes del “Crear durmiendo”
Paseando relajado, o en vacaciones. Haces una lista de problemas. La tienes en forma de
fichas, o en grabadora de mensajes. En medio de ensoñación del no hacer nada, una
ficha o la grabadora te plantean una pregunta. Respondes casi sin pensar y con
inmediatez. No te preocupas por la viabilidad de la respuesta. No vuelves sobre ello, te
relajas y sigues con tu paseo. Mas tarde estas “ideas germen” se someten al proceso de
conversión y filtro.
Exprimir la semivigilia. Son muchas las personas que se levantan como zombis. Dan
paseos inútiles, tardan en vestirse... Tienen la mirada perdida, desayunan sin enterarse...
No es que no se sepan despertar: es que, por suerte, pertenecen al grupo de personas
afortunadas que han aprendido a rentabilizar el mejor momento del día para ir madurando

p. 111
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

algún problema, a la luz de esos momentos de oro en que remoloneaban entre las
sábanas.
Muchas personas de estatus laboral nada intelectual han ido encontrado de forma
espontánea una metodología de resolución de problemas mediante la prolongación
“catatónica” del acto de despertarse. Declaran que los temas retomados a esas horas
siempre acaban bien.
El Método Delfos
Muy simple. Es grupal. Se necesita muy poca organización. Los miembros del grupo
pueden no llegar a conocerse. Se precisa un coordinador, que debe ser buen gestor,
aunque no sea creativo.
1. Se envía a todos los participantes información sobre el problema: planteamiento y qué
se les pide.
2. Cada participante envía su posible solución al coordinador.
3. El coordinado redistribuye las soluciones entre los participantes. Incluye también las
dudas interrogantes y subproblemas que surgen en cada proyecto de solución. Esta
redistribución es anónima.
4. A la luz de las nuevas aportaciones cada participante olvida su aportación. Se centra
en la que le parezca más adecuada de entre todas las recibidas, y busca una solución a
partir de esas nuevas sugerencias.
5. Este proceso se repite una o varias veces si es preciso.
6. El coordinador lo da por terminado cuando cree haber logrado soluciones
concluyentes.
Para problemas sencillos y por medios de comunicación ágiles en dos o tres días se
logran los objetivos. Para problemas complejos el proceso puede durar meses.
Originariamente el método se ideó y usó par hacer previsiones de futuro (T. Gordon y L.
Helmer, promovido por la Rand Corporation). Las empresas necesitaban saber cómo
evolucionaría la ciencia y la industria con varios años de anticipación. Sorprendentemente
vaticinaron por adelantado con bastante precisión la aparición de Internet, los trasplantes,
los órganos artificiales, el índice de aciertos en las previsiones meteorológicas, la
inmunización bioquímica, la traducción automática. Anuncian para no más allá del año
2.020 la interacción cerebro ordenador. Todas estas predicciones se realizaron en 1964
(!).
El método pretende trabajar en grupo, pero evitando la interacción entre los participantes:
“la presencia coactiva de algunos por su temperamento dominador, mayor brillantez
verbal, autoridad, y dejar que cada cual formule su pensamiento con liberta total” (R.
Marín).
Bibliografía:
AZNAR, G. (1974): La creatividad en la empresa. Barcelona: Oikos-Tau.
COMELLA, T, (1984): El proceso creativo es un arte, no una ciencia. En Davis, G. y Scott,
J. (coord.): Estrategias para la creatividad. Piadós: Buenos Aires.
DE BONO, E. (1985): Seis sombreros para pensar. Granica, Barcelona
FRESNEDA MOLA, T. (1991): Crear durmiendo. En Marín, R. y De La Torrre, S. (Coord.)
Manual de la Creatividad. Barcelona: Vicens Vives.
GUILFORD, J.P. (1977): La naturaleza de la inteligencia humana. Buenos aires: Paidós.
MARÍN, R. y DE LA TORRE, S. (Coord.): Manual de la Creatividad. Barcelona: Vicens
Vives.

p. 112
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

MARÍN, R. (1991): El método Delfos. En Marín, R. y De La Torrre, S. (Coord.) Manual de


la Creatividad. Barcelona: Vicens Vives.
MARINOVIC, M. (1997): El soñar y los artistas. Santiago de Chile: Dolmen.
http://www.uchile.cl/publicaciones/anales/5/resenas2.html
ORDON, T.J. y HELMER, O. (1964): Report on Long-Range. Forecasting study. Santa
Mónica (California): The Rand Corporation.
TORRANCE, E. P. (1979): The search for story and creativity. Buffalo (NY): Creative Ed.
Foundation.
TORRES, R.M. (2000): Una década de "Educación para Todos": La tarea pendiente.
Montevideo: FUM-TEP; Madrid: Editorial Popular; Caracas: Editorial Laboratorio
Educativo; Buenos Aires: IIPE UNESCO.

Llenósele la fantasía...

6
TEXTO: “ACTUAR COMO SI”
Lo que sigue es el primer capítulo de libro de Edward De Bono Seis sombreros para pensar. El célebre
autor de una forma creativa de pensamiento (el pensamiento lateral) dedica todo este libro a una técnica.
No la vamos a estudiar; fijémonos sólo en esta primera idea. Viene bien al final de esta sección de nuestro
tema 14: A poco que hayas practicado lo que precede, habrás actuado como un pensador.
“Si actúas como un pensador te convertirás en uno”
Creo que uno de los dos originales de El Pensador de Rodin está en Buenos Aires, en la plaza frente al
palacio legislativo. Por lo menos eso me dijo la guía mientras me señalaba este ocupado pensador tallado
en bronce perdurable.
En tanto "hecho", esto bien puede ser erróneo en varios aspectos. Puede no ser un original. Puede no haber
habido dos originales. La guía pudo haberse equivocado. Puede no estar en la plaza frente al palacio
legislativo. Podría fallarnos la memoria. Por lo tanto, ¿por qué debería exponer algo que no ha sido
verificado de un modo absoluto como un hecho? Hay muchas razones.
Una, que más adelante en este libro me referiré de modo específico al uso de los hechos. Otra, irritar a los
que creen que los hechos son más importantes que su uso. En tercer lugar, que quiero que el lector
visualice aquella famosa figura pensadora, donde quiera que esté la misma. La razón verdadera, que este
libro fue escrito en un avión, durante un viaje de Londres a Kuala Lumpur, Malasia. Como quiera que haya
sido, usé la palabra “creo", que indica que mi estado es de opinión más que de afirmación dogmática de un
hecho. A menudo necesitamos indicar el modo como se está exponiendo algo. Sobre esto trata este libro.
Si quieres imaginar la tan usada - excesivamente usada- imagen de El Pensador de Rodin, quiero que ima-
gines esa postura de la mano en la barbilla, que supuestamente adopta cualquier pensador que no sea
frívolo. Creo, por cierto, que el pensador debería ser activo y enérgico más que apesadumbrado y solemne.
Pero, por el momento, la imagen tradicional es útil.
Adopta esa postura - en forma física, no mental- y te convertirás en un pensador. ¿Por qué? Porque si "ac-
túas como si" fueras un pensador, te convertirás en uno.
Los tibetanos rezan haciendo girar unos molinillos sobre los que están grabadas las oraciones. Los
molinillos giratorios hacen subir las oraciones en espiral hacia el espacio divino. En la práctica, si se
encuentran debidamente en equilibrio, un ayudante puede mantener girando una docena de molinillos de
oración como en el acto circense en que giran platos equilibrados en la punta de largos palos. Es posible
que el tibetano piense en la lista de ropa para lavar mientras hace girar la rueda. Importa la intención de
rezar y no tanto las vibraciones emocionales o espirituales que muchos cristianos se exigen a sí mismos.
Existe otro punto de vista cristiano mucho más próximo al tibetano: efectuar los movimientos propios de la

6
Una selección del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

p. 113
Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

oración aunque no se esté emocionalmente comprometido. Las emociones coincidirán con los movimientos
a su debido tiempo. Eso es, precisamente, lo que quiero decir cuando te pido que actúes como si" fueras un
pensador.
Adopta la postura de un pensador. Haz los movimientos. Ten la intención y manifiéstatela a ti mismo y a
quienes te rodean. Muy pronto tu cerebro desempeñará el rol que estás "actuando". Si finges ser un
pensador, muy pronto, en efecto, te convertirás en uno.
Este libro expone los diferentes roles para que "actúes como si".
Nota: No hace falta que conozcas el contenido de los seis sombreros. De todas formas, si es por curiosidad
lo puedes ver, con otra muchas técnicas, en http://www.neuronilla.com/pags/tecnicas/
7
SOBRE PEDAGOGÍA
El gran filósofo alemán Manuel Kant se ocupó, como podrás comprobar con la lectura de este texto, de
temas tan “actuales” como la educación y su diferencia con disciplina, o cuidado. Sorprende la actualidad de
sus ideas, aunque haya pasado más de 200 años, y su magnífico estilo, además de la amenidad de su
tratamiento.
Introducción
El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados (sustento,
manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la educación. Según esto, el hombre es niño
pequeño, educando y estudiante.
Tan pronto como los animales sienten sus fuerzas, las emplean regularmente, de modo que no les sean
perjudiciales. Es admirable, por ejemplo, ver las golondrinas pequeñas, que, apenas salidas del huevo y
ciegas aún, saben, sin embargo, hacer que sus excrementos caigan fuera del nido. Los animales, pues, no
necesitan cuidado alguno; a lo sumo, envoltura, calor y guía, o una cierta protección. Sin duda, la mayor
parte necesitan que se les alimente, pero ningún otro cuidado. Se entiende por cuidado (Wartung), las
precauciones de los padres para que los niños no hagan un uso perjudicial de sus fuerzas. Si un animal, por
ejemplo, gritara al nacer, como hacen los niños, sería infaliblemente presa de los lobos y otros animales
salvajes, atraídos por sus gritos.
La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Un animal lo es ya todo por su instinto; una razón
extraña le ha provisto de todo. Pero el hombre necesita una razón propia; no tiene ningún instinto, y ha de
construirse él mismo el plan de su conducta. Pero como no está en disposición de hacérselo
inmediatamente, sino que viene inculto al mundo, se lo tienen que construir los demás.
El género humano debe sacar poco o poco de sí mismo, por su propio esfuerzo, todas las disposiciones
naturales de la humanidad. Una generación educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la
incultura o en un grado de perfecta civilización. Aun admitiendo este último como anterior y primitivo, el
hombre ha tenido que volverse salvaje y caer en la barbarie.
La disciplina impide que el hombre, llevado por sus impulsos animales, se aparte de su destino, de la
humanidad. Tiene que sujetarle, por ejemplo, para que no se encamine, salvaje y aturdido, a los peligros.
Así, pues, la disciplina es meramente negativa, esto es, la acción por la que se borra al hombre la
animalidad; la instrucción, por el contrario, es la parte positiva de la educación.
La barbarie es la independencia respecto de las leyes. La disciplina somete al hombre a las leyes de la
humanidad y comienza a hacerle sentir su coacción. Pero esto ha de realizarse temprano. Así, por ejemplo,
se envían al principio los niños a la escuela, no ya con la intención de que aprendan algo, sino con la de
habituarles a permanecer tranquilos y a observar puntualmente lo que se les ordena, para que más adelante
no se dejen dominar por sus caprichos momentáneos. […]
Únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No es, sino lo que la educación le hace
ser. Se ha de observar que el hombre no es educado más que por hombres, que igualmente están
educados. De aquí, que la falta de disciplina y de instrucción de algunos, les hace también, a su vez, ser
malos educadores de sus alumnos. Si un ser de una especie superior recibiera algún día nuestra educación,
veríamos entonces lo que el hombre pudiera llegar a ser. Pero como la educación, en parte, enseña algo al
hombre y, en parte, lo educa también, no se puede saber hasta dónde llegan sus disposiciones naturales.
[…]
La educación es un arte, cuya práctica ha de ser perfeccionada por muchas generaciones. Cada
generación, provista de los conocimientos de las anteriores, puede realizar constantemente una educación
que desenvuelva de un modo proporcional y conforme a un fin, todas las disposiciones naturales del

7
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

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Bloque I. Tema 3: Los principios deontológicos de la intervención socioeducativa

hombre, y conducir así toda la especie humana a su destino. La Providencia ha querido que el hombre deba
sacar el bien de sí mismo y le habló, por decirlo así: «¡Entra en el mundo!; yo te he provisto de todas las
disposiciones para el bien. A ti toca desenvolverlas, y, por tanto, depende de ti mismo tu propia dicha y
desgracia». […]
El hombre puede considerar como los dos descubrimientos más difíciles: el arte del gobierno y el de la
educación y, sin embargo, se discute aún sobre estas ideas. […]
Toda educación es un arte, porque las disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por sí mismas.
-La Naturaleza no le ha dado para ello ningún instinto. -Tanto el origen como el proceso de este arte es: o
bien mecánico, sin plan, sujeto a las circunstancias dadas, o razonado. El arte de la educación, se origina
mecánicamente en las ocasiones variables donde aprendemos si algo es útil o perjudicial al hombre. Todo
arte de la educación que procede sólo mecánicamente, ha de contener faltas y errores, por no carecer de
plan en que fundarse. El arte de la educación o pedagogía, necesita ser razonado, si ha de desarrollar la
naturaleza humana para que pueda alcanzar su destino. Los padres ya educados son ejemplos, conforme a
los cuales se educan sus hijos, tomándolos por modelo. Si éstos han de llegar a ser mejores, preciso es que
la Pedagogía sea una disciplina; si no, nada hay que esperar de ellos, y los mal educados, educarán mal a
los demás. En el arte de la educación se ha de cambiar lo mecánico en ciencia: de otro modo, jamás sería
un esfuerzo coherente, y una generación derribaría lo que otra hubiera construido.
Un principio del arte de la educación, que en particular debían tener presente los hombres que hacen sus
planes es que no se debe educar los niños conforme al presente, sino conforme a un estado mejor, posible
en lo futuro, de la especie humana; es decir, conforme a la idea de humanidad y de su completo destino.
Este principio es de la mayor importancia. […]
Por la educación, el hombre ha de ser, pues:
a) Disciplinado. Disciplinar es tratar de impedir que la animalidad se extienda a la humanidad, tanto en el
hombre individual, como en el hombre social. Así, pues, la disciplina es meramente la sumisión de la
barbarie.
b) Cultivado. La cultura comprende la instrucción y la enseñanza. Proporciona la habilidad, que es la
posesión de una facultad por la cual se alcanzan todos los fines propuestos. Por tanto, no determina ningún
fin, sino que lo deja a merced de las circunstancias.
Algunas habilidades son buenas en todos los casos; por ejemplo, el leer y escribir; otras no lo son más que
para algunos fines, por ejemplo, la música. La habilidad es, en cierto modo, infinita por la multitud de los
fines.
c) Es preciso atender a que el hombre sea también prudente, a que se adapte a la sociedad humana para
que sea querido y tenga influencia. Aquí corresponde una especie de enseñanza que se llama la civilidad.
Exige ésta buenas maneras, amabilidad y una cierta prudencia, mediante las cuales pueda servirse de
todos los hombres para sus fines. Se rige por el gusto variable de cada época. Así, agradaban aún hace
pocos años las ceremonias en el trato social.
d) Hay que atender a la moralización. El hombre no sólo debe ser hábil para todos los fines, sino que ha de
tener también un criterio con arreglo al cual sólo escoja los buenos. Estos buenos fines son los que
necesariamente aprueba cada uno y que al mismo tiempo pueden ser fines para todos.
Al hombre se le puede adiestrar, amaestrar, instruir mecánicamente o realmente ilustrarle. Se adiestra a los
caballos, a los perros, y también se puede adiestrar a los hombres.
Sin embargo, no basta con el adiestramiento; lo que importa, sobre todo, es que el niño aprenda a pensar.
Que obre por principios, de los cuales se origina toda acción. Se ve, pues, lo mucho que se necesita hacer
en una verdadera educación. […]
La educación comprende: los cuidados y la formación. Ésta es: a) negativa, o sea la disciplina, que
meramente impide las faltas; b) positiva, o sea la instrucción y la dirección; perteneciendo en esto a la
cultura. La dirección es la guía en la práctica de lo que, se ha aprendido. De ahí nace la diferencia entre el
instructor (Informator), que es simplemente un profesor, y el ayo (Hofmeister), que es un director. Aquél
educa sólo para la escuela; éste, para la vida.
Kant, Emmanuel: Sobre pedagogía, composición y traducción de Lorenzo Luzuriaga. Alicante, Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes, 1999, Alicante, Edición digital basada en la edición de Madrid, Daniel Jorro,
1911 http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?portal=0&Ref=2066

p. 115
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

La diversidad educativa
© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


Con este tema, planteamos algunos parámetros importantes de la intervención
educativa. Algunos conceptos como la atención a la diversidad, la integración y las
necesidades educativas especiales son aportaciones especialmente relevantes de la
educación contemporánea. Completamos el tema con un apartado sobre los
sistemas no habituales de comunicación humana (sistemas de comunicación para
personas con necesidades especiales) y el dibujo orientado a la comunicación,
especialmente indicado para personas con pocas habilidades para el dibujo.
2. Objetivos del tema
 Identificar las posibilidades de intervención del educador social en contextos
educativos formales.
 Analizar el problema de la diversidad y establecer las respuestas educativas más
adecuadas a la integración.
 Comprender el concepto de las necesidades educativas especiales y sus
implicaciones educativas.
 Conocer los principales sistemas no habituales de comunicación humana.
 Realizar dibujos orientados a la comunicación.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

p. 116
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Comentario
El educador social interviene tanto en contextos formales como no formales. En cualquier
situación, la integración de la diversidad y la atención a las necesidades educativa especiales son
dimensiones importantes del trabajo. En esta atención, el dibujo es una herramienta muy útil y
llega a convertirse a un lenguaje, como otros sistemas no habituales de comunicación humana.

En un lugar de la Mancha...

EL EDUCADOR SOCIAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO FORMAL1


Sabida es la diversidad de ámbitos existente donde el Educador Social puede
desarrollar sus funciones en la actualidad, y uno de ellos, especialmente importante,
es el de la Educación Formal. En estos momentos, el mundo educativo está
demandando, cada vez con más insistencia, la incorporación a los Centros,
especialmente de Enseñanza Secundaria, de un profesional de la Educación Social.
Esta demanda viene avalada por la realidad educativa actual, derivada
fundamentalmente del fenómeno emergente de la interculturalidad en las aulas,
como consecuencia de los fenómenos migratorios.
Inmersos en esta realidad de una sociedad multicultural, los Centros educativos se
encuentran con la necesidad de abordar situaciones hasta no hace mucho
desconocidas, y con la puesta en práctica de procesos educativos distintos a los
tradicionales, producidos en las aulas monoculturales, a las que hasta hace pocos
años estábamos acostumbrados. En estas últimas, existía una continuidad entre el
proceso de socialización que tenía lugar en el seno de la familia y el producido en el
sistema educativo. Por el contrario, en las actuales aulas multiculturales aparecen
contradicciones entre ambos, porque los alumnos proceden de culturas diferentes.
Desde esta realidad, las instituciones educativas han tratado de regular su vida
cotidiana como espacios de aprendizaje, donde la diferencia se presente como una
herramienta educativa valiosa, en el contexto de una normativa participativa e
integradora de derechos y deberes de cada uno. Pero con los recursos disponibles
hasta ahora, no es suficiente. El reto del sistema educativo consiste en la actualidad,
en construir una sociedad intercultural en el marco de procesos que apoyen
decididamente estas nuevas realidades, con el aporte indispensable de nuevas
figuras profesionales que contribuyan a ello: los Educadores Sociales.
Con independencia de la puesta en marcha de una serie de Programas dirigidos a
impulsar un correcto desarrollo de la convivencia en los Centros educativos:
Proyecto “Atlántida” (1996), o “Convivir es vivir” (1997), el sistema educativo formal

1
Una contribución del profesor Jesús Cabreizo Diago.

p. 117
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

demanda en la actualidad nuevas estructuras y nuevos profesionales que permitan


dar respuesta de forma real al principio de “atención a la diversidad”, abordando la
convivencia como una “cuestión de centro”.
Esta respuesta global debe asumir, que la cuestión de la convivencia intercultural va
más allá de la resolución de problemas concretos o de conflictos esporádicos por
parte de las personas directamente implicadas en ellos, ya que el aprendizaje de la
convivencia, y el desarrollo de relaciones interpersonales de colaboración, se
colocan en el centro del currículum y de la estructura organizativa del centro.
En este contexto, la figura del Educador Social se muestra indispensable para
colaborar con el profesorado de los Centros educativos en la gestión de aspectos,
que de otro modo quedarán sin abordar, tales como:
■ Mediación en el aula
■ Prevención de conflictos
■ Prevención y resolución de conductas violentas
■ Participación del alumnado
■ Desarrollo de valores de tolerancia y diálogo
■ Fomento de actuaciones que favorezcan la aceptación del otro
■ Fomento de la comprensión y respeto de la diferencia
■ Actuaciones educativas con grupo-clase
■ Actuaciones educativas individualizadas
■ Contacto con familias
■ Absentismo...........
Todas las actuaciones de carácter educativo y formativo que puede desarrollar el
Educador Social en cada uno de esos aspectos, aportan posibilidades de mejora
para que los Centros educativos se conviertan en espacios de interacciones
interculturales que favorezcan el conocimiento y convivencia en armonía de culturas
diferentes.
Para ello, además de tener una preparación técnica adecuada, el Educador Social
que desarrolle su actividad profesional en el sistema educativo, deberá estar
formado en competencias relacionadas con: capacidad de iniciativa,
interculturalidad, capacidad organizativa, dinamismo, así como adaptación a nuevos
entornos y realidades educativas. Y todo ello, teniendo en cuenta que su trabajo
deberá realizarse de forma coordinada con otras instancias del Centro: Jefatura de
Estudios, y sobre todo Departamento de Orientación, que es donde se situará,
administrativamente hablando.
Para conocer más sobre las posibilidades que ofrece el sistema educativo
formal al Educador Social, pueden consultarse las siguientes direcciones de Internet:
http://www.eduso.net/
http://www.educacion-social.com/
http://www.hacesfalta.org
http://www.educaweb.com
http://www.laboris.net/Static/ca_profesion_educador-social.aspx
http://comunidad.ofertaformativa.com/foros/forums/forum-view.asp
http://www.sappiens.com/web_cast/comunidades/educasocial/
http://usuarios.lycos.es/marccioni/
http://es.careers.yahoo.com/perfiles_sociales_diplo_educacionsocial/

p. 118
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Le molió como cibera...

LA HABILIDAD DE INTEGRAR A LA DIVERSIDAD2


Aristóteles atribuía las diferencias humanas a la experiencia. Su símil de la tablilla de
cera supone un peso esencial en la experiencia como agente de formación de la
personalidad. Somos pues diferentes porque nuestras experiencias son diferentes.
Si éstas fuesen similares, nos pareceríamos en gran medida. En otro entorno, el
pueblo espartano no se paraba a justificar la diversidad: los hijos menos fuertes eran
directamente eliminados (Echegoyen, 1995). La diversidad es desde siempre tarea
de reflexión y objeto de tratamiento.
Podemos afirmar sin lugar a error que el ser humano, tanto por nuestra constitución
como por nuestro desarrollo, somos el animal que ofrece más diversidad en su
especie. Por nuestra constitución porque somos el ser vivo que nace más inacabado
y desamparado, y por lo tanto el más sensible al ambiente y el más vulnerable; por
nuestro desarrollo, tanto individual (biografía) como colectivo (historia), porque
somos sumamente sensibles al medio y, a las diferencias congénitas o innatas se
suma, como en ninguna otra especie animal, el efecto de la diversidad contextual
que constituye en cada momento y lugar un molde significativamente exclusivo y
característico que nos hace decisivamente diversos.
Por todo ello, a las diferencias raciales o físicas que externamente presentamos y
que tienen también su repercusión en la acción educativa, debemos añadir con
notorio relieve las diferencias personales – individuales o grupales – que
manifestamos aunque de modo menos exteriorizado.
1. ¿Qué es la integración?
La integración es uno de los avances más importantes en educación del siglo XX. El
diccionario de la Real Academia Española define integrar como constituir un todo.
Integrar es por tanto ayudar a que todas las personas formemos parte del conjunto.
La capacidad de integrar la diversidad y de darle la respuesta pertinente es una
competencia básica de un educador (Perrenoud, 2004). No hay verdadera
integración si no hay una visión global de la realidad de las personas. La integración
no puede ser una simple yuxtaposición de personas sino que es una estrategia
participativa, intencional y de búsqueda de la armonía en un grupo de personas, con
diferencias y similitudes; posiblemente con más similitudes de las que se perciben a
simple vista.
Veamos con detalle esta definición:
• una estrategia: la integración es un medio para conseguir la equiparación de las
personas y su calidad de vida. No es un fin en sí mismo ni se termina en sí
mismo.
• participativa: debe implicar a los participantes y hacerlos agentes activos del
proceso.
2
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

p. 119
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

• intencional: tiene una finalidad y la realizamos con el fin de que mejorar la vida de
las personas.
• de búsqueda de la armonía: la armonía manifiesta para nosotros la convivencia y
el clima de desarrollo personal.
• en un grupo de personas: la integración siempre respecto y en el marco de una
comunidad, tanto si consideramos el contexto educativo como el entorno social.
• con diferencias y similitudes: es conveniente recalcar que siempre hay similitudes
y diferencias.
• posiblemente con más similitudes de las que se perciben a simple vista: ése es
un efecto de nuestra percepción selectiva. Es más fácil recordar una diferencia
que mil similitudes.
Ello conlleva a nuestro entender 4 ejes de trabajo esenciales:
 Una nueva filosofía de la intervención educativa
 Una integración activa
 (Re)descubrir lo común como punto de partida
 La experiencia como formación
2. Un cambio de creencias: una nueva filosofía de la intervención educativa
La intervención educativa, como el resto de las actividades humanas, tiene una
filosofía, es decir, una forma de ser entendida. Evidentemente, puede entenderse de
muchas formas y desde muchas perspectivas. Algunas formas de concebirla
favorecen la integración mejor que otras. Veamos cuáles a nuestro entender:
 Cohabitación versus integración: la simple convivencia no asegura la
integración. Por ello, debemos distinguir cohabitación (compartir un espacio) e
integración, que debe suponer algo más (más comunicación, más interacción,
más participación).
 La afectividad: debemos cuidar especialmente la afectividad y las estructuras
que se construyen a su alrededor como el autoconcepto, los afectos, las
emociones, etc. No hay verdadera educación sin afectividad.
 Participación: las personas tienen que poder participar en la medida de sus
posibilidades. Ello supone comprender que cada cual tiene una posibilidades y
unas funciones dentro del todo que formamos entre todos/as.
 Comprensión: el principio de comprensión (o comprehensión) se refiere a la
necesidad de enseñar lo más máximo a la mayor parte de las personas. Se
recoge con ello la necesidad de mantener las máximas expectativas sobre el
mayor número de personas.
 Habilidad social: dentro del marco relacional que desarrollamos, debemos
estimular que los participantes aprendan a relacionarse con el máximo número
de personas, incluyendo para ello el conocimiento de la diversidad y de las
formas más apropiadas de relación con ellas.
 Formas de trabajo compartido: debemos estimular las formas de trabajo
compartido, es decir, favorecer la interacción, la comunicación, la convivencia y
el intercambio.

p. 120
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

 Cooperación: una forma de trabajo compartido de especial interés es la


cooperación, que conlleva fines comunes y una participación compartida de las
tareas. En la cooperación, el éxito personal es un logro del grupo.
 Apoyo mutuo: debemos fomentar que se produzcan ayudas entre los propios
participantes para lograr un intercambio horizontal. Los propios participantes se
vuelven agentes activos del desarrollo de los demás participantes.
3. Lo que debemos hacer: una integración activa
Para resaltar el papel intencional y participativo, hablamos de integración activa. Es
activa porque se organiza y se dinamiza, busca a ser efectiva, no es un simple acto
de yuxtaposición de personas. Veamos en qué se materializa esta afirmación:
 Conocimiento mutuo: es necesario favorecer el conocimiento entre los
participantes. Para ello, podemos utilizar dinámicas de grupos específicas pero
también pautas de trabajo y convivencia orientadas al desarrollo de la confianza
recíproca y responsable en las demás personas.
 Estímulo de la integración: la integración es un efecto pero es ante todo una
meta. Debe estar presente en nuestra forma de desarrollar la intervención. No
podemos favorecer estrategias competitivas de desarrollo personal y pensar en
que repentinamente y por arte de magia nos vamos a preocupar por el conjunto y
por nuestros vecinos/as.
 Espacio afectivo compartido: el desarrollo de la empatía (nuestra capacidad
por ponernos en el lugar de la otra persona) pasa por propiciar la génesis de un
espacio afectivo compartido, es decir, que seamos capaces de compartir con los
demás nuestras emociones y sentimientos. Evidentemente, no lo hacemos con
todas las personas ni en el mismo grado y debemos combinar diversos ejes de
trabajo que estarán en consonancia con las características y circunstancias de
los usuarios o participantes:
o La comunicación, equilibrada y efectiva.
o La simulación, vivenciando y situándonos en el papel de los otros/as.
o La reflexión, propiciando momentos de recogimiento y análisis personal
y compartido.
 Convencimiento del educador/a: el primero que debe estar convencido del
valor de la integración es el propio educador/a. Difícilmente transmitirá su valor si
no lo cree firmemente. En ese sentido, el conocimiento y la formación son
necesarios pero no suficientes. Siempre, como sustrato de toda forma de
intervención, la propia convicción de que los que hacemos es lo mejor que
podemos hacer.
 Formación inicial y continua: desde un punto de vista institucional, es
necesario recalcar la necesidad de fomentar la inserción de componentes
formativos de los educadores orientados a la capacitación para la integración,
tanto en su inicio como en posteriores actualizaciones. Sería inteligente que esta
formación se basase en:
o La confianza en las propias posibilidades.
o Las expectativas razonables de lo que se puede conseguir.
o El optimismo pedagógico fundamentado.

p. 121
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

 Desarrollo de habilidades y destrezas profesionales: debemos preocuparnos


por desarrollar en nosotros mismos las habilidades y destrezas que
consideremos favorables a la integración. Nosotros mismos somos los mejores
evaluadores de nuestras necesidades formativas y debemos ayudar a nuestro
propio desarrollo.
 Dotar de recursos para la integración: cuando diseñamos proyectos o
programas, debemos considerar los recursos necesarios y las estrategias
pertinentes para poder favorecer la integración. En ese sentido, se debe
considerar como una variable esencial, aunque sea como hipótesis, el
establecimiento de la población diana, es decir, del público al que nos dirigimos.
El conocimiento del público participante en situaciones análogas o programas
anteriores nos será de gran utilidad.
 Plantear un cambio explícito de la filosofía y del estilo del proceso de
enseñanza y aprendizaje: no podemos esperar que los cambios se produzcan
sin más. Por el contrario, es importante plantear de forma explícita los principios
que sostienen nuestra forma de intervenir y su filosofía, y ello planteará
consecuentemente una nueva forma de entender nuestro estilo de desarrollo del
proceso de enseñanza-aprendizaje.
 Solicitar un esfuerzo para la construcción conjunta y compartida del
aprendizaje: el aprendizaje no es sólo ni siempre una construcción individual
sino conjunta y compartida. Son muchas las experiencias que nos orientan en
ese sentido, algunas de ellas se vienen incluyendo bajo la denominación
genérica de construccionismo social. Desde luego, el conocimiento construido en
grupo, como lo es habitualmente en las intervenciones educativas más
frecuentes, es una construcción social del conocimiento. Esta dimensión debe
ser solicitada explícitamente a los participantes. No ponemos esperar que lo
hagan espontáneamente.
 Expresar objetivos de cooperación, apoyo mutuo y coevaluación: del mismo
modo, debemos expresar nuestro deseo de que se produzca cooperación, apoyo
mutuo y coevaluación entre los participantes. Pero sólo se dará con mayor
probabilidad si establecemos las estrategias adecuadas para ello.
4. ¿Cómo debo hacerlo?
Planteamos un modo dual de proceder tomando lo común como base para asentar
las relaciones y potenciando la experiencia como factor formativo.
4.1. (Re)descubrir lo común como punto de partida
Incluso con las personas más diferentes, podemos afirmar sin duda que s más lo
que tenemos en común que lo que nos diferencia. Sin dudas, es más lo que nos une
que lo que nos separa, pero siempre son más llamativas las diferencias. Desde el
punto de vista cognitivo, es más fácil detectar y expresar las diferencias entre dos
objetos similares que las muchas similitudes que tienen. Reproducimos ese mismo
hecho en el conocimiento de las personas. Puede ayudarnos a desarrollar una
mayor empatía y (re)descubrir lo que tenemos de común con los demás:
 Descubrir lo común: realizar actividades para descubrir las características
comunes que compartimos con los demás. En cualquier dimensión (gustos,
preferencias, hábitos, conocimientos, experiencias, etc.), podemos encontrar
coincidencias con las demás personas.

p. 122
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

 Valorar lo oculto: desarrollar actitudes de respeto por aquello que no


conocemos de las demás personas. Siempre es necesario ayudar a mantener un
espacio de intimidad personal y privada. En todo caso, se comparten los
espacios afectivos por deseo propio, nunca por imposición.
 La diferencia como riqueza: las diferencias entre seres humanos no pueden
traducirse en modo alguno como problemas sino que, antes bien, deben
asumirse como riqueza en el conocimiento y en las posibilidades de desarrollo
personal. Evidentemente, cada marco sociopolítico marca sus pautas y sus
valores de convivencia y respeto y creemos que es lícito preservar los nuestros y
favorecerlos en nuestro contexto.
 Conocer y aceptar: no es suficiente con conocer a las personas, a sus países o
a su historia. Es necesario apreciar y aceptar esos modos de ser, sus culturas y
sus orígenes. Difícilmente es útil un conocimiento que no conlleva la aceptación
del otro y se convierte en un deseo de cambios o transformación. En todo caso,
aceptar no es asimilar ni convertir. La integración no conlleva la asimilación ni la
conversión del otro.
4.2. La experiencia como formación:
Tenemos una tradición pedagógica muy basada en la actividad. Fruto del verbalismo
exagerado que basaba la formación esencialmente en el conocimiento verbalizado,
se produce una reacción por la recuperación del protagonismo del que aprende
como actor real de su propia formación. Ello ha conllevado implícitamente, y sin que
se desease en un principio, en una pérdida de valoración de la propia experiencia
como fuente fundamental de conocimiento y formación. Debemos recuperar el valor
formativo de la experiencia. Para ello, destacaríamos algunos beneficios de cara a la
integración:
 Construcción del conocimiento experiencial: el conocimiento experiencial de
las demás personas se basa en provocar ocasiones de contacto, intercambio y
vivencia a la vez que debemos ayudar a tomar conciencia de ellas, identificarlas,
descubrirlas y verbalizarlas.
 Búsqueda heterónoma de las vivencias: las vivencias son construcciones
personales e intransferibles pero se construyen también en grupo. Las dinámicas
de grupos favorecen esa búsqueda de vivencias que denominamos heterónomas
porque se producen en contacto con las demás personas.
 Favorecer el conocimiento vivenciado del otro/a: cuando compartimos
momentos de fiesta, paseos de descanso o conversaciones informales también
favorecemos el conocimiento de las demás personas. Esa experiencia es una
forma conocimiento basado en la vivencia personal compartida.
 Situarnos como sujetos potenciales de esa situación: las estrategias para el
desarrollo de la empatía pretenden ayudarnos a percibir la realidad cuando nos
situamos en el lugar de la otra persona. Nos situamos en su situación para
vernos en su piel y vivir con ellos sus emociones.
 Simulación: Entendemos por simulación la estrategia que permite situarnos en
situaciones en las que debemos asumir papeles de otras personas y realidades.
Ello nos permite vivenciar las situaciones desde otras perspectivas cuando
actuamos pero también nos permite analizar las escenas, cuando las

p. 123
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

observamos, y producir retroalimentación sobre las mismas y percibir hecho o


emociones que no logramos actuando.
5. Cambiar el discurso: lo diferente es lo normal
Si definimos la norma estadística como aquel dato o elemento que se repite con
mayor frecuencia, admitiremos sin problema que lo diferente es lo normal3. Sin
embargo, hacemos de lo normal el problema. Nos cuesta atender las diferencias
entre nuestros usuarios/as y las diferencias son fuentes de discriminaciones y
marginaciones.
No cabe una acción educativa segregadora o marginadora. No hay lugar para una
educación que no defienda los derechos humanos y el desarrollo de las personas
como bien supremo. Sólo la integración nos permite situar la intervención educativa,
tanto formal como no formal, en el plano ético y social que le corresponde.
6. Reflexiones finales: Pygmalion en la escuela
No queremos terminar este epígrafe sin una reflexión sobre la importancia de la
actitud del educador frente a las personas en el contexto educativo. Para ello,
permítasenos acudir a una investigación antigua pero famosa: Pygmalion en la
escuela.
Pygmalion (como Edipo o Electra) es uno de esos mitos griegos que dieron nombre
a un descubrimiento o a un modelo científico. Pygmalion era un escultor que había
hecho una estatua tan hermosa, que se había enamorado de ella. Era tal su
fascinación por la bella Galatea – que así se llamaba la efigie – que la trataba como
si tuviese vida, acabando por considerarla a todos los efectos como una persona.
Era tal esta creencia que los dioses se apiadaron de él y le dieron finalmente vida a
su amada. Este mito sugirió al sociólogo Merton en 1948 la idea de denominar con el
nombre de Pygmalion al fenómeno de las profecías que se cumplen por sí mismas
del mismo modo que los sentimientos de este buen hombre hicieron que su amada
de piedra cobrase vida.
En el ámbito escolar fueron Rosenthal y Jacobson (1968) que dieron a conocer el
mito con una obra cuyo título así lo indicaba (Pygmalion in the classroom...).
Aplicaron a principios de curso un test a unas clases y les comunicaron a sus
profesores que uno de los grupos iba a tener claras mejorías porque tenían mayores
capacidades que los demás. Cual no sería su sorpresa, cuando al final del curso, el
grupo que había sido evaluado por encima de su capacidad real obtuvo mejores
resultados en la prueba aplicada4. Aquellos resultados dieron mucho que hablar y
siguen citándose hoy en día como demostración del principio de la profecía
autocumplida. Lo más curioso del hecho es que un año después, volvieron a pasar
aquellos alumnos/as y las diferencias en los resultados de los tests mantenían las
diferencias significativas a favor de aquellos sobre los que se había creado mejores
expectativas. Los autores dedujeron que se demostraba el cumplimiento de las
mismas. Para ellos, el hecho de haber hecho creer a los profesores/as que aquellos
alumnos/as tenían más capacidades provocó de facto que tuviesen mejores
resultados.
Esta investigación y sus resultados han sido repetidos en numerosas ocasiones con
resultados contradictorios. Es muy difícil controlar todas las variables que inciden

3
Utilizamos aquí normal como los más habitual o frecuente.
4
Se utilizó el Flanagan, un conocido test de la época con el que se diagnosticaba el cociente intelectual.

p. 124
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

sobre una situación como la descrita. Pero al margen la exactitud de aquellos


hechos, lo cierto es que las expectativas que tenemos sobre las personas influyen
sobre ellos/as del mismo modo que las suyas influyen sobre nosotros/as.
Ejemplos paradigmáticos

Un buen ejemplo de integración es el de un alumno invidente que, además de poder


acceder a sus materiales en braille, disponer de recursos adaptados
tridimensionales, contar con actividades alternativas cuando se basan esencialmente
en la vista, etc., cuenta con el apoyo de sus compañeros/as para desplazarse y
realizar las tareas y han adaptado el espacio por el que tiene que desplazarse con el
fin de que tenga referencia al tacto de sus pies y no haya trampas para su bastón.
Ejemplos perversos

Siempre que la integración nos lleva a situar a las personas sin realmente desarrollar
relaciones con el entorno, se producen situaciones de marginación encubierta. Por
ejemplo, si el anterior alumno sigue sus tareas al margen del resto mientras el grupo
tiene su programa propio, no dando ocasión a que se realicen tareas comunes, se
interactúe y se desarrollen estrategias de trabajo compartido o de apoyo mutuo
tendentes a crear lazos y conocimiento recíproco, estaríamos creando una situación
de yuxtaposición sin valor integrador real.

Referencias bibliográficas
ECHEGOYEN OLLETA, J. (1995) Historia de la filosofía (Tomo 1) Madrid: Editorial
Edinumen.
PERRENOUD, P. (2004) Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Graó.
ROSENTHAL, R. Y JACOBSON, L. (1968) Pygmalion in the classroom. Teacher
expectations and pupil's intellectual development. New York: Holt, Rinehart y Winston.

Armado caballero...

LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES5


Se cita por primera vez la denominación Necesidades Educativas Especiales en el
Informe de Mary Warnock (1978) en el que se planteaban propuestas para la
integración escolar y social de las personas discapacitadas que inspiran la Ley de
Educación promulgada en Gran Bretaña en 1981. El propósito primordial de esta
propuesta era proponer la eliminación de los estereotipos sociales que se basaban
en las etiquetas asignadas a personas o grupos de personas en relación a
clasificaciones realizadas a partir de modelos psicométricos. De esos modelos
rechazados proceden algunas nomenclaturas como subnormalidad, imbecilidad o
debilidad mental. Estas denominaciones, además de utilizarse como etiquetas
marginadoras de las personas, resultan de muy poca utilidad a la hora de intentar
atender o intervenir desde el punto de vista educativo, habida cuenta que no
5
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

p. 125
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

proporcionan la información relevante para la intervención ni tampoco una


aproximación de interés para poder obtenerla. Algunos informes posteriores
contribuyeron a ampliar el concepto y las implicaciones de las Necesidades
Educativas Especiales desde una perspectiva de atención a la diversidad del
alumnado.
Este concepto, que estaba básicamente ligado al entorno escolar, nos interesa en
gran medida desde la perspectiva de la Educación Social ya que, además de ser
objeto de programas y líneas específicas de intervención, es un reto en cualquier
programa o intervención de carácter general o transversal. Ello supone la posibilidad
de que haya proyectos específicos orientados a la formación, integración y
promoción de las personas con Necesidades Educativas Especiales así como el
destacado interés de considerar la integración de estas personas en nuestra
actuaciones de carácter general o transversal, por ejemplo, un programa dirigido a
mujeres, una actuación orientada al desarrollo rural o una casa de acogida de
personas inmigrantes. Por ejemplo, SINPROMI (Sociedad Insular para la Promoción
del Minusválido6) es una entidad perteneciente al Cabildo Insular de Tenerife que
tiene la finalidad central de integrar social y laboralmente y mejorar la calidad de vida
de las personas con discapacidad en la isla de Tenerife. Éste es un ejemplo de
programa o intervención específicamente orientados a las personas con
discapacidad y en la que deben jugar un papel importante educadores no escolares
como los educadores sociales. Sin embargo, una asociación, ya citada con
anterioridad, como La Rueca7, que se dedica con carácter general a las personas
inmigrantes, la juventud y el empleo, deberá también considerar las Necesidades
Educativas Especiales o entraría en la contradicción de mantener al margen a
ciertos colectivos cuando su finalidad es especialmente la integración.
1. ¿Qué es una Necesidad Educativa Especial?
La Necesidad Educativa Especial es un concepto eminentemente educativo. Es una
forma de decir que no nos importa si una persona es así o asá, si tiene o no este
rasgo o aquel otro, si es de una forma o de otra. Lo que nos importa es básicamente
qué necesita para educarse, qué precisa para formarse, qué podemos hacer para
ayudarle a desarrollarse. Es poner el énfasis en las potencialidades antes que en las
limitaciones, es buscar referencias en las posibilidades antes que en las carencias. A
partir de lo que hemos definido en otra obra (Ricoy y Feliz, 2002a), podemos decir
que una persona con Necesidades Educativas Especiales es aquella que precisa
una ayuda específica diferente a la de sus compañeros/as coetáneos/as. Ello
significa que las necesidades son esencialmente próximas (no tiene sentido
comparar las necesidades de personas de épocas o de lugares distantes en sus
características) y son de personas de edades similares (tampoco tiene sentido
comparar las necesidades de personas de edades muy distantes).
Debemos observar que las necesidades pueden manifestarse en el aprendizaje
tanto por exceso como por defecto. Normalmente, pensamos sobre todo en la
segunda vertiente pero está claro que las personas que destacan por tener
habilidades extremas requieren de medidas de atención pedagógica y servicios
específicos con vistas a conseguir las metas educativas que plantean. Asimismo,
debe considerarse que las Necesidades Educativas Especiales pueden darse de
forma temporal o de forma permanente. No todas las necesidades son permanentes.

6
www.sinpromi.es
7
www.larueca.info

p. 126
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Un accidente o una enfermedad pueden provocar necesidades de atención


específicas que desaparecerán cuando se recupere del accidente o se supere la
enfermedad. Todo ello implica un gran reto para las instituciones educativas, la
familia y sociedad en la pretensión de normalizar e integrar a las personas
diferentes.
Las ayudas que se precisen pueden ser muy diversas y se plantean en tres niveles
de intervención:
1.1. Medios de acceso:
En efecto, en ocasiones, por sus características, las personas precisan adaptaciones
en las instalaciones, equipamiento, recursos, técnicas o lenguajes. Veamos unos
ejemplos: una silla de ruedas no puede subir escaleras, el bastón de una persona
ciega queda atrapado en las rejillas de un desagüe, un vídeo no tiene voz para una
persona sorda y una persona con lesión cerebral puede tener que utilizar un licornio
sujeto a su cabeza para poder escribir en un ordenador.
Estas adaptaciones se denominan de acceso porque posibilitan que la persona
acceda física, tecnológica o comunicativamente a los medios de formación. Este
acceso es físico cuando se trata del propio acceso al lugar de formación pero hay
otros aspectos como los que se citan que también posibilitan el acceso como la
adaptación de los recursos u otros lenguajes o formas de comunicación.
1.2. Un plan de formación específico o adaptado:
El plan o la propuesta de formación suele diseñarse para un grupo de personas. Ello
ayuda a racionalizar el esfuerzo y los recursos. Siempre que podemos, los
educadores/as programamos la formación para un grupo de personas aunque
debamos siempre considerar en la medida de lo posible las características
personales y las necesarias adaptaciones a los diversos participantes. Estas
adaptaciones, que reciben el nombre de adaptación curricular en los contextos
formativos formales (escuelas, institutos, centros de formación profesional y
universidades), son muy importantes en nuestra previsión de trabajo y pueden ser
muy diversas en grados, en extensión, en contenidos y en recursos:
 Las adaptaciones son variables en grados porque pueden suponer una mayor
o menor diferenciación respecto del programa de formación general. Por
ejemplo, toda la parte de dibujo y de pintura debería ser seriamente revisada
en un taller si tenemos una persona invidente.
 Son variables en extensión, porque pueden referirse a ciertas fases o tiempos
pero no ser permanentes. Por ejemplo, un niño sordo requiere adaptaciones
cuando la voz o el sonido sean esenciales en la actividad pero no tendría
ningún problema en las mencionadas actividades de dibujo y pintura.
 En cuanto a los contenidos, pueden variar mucho en cuanto pueden suponer
la omisión, la adaptación o el cambio de los mismos. Debemos omitir, por
ejemplo, procedimientos psicomotores en una persona que no tenga
capacidad para realizarlos o debemos adaptar un mapa y darle volumen para
que lo perciba un invidente. Un cambio sería el caso de la lengua de signos:
en lugar del habla utilizaríamos un lenguaje gestual.
 Los recursos requieren muchas veces adaptaciones. Por ejemplo, hoy en día
el ordenador es una ayuda fundamental y muy potente pata atender a esta
Necesidades Educativas Especiales. Pues bien, el sistema operativo

p. 127
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Windows (por citar al más divulgado) tiene opciones de accesibilidad que


permiten aumentar el tamaño de la pantalla (cambios de resolución de
pantalla), suplir las señales sonoras por mensajes en la pantalla (por ejemplo,
en caso de error), cambiar el efecto del movimiento del ratón sobre el puntero
(que cada centímetro que se mueve el ratón provoque más o menos
movimiento del cursor) o activar vías alternativas al uso de ratón o de la
combinación de teclas (por ejemplo, cuando combinamos Control y una letra
como Control + C para copiar)8.
1.3. Una atención especial al contexto social y clima emocional
Los aspectos socioemocionales son relevantes en general cuando se trata de
personas Necesidades Educativas Especiales aunque también pueden constituirse
en una Necesidades Educativas Especiales por sí mismos. En efecto, algunos
contextos son especialmente marginadores y favorecen estilos de vida que
mantienen a las personas marginadas afectivamente, cognitivamente,
económicamente y socialmente. En muchas ocasiones, las personas sin techo son
ejemplos de personas fruto de situaciones de marginación personal o social. Pero
hay muchas otras situaciones en que, por sus características, las personas son
objeto de marginación y requieren una atención especial al contexto social y clima
emocional.
Estos fenómenos pueden darse sobre individuos o sobre grupos o comunidades. Por
ejemplo, es posible que se margine a una persona por su aspecto físico (una cojera,
una amputación, una malformación, etc.). Pero también s posible que se marginen
grupos enteros. El caso de la etnia gitana en España (y en Europa en general) es un
ejemplo de marginación o marginalidad aún sin resolver después de más de cinco
siglos de convivencia.
Estas Necesidades Educativas Especiales pueden requerir de intervenciones
específicas, es decir, destinadas directamente a las personas o grupos afectados, o
estrategias integradas en el marco de intervenciones más generales o transversales,
orientadas, por ejemplo, a la aceptación de esos miembros en un grupo
heterogéneo. Algunas de estas situaciones son especialmente duras como en el
caso de las agresiones en las familias o en abusos afectivo-sexuales y, en ella,
pensamos que también debe jugar un papel importante de intervención el educador
social.
2. Lo que no son Necesidades Educativas Especiales
2.1. Las dificultades de aprendizaje
Las Necesidades Educativas Especiales no se deben confundir con las dificultades
de aprendizaje. Fue Samuel Kirk que introduce este concepto9 en 1962
atribuyéndola a los/as niños/as con bajo rendimiento académico. En sentido amplio,
es evidente que si una persona tiene dificultades de aprendizaje es sujeto de
Necesidades Educativas Especiales. Pero no es lo mismo: si tiene una dificultad,
tiene necesidades específicas, pero la dificultad no es la necesidad. ¿Quién necesita
tener dificultades? De hecho, existe cierta discrepancia para situarlas dentro de la
educación general o en las Necesidades Educativas Especiales. Sánchez Manzano
(1993), entiende por dificultades de aprendizaje el rendimiento académico en
materias de carácter instrumental (lectura, escritura, cálculo, etc.) de un alumno/a
8
Busca “Opciones de accesibilidad” en el Panel de Control.
9
Inglés: Learning disability.

p. 128
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

que se encuentra claramente por debajo de sus capacidades intelectuales, dentro


del ámbito escolar.
Una dificultad de aprendizaje no es una Necesidad Educativa Especial pero el sujeto
con Necesidades Educativas Especiales tiene dificultades especiales para el
aprendizaje que realizan sus coetáneos/as, de algún modo la previsión realizada
para su grupo de edad no está con su zona de desarrollo próximo (Vygostsky) o en
su potencial de aprendizaje (Feuerstein), bien por defecto, bien por exceso.
2.2. Deficiencia, Discapacidad, Minusvalía
Una Necesidad Educativa Especial tampoco es un cuadro descriptivo de la
personalidad, es decir, una dificultad visual, auditiva o motora no son en sí una
Necesidad Educativa Especial, pero la persona con dichas dificultades puede tener
una Necesidad Educativa Especial. Por tanto, una Necesidad Educativa Especial no
es una deficiencia, una discapacidad o una minusvalía. A partir de las definiciones
de la Organización Mundial de la Salud (1980), podemos establecer unas
definiciones básicas:
 Deficiencia: Una pérdida o anormalidad permanente o transitoria -
psicológica, fisiológica o anatómica - de estructura o función.
Por ejemplo, si hablamos de deficiencia auditiva, nos estaremos refiriendo a una
persona que ha sufrido una pérdida de capacidad auditiva. Es deficiente aquello
que no permite desarrollar l actividad normal.
 Discapacidad: Cualquier restricción o impedimento del funcionamiento de
una actividad, ocasionados por una deficiencia, en la forma o dentro del ámbito
considerado normal para el ser humano.
Volviendo al ejemplo anterior, si una persona tiene una deficiencia auditiva,
pierde capacidad auditiva y, por tanto, diremos que tiene una discapacidad
auditiva. Pero una discapacidad no es una deficiencia sino el resultado de la
misma.
 Minusvalía: Una incapacidad que constituye una desventaja para una
persona dada en cuanto limita o impide el cumplimiento de una función que es
normal para esa persona según la edad, el sexo y los factores sociales y
culturales. Por ejemplo, se decía que una niña con parálisis cerebral era
minusválida porque tiene una incapacidad para desplazarse o realizar ciertas
tareas. Éste es el término tradicional para referirse a la discapacidad pero
presenta evidentes connotaciones negativas al igual que el de deficiencia.
De los tres anteriores, el término en uso en la actualidad es el discapacidad, que
pone énfasis en la limitación de la actividad (moverse, leer, jugar, comer, etc.). El
término nos permite una consideración muy general y más amplia que el de
Necesidad Educativa Especial, que focaliza una dimensión educativa como indica la
denominación. Pero lo importante es que no se refieren a lo mismo: la ceguera no es
una Necesidad Educativa Especial, pero es una discapacidad. Nadie necesita ser
ciego, pero cualquier persona ciega tiene necesidades especiales en su educación.
La sordera es una discapacidad mientras el aprender la lengua de signos es una
Necesidad Educativa Especial propia de una persona con discapacidad auditiva. A
ninguna persona le hace falta ser sordo; la sordera no es una necesidad, tampoco
Necesidad Educativa Especial. El manejo de una silla de ruedas es una Necesidad
Educativa Especial para una persona que, por un accidente, por ejemplo, tiene una

p. 129
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

parálisis de los miembros inferiores (paraplejía inferior o crural10). Sin embargo, la


paraplejía no es una Necesidad Educativa Especial, porque nadie precisa tenerla.
3. Otros términos de interés
Es interesante que tengáis conocimiento de algunos otros términos que se utilizan
en estos ámbitos con mayor o menor frecuencia, especialmente en Educación, en
Psicología y en Trabajo Social:
a. Normalización:
Entendemos que la normalización supone disponer y habilitar las infraestructuras y
los recursos materiales y humanos de la forma más idónea posible para ofrecer las
mejores condiciones a las personas con Necesidades Educativas Especiales. Es en
definitiva, hacer normal la atención a estas personas.
b. Integración:
Posibilita la participación normalizada de las personas en todas las instituciones y
los procesos humanos de los que gozan los miembros de la comunidad en la que
viven. El concepto de integración educativa reconoce el derecho de todos/as los/as
ciudadanos/as a la educación (Constitución Española de 1978, art. 27 y 29). Pero
evidentemente, tiene que ampliarse a todas las facetas de la vida.
c. Sectorización
Se refiere a aquellos servicios que son necesarios para una atención individualizada
que contemple las Necesidades Educativas Especiales de las personas en su medio
natural, dotando a los mismos de los apoyos y servicios técnicos y humanos
necesarios que permitan su desarrollo.
d. Inclusión
El concepto de inclusión conlleva un modelo de educación en la que se asuma que
cada alumno/a es diferente, presenta distintos tipos de necesidades educativas y
éstas no tienen por que ser especiales, sino que son singulares y específicas de
cada ser humano. Entendemos que la escuela inclusiva promueve un único sistema
educativo para todos/as. Potencia servicios e iniciativas educativas adecuadas a las
carencias, capacidades y expectativas de todos los alumnos/as. Para ello se
establecen redes de apoyo natural que posibilita la cooperación entre todos/as los
integrantes (extendiéndolas paulatinamente al entorno social) desde un elevado
nivel de flexibilidad y comprensión en sus líneas de actuación.
4. La experiencia del 85: evaluación del programa
Nos gustaría recuperar una investigación sobre la integración de personas con
Necesidades Educativas Especiales realizada entre 1985 y 1989 por un amplio
equipo dirigido por María Jesús Aguilera en el participaban Gerardo Echeita, Álvaro
Marchesi y César Coll. La investigación combina estrategias cualitativas y
cuantitativas y ha implicado a 60 centros educativos (Aguilera, 1990). Pasamos a
resumirla, con especial atención a las conclusiones obtenidas para cada uno e los
objetivos planteados11:

10
Perteneciente o relativo al muslo. Dícese, por extensión, de las piernas.
11
El diseño de la investigación es evidentemente complejo, pero este diseño nos permite comprobar que se
llegan a las conclusiones que se buscaban en los objetivos de la investigación que se plantean como preguntas de
investigación o hipótesis.

p. 130
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

4.1. Objetivo: Estudiar como se concreta el programa de integración en la


realidad
Para este objetivo, se pretendía saber cual es la realidad de los programas de
integración, es decir, como se desarrollan en la realidad las previsiones. Se llega a
interesantes conclusiones:
 Los programas de integración deben tener presencia en el proyecto
educativo, es decir, en el plan general del centro educativo, donde se plasman las
grandes finalidades e intenciones de la comunidad educativa.
 El tipo y el grado de acuerdo sobre la integración entre el profesorado y otras
partes implicadas como las familias puede variar pero es un factor favorecedor del
buen desarrollo de los programas.
 Es importantes que haya recursos de naturaleza apropiada a las personas
integradas y diversificados para facilitar experiencias variadas.
 La experiencia previa en integración es un factor facilitador. En un centro con
experiencia previa es más fácil que cuajen nuevas experiencias de integración.
 Las actitudes y expectativas son factores importantes en el éxito de la
integración.
 Los educadores necesitan un nivel adecuado de formación sin el cual es difícil
favorecer la integración.
 El estilo de enseñanza guarda relación con la actitud y el éxito a la hora de
integrar a alumnos/as en el aula.
 Es necesario tener adaptaciones curriculares apropiadas a los sujetos
integrados, es decir, programaciones adaptadas o individualizadas, espacios y
entornos accesibles, recursos y lenguajes adecuados, etc.
 El tipo de discapacidad también influye en las posibilidades de éxito de la
integración.
4.2. Objetivo: Analizar el impacto de su aplicación sobre el medio de
aprendizaje
También se pretendía averiguar en qué medida la integración en los centros había
afectado al propio entorno de aprendizaje, especialmente sobre el resto del
alumnado:
 Una conclusión importante es que la integración no supone nunca deterioro del
medio de aprendizaje (contrariamente a lo que se teme muchas veces).
 Las expectativas del alumnado mejoran y tienden a estabilizarse (eso es lo que
llamamos normalización).
 Los estilos de enseñanza del profesorado se adaptan más cuanto más tiempo
pase el niño o niña integrada en el aula.
4.3. Objetivo: Analizar el impacto sobre los niños y niñas integradas
Respecto a los niños y niñas integradas, se llega a detectar la influencia de estos
factores:
 El estilo de enseñanza y la actitud del profesorado son factores especialmente
relevantes e incidentes sobre el éxito de la integración.
 El éxito de la experiencia depende de la modalidad de integración (había
modalidades de mayor o menor tiempo compartido con el resto de los alumnos) y
ésta condiciona el estilo de enseñanza del profesorado.

p. 131
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

 El ambiente favorable tiene unas características frecuentes como un clima de


aceptación, individualización frecuente, seguimiento del alumnado y coordinación
docente.
4.4. Objetivo: Proponer estrategias de intervención que posibiliten cada
modalidad de integración buscando los efectos más positivos
Respecto a las estrategias de intervención favorecedoras de la integración,
destacamos estas dos conclusiones:
 Por una parte, la participación efectiva en la planificación favorece la
participación y apoyo al programa. Los profesores/as que no participan del diseño
tienden a desentenderse del programa de integración.
 Cuando no hay participación en la planificación, es necesario aglutinar al
profesorado en torno a temas concretos para conseguir su apoyo.
Bibliografía citada:
AGUILERA, M. J. (1990) Evaluación del programa de integración escolar de alumnos con
deficiencias. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (1980) International Classification of
Impairments, Disabilities and Handicaps, Organización Mundial de la Salud. Ginebra.
RICOY, M.C. y FELIZ, T. (2002a) “Consideraciones previas sobre las necesidades
educativas especiales” en J. GONZÁLEZ-PÉREZ (Coord.) Necesidades educativas
especiales e intervención psicopedagógica. Madrid: Universidad de Alcalá, Tomo 1, 3-30.
RICOY, M.C. y FELIZ, T. (2002b) “Evolución histórica y aproximación actual a las
necesidades educativas especiales” en J. GONZÁLEZ-PÉREZ (Coord.) Necesidades
educativas especiales e intervención psicopedagógica. Madrid: Universidad de Alcalá, Tomo
1, 31-57.
SÁNCHEZ MANZANO, E. (1993) Psicopedagogía y Educación especial. Madrid: Editorial
Complutense.
WARNOCK, H.M. (1978) Especial Education needs. Rapport of the committee of enquiry into
the Education of handicapped children, and young people. Her Majesty’s Stationery Office
London.

Has de saber amigo Sancho...

LOS SISTEMAS NO HABITUALES DE COMUNICACIÓN HUMANA12


En toda intervención educativa podemos definir por sus papeles diferenciados
(aunque sólo sea formalmente) como polos complementarios el educador y el
educando. El primero se propone educar al segundo. Parece muy simple pero la
realidad es muy compleja. A veces los educadores no somos capaces, no sabemos
o nos equivocamos; los educandos también muestran sus resistencias a ser
educados porque no quieren, porque prefieren otras actividades o porque no
pueden. La relación educativa es una relación compleja y llena de imprevistos. Ni el
educador puede educar siempre todo lo que quiere ni el educando puede educarse

12
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

todo lo que puede. Es lo que se describía como “problemas previos de la pedagogía”


Ricardo Nassif ya en 1958 (p. 129): la educatividad y la educabilidad.
La educatividad es precisamente la capacidad del educador por educar. Nassif habla
de:
• Modo de ser propio del educador
• Aptitud para educar
• Fuerza educativa
• Capacidad para ejercer influencias
• Energía educadora
La educabilidad es la potencialidad de ser educado. Es complementaria a la
educatividad. La efectividad de la educatividad depende también de las posibilidades
de la educabilidad. Nassif la define como:
• Disposición
• Ductilidad
• Plasticidad
Sobre esta base, se han construido muchas de las posiciones frente a las
posibilidades de la educación. Estamos hablando del optimismo y del pesimismo
pedagógico. El optimismo pedagógico es la creencia de que la educación es un
sistema adecuado de intervención transformadora de la realidad y especialmente de
las personas. En su extremo, afirmaría que siempre es posible educar. El pesimismo
se sitúa en el polo opuesto. Es difícil educar o es demasiado laborioso. En su
extremo, se formularía como imposibilidad de educar.
Las claves de la educatividad y educabilidad son muy diversas. Podemos decir que
algunas son endógenas (dependen de factores internos a la persona) y otras son
exógenas (son provocadas por factores externos a la persona). Por ejemplo, un
factor endógeno de educatividad puede ser el optimismo pedagógico. Si una
educadora cree firmemente que puede provocar cambios de actitud en unas
personas mayores y hacerlas más activas está aumentando sus posibilidades de
conseguir lo que pretende. Un factor exógeno de educabilidad es una familia
motivadora que crea expectativas formativas sobre sus hijos. El hecho de que crean
en ellos y en sus posibilidades aumenta las posibilidades de que así lo hagan.
Evidentemente, ambos ejemplos han sido escogidos para poner de manifiesto que
nunca estaremos seguros de obtener el éxito. Sólo hablamos de probabilidades. Y
de eso se trata, de aumentar las potencialidades tanto de nuestra educatividad como
de la educabilidad. Esta descripción polarizada (educador / educando; educatividad /
educabilidad; optimismo / pesimismo) es un tanto artificiosa aunque no neguemos su
utilidad desde el punto de vista estratégico pedagógico, es decir, para ayudarnos a
comprender la realidad educativa y educadora en la que nos vamos a inmiscuir.
1. El potencial comunicativo
Sin embargo, estos polos también manifiestan otra dimensión sumamente
interesante: la tensión, la relación, la interacción que se produce entre ellos. Estas
dualidades antagónicas que se complementan hasta el punto de justificar la
existencia de la otra parte son siempre dialécticas: interactúan entre sí y esta
interacción les da sentido, les da vida. En educación, esta tensión inherente es la
comunicación. Cuando la comunicación falla, es difícil imaginar la educación.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Parece necesario por tanto introducir otro concepto: el potencial comunicativo.


Entendemos que la educabilidad de una persona no depende sólo de su capacidad
de aprendizaje sino que las limitaciones pueden proceder de diversas fuentes tan
limitantes o más que la misma incapacidad intelectual entre los que debemos
destacar la capacidad de comunicarse.
Hasta ahora puede que no sitúes realmente a donde queremos llegar. Dirás que
esto es una evidencia sin mayor dificultad. Una persona puede tener mayor o menor
locuacidad, ser más o menos comunicativa, tener más o menos recursos para
expresarse pero eso entra en la diversidad humana al igual que muchos otros
factores. No obstante, algunas personas presentan rasgos realmente acentuados
que marcan su forma de comunicación, tanto para recibir como para expresar
mensajes. Hasta tal punto, que necesitan sistemas de comunicación realmente
específicos. Estamos pensando en personas que no pueden oír, que no pueden leer,
que no pueden escribir. No porque no quieran o porque tengan poca habilidad;
simplemente porque non pueden: personas invidentes o con altos grados de
limitación visual, personas sordas o con grandes dificultades de percepción
auditivas; personas con inmovilidad motriz o con altas discapacidades psicomotrices.
Veamos como podemos aumentar el potencial comunicativo de estas personas.
2. Los sistemas de comunicación no vocal
Los sistemas de comunicación utilizados en estas situaciones se han denominado
sistemas de comunicación no vocal. Lecuona Naranjo (1994: 17) los define como
conjunto estructurado de códigos (verbales y no verbales), expresados a través de
canales no vocales (gestos o signos, simbólicos gráficos), necesitados o no de soporte
físico (porque el lenguaje de signos no necesita apoyo externo, mientras que hay otros
sistemas que exigen diferentes soportes externos, como tableros comunicadores,
ordenadores,...), los cuales, mediante procesos específicos de instrucción (cuyo
aprendizaje y utilización funcional requieren de un diseño concreto de enseñanza), sirven
para llevar a cabo actos de comunicación (funcional, espontánea y generalizable) por sí
solos, o en conjunción con códigos (canales) vocales, o como apoyo parcial a los
mismos.”. [Las cursivas y los paréntesis son originales]
También se alude a ellos como lenguajes alternativos en referencia a su uso como
sustitutivos de los lenguajes orales y escritos. Sin embargo, como señalamos en otra
ocasión (Feliz y Ricoy, 2002), la denominación lenguaje es inexacta y parcial puesto
que, aunque es cierto que la Lengua de Signos que utilizan las personas sordas es
un lenguaje diferente y por ello la denominamos lengua de signos, otros sistemas
incluidos no son lenguajes diferentes al nuestro sino simples variaciones de soporte
o representación gráfica. Son ejemplos el uso del ordenador con un licornio situado
en la cabeza para manejar el teclado del ordenador en casos de parálisis cerebral
(que limita mucho el movimiento psicomotriz de los dedos y manos) o el Braille, que
utilizan las personas invidentes. Ambos son sistemas de comunicación no vocal pero
no son lenguajes diferentes. Tampoco es afortunado el calificativo de alternativo
porque, en ocasiones, no suplen sino que mejoran, aumentan, refuerzan o apoyan el
lenguaje natural por ser éste defectuoso o poco perceptible.
Por otra parte, si recordamos que vocal significa “relativo a la voz”, tampoco es la
mejor denominación sistemas de comunicación no vocal ya que algunos de los
sistemas descritos a continuación se utilizan con la voz. Por tanto, lo mejor será que
retomemos nuestra propuesta de la obra antes citada (Feliz y Ricoy, op.cit.: 95) y
hablar de:

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Sistemas sustitutivos, perfectivos o aumentativos de la comunicación humana habitual


en cuanto todos ellos son creaciones artificiales del ser humano, algunos son vocales y
otros no, y se utilizan para sustituir, perfeccionar o aumentar la comunicación habitual
entre seres humanos. Para abreviar, hablaremos de sistemas no habituales de
comunicación humana.
Por la limitación del espacio, nos limitaremos a describir brevemente los diferentes
sistemas y te invitamos a que profundices en este mundo maravilloso a través de los
numerosos materiales que encontrarás en las librerías, bibliotecas, centros de
profesores, centros de recursos, centros escolares y, como no, en Internet.
2.1. La comunicación táctil: el Braille
Louis Braille (1808-1852) es el que dio nombre al sistema de escritura que utilizan
hoy las personas invidentes. En realidad, lo que hizo fue perfeccionar sistemas de
puntos en relieve que ya existían en su época y los organizó de forma didáctica tal
como los conocemos hoy. El sistema Braille está bastante unificado en todo el
mundo aunque hay pequeñas diferencias sobre todo en los signos menos comunes
o de lenguajes específicos (por ejemplo la signografía matemática o la música).
El Braille permite a los ciegos acceder a textos escritos y expresarse por escrito. En
Braille también se lee, aunque sea a través de los dedos, y se escribe, aunque sea
con un punzón o con máquinas específicas. Lo que leemos en papel debe
denominarse texto en tinta y no texto “en vista” porque el Braille también se ve y de
hecho una persona con la suficiente vista puede leerlo con los ojos. Las personas
invidentes y aquellas que tienen un umbral de visión muy reducido (en agudeza o en
campo de visión13) acceden a la lectura a través del tacto.
La base del alfabeto Braille son las primeras diez letras. Estas primeras diez letras
(a, b, c, d, e, f, g, h, i, j14) se denominan primera serie de generación y combinan sólo
4 puntos formando un cuadrado. Es por tanto muy fácil de recordar. Incluso
sostenemos que el orden en que se combinan no es aleatorio sino que buscaba una
cierta analogía con el alfabeto original con el que escribía (el francés). Como hemos
explicado en otro artículo (Feliz y Ricoy, 2001), es fácil ver una analogía entre las
combinaciones del Braille y esas primeras diez letras. La A es un punto único; las
demás son éstas de las que indicamos en gris los puntos de Braille (en blanco los
que quedan sin marcar) y con el trazo negro la letra del alfabeto latino:

Es especialmente llamativa la analogía que se puede encontrar entre la D y la zona


convexa de la letra impresa, la F y la arista superior izquierda de la letra impresa, la
G y la forma cerrada de la de la letra impresa, el ángulo interior de la H de la letra
13
La agudeza hace referencia a la necesidad de aumentar el tamaño necesario del texto (por ello se necesitan
gafas) y el campo de visión hace referencia a la amplitud de los que vemos (algunas personas ven como a través
de un tubo reducido).
14
Observa que las letras originales son las del alfabeto francés. Por ello, no está la CH española o la β alemana.
Tampoco está la Ç francesa que no es una letra independientemente en francés.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

impresa y ese mismo ángulo de la letra impresa J. Y si esas analogías son casuales
no dejan de ser bien sorprendentes porque es evidente que no se sigue un orden en
las combinaciones realizadas con los puntos. Puede observarse que:
• A es 1 punto;
• B, C, E y I son de 2 puntos;
• D, F, J y H son de 3 puntos;
• G es de 4 puntos.
Una vez que se conoce la primera serie (estas diez primeras letras) podemos formar
el resto de las letras añadiendo puntos. También se corresponden con las 10 cifras
(a = 1; b = 2, etc.). Por eso, hemos dicho que esta primera serie es fundamental a la
vez que es muy fácil aprenderla. Sin embargo, la arquitectura básica sobre la que se
organiza un signo Braille es una estructura de 6 puntos distribuidos en dos columnas
paralelas que se numeran de arriba abajo:

Estos seis puntos forman el llamado signo generador. La primera serie que hemos
visto combina sólo los cuatro puntos superiores, es decir, el 1, 2, 4 y 5. Si a la
primera serie, sumamos el punto 3 aparece la 2ª serie (letras K hasta T) y si, a la 2ª
serie, sumamos el punto 6, obtenemos la 3ª serie (letras U a Z):

La combinación de estos seis puntos generan todas las composiciones posibles, 26,
es decir, 64. Este número reducido de puntos es un logro del Braille: facilita la

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

escritura y la lectura al poder cubrir las letras directamente con la yema del dedo en
un movimiento horizontal que no precisa movimientos verticales de exploración. Por
cierto, cuando se ve leer a una persona invidente, llama la atención que sólo mueve
la mano derecha. La izquierda se mantiene al inicio de la línea y será la que le
permita regresar al punto inicial de la línea que acaba de leer para pasar a la
siguiente sin saltarse ninguna.
El Braille tiene sus propias normas de funcionamiento y, a partir de estos 64 signos,
se desarrollan todo tipo de signografía que manejamos. Por ejemplo, el signo de
número (una L invertida) delante de una letra de la primera serie las transforma en
cifras. Como ves en algunos ascensores, A es 1, E es 5 y J es 0:

Es cierto que el Braille tiene muchas limitaciones que hemos analizado en otro lugar
(Feliz Murias, 1995), pero ha supuesto y supone el acceso a la cultura y a la
comunicación escrita para una importante comunidad de personas. Si bien, la
tecnología moderna pone a su disposición nuevas vías de interés como el ordenador
y los escáneres.
2.2. La comunicación gestual
2.2.1. La lengua de signos

La Lengua de signos es el sistema de comunicación gestual que utilizan las


personas sordas. En el último cuarto de siglo XX, se ha intentado hacerla
desaparecer en beneficio de la imposición del aprendizaje de la vocalización y de la
lectura de labios15, con el tremendo esfuerzo que supone para las personas sordas.
Hoy por suerte, se ha reconducido la situación y es, sin dudas, el sistema utilizado
por la mayoría de la comunidad sorda. Contrariamente a lo que se puede creer, la
Lengua de signos tiene variantes en numerosas lenguas, por ejemplo, en España el
catalán tiene la suya. Debemos distinguir entre el alfabeto dactilológico, en la que
cada signo representa una letra, y la Lengua de signos propiamente dicha, que
expresa palabras o conceptos con un único signo.
La lengua de signos dispone de diversos mecanismos para generar significados a
partir de los trabajos de Rodríguez González (p. 102 y siguientes):
1. Signos motivados: de algún modo guardan una relación con su significado.
a. Signos icónicos quinésicos: parecen representar lo que significan p.e.:

15
La vocalización consiste en hacer hablar a las personas sordas (personas que no han oído nunca como se
habla). Produce normalmente un sonido llamativo que no es aceptado fácilmente por el entorno. La lectura de
labios consiste en comprender al hablante por los movimientos de sus labios. Resulta difícil porque para una
misma posición de labios pueden darse muchas realizaciones fonéticas.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Castaña Mujer Médico

b. Signos deícticos: se señalan o indican con el gesto p.e.:

Pasado Subir

2. Signos intermedios: de origen dactilológico, p.e.:

Sí No

3. Signos arbitrarios: no guardan o han perdido la relación que tenían con el


significado, p.e.:

Nosotros Cosas
Para la comunicación con personas sordas, es necesario mantener el contacto
visual por lo que es importante llamar su atención:

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

- tocándolo en un punto lateral entre el hombro y la cintura,


- haciendo señales manuales en su campo visual
- o haciendo señales con la luz artificial ambiente.

La lengua de signos no se limita a la forma o configuración de la mano (queirema)


sino que integra el lugar de articulación o espacio en el que se realiza el signo
(toponema), el movimiento de la mano (kinema), la dirección de este (kineprosema),
la orientación de la mano (queirotropema) y la expresión facial (prosoponema).
2.2.2. La palabra complementada
Se llama Palabra Complementada a un sistema que apoya la lectura de los labios
con la colocación de la mano en determinada posiciones para su mejor
interpretación. A diferencia de la lengua de signos que expresa significados
completos (cada signo es un significado) o del alfabeto dactilológico en el que cada
signo representa una letra, este sistema se basa en la interpretación de sílabas,
combinando para ello:
- el movimiento y posición de los labios
- la posición y colocación de la mano en el rostro (éste es el complemento al
que alude el nombre)
Para utilizar la Palabra Complementada, debemos acompañar nuestra habla de
unos signos de las manos que expresan los fonemas consonánticos según se
dispongan los dedos (Torres Monreal, 1988):

La posición de la mano en el cuello, la barbilla o la mejilla nos indica la vocal que se


está pronunciando:

2.3. Sistemas gráficos

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Los sistemas gráficos utilizan fotografías, dibujos, imágenes o símbolos. Son


recursos no verbales, utilizados para la comunicación y dirigido a personas cuyas
características (sobre todo motóricas) no les permiten la articulación inteligible del
habla o la escritura manuscrita habitual. Cualquiera de estos lenguajes de
comunicación precisa 3 componentes: un mecanismo físico, un sistema simbólico y
unas reglas o procedimientos de uso (Liberoff, 1982). El primero es el soporte en el
que se apoya y que hoy en día suele ser un ordenador en sus diversas modalidades;
los dos últimos forman el lenguaje que describimos ahora.
2.3.1. Sistema SPC
El sistema SPC (Sistema Pictográfico para la Comunicación16) es un conjunto de
signos basados en dibujos simples que representan significados. Su comprensión
resulta muy simple. Su naturaleza gráfica, acompañado por la palabra escrita, lo
hace pues muy accesible como se puede ver en las láminas y sólo se utiliza la
palabra sin dibujo cuando, por su carácter abstracto, podría ocasionar más dudas
que claridad. Cada tipo de palabra suele asociarse a un color: amarillo para las
personas, verde para los verbos, azul para los adjetivos y adverbios, etc. Como
ejemplo, indicamos unas láminas de verbos:

2.3.2. Sistema Bliss


Como vemos a continuación, el sistema Bliss es un complejo lenguaje que integra
diversas modalidades de signos. La idea de Bliss era crear un nuevo lenguaje
universal para la comunicación internacional, independientemente de la lengua
hablada17. Sin embargo, como sabréis todos/as, su propuesta no tuvo éxito y cayó

16
En su origen, del inglés Symbols Pictures Communication.
17
El autor (Bliss) se inspiró en el sistema de escritura china para idearlo. Esta escritura se denomina ideográfica
porque cada signo representa una palabra (concepto, idea, objeto, acción, etc.). Esto permite que todos los chinos
y chinas se entiendan por escrito, aunque, en realidad, hablan lenguas diferentes (lo que no es de extrañar en un
país tan inmenso). Por tanto, cada signo (o ideograma) representa un significado, no un sonido único. Es posible

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

en el olvido. Fue en 1971 que una educadora – Shirley McNaughton – inició su


aplicación en un centro para niños/as discapacitados en Toronto (Canadá).

Los signos Bliss también se presentan sobre fondos de colores. Una diferencia
respecto al SPC es que tiene una verdadera gramática que permite, combinando los
signos, crear nuevas palabras. A continuación, vemos como nacen nuevos signos
Bliss combinando conceptos básicos (sustantivos) y acepciones transformadoras
(acción, dimensión, cualidad, etc.):

Referencias bibliográficas:

que, en su origen, los signos chinos fueran representaciones gráficas al modo de dibujos, pero esa relación se fue
perdiendo con el tiempo.

p. 141
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

FELIZ MURIAS, T. (1995) O ensino do Braille nas persoas adultas, en Actas do Congreso
Internacional de Educación de Adultos. Santiago: Consellería de Educación.
FELIZ, T. y RICOY, MC. (2001) El aprendizaje del Braille en la Formación Inicial del
Profesorado, en Actas del Congreso sobre Necesidades Educativas Especiales. Santiago de
Compostela.
FELIZ, T. y RICOY, M.C. (2002) “La atención a la diversidad en el aula: estrategias y
recursos”, en J. GONZÁLEZ-PÉREZ (Coord.) Necesidades educativas especiales e
intervención psicopedagógica. Madrid: Universidad de Alcalá, Tomo 1, 90-120.
LECUONA NARANJO, M. P. (1994) Sistemas alternativos de comunicación. En J.
CABEZÓN HERRERO y otros/as: Lenguajes alternativos. Madrid: CEPE.
LIBEROFF, M. (1982) El desarrollo de habilidades de la comunicación por medio de
sistemas no verbales. Montevideo: Informes Técnicos. Educación Especial. OEA.
NASSIF, R. (1958, primera edición) Pedagogía General. Madrid: Cincel-Kapelusz.
RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, M. A. (1992) Lenguaje de signos. Barcelona: Confederación
Nacional de Sordos de España y Fundación ONCE.
TORRES MONREAL, S. (1988) La palabra complementada (Cueed speech). Revisión crítica
del oralismo. Madrid: Ed. CEPE.

Los gigantes...

DIBUJAR PARA LA COMUNICACIÓN18


La persona que sabe dibujar, aunque sólo sea un poco, dispone de un recurso
complementario frente a quien no es capaz de lograrlo. Si este libro correspondiese
a una carrera de arte, es posible que te enseñase cómo dibujar. Aquí sólo te vamos
a proponer que, de entre varias formas de representar, busques la que crees que
más se adapta a tus cualidades con la finalidad de invitarte a que la explotes todo lo
posible, de modo que puedas, mediante esta habilidad, mejorar tus actos de
comunicación educativa. Para ello te proponemos las siguientes actividades:
Nota 1: Lo que a continuación se sugiere podría formar parte (o no) de una práctica
obligatoria. En el caso de que las prácticas de los cuadernillos obligatorios no
aludiesen a esta sección, no dejes de revisarla y practicarla, a fin de poder
responder a las preguntas (abiertas o cerradas) que se te podrían formular en
el examen. No te decimos que estudies los párrafos que siguen, sino que los
practiques, porque tanto tu formación como el examen tendrán más éxito si
realizas dichas actuaciones.
Complementariedad imagen-palabra. No ha de preocupar que el dibujo no
sea detallista. El oyente tiene una capacidad de imaginar muy superior a tu
propia capacidad de dibujar. Basta un pequeño apoyo para que el oyente
ponga el resto. No te sientas, por tanto mal si ves que tus dibujos no tienen la
calidad de las ilustraciones realizadas por un profesional: por una parte no se
pretende, y por otra, el poder de sugerencia de estos dibujos “en germen” es
muy superior al de los dibujos usuales (más cerrados y acabados).

18
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Te vamos a proponer que elijas una de entre cuatro situaciones, y que pruebes a
ilustrarla con cada una de las técnicas que se proponen. Con la que te veas un poco
más cómodo/a, insiste y realiza varias ilustraciones.
Podría ocurrir que respecto a aquella para la que tengas mayores cualidades
sintieses un rechazo inicial considerable. No lo tengas en cuenta y procura practicar:
hemos observado que personas hábiles y creativas evitaban intentarlo, porque
afirmaban que eran absolutamente incapaces de conseguirlo: Tras los ensayos se
alegraron de haber descubierto nuevas cualidades personales que no creían poseer.
Nota 2: Estas actividades las puedes convertir en juego, y jugar con varias
personas. Sería la mejor forma de “practicar”, y ello supondría una gran
profesionalización para ti, que, como educador, has de ser hábil en lograr que
tus actuaciones resulten lo más lúdicas posible, tanto trabajando con niños,
como con adolescentes, adultos o ancianos. El juego más natural que te
proponemos es el de “concurso”: Se preparan tarjetas con propuestas de
dibujos y cada uno de los concursantes ha de resolverla como mejor pueda.
Luego se comparan y de la comparación cada uno deduce cómo mejorar.
1. Las propuestas (elegir una)
 Ilustrar un problema. Por ejemplo, el siguiente: Si un gusano de seda se come
tres hojas y media en un día, ¿cuántas docenas de hojas se comen media
docena y media de gusanos en una semana? Se podrían realizar ilustraciones,
tanto del planteamiento como de las fases de resolución que puedas imaginar.
 Ambientar. Por ejemplo: esta zona se va a dedicar a biblioteca. Un mural debe
invitar al sosiego el silencio y la lectura. Lo mismo para otras actividades (tanto
murales, como para “avisos”) o para secciones de una revista de aula...: Taller de
manualidades, Concurso de fotografía, Buzón de sugerencias, Excursión a la
nieve...
 Ayudar en una situación: se han comprado unas cajas para guardar las mantas,
pero hay que doblarlas de una forma determinada (doblar por “tercios” en lugar
de doblar por “mitades”) para que quepan. Hacer un dibujo cuya fotocopia se
pegará en el interior de cada caja en la que se ve a dos personas doblando
mantas por pasos.
 Acompañar a una narración, por ejemplo un cuento, en el que intervienen
personas o animales...
2. Técnicas expresivas sencillas
1. Paradoja carencia / imaginación
No hace falta decirlo todo con el dibujo. Como el dibujo va acompañado por la
situación: (problema, cuento...), ocurrirá que la propia situación irá creando una
expectativa que promueve que la imaginación del lector complete mentalmente los
rasgos que faltan al dibujo. Cuanta mayor definición haya en la imagen menos
imaginación usa el oyente o el lector.
Por ello te vamos sugerir algunas fórmulas de expresión (excepcionalmente
sencillas) que parece que siempre dan buen resultado. Prueba alguna y quédate con
la que te resulte más cómoda. No hace falta que te ciñas a las simplificaciones que
vamos a sugerir. Es posible que a ti se te ocurran otras o que las encuentres en
ilustraciones. Puedes usarlas sin problemas. Si tus dotes artísticas superan lo que
se propone, no nos hagas caso, a no ser por lo que puedas aprender de didáctica de

p. 143
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

las formas de expresión, caso de que en un momento dado necesites usarla en tu


labor educativa.
2. Líneas continuas con expresiones o rasgos
Se comienza haciendo una
serie de manchas que van
definiendo la situación. Se
dibuja a lápiz y muy suave
para poder corregir
acentuando las manchas
donde parezca oportuno.
Cuando el dibujo ya guste un
poco, se contornea con una
línea casi continua que bordea
el suelo, la mesa, las
personas...; al final, con el
lápiz se prueba a añadirle
algún rasgo, muy pocos. Si
gustan, se pasan a definitivo.
Se acaba borrando lo
apuntado a lápiz. En dibujos
grandes esa línea puede ser
de tiza en pizarra, de rotulador
grueso en papel grande o
cartulina, de serpentina (o tira
de papel) pegada...
Aunque en nuestra
representación se ve una fase
debajo de otra, en realidad se
hace todo sobre la misma
zona: Primero suave a lápiz,
luego corrigiendo encima con
nuevos emborronamientos (siempre muy suaves), sobre ello se marca la línea,
suave al principio... y por fin sobre ella se marca fuerte y segura la línea definitiva. Lo
mismo respecto a otras secuencias que podamos mostrar.
Todo lo dibujado a lápiz se borra. Las manos y ojos podían no haberse incluido, y
según para qué, todavía queda mejor y más expresivo.
3. Óvalos con expresiones

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

El procedimiento de creación sería el mismo: primero garabatos en forma de nube,


sin apretar nada con el lápiz, hasta que se “ve” la imagen que se busca. De vez en
cuando se borra lo que no gusta. Cuando ya se parece a lo que pretendemos
representar, los contorneamos con los óvalos.
Cuando nos gustan, los pasamos a rotulador. Borramos los garabatos anteriores.
Luego, de nuevo a lápiz, probamos a ver qué rasgos poner. Cuando gusten, se
pasan a definitivos. Se les podría añadir más detalles: rabo, patas, pies... Probando
se decidiría.
Si combinamos esta forma de expresión con la de emplearla también para
representar la cabeza, y si recurrimos en la medida de lo necesario a poner rasgos y
extremidades, se consiguen (tras varios tanteos a lápiz –muy suave-) dibujos muy
logrados sin necesidad de grandes conocimientos previos: sólo harán falta algunos
recursos complementarios que comentaremos al final de esta sección.

4. Rectángulos
Los inicios ya se hacen con tanteos en forma de rectángulos dibujados suavemente
y a lápiz. En estos dibujos los tanteos no están hechos a lápiz a fin de que se te
impriman bien, pero los suyo es que inicialmente casi no se vean. Insistimos en que,
aunque aquí parezca que se ha dibujado tres veces, en realidad hay que dibujar
siempre sobre la misma imagen, borrando un poco las rayas anteriores y marcando
algo más las que gustan. Como se ve, los titubeos iniciales son propios de quien no
sabe dibujar y va probando hasta lograr la mejor imagen.
Las rayas de la segunda fila también están hechas a lápiz. La tercera fila esta hecha
en dos tiempos: primero se pasa a rotulador lo que ya gusta, y luego se prueba a
añadir detalles (manos, ojos, sombreros, orejas, rabo...) a lápiz. Cuando gustan se
sobrerrayan definitivamente.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

5. Cubos
Más bien son paralelepípedos. Requiere un poco
de adiestramiento jugando a pintar unos cubos
sobre otros, repasando luego sólo las líneas que se
ven, y borrando las que no se van a ver. Se supone
que cada cubo lo vemos en perspectiva (no
entramos en que tipo de perspectiva es, ni sus
técnicas) y por tanto normalmente vemos de él tres
caras. Este adiestramiento es muy entretenido, nos
enseña mucho respecto a dibujo y realizado de
forma libre resulta muy formativo, tanto para niños
como para mayores. En ratos de aburrimiento, o
incluso, estando bajo gran concentración
(atendiendo a otra cosa), si se tiene a mano papel y
lápiz, nos podemos dedicar a dibujar cubos en
diferentes posiciones.
Una vez que nos hemos adiestrado un poco en
dibujar unos cubos junto a otros, podemos pasar a
representar escenas. Cada escena está formada
por cubos a los que añadimos algo de expresión y
rasgos.
Para realizar dibujos con cierta expresión, podemos comenzar poniendo en la
escena algo parecido a cajas de zapatos o de dentífrico mejor o peor colocadas. Los

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

titubeos ahora son líneas rectas horizontales, verticales o inclinadas, que, cada vez
con mayor acierto van colocando las cajas en el lugar imaginado.
Este proceso a veces
implica borrar
bastante. Por eso
conviene usar un
lápiz que se
compruebe que borra
bien. Los lapiceros de
mina blanda no son
buenos. Igualmente,
la goma debe no
emborronar. Imagina
estas cajas tan
levemente marcadas
que casi no se ven.
Eso te permite iniciar
el replanteamiento de
cada figura
apoyándote en el
volumen de estas
guías.
Poco a poco, esas cajas las iremos convirtiendo en figuras algo más elaboradas.

6. Rasgos en el aire
Se van dibujando pequeñas marañas suaves (que luego se borrarán), hasta que nos
de la impresión de que ya tienen una forma parecida a la que queremos dar al
conjunto; entonces le vamos poniendo los rasgos mínimos que creamos que definen
a las figuras.
Cuando cada figura empieza a ser reconocida, pasamos esos rasgos a fuerte y
borramos las marañas iniciales.

p. 147
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

7. Formas con extremidades


Sólo cabeza y extremidades. Es un
tipo de dibujo que se presta a
representaciones de las posturas
corporales. Se puede exagerar el
tamaño de manos y pies
8. Collage
No se dibuja y, en su lugar, se pegan objetos que ya tienen una forma y un color que
nos parece adecuado a la forma que buscamos. Son muy recurridos los collages de
telas y los de papel de revistas con color.
9. Máscaras
Mediante tanteos con recorte de trozos de cartulina se logran figuras. Para encontrar
la forma más adecuada, se van moviendo poco a poco. Se admite superponer los
trozos. Cuando ya se ha conseguido buen parecido, o bien se contornean, o bien se
pegan los tozos. En www.uned.es/inteligencialudica encontrarás (descrito con más
detalle) un juego basado en máscaras (Mascarama): Está pensado prioritariamente
para jugar con niños: mientras aprenden a dibujar desarrollan alguna faceta de su
inteligencia. También sirve para adultos, ancianos...
10. Minimización de figuras lejanas en paisaje
No preocupan demasiado las expresiones. Su lejanía da a las figuras un misterio
que ayuda más a fijarse en ellas. No hace falta poner muchos detalles al paisaje:
serían contraproducentes. Incluso en el caso de que se sepan hacer deben evitarse.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

3. Recursos expresivos para las figuras


Sobre cada uno de los rasgos que se van a comentar se podría escribir un libro y se
quedaría corto. Por eso estos mínimos recursos, que son muy básicos y, a todas
luces escasos, te pueden ayudar en gran medida a sacar partido de tus
ilustraciones:
 Boca. Hasta los niños conocen cómo se pinta una boca alegre serena o triste.
Algún recuso complementario: Si en los extremos de la bocas se añaden unas
rayitas correspondientes a la arruga de los carrillos, se perfila o acentúa la sonrisa.
Una raya bajo la boca describe muy bien el labio inferior. (se pueden ver ambos
detalles en las caras de “Rasgos en el aire”)
 Ojos. No son demasiado expresivos en un dibujo superficial. Cuando la cara
quiere ser de niños se dibujan en el centro del óvalo (o incluso más abajo). Si la cara
corresponde a una persona de más edad se va subiendo hacia la frente.
 Cejas. Son una gran complemento para la boca: La boca alegre puede pasar
a maliciosa o ingenua, dependiendo de las cejas. Lo mismo ocurre con la boca triste,
que puede pasar a enfadada o perpleja dependiendo de las cejas. En los cómics por
nada del mundo suprimen las cejas, que se llegan a poner en el aire o en el
sombrero si no hay sitio.
 Nariz. No siempre hace falta dibujarla. Si se pone, ayuda a caricaturizar: La
aguileña se asocia a avaricia. La redonda añade comicidad. Una nariz respingona
(en cara de frente) se logra con dos rayas; la chata con dos puntos o con un
angulito. A veces se pinta la nariz para indicar hacia donde está girada la cara.
 Brazos. Quedarán siempre naturales si cuando tienen que doblarse el ángulo
del codo queda hacia atrás
 Manos. Pueden ser muy expresivas. No hay que empeñarse en marcar los
cinco dedos. En ocasiones basta con un óvalo. O dos rayas, o forma de manopla:
Un rectángulo o un pentágono al que se añade el pulgar. Es bueno fijarse en la
dirección de los pulgares para indicar la postura de la mano, y por tanto la expresión
del gesto.
 Piernas. Si doblan lo hacen en sentido contrario al de los codos: el ángulo de
la rodilla mira hacia delante.
 Pies. Definen muy bien la postura. Si se camina el pie atrasado tiene el talón
muy levantado y el adelantado tiene la punta levantada. Si simplemente se está de
pie, una pie puede tocar en el suelo, y el otro pie denota el talante, según como se
coloque.
 Patas Si se marca algún doblez en las patas de animales, las trasera de
perros, caballos etc, tienen dos dobleces (o curvas). A veces basta con una raya y la
pezuña un poco adelantada.
 Cabeza. La distancia al tronco da idea de la edad: Un
joven, y sobre todo una joven, la tienen elevada respecto al
tronco. Una anciano, hundida delante del tronco. Los niños la
tienen mayor que los adultos.
 Tronco. De perfil se parece más a un rombo o un
hexágono irregulares que a un rectángulo. Con la edad, cada vez
pierde más la verticalidad.

p. 149
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

 Rayas de humor. Son propias de los cómics. Tiene el


aspecto de destellos luminosos que salen de un cuerpo o de
una cabeza. Ayudan a magnificar una expresión.

 Rayas de movimiento.
También son típicas en los cómics. El
objeto que se mueve deprisa deja
detrás copia vaga de sí mismo, como
si en la retina todavía quedasen restos
del fotograma anterior.

Llenósele la fantasía...

TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN19


El texto siguiente está tomado de la novela de Benito Pérez Galdós Marianela. El título alude a la
protagonista del relato, Marianela, la Nela.
Marianela, una chica pobre y con el rostro desfigurado, sirve de lazarillo a su amo Pablo, un joven
ciego de nacimiento y de familia acomodada. Pablo se enamora de la vitalidad y belleza interior de
Marianela, imaginándosela como el ser más hermoso del mundo. Un día aparece Teodoro, un médico
traído por su padre para que le devuelva la visión a Pablo. Marianela se hunde en la tristeza
convencida de que Pablo la repudiará cuando vea su rostro desfigurado.
La lectura de este texto nos pondrá en contacto con los problemas que los ciegos encuentran en la
vida y, en concreto para el aprendizaje, al faltarles un sentido esencial, la vista

CAPÍTULO VI
Tonterías
Pablo y Marianela salieron al campo, precedidos de Choto, que iba y volvía gozoso y saltón,
moviendo la cola y repartiendo por igual sus caricias entre su amo y el lazarillo de su amo.
- Nela -dijo Pablo-, hoy está el día muy hermoso. El aire que corre es suave y fresco, y el sol
calienta sin quemar. ¿A dónde vamos?
- Echaremos por estos prados adelante -replicó la Nela, metiendo su mano en una de las
faltriqueras de la americana del mancebo-. ¿A ver qué me has traído hoy?
- Busca bien y encontrarás algo -dijo Pablo riendo.
- ¡Ah, Madre de Dios! Chocolate crudo... ¡y poco que me gusta el chocolate crudo!...
nueces... una cosa envuelta en un papel... ¿qué es? ¡Ah! ¡Madre de Dios!, un dulce... ¡Dios
Divino!, ¡pues a fe que me gusta poco el dulce! ¡Qué rico está! En mi casa no se ven nunca
estas comidas ricas, Pablo. Nosotros no gastamos lujo en el comer. Verdad que no lo
gastamos tampoco en el vestir. Total, no lo gastamos en nada.
- ¿A dónde vamos hoy? -repitió el ciego.
- A donde quieras, niño de mi corazón -repuso la Nela, comiéndose el dulce y arrojando el
papel que lo envolvía-. Pide por esa boca, rey del mundo.

19
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 150
Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

Los negros ojuelos de la Nela brillaban de contento, y su cara de avecilla graciosa y


vivaracha multiplicaba sus medios de expresión, moviéndose sin cesar. Mirándola se creía
ver un relampagueo de reflejos temblorosos, como los que produce la luz sobre la superficie
del agua agitada. Aquella débil criatura, en la cual parecía que el alma estaba como
prensada y constreñida dentro de un cuerpo miserable, se ensanchaba y crecía
maravillosamente al hallarse sola con su amo y amigo. Junto a él tenía espontaneidad,
agudeza, sensibilidad, gracia, donosura, fantasía. Al separarse, parece que se cerraban
sobre ella las negras puertas de una prisión.
- Pues yo digo que iremos a donde tú quieras -observó el ciego-. Me gusta obedecerte. Si te
parece bien, iremos al bosque que está más allá de Saldeoro. Esto, si te parece bien.
- Bueno, bueno, iremos al bosque -exclamó la Nela, batiendo palmas-. Pero como no hay
prisa, nos sentaremos cuando estemos cansados.
- Y que no es poco agradable aquel sitio donde está la fuente ¿sabes, Nela?, y donde hay
unos troncos muy grandes, que parecen puestos allí para que nos sentemos nosotros, y
donde se oyen cantar tantos, tantísimos pájaros, que es aquello la gloria.
- Pasaremos por donde está el molino de quien tú dices que habla, mascullando las
palabras como un borracho. ¡Ay, qué hermoso día y qué contenta estoy!
- ¿Brilla mucho el sol, Nela? Aunque me digas que sí, no lo entenderé, porque no sé lo que
es brillar.
- Brilla mucho, sí, señorito mío. Y a ti ¿qué te importa eso? El sol es muy feo. No se le
puede mirar a la cara.
- ¿Por qué?
- Por que duele.
- ¿Qué duele?
- La vista. ¿Qué sientes tú cuando estás alegre?
- ¿Cuándo estoy libre, contigo, solos los dos en el campo?
- Sí.
- Pues siento que me nace dentro del pecho una frescura, una suavidad dulce...
- ¡Ahí te quiero ver! ¡Madre de Dios! Pues ya sabes cómo brilla el sol.
- Con frescura.
- No, tonto.
- ¿Pues con qué?
- Con eso.
- Con eso; ¿y qué es eso?
- Eso -afirmó nuevamente la Nela, con acento de la más firme convicción.
- Ya veo que esas cosas no se pueden explicar. Antes me formaba yo idea del día y de la
noche. ¿Cómo? Verás: era de día, cuando hablaba la gente; era de noche, cuando la gente
callaba y cantaban los gallos. Ahora no hago las mismas comparaciones. Es de día, cuando
estamos juntos tú y yo; es de noche, cuando nos separamos.
- ¡Ay, divina Madre de Dios! -exclamó la Nela, echándose atrás las guedejas que le caían
sobre la frente-. A mí, que tengo ojos, me parece lo mismo.
- Voy a pedirle a mi padre que te deje vivir en mi casa, para que no te separes de mí.
- Bien, bien -dijo María batiendo palmas otra vez.
Y diciéndolo, se adelantó saltando algunos pasos y recogiendo con extrema gracia sus
faldas, empezó a bailar.
- ¿Qué haces, Nela?
- ¡Ah!, niño mío, estoy bailando. Mi contento es tan grande, que me han entrado ganas de
bailar.
Pero fue preciso saltar una pequeña cerca, y la Nela ofreció su mano al ciego.
Después de pasar aquel obstáculo, siguieron por una calleja tapizada en sus dos rústicas
paredes de lozanas hiedras y espinos. La Nela apartaba las ramas para que no picaran el
rostro de su amigo, y al fin, después de bajar gran trecho, subieron una cuesta por entre
frondosos castaños y nogales. Al llegar arriba, Pablo dijo a su compañera:
- Si no te parece mal, sentémonos aquí. Siento pasos de gente.

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

- Son los aldeanos que vuelven del mercado de Homedes. Hoy es miércoles. El camino real
está delante de nosotros. Sentémonos aquí antes de entrar en el camino real.
- Es lo mejor que podemos hacer. Choto, ven aquí.
Los tres se sentaron.
- Si está esto lleno de flores... -dijo la Nela-. ¡Madre!, ¡qué guapas!
- Cógeme un ramo. Aunque no las veo, me gusta tenerlas en mi mano. Se me figura que las
oigo.
- Eso sí que es gracioso.
- Paréceme que teniéndolas en mi mano me dan a entender... no puedo decirte cómo... que
son bonitas. Dentro de mí hay una cosa, no puedo decirte qué, una cosa que responde a
ellas. ¡Ay! Nela, se me figura que por dentro yo veo algo.
- ¡Oh!, sí, lo entiendo... como que todo los tenemos dentro. El sol, las yerbas, la luna y el
cielo grande y azul, lleno siempre de estrellas; todo, todo lo tenemos dentro; quiero decir
que además de las cosas divinas que hay fuera, nosotros llevamos otras dentro. Y nada
más... Aquí tienes una flor, otra, otra, seis: todas son distintas. ¿A que no sabes tú lo que
son las flores?
- Pues las flores -dijo el ciego, algo confuso, acercándolas a su rostro- son... unas como
sonrisillas que echa la tierra... La verdad, no sé mucho del reino vegetal.
- Madre Divinísima, ¡qué poca ciencia! -exclamó María, acariciando las manos de su amigo-.
Las flores son las estrellas de la tierra.
- Vaya un disparate. ¿Y las estrellas, qué son?
- Las estrellas son las miradas de los que se han ido al cielo.
- Entonces las flores...
- Son las miradas de los que se han muerto y no han ido todavía al cielo -afirmó la Nela, con
la convicción y el aplomo de un doctor-. Los muertos son enterrados en la tierra. Como allá
abajo no pueden estar sin echar una miradilla a la tierra, echan de sí una cosa que sube en
forma y manera de flor. Cuando en un prado hay muchas flores es porque allá... en tiempos
de atrás, enterraron en él muchos difuntos.
- No, no -replicó Pablo con seriedad-. No creas desatinos. Nuestra religión nos enseña que
el espíritu se separa de la carne y que la vida mortal se acaba. Lo que se entierra, Nela, no
es más que un despojo, un barro inservible que no puede pensar, ni sentir, ni tampoco ver.
- Eso lo dirán los libros, que según dice la Señana, están llenos de mentiras.
- Eso lo dicen la fe y la razón, querida Nela. Tu imaginación te hace creer mil errores. Poco a
poco yo los iré destruyendo, y tendrás ideas buenas sobre todas las cosas de este mundo y
del otro.
- ¡Ay, ay, con el doctorcillo de tres por un cuarto!... Ya... cuando has querido hacerme creer
que el sol está quieto y que la tierra da vueltas a la redonda!... ¡Cómo se conoce que no lo
ves! ¡Madre del Señor! Que me muera en este momento, si la tierra no se está más quieta
que un peñón, y el sol va corre que corre. Señorito mío, no se la eche de tan sabio, que yo
he pasado muchas horas de noche y de día mirando al cielo, y sé cómo está gobernada
toda esa máquina... La tierra está abajo, toda llena de islitas grandes y chicas. El sol sale
por allá y se esconde por allí. Es el palacio de Dios.
- ¡Qué tonta!
- ¿Y por qué no ha de ser así? ¡Ay! Tú no has visto el cielo en un día claro: hijito, parece que
llueven bendiciones... Yo no creo que pueda haber malos, no, no los puede haber, si
vuelven la cara hacia arriba y ven aquel ojazo que nos está mirando.
- Tu religiosidad, querida Nelilla, está llena de supersticiones. Yo te enseñaré ideas mejores.
- No me han enseñado nada -dijo María con inocencia- pero yo, cavila que cavilarás, he ido
sacando de mi cabeza muchas cosas que me consuelan, y así cuando me ocurre una buena
idea, digo: «esto debe de ser así, y no de otra manera». Por las noches, cuando me voy sola
a mi casa, voy pensando en lo que será de nosotros cuando nos muramos, y en lo mucho
que nos quiere a todos la Virgen Santísima.
- Nuestra madre amorosa.
- ¡Nuestra madre querida! Yo miro al cielo y la siento encima de mí como cuando nos
acercamos a una persona y sentimos el calorcillo de su respiración. Ella nos mira de noche

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Bloque II. Tema 4: La diversidad educativa

y de día por medio de... no te rías... por medio de todas las cosas hermosas que hay en el
mundo.
- ¿Y esas cosas hermosas...?
- Son sus ojos, tonto. Bien lo comprenderías si tuvieras los tuyos. Quien no ha visto una
nube blanca, un árbol, una flor, el agua corriendo, un niño, el rocío, un corderito, la luna
paseándose tan maja por los cielos, y las estrellas, que son las miradas de los buenos que
se han muerto...
- Mal podrán ir allá arriba si se quedan debajo de tierra echando flores.
- ¡Miren el sabihondo! Abajo se están mientras se van limpiando de pecados; que después
suben volando arriba. La Virgen les espera. Sí, créelo, tonto. Las estrellas, ¿qué pueden ser
sino las almas de los que ya están salvos? ¿Y no sabes tú que las estrellas bajan? Pues yo,
yo misma las he visto caer así, así, haciendo una raya. Sí, señor, las estrellas bajan cuando
tienen que decirnos alguna cosa.
-¡Ay, Nela! -exclamó Pablo vivamente-. Tus disparates, con serlo tan grandes, me cautivan y
embelesan, porque revelan el candor de tu alma y la fuerza de tu fantasía. Todos esos
errores responden a una disposición muy grande para conocer la verdad, a una poderosa
facultad tuya, que sería primorosa si estuvieras auxiliada por la razón y la educación... Es
preciso que tú adquieras un don precioso de que yo estoy privado; es preciso que aprendas
a leer.
- ¡A leer!... ¿Y quién me ha de enseñar?
- Mi padre. Yo le rogaré a mi padre que te enseñe. Ya sabes que él no me niega nada. ¡Qué
lástima tan grande que vivas así! Tu alma está llena de preciosos tesoros. Tienes bondad
sin igual y fantasía seductora. De todo lo que Dios tiene en su esencia absoluta te dio a ti
parte muy grande. Bien lo conozco; no veo lo de fuera, pero veo lo de dentro, y todas las
maravillas de tu alma se me han revelado desde que eres mi lazarillo... ¡Hace año y medio!
Parece que fue ayer cuando empezaron nuestros paseos... No, hace miles de años que te
conozco. ¡Porque hay una relación tan grande entre lo que tú sientes y lo que yo siento!...
Has dicho ahora mil disparates, y yo, que conozco algo de la verdad acerca del mundo y de
la religión, me he sentido conmovido y entusiasmado al oírte. Se me antoja que hablas
dentro de mí.
- ¡Madre de Dios! -exclamó la Nela, cruzando las manos-. ¿Tendrá eso algo que ver con lo
que yo siento?
- ¿Qué?
- Que estoy en el mundo para ser tu lazarillo, y que mis ojos no servirían para nada si no
sirvieran para guiarte y decirte cómo son todas las hermosuras de la tierra.
El ciego irguió su cuello repentina y vivísimamente, y extendiendo sus manos hasta tocar el
cuerpecillo de su amiga, exclamó con afán:
- Dime, Nela, ¿y cómo eres tú?
La Nela no dijo nada. Había recibido una puñalada.

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/05818341000503840759079/index.htm

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Trabajar con información e ideas


© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


Empezamos este tema con un contexto de intervención muy emblemático: la Cruz
Roja. Nos adentramos posteriormente en el trabajo colaborativo como elemento
profesionalizador del educador social y una revisión de las técnicas e instrumentos
para la recogida de información. Terminamos en la parte de comunicación con las
estrategias para acopio y ordenación de las ideas antes de expresarse e iniciamos
en los recursos la primera parte del uso didáctico y aplicaciones de la cámara
fotográfica digital.
2. Objetivos del tema
 Conocer las posibilidades de intervención de la Cruza Roja.
 Valorar el trabajo colaborativo como elemento profesionalizador del educador
social.
 Estudiar las técnicas e instrumentos para la recogida de información.
 Utilizar las estrategias para acopio y ordenación de las ideas para la expresión.
 Indagar y aplicar el uso didáctico y aplicaciones de la cámara fotográfica digital.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Comentario
El trabajo colaborativo es un eje del desarrollo profesional del educador social. Para ello
nos resultan de interés las estrategias para el acopio y ordenación de ideas y las técnicas
e instrumentos para la recogida de información. Para todo ello y para muchas cosas más,
también será útil la cámara digital.

En un lugar de la Mancha...

UN CONTEXTO HUMANITARIO Y SOCIAL1


La institución a que nos referimos en este apartado representa un paradigma de
acción humanitaria y social. Se trata de la Cruz Roja, cuya presencia, junto a la de la
Media Luna Roja, alcanza una dimensión universal. Sus orígenes se remontan a
1864, cuando es fundada para la protección de militares heridos en campaña.
Posteriormente, evolucionó, como Movimiento Internacional, hasta establecer tres
tipos de acción:
• Acción humanitaria hacia las víctimas de los conflictos bélicos.
• Acción humanitaria hacia las víctimas de desastres naturales y de otro tipo en
tiempos de paz.
• Acción preventiva y a favor del Bienestar Social y de la calidad de vida.
Los Principios Fundamentales en que Cruz Roja fundamenta su acción ofrecen al
Educador Social una fuente de sugerencias de altísimo valor para su ejercicio
profesional.
Proponemos estas cuestiones, que os permitirán establecer un diseño de esta
Institución (http://www.cruzroja.es):
1. ¿Cuándo y en qué lugar fueron definidos y aprobados los Principios
Fundamentales de Cruz Roja actualmente en vigor?
2. ¿Cuáles son estos Principios?
3. ¿En qué criterios se fundamenta y en qué objetivos se concreta cada uno de
ellos?
4. ¿Cómo se financia la Institución?
5. ¿Es independiente de los Estados en que está implantada?
6. ¿Pueden existir en un Estado varias representaciones de Cruz Roja?
7. ¿Cuál es la tipología de su voluntariado?
8. ¿Mantiene Cruz Roja alguna Fundación con fines específicos?
9. ¿Cuenta con recursos propios para informar sobre su actividad?
10. ¿Tiene Cruz Roja alguna relación con la donación de sangre?

1
Una contribución de la profesora Pilar Pernil Alarcón.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Le molió como cibera...

EL TRABAJO COLABORATIVO EN LA PROFESIONALIZACIÓN DEL


EDUCADOR SOCIAL2
Introducción
El método de aprendizaje cooperativo y/o colaborativo es una alternativa al sistema
tradicional de instrucción educativa.
Esta modalidad de aprendizaje socializado requiere una predisposición de actuación
por parte de las personas a las que va dirigida. La predisposición colaborativa de un
individuo a compartir, conocimientos, actividades, y experiencias dentro un grupo,
depende de la disposición individual de cada uno y de la actitud de colaboración que
cada individuo tiene.
Esta estrategia destaca por su situación dentro de las estrategias socializadoras
junto al trabajo en grupo donde el “grupo” es el eje central del desarrollo de las
mismas.
En el ámbito de la educación social se requiere este tipo de estrategia desde el
punto de vista de profesionalización para mejorar las relaciones intragrupales entre
las diferentes identidades que trabajan en un contexto de intervención socio-
educativa considerando la diversidad de acciones intervinientes en el ámbito que
nos ocupa.

1. Breve historia sobre el aprendizaje cooperativo.


El aprendizaje cooperativo en su origen aparece como un trabajo de laboratorio en
los años 20, destaca el trabajo de Deutsch (1942) que será la base de los futuros
estudios sobre esta estrategia en los procesos de aprendizaje.
Esta herramienta facilitadora del aprendizaje se basó en la aplicación, en sus
principios, de una estructura denominada “Triple estructura de Deustch” respecto a
tres ejes fundamentales como la cooperación, competitividad e individualidad.
Esta triple estructura se analizó en diferentes aspectos como el rendimiento
académico, la sociabilidad y las relaciones sociales en el trabajo de los estudiantes
que realizaban tareas conjuntas en el aula, dando lugar a diferentes métodos de
aprendizaje cooperativo.
La caracterización de esta herramienta se da en la configuración de grupos
heterogéneos, característica principal de este método de aprendizaje de carácter
grupal (Johnson & Johnson 1980, Skon, Johnson y Johnson, 1981).
En los años 60, surgen las aplicaciones específicas de esta estrategia y destacan
autores como Salvin y Sharan, además del de Aronson, que han desarrollado
métodos y estudios de métodos de aprendizaje cooperativo.

2
Una contribución de la profesora Cristina Sánchez Romero.

p. 156
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

En la evolución de esta estrategia a lo largo de años 60 y sucesivos se torna la


investigación en la propia evaluación de la estrategia y, por tanto, en la eficacia de
las mismas. En esta fase destacan autores como Bennet (1985), Dunne (1991),
Webb, O´Donnell y Danserau (1990).
A continuación os presentamos una breve reseña de los principales métodos de
aprendizaje cooperativo y sus creadores, recogido y adaptado de la obra de Díaz
Aguado (2003):

Principales métodos de aprendizaje cooperativo y sus creadores

• Jigsaw “Rompecabezas” (Aronson, 1978).


• Learning Together “Aprendiendo Juntos” (D. Johnson y F.
Johnson, 1991).
• Group Investigation (GI) “Investigación en grupo” (Sharan y
otros 1985; Sharan y Sharan, 1990).
• Numbered Heads Together (Kagan, 1990, 1992).
• Finding Out “Descubrimiento” (E.G. Cohen, 1986).
• Scripted Cooperation “Cooperación estructurada” (Hythecker,
Danserau y Rocklin, 1988; O´Donnell y Dansereau, 1992).
• Student Team Learning/STL “Aprendizaje en equipo”
desarrolladas por Salvin y colaboradores, que incluyen:
-Students Teams-Achievement Divisions/STAD
-Teams- Games-Tournament/TGT
-Jigsaw II

2. Aplicación del trabajo cooperativo.


La aplicación del trabajo cooperativo en el ámbito de la Educación Social, requiere
de una serie de habilidades generales para la utilización del mismo en un contexto
de intervención.
Estas habilidades podrían ser entre otras:
• Habilidad de organización de grupos.
• Habilidad de cooperación en tareas.
• Habilidad de favorecer relaciones intragrupales.
• Habilidad de solución de problemas.
• Habilidad de motivación.
• Habilidad de trabajo personalizado y/o individualizado.

Si queremos trabajar con este método alternativo a la enseñanza individualizada,


debemos considerar el “grupo” como el eje de desarrollo del mismo, por tanto,
consideraremos las siguientes características sobre el grupo:

p. 157
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

• Grupos pequeños (4-5 miembros).


• Heterogéneos.
En el grupo cada uno debe asumir su tarea y llevarla a cabo, es la función a
desempeñar por cada uno respecto a la ejecución que se plantea en la tarea del
grupo, esto influirá en aspecto como el rendimiento individual de cada uno y
repercutirá indirectamente en el rendimiento de grupo, este proceso influirá en la
motivación, autoestima, colaboración y/o cooperación de los diferentes miembros del
grupo.
En la aplicación de esta estrategia con un grupo de individuos debemos desarrollar
el rol de observador sin intervenir en el desarrollo de las tareas y decisiones del
grupo. Debemos participar de la realidad del trabajo que realiza el grupo siendo
orientadores y/o “guías” sin influir en la toma de decisiones del mismo.
Debemos tener en cuenta, que para favorecer el desarrollo de habilidades
cooperativas y un aprendizaje colaborativo, los grupos han de tener una
composición adecuada y características como las apuntadas en los estudios de
Johnson y Johnson (1992:26):
- “Interdenpendencia positiva;
- Interacción cara a cara;
- Uso de competencias sociales;
- Estima individual
- revisión y mejoramiento continuo del trabajo en grupo”.
Sintetizando el pensamiento de estos autores, los componentes del grupo deben ser
responsables de las tareas que realizan, ha de promover la habilidad comunicativa,
el desempeño de roles y funciones orientadas a la tarea y al mantenimiento de un
buen clima grupal, capacidad de gestionar conflictos, tomar de decisiones y
resolución de problemas.
En resumen, para la realización del trabajo cooperativo de manera eficaz debemos
tener en cuenta que:
- Los grupos sean pequeños y heterogéneos.
- La asunción de tareas, roles y funciones de cada miembro del grupo.
Los roles y funciones que desempeñan cada componente dentro del grupo, afianzan
la responsabilidad de los componentes del grupo al realizar la tarea colaborativa.
La intervención del educador ha de ser mínima, debe realizar la función de “guía”,
sin intervenir directamente en las decisiones del grupo, limitándose a observar y
comprobar el funcionamiento de trabajo de éste y el desarrollo de sus tareas,
respecto a la participación individual de cada estudiante y destacando los siguientes
conceptos claves en esta estrategia:
- La responsabilidad de trabajar de manera individual dentro de un grupo para la
eficacia del desarrollo de las tareas grupales.
- La motivación e implicación de los roles asumidos por cada componente del
grupo para la obtención de los mejores resultados.

p. 158
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

3. Aspectos a resaltar sobre el desarrollo del trabajo colaborativo.


Estas estrategias, tienden a estimular el desarrollo de todas las capacidades físicas,
afectivas, intelectuales y sociales, siempre con una selección precisa, en función del
área de conocimiento y las actividades que se proponen. (Rajadell, 2001).
La utilización de este método de carácter grupal nos lleva a considerar también el
concepto de individualidad que parte de cada miembro del grupo. Considerando que
esta estrategia socializada:
- Fomenta la cooperación entre los miembros del grupo.
- Mejora la actuación individual de cada individuo.
- Favorece la motivación y la actuación de cada uno.
- Influye en la autoestima de los participantes.
- Desarrolla competencias de responsabilidad del trabajo individualizado para la
efectividad del trabajo en grupo.
La aplicación de esta estrategia en el grupo nos lleva a considerar los siguientes
objetivos específicos sobre las mismas comunes en todos los manuales referidos a
este método de aprendizaje:
- Mejorar el rendimiento de los miembros del grupo y la productividad en las
tareas.
- Desarrollar actitudes positivas hacia los compañeros.
- Integrar el trabajo individual con el de los miembros del grupo.
- Favorecer las relaciones interpersonales.
- Mejorar el clima del aula, centro, institución, organización, etc.
- Maximizar el aprendizaje.
- Formar en habilidades cooperativas respectos a sus compañeros y al educador.

4. Ventajas del Trabajo Colaborativo.


Las ventajas de la utilización de esta estrategia o método que favorece las
relaciones intergrupales, han sido tratadas por autores como Salvin, Johnson &
Johnson desde términos como “individual accountability” refiriéndose al estudio de la
responsabilidad individual de cada miembro del grupo en la realización de tareas
compartidas.
Estos autores destacaban el “esfuerzo individual” como mejora y base de desarrollo
del trabajo en grupos heterogéneos como una de las ventajas principales de la
aplicación de esta herramienta.
Numerosos estudios sobre esta estrategia, consideran las ventajas del trabajo
colaborativo en tres ámbitos: educativo, social y personal, resumidas a continuación.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Mejora el rendimiento, la implicación y la motivación en el


EDUCATIVAS desarrollo de tareas, favorece aspectos como la creatividad.

Potencia la cooperación disminuyendo acciones


SOCIALES competitivas y facilitando un buen clima de aula-institución
dónde se llevan acabo interacciones sociales.

PERSONALES En este sentido se favorece la autoestima el


autoaprendizaje y fomenta la responsabilidad de tareas

Respecto a la profesionalización del educador social y la utilización del trabajo


cooperativo como estrategia de consolidación de un grupo de trabajo destacarían los
siguientes aspectos:
- Capacidad de mejorar el clima de trabajo.
- Habilidad de cooperar con otros compañeros.
- Responsabilidad del trabajo e intervención socioeducativa con otros compañeros.
- Implicación en las actividades.
Esta estrategia favorece actitudes de cooperación, colaboración, responsabilidad e
implicación y no sólo es demandada para trabajar en el ámbito de la educación sino
también es utilizada en el ámbito de la empresa para trabajar en grupo.

5. Bibliografía.
DEUTSCH (1942) “Triple estructura del aprendizaje Cooperativo”.
DÍAZ AGUADO, M. J (2003) Educación Intercultural y Aprendizaje Colaborativo. Psicología.
Madrid: Pirámide. (pp.106-129).
RAJADELL, N y Sepúlveda, F (2001) Didáctica General para Psicopedagogos. Madrid:
UNED. (Capítulo 12, 13)
SHARAN, S (1994) Handbook of cooperative learning methods. Londres: Praeger.
SALVIN, R. (1983) “Cooperative Learning” Review of Educational Research, 50 (315-342).
New York: Longman.
SALVIN, R. (1985) La Enseñanza y el Método Cooperativo. México: Endamex.
SALVIN, R. (1999) Aprendizaje Cooperativo. Teoría, investigación y práctica. Buenos Aires:
Aique. (Pág. 19)

p. 160
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Armado caballero...

TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN3


El primer aspecto que debemos dejar claro, cuando se trata de recoger datos en
Educación Social, es la diferencia que existe entre una técnica y un instrumento,
pues aunque se empleen habitualmente como términos sinónimos, realmente no lo
son.
La técnica es un concepto más amplio, es una primera categorización que puede
abarcar varios instrumentos, en tanto que un instrumento es una herramienta
específica, un material estructurado formado por un conjunto de preguntas o ítems
que sirve para recoger datos de forma sistematizada y objetiva. Es un recurso
completo estandarizado o no, para obtener información precisa sobre un aspecto
muy determinado. Por ejemplo, la encuesta es una técnica que busca la recogida de
información mediante la formulación de cuestiones sobre numerosos aspectos
(preferencias, hábitos, creencias...). La técnica de la encuesta se puede llevar a
cabo mediante distintos instrumentos, como es el caso de la entrevista abierta o el
cuestionario.
1. Clasificaciones de las técnicas e instrumentos de recogida de información
Existen muchas y variadas clasificaciones de las técnicas e instrumentos que
pueden utilizarse para la recogida de datos en Educación Social. En función de su
finalidad, presentamos la siguiente:

1. Observación - Directa
- Indirecta

2. Entrevista - Estructurada
- Abierta

3. Encuesta - Al alumnado
1. Técnicas para la - Al profesorado y familias
recogida de datos
4. Sociometría - Ofrece información acerca de
la estructura interna del grupo

1. Análisis de contenido

2.Técnicas para el 2. Tests estandarizados


análisis de datos
3. Técnicas de grupo

En cuanto a los criterios de selección de las técnicas e instrumentos de recogida de


información, es necesario resaltar que existen técnicas e instrumentos para la
recogida de datos en Educación Social muy diferentes, por lo que es necesario tener
3
Una contribución del profesor Jesús Cabrerizo Diago.

p. 161
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

un conocimiento suficiente de los mismos para elegir el que mejor se ajuste en cada
ocasión, procurando combinar el uso de varias técnicas e instrumentos.
En este sentido, es necesario resaltar que no hay técnicas que sean en sí mismas
buenas o malas, sino bien o mal empleadas por parte de los profesionales. Todas
tienen sus ventajas e inconvenientes, sus limitaciones y sus virtualidades, y por eso
es preciso conocerlas para elegir cada vez la que mejor se adecue a la situación.
Existen unos criterios básicos que se deben cumplir a la hora de seleccionar las
técnicas e instrumentos de recogida de información:
► Variedad: emplear más un instrumento adecuado nos permite obtener datos
distintos sobre un mismo aspecto, dándonos así la oportunidad de contrastar la
información obtenida.
► Precisión: es necesario emplear el instrumento que mejor se adecue a cada
situación, lo que nos permitirá obtener datos fiables y precisos.
► Uso de diferentes códigos: es necesario emplear códigos variados: orales,
escritos, gráficos..., para adecuarnos a las distintas necesidades y aptitudes. Así
garantizamos la no discriminación de los sujetos en función de sus capacidades,
habilidades o destrezas.
2. Algunas técnicas e instrumentos de recogida de información
2.1. La Observación
La observación permite el estudio del comportamiento espontáneo de los sujetos
mientras se desenvuelven en sus contextos naturales y ámbitos: hogar, barrio, grupo
de amigos, escuela... Se basa en la percepción y el análisis de la realidad y de las
conductas que manifiestan los sujetos sometidos a estudio. Estas conductas serán
recogidas mediante instrumentos de observación, generalmente elaborados
especialmente para la ocasión. Los procedimientos observacionales nos ayudan a
analizar situaciones reales y cotidianas, de las que extraemos información acerca de
las conductas que nos interesan. El observador mediante su percepción visual y
auditiva registra la aparición de una serie de comportamientos que serán objeto de
análisis.
Las principales ventajas que presenta la observación son:
- Su aplicabilidad es muy amplia en Ciencias Sociales y en Ciencias del
Comportamiento.
- La objetividad en el registro está garantizada si se siguen una serie de
requisitos de sistematicidad, o incluso se graban las sesiones u ocasiones
observadas.
- Permite obtener información directa de la conducta de los sujetos sin que
exista ningún tipo de orden o preaviso, proporcionando datos sobre su
comportamiento libre y espontáneo.
- Proporciona información sobre el entorno en el que se producen las
conductas. En ocasiones, el análisis del contexto: hechos que acontecen, personas
con las que interacciona, etc., es crucial para comprender las manifestaciones del
individuo.
Los inconvenientes a tener en cuenta en la observación son:

p. 162
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

- Esta técnica esta limitada al estudio de conductas que sean perceptibles


mediante el sentido de la vista o del oído: comportamientos, gestos, movimientos,
gritos..., por lo que no será adecuada a la hora de evaluar procesos cognitivos.
- Es apropiada para aplicarla a un sólo sujeto o a un grupo reducido, pues
requiere la dedicación y atención continuada y minuciosa del observador.
- Se precisa de tiempo para obtener varios registros observacionales, y es
necesaria una continuidad temporal hasta conseguir datos suficientes y poder
realizar el análisis necesario.
- La presencia del observador puede generar un efecto de reactividad, y el
sujeto al saberse observado, puede no comportarse de manera natural o
espontánea.
2.1.1. Clasificación de los métodos observacionales
Debido a que existen diferentes modos de llevar a la práctica la observación, vamos
a presentar una clasificación siguiendo el criterio de la sistematicidad o no de las
sesiones. La sistematicidad hace mención a aquello que precisa una definición
específica y cuidadosa. Lo sistemático es algo intencionado, que requiere una
preparación previa, que se dirige a un fin concreto y que tiene unos objetivos
prefijados.
a) Observación sistemática
Comenzando por los métodos sistemáticos, diremos que los sistemas de categorías
recogen el conjunto de sistemas categoriales que van a ser objeto de observación,
siendo los procedimientos de medición más exactos. La observación sistemática
está basada en una fundamentación teórica sólida y se intenta garantizar la fiabilidad
y validez.
Las listas de control son procedimientos más simples de observación sistemática
que se centran en registrar la aparición o no de una conducta durante el periodo que
dura la observación pero sin delimitar su frecuencia o duración. Es un procedimiento
menos riguroso, pero es útil si queremos observar conductas poco frecuentes o muy
diversificadas. Sólo ofrece la posibilidad de ítems dicotómicos (si-no, aparece-no
aparece). Su formato es muy simple; una tabla donde se recogen las conductas a
observar y dos posibles opciones (se produce o no).
Las escalas de estimación son procedimientos de observación sistemática, y
pretenden graduar la fuerza con la que aparece una conducta. Son útiles para
comportamientos que se producen con frecuencia y en la que nos interesa
cuantificar su grado o intensidad.
b) Observación no sistemática
La observación no sistemática, recoge procedimientos donde no existe tanto control
y concreción sobre los aspectos a observar. Son medios en los que se parte de
ideas muy generales sobre lo que se quiere profundizar, sin definir conductas o
categorías previamente. Resultan útiles cuando se desea una primera impresión de
la conducta del sujeto como acercamiento a la situación. También son adecuados
cuando se desea comprender una realidad, más que analizar los elementos que
intervienen en ella o cuantificarla.
Las notas de campo consisten en apuntes o notas breves que se toman durante la
observación para facilitar el recuerdo posterior. Son mensajes breves y concisos que

p. 163
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

hacen referencia a hechos significativos, recogen ideas, palabras, expresiones


clave, dibujos, esquemas, etc. Después estos apuntes permiten un desarrollo más
detallado de los acontecimientos.
Los registros anecdóticos son registros de acontecimientos casuales o descripciones
cortas de una conducta o suceso. Estos apuntes suelen hacer referencia a hechos
poco usuales aunque significativos para la persona que realiza la observación.
Los registros de muestras son procedimientos más detallados que los anteriores que
describen eventos de modo intensivo. Se basan en el registro de una conducta
durante un periodo de tiempo, determinado lo que ocurre con tanto detalle como sea
posible.
El diario se realiza una vez acontecidos los hechos. Se trata de registros
retrospectivos y longitudinales de eventos y sujetos que contienen repetidas
observaciones sobre un individuo o grupo. Las observaciones son subjetivas,
dependen del recuerdo del observador e incluyen sus opiniones, interpretaciones,
etc. Resultan útiles cuando se pretende analizar la evolución de los acontecimientos
y para observar procesos que se extienden en el tiempo.
2.2. La encuesta
La encuesta es una técnica de recogida de información formal y estructurada, que
tiene como objetivo el análisis de una población basándonos en los datos obtenidos
sobre una muestra representativa de la misma. Es un método muy popular y
conocido, y se emplea frecuentemente en medios de comunicación como prensa y
televisión. Podríamos decir que se aplica de forma generalizada en todos los
campos, y muy especialmente en el área de las ciencias sociales, permitiendo
conocer opiniones, actitudes, creencias, expectativas, motivaciones, etc., de un
colectivo.
El cuestionario es el instrumento de recogida de datos utilizado por la técnica de la
encuesta, y nos permite acceder de forma científica y estructurada a lo que las
personas piensan u opinan, lo que permite un análisis posterior de la información. La
recogida sistemática de datos se puede realizar por métodos diferentes: mediante la
conversación cara a cara intencionada o a distancia, sirviéndonos del correo o del
teléfono. El cuestionario se dirige a personas individuales, pero lo que interesa son
los datos agregados, es decir, el estudio conjunto de los datos recogidos sobre
muchos individuos para establecer clases, grupos o tipos, obteniendo de este modo
un perfil, una descripción de la población o del colectivo.
Existe una diferencia fundamental entre el cuestionario y el test: mientras en el
primero cada categoría o pregunta tiene un valor independiente (los ítems no son
sumativos), sin embargo el test establece un resultado final o puntuación global que
se obtiene sumando el valor asignado a cada respuesta. Podría decirse que el
cuestionario es un medio para obtener información cualitativa, en tanto que el test
proporciona datos cuantitativos
La encuesta se caracteriza por tres grandes rasgos: El primero es que está basada
en las manifestaciones realizadas por los propios sujetos (y no en el análisis de sus
actos como ocurre en la metodología observacional). La segunda característica es la
posibilidad de aplicación masiva, ya que es una técnica adecuada para analizar y
obtener información sobre un gran número de sujetos (al contrario que la
observación). Finalmente, también es propia de esta técnica la posibilidad de

p. 164
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

obtener datos sobre aspectos subjetivos, como opiniones o creencias (campos


inaccesibles a la observación directa).
Debemos señalar que los resultados obtenidos mediante la encuesta pueden verse
afectados por el sesgo de deseabilidad social, ya que en ocasiones las personas no
contestan con sinceridad a las preguntas, respondiendo lo que socialmente es
aceptable o está bien visto. Contestan lo que se espera que contesten y no lo que
realmente opinan. Este fenómeno puede dar lugar a una importante disminución de
la validez de los resultados obtenidos. El tipo de preguntas que pueden utilizarse en
una encuesta puede ser muy variado:
● Preguntas de identificación
● Preguntas de hecho
● Preguntas de acción
● Preguntas de conocimiento
● Preguntas de intención
● Preguntas de opinión
● Preguntas de filtro
● Preguntas de consistencia..........
Aunque la entrevista personal suele ser el modo más empleado para llevar a cabo la
encuesta, también puede realizarse a través del teléfono o por correo.
2.3. La entrevista
Las entrevistas son situaciones en las que se establece un diálogo entre personas:
educador social-sujeto, profesor-alumno, etc., a fin de conseguir unos datos
informativos concretos. No se trata por tanto de una conversación ordinaria, ya que
se pretenden alcanzar intencionalmente fines pedagógicos concretos. La entrevista
se utiliza de forma intencionada para profundizar en aspectos diversos tales como:
intereses, problemas sociales, actitudes, resolución de conflictos...
Esta técnica resulta compleja de llevar a cabo, y requiere de experiencia y de cierta
habilidad por parte del entrevistador para que resulte fructífera, y la sesión se debe
preparar con anterioridad, fijando las preguntas que se van a formular, y los
contenidos sobre los que se va a profundizar. Es importante facilitar el diálogo, no
forzar a la persona entrevistada y respetar sus respuestas, ya que sólo de este
modo resultará un instrumento útil para obtener datos novedosos y útiles.
Es una técnica empleada en campos muy diversos que se utiliza habitualmente para
recabar información de grandes poblaciones a fin de probar hipótesis científicas,
para seleccionar a los mejores candidatos a un puesto de trabajo, como medio para
conseguir cambios en la conducta de un sujeto, para conocer las opiniones, etc.
Según Sawin (1970), la entrevista puede aplicarse para conseguir diferentes fines:
● Diagnosticar dificultades de aprendizaje y proporcionar una ayuda individual y
personalizada.
● Ayudar al sujeto a fijarse metas para conseguir progresos.
● Ayudar al sujeto a preparar un proyecto especial.
● Enfrentarse con un problema de disciplina.
● Averiguar los intereses y motivaciones de la persona.
● Proporcionar ayuda ante un problema de índole personal.
● Proporcionar información para confrontar puntos de vista.

p. 165
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

● Obtener información para el estudio de un caso en el que colaboren varios


agentes.
● Conseguir datos para un proyecto de investigación que afecte a toda la
comunidad.
Lo que caracteriza a la entrevista es la interacción personal intencional, por ser un
tipo de conversación en la que dos personas, o más de dos, interactúan con el
propósito de cumplir un objetivo previamente definido. Al ser una conversación
dirigida a un fin, no debemos confundirla con una simple conversación, ya que en
ella uno de los participantes es el que ejerce el control y la dirige hacia una finalidad
establecida. Los aspectos que diferencian una entrevista de una conversación son
los siguientes:

ENTREVISTA CONVERSACIÓN

Intencional Ocasional

Relación directa No es imprescindible una relación directa

Con objetivos claros y prefijados Generalmente sin objetivos

Roles establecidos: Ausencia de roles


entrevistador/ Entrevistado

Relación asimétrica: Relación simétrica:


el entrevistador guía el diálogo. ninguna parte controla el diálogo

Los rasgos característicos de la entrevista son:


o Es una vía de comunicación bidireccional y generalmente oral.
o Se lleva a cabo entre dos o más personas que establecen una relación directa
o cara a cara.
o Precisa de unos objetivos prefijados y conocidos por todos los participantes.
o Existe una adopción de roles diferenciados que conllevan el control de la
situación por parte del entrevistador, por lo que se establece una relación asimétrica
entre los participantes.
o Se establece una relación interpersonal, esto implica que la entrevista debe
ser algo más que la aplicación mecánica de una técnica.
Ventajas e inconvenientes del empleo de la entrevista:
Ventajas:
- Son el medio más adecuado para poner en relación a personas. Permiten
establecer relaciones cercanas entre ellas y hacen sentir a todos los agentes que
son parte importante en el proceso educativo, que son necesarios y que se tienen en
cuenta sus opiniones, preocupaciones, inquietudes, propuestas...
- Implica una relación personal, promueve la individualización de la educación y
la adaptación a las necesidades de cada sujeto.
- Es un instrumento flexible que permite al entrevistador adaptarse sobre la
marcha a las peculiaridades del entrevistado.

p. 166
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

- Es un medio que proporciona gran variedad de información, y permite


observar el comportamiento del entrevistado, tanto en la dimensión verbal como en
la no verbal.
- Permite recoger información de carácter subjetivo: emociones, opiniones,
percepciones...; y de tipo biográfico: trayectoria vital, conflictos...
Inconvenientes:
- Tiene un coste relativamente elevado de tiempo y esfuerzo para el
entrevistador y el entrevistado.
- El riesgo de no ser un medio objetivo de recogida de información, ya que
puede haber diferentes amenazas de sesgo, viéndose afectadas ambas partes.
- El entrevistador debe ser un agente con experiencia, audaz, perspicaz y
sensible. Sólo así se obtiene información relevante y verdaderamente útil.
CLASIFICACIÓN DE LAS ENTREVISTAS

1.- Según el grado - Estructurada


de estructuración - Semiestructurada
- Abierta

2.- Según el objetivo - De orientación


- Informativa
- De investigación
- Terapéutica

3.- Según el grado de - Directiva


participación del - No directiva
entrevistado

4.- Según el número - Individual


de entrevistados - Colectiva

5.-Según el centro - Centrada en el entrevistador


de atención - Centrada en el entrevistado

2.4. Los Tests


Existen un gran número de aspectos y dimensiones del hombre que no se pueden
estudiar de forma directa por la complejidad que entrañan, ya que nos resulta
imposible observar directamente y obtener información sobre aspectos como la
inteligencia, las aptitudes numéricas, espaciales, verbales o la personalidad del
individuo. Por ello ha sido preciso crear una serie de instrumentos para acceder a
estas dimensiones abstractas, por resultar imposible estudiarlas directamente, y lo
que hacen los tests es medir o cuantificar sus manifestaciones. Este tipo de pruebas
se empelan en diversos ámbitos científicos, pero principalmente en el psicológico y
el pedagógico. Test es sinónimo de prueba, examen, ensayo o reactivo. Una
definición muy clara es la de Yela (1992), según el cual, un test es una situación
problemática, previamente dispuesta y estudiada a la que un sujeto ha de responder
siguiendo ciertas instrucciones, y en cuyas respuestas se estima, por comparación
con las respuestas de un grupo normativo, la calidad, índole o grado en que posee el
constructo medido.
Los tests constituyen por tanto, una forma de medición indirecta de un rasgo o
característica concreta de la persona a través del análisis de sus manifestaciones.

p. 167
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Son técnicas de investigación social que miden constructos teóricos definidos


operacionalmente a través de los distintos ítems que los integran. Permiten una
descripción cuantitativa y controlable del comportamiento de un individuo ante una
situación específica, tomando como referencia el comportamiento de los individuos
de un grupo definido colocado en la misma situación.
Con ello se consigue una medida tipificada del rasgo estudiado a través del
instrumento, al establecer una correspondencia entre la puntuación obtenida por un
sujeto en el mismo y el baremo de la propia prueba. Los tests permiten una
uniformidad en el procedimiento de aplicación y puntuación que hace posible la
comparación de los resultados obtenidos por distintos sujetos. La objetividad en la
valoración es otro aspecto importante, ya que el juicio que se establece viene
determinado conforme a unos baremos previos, sin que influya el criterio subjetivo
de la persona que aplica la prueba.
2.4.1. Rasgos definitorios de los tests
Las características definitorias de estos instrumentos se pueden resumir del
siguiente modo:
- Fundamentación científica
- Permiten un conocimiento indirecto
- Constituyen un proceso sistematizado
- Objetividad en la valoración
- Carácter normativo
- Permiten la comparación entre sujetos.
Ventajas del empleo de los tests:
Los tests son instrumentos que se emplean muy frecuentemente para evaluar y
diagnosticar en el campo de las Ciencias Sociales, debido al gran número de
ventajas que presentan:
- Economía de tiempo y esfuerzo
- Objetividad de los resultados
- Visión comparativa frente a un grupo de referencia
- Valoración de multitud de dimensiones
- Fiabilidad y validez
- Permiten predicción e inferencia.
Inconvenientes del empleo de los tests:
En cuanto a los inconvenientes destacamos los siguientes:
- La dificultad de elaborar una aproximación única del constructo medido
- Las medidas educativas y psicológicas están basadas en muestras limitadas
de conductas
- Excesivo reduccionismo en los resultados obtenidos.
2.5. Otros procedimientos de recogida de información
Otros procedimientos de recogida de información son:
■ Técnicas de grupo
■ Técnicas basadas en el autoinforme y la introspección
■ Técnicas basadas en construcciones y ordenaciones personales
■ El grupo de discusión
■ La historia de vida

p. 168
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

■ El portafolios
■ Las rejillas de constructo personales.
Siempre que sea posible se utilizarán diversas técnicas e instrumentos de recogida
de información para garantizar la calidad y validez de la misma, aunque su
utilización puede estar condicionada, por diversos factores, ya se realiza:
● En función de los recursos económicos disponibles
● En función del tiempo disponible
● En función del tipo de datos a obtener
● En función del enfoque que se quiera dar a los datos
● En función del contexto donde se utilicen...
Bibliografía
ANGUERA, M. T. (1988) Observación en la escuela. Barcelona: Graó.
-(1998) Técnicas de observación en el aula. Proyecto, 28, 66-70.
GRAWITZ, M. (1975) Métodos y técnicas en las ciencias sociales, I y II. Barcelona: Hispano
Europea.
GRZIB, G. (1981) Los tests psicológicos, en J. F. MORALES DOMÍNGUEZ, Metodología y
teoría de la psicología, Vol. II, pp. 119-149. Madrid: UNED.
MUCCHIELLI, R. (1974) El cuestionario en la encuesta psico-social. Madrid. Ibérico.
PADILLA, M. T. (2002) Técnicas e instrumentos para el diagnóstico y la evaluación
educativa. Madrid: CCS.
SAWIN, E. (1970) Técnicas básicas de evaluación. Madrid: Magisterio Español.
YELA, M. (1992) Teoría de los tests. Madrid: UCM.

Has de saber amigo Sancho...

ESTRATEGIAS PARA ACOPIO Y ORDENACIÓN DE LAS IDEAS ANTES DE


HABLAR O ESCRIBIR (II)4
ESTRATEGIAS ESTRUCTURADAS
En la parte anterior el tema, vimos estrategias no estructuradas destinadas al
acopio de información. Pero, como estas estrategias nos ofrecen la información “en
bruto” y sin orden, requieren un paso posterior que se encargue de darles ese
orden que deben tener si queremos que lleguen eficazmente a nuestro auditorio o a
nuestros lectores. Como instrumento muy valioso para conseguir esta ordenación
proponíamos el modelo de María Teresa Serfini, quien mediante dos pasos
sucesivos (el agrupamiento asociativo y el mapa de ideas) situaba en una
estructura coherente las ideas anotadas en la lista desordenada (equivalente al
brainstorming).
En el presente tema vamos a presentar una serie de estrategias pensadas como
instrumentos para explorar a fondo un tema (de cualquier tipo) con el fin de
conocerlo mejor.

4
Una contribución del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p. 169
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

En todas las estrategias que vamos a ver se proporciona una serie de puntos de
vista o distintas perspectivas desde las que se puede contemplar el objeto en
cuestión: son como motores de análisis que nos ayudan a sacar ideas nuevas
sobre un objeto o tema. Veremos seis de ellas:
1. Las preguntas del reportero
2. La cinquena
3. La tagmémica
4. Los tópicos aristotélicos
5. La sinéctica
6. El cubo.
(¡¡¡Ya sería mala suerte que ninguna de ellas te sirviera en un momento dado!!!)
Las podríamos encuadrar en el grupo de los llamados heurísticos: “estrategias o
instrumentos de descubrimiento”, utilizados para descubrir ideas nuevas. Muchos
de ellos se están empleando como “técnicas de creatividad”. Asimismo, son muy
usados en cursos de redacción para cubrir la primera fase del proceso de escritura
que se dedica al acopio y organización de la información.
1. LAS PREGUNTAS DEL REPORTERO
Conocidas como las seis WH porque todas las palabras inglesas que las nombran
contienen esas letras: Who (quién ha intervenido en el hecho), What (qué ha
ocurrido), When (cuándo ha pasado), Where (dónde ha sido), Whay (por qué ha
ocurrido) y How (cómo ha pasado). Son las seis preguntas que nos pueden servir
para analizar (y construir) cualquier noticia periodística y, además, se puede
emplear como heurístico para analizar cualquier situación o acontecimiento en que
intervengan dichos factores.
Puede ser útil que desglosemos un poco más cada uno de los términos:
• QUIÉN englobaría: cualidades físicas, rasgos de su personalidad, historia
personal, cosas que posee, etc.…
• QUÉ incluiría: propósito, valor, forma, límites, a qué conjunto pertenece, en que
se parece o en que se diferencia de otros miembros de su grupo, causas,
efectos, duración, significado, etc.
• CUÁNDO. Se ocupa de cuándo ha ocurrido el acontecimiento: cuándo fue la
última vez que ocurrió; cuando ocurrirá de nuevo; qué sucedió antes, mientras o
después de ese hecho; si hubiera sido diferente de haber ocurrido en otro
momento; cuánto duró; si ocurrió en un momento oportuno o inoportuno, etc.
• DÓNDE. Pregunta por las características del lugar donde ocurre el hecho:
localización, tamaño, forma, límites; a qué otro sitio se parece, cómo lo percibe
la gente; describirlo aplicándole los cinco sentidos; si influye el lugar en las
participantes o al revés, etc.
• POR QUÉ. Se pregunta por las razones, conclusiones: por qué ha sucedido
esto; qué causas lo han motivado; objetivos a corto, medio o largo plazo; si los
resultados han sido intencionados o accidentales y si se podrían haber
prevenido, etc.

p. 170
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

• CÓMO. Inquiere sobre el modo como ocurrieron los hechos: cuál es la meta o
el propósito, fases de que consta el proceso; medios necesarios para que se
produzca la acción o se dé el proceso; importancia de cada una de esas fases
dentro del conjunto, etc.
Con estas u otras concreciones que se podrían añadir podemos sacarle mucho
partido a este instrumento. El orden no tiene por qué ser este mismo ni es obligado
que aparezcan siempre todos los elementos.
2. LA CINQUENA5
Es un grupo de cinco preguntas que se pueden plantear a cualquier situación.
Podrás comprobar a primera vista el gran parecido que mantiene con la preguntas
del reportero que acabamos de ver. Estas son:
1. Hecho (Action): ¿Qué ha ocurrido, ocurre u ocurrirá?
2. Escenario (Scène): dónde y cuando ha ocurrido: se investiga el contexto o
los antecedentes del hecho.
3. Actor (Agente): persona o personas que están involucradas en el hecho
(¿quién lo ha hecho?).
4. Medios (Agencia): instrumentos de que se vale el Actor para la realización
del Hecho (¿cómo y con qué lo ha realizado el Actor?).
5. Propósito (Purpose): ¿por qué actúa así el Actor? ¿Qué quiere conseguir?
Aunque, en apariencia, esta estrategia se perece mucho a la estrategia preguntas
del reportero, se trata de un instrumento más potente y eficaz porque cada uno de
los cinco elementos se relaciona necesariamente con todos y cada uno de los
demás. Así, por ejemplo, podemos preguntar: ¿cómo influye el propósito en el
hecho, en el actor, en el escenario y en los medios o al revés?
Lo vemos más claro en el siguiente cuadro de doble entrada, que se puede aplicar
a los demás elementos.

HECHO ACTOR ESCENARIO MEDIOS PROPÓSITO

HECHO X

ACTOR X

ESCENARIO X

MEDIOS X

PROPÓSITO

5
Con esta palabra (poco usual en español pero que forma serie con otras más usuales como decena, docena,
quincena, etc.), hemos traducido la inglesa PENTAD (‘grupo de cinco’). Es una estrategia desarrollada por
Kennet Burke, Grammar of motives, U. of California P, 1969. Es un instrumento para el análisis retórico de los
textos, que permite abrir un texto a múltiples perspectivas. Aquí la vamos a emplear como instrumento que nos
permita la exploración de un asunto desde distintas puntos de vista o perspectivas.

p. 171
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

3. TAGMÉMICA6
La Tagmémica contempla el tema u objeto bajo "tres perspectivas" y les aplica tres
“ideas maestras” para descomponer un tema en sus elementos constitutivos:
Las perspectivas son:
1. Partícula (particle): observa el objeto en sí mismo como realidad aislada,
estática (qué es).
2. Onda (wave): contempla el objeto como realidad dinámica que cambia con el
paso del tiempo (qué hace, como se comporta).
3. Campo (field): contempla el objeto como parte de otro más amplio y estudia
cómo se comporta en relación con las otras partes.
A estas tres visiones del objeto les aplica tres “ideas maestras” para
descomponerlo:
a) Contraste (contrast): se pone el objeto en relación con otros para ver los
parecidos y diferencias que mantiene con los de su clase.
b) Variación (variation): examina hasta qué punto puede cambiar el objeto o tema
sin perder su naturaleza esencial.
c) Distribución (distribution): examina con qué frecuencia y en qué sitios se puede
observar.
CONTRASTE VARIACIÓN DISTRIBUCIÓN
Estudia el objeto como un Examina el objeto como parte de
Estudia el objeto como
ejemplo concreto de un un contexto más amplio.
entidad aislada y estática.
concepto. Se pregunta si está debidamente
Se pregunta por las
PARTICULA Se pregunta hasta qué punto clasificado: cuál es su posición
características que lo definen
es una variante de ese correcta en el tiempo, en el
y sirven poya diferenciarlo de
concepto sin que se espacio, o dentro de un sistema de
otros
convierta en algo distinto. clases.
Estudia el objeto como Considera el objeto como parte de
entidad o suceso dinámicos. Considera el objeto como un proceso dinámico más amplio.
ONDA Se pregunta cuáles son las proceso dinámico. Se pregunta cómo interactúa con
características físicas que lo Se pregunta cómo cambia. los demás elementos de ese
diferencian de otros. contexto.
Estudia el objeto como un Estudia el objeto como un sistema
Estudia el objeto como un
sistema multidimensional abstracto dentro de otro sistema
sistema multidimensional
abstracto. más amplio.
físico.
CAMPO Se pregunta cómo se Se pregunta qué posición ocupa
Se pregunta cómo algunos
relacionan unos elementos dentro de ese sistema más amplio
de sus componentes hacen
con otros: en el espacio, en y cuáles son las características que
que el sistema varíe sin que
el tiempo o dentro del lo sitúan dentro de ese sistema
pierda su esencia.
sistema. más amplio.

4. LOS TÓPICOS ARISTOTÉLICOS


Son cuatro: definición, comparación/contraste, causa/efecto y argumentación.
Definición: mediante esta operación se describe la naturaleza del objeto (tema): a
qué categoría más general pertenece; cuál es su función.
6
El lingüista Kenneth Pike desarrolló en los años 60 un modelo lingüístico, la tagmémica, que describe el
lenguaje desde múltiples perspectivas. Su idea central es que cada rasgo del lenguaje se puede describir por sus
relaciones con el resto de los rasgos mediante el contraste, la variación y la distribución. Poco más tarde algunos
retóricos aplicaron su teoría al estudio de la escritura o composición.

p. 172
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Comparación/contraste: mediante esta operación se descubren más cosas sobre


el objeto o tema comparándolo con otros: en qué se les asemeja, en qué se
diferencia e ellos
Causa/efecto: mediante esta operación se investigan sus posibles causas o
antecedentes, así como los efectos que de él se derivan.
Argumentación: esta operación consiste en apoyar el tema con opiniones de
autoridad o con hechos: qué dicen los expertos sobre el tema; qué investigaciones
relevantes hay sobre él.
5. LA SINÉCTICA7
Etimológicamente, sinéctica significa la “unión de elementos distintos y
aparentemente irrelevantes” (William J.J. Gordon).
En la sinéctica se trabajan dos procesos:
a) Convertir lo extraño en algo familiar o conocido: ante un problema nuevo se
busca en los conocimientos y experiencia previos algo que permita encarar y
analizar el nuevo problema.
b) Convertir en extraño lo conocido o familiar, sacándolo de su contexto normal
para verlo desde distintas perspectivas. Para ello la sinéctica se basa en la
analogía, que es uno de los más poderosos instrumentos para entender un
problema nuevo poniéndolo en relación con otras cosas que ya conocemos.
La sinéctica establece cuatro tipos de analogía:
a) Personal: imagina que tú eres el tema o la solución del problema: (¿cómo se
sentiría esto si fuera humano? O ¿cómo me sentiría yo si fuera esto?)
b) Directa: compáralo con algo concreto.
c) Simbólica: compáralo con un principio o idea abstracta.
d) Fantástica: establece una comparación “extraña”, “disparatada”.
6. EL CUBO
La estrategia denominada “cubo” nos permite examinar el objeto (tema) desde seis
perspectivas diferentes:
a) Descríbelo: has una descripción física del objeto (color, tamaño, apariencia…),
de qué partes está compuesto.
b) Compáralo: con otras cosas y di en qué se parece y en qué se diferencia de
ellas.
c) Asócialo: ¿qué otras cosas te recuerda cuando piensas en él? (No debe
importarte ser creativo: únelo a todo aquello que te venga a la cabeza en relación
con él, por muy extraño o disparatado que parezca).
d) Analízalo: separa sus componentes y observa cómo se relacionan entre sí;
cómo se unen para formar un todo.
e) Aplícalo: qué se puede hacer con él; qué usos se le puede dar.
f) Arguméntalo: señala sus pros y sus contras.

7
Estrategia elaborada por William J.J. Gordon. Ver bibliografía al final.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Bibliografía
EDWARDS, B. L. (1979) The Tagmemic Contribution to Composition Teaching. Manattan,
KS: Kansas State University Occasional Papers in Composition Theory and History, No. 2,
1979. Este artículo se encuentra en edición digital en:
http://personal.bgsu.edu/~edwards/tag1.html
FABRIS, F. A., LACHOWICZ, G.E. y PUCCINI, S, S. La sinéctica. Aplicación de una
técnica creativa, en http://www.espiraldialectica.com.ar/sinectic.htm
GORDON, W.J.J. (1992) “Sinéctica: historia, evolución y métodos”, en G. DAVIS y J.A.
SCOTT (comps), Estrategias para la Creatividad, Buenos Aires, Paidós.
Otras páginas que pueden ayudarte, en técnicas de creatividad aplicadas a la generación o
acopio de ideas, son:
http://www.neuronilla.com/pags/tecnicas/#menu
http://www.innovaforum.com/tecnica/sinectic_e.htm
http://www.neuronilla.com/tabla.htm

Los gigantes...

RECURSOS. LA MÁQUINA DE FOTOS DIGITAL (I) 8


A. Generalidades físicas
La máquina digital de fotos es parecida a una convencional, es decir, una cámara
obscura con lente, pero en el lugar en que las tradicionales llevan la película, éstas
llevan sensores de estado sólido llamados CCD capaces de captar la luz y
convertirla en datos.
La “definición” depende del número de puntos fotosensibles del CCD. Cada punto
sensible debe ser capaz de ofrecer tres datos a la memoria: la intensidad de color
cian (azul), la de verde y la de magenta (rojo).
La miniaturización a que se ven sometidas estas máquinas hace que su zoom óptico
sea pobre (pequeño). Cuando se quiere fotografiar algo lejano y ya el zoom óptico
no da más de sí, una buena solución consiste en hacer la foto con más definición de
la necesaria y luego ampliar (con el ordenador o – si lo permite – con la propia
cámara) el detalle que se deseaba fotografiar.
Otras cámaras digitales disponen de “macro” que sirve para sacar fotos de detalles
pequeños. Si se quiere fotografiar algo muy pequeño y la cámara ya no permite
mayor proximidad, quedan dos recursos: a) como en el caso anterior, fotografiar con
mayor definición y luego ampliar el detalle con la propia cámara o con el ordenador;
b) poner una lupa delante de la lente de la cámara y fotografiar, comprobando en la
pantalla que el detalle está bien enfocado.

8
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Muchas cámaras pueden tomar secuencias de vídeo. También resulta muy útil. No
vamos a analizar las repercusiones educativas de esta posibilidad, ya que las
asociaremos al estudio del vídeo y de la imagen en movimiento.
B. Generalidades psicológico icónicas.
Fotografía para autoayuda. La memoria humana es muy limitada. Normalmente
recordamos muy pocos números, y los recordamos por poco tiempo. Si no fuera por
la posibilidad de depositar los números en un papel o en cualquier otro soporte,
nuestra capacidad de operar se vería mermadísima, porque el apoyo que hace la
memoria a nuestra inteligencia es escasísimo. Algo parecido nos ocurre con las
palabras, aunque en este caso logramos recordar algunas más. En el aspecto
lingüístico y matemático el ser humano fue más capaz desde el momento en que
pudo escribir. La memoria escénica (de imágenes) la tenemos mucho más
desarrollada. Gracias a esa capacidad sobrevivimos. Algunas personas tienen gran
memoria fotográfica, y sólo por este motivo se desenvuelven mejor que quienes la
poseen en menor grado. A pesar de ello ya desde la prehistoria – y antes ¡claro! que
respecto a la escritura – el hombre necesitó congelar las imágenes y aprendió a
dibujarlas. Inicialmente la habilidad de dibujar fue más asequible que la de escribir.
Por eso se llegó a representar el discurso hablado con dibujos (jeroglíficos). Luego,
con la invención de la escritura el dibujo se devolvió a las tareas representacionales
y sólo se hermanaba con la escritura para aspectos complementarios.
La falta de habilidad para dibujar propicia que con frecuencia un dibujo se sustituya
por palabras: así ocurre al relatar un itinerario o al realizar una descripción.
Las máquinas de fotos tradicionales cambiaron algo esta situación, pero no en
exceso ya que el proceso de visualizar la foto resultaba laborioso.
Ahora que la cámara de fotos puede ofrecer sus resultados con bastante mayor
agilidad este panorama va cambiando. Veamos cómo. Lo vamos a observar a nivel
personal y doméstico, y después a nivel educativo. Te pedimos (como ejercicio
personal) que intentes encontrar nuevas aplicaciones de la cámara de fotos en
ambos contextos.
Te proponemos que leas relajadamente los relatos que siguen. Son situaciones de la
vida diaria que de una u otra forma introducen la cámara de fotos digital de forma un
tanto atípica. Una vez reconocidas las intentaremos categorizar. Para hacerlo
echaremos mano del recuerdo de cada anécdota y las usaremos para que caigas en
la cuenta de sus características. Más tarde emplearemos parte de lo aprendido para
hacer lo mismo con su utilización, no en el entorno doméstico, sino en escenarios
propios de la Educación Social.
C. La máquina de fotos en la
vida doméstica.
La mayoría de los usuarios utilizan
la cámara para fotografiar
personas, bodas, viajes, y poco
más. Veamos otras utilidades.
Toma rápida de una nota. Estás
en el extranjero vas a ir en tren a
otra ciudad. Sacas en una
máquina expendedora tu billete.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Ves en un horario mural las ciudades por las que el tren pasará y a qué hora. Te
gustaría disponer de esa información, pero viene ya el tren. Tomas una foto. Ya en
tu asiento vas visualizando tranquilamente cuál es la siguiente ciudad y lo
compruebas mirando al reloj en cada estación. ¡Es como si hubieras despegado el
cartel y te los hubieses traído!
Contra el olvido. Te han recomendado que tu cama esté un poco inclinada. Para
ello le quitas las ruedas que traía el somier. Para que no se pierdan las sujetas con
sendas bridas de plástico bajo una de las lamas que soportan el colchón. Temes que
eso se olvide y un día se busquen las ruedas y nadie mire ahí. Por eso sacas una
foto (queda muy extraña y curiosa) y la pones a modo de cuadro en la pared con
cuatro alfileres. Ahí quedará durante una temporada hasta que se caiga o te hartes
de ver las ruedas. Ha sido suficiente para que ya se recuerde para siempre.
Manual de uso de la lavadora o el microondas (notas domésticas). No sabes
cómo hacer para que la lavadora tome el suavizante cuando pones un programa
para lana. Lees las instrucciones y, como siempre, te enteras de poco. Tras un buen
rato de investigación y un lavado de comprobación ya tienes las cosas más claras.
Preparas una pequeña ampliación al manual de instrucciones añadiéndole fotos
(normalmente son fragmentos de fotos) que te ayudarán a resolver ese mismo
problema cuando se vuelva presentar. Lo mismo ocurre con muchos
electrodomésticos: cómo sintonizar los canales de la TV, cómo cocinar con el grill
programable del microondas calculando los tiempos “por peso”, como programar el
DVD para que grabe en diferido dos emisiones diferentes...

Microondas

1,2 Kg de pescado:
Se marca el 8, y sale un 8
Luego se le da al 1,0 Kg
y al 0,1 Kg
Start.

Temo que me roce el coche de delante. Has aparcado detrás de un coche que
lleva enganche para remolque. Temes que sea poco cuidadoso y al salir te lo
incruste. Tomas una foto de la situación en la que se ve la matrícula y te olvidas.
Avisos en casa. Has afilado un par de chuchillos con un instrumento doméstico.
Temes que alguien desprevenido se lastime. Pones en cada cuchillo una cinta
llamativa, y dejas en la cocina una foto (siempre de
impresora) con una leyenda: “Cuidado: cuchillos
afilados”. Lo mismo para mil situaciones similares:
cartel con: “Si se deja el secador sobre este
radiador se acabará cayendo” (y una foto del
secador sobre el radiador del baño en equilibrio
instable), “En caso de avería, cerrar el grifo de paso
que está junto al ascensor. La llave está en la caja
amarilla” (y una foto del cajetín aludido). Etc. etc.
Muchos avisos domésticos no requieren foto. Otros,

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

sin ella quedan pobres.


Detalles a recordar: La grabadora de CDs
empieza a fallar. Para salir de dudas un técnico
amigo te ofrece otra igual. Si con ésa funciona, te
la presta durante unos días mientras revisan la
tuya, o compras otra. No hay muchas
posibilidades de error, pero, para no equivocarte
fotografías dónde va cada conector. No hace falta
imprimir esa foto. Cuando haya que montarlo, se
mira en la propia máquina. Si durante el
desmontaje hay más detalles a recordar, nueva
foto para cada uno.
Mantelería. La abuela quiere copiar el bordado que hay en la mantelería en casa de
unos conocidos para usarlo en otra. No sabe cómo tomar nota. Una foto y su
posterior impresión le resuelven el problema.
Prever cómo quedará. Vas a hacer una reforma en un mueble, o en la casa y
quieres ver el aspecto final. Mediante montaje fotográfico, o bien mediante
superposición de elementos recortados sobre la foto del mueble (o del original
correspondiente) se aprecia con bastante fiabilidad el resultado final. No sólo es útil
para que tú te hagas tu propia idea, sino también para que otras personas (por
ejemplo de la comunidad de vecinos) se puedan imaginar tu propuesta.
Ver si gusta para comprarlo. Te han encomendado que compres un elemento
doméstico: alfombra de cocina, cesto de la ropa limpia para la plancha..., pero dudas
que tu gusto coincida con el resto de la familia. Llevas la foto para corroborarlo.
Visita al oculista. Ocurrió en una familia tal como lo narramos: a la vez que una
persona mayor sentía molestias en el ojo, se rompió la cadera. Un familiar acudió al
oculista con varias fotos. Respuesta del oculista: Tres partes: Uno: está claro que le
pasa tal cosa. Dale tal pomada tres veces al día. Dos: el viernes, no vengas,
mándamela por Internet. Tres: Regálame el CD (en el que el familiar llevaba las
fotos).
Búsqueda a ciegas. Sobre los muebles de
cocina hay un zócalo ornamental que los unen
la techo. Se sospecha que tras ellos hay una
gotera: se nota por el olor. Desmontar ese
zócalo supondría demasiado estropicio. Por
eso sólo se desmonta una pieza lateral, pero
no se ve acierta a ver. Solución: meter la
máquina de fotos y disparar con el
temporizador. Resultado: una foto delata que
algo más allá del tubo del extractor de humos
hay humedad (era ese tubo el que no permitía
ver bien). Esa foto fue suficiente para que el
fontanero del seguro comenzase la obra en el
piso de arriba. La cámara les liberó de un
problema incómodo. Algo similar, aunque no
tan incómodo es mirar el tipo de unión que
hay bajo el lavabo dentro del pie cerámico que
lo sostiene. Recurriendo a una foto nos

p. 177
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

enteramos rápidamente.
Carteles. En un taller hay un cartel muy completo de prevención de posible sordera
producida por el ruido si es constante. Te parece importante y piensas transmitírselo
a un amigo que temes está perdiendo oído por ese motivo. Nada mejor que una
copia impresa (a partir de una foto) con todos los pormenores. Se lo puedes dar
como pequeño cartel DinA4, o alternativamente, como pequeño folleto, resaltando
algunas de sus secciones.
Vigilar pertenencias. Dudas si alguien toca tus cosas. Cuando te vas sacas una
foto de cómo dejas la zona a vigilar. Al volver comparas.
Inventario. Una casa se va alquilar, o va a quedar deshabitada durante un tiempo.
Sistemáticamente sacas fotos de cada cajón, cada puerta de armario... En unos
minutos tienes un inventario fotográfico, que para ciertos fines es suficiente, sin
necesidad de imprimirlos.
Gotera. Los trasteros están en el segundo sótano. Una gotera ha inundado el tuyo.
El horror se percibe al volver de vacaciones. Se avisa al seguro, pero tardan. No
queda más remedio que empezar a sacar, para salvar lo salvable. Mediante fotos
(más de dos centenares), cuando al fin viene el perito, tanto poder descriptivo le
abruma y se da por absolutamente enterado de todos los pormenores. Alaba la
diligencia y el método.
Libros prestados. La costumbre de poner junto a libro un papelillo con el nombre y
la fecha permite dejar en el lugar del libro una hoja impresa que permite recordar
quién lo tiene en el momento en que vayamos a precisarlo. Además el archivo puede
dejarse en una carpeta titulada “Libros prestados”.
Nota complicada. Te piden que mires los horarios del curso de buceo, o de actos
religiosos, o las farmacias de guardia. Dejar ver (a quien lo solicitó) la “nota” tomada,
en la pantalla de la cámara, es más rápido y convincente que si le pasas un papel
garabateado. Además, a veces hay que interpretar los avisos: “Las vísperas de
festivos en horario de verano...” mejor será pasarle la cámara y que lo interprete (y
se equivoque, como siempre) la propia persona interesada.
Verme ojos malos. Ver esos pequeños derrames (inofensivos) que a veces
aparecen en el lateral de un ojo, es imposible. ¡Ni en el espejo!: cuando lo miras se
oculta. Una foto tomada mirando de reojo al lado contrario te permitirá autocuriosear
lo (a veces) aparatoso del problema. Algo similar ocurre con otras partes del cuerpo,
como una caries, o un problema en uña del pie, etc. En esas ocasiones es práctico
colocar a la cámara el dispositivo que permite ver las fotos en la televisión, y
monitorizando lo que se observa, sin llegar a tomar las fotos nos podemos formar
muy buena idea del problema.
Lupa. La circunstancia anterior (además de accesibilidad de visión a lugares
complicados) tiene enorme carácter amplificador de imagen: se ven muchos más
detalles en el monitor a partir de una foto, que a simple vista. En alguna ocasión (en
situaciones de hotel) ante la imposibilidad de leer instrucciones de un producto
(increíblemente diminutas), una solución ha consistido en tomar una foto y, con el
zoom de la máquina o en el portátil, leer lo que la vista no alcanza a descifrar. En
estas circunstancias es necesario tomar la foto con máxima resolución. Cuando
anteriormente se aludió al oculista, la foto sirvió de lupa: no necesitó mayores
aumentos para examinar el aspecto externo del ojo.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Compra de piezas. Si en la ferretería pides la bisagra de un mueble de cocina, te


dirán que quites una y la lleves para ver de qué tipo. A no ser que se la enseñes en
la pantalla de la cámara, o impresa. En ocasiones conviene poner al lado la cinta
métrica (p.e. la de costura) por si hubiese tamaños dentro de cada tipo. Entonces la
cinta métrica ofrece medidas comparativas
casi perfectas. Las fotos con cinta métrica se
deben hacer en perpendicular (frontal) para
evitar errores de paralaje, y desde no muy
cerca (cuanto más lejos es mejor), para evitar
errores de perspectiva. Este alejamiento se
compensa con mayor resolución: de esa
forma se amplía sin deformaciones. Errores
de paralaje son los motivados por el ángulo
desde el que se observa.
Dejar hoja de la agenda. Alguien en casa te va a pedir cita para el médico. Antes
de marcharte le dejas una copia de tu agenda (en formato mes): de esa forma sabrá
tu disponibilidad de fechas.
Fotocopias en cibercafé. De vacaciones accedes a Internet en un Ciber. Si no
tiene impresora, o si su precio no te resulta interesante... o no llevas el pen-drive,
fotografías las pantallas que quieres guardar. En esos caso conviene elegir
establecimientos que no tengan antiguos monitores de rayos catódicos (los
tradicionales), porque con su “barrido” las fotos no captan toda la pantalla sino sólo
la zona iluminada durante la fracción de segundo que dura la toma.
Marcas en el texto. Habéis trabajado en grupo. El documento base ha sido
subrayado, o corregido, o apostillado... Tienes que marcharte y quieres llevarte esas
anotaciones ya. Foto a las páginas que tienen correcciones y eso, por lo menos, ya
lo tienes. Si la persona que se compromete a mandarte el documento modificado
tarda o se olvida o lo hace a medias, es algo que ya te preocupa menos.
Exposición nostálgica. En la Biblioteca Nacional se exponen objetos de época. Las
medicinas que tomaban nuestros mayores de niños, los libros de entonces, los
secantes... Te gustan los libros o tarjetas troquelados que tienen movimiento. Ves
una postal (de propaganda de una tienda de moda) con movimiento: un señor se
quita y se pone el sombrero. Casi es un alarde, pero a partir de la foto, consigues,
una vez impresa, reproducir el movimiento. Te la has apropiado sin robarla.

En vitrina Ya impreso: cerrándose Ya impreso abierto

Copia de las memorias del teléfono. El móvil anda mal. Lo vas cambiar. Muchos
números de teléfono están grabados no en la tarjeta, sino en el teléfono. No tienes
ganas de andarlos copiado, ni te fías de los números que sueles bailar en esas

p. 179
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

copias. Foto de baja resolución a cada uno. Luego, volcadas en una carpeta del
ordenador, ya copiarás los que mantienen vigencia.
Elegir color. Te encomiendan comprar un hilo verde
claro. Incluso te dan la muestra. En la mercería no hay
igual y dudas cuál gustará más de entre los disponibles.
Foto en que se ve el color muestra y los disponibles. La
persona interesada podrá decidir.

Ilustración para un aviso. En el trabajo se ha


perdido la tapa del compartimiento de pilas de un
aparato de uso compartido (por ejemplo, de un
mando a distancia, o de un magnetófono). Foto
con cartel: “Si aparece esta tapa llevarla a...”
Copiar de una revista. Estás en una sala de
espera. Algo en una revista te interesa. En lugar
de romperla, como hacen algunos cuando nadie
les mira, te llevas el detalle en tu cámara. Algo similar,
menos cortes, aunque inocente: en un viaje en autobús
el viajero de delante lee su periódico sosteniéndolo con
las dos manos. Entre los dos asientos una de sus
noticias te llama la atención. Desde esa distancia sólo se
ve el titular. Tomas una foto discretamente y con el zoom
lees la noticia recostado en tu asiento.
Fotocopiadora de emergencia. Has alquilado un coche
en la estación del Ave de Córdoba. Te dicen que si lo devuelves antes de tal fecha
reingresaran en tu cuenta parte del dinero adelantado. Antes de meter en el buzón
de la compañía de alquiler el ticket de aparcamiento y la llave, pones en el suelo el
contrato, el ticket y la llave (en su llavero se ve la matrícula) y ello te permite tener
fotocopia de todos los datos. Incluso puedes escribir una carta en la que vas
insertando recuadros con fragmentos de esa foto: “Tal como quedamos he devuelvo
el vehículo con tal matrícula (y se ve en la llave), a tal hora (y se ve en el ticket de
aparcamiento), etc. etc.”
Leer cartel de noche. Ya no hay luz. No logras
leer un cartel, por ejemplo de dirección, dentro
de un parque, el o el teléfono de una venta de
piso, o los datos de un portero automático al que
no le encuentras o no le funciona la iluminación.
Una foto con flash te permite verlo con
tranquilidad y luz suficiente para deducir lo que
necesitas. Ha anochecido tras un día de campo.
Hay que meterse en el coche y no hay luz para
repasar y ver si queda algo: la foto con flash
aporta algún dato respecto a alguna zona
concreta.
“Tomanotas”. Las notitas en papelillos se
acaban perdiendo. Las fotos no. Cada usuario
ha encontrado una forma de volcarlas al

p. 180
Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

ordenador de modo que acaban organizadas, pudiendo encontrarlas en algún orden:


al menos el cronológico. De acuerdo con ello, una de las formas más útiles de tomar
una nota, por ejemplo, de un teléfono, consiste en escribirla en cualquier papelucho
(podría ser una servilleta de papel), y fotografiar con baja resolución esa nota.
Siempre estará disponible.
Compra diferida. Estáis interesados en comprar una lámpara. Sois exigentes, pero
no lo tenéis claro. No hay prisa. De vez en cuando veis alguna. Con el tiempo se
pueden olvidar las ya vistas. Para que eso no ocurra se van depositando en la
carpeta “Lámparas” las que van gustando. Con el tiempo esa carpeta ayuda a
decidir y constituye un curioso recuerdo.
Encargo diferido. En primavera volveréis a la casa del pueblo. Para entonces
quieres encargar al carpintero los postigos para una ventana. Hace años te hizo otra.
Piensas escribirle después de Navidad planteándole el encargo. Tomas las medidas
y una foto de los otros. Con esos datos y una llamada posterior de teléfono será
suficiente.
Lío de cables. Has de llevar el ordenador a revisar. Al mirar los cables que hay
detrás te asustas. ¿De dónde salen tantos? (todos los puertos están ocupados).
Clamas por algo más sencillo, pero de momento tomas alguna foto y el montaje así
no ofrecerá dudas.
Para llevar las cuentas de los gastos. Uno de los hijos va recibiendo dinero para
varios gastos. Cada entrega una foto en baja (resolución). Cuando vuelve a
preguntar si se le dio lo de tal gasto, como a él y a ti se os ha olvidado, revisando la
carpeta (del ordenador) de sus gastos, se ve la foto del recibo y, encima, el dinero. A
veces alude a la compra de un libro, muchas veces a la asignación semanal. Ambos
os sentís bien con esa forma de control.
Acertijo. Últimamente la niña es (está siendo) bastante más desordenada. Hoy ha
sido el colmo: ha ido al colegio sin hacer la cama. Le preparas una carta con una
especie de postal plegable y la echas (en su sobre) al correo. Dentro de unos días le
llegará. En la primera hoja dice: ¡A ver si aciertas lo que es esto! En la segunda se
ve un pequeño redondel recortado, que permite ver algo fotografiado que está
pegado en la tercera hoja. Lo que se ve es muy surrealista. No se reconoce. Al
pasar a la tercera hoja para ver qué es, un poco de cinta adhesiva no deja verlo.
Cuando al fin se retira la cinta adhesiva se da cuenta de que se trata de un
fragmento de su cama (sábanas revueltas). Al fin ríe y agradece esa forma (lúdica y
diferida) de llamarle la atención, que no olvidará en la vida.
Recordar el tipo de bolígrafo. Te prestan un boli que escribe muy bien. Te
encaprichas con él. El próximo día en la papelería preguntas (enseñando la pantalla
de la cámara): ¿Tienen este bolígrafo?
Detalles de la TV. Te ha gustado un programa de cocina. Lo grabaste. Al visionarlo
paras una imagen. La fotografías e imprimes. Junto a lo impreso escribes unas notas
que te recuerdan la receta. Lo mismo puede ocurrir con un programa de bricolaje, un
libro recomendado, un truco, un pegamento, un anuncio... Por este sistema tu
cuaderno de recetas, puede ser una carpeta de ordenador o una carpeta física.
“Pillar” artículo del periódico. En la estación con un café. Anuncian el tren. Hay
que dejar a medias la columna del periódico (que es de la cafetería). Foto de lo que
queda. Luego se lee con tranquilidad en el asiento del tren.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Gamberros. Se ha pedido permiso al Ayuntamiento para sacar enseres desechados


a la basura. Llaman (del Ayto.) diciendo que esta noche entre diez y doce se dejen
esos muebles junto a los cubos de la basura. Así se hace y se dejan correctamente
amontonados. Queda la duda de si los desaprensivos pueden desamontonar,
esparcir, molestar, y encima se nos culpe del desaguisado. Por si se pidiesen
responsabilidades (algún coche dañado, o similares)... foto en la que se aprecia todo
correctamente colocado junto a los cubos de basura (lo que contextualiza en cuanto
a la hora) y nos tranquilizamos.
Recordar posiciones complicadas. Te toca limpiar los audífonos del abuelo, que a
él ya le va costando. Volver a colocar todo en su postura (que la pieza intraauricular
esté bien situada y en el oído correcto) no es fácil, y te debe salir bien a la primera.
Una o dos fotos, que luego se guardan el la caja del kit de limpieza resolverán el
problema.
Cajas. En el estante hay muchos objetos pequeños. Amontonados quedan mal. Se
organizan muy bien poniéndolos en cajas iguales, por ejemplo, la de cereales, o las
de café molido... pero estéticamente sigue de pena. Foto de los objetos que se
guardan. Impresa en color se pega sobre la superficie visible de la caja. Lo mismo,
con botes, cajas de lata etc. en la despensa, pero plastificando con cinta adhesiva
transparente (las fotos de legumbres, pasta, etc. resultan siempre decorativas).
Burocracia. Te pide una persona que le hagas una gestión propia de tu profesión.
Eso significa para ti cumplimentar y cursar un impreso. Una vez rellenado lo
fotografías y le pones un e-mail con esa foto adjunta. Situaciones similares: foto del
paquete que envías por correo postal a un tercero, foto de la tela que has elegido
para un tapizado, foto del tipo de letra para la encuadernación de la tesis o para la
lápida funeraria...
D. Categorización (uso doméstico de la m. fotos)
1. Captura de datos (input)
1.1 Captura para paliar deficiencias personales
a) Problemas de accesibilidad. Búsqueda a ciegas, derrame del ojo.
b) Problemas de memoria personal a corto plazo. Marcas en el texto. Recordar
posiciones complicadas (audífono), farmacias de guardia, fotocopias en Ciber
café, lío de cables (tras el ordenador).
c) Problemas de memoria a largo plazo. Contra el olvido (ruedas de las patas de
la cama), compra diferida (lámparas que ya han gustado).
d) Problemas de agudeza visual. Lupa (letra pequeña), visita al oculista, copiar
de una revista (en el autobús).
e) Capacidad de comparar. Vigilar pertenencias.
f) Imaginación. Prever cómo quedará (el mueble o el arreglo doméstico tras la
reforma).
g) Falta de luz. Cartel en parque, portero automático, búsqueda en el campo.
h) Toma veloz de datos. El horario de trenes en el extranjero.
1.2. Captura de datos para apropiación:
a) Fútil. Foto de revista en sala de espera.
b) Anodino, pero imprescindible (para logro). Recortable con movimiento en la
Biblioteca.
c) Delictivo. Muchas apropiaciones son delito. No hay ejemplos.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

2. Funciones de Gestión de Datos.


La cámara de fotos propicia:
2.1. Ahorro
2.1.1. De tiempo: Copia de los teléfonos del móvil.
2.1.2. Preocupaciones: coche de delante con aditamento para remolque, gamberros
(muebles donde la basura), inventario.
2.1.3. De esfuerzos. Fotos para elegir el color de hilo, o el cesto de la ropa limpia.
2.2. La información en su sitio. Foto de los audífonos en la caja del kit de limpieza,
libros prestados simultáneamente en lista y en el lugar del libro.
2.3 La foto concentra información. Vídeos condensados en fotos.
3. Funciones de salida (output) de datos.
Se da output cuando la foto tiene un destinatario diferente de quien la toma, la
archiva, la utiliza.
3.1 Input y output simultáneos. O concebidos con simultaneidad.
3.1.1. Output no modificado: Visita al oculista, cartel de sordera para amigo, foto del
bolígrafo bonito para que lo vean en la tienda, dejar de la agenda a un
familiar, datos de las bisagras del mueble de cocina
3.2. Output reelaborado: Mantelería, conversión de la foto de los postigos en un
nuevo encargo con otras medidas.
3.3. Uso de la fuerza de la imagen
3.3.1. Reclamo. Ayuda a la búsqueda de la tapa del compartimiento de pilas, aviso
de cuchillos recién afilados.
3.3.2. Burocracia en imagen
3.3.2.1. Fotocopiadora de emergencia (llave contrato y ticket de aparcamiento del
AVE).
3.3.2.2. Solicitud reforzada por imagen. Carta solicitando devolución de parte del
precio del coche alquilado.
3.3.3. Muestra fehaciente. Daños colaterales por gotera, acertijo (habitación
desordenada).
3.4. Fórmula “psicoadaptada” a la forma de ser del otro. Cuentas de los gastos
(comprobantes de los aportes pecuniarios al hijo), el acertijo anterior.
4. Otros valores de la imagen
4.1. Valores estéticos. Botes de legumbres o cajas de cosas pequeñas.
4.2. Capacidad de “inventariar”. Relación de objetos en casa cerrada o alquilada,
gotera, zonas bajo vigilancia.
4.3. Capacidad procedimentalizadora. Desmontaje de piezas en el ordenador,
complemento al manual de la lavadora.
4.4. Carácter evocador. Es el uso común de las cámaras fotográficas: viajes,
efemérides... (Ningún ejemplo).

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

Llenósele la fantasía...

TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN9


Sorprende lo actuales que pueden llagar a parecer las ideas de algunos escritores
geniales por los que no parece transcurrir el tiempo. Eso pasa don Aristóteles, que
escribió casi cuatro siglos antes de Cristo. El texto que te proponemos como lectura
está constituido por los capítulos II y III la Política.
Capítulo II
De la felicidad con relación al Estado
Nos queda por averiguar si la felicidad, respecto del Estado, está constituida por elementos
idénticos o diversos que la de los individuos. Evidentemente, todos convienen en que estos
elementos son idénticos: si se hace consistir la felicidad del individuo en la riqueza no se
vacilará en declarar que el Estado es completamente dichoso tan pronto como es rico; si se
estima que para el individuo es la mayor felicidad el ejercer un poder tiránico el Estado será
tanto más dichoso cuanto más vasta sea su dominación; si para el hombre la felicidad
suprema consiste en la virtud, el Estado más virtuoso será igualmente el más afortunado.
Dos puntos llaman aquí principalmente nuestra atención. En primer lugar, ¿debe preferir el
individuo la vida política, la participación en los negocios del Estado, a vivir completamente
extraño a ella y libre de todo compromiso público? Y en segundo, ¿qué constitución, qué
sistema político, debe adoptarse con preferencia: el que admite a todos los ciudadanos sin
excepción a la gestión de sus negocios, o el que, haciendo algunas excepciones, llama por
lo menos a la mayoría? Esta última cuestión interesa a la ciencia y a las teorías políticas,
que no se cuidan de las conveniencias individuales; y como precisamente son
consideraciones de este género las que aquí nos ocupan, dejaremos aparte la segunda
cuestión, para limitarnos a la primera, que constituirá el objeto especial de esta parte de
nuestro tratado.
Por lo pronto, el Estado más perfecto es evidentemente aquel en que cada ciudadano, sea
el que sea, puede, merced a las leyes, practicar lo mejor posible la virtud y asegurar mejor
su felicidad. Aun concediendo que la virtud deba ser el fin capital de la vida, muchos se
preguntan si la vida política y activa vale más que una vida extraña a toda obligación exterior
y consagrada por entero a la meditación, única vida, según algunos, que es digna del
filósofo. Los partidarios más sinceros que ha contado la virtud, así en nuestros días como en
tiempos pasados, han abrazado todos una u otra de estas ocupaciones: la política o la
filosofía. En este punto la verdad es de alta importancia, porque todo individuo, si es
prudente, y lo mismo todo Estado, adoptarán necesariamente el camino que les parezca el
mejor. Dominar sobre lo que nos rodea es a los ojos de algunos una horrible injusticia, si el
poder se ejerce despóticamente; y cuando el poder es legal, cesa de ser injusto, pero se
convierte en un obstáculo a la felicidad personal del que lo ejerce. Según una opinión
diametralmente opuesta y que tiene también sus partidarios, se pretende que la vida
práctica y política es la única que conviene al hombre, y que la virtud, bajo todas sus formas,
lo mismo es patrimonio de los particulares que de los que dirigen los negocios generales de
la sociedad. Los partidarios de esta opinión, y, por tanto, adversarios de la otra, persisten y
sostienen que no hay felicidad posible para el Estado sino mediante la dominación y el

9
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

despotismo; y, realmente, en algunos Estados la constitución y las leyes van encaminadas


por entero a hacer la conquista de los pueblos vecinos; y, si, en medio de esta confusión
general que presentan casi en todas partes los materiales legislativos, se ve en las leyes un
fin único, no es otro que la dominación. Así en Lacedemonia y en Creta el sistema de la
educación pública y la mayor parte de las leyes no están hechos sino para la guerra. Todos
los pueblos a quienes es dado satisfacer su ambición hacen el mayor aprecio del valor
guerrero, pudiendo citarse, por ejemplo, los persas, los escitas, los tracios, los celtas. Con
frecuencia las mismas leyes fomentan esta virtud. En Cartago, por ejemplo, se tiene a
orgullo llevar en los dedos tantos anillos como campañas se han hecho. En otro tiempo, en
Macedonia la ley condenaba al guerrero a llevar un cabestro si no había dado muerte a
algún enemigo. Entre los escitas, en ciertas comidas solemnes, corría la copa de mano en
mano, pero no podía ser tocada por el que no había muerto a alguno en el combate. En fin,
los iberos, raza belicosa, plantan sobre la tumba del guerrero tantas estacas de hierro como
enemigos ha inmolado. Aún podrían citarse en otros pueblos muchos usos de este género,
creados por las leyes o sancionados por las costumbres.
Basta reflexionar algunos instantes para encontrar extraño que un hombre de Estado pueda
nunca meditar la conquista y dominación de los pueblos vecinos, consientan ellos o no en
soportar el yugo. ¿Cómo el hombre político y el legislador habían de poder ocuparse de una
cosa que no es ni siquiera legítima? Buscar el poder por todos los medios, no sólo justos,
sino inicuos, es trastornar todas las leyes, porque el mismo triunfo puede no ser justo. Las
otras ciencias no nos presentan nada que se parezca a esto. El médico y el piloto no
piensan en persuadir ni en forzar, aquél a los enfermos que tiene en cura, éste a los
pasajeros que conduce. Pero se dirá que, generalmente, se confunde el poder político con el
poder despótico del señor; y lo que no encuentra uno equitativo ni bueno para sí mismo,
quiere, sin ruborizarse, aplicarlo a otro; así se reclama resueltamente la justicia para sí y se
olvida por completo tratándose de los demás. Todo despotismo es ilegítimo, excepto cuando
el señor y el súbdito son tales respectivamente por derecho natural; y si este principio es
verdadero sólo debe quererse reinar como dueño sobre seres destinados a estar sometidos
a un señor, y no indistintamente sobre todos; a la manera que para un festín o un sacrificio
se va a la caza, no de hombres, sino de animales que se pueden cazar a este fin, es decir,
de animales salvajes y buenos de comer. Pero un Estado, en verdad, si se descubriese el
medio de aislarle de todos los demás podría ser dichoso por sí mismo, con la sola condición
de estar bien administrado y de tener buenas leyes. En una ciudad semejante la constitución
no aspiraría ni a la guerra, ni a la conquista, ideas que nadie debe ni siquiera suponer en
ella. Por tanto, es claro que las instituciones guerreras, por magníficas que ellas sean, no
deben ser el fin supremo del Estado, sino tan sólo un medio para que aquél se realice. El
verdadero legislador deberá proponerse tan sólo procurar a la ciudad toda, a los diversos
individuos que la componen, y a todos los demás miembros de la asociación, la parte de
virtud y de bienestar que les pueda pertenecer, modificando, según los casos, el sistema y
las exigencias de sus leyes; y si el Estado tiene otros vecinos, la legislación tendrá cuidado
de prever las relaciones que convenga mantener y los deberes que deba cumplir respecto
de ellos. Esta materia se tratará más adelante como ella merece, cuando determinemos el
fin a que debe tender el gobierno perfecto.
Capítulo III
De la vida política
Según hemos dicho, todos convienen en que lo que debe buscarse esencialmente en la vida
es la virtud; pero no se está de acuerdo en el empleo que debe darse a la vida. Examinemos
las dos opiniones contrarias. De un lado, se condenan todas las funciones políticas y se
sostiene que la vida de un hombre verdaderamente libre, a la cual se da una gran
preferencia, difiere completamente de la vida del hombre de Estado; y de otro, se pone, por
lo contrario, la vida política por cima de toda otra, porque el que no obra no puede ejecutar
actos de virtud, y la felicidad y las acciones virtuosas son cosas idénticas. Estas opiniones
son en parte verdaderas y en parte falsas. Que vale más vivir como un hombre libre que vivir

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Bloque II. Tema 5: Trabajar con información e ideas

como un señor de esclavos es muy cierto; el empleo de un esclavo, en tanto que esclavo, no
es cosa muy noble, y las órdenes de un señor, relativas a los pormenores de la vida diaria
no tienen nada de encantador. Pero es un error creer que toda autoridad sea
necesariamente la autoridad del señor. La que se ejerce sobre hombres libres y la que se
ejerce sobre esclavos no difieren menos que la naturaleza del hombre libre y la naturaleza
del esclavo, como ya hemos demostrado en el principio de esta obra. Pero se incurre en una
gran equivocación al preferir la inacción al trabajo, porque la felicidad sólo se encuentra en
la actividad, y los hombres justos y sabios se proponen siempre en sus acciones fines tan
numerosos como dignos.
Mas podría decirse, partiendo de estos mismos principios: «un poder absoluto es el mayor
de los bienes, puesto que capacita para multiplicar cuanto se quiera las buenas acciones.
Así, siempre que pueda uno hacerse dueño del poder, es necesario que no lo deje ir a otras
manos, y en caso necesario es preciso arrancarlo de ellas. Las relaciones que nacen de la
filiación, de la paternidad, de la amistad, todo debe echarse a un lado, todo debe ser
sacrificado, porque es preciso apoderarse a todo trance del bien supremo y en este caso el
bien supremo consiste en el éxito, en el triunfo». Esta objeción sería verdadera cuando más
si las expoliaciones y la violencia pudiesen procurar alguna vez el bien supremo; pero como
no es posible que nunca lo procuren, la hipótesis es radicalmente falsa. Para hacer grandes
cosas, es preciso ser tan superior a sus semejantes como lo es el hombre a la mujer, el
padre a los hijos, el señor al esclavo; y el que ha comenzado por violar las leyes de la virtud
jamás podrá hacer tanto bien como mal ha hecho primeramente. Entre criaturas semejantes
no hay equidad, no hay justicia más que en la reciprocidad, porque es la que constituye la
semejanza y la igualdad. La desigualdad entre iguales y la disparidad entre pares son
hechos contrarios a la naturaleza, y nada de lo que es contra naturaleza puede ser bueno.
Pero si hay un mortal que sea superior por su mérito, y cuyas facultades omnipotentes le
impulsen sin cesar en busca del bien, éste es el que debe tomarse por guía, y al que es
justo obedecer. Sin embargo, la virtud sola no basta; es preciso, además, poder para
ponerla en acción. Luego, si este principio es verdadero, y si la felicidad consiste en obrar
bien, la actividad es para el Estado todo, lo mismo que para los individuos en particular, el
asunto capital de la vida. No quiere decir esto que la vida activa deba, como se piensa
generalmente, ser por necesidad de relación con los demás hombres, y que los únicos
pensamientos verdaderamente activos sean tan sólo los que proponen resultados positivos,
como consecuencia de la acción misma. Los pensamientos activos son más bien las
reflexiones y las meditaciones completamente personales, que no tienen otro objeto que su
propio estudio; obrar bien es un fin; y esta volición es ya casi una acción; la idea de actividad
se aplica, en primer término, al pensamiento ordenador que combina y dispone los actos
exteriores. El aislamiento, hasta cuando es voluntario con todas las condiciones de
existencia que lleva tras sí, no impone necesariamente al Estado la inacción. Cada una de
las partes que componen la ciudad puede ser activa mediante las relaciones que
necesariamente y siempre tienen las unas con las otras. Otro tanto puede decirse de todo
individuo considerado separadamente, cualquiera que él sea; porque de otra manera
resultaría que Dios y el mundo entero no existían, puesto que su acción no tiene nada de
exterior, sino que permanece concentrada en ellos mismos.
Y así, el fin supremo de la vida es necesariamente el mismo para el individuo que para los
hombres reunidos y para el Estado en general.
Aristóteles, Política (traducción Patricio de Azcárate):
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/13561630989134941976613/p0000002.htm#I_32_

p. 186
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

La Evaluación en Educación Social


© Equipo Docente de Didáctica General – Educación Social – UNED – 2007

La del alba sería...

1. ¿Por qué este tema?


Este tema se centra inicialmente sobre la evaluación y se completa con la
competencia pragmática y las aplicaciones de la máquina de fotografiar a la
intervención educativa. La evaluación es un baluarte esencial de la
profesionalización del educador/a social. La competencia pragmática es uno de los
avances más significativos en la comunicación y la aplicación de la máquina de
fotografiar a la intervención educativa completa la primera parte de esta
aproximación iniciada en el tema anterior.
2. Objetivos del tema
 Comprender el concepto de la evaluación y reflexionar sobre sus posibilidades,
implicaciones y dificultades.
 Comprender la competencia pragmática en la comunicación.
 Realizar aplicaciones de la máquina de fotografiar a la intervención educativa.

Viole bajar y subir con tanta gracia...

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Comentario
La evaluación afecta a todos los aspectos de la intervención educativa. La competencia
pragmática nos ayuda a comprender mejor nuestra comunicación la información
implícita que trasmitimos. Otra forma de comunicación, la fotografía, tiene no menos
curiosas aplicaciones educativas.

En un lugar de la Mancha...

UN CONTEXTO EDUCATIVO BASADO EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN1


Radio ECCA es el nombre con el que se conoce las emisoras de los centro de la
Fundación ECCA. Estas siglas corresponden a la denominación Emisora Cultural
Canaria y ha desarrollado una metodología singular y propia apoyada en la radio. El
uso de los medios de comunicación como apoyo central o puntual a la intervención
educativa ha tenido épocas y modalidades muy diversas. De hecho, ha pasado a la
historia el uso de la televisión con programas como La Aventura del Saber o como la
radio para la alfabetización en Sudamérica. El sistema ECCA es paradigmático en
Europa y en el mundo entero por su singularidad así como por algunas de sus
actuaciones más estelares como la Escuela de Padres y Madres.
Os proponemos unas cuestiones para adentraros en esta interesante experiencia, si
así lo deseáis (página: www.radioecca.org ):
1. ¿Qué imagen te transmite la portada de su web?
2. ¿Qué es la Agenda del Alumnado?
3. ¿Qué encontramos en su catálogo?
4. ¿Qué es un banco de clases?
5. ¿Qué se escucha en sus emisiones (puedes sintonizar por Internet)?
6. ¿Dónde se encuentra ubicada?
7. ¿En qué consiste el sistema tridimensional?
8. ¿A qué alumnado se dirige?
9. ¿Cuál es su organigrama organizativo?
10. ¿Cómo son sus cursos en línea?

1
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias.

p.188
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Le molió como cibera...

LA HABILIDAD DE EVALUAR DEL EDUCADOR SOCIAL2


La evaluación es uno de los ejes de trabajo que profesionaliza, en cualquier ámbito,
el ejercicio de una actividad. El hecho de que un trabajador/a recoja información que
le permita asegurar sus objetivos, mejorar su labor o dar cuenta de su actividad,
entre otras posibilidades, es un soporte que dignifica y mejora su ejercicio
profesional. Eso es evaluar y debemos hacerlo a todos los niveles: de institución, de
equipo o individual. Entraremos en otro epígrafe sobre los matices semánticos de la
evaluación. Por ahora nos centraremos en sus funciones y efectos, y sus
condicionantes. Reflexionaremos sobre su dimensión deontológica, la meta-
evaluación (o evaluación de la propia evaluación) y los efectos que pueden resultar
contraproducentes, que denominamos en el texto nocivos.
1. Las funciones y efectos de la evaluación
De acuerdo con los determinantes de la actividad educativa, debemos pensar cuál
es la función que ha de jugar la evaluación en el conjunto de nuestra intervención.
Aunque de un modo muy superficial, hemos de pensar cuál es el rol que cumple o
puede cumplir la evaluación en una intervención formativa. Por nuestra parte
indicaremos las que siguen:
1.1. Desarrollo sostenible y sostenido
Con ello queremos decir que la evaluación facilita el desarrollo de la intervención, la
hace posible (sostenible) y la apoya a lo largo del mismo (sostenido). Para ello
debemos contar con mecanismos integrados en el propio desarrollo, que nos
permitan realizar los ajustes y adaptaciones necesarias a lo largo del mismo. Este
apoyo al desarrollo ha de implicar un razonable diagnóstico de las posibilidades
reales de la intervención. No por ser demandadas son necesarias ni tienen garantías
de éxito. De nuevo nos plantearemos las prioridades más pertinentes.
1.2. Profesionalidad e imagen profesional
La evaluación contribuye a generar un estilo e imagen profesional fundados en el
rigor, el saber hacer, la técnica, el conocimiento y la mejora como propuesta basal,
no en un acto publicitario sino en la sinceridad y honestidad del que se enfrenta a su
práctica con sus defectos y sus virtudes, pero con el interés de mejorarlos y
enmendarlos si fuese necesario.
1.3. Conocimiento de la intervención
La evaluación nos proporciona información valiosa sobre el desarrollo de la
intervención, el valor, pertinencia y adecuación de sus componentes y de su
organización. Las personas que participan de la evaluación se tornan conscientes de
su realidad al explicitar hechos, situaciones o conductas que les habrían pasado

2
Una contribución del profesor Tiberio Feliz Murias. Este texto se basa esencialmente en el que formaba parte
originalmente de la Guía de Didáctica general, curso 2001-2002, UNED.

p.189
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

desapercibidas o irrelevantes. Este conocimiento suele matizarse según tenga un


énfasis diagnóstico (conocimiento inicial), formativo (conocimiento implementativo a
lo largo del proceso) o recapitulativo (conocimiento balance en un momento puntual
del proceso).
1.4. Desarrollo de la disciplina y de su didáctica
Este conocimiento contribuye al desarrollo de la disciplina, área de intervención o
campo de conocimiento que se está trabajando. Aunque es cierto que este
conocimiento práctico no se suele organizar ni pasa muchas veces a sistematizarse
teóricamente, debemos tomar conciencia de esta posibilidad y de su contribución a
la generación de conocimiento científico y técnico.
A caballo del desarrollo del campo, sucede el de la forma de intervención en sí. De
hecho, este saber hacer constituye la cultura profesional de un campo o área
determinada, lo que en nuestro campo denominamos saber didáctico, es decir, el
saber intervenir, el saber proceder, el saber desarrollar.
1.5. Control y garantía
La evaluación tiene una función de control y garantía, que puede ser interna o
externa según su procedencia. El seguimiento de la actividad cumple una función de
control interno, como hemos comentado, pero también puede ser externo si procede
de la institución o de un organismo supervisor. Esta situación es frecuente cuando
median subvenciones o concesiones de servicios. La evaluación se constituye en
ese sentido en una garantía de veracidad y conocimiento ajustado a la realidad.
1.6. Desarrollo, mejora e implementación
La intervención se beneficia de la evaluación en cuanto asegura su camino. Pero
también toda institución, asociación o equipo de trabajo se puede favorecer de la
evaluación como forma de desarrollo, mejora e implementación. El crecimiento,
asentamiento o consolidación de un proyecto de trabajo se aprovecha en gran
medida de una adecuada evaluación bien organizada y realizada. Además de las
mejoras puntuales que aseguran el desarrollo mismo de los programas e
intervenciones, la evaluación nos proporciona la base más segura para el
conocimiento de nuestra capacidad de actuación, y para acometer así los cambios
necesarios para la actualización y adaptación de nuestra realidad, a la vez que nos
posibilita la fundamentación más apropiada para la toma de iniciativas y la
proyección de nuevos programas e intervenciones.
1.7. Autoconocimiento personal y profesional
Finalmente, como ya hemos comentado con anterioridad, la evaluación posibilita
nuestro propio conocimiento tanto personal como profesional. A través de ella vamos
conformando el mapa de nuestras capacidades, nuestras excelencias y virtudes, a la
vez que de nuestras zonas más débiles o precarias. De ello debe generarse:
• una identidad profesional personal que contribuye a la identidad grupal
profesional de nuestro ámbito de trabajo, la Educación Social.
• una capacitación necesariamente especializada en unos campos, tipos de
intervención o campos de actuación determinados que avala nuestra trayectoria
personal.

p.190
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

• un conocimiento personal y profesional de mis habilidades y experiencias, de


mis campos preferentes de actuación, así como de mis demandas de formación o
colaboración si fuese necesario
2. Los condicionantes de la evaluación
Como componente esencial de la intervención formativa, la evaluación está
condicionada, a nuestro entender, por diversos elementos que se han de considerar,
conocer y explicitar para una buena práctica evaluadora. Nos gustaría referirnos a
algunos de ellos sin agotar las inmensas posibilidades y matices que se manifiestan
en cada contexto y circunstancia:
2.1. El contexto
Toda intervención se desarrolla en un contexto que se caracteriza no sólo por
elementos circunstanciales (espacio, tiempo, cultura, ideología, economía, sociedad)
sino por los propios creadores y participantes en la actividad. Todo ello constituye un
conjunto dotado de unidad funcional que denominamos contexto. Un contexto de
actuación no es sólo un lugar de intervención, sino un conjunto funcional y simbólico
de desarrollo profesional. El mismo lugar en momentos diferentes, con personas
diferentes o con fines distintos, se constituye en ese sentido en un contexto de
actuación específico, característico y con identidad propia. Esta diferenciación es
muy importante en situaciones de intervenciones no formales o informales, como las
que se nos presuponen, en las que todo está por definir a diferencia de los contextos
escolares que nacen altamente predefinidos desde su origen.
La evaluación debe estar esencialmente contextualizada. Sin ello, no es posible una
adecuada práctica evaluadora: la evaluación no puede considerar a priori del
contexto en el que va a desarrollarse, sino que ha de pensarse y diseñarse en
consonancia con él, implicada con él, inmersa en él. No hay fórmulas absolutas que
se trasladen sin más; antes bien, existen formas, paradigmas, modelos de
evaluación que son susceptibles de ser integradas o recreadas en cada contexto. En
esta visión contextualizadora de la evaluación, hemos de considerar la dimensión
institucional, ideológica y social de la misma. Muchas veces el propio contexto por la
institución responsable, la naturaleza de la intervención o la imagen social que de él
se tiene nos induce e incluso obliga a unas formas de evaluación (o a su ausencia).
Debemos considerar estos hechos a la hora de enfrentarnos a estas situaciones,
tanto si las asumimos como si deseamos transformarlas.
2.2. La historia
La visión del contexto se produce en un momento determinado, es
fundamentalmente sincrónica; pero sería incompleta sin un conocimiento diacrónico
del mismo, es decir, la consideración de su evolución, antecedentes e historia. En
muchas ocasiones, el éxito o fracaso de las intervenciones está mediatizado por
este proceso genético de desarrollo, en el cual influyen sobremanera los elementos
circunstanciales que las rodean. La evaluación no puede ser ajena a este hecho y ha
de considerar estos determinantes que explican muchas veces las situaciones
resultantes y aconsejen unas formas de actuar u otras.
2.3. La modalidad de formación
Las propias modalidades de intervención aconsejan unas formas u otras de
evaluación. De este modo, debemos plantearnos la evaluación en función del grado
de apertura y flexibilidad que permita la intervención, de su grado de estructuración y

p.191
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

previsión, así como de su grado de formalidad. No existe una Evaluación correcta en


términos absolutos, sino que debemos pensarla en función de cada actuación,
procurar y diseñar la mejor forma posible y practicable en cada situación. En este
sentido, no se puede plantear del mismo modo la evaluación si es una intervención
puntual, un programa, un plan de un equipo o la actividad de una asociación o
institución. Cada nivel de intervención nos sitúa en un marco de referencia que nos
involucra y que nos sirve de sistema de coordenadas.
2.4. El formador
Los formadores somos una variable muy importante, no nos cabe duda. Sin
embargo, corremos el riesgo de sesgar esta consideración en dos sentidos: no
reconociendo la importancia de un autoconocimiento personal o polarizando todo el
proceso en función de nuestras preferencias. El conocimiento del contexto de
intervención ha de incluir el elemento que llevamos con nosotros allí donde
vayamos, es decir, nosotros mismos. Conocerse a sí mismo es una condición
fundamental en nuestra vida en general; también lo es en nuestra faceta profesional.
Todo profesional tiene habilidades, valores, preferencias, hábitos, experiencias, etc.,
que debe conocer y de las que debe partir. Es cierto que no han de tomarse en
términos absolutos y permanentes, sino más bien como referentes que hemos de
asumir como punto de partida y base de nuestra intervención, y que puede llevarnos
a la necesidad de buscar ayuda para compensar o suplir nuestras carencias; a
plantearnos el mejorar nuestra formación y preparación para resolver una situación o
simplemente para adecuar nuestros planteamientos de intervención a nuestra
capacidades y modos de actuación reales.
La evaluación tiene que situarse en este conocimiento que de nosotros mismos
tenemos, o aspiramos a tener, por lo que es determinante y determinado a la vez:
debemos considerar nuestro estilo personal y profesional para pensar en la
evaluación que queremos desarrollar y ésta a su vez ha de contribuir a mejorar el
conocimiento que tenemos de nosotros mismos. “Sólo en el acto del aprendizaje, se
garantiza el valor de la evaluación” y “(...) no tenemos más remedio que reconsiderar
cómo podemos prever que la evaluación contribuye al perfeccionamiento de la
educación y al crecimiento profesional.” (McCormick y James, 1996: 308).
2.5. Los participantes
Además del o de los formadores, un contexto de intervención se define por muchos
otros participantes. Evidentemente, están las personas en proceso de formación, es
decir, las personas destinatarias de la intervención (porque el formador también está
en proceso permanente de formación). El grupo o persona destinataria mediatizará
evidentemente el proceso de intervención, pero asimismo el modo de evaluación. No
queremos profundizar en este momento en todas las variables pedagógicas a
considerar, pero incidirán en el tipo de evaluación que nos propongamos la edad, la
experiencia, el nivel de formación, las creencias, la personalidad y quizá el género
según la cultura e ideología de las personas participantes. Todas las variables
diferenciales pueden ser determinantes en este sentido. Ignorarlas no es el mejor
camino para diseñar la práctica evaluadora. Ello no es motivo para que nos sintamos
coaccionados sino, antes bien, para que las consideremos por su posible influencia y
sesgo en nuestras observaciones e informaciones. La postura que adoptemos frente
a las reacciones que ocasionen es otra dimensión de nuestra intervención. En
efecto, dentro del marco ético y democrático que ya hemos apuntado, no tenemos

p.192
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

por qué aceptarlas ni darlas por buenas y podemos desear explicitarlas,


problematizarlas o transformarlas. Pensemos cómo.
Sin embargo, no podemos ignorar que los participantes en una intervención no se
limitan a ellos mismos. Según los contextos, encontraremos determinantes o
condicionantes por las vinculaciones de aquéllos con los que mantienen vínculos o
identidades (ideológicos, asociativos, familiares, culturales, étnicos, raciales, etc.) y
que de algún modo pueden llegar o de hecho llegan a participar. Asimismo,
debemos tomar en cuenta las personas que participan de un modo indirecto como
apoyo, por su cercanía o vecindad o por su pertenencia a la institución en la que
trabajamos. Ellas también han de ser consideradas en los planteamientos de la
práctica evaluadora.
2.6. La temporalización
Una adecuada evaluación ha de considerar la temporalización de nuestra
intervención. La evaluación ha de ser acorde con la organización del tiempo de
intervención. Salvo que la evaluación sea el motivo central de nuestra intervención
(lo que también es posible), no puede acapararla. El componente evaluativo de
nuestra actividad, aunque importante, no puede focalizar nuestra atención antes que
el mismo desarrollo de la intervención. Es cierto que el mismo desarrollo de una
actuación profesional tiene un alto componente de evaluación continua, que nos
permite ajustar, reorientar e implementar nuestra actividad sobre la misma marcha;
pero el deseo de sistematizar y organizar esa información no puede bloquear su
desarrollo. Para ello habrá que disponer de los recursos adecuados como, por
ejemplo, sistemas de grabación o momentos de intercambio y debate. Así pues, la
evaluación ha de integrarse y ajustarse a la organización temporal de nuestra
intervención.
2.7. Las finalidades formativas
Hemos intentado presentar una concepción de la evaluación altamente
contextualizada porque nos parece que no puede ser de otro modo. La evaluación
no es un aditivo, un añadido o un remiendo; es un componente integrado e
integrante. Por ello al igual que el conjunto de la intervención, la evaluación ha de
considerar y se orienta por las finalidades de la intervención. En las mismas se
pueden explicitar propósitos evaluativos como parte esencial de la actuación o
puede que la evaluación sea un componente más de aquélla, del mismo modo que
planificamos el tiempo o los recursos materiales.
En todo caso, no ha de considerarse independientemente del conjunto de la
actuación y esencialmente de sus finalidades. Este carácter teleológico de toda
intervención formativa es la esencia misma que la distingue de los aprendizajes
involuntarios y le imprimen su carácter e identidad fundamentales. Por ello, hemos
de tenerlas en cuenta a la hora de diseñar las estrategias de evaluación. Este hecho
debe considerarse en mayor medida si pensamos que las necesidades no siempre
pueden ser atendidas en su totalidad, al menos de forma inmediata y que se han de
plantear las prioridades oportunas en cada contexto y momento (Zabalza, 1995).
3. La deontología de la evaluación
Todo profesional ha de plantearse su actividad y la evaluación como parte de ella a
la luz de un código ético y moral que le ha de orientar y guiar. Os podemos plantear
pero no resolver esta cuestión. Cada uno de vosotros ha de reflexionar a lo largo de

p.193
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

estos tres años de formación cuáles son sus prioridades, sus sentimientos, sus
valores, sus actitudes, sus normas y sus pautas de actuación y de intervención.
Es cierto que trabajamos y vivimos al amparo de un marco legal que debemos
respetar (Derechos Humanos, Constitución, leyes, etc.) lo que no significa que no
debamos luchar para su mejora cuando así lo consideremos oportuno, pero tenemos
cauces establecidos para ello. Debemos procurar siempre establecer marcos y
pautas de intervención lo más amplios posibles, de modo que sean lo más
respetuosos y democráticos.
No obstante, las situaciones multiculturales generan en ocasiones dilemas difíciles
de resolver cuando afectan a cuestiones básicas de la dignidad humana y no nos
parecen cuestionables. La búsqueda de espacios de comunicación y respeto será
metas ambiciosas y complejas en cuyo marco podremos intentar hacer madurar los
sentimientos y las costumbres.
Desde ahora tienes, pues, un reto: encontrar tu código ético y deontológico de
carácter profesional. Intercambia con tus compañeros y compañeras tus puntos de
vista, tus opiniones, tus sentimientos y ten paciencia. Hay cosas que sólo el tiempo
nos revela.
4. La meta-evaluación
Todo mecanismo ha de regularse y evaluarse. Por ello la evaluación no puede ser
una excepción. La meta-evaluación podría definirse como la evaluación de la propia
evaluación. Este proceso que denominamos meta-evaluación es de crucial
trascendencia (Medina y otros, 2001) y ello por varios motivos:
• Asegurar el aprendizaje y la mejora de nosotros mismos.
• Ofrecer transparencia y honestidad en la evaluación.
• Mejorar los procesos de evaluación.
• Fortalecer nuestra imagen personal y profesional.
• Favorecer el sentimiento democrático de que todos participamos de todo.
5. Los efectos nocivos de la evaluación
Sin embargo, debemos advertir que la evaluación provoca sus efectos negativos que
debemos aminorar al máximo. Cuando hablamos de evaluación, las personas suelen
sentirse cuestionadas y temerosas. Se genera así un clima de malestar y tensión
poco propicio, ya no a la misma evaluación, sino al mismo desarrollo de la
intervención. Es cierto que la figura del profesor, el maestro, el educador, el monitor
o el formador tienen sus connotaciones que provocan relaciones mediatizadas. Este
hecho se acentúa más, si cabe, en el sistema escolar, pero no podemos obviarlo o
ignorarlo en el campo de intervención social menos formal, no formal o informal.
La evaluación parece verse como una espada de Damocles que cuelga sobre
nosotros. Trabajémosla, creemos una cultura de la evaluación sin la cual nuestro
vuelo se parecerá al de Ícaro. No tejamos y destejamos sin más como Penélope, las
personas se cansan. No proclamemos cantos de sirena, ni nos creamos Ulises. No
lo somos. Es cierto que juntos trabajaremos mejor, como en Fuenteovejuna. Muchas
veces, deberemos acudir a una Ariadna para que nos eche un “cable” como a
Teseo. No desestimemos nuestra influencia sobre nuestros alumnos, participantes o
formandos. Pygmalion convirtió una estatua en realidad de lo mucho que creía en
ella: nuestras expectativas son el motor de las personas con las que trabajamos. Y

p.194
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

finalmente, no luches contra Kronos; hazlo tu aliado. Aprende de tu experiencia.


Evalúate.
Conclusiones
A pesar de existir numerosos condicionantes, estos no deben ser considerados
como problemas sino como informaciones a considerar para poder desarrollar una
actividad adecuada de la evaluación. Ésta, a su vez, tiene diversos efectos y cumple
diversas funciones. La diferencia entre efectos y funciones reside básicamente en
que los primeros son inherentes a una actividad y pueden ser deseables o no y
deseados o no. Se convierten en objetivos cuando los pretendemos. Cuando un
efecto es pretendido se convierte para la persona, el equipo, el programa o la
institución en un objetivo y, consecuentemente, esa persona, ese equipo, ese
programa o esa institución pasan a cumplir determinadas funciones. Entre las más
relevantes están el desarrollo sostenible y sostenido de la intervención, el desarrollo
de la profesionalidad e imagen profesional, el conocimiento de la intervención, el
desarrollo de la disciplina y de su didáctica, el control y garantía, el desarrollo,
mejora e implementación y el autoconocimiento personal y profesional. Entre los
condicionantes a considerar para desarrollar un sistema de evaluación con
probabilidades de éxito están el contexto de intervención, la historia de la
intervención, la modalidad de formación, las características del educador y de los
participantes, la temporalización de la actividad y las finalidades formativas.
Finalmente señalamos que la evaluación tiene una inequívoca dimensión
deontológica, se aplica a sí misma (evaluación de la propia evaluación o meta-
evaluación) y tiene en ocasiones efectos nocivos, que pueden obstaculizar su
desarrollo en ocasiones.
Referencias bibliográficas
MCCORMICK, R. y JAMES, M. (1996) Evaluación del currículum en los centros escolares.
Madrid: Editorial Morata.
MEDINA, A. y otros (2001) Evaluación de procesos y resultados del aprendizaje de los
estudiantes. Madrid: UNED.
ZABALZA, M. A. (1995) Diseño y desarrollo curricular. Madrid: Narcea.

Armado caballero...

LA EVALUACIÓN COMO EJE DEL DESARROLLO PROFESIONAL3


Resulta interesante una reflexión sobre la concepción que cada uno de nosotros
tenga de la evaluación. Como estudiantes (de Secundaria, de Bachillerato o de
niveles posteriores), hemos vivido una evaluación que podríamos calificar de
altamente académica, basada esencialmente en el examen como instrumento de la
evaluación y en la calificación como fin de la misma (los alumnos buscan
básicamente la consecución de una nota, no el aprendizaje). No pretendemos aquí
provocar la crítica fácil sino motivar la reflexión y la apertura de miras de tan

3
Una contribución el profesor Tiberio Feliz Murias. Este texto formaba parte originalmente de la Guía de
Didáctica general, curso 2001-2002, UNED.

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

importante proceso. Para ello nos resultará interesante la revisión de algunos


términos asociados o confundidos con la evaluación, de modo que podamos recrear
ésta en una nueva dimensión, más amplia, integral y global de lo que hemos
percibido. No pretendemos con ello establecer un marco conceptual cerrado y final,
sino más bien una aproximación flexibilizadora y abierta a la reflexión.
La calificación es una valoración que se deriva de un proceso de evaluación pero no
se puede decir que sea la evaluación en sí misma. La calificación es el efecto,
aunque lo cierto es que se convierte muchas veces en el fin de la evaluación,
desvirtuándola con respecto a su sentido original. La calificación puede ser numérica
(una nota que solemos poner sobre 10, aunque puede hacerse sobre otro valor) o
nominal (una palabra como suficiente, notable o sobresaliente) y está muy vinculada
al concepto de medida, aunque no se pueden identificar plenamente.
La medida presupone la existencia de un patrón que se utiliza de unidad. De igual
modo que cuando medimos el tiempo o la distancia, la medida de una aptitud o de
una habilidad (intelectual, física, emocional, etc.) ha de tener un referente,
habitualmente la norma o curva normal, es decir, una distribución que suele
representarse en Campana de Gauss, de modo que las puntuaciones de los sujetos
se distribuyen a lo largo de la medida en un progresivo crecendo y decrecendo, de
modo que se sitúan en los dos extremos de la misma los valores más extremos, es
decir, los más bajos (a la izquierda) y los más altos (a la derecha).

Personas con puntuaciones


intermedias

Personas con
puntuaciones más bajas Personas con
puntuaciones más altas

Éste es el principio en el que se basan la mayor parte de las medidas de habilidades


humanas como, por ejemplo, el que habrás oído denominar cociente intelectual
acuñado por Binet4 y que es igual al cociente (división) entre la edad mental (medida
por un test) y la edad cronológica (la que tiene físicamente) multiplicado por 100.
C.I. = E.M. x 100
E. C.
Es fácil observar que en esta medida, cuando la edad mental y la edad cronológica
coinciden, el CI es 100; si la edad mental es superior a la edad cronológica, el valor
es superior a 100; mientras una edad mental inferior a la edad cronológica origina un
CI inferior a 100. Todos los tests que se aplican a una persona tienen que estar
adaptados a una población y, por lo tanto, sus valores se ajustarán a la curva normal
para esa población.

4
A finales del s. XIX, el Gobierno francés establece la escolarización obligatoria y Alfred Binet (1857-1910) fue
el encargado de confeccionar unas pruebas para detectar a los niños que tenían ciertos retrasos que aplicó a
escolares de entre 3 y 15 años y que llamó Pruebas de Inteligencia. Pasa por ser el creador de los primeros
estudios sobre la inteligencia y utilizó un criterio estadístico para medirla.

p.196
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

La valoración es una actividad más vinculada a la estimación o a la apreciación.


Todas ellas se refieren a procesos en los que, bien de forma relativa (comparando
con respecto a una referencia), bien de forma absoluta (intentando establecer
valores absolutos, no comparativos), establecemos la valía de un rasgo, conducta o
habilidad. Sin embargo, realmente es difícil valorar las características humanas sin
establecer algún tipo de comparación. El valor conlleva una cuantificación difícil de
ser entendida sin atender a algún tipo de unidad como hemos visto. Cuando
apliquemos la valoración a lo largo de la evolución de un proceso, hablaremos en
términos de mejora o empeoramiento; cuando lo aplicamos entre diversas personas,
establecemos las tan odiosas comparaciones de las que se abusa tanto con los
niños o niñas.
La ponderación es un proceso complementario a los anteriores, en el que se
consideran las partes de un todo en una proporción determinada con respecto al
valor del conjunto. Para entendernos, las 5 preguntas de un examen no tienen por
qué valer la quinta parte de la calificación final; se puede ponderar de modo que por
algún criterio (extensión, dificultad, relevancia) alguna de ellas valga el doble o el
triple que las otras pasando a tener un mayor peso en la calificación total.
Todos estos términos son aspectos que pueden considerarse o no como parte de un
proceso de evaluación pero en todo caso ni agotan sus posibilidades ni se identifican
plenamente con ella.
1. Términos afines:
Más afín a lo que entendemos por evaluación (sobre todo en contextos no escolares,
no formales o informales), es el término seguimiento, que algunos autores
consideran como sinónimo, forma o complemento de la evaluación (Bassedas, 1990;
Bobes Díaz y otros, 1993). Al expresar que se realiza un seguimiento, se indica que
observamos, recogemos información, estamos atentos y vigilantes al desarrollo del
proceso. Una palabra afín procedente del inglés es la monitorización, es decir, el
seguimiento o control de una situación o persona. Tan general resulta controlar, un
galicismo más versátil y polivalente: se puede controlar puntual o continuadamente.
Todas estas palabras se utilizan con frecuencia en contextos o recursos de ayuda
interpersonal para hacer referencia al apoyo o atención que prestan los educadores
a los pacientes o usuarios.
Podremos también encontrar el vocablo retroalimentación, procedente del campo del
enfoque sistémico5 (Bertalanffy, 1976) y de amplio espectro de aplicación. La
retroalimentación es el proceso mediante el cual la información recogida recae sobre
el organismo, persona o artefacto que ha realizado la actividad. Esta traducción del
término anglosajón feedback transmite perfectamente la idea del valor “nutritivo” de
esta actividad, es decir, del aporte enriquecedor que realiza sobre el que recibe esa
información. La retroalimentación es uno de los recursos espontáneos más
importantes en la conducta humana y de cualquier organismo vivo.
Sin embargo, nos damos cuenta que la evaluación puede ser un proceso mucho
más puntual, por ejemplo, si evaluamos los recursos con los que contamos para

5
La Teoría General de Sistema se atribuye al biólogo Ludwig von Bertalanffy (1901-1970). Los sistemas son
conjuntos organizados de elementos o partes interactuantes que se relacionan formando un todo con unidad
funcional e interdependiente. La retroalimentación se produce cuando las salidas o la influencia de las salidas de
un sistema en el contexto vuelven a ingresar en el sistema como recursos o información permitiendo así el
control y la toma de medidas de corrección en base a la información retroalimentada.

p.197
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

poder organizar una tarea determinada. En este sentido, utilizamos otro anglicismo,
chequear y chequeo, que se ha especializado en el campo médico y en el
tecnológico, y resulta mucho más específico y exacto. Puede utilizarse también
reconocimiento o exploración.
Es también de interés el término diagnóstico, de amplia implantación en el campo
médico y psicológico. El diagnóstico establece el juicio u opinión que tenemos sobre
una situación o persona. Este concepto es sumamente sugerente para nosotros en
cuanto nos indica que debemos recoger información, analizarla y enjuiciarla para
poder llegar a alguna conclusión. Este vocablo cuenta ya con una amplia
implantación en el campo de la pedagogía y de la psicopedagogía (a modo de
ejemplo, pueden verse Alonso, Gallego y Honey, 1995 ó García Rincón y Uriel
Miñana, 1999). Aunque parece evidente que, como en el caso médico, debemos
realizarlo en un momento del proceso, también parece que mientras realizamos el
seguimiento estamos constantemente actualizando el diagnóstico y planteando los
posibles cambios sobre la marcha cuando son necesarios.
2. La evaluación como proceso cotidiano y natural:
Encontramos finalmente palabras de uso cotidiano en castellano como examinar,
inspeccionar, reconocer, explorar, tantear, vigilar, sondear, verificar, comprobar,
revisar, probar, ensayar, inquirir, escudriñar, auscultar, investigar u observar que de
algún modo y con sus matices correspondientes expresan la idea de evaluación.
Dicho de otro modo, la evaluación está presente en todas las actividades de nuestra
vida. De algún modo evaluamos permanente y constantemente: el simple caminar
que aprendemos en la más tierna infancia precisa de una constante evaluación que
nos permite un inconsciente, pero seguro, ajuste momento a momento para
mantener el equilibrio y avanzar. Cuando charlamos o discutimos, estamos
constantemente recogiendo información que reutilizamos en lo sucesivo de la
conversación. Eso es evaluación. Cuando apreciamos un alimento y consideramos
que puede estar en buen o mal estado, estamos evaluando. En definitiva, la
evaluación es, con toda certeza, una de las dimensiones más implícitas de toda
actividad humana. ¿Por qué entonces tanta dificultad? Algunos autores estudiaron
en profundidad los problemas para alcanzar una evaluación realmente formativa,
agrupando los factores en los que conciernen a los profesores, a los instrumentos o
a los propios contextos (Pérez Pérez, 1994). A nuestro juicio, tres son los puntos de
especial atención en el campo de la intervención social:
• Desligar la evaluación de su concepción escolar y académica que, como
alumnos y alumnas, hemos vivenciado desde nuestra primera infancia, recreando
una nueva visión práctica y funcional generadora de un espíritu profesionalizador y
formativo en toda su dimensión y profundidad.
• Explicitar y comprender los procesos evaluativos que, de hecho, realizamos
aunque sean implícitos o involuntarios, su utilidad y organización, así como su
incidencia y valor en la globalidad de nuestra actividad.
• Establecer de forma consciente y provechosa los procesos evaluadores de
modo que contribuyan al mejor desarrollo de nuestra actividad, favorezcan nuestra
formación continua y sirvan a la construcción de conocimiento práctico que pueda
ser compartido y transferido a otros contextos y personas.

p.198
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

3. Una definición formativa de evaluación


Tras indicar su etimología francesa, se suele definir el verbo evaluar con tres
acepciones Señalar el valor de una cosa, Estimar, apreciar, calcular el valor de una
cosa y Estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los alumnos.6
Observamos como la tercera acepción, la más afín al campo formativo, tiene un
ascendente académico evidente. El verbo induce a realizar valoraciones, mientras
los complementos apelan a productos, resultados.
Ésta es una visión limitada de lo que entendemos por evaluación. Evaluar no es
siempre estimar ni se restringe a los resultados. Se evalúa cuando se observa,
aunque no se entre en valoraciones, simplemente porque se recogen datos o
informaciones para explicar o comprender una situación o un hecho. Se evalúa
siempre que se compara con un patrón o con lo esperado. Se evalúa,
evidentemente, cuando interactuamos procurando ajustar o reajustar las conductas
de un modo retroalimentario durante el desarrollo de la intervención. La definición
académica tan sólo nos sitúa ante la visión habitual y común de la población.
La evaluación es el proceso intencional, temporalizado y organizado, acorde a unos
criterios y un código deontológico, mediante el cual cualquiera de los participantes,
todos ellos o un agente externo realizamos una recogida, análisis, diagnóstico y
utilización de información sobre cualquiera o todos los componentes del proceso de
intervención formativa (incluida la propia evaluación) a través de mecanismos,
estrategias y recursos integrados y contextualizados.
¿Qué queremos decir con ello?
Un proceso intencional: como proceso, puede ser de mayor o menor complejidad y
puede estar integrado o segregado de la intervención en sí misma pero en todo caso
es intencional, es decir, es consciente, voluntario y deseado, y como tal se planifica
y organiza. No es un acto casual o involuntario. La evaluación responde a unas
finalidades que se deben discutir y explicitar: mejorar el proceso, asegurar su
desarrollo, conocerlo en profundidad, etc.
Temporalizado: se dispone en algún momento del proceso, puntual o prolongado,
ocasional o sistemático, previsto o aleatorio, pero de algún modo lo situamos. Una
de las tipologías más clásicas de evaluación es precisamente su organización en el
tiempo cuando oímos hablar de evaluación inicial, continua o final (Pérez Pérez, op.
cit.).
Organizado: lo habremos pensado y preparado, por lo que habrá que decidir con
qué medios contaremos para su desarrollo. Entre los recursos que se establecerán,
se deberá determinar el lugar y los instrumentos, pero también cómo se disponen
todos los elementos implicados en la intervención con el fin de desarrollar la
evaluación.
Acorde a unos criterios: siempre se establecen unas pautas para considerar si el
funcionamiento o desarrollo de la intervención es adecuado o precisa de
implementaciones, modificaciones o debe ser simplemente cancelado. El criterio
orienta nuestra respuesta ante la información recogida.
Acorde a un código deontológico: los datos reunidos y su utilización han de
someterse a un compromiso por parte de las personas evaluadoras, sean

6
Véase por ejemplo el Diccionario de la Real Academia Española (1992).

p.199
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

participantes o no, que se corresponde con un código ético autorizado, respetuoso y


profesional, que deberá explicitar los propósitos, criterios y usos que se haga de la
información.
Mediante el cual cualquiera de los participantes, todos ellos o un agente externo: la
persona que evalúa puede ser cualquiera de los participantes, todos ellos o alguna
persona externa que se designe para ello. No tiene por qué ser el educador.
Realizamos una recogida, análisis, diagnóstico y utilización de información: la
recogida y análisis de información dependerán de la organización, modalidad, forma
y medios utilizados para el desarrollo de la evaluación; ello nos lleva a realizar un
diagnóstico o conclusiones; la utilización que se haga de la información dependerá
del propósito y organización de la evaluación. Por ejemplo, la utilización puede ser
inmediata gracias a mecanismos de retroalimentación implícitos que aseguren el
ajuste rápido del proceso, o puede diferirse para la elaboración de un informe con el
fin de valorar el desarrollo realizado y resultados alcanzados.
Sobre cualquiera o todos los componentes del proceso de intervención formativa
(incluida la propia evaluación): la evaluación afecta a la globalidad del proceso,
aunque puede focalizarse y centrarse sobre algún aspecto para resolver un
problema concreto o mejorar una dimensión deseada, incluida la propia evaluación.
Hablaremos entonces de meta-evaluación.
A través de mecanismos, estrategias y recursos integrados y contextualizados: la
evaluación no puede considerarse independiente ni complementaria sino parte
integrante e integrada y consecuentemente contextualizada de un proceso de
intervención. Es cierto que algunas intervenciones pueden tener una finalidad
esencialmente evaluativas y como tal deberán ser diseñadas considerando qué
contextos o componentes del mismo se van a evaluar.
4. La evaluación y la investigación
De todo el repaso terminológico realizado, queremos insistir especialmente en la
palabra investigación, ya que es sin lugar a dudas una dimensión importante en toda
profesión, máxime en la nuestra que vive un proceso constituyente y emergente que
debe llevarla a un status y configuración estable. La evaluación y la investigación
pueden considerarse actividades equivalentes y llegar a confundirse, según como se
definan. Por ejemplo, los modelos como la investigación-acción (Stenhouse, 1987),
centran la investigación en el proceso y coinciden en las estrategias colaborativas
orientadas a la mejora del desarrollo de las intervenciones.
La evaluación es un proceso inherente a la actividad misma, sin la que carece de
capacidad técnica y profesional encaminada al desarrollo mismo de la actividad
(sería hacer por hacer). Su origen se sitúa más en el mismo desarrollo de la
intervención. A su vez, la investigación conlleva un mayor nivel de organización, que
suele orientarse más a la explicación o comprensión de la actividad o de elementos
de ésta. En su origen, suele asumirla personal más técnico y es fácilmente
desarrollada por personas ajenas a la intervención. Ahora bien, todas estas
consideraciones no son determinantes ni definitorias y forman más parte de los
hábitos o de las imágenes que tenemos de la realidad que de sus posibilidades
reales. Por ejemplo, encontramos en Zabalza (1995: 263) lo que él llama “evaluación
sectorial” refiriéndose a la evaluación del clima de clase, las relaciones de
comunicación o la enseñanza por parte de los padres, temas y ámbitos que no
extrañarían en modo alguno planteados como investigaciones.

p.200
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Es cierto que tanto una como la otra contribuyen a la construcción de saber práctico
y consecuentemente teórico contrariamente a lo que se sostenía hace tiempo
diferenciando lo práctico para los profesionales como los educadores y lo teórico
para los científicos aunque fuesen sociales (Rapoport, 1970). Asimismo, ambas
pueden orientarse a la mejora de los procesos o a la resolución de los problemas
que se planteen en el desarrollo de la actividad. Si algún matiz cabe, puede ser la
consideración de que la información recogida puede y debe recaer directamente
sobre el mismo proceso cuando hablamos de evaluación mientras que nos preocupa
más la constitución y organización del conocimiento generado en el caso de la
investigación. Pero ello tampoco es excluyente: tanto la evaluación como la
investigación pueden utilizarse en un sentido u otro.
Una evaluación puede conllevar la valoración de los procesos e incluso a su
calificación, hecho poco atribuible a una investigación. Ésta suele estimarse sobre la
base de otros parámetros y puede plantearse sobre algún supuesto o hipótesis que
nos planteamos. Esta posibilidad sería poco probable en una evaluación. Pero
insistimos en que los medios, propósitos y organización pueden coincidir, por lo que
será fácil desarrollar una u otra de un modo similar; una persona, observadora
externa, no siempre tendrá claro lo que estamos haciendo si no se lo indicamos.
Por ello, consideramos que tanto la evaluación como la investigación tienen un
corpus común importante y que las diferencias que se establecen entre ambas no se
deben tanto a hechos inherentes cuanto a tradiciones, visiones y prácticas
habituales que se podrían alterar o reorientar sobre la base de las creencias,
propósitos o deseos de los implicados en su desarrollo. Es más, el mayor
intercambio entre ambos planteamientos redundará en un enriquecimiento mutuo
que quizás acabe en una identidad plena con el paso del tiempo.
5. Los propósitos de la evaluación
Toda evaluación ha de tener unos propósitos, es decir, ha de tener un carácter
intencional. Debemos plantearnos con qué propósitos nos la hemos de proponer. Es
cierto que en ocasiones se cumplen funciones no deseadas o, dicho de otro modo,
se provocan efectos no deseados. Por ello, conocedores de las funciones que puede
cumplir la evaluación y en las que nos hemos adentrado con anterioridad, es nuestra
tarea plantearnos los propósitos que consideremos más adecuados a esa
intervención, intentando aminorar los efectos nocivos y reforzando las funciones
deseadas.
Cualquier función puede convertirse en propósito, pero ha de ser el propio proyecto
de intervención el que nos ilumine en la consideración y diseño de la evaluación más
adecuada. Hemos de revisar los determinantes que inciden directamente sobre esa
intervención y hemos de pensar la mejor, la más útil, la más adecuada evaluación
para esa situación. Cada programa, cada institución y cada formador pueden
establecer sus prioridades y sus pretensiones con la evaluación. La meta-evaluación
o reflexión sobre la propia evaluación velará para comprobar si realmente lo hemos
conseguido.
6. Las formas de la evaluación
Debemos plantearnos aquí diversos ejes de análisis:
• Evaluación implícita y evaluación explícita:

p.201
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

La evaluación implícita se integra de tal modo en el proceso que puede pasar


desapercibida para los participantes; hablamos de evaluación explícita o manifiesta
cuando tomamos conciencia de su presencia, normalmente porque la dotamos de
instrumentos y momentos propios (un test, una ronda de opiniones, una recogida de
valoraciones escritas, etc.). Ambas son necesarias y cumplen funciones y papeles
diferentes.
• Evaluación natural y evaluación sistemática:
La evaluación puede disponer de medios específicos (un cuestionario, una rejilla de
observación, un diario, etc.) y hablamos entonces de evaluación sistemática. Se
produce de forma organizada e instrumentada. La evaluación natural se basa en
nuestras aptitudes de observación, que también pueden ser mejoradas y
entrenadas. Solemos utilizar esta última como forma habitual de radar detector:
solemos intentar insertar mecanismos de los primeros con el fin de organizar la
información difusa que nos rodea y poder sacar conclusiones y apoyar la toma de
decisiones.
• Evaluación cualitativa y evaluación cuantitativa:
Sin entrar en profundidades, podemos decir que la evaluación cualitativa se produce
cuando nos preocupamos en mayor medida de preservar inalterados el
funcionamiento o el desarrollo, mientras que la evaluación cuantitativa conlleva
necesariamente algún tipo de modificación de la situación. Una lista de indicadores
para observar la conducta interactiva del grupo es cualitativo (se coopera, se
comunican, se ayudan, etc.) mientras una escala de valoraciones o un test de
elecciones producen resultados cuantitativos. En el primer caso, la información está
menos organizada y preparada; en el segundo, se facilita la medida o la
cuantificación. No obstante, no creemos que ello conlleve una mayor penetración en
el primer caso o un mayor rigor en el segundo, como se ha expuesto en algunas
ocasiones (Zabalza, op. cit.: 245).
• Evaluación general y evaluación específica:
La evaluación general se sitúa en apreciaciones más globales sobre la percepción
de la intervención globalmente considerada, mientras la evaluación específica
focalizaría componentes, momentos, actividades o situaciones concretas. La
evaluación general puede apoyarse en la específica y realizar un proceso de análisis
y síntesis de datos para poder obtener una consideración más holística y global.
• Evaluación como proceso o como producto:
Decíamos que la definición académica resaltaba la evaluación de los productos
(conocimientos, aptitudes, rendimiento) frente a la preocupada por el desarrollo de
los procesos. Ello no debe confundirse con la utilización que hacemos en la Escuela
de la misma palabra para designar el proceso y producto: la evaluación también es
el resultado. “Obtener una evaluación positiva” expresa ese sentido de la evaluación
como producto. Por lo tanto hay una evaluación entendida como proceso (la que se
realiza) y como producto (el resultado del proceso).
• Evaluación referida al grupo, al individuo o al ámbito de formación:
Adaptando de McCormick y James (op. cit.) la distinción del tipo de pruebas,
podemos decidir diferentes referentes para evaluar: el grupo (analizando el
participante con respecto al conjunto así como la evolución de grupo como tal), el
individuo (analizándolo con respecto a sus posibilidades y/o aspiraciones) y el

p.202
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

dominio o ámbito de formación, y más específicamente, con respecto a los rasgos


de la intervención: objetivos planteados, metodología, medios, etc.
7. Los momentos de la evaluación
En contextos académicos, solemos hablar habitualmente de evaluación inicial,
continua y final (véase a modo de ejemplo, Pérez Pérez, op. cit.). Las mismas suelen
cumplir funciones diversas con respecto al conocimiento generado que ya hemos
citado anteriormente, pero lo cierto es que estas formas de evaluación se vinculan
en mayor medida con la prolongación en el tiempo más que con su situación. De
este modo, tenemos evaluaciones puntuales y evaluaciones prolongadas o
continuas. Cualquier evaluación que se plantee en un momento puntual precisa de
una instrumentación específica (por ejemplo un cuestionario), tiende a segregarse
del proceso (necesita una intervención manifiesta) y genera un conocimiento
explícito (concreto y palpable). Por otro lado, la evaluación continua tiende a
participar de las propias actividades de la intervención, integrándose en el desarrollo
mismo y generando medidas inmediatas de reajuste o intervención que se
constituyen en conocimiento en mayor medida implícito, aunque susceptible de ser
explicitado.
En el primer caso, podemos situar diversos recursos como los cuestionarios,
encuestas o dinámicas de presentación; en el segundo caso, encontramos
mecanismos más difusos de evaluación, como la observación natural, los
mecanismos habituales de retroalimentación (preguntar si se entiende, si se sigue,
etc.) o las estrategias de cooperación y apoyo mutuo entre los participantes del
grupo.
Es también interesante percatarse de la posibilidad de la evaluación diferida. La
evaluación diferida sería aquélla que se apoya en los productos elaborados o
producidos (un cuento, un dibujo, un cuadro, etc.), las grabaciones de
intervenciones, los diarios de intervención, etc. además de todos los instrumentos
específicos de evaluación como los cuestionarios, entrevistas, tests, etc. El análisis
de estos documentos a posteriori resulta muy enriquecedor, tanto tomados
individualmente como compartiéndolo con otros formadores o con los propios
participantes.
8. Los lugares de la evaluación
Evidentemente, la evaluación ha de vincularse a la intervención y, por lo tanto, al
lugar en el que se desarrolla. Pero pueden suceder otras circunstancias en las que
esto no ocurre así: por ejemplo, en la recién citada evaluación diferida, como en el
hecho de que podamos obtener información directa no sólo de los propios
componentes y participantes de la intervención sino de los efectos de los mismos
fuera del contexto de intervención o observaciones de terceras personas sobre ellos.
Supongamos que nos interesa observar la repercusión de un taller de habilidades
sociales o para el estudio. Sería lógico que buscásemos información fuera del
contexto en el que se ha desarrollado el propio taller. Si deseamos información
sobre los cambios de conducta o sus causas en niños pequeños, acudir a la familia
podría ser un buen recurso. Por ello, y a pesar de nuestra lógica apreciación inicial,
la actividad evaluativa no tiene por qué desarrollarse en el mismo lugar de
intervención. Podemos diferirla en el tiempo; consecuentemente, podríamos
desplazarla a otro lugar de reunión o de trabajo. Pero, además, podemos estar
interesados en la recogida de información sobre los efectos producidos en otros

p.203
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

contextos o en el conocimiento que tienen otras personas de nuestros participantes


o de otros componentes de la intervención.
9. El objeto de la evaluación
Cualquier componente de la intervención (tanto estructural como funcional) es
susceptible de ser evaluado y debería someterse a evaluación. Tanto los elementos
circunstanciales, como los más organizativos y técnicos, así como los propios
participantes, tanto formandos como formadores, pueden y deben ser evaluados. La
recogida, análisis y utilización de información afecta a todos los componentes,
incluida obviamente la propia evaluación. Por ello hablaremos de meta-evaluación,
es decir, de evaluación de la evaluación.
Cuando observamos que la intervención no se desarrolla adecuadamente, bien
porque no se consigue lo pretendido, bien porque el clima de trabajo no es
adecuado o por cualquier otro motivo, debemos asumir que las causas pueden ser
tan variadas como variables se den. Es cierto que no todas están bajo nuestro
control. Muchas (el clima, el tiempo, los acontecimientos sociales, etc.) se nos
escapan. Por ello debemos poder considerarlas a todas ellas para poder evaluar la
central, las personas destinatarias de la intervención y ver en qué medida se ven
afectadas y están consiguiendo lo esperado con ellas o no.
10. El agente de la evaluación
Evidentemente, todos los implicados en una intervención son susceptibles de
participar en ella. De este modo, podemos clarificar algunos matices interesantes:
• Por una parte, la evaluación puede ser interna o externa.
Con respecto a un determinado nivel de definición (actividad, programa, proyecto,
institución), podemos considerar que siempre es posible una evaluación interna y
otra externa, entendiendo que la externa será desarrollada por una persona que no
pertenece a ese nivel de definición de la intervención. Por lo tanto, siempre que
hablemos de evaluación externa tendremos que referirnos al nivel en que nos
situamos y hablaremos de este modo de evaluación externa a la actividad, al
programa, etc. Normalmente, entenderemos por defecto que la evaluación es un
proceso interno.
• Desde el punto de vista del agente implicado, podemos hablar de:
- Heteroevaluación: cuando una persona evalúa a otra. Este proceso no es
unidireccional: tanto los participantes, los responsables, los gestores, como los
formadores son evaluadores y objeto de evaluación.
- Autoevaluación: cuando proporcionamos la oportunidad de cada persona se
evalúe a sí misma. Esto puede suceder con los participantes, con el propio
formador, con los responsables de aquéllos (por ejemplo los padres o los
supervisores) o con los gestores del programa.
• Desde el punto de vista de la relación entre las personas implicadas,
podemos hablar de:
- Evaluación vertical: cuando las personas que se evalúan tienen funciones
diferentes. El sentido tradicional de evaluación es vertical (además de
unidireccional): el profesor evalúa a sus alumnos y alumnas.

p.204
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

- Evaluación horizontal: cuando las personas que se evalúan tienen funciones


equivalentes o similares. También se encuentra bajo el nombre de co-evaluación y
sería el caso de la evaluación que se realiza entre participantes o entre
formadores.
• Evaluación unidireccional, bidireccional o pluridireccional:
Hemos dicho anteriormente que la evaluación tradicional es unidireccional.
Queremos decir con ello que sólo se realiza en un sentido (el profesor evalúa al
alumno pero no a la inversa). Sería bidireccional si el alumno también pudiese
evaluar a su profesor. La evaluación también podría ser pluridimensional indicando
así que los colectivos implicados son más de dos: pongamos por caso que a los
alumnos y a los profesores citados añadimos los padres, la dirección del colegio y la
inspección educativa y que todos ellos se evalúan recíprocamente. En el ámbito
escolar, como hemos afirmado con anterioridad, los papeles están muy definidos y
quizás nos resulte difícil imaginar esta situación (aunque no perdemos la
esperanza). En contextos no formales o informales de intervención, no sería tan
difícil de plantear: padres, niños, formadores, representante de la entidad
financiadora (el ayuntamiento por ejemplo) y responsables de la institución o
asociación.
11. Los criterios de evaluación
Los criterios son los referentes o pautas que tomamos para indicar si se considera
que la intervención se está desarrollando adecuadamente. A diferencia de los
objetivos que aconsejamos enunciar en infinitivo, los criterios expresan con claridad
nuestra intención si los expresamos en tercera persona del presente del indicativo.
De este modo estamos expresando que esperamos que el participante, nosotros los
formadores, los recursos o la institución estemos realizando o cumpliendo ese
enunciado. Ejemplos de criterios serían “el participante contesta serenamente a las
críticas que le formula otro compañero”, “la niña da argumentos y replica con
seguridad sobre la defensa de sus derechos como persona”, “el equipo compone un
mural de 2 m x 2 m, utilizando tan sólo materiales de desecho y revistas”, “el grupo
intercambia información personal para conocerse mejor y se manifiesta un clima
agradable”, etc.
Los criterios deben explicitarse durante el proceso de planificación y deben revisarse
durante el desarrollo con el fin de ajustarlos a la realidad de la intervención. Los
criterios son muy importantes y debemos ligarlos al sentido profesional y
deontológico de la evaluación. No se evalúa según cuándo y cómo nos sintamos.
Precisamos encontrar pautas, apoyo, referentes que conlleven un punto de vista que
logre una cierta estabilidad con la consecuente posibilidad de intercambio y
comprensión, propia y compartida. No por ello deben ser muy exhaustivos, pero sí
que deben ser explícitos y compartidos por los implicados en el proceso.
Bibliografía citada
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BERTALANFFY, L. (1976) Teoría general de sistemas. Madrid: Fondo de Cultura
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PÉREZ PÉREZ, R. (1994) El currículum y sus componentes. Hacia un modelo integrador.
Barcelona: Oikos-Tau.
RAPOPORT, R. N. (1970) “Three Dilemmas in Action Research”, en Human Relations, nº
23, pp. 499-513.
STENHOUSE, L. (1987) Investigación y desarrollo del currículo. Madrid: Editorial Morata.
ZABALZA, M. A. (1995) Diseño y desarrollo curricular. Madrid: Narcea.

Has de saber amigo Sancho...

LA COMPETENCIA PRAGMÁTICA7
En temas anteriores, en este apartado, nos hemos ocupado de todos los aspectos que
engloba la habilidad de comunicación que necesita el educador social, tanto en el
plano oral (actuando de hablante y oyente) como en el escrito (haciendo de escritor y
de lector). Después, hemos estudiado otros temas o aspectos más concretos de la
comunicación (como son la asertividad, la comunicación no verbal y las estrategias de
acopio y ordenación de la información antes de hablar o escribir).
Por fin, en este último tema del curso vamos a enumerar una serie de hechos curiosos
que nos permitirán entrever otros aspectos del lenguaje, que conviene tener en cuenta
para completar nuestra competencia como hablantes de nuestra lengua: situaciones en
las que no se da una correspondencia exacta entre lo que el hablante dice y lo que
pretende decir y lo que el oyente entiende. Son casos todos ellos en los que la
Gramática que estudiamos en el Bachillerato “se nos queda corta” y tenemos que
echar mano de otra disciplina lingüística, llamada Pragmática8, que explica esos
“desajustes” entre lo realmente dicho y lo pretendido y entendido.
No temas: en estas poco más de diez páginas no cabe un tratado de Pragmática. Sólo
podemos “advertirte” que ser un buen comunicador supone saber que existen esas
disfunciones. Los dos primeros puntos del tema pretenden mostrarte cómo que hay
usos de la lengua que quedan fuera de la Gramática. En los seis restantes, apuntamos
algunos de los aspectos más conocidos de la Pragmática, con el fin de iniciarte
someramente en ella. Si el tema te interesa, en la bibliografía te citamos algunos libros
fundamentales para empezar a leer.

7
Una contribución del profesor Félix Sepúlveda Barrios.
8
Siguiendo a Graciela Reyes (1990:19), podríamos definir, de un modo amplio, la Pragmática como "el estudio
del uso del lenguaje". Y, de un modo más preciso, "la disciplina lingüística que estudia cómo los hablantes
interpretamos enunciados en contexto". Y añade: "La pragmática se ha concentrado, hasta el momento, en el
análisis de cómo producimos significado intencional, es decir, en el análisis de cómo decimos lo que queremos
decir, y cómo lo comprendemos cuando nos lo dicen...". En la portada de un librito de M. V. Manacorda de
Rosetti et al. (1991), está dibujada una viñeta en la que aparecen un alumno y su profesor. El niño pregunta:
"¿Pragmática?", y el profesor contesta: "Eso que explica lo que hacemos cuando solamente hablamos...".

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

1. Cosas que no puede explicar la gramática


La enseñanza escolar de la lengua (salvo en escasísimas y honrosas excepciones) se
ha limitado a la gramática, es decir, a la morfología y la sintaxis. Y hay fenómenos de la
lengua en uso que no puede explicar la gramática. Lo vamos a ver con algunos
ejemplos:
1.1. Aunque con algunas dificultades, la gramática llega a explicar algunos usos de los
adverbios.
Por ejemplo, el adverbio BIEN:
• Unas veces entra en contraste con adverbios del mismo campo semántico: ("Me
encuentro bien/mal/regular").
• Otras veces se opone a otro adjetivo: "Ayer estaba malo, pero hoy estoy bien".
• En ocasiones modifica a otro adjetivo: "La niña está bien guapa".
Pero hay otros usos que los esquemas sintácticos no son capaces de explicar:
• en comienzo de una expresión, seguido de pausa, se usa para cortar con lo anterior
e introducir un nuevo tema en el discurso:
- Bien, ¿cómo seguimos ahora?
- Bien, vamos a cambiar de tema.
• usado detrás de una pregunta, introduce lo que podría ser una respuesta indirecta:
- ¿Qué hacemos?
- Bien, lo decidiremos luego.
1.2. Otra prueba es el caso expuesto por Stubbs (1987) del "Por favor".
Sintácticamente ni predice ni predica nada. Parece ser únicamente un indicador de
cortesía, de atenuación, con que se persigue fundamentalmente que una persona haga
o deje de hacer algo.
• Así puede aparecer: en oraciones declarativas:
- Querría más café, por favor.
• o en interrogativas:
- ¿Puedo tomar más café, por favor?
• o en imperativas:
- Dame más café, por favor
Ahora bien, no puede darse: en oraciones que se puedan interpretar:
• como "afirmación”:
- Tomo café por favor
• ni en promesas:
- Te prometo que podrás tomar más café por favor.
Por otra parte, como respuesta se puede emplear después de un ofrecimiento:
- ¿Quiere café?
- Por favor.
Pero no después de una pregunta:
- ¿Tienes hora?
- Por favor.
1.3. La conjunción copulativa Y:
• Algunas veces cabe invertir el orden de los elementos unidos por la copulativa "y",
sin que el sentido cambie:
- Luis leía un libro y Pedro una revista.

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

• Otras veces, la secuencia es fija y cambia el sentido si se invierte el orden:


- Se casó y tuvo un hijo.
- Tuvo un hijo y se casó.
1.4. La conjunción PORQUE:
• A veces su uso puede explicarse sintáctica o semánticamente:
- La calle está mojada porque ha llovido (efecto/causa)
• Otras veces no cabe esa interpretación:
- Ha llovido, porque la calle está mojada (afirmación + justificación de la
afirmación).
1.5. Acabamos esta relación de hechos inexplicables solamente desde la gramática
con algunos más curiosos aún:
• ¿Por qué cuando alguien nos dice "No tengo más que dos manos", entendemos
que el que lo dice está protestando de que se le mandan demasiadas cosas?
• Nos parece correcto que, cuando alguien pregunta "¿Sabes que hora es"?, otro le
conteste "Las dos"; y, en cambio, nos parece extraño que se limite a contestar "Sí".
¿Por qué?
• De los dos diálogos siguientes ¿cuál le parece más "normal"?:
1º)
A.- ¿Tienes fuego?
B.- Sí.
A.- Dame, por favor.
B.- Toma.
A.- Gracias
2º)
A.- ¿Tienes fuego?
B.- Toma.
A.- Gracias.
2. Necesidad de atender al texto en su conjunto para poder entender las
oraciones aisladas
Lee con atención el siguiente texto:

Madrid, 15 de marzo del 2006

Amigo Juan: Sabes el interés que tenía por encontrar un puesto de trabajo. Por fin, ayer,
al tercer intento, lo conseguí. El próximo martes te buscaré y lo celebraremos.

Un abrazo,
Antonio

Bastaría con cambiar el orden de las distintas oraciones que componen este breve
texto para que no nos fuera posible entenderlo. Si lo entendemos, es gracias a que
están dentro de un texto y se complementan unas con otras. Por ejemplo:
- Sabemos quién es el sujeto de los verbos tenía, conseguí y buscaré (Antonio) por
la firma, aunque está fuera de las oraciones que componen el cuerpo de la carta.
- Por la fecha del encabezamiento sabemos que encontró trabajo el día 14 de marzo.
En la segunda oración sólo se dice ayer.
- Del texto se infiere, aunque no se dice expresamente, que ya ha fracasado dos
veces en su búsqueda de empleo.

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

- En la última oración aparece dos veces el pronombre lo: en el primer caso equivale
a (es decir, “significa”) “puesto de trabajo”, que está en la oración primera; en el
segundo, significa “haber conseguido el empleo”.
- Sólo si recurrimos al calendario de 2006, podremos saber que día del mes de
marzo se van a reunir para celebrarlo (el martes siguiente al 15 es el 21).
Hay en la lengua palabras “vacías” que solamente se “cargan de significado” dentro de
un contexto. Son, por ejemplo, los deícticos, es decir las palabras que sirven para
señalar (este, ese, aquel, aquí ahí, allí…), los pronombres, los adverbios de tiempo
(hoy, ayer, mañana, etc.). ¿Cómo comentaríais este breve texto? ¿Qué significan aquí
yo y tú?
- ¿Quién es?
- Abre, soy yo.
- Ah, eres tú, ahora mismo te abro.
Imagina un contexto, una situación en que ese diálogo tenga sentido completo. Estos
dos ejemplos nos muestran con claridad cómo para entender un intercambio
comunicativo, es necesario traspasar los límites de la oración y considerar una unidad
mayor que es el texto. La gramática en su sentido estricto, la gramática oracional, se
nos queda muy corta.
3. Cuando decir es hacer (los Actos de habla)
Hay ocasiones en las que decir algo es algo más que decir; es también hacer algo.
Pongamos dos ejemplos conocidos:
a) Cuando un sacerdote dice “Yo te bautizo” las palabras pronunciadas son a la vez
un acto: la persona sobre la que se dicen “queda bautizada”.
b) Si un juez dictamina “Te absuelvo, quedas libre”, estas palabras no son una mera
descripción lingüística, sino que dejan libre al acusado, es decir, son también un
acto.
En los dos casos, decir la fórmula no es describir una acción, sino hacerla. Cuando el
cura dice “te bautizo” o el juez “Te absuelvo, quedas libre”, no están informando acerca
de ello, sino que lo están haciendo. Son expresiones que hacen lo que dicen, en las
que decir es hacer.
De este fenómeno se ocuparon los filósofos del lenguaje Austin (1990) y Searle (1986).
Austin, en How to do Things with Words (1962) estableció una distinción inicial entre
acto perlocutivo (que no consiste meramente en decir algo, sino en hacer algo) y acto
constatativo (que se limita a describir o enunciar un hecho y pueden ser verdaderas o
falsas).
Pero, después de establecida esta distinción, el mismo Austin reconoce la dificultad de
diferenciar en todos los casos los actos perlocutivos y los constatativos. Porque todas
las oraciones, incluso las que afirman verdades o falsedades, sirven para cumplir
actos, aunque no tengan verbos performativos explícitos: hablar siempre es hacer algo.
Así "Está lloviendo" es una afirmación, aunque no contenga el verbo "afirmar".
Para explicar esto, Austin propone, más tarde, distinguir en toda emisión lingüística tres
tipos de actos:
a) Acto locucionario: se dice algo.
b) Acto ilocucionario: se realiza una acción cuando se dice algo.
c) Acto perlocucionario: efecto producido en el oyente por el acto ilocucionario del
hablante

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Veamos más claras estas tres dimensiones de los actos de habla en el siguiente
cuadro, adaptado de Manacorda de Rosetti (1991:13):

Dimensión locucionaria Dimensión ilocucionaria Dimensión


perlocucionaria

Hace frío. Nos vendrá bien el abrigo. Aconsejar Coger el abrigo


El año tiene cuatro estaciones. Informar Aceptar información
Ayer fue tu cumpleaños. Felicidades. Felicitar Agradecer

4. Cuando se comunica y se entiende más de lo que se dice. (Noción de


implicatura).
Otra aportación, una de las más importantes de la Pragmática, es la de implicatura.
Gran parte del significado que producimos o recibimos al usar el lenguaje no se
encuentra en la literalidad de nuestras emisiones. Lo que pretendemos decir se
encuentra, en parte, en lo que decimos y, en parte, en lo que no decimos, pero está
implicado en lo que decimos. El ejemplo lo tomamos de Graciela Reyes (1990):
Marido y mujer están en una fiesta; en cierto momento ella le dice a él: "¿Tú sabes qué hora
es?" El marido interpreta automáticamente que su mujer quiere irse a casa, y le contesta
algo como "Nos vamos cuando quieras", en lugar de decirle la hora. Nada propiamente
lingüístico (semántico) de la pregunta señala el significado que automáticamente entendió el
marido. La inferencia que ha hecho el marido se llama "implicatura" (diferente de
"implicación", pues ésta suele formar parte del significado léxico de las palabras: en "tigre"
está implicado 'animal'; las implicaturas dependen del contexto, no están en el diccionario:
son provocadas por las palabras, pero no están en las palabras mismas.
Si el oyente es capaz de entender el significado textual de los enunciados y de inferir el
sentido relacionado con el contexto, esto se debe a una especie de acuerdo de
cooperación entre hablante y oyente.
5. Principio de cooperación
Decíamos antes que, a veces, entendemos cosas que no se dicen expresamente; esto
se debe al fenómeno de la implicatura, por el que el oyente percibe lo que el hablante
"le quiere decir" aunque no lo diga expresamente. Ahora bien, esto es posible gracias
al principio de cooperación.
Grice (1975) muestra que los participantes en una empresa común, como la
conversación, dan por supuesto que cada uno de ellos se adhiere al Principio de
Cooperación, en virtud del cual, normalmente de manera tácita, dirigen sus esfuerzos a
centrar el tema y a conducirlo de forma aceptable. Además del principio de
cooperación, Grice enumera una serie de normas complementarias, las máximas de la
conversación, que corresponden a cuatro categorías: cantidad, calidad, relación y
modo.
CANTIDAD: Se refiere a la cantidad de información y está controlada por las máximas
siguientes:
a) Haz que tu aportación sea tan informativa como sea necesario.
b) No hagas tu aportación más informativa de lo que sea necesario.
CALIDAD: se basa en la necesidad de que la información sea verdadera y contrastada.
Se concreta en dos máximas:
a) No digas lo que creas que es falso.
b) No digas nada de lo que no tengas adecuada evidencia.

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

RELACIÓN: bajo esta categoría hay una máxima: Sé pertinente: que las intervenciones
sean apropiadas a lo tratado.
MODO: bajo esta categoría se encuentran normas de cómo decir lo que se quiere
decir. Incluye cuatro máximas:
a) Evita expresiones oscuras.
b) Evita la ambigüedad.
c) Sé breve (evita la prolijidad innecesaria)
d) Sé ordenado.
Grice advierte que los hablantes valoran la máxima de cantidad más que las otras: su
trasgresión es considerada como ofensa moral, mientras que la violación de las otras
es considerada como descortesía o grosería. Graciela Reyes lo ilustra con el siguiente
ejemplo:
Supóngase que estoy hablando de Lola, me preguntan cuántos hijos tiene y contesto Tiene
dos hijos. Mi interlocutor se entera luego de que tiene cuatro hijos y de que yo lo sabía, y me
acusa de haber mentido. Me acusa con razón. Sin embargo, yo no había mentido: es
verdad que Lola tiene dos hijos, si tiene cuatro. Pero no se espera que yo dé información
insuficiente, y tanto no se espera, que la violación a la máxima de cantidad se sanciona
como una mentira.
6. Los actos de habla indirectos
Dice Searle (1965:255) que el caso más sencillo de significado es aquel en que el
hablante construye un enunciado y éste significa exacta y literalmente lo que él dice.
En tales casos, el hablante intenta producir un determinado acto ilocucionario en el
oyente, lo intenta haciendo que el oyente reconozca su intención de producirlo, y
pretende que el oyente reconozca su intención en virtud del conocimiento que éste
tiene de las reglas que gobiernan el intercambio lingüístico.
Cabría esperar que hubiera siempre esta correspondencia exacta y previsible entre lo
que hacemos con el lenguaje y cómo lo hacemos, entre la forma sintáctica de las
oraciones y su aparente fuerza ilocucionaria. Pero con muchísima frecuencia esto no
es así. Como ejemplifica Reyes (1990: 23-24), para el acto de pedir se usa más que el
directo Dame el libro o Quiero que me des el libro, la fórmula indirecta de pregunta
¿Me darías el libro? o la afirmación indirecta Necesito el libro o la promesa Si me das el
libro te lo devolveré mañana o amenazas O me das el libro o no te hablo más.
El propio Searle pone el siguiente ejemplo:
Estudiante X.- "Vámonos al cine esta noche"
Estudiante Y.- "Tengo que preparar un examen".
La intervención de Y se interpreta generalmente como un rechazo de la propuesta de
X. Sin embargo, en virtud de su significado es simplemente una aserción. Solamente
se interpreta como rechazo de una propuesta cuando se expresa como respuesta de
una propuesta.
7. La Pragmática del discurso
Como ya hemos indicado, aunque relativamente nueva, la Pragmática es una disciplina
lingüística de la que se puede sacar mucho provecho en la vida diaria, ya que
proporciona claves para entender los actos de comunicación tanto orales como
escritos.
Veamos un ejemplo (Stubbs, 1987: 179):

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Pregunta: - ¿Haces algo esta noche?


Resp. 1ª: -Va a venir Luisa.
Resp. 2ª: - ¿Por qué lo preguntas?
Resp. 3ª: -No te metas en lo que no te importa.
¿Cómo comentar este breve texto?
En primer lugar, haremos observar que cada una de las contestaciones demuestra que
cada uno ha entendido la pregunta de una forma distinta: la primera respuesta
interpreta que "se busca información" y, por eso, la proporciona: "Va a venir Luisa",
dando, además, por acabado el intercambio comunicativo; la respuesta segunda indica
que la pregunta se ha interpretado como un preámbulo, como una introducción que
predice otra pregunta, una propuesta, una petición, una invitación a cualquier otra
cosa. No supone, por tanto, la finalización del intercambio, sino una invitación a que
continúe; la tercera respuesta indica que se ha interpretado la pregunta como una
"intromisión" y rechaza las condiciones previas para formularla, dando también por
acabado el intercambio.
8. Los operadores pragmáticos
En los discursos encontramos ciertas palabras, morfemas o recursos sintácticos,
fónicos e, incluso, gráficos, que actúan como operadores, es decir, como señales o
marcas que permiten identificar el tipo de discurso por el acto de habla.
El siguiente cuadro, tomado de Manacorda de Rosetti (1983), nos dará una visión
simplificada de estas aplicaciones, apta para su aplicación en estos niveles de
enseñanza:
EJEMPLOS OPERADORES CLASES DE DISCURSO
Ayúdame, por favor, no me -Modos: persuasivo
abandone subjuntivo ("pedir")
imperativo
-Por favor
Por cierto que nadie lo sabe. Por cierto informativo (enfatiza
Guardé el secreto información)
Te irás sin chistar. ¡Rápido! -Entonación persuasivo ("ordenar")
-Sin chistar
ATERRIZÓ UN OVNI Mayúsculas. informativo (enfatiza
(título de diario) información)

Es conveniente que tengamos siempre en cuenta el valor de los operadores, que


tienen como misión, precisamente, el destacar lo que el hablante quiere hacer con el
oyente cuando le transmite un mensaje. Precisamente a través de ellos podremos
acercarnos a la comprensión del acto de habla que se da en un texto o acto
comunicativo.
8.1. Algunos operadores más frecuentes.
a) En el discurso informativo: pueden aparecer operadores lógicos (indudablemente,
por cierto, todos saben, es seguro...) y apreciativos (infortunadamente,
desgraciadamente, felizmente...), que tienen como misión la de "reforzar". Otros
expresan duda, inseguridad (posiblemente, quizás, es posible, se discute...) y tienen
como misión el "matizar".

p.212
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

b) En el discurso persuasivo, la misión de los operadores es la de "clasificar" los actos


de habla:
-"Por favor" (ruego)
-"Por Dios" (ruego)
- Modo imperativo (orden)
Los operadores pueden ser:
• Señales sintácticas o morfológicas: adverbios en -mente (seguramente);
complementos (con seguridad); frases con verbos en 3ª persona del singular (es
seguro, se sabe...); frases con verbos en 1ª y 2ª persona de singular y 1ª del plural
(todos sabemos que...).
• Señales fónicas y gráficas: entonación, realce de una o varias palabras, tamaño de
las letras, distribución espacial...
8.2. Ejemplo de uso de operadores y su posición en la frase9
a) frase sin operadores:

Va a venir esta tarde

b) inclusión de operadores
Marcando un solo segmento Marcando ambos segmentos
• Va a venir y felizmente será esta tarde. • Felizmente va a venir y gracias a Dios será esta tarde.
• Va a venir pero lamentablemente será • Felizmente va a venir, aunque lamentablemente será
esta tarde. esta tarde.
• Felizmente va a venir; será esta tarde. • Aunque es lamentable que venga, por lo menos será
esta tarde.
• Lamentablemente va a venir; será esta
tarde. • Lamentablemente va a venir y, por desgracia, será
esta tarde.

Bibliografía
Además de los citados en la notas a pie de página, os recomendamos los siguientes títulos:
AUSTIN, J. L. (1990) Cómo hacer cosas con palabras. Buenos Aires: Paidós (original: How
to do Things with Words, 1962).
ESCANDEL, M.V. (1996) Introducción a la Pragmática. Barcelona: Ariel.
GRICE, P. (1968) "Logic and Conversation", en Steven Davis (1991) Pragmatics, Oxford,
Oxford University Press, pág. 305-315.
MANACORDA DE ROSETTI, M. V. (1982) Nuevo castellano 3. Buenos Aires: Kapelusz.
REYES, G. (1990) Pragmática lingüística, Barcelona, Montesinos.
REYES, G. (1996) El abecé de la pragmática. Madrid: Arcos libros.
REYES, G. BAENA, E. y URIOS, E. (2000) Ejercicios de pragmática (I). Madrid: Arco Libros.
REYES, G. BAENA, E. y URIOS, E. (2000) Ejercicios de pragmática (II). Madrid: Arco Libros.
SEARLE, J. (1965) "What Is a Speech Act", en Steven Davis (1991) Pragmatics, Oxford,
Oxford University Press, (255-264).
SEARLE, J. (1986) Actos de habla. Madrid: Cátedra (original: Speech Acts, 1969).
STUBBS, M. (1987) Análisis del discurso, Alianza, Madrid.

9
Adaptado de Barrenechea, A. Mª (1979) "Operadores pragmáticos de actitud oracional", Barrenechea y otros:
Estudios lingüísticos y dialectológicos. Temas hispánicos. Buenos Aires: Hachette.

p.213
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Los gigantes...

RECURSOS. LA MÁQUINA DE FOTOS DIGITAL (II)10


E. La máquina de fotos en la educación
Aquí es donde se te pide mayor colaboración. Imagina una situación educativa. Si en
tus entornos familiar o laboral tienes alguna tarea educacional, te resultará mucho
más sencillo. Intenta imaginar y describir
usos de la máquina de fotos como ayuda a
la labor del educador. Si la lista de usos
domésticos, sin ser exhaustiva, demuestra
ser ingente, lo mismo ocurrirá con sus
aplicaciones vinculadas a la Educación
Social. Te comentamos ahora sólo algunos
casos, pero, en lugar de recurrir a la
fórmula extensiva, lo hacemos de forma
intensiva: no ponemos muchos ejemplos
cortos, sino pocos, algo más explicados.
Ampliar la visión. Una persona mayor, que vive en una Residencia, está perdiendo
visión por degeneración de la mácula. Los nuevos tratamientos contienen bastante
bien el proceso, pero su visión es baja. Recuerda esta anciana que le gustaban
mucho las historietas del TBO correspondientes a la familia “Ulises”. Dispones de
algunos ejemplares de dicho tebeo, pero ella nos los puede leer. Con estos
precedentes montas la siguiente actividad. Anuncias una sesión a la que te aseguras
de que van a poder asistir ella y algunas compañeras. Preparas una foto de cada
viñeta. Para el visionado usas el complemento para ver fotos en TV., y dejas un
magnetófono o grabadora para grabar el sonido de la sesión. Opcionalmente llevas
dos grabadoras.

Cuando el auditorio está reunido haces una breve introducción. En la introducción


presentas a los personajes y sus características y comienzas a pasar las fotos. La
presentación de los personajes puede realizarse con fragmentos de viñetas, y en

10
Una contribución del profesor Ramón Gonzalo Fernández.

p.214
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

ellos cuentas quién es y lo que suele ocurrirle. Luego pones el titulo de la historieta.
Les dejas que lo lean. Desde el principio todo se graba. Casi seguro que ya con el
título comienzan a reír. Luego van
leyendo los diferentes bocadillos como
se les vaya ocurriendo. Es fácil que a
este tamaño la interesada sí pueda leer
gracias al efecto “lupa” antes
comentado. Irán apostillando todos los
detalles: que si el padre se mete a
arreglar la aspiradora, que si la madre
no se fía, que si a la abuela se le saltará
la peluca, que si efectivamente ya se le
ha saltado, que todos los sellos volando porque la aspiradora resulta que ahora
sopla... Con el zoom de la cámara te puedes entretener en ampliar detalles.
Al final se habrán grabado todas las risas y sus
intervenciones. A continuación se puede volver a
pasar la misma secuencia de fotos, pero oyendo la
grabación anterior. Las risas que se escuchan
generarán más risas. Reír es salud. Reír es una
gran gimnasia: activa de las funciones respiratorias
(a los viejos hay que recordarles cómo han de
respirar), elimina tensiones, problemas cervicales,
de columna, lumbares... resuelve depresión, activa
funciones cardiovasculares, activa los sentidos,
reorganiza pautas mentales, libera endorfinas..., en
la risa entran en juego cuatrocientos músculos, algunos de ellos sólo ejercitados por
la risa, limpia ojos, nariz, oído... La lista de beneficios es interminable. Por eso
insistimos, y aún vamos a rizar más el rizo: te
proponemos que grabes también este segundo
pase: las risas del primero habrán contagiado a más
risas que quedarán grabadas a su vez, y te puede
servir para otro día.
Otra estrategia: Según se está emitiendo uno de los
pases, durante un momento bueno de risas puedes
pasar la cámara de la postura “play” a la posición
“toma de fotos”, entonces se verán a sí mismos en
la pantalla y nuevamente reirán mucho más. En ese momento podrás fotografiar. Si
luego renombras las estas fotos de modo que queden colocadas en su sitio, el pase
de otro día tendrá el aliciente de haber añadido estas gratísimas fotos. Todo ello,
además, constituirá un extraordinario recuerdo, que
puedes pasar a las familias de los/as interesados
en forma de CD de audio.
Fotoramas montados por adolescentes. La
secuencia de fotos que sirvió de base para la
propuesta anterior puede ser preparada por
jovencillos haciendo prácticas de fotografía,
gestionadas desde sesiones de realización de
cualquier tipo de intervención, o como terapia, o
cumplimiento de sentencia a favor de la comunidad... La preparación de todos los

p.215
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

detalles, así como la corroboración de los


resultados no sólo supondrá un importante ejercicio
de práctica fotográfica e informática, sino también
de compromiso social.
Secuencias procedimentales. Doblar una manta,
de modo que quepa en su caja constituye, a veces,
un ejercicio complicado, porque no se trata de
doblar cada vez por la mitad, sino que a veces hay
que plegar en “tercios”. Una secuencia de fotos
puede constituir una propuesta de tarea
procedimental: viendo las fotos se comprende qué
es lo que hay que hacer y cómo. Es conveniente
que la secuencia de fotos se complemente con
pequeños textos y flechas, sobre todo si se aprecia que al ofrecer a alguien la
propuesta no sabe interpretar alguno de sus pasos.
Algo similar ocurre con tareas de cierta
complejidad, como doblar una tienda de campaña,
montar el telescopio, desmontarlo y colocarlo en su
caja, proceso para cargar la furgoneta de modo que
quepa todo el material para llevarlo a la actividad
del campo de trabajo, modo de guardar los
materiales en el cuartito que concede el
ayuntamiento... Es interesante que sean los propios
usuarios los que en un momento dado elaboren
estas instrucciones. Lo pueden hacer pensando en
otros usuarios, o bien pensando en sí mismos,
puesto que pasado un tiempo ya no somos capaces de recordar cómo se hacía. No
es lo mismo pasar los materiales que hay en un cuarto de almacenaje a un camión,
que hacerlo sacando una secuencia de fotos con la
que después se forma un pequeño álbum. Si al
regreso no son las mismas personas las que lo van
a colocar (y aunque lo fuesen), el ir siguiendo las
fotos en orden inverso constituirá una buena guía y
ayuda.
Estas labores de representar acciones con fotos
pueden constituir una tarea muy formativa, tanto
para niños mayorcitos como para adultos: aprenden
a organizarse mentalmente, a dibujar, a fijarse en los detalles, a comprender cómo
perciben los demás, a expresarse de forma no
oral... Dada su importancia veamos alguna técnica
complementaria:
Destacar elementos. Pensemos, por ejemplo, en
el montaje de un teatro. Normalmente las fotos son
un poco confusas y no focalizan detalles concretos.
Sería mejor dibujar, porque entonces se destaca lo
que se desea, pero esos dibujos son muy difíciles.
Hay una solución intermedia: se imprime en blanco
y negro, pero con nivel de tinta o tóner muy bajo: se

p.216
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

distingue lo que representa, pero falta contraste y luminosidad. Con rotulador se


siluetea a mano la pieza o zona que se quiere resaltar. Es una tarea muy sencilla y
eficaz: la vista mira sólo a ese detalle. Caso de
tener que colorear para resaltar, es preferible
recurrir a colores muy suaves que no oculten o
maten los sombreados de la foto. Los rotuladores
“fosforitos” (con los que resaltamos apuntes y
fotocopias) cumplen bien esa misión, pero falsean
bastante los colores originales: es preferible recurrir
a los lapiceros de colores, que permiten colorear
con intensidad controlable. Este coloreado no
sustituye, sino que se añade a silueteado antes
comentado.
Otra forma de resaltar un objeto o una pieza consiste en recortarla y pegarla sobre
el papel blanco. En tal caso no hace falta siluetearla, y se pede imprimir, tanto en
blanco y negro, como en color. Esta operación se
puede realizar tanto con tijera y pegamento, como
con programa informático de diseño gráficos (al
final se añade un breve apéndice respecto a cómo
se logran estas tareas en Photoshop).
Una última forma de resaltar detalles en fotos en
estos consiste en recortar y pegar sobre la foto
desvaída y en blanco y negro el recorte de la zona
a resaltar, pero ya impresa con mayor contraste, o
bien en color. Lo mismo se lograría con el programa
de retoque fotográfico, como antes, pero recortando
del fragmento y pegándolo sobre la versión b/n.
Resulta muy educativo que jovencillos o adultos preparen esos cuadernos con
secuencias de fotos pensando en los más pequeños. Es un tema que trataremos
con mayor detenimiento en un capítulo dedicado a construcción y mejora de
juguetes.
Describir procesos de construcción. Hay juegos
muy atractivos consistentes en construir: desde
recortables complejos prefabricados (ermita,
catedral, puentes célebres), pasando por
construcciones reales (castillo, casa emblemática,
acueducto, templo...) formados por pequeños
ladrillos, que vienen (en la caja) ya cortados con su
pegamento. Se pueden comprar en cualquier
momento. Otros (máquinas de Leonardo, casitas de
muñecas) se venden por entregas. El caso es que
estas entretenidas actividades cobran aún mayor interés, si la persona que las va
montando va tomando fotos que evidencien cómo poco a poco nace y va creciendo
esa estructura y sus detalles hasta mostrar su completa finalización. El hecho de ir
tomando fotos supone:
- Mayor nivel de actividad: además de construir, se fotografía.
- Mayor esmero: cualquier unión se realiza con más cuidado si lo primero que se
va a hacer con ella es fotografiarla.

p.217
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

- Mayor compañía: se llega a declarar que


tenían siempre “presente” al amigo, familiar o
educador que después habría de ver las
fotos.
En terapias ocupacionales, en aula hospitalaria,
en educación en reclusión doméstica esta forma
de prolongar la (frecuentemente corta) presencia
del observador o del educador, minimiza las
circunstancias de aislamiento que acompañan a la
actividad.
Potenciar hobbies. Tener hobbies o haberlos
tenido constituye un gran recurso para el educador
que tiene que asistir a personas en algún tipo de
crisis, hasta tal punto que si se logra reimplantar el
hobby o alguna actividad asociada al mismo,
estamos consiguiendo un logro educativo, o una
terapia singularmente acorde con su
personalidad. Prácticamente todos los
entretenimientos admiten una actualización
basada en la fotografía. Veamos tres casos. No
se pretende ser exhaustivo, sino potenciar tu
propia imaginación a fin de que, desde tu
creatividad adaptes estas soluciones (reales) a la
situación del adulto (o adultos) que tienes
encomendado.
a) Autodefinidos: Persona mayor con cultura,
pero sin aficiones especiales definidas. Cuando
accede a una residencia su nuera le enseña a
cumplimentar autodefinidos. Los toma con tal
interés que declara reservarlos para relajarse en
momentos de nerviosismo. Como estímulo, en
cada visita se fotografía los que ha terminado,
luego se rompen. El aliciente de las fotos
promueve nueva metodología de trabajo: si tiene
que mirar la solución, al escribir las letras lo hace
con bolígrafo de color. El amor propio hace que
se resista mucho a mirar la solución: prefiere
preguntar a otras compañeras, que, por cierto
tienen menor hábito o soltura, y aportan muy
poco, pero esa dilación en el tiempo y el hecho de
madurar un poco más el problema logra que
muchas respuestas no haya que mirarlas: las
fotos lo revelan. Como resultado añadido, el
contagio de algunas mujeres compañeras por los
autodefinidos.
b) El mus. En el Centro de Día encontramos a
S.P. Fue periodista. Es inquieto, curioso por todo,
y buen conversador y un tanto “bocazas”. Los

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Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

días que la quimioterapia se lo permite merodea


sin rumbo. El educador ha organizado varios
grupos. Por afinidad conversacional se une a
compañeros que juegan al mus. Pronto queda un
hueco diario. El educador le invita a escribir sobre
el mus. Va a hacer un método en el que
simplemente transcribe las mejores partidas.
Inicialmente con la cámara de su móvil
fotografiaba el momento final en que se enseñan
las cartas. Después se pasó a la cámara. Por la
tarde escribe el relato de la partida más interesante. Emplea toda la tarde, y los días
que no hay partida también los emplea en mejorar estos relatos. Los gráficos son
siempre fotos de manos con cartas, logradas unas veces por recorte de fotos de la
mañana, otras reconstruyendo detalles en casa con ayuda de manos de familiares
(sosteniendo las cartas). Está llegando a conclusiones interesantes, como la de que
el mus es como una careta de carnaval en la que los tímidos pueden refugiarse y
competir en arrogancia con cualquiera, recuperando así una personalidad que
siempre envidiaron.
Arreglos ilustrados con fotos. El relato real no
está ubicado (todavía) en ninguna situación de
Educación Social, pero es tan potente, que se
ofrece para tu aprovechamiento en situaciones
educativas. Se trata de varios amigos que se
reúnen anualmente para enseñarse los arreglos
que van haciendo entre una y otra reunión. Cada
uno llega con un CD, cuyas fotos ya se pasan, no
en un monitor, sino en un cañón, porque el
acontecimiento anual va teniendo eco y se congrega cierto “auditorio”. Casi siempre
las secuencias de fotos comienzan representando algo que está estropeado, por
ejemplo, el asa de la puerta del frigorífico, que un buen día se partió, quedándose el
usuario con la mitad en la mano. Siguen unas cuantas fotos: Alguna vez se
intercalan dibujos de posibles soluciones imaginadas, otras la foto del pegamento
que se ha usado, leyendas con letreros en los que
exponen la problemática asociada al arreglo.
Acaban (casi) siempre con el problema
solucionado. Han llegado ya a crear un código de
honor por el que se comprometen a no mentir, ni
ocultar si un arreglo pronto falló, o no se consiguió.
A veces un arreglo termina con un vídeo (de
cámara de fotos) en el que se verifica el
funcionamiento. De entre varias soluciones con
frecuencia optan por la más segura, otras muchas
veces se inclinan por la más novedosa...
La idea toma entidad bajo el nombre de “Arreglología”. Se les ha pedido intervenir en
algunas conferencias o foros de Creatividad, de Educación, de Tecnología... A nivel
personal declaran que (son conclusiones que tienen su vertiente educativa,
humanística, ecológica... y por ello se ofrecen aquí):
- Desde que los arreglos se hacen con la cámara presente, suelen ser más
perfectos y eficaces, porque se esmeran más en cada detalle.

p.219
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

- El nivel de placer que genera esa afición es mucho mayor desde que los arreglos
se han enriquecido con la dimensión humana de llegar a compartirlos.
- Como ya van conociendo los “estilos” de arreglar de cada uno de los amigos,
cuando no encuentran solución, se ponen el “chip” de pensar de otro (amigo) y por
ahí aparece la solución.
- Muchos arreglos que no se justifican por su ahorro económico, sí tienen sentido
desde la perspectiva lúdica, como suele ocurrir con la mayoría de las aficiones.
Otros usos educativos de la Cámara digital. Lo que sigue (solamente) es una
simple enumeración. A ti te toca:
a) Imaginarle su posible trascendencia. Esto quiere decir: si lo del mus, los
autodefinidos o las fotos de arreglos sólo lo hubiéramos enunciado, no se
habría atisbado la carga educativa que se advierte al desarrollar un poco
(como memos hecho) sus posibilidades educativas. Intenta hacer lo mismo
con la breve enumeración que sigue.
b) Traducir estas ideas al plano de tus inquietudes (o de tus tareas) educativas.
De esa forma estas sugerencias se verán multiplicadas, que es lo
verdaderamente interesante.
Película convertida en cuento. Acabas de ver una película. En cuanto viste que su
temática era “narrable” pusiste en marcha el vídeo o el DVD para grabarla. Usando
su título, o inventando otro, creas una primera foto con el título. Luego quince o
veinte fotos con el argumento. Al final la palabra fin. Lo narras a los niños mientras
visionan las fotos. Ideas complementarias:
- Hacerlo con sólo un pasaje de una película.
- Tras la narración los niños han de volver a contar el cuento. Cada niño cuenta
sólo la sección correspondiente a una o dos fotos.
- Sacar fotos de un hecho normal de la vida diaria, por ejemplo, una excursión.
Novelizarla. Narrarla.
Visita al taller de un artesano. Cada grupo toma fotos de una de sus actividades.
Reproducción de la visita contando con fotos las diferentes secciones preparadas
por cada grupo.
Sesión de escultura con plastilina o arcilla. Suponemos a cinco adolescentes o
adultos creando figuras en tiempo limitado de acuerdo con títulos, tales como:
paloma, madre, crepúsculo, oveja, avión, tristeza... Mientras se confecciona cada
uno, alguien va sacando secuencias de fotos, que luego se entregan en pen-drive a
todos. Cada uno selecciona las suyas, las recorta adecuadamente y las deja en una
carpeta. Se presta a varios visionados:
- Humorístico: se presentan sólo los resultados. Como no suelen ser nada del otro
mundo llegan a causar gracia. Debidamente presentada esta risa es muy sana.
- Ponderativo: También se presentan sólo resultados. Cada persona ha de
ponderar detalles interesantes del trabajo del otro. Siempre se aprende algo que en
el otro ha quedado logrado.
- Secuencia de progreso. Se va viendo poco a poco cómo se forma la imagen, e
incluso modificaciones realizadas durante el proceso. La explica el propio autor.

p.220
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

Lo comentado con esculturas se puede hacer respecto a concurso de dibujos, de


óleo, de repujado, de ilustración de relatos, generación de paisajes con papel
recortado (en plano o en relieve)...
Talleres. El resultado de un taller es sólo unos cestos, o un adorno navideño, o la
reparación de muñecas o muebles. Frente a ello podemos a ofrecer además el CD
con el proceso que cada uno ha ido siguiendo para lograrlo, así como los resultados
finales del resto de los miembros del taller.
Ideas complementarias:
- Foto del esquema eléctrico del secador reparado confeccionada por el autor,
junto a su secuencia de fotos.
- Cuadro enmarcado para poner sobre la cómoda. En varios “cuarteles” se ve la
cómoda antes de la restauración, diferentes pasos..., en medio el autor/a de la
transformación.
- Muestras de encaje (bolillos) inventadas por los participantes.
- Vestidos de papel. Metamorfosis.
- Papiroflexia (y toda su locura).
Fotografiar el error. En el taller algo ha salido mal. En lugar de modificarlo cuanto
antes: ¡foto, tal como está! Eso permite comentárselo a todas las personas
participantes. El aprovechamiento del error, tanto para mostrarlo, como para mostrar
sus causas, su reparación, o dentro del estilo creativo propio de método de
proyectos, convertirlo en una nueva propuesta de trabajo... es una gran fórmula
didáctica: si se puede enseñar con la exposición o con la interrogación, también con
el error. Además su aparición está garantizada.
Ayuda al dibujo. Estás haciendo la ilustración de un manual con juegos de
educación física. No sabes cómo dibujar algunas posturas. Pides a una persona que
las adopte. Sacas fotos. Pones lo impreso detrás del plástico de unos apuntes
encuadernados. Con el rotulador calcas la silueta. Usas esa silueta para el manual.
Safari fotográfico en el diccionario. En la Biblioteca hay varias enciclopedias. A un
grupo se le encomienda hacer un herbario. Inicialmente fotografían las que plantas
que “salen”, pero pronto hay que empezar a clasificarlas. Acabarán consultando e
informándose. Lo mismo respecto a invertebrados, banderas, aparatos ópticos...
Préstamo de herramientas. El centro tiene un pequeño taller ambulatorio. Está
previsto el préstamo para fines de semana. El recibo es una foto con lo que se lleva
cada uno. No se llega a imprimir.
Construcción de máquinas y robots. Actividad de máximo nivel de implicación y
desarrollo intelectual. Su metodología de trabajo está ligada el método de proyectos.
Muy creativa. Se puede abordar desde mínimo nivel de conocimientos tecnológicos,
hasta niveles muy altos. En todos los casos (incluso en los de nivel casi nulo), si el
estilo es lúdico la implicación es altísima. El crecimiento de los “artilugios”
generados, si es guardado mediante fotos, además de ser la gran forma de
plasmarlo, constituye una nueva motivación añadida.
Manuales. Cada miembro de la granja que realiza alguna tarea propia de su oficio
hace un manual: como cada uno tiene una procedencia profesional diferente...:

p.221
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

- Igualas la pintura de la pared después de una gotera... ¡confeccionas un


manual!
- Reparas una casete, y copias su contenido en MP3... ¡confeccionas y dejas un
manual de reparación de casetes y paso a MP3!
- Desmontas y limpias la segadora... ídem.
- Regulas el carburador... ídem.
No sabrían hacer el manual, pero si ya están las imágenes (mediante fotos), es más
fácil animarse.
Itinerario fotográfico. Rutas, descubrimientos, búsqueda del tesoro, carreras,
ginkanas, safaris, reconocimiento urbano... Una secuencia de fotos implica un
recorrido. Lo mismo para logros en el ordenador, o navegación informática. Si se
hace camino al andar, también se pueden sacar fotos y convertirlas en itinerario para
las mil situaciones en que hay que decir a alguien el “por dónde se va a...”, o “cómo
se llega”.
G. Categorización (uso educativo de la m. fotos)
1. Acciones:
1.1. La fotografía genera actividad. Viñetas convertidas en sesión de risoterapia con
fotorama. Autodefinidos, segundas actividades de error en el taller, esculturas, mus,
safari fotográfico.
1.2. La fotografía se añade a la actividad como un elemento más. Secuencia de
fotos de recortables, esculturas, confección de manuales, ayuda al dibujo.
2. Funciones de la fotografía en actividades educativas
2.1. Añade a la tarea aspecto gratificante. Arreglos. Escultura. Visita al taller del
artesano.
2.2. Genera nuevos elementos del proceso. Esculturas.
2.3. Procedimentaliza. Confección de manuales y prospectos (plegado de manta o
tienda, cómo meter en el camión, o colocar en el cuarto), itinerarios, arreglos,
montar el teatro.
2.4. Mejora la motivación. Aprovechamiento de errores. Construcciones. Arreglos.
2.5. Adapta al estilo motivacional. Control de herramientas.
2.6. Genera propuestas de trabajo. Error en el taller.
2.7. Prolonga el placer. Arreglos.
2.8. Mejora la calidad. Esmero en arreglos.
2.9. Cambia el método. Color en los autodefinidos.
2.10. Promueve sensación de acompañamiento. Construcciones, autodefinidos, aula
hospitalaria, reclusión doméstica.
2.11. Compartir, legar (dejar a futuros usuarios, a la posteridad). Arreglos,
construcciones, manuales en la granja, mus.
2.12. Enseña a valorar. Escultura (detalles positivos de los otros)
2.13. Aporta conocimientos. Manuales. Arreglos, ayuda al dibujo, safari fotográfico.

p.222
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

2.14. Secuencializa. Procesos de construcción.


2.15. Cataliza actitudes.
2.15.1 Hilarante. Ampliar la visión, esculturas.
2.15.2 De respeto. Esculturas, error en el taller.
2.15.3 De esmero. Arreglos, talleres, esculturas.
2.16. “Fotoramiza”: confiere carácter de fotorama (secuencializa de forma que
permite representar o escenificar con espectacularidad situaciones neutras).
Esculturas, concurso de dibujos, procesos de construcción, aumentar la
visión, fotoramas en narraciones (cuentos, películas). Fotorama es una
secuencia de fotos que o bien van acompañadas de un guión para su
representación, o bien la propia secuenciación guioniza y da argumento y
unidad a la serie de fotos.
2.17. Focaliza. Dirige la atención a un elemento de todo el escenario. Sobre todo si
la foto tiene tratamiento, o se ha aplicado el efecto “lupa”. Ampliar la visión,
montar el teatro.
H. Software
Esta sección es de lectura optativa, sólo para quienes se interesen por su contenido,
tratado de forma sólo esquemática, y recurriendo a programas de uso muy
generalizado. No se estudia ni es materia de examen.
a) Para grabar el CD de audio: Conectar con cable la entrada de micrófono del
ordenador con la salida de altavoz externo del magnetófono (volumen bajo).
Programa Nero (Nero Star Smart) / Nero Wave Editor / Marcar el punto rojo / Marcar
si la grabación es o no estéreo / Ok / Pulsar el punto rojo / Al final archivar en el
ordenador, por ejemplo, bajo la extensión Wab. Ya se puede oír en el ordenador, por
ejemplo con el reproductor de Windows Media. Para pasarlo a un CD audible en
equipos convencionales de música: Nero Express / Music / Audio CD / Add / Se
incluyen< los ficheros Wab que quepan sin llegar a las rayas de aviso de exceso de
tiempo / Next / Burn.
b) Para pasar a blanco y negro: Photoshop 6: Para cargar la imagen: Archivo / Abrir.
Para ponerla en blanco y negro: Imagen / Ajustar / Tono saturación / Bajar la
saturación a cero.
c) Para más desvaído: A lo anterior añadir en Tono saturación: subir la luminosidad
a voluntad.
d) Para entresacar un fragmento de una foto. Seleccionar esa pieza o zona. Se
logra, por ejemplo por alguna de las formulas siguientes: Si la pieza se distingue
bien del resto por medio de la varita mágica (cuarta herramienta) al tocarla se
selecciona si nos falta un trozo, tocamos en ese trozo mientras está pulsada la tecla
Shift (mayúsculas). Si, por el contrario nos sobra un trozo, lo tocamos, mientras está
pulsada la tecla Alt. / Edición / Copiar. Nota: en el caso de que la tercera herramienta
no sea le lazo magnético, tocar en ella con el botón derecho, seleccionar el lazo
magnético.
Otra forma de seleccionar: Ampliar bastante con la lupa / Pasar la tercera
herramienta: Lazo magnético, muy cerca del contorno, encerrando a la pieza. Para
terminar doble clic. El zoom vuelve a si tamaño con doble clic sobre la lupa. Para
reducir un poco con el zoom: Alt + Lupa

p.223
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

e) Para dejar ese fragmento en una página en blanco: Archivo / Nuevo / Anchura
(por ejemplo 15) / Centímetros / Altura (p.e. 20) / Centímetros / Blanco / Archivo /
Pegar. Se modifica el tamaño a voluntad: Control + T. Con los puntos de control se
modifica el tamaño. Poniendo el cursor un poco más lejos pasa a flechas de giro. El
punto de giro (inicialmente está en el centro) se puede desplazar y gira en torno a
otro centro.
f) Para que una pieza destaque por su color sobre el resto: Seleccionarla / Selección
/ Invertir (ahora lo seleccionado es todo lo demás)/ Imagen / Ajustar / Jugar con Brillo
– contraste y Tono – Saturación.
g) Para resaltar detalles a mano sin usar programas de retoque fotográfico. Imprimir
como poco tóner o tinta: En impresoras láser algo parecido a: Archivo / Imprimir /
Propiedades / Opciones de dispositivo / Características de impresión / EconoMode /
Ahorrar tóner. Así imprime un poco más desvaído y se repasa por encima con
rotulador.
En impresoras de chorro de tinta, algo parecido a: Archivo / Imprimir / Propiedades /
Configuración / Calidad de impresión / Borrador, o bien: Archivo / Imprimir /
Propiedades / Avanzadas / Saturación / Atenuado / Volumen de tinta / Bajo. Para
Blanco y negro, en Avanzadas / Escala de grises.

Llenósele la fantasía...

TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN11


Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres de J.J. Rousseau
Urgidos por la lectura del último libro sobre cualquier materia, olvidamos con frecuencia que,
a lo largo de los siglos, mentes privilegiadas se han ocupado de pensar sobre los temas
eternos que han preocupado a la Humanidad. Cierto que la Antropología actual ha superado
muchas de las concepciones de esos autores, pro es bueno que no olvidemos los pasos que
el pensamiento humano ha dado hasta llegar a las teorías actuales. Este texto de Rousseau
no ofrece esa oportunidad.
Primera parte
Por importante que sea, para bien juzgar del estado natural del hombre, considerarla desde
su origen y examinarle, por así decir, en el primer embrión de la especie, yo no seguiré su
organización a través de sus desenvolvimientos sucesivos ni me detendré tampoco a buscar
en el sistema animal lo que haya podido ser al principio para llegar por último a lo que es.
No examinaré si, como piensa Aristóteles, sus prolongadas uñas fueron al principio garras
ganchudas; si era velludo como un oso, y si, caminando a cuatro pies, su mirada, dirigida
hacia la tierra y limitada a un horizonte de algunos pasos, no indicaba al mismo tiempo el
carácter y los límites de sus ideas. No podría hacer sobre esta materia sino conjeturas
vagas y casi imaginarias. La anatomía comparada no ha hecho todavía suficientes
progresos y las observaciones de los naturalistas son aún demasiado inciertas para que
pueda establecerse sobre fundamentos semejantes la base de un razonamiento sólido; de

11
Una selección del profesor Félix Sepúlveda Barrios.

p.224
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

modo que, sin recurrir a los conocimientos naturales que poseemos sobre este punto y sin
parar atención en los cambios que han debido tener lugar tanto en la conformación interior
como en la exterior del hombre a medida que aplicaba sus miembros a nuevos usos y se
nutría con nuevos alimentos, le supondré constituido de todo tiempo como le veo hoy día,
andando en dos pies, sirviéndose de sus manos como nosotros de las nuestras y midiendo
con la mirada la infinita extensión del cielo.
Despojando a este ser así constituido de todos los dones sobrenaturales que haya podido
recibir y de todas las facultades artificiales que no ha podido adquirir sino mediando largos
progresos; considerándole, en una palabra, tal como ha debido salir de manos de la
naturaleza, veo un animal menos fuerte que unos, menos ágil que otros, pero, en conjunto,
el más ventajosamente organizado de todos; le veo saciándose bajo una encina, aplacando
su sed en el primer arroyo y hallando su lecho al pie del mismo árbol que lo ha
proporcionado el alimento; he ahí sus necesidades satisfechas.
La tierra, abandonada a su fertilidad natural y cubierta de bosques inmensos, que nunca
mutiló el hacha, ofrece a cada paso almacenes y retiros a los animales de toda especie.
Dispersos entre ellos, los hombres observan, imitan su industria, elevándose así hasta el
instinto de las bestias, con la ventaja de que, si cada especie sólo posee el suyo propio, el
hombre, no teniendo acaso ninguno que le pertenezca, se los apropia todos, se nutre
igualmente con la mayor parte de los alimentos que los otros animales se disputan, y
encuentra, por consiguiente, su subsistencia con mayor facilidad que ninguno de ellos.
Acostumbrados desde la infancia a la intemperie del tiempo y al rigor de las estaciones,
ejercitados en la fatiga y forzados a defender desnudos y sin armas su vida y su presa
contra las bestias feroces, o a escapar de ellas corriendo, fórmanse los hombres un
temperamento robusto y casi inalterable; los hijos, viniendo al mundo con la excelente
constitución de sus padres y fortificándola con los mismos ejercicios que la han producido,
adquieren de ese modo todo el vigor de que es capaz la especie humana. La naturaleza
procede con ellos precisamente como la ley de Esparta con los hijos de los ciudadanos:
hace fuertes y robustos a los bien constituidos y deja perecer a todos los demás, a
diferencia de nuestras sociedades, donde, el Estado, haciendo que los hijos sean onerosos
a los padres, los mata indistintamente antes de su nacimiento.
Siendo el cuerpo del hombre salvaje el único instrumento de él conocido, lo emplea en usos
diversos, de que son incapaces los nuestros por falta de ejercicio, y es nuestra industria la
que nos arrebata la agilidad y la fuerza que la necesidad lo obliga a adquirir. Si hubiera
tenido hacha, ¿habría roto con el puño tan fuertes ramas? Si hubiese tenido honda,
¿lanzaría a brazo con tanta fuerza las piedras? Si hubiera tenido escalera, ¿treparía con
tanta ligereza por los árboles? Si hubiese tenido caballos ¿sería tan rápido en la carrera?
Dad al hombre civilizado el tiempo preciso para reunir todas esas máquinas a su derredor:
no cabe duda que superará fácilmente al hombre salvaje. Mas si queréis ver un combate
aún más desigual, ponedlos desnudos y desarmados frente a frente, y bien pronto
reconoceréis cuáles son las ventajas de tener continuamente a su disposición todas sus
fuerzas, de estar siempre preparado para cualquier contingencia y de conducirse siempre
consigo, por así decir, todo entero.
Hobbes pretende que el hombre es naturalmente intrépido y ama sólo el ataque y el
combate. Un filósofo ilustre piensa, al contrario, y Cumberland y Puffendorf así lo aseguran,
que nada hay tan tímido como el hombre en el estado natural, y que se halla siempre
atemorizado y presto a huir al menor ruido que oiga, al menor movimiento que perciba.
Acaso suceda así por lo que se refiere a los objetos que no conoce, y no dudo que no quede
aterrado ante los nuevos espectáculos que se ofrecen a su vista cuando no puede discernir
el bien y el mal físicos que de ellos debe esperar, ni comparar sus fuerzas con los peligros
que tiene que correr; circunstancias raras en el estado de naturaleza, en el cual todas las
cosas marchan de modo tan uniforme y en el que la faz de la tierra no se halla sujeta a esos
cambios bruscos y continuos que en ella causan las pasiones y la inconstancia de los

p.225
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

pueblos reunidos. Pero el hombre salvaje, viviendo disperso entre los animales y
encontrándose desde temprano en situaciones de medirse con ellos, hace en seguida la
comparación, y viendo que si ellos le exceden en fuerza él los supera en destreza, deja de
temerlos ya. Poner a un oso o a un lobo en lucha con un salvaje robusto, ágil e intrépido
como lo son todos, armado de piedras y de un buen palo, y veréis que el peligro será
cuando menos recíproco, y que después de muchas experiencias parecidas, las bestias
feroces, que no aman atacarse unas a otras, atacarán con pocas ganas al hombre, que
habrán hallado tan feroz como ellas. Con respecto a los animales que tienen realmente más
fuerza que él destreza, encuéntrase frente a ellos en el caso de otras especies más débiles,
que no por esto dejan de subsistir; con la ventaja para el hombre de que, no menos ágil que
aquéllos para correr y hallando en los árboles refugio casi seguro, puede en todas partes
afrontarlos o no, teniendo la elección de la huida o de la lucha. Añadamos que parece ser
que ningún animal hace espontáneamente la guerra al hombre, salvo en caso de propia
defensa o de un hambre extrema, ni manifiesta contra él esas violentas antipatías que
parecen anunciar que una especie ha sido destinada por la naturaleza a servir de pasto a
las otras.
He aquí, sin duda, la razón por la cual los negros y los salvajes se preocupan tan poco de
los animales feroces que pueden encontrar en los bosques. Los caribes de Venezuela, entre
otros, viven a este respecto en la más completa seguridad y sin el menor contratiempo.
Aunque anden casi desnudos, dice Francisco Correal, no dejan de exponerse atrevidamente
en los bosques, armados solamente de la flecha y el arco, sin que se haya oído decir nunca
que alguno fuera devorado por las fieras.
Otros enemigos más temibles, contra los cuales no tiene el hombre los mismos medios de
defensa, son los achaques naturales, la infancia, la vejez y las enfermedades de toda
suerte, tristes signos de nuestra debilidad, cuyos dos primeros son comunes a todos los
animales, mientras que el último es propio principalmente del hombre que vive en sociedad.
Hasta observo, a propósito de la infancia, que la madre, llevando consigo a todas partes a
su hijo, tiene mucha más facilidad para alimentarlos que las hembras de diversos animales,
forzadas a ir y venir continua y fatigosamente, de un lado, para buscar su alimento; de otro,
para amamantar o alimentar a sus crías. Es verdad que si la mujer perece, el niño corre
bastante el riesgo de perecer con ella; pero este mismo peligro es común a otras cien
especies, cuyos pequeñuelos no se hallan por largo tiempo en situación de buscar por sí
mismos su alimento; y si la infancia es entre nosotros más larga, siendo la vida más larga
también, todo viene a ser poco más o menos igual en este punto, aunque haya sobre la
duración de la primer edad y el número de pequeñuelos otras reglas que no entran en mi
objeto. Entre los viejos, que accionan y transpiran poco, la necesidad de alimentos
disminuye con la facultad de adquirirlos, y como la vida salvaje aleja de ellos la gota y los
reumatismos, y como la vejez es de todos los males el que menos alivio puede esperar de la
ayuda humana, se extinguen en fin sin que se advierta que dejan de existir y casi sin darse
cuenta ellos mismos.
Respecto de las enfermedades, no repetiré las vanas y falsas declamaciones de las
personas de buena salud contra la medicina; pero preguntaré si se puede probar con alguna
observación sólida que la vida media del hombre es más corta en aquel país donde ese arte
se halla descuidado que donde es cultivado con más atención. ¿Cómo podría suceder así si
nosotros nos procuramos más enfermedades que la medicina nos proporciona remedios? La
extrema desigualdad en el modo de vivir, el exceso de ociosidad en unos y de trabajo en
otros, la facilidad de excitar y de satisfacer nuestros apetitos y nuestra sensualidad, los
alimentos tan apreciados de los ricos, que los nutren de substancias excitantes y los colman
de indigestiones; la pésima alimentación de los pobres, de la cual hasta carecen
frecuentemente, carencia que los impulsa, si la ocasión se presenta, a atracarse
ávidamente; las vigilias, los excesos de toda especie, los transportes inmoderados de todas
las pasiones, las fatigas y el agotamiento espiritual, los pesares y contrariedades que se
sienten en todas las situaciones, los cuales corroen perpetuamente el alma: he ahí las

p.226
Bloque II. Tema 6: La evaluación en Educación Social

pruebas funestas de que la mayor parte de nuestros males son obra nuestra, casi todos los
cuales hubiéramos evitado conservando la manera de vivir simple, uniforme y solitaria que
nos fue prescrita por la naturaleza. Si ella nos ha destinado a ser sanos, me atrevo casi a
asegurar que el estado de reflexión es un estado contra la naturaleza, y que el hombre que
medita es un animal degenerado. Cuando se piensa en la excelente constitución de los
salvajes, de aquellos al menos que no hemos echado a perder con nuestras bebidas fuertes;
cuando se sabe que apenas conocen otras enfermedades que las heridas y la vejez, vese
uno muy inclinado a creer que podría hacerse fácilmente la historia de las enfermedades
humanas siguiendo la de las sociedades civiles. Tal es por lo menos la opinión de Platón,
quien juzga, a propósito de ciertos remedios empleados o aprobados por Podaliro y Macaón
en el sitio de Troya, que diversas enfermedades que estos remedios hubieron de provocar
no eran conocidas entonces entre los hombres, y Celso refiere que la dieta, tan necesaria
hoy día, fue inventada por Hipócrates.
Con tan contadas causas de males, el hombre, en el estado natural, apenas tiene necesidad
de remedio y menos de medicina. La especie humana no es a este respecto de peor
condición que todas las demás, y fácil es saber por los cazadores si encuentran en sus
correrías muchos animales mal conformados. Algunos encuentran animales con grandes
heridas perfectamente cicatrizadas, con huesos y aun miembros rotos curados sin más
cirujano que la acción del tiempo, sin otro régimen que su vida ordinaria, y que no por no
haber sido atormentados con incisiones, envenenados con drogas y extenuados con ayunos
han dejado de quedar perfectamente curados. En fin; por muy útil que sea entre nosotros la
medicina bien administrada, no es menos cierto que si el salvaje enfermo, abandonado a sí
mismo, nada tiene que esperar sino de la naturaleza, nada tiene que temer, en cambio, sino
de su mal, lo cual hace con frecuencia que su situación sea preferible a la nuestra.
J.J. Rousseau: Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (la traducción
del francés ha sido hecha por Ángel Pumarega).
El texto se ha tomado de la versión digital:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12140524229031506543435/p0000004.
htm#I_6_

p.227

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