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LOS TRASTERRADOS Y EL REENCUENTRO DE ESPAÑA Y MÉXICO

Tal como conocemos la historia de los países hispanoamericanos ha estado


marcada por procesos, movimientos, y filosofías que han ayudado a
enriquecernos como cultura pero que a su vez también han aportado mucho o
poco para el desarrollo quizás de la cultura Española y porque no de la Europea.
Es así como en este tercer capítulo del texto “España desde México” del autor
Ascensión Hernández, se nos brindará o mejor nos aclarará un poco, la realidad
política, social y principalmente cultural que se vivió después de un proceso de
conquista, colonia e independencia, permitiéndonos así comprender mejor que no
solo hemos sido un pueblo que ha sido demandante y dependiente de los avances
europeos en todos los niveles sino que también se han tendido puentes que nos
han acercado más para que progresemos mutuamente.

Muchas veces somos duros críticos de la España que nos conquistó y lanzamos
juicios a diestra y siniestra la mayoría de ellos quejándonos del pasado que le tocó
vivir a nuestros antepasados y que quizás muchas veces le echamos la culpa de
nuestra situación actual a España, pero también se nos olvida la otra parte de la
historia donde también nuestros antepasados hicieron de lado en muy poco
tiempo aquella nación que ciertamente aportó mucho para nuestro avance; es
cierto que también hubo algunas situaciones que no fueron bien llevadas, pero
que en términos generales fue un apoyo y un puente con aquel Viejo Mundo que
para nosotros era totalmente desconocido.
Es así como después de esta bofetada dada a España, ésta decide “olvidarse” de
aquel Nuevo Mundo que le mostró al resto de Europa y empieza por pensarse así
misma ya que está pasando por una serie de situaciones que la llevan replantear
muchas de las políticas vividas hasta ese momento; es por esto que se da como lo
menciona el texto un europeocentrismo, donde se da a conocer muy poco de
nuestro continente en Europa llevando a una ignorancia y podemos decirlo así
como a un desencanto por conocer estas tierras.
Luego de unos años de “olvido”, se empieza a suscitar algo conocido como la
crisis del 98 donde se comienza a despertar nuevamente el interés por América y
ya no como un continente que podría aportar al desarrollo económico de España
sino como aquel que aportó y sigue aportando grandemente al desarrollo cultural
de esta nación principalmente desde el ámbito literario. Pero esta mirada se dio en
ambas dirección no solo de España hacia nosotros; permitiendo esta vez crear
lazos más fuertes de convergencia y que sirvieron para que se fueran dando
pasos lentos pero seguros de una nueva y mejor relación entre España y los
países hispanoamericanos, en este caso México.

Pero esta recuperación de los lazos de convergencia dejó vestigios de una


Hispanoamérica no bien conocida incluso hasta nuestros días ya que muchos de
los europeos tenían o tienen una imagen no muy clara e incluso negativa de
nuestros pueblos. Un ejemplo claro es la educación que se brindaba en las clases
de historia de América donde se limitaba estudiarla en momentos como la
conquista, la colonia, entre otros; pero no se estudiaba como una historia de unos
pueblos que tienen su propia cultura. Además desde el punto de vista social,
económico, etc. también éramos mal vistos ya que solo se hacía referencia a
nuestros pueblos cuando algo negativo ocurría.
En cambio por nuestra parte no se vio lo mismo ya que nuestros pueblos a pesar
de haberse independizado y quererse olvidar de España se dio un interés por
saber lo que ocurría en aquella nación del Viejo Mundo y darlo a conocer a todos
los hispanoamericanos, detalles que fueron abonando terreno para que cuando se
diera una integración y aceptación definitiva, las relaciones fuesen estables hasta
el punto que los reyes y el presidente Suárez visitara el Nuevo Mundo, permitiendo
así limar asperezas y encontrar puntos comunes que nos unen.

Y entonces nos preguntamos ¿qué papel desempeñaron los trasterrados tanto


españoles como mexicanos? Y es que gracias a muchos de ellos se pudieron dar
grandes pasos de unión entre estos dos mundos separados por el Atlántico y que
en su momento se vieron alejados por no saber comprender y aprovechar los
aportes tanto del uno como del otro. Pero no podemos pensar que la tarea para
estas personas fue fácil ya que en un inicio se miraba con desconfianza al español
en tierras mexicas por el sinsabor que había dejado la conquista, aun así el
español supo acoplarse a su nuevo “hogar” y aportar desde distintos ámbitos al
progreso de ese pueblo que lo recibió. De igual forma los mestizos que llegaron a
Europa y principalmente a España que no eran bien vistos y recibidos pero que
con el paso del tiempo se dieron cuenta de la gran herencia hispánica que había
en estas personas y como de igual forma aportaban y daban nuevos aires para el
desarrollo literatura.

Es por eso que quiero finalizar con un breve párrafo del texto donde se resalta y
en cierta forma se agradece la labor hechas por estos grandes y verdaderos
héroes: “En este proceso de recuperación espiritual de lo hispánico los
trasterrados han sido un fermento propiciante de un verdadero acercamiento y
aceptación de la herencia hispánica de México. Y en este sentido, su misión ha
implicado también la de actuar como puente entre España y México….”1

1 Hernández, Ascensión. España desde México. Madrid, Algaba


Ediciones S.A, 2003. Pág. 129

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